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LA DIMENSION TEOLOGAL DEL HOMBRE (III) Capitulo 3: LA RESPUESTA NEGATIVA DEL HOMBRE ALA LLAMADA DE DIOS @) SUMARIO Introduccién EI problema del “pecado original” La Sagrada Escritura 3.1. Elrelato del Génesis 3.2. Respuesta del Génesis al problema del mal 3.3. El pecado no tiene la tiltima palabra 3.4. Resumen del mensaje Biblico Tradicién y Magisterio Cémo traducir hoy el dogma del pecado origianal Algunos problemas relacionados con el pecado original 6.1. El pecado original yes pecado? 6.2. ¢Dones preternaturales? 6.3. {Se transmite por generacién? 6.4. {Se borra por el bautismo? 6.5. La Inmaculada Concepcién Conclusién TEXTOS COMPLEMENTARIOS Y PISTAS DE REFLEXION LA RESPUESTA NEGATIVA DEL HOMBRE A LLAMADA DE DIOS Capitulo 3: 1, INTRODUCCION 1.1. “El hombre supera infinitamente al hombre”, decia Pascal. Y es verdad: no estd destinado a un fin puramente natural; todos, sin excepcién, estamos llamados al Reino, a participar de la vida y de la felicidad misma de Dios’. “La vocacién suprema del hombre es una sola, es decir, la divina”?. Es cierto, nuestra vocaci6n sobrenatural la hemos comprendido en toda su magnitud slo cuando Cristo, “luz del mundo”, vino a proyectar claridad sobre la historia vivida hasta entonces, reveldéndonos el Plan estupendo del Padre: unificar misteriosamente a todos los hombres (y las cosas mismas) en Alguien gue seria nada menos que su propio Hijo. Pero ya desde un principio el hombre fue llamado a una “existencia- en-relacién-sobrenatural-con-Dios”, fue llamado al didlogo, a la comuni6n . Desde el principio la humanidad, sin saberlo, estaba orientada al Cristo futuro y ya podfa realizarse en Cristo. El mensaje de la Redencién Ieva una determinada fecha histérica; pero Ja fuerza redentora lo atraviesa todo, la humanidad y el universo (2 Tim 1,9-10). 1,2. Todos somos Ilamados. Pero el hombre no es manipulado por Dios como un robot, sino liberado, capacitado e invitado como una persona libre y responsable a conducirse como hijo, a participar de su vida intima. El hombre puede responder también con el “no” a la invitacién que Dios le hace. Lamentablemente el hombre desde los orfgenes rasg6 los planes de Dios, rechaz6 la intimidad que El le ofrecfa, rompié su didlogo con Dios y con sus hermanos, para encerrarse en un monélogo con su autosuficiencia, con su egoismo. Quiso resistirle a Dios y esa resistencia, que ha oscurecido los valores mas fundamentales, especialmente el amor, ha bloqueado el proceso ascendente de la humanidad hacia su verdadero bien, En eso consiste el PECADO. Hoy el lenguaje sobre el pecado tiene muy mala prensa: la culpa y la conciencia de pecado no estén de moda. A la inflacién del pasado sucedié la ilusién de inocencia, a tal punto que pocos se sienten responsables. Una legién de sic6logos se encarga de absolverlos. Pero esta misma ceguera forma parte del pecado del hombre. Seria preciso, hoy més que ayer, que algtin profeta Natan se enfrentara con David y le hiciera caer en la cuenta de su crimen, 0 que Jestis arremetiera con la hipocresia de los nuevos fariseos, para desenmascararlos y hacerlos reaccionar. a. La nocion de pecado ha sido falsificada de muchas maneras. Asi como se ha “cosificado” la Gracia se suele cosificar el pecado, como si fuera una “mancha”, una “suciedad” del alma que se lava automaticamente con una absolucién. No son expresiones falsas, pero son deformantes. La misma 1 Mt 22,2-10; Le 14,15-24. 2 CONCILIO VATICANO II, “Constitucién Gaudium et spes”, n? 22. 263 definicién de pecado como “transgresién de la Ley de Dios” puede Ilevar al campo juridico, impersonal, hasta hacer olvidar que la Ley expresa la voluntad de Alguien que busca nuestro bien. EI pecado tiene un cardcter relacional, interpersonal. Pecar, en efecto, “es no responder al proyecto de Dios sobre el hombre (el proyecto de hijo y de hermano) y, en este sentido, es frustrarse a sf mismo, maltratarse”, destruyendo la filiacién y la fraternidad, rechazando la imagen divina o falsificandola hasta el punto de autodivinizarse ( ser dios sin Dios y contra Dios). El pecado es “frustracién de si mismo; pero una frustracién que acontece ante Dios”!...ante las expectativas de Dios sobre nosotros. En este sentido el pecado pasa a ser ofensa de Dios, ofensa al Amor. El amor que Dios nos tiene y que conocemos por la revelacién, le ha vuelto cercano y vulnerable. El punto débil de Dios es el hombre, el hombre que soy yo y el hombre que es mi préjimo. El punto vulnerable del “Dios inaccesible” es el dafio que el hombre recibe por el pecado. A Dios le interesa que el hombre no frustre su camino alejéndose de su realizaci6n; por eso no puede menos de sentirse “afectado” por el pecado del hombre. Esto, evidentemente, s6lo puede ser entendido en el 4mbito de la fe. b. El hombre, al hacerse pecador, ha potenciado su egoismo individual. Pero este aspecto personal, imputable, del pecado, no tiene que hacernos olvidar el pecado estructural o ambiental “que es un componente decisivo e imprescindible de la nocién cristiana y teolégica de pecado original”?. Este aspecto del pecado fue acogido oficialmente por la Iglesia en Medellin y en Puebla’, que denuncian estructuras injustas, opresoras, antifraternas. “El hombre, al pecar, crea ‘situaciones de pecado’ que, a su vez, hacen pecar al hombre”# El “pecado estructural” coincide con el “pecado del mundo” o “pecado de la humanidad” (Jn 1,29), contrario al Reino de Dios y su justicia, del cual son victimas los hombres. Jestis vino a desenmascararlo y a cargar con él , pero a costa de su pasién; El nos dio la posibilidad de separarnos del “pecado del mundo”, pero pagando el mismo precio. EI pecado se estructura como ideologfa y como mentira social, como. seduccién implantada 0 escdndalo, como sistema injusto creador de pobreza y marginacién, y en mil otras formas; perdura a lo largo del tiempo, encarndndose en forma progresiva en la historia global de la humanidad. Este pecado que condiciona la estructura del mundo, también condiciona negativamente la estructura de cada persona. “A esta estructuracién del pecado GONZALEZ FAUS J.I., “Proyecto de hermano” o.c., pp. 229, 232-234. Id., p. 239. Cf. también SCHOONENBERG P., “El poder del pecado", Buenos Aires, 1968. JUAN PABLO II habla de “estructuras de pecado” en la Enc. Sollicitudo rei socialis, nn. 36-40. MEDELLIN, Introducci6n, n? 6; Justicia, 2. PUEBLA, n®° 281. GONZALEZ FAUS, 0.c., p. 252. Ao Ro 264 en la persona, la teologia la llam6 pecado original”. De él vamos a hablar, del pecado que irrumpié en el mundo desde los orfgenes y ha repercutido desde entonces en la humanidad. Pero tendremos muy presente que la miseria humana no es més que el fondo oscuro sobre el cual resplandece mejor la luz de Cristo, no es mas que el “negativo” de la Buena Noticia de la salvacién. Este dogma nos hace entender qué significa para el hombre ser solidario de una humanidad pecadora y ser participe de la misericordia liberadora del Sefior resucitado. 2. EL PROBLEMA DEL “PECADO ORIGINAL” 2.1. El dogma del pecado original (= P.O) esté vinculado a una vivencia humana sobre la experiencia del mal y sobre el origen del mal, vivencia recogida por numerosas religiones antiguas y sintetizada en el mito de la caida” originaria, de vigencia universal. Siendo Dios providente y Padre de los hombres, el mal que Ilena el mundo no pudo originarse en tiltima instancia sino por alguna culpa del hombre en los albores de la humanidad. Este argumento se emplea desde San Agustin hasta nuestros dias en el ambiente cristiano”. La situacion del hombre dividido y débil es descrita por San Pablo en un texto clasico: Rm 7,14-25. “jQuiero y no puedo!”, exclama en sintesis el Apdstol. Allf no se trata sélo de la contraposicién de alma y cuerpo — como se interpreté alguna vez— sino de dos dinamismos que afectan al mismo yo que entiende y quiere. La teologfa cristiana siempre ha reconocido esta “divisién”. Los Concilios de Cartago, Orange y Trento nos dicen que todo el hombre esta deteriorado. El hombre es una contradicci6n viviente: pecador y justo, miserable y admirable a la vez; es el ser de los proyectos divinos y de las realizaciones demonfacas. “El hombre no simplemente peca a veces, sino que es a pecador”3 Hoy se admite con més facilidad que hace 50 afios la afirmacién de que algo marcha mal en la condicién humana basica. La Sicologfa Profunda lo ha puesto de relieve. La cuestién no es “por qué existe el mal en cualquiera de sus formas” en un ser limitado y cambiante, sino mas bien “por qué ha de ser tan absolutamente excesivo”. A esta situaci6n contradictoria del fenémeno humano pretende arrojar luz el dogma del P.O., cuya formulaci6n clasica entré en crisis hace unos 40 afios. Sigue siendo un dogma “en ebullicién”, aunque ya pasé el perfodo de fermentacién “tumultuosa” (1950-1969). Estamos en la fase de fermentacién “Jenta”. Lo que interesa precisar es esto: ,cudl es el contenido esencial del dogma del P.O. en el horizonte del Evangelio, en la Catequesis? 1. GONZALEZ FAUS, 0.c., p. 301. 2 SAN AGUSTIN, “Contra lulianum”, 1. IV, c. 16, n° 83, PL 44, 782. 3 GONZALEZ FAUS J.0., 0.c., p. 362. 265 2.2. El motivo que provocé una viva discusién en torno a este tema fue la confrontacién entre la forma clasica en que se exponfa el P.O. y la nueva “imagen del mundo” descubierta por las ciencias. Recordemos la formulacién tradicional. — Dios creé una pareja hermosa (Adan y Eva), con un espiritu brillante, con dominio perfecto sobre la naturaleza; — esa pareja pecd, comiendo una fruta prohibida; — su pecado pasé a todos los hombres: es un pecado hereditario; — los nifios que mueren con él (sin Bautismo) se ven privados del cielo; — el Bautismo borra la culpa, pero algunas consecuencias del P.O. quedan en los bautizados (la enfermedad y la muerte, la mala concupiscencia y muchos otros trabajos...). 2.3. Esta formulaci6n hoy se halla en plena revisién. a. Resulta intolerable — que un mill6n de afios después , heredemos un pecado cometido en los albores de la humanidad. — Si nosotros compartimos la responsabilidad de una accién que ni hemos cometido ni hemos podido evitar, ,dénde queda la justicia divina? b. Ademis, el evolucionismo — acabé con la hermosura de los primeros hombres..., y nada digamos de su brillante inteligencia y de su nivel cultural. —Ni siquiera podemos hablar de una primera pareja; hoy se admite una poblacién de mutantes para que pueda surgir una especie nueva. (La ciencia, que goza de autonomia legitima —GS-59a— no pude ser rechazada por la fe). c. Se impone, pues, reformular la doctrina del P.O. Como un nifio que esta sucio, conviene meter el dogma del P.O. en una palangana y lavarlo. Después tirar el agua sucia y listo. Pero hay que tener cuidado de que, al tirar el agua sucia no tiremos con ella al mismo nifio; no decir, por ejemplo, que el P.O. es un mito sélo apto para mentes primitivas: bien entendido es un dato irrenunciable, tanto para la fe como para la antropologia Pienso que los cristianos, y mds si somos catequistas, hemos de reconocer y tener en cuenta que los avances de la ciencia obligan a la fe a reformular continuamente su mensaje religioso, que necesariamente se va expresando de acuerdo con la imagen del mundo y con los modelos culturales de cada época. De este modo la fe se va purificando de elementos esptireos que a lo largo del tiempo inevitablemente se adhieren a las creencias. Es indispensable que quien presenta el mensaje cristiano al hombre de hoy, vaya despojéndolo de formulaciones caducas, y a medida que la ciencia le vaya ofreciendo nuevas interpretaciones de la realidad fisica, sepa encarnarlo en formulaciones nuevas, con la conciencia clara de que todas ellas son provisionales. De esta manera la fe, lejos de sentirse amenazada por la ciencia, resulta enriquecida por clla. El tema del P.O., que aparece en la Biblia con un ropaje mitico, es, sin duda, el que exige una revision mas profunda en lo que concierne al modo de su formulacién literaria. En julio de 1966 hubo en Roma una reunidn de tedlogos de todas las naciones dedicados a este tema. El Papa Pablo VI les exhorté a dar “una 266 definicién y una presentaci6n del P.O.... mas moderna, es decir, mas de acuerdo con las exigencias de la fe y de la raz6n , como exigen y piden los hombres de nuestro tiempo”’. Trataré de presentar en supersintesis las conclusiones a que van llegando los biblistas y tedlogos, en un esfuerzo por conceptualizar esta verdad cristiana yaliéndose de los esquemas antropolégicos de hoy. 3. LA SAGRADA ESCRITURA. “No se trata primariamente de averiguar lo que pasé y cémo al comienzo de los tiempos, sino de entender lo que para nosotros significa, en nuestra relacién con Dios y con los demas, esta situacién 0 condicién de pecadores que compartimos con los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares”... “Tenemos que profundizar en el problema de por qué no somos sélo individuos pecadores sino que formamos parte de una humanidad pecadora”? La mayorfa de los textos biblicos se contentan con anotar que todo hombre es pecador, sin preocuparse por la causa, el origen de este hecho?. Para comenzar, hemos de partir de la nocién biblica de pecado, que no es sdlo la transgresién de una ley del Creador, sino que es la respuesta negativa al amor de Dios que, a través de su Hijo, nos ha invitado a una alianza estrecha con él, como miembros de una comunidad. Pecar es romper esa alianza, y esa ruptura no afecta al individuo solamente, sino a todo el pueblo. La fuerza del pecado es contagiosa. Y la Biblia nos habla de una responsabilidad solidaria por el bien 0 el mal realizados. 3.1. Comenzamos por el relato del Génesis. “Es obvio que esta descripcién... debe ser interpretada teniendo en cuenta el carécter especffico del texto antiguo y, particularmente, el género literario al que pertenece”™4. a. El Génesis 2-3 (... y hasta el cap. 12), literalmente, asi como suena, no relata hechos histéricos.Es decir, el pecado es algo histérico, pero no hay que historificar el médulo literario que lo describe. —Es intitil buscar el “Arbol de la ciencia del bien y del mal” en los manuales de botdnica; o una serpiente que hable en los libros de zoologia; o el “parafso terrenal”, en un libro de geografia... —Tampoco es historia el pecado de Addn y Eva (lo es, en cambio, el pecado de David). Es mas: “Adan” no es un nombre propio, sino una palabra hebrea que significa “hombre”. Incluso suele aparecer con articulo: Ha’adam = el hombre. b. No es una narraci6n hist6rica, sino sapiencial, una reflexién de un sabio de Israel que —no sabia nada sobre los orfgenes de la humanidad, sobre evolucionismo 0 poligenismo, ni se planteaba esos problemas; AAS, 58, 1966, 652. LADARIA L., “Antropologia Teoldgica”, o.c., pp. 195-196. Prov 20,9; Job 4,17; S| 51,7; etc. JUAN PABLO II, en Ecclesia, 27-IX-1986, p. 26. ROS 267 — pero se planteaba el problema del origen del mal (que sigue siendo actual): ,Por qué hay tanto mal en el mundo en que vivimos? Por qué es tan excesivo? (Eclo 37,3). ,Por qué esta divisién interna que experimentamos? (Rm 7,14 ss). 3.2. La respuesta del Génesis es distinta de la respuesta de las religiones circundantes. Para éstas: — Dios cre6 todo y, por lo tanto, creé también el mal; — el mal fue creado por un “anti-dios” (persas); —el mal fue introducido por la envidia de los dioses (poemas entrabiblicos). a. EL GENESIS — defiende a Dios, que “todo Io hizo bueno”, como leemos después de cada dfa de la creacién (optimismo divino frente a lo creado), — y responde que el mal lo introdujo en el mundo el mismo hombre, al abusar, desde los origenes, de la libertad que Dios le dio. Pero el autor del Génesis, de cultura narrativa, lo dice con personajes y accién: nos hace una parabola, en la que describe el pecado en forma simbélica. b. El Génesis explica el presente buscando su causa (= “aitia”, en griego) en el pasado. Su relato es “etiolégico” (de “aitia’), una “etiologia histérica” como la calificé Rahner, por cuanto upunta a algo realmente acontecido, sin que se pueda precisar cémo acontecié histéricamente. El Génesis habla del origen concreto del mal de su tiempo (los males de la monaraufa saloménica); no hace distinciones sutiles entre males fisicos y males morales. No se refiere al origen “absoluto” -metafisico- del mai, que los filésofos ponen en la limitacién humana. Se expresa en forma concreta y global. c. El “paraiso terrenal” que pinta el Génesis simboliza el plan primitivo de Dios sobre el hombre, la “meta” a la que nos ha destinado, que sélo se cumpliré al final, cuando participemos plenamente de la resurreccién de Cristo. Ese cuadro nos dice, con lenguaje mitico y poético, que desde el primer instante el hombre fue Ilamado gratuitamente a la comunién con Dios. Nos anuncia que “el amor de Dios y su oferta envuelven al hombre y a la historia humana previamente a todo su desarrollo; que la gracia precede a nuestras decisiones malas; y que el bien es mAs original que el mal’. E “para‘so terrenal” es una imagen expresiva de lo que es una vida integrada en ia amistad con Dios y en armonfa con las criaturas. d. Esa posibilidad de vida ofrecida al hombre, qued6 frustrada por el pecado. El hombre comié del arbol de “la ciencia del bien y del mal”, es decir, quiso “decidir por sf mismo lo que esté bien y lo que est4 mal, independientemente de! Creador, mas atin, contra el Creador”?. 1 GONZALEZ FAUS J.I., 0.c., p. 114. 2 JUAN PABLO II, en Ecclesia, 27-1X-1986, p. 26. 268 No acepté sus limitaciones de hombre, quiso compartir las perfecciones divinas saliendo del marco creacional e introduciendo en él un desorden existencial, désubicandose asf como creatura. El relato, que refleja lo que es cualquier pecado, nos muestra que el hombre dud6 de las buenas intenciones de Dios, desconfié de El. Hay allf una mezcla de rebelidn y de falta de fe, de confianza en Dios. e. Las sentencias condenatorias que siguen quieren presentar el pecado como una gran desgracia para el hombre. Quizas para decir que el pecado es “cosa seria”, el autor ha tomado las cosas sensibles mds irritantes que el hombre experimenta y se las ha atribuido al pecado. Sobre todo la muerte fisica, debido al pecado, se ha vuelto tragica: se ha convertido en antesala de la muerte eterna, de la separacién de Dios (Esa es la muerte total que “entré en el mundo por el pecado” —como dira San Pablo-). Pero debido a la resurrecci6n de Cristo , garantia de la nuestra, la muerte ya no tiene por qué ser angustiosa y tragica. f. Es importante no aislar Gn 2-3 (pecado de Adan y Eva) de los pecados gue siguen, todos igualmente “originales”: Cain, Lamek, Cam, la corrupcién de los tiempos de Noé... Los 11 primeros capftulos del Génesis nos dicen, con relatos miticos, que el pecado es como una bola de nieve que crece hasta convertir la comunidad humana en una “Babel” (Gn 11). Esas consecuencias quieren indicarnos que el P.O., mas que haberse cometido, se est4 cometiendo continuamente, se esta “viviendo” en una actitud existencial. Adan es cada cual... g. Es preciso recordar también el concepto de responsabilidad colectiva, tan fuerte entre los semitas. Les parecia ldgico ser premiados o castigados “con toda su casa”!...Tanto que los Profetas (Ezequiel, Jerem{as) tuvieron que insistir sobre la responsabilidad personal de cada uno. Nosotros, individualistas, necesitamos que se nos ayude a descubrir nuestra responsabilidad colectiva. Nuestras acciones, aun las mas insignificantes, purifican 0 envenenan el “aire” que otros respiran. Y esa responsabilidad colectiva nos liga también, como herederos, a los hombres del pasado. Es lo que San Juan Ilamaba “el pecado del mundo” (In 1, 29; 1Jn 5, 19) que alude a la dimensi6n social del pecado. EN RESUMEN: segiin la Biblia nacemos situados: “ualquier valor (justicia, verdad, castidad...) nos resulta inaccesible en ente donde no se cotiza y nadie lo vive. Mas atin: la misma naturaleza humana ha quedado dafiada, de tal modo gue “vemos el bien, pero hacemos el mal” (Rm 7, 15-24). Por culpa de nuestros antepasados tenemos “un corazén de piedra” (Ez 11, 19; 36, 26). 110! Esta claro, entonces, en la Sagrada Escritura, que existe lo que Pablo liamaré “la fuerza dei pecado” (Rm 7, 14), el “reino de la muerte” (Rm 5, 12-21), que proviene de las transgresiones hist6ricas. Nos alcanza a todos, en fuerza de la solidaridad que nos "ne, y esté en el origen de nuestra inclinaci6n al mal y de nuestros pecadcs personales. 4 Ex 20, 5-6; Dt5, 9ss., etc. Critica en dr 31, 29-30; Ez 18. 269 3.3.- Pero el pecado no tiene la tiltima palabra. Ya en el Génesis 3, 15 resuena una “buena noticia” (protoevangelio). Le vida, se nos dice allf, es una lucha entre el enemigo del hombre y Is descendencia de la mujer: ésta acabaré por vencer. Dios, que se habi “arrepentido” de haber creado al hombre (Gn 6,6), en el cap. 12 lo vemos eligiendo a Abrahan: se forma un pueblo en el que naceré el Salvador. SAN PABLO, en Rm 5, 12-21, establece un paralelismo antitético entre Adan (personaje literario) y Cristo, para mostrar que -a la universalidad de la perdicién sin Cristo, por la “fuerza del pecado™ que irrumpié en el mundo debido a las fallas histéricas del hombre, - corresponde la universalidad de la salvacién por Cristo (“No hay otra nombre por el que seamos salvos mas que el nombre de Jestis”. Hch 4, 12). - Ms atin: “donde abund6 el delito, sobreabund6 la gracia” (Rm 5, 20). Ya no estamos bajo el régimen asesino del pecado, sino bajo ef régimen del Espfritu que infunde vida (Rm 8, 1-2). Jams debiéramos hablar del pecado dejando en la sombra la redencién de Cristo, mas fuerte que la “perdicién’” de Addn (el hombre pecador). La doctrina del P.O. ha estado siempre en funcidn de la redencién de Cristo, y ha servido para hacer ver la necesidad absoluta que tenemos de El. 3.4. Resumiendo el mensaje biblico: a. Cristo es el tinico Salvador de todos, mediador universal; sin El todos estarfamos perdidos. Esto supone una situacién universal de pecado (en que insisten S. Pablo y S. Juan) que afecta intrinsecamente al hombre, antes de sus decisiones libres. No es algo puramente sociolégico, condicionado desde el exterior. b, Aunque algunos tedlogos (Vanneste, Schoonenberg, etc.) le restan importancia a lo que sucedié en los orfgenes y dicen que el P.O. es la coleccién de todos los pecados personales, sin embargo se sigue admitiendo que el “pecado del mundo” como estado, se debe a un pecado de los origenes (jpersonal?, {colectivo?, ;progresivo?) que cambié cualitativamente la suerte de la humanidad, dando origen a una situacién objetiva de la que todos participamos. Juan Pablo II también insiste en no negar el “P.O. originante”/. --- Por otra parte, si se lo niega, gcémo se explica el hecho de que todos pecan (Rm 3, 23)? Algunos debieran quedar al margen del pecado. En cambio todos necesitan redencién. La funcién reconciliadora de Cristo afecta desde siempre a toda la humanidad. --- {No basta la limitacién humana para explicar la situacién negativa en que se encuentra el hombre? No basta, de lo contrario tendrfamos un “defecto de fabrica”..., y la culpa serfa del Fabricante. Para los maniqueos, que asi piensan, el pecado tiene un origen divino. Es cierto que estamos condicionados por la evolucién césmica y social que nos impone muchos Ifmites y que nos cuesta aceptarnos. Pero el mal esté en que no aceptamos esos Ifmites y nos empefiamos en “ser como dios”. 1 JUAN PABLO II, en Ecclesia, 17-IX- 1986, p. 26. Cf. también la Constitucién “Gaudium et spes”, n? 13, 270 4. LA TRADICION Y EL MAGISTERIO Al monje Pelagio, que a fines del s. ITV acentuaba la autosuficiencia bumana, el poder de la libertad para obrar el bien, consideraba la gracia como imnecesaria y ofensiva, San Agustin responde defendiendo la necesidad absoluta de Cristo, de la gracia, sin la cual nadie puede salvarse. Sin embargo, al combatir el optimismo de Pelagio, S. Agustin acenttia mas la universalidad del pecado que la de la Redencién y condena a los nifios que mueren sin bautismo. Se comprende la reaccién de Pelagio: ,Cémo “Dios, que perdona el pecado propio, imputa el ajeno”?!. Ademas S. Agustin toma el Génesis a la letra, como historia: historiza el “paraiso terrenal” (estado de integridad...); echa la culpa de toda la corrupcién siguiente a una pareja y habla de la trasmisién biolégica del P.O. Digamos que la versién augustiniana -sin sus exageraciones— fue necesaria para descubrir la miseria del hombre y entender la redencién de Jestis, dentro de las imagenes disponibles en aquella cultura... hoy difunta. Los Concilios de Cartago y Orange (locales) y, mas recientemente, el Concilio de Trento, siguen muy de cerca a San Agustin. También los Padres Conciliares son prisioneros del marco cultural de la €poca; sus expresiones deben ser liberadas de muchos elementos caducos, como la historicidad del “parafso” o de Adan, el mandato concreto de Dios, la importancia nica del primer pecado, etc. Es lo que ha hecho el Concilio Vaticano II (1962-1965) en el n° 13 de la Constitucién sobre la Iglesia en el mundo actual: allf reduce al minimo las expresiones concretas. Habla de la experiencia del hombre que se siente inclinado al mal, de divisidn fntima, de la lucha, de incapacidad de dominar el mal... Y atribuye esa desarmonfa a la pretensién orgullosa del hombre de “alcanzar su propio fin al margen de Dios”. 5. COMO TRADUCIRLO HOY Gonzalez Faus propone cuatro tesis: — “El ser humano est4 moral e interiormente deteriorado”, se encuentra en un estado de debilidad frente al mal. — “Este deterioro es obra del nombre mismo: de la estructuracién del pecado a todos los niveles de la vida humana. — Este deterioro comienza ya con el origen de la historia humana. — Este deterioro contradice la voluntad de Dios sobre el hombre” La primera tesis es lo que se ha Ilamado el “P.O. originado”. La segunda y la tercera son una sfntesis del “P.O. originante”, y la cuarta “intenta comprender por qué la teologia clasica se atrevié a llamar pecado (original) a lo dicho en la primera tesis”?. La rafz antropolégica y teolégica del P.O. es la solidaridad entre los hombres en el bien y en el mal, que deriva de su naturaleza social y de los datos revelados. 1 Cf. GONZALEZ FAUS J.I., 0.c. p. 340 n° 77. 2 GONZALEZ FAUS J.I., 0.c., pp. 355-366. 271 5.1. El hombre, ser-en-construccién, esencialmente social — intrinsecamente solidario con los demas en el bien y en el mal, embarcado en la misma Historia de Salvacién, llamado a ser hijo de Dios en Cristo, orientado a un destino comin (= unidad de todos los hombres en Cristo, fundamento de la solidaridad humana). — ese hombre, asi como recibe la gracia a través de los demas (mediacién historica), también es afectado intrinsecamente por el pecado ajeno. 5.2. gQué le sucedid en concreto? —Invitado a una alianza estrecha con Dios, debja ser “mediador de gracia” para sus hermanos’; — pero respondié negativamente: desde los origenes desencadend una historia de pecado, a la que seguimos contribuyendo todos; creé una situacién ambiental negativa, que bloqueé la mediacién de gracia: es el “reino de pecado” (S. Pablo), el “pecado del mundo” (S. Juan), que han oscurecido los verdaderos valores, sobre todo el amor. “Yo soy yo mi circunstancia; pero lo que estd herido en mé no es sélo mi circunstancia, sino yo mismo”. “El hombre corrompe la situacién (el mundo, la sociedad, la historia, la circunstancia que pertenece a la definicién de cada-cual) y la situacién corrompe al hombre”. Hay una solidaridad que “nos hace a todos un poco ‘verdugos’, a ia vez que victimas’?, 5.3. Por eso hoy, el hombre, intes de sus decisiones libres, encarna aquella actitud negativa que lo harfa incapaz de amar, incapaz de sustraerse a la esclavitud del pecado que domina el mundo, incapaz de hacer la opcién fundamental por Dios y por sus hermanos, y lo harfa caer en pecados personales y condenarse..., si no fuera por la gracia de Cristo que a nadie falta (Necesidad y alcance universal de la redenci6n). Ninguno de nosotros nace ya “ en el paraiso”. El pecado rompié la armonfa humana y produjo un modo de ser enfermizo. Los nifios también encarnan esa actitud existencial, pero ésta sélo se vuelve culpable al aflorar las primeras transgresiones personales. La gracia de Cristo, superadora del pecado, se hace visible de modo especial en la Iglesia y los Sacramentos, en particular en el Bautismo, que incorpora al hombre a la Iglesia. Pero la accién del Espiritu va més alld de las fronteras de la Iglesia y de sus Sacramentos: comienza a obrar desde el nacimiento (antes del Bautismo) y es més fuerte que la “mediacién de pecado” (Rm 5,20). — En otras palabras: el hombre, hoy, nace en la encrucijada: *en un mundo de pecado, es cierto, pero también en un mundo de “salvacién” (de gracia), mas fuerte que el pecado; 1 VATICANO II, “Constitucién sobre Ia Iglesia’, n® 62. 2 GONZALEZ FAUS J.I., 0.c., pp. 376, 375. 272 * en esa encrucijada, o ratifica su situacién original negativa, o se libera de ella con la gracia. “Si el pecado coloca al hombre en una situacién previa de degradacién, en la que el mal tiene la iniciativa respecto a él”, también es cierto que “el hombre esta en una situacién misericordiosa y agraciante que es anterior a él y que es su verdadera raz6n para esperar”!, — Sin embargo, el hombre nace también en dificultades. Es cierto que el Bautismo, al insertarnos en Cristo elimina los efectos de la carencia de “mediacién de gracia”. Pero en nuestra respuesta de fe todavia somos afectados por la concupiscencia, por nuestros deseos, instintos, inclinaciones... que son fuerzas naturales positivas, pero que han de ser reguladas por la raz6n y se resisten a ser integradas en el proyecto personal de cada uno, porque el hombre es labil, de equilibrio inestable y el espfritu mismo est4 como dividido: existe una ruptura interior al yo que lo lleva a ceder al egoismo, al orgullo, a la autosuficiencia. Ese egofsmo potenciado, sin embargo, gracias a la redenci6n de Cristo, no es invencible. 6. ALGUNOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL P.O. 6.1. El P.O., ,es pecado? La expresién “P.O.” era desconocida antes de los siglos IV-V, y es ambigua, porque el pecado sdlo se puede atribuir a una conducta libre y responsable, y aqui no hay responsabilidad personal. Digamos que es pecado “analdgicamente”, porque ha dejado al hombre en una situacién pecaminosa, de desamor, de alejamiento de Dios. En efecto, ese estado de deterioro en que se encuentra la humanidad es obra de los hombres y no de Dios. Y es algo que Dios reprueba, porque contradice expresamente el Proyecto que El tuvo desde siempre al crear al hombre, degrada la relacién que el hombre debiera tener con Dios, frustra la realizaci6n de su vocacién hist6rica. “Todas estas negatividades siguen trabajando como un dinamismo a vencer que crece fatalmente y que siempre vuelve a brotar”. Por todo esto es aceptable seguir hablando del “pecado original”, como paralelamente ya se habla en la Iglesia de “pecado estructural”. EI nifio también nace con ese “déficit” de gracia y de presencia de Dios. Pero carece de responsabilidad personal; por eso no se le castiga. Para el nifio que muere sin Bautismo el “limbo” desaparecié del mapa teoldgico. Porque la vocacién del hombre es “divina” y a todos se nos da la oportunidad de salvarnos? EI P.O. no es un obstéculo para la salvacién eterna. | 1 GONZALEZ FAUS J.l., 0.c., p. 527. 2 JUAN PABLO II, Enc. “Sollicitudo rei socialis”, numero 36-40. 3 VATICANO II, “Constitucion sobre la Iglesia en el mundo actual”, n° 22. 273 6.2. ,Los dones preternaturales? Nunca fueron definidos como “de fe”. El parafso terrenal pinta el “ideal™ que Dios pensé para el hombre (= lo que el hombre debia llegar a ser). Estos: dones han de ser vistos como una “vocaci6n”, como una tarea, como una mets. que el hombre debia conquistar. Posefa esos dones “virtualmente” (como Ia semilla posee el fruto). Lo que el hombre perdi6 fue la orientacién a una meta. més que una realidad de origen’. éY la inmortalidad? “Por el pecado entré la muerte en el mundo” (Rm 5. 12). San Pablo, en ese pasaje, se refiere a la muerte espiritual, que en el v. 21 contrapone a la “vida eterna” (donde hay pecado ya la vida est4 marcada por la muerte). Y también se refiere a la muerte ffsica, pero en cuanto es antesala de la muerte eterna para el que muere en pecado. Muerte tiene aqui un sentido amplio: pérdida de todo lo que es vida para el hombre, pérdida del sentido, del amor, de la vida eterna...2. Lo que cambié fue la actitud sicolégica frente a la muerte. “Sin el pecado el término de la prueba terrena no habria sido tan dramatico”?, 6.3. 4Se transmite por generacién? El Concilio de Trento dice que “se transmite por propagacién, no por imitacion’”. Pero hay que interpretarlo rectamente: la “propagacién” no es la causa del P.O., sino la condicién para que se transmita, pues engendra un individuo de la especie humana, que nace situado en un mundo pecador, que le afecta intrinsecamente. Aunque sea un bebé-probeta, por el hecho de entrar en este mundo pasa a ser hombre de esta historia. Trento quiere decir que “no es cada cual el autor exclusivo de su propia pecaminosidad, sino toda esta humanidad y toda esta historia concreta”...”El hombre no es s6lo culpable sino también victima’4. 6.4. {Se borra por el bautismo? El Concilio de Trento dice que “el Bautismo perdona el P.O.” Pero hay que entender la afirmacién en sentido analdgico, porque si el P.O. es pecado tan s6lo “por analogia” con los pecados personales (V,1), s6lo en sentido analégico podemos hablar de su “perdén”. La prdctica del Bautismo de los nifios tergivers6 la teologia del P.O. El Bautismo , al “derramar el amor de Dios en nuestros corazones, por el Espiritu Santo que nos comunica” (Rm 5,5) y al insertarnos en Cristo, hace que nos “apropiemos” los beneficios de la redencién, y nos vuelve capaces de superar la cerrazén y el egofsmo y de abrirnos al amor. En este sentido el Bautismo es “para la remisién de los pecados” (atin para los nifios): nos arranca a todos del mundo de pecado en que nacimos y del que éramos solidarios y nos hace participar de la comunién de los santos, incardinandonos al Cuerpo de 1 JUAN PABLO II, Enc. “Sollicitudo rei socialis”, nimeros 36-40. 2 Segtin HAAG la muerte fisica no es mas “consecuencia del pecado” que los dolores de parto en la mujer. (Cf. VILLAIMONTE A., “El P.O., veinticinco aftos de controversia (1950-1975), Salamanca, 1978, p. 264. JUAN PABLO Il, en Ecclesia, 12-XI-1986, p. 82. GONZALEZ FAUS J1l., 0.c., p. 350 Aw 274 Cristo que es su Iglesia. Nos ayuda a evitar nuestra identificacién pecaminosa con el pecado estructural y nos hace solidarios en el bien. S. Agustin que, a partir del Bautismo de los nifios sacé 1a conclusién de que todos nacen en pecado, “mandaré al infierno a toda criatura muerta sin bautismo, y con ello no temerd ‘insultar’ a la justicia de Dios, por defender una prctica estabiecida”. Agustin les propinaba un castigo “mas suave”, pero castigo al fin. El Concilio de Cartago ratified su opinion (DS-224). La teologia pasé luego a la hipétesis del “limbo”, hoy definitivamente archivada!. 6.5. Y la Inmaculada Concepcién? Marfa, por su maternidad divina y por su misién corredentora, goz6 de la plenitud de gracia desde el principio, desde su concepcién. Por ser “Ilena de gracia” (“panaggia”, toda santa. como la Ilamaban los Padres griegos), no tiene sentido hablar de cualquier pecado en ella. Cristo redimié a su madre con redencién preservativa y eminentisima. El P.O. fue un obstéculo artificialmente levantado frente a este privilegio mariano. Lo primero, en Ia accién salvadora de Cristo, no es liberar del pecado, sino elevar a Ia participacién de la vida divina, vida para la cual el hombre es radicalmente incapaz (frente al “fin sobrenatural”somos incapaces. Sélo por Cristo...). 7. Para concluir: El hombre, exteriormente, ha existido siempre tal como lo conocemos..., muy “primitivo” en los origenes. Pero sus relaciones con Dios, con el préjimo, con el mundo exterior, con la naturaleza fuera y dentro de si...: el sufrimiento, la concupiscencia, la muerte, etc., han sido profundamente modificados y alterados por el pecado. Y esta situacién alcanza a cada uno por el simple hecho de nacer en un ambiente de pecado. El P.O. no es una carencia “estatica” de gracia, sino una inclinacién dindmica a pecar. Se hace patente en nuestra debilidad de amar, en nuestra cerraz6n frente al otro, y se prolonga en cada uno de nuestros pecados personales. Estos le dan cuerpo y virulencia, Nuestra vocacién es apartarnos interiormente de esa zona contaminada y enrolarnos en el dinamismo de la vida de Cristo Resucitado, que nos lleva a desterrar el egoismo y crear un mundo mas humano, la “civilizacién del amor” (Pablo VI). Como vemos, se trata de una concepcién existencial y dindmica del P.O., que lleva a comprometer nuestra existencia personal. No se trata ya de lavarnos las manos ante el traspié de una pareja primitiva y enviarle Ja factura de todos nuestros males. Somos mds protagonistas que victimas: también nosotros cooperamos en la gestacin de este pecado. Todos somos, a la vez, victimas y verdugos. Adan, el pecador. somos nosotros, somos los hombres de todas las edades; a Cain lo encontramos en la crénica policial de cada dia; la 4 GONZALEZ FAUS JI, 0.c., p. 382. 275 corrupcién de los tiempos de Noé se ha refinado en nuestro mundo supertécnico; la Torre de Babel esta atin en construccién, a pesar de las N.U., de la OTAN, de la OFA y de tantas tiritas de papel que se Iiaman “Pactos Internacionales”... Mas que explicar el mal debemos luchar contra él. “Yo soy yo y mi circunstancia —decfa Ortega— y si no la salvo a ella no me salvo yo"!. EI P.O. nos compromete. Nosotros podemos hacer que crezca ese “reino del pecado”, que se vuelva cada vez més irrespirable esa atmésfera contaminada... con la disoluci6n de Ia familia, con el libertinaje sexual, con las infinitas formas de explotacién del hombre por el hombre. Nosotros podemos hacer que aumente en las personas y en las estructuras la “carga opresora”. Pero también podemos contribuir al saneamiento de ese mundo que nos rodea, sobre todo obrando desde esa Comunidad de Salvacién que es la Iglesia cuya misién es hacer que la Pascua de Cristo se convierta en la Pascua de toda la historia, es decir, en Ia liberacién de toda Ia historia. NOTA PASTORAL La catequesis sobre el pecado no tiene que partir desde Gn 2-3, para ver crecer la historia de la perdicién hasta llegar a Cristo; tiene que partir de la Gracia-Salvacién y de allf enjuiciar la realidad del pecado. Hay que considerarlo a Addn (=el hombre pecador) a la luz de Cristo y no Cristo a la luz del hombre pecador y en dependencia de él. En la catequesis de los nifios no conviene presentar el RELATO BIBLICO de la caida original, pues atin no existe capacidad de captar el significado del género literario empleado. Podrfa considerarlo como un punto esencial, 0 como una fabula, que més tarde rechazarfa. Se puede hablar del pecado, indirectamente: el hombre, desde le principio rechazé la alianza entre él y Dios. También al hablar del valor universal de la muerte de Criste. El chico descubre el pecado en sf mismo y a su alrededor, Jo descubre en el N.T. y en el A.T....: facilmente aceptaré que “desde el origen de la humanidad el pecado esté presente en el mundo” y que nosotros hemos sido solidarios en la actitud de rechazo a la llamada de Dios..., pero que también ahora lo somos al aceptar a Cristo y su victoria sobre el pecado y la muerte. Si Cristo ha muerto PARA TODOS, quiere decir que todos tenfan necesidad de El, que todos eran pecadores. Se puede afiadir: “La Biblia lo narra con una parabola, para ensefiarnos que...”?. 1 ORTEGA Y GASSE7 1957, p, 322). 2 Cf, DICCIONARIO DE CATEQUETICA, Madrid, 1987, p. 646 Meditaciones de! Quijote” (Obras Conpleias, t. |, Madrid, 4a. ed., 276 ce TEXTOS COMPLEMENTARIOS Y PISTAS DE REFLEXION 1. “As{ como una enfermedad hereditaria_es algo fatal que me llega desde fuera, desde mis antepasados, sin que yo sea responsable en modo alguno , asf también el pecado hereditario se convertiria de una culpa en un destino y en algo extrapersonal” (Thielicke H., ‘la esencia del hombre’, Barcelona , 1985, p. 87). s& Esta representaci6n del P.O., puede admitirse? {Por qué si o no? 2.a. “No digas: mi transgresi6n no viene de Dios, pues El no hace lo que detesta. Tampoco digas: El me ha inducido a caer, pues El no necesita que haya hombres impios... Dios creé al principio al hombre y lo dejé en manos de su arbitrio” (Ben Sird, autor del Eclesidstico: 15, 11.12.14). 2.b. “La pasta del coraz6n del hombre es mala desde su nifiez” (Gn 8,21). “Eramos todos por naturaleza (por nacimiento) hijos de ira (dignos de ira)” (Ef 2,3). “Si el hombre no vuelve a nacer de nuevo, no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3, 3) 3 a. Redacta una explicacion del primer texto, a la luz de lo expuesto sobre el pecado original. . Los textos del Génesis, de Pablo y de Juan, zno aluden a una impotencia del hombre frente al bien? {Esa impotencia viene de Dios? 3, Amar “al hermano real concreto, es sumamente dificil y practicamente imposible; precisamente por eso cuando le amamos, es Dios mismo (0 su Espiritu 0 su gracia) quien le ama en nosotros” (Gonzélez Faus, “Proyecto de hermano”, 0.c., p. 595). +& {Qué relaci6n existe entre esta afirmacion y la definicion que hemos dado del =O.” 4. El P.O. es “un estado en el que, antes de cualquier decision personal, se encuentra todo hombre; estado desgraciado que afecta al hombre al entrar en la existencia..., provocado por una accién humana extrafia y que, ante Dios, adquiere el cardcter de verdadera culpa” (Koster H., cit. por Gonzalez Faus, 0.¢., p. 377, nota 143). 3 Ese estado de que habla Koster, es un constitutivo esencial del hombre, que mace con él por el mero hecho de ser creado, 0 es una situacién provocada por el hombre en la historia? Presenta las razones por las cuales te adhieres a una u otra altemativa. 5. Hay en la Biblia y en la Historia Universal visiones optimistas y pesimistas del hombre: “el hombre, lobo para el hombre”; su vida “una pasion inutil”; “el hombre ser supremo para el hombre”; “giandeza y miseria del hombre”; etc. ’% Desde la vision cristiana del hombre, tiene el pesimismo la Ultima palabra? (Lee 2! Salmo 51; Rm 5,1-6; 5,20; 8,35-39; etc.). 6. El bautismo de un recién nacido, carente de todo mérito, manifiesta que la fe es un don de Dios. Pero el compromiso que implica tendré que ser asumido personalmente en la confirmacién. Por desgracia el bautismo de los nifios “se ha convertido en un rito socio-magico que pone una nota de folklore religioso en ia alegria del nacimiento” (Gonzélez Faus, 0.¢., p. 381). 277 éTiene sentido el Bautismo de los nifios si no implica el compromiso de los padres, o al menos de la comunidad, para su educacién? Hacerlos nacer a la vida cristiana... si después no la van a vivir (g-?). 7. El pecado original en nosotros sélo puede llamarse “pecado” en cierto sentido (‘analégicamente”: cf. 6.1). Sin embargo , con nuestros pecados personales concretos podemos llegar a identificarnos con esa “situacién” y hacernos corresponsables de ella, acrecentando el “pecado del mundo”. + Explica en media pagina estas afirmaciones. 8. En el mundo existe el misterio del mal, una fuerza inicua que penetra en el corazén de las personas, se apodera de sus estructuras e impone su dominio sobre la creacion. Es un clima y una atmésfera corrompida que imposibilita la salud espiritual de los individuos. El hombre sumergido en este ambiente se encuentra incapacitado para la practica del bien. La explicacién ultima de todos los pecados personales radica en esta tragica situacién, de la que la humanidad se siente prisionera e impotente para conseguir su libertad. Cristo ha venido a sembrar en el mundo la semilla de esta liberacion para que el hombre, sometido al “pecado del mundo”, pueda triunfar de esta esclavitud. Su victoria fue completa en cuanto que ya es posible la Practica del bien, a pesar de tales condicionantes; pero todavia no es absoluta, pues queda un largo camino, hasta el final de los tiempos, para que su triunfo sea definitivo. Mientras tanto, como tesponsables y cooperadores de este destino por su compromiso con Jesus, los cristianos arriesgan su vida no sélo para eliminar e! pecado individual de su corazon, sino para luchar también contra las estructuras injustas del mundo. La permanencia del mal es un reto continuo que nos recuerda esta obligacién basica de nuestra fe. Como Cristo, tampoco podemos ser conformistas frente a la tragica realidad del pecado colectivo. Su llamada es una invitacién a esta tarea salvadora, con el deseo de caminar, mediante el esfuerzo de cada cristiano, hacia un tipo de sociedad mas evangélica (Lopez Azpitarte E., “Etica cristiana: 10 ideas clave”. en Sal Terrae, 1988, n° 7/8, p. 502). Sin nombrar el P.O., gno te parece que este autor nos brinda de él un jugoso resumen? Haz una lista de los puntos fundamentales enunciados “ de paso” por Lopez Azpitarte. 278 TERCERA PARTE LOS ORIGENES DEL HOMBRE LOS ORIGENES DEL HOMBRE INTRODUCCION El hombre tiene hoy clara conciencia de que es libre en sus opciones fundamentales.Pero se siente libertad sumergida en un contexto no libre, condicionada por los determinismos de la materia y apresada en la imponente red de las leyes forjadas por él en la convivencia social. Se experimenta cono “ser-en-el-mundo-con-otros”; sabe que su destino esta unido al mundo material y humano. Por eso, porque se siente limitado, condicionado, intuye oscuramente que existe un Ser Absoluto, distinto de él, superior a él, del cual depende totalmente ély su mundo. Y se pregunta por el origen de su ser creatural, por su relacién con Aquel que es el fundamento y la consistencia de la realidad y el que da sentido a su existencia personal. Esta pregunta se la han formulado los sumerios, los babilonios, lo egipcios, los cananeos; se la han formulado los filésofos, desde los griegos hasta nuestros dfas y se la formulan hoy las ciencias de la naturaleza. Y las respuestas van desde las cosmogonfas miticas, inscritas en una imagen precientffica del mundo, cosmogonfas que traducen a su modo la idea de limitacién del universo y la biisqueda de un Fundamento incondicionado y de una Fuente originaria..., hasta la teorfa actual de la Expansién del Universo, formulada hace mas de 50 afios y sometida a continuas correcciones por las ciencias positivas. Aqui nos interesa la respuesta de Dios a los interrogantes del hombre sobre los origenes , respuesta consignada en la Biblia, condicionada también por la primitiva imagen del mundo, detalle que no nos preocupa, porque no nos acercamos a la Palabra de Dios para indagar la constitucién fisica de las cosas o las fases de su realizacién historica, sino para penetrar su sentido ultimo, religioso. La respuesta de Dios sobre los orfgenes no esté desvinculada de su Plan eterno acerca del hombre, antes bien, es la puesta en marcha de ese “Plan- proyecto” divino, ya que la creacién es la preparacién del campo y del sujeto de una alianza estrecha en la que Dios invitard al hombre a participar de su misma vida. 281 LOS ORIGENES DEL HOMBRE (1) Capitulo 1: LA DIMENSION CREATURAL DEL HOMBRE @) SUMARIO l- | RELATOS BIBLICOS DE LOS ORIGENES, EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 1? La reflexién del hombre biblico sobre los orfgenes 2. Cémo Ilegaron al concepto de “Dios creador” los hebreos 3. Cémo expresaron su idea de la creacién I.- LACREACION Y CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO 1. Cristo y la Sabiduria 2. La Nueva Creacién Ill- REFLEXION TEOLOGICA SOBRE LA CREACION 1. Creacién “de la nada” 2. Creacién “en el tiempo” 3. Creacién y autonomfa del hombre y del mundo TEXTOS COMPLEMENTARIOS Y PISTAS DE REFLEXION 283 MARCO REFERENCIAL Capitulo 1: LA DIMENSION CREATURAL DEL HOMBRE “La doctrina de la creacién proviene del judaismo y es lo mas caracterfstico y fundamental de la religion judaica”?. La afirmacién de que el hombre es un ser creado es el primer dato antropoldgico bfblico. Ese cardcter creatural hace del hombre un ser esencialmente referido a Dios. Para penetrar esta verdad la ubicaremos en el marco mas amplio de la creacién del universo. I- RELATOS BIBLICOS DE LOS ORIGENES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 1. La reflexién del hombre biblico, tal como quedé consignada en los Libros Sagrados, no se remonta més alld del s. IX antes de Cristo”. Entonces comenzaron a inquietarse buscando argumentos para explicar su origen como pueblo (entre los semitas dominaba la idea comunitaria). Preguntarse “jde dénde vengo?”era interesarse por los origenes de la nacién. Mucho mas tarde los Profetas ayudaron a superar un colectivismo exagerado, ¢ insistieron en resaltar los valores personales (Jr. 31,29-30; Bz. 10; etc.). Se fue perfilando el sentido de la individualidad, y surgié el problema del origen del hombre. b. Israel era profundamente religioso y descubrié a Yahvé en la génesis misma de su historia. Su historia comienza cuando Dios interviene por primera vez en favor de Israel. El israelita sabfa que su pueblo se fragué en Egipto durante los cuatro siglos de opresién (Dt 26,6-9; Ex 22,20). Y el pueblo existfa porque Yahvé lo liberé y Jo siguié guiando en su devenir histérico. Israel nacié en tiempo de Ramsés y de la guerra de Troya, hacia el siglo XII antes de nuestra era. Por supuesto que al narrar la epopeya del Exodo, los autores sagrados dejaron correr la fantasfa para servir mejor a la teologia que a la historia; convencidos de que Dios se revela en los acontecimientos supieron “leerlos” como lenguaje de Dios y asf, reinterpretados, llegaron hasta nosotros. Més alla del pais de los faraones, se perdia todo recuerdo valido, para perfilar la génesis de la nacién c. Sin embargo, para no sentirse acomplejado frente a los grandes pueblos, cuyo origen se suponfa entroncar con la génesis misma de la vida humana, el pueblo se vio precisado a retroceder mis alla del pais de Egipto. Asi se gestaron los relatos biblicos relacionados con los patriarcas cuyo ancestro primigenio tenfa un nombre : Abrahan (1.850 a.C). Habia recuerdos vagos e imprecisos; no 1 FEUERBACH L., “La esencia del cristianismo”, Salamanca, 1975, p. 154. 2 Sintetizamos en parte la exposicion de SALAS A., “Catecismo biblico para adultos”, Madrid, 1978. 285 era pura imaginaci6n. Por eso la reflexién biblica en torno al perfodo patriarcal recibe el nombre de proto-histérica . “Pero tampoco fue Abrahdn quien puso en movimiento la madeja con la que se tejiera toda la historia humana de Israel. Antes del patriarca habian sucedido muchas cosas. El hombre biblico era incapaz de recordarlas, Pero no dejaban de interesarle en orden a completar su Arbol genealdgico a nivel de pueblo elegido y para responder al interrogante sobre el origen mismo de la humanidad. Asi se formé el Gn. 1-11. En esos capftulos se recoge la “prehistoria” del pueblo. Esta prehistoria s6lo podia ser concebida y expresada en base a formulaciones miticas, porque la historia habia comenzado mucho después. El primer encuentro de Dios con la humanidad quedé consignado en los “relatos de los orfgenes”, donde la génesis del hombre viene plasmada en categorias creacionistas. Distinguimos, entonces, hoy “tres etapas”: la. Historica: comienza con la esclavitud de Egipto y termina en el cristianismo. 2a. Proto-histérica: comienza con el patriarca Abrahdn y termina con la historia de José en Egipto. 3a. Prehistorica: comienza con los relatos de la creacidén y termina con el relato de la Torre de Babel. Es evidente que todo lo relacionado con la proto y la prehistoria no puede ajustarse a los mismos criterios que rigen el desarrollo y evolucién de la historia. Los relatos del Gn 1-11 han sido elaborados con Ia intencién, no tanto de hacer historia, cuanto de plasmar una idea de fondo religioso. Querfan mostrar cémo Israel ya existfa —aunque en embrién— cuando la humanidad iniciaba sus primeros balbuceos. Y querfa indicar c6mo la vida humana siempre se encuadré en un marco religioso: Yahvé, que rige el destino de los hombres, ya intervenia entonces para premiar o castigar sus acciones (Cain, Abel, Noé, Diluvio, Babel...). 2. COMO LLEGARON AL CONCEPTO DE “DIOS CREADOR” LOS HEBREOS La doctrina de la creaci6n se explicit6 tarde en Israel. Dios, al principio, se revel6 como Salvador, que libré a su pueblo de Egipto, bajo Ramsés II. Contrariamente a las demas religiones fascinadas por las “cosmogonfas”, la cosmovisién hebrea ubica su epicentro en el acontecimiento del Exodo. Lo histérico desplaza lo césmico. Dios es visualizado en los “sucesos del hombre”, mds que en los fendmenos del mundo fisico. Si le hubiéramos preguntado a un israelita” “gCudl es tu credo?”, nos hubiera respondido narrando una historia: “Mi padre era un arameo errante que bajé a Egipto, etc.” (Dt 26,5-9). En este Credo no se menciona el acto creador. Eso no quita que Israel ya participara desde el principio de la experiencia de la creacién, que es universal. 1 Cf. SALAS A., pp. 95-98. 286 Pero este pueblo afiade una experiencia muy original: la presencia de Dios en los sucesos histéricos. Y como experimentaron a Dios en la historia, se acostumbraron a entender también la creacién como historia, especialmente desde que comenzé a transmitirse como un “relato”. Y asi Israel incorpor6 la Creaci6n a la historia de las Empresas Divinas en favor de su pueblo, como un acontecimiento salvffico. La Creacién pasaré a ser un “prélogo” del credo israelita, una “prehistoria de la Alianza”: los comienzos de la salvacién, \a primera obra salvifica de Dios. Como vemos, el pueblo de Israel, a partir del Exodo fue leyendo su historia hacia adelante y hacia atras. b. Pero el tema de la creacién sélo pasé a ser tema explicito en la época posterior de los Reyes. Lentamente, a partir de la experiencia de la Salvacién, el pueblo judio comprendié que Dios lo habia elegido desde tiempo atraés y, con esa perspectiva, interpreté su pasado: Dios nos eligié desde los patriarcas (Abrahdn); aun antes, desde Noé; mis atin, jdesde Adan! Mas concretamente, en el conflicto con el poder de los asirios, los Profetas (Isafas, Jeremfas), les ayudaron a descubrir que el Dios de Israel no es “un dios entre los dioses”, que conduce solamente la historia de su pueblo, sino que también conduce la historia de los otros pueblos (cuyos dioses no son més que fdolos): Is 40-55. El Libro de la Consolacién les dice que no tienen que temer de los otros pueblos..., ni siquiera de las fuerzas césmicas, porque Dios es el duefio de ellas y puede disponer de ellas a voluntad, ya que es el Dios unico, creador del cielo y de la tierra. Justamente, durante el destierro se fue elaborando la doctrina del Génesis, no aislada —como dijimos— sino en el marco de la Historia de la Alianza’. c. Como acabamos de ver, los israelitas llegaron al concepto de Dios Creador a través de una reflexién teolégica, hecha a la luz de su fe en Yahvé; no es una revelacién directa dictada por Dios. A un pueblo como Israel, desprovisto de todo dato cientifico, frente a los orfgenes misteriosos de la naturaleza s6lo le quedaba el recurso de la reflexién teolégica. Todo el dinamismo diseminado en el universo no es —para Israel— sino la expresién del Dios vivo, que comunica su propia fuerza vital a cuantos seres se digna llamar a la existencia. Reflexionando sobre las grandes experiencias histéricas hechas con Yahvé, Ilegan a la conclusién que hemos sintetizado. 1 No olvidemos que la Biblia no es una Historia Mundial, que comienza con la creacion del mundo y continua, aunque sea fragmentariamente, con la historia de los hombres. Ni siquiera el Génesis es el libro mas antiguo. 287 3. COMO EXPRESARON SU IDEA DE LA CREACION (La creacién en el GENESIS) a. Los pueblos primitivos acostumbraban atribuir a la Causa Primera lo que realizan las causas segundas, Nada extrafio que, al relatar la Creacién, lo vean a Yahvé tomando la iniciativa en todo momento’. Ya hemos dicho que en sus relatos echan mano de elementos miticos?. “Pero esto no es malo —explica A. Salas—. Gracias al mito biblico pudo el autor sagrado expresar realidades religiosas que de otra forma hubieran resultado inasequibles. Hoy tenemos una idea muy depurada de la divinidad. Pero entonces no ocurrfa asf. Era preciso ‘suponer’ que Yahvé actuaba de un modo semejante a como solfan hacerlo los hombres (antropomorfismo). Por eso le imaginaban paseando por el parafso para respirar la brisa del atardecer (Gn 3,8). Esta visi6n antropomérfica de la divinidad lograba (con la ayuda del mito) reflejar realidades que de otra forma hubieran quedado como absorbidas por el misterio”? El creacionismo bfblico (distinto del “emanatismo”) es una formulacién valida para plasmar en categorfas religiosas los orfgenes del mundo: el cosmos no “fluye” de Dios (emanatismo), sino que es su obra primorosa, a la que infundi6 la fuerza de su amor. b. Como conocian las “cosmologias” de los otros pueblos (politefstas, id6latras, miticas...) utilizaron algunos elementos de las mismas, pero les dieron una respuesta monotefsta y desacralizadora. El sol y la luna, a los que rendian culto los pueblos extrabiblicos, pasan a ser en el Génesis creaturas al servicio del hombre. Ni siquiera la luz emana de ellos, sino de la Palabra creadora de Dios. La primera pagina del Génesis es un Himno al Creador, que invita al creyente a que admire y dé gracias a Dios por un universo tan bello. Si pensamos que fue escrito para un pueblo rudo, posterior al neolitico, hay que confesar que esos seis cuadros (los 6 dias de la creacién) son una visién muy seria de Dios, comparada con las mitologias de los otros pueblos, llenas de imagenes extrafias y fabulosas; ademas de ser un modelo de poesia religiosa son una obra maestra de sencillez, para comunicar ideas de mucho calibre. c. {Cual es el nticleo del mensaje revelado sobre la Creacién? * Yahvé es el sinico Autor de todas las cosas, que El produjo con su sola Palabra (“pensamiento y voluntad”, dirfamos nosotros), sin esfuerzos y sin presupuestos. Resplandece la trascendencia de Dios, su absoluta libertad, diversidad y superioridad frente a la naturaleza. 1 Cf.Gn 1,4; 1,2 65-8; 9,8-11; 11,7: etc. 2 Mito es una narracién dramatica, a través de la cual se quiere expresar una verdad meta- hist6rica, es decir, una verdad que vale en todas partes y siempre, en todos lo momentos. Es més cercano a la intuicién y a la imaginacién, que a la razén. Tiene raices inconscientes y colectivas... En la Biblia pasa a ser un attificio literario, excogitado por el mismo Dios, en virtud del cual las verdades divinas vienen revestidas con un ropaje humano para que asi puedan ser de algin modo captadas por el hombre. 3 SALAS A.,o<., p. 105. 288 * Todo lo que El hizo es bueno (recordemos el “Visto Bueno” que pone Dios después de cada “dia” de la creacién). Y todo ha sido hecho al servicio del hombre..., los mismos astros adorados por los pueblos circundantes. * También el hombre, en su realidad sicoffsica y sexual es obra de Dios, coronamiento del proceso creador. Y esta destinado a dominar el universo. Dios le confié esta responsabilidad. Con estas ideas construyen un Himno y lo encuadran en el marco de una semana, para inculcar el descanso sabatico (““Asf como Dios trabajé 6 dias y el 7° descans6, asf ustedes tienen que descansar el 7° y dedicarlo al culto”. Esto diré el Deuteronomio). d. Todo esto es admirable; pero no le pidamos al texto lo que el texto no puede ni pretende dar. Por ejemplo, no busquemos en la Biblia —ni siquiera en 2 Mac 7,29— nuestro concepto filos6fico de “Creacién de la nada” (a partir de la nada). Los semitas carecfan de pensamiento abstracto. La Biblia, en vez de hablar negativamente: “Dios creé de la nada”, afirma positivamente: “Cuanto existe, Dios lo ha creado y viene de sus manos”. Todo esta bajo el dominio de Dios desde el momento que comenzé a existir como tal, sin decir cudndo ni cémo!. En conclusién: los autores sagrados del A, Testamento tienen una fe profunda en un Dios tnico, trascendente y personal que, libre y soberanamente, ha puesto en la existencia el mundo y el hombre, que todo lo rige y gobierna, nada se escapa a su influjo, todo esta bajo su mirada de Padre. Lo que ha pretendido desde siempre Dios Padre es una fntima alianza con el hombre. Dios ha creado al hombre para comunicarse con él, para comunicar su bondad. La creacién es el “espacio” de nuestro encuentro con Dios. Esta alianza no es algo afiadido o yuxtapuesto a la creaci6n: crear es llamar hacia la alianza, cuyo “mediador” supremo es Cristo. La alianza es Ja raz6n interna de la creacién. II.- LA CREACION Y CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO A través de los escritos de San Pablo, se nota cémo la comunidad primitiva, bajo el influjo del Espiritu, reflexiona a la luz de su fe en Cristo resucitado y Sefior del universo. Asi como el Antiguo Testamento, a partir del Exodo leyé6 la historia hacia adelante y hacia atrés, lo mismo hard el Nuevo Testamento a partir de Cristo. A partir de El los cristianos reinterpretan el Antiguo Testamento, sin excluir la doctrina sobre la creacién, y descubren panoramas insospechados. Creen que Jestis es Dios y que , ademis, se distingue del Padre; y tratan de determinar qué funci6n tuvo en la creacién, es decir, tratan de medir los alcances césmicos del misterio de Cristo. San Pablo nos dice que la universalidad del cosmos y la historia religiosa de la humanidad, tienen su origen en Dios y todo esto va en marcha hacia El. Dios Padre es el origen y el fin absoluto de todo. 1 Cf. VILCHEZ J., “La Sagrada Escritura”, A.T., IV, BAC-293, pp. 706-707. 289 Pero eso no impide que Cristo tenga su funcién en la creacién, como la tiene en la salvacién, Pablo ve en la creacién el comienzo de la salvacion. San Juan, a su vez, parte de su fe en Jestis como Palabra eterna del Padre y nos habla de la funcién creadora de esa misma Palabra, eterna y encarnada. Precisemos un poco més esta nueva perspectiva. 1, CRISTO Y LA SABIDURIA! a. San Pablo —que en Damasco habia entendido que Cristo es el Hijo de Dios en sentido estricto: Ga 1,16— se creyé plenamente autorizado a identificarlo con la Sabiduria divina, de la cual el libro de los Proverbios (8,24- 25) nos dice que fue engendrada antes del universo y ha servido de modelo para Ja formacién del mundo (Cf. Jb 28, 20-27). Por eso en el Himno Cristolégico de la Carta a los Colosenses (1,15 ss.). Pablo lo llama a Cristo “imagen del Dios invisible” (Cf. Sb 7,26) y “primogénito de toda la creacién” (Cf. Pr 8,22 ss.). En los Padres, desde San Justino hasta la crisis arriana, los dos textos de Pr 8,22 y Col 1,15 han sido constantemente asociados y comentados el uno por el otro (Cf. también Ap 3,14). En otras ocasiones Pablo habla directamente de Cristo como “Sabiduria de Dios” (1 Co 1,24). El autor de la carta a los Hebreos, al relacionarlo con Dios dice de Cristo: “es el resplandor de su gloria” y la “4mpronta de su sustancia” (Hb 1,3). b. Pues bien, asf como la Sabidurfa ha desempefiado un papel en la creaci6n, junto a Dios (“junto a El estaba como artifice”: Pr 8,30), marcando con su sello todas las creaturas, lo mismo y algo més se diré de Cristo. San Pablo utiliza tres preposiciones que también hallamos en otros pasajes del Nuevo Testamento: por, en, para (did-en-eis). * Todo ha sido creado por Cristo (Col 1,16; Hb 1,2; Jn 1,10; 1 Co 8,6); es decir, Cristo es mediador césmico. Como en el Antiguo Testamento se pasa de Yahvé Salvador a Yahvé Creador, asf en el Nuevo Testamento Pablo pasa del Cristo mediador en la salvacién de los hombres, al Cristo (“Sabiduria de Dios”) mediador en la creaci6n. Juan dird que El es la Palabra dindmica, eficaz, instrumento activo de produccién (como en Eclo 24), por quien fueron hechas todas las cosas (Prologo de su Evangelio). * Todo ha sido creado en Cristo (Col 1,16); es decir, Cristo (como ia Sabidurfa de Pr 8) es la “causa ejemplar”, el modelo, el espejo “en el cual” Dios al crear, ha contemplado el Plan del universo. Todo lo que acontece no es sino el despliegue en el tiempo y el espacio, de lo que Dios habfa disefiado “en Cristo” desde la eternidad. Ademéas todo subsiste en él (Col 1,17). Asf como la Sabiduria es una fuerza que sostiene y ordena todo el universo (Sb 7,22; 8,1; Jr 10,12; Dn 2,29), asi Cristo es el principio de cohesién del universo (Hb 1,3), el cual, gracias a 1 Cf. FEUILLET A., “Le Christ Sagesse de Dieu”, Gabalda, Paris, 1966. 290 Cristo, constituye un “cosmos”, un todo armonioso y consistente, donde todas las partes se mantienen y se prestan ayuda mutuamente. Si alguien pudiera captar en una instanténea inmensa todo el universo pasado, presente y futuro, veria que todas sus fibras y energfas se retinen y agrupan en torno a Cristo, y resultan ininteligibles al margen de El. * Todo ha sido creado para Cristo, en atencién a El (Co 1,16 y Ef 1,10). La expresion griega de Pablo le da un sentido de movimiento. Todo existe para llegar a Dios “a través de Cristo”. La humanidad y la naturaleza entera fue creada en vista de su acabamiento sobrenatural en Cristo Redentor, cuya gloria es el fin del universo. Todo sera puesto bajo la tinica Cabeza (“recapitulacién”: Ef 1,10 ss.), coronando la Historia de la Salvacién. Como Recapitulador, “punto Omega”, Cristo atrae hacia si el universo y le da sentido. En gran sintesis se concluye de esta exégesis que Cristo es Alfa y Omega (Ap 22,13, etc.), es decir la causa eficiente (en virtud de la cual), y el fin para el cual el mundo fue hecho, existe y evoluciona. Afiddase que, como Verbo, Primer Pensamiento del Padre, Cristo es la causa ejemplar del universo. El Padre lo tuvo presente como Sabidurfa, como plano del edificio que iba a construir... De todo Io dicho se desprende que todas las creaturas nos hablan no solamente de Dios, sino también de Cristo y no tienen sentido sino por El. EI mundo sin el Verbo de Dios, no tendria mas sentido que una frase sin verbo. 2. LA NUEVA CREACION a. Conviene notar que, en el pensamiento de San Pablo, la creacién en Cristo tiene un papel en cierta forma subordinado, porque ya esta orientada a la re-creacion en El, objeto de la segunda parte del Himno de Colosenses: todo fue hecho en vista de Cristo-Encarnado-Redentor. La creacién estaba orientada ala “nueva creacién’ (Ga 6,15). Es un Plan que Dios concibié antes de la fundacién del mundo y es un misterio que estaba oculto en Dios (1 Co 2,7; Ef 3,10). Ya en el Libro segundo de los Macabeos, la creacién se proyecta hacia el futuro, hacia la resurreccién, que ser4 como una nueva creacién realizada por el poder de Dios Creador (2 Mac 7,11; 22-23). Esta nueva creacién se refiere en primer lugar al hombre nuevo (Ef 4,22-24; 2 Co 5,17; Col 1,9 ss.), del cual Adan era figura (1 Co 15,45-49; Rm 5,12-21), Pero también tiene alcances eésmicos: cuando la “nueva creacién” culmine en la transformacién definitiva, habré “un cielo nuevo y una tierra nueva” (2 P 3.13; Ap 21,1-5; Cf. Is 65,17-18). b. En la carta a los Efesios se nos dira que todas las cosas han sido creadas en vista de la Iglesia, es decir, en vista de la unién de todos los hombres “en un solo hombre nuevo”, “en un solo cuerpo” (Ef 2,15-16), el de Cristo muerto y resucitado, El largo prélogo de esta carta muestra que el misterio de la Iglesia era un designio que Dios habfa concebido desde el origen del mundo, y aun desde toda la eternidad. 291 IIl.- REFLEXION TEOLOGICA SOBRE LA CREACION La doctrina de la creacién fue evolucionando y ahonddndose a lo largo de la Historia de la Iglesia. Los Padres ahondan el concepto de “creacién de la nada”, oponiéndose sobre todo al dualismo, el cual introduce frente a Dios una materia eterna preexistente y , a veces, un demiurgo (un semidiés) que organiza esa materia, o un principio distinto de Dios (origen de la materia mala). También insisten en el papel de Cristo, como “Légos” (Palabra creadora) en el proceso creador. Las declaraciones del Magisterio surgicron en funcién de dos grandes errores: el dualismo y el pantefsmo. Los condenan el Concilio de Letran IV (a. 1215) y el Conc. de Florencia (a. 1442), el cual insiste en que todo fue creado por la bondad de Dios, y nada es malo por naturaleza. El Cone. Vaticano I (a. 1870) resalta ademas la libertad de Dios en la creaci6n y el fin de la misma creacién (la gloria de Dios). Define la creacién como “produccién de todas las cosas de la nada, segtin toda su sustancia”, y excluye que las cosas hayan emanado de Dios como una parte de El. El Cone. Vaticano II ha reformulado la doctrina de la creacién en categorias personalistas: nos dice que la creacién, que nace por la Palabra de Dios, se encamina a la desvelacién de esa misma Palabra, Cristo, centro y plenitud de todo el universo!. El Concilio Vaticano II abandona el tono arido y filoséfico de los Concilios anteriores y ubica la doctrina de la creacién dentro del misterio cristiano de la salvaci6n. La creacién es el primer paso de la Historia Salvffica: su objeto es hacer posible la Historia de la Alianza de Dios con el hombre, la cual tiene en Jesucristo el comienzo, el centro y el fin. La creacién es un misterio cristiano, y es un gesto del amor de Dios al hombre. Los tedlogos medievales también habian abandonado la linea cristocéntrica de la creacién; los contempordaneos vuelven a retomarla. Sefialemos algunos aspectos de la reflexién teolégica, cldsica y reciente. 1. CREACION “DE LA NADA” Los tedlogos hablan de una creacién a partir “de la nada”: con esta expresi6n se entiende negar un elemento preexistente, y otro principio distinto del Creador. Dios —aiiaden— produce las cosas “segtin toda su sustancia”: esto indica que la eficacia de la operacién divina es total, por cuanto pone la realidad entera, no como el hombre que sélo puede “transformar” una realidad preexistente. Se puede comparar la creacién con las “creaciones” del espfritu humano, cuando el hombre, por ejemplo, crea una melodia, o le da un “sentido” nuevo a una cosa (con un hueso inyenta una flecha). Claro que en estos casos no todo es nuevo: tienen que preexistir las notas, el hueso... Dios todo lo hace nuevo. La causalidad divina creadora 1 GS-12; DV-3; LG-38; GS-34; LG-3; GS-45. 292 no sélo alcanza el “modo de ser”, sino el ser mismo, segtin toda su realidad. Ser creado es ser, no de por sf, sino por otro; es no bastarse a sf mismo; es estar en una condici6n de radical indigencia, de dependencia total; es ser, ante Dios, como “si no fuera”, es decir, sin poder ostentar ante El ninguna autonomia. El mundo y el hombre no tienen otra realidad que la de ser queridos y pensados por su creador. 2, CREACION “EN EL TIEMPO” Los tedlogos se preguntaron también por la creacién “en el tiempo”. Equivale a preguntarse por el principio o la falta de principio del “tiempo interno” del mundo. A partir desde hoy, yendo hacia atrés, gha recorrido el mundo un ntimero limitado, en sf numerable, de unidades temporales (dias, horas, 0 lo que sea)? a. Las ciencias responden que este mundo no ha existido siempre tal como lo conocemos hoy, y que tiene una edad (20 mil millones de afios); 0 sea, que su “acontecer” actual ha tenido en primer momento. Pero esto es un comienzo “relativo”: comienzo de los actuales fenémenos que se desarrollan en él. La cuestién es otra: aun suponiendo la verdad de la creaci6n, la duracién de la materia jha tenido un comienzo “absoluto”, comienzo al mismo tiempo de la materia y de los fenémenos que se dan en ella (que son la base del tiempo)? La respuesta desborda el método de las ciencias positivas. b. La filosofia tomista responde que, siendo la creacion una relacién de total dependencia del universo con respecto a Dios, no se ve por qué debié tener un comienzo esa “dependencia”. Si el universo existié desde siempre, desde siempre “dependi6” de Dios, desde siempre fue creado, porque se revela autoinsuficiente para existir de por sf. Santo Tomés pensaba, sin embargo, que la Revelacién exige un comienzo para nuestro tiempo. c. La revelaci6n biblica y el Magisterio (Concilios de Letran IV y Vaticano D) que hablan de un comienzo del mundo, se refieren al “mundo al que pertenecemos, la porcién del universo que sirve de marco a la humanidad en la que el Verbo se ha encarnado: ese es temporal, porque ha sido querido por Dios con vistas a una Historia de Salvacién”? finalfsticamente orientada a una meta; una historia que tiene un comienzo en la creacién, un apogeo en la encarnacién y un término en la parusia. De todos modos Ia esencia del dogma de la creacién no es la temporalidad, sino la absoluta dependencia de todas las cosas con respecto a Dios, tinico fundamento tiltimo de su ser y de su obrar, 3. CREACION Y “AUTONOMIA” DEL HOMBRE Y DEL MUNDO El acto con que Dios hace ser al hombre y al universo es algo misterioso, trascendente, muy distinto de todas las actividades que se dan en el mundo material y las que pueda desarrollar el hombre. 1 RUIZ DE LA PENA JL, “Teologfa de la creacion’, 0.0., p. 145. 293 Para expresar esta radical diversidad se ha dicho que “Dios crea de la nada” y que “las cosas dependen totalmente de Dios”. Pero hay que cuidar que esta dependencia radical no Ieve a negar la libertad del hombre. Marx y Sartre, por ejemplo, niegan la creacién como algo incompatible con la libertad, el trabajo, la historia, la evolucién y la autonomfa del hombre. Para el Oreste de Sartre, Jupiter no puede ser Dios, pues la existencia de Dios serfa un atentado para el hombre!. Ellos piensan, incluso, que Dios no es necesario para explicar el universo y la historia: el hombre, con su actividad cientffico-técnica ya estd capacitado para explicar y resolver sus problemas. Para vislumbrar cémo acttia Dios en relacién con la criatura, tenemos que partir de lo que es realmente el mundo material y humano. Este se nos presenta auténomo, en devenir, incompleto, en marcha hacia mayor perfecci6n..., gracias, sobre todo a la libertad que permite una concreta liberacién del hombre personal ¢ hist6rico. Presentar al Creador y la creatura como concurrentes, decir que la actividad de Dios se ejerce a costa de la actividad del hombre y que la libertad y espontaneidad del hombre se ejerce a costa de la causalidad de Dios; que Dios es menos activo cuanto mayor es la actividad del hombre, etc., es completamente erréneo, responde a una falsa representacién de Dios. Equivale a equiparar su accién a la accién de las creaturas negando asi su trascendencia. La causalidad de Dios no se halla en la misma Iinea de la causalidad de las criaturas. Dios no comienza un trabajo que hayamos de asumir y acabar nosotros; Dios no sustituye mediante intervenciones las causas intramundanas; Dios no interfiere en la accién de las criaturas. Dios es trascendente: su accién es extraespacial y atemporal. “La actividad de la creatura no es un atentado contra la obra del Creador, sino una prolongacién de dicha obra, prevista y querida por el propio Creador.”?. Aunque parezca mentira todo lo hace Dios y a la vez todo lo hace el hombre; lo que pasa es que Dios y el hombre acttian en niveles diferentes. El no nos suplanta sino que actiia a través de nosotros, Schoonenberg trae esta comparacién. Yo puedo mover mi brazo por mi voluntad, pero al hacerlo, mi voluntad personal no reemplaza en modo alguno las reacciones quimicas que causan el movimiento. Mi persona no esta en una misma Ifnea con estos factores orgdnicos, no se puede contar como uno de ellos, no reemplaza a ninguno de ellos sino que los domina, Ppenetrandolos. Esta es una pdlida imagen del dominio de Dios sobre el mundo. Como Persona dominante y dirigente (aunque absolutamente trascendente... y, al mismo tiempo, mds inmanente que yo mismo en mi propio cuerpo) asf Dios domina y dirige el “cuerpo” del mundo, dando a cada ente el ser y el obrar que le es propio. 1 Cf. su comedia “La moscas”. En “El diablo y Dios” concluye: “Si Dios existe, el hombre es nada’. (Cf. Obras Completas, Madrid, 1974, tl, p. 541). 2 RUIZDELA PENA J.I., o.c., p. 133. 294 Dios no entra en concurrencia con el mundo, por el contrario, todo lo que El hace nos lo da a nosotros para hacerlo. “El Dios de la Biblia no es el seno materno que protege a los hombres de los peligros de la vida, sino que tras la creacién, Dios corta inmediatamente el cordén umbilical y dice a los hombres: Ahora sed adultos, Ilevad el mundo hacia su meta y sed sefiores de la tierra (Cf. Gn 1,26)”. Esto tiene vigencia también en nuestro mundo humano y en nuestra historia. El Creador mueve y dirige su creaci6n por libres iniciativas que no afiaden nada al mundo, sino que actualizan al mundo mismo?. De modo que afirmar la autonoméa del mundo, no es negar Ia creacién de parte de Dios; es descubrir mas a fondo su cardcter de creatura, que impide absolutamente identificarlo con Dios. Otros autores —Gevaert, por ejemplo— piensan la actividad creadora a semejanza de la actividad liberadora que descubrimos en las relaciones intersubjetivas, actividad que no suprime fa libertad, sino que la promueve. El influjo educativo, por ejemplo, es liberador: no se parece a la produccién industrial, no suprime al otro, no lo aplasta, antes bien, le provee lo necesario para Ilegar a ser un hombre libre. No olvidemos que en la Biblia los israelitas descubren la actividad creadora y la dependencia de las creaturas, cuando reflexionan sobre las relaciones religiosas (intersubjetivas) entre Yahvé y su pueblo?. 7 GONZALEZ CARVAJAL L., “Esta es nuestra fe”, Narcea, Madrid, 1982, p. 75. 2 Cf. SCHOONENBERG P., “Un Dios de los hombres". Herder, Barcelona, 1972, pp. 18-83. 3 Cf. GEVAERT J., “Antropologia y Catequesis’. 0.c., pp. 101-106 295 TEXTOS COMPLEMENTARIOS Y PISTAS DE REFLEXION 1.a. “La creacién no habla propia y directamente del problema del origen del mundo, es decir, no responde a la pregunta sobre el ‘como fue’ o ‘de dénde salié’. Habla mas bien sobre Dios, sobre el hombre en el mundo, sobre el sentido de la Historia. En la Biblia ocupa un lugar secundario, y de hecho sélo fue incorporada a la fe israelita en una época posterior, cuandc la comprensién del sentido de su propia historia y la soberania de Yahvé sobre todos los pueblos y todos los dioses llevé al descubrimiento de que ese Dios no podia ser sino el unico y el creador del mundo. Pero entonces, la creaci6n se ‘historificd’, es decir, quedé encuadrada en un marco de creencias esencialmente hist6rico, cuyo centro siguié siendo la alianza. De tal manera que, como dice K. Barth, ‘la Alianza es la meta de la Creacién, y la creacién es el camino hacia la Alianza” (Tejedor C., “El grito del hombre”, Madrid, 1980, pp. 123-124). 1.b. “El Espiritu de Dios no ha querido ilustrarnos acerca de estas cosas (las estructuras internas de las cosas y del universo), pues no son necesarias para nuestra salvacién” (San Agustin, “De Genesi ad litteram’, II,9,20). a. Los Escritores sagrados, al hablar de! Dios Creador, ,quisieron darnos una informacion cientifica sobre los origenes del mundo, o invitar a los desterrados a confiar en Yahvé, mas fuerte que la potencia opresora? Investigalo en Is 40,22-28; 425-6; 44,24-26; 51,9-11. b. Y, en general, la Biblia, gpretende hacer de nosotros fisicos, astrénomos, sicdlogos... 0 cual es su intencién? 2. “Es la fe en la creacién la que, oponiéndose a la divinizacion del cosmos (...) y relativizandolo, ha hecho que el hombre le perdiese al mundo el sacro respeto que le impedia manipularlo y dominarlo” (Ruiz de la Pefia J.l., ‘Teologia de la creaci6n”. Santander, 1986, p. 117). zEn qué pasajes el Génesis desdiviniza los astros a los cuales rendian culto los pueblos semitas? ~Qué importancia asume esta “secularizacién” en el origen de la ciencia y de la técnica. Por qué el progreso cientifico-técnico comenzo en Occidente y no en Oriente? 3. En un bajorrelieve del Templo de Luksor (Egipto) se representa al dios Toth moldeando la efigie del hombre, tal como hacen sus figuras los alfareros. Marduk también forma a los primeros hombres de su sangre, amasada con arcilla. En todos estos mitos se trata de destacar la categoria excepcional del ser humano, que es formado especialmente por la divinidad EI autor del Génesis, cuando utilizé estos elementos miticos (Gn 2,7), qué ensefianza quiso transmitirnos? 4. Analiza estos textos del Nuevo Testamento: — Prélogo del Evangelio de San Juan. — 1 Co 8,5-6: Cristo mediador de la creacién. — Col 1,15-20: Cristo principio, centro y fin de la creacién. — Ef 1,3-14: Cristo, destino de todo lo creado. + Preguntate: un cristiano, gpuede hablar correctamente de Dios y del mundo sin hablar de Jesucristo? 4Por qué si o no? 296 ire LOS ORIGENES DEL HOMBRE (ID) Capitulo 2: | CIENCIA Y FILOSOFIA ANTE EL PROBLEMA DE LOS ORIGENES @) SUMARIO PANORAMA CIENTIFICO DEL PROCESO EVOLUTIVO 1, Introduccién general 2. Cosmogénesis y Biogénesis 3. Antropogénesis: estado actual de la cuestién VALORACION FILOSOFICA DEL EVOLUCIONISMO 1. Introduccién 2. Azar y evolucién 3. Creacién y evolucién 4, Evolucién y aparicién del hombre 4.1. Animal y Hombre 4.2. Laemergencia del fendmeno humano 4.2.1. Exposici6n sintética del materialismo emergentista 4.2.2. Evaluaci6n del materialismo emergentista Un par de aclaraciones TEXTOS COMPLEMENTARIOS Y PISTAS DE REFLEXION 297 -.MARCO REFERENCIAL Capitulo 2: CIENCIA Y FILOSOFIA ANTE EL PROBLEMA DE LOS ORIGENES El tema de los orfgenes es comin a la teologfa, a la filosoffa y a las ciencias positivas. Pero son enfoques muy distintos, como ya sefialamos en nuestra Introduccion (Intr. 3). La verdad es una , como es una la Fuente del ser. Pero el camino para acceder a ella es multiple y los aspectos de la verdad son inagotables. Al tratar el tema de los origenes, no podemos dejar de ofr lo que las ciencias dicen y nos corresponde mostrar cémo se compagina con el mensaje biblico que también va dirigido a los hombres de ciencia y a los hombres contempordneos que, gracias a los medios de comunicacién social, estan enterados de lo que la ciencia ensefia. Al enfoque teolégico le interesa la dimensi6n trascendente del origen del hombre y del mundo, la relacién creatural que los vincula con Dios. Su fuente de conocimiento es la Palabra revelada por Dios en la historia’. I.- PANORAMA CIENTIFICO DEL PROCESO EVOLUTIVO 1. INTRODUCCION GENERAL a. Ya indicamos en las primeras paginas de este trabajo que la visién que el hombre tenia del mundo hasta la edad moderna, era una visidn estdtica, en la que dominaba la categoria espacial, con su inmovilidad caracteristica: todas las cosas existieron como las vemos ahora. Las nuevas ideas en astronomia (Copérnico, Galileo), hace unos 500 afios asestaron un duro golpe a la concepci6n granitica multisecular del universo. Pero a la revolucién copernicana siguieron otras muchas en todos los 6rdenes de la vida. “Quizds una de las mas apasionantes aventuras del intelecto humano en su btisqueda de la verdad, la constituyen los antecedentes histéricos y el establecimiento definitivo de la teorfa de la evoluci6n bioldgica, la cual atafie a todos los seres vivos y afecta, por tanto, al hombre y a su posicién en la naturaleza”?. Lamarck, a principios del siglo XIX y luego Darwin, descubrieron que los animales no hab{an sido siempre los mismos: aplicaron el concepto de historia a la biologia (los seres vivos también poseen su historia). La obra de Carlos Darwin, sobre todo la aparicién de su libro capital “El origen de las especies” (1859), representa la culminacién de un largo proceso en el que se han cruzado muchas corrientes intelectuales, y ha influido decisivamente en las nuevas formas de pensar. 1 Léase “Gaudium et spes”, n® 36: relaciones entre ciencia y fe. 2 TEMPLADO J., “Historia de las teorias evolucionistas”. Madrid, 1974, p. IX. 299 b. La posici6n tradicional era el fijismo, que sostenfa la creacién inmediata, directa, de cada una de las especies vegetales y animales. El gran naturalista C. Linneo (+ 1778) y el mismo G. Cuvier (+ 1830) eran fijistas. Pero poco a poco se fue imponiendo la idea de la evolucién. Evolucién, en sentido amplio, significa cambio (transito de la potencia al acto). Pero no es un cambio cualquiera, sino un cambio a mejor, a una mayor plenitud, a una mayor perfeccién. Ahora bien, todo auténtico desarrollo supone que lo que se desarrolla tiene ya en sf mismo, si bien de modo latente (oculto), lo que se va a desarrollar.... como sucede en una semilla, 0 en el 6vulo fecundado de un animal: se trata de un crecimiento “desde dentro”, un sacar a luz lo que estaba en potencia. Una casa que va creciendo poco a poco porque se le van afiadiendo “desde fuera” vigas y ladrillos, no se desarrolla. Aumenta de tamafio, sf, pero no porque tenga en sf misma la capacidad de crecer, sino porque se le afiaden materiales de un modo externo. En la piedra fundamental de un edificio no esta contenido potencialmente todo el edificio; en una semilla, si, est en potencia el arbol futuro. La evolucién es, pues, el desarrollo de algo latente. c. Si nos referimos a los seres vivos. la evolucién es una descendencia con modificaciones 0 cambios morfoldgicos, a partir de remotas poblaciones ancestrales. Los troncos primitivos se denominan “phyla”. Los organismos actuales descienden de esas “formas”: a través de innumerables generaciones se han ido modificando en el transcurso de los tiempos geolégicos. Las formas superiores provienen de las formas inferiores, lo mas perfecto viene de lo menos perfecto. Hoy por hoy, si nos referimos al hecho mismo de la evolucién yu no podemos hablar de hipotesis, ni de teorfa, sino mas bien de un proceso que esta fuera de toda duda, de una ley biolégica general a la que estén sujetos todos los seres vivos. Se podré discutir sobre el mecanismo de la evolucién, sobre los factores que han determinado el trdnsito de una especie a otra, pero no sobre el hecho, como tal. d, Pero hay més: de la evolucién bioldgica se ha pasado a la evolucién césmica. La evolucién es un hecho generalizado que no afecta tinicamente a los seres vivos, sino a toda la realidad creada. Como Jos seres vivos, también las estrellas nacen, viven y mueren..., aunque su perfodc “vital” se cuenta en millones de afios. En un principio —nos dice la ciencia actual— no existia més que un paquete de energfa y un conjunto de particulas simples y sin estructura. Después, por etapas sucesivas, debido al enfriamientc esas particulas se combinaron y se asociaron, elaborando arquitecturas cada vez mas complejas: evolucién nuclear, evolucién quimica, evolucién biolégica, evolucién antropoldgica..., son los grandes periodos del proceso césmico que ha dado a luz la conciencia. En el trasfondo de la evolucién se mueven algunos personajes que tienen nombre: espacio, tiempo, masa, fuerza, energfa, leyes, azar, etc. Descubrimos un parentesco profundo con todo lo que existe en el universo: el hombre desciende del primate, el primate —por muchas etapas intermedias— desciende de la célula, la célula desciende de la 300 molécula, la molécula del étomo, el dtomo del quark... Y s6lo hemos mencionado los miembros més influyentes de nuestra familia césmica. e. En este paso de lo simple a lo compuesto y diverso podemos sefialar tres etapas: La cosmogénesis, 0 evolucién del universo inorgdnico, desde el nticleo primitivo hasta el estado en que se encuentra hoy la materia inerte. — La biogénesis y la evolucion de las especies, que abarca la aparicién de la vida y la evolucién de los vivientes infrahumanos. — La antropogénesis: el gran salto de la vida puramente sensitiva a la vida autoconsciente y libre, que caracteriza al hombre. 2.- COSMOGENESIS Y BIOGENESIS Antes de referirnos a los orfgenes del hombre (Antropogénesis), diremos algo sobre los orfgenes del universo (Cosmogénesis) y los orfgenes de la vida (Biogénesis). 2.1. Cosmogénesis La ciencia nos sigue presentando hoy la teorfa de la “Expansién del Universo”, elaborada hace mas de 50 afios por Eddington y Lemaitre. Segtin esta teorfa, hace unos 20.000 millones de afios toda la materia del universo estaba condensada en una esfera infinitamente densa de luz (porque donde la densidad y la temperatura son muy grandes, sdlo subsiste la radiacién). La explosién de aquel paquete primitivo de energia puso en marcha la expansi6n universal y con ella comenz6, en la “Hora Cero”, el espacio- tiempo. La materia, antes disociada, dio origen a todos los elementos conocidos y se fueron formando las galaxias que,.segtin el “modelo corriente”, hoy siguen alejandose unas de otras como una multitud que se desconcentra. Nuestro sistema solar se formé hace unos 5.000 millones de ajios, al borde de una de tantas galaxias. Parece un resultado de la autoatraccién del polvo césmico por accién de la gravedad. En el disco plano de gases, polvo y cascotes que giraba alrededor del sol, se fueron condensando los planetas que no tenfan suficiente masa para encender el fuego atémico. Nuestra tierra, una de esas estrellas fracasadas, comenz6 a enfriarse hace unos 4.600 millones de afios, y se sigue enfriando unos 12 grados cada 70.000 afios. 2.2. Biogénesis En la tierra juvenil aparecieron los primeros vivientes hace unos 4.000 millones de afios, relativamente poco después de su enfriamiento. Parece que hubo una sola época favorable a la eclosién de la vida. Teorfas muy serias tratan de mostrarnos cémo sucedieron las cosas en la tierra joven’. Después que se enfrié la tierra hubo unos 600 millones de aiios de evolucién quimica (era “azoica”, sin vida), que fue preparando el medio 1 Léase, p.ej., OPARIN A.I., “Teoria evolutiva del origen de la vida’, Barcelona, 1979; ORGEL L.E., “Los origenes de la vida", Madrid, 1979. 301 orgdnico, un “caldo primitivo” de elevada concentracién... En él pudieron existir unas bacterias extrafias, capaces de asimilar diéxido de carbono @ de vivir en aguas sulfurosas, como se las encuentra atin hoy. Los primeros organismos fésiles tienen unos 3.800 millones de afios y son del tipo “levaduras”. Después aparecieron las bacterias corrientes. las algas azules y muy tardfamente, las algas verdes (hace unos 1.500 millones de afios): éstas, gracias a la clorofila, liberaron el oxfgeno. Los pluricelulares, que existen desde hace unos 700 millones de afios. evolucionando por sucesivas mutaciones, adaptaciones, etc., llevaron l= vida a mas de dos millones de especies existentes hoy. Tenemos que licgar a los tiltimos 600 millones de afios para ver Ia tierra invadida por una extraordinaria cantidad de vivientes que, a través de una lenta evolucién de forma arborescente, formaron todas las especies animales y vegetales que conocemos. Podemos notar una marcha hacia tipos siempre nuevos y de naturaleza superior: fenémeno designado como “ascensién biolégica”. El fruto mas elevado de esta ascensién es el hombre, tiltimo eslabéa de una Ifnea evolutiva entre otras muchas, que aparecié hace unos dos © tres millones de afios, como veremos. 3. ANTROPOGENESIS 3.1. Introduccién Deciamos, al comenzar este capitulo, que la evolucién bioldégica es actualmente admitida por la mayorfa de los hombres de ciencia. Piensan ellos que es el solo medio légico de comprender el conjunto del mundo animado y el desarrollo de la vida sobre la tierra. “Para negar la evolucién —opina Jean Rostand— harfa falta admitir que un creador astuto hubiera trucado habilmente su creacién, para imponer la idea transformista a la raz6n humana”, es decir, habrfa que pensar que Dios hizo las cosas de tal modo que la mayoria de los sabios se despistara. Se podra discutir, sf, sobre el mecanismo de la evolucidn: hay 28 teorfas distintas para explicar el trénsito de una especie a otra; se podré discutir también sobre la amplitud del proceso evolutivo: nadie duda de que se han dado cambios morfolégicos notables por lo menos dentro del mismo tipo (vertebrados, artrépodos, moluscos, etc.). Las semejanzas impresionantes que se dan a nivel molecular son un argumento serio en favor de un origen comuin, de donde parti6 todo el proceso evolutivo. (Cf.3.5). El hombre y los antropoides (monos), por lo que se refiere al cuerpo (jno olvidemos que las diferencias sfquicas son esenciales!), no sdlo estan dentro del mismo tipo (de los vertebrados), sino dentro de la misma clase (mamiferos) y del mismo orden (primates). Es Idgico, entonces, que si hoy no se duda de que hubo evolucién dentro del tipo de los vertebrados, los hombres de ciencia se planteen el problema del origen del hombre por evoluci6n, justamente en el orden de los primates. 1 ROSTAND J., “Les grandes courantes de la Biologie”, Paris, 1951, p. 27. 302 a. La ley de “complejidad-conciencia”. A Teilhard de Chardin le debemos el haber formulado con claridad la ley de “complejidad-conciencia”, es decir que a mayor complejidad o complejificacién atémica, corresponde mds alto nivel de conciencia. Es lo que de hecho se observa. Aplicando esta ley Teilhard nos hace notar que siendo el cerebro la materia mds altamente organizada (mas complejificada), nos sirve de criterio para medir la perfeccién siquica de un viviente. El sefiala entre los mamfferos un eje privilegiado de complejidad-conciencia, el de los primates y, més precisamente, la familia de los antropoides, “un phylum de pura y directa cefalizacién”! “Phylum” = tronco, estirpe...). Por fin —concluye Teilhard— donde la cefalizacién alcanza el grado supremo, surge la maxima interiorizacién, la conciencia reflexiva del hombre, el cual “no solamente sabe, sino que sabe que sabe”. Y llegamos asf ala cumbre del esfuerzo evolutivo (Para Teilhard, del superantropoide al infrahombre hay una diferencia no solamente “de grado”, sino también “especifica”). b. Criterios para sefialar el paso del primate pre-humano al primate humano. Para rastrear los indicios de evolucién antropolégica nada mejor que interrogar a los fésiles (= los restos humanos més antiguos), porque una serie de hallazgos realizados ya, tienden a disminuir la distancia fisiomorfolégica entre hombres y antropoides. Los fésiles son raros, aun en las sedimentaciones que escaparon a los fenémenos metamé6rficos. Los primeros primates aparecieron al comienzo de la Era Terciaria (hace unos 70 millones de afios). Pero “el més antiguo de los monos del cual tenemos datos fésiles —al que se ha llamado Parapithecus— pertenece al Oligoceno, perfodo que data de unos 40 millones de afios”. Desde entonces podemos ir sefialando diversas olas de aproximacién al hombre actual, que indicaremos luego. Pero la paleontologfa no puede fijar el “momento” en que aparece el hombre sobre la tierra. Porque “hominizacién” es surgimiento del espfritu, y el espfritu no se puede desenterrar con la pala. El criterio decisivo no est4 en los fésiles, sino en los restos de cultura que los acompajian, cuando son “signos suficientes” de pensamiento reflexivo (esto lo discutiremos). Cuadro probable de la “filogénesis de los hominidos” Se entiende por filogénesis las relaciones evolutivas entre varios grupos de animales o plantas. Aqui nos cefiiremos a los grupos de animales o plantas mas cercanos al hombre. Gracias a las observaciones paleontolégicas realizadas hasta hoy, podemos trazar un “cuadro probable” de nuestros antepasados inmediatos, cuadro siempre provisorio (las excavaciones estan en pleno auge; por eso es todavia dificil proponer una secuencia evolutiva coherente). 1 TEILHARD DE CHARDIN, ‘El Fenémeno Humano”, Madrid, 1963, p. 194. 2 TEILHARD DE CHARDIN, ‘La Vision del Pasado”, Madrid, 1964, p. 345. 3 LE GROS CLARK, “History of the Primates", Phoenix Book, Chicago, 1964, p. 89. 303 Actualmente —dadas las diferencias enormes que separan al hombre de los simios actuales— se piensa que éstos no son nuestros antepasados, sino que de un tronco comin, hundido allé en la Era Terciaria, es decir, de una forma poco diferenciada (poco “especializada”), de Primates antropomorfos se desprendieron dos ramas principales, que fueron desarrollandose y diferenciandose independientemente: — la de los Péngidos, antepasados de los grandes monos actuales; — y la de los Hominidos, familia que desembocé en el hombre actual’. La linea de los PONGIDOS, divergente, paralela al hombre, se especializ6 progresivamente (=se adapté a campos particulares y a Oficios particulares). Los péngidos (chimpancé, gorila, orangutan), se especializaron como animales arboricolas que viven en las selvas. El hombre, tan poco “especializado”, capaz de adaptarse a todas las latitudes, no puede descender de los péngidos. {Por qué? Porque la evolucién, segtin los hechos, es una marcha hacia una especializacién siempre mayor. Y es imposible que un ser tan poco especializado como el hombre, descienda de un ser tan especializado como el mono. El hombre se ha estabilizado en su falta de especializacién. Por eso se piensa para el hombre en un linaje paralelo: la linea de los HOMINIDOS, caracterizada por la ausencia de cola y el bipedalismo. En esta Ifnea se ha encontrado una cadena de fésiles tan continua entre las formas animales y las humanas que, si se tratara de dos especies zool6gicas, nadie dudarfa de que tienen un origen comtin., Veamos algunas “olas” de aproximacién al hombre actual. a. Se pensaba hasta hace poco que el RAMAPITECO, de unos 15 millones de aiios, se ubica en los albores de la familia de los Hominidos. Pero los bidlogos moleculares tienden a considerarlo como antepasado del orangutan y no del hombre. b. En cambio, los AUSTRALOPITECOS, que aparecieron hace unos 46 5 millones de afios, estén claramente en la linea de los Hominidos yj son los hipotéticos antecesores del hombre. Los primeros fueron hallados en Sudéfrica (1924), pero los més antiguos habitaron el Noreste de Africa (Etiopfa, Kenia, Tanzania). Su capacidad craneana no supera los 550 cm. ciibicos. El fosil mds antiguo y completo es el de una hembra (Lucy) hallada en el Afar etidpico; tiene 3.700.000 afios. Se hallaron también otros ejemplares de este Australopiteco Afarensis, Segtin Johanson serfa el antepasado de los otros dos: el Australopiteco Africano, de constitucién mas gracil, y el Australopiteco Robusto (éste presenta dos formas). Ambos son mas recientes y desaparecieron hace un millén de afios. Todas estas formas carecen de tecnologfa. 1 Para un primer contacto con la Antropogénesis aconsejamos los siguientes autores, citados en la BIBLIOGRAFIA: ARTIGAS M., ALCAZAR J. y BAYO N., EDEY M., LEWIN R. y PILBEAM D. en su articulo de “Investigacién y Ciencia”, mayo de 1984. 304 O-DPZyVMArcg O-zPr—-OwmMA ones jeandertal 100.000 a. \Z% Hombre Anteneandertal .000 a. Homo Erectus 1.5 mill. So Ramaplteco (?) PRIMATES paleo antropomorfos FILOGENESIS DE LOS HOMINIDOS Extinguidos hace un milléndeafos 4 pit}, Austr. Robusto 1.5 mill. 2 mill. Australopiteco Alticanc™ 2.5 mill. 3 mill. Australopiteco Afarensis (2) 3.7 mill. HOMINIDOS am 10 mill. 15 mill. TRONCO COMUN 20 mill. c. El HOMO HABILIS, cuyo primer ejemplar fue descubierto ex Tanzania (Olduvai) por Luis Leakey (1961), capaz de tallar la piedra (=habil), tiene aproximadamente dos millones de afios y algo mas de 700 cm. ctibicos de capacidad craneal. Diez afios después el hijo de Luis Leakey (Richard) descubrié en Kenia (al Este del lago Turkana) un ejemplar mas evolucionado: el crénco 1470. El Homo Habilis, el primer hombre (?), es contempordneo de los Australopitecos més recientes éDesciende del Afarensis, del Africano... 0 tienen ambos un antepasado comin? Se discute. d. Tampoco se sabe si el Homo Habilis fue el antepasado del HOMO ERECTUS, de poco més de un millén y medio de afios, del cual hay restos en Java, China, Africa y Europa. Su capacidad craneal se acerca a los 1000 cm. ctibicos. Ya utiliza el fuego y elabora hachas de mano. Al Homo Erectus mas reciente se le denomina hoy ANTENEANDERTAL. e. El HOMBRE DE NEANDERTAL, que aparecié hace poco més de: 100.000 afios y se extinguié —segtin algunos— hace unos 35.000 afios, a pesar de que su capacidad craneal llega a superar la actual, de 1.400 cm. ctibicos, parece una raza menos evolucionada que los tltimos Homo Erectus. Es dudoso antecesor del hombre actual. Ya entierra a sus muertos y tiene ritos funerarios. f. EL HOMO SAPIENS, posterior a Ia tiltima glaciacién, parece conectarse con el Homo Erectus, pero no se sabe cémo. Los fragmentos de posibles eslabones s6lo permiten realizar conjeturas més 0 menos verosimiles. Entre estos hombres modernos fésiles (desaparecidos), el mas conocido es el Hombre de Cromagnon. Después de él sdlo resta hablar de las razas actuales. Conclusién Observando este panorama, parece que las transformaciones se dieron en 4 aspectos somiaticos: 1° El crecimiento de la talla. de 1,20 (Australopiteco)... en adelante. 2° La denticién. Los premolares y molares son mds reducidos en el hombre. Su mandibula es mas redondeada (en forma de herradura). 3° El desarrollo del cerebro. Los Australopitecos no pasan de 600 c.c. Los hombres van de 800 c.c, en adelante. Se reduce Ia cara; se eleva la frente ({zona pre-frontal!). 4°La estacién es ms erecta en el hombre. Se nota por la forma de la cadera, por el agujero occipital debajo del craneo (no detrés) y por los huesos de los miembros inferiores. Hoy “estamos seguros de que se presentaron primero los cambios en la pelvis para su adaptacién al bipedismo y de que posteriormente se incrementé el tamajio del cerebro”!, 1 BUETTNER-JANUSCH J., ‘Antropologia Fisica’, México, 1979, p. 31. 306 3.3. El paso a la reflexion 4Dénde y cudndo se produjo el paso a la reflexién? {Con qué elementos contamos para discriminar si estos 0 aquellos fésiles habian ya superado el limite humano? La ciencia nos proporciona datos que nos permiten reconocer la originalidad del hombre dentro del cuadro evolutivo, porque con él la evolucién da un salto de lo “biolégico” a lo cultural. Para muchos antropdlogos la sola presencia de piedras retocadas a manera de instrumento, es criterio seguro de la presencia del hombre. Ellos piensan que para construir utensilios es preciso conocer “el fin como fin y el medio como medio”, lo cual supone la abstraci6n, el intelecto’. Observaciones recientes, sin embargo, muestran que antropoides (chimpancé), usan bastones, cajas...; desprenden la rama de un arbusto parar servirse de ella como bast6n, amontonan cajas para formar una torre y alcanzar bananas, etc. Incluso, tras largo aprendizaje, emplean un “lenguaje-signo” para expresar sus deseos (el lenguaje de los sordomudos, por ejemplo). Eso sf, no revelan la comprensi6n del simbolo, ni abstraccién propiamente dicha. No captan un “principio abstracto” que un nifio de tres afios logra captar (Recordemos el “test de cajas” de Révész). Seguin esto, parece que no hace falta conocer en abstracto el fin y el medio, para adaptar el medio al fin. Los animales, aun inferiores, adaptan el medio al fin para alcanzar el alimento, la presa, el refugio.Basta conocer“en concreto” el fin y el medio, basta la percepcién y la inteligencia practica (= conducta inteligente). El animal asocia, pero no entiende. El instinto, que adapta el medio al fin, hereda formas fijas de obrar, produce siempre la misma cosa. La inteligencia, en cambio, es creadora: hace frente a situaciones nuevas e inventa cosas nuevas, progresa. CONCLUYENDO. Los antropoides actuales no producen utensilios, no construyen chozas rudimentarias, no encienden fuego... Pero ,habra que decir lo mismo de los extinguidos, mucho mds evolucionados? Sabemos con certeza “lo que no pueden hacer”: acciones que impliquen abstraccién propiamente dicha., conceptos morales y religiosos, arte, reflexién...; pero hasta dénde pudo llegar el solo instinto? “El instrumento ha prolongado el cuerpo antes de prolongar el espfritu”, opina Piveteau?. Vittorio Marcozzi —jesuita, antropdlogo italiano— piensa que tanto el “Homo Habilis” como el “Homo Erectus” no Ilegaron a ser hombres en el sentido filos6fico de la palabra. Son prehumanos. Los utensilios, las chozas y el mismo fuego, pudieron ser obra del instinto (instintos muy complejificados). Lo confirmarfa el hecho de que no revelan progreso en 200.000 aiios?. El Hombre de Neandertal sf, ya tiene ritos mdgicos y religiosidad: se conocen 20 inhumaciones. Las anteriores eran formas evolucionadas, mas que los antropoides actuales, dotadas de inteligencia practica (esa que sabe resolver problemas concretos que 1 RUFFIE J., “El Homo Habilis es verdadero hombre” ("De la biologie a la culture”, Paris, 1976, p. 240). 2 PIVETEAU J., “Origine et Destinge de ' homme’, Paris, 1983, p. 48. 3 MARCOZZIV., en Gregorianum, n° 60, 1979, pp. 696-701. los sentidos plantean), hasta el punto de fabricar instrumentos y encender fuego. Decir con Leroi-Gourhan y el P. De Broglie que la ausencia de arte figurativo indica que el Neandertal no era hombre... es exigir demasiado al hombre primitivo. Los ritos funerarios son mas que suficientes. De todos modos Ia emergencia del pensamiento reflexive no pudo ser instantdnea. Actualmente al nacer los nifios nadie duda de su naturaleza reflexiva, pero las manifestaciones de la inteligencia se dan a un ritmo lento y casi imperceptible. a. Es muy probable que en Ia historia de los Homfnidos haya existido un perfodo de indecisién, en el que uno podia encontrar momentos y realidades propias de un nivel humano, junto a otros de nivel inferior. b. Después Ilegaria la fase del pensamiento técnico, del sometimiento de la materia, que no exigirfa, tal vez, ningtin lenguaje, que no implicarfa ningtin nivel social, reducido a una empresa puramente individual. c. Finalmente, el poder reflexivo se afirmaria y se pasarfa al pensamiento conceptual. Fase de indecisién —Fase de pensamiento técnico— Fase de pensamiento conceptual. En fin, tenemos que hacernos a la idea de una infancia milenaria de la humanidad, con individuos que se van deshaciendo lentamente del animal que Ilevan dentro; con seres humanos que apenas esbozan gritos, que apenas tratan de convivir, que apenas tienen amagos de decisiGn, que son incapaces de responsabilidad, que hallan su seguridad en la Naturaleza madre, a quien aman y a quien temen como a una diosa... Tenemos que pensar en innumerables generaciones de “pueblos nifios” que llegaron muy lentamente a la adultez siquica. Afiadamos —desde el punto de vista sicolégico— que no se despierta jamas la “conciencia de sf” sin una relaci6n con el “otro”. La relacién interpersonal es esencial al acabamiento de la hominizaci6n. ,Cémo imaginar este paso? Varias parejas de individuos —que ya estaban orgénicamente hominizados (que ya habian cambiado biolégicamente)— debieron tomar “en comin” conciencia de si mismos como seres distintos del mundo animal del que descendian, y separarse del grupo antropoide para formar una comunidad aparte (ya no fecunda con el grupo antropoide: 46 cromosomas no pueden “casarse” con 48). Al principio quizas Ilevarfan una existencia anénima en el seno de los grupos antropoides... Hoy los hombres de ciencia se inclinan a admitir muchas parejas humanas de mutantes que tenfan cierta probabilidad de encuentros fecundos entre si, pero eran incapaces de relaciones fecundas con la poblacién de origen. También por los inconvenientes genéticos que hubiera ocasionado la unin de consanguineos préximos, descendientes de una sola pareja. 308 NOTA.- La evolucién, gcontiniia? Alguno estudiosos sostienen que el proceso evolutivo sustancialmente ha cesado. Por ejemplo, Vandel y J. Rostand!. “Los planos de organizacién ya no cambiaron —observa Grassé— no aparecen novedades. La evolucién, después del inmenso esfuerzo que le costé la aparicién de los mamfferos, parece que se hubiera adormecido”?. No todos piensan lo mismo: “La naturaleza biolégica de la humanidad no sélo ha evolucionado, sino que contintia evolucionando todavia... Existe asimismo la posibilidad de que la humanidad dirija su propia evolucién, de que dentro del proceso de cambio de Ja naturaleza humana se introduzcan proyectos y objetivos humanos. Los descubrimientos de las ciencias biomédicas, y en particular de la genética y la biologia molecular, han facilitado la comprensién de las vias y medios para manipular de un modo rapido y eficiente la constitucién de la humanidad”3 Demés esta decir que la “eugenesia”, que busca mejorar la naturaleza genética de la humanidad, tiene implicaciones éticas y sociopolfticas enormes, que no podemos analizar aquf. 3.4. El origen de las razas actuales a. Acerca del origen de las razas actuales, muchos piensan que el hombre consum6 su evolucién en un solo centro, ubicado en el Noreste de Africa (“cuna de la humanidad”). Allf se cruzaron varios grupos de hombres primitivos y luego emigraron y se asentaron en distintas regiones. Es la teorfa monocentrista, cuyos representantes principales son Vallois, en Francia, Howells, en EE.UU., Iakimov, en Rusia, etc. Otros hablan de varios centros de “hominizacién” (teoria policentrista, cuyo fundador es Weindenreich, de EE.UU). b. ¢Cémo se originaron las razas? Las razas representan poblaciones de mutantes que han divergido genéticamente unas de otras, debido a la separacién geografica, pero que son interfecundas, no inauguran una nueva especie. Hoy, la facilidad de los transportes y la movilidad hacen que las razas se entremezclen y fundan entre si, reduciendo cada vez mas la diferenciacién previamente adquirida. c. Se distinguen diversos troncos raciales: caucasoide, mongoloide, negroide, australoide. Este tiltimo se ubica en Australia y Oceanfa, adonde Ilegaron hace unos 30.000 afios. Las razas de América abarcan los esquimales que, desde el estrecho de Behring, fueron a América del Norte hace 7.000 aiios, y los amerindios que estén aqui desde hace mas de 30.000 afios. Todos coinciden en la presencia del elemento mongol como el mas numeroso de América. También hay rasgos australoides en los indfgenas del Sur. No eran buenos nayegantes; Montandon piensa que los malayo-polisesios, que eran buenos navegantes, los trajeron como esclavos. La isla de Pascua seria 7 VANDEL, ‘L'homme et 'évolution’, Paris, p. 84. ROSTAND J., ‘L'uomo artificiale”, Milano, 1971, p. 33. GRASSE P., “L’évolution du vivant", Paris, 1973, p. 125. AYALA F.J., ‘La naturaleza inacabada", Barcelona, 1987, pp. 233-234. wn 309 testigo de esa inmigracién y esclavitud. De ahf, por islas intermedias pasaron a Chile. Hay rasgos malasio-polinesios en Colombia, Peri, Ecuador y Brasil. 3.5. gMonofiletismo o polifiletismo? {Hay que admitir un solo “phylum”, un solo tronco primitivo, en el origen de los vivientes... 0 varios? Que en este universo, que parece un inmenso desierto, haya aparecido y se haya conservado la vida, es un hecho tan “improbable” que los cientificos se inclinan a pensar que toda la vida terrestre es monofilétiea, es decir, tiene un tnico origen comin. A nivel celular las semejanzas entre los vivientes son impresionantes citoplasma, nucleo, ADN...; respiracién, asimilacién, autoduplicaci6n..: todos procesos que cuestan a la célula la misma moneda, la energia. Para obtenerla los pardsitos de la malaria usan azticar, lo mismo que los misculos de los mamfferos. En las protefnas siempre intervienen los mismos 20 aminoécidos. entre muchos posibles. Los enzimas 0 biocatalizadores son protefnas indispensables para que se den las reacciones qu{micas. Entre ellos, ef citocromo C, que transporta el oxfgeno al interior de la célula, tiene diferencias minimas en todos los vivientes. Consta de 104 aminodcidos (20 distintos). La cantidad de combinaciones posibles de los aminodcidos es de 2 seguido de 104 ceros. La combinacién del citocromo C es tinica (). Y sin embargo se repite en todos los seres vivos, desde el hombre hasta la levadura de panaderfa. La clorofila de las plantas también resulta quimicamente “prima” de Ja hemoglobina de la sangre: en el centro de la f6rmula de la primera hay magnesio; en el de la segunda, hierro; pero en lo demas coinciden. {Cémo explicar tantas coincidencias sin un parentesco entre todos los seres vivos? ,Y cémo explicar este parentesco si no descienden de una unica célula primitiva? II.- VALORACION FILOSOFICA DEL EVOLUCIONISMO 1, INTRODUCCION A nadie se le oculta que hubo en el pasado y alin persisten en el presente muchos conflictos y malentendidos entre Filosofia y Ciencias de la Naturaleza, justamente a propésito de este problema de la evolucién. La interpretacién atea y la materialista atin afloran en Ja pluma de filésofos y cientificos. Casi todos los hombres de ciencia que han Ilegado acierto grado de celebridad se creen autorizados a emitir su opinién sobre estas cuestiones tltimas. Pero a menudo lo hacen con espiritu cientificista, invadiendo el campo filoséfico con el método de las Ciencias Naturales, y esta extrapolacién facilmente los induce a error. Como las ciencias particulares son metodolégicamente inmanentes, es decir, no recurren a causas extramundanas, facilmente los cientfficos, al invadir el campo filosdfico, se deslizan hacia un inmanentismo metafisico. 1.1, El evolucionismo cientifico sostiene el hecho de la evoluci6n, trata de investigar sus modalidades, leyes y factores; pero no se pronuncia sobre la finalidad, ni sobre la “causa tltima” del hecho. Se lo prohibe el método 310 cientifico que por naturaleza es agnéstico: prescinde de las explicaciones ultimas. Y los cientificos, como tales, estén en su derecho; uno puede dar una completa descripcién de un reloj en funcidn de la materia y de la energfa, sin apelar a la idea que el relojero tuvo al disefiarlo. El cientifico prescinde..., pero no tiene derecho de negar esa idea, ese plan, esa finalidad incorporada a la estructura del reloj. Paralelamente, no puede negar la finalidad de un organismo, que se traduce en el sistema completo de las leyes que lo rigen. La causa y el fin que estén en juego, no son conceptos que contradigan la ciencia: son complementarios. Cuando uno recibe una carta, su espiritu trasciende la quimica de las letras, para entrar en contacto con un pensamiento semejante al suyo. ,No podrd hacer lo mismo ante los organismos vivos, cuya estructura sensible vela y revela un pensamiento? Esta tarea de interpretacién corresponde a la Filosofia. Y filosofando puede uno dar una interpretacién atea o tefsta. Decimos “filosofando” porque el evolucionismo “cientifico” de por sf no es ateo, ni tefsta, ni catdlico, ni marxista. Es un hecho que esta ahi para ser interpretado. La filosoffa, que pretende una racionalizacién total de la experiencia humana, se pregunta qué influjos, gué causalidad hay que introducir para explicar la evolucién y, sobre todo, la aparicién del hombre..., profundamente arraigado en el mundo animal que Jo habia preparado, pero dotado de una interioridad (inteligencia y libertad) que supera enormemente las capacidades de la materia (sometida al espacio-tiempo). Este es el punto de vista filoséfico, distinto: —del punto de vista bioldgico, que investiga cuando y dénde aparecié el hombre (tal como lo expusimos); —del punto de vista sicoldgico que pregunta qué signos nos permiten decir que un fésil es humano: instrumentos, inhumaciones, arte figurativo, etc.; — y del punto de vista teoldgico que estudia si se puede compaginar el evolucionismo con la cosmovisi6n cristiana. 1.2. Desde el punto de vista filoséfico podemos sefialar dos interpretaciones fundamentales del hecho evolutivo. a. El evolucionismo radical, materialista y ateo, que todo lo reduce a la materia y al juego fortuito de las energias fisico-quimicas. Transforma en “causas tiltimas” las posibles “causas préximas” que sefiala el evolucionismo cientifico: mutaciones, seleccién natural, adaptacién al ambiente... Es una actitud cientista. El materialista y ateo es un evolucionismo total que, aplicado al hombre, abarca el sujeto humano en todas sus dimensiones (ya que todo lo que existe no es mds que materia o resultado de la misma), y niega que Dios (que no existe) fundamente de algtin modo el proceso evolutivo. A él pertenecen muchos darwinistas de la escuela de Haeckel y neodarwinistas mds recientes (como Heberer G., Montalenti, J. Monod, etc). Como piensa que la materia es autosuficiente y eterna, excluye absolutamente cualquier influjo trascendente de Dios, y no da la razén suficiente del finalismo que brilla en los vivientes y en el mismo proceso 311

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