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CÉSAR VALLEJO: SOME NEW TEXTS (PART II)

Carlos Fernández
University College London

Valentino Gianuzzi
Pontificia Universidad Católica del Perú

p ro s e

A side from his thesis, El Romanticismo en la poesía castellana


(1915), Vallejo’s first published prose texts date from the
summer of 1918, when the poet made a brief incursion into
journalism. Five texts are currently known which were published
during the first trimester of this year. Three of them appeared in
Trujillo periodicals, while the other two were published under
the title ‘La intelectualidad de Trujillo’ in two newspapers from
Lima. The articles that appeared in Trujillo have been known for
more than four decades; those published in Lima have been lo-

They are ‘Con el Conde de Lemos’, ‘Con Manuel González Prada’ (La Re­
forma, Trujillo, 18 January 1918, pp. [2-3] and 9 March 1918, p. 3), and ‘Con
José María Eguren’ (La Semana, No. 2, Trujillo, 30 March 1918, pp. 2-3),
which appeared under the heading ‘Desde Lima’. These texts were published
almost certainly due to the intercession of Antenor Orrego, who worked as
the editor of La Reforma and director of La Semana. Before Vallejo moved to
Lima, Orrego had already published his poems in La Reforma on more than
twenty-five occasions.

Alcides Spelucín was the first to give details about these journalistic pieces
published in Trujillo, and gave a paraphrase of ‘Con el Conde de Lemos’ and
substantial quotations from ‘Con Manuel González Prada’ (1962 [1959]: 87-
89). He could only give, however, the name of the publication on which ‘Con
José María Eguren’ had appeared, and he admits that he did not have access to
 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

cated much later. The first one was found by Jorge Kishimoto
and Ricardo Silva-Santisteban (p.c.) in 1992, in one of Antenor
Orrego’s scrapbooks, where it was kept undated and without a
bibliographical reference. Here is our transcription and annota-
tion of this first text:

la intelectualidad de trujillo

Ninguno de aquellos raros temperamentos quiere notoriedad y


aplauso.
—Vivimos nuestra situación —me decía Antenor Orrego altiva-
mente—.
No necesitamos de nadie. Y cuidemos que nuestra isla sentimen-
tal no se carcoma; y que ninguno se nos vaya.
Trujillo muy poco ha trabajado por el arte; pues su vida fué siempre
fenicia y cartaginesca.
Pero una buena tarde de primavera, Orrego, entre el ir y venir de
los negocios, detuvo el tono de la vida ciudadana[,] la grita mercurial
y escribió ‘Arte moderno’[,] robusto es[t]udio crítico de literatura. Y
el bocinazo fué á dar más lejos de lo imaginado. Lima le premió en el
concurso literario de La Nación de 1913.

this text. We should add that for the other two texts, Spelucín seems to have
relied only on undated clippings. This is suggested by his error with regard to
the date of the first one, written, according to him, ‘en la primera quincena de
febrero’ (1962 [1959]: 85), while it actually appeared on 18 January, and his
vague dating of the second one, ‘escrito en los primeros días de Marzo’ (1962
[1959]: 87), which belies the trend towards chronological precision through-
out his paper. This is also suggested by Spelucín’s own reference to ‘viejos libros
de recortes’ as source of information for his essay (1962 [1959]: 35). Juan
Espejo Asturrizaga was the first to offer full transcriptions and bibliographical
references for these texts (1965: 213-19).

The text was reprinted for the first time in Quevedo, No. 1, 28 July 1992,
pp. 2-3. A facsimile of the clipping was printed in Vallejo 2002b: 10-12. Its
exact bibliographic location was given in Fernández & Gianuzzi 2006.

The announcement of the winners appeared in La Nación, Lima, 2 January
1914, p. 4. Orrego came in fourth place, after Abraham Valdelomar (who won
with ‘El caballero Carmelo’), Luis Antonio Eguiguren and Vicente Farfán.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 

Orrego, en su fervorosa vida espiritual, se ha hecho de una cul-


tura tan ancha y tan honda, que á su edad de 24 años pocos acaso la
poseen. Tiene gestos inauditos en nuestros días de falsedad y de pose.
Yo le encaraba un día: —¿Por qué no escribe, Antenor, por qué no
publica? —Antes que nada —me dijo con gran optimismo— hay
que vivir la poesía de nuestra vida personal, cómo es, cómo se desliza,
en desnudo, en plenitud de sangre, sin forzarla, sin mistificarla con
nada artificial ajeno ó pegado, sin siquiera patinarla de colores que no
le nazcan de adentro, que no le sean naturales. Y después de saborear
esta suprema obra de arte que se llama vida, el espíritu dará lo demás,
cuando llenas nuestras propias copas el vino se desborde y se regale
en espumas, rubíes ó borbotear sinfónico….
Orrego, ante todo, es un pensador, maneja ideas, es un caso en la
generación presente. Es un rito [sic por ‘En su rito’] estético, el estilo
es lo secundario. No le seducen el cuidado colorista, la bien labrada
túnica. Ama algo más que la flor; la melodiosa insinuación del grano
y la aurora preñada de sol naciente; ama la idea entrevista ó cuaja-
da ya. No le interesa el cristal que la transparenta. Busca la solidez
máxima, la intensidad, que es la forma fecunda, absoluta y eterna de
la belleza. Tal es su prosa. Y si no, apelo á ‘Arte moderno’, ‘Egolatría
alemana’, estudio de la kultura [sic] teutona, ‘Evocación colonial’,
cuento, otros artículos de crítica y sociología y otros cuentos.
José Eulogio Garrido es un cronista ya, de clara individualidad.
Posee una vasta cultura. Ha publicado numerosas crónicas de cos-
tumbres indígenas, llenas de donosa ironía y de doloroso tono frívolo.
Garrido odia el literaturismo frío, el literaturismo advenedizo, opues-
to á la emoción personal, pura, bravía. Ágil y pulcro en el concepto,
mira con abrupto panteísmo de primitivo, las criollas vidas serranas
ó las ruinas pre-históricas. Nadie, que no sea él, ha trabajado estos
motivos con esa manera ática, lijera [sic], sonriente, á la vez con ojos
avizores de un tradicionalismo nacional tan sincero y profundo. De
ahí, que su labor es de indiscutible originalidad en nuestra literatura.

The contest’s judges were Emilio Gutiérrez de Quintanilla, Víctor An­drés Be-
launde, Carlos Wiesse and Enrique Bustamante y Ballivián.

‘Egolatría alemana’ appeared in La Reforma, 2 June 1915, p. [1] and was
reprinted in El Heraldo, Cajamarca, on 16 November 1917, p. [1]. We have
been unable to locate yet the story ‘Evocación colonial’.
 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

Respira una más pronunciada indigenidad la obra de otro robusto


prosador; Luis Armas. En Lima no pocos conocen aquella preciosa
novela titulada ‘Tana’ que ha escrito Armas. Por la materia, por la
arteria de la vida nacional y por la observación completamente indivi-
dual que hay en este pequeño esbozo de epopeya indígena sin disputa,
es un martillazo que sobra para labrarse una fama. Armas tiene en
preparación dos novelas de la misma entonación que ‘Tana’.
Estos tres escritores fundaron la revista ‘Iris’, de la que era director
Garrido.
Federico Esquerre Cedrón es también una pluma de un raro me-
tal. Es un principiante; y ya es un pensador. Aborrece la frase hueca[,]
el relumbrón formal, manjar barato y ordinario de que tantas gentes
gustan por acá. No imita á nadie.
Tiene hermosos trabajos de jurisprudencia internacional y su ar-
tículo sobre la liberación de Polonia vale por una revelación y por un
triunfo.


In his article on la Bohemia of Trujillo, Juan Parra del Riego comments fa-
vourably on this work by Luis Armas, of which he writes: ‘un brillante ensayo
de novela nacional [ . . . ] admirable por el verismo descriptivo del medio de
una de nuestras haciendas del Norte y la observación ágil y exacta de tipos lo-
cales’ (1916: 1). ‘Tana’ appeared in installments in the magazine Iris, Nos. 3-5,
Tru­jillo, 30 June, 15 and 31 July, pp. 7-11, 10-15 and 6-11.

Later information on Iris (Spelucín 1962 [1959]: 44; Espejo Asturri­zaga
1965: 38; Orrego 1989: 50) mentions Garrido and Armas as the main driving
forces of the magazine. Six issues of Iris were published between 15 May and
15 August 1914, and among the collaborators were Garrido, Armas, Orrego,
Óscar Imaña, Felipe Alva, Carmen Rosa Rivadeneyra and Víctor Alejandro
Hernández. The magazine also published texts by Federico More, Luis Gón-
gora, José Santos Chocano, José Gálvez, Enrique López Albújar and Delmira
Agustini. A collection of Iris is available at the Biblioteca Nacional del Perú
(BNP).

Federico Esquerre Cedrón (1889-1968), a little-known member of la Bo-
hemia—and frequently mistaken for his nephew, the artist Julio Esquerre,
Esquerriloff (for example, in a recent book about Haya de la Torre: Chang-Ro-
dríguez 2007: 138 and 365)—was Vallejo’s classmate at the university, taking
with him classes in the Faculty of Letters as well as that of Law, between 1913
and 1917 (see Culquichicón 1994-95). Esquerre’s article mentioned here is
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 

El teatro ha tenido con Víctor Raúl Haya de la Torre un ensayista


feliz en el boceto ‘Triunfa Vanidad’ que en Trujillo puso en escena
Amalia de Isaura. Indudablemente en este esfuerzo de Haya, no se
debe buscar sino el tanteo de un artista; y no obstante ser éste el justo
alcance de ‘Triunfa vanidad’, cruzan por la obrita fuertes asomos de
mérito y de aliento innegables.
José Félix de la Puente Ganoza, es un temperamento definido.
El público le conoce y se le ha juzgado ya con ocasión de su reciente
novela ‘La visión redentora’.10
Oscar A. Imaña, he aquí un poeta fu[e]rtísimo que irá lejos. Tie-
ne apenas 24 años. En 1915 fué laureado en el concurso literario de
las fiestas de Primavera, al que concur[r]ió con su canto de juventud.
Es atrevido y profundo en sus temas. En sus ojos de soñador, acaso
asomen también, Verlain[e], Silva, Darío, pero en cuanto éstos se

‘La liberación de Polonia’, published in La Reforma on 14 November 1916,


p. [2].

Haya de la Torre’s play was performed in Trujillo’s Cine Ideal on 15 Decem-
ber 1916, by the theatre company of Amalia de Isau­ra, a Spanish actress whom
Haya himself had interviewed some days before (Juan Amateur, ‘Con Amalia
de Isaura’, La Reforma, Trujillo, 9 December 1916, p. [2]). For references to
this play and its relation to Vallejo, see the works of Alcides Spelucín (1962
[1959]: 56) and Juan Espejo Asturrizaga (1965: 42-43). Although the text of
the play is apparently not extant, its plot can be reconstructed thanks to two
reviews published a few days after the play was performed: Telémaco, ‘Triunfa
vanidad…’, La Reforma, 16 December 1916, p. [2]; and Violeta [Carmen
Rosa Rivadeneyra], ‘Triunfa vanidad…’, La Reforma, Trujillo, 20 December
1916, p. [2].
10
Except for this text, the novelist José Félix de la Puente Ganoza (1882-
1959) is not usually considered among the members of la Bohemia of Trujillo,
despite having published pieces in La Reforma, La Industria and La Semana.
Perhaps due to his age and to the fact that he was not a classmate of the other
members, his acquaintance with them, and his participation in bohemian ac-
tivities, could have been less close, despite the fact that there seems to have
been literary affinities between him and the Bohemia’s members. José Félix de
la Puente was married to Lucía Haya de la Torre, sister to Víctor Raúl Haya
de la Torre. His novel La visión redentora was published as a book in 1917,
and had both an edition in Lima (Edit M. Moral) and in Trujillo (Tipografía
Olaya). It was serialized in early 1918 in Lima’s paper La Crónica.
 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

han modificado por asimilación espiritual completa. Una idea de su


postura de concepción y de la medida de su paso hacia la cumbre,
dará el soneto ‘Cansancio’, ese hastiado gesto del instinto en mitad
de la vida, entre oscuros ímpetus de vuelo y de conciencia; ese tedio
zenital de la célula.11
Alcides Espelucín, [sic] es un chico de 23 años. Es un poeta
extraño, y es todo una promesa. Hoy viaja por Nueva York.12 Poe,
Baudelaire, Carrere, afilaron su lira. Pero el culto por el plasticismo
maravilloso, tangible y audaz, cierto algunas veces á espensas [sic] de
corazón, dan un trazo valientemente personal á sus versos. Véase el
carbón felino y brillante, como azabache milagroso de leyenda hin-
dú, salido de su yunque.
No me ocuparé del escultor Eduardo de la Torre, cuya labor de
positivo mérito artístico, ha sido revelada ya en Lima.13
Ya que estas líneas no son sino ligeras noticias para la mayoría
del público, queda tiempo y el campo se abrirá para que estos per-
files definan airosos la audacia edificante de una emoción nueva y
epifánica.
Pero he creído un deber mío adelantarme, y vocear á todos los
vientos cómo dice su palabra de luz esta falange bohemia y rebelde.
Estoy seguro que aquella no gustará de mi indiscreción.

11
Óscar A. Imaña (1893-1968) was, along with Vallejo, the most prolific
poet of la Bohemia, despite having never published a poetry collection. In
1915 he won the ‘Day of Spring’ literary contest with his poem ‘Canto a la
Primavera’ (published in La Reforma on 24 September 1915, pp. [2-3]). The
sonnet ‘Cansancio’ mentioned by Vallejo appeared in El Heraldo, Cajamarca,
30 April 1918, p. [1]. An ealier version, titled ‘Alas del cansancio’, was pub-
lished in Balnearios on 21 October 1917. Juan Espejo Asturrizaga tells an
anecdote according to which Vallejo memorized this sonnet (1965: 55-56).
12
The poet Alcides Spelucín (1895-1976), a famous member of la Bohemia
of Trujillo, left for New York on 4 July 1917 (according to a note printed in La
Reforma that day). Although some of his poems appeared from time to time in
the periodicals of Trujillo, he did not return to Peru until 1922.
13
Vallejo refers to the now well-known painter Macedonio de la Torre (1893-
1981), who during an artistic meeting at his house in Trujillo, showed his
most recent sculptures (see part I). A picture of one of his sculptures was
printed in Variedades, No. 504, Lima, 27 October 1917.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 

Se reunirán en alguna velada de estío, bulliciosa y azul, y me con-


denarán haberlos denunciado.
Y el tiempo...

César A. Vallejo.
Lima, marzo de 1918.

This first article of the series seems to have been commissioned


by Luis Varela y Orbegoso, editorialist of El Comercio, who wrote
under the pen name Clovis. The relation between Vallejo and
Varela y Orbegoso is documented in a letter dated 27 February
1918, which Vallejo sent to his friends in Trujillo (2002a: 21):

Antier que recibí cartas de ustedes, estuve en La Punta con Clovis.


Asistimos a un ocaso archisublime. Desde la terraza del chalet de
Aspillaga, recitábamos versos al buen viento de la tarde que pasaba.
La sinfonía en gris mayor de Rubén... Y más que nada, unos estupen-
dos versos de responso a Verlaine de un poeta uruguayo que yo no
conocía. ¡Qué responso más dolorido y místico! Varela los recitó; y
mientras los decía, yo miraba el verdemar crepuscular y lloraba...14

Names omitted in Vallejo’s article caused a reply in next day’s


morning edition of the same paper. The initials which appear
as signature indicate that the reply is the work of Carmen Rosa
Rivadeneyra (1897-?, also spelled ‘Rivadeneira’), a young writer
from Trujillo who, according to Juan Espejo Asturrizaga (1965:
39), was part of the other literary group contemporary to la Bo-
hemia.15 Rivadeneyra was the daughter of a professor at Trujillo’s

14
This valuable letter was first published by Juan Espejo Azturrizaga (1965:
193-96; facsimile facing page 192).
15
According to Espejo, other members of this group were Santiago R. Vallejo,
Víctor Alejandro Hernández, Daniel Hoyle, Pedro Abra­ham del Solar M. Q.,
Luis Herrera and Enrique Echeverría. Not much is known about the relation-
ship between the two groups, about which Santiago Vallejo wrote: ‘Es cono-
cido en Trujillo que mientras el grupo de Garrido o sea el de César Vallejo,
 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

university, Pedro José Rivadeneyra, and she was spending some


time in Lima.16 Her reply reads:

La intelectualidad en Trujillo

Con este mismo título apareció en la edición de ayer tarde de este


diario, un artículo de César A. Vallejo, el poeta rebelde, luchador,
fantástico, original, que tan rápida y merecidamente va triunfando
día á día. En su aludido artículo, hace la silueta artística (permíta-
seme la frase), de varios de los intelectuales prestigiosos de Trujillo.
Su juicio, absolutamente verídico sobre toda esta falange de literatos
é intelectuales jóvenes, tiene la sólida y rotunda inamovilidad de lo
incontrovertible; pero Vallejo ha olvidado en su reseña, de manera
inexplicable, á dos intelectuales, también de reconocida é indisenti-
ble importancia: me refiero á Víctor Alejandro Hernández17 y á San-
tiago R. Vallejo.

enarbolaba la bandera de la revolución espiritual con el signo de las ideas que


rompen el cauce de lo clásico, otro grupo, el de Víctor Alejandro Hernández,
buscaba guardar el equilibrio trabajando acaso intensa­mente como el otro,
aunque para decirlo con sinceridad, no aventajándolo ni igualándolo en pro-
paganda. [. . .] Los dos grupos naturalmente andaban si no a la greña, por lo
menos distantes de la cordialidad por más que en diversas ocasiones individu-
almente nos encontramos unos y otros adictos en reuniones en las que nuestro
espíritu daba de sí para el festejo dejando olvidados en el dintel los diferendos
intelectuales’ (1952: 221).
16
This, according to a social note in La Reforma, 21 November 1917: ‘A Lima
se ha dirigido el señor doctor Pedro J. Rivadeneira en unión de su señorita hija
Carmen Rosa Rivadeneira’.
17
Víctor Alejandro Hernández (1888-1932) was a prolific poet from Trujillo
who, like Óscar Imaña, never collected his work in book form, and his poetry
remains scattered across different Trujillo periodicals such as Iris, La Reforma,
La Libertad and El Federal. In 1916 he was president of the Centro Juve-
nil. The many legal notices signed by him printed in newspapers attest that
Hernández worked in Trujillo’s municipality for many years. In 1920 he was
Secretary to the Prefecture of the region of La Libertad, and as such he had
to write a document during the trial of César Vallejo (see facsimile in Patrón
Candela 1992: 154). More information on this poet can be found in Santiago
Vallejo’s ‘Mis recuerdos de Víctor Alejandro Hernández’ (1952: 227-35).
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 

Aquí en Lima no se ignora seguramente, que es Hernández el poe-


ta exquisitamente delicado, que son sus versos como la cascada crista-
lina y pura de un surtidor de plata, ó como la pálida luz argentada de
una noche de plenilunio: es el poeta-alma, un orfebre del verso.
Santiago Vallejos [sic], modesto, tesonero, inteligente, que sabe
sentir con delicadeza y que es periodista de gran mérito, ya se nos ha
revelado en su obra ‘Del propio sentir’, publicada hace pocos años, y
tiene en preparación una novela que llamará ‘Cuesta Abajo’.18
Son éstas dos personalidades de tanto relieve como las que men-
ciona César A. Vallejo en su citado artículo y creo cumplir un deber
de justicia con recordarlas ya que se trata de la intelectualidad de
T[r]ujillo.
C. R. R.
This reply generated yet another one from Vallejo, which was
published in the Lima newspaper La Crónica, on 7 March 1918,
p. 9 (Fernández & Gianuzzi 2006). What is most revealing in
this last text is the fact that Vallejo considers that the distinctive
trait shared by the group of Trujillo artists he writes about in his
article is their interest for modernizing Trujillo’s literary scene,
specially since he belonged to the group, although he does not
include himself explicitly, perhaps out of modesty.

18
The writer and journalist Santiago R. Vallejo (1893-?) was editor of La Re­
forma until 1915 and, in the following years, took different posts in many of
Trujillo’s newspapers, such as El Federal, La Industria and La Libertad. His book
Del propio sentir (Trujillo, Tipografía Olaya, 1914) collects many texts that had
been published in La Reforma. Strangely, he appears among the members of
la Bohemia mentioned by Juan Parra del Riego in his famous article, where
he writes: ‘Entre los prosistas distínguense primeramente, Santiago R. Vallejo
que hace dos años publicó un precioso libro de crónicas y cuentos, “Del propio
sentir”, al que no le regateó elogios el poeta Carrasquilla Mallarino en un pe­
riódico de Panamá’ (1916: 1). In 1920, as director of the newspaper La Liber­
tad, he signed the petition from Trujillo’s journalists in favour of the release of
César Vallejo (see Patrón Candela 1992: 350, where the transcription reads J. N.
Vallejo, instead of S. R. Vallejo; compare with the facsimile on page 348). There is
a Spanish edition of his novel Senda abajo (Madrid, Talleres Gráficos El Mundo,
1925), which must be the same ‘Cuesta abajo’ mentioned here.
1. ‘La intelectualidad de Trujillo’, La Crónica, Lima, 7 March 1918, p. 9.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 11

LA INTELECTUALIDAD DE TRUJILLO

Al comentario á mi artículo de este mismo título de ‘El Comercio’ de


4 del presente, publicado en la edición matinal de este mismo diario
del 5, y cuyo tono de cortesía para mí agradezco, voy á contestar
solamente ahora, retardado por ajenos motivos.
Indudablemente, Víctor A. Hernández y Santiago R. Vallejo hi-
cieron una labor literaria muy estimable. Pero yo no me he ocupado
sino de los escritores modernos que han renovado completamente
el ambiente intelectual de Trujillo en los últimos años y que están
en plena producción actual. He tratado sólo de este nuevo brote es-
piritual que está aún temblando de frescura, de fervor juvenil y de
orientaciones artísticas del día. El espíritu de mi artículo tiene, pues,
su marco preciso. En él están sólo los nuevos, los que traen horizontes
flamante [sic] desconocidos en Trujillo, donde cierto círculo docente
que aún cree que la poesía consiste en escribir ‘tristura’ para concha-
bar este ‘ura’ con el ‘ura’ de ‘montura’, pongamos por caso; donde
este tinterillaje del arte, en confabulación con sapos y mercachifles,
retendió siempre tergiversar los valores y hacer de la suya, pero que
por fin ha cedido ante aquellas energías mozas y fecundas.
No es, pues, inexplicable la omisión.
Y si de alguien olvidé, es de Felipe Alva,19 poeta de verdad, co-
nocido en Lima y que también ha luchado heroicamente contra los
morosos á toda renovación.
Esto es todo.
Debo también hacer presente que mi artículo en cuestión apare-
ció con algunas incorrecciones de sentido, debida [sic] á inadverten-
cias tipográficas, y que, después de todo, no lo comprometen sustan-
cialmente.
César A. Vallejo.

The same search through the periodicals from Lima which al-
lowed us to rescue this lost text, allows us now to clear as well a
19
Felipe Alva (1888-1975) was another poet from Trujillo who never pub-
lished a book of poetry. His work appeared in the magazines Iris and La Se­
mana and in the newspapers La Refor­ma, La Industria and El Heraldo (Caja-
marca), as well as in Lima’s Variedades. A recent book collects part of his poetry
(Alva 2007).
12 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

misunderstanding that affects his work of fiction. From the first


biographical articles (Coyné 1949: 70; Monguió 1950: 24-5) to
the most recent (Hart 2007: 6), it has been held repeatedly that
Vallejo’s story which was awarded the Entre Nous prize was ‘Más
allá de la vida y la muerte’, included later in Escalas (1923). The
winning lists which appeared in the papers, however, mention
that the winning story was ‘Los Caynas’, also included in Escalas.
This confusion with the titles is explained because ‘Más allá de la
vida y la muerte’ was published in the magazine Variedades (one
of the prize sponsors) shortly after the winners were announced.
André Coyné, who was the first to disseminate this piece of infor-
mation, combed this periodical, where he found the call for pa-
pers (see image 2) as well as the winner announcement,20 but no
detail is given there about the winning titles. Since ‘Más allá de la
vida y la muerte’ appeared under the heading ‘Cuentos Naciona-
les’, it was assumed that this was the winning story, and that the
heading was the category in which it won. The fact is, however,
that Vallejo submitted ‘Los Caynas’ to the competition, under
the pseudonym ‘Del Ande’ (‘Of the Andes’), and that he won in
the category ‘Cuento fantástico’, as can be seen in the winning list
published in various newspapers (see image 3). From this list we
also know that the authors were asked not to publish their win-
ning stories, since the society that sponsored the contest planned
to publish a book with them which, as far as we can ascertain,
was never published. This publishing project, however, did not
forbid the winning authors to publish other of their stories. Thus
for example, Variedades published, alongside Vallejo’s ‘Más allá de
la vida y la muerte’, Pedro Barrantes Castro’s ‘Torero’.

20
The call for works was published in Variedades, No. 712, 22 October 1921;
the results appeared—alongside a picture of Va­llejo—in Variedades, No. 743,
27 May 1922. The same picture is printed with Vallejo’s story, published in
Variedades, No. 746, 17 June 1922 (facsimile in Vallejo 1999b: 141-144).
2. Call for works for the Entre Nous Prize. Variedades, No. 712, Lima, 22 October 1921.
3. Winners of the Entre Nous Prize. La Crónica, Lima, 22 May 1922.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 15

Our research through the periodicals of Lima has also allowed


us to recover an article published on 17 September 1924. It ap-
peared in El Comercio and is a review of a then still unpublished
book by Peruvian cartographer Hércules Arrigoni. Two letters
from Vallejo to Luis Varela y Orbegoso (Vallejo 2002a: 80, 90)
leave few doubts about the role played by Clovis in the publica-
tion of this text, which we transcribe here:

Una obra de mérito

Hemos tenido ocasión de ver las pruebas del curso de Geografía Ele-
mental del Perú,21 que afanosamente está preparando un compatriota
nuestro en París. Se trata de un trabajo con que su autor corresponde
las gestiones que hiciera la Sociedad Geográfica de Lima ante el go-
bierno para enviarlo á Europa. El autor es el señor Hércules Arrigoni,
cumplido é inteligente empleado, que ha desempeñado con brillante
éxito el puesto de auxiliar del cartógrafo de dicha sociedad, trabajan-
do algunos años en bien y provecho del país.
Desde todo punto de vista, Arrigoni ha cumplido satisfactoria-
mente su cometido, y la Sociedad Geográfica de Lima no tiene más
que sentir verdadera satisfacción en presencia de la conducta de su
recomendado.
Los méritos de este joven autor sobresalen más, si se tiene en
cuenta que desde hace dos años le fué suspendido el auxilio econó-
mico prometido por el gobierno, lo que no ha sido inconveniente
para seguir cumpliendo con todo acierto su misión, defendiendo los
intereses nacionales desde las columnas de la prestigiosa revista ‘La
Geografía’, donde Arrigoni colabora continuamente y en cuyo cuer-
po redactor goza ya de marcado prestigio.22
21
The book was published as Geografía elemental del Perú: curso especial para
los alumnos de la sección preparatoria. Paris, Maison Forest, 1924.
22
Arrigoni collaborated on the French magazine La Géographie, where in
Vol. XXXIX, No. 3, March 1923, an article written by him appears with a
Peruvian map in which the territories then in dispute with Chile, Ecuador
and Colombia, appear as part of the country. Thus, the defence of national
interests to which Vallejo refers seems to be the defence of the limits by that
time disputed. This concern had also motivated a letter written by Arrigoni
16 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

Fatalmente al ministro de relaciones exteriores, por cuenta del


cual había venido Arrigoni, no le fué posible atender las gestiones
que incesantemente hacía la Sociedad Geográfica para sostenerlo en
Europa, gestiones en las que se hacía ver claramente la urgente necesi-
dad de geógrafos que hayan tenido preparación técnica en un centro
europeo. Arrigoni, sin desalentarse un solo momento, siguió por su
propia cuenta cursos especiales en el servicio geográfico del ejército
francés, centro de gran reputación, donde ha adquirido una prepara-
ción sólida que lo coloca entre nuestros mejores profesionales.
Ahora se presenta con un pliego de servicios, que merecerá en
todo momento el reconocimiento de nuestros compatriotas, que sa-
brán apreciar el mérito que tiene ese afán, libre de todo favoritismo,
para presentar un fruto provechoso y sano, del que sacarán gran par-
tido las generaciones venideras.
La geografía en cuestión, es un verdadero método que traerá la
renovación de la enseñanza geográfica en nuestros planteles, debido
á que el autor ha sabido hacerla fácil y abordable al niño, interesán-
dolo además por un estudio que es indispensable en la vida civil y
militar.
Carece en lo absoluto de esa pesadez con que nuestros autores,
por hacer alarde de erudición, han complicado un estudio que debe
ser abordable al niño desde su temprana edad.
Los maestros encontrarán una excelente ayuda, aprovechando el
texto de Arrigoni, porque la Geografía Elemental del Perú que pre-

addressed to the president of the Sociedad Geográfica de Lima. The letter was
published in La Crónica on 1 March 1924, p. 3, and in it Arrigoni lamented
the edition of a Peruvian map which did not mark the ‘Territorio ocupado por
Chile’ (i.e. the provinces of Tacna and Arica, which remained under controver-
sial possession until the Treaty of Lima in 1929). Part of the letter read: ‘Ojalá
pueda darse una ley en el Perú en la que, toda edición geográfica que tocara
límites internacionales fuera controlada por la Sociedad Geográfica de Lima,
ya sea tratándose de oficiales o particulares; pues he tenido ocasión de ver más
de una vez ciertos mapas trazados por individuos que sin tener el menor con-
cepto de los límites internacionales, han hecho ediciones que son enteramente
perjudi­ciales a los intereses del Perú’. These national interests, which are also
addressed in Arrigoni’s book, are without a doubt what motivated Vallejo to
write that the book ‘es indispensable en la vida civil y militar’ and that it would
be employed by ‘nuestros niños y soldados’.
4. Fragment of ‘Una obra de mérito’, El Comercio, evening edition,
Lima, 17 September 1924, p. 4.
18 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

senta, educa al alumno y lo hace sentir y comprender el amor que


debe tenerse por el suelo patrio.
El Estado, la Sociedad Geográfica de Lima y el cuerpo docente del
Perú, tendrán que reconocer el mérito de esta obra, que ha sido ejecuta-
da con la más firme intención de dar al Perú un libro digno de él, y que
puede ser en todo momento un exponente de cultura nacional.
Así, pues, nuestros niños y soldados, la emplearán con toda con-
fianza en el estudio de ciencia tan útil como la geografía nacional.
El texto no adolece del menor defecto y sigue con todo rigor las
prescripciones á las que deben ceñirse los métodos de enseñanza mo-
derna, los mismos que Arrigoni no ha descuidado un solo instante;
se nota un[a] vasta preparación en la ciencia geográfica y una bella in-
terpretación del camino que debe seguir la pedagogía en este ramo.
La presentación del trabajo y las innumerables ilustraciones que
figuran en él, dejan la convicción de que es un estudio absolutamente
nuevo, no solamente en el Perú, sino en toda la América del Sur. Tal
es el texto que creemos que será introducido como de uso oficial en la
enseñanza, haciéndose su autor acreedor á la gratitud nacional.
París, agosto de 1924.
César Vallejo.

A letter from Alfonso de Silva to Carlos Raygada suggests that


Vallejo and Arrigoni met just after the former arrived in Paris
in 1923.23 The acquaintance, however, could have dated from
much earlier, perhaps in 1912, when Arrigoni was studying in
Trujillo.24 Vallejo’s favourable review seems to confirm that there
was already a friendly relation between them.

23
The letter, dated 10 September 1923, reads: ‘Hace dos meses más o me-
nos que llegó el poeta Vallejo con un compañero suyo, un muchacho Gál­vez
Orrego de Trujillo. Vallejo traía, del querido loquito Casterot, el encargo de
buscarme y, según supe por Arrigoni, había averiguado ya mi dirección en el
Consulado y pensaba buscarme’ (Silva 1975: 241).
24
This is documented in a note which appeared in La Reforma on 23 Decem-
ber 1912, p. [2], where Hércules Arrigoni is mentioned as winning a prize in
the end-of-the-year awards at the Colegio San Juan de Trujillo.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 19

Aside from its contents, the comment on Arrigoni’s book un-


derlines Vallejo’s concern to be part of the journalistic world af-
ter his arrival in Paris. ‘Una obra de mérito’ is, as far as we can
ascertain, Vallejo’s first article published in Lima after his voyage
to Europe, as it appeared several months earlier than his first con-
tribution to Mundial.
This same concern seems to have motivated the appearance of
another very little-known article published in Santiago de Chile,
Claridad (No. 119, 22 December 1923, p. 7). The text was dis-
covered and quoted by Manuel Jofré (2005) when he carried out
a research about this Chilean magazine; to spread it among Valle-
jo scholars, we transcribe it here:

los mutilados

Caminan por las calles de París, cruentos y numerosos, los mutilados.


Ya es el padre sin brazos, el hermano con muslo de madera, o el
hijo que, al hablar con la madre viejecita, para oírla tiene que incli-
narse aún más que ella; o el esposo que, a su vuelta de las trincheras,
una mañana luminosa, al abrazar a la esposa, ya no tuvo más ojos
para verla, sino los del recuerdo… Caminan ellos movidos por los
mismos humanos devaneos que los demás; pero yo no he visto nunca
una sombra más densa e insegura, que la que ellos arrojan sobre el
suelo.
Los mutilados van de una avenida a una plaza, de una esquina
a un andén, y un halo sangriento les rodea siempre. Talvez aún hay
a sus plantas un poco del aceite de los vastos cementerios, que les
imprime el quebrado vaivén de seres que resbalan y resbalan y nunca
se incorporan del todo. Sus armazones truncos, sus armonías carco-
midas parecen mendigar algo, y están a semejanza de tallos, hendi-
dos por los sacudimientos del terreno. Y los demás les miran con la
misma indiferencia que a los otros inválidos de cuna, y los ven vagar
como cosa tan natural, que no se detiene a nadie en su camino. Se
ha olvidado ya, talvez, la causa de esas mutilaciones. Los mismos
mútilos acaso, también han olvidado el obús fulminante o el gas de-
vorador de los perdidos órganos. Y todavía más: acaso ellos se han
5. ‘Los mutilados’, Claridad, No. 119, Santiago de Chile, 22 December 1923, p. 7.
Image courtesy of Manuel Jofré.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 21

olvidado hasta de su forma integral de antes. Las preocupaciones del


minuto, a veces pueden mucho.
Mas yo he visto a los niños contemplar largamente a los inválidos.
Y he visto una cosa más oscura todavía. En un vagón urbano, una
madre que viajaba sentada, con un niño en los brazos, al ingresar un
inválido, apoyado en dos zancos, se puso de pie y le cedió el asiento.
El niño entonces miró al mutilado de cabeza a pies, y, presa de extra-
ña agitación, se puso a sollozar. El héroe desplegó luego un número
de ‘Le Matin’ y empezó a leer mentalmente, reclinado en la banca:
‘La resistencia pasiva en el Ruhr… Alemania retarda maliciosamente
el pago de las reparaciones…’.
El tren siguió su marcha, y el llanto de aquel hijo resonaba y cre-
cía entre la jauría de los aceros negros que rodaban.
Y he visto también en otra ocasión caer sobre el lomo de un pe-
rro, que conducía una dama inglesa, desde un andamio elevado, un
trozo de mármol. El can enfurecido, volvió y se lanzó sobre un mozo
que se abrigaba al sol de la mañana, sentado bajo un árbol del boule-
var; el animal hincó los colmillos en una manga vacante del hombre,
y al mirar a lo largo de ella para adentro, metió el rabo entre las
piernas y se alejó lanzando un aullido espantoso e interminable. Una
mujer, bella y joven, que a la sazón pasaba por allí, miró al manco un
momento, y él, al advertirlo, hizo una mueca horrible de pudor.
Así van los mutilados por las calles de París. Y yo no he visto
nunca una sombra más densa e insegura, que la que ellos arrojan
sobre el suelo.

César VALLEJO.
Paris, 1923.

Giving a darker view of postwar Paris, ‘Los mutilados’ con-


trasts with other articles which Vallejo was publishing about Pa-
risian life in Trujillo’s newspaper El Norte around this time, such
as ‘En Montmartre’, ‘La Rotonda’ and ‘La flama del recuerdo’.
Furthermore, in this text Vallejo deals, from a less metaphysical
perspective, with the theme of mutilation, which is also present
another piece by Vallejo: ‘Existe un mutilado…’.
22 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

The rest of the prose texts which we have found in our research
comes from another Trujillo periodical, La Industria. Among
them, one stands out: the one titled ‘Hacia el reino de los Sciris’,
which is the first known published fragment25 of the novel of the
same name, and which was not published in its entirety until
1967, almost thirty years after Vallejo’s death.26 This text, which
we transcribe here (see image 6), was published in La Industria
on 1 January 1924, and reveals two important details about the
novel: it shows that what is today considered the general title of
the entire work used to be the title of just one chapter, and it
questions the date that appears in the typescript kept at the BNP,
according to which the novel was begun in 1924.27

25
The chapter was first republished by Samuel Hooker, who does not give
details in his edition of the text about his information source (1989: 17-20).
He offers in his reprint a facsimile of the dedication (p. 17), but does not
reproduce the epigraph which mentions that the text is just a fragment of the
novel El candor de la tierra.
26
Although not mentioning that they were part of a larger work, two other
fragments of Hacia el reino… appeared during Vallejo’s lifetime, under the
titles ‘Una crónica incaica’ (La Voz, Madrid, 22 May 1931, p. 7, under the
heading ‘Cuentos peruanos’) and ‘La danza del situa’ (La Voz, Madrid, 17 June
1931, p. 7, under the heading ‘Cuentos extranjeros’). Both texts are reprinted
in Vallejo 2002b: 885-89. Other fragments of the novel appeared posthu-
mously in 1944: ‘Hacia el reino de los Sciris’. Nuestro Tiempo, Nos. 1-3, Lima,
January-March, pp. 33-34, 41-42 and 24-27.
27
A typescript of the novel is kept at the BNP (code E22 90). As with many
of Vallejo’s typescripts in this library, they are a posthumous fair copy of an
original which is now lost. In another typescript kept at the BNP, ‘Temas y
notas teatrales’ (code E22 91), Vallejo refers to the novel in a note whose date
(‘vers 1933-36-37’) is probably not his own: ‘Acor­darse de la atmósfera tropi-
cal y andina de aquella mi novela “El condor [sic] de la tierra”. Acordarse de
la escena de las máquinas en “Lock-out”’ (cf. Vallejo 1999a: 499). In a future
essay we will try to examine and describe in full all the manuscripts housed
by the BNP.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 23

Hacia el reino de los Sciris.

Un capítulo de la novela en pre-


paración de César A. Vallejo, ‘El
Candor de la tierra’

Para José Eulogio Garrido

De repente sucedió algo espantoso é inesperado. En el instante en


que el Villac Uno abría las entrañas de la última llama, el animal ya
herido se incorporó instantáneamente, y con una rapidez vertiginosa,
que dejó á todos pasmados, sin atinar qué hacer, saltó del tabernáculo
sagrado y desapareció. El pontífice sólo tuvo fuerzas para volverse al
Soberano y al pueblo, y decir con el dolor más grande del imperio:
—Desgracia! Desgracia! La víctima resucita, escapa del altar y
desaparece!...
Tupac Yupanqui, al oír estas palabras sentenciosas y definitivas, de
un salto se puso de pie en el estrado, y echó al viento estas frases tempes-
tuosas, sobre la muchedumbre de cabezas que lloraban sin consuelo:
—Mi padre, el Sol, está irritado, y amenaza á su pueblo con la
ruina total, á causa de que he depuesto las armas, truncando las con-
quistas y limitando el desarrollo de su raza y de su culto. Yo aplacaré
su cólera divina, volviendo á las guerras y las conquistas, y le erigiré
en el límite máximo y remoto de los nuevos señoríos que someta á mi
cetro un templo tan espléndido y rico, como el propio Coricancha!
Dijo el Inca, y, a las pocas horas Huayna Capac, al mando de
un ejército de dos mil soldados, partía de la Intipampa, por el gran
camino del norte, con rumbo á la conquista de Quito.
Al son de los tambores, cuyos parches de pieles de salvajes doma-
dos, percutían en un solo fragor, rompían la marcha cien mitimaes
chancas, cuya fidelidad al Inca habíase hecho un ejercicio de amor
verdaderamente religioso, los comandaba el valeroso Raja, el guerre-
ro más bravo del reino, luciendo el turbante amarillo de su clase de
guaranga-camayoc. Iba éste precedido por un formidable soldado co-
llasuyo, de fiero aire rapaz, que hacía flamear á barlovento la bandera
fantástica del Iris. Luego seguía un regimiento de honderos. Y luego
otras banderas y trompetas de estridencias heridas, llenas de calofríos
heroicos. Y luego otros y otros batallones. A retaguardia, cerrando la
marcha, iba el veterano insigne y venerable, el gran Quilaco, portan-
24 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

do en brazos un bello cóndor joven, libre de toda traba, que escrutaba


en silencio el horizonte.
Pasaban los expedicionarios ante las multitudes entusiastas, que
los aplaudían y vivaban hasta romperse las bocas. Resonó el hailli
triunfal en las lenguas de las esposas, en las gargantas de las hermanas,
en los labios de las hijas, en los pechos de las madres. Tropeles infan-
tiles recorrían las cercas del camino, al lado de los héroes, ó asaltando
los monolitos de los arrabales vecinos y encaramándose en las torres
y perrones [sic] de Sacsahuamán, gritaban, ebrios de una emoción
desconocida, sus adioses a los guerreros en marcha. Algunos niños
de pechos [sic], extendían las manecitas al paso de tal ó cual infante,
en quien reconocían el labio que han besado ó el brazo en que han
dormido dulcemente.
Bajo la flama ardiente del claro mediodía, se vió al príncipe he-
redero que, después de consumados sus últimos mandatos, abando-
naba el cetro de la Intipampa, y, seguido de dos huaracas nobles, de
marcial hermosura varonil y brillantes vestiduras, se dirigía hacia un
lado de la explanada, donde la familia real se había estacionado á pre-
senciar la partida de los ejércitos. La muchedumbre le abría camino,
prosternándose y voceando conmovida de entusiasmo:
—Hijo de Tupac Yaya!
—Sol que amanece!
—Alma nueva del reino!
—Mozo poderoso!
—Aurora que despunta!
—Mozo poderoso!
Huaina Capac vestía una hermosa capa de campaña, de pieles de
murciélago, entretejidas con leve hilado de oro; sencillas ojotas de
plumas de torcaz, y un casco de bruñida plata, en forma de obelisco y
sin más adorno que la borla amarilla de heredero; su diestra sujetaba
la partesana viril, ganada en sus jornadas de doncel. Al cruzar por
entre la multitud, aparecía resplandeciente de orgullo y ambición.
Nunca, como en ese día, pudo intuirse en aquel mozo, de maciza y
gallarda traza de dominio, al más grande monarca del Sol. No se sabe
qué cambio habíase operado del capitán derruido y vacilante, que un
día entrara al Cuzco en vergonzosa retirada, al soberbio guerrero, ale-
gre y animoso que, atadas a sus vastos maxilares todas las disyuntivas
de la empresa, impartía órdenes, con premura y ardor de iluminado,
consultaba á sus generales, resolvía cálculos y datos estratégicos, y
6. ‘Hacia el reino de los Sciris’, La Industria, Trujillo, 1 January 1924, p. [11].
26 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

daba la impresión de una fé juvenil y sagrada en su destino. Le bri-


llaba el rostro, por la tensión heroica é impaciente. A los himnos de
aliento y de victoria de los quechuas sonreía, y una humedad de amor
salía á sus pupilas exaltadas.
Acercóse a la familia imperial pues debía despedirse de su her-
mana y prometida, la tierna infanta Rahua, que acompañada de la
reina madre, Mama Ocllo, de Cusicaya, Runto-Casca, el Villac Uno
y numerosos grupos de la corte, le esperaba en finas y magníficas li-
teras, que sostenían al hombro, soras de tallas armoniosas y pareadas.
Rahua le vio venir, y, sin saber por qué, le dolió el corazón. Quizá no
le volvería á ver. Talvez otra princesa podía interponerse entre los dos.
No supo contenerse, y se puso á llorar.
—Adiós, hermana mía! —la dijo él emocionado.
—Adiós, hermano! —sollozó la infanta, con el rostro oculto en-
tre ambas manos.
Huaina Capac regresó al cetro de la Intipampa, en el preciso ins-
tante en que un chasqui llegaba [a] él, venía del palacio del Inca.
Arrodillóse, y le entregó una hebra del llauto imperial que el heredero
examinó detenidamente. El hilo sagrado tenia un nudo grande y tres
pequeños. Huaina Capác tuvo un gesto de felicidad, descubriéndose,
besó el rojo filamento, con el que su augusto padre le ordenaba par-
tir sin más espera. Lanzó una mirada significativa y tutelar sobre su
pueblo, que no cesaba de aclamarle y de entonar el hailli arrebatado;
cambió algunos diálogos con los jefes que le rodeaban y partió son-
riendo y escrutando el espacio infinito.
Un reguero de frescas flores y olorosas yerbas cubría la calzada
por donde iba. Las exclamaciones y gritos de entusiasmo crecieron,
formando un estruendo que ahogaba las músicas de guerra.
Pocos momentos después, el poderoso ejército del Sol perdíase a
lo lejos, en el gran camino de la costa. Una nube de polvo le seguía,
y el viento de la tarde traía, de cuando en cuando, los sangrientos
clamores de los sonoros cuernos, cada vez más agudos y lejanos.
César VALLEJO.
Costas de Guayaquil, junio de 1923.

On the other hand, the publication of this text, and the re-
printing of two others in 1923 and 1924 is evidence for the sup-
port that Vallejo’s fictional prose received from José Eulogio
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 27

Garrido: Fabla salvaje was serialized in La Industria between June


and July 1923,28 while ‘Cera’ appeared with an illustration on 22
April 1924 (see image 7).29 None of these reprints offer substan-
tive variants to the texts of the publications in book form.
Another example of Garrido’s support, this time under the
initials of the pseudonym for which he was known among mem-
bers of la Bohemia: José Matías (Espejo Asturrizaga 1965: 54), is
this note published in La Industria, shortly after Vallejo left for
Paris, and forgotten until now:

En el ambiente intelectual del Perú, de esta hora, pocas figuras hay


tan fuertemente destacadas, tan rudamente características como Cé-
sar A. Vallejo.
Poeta, o sea artista de la expresión hablada y escrita, principió
su obra hace unos seis ú ocho años aquí en Trujillo, entre las burlas
malévolamente ingenuas de algunas personas que todavía se imagi-
nan que los últimos poetas del habla castellana fueron Espronceda,
Zorrilla, Juan de Dios Peza y que después de ellos ya no puede haber
nada, aunque hablando verdades los nombrados, no emocionan aho-
ra a nadie. Algunas de esas personas, han llegado hasta Chocano y de
allí no quieren pasar.
Conocido primero por composiciones originalísimas publicadas
en los periódicos, Vallejo se hizo señalar con el dedo por los doctos
y los no doctos.
Después lanzó sus ‘Heraldos Negros’, libro nuevo, verdade-
ramen[te] nuevo, rotundo, y tras dos años de tregua, ha publicado
sucesivamente ‘Trilce’ (versos)[,] Escalas (Cuentos) y ‘Fabla salvaje’
(novela corta).

28
‘Fabla salvaje. Novela corta de César A. Vallejo’ appeared in La Industria,
Trujillo, in 1923, on 24 June, p. 2 (chapters I-II); 1 July, pp. 4-5 (chapters III-
IV); 7 July, pp. 4-5 (chapters IV-VI); and 15 July, p. 4 (chapters VI-VIII).
29
Much better known until now has been the support Garrido gave Vallejo as
a poet, although Vallejo’s collaboration with Garrido’s most ambitious cultural
project, the magazine Perú, has still not been considered yet to its full extent.
7. Illustration from «Cera», La Industria, Trujillo, 22 April 1924, p. 5.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 29

Su personalidad ha sido discutida en todo el país y con nuestro


temperamento excesivo hemos llevado las cosas hasta puntos limítro-
fes a la intolerancia.
I Vallejo, en el fondo, no es sino un artista, un hondo e inquieto
artista, que no toma nunca las cosas, los fenómenos y las personas
en el sentido anecdótico y literal y que expresa sus emociones como
han llegado a él, sin acordarse mucho ni poco de cómo escribieron
Zorrilla, Espronceda, X o Z.
I de esta su actitud negligente frente á la Retórica se ha hecho
caballito de batalla por todos.
Nosotros creemos, que la obra fuerte y creadora de Vallejo hay
que juzgarla en total y gustarla, á sorbos lentos sobre todo, en los ver-
sos admirables de los Heraldos Negros, en algunos pasajes de Trilce,
en tres ó cuatro cuentos y en su Fabla salvaje. Y juzgar y gustar sin
prejuicios, sin segundas intenciones, sin ayuda de intérpretes.
Vallejo se ha ido á París. Se ha ido en el vapor Oroya.
No vamos a cometer, por cierto[,] la tontería de decir que va en
busca de más amplios horizontes, de un medio superior y a perfeccio-
narse. Todas esas cositas se pueden decir de los hombres sin espíritu y
huérfanos de inquietud. El se va, estamos seguros, porque quiere irse,
nada más y volverá si quiere volver.
No hay sino que desear que su viaje le sea motivo de emociones
perennes, que así, luego, todos podremos saborearlas cristalizadas en
versos y relatos nuevos.
Hemos omitido adrede, todo encasillamiento y toda clasificación
numérica de 1°, 2° o 1000°, porque á nuestro juicio, eso no sirve sino
para alentar tontas ufanías de la mayoría y para encender carbones de
vanidad que ni alumbran ni calientan.
J. M.30

30
J. M. ‘César A. Vallejo’. La Industria, Trujillo, 21 June 1923, p. [1]. What
seems to be a reference to the controversy of 1917, in which Garrido took part
(see part III), and the fact that the author prefers the poems of Los heraldos
negros over those of Trilce, appear to corroborate this text’s authorship, since
Garrido, in his own work as well as in that of others, always had a preference
for nativistic themes, and was always closer to the postmodernista aesthetic
than to the avant-garde. Finally, the favourable commentary of Vallejo’s first
novel, which had been serialized a few weeks before in La Industria, are one
more intimation of the name behind the initials.
30 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

Of less doubtful authorship is the following review of El Tung­


steno which was published in La Industria on 28 July 1931,31 and
a reference to which can be found in a little-known bibliography
of Garrido (Vilches Gamboa 1975). This is the text:

Notas Bibliográficas
La novela El Tungsteno de César Vallejo

César Vallejo, el poeta atrabiliario, que tuvo la virtud de alborotar al


coro de los doctores de Trujillo, hace unos quince años, está ahora en
Europa. Está en Europa y no desconocido, por cierto, aún cuando se
alcen de hombros los doctores de Trujillo.
Se fué como se fué sin un centavo en el bolsillo, pero si con mu-
chos dollares [sic] de voluntad y de esperanzas.
Aquí, en Trujillo, padeció incomprensión y hasta un carcelazo
por una criollada provinciana, que es lo único que le ha merecido
su terruño.
Primero hizo él estación de Lima y de allí saltó á Europa. Llevaba
la moneda de su talento, no sujeta á bajez ni á especulaciones desen-
fadadas y con ella dominó las hambres de muchas horas hasta que al
final no pudo asentarse sobre un pedestal estable.
Cuando todavía vivía sus horas de Trujillo publicó su primer li-
bro, ‘Los Heraldos Negros’, que causó escándalo entre la devota grey
trujillana. En Lima, poco después, lanzó otro manojo de poemas con
el título cabalístico de ‘Trilce’, que acrecentó el escándalo. Luego fué
la prosa, pequeñas novelas y cuentos los que salieron á la calle. La
originalidad de la concepción y de la construcción pusieron cartel
estupefaciente sobre sus obras y sobre su nombre.
De su estada en Europa poco se conoce. Más bien la colaboración
en diarios y revistas de América y de España absorbió su actividad
literaria. No pudo sustraerse á la sugestión del problema social, cuya
solución se elabora en Rusia con un ensayo que nadie sabe cómo

Years later, José Eulogio Garrido published, on the day after Vallejo’s death,
31

one of the first obituaries know to date (La Indus­tria, Trujillo, 16 April 1938,
p. [1]). A transcription of this text can be found in Espejo 1965: 142, where it
was reprinted for the first time.
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 31

terminará. La doctrina y la práctica comunista lo ganaron como pro-


sélito convencido y esperanzado.
La sustancia biológica de Vallejo ha tenido que ser blando proto-
plasmo [sic] para esa tendencia.
Yo no he sostenido comunicación con Vallejo desde que salió de
aquí. Apenas si de vez en cuando he recibido una que otra postal
volandera de Praga, de Moscoú [sic] o de París con tres o cuatro pala-
bras cordiales. No tengo, pues, la clave circunstanciada de su proceso
espiritual último, pero para el caso estorba toda clave.
No hace un mes tuve la sorpresa de recibir, procedente de Ma-
drid, un ejemplar de la última obra de César. Se titula ‘Tungsteno’ y
es una novela. El se ha acordado de mí y tengo que agradecérselo.
Por el prólogo de la obra me entero de que Vallejo, que ha ambu-
lado por media Europa, haciendo detenidas estadas en Moscú y en
París, ha tenido que abandonar su habitual asiento en Francia para
radicarse —momentáneamente, entiendo— en España.
Recibí el libro y esperé ávidamente el primer rato libre de mis
menudas ocupaciones para devorarlo. I lo devoré, literalmente lo de-
voré, ya viajando en tren —wagon de segunda clase— ya asentado
junto á una ventana que en Moche mira al Chipitur.
‘Tungsteno’ es un libro que mana sangre y que grita. Mancha roja
que no se borra y grito estridente como esos que en la sierra los cerros
repiten largamente cuando una pastora llama a gritos a un hermano
que se ha rodado quebrada abajo.
La estructura del libro es simplicísima. Trasunta la vida densa de
un asiento minero vecino á una capital de provincia. Vallejo ha huido
de toda tentación descriptiva de ambiente y de paisaje. Presenta las
figuras de su novela al desnudo y ellas son las que hablando y mo-
viéndose, crean el ambiente turbio y trágico en que se desenvuelve
la farsa que no es sino la misma farsa que se representa á diario en
aquel o aquestotro rincón del Perú. Vallejo no se ha contenido, no ha
enriendado su mano ni puesto sordinas á las voces de sus personajes.
El los ha puesto en su libro, tomándolos del mosaico dramático del
Ande Peruano y los ha dejado hablar, andar, amar, gritar, imprecar,
mentir, sufrir y ayuntarse como hablan, andan, aman, gritan, mien-
ten, explotan, sufren y se ayuntan los peruanos mortales de los pobla-
chos abruptos de la sierra.
La tragedia muerde y taladra el libro desde su primera hasta su
última página. La tragedia muerde implacablemente en el libro por-
32 UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008)

que implacablemente muerde también afuera, en la vida. Tan presto


y abundante ha estado el material humano que el novelista no ha
tenido tiempo para ponerse á buscar adornos ni acomodos ni super-
cherías líricas. Con el ojo dentro de sí y la memoria militante como
un buril tinto en sangre. Vallejo ha escrito su libro con caliente pre-
mura, con hirviente anhelo. Ha narrado y ha retratado, no más, sin
repulgos, sin búsqueda de palabritas, sin alardes de modernidad, sin
nada. Pero el novelista no ha prescindido de su pasión y de su visión.
No ha podido prescindir de ella á fuer de hombre y de artista y de pe-
ruano de cuño auténtico. I su visión de antes y su pasión de ahora lo
han llevado al apostolado indigenista sobre base humana. La indiada
casi inconsciente con la cual juguetean y de la cual se sirven más los
vivos criollos que los capitalistas extranjeros en la masa matriz de la
novela. Ella es la protagonista y la sustancia. I los es en dosis y modo
trágicos, lancinantes, á grito agrio.
La expresión final de la obra sale á borbotones de la boca de Ser-
vando Huanca, un herrero que de la costa ha ido á parar á un asiento
minero, al asiento minero ‘Quivilca’, que sirve de escenario para casi
todo el tiempo de la novela. El grita, al final del libro en una charla
con un mecánico y un tipo medio agrimensor y medio empleado,
su fervor comunista. Lo grita no en discurso, sino en parlamento
discursivo, tal y como un herrero que ha leído periódicos y hojas
comunistas puede producirse.
No sé si la novela tenga desenlace ni cuál sea él, porque el ejem-
plar que ha llegado á mis manos tiene una falla de encuadernación.
Pero este detalle no importa. Como obra humana no necesita desen-
lace. Como obra de arte tampoco la necesita. Quizás si como obra
doctrinaria y apostolizante sí necesite ese requisito, pero á mí no me
interesa.
Me separa de Vallejo una disparidad de ideas, pero no ideológica.
Mejor dicho nos separa la deferencia de métodos y procedimientos para
poder poner remedio á los males que ambos constatamos en la masa
peruana. No he sido antes comunista ni los soy ahora, pero no por eso va
á dejar de llegarme, cruda y flagrante, la novela vital de Vallejo.
Tengo que señalar el hecho de que Vallejo se ha sacudido de su
sintaxis original, de su tropicalidad imaginativa, de su aparente des-
conexión para hacer un relato desnudo, casi burdo, crudísimo; tanto
que á ratos ha descuidado, posiblemente sin segundo propósito, la
prescisión y la propiedad de la frase. Más eso no es un defecto: al
UCL Centre of César Vallejo Studies, N° 13 (October, 2008) 33

contrario le da más frescor al relato, delata más su espontaneidad,


su rudo sabor popular. Para colgar mi firma no me queda sino un
cordial apretón de manos para el amigo distante y para el hermano
siempre próximo.
José Eulogio GARRIDO
Trujillo, julio 23 de 1931.

These rescued texts widen the until now prevailing view of


José Eulogio Garrido as friend, champion and supporter of Valle-
jo. At the same time, they are a small sample of his critical texts,
a valuable part of a body of work which unfortunately remains
uncollected. In the next part we will see the role played by José
Eulogio Garrido in the debate concerning Vallejo’s poetry in Tru-
jillo which occupied much of Trujillo’s literary scene in 1917.

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