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TRIGUEIRINHO HORA DE CRECER INTERIORMENTE EI mito de Hércules hoy Pade 2° edicién TRIGUEIRINHO Dettead HORA DE CRECER - INTERIORMENTE EL MITO DE HERCULES, HOY @kier Los recursos generados por los derechos de autor de todos los libros de ‘Trigueirinho se destinan al mantenimiento de centros espirituales no vinculados con instituciones, organizaciones, sectas ni entidades de tipo alguno. [Trigueirinho Netto, José Hora de crecer interiormente : el mito de Hércules, hoy . - 2a ed. - Buenos JAires : Kier, 2011. 144 p. ; 20x14 cm. Traducido por: Héctor V. Morel ISBN 978-950-17-2524-7 1. Espiritualidad. 1. Héctor V. Morel, trad. II. Titulo. COD 291.4 Titulo Original en Portugués: Hora de crescer interiormente O mito de Hércules hoje © 1988 José Trigueirinho Netto Publicado por Editora Pensamento Ltda. Rua Dr. Mario Vicente, 374 04270 Sao Paulo/S.P., Brasil. LIBRO DE EDICION ARGENTINA ISBN: 978-950-17-2524-7 Queda hecho el depésito que marca la ley 11.723 © 2011 by Editorial Kier S.A., Buenos Aires Av. Santa Fe 1260 (C1059ABT), Buenos Aires, Argentina. Tel: (54-11) 4811-0507 Fax: (54-11) 4811-3395 httptiwww.kier.com.ar - E-fnail: info@kier.com.ar Impreso en Ja Argentina Printed in Argentina AL LECTOR Hércules, como mito, es patrimonio universal. Las histo- rias de sus Trabajos fueron contadas de diversas maneras, en todos los tiempos, desde varios angulos, y fue justamente a partir de esa tradicion que surgid este libro. Esos multifacé- ticos Trabajos nos estimulan, en un verdadero desafio, a efectuar cambios profundos en nosotros mismos. Paul Brun- ton sefiala esos Trabajos, como fuente de inspiracion, a quie- nes procuran colaborar conscientemente con la evolucién. Djwhal Khul, el Tibetano, \os presenta bajo una interpreta- ci6n astroldgica. Cualquiera que sea la versi6n sobre Hércules, nuestra actitud ante ella es siempre de respeto y amor. Sin embar- go, procurando mantener el clima espiritual caracteristico del mito, este libro busca ofrecer una nueva sugerencia de alineacién entre nuestro yo consciente y nuestro nucleo an{- mico. A lo largo del texto, se hacen consideraciones tales que permiten una interpretacion completamente libre en lo que concierne al mundo intuitivo que existe en cada uno de no- sotros. Sin atenerse a los aspectos culturales que pueden ser 7 propios de la mitologia, esta obra fue escrita para ayudarnos a vivir en sintonia con un espfritu cada vez mayor de amor y universatidad, espiritu este que favorece la integracién de todas las partes en nuestro ser. Por ello, las aventuras de Hércules ocurren en diferentes niveles de la realidad, que estamos invitados a recorrer con la mente libre de precon- ceptos. Trigueirinho EL HEROE Y SU ALMA Mucho se escribié ya sobre el alma, nucleo de conscien- cia del hombre que le revela'la voluntad espiritual en uno de sus grados mas elevados, el amor-sabiduria con su irradiacién curativa y la inteligencia activa con su capacidad de crear, en un grado de amplitud mucho mas alld de los proyectos de la vida normal de las personas. Se sabe que ese nucleo encarna sucesivas veces sobre la Tierra, aunque también pueda, dentro de ciertas circunstan- cias, desarrollar su vida en los intervalos en que no esta en- carnado. En este libro, entendemos por encarnacion la en- trada progresiva de! alma en un cuerpo mental, en un cuerpo emocional y, finalmente, en un cuerpo etérico-fisico, y su conservacion dentro de ellos durante un periodo mas o me- nos largo, dependiendo del caso. No obstante, se sabe que su “morada’’, 0 su propio nivel de consciencia y realidad, es la cuarta dimension, plano que esta mas alld de las acti- vidades fisica, emocional y mental pensante, que conocemos muy bién. El alma viene a la Tierra para desarrollar trabajos con propésitos grupales, ligados a la obra de energias césmicas que ella misma desconoce como alma cuando atin estd en los origenes de su evaluciOn. Poco a poco, toma consciencia de esos altos propésitos y, consiguientemente, va perfeccio- nando su expresién. En una etapa mds adelantada del pro- cesO, ya aspira a alcanzar niveles aun més sutiles de conscien- cia y, eventualmente, perfecciona la calidad tanto del trabajo que realiza mientras vive sobre la Tierra, como la del que de- sarrolla en los periodos en que no se encuentra todavia en- carnada. Al penetrar en las dimensiones del yo consciente, el alma pierde por un tiempo la memoria de su origen césmi- co. Si esté encarnada en calidad de individuo de evolucién 1 media, gasta cierto‘tiempo en reencontrarse, o mejor dicho, en retomar conscientemente e\ hilo que la ata a la realidad de los mundos mas sutiles. Después, tarda mas tiempo atin en llevar la consciencia fisico-emocional-mental hasta la rea- lidad de la cuarta dimensién. Finalmente, tras muchas encar- naciones sobre ‘a Tierra, consigue absorber en su propio cuerpo la consciencia de esos niveles, sintetizando, de esa manera, toda su experiencia anterior, vivida en las dimensio- nes més densas. Por supuesto, estamos hablando de las con- diciones de las almas que se encuentran en. la érbita de este planeta Tierra, y no en ‘a de otros sistemas planetarios. Por su parte, el alma también tiene una envoltura, un cuerpo, compuesto por material sutilisimo, denominado “cuerpo causal’, o de las causas, ya que a partir de sus im- pulsos es posible el proceso encarnatorio. Este libro no tra- tard sobre el proceso del alma en vias de encarnar, sino de las pruebas por las que ella pasa, ya en contacto con la sus- tancia terrestre. La historia de Hércules narra, precisamente, etapas basi- cas de la experiencia de} alma, a saber: primero, su evolucion en la materia, en las encarnaciones en que se identifica con realidades de los niveles mds densos de la consciencia; segun- do, la fase de su lucha, aqui en-el plano fisico, en la que, a cierta altura de su evolucién, comienza a destacarse de la consciencia de masa, y eso no siempre se consigue sin fuer- tes conflictos, segiin sabemos; y tercero, las etapas de su propia realizacién, a través de un desarrollo asumido cada vez mas conscientemente en el curso de las vidas. Obsérvese, asimismo, que, en su trayectoria, el alma repite experiencias que quedaron incompletas en el pasa- do, segiin se representa a continuacion: 12 2. Etapas de lucha en el plano fisico 1, Etapas Rueda de las preparatorias encarnaciones 3. Etapas de realizacion Es bueno recordar que una misma etapa puede exigir va- rias encarnaciones para desarrollarse. También puede ocu- rrir que el alma prosiga el curso de sus experiencias, reha- ciendo ciertas fases; sin embargo, en este caso, pasa a vivirlas en niveles de complejidad cada vez mayor. Astrolégicamente, se dice que tales etapas corresponden a los signos del zodiaco: las preparatorias son vividas princi- palmente bajo los signos de Aries, Tauro, Géminis y Cancer; las de lucha en el plano fisico, bajo los signos de Leo, Virgo, Libra y Escorpio; y las de realizacién, bajo Sagitario, Capri- cornio, Acuario y Piscis. Sin embargo, no abordaremos este asunto desde el punto de vista astrolégico; los signos son ci- tados aqui tan s6lo como referencia y para suministrar otras bases para nuestra comprension. En realidad, las almas pueden contar con la cooperacion de la energia de los signos astrolégicos, 0 constelaciones, es- tando encarnadas o no. En la época actual, las que estén en un nivel més alto de evolucién comienzan a “utilizar’” cons- cienterhenté la energia de determinados signos, asi como ciertas circunstancias facilitadas por aquellos, a fin de pres- tar mayor servicio al mundo, a los hombres y, asimismo, al sistema solar, segin el grado de consciencia que ellas hayan alcanzado ya. 13 En este proceso, el alma puede encarnar repetidas veces bajo el mismo signo, perfeccionando, asi, etapas ain no com- pletadas; 0, como vimos, repitiendo pruebas, intentando su- perar las propias.limitaciones. Abordamos, pues, este asunto especificamente desde el punto de vista del alma y no en términos de conscien- cia de la personalidad normal, con sus percepciones mas 0 menos agudizadas. En este sentido puede decirse que, en el pasado, se estudiaba el proceso del hombre haciéndose, en astrologia, su horéscopo personal. Hoy, no estudiamos mas las potencialidades y los condicionamientos personales bajo la influencia de los signos,-sino la relacién inteligente del ALMA con las diferentes energias que interactlian en este proceso, como, por ejemplo, la del propio grupo que integra (o sea, de almas que pertenecen al mismo rayo que ella) y la de su “instructor interno”, ser que canaliza ener- gias atin mas altas hacia ese grupo. Tratandose de alguien que manifieste una accidn inte- ligente y que ya esté bajo una voluntad mas elevada que la suya (que tenga, en otras palabras, consciencia de una parte del Plan general evolutivo), podria confeccionarse un “ho- réscopo del alma’. Sin embargo, esto es hoy poco posible todavia, puesto que los astrdlogos mas preparados para este trabajo comenzardn a aparecer, como esta previsto, en el proximo. siglo. En este campo, no se entiende por “prepa- racion”, la obtencion de condiciones técnicas (que muchos astrélogos actuales tienen), ni mero conocimiento, sino INTUICION ya desarrollada en cierto grado. Slo intuitivamente se puede obtener un hordscopo de esta clase, o sea, cuando se es guiado internamente. Las cir- cunstancias asi percibidas se basan también en las experien- cias pasadas por el alma sobre esta Tierra 0 en otros sistemas planetarios, en los cuales, eventualmente, ella tuvo la oportu- nidad de hacer su aprendizaje. Por lo tanto, los conocimien- tos basicos y tedricos de astrologia, desde el punto de vista 14 de “nuestro” zodiaco, no son suficientes para esta investiga- cién, pudiendo incluso, en ciertos casos, confundirla. La men- te analitica, e incluso cientifica, no tiene medios para parti- cipar con seguridad en. los hechos de la cuarta dimension aunque pueda tener conocimientos tedricos acerca de lo que alla ocurre. La vivencia de esta realidad supramental sdlo es posible a través de la actividad meditativa que el hombre ha comenzado a buscar, a través de autodisciplina espontanea, no condicionada por reglas, por estructuras arcaicas, por im- posiciones de terceros, o por rigidez autocreada. . oe En las historias que se narraran en este libro, el protago- nista, Hércules, simboliza ora nuestro aspecto individual, ora la humanidad en su conjunto. A nosotros compete reconocer cuando se trata de un caso 0 de otro. Hércules es un famoso personaje de la mitologfa, pero aqui es también cada uno de nosotros. Todos somos Hércu- les, trabajando sobre la Tierra, y caminando més lenta o mas répidamente, segun el caso. El recorre los caminos que todos recorremos a través de las encarnaciones, y las pruebas por las que él pasa, nosotros también las podemos conocer en nues- tra vida cotidiana, bajo diferentes vestiduras. En los cuadros de la vida de Hércules identificamos nuestras caidas, recuperaciones y experiencias positivas. Nos reconocemos en esas etapas de involucién, de lucha y de rea- lizacion, y observamos que las aventuras vividas Por este hé- roe legendario corresponden a fases de nuestro proceso evo- lutivo. Nadie puede escapar a esto. También las almas desencarnadas pasan por procesos se- mejantes, aunque en condiciones muy diferentes de las que se observan en la Tierra. Otras, encarnadas, pasan también, por la experiencia de tener que cumplir una tarea en las dimensio- nes mas sutiles, al.mismo tiempo que su personalidad, aqui 15 en la vida terrestre, debe desarrollar otros encargos, que mu- chas veces son kérmicos, Por experiencia propia, sé que algu- nos de esos encargos son puramente compulsivos, engendra- dos por obra del ego humano en encarnaciones anteriores 0 en la encarnacion actual; otros son reflejos del verdadero tra- bajo que el alma visualiza. Como se sabe, muchos de nosotros viven simultaneamente una vida humana y otra muy diferen- te, en el nivel de la cuarta dimensi6n, hasta que esos caminos sean absorbidos en una Unica sintesis, segiin ya lo expliqué en mi libro También vivimos mientras sofiamos. Sin embargo, no es la mayoria la que manifiesta la vida del alma aqui en la encarnacién terrestre-f{sica, eso ocurrira a medida que la Era de Acuario (que es energfa de sintesis) se instale en este mundo. En este trabajo, que hemos comenzado juntos, se nos invitaré a efectuar muchas reflexiones y a alcanzar nuevas comprensiones. Para nosotros, reflexionar sobre una cues- tion que nos resulta oscura, significa visualizarla desde el mayor numero de dngulos posibles, sin extraer, sin embargo, conclusiones apresuradas a su respecto. Tras considerar di- versos aspectos del problema, se excluye de la mente la cues- tion y todo el material visualizado es entregado a los niveles més profundos de la propia consciencia. A partir de alli emer- ge, sin que creemos expectativas de especie alguna, la com- prensién que antes no teniamos. llustremos esto. En la historia del Hércules mitoldgico, hay un pasaje en el que el héroe, al ser preparado para sus aventuras, dialoga con su instructor (como todos nosotros, él también tiene un instructor interno). Hércules, atin sin comprender ciertas cosas, le pregunta qué es el alma. El instructor, que tiene mas experiencia y que esta ‘dentro’ de Hércules, responde que él descubriré su propia alma a medida que cumpla sus tareas. Sin embargo, le explica que, para eso, debe usar la propia naturaleza, y no otro instru- mento. éCuantas reflexiones podriamos hacer a partir de esa afirmacién, no es verdad? 16 En otro punto de ta vida de Hércules, el instructor le pregunta quiénes son sus padres. Con esto, esta poniéndolo a prueba, puesto’ que sabe muy bien cuales son sus origenes. Hércules, pasando la prueba, responde que su padre es divino, aunque no lo conozca. No obstante, sabe muy bien que es su hijo. En cuanto a su madre, él cree que tenia origen terrestre, y la conoce muy bien. Somos entonces divinos y al mismo tiempo terrestres? 2Qué herencia nuestra es esa, atin desconocida, “divina’’, co- mo dice Hércules, y cual es esa otra, ‘‘terrestre’’, muy cono- cida? Para develar todo esto, hagamos el viaje emprendido por Hércules, siguiendo el camino que é{ recorrié y pasando por las pruebas con las que debié enfrentarse. 17 LOS PORTALES DE LOS TRABAJOS De vez en cuando, nos encontramos con un gran Portal, 0 sea, quedamos delante de un nuevo ciclo de nuestra vida, en esta Tierra o en otras dimensiones. Sin embargo, es indtil forzar la entrada a esos Portales: esté en nosotros atravesar- los, si asi lo deseamos, cuando se encuentran abiertos, lo que solo ocurre cuando realmente estamos listos para la nueva etapa. Aqui se aplica el mismo principio que se observa en las leyes inmutables, segin el cual “cuando el discipulo esta preparado, aparece el maestro”. Por consiguiente, los Portales mencionados en este libro simbolizan siempre el ingreso en nuevas fases de existencia, en nuevas experiencias. En las historias aqui mencionadas, en- contraremos también maestros, instructores y otros simbolos igualmente vitales para nuestra evoluci6n y para la evoluciOn de la humanidad en su conjunto. Ubiquémonos ante esto con simplicidad, para no confundir las etapas recorridas por Hércules en el nivel de la personalidad con las otras etapas, que hablan respecto del Hércules consciente, con su alma ya fuera de las influencias mas groseras de las dimen- siones normalmente conocidas. Decimos, genéricamente, que hay tres tipos de indivi- duos y que, a través de ellos, podemos distinguir también tres ciclos evolutivos de las almas. El primer tipo es el de los que todavia no despertaron hacia la existencia del alma, o Yo Espiritual; el segundo es el de los que estan abiertos hacia esa realidad y se comportan como seres evolutivos; y el tercero es el de los que viven conscientemente bajo la luz de esa alma, y saben, por lo tanto, que son seres reencarnantes. En un importante libro de psicologia, Tratado sobre /os Siete Rayos, de Alice A. Bailey, a los primeros se !os llama ‘as centelias oscuras”; a los segundos, “‘las luces vacilan- tes”; y a los Ultimos, “los resplandecientes hijos de la luz’. 21 Hércules es un ser que desperto como “luz vacilante” y que ahora esté en transicion hacia el estado de “‘resplandecien- te hijo de la luz”. La etapa en la cual se encuentra es clara, asi como es clara la lucha que é] emprende, con decidida voluntad, en el sentido de evolucionar y servir, lo cual, final- mente, acaba por ocurrir. . oe Las historias que siguen tienen su inicio en la fase en la que podemos convertirnos en ‘‘luces vacilantes”, o sea, cuando No somos mas seres humanos meramente instintivos, “cente- llas oscuras”. En esta etapa, ya autoconscientes, podemos aplicar la voluntad de evolucionar y controlar nuestra propia naturaleza terrestre, 0 humana. Como veremos, todas estas historias parten del principio de que Hércules, que representa a cada uno de nosotros, concuerda en someter la propia na- turaleza humana a un proceso de armonizacion con la parte mas consciente del ser total. De alli en adelante, esta claro que la evolucién ya no se lleva a cabo a un ritmo natural, como el de la vida que las personas, en su mayoria, llevan comtnmente. Por el contrario, se produce una especie de transformacion: asumimos las crisis como tecciones, como factores de aprendizaje, y no ya como situaciones indesea- bles de las cuales nos gustaria, inutilmente, eximirnos.

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