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Los Andes y España en La Dramaturgia Hispanoandina Virreinal
Los Andes y España en La Dramaturgia Hispanoandina Virreinal
(Revised 12/07)
PURDUE UNIVERSITY
GRADUATE SCHOOL
Thesis/Dissertation Acceptance
By Rosa-Maria Boisset-Brindle
Paul Dixon
Marcia Stephenson
To the best of my knowledge and as understood by the student in the Research Integrity and
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PURDUE UNIVERSITY
GRADUATE SCHOOL
Title of Thesis/Dissertation:
Los Andes y España en la dramaturgia hispanoandina virreinal
Doctor of Philosophy
For the degree of ________________________________________________________________
I certify that in the preparation of this thesis, I have observed the provisions of Purdue University
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Rosa-Maria Boisset-Brindle
________________________________
Signature of Candidate
08/14/2008
________________________________
Date
*Located at http://www.purdue.edu/policies/pages/teach_res_outreach/c_22.html
LOS ANDES Y ESPAÑA EN
LA DRAMATURGIA
HISPANOANDINA VIRREINAL
A Dissertation
of
Purdue University
by
Rosa-Maria Boisset-Brindle
of
Doctor of Philosophy
December 2008
Purdue University
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UMI 3418687
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789 East Eisenhower Parkway
P.O. Box 1346
Ann Arbor, MI 48106-1346
ii
To my husband Brad.
iii
AGRADECIMIENTOS
Deseo agradecer a mis directores de tesis, Dr. Charles Ganelin y Dr. Howard
Mancing, por su infinita paciencia y apoyo durante el proceso de escribir esta tesis
INDICE
Page
ABSTRACT....................................................................................................................... vi
INTRODUCCIÓN ...............................................................................................................1
Notas .......................................................................................................................9
MUNDO ...............................................................................................................12
Notas .....................................................................................................................40
Notas .....................................................................................................................75
VIRREINAL .........................................................................................................81
Notas ...................................................................................................................113
HISPANOANDINO VIRREINAL......................................................................120
Dramaturgos hispanoandinos...............................................................................121
v
Page
Notas ....................................................................................................................207
CONCLUSIÓN................................................................................................................218
OBRAS CITADAS..........................................................................................................226
VITA ................................................................................................................................236
vi
ABSTRACT
The purpose of the present study was to recover the voice, if not of the indigenous
colonized people of the Andean region in South America, then at least of the mestizos
who lived and produced theater in the Viceroyalty of Peru during the 17th and 18th
centuries. The voice of the colonized was silenced not only by the imposition of a foreign
administration and culture, but also by the Eurocentric perspective used to narrate the
events pertaining to the conquest and colonization of the New World. The post-colonial
Medrano and other anonymous playwrights, provided a better understanding of the way
the indigenous society perceived the Spanish colonization. The analysis of El hijo
pródigo, Rapto de Proserpina, El pobre más rico and Usca Paucar, within the
and Western elements at the core of each drama, its characters, and the message they
colonial discourse, and the tense struggle between the native and foreign (Spanish) forms
of expression, all symptoms of the New World Baroque. This outcome speaks in favor of
INTRODUCCIÓN
A fines de 1492 tanto Europa como el llamado Nuevo Mundo fueron testigos de
colisión de estos dos mundos quedaron registradas en textos escritos (diarios de Colón,
crónicas, cartas). Sin embargo, como los pueblos indígenas del continente que más tarde
incaico en el sur, y todos los demás eventos relacionados con el hallazgo del “nuevo”
continente, fueron narrados por cronistas españoles o mestizos, pero casi siempre desde
una perspectiva eurocentrista. Es decir que existe abundante información sobre lo que el
encuentro significó para Europa y sus colonos en tierra americana, pero poco o nada se
conoce sobre la reacción de los pueblos indígenas conquistados. Nunca se sabrá, por
ejemplo, lo que pensaron aquellos nativos que fueron capturados y llevados a España
junto con plantas y papagayos, a fin de presentar ante los reyes católicos pruebas
escritura, los cuerpos desnudos y las rudimentarias armas que exhibían los habitantes del
caribe llevarían a los españoles a establecer un rol de superioridad con relación a estas
gentes pues, según los tratados filosóficos de la época (Aristóteles), a estos seres les
correspondía la clasificación de salvajes.2 Así, los indígenas del Nuevo Mundo se vieron
acallados, silenciados por la sociedad española que se veía a sí misma como superior.
Aún aquellos hombres hispánicos que durante el siglo XVI se dieron a la tarea de
proteger al nativo y abogar por una vida más justa para éste, como Bartolomé de Las
colonial español en los territorios americanos. Una pequeña muestra de este hecho lo
que estuvo monopolizada por producciones criollas (escritas por españoles radicados en
seleccionadas para el presente estudio llegan hasta nuestros días en forma de texto, y
fueron escritas en quechua durante la época colonial. Se trata de cuatro dramas que, junto
denomina Carlos García-Bedoya (199).5 Este autor agrupa las piezas teatrales andinas
estos dramas fueron escritos en quechua, idioma general del imperio incaico, y que en
época colonial. No obstante, estas obras cuestionan la moral del colonizador español, y
buscan reivindicar no sólo a la élite andina, sino al pueblo indígena en general. Esta
observación me lleva a pensar que una categoría más apropiada para los textos teatrales
palabra “andino” es más amplia y abarca no sólo a la cultura inca o quechua, sino a todas
las demás culturas prehispánicas que formaron parte del Tawantinsuyo o imperio incaico,
y cuyo sentir se recoge de cierto modo en esta dramaturgia.7 Prefiero evitar el uso del
adjetivo “colonial,” pues parece expresar cierta adhesión al sistema que estas piezas
Estas piezas han sido poco estudiadas y menos difundidas—a pesar de haber sido
estas obras en quechua no han logrado el mismo nivel de atención a pesar de (o tal vez
Calderón de la Barca. Uno de los propósitos del presente estudio es llenar ese vacío.
4
Virreinato del Perú.9 Esta estrategia permitirá apreciar no sólo los signos o elementos
heredados del teatro peninsular, cuya presencia es innegable en las cuatro comedias
recomposición de dichos códigos, así como su fusión con los símbolos culturales
torno a los aspectos formales y temáticos de las piezas, pero deja de lado el estudio
estilístico que debe llevarse a cabo, necesariamente, en el idioma original. A pesar de esta
permite “escuchar” el mensaje de revaloración en favor del pueblo colonizado, así como
El interés por las obras teatrales en quechua se despertó tal vez gracias a los
Lima, quien en 1951 publicó una edición bilingüe de Usca Paucar, y posteriormente, en
1983, una antología del teatro quechua colonial. Cid Pérez y Martí de Cid incluyeron El
hijo pródigo, El pobre más rico y Usca Paucar en su obra titulada Teatro indoamericano
colonial (1970), en la que estudian estas piezas junto con otras pertenecientes al teatro en
lengua náhuatl y mayancé a fin de observar las raíces del nuevo mestizaje social y
5
Barbara H. Jaye (1995) y César Itier (1999) sobre Rapto de Proserpina y sueño de
Endimión. En el año 2000, todas estas obras pertenecientes al corpus teatral quechua
colonial se incluyeron en la amplia Antología general del teatro peruano editada por
intelectuales como el argentino Ángel Guido (1944) o la boliviana Teresa Gisbert (1980)
han destacado la originalidad de las manifestaciones artísticas del barroco del Nuevo
Mundo, así como su inherente capacidad de resistir el poder hegemónico colonial. Para
proceso estético rebelde contra el arte de la metrópoli” (citado por Parkinson Zamora 33).
mestizo” que hace posible el surgimiento de “un arte americano que mantiene su
relación a la pintura mestiza colonial, la autora observa que “la inserción del elemento
6
indígena, que arrastra tras sí sus mitos religiosos, determina la modificación, aunque en
(13). Gisbert advierte que aquellas pinturas impregnadas de signos andinos conforman
“un arte comprometido con ciertos ideales” (13). El estudio de las expresiones plásticas y
expresa más fácilmente por las artes que por las letras” (14). Esta afirmación es cierta en
ámbito colonial, mientras que la palabra o voz del indígena que dependía de una
representación escénica para ser oída, habría sido silenciada por el poder virreinal. La
encuentro, y continúa activo hasta nuestros días, ha llamado la atención de autores como
son asuntos centrales para el estudio del barroco del Nuevo Mundo (y la ficción
latinoamericana) que la autora lleva a cabo en The Inordinate Eye. Parkinson Zamora
the same expressive forms or [...] the accommodation of multiple (and often conflicting)
cultural meanings in a shared expressive context” (xv). Esta noción del arte sincrético se
Esta fluctuación del centro o eje del discurso teatral hispanoandino, junto con
y la naturaleza del estilo barroco, que va cambiando bajo el influjo del mestizaje o
sincretismo cultural en los territorios americanos hasta admitir el surgimiento del barroco
Los siguientes dos capítulos enfrentarán el asunto del contexto colonial como
cómo éste produjo una crisis colonial que hasta cierto punto fue una intensificación,
indígena desequilibró el contexto virreinal peruano, la crisis colonial resultante fue uno
de los factores que promovió, en la región andina del Virreinato del Perú, el surgimiento
vías de acceso hacia el Nuevo Mundo que tuvo el género teatral peninsular, a fin de
explicar el rápido auge que éste disfrutó en los virreinatos americanos. Además del
vínculo político que se estableció entre España y sus colonias americanas cuando ambos
8
los pueblos andino e hispánico, así como la educación occidental que las órdenes
Una vez establecido el marco teórico y contextual en las tres primeras secciones,
pobre más rico y Usca Paucar. En cada drama se destacará el sincretismo o hibridismo
(formal, cultural y religioso) cargado de tensión que éstos exhiben, así como la
sentir del sector indígena en el Virreinato del Perú espero despertar un mayor interés en
Notas
1
Todorov comenta que el comportamiento de Cristóbal Colón correspondía al de un
explica los argumentos de Sepúlveda, Las Casas y José de Acosta al respecto (101-108).
3
Daniel Castro expone este punto repetidamente a lo largo de su trabajo sobre Bartolomé
americano, a los nativos se les privó del derecho a expresar las más básicas demandas y
opiniones sobre su situación y existencia; los indígenas conquistados “lost their dominion
parecer, los asuntos tratados en esta obra (la rebeldía y el perdón imperial) no encajan en
llevados a cabo sobre esta obra, y explora además diferentes crónicas a fin de encontrar
6
Llevé a cabo una búsqueda a fin de averiguar si el término “hispanoandino” había sido
usado anteriormente en el contexto teatral. Encontré que en Perú, por ejemplo, periodistas
donde conviven elementos nativos de los Andes con costumbres o estilos hispánicos, y un
Sapiens (octubre del 2001), contiene la pregunta “¿Es el teatro del Nuevo Mundo
de una reflexión imprecisa sobre la situación del teatro contemporáneo. Por lo tanto,
pareciera que nadie ha empleado hasta este momento el adjetivo “hispanoandino” para
suyo, que significa nación o estado. El imperio incaico estuvo dividido en cuatro suyos,
con Cusco como centro del imperio. El Collasuyo consistía en lo que hoy se conoce como
quechua. Cid Pérez y Martí de Cid, por ejemplo, se apoyan en un artículo de Humberto
autor afirmó que El pobre más rico había sido escrito y puesto en escena en Cusco entre
obras representadas por esas fechas en el Virreinato del Perú. Por otro lado, Carlos
García-Bedoya, junto con otros intelectuales que han llevado a cabo estudios lingüísticos
de los dramas hispanoandinos, ofrece una fecha de composición bastante más tardía para
esta comedia religiosa (209). Todas estas discrepancias hacen imposible determinar si la
fueron mestizos que recibieron una educación occidental. Sólo este hecho ya indica que
ocuparon una posición privilegiada con relación a la masa indígena a la que se mantuvo
difiere un tanto de la que vivió la población nativa que no tuvo esas ventajas. No
habrían sido compuestas durante la segunda mitad del siglo XVII y comienzos del siglo
XVIII, cuando el estilo barroco (del Nuevo Mundo) se imponía en los distintos
virreinatos en que quedó organizado el continente americano.1 Como los autores eligieron
y la ambigüedad temática presente en todas estas piezas, son algunos de los signos que
hacen posible escuchar en ellas el palpitar del barroco del Nuevo Mundo o barroco
esencias. (34)
posición favorable para percibir la tensión barroca propuesta por Lezama Lima. En cada
pieza, dicha tensión está en el mensaje ambiguo que transmiten sus personajes, y que
puede leerse a favor o en contra del colonizador, es decir, como un discurso colonial o
anticolonial. El mensaje ambivalente, junto con el plutonismo que hace estallar las
estructuras y formas, tanto españolas como prehispánicas, para luego reunificar los
fragmentos y crear una nueva manifestación artística, son estrategias de resistencia que el
post-colonial, luego se discutirá la naturaleza tanto del estilo barroco americano como la
del barroco andino (una variación regional del americano) en contraposición con el
barroco peninsular, para pasar a explicar cómo el estilo barroco del Nuevo Mundo—
estudio.
14
académico hacia finales de la década de los 80 (1). Por su parte, Jonathan Culler explica
que este campo de estudio surgió a partir de 1978 con Edward Said y su obra
(the construction of the oriental “other”). Desde entonces, continúa Culler, la teoría y el
surgieron del contexto colonial, la lectura post-colonial es posible cuando se acepta que el
[There are] those who believe that post-colonial refers only to the period
after the colonies become independent, and those who argue […] that it is
best used to designate the totality of practices, in all their rich diversity,
cease with the mere fact of political independence and continues in a neo-
La posición del presente estudio coincide con la de quienes hallan el origen del post-
transformación cultural empieza junto con el asombro causado por el encuentro con el
“otro.”3 El primer contacto entre los pobladores nativos del Nuevo Mundo y los
exploradores que llegaron a las costas caribeñas junto con Colón, contaminaron ambas
culturas y el proceso de cambio en ambas fue, desde ese instante, imparable. Ashcroft
colonial discourse’ can be seen to emerge from the creative and theoretical
intenta imponerse sobre otro (el imperio incaico en el caso de Perú). El contacto entre dos
Uno de los mayores retos de la teoría post-colonial tal vez sea el de encontrar una
quienes aspiran a diseñar una teoría post-colonial unitaria es ardua porque demasiadas
16
naciones han pasado por una etapa colonial, y cada una de estas sociedades la
concentró desde sus inicios en la producción literaria en inglés, dejando de lado todo lo
relacionado con las colonias del imperio español (3).4 No obstante, Ashcroft cuestiona la
actitud de los intelectuales sudamericanos, pues considera que “no region in the world
colonial culture initiated by the Spanish” (22). Coincido con el punto de vista de Ashcroft
pues mi observación personal del Perú contemporáneo percibe tanto la tensión cultural
entre la herencia andina y la europea, como la transformación que ambas culturas han ido
experimentando a través del tiempo; se trata de ese cambio o metamorfosis que, como
señala Ashcroft, es “the key dynamic of post-colonial discourse, one which affects the
survival of local communities within global culture” (31). En el caso específico del teatro
producto: el hispanoandino.
17
manifiesta en la denuncia lanzada por Benita Parry contra cierto sector de la crítica post-
colonial que ignora el conflicto real y material presente en la interacción entre poderes
antagónicos, y que toma en cambio una posición conciliadora. Según Parry el alejamiento
de una crítica materialista se debe a un cambio de énfasis que deja de lado la cuestión
social para enfocarse en lo puramente textual (4). La autora acusa a Homi Bhabha de
conflict in the material colonial world are evident in Bhabha’s disdain for
La diferencia principal entre Bhabha y Parry radica en dos maneras distintas de percibir
la interacción entre grupos opuestos dentro del contexto colonial. Mientras que Bhabha
ve cierta negociación en los discursos contestatarios producidos por los diversos sectores
coloniales, Parry juzga que colocar a la metrópoli y la colonia dentro del mismo espacio
coerción y la resistencia, y que no fue un área de negociación entre sectores con poderes
análogos (69). Me declaro a favor de la posición de Parry, pues considero que más que
negociar, la población indígena tuvo que recurrir a estrategias de disimulación para que
18
partícipe de esa tendencia cuando afirma que “el discurso de los colonizadores y de los
problema está en que el palimpsesto del que habla Alfonso de Toro es, en el caso del
sector andino, una violenta superposición o imposición del discurso colonial europeo
andina, por ejemplo, por parte de cronistas mestizos y españoles). Por el lado del
indígena colonizado se da una soslayada resistencia (pero resistencia al fin y al cabo) que
artistas andinos como Kondori, o mulatos como el Aleijadinho.5 A diferencia del discurso
criollo, donde la noción de palimpsesto resulta más apropiada, en el caso del drama
fragmentos precolombinos y españoles para dar forma a sus dramas religiosos. Éstos son
producto, entonces, no de una negociación entre “sectores con poderes análogos” como
bien observa Parry, sino de la confrontación, coerción y resistencia ideológica entre dos
culturas con metas opuestas. La descripción de las interacciones entre criollos y andinos
19
que ofrece García-Bedoya, por ejemplo, permite entender mejor la desigual posición de
las que un contenido andino pervive bajo una apariencia occidental. (37)
Este panorama demuestra que la dinámica entre españoles, criollos e indígenas durante la
negociación cuando una de las partes debió sacrificar, conceder y disimular a fin de
refleja este estado de cosas. En las cuatro comedias religiosas estudiadas, por ejemplo, se
en la ambivalencia del discurso moral y religioso presente en las cuatro piezas, pero
justamente lo que permite situarlas dentro de la estética del barroco del Nuevo Mundo.
Parkinson Zamora (xviii). Éste, tras su llegada al Nuevo Mundo, se fusionó con las
Al momento del encuentro (1492), es decir, a fines del siglo XV, la literatura
la armonía. En la primera mitad del siglo XVI proliferaron los viajes de exploración y
imperios Maya (1520) en el norte, e Inca (1532) en el sur. El anhelo de evangelizar a los
Nuevo Mundo.8 Hacia fines del siglo XVI, y a medida que las colonias del imperio
religiosa, las guerras generativas de deudas y los conflictos estamentales iban incubando
la crisis que estalló en el siglo XVII, estado que se evidenció también en el arte. El
transformación, temor, entre otros. El Nuevo Mundo, que pasó a compartir el estado de
21
crisis del imperio (demográfica, social, económica) encontró una mayor afinidad con la
estética barroca que con la renacentista. Sobre este asunto Alejo Carpentier (1910-76) se
pregunta: “And why is Latin America the chosen territory of the baroque?” Y se
responde: “Because all symbiosis, all mestizaje, engenders the baroque” (Baroque 100).
Entonces, no sólo la crisis colonial, sino también el inevitable mestizaje que generó el
señala a Heinrich Wölfflin, quien explicó el barroco como una corriente estética contraria
postulados de José Antonio Maravall, el que entendió lo barroco no sólo como un estilo,
sino como una época histórica que habría ido, aproximadamente, desde 1600 hasta 1680,
y que incluyó España y también toda Europa. Maravall, elabora García-Bedoya, percibe
este período como uno de crisis, el comienzo de una decadencia, un momento de reacción
señorial que intentó impermeabilizar los estamentos a fin de que el pueblo no tuviera
acceso a la movilidad social. Así, el barroco como lo entiende Maravall, habría sido un
apoya en John Beverley para afirmar que esta visión de Maravall es un tanto limitada y
exagerada, pues considera que la actitud del pueblo frente a la legitimación del poder
hegemónico no habría sido de ningún modo pasiva (72-73). A estos dos acercamientos
Carpentier.
22
barroco pero, retomando los postulados de Eugenio d’Ors, insistió en que lo barroco no
diferencias (xvii). Es decir que en el Nuevo Mundo, el estilo barroco que llegó de España
con clérigos y virreyes acogería al elemento nativo y la simbiosis de éste con el signo
al barroco americano.
conflicto y la crisis que apunta Maravall (y que se detallará en el capítulo 2), es lógico
espacios geográficos y culturales, pues tales estados conflictivos son inherentes a las
sorprender que el arte se inclinara hacia lo barroco en el Nuevo Mundo ya que, como se
la crisis española, sino que su contexto, desarticulado por el proceso de conquista, atizó y
enardeció el germen del caos, al menos desde el punto de vista del pueblo colonizado.
élite criolla, dedica también un espacio al sector indígena del virreinato, y reitera que la
reacción de la élite andina frente al barroco español estuvo lejos de ser pasiva (77).
transición que algunos llamaron manierismo, y habría ido desde 1580 hasta 1630. A
progresivamente entre 1700 y 1780 debido a los embates de la Ilustración. Este barroco
XVI, prosigue la autora, los intelectuales y escritores del Nuevo Mundo ya habrían
americana frente al poder colonial español, pero pasarían varios siglos antes de que las
estrategias anticoloniales del barroco del Nuevo Mundo fueran plenamente articuladas.
Esto habría ocurrido recién a mediados del siglo XX. Explica Parkinson Zamora que,
desde entonces, el barroco del Nuevo Mundo se ha convertido en una ideología post-
la década de los años 70, dicha ideología recibió el nombre de Neobarroco, y ha pasado a
barroco del Nuevo Mundo se halla en que el primero “points to this self-conscious
combination of resistance and recuperation” (xix), mientras que el barroco del Nuevo
Mundo se refiere de manera más general “to the long transcultural process of adapting
European Baroque forms to American cultural circumstance” (xix). Por lo tanto, señala la
autora, el neobarroco depende del barroco del Nuevo Mundo y lo incluye, a pesar de que
concluye su exposición sobre el barroco afirmando que las tres categorías “grow out of
andinos, católicos, paganos—los que no sólo yacen uno al lado del otro, sino que se
entrelazan y funden hasta convertirse en un todo novedoso. Además, estas cuatro piezas
son ejemplo de las perspectivas policéntricas a las que alude Parkinson Zamora, pues
contienen suficiente ambigüedad como para abarcar los puntos de vista hispánico y
argumentos presentados por García-Bedoya y Beverley, pues denuncian las faltas del
colonizado y su espacio geográfico, lo que implica no una aceptación pasiva del discurso
colonial, sino una actitud contestataria. En el ámbito ideológico, estas cuatro comedias
ortodoxia del catolicismo para fecundar una religión profundamente sincrética que
contribuye con el propósito reivindicativo de las piezas. En ellas, además, el Ande deja
Son varios los autores que se han esforzado por diferenciar el barroco americano
del barroco europeo; entre ellos destacan José Lezama Lima, César Augusto Salgado,
Severo Sarduy y Alejo Carpentier. En su ensayo “La curiosidad barroca,” por citar un
ejemplo, Lezama Lima observó la arquitectura colonial, y resaltó la tensión del arte
barroco del Nuevo Mundo, así como su diferenciación del barroco europeo:
26
la catedral de Puno, ambas en el Perú, nos damos cuenta que hay allí una
símbolo. (35)
La tensión de la que hablaba el autor cubano está no sólo en “el esfuerzo por alcanzar la
forma unitiva,” sino en la urgencia por lograr tal unidad a través de la fusión o síntesis de
Augusto Salgado, por su parte, sigue de cerca a Lezama Lima y destaca la audacia
de signos culturales nativos había sido (supuestamente) alcanzada.10 Para Salgado, los
escritores barrocos del Nuevo Mundo emplearon lo híbrido “as a hidden inscription of
camouflaged in the forest of baroque symbols” (317-18). Si el poder colonial quiso borrar
que esto ocurriera abiertamente, y el camuflaje del que habla Salgado fue la alternativa
que hallaron los intelectuales mestizos para preservar la cultura andina prehispánica. Este
estudio recoge la imagen propuesta por Salgado, y se propone encontrar y resaltar ese
tarea que se facilita mediante una aproximación post-colonialista. Es decir que, para
perspectiva eurocentrista.
paternal, sino la elipse, que opone a ese foco visible otro igualmente
El mensaje que encierran los dramas religiosos hispanoandinos cumplen con esta
esta estrategia indica que estamos frente al barroco americano, carente de un eje central,
pues su centro ha sido desplazado para formar una elipsis, emblema del movimiento
Los postulados de Salgado con relación a la hibridez, junto con la tensión que
Lezama Lima recalca como importante característica del arte barroco del Nuevo Mundo,
28
Griffith y Tiffin explican que este adjetivo, popularizado por Homi Bhabha,
cultural. Su uso en este contexto ha sido ampliamente debatido, pues para ciertos críticos
desigualdad en las relaciones de poder a las que se refiere (Key Concepts 119). Sin
embargo, si el concepto de hibridez se matiza con la ida de tensión propuesta por Lezama
autoridad colonial y el pueblo colonizado. Queda por debatirse el punto de vista biológico
manera como Salgado entiende la hibridez está lejos de todas las connotaciones negativas
que puedan asociarse con el término. Salgado coincide con la opinión de críticos como
Bakhtin o Robert Young, quienes sostienen que la hibridez puede ser política,
matizada con la tensión y el plutonismo que Lezama Lima apuntó como características
colonial.
resulta útil para resaltar la afinidad entre el estilo barroco americano y la teoría post-
colonial:
La “apropiación de los discursos del centro” a la que alude Alfonso de Toro es, en el caso
recodificación implica una transmutación del signo hispánico tras fusionarse éste con
al que aludía Lezama cuando hablaba de la asimilación, y que en este caso se refiere al
espacio donde se funden lo andino con lo hispánico para forjar el híbrido discurso teatral
reacomodación de signos diversos, se articulan bien con las estructuras dinámicas y las
es precisamente lo que logra cada muestra del teatro hispanoandino virreinal pues, como
un único eje discursivo (en este caso, el colonial) para dar paso a perspectivas diversas,
interconexión de los símbolos hispánicos e indígenas. Los trabajos del indio Kondori—
minera. (53)
31
con rasgos incaicos, en los ángeles (religiosidad occidental) con rostros no sólo de indios,
sino de indios que expresan el sentir del oprimido. Este artista, indígena y barroco, del
fusión con elementos andinos, y además tuvo la osadía de denunciar a su opresor a través
de ellos. Estamos frente al contra-discurso o discurso subversivo del que habla Alfonso
de Toro, ya que la realidad colonial se invirtió en el arte cuando los entes culturales
perspectiva que elija el observador, verá el triunfo de la religión católica sobre los signos
reelaboración del modelo hispánico. Lo mismo puede afirmarse sobre su estilo barroco.
Es posible que la plena manifestación del barroco americano se halle en las fachadas
talladas por el indio Kondori como afirma Lezama (53), pero los dramas en quechua son
barroco americano destacados por Salgado y Lezama. Es decir que estas comedias
americana.
32
Daniel Torres destaca el “elemento amerindio” como una de las características del
poema barroco en Hispanoamérica (15). Deseo resaltar que dicho elemento amerindio o
generación del sincretismo y la policentrisidad del barroco del Nuevo Mundo. A modo de
ejemplo, hay que observar el asunto del quechua, idioma elegido para la composición de
relevancia del idioma dentro de la teoría post-colonial, y el poder que obtiene el grupo
to exert power over it, simply because the dominant language becomes the
installed the language and thus the reality on which it was predicated as
En el caso del Virreinato del Perú, los dos idiomas en constante antagonismo fueron el
de conquista y para facilitar la tarea de evangelización, la corona permitió que las órdenes
religiosas emplearan el quechua (al que se llamó “lengua general”), idioma que los incas
33
habían impuesto anteriormente a todos los pueblos dominados que pasaron a formar parte
de su imperio. Más adelante, hacia mediados del siglo XVII, se dio mayor impulso a la
castellanización, pero no fue hasta fines del siglo XVIII, tras la rebelión de Tupac Amaru,
que se decidió imponer el castellano como estricto idioma oficial del virreinato (37-8).
Durante la época en que habrían sido escritas las cuatro piezas del corpus teatral
hispanoandino (fines del XVII y comienzos del XVIII) existía una élite andina bilingüe,
una élite española que hablaba sólo el castellano, y una masa indígena que había
abandonado sus lenguas nativas para adoptar el quechua como lengua general. La corona
española anhelaba imponer el uso del castellano en sus virreinatos. Sin embargo, los
sabiendo de antemano que el uso de este idioma sería un obstáculo más para la aspiración
(si es que la tenían) de llevar estas obras a la escena teatral virreinal. En este contexto, se
puede entender que la selección del quechua por parte de estos dramaturgos tuvo una
doble función: símbolo de la superioridad Inca sobre las otras culturas prehispánicas, y
expresar ideas religiosas occidentales (eucaristía, lucha entre el bien y el mal) desde el
nombrar” que reclama el pueblo colonizado. Además, hablar sobre asuntos cristianos
centro (artístico-cultural) hacia el Ande: las tierras olvidadas fuera de la capital virreinal.
diferente intensidad en cada grupo. La masa nativa había sido desplazada por el poder
dentro del Virreinato pero ocupaba un espacio social intersticial. Por lo tanto, dicho
grupo pugnaba, tal vez con más urgencia que las otras etnias virreinales, por hallar una
35
voz e identidad propia y diferenciada.13 De allí que los cuatro dramas hispanoandinos
aludan, de forma directa o indirecta, al espacio geográfico andino, componente que junto
Lograron de este modo que el Ande dejara de ser un espacio explotado para convertirse
pueden también surgir substanciales denuncias y enseñanzas. A través del quechua, los
nostalgia por la gloria del pasado incaico). Así, el hibridismo, la tensión, y el cambio de
perspectiva no sólo aparecen como rasgos del barroco del Nuevo Mundo, sino que
A la discusión sobre el hibridismo que se llevó a cabo páginas atrás, habría que
36
colonial representation and individuation that reverses the effects of the colonialist
disavowal, so that other ‘denied’ knowledges enter upon the dominant discourse and
estrange the basis of its authority—its rules of recognition” (114). Así, en las cuatro
nostalgia por la gloria pasada, por ejemplo, se trabajan desde una óptica distinta que
eran asuntos con los que el peninsular estaba bastante habituado, pues éstos fueron
algunos de los síntomas de la crisis europea del siglo XVII. Sin embargo, nociones
Los españoles del Virreinato del Perú podían sentirse identificados con dichos asuntos si
éstos formaban parte de una pieza de Lope de Vega, por ejemplo. No obstante, esos
mismos temas, tratados desde el punto de vista indígena y cargados de denuncias hacia el
como propone Bhabha. Así, los dramas hispanoandinos alcanzan un tono subversivo, un
efecto de la anamorfosis, usado por algunos pintores barrocos europeos, donde elementos
experimenta confusión ya que no logra reconocer el objeto. Sólo guiado por el autor de la
37
obra, y mirándolo desde un punto de vista alternativo, puede descifrarse la intención del
pintor. David Castillo se refiere a este fenómeno como secretive perspective, aunque
señala que en el siglo XVII el uso de este tipo de perspectiva era bastante común (2). El
y temática del teatro hispanoandino virreinal, pues en ellos el sentido subversivo puede
verse tras una mirada oblicua o sesgada que, además, debe estar bien informada sobre los
“misterios” de la cultura indígena. Así como el “oculto” deseo del Lazarillo de Tormes es
denunciar la violencia del poder institucionalizado pero desde una perspectiva oblicua o
sesgada que devuelve frente al lector el lado oscuro del capitalismo (Castillo 9), las
artificio está tan bien logrado, que el lector—o espectador, si estas obras hubieran sido
vista frontal que habría tenido el espectador hispánico colonial. Esta dualidad de
observará también que los temas desarrollados en cada uno de estos dramas son más
poder, que a la sociedad española, pero que aparecen ocultos bajo la mitología clásica, la
tradición bíblica (parábolas) e importantes símbolos del catolicismo (la virgen María,
fue obras teatrales híbridas con rasgos post-coloniales y barrocos, y cargadas además de
cultura Inca y demás culturas prehispánicas con el fervor católico español, es fácil
comprender que la religión se convirtiera en un área de gran tensión entre ambos mundos.
siguientes capítulos. Esta religiosidad sirvió además como una de las vías para el paso del
barroco hacia el Nuevo Mundo, junto con la teatralidad inherente al culto católico y la
favoreció la transformación del barroco histórico hacia el barroco del Nuevo Mundo,
consideración de los hechos se puede matizar señalando que los contextos de crisis que
paso del barroco peninsular al Nuevo Mundo, así como en el posterior surgimiento del
39
creadas por la conquista, y que luego afectaron la manifestación estética del Nuevo
Notas
1
Al igual que muchos intelectuales, Sabat-Rivers sostiene que “el siglo XVII es el siglo
del Barroco americano que, como es sabido se prolongó hasta bien adelantado el siglo
XVIII” (77).
2
A lo largo de este proyecto se usarán indistintamente los términos barroco del Nuevo
Mundo o barroco americano para aludir al estilo con que más se identificó la
manifestación artística colonial en los territorios a los que llegó Cristóbal Colón, y que
fue llamado Nuevo Mundo primero (Pohl 168) y América después, en honor a Américo
Vespucio, quien habría sido el primero en percatarse que las tierras a las que llegó Colón
constituían un continente hasta ese entonces ignorado por Europa. El nombre figura por
publicado por los miembros del Gymnase Vosgien Vautrin Lud (Arciniegas 438).
3
Se desarrollará el tema del asombro y su función en el encuentro entre occidente y el
hallar. El arquitecto argentino Ángel Guido identificó a José Kondori como autor de las
tallas en piedra que adornan el portal de la iglesia de San Lorenzo en Potosí (Bolivia), y
Lezama Lima calificó su obra como muestra del “más característico barroco americano”
(50). En cuanto al Aleijadinho, The Columbia Encyclopedia señala que fue un escultor
41
brasileño que nació en 1730 y murió en 1814. Su nombre verdadero fue Antonio
Francisco Lisboa, pero llevó el apodo de Aleijadinho, que en portugués significa “little
obras más famosas son las tallas en la iglesia de San Francisco, en Ouro Preto, y las
análisis, sin embargo, gira en torno a la poética criolla o mestiza escrita en español (Sor
Juan Inés de la Cruz, Hernando Domínguez Camargo y Juan del Valle y Caviedes) la
que, por estar escrita en el idioma del colonizador y seguir de cerca los modelos
españoles, fue un tanto menospreciada por algunos críticos como Leonardo Acosta, Jaime
Concha y John Beverley (94). Sin embargo, Torres demuestra que el “calco” del modelo
(3). Esta “diferenciación y especificidad literaria” resulta más radical aun cuando se trata
del teatro hispanoandino escrito en quechua pues, como se verá, este discurso aleja o
del Perú. Mark Thurner ofrece un excelente estudio post-colonialista de la relación entre
8
José Lacosta informa que los primeros misioneros llegaron al Nuevo Mundo en el
segundo viaje de Colón. Estos religiosos trajeron consigo el teatro medieval español el
que adaptaron a la cultura y el gusto del indígena a fin de propagar más eficazmente la fe
híbrido en la estética barroca del Nuevo Mundo que César Augusto Salgado expone en
“Hybridity in New World Baroque Theory,” ensayo que tiene como eje las nociones de
José Lezama Lima, Severo Sarduy y Alejo Carpentier sobre el barroco del Nuevo
Mundo.
11
Sobre el palimpsesto Bill Ashcroft nos dice que éste se define como “a parchment on
which several inscriptions had been made after earlier ones had been erased.” Sin
embargo, “despite such erasures, there are always traces of previous inscriptions that
have been ‘overwritten’ (Key Concepts 174). Así, desde el punto de vista occidental, el
teatro andino puede ser un palimpsesto, pero desde el punto de vista indígena, es una
recuperación o restauración del universo andino a través de una resistencia cultural que
12
Cabe aclarar que este ente cultural hispanoandino es sólo uno de los varios discursos
su historia literaria.
13
La constitución de las diversas etnias que convivieron en el Virreinato del Perú se
desarrollará en el capítulo 2.
44
Europa y América: dos territorios que hasta finales del siglo XV existieron
apartados tanto por el océano Atlántico como por profundas diferencias culturales. Sin
social del imperio español que pasaron a compartir. Éstos son los escenarios donde se
artística. Así, las raíces de las transformaciones estilísticas que tuvieron lugar a ambos
lados del Atlántico durante los siglos XVI y XVII están, evidentemente, en los radicales
cambios coyunturales que el encuentro entre Europa y América generó. Sin embargo, mi
indias”) son dos estilos con un origen análogo, ya que en ambos está latente la marca del
Parkinson Zamora) nació durante la crisis europea y la decadencia del imperio español,
incidentes que se manifestaron plenamente durante el siglo XVII pero que fueron
desarrollándose desde, por lo menos, la segunda mitad del siglo XVI. Por su parte, el
barroco del Nuevo Mundo surgió en medio de otra crisis: los drásticos cambios
A fin de ilustrar esta correlación entre el asombroso encuentro del Nuevo Mundo
específicamente, en la región andina del Virreinato del Perú. Las semejanzas contextuales
entre ambos espacios geográficos son relevantes para este efecto, pues sugieren que el
paso del estilo barroco de una región a otra fue inevitable, e impulsado por las
circunstancias creadas tras la conquista. Este argumento es primordial para sustentar que
46
exclusivamente un instrumento de resistencia para los pueblos colonizados, sino que fue
pero relacionados por sus circunstancias, dieron lugar a estéticas comparables. Las
diferencias contextuales, por otro lado, también son relevantes en cuanto explican el
vasto continente americano, formó parte del imperio español por casi tres siglos.1
española, cambios radicales ocurrieron en el mundo andino: la figura del Inca como
autoridad suprema y absoluta fue reemplazada por la del rey de España: una imagen
ausente representada por el Virrey; la élite indígena perdió poder administrativo y quedó
trabajos forzados (en las minas, por ejemplo), sufrió una disminución demográfica sin
pueblo indígena en un período de crisis tan extremo que sus rezagos permanecen visibles
monstruosamente agudizadas.
español a fines del siglo XV—gracias a la destreza política y diplomática de los Reyes
exigencias de una nueva religión que resultó en la destrucción (física) de los ídolos
España durante el siglo XVI y, según explica Maravall, esto se produjo por la
despoblación del campo y el consiguiente hacinamiento del sector urbano (La cultura
48
separación entre campo y ciudad, y ricos y pobres. Los segundos se vieron desplazados
por los primeros porque los nobles tenían los medios económicos para adquirir excelentes
tierras, y monopolizaron el cultivo de productos básicos para luego adquirir control sobre
peninsular. John Lynch complementa lo expuesto por Maravall cuando señala que la
pobreza del sector urbano se fue agudizando debido a los excesivos impuestos con que se
plagas que alteraron una vez más la demografía no sólo española, sino europea.
Virreinato del Perú. En lugar de la división entre nobleza y pueblo, la sociedad colonial
españoles y la de indios no sólo fue desmesurada, sino bastante violenta también, ya que
precipitada. El nivel de mortandad aumentó rápidamente no sólo por los trabajos forzados
49
en las minas, donde los pobladores del Ande murieron rápidamente, sino también a causa
de las enfermedades que los colonizadores trajeron al Nuevo Mundo, y contra las que el
Mundo:
out of these 80 million, there remain ten. [...] It constitutes a record not
en señalar que las muertes, en gran parte, fueron consecuencia indirecta de la conquista y
Europa.
hizo colapsar la demografía andina, como ilustra el informe de Carlos Serrano sobre lo
significa que, en sólo un año, poco más del 80% de la población indígena fue
50
debido a enfermedades y trabajos forzados fue mayor aún que el que se registró en
España en 1598. J.H. Elliot indica que, en aquel año, 15% de la población castellana fue
exterminada por la mayor plaga en la historia europea, lo que inició una época de declive
De todos modos, se puede observar que hay cierto paralelismo entre las crisis
relación a las crisis sociales a ambos lados del Atlántico. La división más generalizada
fue la existente entre indios y españoles, quienes constituyeron los dos grupos ya
casta. La república de indios estuvo liderada por la élite indígena, conformada por la
nobleza inca, es decir, los descendientes de Huáscar y Atahualpa (últimos incas antes de
la caída del Tawantinsuyo). Esta nobleza inca mantuvo comunicación con los
gobernantes españoles, sobretodo durante los primeros años coloniales, y actuó como
intermediaria entre las autoridades hispánicas y la masa indígena. Por debajo de la élite
colonias. Sin embargo, uno de los grupos más prominentes y relevantes para la historia
colonias. Aunque ocupaban una posición superior con relación a los integrantes de la
república de indios, no tenían los mismos derechos que los españoles peninsulares, y no
se les permitía ocupar altos cargos virreinales. La sociedad criolla fue producto directo de
pueblo indígena. Esta combinación de factores fue lo que propició en la América hispana
movimiento independentista.9
Otro importante grupo social que nace en una frontera, en este caso el espacio
república de indios, que además incluía a otras castas (sambos, mulatos) o grupos étnicos
(negros). Un caso que ilustra bastante bien la diversidad social y racial del Virreinato del
52
Perú es el de las congregaciones laicas de la escuela jesuita de San Pablo, en Lima. Luis
Martín explica que “las tensiones raciales y sociales” fraccionaron estas congregaciones
“por el color y la posición social de sus miembros.” Así, las hubo de españoles, indios,
quedó dividida en tres más: “Una fue reservada para los indios ‘ladinos’ y los indios que
peruanos. La tercera la formó, en 1659, el padre Rafael Venegas para los indios del reino
fraccionado el Virreinato del Perú, y a las que Martín alude como una “barroca
es bien conocida, y la rivalidad entre cristianos y judíos está bien documentada, así como
Se sabe que los moros fueron expulsados en 1492 luego de lograda la reconquista
de Granada. No obstante, esta expulsión no fue tan radical como para erradicar hasta el
último moro de la península; por el contrario, gran número de moros decidió quedarse (a
éstos se les llamó moriscos). Elliot explica que en la España del siglo XVI, los moriscos
ocupaban una posición bastante favorable dentro del mercado laboral y la agricultura.
Este factor económico, sumado a la protección que los moros recibían de la nobleza,
53
escalando hasta culminar con la segunda expulsión de este grupo étnico en 1609 (272).
La historia de los judíos tiene cierta semejanza con la de los moros, pero se
estudió a profundidad el asunto de los judíos en Europa y explica que, ya desde la Edad
Media, existió un fuerte desprecio hacia ese grupo étnico no sólo por la cuestión del
deicidio, sino además por la principal actividad económica de los judíos: la usura,
infiere que el deicidio, la usura (factores ideológicos), pero sobre todo el poder
económico que alcanzaron los judíos a través de ésta y otras actividades, los convirtieron
emprendidas por el pueblo fueron descomunales en toda España ya desde el siglo XIV, y
como parte del proyecto de purga difundido por los reyes católicos a fin de respaldar y
justificar su posición de poder. Weissberger explica que la estrategia utilizada por Isabel
purification of the body politic, a purging of alien and contaminating agents that had
resided in Spain for centuries” (xiii). Siguiendo este proyecto, en marzo de ese mismo
año, los Reyes Católicos firmaron el edicto ordenando la expulsión de todo judío
decidieron salir de España, lo cierto es que la cantidad de emigrantes fue suficiente como
cristianismo no se vieron en mejor situación, pues fueron tan o más perseguidos que los
judíos practicantes. Caro Baroja señala que las matanzas populares alcanzaron tal
extremo que los Reyes Católicos decidieron crear el tribunal de la inquisición (en 1478) a
fin de frenar las “justicias populares” (137). Es fácil inferir que esta encarnizada
persecución del colectivo judío tuvo, además de las razones oficiales como el deicidio o
la usura, una fuerte motivación económica. Sicroff afirma que “el celo religioso no fue el
único móvil de las masas rebeladas; la envidia y la codicia de los bienes de las víctimas
no eran factores desdeñables” (46). Así, los “cristianos viejos” rápidamente acusaban de
pobres, sino además entre cristianos viejos y cristianos nuevos (o judíos conversos). El
violento antisemitismo que los primeros sintieron hacia los segundos fue una de las
escindido desde antes de tropezar con el continente americano. Es cierto que el ámbito
colonización (guerra civil entre los hermanos Huáscar y Atahualpa, por ejemplo), pero
territorios pasaron a formar parte del imperio español, las divisiones peninsulares
persistieron, mientras que en el Nuevo Mundo surgieron nuevos grupos sociales y étnicos
Como se ha visto hasta aquí, las diferencias entre la naturaleza de las escisiones
peninsulares y las del Virreinato del Perú son evidentes, pero las semejanzas o
paralelismos merecen ser destacados, pues son las coincidencias las que propiciaron el
paso del barroco peninsular al Nuevo Mundo. La división entre ricos y pobres, o nobleza
fueron el virrey y los españoles peninsulares quienes monopolizaron todos los privilegios.
Un tercer paralelismo que vale la pena enfatizar es el existente entre el pueblo español y
exorbitantes impuestos, los lujos de las clases dominantes. Ya se mencionó que la causa
del antagonismo entre judíos, moros y cristianos fue ideológica y económica, pero fue
también étnica y racial, como lo fue la división entre peninsulares, criollos, mestizos,
Nuevo Mundo tras el encuentro pues, al crecer el espacio geográfico conceptual, los
geográfica y un extraordinario poder tanto sobre los seres humanos como la naturaleza;
se consideraba, además, que el demonio gobernaba sobre los indígenas como un tirano,
pues había elegido el Nuevo Mundo para establecer su imperio. Así, Europa percibía la
campaña de colonización como una cruzada o una batalla épica contra Satanás.
101)—el Nuevo Mundo se entendía como un falso paraíso que tenía que ser destruido y
transformado por los héroes del cristianismo: los conquistadores (Puritan 5, 33).11
imitando a Dios, según la épica satánica) para transmitir la fe cristiana al pueblo indígena.
Parkinson Zamora explica que esta política sincrética no era nueva en el ámbito de la
iglesia católica, ya que por mucho tiempo ésta había admitido la inclusión de imágenes
prehispánico en tanto éste sirviera a sus fines evangelizadores (39).12 Sin embargo,
destruir todo rastro de idolatría, acción hasta cierto punto equiparable a la persecución de
57
condenaba a los conversos que “judaizaban,” en el Virreinato del Perú los extirpadores
tierras cercanas (como hicieron los judíos y moros expulsados de España) se vio forzada
a adoptar la religión católica pero, en la mayoría de casos, sin renunciar a sus creencias
capítulos.
Todo lo tratado hasta aquí indica que, tras la conquista, el contexto del Nuevo
Mundo heredó varios de los conflictos peninsulares, pero incorporó a la vez situaciones
consecuencia del predominio del sector social privilegiado sobre el oprimido. En los dos
contextuales que la producción literaria que se genera en dos espacios culturales distintos,
58
Contexto artístico
Aunque la conquista del Nuevo Mundo constituye sólo uno de los muchos
(wonder) desde distintos ángulos, pero es a través de la fusión de sus ideas que pretendo
afirmar la relevancia del hallazgo del nuevo continente para el desarrollo de la estética
barroca en general. Greenblatt anota que ya desde la edad media, y también durante el
(79). Greenblatt sostiene que Cristóbal Colón dio un nuevo uso a esta emoción ya que,
tras su arribo al Nuevo Mundo, el tropo del asombro le sirvió para tomar posesión—
lingüística pero también física—de los territorios y pueblos que encontró. El autor
explica el vacío que se produjo tras el absurdo ritual llevado a cabo por Colón al tomar
posesión de cada uno de los territorios caribeños: la lectura de un documento que, debido
por parte del almirante de que la posesión de aquellas tierras no le fue contradicha. Tal
Colón bautizó cada isla caribeña que encontró a su paso con un nombre hispánico,
ignorando el nombre nativo), pero sobretodo a través del uso retórico renacentista del
59
asombro frente a lo maravilloso (80).13 Es decir que Colón encontró una justificación
el asombro como una paralización del corazón cuando el poeta, el artista o el ser humano
en general encuentra algo tan portentoso, grandioso e inusual, que el corazón sufre una
sístole. Así, el asombro es una emoción parecida al miedo en cuanto ambas paralizan el
necesidad de filosofar, a fin de entender aquello que le causaba estupefacción (citado por
Greenblatt 81).
Más allá del uso que Colón o los poetas y filósofos le dieran al asombro, las
Christine Buci-Glucksmann define como “la folie du voir” (la locura de ver) o “l’oeil
que la mirada aterrorizada, enloquecida (“la folie du voir”), de los indígenas ante la
Colón empleó el discurso del asombro a fin de legitimar ante sus contemporáneos
la apropiación de los territorios americanos. Propongo que, un par de siglos más tarde, la
60
llamada época barroca buscó recrear ese asombro, y provocar una y otra vez miradas
control de las masas, como sugirió Maravall. Este poder de control habría sido orientado
mientras que en las colonias americanas habría servido para aculturar y someter al pueblo
colonizado, y prevenir así la sublevación. Sin embargo, se ha explicado que la actitud del
pueblo frente al poder dominante (ya sea en la península o en las colonias) no fue pasiva.
nuevo estilo que puede entenderse como símbolo de resistencia e independencia cultural.
la corte española y las cortes virreinales; son algunos de los rasgos presentes tanto en el
América: el asombro que el Nuevo Mundo despertó en el europeo tiene que haber sido
difícil imaginar la reacción de los pueblos nativos al ver llegar hombres de acero
61
Ese primer encuentro entre españoles y nativos del Nuevo Mundo puede entenderse como
una mirada desorbitada que encuentra, choca y rebota en otra mirada desorbitada, como
dos asombros contemplándose mutuamente. Hallo que ese fue el momento en que el
pueblo americano, pero también en lo más íntimo de la nación española, pues como bien
[...] the conquest of the ‘New World’ was not a one-way trip in which
Las fabulosas máquinas o efectos escenográficos presentes en las obras de Lope de Vega
desborde espacial durante las puestas en escena (seres sobrenaturales volando sobre los
espectadores o surgiendo desde las profundidades del tablado) constituiría una recreación
correspondencia entre arte y contexto. En las artes, el espacio que se desborda (teatro), la
contexto, el desproporcionado lujo teatral habría tenido por objeto asombrar y deslumbrar
desborde espacial para maravillar a sus feligreses y proclamar el triunfo del catolicismo
ocupó el amplio espacio de la calle. Explica Wardropper que la celebración del Corpus
Christi, por ejemplo, fue desde el siglo XVII ocasión de escenificar autos sacramentales
sobre tablados móviles (Introducción 53), desplegando frente al pueblo español la pompa
Se observa que al igual que la corte, la iglesia católica empleó el asombro y la teatralidad,
masas con el efecto casi hipnótico del oro y la plata usado en los utensilios y la
que en la península, aunque quizá el clero en las colonias tuvo un papel más prominente
aun debido al afán evangelizador, es decir, a la ambición de ganar las almas indígenas
tarea evangelizadora, ya que la religiosidad fue un rasgo preponderante entre los pueblos
religiosidad nativa que en un principio pareció ser una ventaja e hizo pensar a los
misioneros que la conversión de los pueblos indígenas sería una empresa fácil, fue
arte barroco andino, por ejemplo, está cargado de sincretismo religioso que se aprecia en
Madre tierra, deidad femenina andina), y también en el teatro, como se verá en el capítulo
y Augusto Salgado, rasgo que junto con la tensión entre los signos antagónicos (hispanos
característica más prominente del barroco del Nuevo Mundo. Este hibridismo tenso
nobleza y el vulgo en ciertas obras teatrales o novelas picarescas, pero esta combinación
donde los elementos se combinan y mezclan hasta formar la tupida trama de una nueva
textos clásicos griegos y romanos), y siguió una evolución lineal de la estética europea.
península y sus colonias desarrollaron estilos artísticos similares, y por el mismo motivo,
algunos temas que aparecen en el teatro peninsular, fueron adoptados por ciertos
las piezas dramáticas hispanoandinas. Tanto el teatro peninsular como el andino virreinal
trataron el tema de la muerte, por ejemplo. Esto resulta coherente pues, como se ha visto,
tanto la península como sus colonias formaron parte de un imperio en agonía donde la
española, pero así como el suelo americano sufrió acrecentados los problemas que le
llegaron de Europa, su gente mostró una urgencia particular con relación a la muerte,
pues la buscó a través del suicidio. Éste es un tema recurrente en los cuatro dramas a
estudiarse, y uno de los elementos de diferenciación entre los desarrollos temáticos del
que además refleja el ambiente de desilusión y desengaño del pueblo hispánico. Las
hambre, produjeron en la sociedad española nostalgia por las glorias pasadas y una nueva
conciencia sobre la fugacidad que caracteriza cada aspecto de la vida (McKendrick 4-5).
Cuando el enamorado Cipriano piensa que está a punto de alcanzar los favores de su
amada Justina, se encuentra en cambio con “un yerto cadáver mudo” que “[...] en un
van desvaneciéndose y tanto Cipriano como el pueblo español descubren que “así [...] son
todas las glorias del mundo” (84). Entre los miembros de la república de indios, el
existen, pero una vez más, éste parece ser más intenso. La fatalidad de los trabajos
que, para dicha élite, la muerte fue un estado deseable y una ruta de escape. Y es que los
66
nativos del Ande concibieron la muerte como el paso a otra vida física (y no espiritual
como la del catolicismo). Es por eso que enterraban a sus señores principales con
utensilios de oro y plata, con alimentos que eran periódicamente renovados mediante
rituales, e incluso con mujeres y criados que servirían al señor en su nueva vida.18
tratan estos temas con un tono de profunda desilusión y desengaño, pero mientras esos
sentimientos hicieron que Alonso Quijano cayera presa de la locura que lo transformó en
el idealista Don Quijote de la Mancha, por ejemplo, Yauri Ttitu (El pobre más rico) sólo
piensa en suicidarse. Ambas obras, una novela cervantina y una pieza teatral
respectivamente, sino que ilustran dos respuestas distintas ante crisis similares. Tanto la
protagonistas, pero la diferencia de opciones tal vez tiene que ver con la posición social
de éstos. Alonso Quijano, español peninsular, tiene en España algunas vías de escape que
se le niegan a Yauri Ttitu en el Cusco virreinal. Alonso Quijano puede recurrir, por
identidad. Para Yauri Ttitu, en cambio, no existe la opción de apelar a su tradición ritual
indígena, pues ésta ha sido suprimida por el conquistador; siente que los únicos caminos
disponibles para él son el exilio (físico y moral) o la muerte, y ante esas dos opciones
prefiere la muerte. El orden cósmico, una preocupación constante para el español del
siglo XVII (Varey 11), ha desaparecido en el mundo andino y es por eso que los
67
visto, fue el sufrimiento ocasionado por la indigencia, el hambre y la desilusión. Tal vez
porque el ser humano no puede sufrir constantemente y necesita una válvula de escape, y
como tanto el pueblo español como el andino padecieron a causa del poder hegemónico y
extraviado hijo pródigo andino (U’ku); a Yauri Ttitu y Usca Paucar, los desengañados y
del ‘gracioso,’ un personaje que habría sido creado por Lope de Vega (Tristan en La
Francesilla) y llamado por éste ‘figura del donaire’ (Angulo Egea 383). En el siglo XVII
el gracioso quedaba definido, entre otros rasgos, mediante la relación con su amo, es
decir, la antítesis entre la personalidad refinada del señor y la rústica y hasta grosera
actitud del criado. La interacción entre ambos es de tanta relevancia que Silverman
afirma que “separado de su señor podemos estudiarlo como un ente sin vida. Pero
como un organismo vital” (65). Este rasgo de total dependencia con el amo, no obstante,
más adelante.
68
Una posible definición del gracioso español la ofrece Juana de José Prades:
El gracioso es un criado fiel del galán, que secunda todas sus iniciativas,
En los dramas hispanoandinos se verá que muchos de estos rasgos están presentes en el
personaje, sin embargo, se observará también que los criados/graciosos indígenas difieren
un tanto de esta definición básica de la figura del donaire lopesca, y se acercan más al
gracioso calderoniano, es decir, al de principios del siglo XVIII que, según Angulo Egea
adquirió “matices y un carácter más plural” (384). Este gracioso comparte con el
su amo” y que “pierde terreno como contrapunto del galán” (387). U’Ku, Taparaco y
codiciosos, glotones y dormilones en distintos grados, pero en todos los casos sus amos
criado. Taparaco es el criado de Plutón, es decir, el demonio. Es cierto que Plutón sufre
siendo el mismo demonio, y debido a los métodos poco convencionales (en la escena
difícilmente se le puede tildar de galán. Finalmente, los dos Quespillos (el criado de
69
Yauri Ttitu y el de Usca Paucar) sirven a señores que alguna vez fueron nobles, pero que
asemeja a Machuca, el criado de Beltrán Núñez en la comedia Don Domingo de don Blas
Más que a don Quijote, esta imagen trae a la mente la del tercer amo de Lazarillo de
Tormes, lo que acerca a estos dos criados, en mi opinión, al personaje del pícaro
peninsular. Esta idea queda reforzada por el nombre Quespillo (que es pillo) que alude a
respectivamente). Es más, Jesús Gómez advierte que no hay que confundirlos, y se apoya
graciosos y pícaros,” donde el autor señala la oposición entre estos personajes. Dicho
esto, es necesario señalar que existen ciertos aspectos sociológicos compartidos por el
rudeza de modales.
Cuando Ramón Ordaz trata el tema del pícaro en la literatura española, explica la
Parker y Francisco Rico, entre otros, Ordaz llega a la conclusión de que es posible hallar
este tipo de protagonista desde antes que obras como el Lazarillo de Tormes o el Guzmán
Ordaz da la bienvenida a la apertura conceptual del pícaro que ofrecen diversos críticos, y
rastrea a este personaje desde la edad media hasta el período de la modernidad temprana.
La posición de Ordaz resulta pertinente para el presente estudio, pues el rasgo pícaro de
los criados andinos encuentra afinidad con esos antecesores del pícaro “arquetípico.”
momentos “de corte erótico” como los pícaros de La Lozana a los que Alude Ordaz
todo insertado perfectamente en el contexto andino virreinal. Los autores de las piezas
su carrera al servicio de diversos amos, detenerlo en ese instante (como en una fotografía
71
Si, como señala Ordaz, una de las particularidades de la picaresca española fue el
“desprecio y burla que manifiesta el pícaro acerca de la honra” (36), el mensaje que el
criado apicarado endosaba tenía que ser otro muy diferente en el mundo andino, debido a
la ausencia del concepto del honor (español) en dicho ámbito. En el Ande, la estética
cristianos, raíz de dicha preocupación, fue ajeno a su contexto. La (frágil) honra que los
pretendió ocultar su fatal estado (le hubiera sido imposible), sino que se reconoció
pueblos mediterráneos.20 Como ya se señaló, la España de los siglos XVI y XVII vio
importantes cambios sociales, y fue entonces cuando los privilegios monopolizados por la
nobleza comenzaron a ser cuestionados. Los nobles, al ver sus prerrogativas amenazadas
Los españoles de aquella época heredaban el honor a través de la sangre, es decir, que
nacían nobles y llenos de virtudes. Sin embargo, era sumamente importante salvaguardar
72
parte de esa fortuna a través de la venta de “ejecutorías de hidalguía” (Poder 90), con lo
que judíos o moriscos adinerados, o incluso labradores ricos, podían comprar su entrada
(a menos que se tratara de comercio en gran escala). Como resultado de este segundo
estatuto, la “limpieza de sangre” pasó a un relativo segundo plano, ya que las puertas al
estamento nobiliario se cerraban definitivamente para los cristianos viejos y sin mezcla
permitía a los judíos y moriscos, por ejemplo, “limpiar” su expediente con dinero.21
Todo lo expuesto explica por qué el tema del honor no halló espacio en el
privilegiado y, al igual que con la nobleza española, este estado se transmitía a través de
la sangre, antes de la conquista no tuvo necesidad de proteger sus privilegios ya que estos
Tawantinsuyo fue repentina, y no paulatina como la del imperio español, por lo que no
quechua. En vez del tema del honor, los dramas hispanoandinos exploran otros asuntos
más relevantes para la realidad indígena durante el virreinato como la pobreza de la élite
73
Así como los criados/gracisos de los dramas en quechua son personajes con raíces
artístico y cultural de pueblos que se vieron forzados a adecuarse a las coyunturas socio-
contextos explican la difusión del estilo barroco a ambos lados del Atlántico, mientras
que las diferencias justifican la originalidad y el distanciamiento del barroco del Nuevo
se podría decir que éstas “hablan” el mismo idioma, pero con acentos y entonaciones
distintas. Y cada una cuenta historias particulares de acuerdo con las preocupaciones y
el génesis de los rasgos artísticos barrocos, los temas y situaciones que el teatro
influencia occidental tuvo en el Nuevo Mundo, pero a la vez, la enérgica respuesta nativa
a ese influjo. Sin embargo, desde mi punto de vista, lo más valioso del teatro barroco en
74
general es esa capacidad de reflejar un estado de crisis y generar, al mismo tiempo, una
obra artística enriquecida, original y capaz de maravillar. Por otro lado, lo más relevante
del teatro andino en particular, es no sólo esa tensa hibridez que destaca Lezama Lima,
sino su capacidad de metamorfosearse o transformarse para dejar de ser una obra de arte
producto del imperio español, y pasar a ser una manifestación artística reivindicativa
Notas
1
Se sabe que Pizarro capturó a Atahualpa en 1532 (16 de noviembre), y que José de San
fue uno de los factores que contribuyeron a la victoria de los conquistadores (76-77).
3
Susan Elizabeth Ramírez ofrece una detallada explicación de cómo los nativos de los
misma. La tierra sin labrar no tenía ningún valor y nadie la poseía. Los curacas eran sólo
andina (88-171).
4
Arnold J. Toynbee, en su prólogo a la versión en inglés de los Comentarios Reales de
los Incas explica el sistema de gobierno incaico: “The Inca imperial government dictated
to its subjects, in detail, the locality in which they were to live, the kind of work that they
were to do there, and the use that was to be made of the product of their labor” (xi). Por
su parte, Michael E. Moseley, en The Incas and their Ancestors, ofrece información sobre
la flexible religiosidad andina que permitía a cada individuo adoptar una variedad de
creencias (67-68). Se sabe, además, que el Inca toleraba que sus súbditos rindieran culto a
sus dioses preincaicos, siempre y cuando aceptaran a Inti, dios del Sol, como deidad
suprema.
5
Lynch detalla los tipos de impuestos que el pueblo estaba obligado a pagar. Entre ellos
figuraban los diezmos, los cuales “represented taxation comparable in volume to all the
76
regular revenues of the Castilian treasury put together” (81). Los diezmos, junto con el
campesinado.
6
Mark A. Burkholder y Lyman L. Jonson describen los distintos tipos de trabajos
noviembre de 1532, pero la epidemia de sarampión viajó desde el norte (el vehículo
después de la llegada de los españoles en la región norteña del antiguo imperio incaico
(35-85).
9
García-Bedoya proporciona amplia información sobre el sujeto criollo y la conciencia
criolla (51-61). Jorge Cañizares-Esguerra, en Nature, Empire, and Nation, también habla
sobre los criollos, la visión que tenían de sí mismos, y la percepción que el español
11
En el capítulo 4, y en el contexto del análisis de las comedias religiosas
siglo XVI esta narrativa fue transformada e invertida (por misioneros españoles que
modo que los colonizadores pasaron a ser vistos como aliados del demonio (Puritan 62).
12
En el capítulo 3 habrá oportunidad para observar más de cerca el fenómeno de la
[...] the overcoming of great difficulties and with a strange blend of chance
(Tasso); or with the effects of awe and wonder associated with religious
feelings and hence with sublimity and high gravity (Patrizi). (80)
fueron articulados en una época posterior a la de Colón, pero sostiene que todos ellos
encuentro entre los nativos andinos y el conquistador español desde el punto de vista
[...]
Esta pieza, traducida por Jesús Lara, y citada por Cid Pérez y Marti de Cid, da al lector
una idea del asombro o temor que la llegada de los españoles habría causado a los
indígenas.
15
En el acto primero de El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, por ejemplo,
la Imaginación del Almirante aparece tras la siguiente acotación: “Baje de lo alto una
figura vestida de muchos colores” (9). Más adelante Colón y su Imaginación se desplazan
por los aires siguiendo la instrucción escénica: “Levántele en el aire y llévele al otro lado
del teatro” (10). Además, en el acto tercero, la cruz del catolicismo emerge del tablado.
La acotación indica: “Salga una cruz, con música, de donde la otra estaba, muy semejante
16
En el siguiente capítulo se volverá sobre el tema del triunfo del catolicismo sobre el
también sobre la conexión entre los ángeles guerreros de la pintura cusqueña y las
deidades andinas (86-90). Alejo Carpentier, en The Baroque and the Marvelous Real,
Lima, en “La curiosidad barroca,” resalta la “temeridad” del indio Kondori al insertar la
fachada de la iglesia de San Lorenzo en Potosí (36). Además, Parkinson Zamora ofrece
la Vega en el libro segundo, capítulo VII, de los Comentarios reales de los Incas. El
autor mestizo afirma que, aunque los incas (y su pueblo) creían en otra vida después de
ésta, “no entendían que la otra vida era espiritual, sino corporal, como esta misma” (75).
contemporáneos como Michael E. Moseley: “For pre-Hispanic people the “afterlife” was
not a metaphysical sphere, but a corporeal realm where the deceased remained puissant,
80
requiring food, clothing and care” (52). Se podría inferir, entonces, que la muerte no era
naturaleza del pícaro me han permitido identificar los rasgos de éste que participan de la
en el presente trabajo. Por otro lado, la naturaleza del gracioso, o figura del donaire,
queda perfectamente clara gracias a los trabajos de Jesús Gómez, “Una visión sobre el
personaje del gracioso en la crítica actual;” Luciano García Lorenzo, “Cuando el gracioso
Fernández, “Función cómica y funciones dramáticas del gracioso en La hija del aire;” y
sociedad estamental española está basada en la información que José Antonio Maravall
con los judíos conversos dentro de la orden de San Jerónimo, se halla en Los estatutos de
VIRREINAL.
tiempo y pueden ser al menos leídas hoy en día, son un testimonio más de la conflictiva
conquista alcanzó cierta estabilidad hacia fines del siglo XVI (García-Bedoya 30), la
través del género teatral. La crisis social y cultural de aquella época ha quedado patente
en las obras de Espinosa Medrano y dramaturgos anónimos que optaron por escribir en
colonial, su existencia dice mucho sobre el afán del pueblo mestizo por encontrar su
propia voz e identidad. El silencio al que estas piezas fueron sometidas sugiere la
importancia del mensaje que encierran. Las críticas y denuncias a la autoridad colonial
habrían sido razones más que suficientes para negarles un espacio en la escena teatral, tan
teatral como posible medio de expresión y, al hacerlo, optaron por seguir las
convenciones del teatro español, pero matizándolas cuidadosamente con rasgos andinos.
82
Mi posición es que su trabajo no constituye una imitación ni una simple imposición del
y colonización, sino que resultan, además, del encuentro y la convivencia de dos o más
culturas en conflicto. En ellas hay mucho más que una forzada adopción de parámetros
teatrales españoles, pues destaca la introducción de signos indígenas, así como el uso de
cusqueña, por ejemplo, los artistas nativos se atrevieron a insertar motivos indígenas,
género teatral, y su posterior desarrollo en las colonias, se debió a las varias y efectivas
rutas de acceso disponibles. La principal vía fue, evidentemente, la fusión de dos espacios
las colonias. No obstante, al Nuevo Mundo llegaron no sólo la violencia y los problemas.
Las expresiones artísticas españolas, entre ellas el género teatral, también cruzaron el
océano. Las circunstancias del Nuevo Mundo, es decir, los enfrentamientos políticos,
sociales, étnicos e ideológicos, análogos hasta cierto punto a los que existían en la
entre ellas la teatral. Así, el auge del teatro español no fue un fenómeno exclusivo de las
principales urbes hispánicas; también los territorios periféricos del imperio (las colonias)
pues tanto España como sus colonias americanas fueron parte del imperio español y, por
83
hecho para cuestionar los criterios que las historias literarias han usado tradicionalmente
resultar problemática en ciertos casos. Dramaturgos como Juan Ruiz de Alarcón, por
ejemplo, nacidos en el Nuevo Mundo, tuvieron gran acogida en España, mientras que
en España como en sus colonias, durante los siglos XVI y XVII, dentro de un campo
unitario: la literatura de la “época imperial” (13).1 Simson, por su parte, plantea las
a la literatura española? ¿Y cuáles aún a las dos?” (185). Estoy de acuerdo con lo
expuesto por Beverley y Simson pues, si para fines organizativos resulta conveniente
la producción literaria colonial, desde una perspectiva histórica y contextual tal división
imponer sobre sus colonias un sistema de gobierno, una organización social y códigos
culturales como el idioma, la religión y el arte. No es extraño, entonces, que los autores
como Cusco o Lima, por ejemplo. Después de todo, una vez consumada la conquista, el
Virreinato del Perú y España (la llamada “madre patria”) formaron parte de un mismo
espacio político. Entonces, ¿cómo separar dentro de este contexto histórico, socio-
84
niveles de poder, estaban unidos por tantos factores? ¿Cómo se puede estudiar la
imposible de ignorar. Todo lo que las colonias pudieron hacer fue resistir, apropiar y
transformar la influencia cultural y social con que España las bombardeaba, pero
política y administrativa y, por lo tanto cultural, de Europa y el Nuevo Mundo fue la vía
principal, aunque no la única, que facilitó el rápido traslado del arte teatral hispánico al
Una segunda ruta de acceso fue la religiosidad, aspecto central en la vida de los
tanto en España como en el Nuevo Mundo, desde antes del encuentro. La historia del
teatro español localiza las raíces de su arte teatral tanto en los cantos litúrgicos de la
iglesia católica, como en las procesiones con motivo de la celebración del Corpus Christi,
de comienzos del siglo XV, y debido a la influencia francesa, los cantos litúrgicos
habrían ido ampliándose hasta incluir representaciones sencillas de tipo teatral, sobretodo
procesiones con motivo del Corpus Christi en Barcelona habrían sido paulatinamente
prehispánicas que éstos habrían desarrollado. Gracias a sus crónicas, se sabe que la
teatralidad estaba presente no sólo en los rituales en honor a las deidades precolombinas,
de los Incas (wanka), y habla también de otro tipo de representaciones sobre actividades
usuales como el trabajo agrícola (aranway), por ejemplo (114).4 Así mismo, en la
Relación de la religión y ritos del Perú, escrita por los primeros religiosos agustinos que
llegaron a Sudamérica, se habla de los taquis, danzas con sencillos elementos dramáticos
como la mímica y el canto que habrían tenido lugar durante las fiestas que los indígenas
de Huamachuco (en la sierra de Perú) celebraban en honor a sus dioses (11).5 También
Pedro de Cieza de León, en la Segunda parte de la crónica del Perú, habla de los taquis
(122), y describe además el “escenario” donde tenían lugar los rituales para la celebración
sus gradas, muy adornado con paños de plumas llenos de chaquira de oro
Ticiviracocha. (120)
Los paños de pluma, el oro y las pedrerías descritas en la cita, dan una idea del colorido y
la riqueza del “escenario” donde tenía lugar este ritual indígena. Y en la fiesta del Inti
86
Raimi—en honor a Inti, dios del Sol—el color y lujo iban en el “vestuario,” según la
descripción que ofrece Garcilaso de la Vega en el libro sexto de los Comentarios Reales:
Los curacas venían con todas sus mayores galas e invenciones que podían
mismo en las cabezas, sobre sus tocados. Otros venían [...] vestida la piel
de león y la cabeza encajada en la del indio [...]. Otros venían [...] con
grandes alas de un ave que llaman cúntur [...]. Otros traían máscaras
hechas aposta de las más abominables figuras que pueden hacer [...].
habrían existido otros componentes dramáticos, también mencionados por los cronistas,
De todos estos testimonios se infiere que a pesar de las radicales diferencias entre
la sociedad andina y la española, existió una trascendental coincidencia entre ellas: tanto
casualidad habría facilitado la aceptación del género entre los nativos cuando los
señala que la predilección del pueblo indígena por las representaciones escénicas existió,
como ya se expuso, aun antes del contacto con occidente, y que esta afición habría sido
Francisco Lacosta explica que cuando los religiosos llegaron al Nuevo Mundo, y se
andina. De este modo surgió el llamado teatro misionero o evangélico, un género donde
por primera vez se funden el teatro medieval europeo y los rasgos teatrales americanos
(171-75). Para José Juan Arróm, este teatro misionero que adaptó los autos españoles de
carácter medieval a la lengua nativa, también favoreció el paso del teatro peninsular hacia
estas primeras manifestaciones teatrales mestizas en el Virreinato del Perú, pero que
“algunos indicios permiten suponer que también en el territorio del Virreinato peruano se
dio una significativa actividad de este tipo de teatro misionero” (149). Uno de estos
redención, han compuesto comedias para que las representen los indios,
porque supieron que las representaban en tiempo de sus Reyes Incas y por
que vieron que tenían habilidad e ingenio para lo que quisiesen enseñarles.
(120)
Bedoya sugiere explorar el caso mexicano (Virreinato de la Nueva España), pues en esa
zona sí se han conservado algunas muestras (149). Los estudios sobre el teatro misionero
88
representación del jardín de Adán y Eva (1538) llevada a cabo en Tlaxcala. Lacosta
Aunque Lacosta no da mayor información sobre las flores y árboles, se entiende que
éstos serían característicos de la flora mexicana, así como las plumas provendrían de las
aves de la región. Según Lacosta, este tipo de representación perdió popularidad hacia
fines del siglo XVI (176-77), pero debido a esta temprana integración de componentes
Es posible suponer que una vez alcanzado cierto grado de evangelización entre los
contribuido con la desaparición del género. Por otro lado, Lohmann Villena observa que
hacia finales del siglo XVI el teatro español en general había superado sus rasgos
medievales y mostraba síntomas de madurez escénica (55). Es decir que las sencillas
89
general de la iglesia católica en 1311 (McKendrick 254), y el Papa Juan XXII (1316-
1334) prescribió la exhibición de la Hostia sagrada durante las procesiones, a fin de que
triunfo de la verdad sobre la herejía (Wardropper 33-35, Dean 8). Como ya se indicó, el
Corpus Christi español se estableció en el Virreinato del Perú una vez alcanzada la
su estudio Inka Bodies and the Body of Christ, es posible entender la relevancia de esta
exponer su situación de superioridad y triunfo sobre el pueblo andino. A la vez, creó una
oportunidad para que la élite incaica se construyera una imagen ambivalente de sumisión
y resistencia. Como se explicó en el capítulo anterior, la élite incaica ocupó una posición
estructura del Corpus les permitió proyectar la imagen de aliados de la corona española, a
incaico. Carolyn Dean explica que durante el siglo XVI el Corpus Christi peninsular
were viewed” (7). Es decir que el desfile de moros, turcos, árabes, dioses mitológicos y
diversos elementos paganos (la tarasca, gigantes), que en la celebración de esta festividad
seguían a Cristo (la imagen de la Hostia sagrada) y celebraban Su gloria, hacía visible la
conquista de todos éstos por el cristianismo y la Iglesia católica, pero también por
dragón), por ejemplo, cumplían el propósito de anunciar el triunfo del bien (la Iglesia y la
corona española) sobre el mal (12). Así, la inclusión del componente indígena o andino
en la procesión del Corpus en el Nuevo Mundo podría entenderse, desde una perspectiva
91
eurocentrista, como una representación de la victoria hispánica (el bien) y la derrota del
pueblo nativo (el mal) (7). Esta interpretación sería consistente con la ideología europea,
la épica satánica, que rápidamente concluyó que el Nuevo Mundo era un territorio
World. Satan appeared to the settlers as a tyrannical lord, with castles and
concepción del Nuevo Mundo (La semilla y la cizaña de Calderón de la Barca, por
ejemplo). Más importante aun es su exploración del fenómeno de inversión de este tipo
de discurso:
The very image of the Spanish colonization of the New World as satanic,
invention [...]. It was the Iberians themselves who first created epic
demons. (62)
En el Nuevo Mundo, miembros del clero como Bartolomé de las Casas y la sociedad
Corpus Christi del Virreinato del Perú, la ambivalencia creada por la asociación o
prehispánica) implicaba una constante subversión y menoscabo del mensaje triunfal del
colonizador español, pues era imposible saber a ciencia cierta si los indígenas que
danzaban en las procesiones seguían al dios del catolicismo o al dios prehispánico. Esta
capital del imperio incaico, es resaltada por Dean. La autora halla la raíz de este hecho en
el propósito que el Virrey Toledo (1572-1573) asignó a esta fiesta católica en el contexto
prehispánicas también habría justificado el esfuerzo por hacer del Corpus Christi la fiesta
más importante de Cusco. La fecha en que éste se celebra (usualmente a fines de mayo o
mediados de junio) era bastante cercana a la época de celebración del Inti Raimi (solsticio
de junio) (Dean 8) que, como ya se mencionó, era un ritual en honor al sol (Inti), deidad
suprema del imperio incaico hasta antes de la llegada de los españoles. La cercanía de las
evangelizadora de reemplazar una fiesta pagana por una cristiana. Dean informa que los
objetivo de la celebración del Corpus Christi en Cusco fue reemplazar la fiesta del Inti
Raimi y hacer evidente el triunfo de Cristo sobre Inti. La autora indica que esta táctica era
más necesaria en Cusco que en cualquier otro lugar debido a la monolítica presencia
As the former Inka capital, the city harbored memories of its pre-Hispanic
the triumph of Christianity over the imperial Inkaic patron, the Sun. (23)
Aunque este triunfo de la cristiandad sobre la deidad incaica habría sido claramente
Según Dean, existe cierta controversia con relación a la fiesta del Inti Raimi pues,
según algunos cronistas, ésta habría sido una celebración relacionada con la agricultura y
tenido lugar durante el solsticio de diciembre, día más largo del año (32-33). Los dibujos
confirmarían que el festejo más significativo para los incas no fue el Inti Raimi sino el
Capac Raimi, o Capac Inti Raimi, celebrado en diciembre. De ser esto cierto, es posible
que el pueblo andino no percibiera la celebración del Corpus Christi como la victoria de
Cristo sobre Inti, ya que el festejo católico estaría reemplazando una celebración agrícola,
94
viera a Inti engastado en el cuerpo sangrante del Dios cristiano, asunto que se volverá a
usara la celebración cristiana para rendir culto a una deidad precolombina. La versión
cusqueña del Corpus enviaba un mensaje ambiguo ya que, como advierte Dean, la
resistance” (50). La inclusión del elemento indígena en el ritual católico, entonces, crea la
movimiento barroco postulado por Sarduy (58-59). Dean menciona hechos que
veneraban secretamente sus huacas durante el Corpus Christi, lo que motivó las
manifestaron por escrito que los indígenas seguían celebrando sus raimis a través de
danzas, usando como pretexto los festejos cristianos (Dean 52-53). Curiosamente, la
fiesta del Inti Raimi (o una reelaboración de la celebración incaica) nunca fue totalmente
colonización, el Corpus Christi cusqueño culmina con la representación del Inti Raimi en
la fortaleza de Saqsaywaman.9
pues, como bien señala Dean, las intenciones y las creencias encerradas en el corazón y el
alma del pueblo indígena no podían ser juzgadas (52). Lo cierto es que hacia finales del
siglo XVII se prohibió toda alusión al pasado incaico (vestimenta y accesorios inca en
imágenes de santos o en la del mismo niño Jesús) a fin de evitar equívocos o dudas en
torno a la evangelización indígena (55). La prohibición fue más estricta aún tras la
rebelión de Túpac Amaru II (José Gabriel Condorcanqui) en 1780 y 1781 (56).10 Dean
al paganismo europeo durante los años de la reforma religiosa. En ese contexto también
fracasaron los intentos por erradicar las máscaras—y otros elementos con ecos paganos
que pudieran amenazar la ortodoxia del catolicismo—de los festejos religiosos llevados a
del Corpus Christi cusqueño fue la más renombrada en toda la Latinoamérica colonial
(Dean 23).
(no necesariamente piezas teatrales) llevadas a cabo con motivo de otros festejos
religiosos. Dean menciona las que tuvieron lugar en mayo de 1610, justo antes del
Corpus, en honor a San Ignacio de Loyola, fundador de la orden de los jesuitas. En ellas,
feathers were compared to the black habits of the Jesuits and whose
cercana relación que establecieron los jesuitas con el pueblo andino durante la época
educación de la élite andina o incaica, junto con su predilección por el teatro, constituye
una tercera ruta de acceso para el teatro español de la modernidad temprana hacia el
Nuevo Mundo.
Cabe señalar que la educación en el contexto colonial es otro aspecto que atañe a
la teoría post-colonial, y Ashcroft, Griffiths y Tiffin la perciben como “the most insidious
and in some ways the most cryptic of colonialist survivals, older systems now passing,
colonial, una poderosa arma de aculturación y dominación que perdura aún tras la
especial en la sociedad nativa. Luis Martín informa que ya desde 1551 los agustinos
97
comenzaron a abrir escuelas para niños indígenas, y que en 1550 los dominicos habían
abierto 60 escuelas con el mismo fin en diferentes zonas del Virreinato. Además, en
1548, esta misma orden creó un colegio universitario que posteriormente pasaría a ser la
Universidad Mayor de San Marcos (La conquista 22-23). Para la educación de los
fue el colegio de San Pablo, a cargo de los jesuitas. La intención de esta orden fue crear
una escuela con el mismo prestigio que las de España, y disponible tanto para españoles
como para nativos. Sin embargo, presiones sociales obligarían a los miembros de la orden
facilitó la apertura de una escuela para caciques en Lima, San Pablo se convirtió en una
idioma español (Scholars 12), las élites nativas (curacas), recibieron una educación más
aritmética, gramática castellana, retórica y latín. Asimismo, recibieron clases sobre usos y
eficaces agentes sociales a favor del sector dominante” (40). Virgilio Galdo Gutiérrez fue
de la misma opinión:
quedó a cargo de los jesuitas (Galdo Gutiérrez 36). Estas instituciones funcionaban como
internados, y la vida de los alumnos era férreamente controlada hora a hora. En aspectos
la doctrina cristiana así como los usos y costumbres españoles (“buena policía”), y con
español, la educación occidental que éstos recibieron no siempre logró ese propósito. Las
liderado por José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru) que en 1780 “remeció los
cimientos del imperio colonial español en América” (Galdo Gutiérrez 60). Este
especularon que proporcionar una educación occidental a las élites indígenas era
Condorcanqui.
del Perú, esta educación pasó a ser “one of the most potentially fruitful routes to a
autoridad colonial no siempre tiene que intentarse desde un acto bélico como el de
Condorcanqui. Las artes también ofrecen esa posibilidad, como se observa en las
99
en manos del colonizador, una vez en poder del oprimido logra transformarse en
beneficio propio, ésta aceptó dicha educación para más tarde llevar a cabo la apropiación
para el pueblo nativo la posibilidad de emplear los elementos artísticos europeos como
materia prima para la producción de un lenguaje cultural propio, y que sirviera para
señalando, esto fue posible en gran parte gracias a las órdenes religiosas que llegaron al
con quienes establecieron fuertes lazos. El vínculo entre la orden de Jesús y la nobleza
andina se oficializó a través del matrimonio de don Martín García de Loyola, sobrino-
nieto de San Ignacio, y doña Beatriz Ñusta, hija del Inca Sayri Túpac. Esta alianza fue
competencias poéticas en los colegios. Así, en las escuelas establecidas tanto en Cusco
100
como en Lima, los estudiantes compusieron diálogos alegóricos, y sencillas tragedias con
en honor a los santos patronos.13 De todo lo expuesto se concluye que el teatro misionero,
los sólidos cimientos para el desarrollo del género teatral en las colonias españolas del
Nuevo Mundo.
En la península, mientras tanto, el teatro español iba evolucionando cada vez más.
La escena teatral estuvo lista para recibir a la comedia cuando el aspecto religioso que la
había impregnado desde sus orígenes fue cediendo espacio a temas seculares. Esto
ocurrió durante las primeras décadas del siglo XVI, cuando Juan del Encina y sus
del siglo XVI el teatro humanista dio paso a la comedia nueva de Lope de Vega.15 La
secularización del teatro peninsular, sin embargo, no implicó un abandono del tema
Los autos se definen, por lo general, como una puesta en escena alegórica, de un
solo acto o jornada, y que tiene como motivo central la eucaristía (auto sacramental) o la
101
veneración a la virgen María (auto mariano).16 Wardropper sugiere que la raíz del auto
sacramental (y del teatro religioso español), la “semilla,” hay que buscarla en la obra de
Juan del Encina. Sin embargo, la primera alusión a la Eucaristía en un auto no apareció
hasta 1514, en una composición de Lucas Fernández. Gil Vicente (Portugal) también
contribuyó a la formación del auto sacramental con su Auto de la Sibila Casandra. Y fue
en 1520 que el género pasó a formar parte de la celebración del Corpus Christi con la
prevalecerían en la escena teatral virreinal a partir de la segunda mitad del siglo XVII,
pero es muy probable que sus piezas se conocieran desde antes, sobre todo entre las élites
coloniales y miembros del clero como Juan de Espinosa Medrano, autor de por lo menos
los dramaturgos hispanoandinos es evidente, pues en sus obras se aprecia una intrincada
fusión de estos dos géneros. De las cuatro piezas a estudiarse, una de ellas—Rapto de
asunto principal en dos de ellas—El pobre más rico y Usca Paucar—es, indudablemente,
la devoción a la virgen. Además, todas estas piezas poseen, en mayor o menor grado, el
Proserpina podría entenderse como auto sacramental, mientras que las otras dos piezas
102
mencionadas podrían catalogarse como autos marianos. Sin embargo, la estructura formal
de todos estos dramas hispanoandinos los aleja de este género. Todas estas comedias
religiosas están divididas en tres jornadas lo que, junto con otros elementos (el
la comedia nueva española.18 Así, el auto y la comedia, dos géneros independientes que
Una razón para reunir dos géneros teatrales españoles y crear comedias religiosas
dramaturgos virreinales. Sin embargo, considero que la razón más relevante se halla en el
mensaje reivindicatorio, a la vez que acusador, que encierran estas obras. En el capítulo
siguiente se observará que cada una de estas piezas defiende la naturaleza del mundo
andino y la calidad moral del pueblo indígena. Esto se logra, principalmente, resaltando
deseaba transmitir. Cabe recordar que durante el siglo XVII español el auto fue
considerado un género menor (Huerta Calvo 613-22), y no tenía el mismo estatus que la
comedia, a pesar de su clara función didáctica en cuestiones de fe. Por lo tanto, si los
dramaturgos hispanoandinos adoptaron la estructura del auto fue tal vez porque su
género de mayor popularidad durante el siglo XVII, acaso fue con el fin de que su
mensaje se recibiera con mayor gusto. Así, en las comedias religiosas hispanoandinas se
observa que el auto sacramental fue reelaborado hasta el punto de convertirse en una
como se mire. Estas transformaciones podrían entenderse como un intento por expresar
con mayor fuerza la religiosidad del dramaturgo colonial, que se negó a abandonar el
escribir una comedia religiosa, los dramaturgos estarían manifestando que su principal
alcanzara por medio del sincretismo de lo católico con los cultos prehispánicos. En estas
contribuyendo así al resquebrajamiento del poder colonial al que alude Homi Bhabha: “It
is the effect of uncertainty that afflicts the discourse of power, an uncertainty that
estranges the familiar symbol of [Spanish] authority and emerges from its colonial
británica en India, y la manera como el pueblo dominado se apropió del evangelio (o “the
perfectamente aplicable al contexto del Virreinato del Perú: el discurso teatral del
indígena prehispánico, permitiendo que su cultura nativa asome por entre las juntas de la
consideradas para este estudio, El hijo pródigo cuenta con mayor cantidad de personajes
de este tipo: Palabra de Dios, el cuerpo, el mundo, Espuma, Torbellino, Carne y, entre los
había sido prolíficamente usado por Calderón de la Barca en España, pero lo que termina
demonio, pero también a Pluto, dios romano equivalente a Hades, que para los griegos
fue el dios del mundo subterráneo. El Hades mitológico y el Luzbel bíblico se funden en
este drama de Espinosa Medrano, aunque lo más notable es que este personaje, durante su
Luzbel, Plutón declara: “Entonces yo salgo adelante / blandiendo mi champi” (vv. 107-
108). Esta simple alusión a un arma usada por el Inca, junto con referencias a la sierra y a
los valles cálidos de la selva (yunga), es suficiente para reconocer al que habla no sólo
como el Hades mitológico y el Luzbel bíblico, sino también como uno de los incas del
(Plutón desea contraer matrimonio con Proserpina). El autor identifica los rasgos
Así, en un importante rasgo del auto sacramental (el simbolismo o alegoría), se infiltra y
occidental.
era un pastor que se convirtió en amante de Selene (diosa de la luna). Este amor, en
Selene pudo así entonces encontrarse con su amado cada noche en la cima de una
montaña (Rouse 46). Pero en Rapto de Proserpina, Endimión es Cristo, un pastor que va
en busca del alma humana extraviada. Endimión declara: “por ella, haciéndome carne /
gran cantidad de sangre he vertido, / con mi muerte en la Cruz” (vv. 826-28). Estos
“Lucero del Alba, fulgente sol” (v. 659). Coincidentemente, cuando el Inca Garcilaso de
la Vega narra el origen de los incas se refiere al primero de ellos, Manco Cápac, como un
“lucero del alba” enviado por Dios para sacar de la oscuridad a los pueblos indígenas que
107
vivían hasta ese entonces como fieras (36). Se sabe que los incas se consideraban hijos de
Inti (dios del Sol), y tenían a Manco Cápac como su primogénito. La relación entre
Manco Cápac (hijo del dios Sol) y Cristo (hijo de Dios) tal vez sea débil, pero está allí,
oculta tras la más obvia referencia al dios del catolicismo, algo así como los ídolos
escondidos entre las imágenes de los santos durante las procesiones del Corpus a
mediados del siglo XVI (Duviols 23). Estas alusiones veladas habrían sido difíciles de
distinguir para los que estuvieran convencidos de la efectividad que tuvieron las
extirpaciones de idolatría del siglo XVII, y para quienes creyeran en la sincera conversión
españoles laicos poco familiarizados con la cultura prehispánica. Sin embargo, como se
señaló antes, es probable que el pueblo indígena hubiera interpretado de manera distinta
Burga en El hijo pródigo, El pobre más rico y Usca Paucar (314-21) que, como ha
establecido García-Bedoya, se relaciona con los mitos recopilados por Francisco de Ávila
desvalidos que, ocultando su verdadera identidad, instruyen al pueblo a la vez que exigen
se les rinda culto. Concuerdo con García-Bedoya en que existe cierta analogía entre los
mitológicas andinas que ocultaron su poder tras una imagen humilde, pues en ambos
casos se percibe un fin pedagógico. Uno de los mitos andinos que se incluye en Dioses y
108
A cambio exigió que se le rindiera culto a su padre Pariacaca (35-36). En los dramas
“morir” por el pecado (le vendieron su alma al diablo), alcanzan la salvación gracias a la
intervención de la Virgen, por lo que prometen rendirle culto y serle fieles. Así, la lujuria
y la veneración a una deidad son dos ingredientes que aparecen tanto en el mito de
Huatyauri como en las comedias religiosas hispanoandinas. Si estos dramas hubieran sido
representados, el pueblo indígena tal vez habría reconocido a sus dioses prehispánicos en
gloriosos (espiritualmente) gracias a su religiosidad; habrían visto que era posible “sanar”
de la enfermedad del pecado rindiendo culto a la Virgen, madre de Dios y de todos los
aprecia, la manipulación del elemento alegórico habría abierto una ventana hacia
comedia española se adoptó, entre otros rasgos, el del soliloquio, que aparece en menor o
Emilio Orozco Díaz, fue una tendencia barroca que se inició con Lope de Vega y se
desarrolló en el teatro de Calderón (59). El ejemplo más significativo para Orozco Díaz
109
opinión, aparece en Rapto de Proserpina. Esta obra del cusqueño Juan de Espinosa
Medrano empieza con un largo discurso donde Plutón (mitológico Hares, bíblico Luzbel
a la vez que Inca) narra su vida y expresa sus más íntimas emociones.21 Jaye afirma que
dar inició a la pieza teatral con un discurso a cargo del personaje que representa el mal, es
típico de los dramas moralizadores europeos (516). Sin embargo, en el contexto post-
colonial hispanoandino, el soliloquio a cargo del demonio constituye otra sutil subversión
europeos asociaron el universo andino (al igual que el Nuevo Mundo en general) con
de indios, y todo lo que pertenece al continente americano adquieren una voz a través de
por Cañizares-Esguerra. Resulta bastante evidente que la intención del dramaturgo fue
ángel más bello creado por Dios, para que el público (o lector) entienda que el pueblo
110
andino también es una creación divina y, por lo tanto, aunque se haya alejado del
indígena pudo haber pecado de soberbia, y habría sido castigado por ello (¿con la
construcción escénica sólo pueden basarse en las acotaciones que los dramaturgos
(especialmente el de Calderón), los dramas andinos habrían inundado el tablado con gran
número de actores, música y danza, sólo que estos componentes habrían servido para la
plena manifestación de la cultura andina. En El pobre más rico, por ejemplo, el noble
inca Inquil Tupa llega a visitar a su prometida Kori Umiña “con acompañamiento” (v.
387). Se puede especular que tal comitiva estaría conformada de numerosos súbditos
indígenas, pues era así como en la realidad viajaban los integrantes de la nobleza
incaica.23 Luego, el enamorado Inquil Tupa ordena que sus “cantores” proporcionen
música para agasajar a su prometida (v. 91). La letra de la canción se incluye en el texto
dramático, y la referencia a las cuatro regiones (v. 94), o suyos, en los que estaba dividido
la temprana representación mexicana se entiende que las flores y árboles con que se
decoró la escena eran nativos de la región, hay que asumir que los dramas
111
oportunidad para la inclusión de este tipo de música. Cuando el hijo extraviado retorna al
hogar paterno el acontecimiento se celebra con pandillas y hayllis (v. 1388), típicas
teatrales (barrocas) del siglo XVII español, pero rescatando al mismo tiempo el colorido
desarrollado en estas piezas compuestas, según García-Bedoya, a fines del siglo XVII y
comienzos del XVIII, las que constituyen una muestra temprana de la identidad propia
del colonizado.
En las cuatro piezas del corpus teatral hispanoandino virreinal la nueva identidad
Además, la fusión del auto y la comedia con elementos nativos constituye una instancia
de la tensión y el plutonismo barrocos a los que alude Lezama Lima (34). En cada
teatro que expresara el sentir y las preocupaciones indígenas, es decir, la identidad del
respuesta nativa. Teniendo esto en cuenta, es posible colocar estos dramas entre las
manifestaciones del barroco del Nuevo Mundo, pues en ellas se aprecia esa adaptación de
formas (barrocas) europeas a las circunstancias culturales americanas a las que alude
Parkinson Zamora cuando diferencia el barroco del Nuevo Mundo del neobarroco (xix).
por supuesto, prehispánicas) pero el producto híbrido, tenso, policéntrico y diverso que
pretende dar voz al grupo colonizado encaja bien con los postulados de d’Ors y
Notas
1
García-Bedoya también comparte esta opinión. Al intentar una categorización de la
literatura peruana, el autor señala que: “un amplio sector de la literatura colonial peruana
podría ser examinada dentro del marco del vasto sistema literario imperial español” (28).
2
Se sabe que la festividad del Corpus Christi tiene por objeto celebrar el misterio de la
denomina transubstanciación.
3
En cuanto a los orígenes del teatro español, Ronald E. Surtz proporciona importante
información sobre las primeras representaciones de tipo teatral (ampliaciones del canto
espacios culturales donde se hallan las raíces del género teatral. Además de los cantos
religioso del siglo de oro, explica el paulatino paso de los roques o entremesos a los
capítulo dedicado a la literatura de los incas, elabora sobre estas nociones teatrales
importante era recrear y contar la verdad. Habrían sido comunes en todas las regiones del
Tawantinsuyo y entre todas las clases sociales. Se habrían caracterizado por un diálogo
cantado con música y danza a través de las que se escenificaban leyendas populares. El
aspecto teatral en los taquis habría sido ejecutado por los hombres, y el musical por las
mujeres (21).
6
Juan de Santa Cruz Pachacuti indica que Maita Cápac mandó construir grandes
tambores para la fiesta del Cápac Raimi (35). Pedro de Cieza de León, en su Primera
crónica del Perú, habla de las fiestas donde hombres y mujeres hacían rondas y bailaban
al ritmo de dos tambores (84); menciona también areitos y cantares que tenían lugar
cuando los indígenas de Quito enterraban a sus muertos (136), y en la Segunda crónica
del Perú, Cieza de León habla de “cantares o romances” que los indígenas entonaban con
motivo de la muerte del Inca. Este cronista señala, además, que se cantaban “villancicos”
7
Antonio Magaña-Esquivel fue de la misma opinión. En Breve historia del teatro
mexicano señala que “los indios tenían un gran gusto por las representaciones misioneras
precolombinas” (14). Lo mismo sería cierto para los indígenas del Virreinato del Perú.
8
Ver Othón Arróniz, en Teatro de evangelización en Nueva España, y María Sten, en El
el siglo XVI.
9
Durante uno de mis viajes a Cusco pude observar la interesante articulación del Corpus
Christi con lo indígena y el Inti Raimi. Las procesiones de carros alegóricos y grupos de
danzantes indígenas con que se celebra el Corpus duran cinco o seis días. Al día
siguiente, como remate de la celebración, tiene lugar la representación del Inti Raimi en
la ciudadela de Saqsaywaman. Me parece que el fuerte vínculo entre estos dos rituales,
establecido a través del elemento teatral inherente a ambos, es una de las razones por las
que el Corpus Christi, importante festividad del calendario católico, se celebra en Cusco
con mayor pompa que en la capital, lleva incorporados elementos indígenas, y empalma
con la principal fiesta incaica. Sin embargo, cabe mencionar que la grandiosa
celebración del Inti Raimi cusqueño, también encierra motivos políticos y económicos,
los que se exponen claramente en el capítulo 8 de Inka Bodies and the Body of Christ.
10
Túpac Amaru II (1742-1781) nació en Tinta, Cusco, y fue cacique de Tungasuca y
Pampamarca. Fue descendiente de la nobleza incaica y, como tal, recibió una educación
jesuita en el colegio San Francisco de Borja, en Cusco, pero mantuvo sus vínculos con el
pueblo andino. La causa de su rebelión en 1780 fue el abuso de las autoridades coloniales
sobre los indígenas. Fue derrotado en la batalla de Checacupe (1781), y tanto él como su
116
familia (esposa, hijo mayor, un tío y su cuñado) fueron ejecutados por las autoridades
llegada de los jesuitas al Virreinato del Perú en 1568, las odiseas por las que pasaron
antes de poder inaugurar San Pablo, el auge y renombre que alcanzó esta institución
interesante información sobre las clases y actividades de los hijos de los curacas en los
colegios de Lima y Cusco cada hora del día, así como detalles del menú, el traje y las
actividades de recreo.
13
Guillermo Lohmann Villena, en su capítulo sobre las primeras representaciones
escénicas en el Virreinato del Perú, habla sobre los jesuitas y su rol en el desarrollo del
teatro que José Juan Arróm llama escolar o de colegio (22). Con relación a este teatro,
Arróm proporciona información sobre su llegada a Perú y México, así como de sus
características principales (26-34). Melveena McKendrick habla del rol que desempeñó el
drama de colegio en la formación del teatro nacional español. Además, resalta su vínculo
Encina, así como de las innovaciones que se aprecian en sus églogas, y sus aportes al
117
teatro en general (182-190). McKendrick ofrece información más detallada sobre las
contribuyó de manera importante con la evolución del teatro nacional español. Explica
además las características de la obra de este dramaturgo, las fuentes que utilizó, su
introito como elemento innovador, la métrica, y las obras de Naharro que constituyen un
recopilación de definiciones para este género, pero se resiste a añadir una más a la lista
(19-29). McKendrick también contribuye con información sobre los orígenes del auto
florecimiento y decadencia hacia finales del siglo XVII en España, y las fuentes usadas
contribuye al tema explicando la función del auto sacramental en las colonias del Nuevo
Mundo (14). Informa, además, que los primeros autos representados en el virreinato del
Perú habrían sido Auto de la Gula, de Alonso Hurtado, y Auto de Abraham, de Alonso
relación cronológica de piezas teatrales representadas durante los siglos XVI y XVII. La
primera obra de Lope de Vega escenificada en Lima habría sido El saber por no saber y
vida de San Julián de Alcalá, en 1661; y la primera de Calderón de la Barca habría sido
El escándalo de Grecia contra las santas imágenes en ese mismo año (251-52).
118
18
Melveena McKendrick enumera los rasgos que definirían a la comedia nueva: tres
fue un jurisconsulto español que pasó por el Perú a mediados del siglo XVI. Destacó por
humanitaria hacia los nativos le ayudó a ganarse la aceptación de éstos y, por lo tanto,
afirmó que los indios uariviracocharuna fueron descendientes de los españoles que
salieron del arca de Noé, colocando a los indios en igualdad de condiciones que los
antigüedades de este reino del Perú (¿1613?), relacionó el mundo andino con la historia
religiosa europea cuando afirma que los naturales del Tawantinsuyo fueron descendientes
del primer hombre Adán y de su mujer Eva (5-7), e insinuó que Tonapa Huiracochan fue
el apóstol Santo Tomás que estuvo en la región andina educando a los indígenas y
haciendo milagros, y que antes de irse dio a Manco Cápac la vara de oro que el Inca
habría usado para determinar el lugar donde luego fundó su imperio (9-11). Así, Manco
Cápac habría creído en un dios único, y habría sido enemigo de los huacas y demonios
119
(19). Se observa en este discurso la resistencia del pueblo conquistado que acepta la fe
que se le impone, pero sin negar la existencia de todo aquello que constituye la
alrededor de veinticinco hombres cargaban las andas de oro sobre las que se transportaba
no estuvo libre de ciertos problemas de autoría y datación (McKendrick 40), los que
contraparte hispánica. Mientras que el corpus teatral peninsular consta de un gran número
de obras, el teatro en quechua, como se señaló desde un principio, cuenta con tan sólo
cinco piezas. Se podría pensar que lo exiguo de la colección alivia la tarea de su estudio.
Sin embargo, la escasez de información sobre los autores y las fechas de publicación, las
cuatro de las cinco piezas que conforman el corpus teatral andino: Rapto de Proserpina y
sueño de Endimión, El hijo pródigo, El pobre más rico y Usca Paucar. Estas cuatro
que genera hibridismo), trazos del barroco del Nuevo Mundo, e importantes tendencias
post-colonialistas.
Dramaturgos hispanoandinos
Espinosa Medrano. Existen escasos datos biográficos sobre este dramaturgo y, además,
éstos se encuentran envueltos en una niebla mítica que dificulta la aprehensión de sus
colección de citas arrastradas de texto en texto, sin evidencias concretas que sustenten las
Los datos que Augusto Tamayo Vargas ofrece sobre Espinosa Medrano provienen
mayormente del prólogo escrito por Agustín Cortez de la Cruz (alumno del Lunarejo)
para La novena maravilla, una recopilación de sermones que su maestro dio desde la
nació en Calcauso, un pequeño pueblo que por ese entonces pertenecía a la provincia de
Cusco. La fecha de su nacimiento es imprecisa y cae entre 1619 y 1630, pero se afirma
con bastante seguridad que falleció en 1688 (Tamayo Vargas XXIX-XXX). El Lunarejo
se habría dado a conocer en España a través de su Apologético (1662) a favor del escritor
Camoens, acusó a Góngora de producir textos oscuros, es decir, difíciles de entender por
Soledades ya que, en opinión de Faria, el tema humilde del poema no justificaba el uso de
lenguaje tan culto. Además, le criticó el abuso del hipérbaton en su poesía. Espinosa
Aunque letrados españoles habían intentado la defensa y justificación del poeta cordobés,
nadie en el continente americano había emprendido antes esta faena, y menos de manera
tan precisa.5 Gonzales Boixo observa que el trabajo de Espinosa Medrano sobre la poesía
De esta cita se deduce que en sus tratados y sermones, el Lunarejo habría favorecido el
lenguaje culto sobre el vulgar, así como el ingenio y la agudeza antes que la claridad del
mensaje. En otras palabras, resulta evidente que el erudito cusqueño fue admirador y
posible apreciar en toda su magnitud estos rasgos estilísticos, pues con seguridad se
desconoce la verdadera identidad de sus padres. Tamayo Vargas discute este asunto:
Para algunos el apellido del escritor era Chancahuaña, por ser así el de su
pero llevaba los de Espinosa Medrano por el vecino español que protegió
Luis Alberto Sánchez, por su parte, pensaba que había sido hijo de Agustín Espinosa y de
Paula Medrano (114). No obstante, es posible especular que si ambos padres fueron
“indios,” como sugiere Tamayo Vargas, entonces Espinosa Medrano habría sido
indígena, pero debido a los altos puestos eclesiásticos que ocupó, sus biógrafos sospechan
la existencia de un padre peninsular (¿el vecino español que protegió a la madre?) y, por
lo tanto, una identidad racial mestiza. No se descarta totalmente una condición criolla,
pues a pesar de que el tercer concilio de Lima (1583) 6 reglamentó la admisión de indios y
candidatos, y los que lograban ser admitidos no podían alcanzar puestos importantes
dentro de la iglesia.7 Sea cual sea la verdad, un sacerdote habría inscrito al Lunarejo en el
Seminario de San Antonio Abad del Cusco, a cargo de la orden de los dominicos, donde
éste recibió una educación formal occidental y, además del quechua y el español, habría
En cuanto a El pobre más rico se presume que el autor se llamó Gabriel Centeno
de Osma, pues el códice de esta pieza que, según Teodoro Meneses, se encuentra en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (376), lleva el título de “Comedia Famosa
por el Sr. Do. Dn. Gabriel Centeno de Osma, clérigo presbítero de la Ciudad del Cusco,
del Pobre Mas Rico” (Cid Pérez y Martí de Cid 212). No obstante, la ausencia de básica
información biográfica sobre este presunto autor ha hecho que los estudiosos consideren
la posibilidad de un seudónimo.
hasta la fecha. Teodoro Meneses, además de detallar la naturaleza de los siete distintos
códices que existen del Usca Paucar, proporcionó un resumen de las hipótesis de autoría
para este drama en quechua: Middendorf y Markham coincidieron en que el autor era (y
quiso permanecer) anónimo, pero José Gabriel Cosío y Clorinda Matto de Turner
atribuyeron la pieza a Juan de Espinosa Medrano (172). Por su parte, José Cid Pérez y
Cusco) en el que Cosío da noticia de la existencia de una copia del Usca Paucar en poder
de Nicanor Jara. En ella figuraría como autor un tal doctor Camacho, pero Cosío admite
no saber nada sobre este probable escritor (410). Según Meneses, el monseñor Juan
Antonio Casanova cuestionó que el autor fuera Espinosa Medrano, por hallar en Usca
Paucar méritos inferiores a los del Lunarejo. Finalmente, Meneses manifestó su adhesión
a la opinión del monseñor, y propuso como posible autor al Dr. Dn. Vasco de Contreras y
Valverde, pero prefirió dejar a otro la tarea de refutar o confirmar su hipótesis (172-73).
125
Usca Paucar:
La poca información sobre los autores dificulta la datación de las obras dentro del
corpus teatral hispanoandino virreinal, pero distintos críticos han llegado a ciertas
primera colabora con la imagen idealizada de Espinosa Medrano como gran prodigio del
contemporáneos optan por ser más cautos y realistas al asignar posibles fechas de
composición, tanto para las obras de este autor en especial como para las demás piezas
que conforman el corpus. En el primer grupo están Manuel Burga y Teodoro Meneses,
mientras que en el segundo se pueden contar a Cid Pérez y Dolores Martí de Cid, Bruce
(¿1680?), de Espinosa Medrano, donde éstas se aprecian más claramente. Sin embargo,
signos europeos se convierten en instrumentos para declarar su dominio del arte que llegó
americano a la vez que acusa las fallas del conquistador. Son varias las fuentes
parábola de San Lucas, asunto base para la composición de El hijo pródigo. Del teatro
peninsular aprovechó el auto pero, como se explicó en el capítulo anterior, también tomó
modelo del auto escrito por el sacerdote toledano Josef de Valdivielso, el que se basa en
la misma parábola, lleva el mismo título, y fue publicado junto con otras de sus
divinas.10
Lucas, capítulo 15, y va desde el versículo 11 hasta el 32. La parábola empieza con el
hijo marchándose de la casa del padre con el fin de viajar hacia países lejanos, donde
gasta irresponsablemente todos sus bienes. La región donde se encuentra atraviesa por
127
encuentra obligado a trabajar para un porquerizo, y ve tristemente que los cerdos están
mejor alimentados y reciben mejores cuidados que él. Los versículos 18 y 19 muestran al
hijo perdido, miserable y arrepentido que decide regresar a la casa del padre, confesarse
indigno de ser su hijo y solicitar se le contrate como sirviente. Desde el versículo 20 hasta
el final de la parábola no se habla de otra cosa más que de la inmensa alegría con que el
padre recibe al hijo, y los ricos trajes con que lo manda vestir; la música, danza y comida
con que celebra el retorno de aquel “que había muerto y ha resucitado; estaba perdido y
se ha hallado” (15:32). Es decir que San Lucas empleó 12 versículos, 57% de la parábola,
pasaje que muestra al joven convertido en porquerizo, punto más bajo de su miseria, se
celebración del retorno del hijo no ocupa ni un 7% de la obra en ninguno de los casos: 86
Medrano (6.5%). La fiesta por el retorno del hijo (alma) a la casa del padre (Dios) queda
con el contexto colonial y, por lo tanto conflictivo, en el que Espinosa Medrano produjo
esta pieza. Lo mismo es cierto para Valdivielso, quien habría compuesto su auto cuando
España ya mostraba síntomas de la crisis europea del siglo XVII (capítulo 2). Además, es
probable que ambos autores quisieran producir una fuerte impresión en su público, esa
el ánimo del pueblo espectador en la dirección deseada por los dramaturgos. En el caso
reforma religiosa europea, por ejemplo, pero El hijo pródigo de Espinosa Medrano
eje central de la pieza, mientras que reservaron poco espacio para el pasaje de la
salvación y celebración, con lo que éste se convierte en ícono culminante del drama.
Todo lo que la parábola insinúa fue ampliado y resaltado en ambas versiones teatrales.
Esta coincidencia podría indicar que el Lunarejo, efectivamente, leyó y siguió la obra de
Valdivielso, pero considero que el motivo principal que hizo posible la reelaboración fue
pródigo. En el caso del sacerdote toledano, el objetivo tal vez fue educar al pueblo y
129
frenar sus desmanes, mientras que el propósito del letrado cusqueño parece haber sido
Una de las diferencias más notables entre El hijo pródigo de Espinosa Medrano y
andino. Esto lo consiguió tanto a través del uso del idioma quechua como mediante la
geográficos, todos en la región andina, como Potosí, conocido centro minero de donde se
extrajo abundante cantidad de plata durante la época colonial; o Laicacota, que es otro
lugar de donde se extrajo plata; y Condorama, región minera en la zona del Colca
(Arequipa) de donde se extrae oro y plata hasta hoy en día.11 Aparecen también prendas
que conformaron la vestimenta del Inca como el champi; arma de combate en forma de
hacha e insignia real del Inca (Meneses 260); la maskapaycha; borla de color rojo que iba
sobre la frente del inca (Meneses 518); o el llauto; banda tejida con lana de vicuña e hilos
de oro que los incas llevaban alrededor de la cabeza (Meneses 90). Y hay toda una lista
de alimentos típicos de la zona andina como son la chicha (bebida alcohólica hecha a
base de maíz, y preferida por la población indígena hasta hoy en día), el olluquito con
charqui, el maíz sancochado, las habas, los choclos, las humitas, las papas, entre otros.
toda la región andina, y los tambores al ritmo de los cuales baila el personaje Huaina
‘Kari (Varón Vigoroso o Juventud). Además, algunos de los cantos incluyen elementos
prehispánicos como las máscaras o las hondas. Toda esta proliferación de alimentos,
pero también el exceso propio del estilo barroco. Por otro lado, refuerza la apropiación
130
efectiva funde los diversos ingredientes seleccionados por el dramaturgo, y producen una
anterior se propuso que Espinosa Medrano escondió una denuncia hacia el conquistador
español en El hijo pródigo, ya sea contra la autoridad civil: virreyes enviados desde la
península para ocupar tal cargo, gobernadores que fueron antes conquistadores y
fundadores de ciudades; o la autoridad religiosa, es decir, los clérigos que vinieron desde
había dejado a la población nativa, Espinosa Medrano, como miembro del clero,
deploraría también las faltas y abusos de aquellos que compartían su estado sacerdotal.
En todo caso, la denuncia del Lunarejo comienza a hacerse visible cuando se analiza el
recordar que los cristianos por excelencia eran los españoles y criollos coloniales, los
conquistadores que habían cruzado el Atlántico en busca de fama, honra, oro y plata, o
los misioneros que habían llegado al Nuevo Mundo con el supuesto propósito de salvar
almas. El nombre de Cristiano, uno de los pocos personajes que en este drama recibe un
131
nombre en castellano y no en quechua, es un primer indicio de que tal vez éste simboliza
la República de españoles.
a la vez criado de Cristiano) exhibe una actitud codiciosa, casi idolátrica, por la plata:
hongos de Condorama,
Para U’Ku la plata es imprescindible. La compara con el choclo, la papa y los hongos,
alimento que necesita para sentirse feliz y no morir de hambre. El solo tenerla en su
Condorama es clave para saber a qué se refiere U’Ku pues todos estos lugares, como ya
se mencionó, son conocidos por su actividad minera. Especialmente las minas de Potosí
cantidad de plata exportada hacia la corte española durante la época colonial provenía de
estos cerros.13
parecen indicar que este joven es un español con deseo de aventura y anhelo de riquezas,
empeñado en abandonar la casa de ‘Kuyaj Yaya (Padre Amoroso) a fin de disfrutar los
español que deja su tierra natal—la católica España—para explorar tierras lejanas al otro
lado del Atlántico. Además, resulta evidente que el Mundo que Espinosa Medrano
describe en su pieza, y al que llega Cristiano, no es otro más que el de los incas, el
Mira el firmamento;14
El mundo al que llega Cristiano es uno abundante en oro y plata, como lo era la región
además de la alusión al llauto, es la imagen del sol en el pecho del Mundo, ya que ambos
aluden a la cultura inca. Es sabido que, por lo menos durante el siglo XVI, en las
procesiones con motivo del Corpus Christi, la élite incaica desfilaba usando la vestimenta
y símbolos prehispánicos entre los cuales figuraba la imagen del sol, un disco de oro que
iba a la altura del pecho o, a veces, sobre la frente. Las autoridades coloniales de ese
entonces no sólo permitían este tipo de exhibición sino que, como se advirtió en el
capítulo anterior, las promovían. Como explica Carolyn Dean, una primera estrategia fue
reinscribir las imágenes religiosas prehispánicas dentro de una simbología cristiana (43).
En ese contexto, el disco de oro se asociaba con la deidad prehispánica Inti (dios del Sol),
pero también con Cristo. En el capítulo 3 se expuso que ya en el siglo XVII, la estrategia
hacia finales del siglo XVII, es posible inferir que el “sol de los cabellos de oro” que está
en el pecho del Mundo sin lugar a dudas es Inti y no Cristo, pues la asociación entre
ambos ya no se permitía para ese entonces. Con todo esto, el Mundo al que se refiere
lugar al que llegó el conquistador europeo tras abandonar la casa paterna (España)
más detalles para sugerir la afinidad entre el joven descarriado y el pueblo español. En la
134
primera jornada, el Mundo habla con Aicha (la carne) sobre Cristiano pues ya tienen
noticia de su llegada:
Según las crónicas, cuando los incas recibieron las primeras noticias sobre la llegada de
los españoles, creyeron que se trataba de enviados del dios creador de todas las cosas a
quienes ellos llamaban Viracocha. Entonces, las palabras que Espinosa Medrano pone en
boca del Mundo para describir a Cristiano parecen referirse al conquistador español
cusqueño ofrece un indicio más para descubrir la naturaleza española del protagonista: la
[...]
no piensas mandar,
Aunque esta puede tomarse como una acusación de carácter universal, no deja de ser
cierto que muchos conquistadores pasaron de tener una vida modesta y simple en España,
Francisco Pizarro, quien antes de cruzar el Atlántico habría llevado una vida dedicada al
135
noviembre de 1532, consolidando así su posición de poder (Diamond 68). Se sabe que
Pizarro, atraídos por las noticias sobre la increíble riqueza del reino de Perú. Al igual que
Cristiano, los colonizadores salieron de su patria para conquistar el mundo inca y adquirir
fama y poder, y muchos de ellos cayeron en numerosos vicios al olvidar las enseñanzas
del cristianismo.
perversiones que encuentra en el mundo inca están la dama Aicha (carne) y sus sirvientas
‘Katu y K’Uichi. Las tres juntas representan la lujuria, es decir, la mujer que seduce al
hombre independientemente de la posición social o política que éste ocupe. Aicha declara
que la mujer es capaz de someter tanto al pobre pastor como al rico y poderoso inca,
todos la buscan, la aman y se le rinden (vv. 383-409). Es sabido que el imperio incaico
contaba con un grupo de mujeres seleccionadas para vivir en el templo del Sol, sirviendo
a Inti y al Inca a través de actividades como las del hilado y la confección de ricas
prendas de vestir (Garcilaso 175-78). Y Cieza de León, en El señorío de los incas, habla
furia de los nativos (40). Algunos de los españoles que llegaron al Tawantinsuyo,
habrían caído en el pecado de la carne o, en otras palabras, se habrían rendido a Aicha, tal
comida y bebida en ambas versiones de la comedia religiosa que se viene analizando. Sin
escena VIII, emplea 83 versos en la descripción de la baraja española, con sus espadas,
baraja, rematados con la condena del juego de azar, evidencia la ambivalente reacción de
que fascina pero a la vez destruye a quienes caen presa de él. Joyce Goggin ofrece
las cartas o naipes tuvieron en el contexto europeo desde épocas tan tempranas como el
siglo XIV. Estos datos permitirán elucidar mejor el recurso empleado por Valdivielso en
El recuento histórico de Goggin informa que, desde sus orígenes, los juegos de
naipes estuvieron asociados con asuntos tan diversos como el demonio, el lenguaje, la
literatura, se manifiesta en los nombres de los antiguos juegos de cartas. Títulos como
“the Devil’s picture book, the bible of the gypsies, the encyclopedia of the dead, the
137
perpetual almanac, retain vivid reminders of card’s past kinship with books” (4). Por otro
amorosos (24) o pagarés.16 Esto nos lleva a los asuntos de la economía y contabilidad
playing and tarot cards, all entered Europe within a century of one another,
all imported from the East. [...] As an enormously popular pastime, card
numeric annotation, but more important still, with the use of zero in
accounting. (31)
A pesar de este aspecto pedagógico que adquirieron los naipes en cierto momento de su
posibilidad de movilizar grandes sumas de dinero (que otorgarían una fácil fortuna para
1376, por ejemplo, se prohibieron los juegos de naipes en Florencia; en 1382 Barcelona
publicó una ordenanza en contra de los juegos de azar; y en 1387 Juan I de Castilla lanzó
un decreto con el mismo fin (Goggin 20). Evidentemente, la Iglesia también mostró su
fuerte oposición a este pasatiempo por considerarlo “a serious threat to morality” (Goggin
32), y publicó igualmente una serie de documentos prohibiendo a los miembros del clero
participar en cualquier tipo de juego de azar.17 La detallada descripción de los naipes que
en la España de su época. Por otro lado, la fuerte condena que aparece inmediatamente
adicción al juego.
Lógicamente, los juegos de azar llegaron al Nuevo Mundo junto con los
conquistadores europeos. Sin embargo, en vez de los naipes, Espinosa Medrano recurrió
al juego de dados para escenificar la perdición del protagonista. Los juegos de azar con
dados, tuvieron asimismo una tremenda popularidad en España desde épocas tan
tempranas como el siglo XIII, y al igual que con los naipes, la obsesión de quienes
buscaban enriquecerse fácilmente a través de las apuestas, hizo que los gobernantes
dramaturgo y sacerdote cusqueño empleó casi 100 versos en la escena donde Cristiano y
U’Ku juegan a los dados con la amante Aicha, el Mundo y los sirvientes de ambos (vv.
rodar los dados, coincide con la rápida alternancia de versos en boca de los distintos
empieza con la ubicación de los participantes y el acuerdo sobre la forma de pago (hojas
de coca, maíz), y pasa luego a dar una idea de la partida a través de breves interjecciones
a cargo de U’Ku, Cristiano, Aicha, U’Ku nuevamente, Aicha de nuevo, U’Ku otra vez,
Huaina ‘Kari (juventud), una vez más U’Ku, y finalmente Huaina ‘Kari anunciando que
139
ganó el juego. Hay una pausa donde los participantes recuentan sus ganancias (o
pérdidas), establecen nuevas condiciones y vuelven a lanzar los dados. Esta vez los
jugadores son otros. La acción la pone en marcha U’Ku, responde el Mundo, contesta
U’Ku, ‘Posoko (criado del Mundo) anuncia que ganó, pero Pillonkoi (otro criado del
Mundo) le recuerda que el juego no termina aun. Continúan las interjecciones a cargo de
U’Ku, Cristiano, Pillonkoi, otra vez U’Ku, Cristiano, y terminan con U’Ku blasfemando
pues ha perdido.
Si este drama del Lunarejo hubiera sido representado, el público hubiera podido
ver a Cristiano arruinarse poco a poco y perder todos sus bienes. El pueblo andino
hubiera sido testigo del proceso de decadencia del protagonista, el que no es sólo narrado,
ocurre frente a los ojos del espectador (o lector). El ambiente de algarabía y fiesta que
perdido y despojado de todos sus bienes materiales (pero también espirituales, porque los
placeres mundanos le han hecho olvidar a Dios). Es probable que el contraste entre
innegable que Espinosa Medrano, miembro del clero al igual que Josef de Valdivielso,
también veía los juegos de azar como pasatiempos que corrompían a la sociedad, en este
caso, colonial. Sin embargo, cabe preguntarse si la clara advertencia de este auto iba
El juego llegó a las colonias americanas, como ya se mencionó, junto con los
sistema de encomiendas fomentó una adicción al juego, al parecer, más grave aún que la
140
Vega en sus Comentarios reales (libro tercero) sobre Mancio Serra de Leguizamo,
soldado español que perdió en una noche de juego una figura del Sol que le había tocado
tras el reparto de los tesoros del Cusco (163).19 Se sabe que no sólo los soldados caían
presa de este vicio, sino que también afectaba a los miembros del clero, como lo
demuestran las ordenanzas dadas en el concilio de Lima, tercera sesión, capítulo 17:
que nos vemos obligados a intentar remedios más severos, tanto para
enloquecen. Por lo tanto, quienquiera que jugare a los dados, naipes u otro
inmediata. (179)
En este contexto resulta evidente que la intención de Espinosa Medrano fue criticar al
español (laico o sacerdote) que, al igual que el protagonista de El hijo pródigo, se había
dejado arrastrar, no sólo por la avaricia y la lujuria, sino también por el juego.
parábola bíblica sirvió bastante bien para enmascarar la acusación hacia el colonizador y
crear ambigüedad en cuanto al destinatario del mensaje que encierra este drama. Después
Antes de la llegada de los españoles, los incas habían acumulado increíbles cantidades de
oro en sus templos dedicados al dios del Sol, y su control sobre los numerosos pueblos
141
que conquistaron era absoluto. Así, la nobleza inca también ambicionaba riqueza y poder
entonces, tiene una naturaleza ambigua ya que presenta rasgos andinos aunque también
hispánicos. El quechua que habla Cristiano, su afición por la chicha, la plata, el oro y el
poder, lo definen como sujeto precolombino. Sin embargo, esa misma ambición lo
Cristiano. Desde una perspectiva eurocentrista, la lujuria también puede ser vista como
un mal del que adolecía el indígena, pues a los Incas se les permitía tener numerosas
concubinas. El hecho de que todas estas debilidades puedan atribuirse tanto al español
32).
dominó las aulas virreinales del siglo XVI a cargo de las órdenes religiosas dominicas y
razón iban ganando terreno al dogma, la reforma religiosa iniciada con Lutero haría que
las cosas tomaran un rumbo diferente en España, y por consiguiente en las colonias del
Nuevo Mundo. Felipe Barreda Laos explica cómo el temor de que un liberalismo
Barreda Laos afirmó, con palabras que dejaban percibir su frustración, que el rechazo
español por todo aquello que pudiera amenazar la ortodoxia religiosa fue más evidente,
Aunque las escuelas, biblioteca y laboratorios establecidos por la orden de los jesuitas
contrarrestaría más tarde la situación que lamentaba Barreda Laos, la educación colonial
de los siglos XVI y XVII, según este intelectual, se habría distinguido por su ascetismo
(palabra de Dios) explica la constitución del individuo desde una perspectiva cristiana:
A ambos aparejados
por Valdivielso, pero en la versión quechua tiene un papel relevante. U’Ku acompaña a
143
Cristiano en su viaje por el mundo, y es U’Ku también quien a lo largo del camino lo va
a este asunto está bien definido a lo largo de toda la pieza: el responsable de la perdición
del alma es el cuerpo con su desmedida codicia, glotonería y debilidad por la bebida
alcohólica (chicha), su inclinación hacia la lujuria y el vicio del juego. El cuerpo, que
el ser humano que se aleja de Dios, no tiene poder de mando sobre el cuerpo, y hasta
Diospa Simin, palabra de Dios, puede poco contra la terquedad de U’Ku. Cuando Diospa
El desprecio del cuerpo era predicado por el pensamiento tomístico colonial el que, como
señalaba Barreda Laos, “rechaza o condena el culto de las formas físicas del animal-
hombre. El cuerpo es un enemigo que hay que debilitar por el ayuno; por la abstinencia y
Este pasaje demuestra la inmersión de la pieza dentro del contexto virreinal peruano,
aunque también dentro de la vida clerical, pues alude al voto de castidad de los sacerdotes
católicos.
difusión de la palabra de Dios en las colonias españolas del Nuevo Mundo, el personaje
podía ser otro que Diospa Simin. Se sabe que dentro del contexto colonial la difusión del
las autoridades eclesiásticas españolas que el tema central del Primer Concilio de Lima
realidad social e ideológica que vivió su autor, y es desde ese contexto que el Lunarejo
población virreinal, pero bajo formas y apariencias católicas occidentales, a fin de evitar
Lima en 1570. Para evitar sospechas, el dramaturgo asoció al demonio Nina Quiru
145
(Dientes de fuego) con la figura del inca. Ya hacia el final de la segunda jornada, cuando
¿Cómo se explica que Espinosa Medrano utilice la imagen de un inca que mata de
hambre a quienes le sirven? Las diferentes crónicas tanto escritas por indios como
Pachacuti Yamqui, españoles como Cieza de León, o mestizos como el Inca Garcilaso de
el hambre del alma que sólo Dios puede satisfacer a través del cristianismo. El mensaje
implícito advierte que el ser humano (indio o español) que se deja llevar por la codicia, la
lujuria y los vicios, se convierte en esclavo del mundo; un mundo que se compara al
universo andino en cuanto careció durante siglos de la palabra de Dios; un espacio donde
que el Lunarejo manipuló la construcción occidental del mundo andino para reivindicarlo
(lo convierte en lugar de la acción), para hibridizar y, por lo tanto, desequilibrar el texto
conquistador que sale de España (la casa del padre) para explorar el Mundo (el continente
americano).
146
gran fiesta para celebrar el regreso del arrepentido Cristiano a la casa del Padre, sólo que
la casa del padre que muestra Espinosa Medrano está ubicada en la región andina. Así lo
demuestran las ropas que el padre manda traer para su hijo, entre las cuales figura un
llauto de gala; o los bailes con que se celebra la vuelta de Cristiano, pandillas y hayllis
nunca le haya dado ni siquiera una llama para celebrar con sus amigos. Los referentes
andinos presentes en la casa del Padre son pocos, pero suficientes para indicar que no
sólo Nina Quiru mora en aquella región; también Dios habita en los Andes. El territorio
parábola de San Lucas, y la trajo al Nuevo Mundo a fin de declarar la valía de estas
tierras y su gente. Además, a través de una crítica sutil hacia las debilidades del español,
logra colocar a los pueblos americano y peninsular en el mismo plano cualitativo, pues
demuestra que el español necesita de la palabra de Dios tanto como el indígena, y que el
pecado no es un peligro tan sólo para el pueblo colonizado. El autor peruano construye
una interacción igualitaria donde tanto el peninsular como el americano son pueblos que
perturban la esencia o naturaleza humana inherente a ambos. Un grupo puede ocupar una
posición de poder y privilegio sobre el otro, pero al final ambos comparten una misma
naturaleza espiritual.
región andina, y la tensión que vio Lezama Lima en las obras de Kondori aparece en la
147
Medrano mostró detalladamente cada paso de Cristiano hacia su perdición. El hijo que
abandonó la casa paterna tuvo que descender hasta el último nivel de miseria (y junto con
cultura (y por lo tanto del arte) colonial o post-colonial, pues resulta que la casa paterna
Mundo. Ni siquiera el pueblo español puede volver a ser lo que fue antes del encuentro,
pues también éste sufrió una transformación durante los más de tres siglos de
colonización. Así, la casa paterna ya no puede estar sólo en España; existe también—
aunque remodelada—en las alturas de los nevados andinos, y allí Dios (el occidental o el
andino, nunca se sabe) viste prendas indígenas, y baila hayllis y pandillas con sus hijos
cultural, pues esta pieza exhibe (tal vez en mayor grado que las otras tres) características
de un nuevo ente artístico, diferenciado de las raíces hispánicas y andinas, que se alcanza
a través de la intrincada fusión o sincretismo de tres fuentes culturales. Por las venas de
los personajes corren tradiciones occidentales, mitología clásica y simbología andina, las
cusqueños como el de los ángeles militares (el San Miguel del drama).21 Algunas otras
andinas.
durante la época medieval como alegoría “to illustrate concerns of a religious and
spiritual nature. Hence the search of Ceres for her daughter was interpreted as the search
of Holy Church for Anima, the human soul” (511). Espinosa Medrano adoptó el recurso
exitosamente usado por los autores medievales primero, y por Calderón de la Barca
influencia en Rapto de Proserpina, pero sobre todo en la preocupación del autor por
mantener “an acceptable syncretism between the indigenous nature deities of Peru and
europeas al que se refiere Jaye es intrincado, y buen ejemplo del hibridismo que se
consigue dentro del horno transmutativo (el contexto colonial) del que hablaba Lezama
Lima (41).
Lunarejo, resulta pertinente observar y comparar la obra del dramaturgo español con la
el dramaturgo español utilizó el mito de Andrómeda y Perseo para explicar la caída del
alma (el pecado original), el perdón y salvación de la misma gracias a la muerte de Cristo
José María Ruano de la Haza explica la reelaboración del mito que llevó a cabo
Calderón:
Un proceso análogo siguió Espinosa Medrano: eligió dos mitos y los combinó para
escenificar la caída del alma y su posterior salvación mediante el sacrifico de Cristo. Uno
de los mitos es el de Ceres y su hija Proserpina raptada por Pluto. Según éste, Ceres tenía
una hija muy bella llamada Proserpina. Pluto, dios griego del mundo subterráneo, se
enamora de ella. Un día, Proserpina se hallaba en el jardín donde vivía, cuando de pronto
se abrió la tierra y apareció Pluto en un carruaje jalado por caballos negros. Pluto tomó a
Proserpina y se la llevó a la fuerza. Ceres oyó los lamentos de su hija pero no pudo ver lo
que pasaba. Selene, diosa de la luna, también la escuchó, pero sólo Helios, el sol, vio lo
medio de su frustración destruyó toda vegetación sobre la tierra. Entonces Zeus, viendo
que la tierra moría, ordenó a Pluto que devolviera a Proserpina. Pluto aceptó, pero antes
hizo que Proserpina comiera seis semillas de granada (símbolo de fidelidad matrimonial)
a fin de obligar a su amada a vivir con él seis meses cada año (Rouse 21-26, Ovidio 191-
202).22
durmiendo sobre un monte. Una noche Selene bajó y, con un beso, sumió al joven pastor
en un sueño eterno para poderlo visitar cuando ella quisiera (Rouse 46).23
Estos dos mitos se entrelazan en Rapto de Proserpina, donde Pluto o Plutón pasa
a ser Luzbel, el demonio de la tradición cristiana. Plutón está obsesionado con la belleza
triángulo amoroso que también está presente en Andrómeda y Perseo. Finalmente Ceres,
para construir su alegoría, mientras que Espinosa Medrano entrelazó dos, pero hasta aquí
cristianos, cosa que ya se había hecho en Europa desde la edad media. La gran
estudiando más de cerca a cada personaje en Rapto de Proserpina, pues se observa que
Endimión, es decir, su asociación con Inti (dios del Sol). Proserpina, al estar relacionada
con la luna (hermana y esposa de Inti), otra deidad indígena, presenta también una velada
Endimión es, según el mito, un pastor de ovejas, mientras que Cristo pastorea
cristianismo, pero hay más: Endimión es también quien todo lo ve y quien informa a
mitológico Helios, el dios griego del sol. Encuentro que el Helios oculto tras el personaje
de Endimión es una alusión más a Inti, dios incaico del Sol, o “lucero del alba,” que se
mencionó en el capítulo anterior, lo que reafirma la introducción del signo andino en este
deja sola porque se queda dormido, lo que corresponde al mito de Selene y su amado
concepto que tal vez Espinosa Medrano tenía del alma humana: inconstante y fluctuante
como la luna, capaz de acercarse y alejarse de Dios, por lo que requiere constante
satánica), el alma ha sido secuestrada por el demonio (huaca) que reina en el Nuevo
Mundo. Es más, el poder del Luzbel tawantinsuyano es tal que aunque los nativos
declaran adorar a Cristo (como también lo hace Proserpina con Endimión), éstos retornan
a sus dioses prehispánicos, así como Proserpina regresa a los brazos de Plutón. El
trasladó a la región andina donde, como camaleón que se adapta a su medio ambiente, el
Ceres. Éste se lamenta diciendo que hubiera preferido ser convertido en loro o pato (vv.
1522-23), aves que, como acota Jaye, son importantes símbolos andinos comúnmente
utilizados en la decoración de los textiles andinos (522). Resulta apropiado que sea Ceres
católica, capaz de salvar el alma indígena, pero también de castigar a quienes persisten en
Fernando Armas Asín ofrece una explicación diferente con relación a Taparaco, y
afirma que Tunupa o Taparaco serían diferentes nombres con que los indígenas
154
asociado con los adjetivos mañoso, embustero y revoltoso (208). Encuentro esta
aproximación bastante pertinente, pues Viracocha, al ser una deidad prehispánica que,
inmediatamente a ser visto como aliado de Satanás. Por otro lado, los adjetivos asociados
con el vocablo Taparaco coinciden con la personalidad de este gracioso andino ayudante
del demonio, creado por Espinosa Medrano. Para Jaye, Taparaco es el “indio” desde el
punto de vista de los misioneros españoles: “devoid of the cleansing of baptism, soiled by
original sin, often drunk, blindly reacting to pressures, but not consciously evil” (518).
U’Ku de El hijo pródigo), y no tiene ningún respeto por la mujer, pero difícilmente se le
cuando divisa a un grupo de mujeres, situación que aprovecha para expresar la baja
refiriéndose a Ceres:
155
irrespetuosa pero, a la vez, le teme y huye de ella. Le dice que le hable de lejos (v. 551) y
que arroje su palo, es decir, la cruz (v. 560), porque le asusta (v. 562). El comportamiento
de Taparaco puede equipararse con la actitud del nativo del Nuevo Mundo, ya que éste no
[…]
[…]
se ha tomado la chicha
comicidad que acompaña a Taparaco, la perspectiva del pueblo colonizado que no sabe o
Taparaco convierte tal afirmación en algo absurdo y ridículo, pero al mismo tiempo,
como algo demoníaco), la interpretación occidental de la religión andina como obra del
con Viracocha, como se explicó más arriba, deidad que “por voluntad del demonio y
permitiéndolo Dios,” como diría Cieza de León, los indígenas habrían considerado dios
creador de todas las cosas. Desde esta perspectiva, la relación entre Taparaco y Plutón
reforzaría la épica satánica que los europeos crearon en torno a los nativos del Nuevo
Mundo. Entonces, según la posición desde la que se observe el texto, la intención del
Lunarejo habría sido justificar la actitud de los nativos y protestar contra la violenta
Plutón se presenta a sí mismo como señor de “un pueblo caluroso” (v. 9) es decir, el
infierno, y como un ser juicioso aunque desgraciado. Sus poderes son tales que tiene
dominio sobre el sol, la luna, la estrella Venus y el rayo; el calor, el frío y el viento; los
prehispánicos a las regiones calurosas a ambos lados de la cordillera de los Andes); las
montañas y los minerales de la tierra (v. 21-43). Afirma ir vestido de piel de serpiente
(alusión a la serpiente del Edén) y adornado con plumas (v. 44-48).26 Plutón compara su
poder con el del mismo Dios, y resiente la inclinación que el Señor muestra hacia los,
desde su punto de vista, insignificantes seres humanos, a quienes se refiere como “los de
barro” (v. 82), o como “el fabricado en la tierra” (v. 210). Plutón explica que, cuando
lleno de soberbia intentó revelarse y ocupar el lugar de su creador, San Miguel lo derrotó,
158
implantada por Dios en el ser humano, y que tuvo por morada el Paraíso terrenal (v. 218-
221). Plutón confiesa adorar a Proserpina, y narra cómo logró engañarla, hacerla caer en
una trampa, tentarla para que comiera la manzana prohibida. Plutón no se resigna a
apasionadamente. Además, es un ser poderoso, casi tanto como el Dios del catolicismo.
Este demonio andinizado, entonces, tiene rasgos tanto positivos como negativos, así
connotaciones necesariamente negativas, sino que eran deidades capaces de obrar bien o
comprendido y revalorado.
amada Proserpina con la ayuda de Taparaco. César Itier resaltó la conexión entre el mito
por un hombre que generalmente pertenece al mundo subterráneo o al más allá. Éste es
eventualmente castigado, mientras que la muchacha logra reunirse con sus padres (222).28
casa del inca sinchi Roca y una doncella muy querida del inca se había ido
tras de aquel pobre indio. Como desaparecieron, los hizo buscar hasta que
inca le preguntó que dónde se lo había dado: el indio había tenido pacto
En esta historia narrada por el cronista figuran varios elementos afines al mito clásico
usado por el Lunarejo: Proserpina es una doncella muy querida por Endimión que ha sido
secuestrada por Taparaco (un pobre mozo todo andrajos), criado del demonio, que la ha
religioso y cultural que el dramaturgo deseaba alcanzar. Como propone Itier, Espinosa
esfuerzo por insertar elementos que la audiencia indígena pudiera reconocer. El asunto
del rapto no sólo sirve de amalgama entre la mitología clásica y la andina, sino que su
con signos culturales hispánicos, es una constante en toda la pieza y, en el caso de los dos
una mujer guerrera, firme y decidida, la madre protectora que se enfrentará ante todo por
160
rescatar a su hija. Esta personalidad encaja bien con la imagen de la iglesia católica
española que peleó en las cruzadas y guerras santas por defender la fe en Cristo y que, al
llegar a las colonias españolas del Nuevo Mundo, destruyó ídolos y condenó “idolatras” a
fácilmente manipulada por Plutón; una mujer vulnerable e inconstante que no sabe
tiempo volver al lado de Plutón. Se sabe que los españoles percibieron a los nativos del
Nuevo Mundo como un pueblo dócil, indefenso, hasta cierto punto afeminado (América
se representaba gráficamente como una mujer, según se aprecia en los distintos grabados
sirve también a otros propósitos: el primero, aun dentro de la tradición occidental, sería
conexión con el “Cantar de los cantares,” que aparece metamorfoseado en este drama
hispanoandino virreinal.
La Santa Biblia ofrece una descripción de este conocido libro, donde se dan una
serie de diálogos entre una joven sulamita y el rey Salomón durante los días de su boda,
161
(118). En el primer capítulo del “Cantar de los cantares,” el rey compara a su bella
amante con las flores y las aves. Salomón dice: “¡Oh y qué hermosa eres, amiga mía!
¡Cuán bella eres! Son tus ojos vivos y brillantes como los de la paloma” (1:14). Y en el
capitulo dos, la muchacha sulamita compara a su amante con frutos diciendo: “Como el
manzano entre los árboles silvestres y estériles, así es mi amado entre los hijos de los
hombres. Sentéme a la sombra del que tanto había yo deseado, y su fruto es muy dulce al
paladar mío. [...] Ea, confortadme con flores aromáticas, fortalecedme con olorosas
diálogo que entablan Endimión y Proserpina estando ausente el uno del otro:
Endimión
Proserpina
Endimión
Proserpina
Endimión
Proserpina
Endimión
Esta reconstrucción del “Cantar de los cantares” dentro de Rapto de Proserpina resulta
bastante adecuada por distintos motivos. El más obvio es el énfasis en la naturaleza que,
como se sabe, era venerada por los pueblos prehispánicos. Espinosa Medrano tomó las
referencias a las flores, las aves, o el pasto verde que se hallan en este libro bíblico, y los
entretejió con otros elementos notables para el mundo andino, tales como montañas y
rocas, lugares sagrados para los indígenas. Nuevamente, el Lunarejo adoptó uno de los
Una segunda razón por la que el “Cantar de los cantares” se adapta bien al drama
está en el asunto de la joven que busca a su amado. Ella se duerme y al despertar, ve que
su esposo se ha marchado (3:1), entonces la joven comienza a vagar por los prados
muchacha de la tradición bíblica, pero se observa una innovación: este episodio se alterna
con otro en el que Endimión también busca a su amada porque, aludiendo al mítico pastor
quedó dormido, descuidó a sus ovejas, y una de ellas (Proserpina/alma humana indígena)
fue presa fácil del seductor Plutón. El Tonapa o Viracocha que, según Juan de Santa Cruz
Pachacuti, habría llegado a las provincias del Tawantinsuyo para predicar la palabra de
163
Cristo (9), abandonó al pueblo andino así como Endimión descuidó a Proserpina. El
pueblo andino y Proserpina son culpables, pero también lo es el pastor por desatender a
sus ovejas.
“Cantar de los cantares,” y tiene que ver con la posibilidad de vincularlo con la mitología
andina. El Inti (dios del Sol) y la Quilla (diosa de la Luna) incaicos, hermanos a la vez
también encajan en el asunto amoroso de este libro bíblico, pues ambos astros aparecen
separados y distantes en el firmamento. El sol que sale de día parece buscar a su amada
luna que sólo aparece de noche, y aunque a veces coinciden y parecen reunirse a la hora
realidad colonial, donde la religión católica se aglutinó eficazmente con las creencias
hoy en día en la forma del catolicismo andino. Aun el momento culminante de la obra—
Una vez raptada, Taparaco engaña a Proserpina y la hace comer siete semillas de
esta fruta. Como se indicó anteriormente, en el mito greco-latino éstas son seis y
164
representan la fidelidad matrimonial, pero el número siete del drama en quechua sugiere
los siete pecados capitales. Proserpina ha pecado (se olvidó de Endimión/Cristo, se dejó
seducir por Plutón/Hades/deidad incaica) y para salvarse debe comulgar, es decir, precisa
capítulo 3, acerca este drama al género del auto sacramental español, comunica en este
de la fe) para rescatar al pueblo indígena/Proserpina. Al igual que El hijo pródigo, Rapto
mundo andino. Espinosa Medrano, un autor cusqueño con pleno conocimiento y dominio
de la cultura y el arte españoles, pero también de la cosmología andina, produjo una obra
personajes mitológicos y cristianos que constituye cada alegoría resulta bastante clara,
mientras que en Rapto de Proserpina elucidar cómo los mitos se entretejen para definir la
alegorización de los personajes, y cómo todo esto se fusiona con la geografía, mitología y
165
perspectiva andina, implica una ardua tarea de discernimiento debido a la bien lograda
o sincrético; un ente artístico cargado de tensión, como señala Lezama Lima, debido al
disconformidad asome, sin peligro, por entre las líneas del discurso dramático. La
Al igual que las dos obras estudiadas hasta el momento, El pobre más rico
(¿1700-1770?) es una pieza híbrida o sincrética que persigue la reivindicación del pueblo
fusión de géneros teatrales hispánicos (comedia y, en este caso, el auto mariano, que
lucha entre el bien y el mal por el alma humana). Sin embargo, considero que el elemento
directamente del sincretismo religioso andino: el culto a la Virgen María, pero a través de
grandemente venerada en esa región desde mediados del siglo XVI, e imagen infaltable
en las procesiones del Corpus Christi. La imagen de esta virgen habría llegado a Cusco
barrio incaico llamado Ch’akillchaka. Cuando llegó la imagen, se cambió el nombre del
templo por el de Iglesia de Belén. Existe una leyenda sobre dicha imagen: A mediados
del siglo XVI, pescadores del puerto en el Callao hallaron una gran caja de madera
flotando en el mar, y en ella una bella talla de la Virgen María, y un sobre con una nota
que decía: “Imagen de Nuestra Señora de Belén para la ciudad del Cusco.” En la catedral
de esta ciudad se puede observar un cuadro que representa esta historia.31 Como en
Explica José de Mesa que la relación plástica “Virgen cerro” se basa en la obra de
Ramos Gavilán sobre Copacabana, donde se dice que: “María es el monte de donde salió
aquella piedra [...] que es Cristo” (291). Y habla también sobre una carta de 1599 en la
que el jesuita José de Arriaga indica que, desde tiempo inmemorial, los indígenas
adoraban dos cerros: el de Potosí y el pequeño montículo que lo antecede. Este cerro
habría sido una deidad o huaca femenina a quienes los nativos llamaban Coya o Reina.
Señala José de Mesa que este arraigado culto al cerro Potosí obligó a las autoridades
Andes tiene su origen en un suceso ocurrido durante la rebelión de Manco Inca (1563)
Guamán Poma de Ayala: sucedió que mientras los indios rezaban de rodillas en la plaza
de Cusco e invocaban a la Virgen, a los ángeles y a los santos, una mujer muy hermosa
vestida de blanco apareció y echó tierra en los ojos de los indígenas infieles, a fin de
favorecer a los españoles cristianos en la batalla (86-87). Aunque la Virgen ayudó a los
pueblo andino: Dios permitió que los españoles salieran victoriosos a fin de que los
indígenas pudieran ser cristianos y salvar sus almas. Tal afirmación refleja el esfuerzo del
colonizado por crear una continuidad entre la tradición religiosa occidental y la andina.
Así como Juan de Santa Cruz Pachacuti alegó que los naturales del Tawantinsuyo eran
descendientes de Adán y Eva (5), o que Tonapa (Santo Tomás) llegó al Tawantinsuyo
para predicar la palabra de Cristo y redimir el alma de los indígenas (9), Guamán Poma
de Ayala sugiere que el amor de la Virgen hacia los pobladores del Nuevo Mundo se
religioso español.
ejemplo está el cuento sobre Selenque: una gran sequía asoló Cusco, y sus pobladores
168
desató una fuerte lluvia que provocó la algarabía del pueblo. Sin embargo, al cruzar un
puente la imagen casi se precipita al agua, pero gracias a Selenque, un joven de vida
disoluta que corrió a sujetar la estatua, la Virgen regresó intacta a su iglesia. Esa misma
noche, cuando Selenque pasaba cerca del cementerio, vio a Cristo en un tribunal y a unos
demonios que pedían justicia contra varias personas del lugar, incluyendo al mismo
Selenque. La Virgen también estaba allí, rogando a su hijo que le permitiera cambiar de
vida al joven que había ayudado a cargar su imagen. Selenque se convirtió en ese
pródigo y Rapto de Proserpina, no ocultan su etnia andina. A través de sus nombres y sus
diálogos, el autor establece claramente que Yauri Tito y Kori Umiña son descendientes
incaica, pero también abarca la situación desfavorable del pueblo indígena en general
dentro del contexto colonial. Las palabras iniciales de Yauri Tito en el primer acto
expresan su sentir, que habría sido también el de todo el pueblo andino colonizado:
[...]
[...]
y la alegría de mí nacía;
[...]
si no me oyereis,
marchita). Sin embargo, en las palabras de Yauri Tito el botón representa el esplendor del
imperio incaico, la soberanía del mundo andino sobre su propio territorio, mientras que la
hispanoandino virreinal.
debe a la muerte repentina de su esposo Inquil Tupa, con quien hacía poco había
contraído matrimonio.34 Su dolor es tan grande que quiere ser enterrada junto con su
esposo:
No me causes heridas;
Nina Quiru, el demonio, encuentra en la tristeza de Kori Umiña y Yauri Tito la ocasión
amor, y en la joven ñusta despierta una ardiente pasión hacia el inca. En la segunda
jornada, la pesadumbre y la tristeza siguen dominando a Yauri Tito a pesar de que ahora
me has de perseguir?
Cargado de mi pobreza
en ti siempre he pensado.
Yauri Tito se da cuenta que el oro y la plata producen una felicidad pasajera. Abrumado,
preferiría yo ahora
Por su parte, Kori Umiña tampoco es feliz pues el desamor que observa en Yauri Tito la
desear la muerte:
no terminas conmigo?
Propongo que la constante referencia a la muerte (que se halla también en ciertos dramas
peninsulares) por parte de Yauri Tito y Kori Umiña consolida el aspecto andino de El
pobre más rico. En primer lugar, el asunto de la mujer que desea ser enterrada con su
marido tiene raíces en la tradición prehispánica. Se sabe que durante el apogeo del
Tawantinsuyo, los grandes señores eran sepultados con sus prendas más valiosas, grandes
provisiones de comida y bebida, animales, pero además con sus sirvientes y esposas.
Guamán Poma de Ayala menciona la buena disposición de las personas que eran
enterradas junto con el difunto inca o señor (65-66), y Cieza de León explica que, según
las creencias del pueblo andino, morir significaba pasar a otra vida, donde seguirían
de la conquista. Los cronistas cuentan que la desesperación y el temor hacía que los
indígenas se quitasen la vida. Fray Bartolomé de Las Casas, por ejemplo, en su Brevísima
relación de la destrucción de las Indias, narra un suceso de esta naturaleza que tuvo lugar
en la isla de Cuba:
Después que todos los indios de la tierra de esta isla fueron puestos en la
Si bien es posible que este pasaje se halle matizado por la apasionada defensa de los
indígenas que caracterizó a Las Casas, incidentes de esta naturaleza figuran también en la
crónica de Cieza de León sobre el Virreinato del Perú.37 El hecho de que una obra teatral
de comienzos del siglo XVIII aborde el tema, puede implicar que aún dos siglos después
del choque entre España y el Ande, los casos de suicidio eran frecuentes entre la sociedad
nativa. Es evidente que una de las preocupaciones del autor de El pobre más rico fue
transmitir al público la noción de suicidio como pecado mortal, tentación del demonio y
condena del alma. Esto queda claro a través de la confrontación que se entabla entre el
mal (Nina Quiru), y el bien (la Virgen y el ángel), los que se turnan para comunicar su
mensaje en forma de canto a Kori Umiña. En la tercera jornada, la voz del mal le dice:
No te mates—sigue su huella.
Kori Umiña manifiesta que su corazón se encuentra dividido entre la muerte y la vida, es
decir, entre el mal y el bien, entre la muerte perpetua que le ofrece Nina Quiru, o la vida
eterna que le promete la Virgen. La pugna continúa cuando la voz que canta tienta
Si te matas,
La mención de Belén convence a Kori Umiña, pues reconoce que se trata de la Iglesia de
Belén, de la Virgen de Belén “nuestra madre” (v. 2640) a quien recuerda y rinde culto
desde su niñez, pero que su desmedida pasión por Yauri Tito la hizo olvidar:
Muchísimo la amé
Kori Umiña encontrará “la vida” en Belén porque es allí donde está el templo de la
Virgen, es el lugar hacia donde se dirige su marido, y será el campo de batalla donde
Nina Quiru quedará finalmente derrotado. La Virgen María como intermediaria entre el
Las advertencias en forma de canto que se dirigen a los viajeros es un recurso que
solitario, y el canto de un labrador le dice que vuelva y que no pase por el arroyo, pues
los cantos es indiscutible, y se emplean tanto para el bien como para el mal, enfatizando
así la tensión entre estos dos conceptos. A diferencia de Alonso, Yauri Tito y Kori Umiña
de esta victoria se hace patente la reivindicación del pueblo andino pues, mediante una
conocida tradición occidental (pacto con el demonio), se implica que el alma andina tiene
la misma valía que la europea.39 Es más, cuando Yauri Tito acepta el dinero de Nina
si supieras tú
empeñarla! (979-85).
Del mismo modo, cuando el ángel se encuentra con Quespillo, criado de Yauri Tito, y
dices eso / eres más hermoso que yo” (v. 1042-43). El mensaje que encierra esta escena
es el inconmensurable valor del alma indígena, alma preciosa que no se equipara ni con
las riquezas del mundo ni con la pasión humana, y que se compara más bien con la
recurso que emplea el autor para reafirmar la valía e inocencia del pueblo andino. El
176
“pecado” cometido por Yauri Tito (pactar con el demonio y venderle su alma) es
obra el protagonista niega haber vendido su alma al diablo. Cuando Nina Quiru le exige
que cumpla con lo estipulado en el contrato y le entregue su alma, Yauri Tito exclama:
¿Acaso yo mi alma
te la daría a ti;
Con estas palabras en boca de Yauri Tito el autor no sólo reivindica al personaje, sino a
todo el pueblo prehispánico. Si la sociedad andina no supo que sus deidades eran
religiosos españoles. Esto se infiere del tono apologético en los versos de Yauri Tito, que
subterráneas de las cuales adquirían beneficios, fue por desconocimiento. Al igual que
177
Yauri Tito, habrían sido víctimas del demonio. Considero que en esta declaración hay
también una velada denuncia contra el colonizador, pues el pueblo español sí sabe (lo
predica) que las riquezas andinas pertenecían al demonio (es decir, a todas las deidades
objeto del culto “pagano” del pueblo andino), y aceptarlas (los conquistadores tomaron el
oro de los templos incaicos, la plata del cerro Potosí—las entrañas de la Pachamama—
naturaleza de los criados en el teatro hispanoandino virreinal, pues en ellos se funden dos
personajes típicos del teatro y la literatura peninsulares de los siglos XVI y XVII: el
pícaro y el gracioso. En El pobre más rico (y también en Usca Paucar, como se verá más
adelante) las características del gracioso y del pícaro hispánicos se entrelazan, confunden
condiciones adversas. Cuando, en la primera jornada, Yauri Tito sugiere seguir la voz o
canto que (con palabras que no logran interpretar) intenta prevenirlos sobre la inminente
puedes ir solito,
Por otro lado, y como se señaló hace un momento, Quespillo parece haber heredado del
demonio se presenta ante ellos, por primera vez, en la primera jornada y, aunque
inmediatamente sospecha:
Así como el Lazarillo de Tormes puede entender que su amo hidalgo no hace más que
demoníaca oculta tras la mágica generosidad de Nina Quiru. Del mismo modo, es su
Príncipe, no firmes;
Más adelante, cuando Nina Quiru ofrece dicha eterna, su conocimiento de la naturaleza
[...]
el río no se seca,
pero considero que este personaje no ha adquirido tal habilidad de sus antecesores
peninsulares, sino mediante la observación del paisaje andino que lo rodea, donde las
abundantes lluvias crean deslizamientos en los cerros (huaycos), y las sequías disminuyen
el caudal de los ríos y lagunas. La constante transformación del paisaje andino le hacen
entender que nada en la vida es permanente o eterno. Si este rasgo lo acerca al pícaro
literario, la relación con su amo los diferencia. Quespillo no sigue a Yauri Tito sólo por
necesidad o buscando medrar, sino principalmente por el amor y la compasión que siente
por su señor. Y a diferencia del Lazarillo de Tormes, arquetipo del pícaro español,
Quespillo no cambia de amo con frecuencia, sino que lleva mucho tiempo sirviendo a
Yauri Tito, “su compañero de vida y de pobrezas” (Meneses 359).41 Todos estos rasgos lo
El Quespillo-criado, además, parece ser algo más independiente que sus colegas
frecuente y abiertamente a Yauri Tito tanto con palabras como con acciones, pero
siempre se preocupa por el bienestar de su señor. Así, cuando el inca decide seguir a Nina
Quiru a pesar de las protestas de Quespillo—“No vayas, Yauri Ttitu / ve lo que haces” (v.
yo no voy a ir;
No obstante, en este caso no es la cobardía de Quespillo lo que decide sus acciones, sino
benefactor.
recurre a la obscenidad y a lo escatológico, al igual que sus colegas españoles, para hacer
de Belén, Quespillo escapa a duras penas de las garras del demonio, y pregunta al
público:
se me haya adherido;
181
gracioso y, sobre todo, la tradición oral andina del Quespillo-indígena que recurre al
nombre, lo mismo ocurre con el criado de Yauri Tito. Separando las sílabas que
malicioso. Todos estos adjetivos describen bien al Quespillo de El pobre más rico: posee
Nina Quiru, y la suficiente malicia como para recelar del que da todo a cambio de nada.
Quespillo es además un pillo (o pícaro) porque roba, disimula y miente. Habiendo robado
parte de la plata que Nina Quiru le dio a Yauri Tito, y al ser interrogado por su amo,
miente diciendo que son papas y no plata lo que lleva (v. 1083-101). En este caso, sin
siempre estuvo al servicio de la élite incaica y nunca tuvo riquezas ni poder, no comparte
el sentimiento de desolación con la misma fuerza que embarga a su señor Yauri Tito. En
su deseo de quitarse la vida, Quespillo muestra una actitud opuesta frente a la misma
circunstancia:
¿Acaso no me ves?
[...]
Quespillo probablemente nació en la condición que ahora comparte con Yauri Tito, y no
cuesta trabajo entender la actitud de su señor, y por eso le dice: “eres hombre de otra
apropiación y reelaboración del elemento teatral hispánico. Rubiera Fernández señaló con
carta de gran valor, la del gracioso, un comodín (joker) que puede utilizar
de términos de mayor o menor carácter coloquial o vulgar que contrastan con los que
retratan al galán” (García Lorenzo 125) crean un espacio para el lenguaje coloquial
andino, a la vez que permiten diferenciar al indígena o mestizo colonial del noble
indígena que, aunque empobrecido, se expresa con mayor elegancia y delicadeza. Las
la “lucidez frente a la ceguera del galán” (García Lorenzo 128) se le adjudica a Quespillo
desenmascarar al demonio.
aprecia, por ejemplo, en la alusión a las ocupaciones del pueblo indígena: cargadores de
adobe (v. 275-80). Quespillo y Yauri Tito juntos representan dos estratos sociales dentro
En El pobre más rico, al igual que en El hijo pródigo, se percibe una camuflada
nueva situación de miseria. Yauri Tito, noble inca empobrecido, inconforme con su
184
estado actual, no deja de lamentarse y sólo busca la muerte. Cuando Nina Quiru le ofrece
riquezas (oro y plata), las acepta sin reflexionar sobre la procedencia de tanta fortuna
capaz de reconocer al demonio bajo el disfraz de benefactor. Del mismo modo, cuando
Nina Quiru le promete una mujer, Yauri Tito inmediatamente se somete a la voluntad del
supuesto bienhechor. El inca desposeído se deja arrastrar por la codicia y la lujuria, que
como señalé dentro del análisis de El hijo pródigo, fueron vicios principalmente
asociados con el conquistador español. No obstante, cuando Yauri Tito y su amante Kori
de pobreza pero, como anuncia el criado Quespillo con palabras que dan fin a la obra,
Y aquí termina
Los versos implican que el pueblo inca fue dueño de grandes cantidades de oro y plata
por voluntad del demonio. La conquista habría tenido, de acuerdo con este mensaje, una
almas. A primera vista, esto último podría interpretarse como una justificación o
patrimonio del demonio, entonces el alma de los españoles codiciosos es la que ahora
diablo?), pero el pueblo colonizado es “el pobre más rico,” pues es dueño de su
colonizador dentro de los mismo parámetros con que éste había juzgado al colonizado, se
la retórica mestiza de Garcilaso de la Vega, por ejemplo, quien alegó que la sociedad inca
su pueblo entendía que a través de éste obtenía un gran beneficio: la salvación del alma.
Del mismo modo, el culto a la Virgen, por ejemplo, habría sido un acto potestativo y no
impuesto. Desde un punto de vista eurocentrista puede resultar difícil aceptar que el
comparación de dos pinturas que lleva a cabo Carolyn Dean puede servir para esclarecer
Dean contrasta dos pinturas coloniales, una inca y la otra española. La primera
muestra a Don Alonso Chiguan Topa llevando el traje del emperador inca prehispánico.
En el pecho lleva un disco de oro, imagen del dios del Sol (Inti), y con la mano derecha
sujeta en alto una luminosa cruz cristiana. Según una inscripción en la pintura, don
Alonso, descendiente del inca Lloque Yupanque, fue el primer inca en ser bautizado tras
la conquista española. El retrato se hizo por encargo de sus descendientes con el fin de
establecer la ancestral nobleza de los Chiguan Topa, pero también para manifestar su
alianza con el gobierno colonial español. Dean comenta que esta pintura, de manera
metonymically to record the religious conversion of all Inkas” (119). Sin embargo, el
segundo cuadro pintado por el español Leonardo Flores ofrece una perspectiva distinta.
cruz de manos de un franciscano que va en un carro triunfal, “its mighty wheels rolling
presents a very different figure from the staunchly erect Don Alonso
Chiguan Topa, who holds high the cross he has taken rather than received.
importancia para la reivindicación de éste. Es por eso que en El pobre más rico el
olvidar que la religiosidad que el pueblo nativo colonizado termina adoptando resulta
Pachamama con la Virgen María, o los ángeles con otras deidades andinas como las
estrellas o la lluvia.
mexicano, está claramente presente en la ambigüedad del mensaje en El pobre más rico,
cronológicamente, la expresión indígena pareció volverse más osada, pues en este drama
Al igual que El pobre más rico, Usca Paucar (¿1700-1770?) también contiene las
características necesarias (división en tres jornadas y culto a la Virgen María) para ser
descrito como una comedia mariana. Esta comedia religiosa hispanoandina virreinal
sigue tan de cerca el tema y el argumento de El pobre más rico que parece una
pieza, y posibilita el desarrollo de la lucha entre el bien y el mal por el alma indígena. En
indica tan solo en el título de la pieza: Auto Sacramental del Patrocinio de Nuestra
la península de Copacabana, cerca de las islas del sol y la luna, en el lago Titicaca,
Existe una comedia a lo divino compuesta en 1651 por Calderón de la Barca que
se titula La Aurora en Copacabana.46 Esta comedia difiere del Usca Paucar en cuanto
destaca más el triunfo de la evangelización del pueblo indígena que la salvación y valía
triunfo del catolicismo español sobre la “idolatría” en el Perú, centro del derrotado
entre Yupanqui (cacique inca) y Guacolda (virgen del Sol). Desde un principio, ambos
jóvenes perciben la injusticia de su dios (Inti) que demanda sacrificios humanos en vez de
ofrecer su vida por la de sus hijos los incas. Los amantes huyen de la ira del despechado
inca Huáscar que, al enterarse del amor entre su cacique y la bella Guacolda (también
está enamorado de ella), intenta sacrificar a ambos para aplacar la ira de Inti y ver si así
189
éste los protege de los recién llegados conquistadores. Yupanqui y Guacolda logran
salvarse gracias a la intervención de la Virgen, pues con la victoria de los españoles sobre
Huáscar, los enamorados logran consumar su amor. Esta hazaña se logra a través de
que ocasionan los indígenas al atacar a los españoles, o la arena que cae sobre los ojos de
La comedia de Calderón, que se inicia con el primer encuentro entre el grupo de Pizarro y
los indígenas, acaba con la representación del origen del culto a la Virgen de
Ramos Gavilán afirmó que el culto a la Virgen en el virreinato del Perú se originó
por medio de una Imagen que allí está, que truxo de España, un vecino de
Desde allí se habría extendido a todos los rincones de este territorio colonial. Llegó a la
Ocurrió que en la zona de Copacabana, los anansaya y los urinsaya querían inaugurar
una cofradía, sin embargo, los primeros querían que ésta fuera en honor a la Virgen, pero
Alonso Viracocha Inca, viajó a Potosí donde conoció a Francisco Tito Yupanque. Este
escultor había hecho una promesa: dar a su pueblo una bella imagen de la madre de Dios.
No obstante, la efigie que produjeron sus manos provocó las burlas del pueblo debido a
su falta de arte. Tito Yupanque decidió llevar su obra a la La Paz (Bolivia), donde
(probablemente por el viaje) que esto no fue posible. Tito Yupanque tuvo que trabajar
tres meses más para reparar la talla de la Virgen hasta que, finalmente, el español doró la
escultura. Aunque para ese entonces los urinsaya ya habían aceptado fundar la cofradía
insistieron en que ésta debía ser obra de un español. El artista quedó desmoralizado y,
resignado a no cumplir su promesa, puso su obra a la venta. Esta noticia llegó a oídos de
hizo su entrada a este pueblo, en andas, el 2 de febrero de 1583, con motivo de la fiesta
de Copacabana, el que pervive hasta hoy en día. La crónica de Ramos Gavilán, a pesar de
191
su evidente esfuerzo por resaltar tanto la grandeza de la Virgen y sus milagros, como la
fervor. Sucede que el área conocida como Copacabana, ya era venerada por los indígenas
desde antes de la instauración del culto a la Virgen, pues existía en aquel lugar un ídolo
Este Ídolo Copacabana [...] era de piedra azul vistosa, y no tenía más de la
Ídolo hazia el templo del Sol, como dando a entender que de ay le venía el
bien. (191)
convento:
para superponer el de la Virgen. Ramos Gavilán advirtió que Copa significaba: “piedra
preciosa,” y Cabana significaba “lugar donde se podrá ver” (194). Los nativos habrían
dado este nombre a aquel lugar en alusión a su ídolo Copacabana, hecho de una “piedra
“Piedra preciosa es María, pues es diamante terso y bruñido en las minas, no de la tierra
192
sino de los altos cielos” (194). Así, tanto el ídolo de los yunguyo, como la Virgen, son
admirable providencia de Dios, permitir que aun con su ofensa fuesse célebre el lugar de
Un segundo detalle que la crónica de Ramos Gavilán proporciona tiene que ver
dedicado a la misma tierra que [...] los Indios del Cuzco, y los de
ofrecían sus sacrificios, pidiendo que acudiesse como buena madre, con el
deidad para pedir ayuda con sus cosechas, implorando condiciones climatológicas
favorables. Curiosamente, uno de los milagros narrados por Ramos Gavilán, y que fue
importante para la aceptación del culto a la Virgen entre los urinsaya, está relacionado
con la producción agrícola y una gran sequía que afectó la región del Titicaca: los
193
abundantemente sobre sus tierras, pero no sobre las de los urinsaya. Al ver este milagro,
los urinsaya hicieron también una misa en honor a la madre de Dios, con los mismos
Pachamama, pues los nativos acuden a ella cuando requieren lluvias para mejorar sus
cosechas, tal y como lo venían haciendo cuando rendían culto a Pachamama. La Virgen y
la Pachamama, entonces, habrían sido vistas como deidades equiparables, como madres
entre los evangelizadores y nativos por apropiar y reelaborar signos tanto precolombinos
como occidentales.47 Al igual que en El pobre más rico, esta superposición de la Virgen y
la Pachamama no se explica dentro del drama, como tampoco se indica que la región de
Copacabana ya era lugar de peregrinación para los nativos desde antes de instaurarse el
del barroco del Nuevo Mundo. De haber sido representada esta pieza, los nativos habrían
“visto” asomar por entre los elementos católicos los signos de su religiosidad que, a pesar
Virgen, refuerza la teoría de que esta comedia mariana es posterior a El pobre más rico.
194
En El pobre más rico, el culto a la Virgen parece hallarse en un estado algo incipiente:
Yauri Tito desconoce la existencia de esta deidad a la que su criado describe como una
popular: Usca Paucar es devoto de la Virgen, va a misa, reza, la invoca con frecuencia y
apesadumbrada por la ausencia de Usca Paucar, se ve presa de los demonios. Una vez
en tu presencia estoy,
diariamente repetiré;
rezaré tu rosario,
y a ti en mi corazón te guardaré;
barriendo tu iglesia
Se observa que el culto mariano está perfectamente integrado a la vida del pueblo andino
y criado rápidamente entienden que Usca Paucar ha pactado con el demonio, y saben que
la única esperanza de salvación está en Cristo y la Virgen. Así, sin ninguna voz
sobrenatural que les diga qué hacer, deciden ir hacia el santuario de la Virgen de
Copacabana.
Mientras Yauri Tito ignora que Nina Quiru es el demonio, Paucar sabe
pérdida de su pasado glorioso, para Usca Paucar lo es su actual pobreza, estado que
considera vil y vergonzoso, y es por eso que está dispuesto a vender su alma. La muerte
Cusco que ahora está “en poder de otros” (v. 77), pero es la pobreza lo que hace
196
tentación de quitarse la vida, o el impulso de arrasar con todo, y oscuras emociones como
diciendo:
hacen presa fácil de las tentaciones del mal. Considero que esta diferencia de
personalidad entre Usca Paucar y Yauri Tito indica la preocupación de este autor por
declarar el estado anímico del pueblo indígena. Aún en el siglo XVIII, en plena época de
Pero Usca Paucar no es el único personaje en la pieza que exhibe una actitud
muestra una actitud más activa y de mayor iniciativa que la de su homónimo en El pobre
que no desaparecen en este drama), el autor de Usca Paucar construye un criado que es
alimentos para Paucar, le hace ver que sus supuestos benefactores son demonios, le
disfraza para mendigar y conseguir comida para que su amo no pase hambre, lo que
recuerda al episodio del Lazarillo de Tormes en el que Lázaro pide limosna y comparte
sus ganancias con su amo el escudero. Tanto Quespillo como el Lazarillo dominan el
“arte” de mendigar. Lázaro explica los recursos que emplea para llevar a buen fin su
empresa: “Con baja y enferma voz e inclinadas mis manos en los senos, puesto Dios ante
mis ojos y la lengua en su nombre, comienzo a pedir pan por las puertas y casas más
[...]
Los últimos cuatro versos describen el “guión” que Quespillo ha memorizado a fin de
Quespillo recurre al disfraz y, al igual que Lázaro, el Quespillo-pícaro sabe a quien pedir,
y así se lo explica al escéptico Paucar: pedirá al caritativo cura (v. 160); a los
“huiracochas” (españoles), que aunque se burlan de él algo de dinero le ofrecen (v. 164-
66), y a las “cholas” (mujer indígena), que generosas desatan sus mantas para darle algo
sobre Yunca Nina y el trato que su amo tiene con el demonio, abiertamente le reprocha a
quien no se persigna,
lugar.
199
[...]
A partir de esta escena y hasta el final de la pieza, Quespillo continúa llevando a Paucar
por el buen camino, le vuelve a colocar el rosario alrededor del cuello, le sugiere
en honor a la Virgen a alabarla en voz alta. Como el director de una orquesta, Quespillo
indica a Paucar lo que debe hacer para salvarse. En El pobre más rico, fue tarea del ángel
Miguel aconsejar y advertir a Yauri Tito, pero en Usca Paucar el papel de ángel de la
guarda lo tiene Quespillo. Este personaje representa la nueva sociedad indígena post-
fragmentos que hacen posible la realidad virreinal: la religiosidad sincrética andina, los
recursos de los indígenas para subsistir en un contexto adverso, y los elementos del
este drama: las riquezas y la lujuria que fácilmente convencen a Usca Paucar de vender
su alma al diablo son las mismas que tentaron a indígenas y españoles, tanto a la
200
grupos sociales fuera de la escena, demostrando que también del mundo andino pueden
salir valiosos preceptos universales. Esta universalidad del mensaje se evidencia en las
acomodaremos la red
Yunca Nina desea destruir a todo ser humano, pues Dios favorece a la humanidad y
Despreciándonos a nosotros
por lo mismo,
a él le ama, a él le idolatra;
Cuando Yunca Nina elige a Usca Paucar como su víctima, el protagonista adquiere
inmediatamente una connotación universal, ya que simboliza “en todas partes los
201
hombres” (v. 415), es decir, tanto al europeo como al del Nuevo Mundo. El cebo es el oro
(v. 507), y se sabe que éste fue codiciado por los españoles y acumulado por los incas. Al
elegir a Usca Paucar como representante de todos los seres humanos, queda establecido
que los miembros de la república de indios valen tanto como sus gobernantes españoles.
estudiadas, también lo está la del demonio. Al igual que en los otros tres dramas
poderoso, como una deidad que tiene control sobre el territorio andino. En esta comedia
religiosa destaca el aspecto guerrero, tanto en el demonio Yunca Nina como en el ángel
y encarando mi escudo
El tono de combate que se percibe en este pasaje no sólo corresponde a la imagen de los
ángeles guerreros (popularizados por la pintura cusqueña y estudiados por Gisbert), sino
que recuerda las luchas durante la conquista. El deseo de venganza de Usca Paucar es
compartido por Yunca Nina, lo que subraya el aspecto negativo o “demoníaco” que, sin
202
Paucar una obra del siglo XVIII, producto de un momento en el que, como ya se señaló,
Proserpina). Éste aparece como un ser despechado, arrogante y vengativo, enemigo del
ser humano (indígena e hispánico) que será merecidamente derrotado por la Virgen,
destellante oro que el demonio puso en sus manos, ha elegido a la Virgen como madre
Aunque el autor de Usca Paucar no hace un esfuerzo por justificar a Yunca Nina
ni por ganar la simpatía de la audiencia hacia este personaje, sí reconoce su poder. Así lo
manifiestan los versos que el autor pone en boca de uno de los ángeles-demonios que
Con tu sabiduría
ahumas la luna,
deponiendo su ferocidad
Yunca Nina, entonces, tiene poder sobre el sol y la luna (principales deidades incaicas), y
sobre las estrellas, el puma, la boa (deidades prehispánicas menores). Una vez más se
aprecia la resistencia del colonizado que acepta las deidades o la religión que se le
rasgos post-coloniales, ya que se traza una escena donde la nueva cultura hispanoandina
Virgen. Al igual que los otros tres dramas, Usca Paucar lanza una denuncia no sólo hacia
el colonizador, sino hacia todo aquel que le de más valor a lo material que a lo espiritual.
su estado de tal modo que éste fuese visto como una bendición que sería recompensada
llevó por estandarte y justificación de la conquista, el nativo está usando las mismas
armas del conquistador español para invertir el discurso colonial, y declarar que la
riqueza y el poder son los cebos usados por el demonio, y los que caigan en la trampa se
verán derrotados, pero la Virgen María es más poderosa que Yunca Nina/Luzbel, y
colonizador, los que se presentan abiertamente a lo largo del drama: la lucha entre el bien
y el mal por el alma humana, el culto a la Virgen con todo lo que esto implica (templo,
incaica (Usca Paucar, pero también su esposa Jori Tica y su suegro Choje Apu), los
pobreza, el hambre, el tema del suicidio (todo esto dentro del contexto de la
colonización), además de las alusiones a las costumbres y la comida típicas del Ande.
Este drama hispanoandino virreinal expresa como ningún otro la tensa convivencia de
aparente asimilación del pueblo indígena a la cultura del colonizador pero, a la vez,
en los mismos términos que Dean empleó cuando comparó las dos pinturas mencionadas
en el análisis de El pobre más rico. En Usca Paucar el pueblo indígena toma o adopta el
205
culto a la Virgen. Quespillo y Usca Paucar son dueños de sus actos y eligen rendir culto a
conquista con que se abre la acción, muestra a los nativos Yupanque y Guacolda como
receptores más o menos pasivos de la religión católica que les ofrece el “benévolo”
Virgen María, mermando la autoridad del discurso hegemónico católico, como las sirenas
incaicas insertadas por Kondori en las edificaciones cristianas coloniales (Lezama Lima
53).
Aunque cada una de las piezas estudiadas exhibe rasgos particulares que las
incongruencia entre el mensaje religioso del colonizador español y sus acciones. Estos
español dentro de los mismos parámetros valorativos que éste había usado para definir al
pueblo indígena.
García-Bedoya y Mannheim para estas piezas es correcta, resulta interesante observar que
206
República de indios, que viven exiliados y pobres en las montañas y rincones más
Notas
1
Algunos dicen que le llamaban el Lunarejo debido a un lunar grande y prominente en el
rostro, mientras que otros afirman que era por los muchos que tenía en todo el cuerpo.
2
Agustín Tamayo Rodríguez, en sus Estudios de Espinosa Medrano (El Lunarejo) cita a
varios autores, la mayoría de ellos peruanos, que hablan con mucho orgullo y con
Apologético.
5
El breve resumen de los ataques de Faria hacia Góngora, y la respuesta de Espinosa
descripción de la estructura del Apologético, así como de los argumentos empleados por
el erudito cusqueño. Sobre los ataques y defensas de Góngora ver Ana Martínez Arancón,
6
Para la información sobre el tercer concilio de Lima he utilizado la obra de Francesco
Leonardo Lisi.
7
Benjamin Keen se apoya en los comentarios del jurista español Juan de Solórzano
Pereira, para plasmar la opinión que se tenía del mestizo en el contexto colonial. A pesar
mestizos notables (Espinosa Medrano habría caído dentro de esa categoría) podían
alcanzar importantes cargos eclesiásticos. Existen documentos en los que consta que el
intelectual cusqueño fue nombrado catedrático del Seminario San Antonio Abad en 1650,
estructura conformada por códigos literarios calderonianos y, por lo tanto, propone que
ninguna de ellas es anterior a mediados del siglo XVII (207). Revisa de este modo las
teorías de Burga y Meneses que las situaban entre 1645 y 1685. Burga, basándose en una
más severa ortodoxia eclesiástica que él encuentra en el drama—lo que reflejaría el éxito
García-Bedoya, en cambio, la ubica antes que El pobre más rico y Usca Paucar.
Mannheim llevó a cabo “desde una rigurosa metodología de lingüística diacrónica” (208).
9
Además de los problemas de autoría y datación, al estudiar El hijo pródigo hay que
Teodoro Meneses y la de José Cid Pérez y Dolores Martí de Cid. La primera parece ser
un tanto literal, y tal vez por querer permanecer fiel a la versión en quechua, se ha
209
que según Lohmann Villena se representaron en Lima durante el siglo XVII, es posible
que su obra pasara al Nuevo Mundo en forma de texto. Las muchas similitudes en cuanto
al modo de tratar los pasajes de la parábola parecen indicar que el Lunarejo tuvo
PDF>
12
Ésta y todas las citas provienen de la traducción de Teodoro L. Meneses, a menos que
se indique lo contrario.
13
Cieza de León, en su Crónica del Perú, informa que Villaroel encontró Potosí en 1547.
14
Este verso, en la traducción de Meneses, dice “Mora el firmamento,” mientras que en
la traducción de Cid Pérez figura como “Mirad el cielo,” lo que en el contexto de los
16
En la nota 1, Goggin menciona que era práctica común usar el anverso de los naipes
para escribir I.O.U.’s (I owe you), cuando se debía dinero tras un juego.
17
Goggin ofrece un detallado recuento de las prohibiciones a cargo de la Iglesia, así
como eventos para enfatizar la inmoralidad inherente a los naipes, como la quema pública
de éstos (32).
18
En el Libro de las Tahurerías: a special code of law, concerning gambling, drawn up
by Maestro Roldán at the Command of Alfonso X of Castile, se explica que entre las
actividades recreativas de la Castilla del siglo XIII estaban los juegos de dados. Las
apuestas que acompañaban a éstos fueron condenadas por la ley, principalmente debido a
ellas el Ídolo del Sol, aviéndola a las suyas un soldado (que por serlo) no
deste juego nació el común proverbio, juega el Sol antes que salga. (167)
20
Para este pasaje empleo la traducción de Federico Schwab en la edición de José Cid
Pérez y Dolores Martí de Cid, por considerar que expresa mejor la idea. En esta versión
los versos no están numerados, así que empleo el número de página donde figura la cita.
21
Teresa Gisbert explicó la popularidad de los ángeles en las pinturas del Perú colonial
como resultado de la labor llevada a cabo por los sacerdotes, quienes quisieron
211
reemplazar los cultos andinos a elementos naturales, como las estrellas o la lluvia,
asociando a los ángeles con éstos fenómenos. Así, en el Perú virreinal fueron populares
las pinturas de distintos tipos de ángeles, siendo los más originales los ángeles militares,
come Proserpina. Espinosa Medrano también opta por indicar que son siete semillas, tal
sumido a Endimión en un sueño eterno para que nunca envejeciera (Powell 84).
24
Garcilaso de la Vega describe el culto que los incas rindieron a la luna:
27
En la Relación de la religión y ritos del Perú los padres agustinos mencionan varias
Madeinusa, una joven indígena en una remota villa andina, en Perú. El final de la historia
sugiere que el muchacho paga su “audacia” con la vida, mientras que la joven logra
escapar (la última escena la muestra viajando en el camión que debía de regresar al joven
mi director de tesis, Charles Ganelin, por llamar mi atención sobre esta conexión entre la
construida alrededor de los orígenes del Lunarejo. Se dice que un joven indígena,
presunto padre de Espinosa Medrano, raptó a la que habría sido madre de este escritor
peruano (Tamayo Vargas XXX). De ser cierta esta historia, el mito insertado en Rapto de
dominados por el demonio, tenía como uno de sus fundamentos la naturaleza afeminada
del sacerdote Rubén Vargas Ugarte. Vol. 2. 160-63, excepto la leyenda sobre la llegada
213
pero indica que no la incluye por carecer de bases históricas. Sin embargo, esta es parte
Bolivia (www.bolivian.com/angeles/vcerro.html).
33
Para esta cita, y todas las que siguen, utilizo la traducción de J.M.B. Farfán y
Meneses. Sin embargo, he modificado el verso 141 porque considero que “el precio de mi
habría sido un noble indígena que murió en el levantamiento de sus guerreros (los
kanchis) contra los españoles. La familia de los Inquil Tupa habría vivido en la
muerte: los nativos, en todo el Nuevo Mundo, desde la Nueva España hasta la zona del
214
río de la Plata, creían que los muertos necesitaban servicios después de muertos, y por
la pluma por los derechos y la libertad laboral del pueblo indígena en el Nuevo Mundo.
principales censores modernos está Ramón Menéndez Pidal, quien lo halló principal
Montesinos, Las Casas, Vitoria, Soto y tantos otros, son personalidades muy preclaras y
como el de Daniel Castro intentan ser más objetivos, y resaltan tanto los logros como los
fracasos de este sacerdote Dominico. Este autor destaca que Las Casas habría estado más
preocupado por el triunfo del proyecto espiritual e imperialista español que por la
verdadera libertad del indígena. Sobre todos estos temas consultar a Alberto M. Salas,
Bataillon y André Saint-Lu, El Padre Las Casas y la defensa de los indios; Lorenzo
Galmés, Bartolomé de Las Casas: defensor de los derechos humanos; Ramón Menéndez
215
Pidal, El Padre Las Casas, su doble personalidad; y Daniel Castro, Another Face of
los dos últimos versos aluden más claramente a la pasión desmedida hacia Yauri Tito que
traducción de Farfán y Suárez Álvarez: “mis deseos al pecado / por muchos años me ha
Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo, donde los pactantes se salvan gracias
Lope, Quien mal anda, mal acaba de Alarcón, y Caer para levantar o San Gil de
42
El aspecto escatológico fue también un recurso bastante común para el gracioso
ejemplo el relato de José María Arguedas “El sueño del pongo,” donde también se halla
el elemento escatológico: en una hacienda había un pongo (el nivel más bajo entre los
sirvientes) que era constantemente humillado por su amo. Un día, el criado solicita
permiso para narrar un sueño que tuvo. En éste pongo y hacendado habían muerto y
aparecen desnudos frente a San Francisco quien ordena a los ángeles que cubran con miel
el cuerpo del amo, y con excremento el del pongo. Aparentemente, esta situación
convalida las posiciones socio-económicas que los dos personajes ocuparon en vida, pero
el estado de cosas se invierte cuando San Francisco ordena que cada uno limpie el cuerpo
figura como “pareces otro hombre.” La versión de Meneses enfatiza más la diferencia de
condición social entre Yauri Tito y Quespillo, mientras que la de Farfán Álvarez parece
pues el inca caído acaba de pronunciar un largo discurso en el que habla del profundo
cambio que su vida ha sufrido. La interpretación de Meneses me parece, por esto, más
acertada.
217
46
En la edición de Antonio Pagés Larraya, se incluye un estudio preliminar a cargo de
Ricardo Rojas, el que proporciona información sobre las fuentes que Calderón empleó
situación del pueblo indígena del Virreinato del Perú con los pueblos bíblicos del antiguo
testamento que adoraban falsos dioses, y expresa el gran favor que la Virgen María le
hizo al pueblo indígena al derrotar al demonio y salvar sus almas, coincidiendo con el
mensaje que encierra tanto El pobre más rico como Usca Paucar, es decir, la gran
fortuna de los nativos, pues Cristo y la Virgen los aman tanto que determinaron
Primera nueva crónica, de Felipe Guamán Poma de Ayala (225). Para esta cita y todas
Meneses.
218
CONCLUSIÓN
titánico, pues el paso del tiempo y el mismo proceso de colonización destruyeron gran
parte de los vestigios que pudieran haber sobrevivido el violento suceso de la conquista.
Perú, probablemente entre 1680 y 1770, ha hecho posible escuchar ciertos ecos del
andino virreinal. Si bien las limitaciones lingüísticas dejaron fuera del alcance de este
trabajo un análisis estilístico que pudiera develar el barroquismo del discurso poético en
sagradas del catolicismo y, otra vez, en la ambivalencia del mensaje contenido en cada
pieza.
Además, las teorías sobre el barroco americano de autores neobarrocos como José
Lezama Lima, Alejo Carpentier y Severo Sarduy, sirvieron de apoyo para reforzar la
solidez del argumento a favor del barroco del Nuevo Mundo como estilo predominante
plutonismo resaltado por Lezama Lima que fracciona en cien pedazos la ideología,
literatura y los géneros teatrales españoles, sus temas y personajes así como la mitología
manipular la cultura española hasta el punto de poder crear con ella un teatro de calidad,
preponderada por Lezama Lima, está en la pugna entre los fragmentos españoles y
supremacía de uno u otro queda fuera del control del artista, pues depende del punto de
argumento más para entender la predilección por esta estética en el ámbito colonial
americano. Siguiendo a Carpentier fue posible afirmar que, más que la imposición de un
inusitado número de conflictos que todo esto produjo, constituyó el ambiente preciso para
el desarrollo del barroco del Nuevo Mundo y, dentro de éste, del barroco andino.
Zamora en cuanto ambas tienen que ver de cierto modo con el eje, el centro (o la ausencia
elíptica, con sus dos centros simultáneos. Es decir que, además del desplazamiento del
barroca trabaja en función a dos ejes, uno más prominente que el otro, es verdad, pero el
encierran los dramas religiosos hispanoandinos cumple con esta condición barroca
desde un centro situado en el Ande. Este punto de vista andinocentrista obtura, mata,
oscurece, o ciega el centro de poder español y su discurso colonial. Del mismo modo, si
En otras palabras, dependiendo del punto de vista que asuma el espectador, uno de los
penumbra, pero sin desvanecerse completamente. Este fenómeno es un buen ejemplo del
permanentemente el entendimiento del observador. Además, no hay que pasar por alto la
capacidad de variar centros y percibir ambos puntos de vista se adquiere a través del
estudio de las dos culturas que conformaron la realidad colonial, y generaron, a través de
su interrelación, los nuevos grupos étnicos que complicarían la realidad social y cultural
propicio para el desarrollo del barroco se complementan con las teorías sobre el asombro
del maravilloso encuentro de dos culturas extrañas. Este hecho es un antecedente que,
habrían facilitado el paso del barroco a las colonias españolas en el Nuevo Mundo, así
Carpentier todo mestizaje engendra un arte barroco, ese primer asombro al momento del
esa locura de ver, pues obliga al observador a llevar la mirada de un centro al otro para
implicó la lectura de crónicas como las de Francisco de Ávila, Bartolomé de Las Casas,
Pedro de Cieza de León, el Inca Garcilaso de la Vega, entre otros, a fin de escoger con
cuidado los datos que ilustrasen más objetivamente las costumbres, creencias y prácticas
culturales prehispánicas. Por este motivo, la información se tuvo que matizar con estudios
indígena como los de Margarita Zamora, Carolyn Dean o Teresa Gisbert. Gracias a estas
lecturas fue posible entender que el Mundo al que llega Cristiano, en El hijo pródigo, es
el Tawantinsuyo; que las deidades prehispánicas del Sol y la Luna se agazapan tras los
Pachamama se esconde tras el culto a la Virgen, o que los ancestrales mitos de Huarochirí
asoman tras la imagen del noble indígena empobrecido en El pobre más rico y en Usca
Paucar.
entreveradas con los signos hispánicos, también fue necesario familiarizarse con el teatro
y la literatura peninsulares, cuyo influjo hizo posible la composición de las cuatro piezas
Proserpina) y Quespillo (El pobre más rico y Usca Paucar) son criados porque sirven a
un amo que, generalmente, exhibe modales refinados en claro contraste con la actitud
Finalmente, cada uno de estos criados comparte con el pícaro la mala fortuna de servir a
un señor empobrecido, situación que los obliga a mendigar para comer y, además, en el
posible percibir la fusión de ambos en cada pieza teatral hispanoandina. Así, fue fácil
del culto a la Virgen como rasgos tomados del auto sacramental o mariano,
occidental que se les impartió fue magistralmente entendida e internalizada, para luego
Proserpina, por ejemplo; o para alcanzar la sutil ambigüedad del mensaje que se aprecia
en El hijo pródigo. Por otro lado, los dramas hispanoandinos revelan que la sociedad
que percibía el Tawantinsuyo como reino del demonio, y esto les permitió invertir el
discurso colonial. El mensaje en tres de las cuatro comedias en quechua claramente acusa
plata de las montañas andinas que éste ofrece, mientras que el pueblo indígena queda
entre éstas y sus contemporáneas españolas, que se alcanza mediante la inclusión del
pertinentes al contexto virreinal como la conquista y exploración del Nuevo Mundo (El
hijo pródigo), el desmoronamiento del imperio incaico (El pobre más rico, Usca
225
que despierta tendencias suicidas en ésta (El pobre más rico, Usca Paucar).
Si a través del arte los pueblos expresan su identidad, las piezas teatrales
visibilidad, y sólo hace posible comentar algo sobre la identidad de sus autores: eruditos
en todo caso, enriquecidos por su diversidad cultural y capacidad de alternar con dos
mundos.
Por otro lado, valdría la pena rebuscar archivos coloniales con la intención de rescatar
colonialista de las que ya han sido recuperadas y traducidas, e intentar “escuchar” otras
sociedad indígena del Virreinato del Perú, y como testimonio de su tenacidad quedan
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LANGUAGES
Spanish: native
English: near native
French: reading and writing knowledge
Portuguese: reading knowledge
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