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Revista quadrimestral del Col·legi Oficial de Psicòlegs de la Comunitat Valenciana Revista quadrimestral del Col·legi Oficial de Psicòlegs de la Comunitat Valenciana

setembre 07-abril 08

ica
informació

informaciópsicolò
psicolò ica
informació
psicolò ica

dossier
el síndrome de quemarse por el trabajo como
fenómeno transcultural

compilación de ocho estudios transnacionales


sobre el SQT en deportistas, profesionales
sanitarios, educadores y otras profesiones
asistenciales
Col·legi Oficial de Psicòlegs
Comunitat Valenciana

www.cop-cv.org
91/92 setembre 07-abril 08

sumari
Revista quadrimestral del Col·legi Oficial de
Psicòlegs de la Comunitat Valenciana
VI etapa • núms. 91-92 • setembre 07-
desembre 07 editorial 3
Edita: Col·legi Oficial de Psicòlegs
de la Comunitat Valenciana
dossier 4
Equip Directiu • El síndrome de quemarse por el trabajo (burnout) como
Direcció:
Cristina Aguilar Giner, Eulen. S. Sociosanitaris. Vlc. fenómeno transcultural
Subdirecció:
Enrique Cantón Chirivella. Univ. València Coordinat per Pedro R. Gil-Monte.........................................................4
Consuelo Claramunt Busó, Gabinet Municipal. Torrent
Ángel Martínez Moreno, PAINA Consultoria Vlc
• Un modelo teórico-descriptivo del burnout en
Equip Editorial:
Responsables de secció: deportistas: Una propuesta tentativa
Gilberto Minaya Lozano, FREMAP. Vlc Enrique J. Garcés de Los Fayos Ruiz i Enrique Cantón Chirivella..............12
Miguel José Perelló del Rio, Centre d’Aplicacions Psicològiques. Vlc
María Cortell Alcocer, Consulta privada. Vlc
Carmel Ortolá Pastor, Gabinet Psicoteràpia Gestalt. Vlc
Xavier María Pérez Albert, Gabinet Urrutia. Vlc
• Síndrome de burnout y riesgos psicosociales en
personal de enfermería. Prevalencia e intervención
Comité Editorial:
M. Constanza Aguilar Bustamante, Univ. de Santo Tomás, Colòmbia Guadalupe Manzano García................................................................23
Francisco Alcantud Marín, Univ. València
Esther Barberá Heredia, Univ. de València
M. Carmen Barrachina Segura, consulta privada. Vlc. • Síndrome de quemarse por el trabajo (burnout) en
Francisco Bas Ramallo, Centre de Psicologia Bertrand Russell, Madrid
Luis Benites Morales, Univ. de San Martín de Porras, Perú
pediatras de hospitales generales, estudio comparativo
Vicent Bermejo Frígola, Salut Mental Infantil. Conselleria de Sanitat de la prevalencia medida con el MBI-HSS y el CESQT
Javier Bou Piquer, Associació Sistèmica de València Mariana A. Marucco, Pedro R. Gil-Monte i Edgardo Flamenco............32
Jesús Cabezos Fernández, consulta privada. Vlc.
Amparo Cabrera Vallet, Consulta privada. Vlc.
María José Cantero López, Univ. València
José Cantón Duarte, Univ. Granada
• Prevalencia del Síndrome de Quemarse por el Trabajo
Maite Cortés Tomás, Univ. de València (burnout) en trabajadores de servicios en Chile
María Victoria del Barrio Gandara, UNED
Edelmira Doménech Llaberia, Univ. Autònoma Barcelona Víctor E. Olivares Faúndez i Pedro R. Gil-Monte.................................43
Begoña Espejo Tort, Univ. València
M. Dolores Ferrando Moncholi, consulta privada. Vlc.
Enrique Garcés de los Fayos Ruiz, Univ. Murcia • Prevalencia del síndrome de quemarse por el trabajo
Pedro Rafael Gil Monte, Univ. València (SQT) (burnout) en maestros mexicanos.
Francisco Gotzens Busquets, Ajuntament de València
Francisco Hidalgo Mena, Generalitat Valenciana Sara Unda Roja, Jorge I. Sandoval Ocaña i Pedro R. Gil-Monte...........53
Elvira Asunción Jaime Coll. MAR. Psicologia Clínica i Jurídica, Vlc.
Anette Kreuz –Smolinski, Centre de Teràpia Familiar Fàsica. Vlc.
Wilson López López, Pontifícia Univ. Javeriana Bogotà i ABA Colòmbia • El burnout percibido o sensación de estar quemado
José Tomás Llopis Giménez, Univ. de València en profesionales sanitarios: prevalencia y factores asociados
Fernando Lluch Gutierrez, Ajuntament de Cullera
Maribel Martínez Benlloch, Univ. València Armand Grau, Daniel Flichtentrei, Rosa Suñer,
Carmen Mateu Marques, Univ. València Sílvia Font-Mayolas, María Prats i Florencia Braga...........................64
Manuel Medina Tornero, Univ. de Murcia
Francisco Xavier Méndez Carrillo, Univ. Murcia
María Vicenta Mestre Escrivá, Univ. València
Luís Valentín Montoro González, Univ. València
• La influencia del estrés de rol y la competencia
Gonzalo Musitu Ochoa, Univ. València emocional en el desgaste profesional y en el engagement
María del Mar Navarro Díaz, Gabinet Municipal Torrent
José Olivares Rodríguez, Univ. de Murcia Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno-Jiménez,
Godoleva Rosa Ortiz Viveros, Institut d’Investigacions Psicològiques, Alfredo Rodríguez Muñoz, i Ana Sanz Vergel.....................................80
Univ. Veracruzana, Mèxic
José María Peiró Silla, Univ. València
Gema Pons Salvador, Univ. de València • Modelo de doble proceso sobre el “síndrome
Adriana Rey Anastasi, Institut de Medicina Legal, Vlc.
Juan Sevilla Gascó, Centre de Teràpia de Conducta Vlc. de quemarse por el trabajo” (burnout): su relevancia
M. Ángeles Tomás Bolos, Gabinet de Psicologia Clínica i Educativa. Vlc. en profesionales de enfermería de España y Canada
María Victoria Trianes Torres, Univ. Málaga
Javier Urra Portillo, President de la Comissió Deontològica de Madrid Michael P. Leiter, Santiago Gascón i Begoña Martínez-Jarreta............95
Rosario Valdés Caraveo, Universidad ELPAC, Chihuahua, México
Miguel Ángel Verdugo Alonso, Univ. Salamanca

I.S.S.N. 0214-347 X - D.L. V-841-1983.


crítica de llibres 110
Està inclosa en les següents bases de • El síndrome de quemarse por el trabajo (burnout). Grupos
dades: profesionales de riesgo, Pedro R. Gil-Monte i Bernardo Moreno-Jiménez
CINDOC, PSICODOC, LATINDEX I
DIALNET.
per Víctor E. Olivares Faúndez.......................................................... 110

contents
editorial 3 Consell Editor:
Francisco J. Santolaya Ochando (degà)
Vicenta Esteve Biot (vicedegana 1º)
dossier 4 Concepción Sánchez Beltrán (vicedegana 2º)
Genís Rodríguez i Sánchez (vicedegà 3º)
• Burnout: a cross-cultural phenomenon Manuel R. Peretó i Soriano (secretari)
Oscar Cortijo Peris (vicesecretari)
Coordinated by Pedro R. Gil-Monte....................................................4 Miguel A. Torricos Sanchis (tresorer)
Vocals:
Amparo Malea Fernández, Rosario Morales Moreno,
• A theoretical-descriptive model of burnout Andrea Ollero Muñoz, Pilar del Pueblo López, Juan
Luis Quevedo Rodríguez i Marcelino Yagüe Cabrerizo.
in athletes: a tentative proposition
Secretària de redacció:
Enrique J. Garcés de los Fayos Ruiz and Enrique Cantón Chirivella.......12 Lidia Tena i Espada
Gestora:
Marta Simon Hernández
• Burnout and psychosocial risks in nurses. Prevalence and Disseny:
intervention Susana Aguilar Giner

Guadalupe Manzano García..............................................................23 Tirada: 6.400 exemplars


Impressió i maquetació:
Gráficas Antolin Martínez, s.l.
• Comparison of the prevalence of burnout in pediatricians C/. Barón de Herves, 8 • 46003 Valencia
Tel. - Fax 96 391 89 84 • www.grafamar.com
of general hospitals measured with MBI-HSS and SBI Col·legi Oficial de Psicòlegs de la
Mariana A. Marucco, Pedro R. Gil-Monte and Edgardo Flamenco......32 Comunitat Valenciana
Carrer Comte d’Olocau, 1. 46003 València
revistaip@cop-cv.org • www.cop-cv.org
tf: 96 392 25 95 • fax: 96 315 52 30
• Prevalence of burnout in Chilean service professional workers
Víctor E. Olivares Faúndez and Pedro R. Gil-Monte..........................43

• A study about the prevalence of burnout in Mexican teachers


Sara Unda Roja, Jorge I. Sandoval and Pedro R. Gil-Monte............53

• Perceived burnout or the feeling of being burned out in


health care professionals: prevalence and associated factors
Armand Grau, Daniel Flichtentrei, Rosa Suñer, Sílvia Font-Mayolas,
María Prats and Florencia Braga......................................................64

• Influence of role stress and emotional competence on


burnout at work and at the engagement
Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno-Jiménez,
Alfredo Rodríguez Muñoz and Ana Sanz Vergel...............................80

• A two process model of burnout: their relevance to


Spanish and Canadian nurses
Michael P. Leiter, Santiago Gascón and Begoña Martínez-Jarreta......95

review of books 110


• El síndrome de quemarse por el trabajo (burnout). Grupos
profesionales de riesgo, Pedro R. Gil-Monte and Bernardo


Moreno-Jiménez
by Víctor E. Olivares Faúndez..........................................................110
editorial
nº 91-92. El síndrome de quemarse por el trabajo

A pesar del largo camino recorrido, los riesgos psicosociales siguen siendo los grandes
desconocidos en el contexto de los riesgos laborales. En ocasiones parecen invisibles,
ocultos tras las tupidas cortinas de una cultura empresarial que a menudo se rinde a la
eficiencia y que pretende cargar en el ámbito de la responsabilidad individual lo que en
la mayoría de las ocasiones pertenece, primordialmente, al ámbito de responsabilidad
de quienes asumen la autoridad (y el privilegio) para diseñar los entornos y las condi-
ciones de trabajo del desempeño laboral. Las diferencias de respuesta entre individuos
a similares estímulos estresantes, o a entornos deficientemente diseñados o gestionados,
sirven en muchas ocasiones, como coartada para minimizar los efectos de los riesgos
psicosociales y especialmente todos aquellos que se relacionan directamente con el es-
trés.
En la práctica, hasta que determinados efectos indeseables no alcanzan la categoría de
escándalos sociales no parece que se conviertan en objeto de atención preferente. Es el
caso del acoso laboral (mobbing) por ejemplo, que sólo hace poco tiempo ha obtenido
relevancia pública. El Síndrome de Quemarse en el Trabajo (SQT) constituye un fenó-
meno, consecuencia del estrés crónico que todavía necesita atención preferente para
facilitar su visibilidad entre los riesgos psicosociales en las organizaciones laborales. Es
urgente plantearse que los riesgos psicosociales, como se viene señalando repetidamen-
te, implican el reconocimiento de nuevas formas de enfermar vinculadas a la actividad
laboral.
Gran parte de las actividades que comportan los procesos de identificación de los ries-
gos psicosociales consisten en desenmascarar (quitar la máscara) a todo aquello que
contribuye a ocultar, o al menos a ofrecer una imagen de inevitabilidad a prácticas,
valores, contenidos culturales, formas de organización del trabajo, estilos de dirección,
etc. que, agazapados tras supuestos criterios de aquello que se ha venido a llamar efec-
tividad empresarial (eficiencia más eficacia), ocultan situaciones y modos de hacer que
implican la consolidación del estrés como factor crónico de la organización.
El equipo de dirección de Informació Psicològica ha pretendido con este número mono-
gráfico contribuir al conocimiento del burnout (Síndrome de Quemarse en el Trabajo)
entre los profesionales de la psicología. Entendemos que es de interés para práctica-
mente todos los profesionales: para los psicólogos/as del trabajo por motivos evidentes,
pero también para quienes trabajan en el ámbito de la clínica, que tienen que abordar
en muchas ocasiones las consecuencias de situaciones laborales que implican un riesgo
psicológico evidente, y para quienes, desde otras facetas del ejercicio profesional, pue-
den contribuir a un mayor conocimiento y visibilidad de los riesgos del estrés laboral y
sus consecuencias indeseables. Después de todo, la prevención puede comenzar con el
conocimiento.
Finalmente, queremos felicitar (y agradecer) desde este editorial al profesor Pedro Gil-
Monte por su magnífico trabajo de coordinación del monográfico que presentamos y
estamos seguros que resultará especialmente valioso para aquellos que utilicen sus
aportaciones.

Equip Directiu

nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgina 3 


dossier
dossier
Introducción
nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 4-11
EL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO (BURNOUT) COMO FENÓMENO TRANSCULTURAL

El síndrome de quemarse por el trabajo


(burnout) como fenómeno transcultural
Pedro R. Gil-Monte2
Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta Organizacional (UNIPSICO)
Universidad de Valencia (España)



La investigación transcultural riamente conlleva la aparición de discre-


pancias. Una de la razones por la cual las
Las sociedades actuales forman parte de
teorías no siempre se pueden aplicar de ma-
un mundo cada vez más globalizado, ca-
nera universal es porque el contenido de las
racterizado por la desaparición de frontera
categorías contiene elementos culturales
y límites y el incremento en la movilidad
generales (etic) a la vez que específicos de
de los trabajadores. No es de extrañar que
una cultura (emic).
la cultura se haya convertido en una varia-
ble cada vez más relevante para entender Los estudios transculturales realizados des-
el comportamiento de las personas en los de la Psicología, han estado monopolizados
contextos laborales, y que las investigacio- por los estadounidenses, lo que ocasio-
nes transculturales e interculturales cobren na cierto grado de etnocentrismo (Bond y
cada vez más relevancia para ayudar a las Smith, 1996). La mayor parte de los estu-
personas que tienen que integrase en cultu- dios sobre comportamiento organizacional
ras diferentes a la suya. se han realizado en Estados Unidos y en
La Psicología consiste en el estudio científi- Europa occidental. Jahoda (1988) ha acu-
co del comportamiento humano, y pretende sado a la psicología occidental de proponer
alcanzar un estatus universal generalizando la universalidad de los procesos psíquicos
los resultados obtenidos en determinados sin proporcionar suficiente confirmación
contextos ecológicos, sociales, legales, ins- de ello. Tradicionalmente las investigacio-
titucionales, y políticos. Pero esta genera- nes se han centrado en la generalización
lización requiere necesariamente evaluar de teorías supuestamente universales, des-
con detalle las diferencias culturales. Sin estimando como desviación las evidencias
embargo, evaluar la generalidad necesa- e interpretaciones idiosincráticas de otras
culturas. Esta descompensación geográfica

La realización de este estudio y la coordinación del en la investigación conlleva el peligro de
número monográfico ha sido posible en parte gracias a
la subvención recibida de la DGCYT (Ministerio de Edu-
que las teorías desarrolladas en una parte
cación y Ciencia), proyecto de investigación SEJ2006- del mundo puedan se asumidas equivoca-
12095/PSIC damente como universales, y por tanto uti-

Dirección de contacto: Facultad de Psicología (Dpto. So-
lizadas de manera errónea en otras partes
cial); Av. Blasco Ibáñez, 21, 46010 Valencia; Tel.: 963864564
/ Fax: 963864668, e-mail: Pedro.Gil-Monte@uv.es del mundo.

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Pedro R. Gil-Monte dossier

La cultura ha sido definida de diferentes rece en los profesionales de las organiza-


maneras. Aunque las definiciones varían, ciones de servicio (Maslach y Pines, 1977).
también tienen puntos en común, de mane- Otros autores lo conceptualizan como una
ra que con frecuencia se considera que la pérdida progresiva del idealismo, de la
cultura es un fenómeno compartido, adap- energía y del deseo de alcanzar objetivos,
tativo, y que se transmite en el tiempo de que aparece en los profesionales de ayuda
generación en generación (Triandis, 1994). como resultado de sus condiciones de tra-
Todas las definiciones vienen a señalar que bajo (Edelwich y Brodsky, 1980); o como
la cultura esta constituida por un conjunto un estado de agotamiento mental, emocio-
de creencias, actitudes, valores y prácticas nal y físico causado por el estrés emocional
compartidas por un grupo de individuos crónico resultado de la implicación excesi-
que tienen una historia común y participan va con la gente durante largos periodos de
de una estructura social (Molero, 2002). tiempo (Pines y Kafry, 1982).
Para Hofstede (1991) la cultura es la pro- Desde consideraciones psicoanalíticas la-
gramación colectiva de la mente que dis- canianas, algunos investigadores entienden
tingue a los miembros de un grupo o ca- que el SQT es resultado de una crisis de
tegoría de gente de otros. En la década de identidad (Vanheule y Verhaeghe, 2005).
los 80, elaboró una tipología de culturas Pero la mayoría de los investigadores se
(Hofstede, 1980) según la cual se pueden encuadran desde el inicio en una aproxima-
distinguir las culturas en base a cuatro fac- ción psicosocial al estudio del fenómeno,
tores: Distancia de poder, Individualismo- y lo describen como un proceso de adapta-
Colectivismo, Masculinidad-Feminidad, y ción a las situaciones de estrés laboral. Este
Evitación de la incertidumbre. La tipología proceso se caracteriza por sentimientos de
de Hosftede ha favorecido el incremento fallo o desorientación profesional, desgas-
de los estudios culturales y transculturales te y fragilidad emocional, sentimientos de
sobre la conducta organizacional. Entendi- culpa por la falta de éxito profesional, frial-
do de una manera amplia, el estudio trans- dad o distanciamiento emocional, y aisla-
cultural de la conducta organizacional es el miento.
estudio transcultural de las similitudes y di- Desde la perspectiva psicosocial, el SQT
ferencias en los comportamientos y en los no se identifica con estrés psicológico,
procesos organizacionales, y de la dinámi- sino que se concibe como una respuesta a
ca de las interacciones transculturales que fuentes de estrés laboral crónico vinculadas
ocurren en contextos nacionales e interna- a las relaciones sociales entre los provee-
cionales de carácter multicultural. dores de los servicios y los receptores de
los mismos. Es un tipo particular de meca-
El síndrome de quemarse por el
nismo de afrontamiento y autoprotección
trabajo (SQT) (burnout)
frente al estrés generado en la relación pro-
El SQT ha sido definido como un síndro- fesional-cliente, y en la relación profesio-
me de agotamiento físico y emocional que nal-organización.
implica el desarrollo de actitudes negativas
Perlman y Hartman (1982), tras realizar
hacia el trabajo, pobre autoconcepto, y pér-
una revisión de la literatura considerando
dida del interés por los clientes, que apa-
las definiciones elaboradas entre 1974 y

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dossier EL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO (BURNOUT) COMO FENÓMENO TRANSCULTURAL

1980 sobre el SQT, concluyen que puede lar a la dimensión de Agotamiento emocio-
definirse como: “una respuesta al estrés nal del Maslach Burnout Inventory (MBI-
emocional crónico con tres componentes: HSS) (Maslach y Jackson, 1981).
agotamiento emocional y/o físico, baja pro- La indolencia es un deterioro de las actitu-
ductividad laboral y, un exceso de desper- des y conductas del profesional, y se define
sonalización”. No obstante, estos autores como la presencia de actitudes negativas
matizan que de las definiciones revisadas de indiferencia y cinismo hacia los clien-
se deriva un concepto más amplio del SQT tes de la organización. Los individuos que
que debería recoger otros síntomas, aun- puntúan alto en esta dimensión muestran
que en el momento del estudio no existían insensibilidad y no se conmueven ante los
documentos suficientes que apoyasen que problemas de los clientes. Esta dimensión
esos otros síntomas fueran parte integrante es similar a la dimensión de “Despersonali-
del síndrome y no sus correlatos. zación” del MBI-HSS.
La definición más extendida y aceptada Por último, la culpa se define como la
sobre el SQT fue elaborada por Maslach aparición de sentimientos de culpa por el
y Jackson (1981), que lo definieron como comportamiento y las actitudes negativas
un síndrome compuesto por tres síntomas: desarrolladas en el trabajo, en especial ha-
baja realización personal en el trabajo, ago- cia las personas con la que se establecen re-
tamiento emocional y despersonalización. laciones laborales. No todos los individuos
desarrollan este síntoma, pues su aparición
Más recientemente Gil-Monte (2005) lo
está vinculada a los valores sociales, a la
conceptualiza como una respuesta al estrés
ética profesional, y los procesos de atribu-
laboral crónico que se caracteriza por baja
ción del individuo, entre otras variables.
ilusión por el trabajo, desgaste psíquico, in-
dolencia y culpa. Desde los primeros estudios aparecidos en
la literatura científica, el SQT queda carac-
La baja ilusión por el trabajo supone un de- terizado como una respuesta al estrés labo-
terioro cognitivo, y se define como el deseo ral crónico que tiene una gran incidencia en
del individuo de alcanzar las metas labo- los profesionales del sector servicios que
rales porque supone una fuente de placer trabajan hacia personas. Aparece cuando
personal. El individuo percibe su trabajo fallan las estrategias de afrontamiento que
atractivo y alcanzar las metas profesionales utiliza el individuo para manejar el estrés
es fuente de realización personal. Debido laboral (v.g., afrontamiento activo, evita-
a que los items que componen esta dimen- ción...), y funciona como una variable me-
sión están formulados de manera positiva, diadora entre la percepción de una fuente
bajas puntuaciones en esta dimensión indi- de estrés laboral crónico y sus consecuen-
can altos niveles en el SQT. cias. Es por ello por lo que si los niveles
del SQT se mantienen altos durante largos
El desgaste psíquico, consiste en el deterio-
periodos de tiempo tendrán consecuencias
ro emocional del individuo, se define como
nocivas para los trabajadores, en forma de
la aparición de agotamiento emocional y fí-
enfermedad o falta de salud con alteracio-
sico debido a que en el trabajo se tiene que nes psicosomáticas (v.g., alteraciones car-
tratar a diario con personas que presentan o diorespiratorias, jaquecas, gastritis y úlcera,
causan problemas. Esta dimensión es simi- dificultad para dormir, mareos y vértigos,

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Pedro R. Gil-Monte dossier

etc.), y para la organización (v.g., deterioro es un problema geográfica y culturalmente


del rendimiento o de la calidad asistencial o más amplio que se extiende a otros países
de servicio, absentismo, rotación no desea- con lenguas y culturas diferentes, de forma
da, abandono, etc.) que puede hablarse de un problema labo-
ral no sólo transnacional sino transcultural.
La investigación transcultural sobre Golembiewski, Scherb y Boudreau (1993)
el SQT resumen en cinco puntos los aspectos trans-
Los estudios transculturales sobre el SQT culturales que tiene la investigación sobre
han sido más bien escasos, y en su mayo- estrés y SQT:
ría se han publicado a partir del 2000 (Chi- 1. Las consecuencias del estrés y del SQT
en, Scherer y Fall, 2003; Golembiewski, son especialmente virulentas en los paí-
Boudreau, Munzenrider y Luo, 1996; Lus- ses en desarrollo.
hington y Guiseppa, 2001; Mann-Feder y
Savicki, 2003; Muhammad, 2005; Pines, 2. Los estudios tienden a encontrar que las
2004; Savicki, 2002). A mediados de la dé- fuentes de estrés, los problemas de sa-
cada de los 80, Sarason (1985) ya afirma lud mental y el bienestar tienden a ser
que tanto los valores sociales, como las con- similares entre nacionalidades similares
(v.g., países asiáticos vs. anglosajones).
diciones económicas, y los momentos his-
tóricos son elementos decisivos para expli- 3. Los estudios de replica tienden a encon-
car los procesos de generación individuales trar perfiles de SQT más benévolos en
y colectivos del SQT, pues este fenómeno los países con un estilo de vida más re-
no es una característica individual e interna lajado.
del sujeto exclusivamente, sino que es más 4. Las comparaciones realizadas en los es-
bien un complejo de características psico- tudios transnacionales con frecuencia
lógicas que reflejan las estructuras amplias no consideran suficientemente las dife-
de una determinada sociedad. Freudenber- rencias culturales y conductuales entre
ger (1989) no es ajeno a este enfoque, pues los países.
reconoce la importancia que tienen los va-
5. Los resultados de los estudios transcul-
lores sociales, la ética, y la moral de la so-
turales tienden a encontrar perfiles di-
ciedad en el desarrollo del SQT. Desde su
ferenciales semejantes. Por ejemplo,
perspectiva, la sociedad occidental, domi-
todos los estudios obtienen niveles más
nada por tales valores, está destinada a de-
elevados del SQT y sus consecuencias
sarrollar el SQT. Moreno, Garrosa, Benevi-
en las mujeres.
des-Pereira y Gálvez (2003) afirman que el
SQT no debería pensarse principalmente en Golembiewski et al. (1993) concluyen que
términos de procesos intrapsíquicos, sino parecen existir diferentes perfiles cultura-
de prácticas sociales, es decir, en términos les, con diferentes características contex-
culturales, económicos y políticos. tuales, que inducen amplias similitudes
y diferencias entre las poblaciones en las
El SQT no es un problema que se produz-
que se realizan los estudios sobre estrés y
ca exclusivamente en los ámbitos laborales
SQT. Por otra parte, Maslach, Schaufeli y
de las sociedades del bienestar desarrolla- Leiter (2001), insisten en la idea de que las
das en el “primer mundo”, por el contrario, diferencias en los niveles de SQT existen

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dossier EL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO (BURNOUT) COMO FENÓMENO TRANSCULTURAL

tanto dentro de una misma nacionalidad o índole deportivo y variables individuales.


país como entre diferentes nacionalidades, Los autores proponen algunas estrategias
aunque los resultados de los estudios no de intervención para prevenir la aparición
son suficientemente representativos de la del SQT en el contexto deportivo, y propo-
población. Y es que los estudios se suelen nen futuras líneas de investigación.
realizar con muestras de diferentes países El segundo estudio ha sido realizado por
pero que incluyen diferentes ocupaciones, Guadalupe Manzano, profesora de la Uni-
lo que permite hablar tanto de perfiles na- versidad de La Rioja, en él realiza una revi-
cionales como de un perfiles profesionales, sión sobre algunas de la principales carac-
y parece que los perfiles profesionales son terísticas y riesgos laborales de la profesión
similares en diferentes países (Schaufeli y de enfermería que llevan al desarrollo del
Enzman, 1998). SQT, para continuar con un análisis sobre
su prevalencia en ese colectivo. La autora
Contenido
subraya la dificultad de llegar a un consen-
El contenido de este número monográfico so respecto a la prevalencia del SQT en per-
se justifica por la necesidad de compilar es- sonal de enfermería debido a la disparidad
tudios transnacionales sobre el SQT. Sigue de criterios utilizados para estimarla. El es-
la línea de obras precedentes (Gil-Monte y tudio concluye aportando estrategias de in-
Moreno-Jiménez, 2007) concebidas como tervención para la prevención del SQT.
un punto de encuentro y reflexión para in-
El monográfico continúa con tres estudios
vestigadores y profesionales de diferentes
en los que se analiza la prevalencia del SQT
países implicados en el estudio, prevención
en tres países de Latinoamérica: Argentina,
y tratamiento del SQT. Con él se pretende
Chile, y México. Como se ha expuesto más
contribuir a generar puntos de referencia
arriba el SQT es un fenómeno transcultural.
en la investigación sobre el SQT y sobre
El instrumento utilizado en los tres estudios
los riesgos psicosociales en el trabajo en el
es el “Cuestionario para la Evaluación del
entorno español, latinoamericano, y anglo-
Síndrome de Quemarse por el Trabajo”
sajón.
(CESQT) (Gil-Monte, 2005; 2007). El mo-
El número se estructura en ocho estudios. delo teórico que subyace a este cuestiona-
Dos son de corte teórico y seis de carácter rio incorpora la función de los sentimientos
empírico. Se inicia con el estudio realizado de culpa como una variable que determina
por Enrique J. Garcés de Los Fayos, pro- la gravedad del fenómeno. Ese modelo hi-
fesor de la Universidad de Murcia, y por potetiza que los individuos que desarrollan
Enrique Cantón, profesor de la Universidad sentimientos de culpa debido a la aparición
de Valencia. Ambos son expertos en el es- de actitudes y conductas de indiferencia y
tudio del SQT en el ámbito deportivo, y en dureza hacia las personas a las que atien-
su estudio presentan un modelo teórico-des- den y hacia el trabajo, experimentarán el
criptivo sobre el SQT en deportistas. Los SQT con mayor gravedad que aquellos in-
autores realizan una revisión de la literatura dividuos que no desarrollan culpa por esos
para elaborar el modelo, en el que destacan motivos (Gil-Monte, 2005). El CESQT in-
la importancia de antecedentes como varia- corpora una subescala para evaluar la fre-
bles de índole familiar/social, variables de cuencia de los sentimientos de culpa, junto

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Pedro R. Gil-Monte dossier

a otras tres subescalas que evalúan otros maestros mexicanos que en la muestra ar-
síntomas tradicionales del SQT, y ha obte- gentina y chilena. Este resultado lleva a
nido valores adecuados de fiabilidad y va- pensar que las condiciones de trabajo in-
lidez con muestras de diferentes colectivos fluyen significativamente en los niveles del
profesionales (Gil-Monte, 2008). SQT. Estas condiciones de trabajo están
En el estudio realizado en Argentina por muy deterioradas para el colectivo docen-
Mariana Marucco, pediatra del Servicio te mexicano, como se ha puesto de mani-
de Pediatría del Hospital Oñativia (Bue- fiesto en noticias de prensa que informaron
nos Aires) y doctora en Salud Mental Co- de la muerte de algunos docentes durante
munitaria, Pedro R. Gil-Monte, profesor el transcurso de manifestaciones en las que
de la Universidad de Valencia, y Edgardo pedían una mejora de sus condiciones la-
Flamenco, pediatra del Servicio de Pedia- borales.
tría del Hospital Oñativia, con una muestra El sexto estudio incluido en el monográfico
de pediatras, se concluye que tanto con el ha sido realizado por Armand Grau, Rosa
Maslach Burnout Inventory (MBI-HSS) Suñer, y Sílvia Font-Mayolas, de la Uni-
(Maslach y Jackson, 1986) como con el versidad de Girona, junto con Daniel Fli-
CESQT la prevalencia del SQT en la mues- chtentrei, María Prats, y Florencia Braga,
tra es del 3.25 %. El estudio desarrollado de Argentina. El estudio se caracteriza por
en Chile por Víctor Olivares, profesor de la estudiar la prevalencia del SQT mediante el
Universidad de Viña del Mar, y por el doc- MBI a través de un procedimiento on-line,
tor Gil-Monte, con una muestra formada lo que ha permitido que ese índice se esti-
por trabajadores de cajas de compensación me en una muestra significativamente más
de asignación familiar, y por trabajadores grande que las utilizadas en otros estudios
de atención a personas con discapacidad, se (N = 6150), pero también más heterogénea,
obtienen valores de prevalencia inferiores a tanto por su origen, pues los participantes
los obtenidos en Argentina, situándose en pertenecen a más de 19 países de habla his-
el 1.27 %. En el estudio también se aplica pano, como por su titulación. Los autores
el MBI y se obtienen evidencia para la vali- concluyen que más de un tercio de los par-
dez concurrente entre ambos instrumentos. ticipantes en el estudio (el 36.3%) tiene la
El tercer estudio que se incluye sobre pre- percepción de sufrir el SQT.
valencia aplicando el CESQT fue realizado Los dos estudios restantes suponen un
en México por Sara Unda y Jorge Sando- giro respecto a los cuatro anteriores, pues
val, profesores de la Universidad Nacional su objetivo no es analizar la prevalencia
Autónoma de México, y por el profesor Pe- del SQT, sino obtener evidencia empírica
dro R. Gil-Monte. El estudio analiza la pre- para un modelo que explique el desarrollo
valencia del SQT en una muestra de maes- del proceso del síndrome. Los dos estudios
tros siguiendo el mismo procedimiento que parten de planteamiento diferentes.
en los dos estudios anteriores, y concluye
que la prevalencia del SQT en esa muestra El estudio realizado por Eva Garrosa, Ber-
fue del 17.20%. Las diferencias obtenidas nardo Moreno-Jiménez, Alfredo Rodrí-
en los estudios indican claramente que la guez, Ana Sanz, de la Universidad Autóno-
prevalencia resultó mucho más alta en los ma de Madrid, examina la influencia de las
habilidades de competencia emocional en

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dossier EL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO (BURNOUT) COMO FENÓMENO TRANSCULTURAL

la relación entre el estrés de rol y el SQT, Gil-Monte, P. R. (2005) El síndrome de quemarse por el trabajo
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dades de competencia emocional estaban marse por el trabajo (burnout): grupos profesionales de riesgo
relacionados con el SQT y con el engage- (pp. 21-41). Madrid: Pirámide.
ment, por lo que la competencia emocional Gil-Monte, P- R. (2008) Evaluación psicométrica del sín-
puede contribuir al mejor entendimiento drome de quemarse por el trabajo (burnout): el cues-
tionario “CESQT”. En J. Garrido (Comp.), Power’s Manage-
del SQT. ment (en prensa). Barcelona: Planeta.
El monográfico finaliza con un estudio Gil-Monte, P. R. y Moreno-Jiménez, B. (Comp.) (2007) El
realizado por Michael Leiter, de la Univer- síndrome de quemarse por el trabajo (burnout): grupos profe-
sionales de riesgo. Madrid: Pirámide.
sidad de Acadia (Canada), junto con San-
tiago Gascón y Begoña Martínez-Jarreta, Golembiewski, R. T., Boudreau, R. A., Munzenrider, R. F. y
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Golembiewski, R. T., Scherb, K. y Boudreau, A. (1993)
de doble proceso para explicar el desarrollo Burnout in cross-national settings: generic and model-
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Un modelo teórico-descriptivo del burnout


en deportistas: Una propuesta tentativa
Enrique J. Garcés de Los Fayos Ruiz
Universidad de Murcia
Enrique Cantón Chirivella
Universidad de Valencia

resumen/abstract:
En este trabajo se propone un modelo teórico para describir el constructo de burnout en los deportistas.
Desde esta perspectiva, tras quince años de investigación y de trabajo directo con deportistas con riesgo
de padecerlo, consideramos la necesidad de disponer de una explicación tentativa de la ocurrencia del
síndrome. Esto nos permitiría proponer una serie de estrategias de actuación amplias que incidan de manera
adecuada en la potencial solución de este problema, tanto desde la perspectiva de la prevención como
desde la intervención post-síndrome. Nuestra propuesta teórica está fundamentada en gran medida en la
revisión de los distintos trabajos de investigación recogidos en diferentes bases de datos especializadas
(Sportdiscus, Psychological Abstrac, Current Contents) que aportan una visión general de los principales
factores que están en el origen y mantenimiento del síndrome, así como de las consecuencias de su
padecimiento, lo que a su vez nos ayuda a sustentar nuestra propuesta de modelo y de las estrategias
de intervención y prevención que se derivan de él. Se finaliza proponiendo futuras líneas de investigación
que permitan evaluar la bondad de las actuaciones propuestas, así como posibles modificaciones para su
adecuación y optimización a las características de los deportistas.
In this work a theoretical model is set out to describe burnout syndrome in the sport. From this perspective,
after fifteen years of investigation and direct work with sportsmen at risk of suffering it, we considered
the necessity to have an explanation attempt of the occurrence of the syndrome. This would allow us to
propose a series of ample strategies of performance that affect in a suitable way the potential solution
of this problem, as much from the perspective of the prevention as from the post-syndrome intervention.
Our theoretical proposal is based to a great extent on the revision of the different works of investigation in
different specialized data bases (Sportdiscus, Psychological Abstract, Current Contents), that contribute to
a general vision of the main factors that are in the origin and maintenance of the syndrome, as well as of
the consequences of its suffering, which also help us to sustain our proposal of model and the strategies
of intervention and prevention that are derived from it. It is finalized proposing future lines of investigation
that allow evaluating the kindness of the propose performances, as well as possible modifications for its
adjustment and optimization to the characteristics of the sportsmen.

palabras clave/keywords:
Burnout, deportistas, modelo teórico, factores predictivos burnout.
Sport psychology; theoretical model; prevention and professional intervention; predictive variables.

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Enrique J. Garcés de los Fayos Ruiz y Enrique Cantón Chirivella dossier


Introducción entre el padecimiento del síndrome y el


abandono de la práctica deportiva, puesto
Desde que Flippin (1981) presentara el pri- de manifiesto desde la perspectiva motiva-
mer trabajo centrado en el estudio del bur- cional por Garcés de Los Fayos y Cantón
nout en deportistas han pasado algo más de (1995). Este interés ha sido más de carácter
25 años y la consolidación teórica de este aplicado que de investigación básica, nada
constructo en el ámbito de la psicología sorprendente sabiendo que la psicología del
del deporte es cada vez más evidente. Sin deporte es un campo de aplicación y no un
embargo, no ha supuesto una solidificación área de conocimiento.
teórica absoluta y, como no puede ser de
otra forma, quizás esté falta de mejorar en 3. En todos los casos, se entiende que se
algunos componentes de su desarrollo teó- trata de un problema psicológico realmente
rico. El objetivo de este trabajo es avan- importante cuando el deportista se plantea
zar en la elaboración de un marco teórico, abandonar la práctica de la que tanto dis-
comprensivo y coherente, que nos ayude a fruta. De hecho, Feigley (1984) establecía
entender este síndrome, encajar adecuada- que las circunstancias que dan lugar al es-
mente los resultados de la investigación y trés laboral y las que aparecen en el estrés
perfilar las líneas de trabajo a desarrollar. deportivo muestran características simila-
Así pues, el primer paso es determinar los res, siendo razonable según el autor que di-
avances previos en este campo en el que cha similitud también pudiera establecerse
podemos destacar como aspectos más sig- cuando analizamos el burnout en los con-
nificativos los siguientes: textos deportivos.
1. En el ámbito del deporte se han formu- 4. En la definición de burnout también se
lado pocas definiciones específicas de bur- ha considerado el síndrome como un “fue-
nout debido, muy probablemente, a que la go interno” que consume la motivación de
mayoría de autores han asumido y adapta- los deportistas. Recordemos que una tra-
do la proveniente del marco teórico general ducción a nuestro idioma podría ser “estar
que propusieron Maslach y Jackson (1981). quemado” o “estar carbonizado” (Garcés
Plantean un modelo tridimensional del sín- de Los Fayos y Medina, 2002).
drome, según el cual el burnout supone la 5. En un trabajo de corte empírico, May
manifestación de agotamiento emocional, (1992) encontró que entre los problemas
despersonalización y reducida realización psicológicos tratados en las olimpiadas de
personal. A partir de éste modelo, Fender Barcelona, destaca el burnout en deportis-
(1989) hizo una primera traslación desde el tas olímpicos, que son quizás los deportis-
ámbito organizacional al contexto deporti-
tas que más profesionalmente entienden su
vo.
“trabajo”.
2. En el ámbito de deporte, sin duda la ma-
6. En otro trabajo, Feigley (1984) hizo refe-
yor preocupación en el estudio sistemático
rencia a que el síndrome se podía apreciar
del burnout ha sido la relación existente
en deportistas desde la edad de los 10 años.

Departamento de Personalidad, Evaluación y Trata- También Cohn (1990) comprueba que las
mientos Psicológicos. Facultad de Psicología. Campus presiones intensas experimentadas durante
de Espinardo, s.n., 30100 Murcia. Tel.: 968 364 116. E-mail:
garces@um.es la infancia efectivamente pueden dar lugar

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dossier UN MODELO TEÓRICO-DESCRIPTIVO DEL BURNOUT EN DEPORTISTAS: UNA PROPUESTA TENTATIVA

a burnout, no sólo en el contexto deportivo 10. En el trabajo de Garcés de Los Fayos


sino, por ejemplo, en el escolar. (1999), se recoge las consecuencias del
burnout que Smith (1986) planteaba en
7. Una vez consensuada la definición del
dos grupos diferentes: consecuencias fi-
burnout, buena parte de los trabajos de in-
siológicas y consecuencias conductuales.
vestigación (Garcés de Los Fayos, Jara y Posteriormente, Gould, Tuffey, Udry y Lo-
Vives, 2006) se han centrado en detectar ehr (1996), siguiendo a éste último autor,
aquellas variables predictoras del síndro- indican aquellos aspectos que caracterizan
me. Aunque se analizan en profundidad en al deportista con burnout: problemas físi-
el siguiente apartado, debemos recordar que cos (enfermedades y lesiones), insatisfac-
las mismas se han agrupado en tres contex- ción con el estilo de vida que mantiene,
tos próximos al deportista: social-familiar, insatisfacción con su rol relacionado con el
deportivo y personal (interno). deporte, expectativas incumplidas, dismi-
nución de la diversión original, problemas
8. Como señalamos en un trabajo anterior
de concentración, negativas sensaciones y
(Garcés de los Fayos y Medina, 2002), Pi- componentes afectivos, y sentimientos de
nes, Aronson y Kafry (1981) mantenían aislamiento.
que “trágicamente el burnout impacta pre-
cisamente en aquellos individuos que son 11. Por último, y en cuanto a la evaluación
del síndrome de burnout, Garcés de Los Fa-
más idealistas y entusiastas”. Es probable
yos (1994 y 1999) llevó a cabo una adapta-
que el deportista, por las circunstancias es-
ción del MBI en una muestra de deportistas,
peciales que vive en su contexto de “traba- apoyándose en el convencimiento que mos-
jo”, tienda a ser “víctima propiciatoria” de traban Caccese y Mayerberg (1984) según
este trastorno, entre otras cuestiones porque los cuales el instrumento más utilizado en
reúne dos de las características que citaban el ámbito organizacional, el Maslach Bur-
los autores: idealismo y entusiasmo. nout Inventory (Maslach y Jackson, 1981),
9. Con relación a las consecuencias asocia- es aplicable al deporte. Se concluyó que,
das al burnout, las complejas interacciones con las pertinentes adaptaciones, el MBI es
el instrumento de elección para evaluar la
de las variables predictoras anteriormen-
presencia de burnout en deportistas.
te citadas, su intensidad y frecuencia, así
como la percepción más o menos aversiva Además de lo planteado anteriormente, los
que el deportista tenga de ellas, provocarán datos de diferentes trabajos empíricos de
un estado emocional en el deportista que corte descriptivo apuntan a que la impor-
puede facilitar la ocurrencia de burnout. tancia del síndrome en deportistas es muy
elevada. Jiménez, Jara y García (1995) ci-
En este sentido, Loehr (1990) plantea tres
fraban la frecuencia del burnout en depor-
fases en el desarrollo de las consecuencias
tistas en el 6%, Garcés de Los Fayos (1999)
del síndrome, que se van sucediendo de la situaba en el 7.62% y, recientemente,
manera inequívoca: en primer lugar, el sen- Medina (2001) la establece en el 10%. Son
timiento de entusiasmo y energía empieza a datos que deben conducirnos, entre otros
disminuir; en segundo lugar, aparece aban- aspectos, al desarrollo de un modelo teóri-
dono y angustia y, en tercer lugar, pérdida co que nos ayude a comprender el origen y
de confianza y autoestima, depresión, alie- desarrollo posterior de este síndrome, y que
nación y abandono. justifican por sí mismos el hecho de que ac-

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Enrique J. Garcés de los Fayos Ruiz y Enrique Cantón Chirivella dossier

tualmente los trabajos, en gran medida, se anterior, y apoyándonos en una búsque-


estén orientando a las siguientes cuestiones da exhaustiva desde 1980 (año anterior al
relacionadas con el síndrome: primer trabajo existente sobre burnout en
1. Desarrollo de estrategias de prevención deportistas) hasta la actualidad, en las ba-
de la ocurrencia del burnout (Lemyre, ses de datos Sportdiscus, Psychological
Matt, Roberts, Spray-Gundersen y Treasu- Abstrac y Current Contents, a continuación
re, 2004; McDonald, 2005). proponemos un modelo teórico de carácter
2. Niveles motivacionales asociados a tentativo, sin olvidar la existencia de las
la aparición del síndrome (Cresswell y aportaciones que, en este sentido, se han
Eklund, 2005; Harlick y McKenzie, 2000; realizado para aun parcialmente explicar
Lemyre, Roberts y Treasure, 2006). parte del proceso del síndrome de burnout.
Tres han sido las propuestas teóricas que
3. Clima existente en el grupo de referen-
han intentado aportar claridad a la com-
cia y apoyo social general del deportista y
existencia de burnout (Chen y Chi, 2003; prensión del síndrome:
Cresswell y Eklund, 2004; Raedeke y Smi- 1. Smith (1986). En su trabajo, el autor
th, 2004). parte de una concepción del burnout en este
Tras 15 años trabajando con el objetivo cla- ámbito, como la reacción exacerbada ante
ro de procurar aumentar el conocimiento una situación de estrés crónico. Dado que
del burnout, su origen y las variables que el deportista percibe su actividad como un
condicionan su desarrollo (Garcés de Los balance de costes y beneficios, el burnout
Fayos, Teruel y García, 1993), y apoyándo- se originaría cuando dicho balance se per-
nos en la ya amplia aportación teórica que cibe desequilibrado y piensa que el aumen-
han realizado otros autores, creemos que se to de los costes no los va a poder afrontar,
hace necesario dar un paso más y proponer siendo los beneficios poco atractivos para
un modelo teórico, siempre tentativo, que que compensen el esfuerzo que tendría que
nos permita argumentar las estrategias de realizar. Según su propuesta, existirían de-
intervención y prevención que considera- terminados desencadenantes (entre los que
mos ayudarían a paliar el sufrimiento de los podemos destacar dificultades existentes
deportistas afectados. Un objetivo secunda- con el entrenador, apoyo social deficiente,
rio, pero no por ello menos importante, es excesivas demandas competitivas, o altas
que a partir de este modelo se puedan gene- demandas de tiempo y energía), que serían
rar conocimientos aplicables en al ámbito
valorados cognitivamente por el deportis-
profesional, por una parte desarrollando y
tas -de forma negativa, obviamente- lo
ajustando adecuados instrumentos de eva-
luación y estrategias de intervención psico- que conduciría a una serie de respuestas
lógica, en algunos casos ya iniciado. conductuales, fisiológicas y sociales que
derivarían finalmente en la aparición del
Modelo teórico: desarrollo y síndrome de burnout.
evolución del síndrome de burnout 2. Schmidt y Stein (1991). Los autores rea-
en deportistas lizan una propuesta basada en el compro-
Partiendo de los resultados y datos aporta- miso deportivo, como variable moduladora
dos por las distintas investigaciones, que tanto del bienestar psicológico como de la
hemos procurado resumir en el apartado aparición del burnout. Desde esta perspec-

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dossier UN MODELO TEÓRICO-DESCRIPTIVO DEL BURNOUT EN DEPORTISTAS: UNA PROPUESTA TENTATIVA

tiva, lo que pretenden es diferenciar a los cológicamente a la persona. De esta forma,


deportistas que siguen con su práctica habi- son para el autor las inadecuadas relaciones
tual (con niveles de salud psicológica razo- sociales asociadas al deporte, el negativo
nables) de aquellos que abandonan (los que control que se ejerce sobre los jóvenes de-
no pueden soportar la presión estresante y portistas -en cuanto a su vida dentro y fuera
se retiran) y de aquellos que sufren burnout del deporte-, la ausencia de criterios positi-
(que seguirían, pero con niveles de pro- vos que poseen los deportistas para valorar
blemática psicológica evidente). Es obvio por qué participan en deporte, y la negativa
que, en este caso, el compromiso que pueda organización de los programas deportivos
llegar a sentir el deportista (compromiso de alto rendimiento las que facilitarán la
motivacional, emocional y conductual) es ocurrencia del burnout. En consecuencia,
una variable relevante. Según su propuesta, este síndrome sería un fenómeno social que
conforme el compromiso que presenta el se da en la competición deportiva debido
deportista sea similar al de las personas sig- fundamentalmente a dos factores: por una
nificativas de su entorno más fácil es que se parte, al deportista le obligan a desarrollar
mantengan el equilibrio del balance entre un autoconcepto unidimensional relacio-
costes y beneficios que el deportista perci- nado exclusivamente con el deporte y, por
be. Si, por el contrario, empieza a percibir- otra parte, se le impide establecer dentro
se desequilibrio, la tendencia predominante y alrededor del deporte, relaciones que se
será la propensión a abandonar la práctica alejen del control al que está siendo some-
deportiva e incluso el abandono. Si el dese- tida su vida, distanciándose de forma muy
quilibrio empieza a ser especialmente sig- evidente de las dos propuestas teóricas des-
nificativo (descenso de las recompensas, critas anteriormente.
altos costes, disminución de la satisfacción, Siguiendo, por tanto, con nuestro objetivo,
descenso de las alternativas al deporte y un a continuación –en la Figura 1- propone-
aumento evidente de la inversión) las pro- mos el modelo con el que intentamos des-
babilidades de que aparezca burnout serán cribir el síndrome en su origen y desarrollo
muy elevadas. posterior, con una doble intención: por una
3. Coakley (1992). Por último, este autor parte, que nos ayude a comprender mejor el
realiza una propuesta que incide en lo esen- burnout y, por otra parte, que nos facilite el
cial en los procesos sociales que caracte- diseño de estrategias de carácter preventi-
rizan el deporte. Entiende que existen una vo. Sin duda, la propuesta que ya realizába-
serie de consecuencias de tipo social que mos hace unos años (Garcés de Los Fayos
estarían en el origen del burnout, por lo que y Vives, 2003) queda ahora superada con-
este planteamiento se sitúa en un plano su- ceptualmente, en tanto que ya no existe una
perior al individuo, sociológico, a la hora dependencia directa con los modelos ante-
de comprender por qué suceden síndromes riormente descritos, sino que es un plantea-
como el que nos ocupa. Así, sería la estruc- miento novedoso que esperamos sirva de
tura social del deporte la que hace que el inicio ante lo que deben ser futuras investi-
contexto del deportista predisponga a ex- gaciones que ajusten, asienten y contrasten
perimentar este problema, afectando psi- este modelo.

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Enrique J. Garcés de los Fayos Ruiz y Enrique Cantón Chirivella dossier

Figura 1. Propuesta de modelo teórico tentativo de desarrollo del síndrome de burnout en deportistas.

Como podemos observar, del modelo des- y sus interacciones. Desde esta perspectiva,
crito se desprenden los siguientes paráme- se han destacado las variables de índole fa-
tros para la comprensión del burnout: miliar/social (nos referimos en este caso a
1. Tres grupos de variables predictoras en todas las que están relacionadas con la inte-
el origen del síndrome. A lo largo de nues- racción directa del deportista con sus fami-
tras propuestas, recogidas recientemente en liares y amigos, por ejemplo), las de índole
Garcés de Los Fayos (2004), hemos partido deportivo (donde destaca fundamentalmen-
de la concepción triple en cuanto a la apa- te la incidencia que el estilo de dirección
rición de variables predictoras. No es fácil del entrenador tiene sobre el desarrollo per-
determinar qué grupo tiene una mayor in- sonal del deportista), y las de índole per-
cidencia en el origen del burnout, pero sí sonal (que están más relacionados con el
parece claro que la confluencia de los tres propio estilo de vida del deportista, o con
facilita que el desarrollo agudo del mismo sus hábitos generales de actuación), y que
afecte de manera considerable al deportis- dan lugar a situaciones negativas como son
ta. Trabajos empíricos que permitan análi- el aumento de la percepción de estrés o la
sis multivariados quizás nos permitan esta- falta de satisfacción con el apoyo social,
blecer el peso diferencial de cada variable tal como han destacado Raedeke y Smith

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dossier UN MODELO TEÓRICO-DESCRIPTIVO DEL BURNOUT EN DEPORTISTAS: UNA PROPUESTA TENTATIVA

(2004), o el empeoramiento en la percep- cés de Los Fayos (1999) ya destacaba las


ción del clima motivacional que señalan características de personalidad que mejor
autores como Chen y Chi (2003). facilitaban la ocurrencia del mismo, siendo
2. Aparición de las tres dimensiones del el patrón de personalidad ansiógeno el más
burnout, de acuerdo a un orden temporal. característico en los deportistas con este
Garcés de Los Fayos y Jara (2002) parten problema, dejando entrever que sería la va-
de la asunción de que son las anteriores va- loración cognitiva que finalmente hiciese el
riables predictoras las que pueden ocasio- deportista, la que facilitaría una determina-
nar la aparición del burnout. Sin embargo, da toma de decisiones en cuanto a qué ha-
también asumen que esta aparición sigue un cer ante la aparición y curso del síndrome,
cierto desarrollo lógico, puesto que se trata siendo más o menos adaptativa en función
de un proceso -al igual que el estrés- que de los resultados que suponga la decisión
se produce a lo largo de un continuo tem- tomada. En esta misma corriente de pen-
poral. Así, lo primero que va a manifestar samiento, Cresswell y Eklund (2004) indi-
el deportista será el agotamiento emocional caban la importancia de encontrar signos
propio de la dinámica agobiante que su- de forma temprana, para poder predecir
pone hacer frente a situaciones que valora comportamientos futuros y, dentro de las
como difícilmente superables. Cuando este características que ellos consideraban más
agotamiento emocional ya está consolida- relevantes en cuanto a incidencia en el de-
do en el sujeto, la siguiente manifestación sarrollo del burnout, destacaban la falta de
evidente será la presencia de la despersona- percepción de control y el sentimiento de
lización, en forma de distanciamiento emo- no ser competente. En conjunto, se trata
cional con aquellas personas que, directa o de encajar el modelo teórico del burnout
indirectamente, perciben como responsa- en un marco de conocimiento más general
bles de su situación. Esta inadaptada estra- que recoge la participación de las diferen-
tegia de afrontamiento dará paso al tercer tes variables motivacionales y emocionales
momento del síndrome: nos referimos a la (autoconfianza, expectativas, ansiedad,…).
sensación de incapacidad en cuanto a reali- Esta línea de trabajo, que puede plasmarse
zación personal en el contexto deportivo y en trabajos posteriores, permitiría el acerca-
que es la “puerta” a la definición concreta miento progresivo desde el síndrome hasta
de la existencia de burnout real y aparente su ubicación en la dinámica más general de
en el deportista. la conducta humana motivada.
3. Mediación de las variables de perso- 4. Aparición de las consecuencias ob-
nalidad en la incidencia del síndrome. Es servables del desarrollo del burnout. Tal
evidente que para que se establezca una como indicaban recientemente Garcés de
relación directa entre las variables que es- Los Fayos, Jara y Vives (2006), el proceso
tán en el origen del síndrome y la aparición descrito conducirá a una serie de conse-
de éste, serán las variables de personalidad cuencias, que podemos observar en los
las que jueguen un papel clave no sólo en tres grandes ámbitos del deportista: el di-
dicha relación sino, y quizás sea lo más rectamente deportivo (donde cabe destacar
importante, en el transcurso del burnout la pérdida progresiva de ilusión por seguir
en cada deportista. En este sentido, Gar- entrenando y compitiendo, al tiempo que se

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Enrique J. Garcés de los Fayos Ruiz y Enrique Cantón Chirivella dossier

desarrollan percepciones subjetivas de falta el deporte, provocada por este síndrome,


de habilidades, de incapacidad para lograr y aparición de cierto nivel de propensión
resultados o disminución del interés hacia al abandono y el abandono definitivo. De
el deporte, entre otras), el relacionado con igual forma, nos preocupa especialmente
el entorno más inmediato (señalando, entre cuando esta relación se produce en los de-
otras, consecuencias tales como conflictos portistas más jóvenes (niños y adolescen-
graves con los familiares y personas de refe- tes) tal como señalan Lemyre et al. (2006),
rencia, patrones de incomunicación debidos Martin (2004) o Wolff (2003), teniendo
al desarrollo deportivo, o falta de interés en que plantearnos qué es lo que sucede para
otras áreas vitales familiares y sociales) y, que este problema se instaure en edades tan
por último, el relacionado con componen- jóvenes en el ámbito deportivo, supuesta-
tes personales (pudiéndose observar desde mente beneficioso y promotor de salud y
trastornos de índole psicosomático hasta calidad de vida. Quizás la respuesta es que
modificaciones de hábitos relacionados con este efecto positivo no es directo, sino como
la salud, pasando por respuestas de ira, ne- ya se ha señalado en otras ocasiones (Can-
gativo manejo de las emociones, falta de tón, Leon y Hernansaiz, 2004; Sánchez-
control en situaciones diversas, etc.) En to- Gombau y Cantón, 2001), dependa en gran
dos los casos, la conexión entre la practica medida de la manera de organizar y llevar a
deportiva, la calidad de vida y la salud, se cabo las actividades deportivas incluyendo
encontraría mediada por esta forma de ex- la capacitación técnica de los profesionales
perimentar la actividad (Cantón, 2002). encargados de dirigirla.
5. Casuística singular del abandono. Por
Estrategias de intervención y
último, y dentro de las consecuencias he-
prevención
mos querido destacar el final habitual de
muchos de los deportistas afectados por Una vez abarcado el primer objetivo que
burnout. Nos referimos, como ya señalá- nos planteamos (procurar la mejora en la
bamos hace mucho tiempo (Garcés de Los comprensión del burnout), pasamos ahora
Fayos y Cantón, 1995) al abandono pre- al segundo objetivo: intentar diseñar estra-
maturo del deporte. Evidentemente, y de tegias que permitan disminuir la incidencia
acuerdo con Coakley (1992) partimos de de este síndrome. Partiendo del modelo an-
la idea de que un abandono antes de lo ra- teriormente descrito y siguiendo los plan-
zonablemente previsto no ha de compren- teamientos que han señalado autores como
derse como un “fracaso personal y depor- Garcés de Los Fayos y Medina (2002),
tivo”; sin embargo, consideráramos que Garcés de Los Fayos (2004), Lemyre et al.
de las consecuencias del síndrome la más (2004) o McDonald (2005), las principales
lamentable, cuando no es lo que deseaba estrategias de prevención que hemos consi-
el deportista, es tener que abandonar la derado deben encaminarse en las siguientes
práctica deportiva ante la imposibilidad de cuatro direcciones:
hacer frente a la fuerte presión que supone 1. Trabajo directo con el deportista. El
sufrir burnout. De acuerdo con Cresswell primer paso en cualquier estrategia a desa-
y Eklund (2005) existe una relación directa rrollar será el trabajo directo con el depor-
entre la disminución de la motivación por tista. En este sentido, se hacen necesarios

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dossier UN MODELO TEÓRICO-DESCRIPTIVO DEL BURNOUT EN DEPORTISTAS: UNA PROPUESTA TENTATIVA

varios niveles de intervención. En primer 3. Intervención indirecta con el entrena-


lugar, con el apoyo en técnicas de índole dor. El entrenador, que puede ser una de las
cognitivo, se procurará fortalecer mental- variables predictivas básica en el origen y
mente al deportista para que sea capaz de mantenimiento del burnout, debe convertir-
hacer frente, con planteamientos evaluati- se en la persona que indirectamente incida
vos más adaptativos, a los problemas y pre- psicológicamente en el deportista. Dicho
siones que el ámbito deportivo le deparará, de otra forma, es la persona que ocupa una
de tal forma que la toma de decisiones sea posición desde la que puede ayudar a que
firme, con independencia de la dificultad las técnicas que configuran el entrenamien-
que conlleve. En segundo lugar, se procu- to psicológico influyan positivamente en el
rará potenciar las redes de apoyo social y deportista, más si el trabajo está orientado
familiar que pueda establecer, asegurando a prevenir la ocurrencia del síndrome. En
que las mismas sean sólidas y en las que este caso, obviamente, el trabajo de mejora
pueda sustentar el afrontamiento de las po- de las capacidades y competencias perso-
tenciales crisis que aparezcan. Finalmente, nales del entrenador será vital y, sin duda,
en un tercer momento, se entrenarán habi-
eje relevante del programa de prevención
lidades personales que le faciliten al depor-
que se diseñe.
tista aceptar la realidad del deporte en cada
situación específica, buscando las mejores 4. Aportaciones a la estructura social del
opciones para continuar en la práctica de- deporte. Por último, y en la medida que
portiva y prevenir así la aparición de com- las diferentes organizaciones deportivas lo
portamientos de abandono prematuro de la permitan, habrá que lanzar propuestas de
misma. mejora en la concepción del deporte, sobre
2. Intervención preventiva con los familia- todo infantil y juvenil, para lograr que un
res. Sobre todo en los casos donde estos modelo mediático sesgado orientado única-
familiares tienen una gran relevancia (pen- mente a los resultados en la práctica depor-
samos fundamentalmente en los deportistas tiva no sea el que se desarrolle en los pro-
más jóvenes) se hará un trabajo directo con gramas escolares, de perfeccionamiento y,
los familiares más cercanos, con técnicas en definitiva, de aprendizaje continuo que
de mejora de las competencias personales, supone el objetivo preferente de la mayor
con el fin de lograr que no sean una fuente parte de la población que practica deporte.
más de presión para el deportista sino que, Estas tareas quizás no correspondan exclu-
muy al contrario, permitan fortalecer el sivamente al psicólogo del deporte, pero
apoyo que éste necesita, sobre todo en los éste deberá tenerlas en cuenta en cualquier
momentos en los que tanto el rendimiento diseño de programa de prevención que
como los resultados no estén siendo los quiera llevarse a cabo para evitar la inci-
óptimos. Asimismo, habrá que establecer dencia del burnout en este contexto.
medidas de reeducación en cuanto a la con-
cepción competitiva del deporte, susten- Discusión
tando fundamentalmente la necesidad de En este trabajo se ha pretendido aportar
salvaguardar al deportista (persona) por en- conocimientos que sustenten, de alguna
cima de lo que supone como consecuencia forma, el desarrollo teórico de un síndro-
de su desarrollo estrictamente deportivo. me todavía no suficientemente conocido y,

20 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 12-22


Enrique J. Garcés de los Fayos Ruiz y Enrique Cantón Chirivella dossier

para ello, hemos procurado incidir en tres que estén apoyadas en los conocimientos
aspectos muy concretos: teóricos que acerca del burnout poseemos
1. Demostrar que el conocimiento del bur- y, de otra parte, se han planteado de manera
nout en el contexto deportivo es sustancial- general con el fin de que cada psicólogo las
mente sólido. Aunque asumimos que toda- utilice y adapte en función de la realidad de
vía falta profundizar en algunas cuestiones la disciplina deportiva donde esté realizan-
que faciliten aún más la comprensión del do su trabajo profesional.
síndrome, los trabajos analizados han pre- Sin duda, este conjunto de planteamientos
tendido aportar claridad en el desarrollo realizados no acaban la línea de investiga-
del burnout desde su origen, logrando una ción acerca del síndrome en el ámbito de-
definición válida para este problema psico- portivo, pero sí esperamos que sirva para
lógico, así como describiendo un número lograr una mayor profundización en la con-
considerable de variables predictoras y de textualización teórica del mismo y, sobre
la relación que las mismas tienen en la ocu- todo, en la mejora de las estrategias de in-
rrencia del síndrome, y las consecuencias tervención y prevención que en un futuro
detectadas, permiten un cuerpo de conoci- se establezcan, otorgándonos próximas in-
mientos amplio y, como argumentábamos vestigaciones profundizar en los resultados
anteriormente, esencialmente sólido. que nos aporte, por ejemplo, planes espe-
2. Proponer un modelo teórico completo en cíficos de prevención en contextos deporti-
cuanto a origen y desarrollo del síndrome. vos determinados.
Junto a lo anterior, consideramos necesario
proponer un modelo teórico tentativo que
aglutinara aquellos aspectos de los mode-
Bibliografía
los ya existentes, pero con la característica
Caccese, T. M. y Mayerberg, C. K. (1984) Gender diffe-
principal de ser una propuesta integral que rences in perceived burnout of college coaches. Journal
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están incidiendo en el proceso de construc- Cantón, E., León, E., y Hernansaiz, B. (2004) Favorecimien-
ción del síndrome, en sus tres dimensiones to de la motivación prosocial en la Educación Primaria
básicas. Ahora procede procurar ponerlo a través del deporte. En A.M.E. (Ed.): Motivos, emociones
y procesos representacionales: de la teoría a la práctica (pp.
a prueba y ver si los resultados empíricos 119-125) Valencia: Fundación Universidad-Empresa de
apoyan nuestra propuesta. Valencia (ADEIT).
3. Establecer amplias estrategias de pre- Chen, Y. L. y Chi, L. (2003) The relationships of goal ori-
vención del burnout en deportistas. Por entation and perceived motivational climate to burnout
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último, y quizás como objetivo esencial and Exercise Psychology, 25, 40-41.
desde la perspectiva de la psicología del de-
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porte, se han propuesto algunas estrategias a personal failure or social problem?. Sociology of Sport
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prevención que se diseñen. Se ha intentado Cohn, P.J. (1990) An exploratory study on sources of
que dichas estrategias reúnan dos caracte- stress and athlete burnout in youth golf. Sport Psychologist,
rísticas básicas: de una parte, se ha buscado 4, 95-106.

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dossier UN MODELO TEÓRICO-DESCRIPTIVO DEL BURNOUT EN DEPORTISTAS: UNA PROPUESTA TENTATIVA

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dossier
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Síndrome de burnout y riesgos


psicosociales en personal de enfermería.
Prevalencia e intervención
Guadalupe Manzano García1
Universidad de La Rioja. Departamento Ciencias de la Educación

resumen/abstract:
En este artículo hemos tratado de dar una visión lo más exhaustiva posible de los riesgos psicosociales
que afectan a la profesión de enfermería. Este trabajo pretende incidir en la prevalencia del síndrome
de burnout. Se llevó a cabo una revisión de la literatura al respecto tanto en Europa como en el resto de
países. Es difícil llegar a un consenso respecto a la prevalencia del síndrome en personal de enfermería
ya que habría que aunar criterios, entre otras cuestiones, a la hora de la elaboración de los autoinformes,
tipos de servicios, diferencias transculturales, etc. Dado que la prevención es uno de los pilares para frenar
dicho fenómeno, hemos tratado de aportar estrategias de intervención que permitan reducir el síndrome de
burnout. Dichas estrategias facilitarían una mayor calidad de vida laboral del personal de enfermería y de los
cuidados ofrecidos a los pacientes.
This paper aims to give a comprehensive view of the psychosocial risks faced by nursing staff. It also
focuses on the extent of burnout syndrome. It includes a review of the literature on this subject in the
European Community and other countries. It is difficult to reach a consensus on the prevalence of burnout
syndrome in nursing staff because it would be necessary among other things to unify criteria, in order to
create self-evaluation reports, define the various types of services, consider cross-cultural differences, etc.
Since prevention plays a key role in reducing this phenomenon, the authors propose a number of intervention
strategies for reducing the prevalence of burnout syndrome. These strategies would provide nursing staff
with better quality working conditions and patients with better care.

palabras clave/keywords:
Estrés laboral, burnout, prevalencia, enfermería, riesgos psicosociales.
Occupational stress, burnout, prevalence, nursing staff, psychosocial risks.

Vivimos en una sociedad estresante. El No debemos olvidar que uno de los princi-
ambiente que nos circunda favorece este pales estresores en la vida de una persona
estado de estrés; tanto los agentes ambienta- adulta es el trabajo que realiza. El estrés
les naturales (frío, calor, viento, humedad); laboral desde un punto de vista ecológico o
como los artificiales (ruido, contaminación transaccional, se considera como una falta de
atmosférica) contribuyen al llamado estrés acoplamiento entre las capacidades, percibi-
ambiental, y tienen tanta importancia como das o reales, de un individuo y las exigencias,
los estresores psicosociales en el estrés labo- percibidas o reales, del entorno (Lazarus y
ral. Estos agentes son altamente patógenos Folkman, 1986). En consecuencia, el estrés
para la salud somática y psicológica. laboral se produciría cuando no se logra un
acoplamiento adecuado entre la persona y el
1
C/ Luis de Ulloa, s/n. 26004 Logroño. Tel.: 941.299.783 / Fax: trabajo que realiza, bien porque las aptitudes
941.299.333. E-mail: Guadalupe.manzano@unirioja.es y capacidades de la persona no responden a

23
dossier SÍNDROME DEL BURNOUT Y RIESGOS PSICOSOCIALES EN PERSONAL DE ENFERMERÍA. PREVALENCIA E INTERVENCIÓN

las que su trabajo requiere, o bien porque el A esto hay que añadir las interrupciones,
trabajo no satisface las necesidades o expec- las llamadas telefónicas, la falta de organi-
tativas de la persona, o no le permite utilizar zación, de planificación y colaboración, las
sus conocimientos o habilidades. preguntas y demandas de los familiares, los
Esta falta de acoplamiento persona-trabajo contenidos y mensajes de la comunicación
se da muy frecuentemente entre los profe- y un conjunto de datos indirectos (estudios,
sionales de enfermería, siendo la causa de la cartas, informes, registros de enfermería,
gran insatisfacción que sufre esta profesión. redacción de trabajos, actualizaciones biblio-
Existen muchas razones que justifican o gráficas, sesiones clínicas y/o seminarios,
permiten entender esta situación, que ha sido etc.) que aumentan considerablemente este
engendrada por el propio sistema sanitario. estado de estrés mental, que termina en cual-
quier tipo de disfunción psicológica (irrita-
En primer lugar, cabe señalar la creciente
bilidad, agresividad, sensación de vacío, de
demanda de ciudadanos que solicitan al
aislamiento y/o marginación, autoconcepto
hospital, y en el domicilio propio, atención
disminuido, etc.)
sanitaria. A esto debemos añadir todos los
requerimientos exigidos para estar al día El sistema de atención primaria y especializa-
respecto a la profesión, o los riesgos exis- da u hospitalaria debe de tratar de conseguir
tentes en relación a la accidentabilidad en la y desarrollar “sistemas adecuados de recom-
profesión, que exige a las /os enfermeras/os pensa”, reconocimiento del trabajo y oportu-
un esfuerzo sobreañadido tanto físico como nidades de desarrollo personal. Es necesaria
intelectual, que llega a producir disfunciones más imaginación y mayor profundización
físicas y psicológicas. psicológica en los tratamientos, con el fin de
conseguir que los hospitales y los centros de
En cuanto al esfuerzo físico que realiza
salud sean más acogedores y humanos para
la/el enfermera/o, uno de los factores más
el paciente y más atractivos para el personal
importantes a tener en cuenta son las lar-
que presta sus servicios en ellos.
gas distancias que ha de recorrer cada día
(hospital y atención domiciliaria). Estudios Tal como afirma Sanz (1991) “los profe-
realizados por, entre otros, Estryn-Behar sionales de enfermería ante el enfermo con
(1996), muestran que una/un enfermera/o enfermedad progresiva (terminal) perciben
del servicio de reanimación pediátrica puede el choque interior que se produce entre su ca-
recorrer diariamente una distancia de 2,5 pacidad para curar (para la que están técnica-
kms, mientras que otra/o del servicio de mente preparados) y la dificultad que tienen
reumatología puede tener un recorrido medio para cuidar, ayudar y apoyar al paciente por
diario de 17 kms. no haber sido entrenados para ello”.
Por lo que respecta al esfuerzo mental que Paradójicamente, existe una contradicción
afecta a las/os enfermeras/os, viene represen- muy importante. Por un lado, los profesio-
tado por la presión, la falta de tiempo, la mi- nales de enfermería y sanitarios en general,
nuciosidad de la intervención, los controles están preparados técnica, científica y clínica-
especiales, y cualquier otra consideración de mente; y por otro, se encuentran “inseguros”
tipo mental (valores, capacidad profesional, psicológicamente, tanto en el plano de la
autocrítica, etc.) que puede generar un nivel comunicación como en el de la interacción
importante de estrés. y apoyo psicológico.

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Guadalupe Manzano García dossier

El decir o no decir el verdadero pronóstico al A todo lo anterior pueden añadirse ciertos


paciente, el ver a un paciente sufriendo irre- factores de frustración económica. Se ha
versiblemente (dudas éticas), las presiones señalado que el bajo salario entre los profe-
de los familiares e incluso, de los propios sionales de enfermería es una de las fuentes
compañeros, así como la administración o más importantes de frustración, disminu-
suspensión de los medicamentos, constituye ción de la satisfacción laboral y descenso
un conjunto de factores psicoafectivos y de la productividad. Al mismo tiempo, sus
profesionales muy importantes a la hora de aspiraciones de promoción profesional en
valorar las auténticas dimensiones del estrés función de dedicación, esfuerzo y estudio,
de las/os enfermeras/os. difícilmente son satisfechas, lo que origina
Muchos trabajos tienen riesgos para la salud, desidia y desilusión.
pero la posibilidad de infecciones, la expo- Además de todas las posibles variables ne-
sición a sustancias tóxicas o a radiaciones, gativas que realmente pueden confluir en el
constituyen amenazas difícilmente preveni- comportamiento del personal de enfermería,
bles para el personal de enfermería (Collado, hay que añadir el hecho de los efectos que
Pardo, Mallebrera y Delicado, 1993). A esto sobre el rendimiento tiene una jornada de tra-
hay que añadir nuevas formas de enfermedad bajo continua y extenuante. Con todas estas
viral, como el SIDA, que despiertan actitu- circunstancias laborales, no resulta extraño
des negativas entre los sanitarios que deben que el “virus del desencanto” encuentre su
atender pacientes con dicha enfermedad. adecuado caldo de cultivo y empiece a dar
Los cambios en las condiciones de trabajo los primeros síntomas de hastío, fatiga y
(horarios, turnos, guardias, con todo lo que desmotivación.
supone en los ritmos biológicos), o en los El absentismo laboral suele ser una fórmula,
roles, sin consultar directamente a los pro- socialmente aceptada, de rechazo ante el tra-
fesionales implicados, y los nuevos sistemas bajo, mediante una pseudoenfermedad en la
terapéuticos: las nuevas tecnologías, los que subyace un trastorno de tipo funcional.
equipos de monitorización, cada vez más Naturalmente, los incentivos, las motivacio-
sofisticados y el aumento de la cantidad y nes, las interacciones y los sistemas sociola-
complejidad de la información disponible; borales tienen mucho que explicar a la hora
así como la insuficiencia de personal en mu- de comprender la insatisfacción laboral, así
chísimos servicios, y el esfuerzo intelectual como la naturaleza del trabajo.
continuado que supone la lectura de libros y
artículos de la especialidad o profesión para Como señala la Fundación Europea para
tratar de “estar al día”, lleva consigo que el la mejora de las Condiciones de Vida y de
personal de enfermería no tenga tiempo para Trabajo (1987), los problemas en el trabajo
ocuparse de “sí mismo” (relaciones sociales, afectan al sujeto y se manifiestan mediante
aficiones, entretenimientos, relaciones fami- absentismos, huelgas, abandono del puesto
liares, deportes, etc.), y en consecuencia, se de trabajo, movilidad del puesto o empleo
produce con relativa facilidad la pérdida de a otro, en una jubilación anticipada, pero
autocontrol y la manifestación de conductas también en problemas de salud (accidentes,
psicopatológicas (agresividad, irritabilidad, bajas por enfermedad, etc.).
ansiedad, mal humor, etc.) que son poten- La idea de que existe una relación evidente
cialmente generadoras de estrés. entre el tipo de trabajo que realizan los

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dossier SÍNDROME DEL BURNOUT Y RIESGOS PSICOSOCIALES EN PERSONAL DE ENFERMERÍA. PREVALENCIA E INTERVENCIÓN

individuos y la posibilidad de disfrutar de duros e insensibles con ellos. Greenglass,


una buena salud o de padecer una enferme- Burke y Moore (2004) encontraron que la
dad parece generalmente aceptada entre los ambigüedad de rol percibida por el personal
estudiosos del estrés ocupacional. de enfermería presenta una fuerte relación
La exposición crónica a los estresores que con la depresión profesional y con con-
hemos visto puede llevar a estos profesiona- ductas de evitación o huida, así como con
les a sufrir un síndrome de “desgaste” (Bur- diversas dimensiones del burnout, como el
nout) que puede tener como consecuencia un agotamiento emocional, despersonalización
descenso del rendimiento o un deterioro de la y falta de sensación de éxito o logro en el
calidad del trato ofrecido al paciente. trabajo.
El personal de enfermería que padece este Manzano (1998), al igual que Bartz y
síndrome pierde los sentimientos positivos Maloney (1986), estudió la relación entre
hacia sí mismos y hacia sus pacientes, a desgaste profesional y diversas variables
quienes pueden dirigirse con una actitud demográficas. Los resultados mostraron
deshumanizante y única. El ambiente suele que algunas variables se relacionaron con
esgrimirse como la causa fundamental del algunas dimensiones del desgaste profe-
estrés que sufren las/los enfermeras/os y sional: la edad se asoció negativamente, el
que les conduce finalmente a esa sensación personal de enfermería de género masculino
de “estar quemado”. Las características presentó niveles más altos en intensidad
psicológicas del individuo también son, en del agotamiento emocional y despersonali-
cierta medida, determinantes en el síndrome zación; el nivel educacional alto se asoció
de Burnout. Así, los individuos tipificados con mayor frecuencia e intensidad al ago-
de conducta tipo “A” son más vulnerables tamiento emocional; y los años de ejercicio
a padecer trastornos relacionados con este profesional con agotamiento emocional y
síndrome. despersonalización. Los autores afirman
Otros hallazgos (Manzano, 1998, 2000) que a más años ejerciendo la profesión de
subrayan la importancia de factores de enfermería es menos probable la experiencia
personalidad en la forma de responder al de burnout. Los profesionales de enfermería
estrés laboral. Parece que la dimensión del de mayor edad, con menor nivel educativo
desgaste profesional (burnout) caracterizada y de sexo femenino están menos expuestos
por la falta de entrega e implicación emo- a las diversas dimensiones del desgaste
cional en el trabajo, es más probable que profesional.
se de en personas que tienden a volcar su Desde la perspectiva puramente laboral,
agresividad contra sí mismos, que presentan las/los enfermeras/os, en su conjunto, están
conductas de resistencia al cambio, de huida entre los profesionales más vulnerables, ya
ante los problemas y cuando hay que tomar que no tienen expectativas ni salidas que les
decisiones. hagan atractivo el trabajo; por otra parte,
Por otro lado, están más expuestos a senti- la/el enfermera/o está en estrecho contacto
mientos y actitudes despersonalizadas en la con el enfermo, su trabajo es muy duro y
atención al paciente, aquellas personas que está mal pagado. Es claramente uno de los
en situaciones de tensión tienden a volcar tipos de trabajadores que además de tener
su agresividad sobre los demás y a ser más riesgos físicos, biológicos, etc., también

26 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 23-31


Guadalupe Manzano García dossier

tiene riesgos de la motricidad, ya que deben posible mostrar datos concluyentes de la


trabajar en posiciones que no tienen nada de prevalencia del síndrome en el personal de
“ergonómicas”. enfermería.
Tanto el sistema hospitalario como la aten- Reig, Solano, Vizcaya y Vidal (2002) lleva-
ción primaria no tienen en cuenta cuáles son ron a cabo un estudio que tenía por objetivo
las actitudes, aptitudes y conocimientos de estimar la prevalencia del burnout en el
los profesionales de enfermería que prestan personal de enfermería de las unidades de
sus servicios en dicha institución. Esto trae cuidados intensivos de diferentes hospitales
consigo gran desmotivación, desilusión y de la provincia de Alicante. Sus conclusiones
desgaste profesional. En la muestra estu- mostraron que este es un grupo de alto riesgo
diada por Manzano (1998) (n = 265 enfer- para el desarrollo del síndrome. Se obtuvo un
meras/os), las/los enfermeras/os que poseen MBI medio total de 55,05 %. Según el estu-
especialidad no trabajan en los servicios dio, el personal de enfermería de cuidados
correspondientes a ésta. Esta falta de acopla- intensivos tiene valores de bajo cansancio
miento entre las competencias percibidas y emocional, baja despersonalización y una
demandadas hace que los profesionales, a la adecuada realización personal.
larga, presten unos cuidados de una calidad Del Río, Pereagua y Vidal (2003) analizaron
“relativa”, debido a esa falta de atención la prevalencia del síndrome en el Hospital
del sistema. Virgen de la Salud de Toledo. Concluyeron
que el 17,83 % de la muestra sufría burnout.
Vista la poca consideración que presta la
Se objetivó la presencia de cansancio emo-
institución a este tipo de cuestiones, el per-
cional en el 43,3 % de los/as enfermeros/as,
sonal de enfermería ha optado por hacer el despersonalización en el 57 % y falta de
trabajo mecánicamente y lo antes posible, sin realización en el trabajo en el 35,66 %. El
detenerse en cuestiones como, por ejemplo, tanto por ciento de prevalencia mostrado en
la buena comunicación, información a los este estudio esta dentro del rango en el que
pacientes, trato afable, etc. Esta estrategia de se mueven estudios similares realizados re-
afrontamiento, llamada despersonalización, cientemente (17 % - 25 %). Avalos; Jiménez
es una forma más de proteger su propio “yo” y Molina (2005) llevaron a cabo en la Ciudad
ante las agresiones continuas que presenta el Sanitaria Virgen de las Nieves de Granada
sistema sanitario. un estudio sobre burnout en enfermería
de atención hospitalaria. Concluyeron que
Prevalencia
entre un 27% y un 39% de los profesiona-
La frecuencia de burnout ha sido estudiada les encuestados presentaba puntuaciones
en muchos tipos de colectivos, incluyendo indicativas de burnout en alguna de las tres
personal sanitario, educación, fuerzas de subescalas. Se encontró un nivel medio de
seguridad, etc. En España, centrándonos en desgaste profesional, que es mayor en los
el personal de enfermería, el tema ha sido bloques de hospitalización y servicios gene-
objeto de multitud de estudios en los últimos rales, y menor en los de especialidades y el
años; estudios que se han desarrollado en quirúrgico. Puialto; Antolín y Moure (2006)
prácticamente todas las comunidades autó- obtuvieron, en una muestra del complejo
nomas. Sin embargo, pese a la gran cantidad hospitalario Universitario de Vigo, un nivel
de información recibida y procesada, no es general de burnout del 13%.

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dossier SÍNDROME DEL BURNOUT Y RIESGOS PSICOSOCIALES EN PERSONAL DE ENFERMERÍA. PREVALENCIA E INTERVENCIÓN

En otros países como Bélgica, De Witte, nout. Lo más significativo y predictor del
Moors, Symons, Van Der Meeren y Evers cansancio emocional fue la ambigüedad y
(2001), quiénes llevaron a cabo un estudio el conflicto de rol, junto con la responsabi-
entre 2.075 enfermeras flamencas, concluye- lidad. Los mejores predictores del cinismo o
ron que los individuos de la muestra presen- despersonalización fueron la ambigüedad de
taban un bajo nivel de cansancio emocional rol, roles redundantes, responsabilidad y los
y moderado de despersonalización. El 47% cuidados. Los predictores de la realización
de las enfermeras presentaban un alto nivel personal fueron la ambigüedad de rol, el apo-
de burnout en términos generales. yo social y las estrategias de afrontamientos
En el Reino Unido (Londonderry), Gillespie racionales cognitivas.
y Melby ( 2003) también demostraron que A la vista de la disparidad de porcentajes
las enfermeras que trabajan en el servicio de que aparece en los diferentes países (incluido
urgencias presentan altos niveles de agota- el muestro) resulta atrevido dar una cifra o
miento emocional. Los autores afirman que porcentaje de “cuantas enfermeras/os están
el trabajo continuado en este entorno, sin quemadas/os”. Las razones que pueden
disponer de recursos, da como resultado un justificar dicha disparidad pueden hallarse
aumento del síndrome de burnout. en: a) la mala utilización y aplicación de
los cuestionarios (Gil-Monte, 2003); b) las
En Japón (Kihara), Imai, Nakao, Tsuchiya,
cifras pueden estar desvirtuando la realidad,
Kuroda y Katoh (2004) llevaron a cabo un
debido a un mal diagnóstico diferencial; c)
estudio con enfermeras que trabajaban en
las diferencias culturales entre los sujetos
un servicio de salud mental llegando a la
muestrales, lo que dificulta la comparación;
conclusión que la prevalencia del síndrome
d) mala interpretación de los resultados en
en este servicio y con estas enfermeras eran
su contexto real (diferencias en los diversos
de 59,2%. servicios), etc. Todos estos aspectos contri-
En la Universidad de Udine (Italia), Quattrin, buyen a la aparición de sesgos insalvables
Zanini, Nascig, Annunziata, Calligaris y que dificultan enormemente la comprensión
Brusaferro (2006) con una muestra de 100 de la realidad del síndrome de burnout.
enfermeras que trabajaban en una unidad de
oncología, encontraron que las enfermeras Intervención
presentaban altos niveles de agotamiento Son escasos los estudios centrados en qué
emocional (35%); un 17% de despersonali- estrategias de intervención son las más ade-
zación y un 11% de eficacia profesional. cuadas para paliar el burnout en el personal
En Alemania (Bavaria), Mebenzehl, Lukesc, de enfermería, ya que pese a los veinte años
Klein, Hajak, Schreiber y Putzhammer de investigación acerca del síndrome de
(2007) encontraron que el 11,5% de las burnout, todavía hoy los estudios se orientan
enfermeras que trabajaban en 6 hospitales a investigaciones descriptivas del síndrome,
psiquiátricos de Bavaria presentaban niveles o bien a la consecución de instrumentos de
altos de burnout. medida.
En China (Fujian), Wu, Zhu, Wang y Lan Nuestra experiencia personal en el campo de
(2007) encontraron que las enfermeras más los cuidados asistenciales de enfermería, así
jóvenes presentan niveles más altos de bur- como la adquirida en los años que llevamos

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Guadalupe Manzano García dossier

investigando el síndrome de burnout, nos plantea que una forma de disminuir el impac-
lleva a afirmar que la base de una adecuada to del burnout es estableciendo una adecuada
estrategia de intervención debe apoyarse comunicación o feedback positivo, entendida
en un correcto diagnóstico de la situación como la mejora de los canales de comuni-
para conocer la dimensión del problema, cación existentes en la organización tanto a
ya sea en el hospital o centro de salud, y nivel vertical como horizontal. Este aspecto
sus causas. permitirá mayor claridad en el desempeño
Tanto el medio hospitalario como el de del puesto de trabajo, recompensas adecua-
atención primaria son un potente agente das, igualdad en cuanto a las expectativas
estresante para el personal de enfermería por potenciales y reales y, como consecuencia
ello, es necesario desarrollar un estilo cogni- de lo expuesto anteriormente, una mayor
tivo o atribucional adecuado, propiciando o satisfacción en el trabajo.
induciendo en la/el enfermera/o expectativas 6. Abordar los procesos inconscientes rela-
de autoeficacia y estilo de afrontamiento que cionados con el síndrome. Garden (1991)
permitan al individuo defenderse de las ac- señala que, una vez que se conozca la natu-
ciones amenazantes para su propio “Yo”. raleza precisa de los procesos no conscientes
Teniendo esto en consideración, en términos que subyacen al burnout, la intervención
generales, algunas de las posibles estrategias habrá que dirigirla a estos procesos con un
pueden ser: programa terapéutico. La autora, al igual
1. Proporcionar apoyo social que permita que nosotros, acepta la influencia negativa
afrontar las exigencias laborales (un buen del contexto organizacional en el nacimien-
amigo es un tesoro). to del burnout, pero consideramos que las
2. Inoculación de estrés. Aumentar la resis- características de personalidad son de gran
tencia individual al estrés mediante cursos importancia en el desarrollo del síndrome,
de formación, ofrecidos por la propia insti- por ello la intervención requiere un enfoque
tución con carácter gratuito. clínico.
3. Proporcionar un estilo de vida sano: dieta, 7. Obligatoriedad de un equipo de salud
ejercicio y descanso (comedores con dietas mental, que dé apoyo y asesoramiento psico-
equilibradas, gimnasio gratuito para el per- lógico al personal con carácter gratuito, tanto
sonal de enfermería). en el medio hospitalario como en atención
4. Aportar recursos humanos (por ejemplo, primaria.
personal bien preparado) así como los me- 8. La carga de trabajo, falta de tiempo y
dios necesarios para que puedan realizar escasez de personal podría solucionarse
correctamente su trabajo. de forma “ergonómica” optimizando la
5. Entrenamiento en habilidades de comu- eficiencia del personal y disminuyendo el
nicación. El sistema sanitario, en general, tiempo dedicado a tareas inespecíficas. En
es un sistema altamente jerárquico donde diferentes hospitales españoles ha surgido
se establecen relaciones muchas veces au- una nueva figura: “enfermera canguro”. Otra
toritarias, o en donde no existen canales de de las nuevas tendencias podría ser limitar el
comunicación, tan fundamentales para un trabajo por turnos y nocturno en función de
buen clima laboral. Freudenberger (1974) la edad del personal de enfermería.

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dossier SÍNDROME DEL BURNOUT Y RIESGOS PSICOSOCIALES EN PERSONAL DE ENFERMERÍA. PREVALENCIA E INTERVENCIÓN

9. La profesión exige una puesta al día 14. Una posible solución al problema sería
continua para seguir progresando profesio- la creación de hospitales y centros de salud
nalmente, lo cual conlleva una sobrecarga de con “magnetismo” (Manzano, 1998). En los
trabajo a realizar fuera del horario laboral. EEUU dichas instituciones han surgido de
Esto puede solucionarse en parte con la forma natural como resultado de la búsqueda
tecnología de la información. Los cursos de de la excelencia. Estos centros se estructuran
formación y perfeccionamiento deberían en torno a la noción de que enfermería es
realizarse dentro del horario laboral, para el componente más importante del cuidado
lograr una mejor conciliación entre la vida hospitalario y de atención primaria, y tienen
laboral y familiar. en común una serie de atributos organizati-
10. Rotación. Hiscott y Connop (1989) desde vos: a) estructura horizontal, b) autogobierno
una perspectiva organizacional, mantienen (decisiones descentralizadas), que confiere
que una forma de solucionar el burnout una sensación de control sobre el entorno,
favorece la creatividad, la innovación y la
es establecer rotaciones regulares entre
satisfacción laboral, c) unidades autosufi-
los trabajadores. Otra opción sería dar la
cientes, una unidad actúa con independencia
posibilidad de realizar rotaciones externas
para proporcionar los cuidados prescritos
opcionales del medio hospitalario al prima-
por las necesidades del paciente, d) promo-
rio o viceversa. Esta alternativa sería viable,
ciones, e) flexibilidad horaria, f) práctica
siempre y cuando, existiese flexibilidad en
especializada: se insta a las/los enfermeras/
el sistema sanitario, dando la oportunidad de
os a especializarse en su campo de interés
este beneficio de “cambio de aires”.
para aumentar la competencia y promover
11. La escasa implicación en la toma de la confianza en una/o misma/o, g) apoyo
decisiones, junto con relaciones insatisfac- a la educación: disponen de incentivos y
torias con los colegas, podrían solucionarse oportunidades para la formación continuada
favoreciendo la formación de equipos donde y el desarrollo de la investigación.
cada miembro ejerza una función específica Creemos que los hospitales y centros de
y se sienta responsable de ella. salud “magnéticos” podrían solucionar
12. Terapia racional emotiva. Ursprung gran parte de la problemática del síndrome
(1986) señala que puesto que en el burnout de burnout. Somos conscientes que dichos
están inmersos pensamientos irracionales, modelos institucionales son un ideal al que
consecuencia de los diferentes eventos es- tender más que una realidad existente en
tresantes, sería conveniente utilizar la rees- nuestro país.
tructuración cognitiva para combatir dichos No debemos olvidar que, en definitiva, la
pensamientos, con el fin de dotar al sujeto “columna vertebral” de los hospitales y
de estrategias de afrontamiento eficaces para centros de salud reside en el personal de
superar dicho evento estresante. enfermería, que es quien tiene un trato más
13. Además, sería interesante modificar los duradero y frecuente con los pacientes. Si las
ambientes de trabajo que se han visto aso- políticas sanitarias no mejoran la situación
ciados a altos niveles de estrés y burnout; de este colectivo, cada vez habrá menos en-
ambientes que exigen alta adherencia y fermeras/os. Esta situación, que en Europa
discrecionalidad de los trabajadores. está planteando problemas bastante serios,

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Guadalupe Manzano García dossier

debería hacer reflexionar a las autoridades ponible el 6 de diciembre de 2007 en: http://www.economi-
adelasalud.com/Ediciones/07/07pdf/07EnPortadaBurnOut.pdf
sanitarias sobre la situación, que se mostrará
a largo plazo, cuando exista carencia de per- Gillespie, M., y Melby, V. A. (2003) Burnout among nursing
staff in accident and emergency and acute medicine: a
sonas dispuestas a ser enfermeras/os. comparative study . Journal of Clinical Nursing, 12, 842-851.
A pesar de los numerosos estudios realizados Greenglass, E. R., Burke, R. J., y Moore, K. A. (2004) Reac-
sobre el burnout en personal de enfermería, tions to increased workload: effects on professional ef-
ficacy of nurses. Applied Psychology, 52, 580-597.
sería conveniente un esfuerzo investigador
Hiscott, R. D., y Connop, P. J. (1989) Job stress and oc-
acerca de las estrategias válidas de preven- cupational burnout. Gender differences among mental
ción que tratarían de disminuir la incidencia health professionals. Sociology and Social Research, 74,
y prevalencia del síndrome. Por otra parte, 10-15.
resulta necesario realizar investigaciones Imai, H., Nakao, H., Tsuchiya, M., Kuroda, Y., y Katoh, T.
(2004) Burnout and work environments of public health
que permitan aclarar los factores que inter- nurses involved in mental health care. Occupational and
vienen tanto en la experiencia como en las Environmental Medicine, 61, 764-768.
manifestaciones del burnout psicológico. Lazarus R.S. y Folkman S. (1986) Estrés y procesos cogniti-
Es de vital importancia hacer hincapié en la vos. Madrid: Martínez Roca.
combinación investigación e intervención. Manzano, G. (1998) Estrés en personal de enfermería. Tesis
doctoral. Bilbao: Universidad de Deusto.

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dossier Síndrome de quemarse por el trabajo
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(burnout) en pediatras de hospitales


generales, estudio comparativo de la
prevalencia medida con el MBI-HSS y el
CESQT1
Mariana A. Marucco*1
Pedro R. Gil-Monte** y Edgardo Flamenco*
*Servicio de Pediatría. Hospital Oñativia (BsAs, Argentina)
**Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta Organizacional (UNIPSICO)
(Universidad de Valencia, España).

resumen/abstract:
El objetivo de este estudio fue analizar la prevalencia del Síndrome de quemarse por el trabajo (SQT)
(burnout) en pediatras de hospitales generales. La muestra la conformaron 123 pediatras que trabajaban
en Servicios de Pediatría de hospitales generales, 89 mujeres (72,4%) y 34 hombres (27,6%). El estudio fue
transversal, no aleatorio. El SQT se estimó con el Maslach Burnout Inventory (MBI-HSS) y el “Cuestionario
para la Evaluación del Síndrome de Quemarse por le Trabajo” (CESQT). La prevalencia del SQT siguiendo
los puntos de corte del manual USA fue del 10.59%, mientras que considerando los criterios clínicos
establecidos en Holanda el porcentaje fue sólo del 3.25%. Utilizando el CESQT la prevalencia fue de 3.25%.
El estudio concluye considerando que los niveles de prevalencia varían significativamente en función de los
criterios aplicados debido a influencias trasnculturales, pero son similares utilizando ambos cuestionarios y
criterios más estrictos que los ofrecidos por el manual del MBI .
The purpose of this study was designed to study the comparison between the prevalence of burnout in
pediatricians of General Hospitals. The sample were 123 pediatricians working in Services of Pediatrics
at general hospitals. 89 women (72,4%) and 34 men (27,6%). The study was cross-sectional, and not
randomized. Burnout was evaluated by the Maslach Burnout Inventory (MBI-HSS), and by the “Spanish
Burnout Inventory” (SBI). Different approaches were employed to establish the prevalence of burnout in the
sample of study. The prevalence of burnout was different according to the used approach. Following the
points of the USA manual the prevalence was 10.59%; while considering the Dutch clinical approach the
percentage was only 3.25%. Using SBI the prevalence was 3.25%. The prevalence levels vary significantly
depending of the applied approach, and because of cross-cultural influences, but were similar using both
questionnaires with clinical criteria.

palabras clave/keywords:
Síndrome de quemarse por el trabajo, burnout , CESQT, pediatras, prevalencia.
Burnout, SBI, pediatricians, prevalence.

32
Mariana A. Marucco, Pedro R. Gil-Monte y Edgardo Flamenco dossier

*

Introducción trabajo. La baja realización personal en el


trabajo se define como la tendencia de los
El Síndrome de quemarse por el trabajo profesionales a evaluarse negativamente, y
(burnout) (en adelante SQT) constituye de forma especial esa evaluación negativa
en la actualidad un fenómeno en expan- afecta a la habilidad para la realización del
sión en el ámbito laboral. En la Argentina trabajo y para relacionarse con las personas
las condiciones de vida de la población, a las que atienden.
los recursos sanitarios disponibles, la pér-
dida del valor social de las profesiones de Los pediatras participantes de este estudio
la salud, son algunas de las variables que desarrollan su actividad en los servicios de
condicionan el trabajo profesional, contri- pediatría de los hospitales generales de la
buyen a crear vulnerabilidad y predisponen Región Sanitaria VI del conurbano bonae-
a los profesionales a diferentes formas de rense, que se encuentran en zonas consi-
estrés. El SQT aparece entonces como una deradas de riesgo epidemiológico. Las dos
respuesta al estrés laboral crónico cuan- terceras partes de los bonaerenses habitan
do fallan las estrategias de afrontamien- en el conurbano, el cual representa la ma-
to que habitualmente emplea el individuo yor concentración de áreas de pobreza de
para manejar los estresores laborales y se la Provincia de Buenos Aires. La Región
comporta como variable mediadora entre Sanitaria VI ha presentado tasas de morta-
el estrés percibido y sus consecuencias lidad infantil de 13.9%. La pobreza es del
(Gil-Monte, 2005a). Se define como “un 44,4% y la indigencia del 16,9%. Debido
síndrome de agotamiento emocional, des- al peso demográfico de la región se traduce
personalización y baja realización personal en 4,3 millones de pobres y 1,65 millones
en el trabajo que puede desarrollarse en de indigentes, según datos del Instituto Na-
aquellos individuos cuyo objeto de trabajo cional de Estadística y Censo de Argentina
son personas en cualquier tipo de activi- correspondientes a 2001.
dad” (Maslach, Schaufeli y Leiter, 2001). Los pediatras de estos hospitales tienen
El agotamiento emocional se define como la responsabilidad sobre la salud integral
una situación de desgaste en la que los pro- de niños y adolescentes. La relación pe-
fesionales perciben que ya no pueden dar diatra-paciente-familia está enmarcada en
más de sí mismos a nivel afectivo. La des- circunstancias bio-psico-sociales, lo que
personalización puede ser definida como el exige la implicación emocional del pedia-
desarrollo de actitudes y sentimientos ne- tra en los problemas de los niños y sus fa-
gativos hacia las personas destinatarias del milias, a lo que se suma las restricciones
presupuestarias con escasez de personal y

Estudio basado en la tesis titulada: “Síndrome de Que- recursos. El trabajo del pediatra en estos
marse por el Trabajo (burnout) en Pediatras. Análisis de
variables que podrían potenciar la aparición y/ o agu-
hospitales presenta continuas interrupcio-
dización en los Hospitales Generales de la Región Sa- nes y reorganizaciones condicionado por el
nitaria VI. Sur del Conurbano Bonaerense”. Año: 2006. ingreso de pacientes por la vía no progra-
Institución: Universidad Nacional de Lanús (Argentina).
Autora: Dra. Mariana A. Marucco. Director: Dr. Pedro R.
mada: “urgente”, lo que lleva a la máxima
Gil-Monte. ocupación de turnos y a la saturación del
*1
Dirección de contacto: Servicio de Pediatría. HZGA. Dr. sistema, lo que determina falta de control
A. Oñativia. R. Carrillo 1339. R. Calzada (1847). Buenos Ai-
sobre el contenido y la planificación de la
res, Argentina. e-mail: marianamarucco@speedy.com.ar

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dossier SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN PEDIATRAS DE HOSPITALES GENERALES...

tarea. Algunos de los siguientes factores Otro criterio utilizado para determinar la
condicionan la vulnerabilidad del pediatra prevalencia del SQT es el de Schaufeli y
al SQT: desmotivación, frustración, el ex- Dierendonck (1995), quienes en una mues-
ceso de demanda, la ausencia de autonomía tra de trabajadores de la salud que fueron
para gestionar el trabajo, la sensación de derivados a tratamiento psicopatológico por
que la formación continua carece de sen- problemas en su salud mental derivados del
tido ya que las posibilidades de promoción trabajo establecieron puntos de corte para
son muy escasas, las interrupciones en el el MBI-HSS, que fueron validados clínica-
trabajo, la falta de confianza de los pacien- mente. Recomiendan utilizar estos criterios
tes, el poco reconocimiento de los jefes y para establecer el diagnóstico del SQT, ya
de las autoridades, un tiempo por paciente que afirman que el uso del MBI-HSS y sus
insuficiente, un sueldo escaso, etc. criterios diagnósticos en poblaciones no de
El “Maslach Burnout Inventory-Human habla inglesa, conllevaría a considerar a
Services Survey” (MBI-HSS) (Maslach y individuos sanos como enfermos. Además
Jackson, 1986) es el cuestionario más uti- concluyen que los puntos de corte para la
lizado, aceptado y difundido en diferentes población americana, son más altos en ago-
países, y ha sido utilizado en la mayoría de tamiento emocional y despersonalización y
los estudios en los que se analiza la preva- menores en realización personal en el tra-
lencia del SQT, lo que ha permitido compa- bajo que para la muestra holandesa y que se
rar los resultados obtenidos en diversos es- debe ser extremadamente cauto cuando se
tudios. Maslach y Jackson (1986) proponen utilizan los puntos de corte para establecer
un criterio de percentiles para cada dimen- los niveles del SQT.
sión, consistente en dividir a la muestra en Recientes estudios han señalado que el MBI
tres grupos de igual tamaño, 33.3% de los es un instrumento que presenta problemas
individuos. Estos grupos categorizan a las metodológicos y conceptuales importantes
sujetos que responden el cuestionario en in- (Gil-Monte, 2005a; Halbesleben y Deme-
dividuos con niveles altos, medios y bajos routi, 2005; Kristensen, Borritz, Villadsen
para cada dimensión (agotamiento emocio- y Christensen, 2005). Por ello se han cons-
nal, despersonalización y realización per- truido instrumentos de evaluación alterna-
sonal en el trabajo). Pero querer transpolar tivos que intentan superar esas insuficien-
estos criterios a la población latina puede cias. El “Cuestionario para la Evaluación
entrañar sesgos que pueden ser relevantes, del Síndrome de Quemarse por el Trabajo”
ya que los criterios estadounidenses pue- (CESQT) (Gil-Monte, 2005a), nace de la
den ser inadecuados, debido a la existencia necesidad de construir instrumentos de
de diferencias significativas en los valores evaluación alternativos y específicos para
normativos de corte por cuestiones socio- realizar diagnóstico. El CESQT presenta
culturales, lo que dificulta concluir sobre el cuatro dimensiones denominadas:
número de individuos que han desarrollado 1. Ilusión por el trabajo. Deseo del indivi-
la patología y los que no (Schaufeli y Die- duo de alcanzar las metas laborales porque
rendonck, 1995). En el manual no se ofre- supone una fuente de placer personal. Los
cen puntos de corte o criterios diagnósticos ítems que componen esta dimensión están
“validados clínicamente”. formulados de manera positiva, de manera

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Mariana A. Marucco, Pedro R. Gil-Monte y Edgardo Flamenco dossier

que bajas puntuaciones en esta dimensión aparición de un conjunto de sentimientos y


indican altos niveles en el SQT. conductas vinculados al estrés laboral que
2. Desgaste psíquico. Aparición de agota- originan una forma moderada de malestar,
miento emocional y físico debido a que en pero que no incapacita al individuo para el
el trabajo se tiene que tratar a diario con ejercicio de su trabajo, aunque podría rea-
personas que presentan o causan proble- lizarlo mejor. Este perfil se caracteriza por
mas. la presencia de baja ilusión por el trabajo,
junto a altos niveles de desgaste psíquico
3. Indolencia. Presencia de actitudes ne- e indolencia, pero los individuos no pre-
gativas de indiferencia y cinismo hacia los sentan sentimientos de culpa. El Perfil 2
clientes de la organización. Los individuos constituye con frecuencia un problema más
que puntúan alto en esta dimensión mues- serio que identificaría a los casos clínicos
tran insensibilidad y no se conmueven ante más deteriorados por el desarrollo del SQT.
los problemas de las personas hacia las que Además de los síntomas anteriores los indi-
trabajan. viduos presentan también sentimientos de
4. Culpa. Desarrollo de sentimientos de culpa.
culpa debidos fundamentalmente al desa- La prevalencia del SQT en pediatras en Ar-
rrollo de las actitudes negativas hacia los gentina y en otros países ha sido poco es-
clientes de la organización. tudiada. La literatura ofrece algunos estu-
La escala de culpa permite la realización de dios en los que los pediatras formaron parte
un diagnóstico diferencial, pues mediante de muestras más amplias, en los que se ha
ella se pueden identificar diferentes perfiles aplicado el MBI-HSS pero con versiones
en la evolución del SQT y, por tanto deci- más cortas, o con un rango de la escala de
dir pautas de tratamiento, y criterios de in- frecuencia diferente al del manual (Bustin-
tervención. El modelo teórico que subyace za, López-Herce, Carrillo, Vigil, Lucas y
al CESQT considera que el SQT es una res- Panadero, 2000; Jiménez, Morales y Mar-
puesta al estrés laboral crónico característi- tínez, 2002). En algunos estudios se esta-
ca de los profesionales que trabajan hacia blecen puntos de corte propios, la mayoría
personas. En este modelo, el deterioro cog- de las veces no fundamentado o definido
nitivo (bajas puntuaciones en Ilusión por el previamente, o suman las puntuaciones ob-
trabajo) y afectivo (altas puntuaciones en tenidas en las tres subescalas y a partir de
desgaste psíquico) aparece en un primer allí establecen las categorías alto, medio y
momento como respuesta a las fuentes de bajo, por lo que se dificulta la posibilidad
estrés laboral crónico, y con posterioridad de establecer comparaciones.
los individuos desarrollarán actitudes ne- En estudios realizados en España, López,
gativas hacia las personas que atienden en Rodríguez, Fernández, Marcos, Martinón
su trabajo (altos niveles de indolencia). La y Martinón (2005) obtuvieron una preva-
aparición de los sentimientos de culpa es lencia del 20.8%, en un estudio en personal
posterior a estos síntomas, pero no la pre- asistencial pediátrico. Jiménez et al. (2002)
sentan todos los individuos. De esta mane- en un estudio realizado en cirujanos pedia-
ra, es posible distinguir dos perfiles en el tras obtuvieron una prevalencia del 5.9%,
proceso del SQT. El Perfil 1 conduce a la mientras que Bustinza et al. (2000) en una

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dossier SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN PEDIATRAS DE HOSPITALES GENERALES...

muestra de pediatras intensivistas (n = 49) señala el manual se distribuyen en tres es-


informan una prevalencia del 10%. En Bra- calas denominadas Realización personal en
sil, Dutra (2004) informa de prevalencia el trabajo (8 ítems, α = .84), Agotamiento
del 53,7% para un estudio realizado, en un emocional (9 ítems, α = .88) y Despersona-
hospital universitario a pediatras (n = 41) y lización (5 ítems, α = .78). Los individuos
utilizando los puntos de corte del manual valoran cada ítem del cuestionario con una
de EEUU. escala de frecuencia en la que indican la
Dado que en Argentina no hay estudios so- frecuencia con la que han experimentado
bre la prevalencia del SQT en pediatras, y la situación descrita en el ítem durante el
a nivel internacional son escasos, el obje- último año. Esta escala de frecuencia tiene
tivo de este estudio es analizar y comparar 7 grados que van de 0 (“nunca”) a 6 (“to-
la prevalencia del SQT en pediatras de los dos los días”). Bajas puntuaciones en Re-
hospitales generales del sur del conurbano alización personal en el trabajo, junto con
bonaerense medida con el MBI-HSS y el altas puntuaciones en Agotamiento emo-
CESQT. cional y en Despersonalización se corres-
ponden con altos niveles del SQT. Para
Método establecer criterios de riesgo se utilizaron
los puntos de corte de Maslach y Jackson
Muestra (1986) (percentil 33 y 66) y para los crite-
La muestra quedó conformada por 123 pe- rios patológicos se utilizaron los puntos de
diatras. La tasa de respuesta fue del 53,94%, corte de Schaufeli y Dierendock (1995).
considerando como población todos los El CESQT se compone de cuatro dimensio-
pediatras con trabajo estable (de planta y nes: Ilusión por el trabajo (5 ítems, α = .78),
guardia) de los hospitales generales de la Desgaste psíquico (4 ítems, α = .81), Indo-
Región Sanitaria VI del conurbano bonae- lencia (6 ítems, α = .75), y Culpa (5 ítems,
rense. 33 participantes (26.8%) trabajaban α = .79) . Está formado por 20 ítems que se
como personal de planta de 36 horas sema- valoran en una escala de frecuencia, con un
nales (no realizaban guardia), y 90 parti- rango de 5 grados que va de “Nunca” (0) a
cipantes (73.2%) tenían nombramiento de “Muy frecuentemente: todos los días” (4).
guardia (24 horas de guardia y 12 horas en La consistencia interna para el conjunto de
planta). La distribución según sexo fue de los 15 ítems de las escalas de Ilusión por
89 mujeres (72,4%) y 34 hombres (27,6%). el trabajo (invertidos), Desgaste psíquico, e
La media de edad fue de 42.38 años (24 -70 Indolencia alcanzó un valor de α = .85.
años).
Procedimiento
Instrumentos El diseño fue transversal y no aleatorizado.
El SQT se estimó mediante la adaptación Para la recogida de la información se uti-
al castellano del MBI-HSS (Gil-Monte, lizó un cuestionario anónimo y autoadmi-
2005b), y con el CESQT (Gil-Monte, nistrado. Se solicitaron los consentimientos
2005a; Gil-Monte, Carretero, Roldán y informados a los respectivos directores, je-
Núñez-Román, 2005). El cuestionario fes de servicio, comités de ética, y comités
MBI-HSS consta de 22 ítems que según de docencia e investigación de cada hospi-

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Mariana A. Marucco, Pedro R. Gil-Monte y Edgardo Flamenco dossier

tal, así como un consentimiento a cada par- participantes puntuaban bajo en Realización
ticipante, que fue entregado en hoja aparte. personal en el trabajo (RPT), un 47.15%
Para el análisis estadístico se utilizó el pro- puntuaron alto en Agotamiento emocional,
grama SPSS 11.0. y el 22.76% puntuaron alto en Despersona-
lización. Cuando se utilizaron los puntos de
Resultados corte establecidos por Schaufeli y Dieren-
En la Tabla 1 se presentan los valores des- donck (1995) se obtuvo que un 18.69% de
criptivos para las dimensiones del MBI y los participantes presentaron baja Realiza-
del CESQT. Como se puede observar en la ción personal en el trabajo, el 19.51% de los
Tabla 2, siguiendo los puntos de corte esta- participantes altos niveles de Agotamiento
blecidos por Maslach y Jackson (1986) ob- emocional, y el 24.39% de los participantes
tuvimos para nuestra muestra que el 34.14% altos niveles de Despersonalización.

Tabla 1. Estadísticos descriptivos para las dimensiones del MBI y del CESQT.

M Md dt Rango Asimet Curtosis Alfa


Ilusión por el trabajo 2.56 2.40 .71 0-4 .28 -.51 .78
Desgaste psíquico 2.20 2.25 .85 0-4 .24 -.37 .81
Indolencia 1.65 1.67 .69 0-4 .23 -.11 .75
Culpa 1.28 1.20 .75 0-4 .55 .52 .79
CESQT (15 ítems) 1.73 1.73 .58 0-4 -.05 -.22 .85
Realización personal en trabajo 33.24 34.00 8.51 0-48 -.53 -.06 .84
Agotamiento emocional 24.37 26.00 11.23 0-54 .15 -.59 .88
Despersonalización 8.19 7.00 6.23 0-30 .79 -.14 .78

Tabla 2. Prevalencia según puntos de corte y porcentaje de sujetos afectados.

Maslach y Jackson (1986) Schaufeli y Dierendonck


Puntos de corte
(Percentil 90) (1995)
RPT AE DEP RPT AE DEP
Alto ≥ 39 ≥ 27 ≥ 13 ≥ 29 ≥ 34 ≥ 12
(%) (27.64) (47.15) (22.76) (75.60) (19.51) (24.39)
Medio 38-32 26-17 12-7 28-26 33-26 11-6
(%) (38.21) (23.58) (30.89) (5.69) (30.89) (34.95)
Bajo ≤ 31 ≤ 16 ≤6 ≤ 25 ≤ 25 ≤5
(%) (34.14) (29.27) (46.34) (18.69) (49.59) (40.65)
% SQT 10.59% 3.25%

Nota. RPT, Realización personal en el trabajo; AE, Agotamiento emocional; DEP, Despersonalización.

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dossier SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN PEDIATRAS DE HOSPITALES GENERALES...

Como se aprecia en la Figura 1, los nive- Cuando se compararon los niveles de Ago-
les de baja Realización personal en el tra- tamiento emocional (Figura 2), se observó
bajo fueron menores al aplicar los puntos que los niveles de prevalencia fueron más
considerados por Schaufeli y Dierendonck bajos en esta dimensión cuando se utilizan
(1995) como puntos de corte clínico, que los puntos de corte de Schaufeli y Dieren-
aplicando los criterios de Maslach y Jack- donck (1995) que los de Maslach y Jackson
son (1981). (1981).

Figura 1. Prevalencia en Realización personal en el trabajo en la muestra del estudio aplicando diferentes criterios.

Figura 2. Prevalencia de Agotamiento emocional en la muestra del estudio aplicando diferentes criterios.

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Mariana A. Marucco, Pedro R. Gil-Monte y Edgardo Flamenco dossier

Figura 3. Prevalencia de Despersonalización en la muestra del estudio aplicando diferentes criterios.

Figura 4. Prevalencia del SQT en la muestra del estudio aplicando diferentes criterios.

Por lo que se refiere a los niveles de preva- Schaufeli y Dierendonck (1995) que con
lencia obtenidos para Despersonalización, los obtenidos por Maslach y Jackson (1981)
los resultados comparativos fueron algo en el manual del MBI (Figura 3).
diferentes a los obtenidos para las otras Un paso más en el estudio de la prevalen-
dos dimensiones, pues la prevalencia fue cia del SQT consistió en analizar cuantos
superior aplicando los puntos de corte de participantes de la muestra presentaban el

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dossier SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN PEDIATRAS DE HOSPITALES GENERALES...

síndrome. Para ello se consideró que los las otras (bajas en el caso de Ilusión por el
participantes debían cumplir el criterio de trabajo), se considera un caso grave (Perfil
puntuar bajo en Realización personal en 1) si el sujeto presenta bajas puntuaciones
el trabajo, y a la vez alto en Agotamiento en Ilusión por el trabajo, junto con altas
emocional y en Despersonalización. En la puntuaciones en Desgaste psíquico e Indo-
Figura 4 se presentan los resultados compa- lencia. El caso será muy grave cuando al-
rativos según los diferentes criterios. Sólo tas puntuaciones en el promedio de las tras
13 participantes (10.59%) presentarían el escalas se acompañen de altos sentimientos
SQT si se aplicaran los puntos de corte de de Culpa (Perfil2).
Maslach y Jackson (1989), mientras que la Aplicando esos criterios se obtuvo que 62
prevalencia resultó inferior cuando se utili- participantes (50.40%) presentaban altos
zaron los criterios de Schaufeli y Dieren- niveles de Desgaste psíquico, 32 (26.01%)
donck (1995) para establecerla, pues sólo presentaban altos niveles de Indolencia, 31
4 participantes (3.25%) puntuaron bajo en (25.20%) bajos niveles de Ilusión por el tra-
Realización personal en el trabajo, y a la bajo, y 13 participantes (10.56%) presenta-
vez alto en Agotamiento emocional y en ron altos niveles de Culpa. La prevalencia
Despersonalización del SQT fue del 27.64%, pues 34 sujetos
Para analizar la prevalencia del SQT utili- puntuaron alto en Desgaste psíquico e In-
zando el CESQT se consideró la percepción dolencia, al tiempo que bajo en Ilusión por
de la frecuencia de síntomas en él según los el trabajo. Cuando se consideró la puntua-
anclajes de la escala de frecuencia. Esto su- ción total en la escala CESQT (15 ítems),
pone para Ilusión por el trabajo considerar el número de pediatras que percibió altos
a los individuos que presentaron una fre- niveles de SQT, con una frecuencia igual o
cuencia inferior a una puntuación prome- superior a 2, fue de 58 (47.15%). Pero, sólo
dio de 2 (“Algunas veces al mes”), y para el 4 individuos (3.25%) deben considerarse
resto de las subescalas puntuaciones igual como casos muy graves, pues presentaron
o superiores a 2 (“Algunas veces al mes”). altas puntuaciones en el CESQT junto con
Además, se calcularon los percentiles 10 altos sentimientos de culpa (Tabla 3).
para Ilusión por el trabajo, 75 y 90 para Calculando los percentiles para refinar el
Desgaste psíquico, 90 para Indolencia, para diagnóstico se obtuvo los siguientes porcen-
Culpa, y para el promedio de los 15 ítems tajes de participantes: Ilusión por el trabajo
de las escalas de Ilusión por el trabajo (in- alta (Pc10) 18.69; Desgaste psíquico alto
vertidos), Desgaste psíquico, e Indolencia (Pc75) 28.45%, (Pc90) 11.38%; Indolen-
(Gil-Monte et al., 2005). cia alta (Pc90) 13.00%; Culpa alta (Pc90)
A efectos diagnósticos se considera que 10.56%; y CESQT alto (Pc90) 4.06%.
un sujeto ha desarrollado el SQT cuando
presenta puntuaciones iguales o mayores a Discusión
2 en el promedio de las tres escalas. Dado La tasa de respuesta sobre los cuestionar-
que las dimensiones de este instrumento ios distribuidos fue del 53.94%. Se obtuvo
son independientes, de manera que altas res-puesta en todos los hospitales. Si bien
puntuaciones en una dimensión no conlle- la tasa de respuesta no fue uniforme (del
va necesariamente altas puntuaciones en 15 % al 100 %), los hospitales no presen-

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Mariana A. Marucco, Pedro R. Gil-Monte y Edgardo Flamenco dossier

Tabla 3. Número y porcentaje de sujetos con altos vs. bajos niveles de SQT.

Niveles altos (≥ 2) Niveles bajos (<2)

Ilusión por el trabajo 92 (74.80%) 31 (25.20%)


Desgaste Psíquico 62 (50.40%) 61 (49.60%)
Indolencia 32 (26.01%) 91 (73.99%)
Culpa 13 (10.56%) 110 (89.44%)
CESQT (15 items) 58 (47.15%) 65 (52.84%)
Tres dimensiones CESQT 34 (27.64%) 89 (72.35%)
Tres dimensiones CESQT y Culpa 4 (3.25%)

tan diferencias entre sí en lo que respecta a SQT cuando realmente no es así. También
categoría profesional de los pediatras y su se debe considerar la posibilidad de que las
distribución por turno. Nuestra tasa de re- personas menos satisfechas con su calidad
spuesta fue similar o superior a la obtenida de vida profesional no hubieran contestado
en algunos estudios sobre SQT en personal la encuesta. No obstante, la muestra quedó
sanitario (Caballero, Bermejo, Nieto y conformada por 89 mujeres (72.4%) y 34
Caballero, 2001; De Pablo y Suberviola, varones (27,6%). Esta distribución puede
1998), y similar a los estudios realizados ser considerada similar a la del colectivo de
en personal sanitario que trabaja con niños profesionales de pediatría en su conjunto y,
(Bustinza et al. 2000; Jiménez et al., 2002). junto a la tasa de respuesta obtenida y su
Las escalas tanto del MBI-HSS como del comparación con otros estudios, le confiere
CESQT presentaron valores de consisten- validez externa a los resultados del estu-
cia interna aceptables (Alfa de Cronbach). dio.
El estudio presenta algunas limitaciones. Una de las principales aportaciones de
Al tratarse de cuestionarios anónimos, este estudio es la comparación de tasas de
desconocemos las causas de no respuesta prevalencia siguiendo diferentes criterios
de los individuos. No se descarta la falta normativos y comparando ambos cues-
de motivación de la persona de referencia tionarios (MBI-HSS, CESQT). La tasa
para realizar el estudio, en algunos de los de prevalencia obtenida con el MBI-HSS
hospitales. Otra limitación del estudio es difiere de las obtenidas en las muestras
que el muestreo no fue aleatorio. Aunque normativas de EEUU y Holanda. Ante la
en tres hospitales respondieron el 100% de falta de estudios transculturales en profe-
los pediatras, la tasa de prevalencia puede sionales de la salud que expliquen estas
estar afectada por falsos positivos (“efecto diferencias, sólo podemos especular sobre
del trabajador sano”) (Karasek y Theorell, su origen: significado del trabajo (orga-
1990). El resultado es que probablemente nización y condiciones institucionales) y
los valores normativos están sesgados, de del perfil profesional (el significado de “ser
tal forma que se concluye que determina- pediatra” en la sociedad argentina), además
dos individuos presentan un alto grado en el de las diferencias socio-económico-cul-

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dossier SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN PEDIATRAS DE HOSPITALES GENERALES...

turales entre Argentina, Estados Unidos y Caballero, M. A., Bermejo, F., Nieto, R., y Caballero, F.
(2001) Prevalencia y factores asociados al burnout en un
Holanda. La tasa de prevalencia obtenida área de salud. Atención Primaria, 27, 313-317.
con el CESQT utilizando los criterios más
De Pablo, R. y Suberviola, J. F. (1998) Prevalencia del sín-
estrictos y las cuatro dimensiones, y el per- drome de burnout o desgaste profesional en los médicos
centil 90 es similar a la obtenida utilizando de atención primaria. Atención Primaria, 22, 580-584.
los puntos de corte de Schaufeli y Dieren- Dutra, F. (2004) Características da incidência de burnout em
donck (1995). pediatras de uma organização hospitalar pública. Tesis no
publicada. Universidad de Florianópolis.
Como conclusión al estudio se considera Gil-Monte, P. R. (2005a) El síndrome de quemarse por el tra-
que la prevalencia del SQT en los pedia- bajo (“burnout”). Una enfermedad laboral en la sociedad del
tras del estudio es del 3.25% (con ambos bienestar. Madrid: Pirámide.
cuestionarios). Desde consideraciones psi- Gil-Monte, P. R. (2005b) Factorial validity of the Maslach
cométricas, en estos casos se podría hablar Burnout Inventory (MBI-HSS) among Spanish profes-
sionals. Revista de Saúde Pública, 39, 1-8.
de casos clínicos. Pero, esta conclusión está
Gil-Monte, P. R., Carretero, N., Roldán, M. D. y Núñez-
vinculada a la necesidad de realizar una en- Román, E. (2005) Prevalencia del síndrome de quemarse
trevista clínica para confirmar el diagnósti- por el trabajo (burnout) en monitores de taller para perso-
co y descartar otros problemas que pueden nas con discapacidad. Revista de Psicología del Trabajo y de
influir en los síntomas evaluados, así como las Organizaciones, 21, 107-123.

analizar la intensidad de las consecuencias Halbesleben, J. R. B. y Demerouti, E. (2005) The construct


validity of an alternative measure of burnout. Investiga-
del SQT en estos sujetos, y el grado de in- ting the English Translation of the Oldenburg Burnout In-
capacidad que presentan para el ejercicio ventory. Work & Stress, 19, 208­220.
de su actividad laboral. Jiménez, C., Morales, J. L. y Martínez, C. (2002) Estudio
del síndrome de «burnout» en cirujanos pediatras espa-
Aún así, estos valores, junto al porcentaje ñoles. Cirugía Pediátrica, 15, 73-78.
de participantes que se consideran de ries-
Karasek, R. y Theorell T. (1990) Healthy work: stress, pro-
go, hace suponer un deterioro importante ductivity and the reconstruction of working life. Nueva York:
en la atención pediátrica ofrecida a la po- Basic Books.
blación. Por ello es necesario que los de- Kristensen, T. S., Borritz, M., Villadsen, E. y Christensen,
partamentos responsables de la atención K. B. (2005) The Copenhagen Burnout Inventory: A new
tool for the assessment of burnout. Work & Stress, 19,
sanitaria a la población y, en especial, los 192­207.
responsables de la atención pediátrica de-
López, M., Rodríguez, A., Fernández, M., Marcos, S., Mar-
sarrollen una política de prevención e inter- tinón, F., y Martinón, J. M. (2005) Síndrome de desgaste
vención para la disminución de los riesgos profesional en el personal asistencial pediátrico. Anales
psicosociales que afectan a este colectivo Españoles de Pediatría, 62, 248-251.
ocupacional, y la creación de servicios in- Maslach, C. y Jackson, S. E. (1986) Maslach Burnout Inven-
tory. Manual. 2ª edición. Palo Alto, CA: Consulting Psy-
ternos de atención y apoyo psicológico a chologists Press.
los profesionales.
Maslach, C., Schaufeli, W.B., y Leiter, M. (2001) Job burn-
out. Annual Review of Psychology, 52, 397- 422.

Bibliografía Schaufeli, W. B. y Van Dierendonck, D. (1995) A cautiona-


ry note about the cross-national and clinical validity of
cut-off points of the Maslach Burnout Inventory. Psycho-
Bustinza, A., López-Herce, J., Carrillo, A., Vigil, M.D., de logical Reports, 76, 1083-1090.
Lucas, N., y Panadero, E. (2000) Situación de burnout de
los pediatras intensivistas españoles. Anales Españoles de
Pediatría, 5, 418-423. Fecha de recepción: 24/10/2007
Fecha de aceptación: 12/12/2007

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dossier
nº 91 • setembre-desembre 2007 • pàgines 43-52
Víctor E. Olivares Faúndez y Pedro R. Gil-Monte dossier
Prevalencia del síndrome de quemarse
por el trabajo (burnout) en trabajadores de
servicios en Chile
Víctor E. Olivares Faúndez1 y Pedro R. Gil-Monte
Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta Organizacional (UNIPSICO)
Universidad de Valencia, España

resumen/abstract:
El objetivo de este estudio fue analizar la prevalencia del Síndrome de Quemarse por el Trabajo
(SQT) (burnout) en profesionales de servicios humanos de Chile. La muestra estuvo formada por
393 participantes (29.52% trabajadores de cajas de compensación de asignación familiar, y 70.48%
trabajadores de atención a personas con discapacidad). Como instrumento de evaluación se utilizó el
“Cuestionario para la Evaluación del Síndrome de Quemarse por el Trabajo” (CESQT). El instrumento
está formado por 20 ítems que se distribuyen en cuatro dimensiones: Ilusión por el trabajo (5 ítems,
α = .82), Desgaste psíquico (4 ítems, α = .83), Indolencia (6 ítems, α = .75), y Culpa (5 ítems, α = .73).
20 participantes del estudio (5.09%) presentaron bajas puntuaciones en Ilusión por el trabajo, junto
con altas puntuaciones en Desgaste psíquico e Indolencia, pero sólo 5 participantes (1.27%) fueron
casos graves, pues presentaron altas puntuaciones en el promedio de los 15 ítems de las escalas
referidas junto con altos sentimientos de Culpa.
The purpose of this study was to analyze the prevalence of burnout in professionals of human
services of Chile. The sample consisted of 393 Chilean professionals (29.52% service professional
workers, and 70.48 % employees working with disabled people). Burnout was evaluated by the
“Spanish Burnout Inventory” (SBI). This instrument contains 20 items distributed into four dimensions
called: Enthusiasm toward the job (5 items) (α = .82), Psychological exhaustion (4 items) (α = .83),
Indolence (6 items) (α = .75), and Guilt (5 items) (α = .73). 20 participants (5.09%) showed low levels
of Enthusiasm toward the job, and high levels of Psychological exhaustion and Indolence. Taking into
consideration the global score on the SBI we conclude that 5 participants (1.27%) showed severe
burnout, because they showed high frequency levels on the global score of the SBI, and high feelings
of guilt.

palabras clave/keywords:
Burnout, CESQT, prevalencia, estrés laboral, riesgos psicosociales.
Burnout, SBI, prevalence, job stress, psychosocial risks at work.

Introducción nológicas han generado un nuevo contexto


para las organizaciones laborales. Estos
En las sociedades contemporáneas las trans-
cambios han sido vistos por algunos como
formaciones sociales, económicas y tec-
importantes fuentes desencadenantes de es-
trés en el mundo del trabajo, el cual está
1
Dirección de contacto: Unidad de Investigación Psico- relacionado con enormes costes económi-
social de la Conducta Organizacional (UNIPSICO). Facul-
tad de Psicología (Dpto. Social). Av. Blasco Ibáñez, 21.
cos evaluados en billones de dólares en el
46010, Valencia. email: Victor.Olivares@uv.es mundo entero (Jawahar, Stone y Kisamore,

nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 43-52 43


dossier PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN TRABAJADORES DE SERVICIOS EN CHILE

2007) y con el surgimiento de nuevas pa- tendencia de los profesionales a evaluar-


tologías laborales y factores de riesgo para se negativamente, y de forma especial esa
la salud y el bienestar psicológico de los evaluación negativa afecta a la habilidad
trabajadores (Peiró, 2004), lo que ha sido para realizar el trabajo y para tratar con las
comprobado en distintas muestras ocupa- personas a las que atienden.
cionales y en diversos colectivos profesio- Sobre este síndrome existe un consenso
nales (Bond, Punnett, Pyle, Cazeca y Coo- amplio de opiniones que lo entienden como
perman, 2004; Michie y Williams, 2003). una respuesta del individuo al estrés labo-
En este contexto, en el sector servicios hu- ral crónico (Maslach, Schaufeli y Leiter,
manos es donde se han notado con mayor 2001). Una experiencia subjetiva interna
claridad las consecuencias de estos cam- que agrupa sentimientos y actitudes, y que
bios, exacerbándose los riesgos de naturale- tiene un cariz negativo para el sujeto dado
za psicosocial (Gil-Monte, 2005, p. 20), los que implica alteraciones, problemas, y dis-
cuales son los causantes del estrés laboral funciones psicofisiológicas como conse-
y de sus patologías asociadas, como el Sín- cuencias nocivas para la persona y para la
drome de Quemarse por el Trabajo (SQT organización (Gil-Monte, 2005).
en adelante) o burnout (en denominación El SQT es una enfermedad laboral emer-
anglosajona), fenómeno que ha ido au- gente, que con frecuencia se entiende que
mentando considerablemente su aparición es exclusiva de profesionales de ayuda o
(Maslach, 2003), siendo actualmente con- de servicios (Alimoglu y Donmez, 2005).
siderado como uno de los daños laborales Algunos estudios muestran que el deterio-
de carácter psicosocial más importantes. ro en la salud mental que se produce en
El concepto de burnout surge en EEUU a diferentes actividades laborales, surge con
mediados de los años setenta (Freudenber- mayor propensión en las organizaciones
ger, 1974; Maslach 1978), siendo definido de servicio humano (Arita y Arauz, 2001).
por Maslach y Jackson (1981) como un Existen numerosas investigaciones en dis-
síndrome caracterizado por agotamiento tintos países en donde se concluye que el
emocional, despersonalización y baja rea- contacto continuo con otras personas y
lización personal en el trabajo, que puede la alta carga afectiva propician una gran
ocurrir entre individuos que trabajan con afectación en la salud mental (Maslach et
personas. Agotamiento emocional se define al., 2001). Dentro de este sector, los pro-
como una experiencia de agotamiento de la fesionales que trabajan hacia clientes y el
energía o los recursos emocionales propios personal que trabaja hacia discapacitados,
debido al contacto constante con personas son grupos de especial riesgo de sufrir las
a las que hay que atender como objeto de consecuencias del SQT (Dormann y Zapf,
trabajo. La despersonalización alude al 2004; García, 2002).
desarrollo de actitudes y sentimientos ne- En países desarrollados fenómenos como
gativos hacia las personas destinatarias del el estrés laboral y el SQT han sido pro-
trabajo, que son vistas por los profesionales fundamente estudiados empíricamente
de forma deshumanizada debido a un endu- (Maslach, 2003), lo que no ha sucedido en
recimiento afectivo. Y la baja realización países como Chile, donde no existen datos
personal en el trabajo se define como la nacionales estadísticamente representati-

44 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 43-52


Víctor E. Olivares Faúndez y Pedro R. Gil-Monte dossier

vos que den cuenta de los costes del estrés 3. Indolencia. Presencia de actitudes ne-
laboral (Espinosa y Morris, 2002) y menos gativas de indiferencia y cinismo hacia los
del SQT, a pesar de las repetidas sugeren- clientes de la organización. Los individuos
cias hechas en otros estudios, los cuales que puntúan alto en esta dimensión mues-
han señalado que fenómenos como el SQT tran insensibilidad y no se conmueven ante
deben ser necesariamente investigados, por los problemas de las personas hacia las que
sus importantes consecuencias en el mundo trabajan.
del trabajo (Carr y Pudelko, 2006).
4. Culpa. Desarrollo de sentimientos de
Desde este punto de vista, en Chile existe culpa debidos fundamentalmente al desa-
una apremiante necesidad de iniciar estu- rrollo de las actitudes negativas hacia los
dios sistemáticos sobre los factores psico- clientes de la organización.
sociales que influyen en el trabajo, con tal
de evaluar la prevalencia del SQT en grupos El instrumento se desarrolló a partir de una
de alto riesgo, en vías de mejorar sus condi- serie de estudios cualitativos realizados me-
ciones de trabajo. En este sentido, el “Cues- diante entrevista a individuos que habían
tionario para la Evaluación del Síndrome desarrollado el SQT en algún grado. Siguien-
de Quemarse por el Trabajo” (CESQT) se do el protocolo de entrevista de Sackmann
presenta como una alternativa de evaluación (1992), se obtuvieron un conjunto de sínto-
debido, entre otras cosas, a los últimos es- mas, causas y desencadenantes del SQT, así
tudios que señalan que los sentimientos de como una descripción cualitativa del proceso.
Culpa pueden ser una dimensión importante Los síntomas fueron sometidos a un análisis
del SQT (Gil-Monte, 2005), y por dar res- inter-jueces en el que diferentes especialistas
puestas a algunos problemas metodológi- los etiquetaron como emociones, cognicio-
cos y conceptuales que presenta el Maslach nes, o actitudes. A partir de esta clasificación
Burnout Inventory-Human Services Survey se elaboraron un total de 74 reactivos. En su
(MBI-HSS) (Kristensen, Borritz, Villadsen elaboración se tuvo presente la delimitación
y Christensen, 2005). semántica del ítem y los aspectos de redac-
El CESQT es un instrumento que consta de ción y comprensión adecuada (Meliá, 2000).
20 ítems y presenta una estructura de cuatro Después de varios estudios psicométri-
factores denominados(Gil-Monte, 2005): cos con profesionales de enfermería y con
1. Ilusión por el trabajo. Deseo del indivi- profesionales que trabajaban hacia per-
duo de alcanzar las metas laborales porque sonas con discapacidad psíquica, se retu-
suponen una fuente de placer personal. Los vieron veinte elementos que presentaron
ítems que componen esta dimensión están de manera repetida valores adecuados de
formulados de manera positiva, de manera asimetría y curtosis, una adecuada distri-
que bajas puntuaciones en esta dimensión bución factorial (una carga superior a .40
indican altos niveles en el SQT. en un único factor), un ajuste del modelo
factorial confirmatorio, y su agrupación
2. Desgaste psíquico. Aparición de agota-
ofrecía suficiente consistencia interna (su-
miento emocional y físico debido a que en
perior a .70) (Gil-Monte, 2008; Gil‑Monte,
el trabajo se tiene que tratar a diario con
personas que presentan o causan proble- García-Juesas, Núñez, Carretero, Roldán y
mas. Caro, 2006).

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dossier PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN TRABAJADORES DE SERVICIOS EN CHILE

El modelo teórico que subyace al CESQT 7 sucursales de una caja de compensación


considera que el SQT es una respuesta al de asignación familiar (116 participantes,
estrés laboral crónico característica de los 29.52%), y de 2 centros de una corporación
profesionales que trabajan hacia personas. de atención a discapacitados (277 partici-
En este modelo, el deterioro cognitivo (ba- pantes, 70.48%). En función del sexo, 295
jas puntuaciones en Ilusión por el trabajo) individuos fueron mujeres (76.6%) y 90
y afectivo (altas puntuaciones en Desgaste hombres (23.4%). La media de edad fue de
psíquico) aparecen en un primer momento 37.98 años (rango 17-70). Respecto al tipo
como respuesta a las fuentes de estrés labo- de contrato, 357 individuos informaron que
ral crónico y con posterioridad, los indivi- tenían contrato fijo (92.5%) y 29 eventual
duos desarrollarán actitudes negativas ha- (7.5%). La experiencia media en la profe-
cia las personas que atienden en su trabajo sión fue de 11.63 años (rango 1 mes - 44
(altos niveles de Indolencia). La aparición años) y la media de antigüedad en la orga-
de los sentimientos de Culpa es posterior a nización fue de 8.24 años (rango 1 mes - 37
estos síntomas, no presentándose en todos años).
los individuos, pues su aparición está influi-
da por los valores sociales y la ética profe- Instrumentos
sional del individuo, así como por procesos El SQT se estimó mediante el “Cuestio-
de atribución, entre otras variables. nario para la Evaluación del Síndrome de
A efectos diagnósticos se considera que un Quemarse por el Trabajo” en sus versiones
individuo ha desarrollado el SQT cuando para profesionales de atención a clientes
presenta altas puntuaciones en el CESQT, (CESQT-PAC) (Gil-Monte y Olivares,
calculadas como promedio de los ítems de 2008) y profesionales que trabajan hacia
Ilusión por el trabajo (invertidos), Desgaste personas con discapacidad (CESQT-PD)
psíquico, e Indolencia. No se incluyen los (Gil-Monte, 2005; 2007). Este instrumento
ítems de la escala de Culpa debido a que está formado por 20 ítems, y ha obtenido
no todos los individuos desarrollan estos buenos resultados de validez y fiabilidad
sentimientos aunque puntúan alto en el en estudio previos (Gil-Monte et al., 2005;
CESQT. Se consideran casos graves de Gil-Monte et al., 2006; véase también
SQT, con probable deterioro de la salud, Unda, Sandoval y Gil-Monte, 2008; Ma-
los casos que presentan altas puntuaciones rucco, Gil-Monte y Flamenco, 2008; en
en el CESQT junto con altos sentimientos este monográfico). Los 20 ítems del cues-
de Culpa (Gil-Monte, Carretero, Roldán y tionario se evalúan mediante una escala de
Núñez-Román, 2005). frecuencia de 5 grados que va de 0 (Nunca)
El objetivo de este estudio es analizar la a 4 (Muy frecuentemente: todos los días),
prevalencia del SQT en una muestra de tra- y se distribuyen en las cuatro dimensio-
bajadores de servicios humanos de Chile. nes del cuestionario, denominadas: Ilusión
por el trabajo (5 ítems, α = .82), Desgaste
Participantes psíquico (4 ítems, α = .83), Indolencia (6
La muestra estuvo formada por 393 traba- ítems, α =.75), y Culpa (5 ítems, α= .73).
jadores chilenos de las provincias de Val- La consistencia interna para el conjunto de
paraíso y Santiago de Chile procedentes de los 15 ítems de las escalas de Ilusión por

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Víctor E. Olivares Faúndez y Pedro R. Gil-Monte dossier

el trabajo (invertidos), Desgaste psíquico, e y 2006. Los datos fueron analizados con el
Indolencia alcanzó un valor de α = 85. programa estadístico SPSS 14.0.
Para analizar la validez convergente del
CESQT también se aplicaron las subesca- Resultados
las de Realización personal en el trabajo Se estimaron los estadísticos descriptivos
(8 ítems, α = .77) y Despersonalización (5 de las escalas de ambos instrumentos en
ítems, α = .59) del Maslach Burnout Inven- la muestra, su consistencia interna (Tabla
tory-Human Services Survey (MBI-HSS) 1), y las correlaciones entre las escalas del
(Maslach y Jackson, 1986), y la subescala CESQT y del MBI (Tabla 2) para analizar
de Agotamiento (5 ítems, α = .86) del MBI- la validez concurrente entre ambos instru-
GS (Maslach, Jackson y Schaufeli, 1996). mentos.

Procedimiento Las escalas de Desgaste psíquico y Culpa


presentaron valores adecuados de asime-
La recogida de datos se realizó mediante tría, inferiores a +/- 1. Sin embargo, las es-
cuestionarios, en horario no laboral, y se calas de Ilusión por el trabajo e Indolencia
contempló la totalidad de los trabajadores mostraron valores de asimetría que exceden
de las respectivas organizaciones seleccio- moderadamente el criterio de normalidad,
nadas. El cuestionario fue entregado en un al igual que la subescala de Despersonali-
sobre de respuesta directamente a los par- zación. Los alpha de Cronbach alcanzaron
ticipantes y se recogieron en sobre cerrado valores adecuados de consistencia interna
por los responsables del estudio garantizan- en todas las escalas y para el conjunto del
do la confidencialidad, siendo la colabora- instrumento (Nunnally y Bernstein, 1995),
ción voluntaria y anónima. La recogida de con excepción de la subescala de Desper-
datos se llevó a cabo entre los meses de sonalización que alcanzó un valor bajo de
septiembre y noviembre de los años 2005 α = . 59.

Tabla 1. Estadísticos descriptivos para las variables del estudio.

Media dt Rango Asimetría alfa

Ilusión por el trabajo 3.12 .77 0-4 -1.07 .82

Desgaste psíquico 1.63 .88 0-4 .33 .83

Indolencia .57 .54 0-4 1.60 .75

Culpa .90 .65 0-4 .69 .73

CESQT (15 ítems) .96 .54 0-4 .80 .85

Realización personal en trabajo 34.34 6.16 0-48 -.98 .77

Agotamiento 12.03 7.07 0-30 .12 .86

Despersonalización 3.62 4.12 0-30 1.41 .59

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dossier PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN TRABAJADORES DE SERVICIOS EN CHILE

Tabla 2. Matriz de correlaciones entre las variables del estudio.

1 2 3 4 5 6 7

1. Ilusión por trabajo 1

2. Desgaste psíquico -.36* 1

3. Indolencia -.37* .34* 1

4. Culpa -.04 .28* .32* 1

5. PA .34* -.32* -.30* -.19* 1

6. EXH -.40* .77* .34* .20* -.33* 1

7. DEP -.37* .29* .47* .22* -.23* .37* 1

Nota. PA: Realización personal en el trabajo, EXH: Agotamiento, DEP: Despersonalización.


* p< .001

Tabla 3. Frecuencia y porcentaje de individuos con altos vs. bajos niveles del SQT aplicando los puntos de corte de la escala de
frecuencia.

Niveles altos (≥2) Niveles bajos (<2)


Ilusión por el trabajo (Invertido) 359 (91.35%) 34 (8.65%)

Desgaste psíquico 154 (39.19%) 239 (60.81%)

Indolencia 10 (2.54%) 383 (97.46%)

Culpa 32 (8.14%) 361 (91.86%)

CESQT (15 ítems) 20 (5.09%) 373 (94.91%)

CESQT y Culpa 5 (1.27%) 388 (98.73%)

Se obtuvieron correlaciones intensas en- Por otro lado se analizó también la prevalen-
tre aquellas subescalas del CESQT y del cia del SQT en los participantes del estudio,
MBI que estiman constructos similares. siguiendo el procedimiento de los puntos de
Considerando los pares de correlaciones, referencia de la escala de frecuencia, con
la correlación más intensa se dio entre la que se valoran los ítems del cuestionario
Desgaste psíquico y Agotamiento, r =.77 recomendado por Shirom (1989) (Tabla 3).
(p<.001). Le siguió en intensidad la corre- Se prefirió este procedimiento debido a que
lación entre Indolencia y Despersonaliza- el CESQT aún no se ha utilizado en un nú-
ción, r =.47 (p<.001). Y la relación menos mero suficiente de estudios y, por tanto, los
intensa fue entre Ilusión por el trabajo y puntos de corte basados en los percentiles
Realización personal, r =.34 (p<.001). no están validados.

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Víctor E. Olivares Faúndez y Pedro R. Gil-Monte dossier

Siguiendo este procedimiento se obtuvo instrumento diagnóstico del SQT, se calcu-


que 34 participantes del estudio (8.65%) laron los percentiles 10, 25, 33, 66, 75, y
percibieron Ilusión por el trabajo con una 90, para ajustar el diagnóstico en la mues-
frecuencia inferior a “Algunas veces al tra (Tabla 4).
mes” (una puntuación inferior a 2), 154 Analizando los casos incluidos en la cate-
participantes (39.19%) percibieron Des- goría bajo para Ilusión por el trabajo me-
gaste psíquico con una frecuencia igual diante el procedimiento de percentiles, se
o superior a “Algunas veces al mes” (una obtuvo que los porcentajes más similares
puntuación igual o superior a 2), 10 partici- a los obtenidos con el procedimiento de la
pantes (2.54%) percibieron Indolencia con escala de frecuencia correspondían a los
una frecuencia igual o superior a “Algunas casos que se situaban por debajo del per-
veces al mes”, y 32 participantes (8,14%) centil 10, para el que se obtuvo un valor de
percibieron Culpa con una frecuencia igual 2. Para Desgaste psíquico el valor 2 corres-
o superior a “Algunas veces al mes”. Al pondió al percentil 66. Mientras que para
considerar la puntuación total en la escala el Indolencia, Culpa y la escala CESQT, el
compuesta por los 15 ítems de Ilusión por valor 2 si situó por encima del percentil 90.

Tabla 4. Valores percentiles obtenidos para las escalas del CESQT.

P10 P25 P33 P66 P75 P90

Ilusión por el trabajo 2.00 2.80 3.00 3.60 3.80 4.00

Desgaste psíquico .50 1.00 1.25 2.00 2.25 2.90

Indolencia .00 .17 .30 .67 .83 1.33

Culpa .00 .40 .60 1.00 1.20 1.80

CESQT (15 ítems) .33 .53 .67 1.13 1.27 1.67

el trabajo (invertidos), Desgaste psíquico, Para Indolencia el valor 2 correspondió al


e Indolencia, los participantes del estudio percentil 98, para Culpa al percentil 92, y
que percibieron niveles altos del SQT, con para la escala CESQT al percentil 95.
una frecuencia igual o superior a “Algunas
Aplicando el percentil 10 en Ilusión por
veces al mes”, fueron 20 (5.09%). Y al eva-
el trabajo se obtuvo que 34 participantes
luar las puntuaciones altas presentadas en
(8.65%) presentaron bajos niveles de Ilu-
el promedio de los 15 ítems junto con la
sión por el trabajo. Considerando el per-
dimensión Culpa, se obtuvo que 5 partici-
centil 66 se obtuvo que 154 participantes
pantes del estudio (1.27%) se situaban en
(39.19%) presentaron altos niveles de Des-
esa condición.
gaste psíquico. Considerando el percentil
Como un indicador de referencia importan- 90 se obtuvo que 43 participantes (10.94%)
te para la validación del CESQT y, como presentaban altos niveles de Indolencia,

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dossier PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN TRABAJADORES DE SERVICIOS EN CHILE

45 participantes (11.45%) presentaban al- ítems de Ilusión por el trabajo (invertidos),


tos niveles de Culpa, y 42 participantes Desgaste psíquico, e Indolencia, junto con
(10.69%) presentaban altos niveles del altos sentimientos de culpa (Gil-Monte et
SQT considerando el promedio de los 15 al., 2005).
ítems de la escala CESQT. Desde consideraciones psicométricas, en
estos casos se podría hablar de accidente
Discusión
laboral según la legislación de algunos
El objetivo de este estudio ha sido analizar países, como por ejemplo la de España o
la prevalencia del SQT mediante el “Cues- Brasil. Sin embargo, en Chile a pesar de
tionario para la Evaluación del Síndrome la última revisión de la legislación que re-
de Quemarse por el Trabajo”. Como paso gula las afecciones laborales, estos casos
previo al estudio de prevalencia se ha ana- no serían considerados como enfermedad
lizado la fiabilidad y validez del instrumen- laboral, ya que en este país no se reconoce
to. Los resultados obtenidos permiten afir- al SQT como una enfermedad profesional.
mar que todas las escalas del CESQT son Sin embargo, en estos casos es necesario
válidas y fiables. Los valores de asimetría confirmar el diagnóstico mediante otros
de las escalas han sido adecuados, pues la procedimientos como el desarrollo de una
escala de Indolencia ha sido la única que ha entrevista clínica.
presentado un valor ligeramente superior
Comparando los resultados obtenidos cuan-
a 1. Por otra parte, la consistencia interna
do se aplica el procedimiento de percentiles,
de las escalas ha sido buena, y también se
con los obtenidos mediante el procedimien-
puede considerar adecuada la validez con-
to de frecuencia, el percentil 10 resultó un
currente con el MBI, pues el valor más bajo
punto de corte similar al aplicado mediante
ha sido para la correlación entre Ilusión por
la escala de frecuencia (2). Sin embargo, en
el trabajo y Realización personal en el tra-
el caso de Desgaste psíquico es más apro-
bajo, resultado que puede estar influido por
piado aplicar el percentil 66.
el hecho de que la escala de Ilusión por el
trabajo no incorpora el contenido de autoe- Considerando el valor 2 como un referente
ficacia que sí tiene la escala de Realización adecuado para diferenciar entre individuos
personal por el trabajo del MBI. como altos vs, bajos niveles de SQT, la
aplicación del percentil 90 como punto de
Para calcular la prevalencia del SQT se ha
corte ofrece falsos positivos en Indolen-
utilizado el procedimiento de la escala de
cia, Culpa y en el CESQT, pues el valor
frecuencia de respuestas (Shirom, 1989),
2 ha resultado superior en el caso de estas
puesto que en la actualidad no existen es-
variables. Se necesitan más estudios, y con
tudios que permitan identificar qué percen-
muestras de mayor tamaño para establecer
til es más adecuado de utilizar como punto
una proyección más fiable entre los valores
de corte, para distinguir a los participantes
de la escala de frecuencia y los valores per-
del estudio con altos niveles de otras cate-
centiles.
gorías. Según este procedimiento, se puede
concluir que el 1.27% de los participantes Al analizar la prevalencia de los sínto-
han desarrollado el SQT, pues presentan mas por separado en la muestras, llama la
altas puntuaciones en el promedio de los 15 atención el alto porcentaje de participantes

50 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 43-52


Víctor E. Olivares Faúndez y Pedro R. Gil-Monte dossier

del estudio que presentan niveles altos de Espinosa, M. y Morris, P. (2002) Calidad de vida en el tra-
bajo: percepciones de los trabajadores. Cuadernos de in-
Desgaste psíquico utilizando ambos pro- vestigación 16. Santiago de Chile: Dirección del Trabajo,
cedimientos (39.19%), en comparación Gobierno de Chile.
con las otras dimensiones y para el total del Freudenberger, H. (1974) Staff burnout. The Journal of So-
CESQT. Dicho resultado es similar a los cial Issues, 30, 159-165.
obtenidos cuando se utiliza el MBI-HSS, García, J. N. (2002). Aplicaciones de intervención psico-
confirmándose en este estudio la influen- pedagógicas. Madrid: Pirámide.
cia que tiene el deterioro emocional en la Gil-Monte, P. R. (2005) El síndrome de quemarse por el trabajo
aparición del SQT (Jones, 1980; Preciado, (“burnout”). Una enfermedad laboral en la sociedad del bienes-
tar. Madrid: Pirámide.
Pando, Vásquez, 2004).
Gil-Monte, P. R. (2007) El síndrome de quemarse por el
Podemos concluir que el CESQT es un ins- trabajo (burnout): una perspectiva histórica. En P. R. Gil-
trumento adecuado para evaluar el SQT. Monte y B. Moreno-Jiménez (Comp.), El síndrome de que-
marse por el trabajo (burnout): grupos profesionales de riesgo
El estudio contribuye a establecer criterios (pp. 21-41). Madrid: Pirámide.
diagnósticos del SQT, sugiriéndose utilizar Gil-Monte, P- R. (2008) Evaluación psicométrica del sín-
puntos de corte más elevados a los reco- drome de quemarse por el trabajo (burnout): el cuestio-
mendados por el MBI. Por otra parte, los nario “CESQT”. En J. Garrido (Comp.), Power’s Manage-
ment (en prensa). Barcelona: Planeta.
resultados deben ser vistos con prudencia,
Gil-Monte, P. R., Carretero, N., Roldán, M. D. y Núñez-Ro-
ya que todavía existen pocos trabajos que mán, E. (2005) Prevalencia del síndrome de quemarse por
han utilizado este instrumento, y porque en el trabajo (burnout) en monitores de taller para personas
Chile no existen estudios de prevalencia con discapacidad. Revista de Psicología del Trabajo y de las
Organizaciones, 21, 107-123.
del SQT en los colectivos profesionales se-
leccionados en esta investigación. Gil‑Monte, P. R., García-Juesas, J. A., Núñez, E. M., Ca-
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Fecha de recepción: 4/11/2007


Fecha de aceptación: 14/12/2007

52 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 43-52


dossier
dossier
nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 53-63
Sara Unda Rojas, Jorge I. Sandoval Ocaña y Pedro R. Gil‑Monte

Prevalencia del síndrome de quemarse


por el trabajo (SQT) (burnout) en maestros
mexicanos
Sara Unda Rojas1*, Jorge I. Sandoval Ocaña** y Pedro R. Gil‑Monte***
* **Universidad Nacional Autónoma de México (México, D. F.)
***Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta Organizacional (UNIPSICO)
(Universidad de Valencia, España)

resumen/abstract:
El objetivo de este estudio fue identificar la prevalencia del SQT en una muestra de 698 maestros
mexicanos. Se utilizó el Cuestionario para la Evaluación del Síndrome de Quemarse por el Trabajo
para profesionales de la educación (CESQT-PE). La prevalencia se analizó siguiendo el procedimiento
de los puntos de referencia de la escala de frecuencia de respuesta. Se encontró que el 3% de
los participantes presentaban baja Ilusión en el trabajo, 37.40% puntuaciones altas en Desgaste
psíquico, 4.70% altos niveles de Indolencia, y para Culpa 9.70%. Los hombres presentaron niveles
más bajos en Ilusión por el trabajo y en Desgaste psíquico que las mujeres. Considerando la edad los
niveles más elevados del SQT se dieron entre los 41 y 50 años. Se concluye sobre la necesidad de
intervenir para prevenir el deterioro de la salud de los docentes.
The purpose of this study was to identify the prevalence of burnout among 698 teacher’s sample.
The “Spanish Burnout Inventory” education professionals version (SBI-Ed) was used. The prevalence
was determined by the procedure of reference points at the original frequency response scale. It
was found that 3% of the participants showed low Enthusiasm toward the job, 37.40% had high
levels of Psychological exhaustion, 4.70% showed high levels of Indolence, and 9.70% high levels
of Guilt. Men showed lower levels of Enthusiasm toward the job and Psychological exhaustion than
women. Regarding to age, the highest level of burnout was found in the category of 41-50 years old.
Necessity of efforts to prevent health damage in educational workers was concluded.

palabras clave/keywords:
Síndrome de quemarse por el trabajo, burnout, docentes, prevalencia, CESQT.
Burnout, teachers, prevalence, SBI.


Introducción derivados de las condiciones de trabajo. El


En el mundo laboral se han presentado una trabajo docente no es la excepción.
serie de cambios acelerados en las últimas Partiendo del reconocimiento de que las
tres décadas lo que ha supuesto que las diferentes sociedades tienen sus particular-
formas de organización y división del tra- idades en sus respectivos sistemas educati-
bajo se hayan reconfigurado, al igual que
vos, existen rasgos comunes en casi todo el
el conjunto de riesgos y daños a la salud
planeta que hacen del trabajo docente una

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza. Carrera de profesión con características similares, las
Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México. condiciones, los riesgos y sus efectos en la
(México, D. F.).Av. Guelatao No. 66 Col. Ejército de Orien-
te, Iztapalapa, C. P. 09230 México. Tel.: 525556230562, E-
salud han sido expuestos con profundidad
mail: saraunda@servidor.unam.mx por varios investigadores (Esteve, 1994;

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dossier Prevalencia del Síndrome de quemarse por el trabajo en maestros mexicanos

Travers y Cooper, 1997). De acuerdo con tudio se ha concluido que los maestros en
Parra (2005) el proceso de trabajo docente México son insensibles con los alumnos,
es mucho más complejo que el mismo tra- hostiles y distantes, desmotivados, con pér-
bajo industrial en tanto que los “objetos” dida de interés por sus trabajo, se sienten
que se transforman en esta acción son su- incompetentes e inseguros y presentan baja
jetos con los que se establece una relación autoestima (Cuevas, 2001).
que sobrepasa el uso de un espacio que
En México no existen estudios a nivel
no es fijo e inmóvil. Manassero, Vázquez,
nacional sobre la salud de los docentes,
Ferrer, Fornés y Fernández (2003) al enu-
aunque sí estudios con muestras de algu-
merar algunos indicadores determinantes
nos estados. En un estudio realizado en el
de lo que varios autores denominan el
estado de Guanajuato con una muestra de
malestar docente identifican lo siguiente:
117 maestros, Rodríguez (2005) obtuvo
a) la escasez de recursos en la enseñanza,
que el 62% de los maestros presentaban
b) la inflexibilidad de la organización, c)
altos niveles de sobrecarga laboral y el
la multiplicidad de papeles del profesor,
8% niveles muy altos. Un 50% percibía la
d) la violencia en la escuela, e) las nuevas
exigencias sociales, f) la imagen idealizada violencia como un problema grave en la
del profesor, g) la falta de apoyo social, h) escuela, y el 44% no consideraba seguro
la dificultad para adaptarse a las innovacio- el entorno a la entrada o salida de la es-
nes, i) el absentismo por enfermedad. Así, cuela. El 16% de los participantes en el
se tiene que los cambios en el trabajo de los estudio informaron que no contaban con
docentes han significado la modificación el apoyo y colaboración de sus compañe-
sustancial de las condiciones de trabajo de ros en situaciones difíciles, el 50% sentían
los maestros. que no existía una aplicación equitativa de
los estímulos y las sanciones, y el 30% se-
A todo esto habría que añadir, como ñaló que los responsables de la escuela no
condición laboral específica en México, fomentaban un buen ambiente de trabajo.
la depreciación salarial y la negociación Sobre una lista de 17 enfermedades diag-
individual que el académico tiene que re-
nosticadas, el 36% presentaba gastritis, el
alizar en términos de un mayor esfuerzo
27% estrés, el 9% depresión, el 1% neu-
para compensar e incrementar sus ingresos
rosis. Con relación a otros problemas, un
por medio de los denominados programas
34% informaron que tenían dificultad para
de estímulos (Sandoval y Unda, 2005). En
concentrase, y un 32% insomnio.
un estudio realizado por el Banco Mundial
en 1990 destaca la propuesta de “evitar in- De acuerdo a la percepción que tenían los
crementos salariales a los docentes que no directores de las escuelas sobre los proble-
estuvieran vinculados a un análisis de sus mas de salud de los maestros, el estrés, el
resultados”. Según Díaz-Barriga (1993) agotamiento, el nerviosismo y los proble-
los docentes viven con gran insatisfacción mas emocionales estaban asociados con la
su condición laboral y profesional con- carga de trabajo, con la falta de tiempo, con
tribuyendo a esto la escasa remuneración, el decaimiento, y con la fatiga. El 15% de
el desprestigio y los altos niveles de bu- los maestros percibían que las condiciones
rocratización de su tarea a pesar que esta de salud influían en un alto grado sobre su
es esencialmente intelectual. En algún es- rendimiento.

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Sara Unda Rojas, Jorge I. Sandoval Ocaña y Pedro R. Gil‑Monte dossier

Entre los problemas de salud derivados zenrider y Carter, 1983); y c) utilizar los
del estrés que presentan los docentes se puntos de respuesta de la de frecuencia con
encuentra el síndrome de quemarse por el la que se responden los ítems, y considerar
trabajo (SQT) (Gil-Monte, 2005). El SQT puntuaciones altas las que indican una fre-
se concibe como una respuesta al estrés cuencia en la percepción de los síntomas
laboral crónico de carácter interpersonal igual o superior a “Algunas veces al mes”
y emocional que se presenta en profesio- (Shirom, 1989).
nales prestadores de servicios y aparece Analizando la prevalencia del SQT en
cuando las estrategias de afrontamiento México con el criterio de los percentiles, en
no son suficientes o fallan y juega el pa- un estudio realizado con 144 docentes en el
pel de mediador entre el estrés percibido estado de Jalisco se obtuvo que un 4.1% de
por los profesionales y sus consecuencias. los participantes presentaron altas puntua-
Según Maslach y Jakcson (1986) los sín- ciones en las tres dimensiones del MBI. En
tomas son baja realización personal en el esta muestra, el 18.3% de los participantes
trabajo, definida como la tendencia de los presentaba una alta exposición riesgos
profesionales a evaluarse negativamente, a psicosociales (Pando, Aranda, Alderete,
sentirse inconformes consigo mismos, e in- Flores y Pozos, 2006). En otro estudio
satisfechos con sus resultados en el trabajo; sobre prevalencia del SQT realizado tam-
alto agotamiento emocional, definido como bién en el estado de Jalisco con una mues-
aquella situación en la que los trabajadores tra de 240 maestras de Educación Básica se
sienten que ya no pueden dar más de sí obtuvo que el 27.9% de los participantes
mismos en el plano afectivo, y alta desper- presentaban altos niveles de agotamiento
sonalización, o desarrollo de sentimientos emocional, el 23.3% baja realización per-
negativos y actitudes de alejamiento, re- sonal en el trabajo, y un 6.3% altos niveles
chazo, descuido, o maltrato a las personas de despersonalización. El 9.2% de los su-
hacia quienes se destina el trabajo. Estos jetos de la muestra presentaron altas pun-
síntomas se evalúan mediante el Maslach tuaciones en las tres dimensiones del MBI,
Burnout Inventory (MBI) (Maslach y Jack- mientras que el 18.3% no presentan puntu-
son, 1986). aciones altas en ninguna de las tres dimen-
En la literatura se pueden identificar tres siones del cuestionario.
criterios para evaluar los niveles del SQT: Existen diferentes modelos para explicar el
a) aplicando el método de percentiles origi- desarrollo del SQT, y los teóricos e inves-
nalmente propuesto por las autoras del tigadores no han llegado a un consenso so-
MBI, según el cual altas puntuaciones son bre cómo es el desarrollo de este fenómeno
las superiores al percentil 66, mientras que (Sandoval, 2000). Según Gil-Monte (2005)
las bajas corresponden a puntuaciones infe- el desarrollo del SQT se inicia con un de-
riores al percentil 33 (Maslach y Jackson, terioro cognitivo, caracterizado por la pér-
1986); b) aplicar la mediana como punto de dida de ilusión por el trabajo, y con desgaste
corte en cada una de las dimensiones para psíquico, que supone cansancio emocional y
distinguir individuos con altos valores vs. físico, acompañado también por un deterioro
Individuos con bajos valores en cada una actitudinal en forma de indolencia e indife-
de las dimensiones (Golembiewski, Mun- rencia hacia las personas a las que el pro-

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dossier Prevalencia del Síndrome de quemarse por el trabajo en maestros mexicanos

fesional debe atender. Este último síntoma Para identificar individuos con altas pun-
es una estrategia de afrontamiento para el tuaciones en el SQT, según este instrumen-
manejo de los síntomas anteriores. Además, to, se puede proceder analizando la pun-
el modelo incorpora un cuarto síntoma con- tuación obtenida en el promedio de los 15
sistente en la aparición de sentimientos de ítems que forman las subescalas de Ilusión
culpa. Es posible encontrar dos perfiles en por el trabajo (invertidos), Desgaste psíqui-
los individuos que desarrollan el SQT. En co e Indolencia. No se incluyen los ítems
uno de ellos, las actitudes y conductas de de Culpa debido a que no todos los indi-
indolencia constituyen una estrategia de viduos desarrollan este síntoma. Tomando
afrontamiento útil para los individuos dado como referencia los anclajes de la escala
que les permite afrontar de manera adecuada de frecuencia con las que se responde a los
las fuentes de estrés laboral, en especial el ítems del cuestionario, se consideran altas
trato con las personas a las que atienden, puntuaciones aquellas que alcanzan una
aunque tenga una connotación disfuncional valor igual o mayor a 2 (Algunas veces al
para el usuario y para la organización. En
mes). Este valor se corresponde con el per-
el otro perfil, las personas sienten remordi-
centil 90 (Gil-Monte et al., 2005).
mientos por no cumplir de manera efectiva
con las prescripciones del rol, y por tratar de Siguiendo este procedimiento, Gil-Monte
manera negativa e impersonal a los usuarios. et al. (2005), en un estudio realizado con
Es en este segundo caso que el SQT es más profesionales que trabajan hacia personas
destructivo para el individuo. con discapacidad en España, obtuvieron
Basado en este modelo se ha desarrolla- que 22 sujetos (13.60%) percibían Ilusión
do el Cuestionario para la Evaluación del por el trabajo con una frecuencia infe-
Síndrome de Quemarse por el Trabajo rior a “Algunas veces al mes”, 35 sujetos
(CESQT). Este instrumento está formado (22.7%) percibían Desgaste psíquico con
por 20 ítems que se distribuyen en cuatro una frecuencia igual o superior a “Algunas
subescalas denominadas: Ilusión por el tra- veces al mes”, y 11 sujetos (7.1%) obtuvie-
bajo (cinco ítems), Desgaste psíquico (cu- ron niveles de Indolencia con esa misma
atro ítems), Indolencia (seis ítems), y Culpa frecuencia. En la variable Culpa 8 sujetos
(cinco ítems). En estudios previos se han (5.2%) presentaron niveles de frecuencia
obtenido resultados adecuados para la vali- igual o superior a “algunas veces al mes”.
dez factorial del cuestionario (Gil‑Monte, En el caso del CESQT-PD, los sujetos que
García-Juesas, Núñez, Carretero, Roldán y presentaron niveles altos de SQT con una
Caro, 2006), y para la consistencia interna frecuencia igual o superior a “algunas ve-
de las subescalas (Gil-Monte, Carretero, ces al mes” fueron 18 (11.70%), pero de
Roldán y Núñez-Román, 2005). Las corre- éstos únicamente 2 participantes (1.30%)
laciones entre las dimensiones han alcan- obtuvieron puntuaciones altas en la dimen-
zado valores de r = -46, para Ilusión por sión de culpa.
el trabajo con Desgaste psíquico; r = -.38
El objetivo de este estudio es analizar la
entre Ilusión por el trabajo e Indolencia; y r
prevalencia del SQT en una muestra de
= .52 entre Desgaste psíquico e Indolencia
maestros mexicanos.
(Gil-Monte et al., 2005).

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Sara Unda Rojas, Jorge I. Sandoval Ocaña y Pedro R. Gil‑Monte dossier

Método los sujetos puntúan alto (igual o mayor que


2) en el promedio de los 15 ítems de las es-
Muestra calas de Ilusión por el trabajo (invertidos),
La muestra estuvo formada por 698 mae- Desgaste psíquico, e Indolencia, junto con
stros mexicanos pertenecientes al nivel altos sentimientos de Culpa.
primaria de 51 escuelas. Según el género,
133 (19.30%) sujetos fueron hombres y Procedimiento
541 (80,30%) mujeres. La media de edad La aplicación del cuestionario se realizó en
fue 42.4 años (rango de 22- 67 años). La las escuelas que previamente aceptaron por
experiencia en la profesión es de 20.7 años parte de los directores participar en la in-
(con un rango de 1-49), y su antigüedad vestigación. La aplicación del instrumento
en la institución fue de 11.2 años (con un se realizó de manera grupal. Los encuesta-
rango de 1-49). En cuanto al estado civil, el dores entregaron a cada maestro el cues-
71% dijeron tener pareja estable. Respecto tionario y permanecieron en la sala hasta
al contrato, 524 (84%) tenían contrato fijo, que concluyó el último. Sólo contestaron
el instrumento los profesores que volunta-
y 102 (16%) contrato eventual.
riamente accedieron a hacerlo. En algunos
Instrumento casos (10%) se permitió dar a los profeso-
res la escala para contestarla en su domi-
Para evaluar el SQT se utilizó el Cues- cilio y se recogió al siguiente día. La tasa
tionario para la Evaluación del Síndrome de respuesta fue del 95%. Para el análisis
de Quemarse por el trabajo en su ver- estadístico se utilizó el paquete estadístico
sión para profesionales que trabajan en SPSS versión 11.
educación (CESQE-PE) elaborado por
Gil Monte et. al. (2005). Este instrumento Resultados
consta de 20 ítems que se distribuyen en 4 Para observar el nivel de prevalencia del
dimensiones, a saber: Ilusión en el trabajo SQT se estimaron los estadísticos descrip-
(5 ítems, α = .76), Desgaste psíquico (4 tivos de las subescalas del CESQT-PE en la
ítems, α = .83), Indolencia (6 ítems, α = población mexicana y se compararon con
.73), y Culpa (5 ítems, α = .79). La con- los obtenidos para la muestra de Gil-Monte
sistencia interna para el conjunto de los 15 et al (2005). Como se observa en la Tabla
ítems de las escalas de Ilusión por el trabajo 1, los maestros mexicanos presentaron ma-
(invertidos), Desgaste psíquico, e Indolen- yores niveles de Ilusión en su trabajo que
cia alcanzó un valor de α = .82. Los ítems los participantes de la muestra española
se valoran con una escala de frecuencia de (3.51 vs. 2.89), mayor Desgaste psíquico
5 grados que va de 0 (Nunca) a 4 (Muy fre- (1.66 vs. 1.40), pero menores niveles de In-
cuentemente: todos los días), con un punto dolencia (.76 vs. 1.05) y mayores niveles
intermedio de 2 (“A veces: algunas veces de Culpa (.97 vs. .82). La puntuación fue
al mes”). Se considera la presencia de SQT menor en la escala CESQT (promedio de
cuando un individuo presenta puntuaciones los ítems de Ilusión por el trabajo inverti-
altas Desgaste psíquico e Indolencia, junto dos, Desgaste psíquico e Indolencia) (.91
a bajas puntuaciones en Ilusión por el tra- vs. 1.16). Las escalas presentaron valores
bajo. Se consideran casos graves cuando adecuados de asimetría y curtosis, salvo la

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dossier Prevalencia del Síndrome de quemarse por el trabajo en maestros mexicanos

escala de Ilusión por el trabajo que en la Para estimar el número de sujetos que pre-
muestra mexicana se situó fuera del inter- sentaban altas puntuaciones en el SQT se
valo +/- 1. En contraste podemos observar siguió el procedimiento recomendado por
que el CESQT-PE tuvo una adecuada con- Gil-Monte et al. (2005) de considerar que
sistencia interna en la muestra de maestros los individuos con puntuaciones iguales o
mexicanos pues se obtuvieron valores ade- mayores de 2 mayores se consideran casos
cuados en alfa de Cronbach. con altos niveles de SQT. De acuerdo con
Tabla 1. Estadísticos descriptivos para variables del estudio en la muestra mexicana y española.

M dt Asimetría Curtosis Alfa


 

Mex Esp Mex Esp Mex Esp Mex Esp Mex Esp
 
Ilusión por trabajo 3.51 2.89 .58 .86 -1.74 -.62 3.96 .08 .76 .90

Desgaste psíquico 1.66 1.40 .84 .84 .35 .71 -.47 .31 .83 .84

Indolencia .76 1.05 .59 .59 .86 .53 .33 .17 .73 .66

Culpa .97 .82 .67 .56 .74 .38 .44 -.36 .79 .78

CESQT-PE .91 1.16 .56 .60 .64 .64 .16 .27 .82 .87

Nota. Los resultados de la muestra española corresponden al estudio Gil-Monte, Carretero, Roldán y Núñez (2005) con personal
educativo que atiende a personas con discapacidad psíquica.

Tabla 2. Número y porcentaje de sujetos con altos niveles de SQT.

Niveles altos (≥2) Niveles bajos (< 2)

México España México España

Ilusión por el trabajo 643 (97%) 133 (86.40%) 20 (3.00%) 21 (13.60%)

Desgaste psíquico 254 (37.40%) 35 (22.70%) 426 (62.60%) 119 (77.30%)

Indolencia 31 (4.70%) 11 (7.10%) 626 (95.30%) 143 (92.90%)

Culpa 66 (9..70%) 8 (5.20%) 604 (90.30%) 146 (94.80%)

CESQT (15 ítems) 249 (35.50%) 18 (11.70%) 449 (64.50%) 136 (88.30%)

CESQT y Culpa 120 (17.20%) 2 (1.30%) 578 (82.80%) 152 (98.70%)

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Tabla 3. Relación de niveles en las dimensiones del CESQT en función de la edad.

Ilusión por el trabajo Desgaste psíquico Indolencia Culpa

Bajo Alto Total Bajo Alto Total Bajo Alto Total Bajo Alto Total
61-70 años 51-60 años 41-50 años 31-40 años 20-30 años

6 (8%) 49 (9%) 55 43 (10%) 15 (6%) 58 49 (8%) 6 (9%) 55 47 (8%) 9 (10%) 56

17 (24%) 140 (24%) 157 116 (27%) 41 (17%) 157 140 (24%) 16 (24%) 156 128 (22%) 26 (30%) 154

41 (58%) 329 (56%) 370 210 (50%) 170 (69%) 380 333 (57%) 36 (54%) 369 334 (58%) 42 (48%) 376

7 (10%) 57 (10%) 64 46 (11%) 20 (8%) 66 54 (10%) 8 (12%) 62 55 (10%) 10 (11%) 65

0 8 (1%) 8 7 (2%) 2 (0%) 9 7 (1%) 1 (1%) 8 8 (2%) 1 (1%) 9


Total

71 100%) 583 100%) 654 422 (100%) 248 (100%) 670 583 (100%) 67 (100%) 650 572 (100%) 88 (100%) 660

Tabla 4. Valores de los percentiles obtenidos para las escalas del CESQT-PE comparando muestras de México y España.

P10 P25 P33 P66 P75 P90

Mex Esp Mex Esp Mex Esp Mex Esp Mex Esp Mex Esp

Ilusión por el
2.8 1.80 3.20 .40 3.40 2.60 4.00 3.24 4.00 3.60 4.00 4.00
trabajo

Desgaste psíquico .75 .50 1.00 .75 1.25 1.00 2.00 1.5 2.25 1.75 3.00 2.50

Indolencia .16 .33 .33 .50 .33 .69 .83 1.33 1.16 1.50 1.66 1.75

Culpa .20 .00 .40 .40 .60 .60 1.20 1.00 1.40 1.20 1.80 1.60

CESQT 1.46 .40 1.66 .73 1.73 .87 2.06 1.33 2.13 1.53 2.40 2.01

este procedimiento 20 maestros (3.00%) sujetos que percibió niveles altos de SQT
presentaron baja Ilusión en el trabajo, (con una frecuencia igual o superior a “Al-
254 (37.4%) alto Desgaste psíquico, y 31 gunas veces al mes”) fue de 249 (35.5%).
(4.70%) alta Indolencia. Para la variable Cuando se consideraron al mismo tiempo
Culpa 66 maestros (9.70%) estuvieron en las puntuaciones altas en el CESQT y en la
esta condición. Al considerar la puntuación dimensión Culpa, 120 maestros (17.20%)
total de la escala del CESQT el número de presentaron puntuaciones superiores a 2.

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dossier Prevalencia del Síndrome de quemarse por el trabajo en maestros mexicanos

Los resultados obtenidos no distan en mu- el percentil 66 es el que más se adecua, y


cho de los resultados obtenidos en la mues- para Indolencia y en Culpa es el percentil
tra española, pues el número detectado de 90. Los resultados del CESQT-PE en su
casos que presentan el SQT es relativamen- conjunto se establecen en el percentil 66.
te similar, aunque no así los casos graves Siguiendo los criterios de los percentiles
(Perfil 2) (CESQT y Culpa). (altos por encima del P90 y bajos iguales
Considerando la variable sexo los hombres o inferiores al P10), los profesores que pre-
presentaron niveles significativamente más sentan baja Ilusión serían el 10.20%, en
bajos de Ilusión por el trabajo (3.36 vs. Desgaste psíquico el 36.20%, en Indolencia
3.54) y de Desgaste psíquico que las mu- el 9.7%, y en la variable Culpa el 12.80%.
jeres (1.52 vs. 1.70). No se obtuvieron di- También bajo este parámetro se registran 6
ferencias significativas en función del sexo (9%) profesores con Perfil1 caracterizado
para el resto de variables. como grave y 7 (10%) profesores con Perfil
2 caracterizado como muy grave.
De acuerdo a los rangos de edad, el núme-
ro mayor de casos con baja Ilusión en el Discusión
trabajo (41) (puntuaciones menores de 2,
Como instrumento el CESQT-PE presen-
“Algunas veces al mes”) se presenta entre
ta valores adecuados de fiabilidad en las
los 41 y 50 años. En este rango también se
dimensiones estudiadas, particularmente
encuentran el mayor número de casos con
en la variable Indolencia, pues en compa-
alto Desgaste psíquico (170) (puntuaciones
ración con otros estudios realizados con
iguales o mayores de 2, “Algunas veces
maestros mexicanos en los que se ha utili-
al mes”), alta Indolencia (36) y alta Culpa
zando el MBI, en este último se han encon-
(42) (Tabla 3).
trado inconsistencias psicométricas, con un
Por otra parte se consideró importante identi- alfa en despersonalización de .42, y valores
ficar los percentiles (Tabla 4) encontrados en de asimetría por encima del criterio esta-
este estudio y compararlos con estudios rea- blecido de +/-1 en Despersonalización y
lizados en España, para proporcionar un cri- Realización personal en el trabajo. Los re-
terio adicional para tomar en cuenta la valo- sultados muestran una distribución normal,
ración de presencia del SQT y también como garantizando la evaluación adecuada de los
un elemento que puede contribuir a la valida- distintos niveles.
ción del CESQT-PE en diversas poblaciones
Es interesante ver en el estudio que los
de profesores. De acuerdo con la propuesta
maestros mexicanos de primaria, com-
de Gil-Monte et al. (2005) se calcularon los
parado con el estudio de Gil-Monte et al.
percentiles 10, 25, 33, 66, 75 y 90.
(2005) con personal educativo que atien-
Como se observa en los resultados obte- de a discapacitados, tienen una media más
nidos, en esta muestra de maestros mexi- alta en ilusión en el trabajo, sufren más
canos en la dimensión de Ilusión en el tra- desgaste, menor indolencia y mayor culpa.
bajo el percentil 10 puntúa por encima de En otro estudios similar realizado en Gua-
la propuesta determinada en la escala de dalajara (México) con maestras del mismo
frecuencia en < 2, para determinar los ni- nivel educativo (Aldrete, Pando, Robles y
veles bajos. En cuanto a Desgaste psíquico Robles, 2001) en el que se utilizó el MBI

60 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 53-63


Sara Unda Rojas, Jorge I. Sandoval Ocaña y Pedro R. Gil‑Monte dossier

se informa datos contrarios; maestros de Jackson (1981), Maslach (1982), y Moria-


este nivel educativo muestran una baja rea- na y Herruzo (2004). En la edad, los ma-
lización personal, (23.3%) pero similares yores niveles de SQT se dan entre los 41 y
niveles en despersonalización (6.3%) y en 50 años.
agotamiento también están por debajo de Aunque no se encontró una prevalencia alta
los resultados de esta muestra (27.9%), lo del SQT eso no significa que no haya pro-
que confirma la idea de Moriana y Herruzo blemas de salud, bajo rendimiento laboral,
(2004) de que hay resultados contradicto- insatisfacción y baja motivación entre los
rios que quizá puedan deberse a la diversi- maestros mexicanos pues muchos de ellos
dad de metodologías e instrumentos utili- lo reportan verbalmente. En estudios con
zados para diagnosticar el síndrome. el MBI (Aldrete, et. al. 2001; Sandoval y
En un estudio realizado en Cádiz con maes- Unda, 2005; Unda y Sandoval, 2007), tam-
tros del mismo nivel educativo, se obtuvo poco se ha encontrado la presencia alta del
un alto Cansancio Emocional en maestros síndrome en población mexicana. Las apli-
de edades similares a los estudiados (Cor- caciones del MBI con diferentes criterios,
deiro, Guillen, Gala, Lupiani, Benítez y sin valores de referencia claros y sin pun-
Gómez, 2003), lo que coincide con lo re- tos de corte establecidos con precisión en
portado por Carlotto (2000) en el sentido algunos casos pudieron estar dando falsos
de que en los maestros de educación básica positivos. Habría que cuidar con el CES-
el componente principal del SQT es el can- QT no ocurra exactamente lo contrario, es
sancio emocional. decir, que se estén reportando casos que sí
Para conocer la prevalencia del SQT se uti- pueden estar padeciendo el síndrome y no
lizó la propuesta de Gil-Monte et al. (2005), sean diagnosticados.
que parte de la propuesta de Shirom (1989), Es necesario realizar más estudios de pre-
según la cual puntuaciones iguales o supe- valencia del SQT asociados a las nuevas
riores a “Algunas veces al mes” indican al- exigencias laborales utilizando el CESQT,
tos niveles en una dimensión del CESQT. pues los resultados pueden estar afectados
Siguiendo este procedimiento, 249 sujetos por la desconfianza de los maestros a con-
(35.5%) presentaron puntuaciones iguales testar los cuestionarios, por su descontento
o superiores a “Algunas veces al mes” con- con las políticas educativas del gobierno
siderándose con esto niveles altos de SQT, aplicadas por la Secretaría de Educación
pero sólo un sujeto fue considerado como Pública, y una enorme falta de credibilidad
caso muy grave (Perfil 2), y los restantes no hacia el sindicato magisterial. En algunos
informaron de las condiciones establecidas casos hay reticencia a contestar los instru-
para diagnóstico de los casos “graves”. mentos de medición por las implicaciones
Se obtuvieron diferencias significativas laborales y políticas que los maestros sos-
con la prueba t en la variable sexo pues se pechan puede haber, a pesar de la indica-
encontró que los hombres presentaron me- ción por parte del equipo de investigación
nos Ilusión por el trabajo que las mujeres. de que éstos son estudios científicos que
En Desgaste psíquico las mujeres fueron no son auspiciados por las autoridades o el
las que presentaron mayores niveles lo que sindicato y que los resultados son confiden-
coincide con lo informado por Maslach y ciales y con fines estadísticos.

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dossier Prevalencia del Síndrome de quemarse por el trabajo en maestros mexicanos

Por otro parte habría que considerar la posi- Cordeiro, J., Guillén, C., Gala F., Lupiani, M., Benítez A. y
Gómez A. (2003) Prevalencia del síndrome del burnout en
bilidad de que la deseabilidad social influya maestros. Resultados de una investigación preeliminar.
en la manera en que se dan las repuestas, Psiquiatría.com, 7(1). Disponible el 6 de diciembre de
pues no se pueden olvidar una serie de re- 2007 en: http://www.psiquiatría.com/psicologia/revista/88/
11399/?++interactivo
presentaciones que se encuentran presentes
Cuevas, M. (2001) Desgaste emocional (burnout) en per-
en los colectivos como es el caso de que los
sonal docente. México. SEF psicología, 4 (1). FENAPSIME,
maestros de educación superior no admiten 4(1), 39-46.
la existencia de daños a su salud por pare- Díaz-Barriga, A. (1993) Los procesos de frustración en
cer esto un signo de debilidad (Gutiérrez y la tarea docente. Revista Iberoamericana de Educación, 25,
Contreras, 2006), la idea sobre la docen- 17-41.

cia como un trabajo de bajo riesgo (Parra, Esteve, J. (1994) El malestar docente. Barcelona: Paidós.
2005), y que los maestros no consideran la Gil-Monte, P. R. (2005) El síndrome de quemarse por el trabajo
(burnout). Una enfermedad laboral en la sociedad del bienestar.
salud como un tema importante (Robalino, Madrid: Pirámide.
2005). A esto habría que añadir la falta de
Gil-Monte, P. R., Carretero, N., Roldán, M. D. y Núñez-Ro-
evidencias empíricas pues en Latinoaméri- mán, E. (2005) Prevalencia del síndrome de quemarse por
ca son pocas las investigaciones al respecto el trabajo (burnout) en monitores de taller para personas
con discapacidad. Revista de Psicología del Trabajo y de las
(Rodríguez, Oramas, y Rodríguez, 2007).
Organizaciones, 21, 107-123.
Por último, parece una necesidad para Gil‑Monte, P. R., García-Juesas, J. A., Núñez, E. M., Ca-
confirmar la presencia del SQT y tener rretero, N., Roldán, M. D. y Caro, M. (2006) Validez facto-
rial del “Cuestionario para la Evaluación del Síndrome de
un mayor alcance explicativo de los datos
Quemarse por el Trabajo” (CESQT). Psiquiatria.com, 10(3).
completar la investigación cuantitativa con Disponible el 6 de diciembre de 2007 en: http://www.psi-
estudios de corte cualitativo a partir de en- quiatria.com/psiquiatria/revista/183/24872/?++interactivo.
trevistas grupales con los maestros y entre- Golembiewski, R. T., Munzenrider, R. F. y Carter, D. (1983)
vistas y diagnósticos clínicos con los casos Phases of progressive burnout and their work site covari-
ants: Critical issues in OD research and praxis. Journal of
de SQT identificados como graves. Se hace Applied Behavioral Science, 19, 461‑481.
evidente la realización de más estudios con Gutiérrez, R. y Contreras, C. Efectos percibidos por el
docentes de todos los niveles educativos personal académico de la UNAM del estrés y apoyo uni-
para validar el CESQT en población mexi- versitario. Síntomas y Estrés en Académicos. Manuscrito no
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Sara Unda Rojas, Jorge I. Sandoval Ocaña y Pedro R. Gil‑Monte dossier

Pando, M.; Aranda, C.; Aldrete, M.; Flores, E. y Pozos, E.,


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navaca: Universidad Autónoma de Morelos.

Fecha de recepción: 1/12/2007


Fecha de aceptación: 15/01/2008

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dossier dossier
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EL BURNOUT PERCIBIDO O SENSACIÓN DE ESTAR QUEMADO EN PROFESIONALES SANITARIOS...

El burnout percibido o sensación de estar


quemado en profesionales sanitarios:
prevalencia y factores asociados
Armand Grau 1,3*, Daniel Flichtentrei 2, Rosa Suñer 1,4, Sílvia Font-Mayolas 1,5,
María Prats 2 y Florencia Braga 2
Instituto de Investigación sobre Calidad de Vida, Universidad de Girona, España.
1

2
www.Intramed.net, Argentina.
3
Unidad Coordinadora de Calidad, Formación e Investigación, Fundación Salud Empordà
4
Departamento de Enfermería, Universidad de Girona, España.
5
Departamento de Psicología, Universidad de Girona, España.

resumen/abstract:
En función de los diversos modelos explicativos del síndrome de burnout, se han elaborado diferentes
cuestionarios para evaluar este constructo siendo el más implementado el Maslach Burnout Inventory
(MBI). Además, en el intento de evaluar este síndrome de una forma más rápida y ágil, diversos autores
han elaborado otros instrumentos con un menor número de ítems. El presente estudio tiene como objetivos:
1. Estudiar la prevalencia del síndrome de burnout percibido, mediante una medida simple autoinformada
de burnout; analizando su asociación con las escalas del MBI. 2. Estudiar los factores demográficos y
laborales asociados al burnout percibido. 3. Relacionar el burnout percibido con aspectos y valoraciones de
la esfera personal y laboral. La muestra está formada por 6150 profesionales sanitarios latinoamericanos
(principalmente de Argentina pero con representación de México, Ecuador, Perú, Colombia, Uruguay,
Guatemala y España, entre otros) con un 52.7% de varones y una edad media de 42.4 años. Se les
administró un cuestionario “on line” a través del portal sanitario Intramed para medir características,
percepciones y valoraciones personales y laborales, una pregunta simple para evaluar la percepción de
burnout (“¿se siente usted <<quemado>> o con síndrome de Burnout?”) y el MBI. Los resultados indican
que el 36.3% de la muestra tiene la percepción de “estar quemado” o con burnout. El burnout percibido se
encuentra muy relacionado con el Cansancio Emocional y es independiente de la Despersonalización. El
burnout percibido se asocia a la sensación de deterioro personal y familiar por las condiciones laborales, y al
planteamiento de abandono de la profesión.
Depending on the various models explaining the burnout syndrome, different questionnaires have been
developed to asses this topic, the most widely-used is the Maslach Burnout Inventory (MBI). Moreover,
in trying to asses this syndrome in a faster and more practical way, several authors have developed other
instruments with fewer items. The present investigation aims: 1. Study the prevalence of burnout syndrome
perceived using a simple measure of self-reported burnout, and to analyse its association with the scales of
MBI. 2. Study demographic and work conditions associated with the perceived burnout. 3. Relate the burnout
to personal and work evaluations. The sample consist of 6150 health professionals in Latin America (mainly
from Argentina but with representation from Mexico, Ecuador, Peru, Colombia, Uruguay, Guatemala and
Spain, among others. The mean age of the sample was 42.4 years, 52.7% were males. They were supplied
with an online questionnaire through the health web page ”Intramed” in order to measure characteristics,
perceptions and professional opinions. The MBI and a simple question to assess perceptions of burnout (Do
you feel burnt out ?) was also included. The results indicated that 36.3% of the sample has the perception
of “burnt out” or burnout . The perceived burnout is closely related to emotional exhaustion and is
independent of depersonalisation. The burnout is associated with the perceived sense of personal and family
deterioration due to working conditions, and the idea of abandoning the profession.

palabras clave/keywords:
Burnout, profesional sanitario, percepción, evaluación.
Burnout, health professionals, perception, evaluation.

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Armand Grau, Daniel Flichtentrei, Rosa Suñer, Sílvia Font-Mayolas, María Prats y Florencia Braga dossier

Introducción mientos y actitudes de cinismo, de carácter


negativo hacia las personas destinatarias
El síndrome de burnout o síndrome de
del trabajo) y falta de logro personal (baja
desgaste profesional, descrito por primera
realización personal en el trabajo).
vez en los años setenta, aparece ante una
respuesta continuada al estrés laboral, afec- Aunque en sus inicios el burnout se enten-
tando la salud de los trabajadores así como día como un estado, las investigaciones ac-
a sus relaciones laborales y sociales (Freu- tuales se centran en este síndrome como un
denberger, 1974; Maslach, 1976; Pines y proceso, resultado de la interacción de di-
Aronson, 1988). Este fenómeno es expe- versos factores internos y externos del tra-
rimentado especialmente por trabajadores bajador (Alarcón y cols., 2001; Gil-Monte y
que cuidan y ayudan a otras personas como Peiró, 1997). Considerado como un estado,
sanitarios y docentes, es decir, por perso- el síndrome de burnout ha sido evaluado
nal que trabaja en la “relación de ayuda” con una variedad de instrumentos en colec-
(Alarcón, Vaz, y Guisado, 2001; Maslach y tivos sanitarios, docentes y otras profesio-
Pines, 1977). En los profesionales sanitari- nes de ayuda (Gil-Monte, 2007; Gray-Toft
os, el síndrome de desgaste profesional está y Anderson, 1981; Jones, 1980; Kristensen,
relacionado principalmente con la insatis- Borritz, Villadsen y Christensen, 2005; Mo-
facción laboral, la falta de reconocimiento reno, Gálvez, Garrosa y Mingote, 2006; Pi-
social, un menor control sobre el trabajo, nes y Aronson, 1981). De entre todos ellos,
la conflictividad en las relaciones interper- el instrumento de evaluación más clásico y
sonales, la autopercepción de baja remune- conocido es el Maslach Burnout Inventory
ración y el hecho de cuidar pacientes con (MBI) constituido por tres escalas que mi-
muchas demandas (Gil-Monte, Carretero y den la frecuencia con que los profesionales
Roldán, 2005; Maslach, Schaufeli y Leiter, perciben baja realización personal en el
2001; Ramirez, Graham, Richards, Cull y trabajo, agotamiento emocional y desper-
Gregory, 1996). sonalización (Maslach y Jackson, 1986).
Se han escrito numerosas definiciones del En el intento de evaluar el síndrome de bur-
síndrome de burnout, pero la más acepta- nout de una forma más rápida y ágil, diver-
da es la propuesta de Maslach y Jackson sos autores han elaborado instrumentos con
(1981). Estos autores explicaron el burnout un menor número de ítems. De la Gándara,
como una respuesta inapropiada al estrés, García, González y Álvarez (2005) han
caracterizada por agotamiento emocional desarrollado el Cuestionario Urgente de
(no poder dar más de sí mismo en el ám- Burn-Out (CUBO), que mide con seis
bito emocional y afectivo, cansancio físico preguntas este síndrome, cuantificando de
y psicológico), despersonalización (distan- forma global el desgaste profesional. En la
ciamiento emocional de las personas con las misma línea, Pick y Leiter (1991) utilizaron
que trata en el trabajo, desarrollo de senti- dos medidas del burnout en una muestra de
34 enfermeras canadienses: el cuestionario
* Armand Grau Martín. Unidad Coordinadora de Calidad, MBI y una sola pregunta respecto a si en
Formación e Investigación. Fundación Salud Empordà. el momento actual se sentían quemadas o
Rector Aroles, s/n. 17600 Figueres. Girona. España.
Tel: 972 50 14 00. Fax: 972 67 03 13
afrontaban bien el estrés laboral. Al com-
Correo electrónico: grauma@comg.es parar las dos medidas, se observó que las

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dossier EL BURNOUT PERCIBIDO O SENSACIÓN DE ESTAR QUEMADO EN PROFESIONALES SANITARIOS...

enfermeras que se auto-diagnosticaban bur- 559 (9,1%), Ecuador en 381 (6,2%), Perú
nout presentaban mayor puntuación en la en 262 (4,3%), Colombia en 167 (2,7%),
escala de agotamiento emocional del MBI Uruguay en 156 (2,5%), Guatemala en 103
que las enfermeras que se auto-diagnosti- (1,7%), España en 74 (1,2%) y el resto de
caban un afrontamiento idóneo del estrés países aporta el 1% o menos de la mues-
laboral, sin que se detectaran diferencias en tra, incluyendo participantes proceden-
las escalas de despersonalización y realiza- tes de Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica,
ción personal. El Salvador, Honduras, Nicaragua, Pa-
Asimismo, Rohland, Kruse y Rohrer (2004) namá, Paraguay, República Dominicana,
evaluaron el burnout en una muestra de Venezuela y otros. La mayor participación
307 médicos norteamericanos mediante desde Argentina se explica por el hecho de
encuestas enviadas por correo que inclu- que el portal electrónico a partir del cuál
ían las subescalas del MBI, así como una se recogían los datos tiene allí su origen y
pregunta única sobre el burnout con cinco principal difusión. Respecto a la titulación,
opciones de respuesta que abarcaban cinco 5375 (87,4%) son profesionales de medici-
niveles sobre la autopercepción de burnout na, 169 (2,7%) de enfermería, 146 (2,4%)
(desde su ausencia a sentirse completa- de odontología, 123 (2%) de psicología, 80
mente quemado). Los resultados indicaron (1,3%) de nutrición, aportando el resto de
una asociación entre las puntuaciones en las titulaciones menos del 1% a la muestra,
la subescala de agotamiento emocional del incluyendo kinesiología, bioquímica, far-
MBI y la respuesta a la pregunta única, su- macia y gestión entre otras.
giriendo los autores el posible uso alternati-
vo de la pregunta única en la evaluación de Instrumentos
este componente en el colectivo médico. 1. Cuestionario de elaboración propia.
El presente estudio tiene como objetivos: a) Características demográficas y laborales
1. Estudiar la prevalencia del síndrome
El cuestionario recoge variables sociode-
de burnout percibido, mediante una me-
mográficas como la edad, el sexo, el estado
dida simple auto-informada de burnout,
civil y el número de hijos, así como pre-
analizando su asociación con las escalas
guntas sobre la situación laboral, los años
del Maslach Burnout Inventory. 2. Estudiar
de profesión, los años en el actual trabajo y
los factores demográficos y laborales aso-
las horas semanales dedicadas al ocio.
ciados al burnout percibido. 3. Relacionar
el burnout percibido con aspectos y valora- b) Percepción de estar quemado
ciones de la esfera personal y laboral. La percepción de estar afectado por el sín-
drome de Burnout se estudia mediante la
Método pregunta simple “¿se siente usted <<que-
Participantes
mado>> o con síndrome de Burnout?”,
permitiendo una respuesta afirmativa o ne-
La muestra de estudio está formada por gativa.
6150 personas, de las cuales 3240 (52,7%)
son varones, y la edad media es de 42,41 c) Valoraciones personales y laborales
años (dt 10,9). El país de origen es Argen- Se explora el sentimiento de ser valorado
tina en 4063 registros (66,1%), México en en su vida laboral por los pacientes, los fa-

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Armand Grau, Daniel Flichtentrei, Rosa Suñer, Sílvia Font-Mayolas, María Prats y Florencia Braga dossier

Tabla 1: Características demográficas y laborales según la percepción de “sentirse quemado”

BURNOUT PERCIBIDO
VARIABLE Estadístico p
SI NO

Edad 41,90 (15,3) 42,81 (11,3) 2,4 0,014

Sexo
Hombre 1037 (32) 2203 (68) 53,6 < 0.001
Mujer 1193 (41) 1717 (59)
Estado Civil
Casado o Pareja 1461 (34,9) 2729 (65,1)
Soltero 454 (38,8) 715 (61,2) 13,4 0,004
Separado-Divorciado 254 (41,2) 363 (58,8)
Viudo 61 (35,1 ) 113 (64,9)
Número de hijos 1,53 (1,6) 1,70 (1,5) 4,1 < 0.001

Enfermedad crónica
SI 909 (45,4) 1094 (54,6) 106,9 < 0.001
NO 1321 (31,9) 2826 (68,1)
Baja laboral en el ultimo año
SI 762 (48,2) 818 (51,8) 131,7 < 0.001
NO 1468 (32,1) 3102 (67,9)

Toma psicofármacos con asiduidad


SI 858 (55) 703 (45) 316,6 < 0.001
NO 1372 (29,9) 3217(70,1)

Profesión
Medicina 1974 (36,7) 3401 (63,3)
Enfermería 71 (42) 98 (58)
Odontología 38 (26) 108 (74) 18,2 0,003
Psicología 40 (32,5) 83 (67,5)
Nutrición 17 (21,3) 63 (78,8)
Otros 90 (35) 167 (65)
Hace guardias
SI 1225 (41,6) 1719 (58,4) 69,9 < 0.001
NO 1005 (31,3) 2201 (68,7)
Años de profesión 15,64 (9,8) 16,69 (11) 3,8 < 0.001

Años actual trabajo 10,58 (8,9) 11,57 (10) 3,9 < 0.001

Horas semanales de ocio 15,77 (14) 18,88 (15,9) 7,9 < 0.001
Variables cuantitativas: Media (dt); T de Student para grupos independientes.
Variables cualitativas: Frecuencia (porcentaje); Chi cuadrado.

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dossier EL BURNOUT PERCIBIDO O SENSACIÓN DE ESTAR QUEMADO EN PROFESIONALES SANITARIOS...

miliares de los pacientes, los compañeros drome de Desgaste Profesional. El MBI


de profesión y los superiores, mediante res- consta de 22 ítems con respuestas en una
puestas dicotómicas de “Si” o de “No”. La escala de Likert de 7 opciones en relación
evaluación de la valoración global se ob- con la frecuencia en que se experimentan
tiene mediante la adjudicación de un punto ciertas sensaciones relacionadas con el tra-
por cada respuesta afirmativa. La posterior bajo y con una puntuación posible de 0 a 6
suma de las puntuaciones la convierte en para cada ítem. Este cuestionario tiene tres
una variable cuantitativa que oscila de 0 a 4 dimensiones: Cansancio Emocional con 9
puntos. También mediante preguntas dico- ítems, refleja la sensación de estar exhausto
tómicas se interroga sobre el padecimiento emocionalmente por el trabajo y con me-
de alguna enfermedad crónica, el haber es- nor capacidad de entrega a los demás; Des-
tado de baja laboral durante el último año, personalización con 5 ítems, describe una
el consumo de tranquilizantes o antidepre- respuesta impersonal y fría hacia los pa-
sivos con asiduidad y el consumo excesivo cientes; y Realización Personal con 8 ítems
de alcohol.
expresa sentimientos de competencia y éxi-
La valoración de la situación económica, de to, y en contraste con los dos componentes
la propia experiencia profesional y del gra- previos, en esta última dimensión los valo-
do de optimismo se realiza mediante una res bajos son indicativos del Síndrome de
escala numerada del 1 al 10, considerando Desgaste Profesional. Los autores propor-
el valor 1 como “nada satisfactoria” o como cionaron datos de fiabilidad con una alfa de
“nada optimista” y el valor 10 como “muy Cronbach de 0,90 para Cansancio Emocio-
satisfactoria” o “totalmente optimista”. nal, 0,71 para Realización Personal y 0,79
Las potenciales conductas negativas que para Despersonalización (Maslach y Jack-
pueden estar asociadas al burnout se iden- son, 1986). La versión traducida al caste-
tifican mediante las siguientes preguntas: llano obtuvo una fiabilidad similar con una
“¿Ha dejado de ir a trabajar sin una cau- alfa de Cronbach de 0,87 para Cansancio
sa física que lo justificara?” (ausencias no Emocional, 0,72 para Realización Personal
justificadas), “¿cree haber cometido errores e inferior con 0,57 para Despersonalización
en la asistencia de sus pacientes por culpa (Gil-Monte y Peiró, 1999a). En la mues-
de las condiciones de trabajo?” (errores tra del actual estudio se obtiene un alfa de
asistenciales), y “¿se ha planteado cam- Cronbach de 0,88 para Cansancio Emocio-
biar de profesión?” (abandono profesión), nal, 0,79 para Realización Personal y 0,65
ofreciendo las posibilidades de respuesta para Despersonalización. Los rangos del
“nunca”, “alguna vez” y “con frecuencia”; coeficiente test-retest van de 0,60 a 0,80 en
y también con las afirmaciones: “las con- periodos de un mes siendo cansancio emo-
diciones laborales han deteriorado su si-
cional la dimensión más estable. Los estu-
tuación familiar” (deterioro familiar) y “las
dios de validez factorial suelen coincidir en
condiciones laborales han deteriorado su si-
tres dimensiones, pero hay investigadores
tuación personal” (deterioro personal), con
que han encontrado dos o cuatro dimen-
las opciones de respuesta “nada”, “poco”,
“bastante” y “mucho”. siones. La validez convergente ha sido de-
mostrada para Cansancio Emocional, pero
2. Maslach Burnout Inventory (MBI). esta dimensión plantea dudas en su validez
Se utiliza el MBI para el estudio del Sín- discriminante con un posible solapamiento

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Armand Grau, Daniel Flichtentrei, Rosa Suñer, Sílvia Font-Mayolas, María Prats y Florencia Braga dossier

con otros constructos (Alarcón, Vaz y Gui- mediante el estadístico T de Student para
sado, 2002). grupos independientes. El estudio multiva-
riado se realiza mediante Regresión Logís-
Procedimiento tica utilizando el método Forward Wald,
Los cuestionarios se cumplimentaron via con un nivel de significación de 0,05 para la
online, accediendo a través del portal de entrada de las variables en el modelo y de
internet “Intramed” en la dirección www. 0,10 para la salida. La variable dependien-
intramed.net y protegidos con contraseña, te es la percepción de estar afectado por el
de tal forma que para acceder era impres- síndrome de Burnout. Se elaboran dos mo-
cindible registrarse previamente y obtener delos, incluyendo en los dos las variables
las claves de acceso. Una vez completada sociodemográficas y laborales, para evitar
y validada la encuesta el acceso quedaba que la presumible potencia de la dimensión
bloqueado impidiendo que una misma per- Cansancio Emocional disminuya la signifi-
sona registrada cumplimentara más de una cación de evaluaciones y percepciones de
encuesta. Existen en la literatura científica interés clínico, con las que pudiera mostrar
diversos estudios que han verificado la va- relaciones de colinealidad. Un modelo está
lidez de las encuestas online, comparando dirigido a estudiar la asociación con las res-
los resultados de estudios conducidos en la tantes percepciones y evaluaciones subjeti-
web con estudios idénticos realizados con vas personales y laborales, y el otro modelo
los métodos clásicos (Buchanan y Smith, está dirigido a estudiar la asociación con
1999; Nathanson y Reinert, 1999; Schleyer las dimensiones del MBI. El procesamiento
y Forrest, 2000). Se ha señalado que estos de los datos se realiza con el paquete esta-
estudios web cuentan con algunas venta- dístico SPSS 12.0.
jas como una mayor tasa de respuestas, un
coste inferior y un menor tiempo de pro- Resultados
cesamiento (Schleyer y Forrest, 2000). En De los 6150 participantes, 2230 (36,3%)
esta investigación se incluyen los datos re- contestan afirmativamente a la pregunta
cogidos desde finales de enero del 2007 a “¿se siente usted <<quemado>> o con sín-
principios de mayo del 2007. drome de Burnout?” y 3920 (63.7%) con-
testan que no.
Los resultados se describen en frecuencia y
porcentaje cuando la variable es cualitativa, Características demográficas y
y en media y desviación típica si es cuanti- laborales
tativa. La clasificación por tertiles se realiza
según los resultados obtenidos en la mues- Cómo se puede apreciar en la tabla 1, los
tra sujeta a estudio, sin recurrir a puntos de profesionales con la sensación de “estar
corte “normativos” de otras poblaciones. quemados” son más jóvenes, tienen menos
Para cada variable cualitativa se compara la años de profesión y menor experiencia en
frecuencia de la sensación de “estar quema- el trabajo actual, y dedican menos horas al
ocio.
do” mediante el estadístico Chi Cuadrado.
Para las variables cuantitativas se compara La proporción de profesionales con la sen-
el valor de la media entre los participantes sación de “estar quemados” es superior en
que se sentían “quemados” y los que no, el sexo femenino, y también es mayor en

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dossier EL BURNOUT PERCIBIDO O SENSACIÓN DE ESTAR QUEMADO EN PROFESIONALES SANITARIOS...

Tabla 2: Valoraciones personales y laborales según la percepción de “sentirse quemado”

BURNOUT PERCIBIDO
VARIABLE Estadístico p
SI NO
Sentirse valorado por pacientes
SI 1875 (33,8) 3668 (66,2) 143,9 < 0.001
NO 355 (58,5) 252 (41,5)
Sentirse valorado por familiares
SI 1688 (33,1) 3413 (66,9) 129,9 < 0.001
NO 542 (51,7) 507 (48,3)
Sentirse valorado por compañeros
SI 1528 (32,2) 3223 (67,8) 151,7 < 0.001
NO 702 (50,2) 697 (49,8)
Sentirse valorado por superiores
SI 915 (25,9) 2615 (74,1) 383,2 < 0.001
NO 1315 (50,2) 1305 (49,8)
Valoración global 2,69 (1,1) 3,2 (0,9) 21,5 < 0.001
Ausencias no justificadas
Nunca 1090 (30,8) 2450 (69,2)
113,2 < 0.001
Alguna vez 1024 (43) 1357 (57)
Frecuentemente 116 (50,7) 113 (49,3)
Errores asistenciales
Nunca 203 (22,3) 708 (77,7)
123,6 < 0.001
Alguna vez 1874 (37,8) 3086 (62,2)
Frecuentemente 153 (54,8) 126 (45,2)
Abandono profesión
Nunca 560 (21,3) 2071 (78,7)
567,1 < 0.001
Alguna vez 1144 (42,5) 1547 (57,5)
Frecuentemente 526 (63,5) 302 (36,5)
Deterioro familiar
Nada 188 (13,2) 1235 (86,8)
Poco 1019 (33,6) 2010 (66,4) 761,9 < 0.001
Bastante 855 (59,4) 585 (40,6)
Mucho 168 (65,1) 90 (34,9)
Deterioro personal
Nada 88 (8) 1008 (92)
Poco 638 (25,6) 1855 (74,4) 1077 < 0.001
Bastante 1103 (56,5) 848 (43,5)
Mucho 401 (65,7) 209 (34,3)
Excesivo consumo de alcohol
SI 168 (46,3) 195 (53,7) 16,7 < 0.001
NO 2062 (35,6) 3725 (64,4)
Experiencia profesional 7,11 (1,6) 7,81 (1,3) 16,8 < 0.001
Optimismo 7,15 (1,9) 8,07 (1,6) 18,6 < 0.001
Situación económica 5,29 (2) 6,23 (1,8) 18,1 < 0.001
Variables cuantitativas: Media (dt); T de Student para grupos independientes.
Variables cualitativas: Frecuencia (porcentaje); Chi cuadrado.

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los profesionales que están separados-di- trabajadores sanitarios que se sienten “que-
vorciados o solteros que en los casados-con mados”, con diferencias entre los extremos
pareja o en los viudos. Hay un mayor nú- (de nada a mucho) que superan porcentajes
mero de profesionales que se sienten “que- del 50%.
mados” entre los que declaran tener una Los trabajadores sanitarios sin percepción
enfermedad crónica, haber estado de baja de burnout valoran ligeramente mejor su
laboral en el último año, entre los consumi- experiencia profesional y su situación eco-
dores de psicofármacos (tranquilizantes o nómica, y también se consideran más opti-
antidepresivos) con asiduidad y en quienes mistas.
hacen guardias dentro de sus obligaciones
laborales. Al realizar una regresión logística con la
percepción de tener burnout como variable
Por profesiones, la mayor prevalencia de dependiente y con las valoraciones per-
percepción de burnout se observa en en- sonales y laborales como variables inde-
fermería y la menor en los nutricionistas y pendientes, incluyendo como variables de
odontólogos. ajuste las características demográficas y la-
borales (tabla 3), se aprecia que la primera
Valoraciones personales y laborales
variable que entra en el modelo es el dete-
En la tabla 2 se recogen las valoraciones rioro personal por las condiciones labora-
subjetivas de los participantes en aspectos les, de modo que cada nivel de intensidad
personales y laborales, y su asociación con de este deterioro implica un 75% mayor de
la creencia de tener burnout. Entre los tra- probabilidad de sentirse “quemado”. Le si-
bajadores sanitarios que no se sienten valo- guen el planteamiento del abandono de la
rados por los pacientes, o por los familiares profesión y el deterioro familiar por culpa
de los pacientes, o por los compañeros de de las condiciones laborales, que incremen-
trabajo, o por los jefes, más de la mitad se tan la probabilidad en un 52% y 50%, res-
catalogan afectados de síndrome de bur- pectivamente, por cada nivel de frecuencia
nout, disminuyendo esta cifra a un tercio o intensidad. El considerarse valorado por
entre los trabajadores que se sienten valo- las otras personas, el optimismo y la mejor
rados en las tres primeras variables y a un evaluación de la situación económica tie-
cuarto en la valoración de los jefes. nen un efecto protector para la sensación de
La mayor frecuencia de ausencias laborales “estar quemado”.
sin problemas físicos de salud que las jus- Percepción de estar quemado y su relación
tifiquen, de la percepción de haber come- con Maslach Burnout Inventory
tido errores asistenciales atribuibles a unas
condiciones del trabajo inadecuadas, y del Los profesionales sanitarios que afirman
planteamiento de abandono de la profesión, “estar quemados” obtienen puntuaciones
se asocia con una mayor prevalencia de sín- medias considerablemente más elevadas
drome de burnout percibido. A medida que en Cansancio Emocional (33,65; dt = 10,3)
aumenta la intensidad de la atribución a las que los colegas que afirman no “estar que-
condiciones laborales de un deterioro de la mados” (18,49; dt = 10,2), (t (6148)=55,68;
situación familiar y personal, también se p<0,001). Las diferencias son más peque-
incrementa progresivamente el número de ñas en las dimensiones de Despersonaliza-

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ción, con valores de 9,96 (dt = 6,6) entre con burnout, mientras que en Despersona-
los que se sienten quemados y de 6,08 lización y Baja Realización Personal es al-
(dt = 5,2) entre los que no se sienten que- rededor del 55%.
mados (t (3838,4)=23,6; p<0,001); y en Rea- Para identificar la influencia de cada di-
lización Personal, con valores de 34,56 mensión en el resultado de las otras dos se
(dt = 8,2) entre los que afirman estarlo y elaboró la tabla 5, donde se divide cada di-
de 39,79 (dt = 7,1) entre los que niegan mensión en sus tres tertiles y se expresan los
estarlo (t (4080,9)=-25; p<0,001). valores de la frecuencia y el porcentaje de
Al dividir cada dimensión del MBI en tres profesionales que se declaran “quemados”
tertiles se observa que 693 participantes y están situados en el tertil superior de las
(11,3% de la muestra global) quedarían otras dos dimensiones del MBI, en función
situados en el tertil inferior de las tres di- de la ubicación que les corresponde en el
mensiones, y 704 participantes (11,4% de tertil de la dimensión que las clasifica. Con
la muestra global) quedarían situados en el la intención de simplificar la exposición de
tertil superior de las tres dimensiones. Den- los datos sólo se muestran los resultados
tro del grupo con tertil inferior en las tres del tertil superior de las dimensiones eva-
dimensiones manifiestan sentirse quema- luadas, y por lo tanto cuanto más elevado
dos 34 participantes (4,9%), mientras que es el resultado mayor es la coincidencia en-
dentro del grupo con tertil superior en las tre la dimensión evaluada mediante el MBI
tres dimensiones se sienten quemados 553 y la percepción de burnout. En la tabla 5 se
profesionales (78,6%). Sobre el total de tra- observa la influencia predominante de la
bajadores con la sensación de estar quema- dimensión Cansancio Emocional, que man-
dos, estos datos representan que un 1,5% tiene valores altos de prevalencia (cercanos
está dentro del tertil inferior y un 24,8% al 70% y siempre superiores al 60%) aunque
dentro del tertil superior en las tres dimen- la puntuación en las otras dimensiones sea
siones. baja y queden clasificados en el tertil infe-
En la tabla 4 se expone la prevalencia de rior. En cambio la prevalencia del burnout
burnout percibido según la ubicación en el percibido expresada por los sujetos que han
tertil inferior, medio o superior de cada di- puntuado alto en Despersonalización o en
mensión del MBI. En las tres dimensiones Baja Realización Personal está claramente
se produce un incremento progresivo en el definida por la clasificación por tertiles que
número de personas que se declaran “que- tienen estos trabajadores en la dimensión
mados” a medida que aumenta el tertil. En Cansancio Emocional, de modo que en el
la dimensión de Cansancio Emocional este tertil inferior de Cansancio Emocional es
aumento es más acusado, con una mayor de sólo 6% para Despersonalización y 17%
diferencia entre los tertiles. En esta dimen- para Baja Realización Personal.
sión menos del 8% de los participantes Al realizar un nuevo modelo de regresión
encuadrados en el tertil inferior se consi- logística con la misma variable dependien-
deran con burnout, en comparación al 20% te (percepción de tener burnout) y con las
aproximado que se observa en las otras dos dimensiones del MBI y las características
dimensiones del MBI, y casi un 72% de los demográficas y laborales como variables
situados en el tertil superior se consideran independientes (tabla 6), la primera varia-

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ble que entra en el modelo es cansancio similar con los niveles más altos de las di-
emocional con un 12% de incremento en mensiones del MBI, como la edad, vivir en
la probabilidad de sentirse “quemado” por pareja, horas de trabajo y ocio y años de ex-
cada punto obtenido en dicha dimensión, periencia profesional (Ahola y cols, 2006;
cuyo valor posible oscila de 0 a 54 puntos, Maslach, Schaufeli y Leiter, 2001; More-
de modo que la probabilidad se dobla cuan- no, Meda, Rodríguez, Palomera y Morales,
do se superan los 8 puntos de diferencia. 2006). Asimismo se constató que el con-
También entra en el modelo la dimensión sumo de psicofármacos con asiduidad está
Realización Personal, con un efecto protec- claramente vinculado con el burnout perci-
tor. Sin embargo, la dimensión Desperso- bido al igual que lo ha estado con la dimen-
nalización no se asocia de manera indepen- sión Cansancio Emocional pero no con las
diente con el burnout percibido, reforzando otras dos dimensiones del MBI (Da Silva,
la observación de dominancia de la dimen- Vega y Pérez, 1999; Grau, Suñer y García,
sión Cansancio Emocional que sugería el 2005a; Molina, García, Alonso y Cecilia,
estudio realizado con las tablas de contin- 2003). El consumo de psicofármacos puede
gencia. indicar una asociación con psicopatología
frecuente entre la población general, como
Discusión la ansiedad y depresión (Haro y cols., 2006),
entidades clínicas que también se han rela-
En nuestro estudio más de un tercio de la
cionado con el síndrome de burnout (Garcés
muestra (el 36.3%) tiene la percepción de
de Los Fayos, 2003).
“estar quemado” o afectado por síndrome de
Burnout. Este resultado es superior al diag- Si bien en el estudio bivariado se observa
nóstico de burnout mediante una pregunta una mayor prevalencia de la sensación de
simple obtenido en un trabajo realizado en estar quemado entre las mujeres, la variable
307 médicos de los Estados Unidos, en el sexo no se mantuvo en ninguno de los dos
cual al solicitar que clasificaran su nivel de modelos de predicción del burnout percibi-
burnout usando su propia definición de este do. La relación del síndrome de burnout con
constructo, con cinco opciones de respu- el sexo ha obtenido resultados discordantes
esta o niveles de afectación, un 22,7% de en la literatura, pero en los casos en que se
los encuestados se clasificaron como “que- ha obtenido asociación en la mujer ha sido
mados” (Rohland y cols., 2004). En otra in- por mayor cansancio emocional (Atance,
vestigación previa, realizada con una mues- 1997), mientras que en el hombre ha sido
tra pequeña de 31 enfermeras canadienses, por mayor despersonalización (Te Brake,
se solicitaba una valoración dicotómica de Bloemendal y Hoogstraten, 2003; Grau y
la sensación de estar quemado similar a la cols., 2005a) aunque la asociación también
del presente estudio, obteniendo una auto- se perdió en el estudio multivariado.
clasificación de burnout en el 35,5% de las En relación a las evaluaciones o sensacio-
enfermeras (Pick y Leiter,1991). nes, entre los niveles más altos de burnout
Algunas de las variables demográficas y por MBI se han descrito menores niveles
laborales asociadas al burnout percibido o de optimismo (Chang , Rand y Strunk ,
sensación de estar quemado, han estado rel- 2000; Grau, Suñer y García, 2005b; Rio-
acionadas en anteriores estudios de manera lli y Savicki, 2003), de satisfacción con el

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trabajo (Faragher, Cass y Cooper, 2005) y tarios con la sensación de estar quemados
de satisfacción con la situación económica, que en los profesionales que no se conside-
así como la sensación de no estar adecua- ran quemados. Estas diferencias también se
damente valorado por las personas con las han observado en anteriores estudios con
que se relaciona en el campo profesional la autodefinición de burnout en los cuales
(Gil-Monte y Peiró, 1999b). En este estudio destacan las diferencias en la dimensión de
se han obtenido resultados similares aso- Cansancio Emocional (Pick y Leiter,1991;
ciados al burnout percibido, pero la valora- Rohland y cols, 2004).
ción de la propia experiencia profesional (o
El predominio de la relación del burnout
satisfacción con el trabajo) fue la única que
percibido con Cansancio Emocional se
no mantuvo la suficiente significación para
comprueba también al interpretar el mode-
permanecer en el modelo multivariado.
lo del estudio multivariado. La Realización
Entre las percepciones asociadas a la sen- Personal mantiene un efecto protector so-
sación de estar quemado, la que demuestra bre la percepción de estar quemado. En
mayor fortaleza es la atribución a las condi- cambio, no parece existir una asociación
ciones del trabajo de un deterioro personal, independiente entre la sensación de estar
seguido por el planteamiento de abandono quemado y los valores obtenidos en la di-
de la profesión, el cual se ha relacionado mensión Despersonalización.
con Cansancio Emocional (Gil-Monte y
Peiró, 1999b; Suzuki, Itomine, Kanoya, Estos hallazgos se observan de nuevo al
Katsuki, Horii y Sato, 2006). Les sigue la estudiar las dimensiones del MBI tras su
impresión de que las condiciones del tra- división en tertiles. La prevalencia de la
bajo han llegado a provocar un deterioro en percepción de burnout depende básica-
la vida familiar, y con menor intensidad el mente del tertil de Cansancio Emocional
absentismo laboral injustificado. donde queda asignado el profesional sani-
tario. Así, el mayor escalonamiento o gra-
La creencia de haber cometido errores asis-
tenciales relacionados con las condiciones dación de las prevalencias de percepción de
del trabajo expresa una alta significación burnout se observa en esta dimensión. Los
en el estudio bivariado pero la pierde en profesionales situados en el tertil alto de
el estudio multivariado. Se observa que la Cansancio Emocional muestran altas pre-
mayoría de la muestra se decide por un tér- valencias de percepción de burnout aunque
mino medio admitiendo que alguna vez han estén situados en los tertiles bajos de las
cometido errores asistenciales, mientras otras dos dimensiones del MBI, y en cam-
que son pocos los profesionales que con- bio, los profesionales situados en el tertil
sideran que los cometen con frecuencia, in- alto de Baja Realización Personal o de Des-
cluso entre los que se sienten quemados. En personalización tienen prevalencias de per-
cambio, en estudios previos con el MBI, el cepción que dependen de su clasificación
error asistencial se ha asociado a niveles al- en tertiles dentro de Cansancio Emocional,
tos en todas las dimensiones, especialmente siendo bajas en el tertil inferior y altas en el
a Despersonalización (Shanafelt, Bradley, tertil superior de Cansancio Emocional.
Wipf y Back, 2002; West y cols., 2006). Es conocido que Cansancio Emocional es la
La media de los valores de las dimensiones dimensión con mayor consistencia interna,
del MBI es mayor en los profesionales sani- estabilidad y validez convergente (Alarcón

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Tabla 3: Regresión logistica para la percepción de “sentirse quemado” según valoraciones personales y laborales, ajustado por las
características demográficas y laborales

VARIABLE Wald Exp (B) IC 95%


Deterioro personal 153,3 1,75 1,60-1,91

Abandono profesión 74,9 1,52 1,38-1,67

Deterioro familiar 74,8 1,50 1,36-1,64

Toma psicofármacos con asiduidad 63 1,76 1,53-2,03

Valoración global 57,1 0,79 0,74-0,84

Optimismo 40,6 0,89 0,86-0,92

Baja laboral en el ultimo año 21,6 1,38 1,21-1,59

Horas semanales de ocio 22,5 0,99 0,98-0,99

Situación económica 17 0,93 0,90-0,96

Enfermedad crónica 15,9 1,30 1,14-1,49

Hace guardias 10,5 1,22 1,08-1,39

Ausencias no justificadas 4 1,11 1,00-1,24


Nota. Las variables siguen el orden de introducción en el modelo.

Tabla 4: Frecuencia y porcentaje de la percepción de “sentirse quemado” según la distribución por tertiles de las dimensiones del MBI

BURNOUT PERCIBIDO
VARIABLE n (%) p
SI NO
Cansancio Emocional
Tertil inferior 154 (7,8) 1822 (92,2)
<0,001
Tertil medio 636 (29,3) 1534 (70,7)
Tertil superior 1440 (71,9) 564 (28,1)

Despersonalización
Tertil inferior 448 (22,2) 1566 (77,8)
<0,001
Tertil medio 709 (32,6) 1465 (67,4)
Tertil superior 1073 (54,7) 889 (45,3)

Baja Realización Personal


Tertil inferior 401 (19,3) 1680 (80,7)
<0,001
Tertil medio 725 (35,2) 1337 (64,8)
Tertil superior 1104 (55) 903 (45)

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Tabla 5: Frecuencia y porcentaje de la percepción de “sentirse quemado” en el tertil superior de las dimensiones del MBI según la
distribución por tertiles de cada dimensión del MBI.

Dimensión Clasificatoria Dimensiones a estudio n (%) de percepción de burnout en el tertil superior


Cansancio Emocional

Tertil inferior Despersonalización 11 (5,9)


Baja Realización Personal 45 (17,2)

Tertil medio Despersonalización 209 (33,5)
Baja Realización Personal 253 (35,6)

Despersonalización 853 (74)
Tertil superior Baja Realización Personal 806 (77,9)

Despersonalización Cansancio Emocional 201 (70,3)


Tertil inferior Baja Realización Personal 135 (43,7)

Cansancio Emocional 386 (68,3)
Tertil medio Baja Realización Personal 296 (44,5)

Cansancio Emocional 853 (74)
Tertil superior Baja Realización Personal 673 (65,2)

Baja Realización Personal Cansancio Emocional 183 (61,8)


Tertil inferior Despersonalización 113 (35,5)

Cansancio Emocional 451 (67)
Tertil medio Despersonalización 287 (47)

Cansancio Emocional 806 (77,9)
Tertil superior Despersonalización 673 (65,2)

Tabla 6: Regresión logistica para la percepción de “sentirse quemado” según las dimensiones del MBI, ajustado por las característi-
cas demográficas y laborales.

VARIABLE Wald Exp (B) IC 95%


Cansancio Emocional 1093 1,12 1,11-1,13
Realización Personal 65 0,96 0,95-0,97
Toma psicofármacos con asiduidad 30,9 1,53 1,32-1,79
Horas semanales de ocio 23,1 0,98 0,98-0,99
Enfermedad crónica 8,2 1,23 1,07-1,43
Profesión
Medicina 2,7 1,32 0,95-1,85
Enfermeria 10,6 2,29 1,39-3,78
Odontología 0,5 0,81 0,45-1,43
Psicología 4,5 1,86 1,04-3,32
Nutrición 0,2 0,82 0,40-1,67
Baja laboral en el ultimo año 12,9 1,31 1,13-1,52
Edad 15,9 1,01 1,00-1,02
Hace guardias 10,9 1,27 1,10-1,47
Tener pareja 4,4 0,85 0,74-0,99
Observaciones: Las variables siguen el orden de introducción en el modelo.

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y cols., 2002), pero su validez discriminante cinismo, entre otras, que pueden ser lesivas
y especificidad ha sido puesta en duda por para la organización y para los usuarios sin
su alta relación con otros conceptos como apenas repercutir sobre la persona afectada.
la satisfacción con el trabajo y la depresión Posteriores estudios deberían elucidar si
(Alarcón y cols., 2002; Falkum, 2000). los profesionales sin sentimientos de culpa
Para poder comparar podemos considerar pueden expresar menor percepción de bur-
como afectados por un “probable burnout nout que los profesionales con sensación
objetivo” a los profesionales que tuvieron de culpa.
puntuaciones dentro del nivel alto de Can- En conclusión, la percepción de estar afec-
sancio Emocional y de Despersonalización tado por burnout, que expresan más de
y dentro del nivel bajo de Realización Per- un tercio de la muestra, se relaciona fun-
sonal. Estos profesionales representan el damentalmente con el valor de Cansancio
11,4% del global de la muestra y el 24,8% Emocional y parece independiente de Des-
de quienes se sienten quemados o con bur- personalización. También se asocia a la
nout percibido. Una posible explicación sensación de deterioro personal y familiar
para estos relativos bajos porcentajes se- por las condiciones laborales, y al plante-
ría la exigencia de afectación en las tres amiento de abandono de la profesión, pero
dimensiones mientras que el burnout per- no a la sensación de haber cometido errores
cibido dependería fundamentalmente de asistenciales por las condiciones del traba-
Cansancio Emocional. Además, dentro del jo. En algunas personas, la percepción de
espectro de la sensación de estar quemado estar quemado contempla aspectos no in-
pueden haber situaciones que no están con- cluidos en las dimensiones del MBI y vi-
templadas en las dimensiones del MBI ya ceversa. Diversas variables demográficas
que la percepción de tener burnout valora- y laborales tienen relación sobre la percep-
da con una pregunta simple puede depen- ción de desgaste profesional de manera si-
der del concepto de burnout que asume el milar a la relación que mantienen con las
participante que contesta. dimensiones del MBI, y en especial con la
La mayor parte (casi el 80%) de los afecta- dimensión Cansancio Emocional.
dos de “probable burnout objetivo” manifi-
Por último destacar que aunque el síndrome
estan burnout percibido. El 21,4% restante
de burnout está aceptado por la comunidad
no se siente quemado a pesar de obtener
científica internacional, aún no tiene unos
puntuaciones alteradas en las tres dimensi-
criterios diagnósticos definidos, lo cual di-
ones del MBI, tal vez porque haya sensaci-
ficulta la valoración de los instrumentos de
ones incluidas en el MBI que el profesional
medida y la valoración de la concordancia
no perciba como burnout. En el modelo
con la percepción de burnout. Por los re-
de burnout (o síndrome de quemarse en el
sultados de este estudio se concluye que
trabajo) propuesto por Gil-Monte (2007)
una pregunta simple sobre la percepción de
adquiere gran importancia la sensación de
burnout no puede sustituir la utilización de
culpa. Los profesionales con burnout que
instrumentos de evaluación de este síndro-
no experimentan sensación de culpa pue-
me, sino que debe ser complementaria.
den adoptar posturas de apatía, indolencia y

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dossier EL BURNOUT PERCIBIDO O SENSACIÓN DE ESTAR QUEMADO EN PROFESIONALES SANITARIOS...

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Fecha de recepción: 15/11/2007


Fecha de aceptación: 13/12/2007

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dossier dossier
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LA INFLUENCIA DEL ESTRÉS DE ROL Y LA COMPETENCIA EMOCIONAL EN EL DESGASTE PROFESIONAL Y EN EL ENGAGEMENT

La influencia del estrés de rol y la


competencia emocional en el desgaste
profesional y en el engagement
Eva Garrosa Hernández1, Bernardo Moreno Jiménez, Alfredo Rodríguez Muñoz
y Ana Sanz Vergel
Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Madrid

resumen/abstract:
El estrés de rol ha sido asociado al desgaste profesional como un importante estresor laboral. Sin embargo,
el impacto de este estresor en el contexto de engagement todavía no ha sido estudiado. El presente estudio
examina la influencia de las habilidades de competencia emocional (expresión verbal de las emociones,
discriminación emocional y empatía) en la relación entre el estrés de rol y el desgaste profesional
(agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización), y entre el estrés de rol y el engagement
(vigor, dedicación y absorción). Los datos procedentes de 473 profesionales y estudiantes de enfermería de
hospitales de Madrid (España) mostraron que tanto el estrés de rol como las habilidades de competencia
emocional estaban relacionados con el desgaste profesional y el engagement, respectivamente. Los
resultados confirmaron que el desgaste profesional estaba más relacionado con el estrés de rol, mientras
que el engagement con la competencia emocional, concretamente con la empatía. Igualmente, los datos
mostraron que las habilidades de competencia emocional tuvieron efectos principales en las variables
analizadas. Las implicaciones prácticas fueron discutidas.
The experience of role stress has been linked to burnout, as an important job stressor. However, the impact
of this stressor in the context of engagement has not already been studied. The present study examines
the role of emotional competence skills (verbal expression of emotions, discerning other’s emotions and
empathy) on the relation between role stress and burnout (emotional exhaustion, depersonalization and
lack of personal accomplishment), and role stress and engagement (vigor, dedication and absorption). Data
from 473 professional and student nurses from hospitals in Madrid (Spain) showed that both role stress and
emotional competence skills were related to burnout and engagement, respectively. The results confirmed
that the burnout would be more related to role stress whereas the engagement would be more related with
emotional competence, specifically with empathy. Additionally, the data showed emotional competence
skills had main effects on analysed variables. Practical implications are discussed.

palabras clave/keywords:
Competencia emocional, desgaste profesional, estrés de rol, engagement, variables socio-demográficas y
profesionales
Burnout, emotional competence, engagement, role stress, socio-demographics and professional variables.


Introducción implica entre otros factores el control y la


En las profesiones asistenciales, el mane- adecuada expresión de la propias emocio-
jo de las emociones está considerado una nes para conseguir los objetivos laborales
parte central de su trabajo. Este proceso (p.ej., la adhesión al tratamiento, motivar

al paciente para proveer cambios de con-
Dpto. de Psicología Biológica y de la Salud. Universi-
ducta, etc.) Desde este punto de vista, el
dad Autónoma de Madrid. 28049. Madrid (España). e-
mail: eva.garrosa@uam.es desgaste profesional o burnout puede ser

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Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno Jiménez, Alfredo Rodríguez Muñoz y Ana Sanz Vergel dossier

considerado también como un indicador de cionales juegan un rol relevante en el desa-


que los profesionales no han conseguido rrollo del burnout. Maslach (1982) postula
manejar adecuadamente sus emociones en que la frecuente interacción cara a cara con
los procesos de interacción con los usuarios los pacientes, la duración y la intensidad de
del servicio. Concretamente, las nuevas la emoción está íntimamente relacionada
perspectivas del desgaste profesional han con los niveles de agotamiento emocional.
integrado los aspectos emocionales del tra- Específicamente, argumenta que los profe-
bajo dentro del concepto (Garrosa, More- sionales asistenciales que no tienen compe-
no-Jiménez, Gálvez y Rodríguez-Carvajal, tencias emocionales tienen una probabilidad
2005; Moreno, Gálvez, Garrosa y Mingote, mayor de desarrollar desgaste profesional.
2006; Schaufeli y Bakker, 2004; Xantho- En la misma línea, Schaufeli y Enzmann
poulou, Bakker, Demerouti y Schaufeli, (1998) concluyeron en su revisión que el
2007; Zapf, 2002). desgaste profesional está particularmente
Maslach y Leiter (1997) ya insistieron en relacionado con las demandas emocionales
las consecuencias del trabajo emocional y en los procesos de interacción con pacien-
consideraban el desgaste profesional como tes o usuarios. Zapf (2002) ha propuesto la
una experiencia individual y negativa que existencia de los efectos positivos en la in-
ocurría como consecuencia de las relacio- teracción entre las demandas emocionales
nes interpersonales en el lugar del trabajo. del trabajo y los estresores laborales típicos
Estas relaciones interpersonales implican (p.ej., ambigüedad de rol, sobrecarga labo-
una fuerte demanda emocional y son con- ral, inseguridad laboral, etc.) en los niveles
sideradas las principales causas del síndro- de desgaste profesional.
me. De acuerdo con esta perspectiva, el Específicamente, los datos empíricos de 12
desgaste profesional sería entendido como investigaciones, con una muestra de 31.999
un síndrome caracterizado por el agota- sujetos, muestran que la relación entre
miento emocional como consecuencia de agotamiento emocional e incompetencia
un manejo inadecuado de las demandas emocional correlaciona en un rango de
emocionales en la interacción con pacien- 0,20 a 0,48 (Zapf, 2002). Otros autores re-
tes o usuarios, y como consecuencia tam- cientemente han encontrado correlaciones
bién de los estresores laborales (p.ej, sobre- positivas entre los niveles de agotamien-
carga, ambigüedad de rol, etc.). El fallo en to emocional e incompetencia emocional
el manejo adecuado de las demandas emo- (Abraham, 1998; Bono, Foldes, Vinson
cionales en las interacciones sociales puede y Muros, 2007; Grandey, 2000; Kruml y
producir desgaste profesional que conlleva Geddes, 2000; Garrosa et al., 2005; Zapf,
una actitud negativa y deshumanizada ha- Seifert, Schmutte, Mertini, y Holz, 2001).
cia los usuarios y hacia el propio rol pro- En relación a la despersonalización, se
fesional. Adicionalmente, se produce una ha encontrado una relación positiva entre
pérdida o disminución de la propia eficacia disonancia emocional y despersonaliza-
profesional. ción (Bono et al., 2007; Kruml y Geddes,
Diferentes autores (Maslach y Jackson, 2000). De manera inversa, los trabajado-
1986; Pines y Aronson, 1988; Zapf, 2002) res que expresan sus emociones negativas,
sugieren que las excesivas demandas emo- que entienden las emociones de los otros,

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dossier LA INFLUENCIA DEL ESTRÉS DE ROL Y LA COMPETENCIA EMOCIONAL EN EL DESGASTE PROFESIONAL Y EN EL ENGAGEMENT

tienen unos índices menores de desperso- enfoque positivo en el medio laboral impli-
nalización (Bono et al., 2007; Garrosa et caría estudiar el papel de los recursos emo-
al., 2005; Zapf et al., 2001). En cuanto a la cionales de los profesionales y sus conse-
realización laboral, se ha comprobado que cuencias no sólo en el desgaste profesional,
los trabajadores que no expresan sus emo- sino también en el compromiso laboral o el
ciones en relación al contexto laboral, se engagement (Garrosa, 2006). El engage-
sienten menos realizados profesionalmente ment está caracterizado por sentimientos de
(Bono et al., 2007; Kruml y Gedes, 1998; vigor, dedicación y absorción en el trabajo,
Garrosa, 2006). De manera opuesta, las lo que se relaciona de manera positiva con
emociones positivas y sensibilidad hacia el bienestar subjetivo (Schaufeli, Salanova,
las emociones de los otros correlacionan González-Romá, y Bakker, 2002).
positivamente con sentimientos de realiza- Con este planteamiento surge el estudio
ción personal en todas las muestras. sobre la competencia emocional de los tra-
Lazarus y Folkman (1984) ya argumenta- bajadores, puesto que en los últimos años
ban que ciertas variables, como los recursos se ha estudiado de manera substancial la
personales, contrarrestan potencialmente el inteligencia emocional y actualmente to-
impacto negativo de los estresores. Desde davía resulta escasa la investigación so-
esta perspectiva, actualmente la mayoría de bre la competencia emocional (Giardini
los autores consideran importante identifi- y Frese, 2006; Verbeke, Belschak, y Ba-
car los recursos emocionales que contribu- gozzi, 2004). El concepto de competencia
yen a la reducción del desgaste profesional. emocional se distingue de la idea de inte-
En este sentido, un mayor entendimiento de ligencia emocional, ya que consistiría en
los efectos de la competencia emocional de un conjunto de habilidades emocionales
los trabajadores puede contribuir a una ma- que puede aprender el trabajador indepen-
yor comprensión de la importancia de las dientemente de su inteligencia emocional y
variables asociadas al desgaste profesional que le permitirían un manejo adecuado de
(Bono y Vey, 2007; Cordes y Dougherty, las interacciones emocionales en el medio
1993; Bakker, Demerouti y Euwema, 2005; laboral (p.ej., con usuarios, compañeros,
Schaufeli y Bakker, 2004). supervisores) y un conocimiento mayor de
Aunque las investigaciones sobre desgaste sus propias emociones, lo que ayudaría a
profesional han avanzado de forma impor- evitar y prevenir los sentimientos de ago-
tante durante los últimos años, teniendo en tamiento emocional. Esta definición de la
cuenta modelos integrales y cada vez más competencia emocional procede de la teo-
complejos, todavía no se ha abordado su- ría de Saarni (1999) que considera la com-
ficientemente todas las posibles causas del petencia emocional como la demostración
desgaste profesional a nivel emocional. de la autoeficacia emocional en las interac-
Además, inicialmente se ha insistido en el ciones sociales.
estudio de los aspectos de incompetencia La competencia emocional implica un con-
emocional, sin estudiar los beneficios de junto de habilidades emocionales que se
la competencia emocional en la preven- pueden aprender, y que permiten al traba-
ción del desgaste profesional y su relación jador manejar de una forma más eficaz y
positiva con el bienestar en el trabajo. Un resolutiva las condiciones laborales y las

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demandas emocionales, así como conocer reemplazada por su análoga inversa deno-
y autorregular su propio estado emocional. minada baja realización personal para fa-
Los efectos de la competencia emocional cilitar la interpretación de perfiles y poder
son positivos a nivel de la autoestima, en el realizar el índice global de desgaste profe-
manejo adecuado de las propias emociones, sional (establecido a través de la media de
en la resistencia ante las situaciones adver- las puntuaciones de las enfermeras en cada
sas y también se relaciona con el bienes- una de las tres dimensiones). El coeficiente
tar subjetivo (Bono y Vey, 2007; Garrosa, α fue de 0,91 para la totalidad de la escala
2006; Giardini y Frese, 2006; Saarni, 2000; de burnout que consiste en 24 ítems.
Weiss y Cropanzano, 1996).
Además, el CDPE tiene medidas de los di-
El principal objetivo de esta investigación ferentes antecedentes laborales, para el pre-
es estudiar el proceso de desgaste profesio- sente estudio se eligieron sólo los ítems que
nal y engagement, focalizándonos en sus evaluaban estrés de rol:
factores antecedentes (variables sociode-
mográficas, profesionales y estrés de rol), - Sobrecarga: 14-ítems que evalúan el exce-
así como explorar el rol de la competencia so de demandas cualitativas y cuantitativas,
emocional en ambos procesos. por ejemplo ‘Tengo que atender a demasia-
dos pacientes’. El coeficiente α fue 0, 86.
Método - Ambigüedad de rol: 6-ítems que evalúan
en qué medida la información que reciben
Muestra las enfermeras sobre su rol es clara, por
Los datos para el estudio proceden de una ejemplo ‘Las órdenes que recibo son vagas
muestra de 473 enfermeras y estudiantes y ambiguas’. El coeficiente α de 0, 81.
de enfermería (con prácticas) de diferentes
Cada ítem se responde según una escala
hospitales en Madrid. Un total de 89,6%
tipo Likert de 4 puntos desde ‘totalmente
de los participantes eran mujeres, con una
en desacuerdo’ hasta ‘totalmente de acuer-
edad media de 27,15 años (DT = 10,44). La
do’. La escala presenta buenos resultados
mayoría tenían pareja habitual (61,8%), no
de fiabilidad y validez (Moreno et al., 2000;
tenían hijos (79,9%) e interactuaban con el
Garrosa, 2006).
paciente más del 80% del tiempo de su jor-
nada laboral (61,5%). Alrededor del 58,8% Variables Socio-demográficas y Profesio-
de la muestra trabajaba en turno de mañana nales. Se obtuvieron diferentes detalles
o rotatorio. socio-demográficos y profesionales para la
realización del estudio (género, situación
Instrumentos laboral, turno, porcentaje de interacción
Desgaste Profesional y Estrés de rol. El con pacientes y años de experiencia).
desgaste profesional fue medido usando Competencia Emocional. La competencia
el Cuestionario de Desgaste Profesional emocional se evaluó a través del Cuestio-
en Enfermería (CDPE; Moreno, Garrosa nario de Competencia Emocional (CEMO;
y González, 2000). Esta escala consiste en Garrosa et al., 2005). El CEMO presenta
las tres dimensiones de burnout propuestas una estructura de tres factores: Expresión
por Maslach y Jackson (1986), donde la Verbal de las Emociones, Discriminación
dimensión de realización personal ha sido Emocional y Empatía, con un total de 12

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dossier LA INFLUENCIA DEL ESTRÉS DE ROL Y LA COMPETENCIA EMOCIONAL EN EL DESGASTE PROFESIONAL Y EN EL ENGAGEMENT

ítems que explican el 59,72% de la varian- tas puntuaciones en vigor, dedicación y ab-
za de los sujetos. sorción indican engagement. Los 17 ítems
- Expresión verbal de las emociones: im- del instrumento han presentado adecuada
plica en qué medida la persona expresa fiabilidad (Cronbach alphas en el rango de
de forma adecuada sus emociones a nivel ,78) y validez (Schaufeli et al., 2002).
verbal y si tiene un vocabulario variado a
Procedimiento
nivel emocional. Un ejemplo de estos ítems
‘Cuando me siento mal, puedo decirlo con Los investigadores explicaron la propuesta
palabras’. Este factor implica altos niveles de la investigación a las directoras de en-
de competencia emocional. La escala de 4 fermería de todos los hospitales. Los cues-
ítems presenta un coeficiente α de ,82. tionarios se distribuyeron a los potenciales
participantes junto con una carta informa-
- Discriminación emocional: implica el tiva donde se explicaba la propuesta del
conocimiento de las propias emociones y estudio, asegurando el anonimato y la con-
las de los otros, habilidades para diferen- fidencialidad de las respuestas obtenidas.
ciar sus sentimientos, necesidades, etc. Un Las personas que decidieron participar fir-
ejemplo de estos ítems ‘Mis amigos me di- maron un consentimiento informado. Des-
cen que me cuesta llegar a entender cómo pués de la aplicación de los cuestionarios,
se sienten’. La escala tiene 4 ítems con un los investigadores los recogieron personal-
coeficiente α de ,75. mente, para mantener la confidencialidad
- Empatía: hace referencia a la habilidad los datos se identificaron con indicadores
para simpatizar con las emociones de los numéricos.
otros, entender otros sentimientos y expe- Se realizaron análisis a nivel descriptivo
riencias. Un ejemplo de estos ítems ‘Cuan- de las variables criterio de desgaste profe-
do alguien tiene un problema puedo enten- sional y engagement, así como de sus po-
der cómo se siente’. La escala con 4 ítems sibles variables predictoras. Las variables
tiene un coeficiente α de ,72. predictoras incluidas en el modelo fueron
El cuestionario se responde según una es- las variables socio-demográficas y las pro-
cala tipo Likert de 5 puntos desde ‘total- fesionales (género, situación laboral, turno,
mente en desacuerdo’ hasta ‘totalmente de porcentaje de interacción con pacientes y
acuerdo’. Altas puntuaciones en expresión años de experiencia), el estrés de rol (so-
verbal de las emociones, discriminación brecarga y ambigüedad de rol) y la com-
emocional y empatía indican competencia petencia emocional (expresión verbal de
emocional. El cuestionario ha mostrado las emociones, discriminación emocional
buenos índices de fiabilidad y validez (Ga- y empatía). Los coeficientes de correla-
rrosa, 2006; Garrosa et al., 2005). ción de Pearson se realizaron para exami-
nar la relación entre las variables incluidas
Engagement. Fue medido utilizando en el estudio. Posteriormente, se efectua-
Utrecht Work Engagement Scale (UWES; ron regresiones jerárquicas múltiples para
Schaufeli et al., 2002). Los ítems represen- identificar las variables predictoras de las
tan tres dimensiones: Vigor, Dedicación, dimensiones de desgaste profesional (ago-
y Absorción. La escala de repuestas de los tamiento emocional, despersonalización y
ítems va desde 0 ‘nunca’ a 6 ‘siempre’. Al- realización personal) y de engagement (vi-

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Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno Jiménez, Alfredo Rodríguez Muñoz y Ana Sanz Vergel dossier

gor, dedicación y absorción). Para conocer de R2 (∆R2) se calculó para determinar la


el efecto de las variables predictoras, las relativa contribución de cada set de varia-
variables socio-demográficas y profesiona- bles en las variables criterio analizadas.
les se introdujeron en el primer paso, en el El coeficiente estandarizado (β) se calculó
segundo paso las variables de estrés de rol, para comparar la relativa importancia de
a continuación las variables de competen- cada variable en el modelo. De manera adi-
cia emocional y por último se incluyeron cional, otro objetivo del estudio fue exami-
los posibles efectos de la interacción entre nar el papel de la competencia emocional
las variables de estrés de rol y las variables como variable moduladora en el proceso de
de competencia emocional. El incremento desgaste profesional y engagement.

Tabla 1. Medias, Desviaciones Típicas y correlaciones de todas las variables.

M DT 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

1. Sobrecarga 2,71 ,47 (,89)

2. Ambigüedad de rol 2,32 ,50 ,50** (.80)

3. Expresión verbal de las emociones 4,03 ,55 -,10* -,21** (,82)

4. Discriminación emocional 3,64 ,73 -,09* -,17** ,33** (,75)

5. Empatía 3,61 ,56 ,04 -,03 ,29** ,37** (,72)

6. Agotamiento Emocional 2,29 ,57 ,57** ,37** -,17** -,23** -,08** (,89)

7. Despersonalización 1,75 ,46 ,28** ,24** -,22** -,32** -,18** ,52** (,74)

8. Falta de realización 1,73 ,47 ,32** ,36** -,23** -,30** -,18** ,62** ,60** (,76)

9. Vigor 4,08 1,03 -,23** -,27** ,13** ,26** ,22** -,56** -,36** -,40** (,84)

10. Dedicación 4,49 1,13 -,26** -,27** ,17** ,28** ,18** -,54** -,47** -,41** ,75** (,77)

11. Absorción 4,03 1,20 -,19** -,19** ,12** ,23** ,23** -,46** -,40** -,31** ,66** ,72** (,65)

Coeficientes α de Cronbach en paréntesis en la diagonal * p < ,05; ** p < ,01. Análisis basado en n = 473.

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dossier LA INFLUENCIA DEL ESTRÉS DE ROL Y LA COMPETENCIA EMOCIONAL EN EL DESGASTE PROFESIONAL Y EN EL ENGAGEMENT

Resultados experiencia, el efecto de la situación labo-


ral se mantiene. En el paso tres, cuando
Las correlaciones, medias, desviaciones tí-
se incluyen las variables de competencia
picas y coeficientes de fiabilidad de todas
emocional, sólo discriminación emocio-
las variables se exploraron para conocer las
nal aparece como predictora significativa,
relaciones entre ellas. Los coeficientes de
explicando el 1% de la varianza en agota-
correlación obtenidos confirmaron el mo-
miento emocional. Finalmente, cuando en
delo teórico planteado. Las correlaciones
el cuarto paso se incluye el efecto mode-
aparecen en la Tabla 1, donde puede obser-
rador de la competencia emocional no se
varse que son significativas, las variables de
obtiene ningún efecto significativo en este
la competencia emocional presentan corre-
sentido. Para agotamiento emocional la va-
laciones inversas con la medida de desgaste
riable predictora más importante fue sobre-
profesional y positivas con engagement.
carga laboral (β = ,47).
Variables Predictoras de Desgaste
Despersonalización
Profesional y Engagement
Todas las variables predictoras significati-
Diferentes regresiones jerárquicas se reali-
vas de manera conjunta explican el 23% de
zaron para identificar la relativa contribu-
la varianza en despersonalización. El turno
ción de las variables socio-demográficas, el
y la situación laboral explican el 15% de
estrés de rol y las variables de competencia
la varianza, en el primer paso. Cuando se
emocional, como predictoras de las dimen-
incluye en los análisis los estresores labo-
siones de desgaste profesional y engage-
rales, tanto sobrecarga como ambigüedad
ment. Las Tablas 2 y 3 respectivamente,
de rol resultan como variables predictoras
muestran los seis modelos de regresión.
significativas, explicando el 4% de la va-
Agotamiento Emocional rianza en despersonalización. En el tercer
paso, cuando se introducen las variables
Un total del 37% de la varianza fue expli-
de competencia emocional, aparecen como
cado por las variables predictoras incluidas
predictoras discriminación emocional y ex-
en el estudio. En el primer paso, las va-
presión verbal de las emociones, la discri-
riables socio-demográficas y profesiona-
minación emocional es la variable más im-
les explican un 16% de la varianza de las
portante para explicar la despersonalización
puntuaciones de los sujetos en agotamiento
(β = -,27). Cuando se controla el efecto de
emocional, la situación laboral y el turno
la competencia emocional, la ambigüedad
resultaron variables predictoras significati-
de rol deja de ser una variable significativa.
vas. De las variables de estrés de rol, so-
En el cuarto paso donde se incluye el efec-
lamente sobrecarga resulta como variable
to de la interacción, ninguna aparece como
predictora, explicando un 20% de la va-
predictora significativa, las variables que
rianza de las puntuaciones en agotamiento
eran significativas se mantienen.
emocional. Cuando se incluyen los estreso-
res laborales que hacen referencia al estrés Falta de Realización Personal
de rol, de las variables sociodemográficas
Como muestra la Tabla 2, todas las varia-
y profesionales, desaparece el efecto del
bles predictoras explican de manera con-
turno, apareciendo en su lugar los años de
junta un total del 22% de la varianza de

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Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno Jiménez, Alfredo Rodríguez Muñoz y Ana Sanz Vergel dossier

Tabla 2. Resultados del análisis de regresión jerárquica, coeficientes de regresión estandarizados. Predictores de Desgaste Profe-
sional.

Agotamiento Emocional Despersonalización  Falta de Realización

  Paso 1 Paso 2 Paso 3 Paso 4   Paso 1 Paso 2 Paso 3 Paso 4   Paso 1 Paso 2 Paso 3 Paso 4

Género -,01 ,03 ,05 ,042 ,04 ,05 ,08 ,16 ,05 ,07 ,09* ,09*

-,43*** -,30*** -,27*** -,26*** -,38*** -,32*** -,27*** ,07** -,35*** -,27** -,22** -,20**
Situación laboral

,07 ,06 ,07 ,11* ,06 ,03 -,15 ,12** ,05 ,03 ,04
Turno ,18***

% Interacción con pa- -,04 ,06 ,04 ,03 -,01 ,02 -,00 -,13 ,01 ,04 ,02 ,09
cientes

-,14 -,15* -,14* -,13* -,04 -,02 -,02 -,10 -,09 -,20
Años de experiencia -,03 -,01

Sobrecarga (S) ,45*** ,46*** ,47*** ,14** ,16** ,16** ,12** ,14** ,04**

Ambigüedad de rol (AR) ,07 ,05 ,04 ,11* ,08 ,05 ,23*** ,18*** ,02**

Discriminación emocio-
nal (DE) -,10* -,11* -,27** -,15** -,16** -,07**

Expresión verbal emo-


-,03 -,03 ,04** -,12* -,08 ,14
ciones (EVE)

Empatía (E) -,02 -,02 -,01 ,01 -,07 ,17

DE x S ,07 ,09 -,16

EVE x S -,02 -,27 -,04

ExS -,01 ,04 ,06


DE x AR -,04 -,01 ,02

EVE x AR ,05 -,02 ,10

E x AR
,00 .16 -,04

R2 (Adj.) ,16 ,36 ,37 ,37 ,13 ,17 ,23 ,23 ,09 ,17 ,22 ,22

∆R2 ,16 ,20 ,01 ,00 ,13 ,04 ,06 ,00 ,09 ,08 ,05 ,00

*p < ,05. **p < ,01. ***p < ,001.

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dossier LA INFLUENCIA DEL ESTRÉS DE ROL Y LA COMPETENCIA EMOCIONAL EN EL DESGASTE PROFESIONAL Y EN EL ENGAGEMENT

Tabla 3. Resultados del análisis de regresión jerárquica, coeficientes de regresión estandarizados. Predictores de Engage-
ment.

Vigor Dedicación Absorción

Paso 1

Paso 2

Paso 3

Paso 4

Paso 1

Paso 2

Paso 3

Paso 4

Paso 1

Paso 2

Paso 3

Paso 4
 

Género -,02 -,03 -,05 -,04 -,04 -,05 -,08 -,07 ,06 ,05 ,038 ,03

Situación Laboral ,22** ,16* ,14 ,12 ,45*** ,39*** ,37*** ,35*** ,30*** ,28*** ,26** ,25**

Turno -,15** -,10* -,08* -,09* -,10* -,06 -,04 -,06 -,12** -,09* -,08 -,08

% Interacción con pa-


-,07 -,09* -,08 -,08 -,06 -,09 -,07 -,07 -,02 -,03 -,02 -,02
cientes

Años de experiencia -,03 -,03 -,04 -,09 -,08 -,09 -,10 -,08 -,08 -,07 -,07

Sobrecarga (S) -,08 -,11* -,12* -,10** -,12* -,12* -,03 -,06 -,06

Ambigüedad de rol (AR) -,16** -,13* -,13* -,13** -,10* ,10* -,08 -,06 -,06

Discriminación emocional
,08 ,09 ,06 ,09 ,05 ,05
(DE)

Expresión verbal emocio-


-,01 -,01 ,07 ,08 -,01 -,01
nes (EVE)

Empatía (E) ,18*** ,18*** ,11** ,11* ,20*** ,20***

DE x S
-,05 -,07 -,01
EVE x S
,02 -,02 ,02
ExS
,01 -,01 -,01

DE x AR ,05 -,01 -,03

EVE x AR -,07 ,01 ,03

E x AR ,04 ,09 ,04

,23
,31 ,34 ,37 ,10 ,13 ,17 ,18 ,18
R2 (Adj.) ,37 ,17 ,23
,04
,31 ,03 ,03 ,10 ,03 ,04 ,18 ,00
∆R2 ,00 ,00 ,00

*p < ,05. **p < ,01. ***p < ,001.

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Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno Jiménez, Alfredo Rodríguez Muñoz y Ana Sanz Vergel dossier

realización personal. La situación laboral y mantienen las mismas variables predicto-


el turno explican de manera conjunta un 9% ras que en el tercer paso.
de la varianza de las puntuaciones en el pri-
mer paso. Sobrecarga y ambigüedad de rol Dedicación
explican de manera conjunta un 8%. De las En relación a las variables sociodemográ-
variables de competencia emocional, solo ficas y profesionales, de nuevo la situa-
resulta predictora significativa la discrimi- ción profesional y el turno resultan como
nación emocional, explicando un 5% de predictoras significativas. En el segundo
la varianza en las puntuaciones de la falta paso, cuando se incluyen las variables de
de realización personal. Cuando se contro- estrés de rol, desaparece el efecto del tur-
la el efecto de la competencia emocional, no, la situación laboral se mantiene, y tanto
aparece el género como variable significa- sobrecarga como ambigüedad de rol resul-
tiva y la situación laboral se mantiene, al tan como predictoras significativas, con
igual que el efecto de los estresores labo- pendiente negativa de las puntuaciones en
rales. Por último, cuando en los análisis se dedicación. En el tercer paso, cuando se in-
incluye el efecto de la interacción ninguna cluyen las variables de competencia emo-
resulta significativa, no obstante, se sigue cional, sólo resulta significativa la empatía,
manteniendo el efecto de las otras variables con un incremento del 4%. Finalmente, los
predictoras. análisis de interacción tampoco resultan
significativos.
Vigor
De manera conjunta las variables predicto- Absorción
ras explican un 37% de las puntuaciones en En el primer paso, situación laboral y tur-
vigor. En el primer paso, la situación y el no resultan como variables predictoras
turno resultan variables predictoras signifi- significativas. En el segundo paso, cuando
cativas, explicando el 31% de la varianza se incluyen las variables de estrés de rol
en las puntuaciones. Cuando se controla el ninguna resulta como variable predictora
efecto del estrés de rol, se mantienen las significativa. En el tercer paso, de nuevo
variables predictoras del primer paso y empatía aparece como predictora significa-
aparece también el porcentaje de interac- tiva y desaparece el efecto del turno. Final-
ción con los pacientes. De las variables de mente, ninguna de las interacciones resulta
estrés de rol, resulta significativa ambi- significativa y para explicar la varianza en
güedad de rol. En el tercer paso, cuando la puntuación de los sujetos, sólo se man-
se incluyen las variables de competencia tienen la situación profesional y la empatía,
emocional, sólo empatía resulta como pre- llegando a explicar de manera conjunta el
dictora positiva de vigor (β = ,18), deja de 23% de la varianza en las puntuaciones de
ser significativo el efecto de la situación la- absorción.
boral y aparece sobrecarga también como
predictora significativa. Finalmente, cuan- Discusión
do se controla el efecto de la interacción La investigación realizada ha permitido
de las variables de competencia emocional comprobar la relación entre las variables so-
con las variables de estrés de rol, ningu- ciodemográficas y profesionales, el estrés de
na interacción resulta significativa pero se rol, la competencia emocional, el burnout y

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dossier LA INFLUENCIA DEL ESTRÉS DE ROL Y LA COMPETENCIA EMOCIONAL EN EL DESGASTE PROFESIONAL Y EN EL ENGAGEMENT

el engagement. Los resultados obtenidos en Las variables de competencia emocional


relación a la sobrecarga laboral como predic- han tenido efectos principales en todas las
tora positiva del agotamiento emocional, la variables criterio analizadas. Adicional-
despersonalización y la falta de realización mente, se ha podido comprobar su efecto
confirman los resultados obtenidos en las diferencial en función de la variable cri-
revisiones realizadas por Lee y Ashforth terio. Así por ejemplo, la discriminación
(1996). No obstante, ha sido interesante emocional ha resultado como variable pre-
comprobar que la ambigüedad de rol sólo dictora del agotamiento emocional, la des-
aparece como predictora significativa en la personalización y la falta de realización.
variable criterio de falta de realización. Es- La expresión verbal de las emociones, sólo
tos resultados han demostrado que el efecto resultó predictora significativa de la des-
de esta variable desaparece cuando se con- personalización, y por último la empatía,
trolan otras variables sociodemográficas, resultó como la variable predictora positiva
profesionales y el efecto de la competencia de cada una de las dimensiones de engage-
emocional. Los resultados de la presente in- ment (vigor, dedicación y absorción). Estos
vestigación son relevantes en cuanto a que resultados pueden indicar que los profesio-
las variables de estrés de rol también son nales con mayor competencia emocional
predictoras negativas del vigor y la dedica- manifiestan menor agotamiento emocional,
ción. despersonalización, y falta de realización,
La experiencia de estrés de rol tiene como y mayor vigor, dedicación y absorción en
consecuencia mayor desgaste profesional su trabajo. Los datos son coherentes con
y menos engagement cuando las variables los descubrimientos de otras investigacio-
de competencia emocional y las variables nes para el desgaste profesional (Bono y
sociodemográficas y profesionales se con- Vey, 2007; Garrosa et al, 2005; Zapf et al.,
trolan. Estos resultados confirman las in- 2001) y ofrecen nuevas posibilidades para
vestigaciones previas en relación al estrés el estudio del engagement.
de rol y al desgaste profesional (Jawahar, Contrariamente a lo que esperábamos, no se
Stone, y Kisamore, 2007; Jex y Beehr, obtuvo ningún efecto de la interacción en-
1991; Lee y Ashforth, 1996; Schaufeli y tre las variables de competencia emocional
Enzmann, 1998), pero esta investigación y de estrés de rol. Desde esta perspectiva,
añade el control de la competencia emocio- en el estudio se propusieron dos modelos:
nal en los análisis. Para engagement toda- el modelo del efecto principal de la com-
vía son pocos los estudios que analizan la petencia emocional y el modelo del efecto
relación entre estrés de rol y engagement moderador. La presente investigación, ha
(Bakker, Hakanen, Demerouti y Xantho- demostrado que las variables de la compe-
poulou, 2007) tencia emocional tuvieron efectos principa-
Los resultados han comprobado, que in- les en todas las variables analizadas, pero
cluso después de controlar la competencia no efectos de moderación. No obstante,
emocional de los profesionales, estrés de rol estos resultados se han encontrado también
tiene un importante impacto en el desgaste en otras variables de personalidad donde se
profesional, mientras que en engagement ha observado esencialmente un efecto prin-
sólo fue alrededor del 3%, concretamente cipal (Maddi et al., 2006; Näswall, Sverke
en absorción no tuvo ningún impacto. y Hellgren, 2005). Sin embargo, desde el

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Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno Jiménez, Alfredo Rodríguez Muñoz y Ana Sanz Vergel dossier

punto de vista de la investigación también vigor. Estos resultados apoyan los obteni-
resulta interesante comprobar si existe o no dos en otras investigaciones donde la in-
efecto de la interacción, para controlar su cidencia del turno rotatorio actúa como un
efecto en el resto de variables predictoras importante estresor, con múltiples conse-
(Aiken y West, 1991). cuencias desde la desincronización de los
En relación a las variables sociodemográ- ritmos biológicos circadianos, la aparición
ficas y profesionales, en este estudio fue de trastornos del sueño y fatiga persistente
interesante conocer la influencia de la si- difícil de recuperar, así como el desarrollo
tuación laboral. Concretamente, las enfer- de trastornos gastrointestinales y cardiovas-
meras mostraron puntuaciones más altas culares. Además de una repercusión negati-
en el agotamiento emocional, la desperso- va sobre la esfera sociofamiliar del indivi-
nalización y la falta de realización, y más duo, lo que dificulta la obtención del apoyo
bajas en la dedicación y la absorción que social necesario y facilita la aparición de
las estudiantes de enfermería, en cuanto a trastornos de carácter afectivo (Folkard y
la variable de vigor, no se apreciaron di- Monk, 1985; Moreno et al., 2002; Peiró,
ferencias. Desde esta perspectiva, futuras 1992; Úbeda, 1991).
investigaciones podrían analizar las dife- Otro resultado que se desprende de la in-
rencias en ambos procesos a través de las vestigación y que confirma lo encontrado
diferentes situaciones profesionales, sobre por otros autores, es que el desgaste profe-
todo, en lo que respecta a los procesos de sional está más relacionado con los estre-
contagio emocional entre los profesiona- sores laborales como por ejemplo el estrés
les y los estudiantes (Bakker et al., 2005; de rol (Bakker et al., 2005), mientras que
Buunk y Schaufeli, 1993; Moreno et al., el engagement está más relacionado con las
2006). La variable años de experiencia re- variables personales como la competencia
sultó como predictora positiva significativa emocional (Hakanen, Bakker, y Schaufeli,
para el agotamiento emocional, lo que va 2006; Langelaan et al., 2006; Mauno, Kin-
en la línea de lo señalado por Turnipseed nunen y Ruokolainen, 2007; Schaufeli y
(1994) que argumenta la posible presencia Bakker, 2004; Xanthopoulou et al., 2007).
de un proceso acumulativo de desgaste en No obstante, en esta investigación se ha
función del tiempo que se permanece ex- demostrado que la competencia emocional
puesto a las fuentes potenciales de erosión, tiene un impacto positivo en la prevención
aunque también cabe la posibilidad de que del desgaste profesional y que fomenta el
los sujetos más veteranos sean precisamen- engagement. Los resultados llevados a
te los que se encuentren con los niveles cabo mediante regresión jerárquica mues-
más elevados de responsabilidad y no dis- tran el efecto principal de las variables de
pongan de un supervisor inmediato que les la competencia emocional en el desgaste
apoye (Moreno, González, Garrosa y Peña- profesional y el engagement, apoyando los
coba, 2002). beneficios de la competencia emocional
El turno de trabajo resultó como predictor estudiada en otros contextos (Bono y Vey,
del vigor, comprobándose que las enfer- 2007; Weiss y Cropanzano, 1996, Garro-
meras y las estudiantes de enfermería que sa, 2006; Giardini y Frese, 2006; Saarni,
tienen turnos rotatorios presentan menos 2000).

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dossier LA INFLUENCIA DEL ESTRÉS DE ROL Y LA COMPETENCIA EMOCIONAL EN EL DESGASTE PROFESIONAL Y EN EL ENGAGEMENT

Parece, por tanto, que la competencia emo- capacidad de discriminar las emociones, ex-
cional contribuye al mejor entendimiento presar los propios sentimientos y mantener
del desgaste profesional y del engagement. la empatía, lo que minimiza el sentimiento
Y aunque el desgaste profesional, es prin- de aislamiento y crea un ambiente propicio
cipalmente considerado como un proble- para compartir las emociones y las estrate-
ma relacionado con las características del gias para resolver los problemas laborales
trabajo y la tarea (Gil-Monte, 2005) no se (Kilfedder, Power y Wells, 2001). Desde
puede obviar la contribución de la propia este punto de vista, los profesionales que
competencia emocional de los profesiona- aprenden habilidades de competencia emo-
les, de cara a prevenir su aparición y fo- cional previenen el desgaste profesional y
mentar el engagement en las organizacio- desarrollan más engagement. Finalmente,
nes. La presente investigación sugiere que la presente investigación enfatiza la im-
potenciar y desarrollar las habilidades de portancia del análisis conjunto de las va-
competencia emocional, además de cam- riables organizacionales y personales que
biar las condiciones laborales negativas, influyen en los procesos laborales (Mas-
es un modo eficaz de prevenir el desgaste lach, 1982, Moreno et al., 2006; Garrosa
profesional y fomentar el engagement de et al., 2005; Gil-Monte, 2005; Schaufeli y
los trabajadores (Feldman Barrett y Gross, Bakker, 2004).
2000; Saarni, 1998; Salovey; Hsee y Ma-
Limitaciones del estudio y futuras
yer, 1993). Consecuentemente, las habi-
investigaciones
lidades emocionales son críticas y tienen
importantes aplicaciones en el trabajo (Bo- La primera limitación es que el estudio
yatzis, 1982) específicamente en la genera- tiene un diseño transversal, lo que impide
ción de un clima laboral positivo (Kelner las conclusiones en términos causales. Las
Rivers y O’Connel, 1994) lo que a su vez futuras investigaciones deberían examinar
se relaciona con la productividad y la ca- la relación de las variables sociodemográ-
lidad de vida de los trabajadores (Cherniss ficas y profesionales, las variables de es-
y Goleman, 2001; Garrosa, 2006; Saarni, trés de rol, y las variables de competencia
2000). La competencia emocional favore- emocional a nivel longitudinal para poder
ce la creación de una cultura de respeto y establecer relaciones causales. La segunda
empatía en relación a los compañeros, los limitación, proviene de que en el estudio
supervisores, los usuarios, etc., un mejor sólo se han utilizado medidas de auto-in-
forme, no se han incluido otras medidas
ajuste a las demandas laborales, un siste-
más objetivas, psicofisiológicas o indica-
ma de comunicación más efectivo y flexi-
dores conductuales. Y la tercera limitación,
ble, así como un manejo más adecuado de
tiene que ver con la muestra utilizada, ya
la organización y una aceptación también
que corresponde a un grupo homogéneo
de la expresión negativa de las emociones
donde el 89,6% de las participantes son
(Garrosa et al., 2005; Moreno et al. 2006;
mujeres enfermeras y estudiantes de enfer-
Saarni, 2000).
mería, por lo tanto, futuras investigaciones
La competencia emocional, puede proteger tendrían que comprobar si los resultados se
del desgaste profesional y fomentar el en- mantienen en otras muestras profesionales
gagement, a través entre otros factores de la con grupos más heterogéneos.

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Eva Garrosa Hernández, Bernardo Moreno Jiménez, Alfredo Rodríguez Muñoz y Ana Sanz Vergel dossier

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dossier
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Michael P. Leiter, Santiago Gascón y Begoña Martínez-Jarreta dossier
Modelo de doble proceso sobre el
“síndrome de quemarse por el trabajo”
(burnout): Su relevancia en profesionales
de enfermería de España y Canadá
Michael P. Leiter*1, Santiago Gascón** y Begoña Martínez-Jarreta***
*Centre for Organizational Research & Development
**Facultad de Medicina. Universidad de Zaragoza (España)
***Escuela Profesional de Medicina del Trabajo, Facultad de Medicina. Universidad de Zaragoza (España)

resumen/abstract:
El objetivo de este estudio es explorar un modelo de doble proceso sobre el síndrome de quemarse
por el trabajo (SQT) (burnout). La muestra estuvo formada por profesionales de enfermería españoles
(N = 834) y canadienses (N = 725), que rellenaron un cuestionario para evaluar el SQT y percepciones
de su vida laboral. Un proceso hipotetiza que la sobrecarga laboral agota a las profesionales de
enfermería debido al exceso de demandas y a que interfiere en su capacidad de recuperación. Según
el segundo modelo los conflictos entre los valores personales y organizacionales tienen efectos que
influyen en el desarrollo del SQT. Se realizaron análisis de regresión múltiple para analizar los dos
procesos del SQT. La sobrecarga predijo los niveles el agotamiento, y la congruencia entre valores
personales y organizacionales resultó un predictor significativo de las tres dimensiones del SQT
explicando mayores porcentajes de varianza a los explicados por la sobrecarga laboral. Se obtuvo
evidencia para ambos procesos en las dos muestras. En la discusión se presentan las implicaciones
para un modelo comprehensivo sobre el SQT.
Nurses from Spain (N = 834) and Canada (N = 725) completed surveys assessing burnout and their
perceptions of worklife. The study explored a two-process model of burnout. First, work overload
exhausts nurses by exerting excessive demands and interfering with their capacity to recover
energy. Second, enduring conflicts of personal and organizational values have a diverse relationship
with burnout. A series of multiple regression analyses examined the relative contributions of these
two processes. One process was evident in the contribution of workload to predicting exhaustion
that in turn predicted cynicism that predicted efficacy. In parallel, value congruence contributed
significantly to the regressions on each of the three aspects of burnout in addition to the workload-
exhaustion-cynicism-efficacy process. Further, multiple regression analyses demonstrated that other
areas of worklife—control, reward, community, and fairness—were strongly associated with value
congruence in a manner distinct from the relationship of values with manageable workload. The
two samples showed evidence of both processes, but that the workload/exhaustion process was
dominant for the Canadian sample while the values/burnout process was more relevant for the
Spanish sample. Implications for a comprehensive model of burnout are discussed.

palabras clave/keywords:
Síndrome de quemarse por el trabajo, burnout, sobrecarga laboral, valores, enfermería.
Burnout, work overload , values, nurses.

Introducción
.
  Las personas trabajan en organizaciones
1
Dirección de contacto: Acadia University, Wolfville, NS,
con estructuras estables, con políticas y
Canada B4P 2R6 con procedimientos que influyen tanto en la

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dossier Modelo de doble proceso sobre el “síndrome de quemarse por el trabajo”...

experiencia de su trabajo como sobre ellos conectar con el mundo exterior. La tercera
mismos. Esas personas contribuyen con su dimensión, eficacia, describe las autoevalu-
tiempo y esfuerzo para alcanzar los objeti- aciones de los empleados. A diferencia del
vos de sus puestos de trabajo. Mediante la proceso de construcción de la eficacia a
aplicación de su talento y de sus habilida- través de las experiencias de experto (Ban-
des, responden a las exigencias del trabajo. dura, 1982), la experiencia del agotamiento
Pero este proceso no lo es todo en la vida crónico y el cinismo erosiona las creencias
laboral, en especial para aquellos trabaja- de los trabajadores sobre su capacidad para
dores con un alto nivel de destrezas y cuyo ejercer influencia en su entorno laboral.
trabajo tiene un alto valor personal. En es- Estas tres experiencias independientes con-
tas situaciones, las prioridades de la organi- figuran el SQT al completo.
zación, así como las demandas de la tarea, Limitando la definición del SQT al agota-
se convierten en aspectos importantes para miento se fomenta una focalización exclu-
la experiencia laboral. Cuando las cosas siva en el impacto adverso de la sobrecarga
van bien en ambas dimensiones los traba- laboral sobre el agotamiento. Esta relación
jadores desarrollan un compromiso laboral, es central para la investigación sobre estrés
caracterizado por energía, participación y laboral y SQT. Los trabajadores tienen una
eficacia. Por el contrario, cuando no mar- capacidad limitada para desarrollar con
chan bien los trabajadores son vulnerables energía las demandas del trabajo. Ellos ex-
al “síndrome de quemarse por el trabajo “ perimentarán fatiga si encuentran excesivas
(en adelante, SQT). Para analizar estos pro- demandas y cuentan con un tiempo insufi-
cesos y su generalización a diferentes luga- ciente para recuperarse.
res este estudio explora un modelo de doble
proceso sobre el SQT con profesionales de Aunque esta dinámica es una parte impor-
enfermería de hospitales españoles y cana- tante del proceso del SQT, no es el único
dienses. proceso que se da, ya que no posee la com-
plejidad necesaria para desarrollar un pro-
Modelo de investigación grama de investigación a nivel mundial y
El Maslach Burnout Inventory (Maslach, de tres décadas, tal como ha sucedido con
Jackson y Leiter, 1996) refleja un modelo del el SQT.
SQT de tres factores en términos de energía, La segunda dinámica en el trabajo, más
participación y eficacia. A pesar de que algu- compleja, en relación al SQT es la con-
nos investigadores han utilizado el término gruencia de valores. El SQT es especial-
SQT para referirse a agotamiento (cf., Shi- mente relevante para aquellas ocupaciones
rom, 1989), el síndrome es más complejo que requieren dedicación. El foco de aten-
que la fatiga crónica. El segundo aspecto del ción inicial del SQT fue el de las profesio-
SQT, la dimensión de implicación, incluye nes del sector servicios (Freudenberger,
una incapacidad específica para cuidar de 1974; Maslach y Jackson, 1981). La im-
los receptores del servicio (despersonali- portancia no venía sólo porque la gente se
zación), o para implicarse en actividades sentía agotada por exceso de trabajo, sino
del trabajo (cinismo). Esta dimensión am- también porque habían perdido la impli-
plía el foco del bienestar físico o emocio- cación en su trabajo y, por tanto, ya no se
nal del individuo hasta su capacidad para preocupaban por atender a los usuarios del

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servicio. Además, perdieron su sentimiento Por otra parte, el segundo bloque de valores
de realización hasta el punto de no realizar incluye los valores corporativos de la orga-
contribuciones significativas en su trabajo. nización. Estos valores se expresan a través
Cuando se amplió el SQT más allá del sec- de la misión organizacional, su visión, y
tor servicios con el MBI-General Survey como los valores difundidos. Pueden pre-
(Leiter y Schaufeli, 1996), la estructura de sentarse como una guía de las decisiones
tres dimensiones continuó. A pesar de que basadas en la política de la organización.
el agotamiento continuó siendo un elemen- En otras situaciones, los valores corpora-
to más importante de esa estructura, el SQT tivos están pobremente articulados en una
abarcaba tanto el grado de implicación de tendencia general, sin incluir nada especí-
los trabajadores con su empleo como su fico para la organización. Los valores en
sentido de eficacia profesional derivada de acción que guían las decisiones importan-
sus contribuciones. tes para la organización pueden diferir con-
Desde esta perspectiva, la sobrecarga de siderablemente de los valores establecidos.
trabajo que lleva al agotamiento es tan sólo Una propuesta central de este estudio es
un proceso a considerar en el SQT. El equi- que los trabajadores comprueban la con-
librio entre las demandas y los recursos, gruencia entres sus valores personales y
como en el modelo de Demandas/Recursos los valores de la organización. Sus juicios
(JD/R) sobre el SQT (Bakker, Demerouti sobre la congruencia son un factor clave de
y Schaufeli, 2002) incluye información su relación psicológica con el trabajo. La
relevante, pero incompleta. Una perspecti- congruencia entre los valores personales y
va completa sobre el SQT en el contexto los valores organizacionales confirma a las
organizacional debe considerar también la personas su relevancia en la organización.
congruencia de valores (Leiter y Maslach, Además, les asegura que se encuentran en
2004; Maslach y Leiter, 1997) como resul- una posición que les permite realizar lo que
tado de dos grupos diferentes de valores. es realmente importante para su carrera
Por una parte, los valores individuales de profesional. Las organizaciones otorgan
los trabajadores, resultado de varios proce- sus recursos, estructura, y oportunidades
sos como la experiencia personal, la cultu- que pueden tener un impacto muy signifi-
ra, o la formación profesional, desarrollan cativo en la carrera profesional de los tra-
un conjunto de valores relacionados con el bajadores. Los valores individuales tienen
trabajo. Algunas personas pueden articular un impacto escaso en un mundo laboral
estos valores personales relacionados con post-industrializado. Las personas que tra-
el trabajo como un marco estructural que bajan en una organización con valores con-
otorga cierta importancia a las actividades, gruentes están motivados a perseguir obje-
de manera que se pueden generar conflic- tivos compartidos, y saben con certeza que
tos éticos, y sirven como mapas que guían tienen suficiente eficacia como para lograr
al individuo. Sin embargo, otras personas los objetivos.
tienen tan sólo una idea general de los valo- Sin embargo, una experiencia de conflictos
res. Estos puede que no sean conscientes de de valores puede dar lugar a una crisis en la
sus valores hasta que se encuentran con un carrera profesional de un individuo. Cuan-
suceso que frustra sus expectativas. do existe un conflicto, intentar alcanzar los

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dossier Modelo de doble proceso sobre el “síndrome de quemarse por el trabajo”...

valores personales es una fuente de riesgo tilidad de los recursos individuales mal-
en el trabajo. Los trabajadores pueden en- gastados resultan agotadores. En segundo
contrarse en conflicto con los superviso- lugar, el conflicto de valores disminuye la
res, o incluso con otro tipo de personal de implicación de los trabajadores en su traba-
la organización, por no atender las activi- jo. Los trabajadores perciben una situación
dades de la organización y priorizar otras que les desmotiva y les desanima para al-
actividades. Cuando se siguen los valores canzar lo que realmente valoran. En tercer
de la organización, los trabajadores pueden lugar, pierden su sentido de eficacia y de
considerar que han estado malgastando su realización conforme dedican su tiempo y
potencial y su tiempo en asuntos no irre- esfuerzo a las actividades que tienen poca
levantes. En situaciones extremas pueden importancia personal. De manera conjunta
llegar a sentir que cumplir con los valores el impacto de la congruencia entre valores
organizacionales supone comportarse de constituye el principal proceso en el desa-
una manera poco ética. rrollo del SQT. Si vamos más allá del im-
Las investigaciones (Laschinger y Fine- pacto agotador del exceso de las demandas
gan, 2005; Siegall y McDonald, 2004; Ver- laborales, el modelo ofrece una visión más
planken, 2004) han encontrado correlaciones profunda de los valores personales de los
intensas entre la incongruencia en los valo- trabajadores para entender su vida laboral.
res y el SQT en miembros de la universidad. Las hipótesis del estudio son las siguien-
También encontraron que el SQT era una tes:
variable mediadora de las relaciones entre
Hipótesis 1: la carga adecuada de trabajo
la incongruencia de valores y los resultados,
y la congruencia entre valores contribuirán
como por ejemplo la cantidad y la calidad
de forma diferente a predecir el agotamien-
de trabajo. La congruencia entre los valores
to. Más concretamente, ambos serán pre-
de los trabajadores y los de la organización
dictores significativos del agotamiento en
jugó un rol mas importante que la congruen-
una regresión múltiple.
cia de los valores entre compañeros de traba-
jo en la predicción de la satisfacción laboral Hipótesis 2: la carga adecuada de trabajo
(Ostroff, Shin y Kinicki, 2005). Un estudio y la congruencia entre valores contribuirán
sueco a gran escala halló que las relaciones de forma diferente a predecir el cinismo. El
entre la congruencia de los valores y el SQT modelo será congruente con el modelo de
resultaba evidente en un amplio rango de proceso de Leiter (1993) que proponía que
ocupaciones en todo el país (Lindblom, Lin- el agotamiento es una variable mediadora
ton, Fedeli y Bryngelsson, 2006). en la relación entre carga de trabajo y ci-
A la luz de estas consideraciones, se pre- nismo.
dice que la incongruencia entre los valores Hipótesis 3: el cinismo y la congruencia en-
tiene implicaciones para los tres aspectos tre valores contribuirán de forma diferente
del SQT. En primer lugar, la tensión para a la predicción de la eficacia. Esta contri-
superar los conflictos con la organización bución será congruente con el modelo de
o con las personas relevantes de la organi- proceso de Leiter (1993) que propone que
zación agota la energía de los empleados. el cinismo es una variable mediadora en la
Tanto la tensión del conflicto como la inu- relación entre agotamiento y eficacia.

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El estudio se centra en las relaciones de la la congruencia entre valores, sino que pre-
congruencia entre valores con el SQT. El dice que otras áreas de la vida laboral des-
análisis considera estas relaciones directa- criben una relación significativa entre estas
mente en el contexto de la sobrecarga labo- dos variables.
ral que es un fuerte predictor de agotamien-
to. Los estadísticos descriptivos de las dos Método
muestras del estudio consideran también
Participantes: muestra española
las otras cuatro áreas de la vida laboral que
son centrales en el Modelo de mediación Los participantes del estudio fueron 834
del SQT (Leiter y Maslach, 2004; Maslach profesionales de enfermería que trabaja-
y Leiter, 1997): control, recompensa, senti- ban en 3 hospitales públicos en el norte y
miento de comunidad, y justicia. Estas áreas el este de España. Los hospitales variaban
tienen relaciones consistentes e intensas con en el números de empleados: 4500, 2500 y
la congruencia entre valores. Leiter y Mas- 550. Se consideró a trabajadores de los di-
lach (2004) propusieron que la experiencia ferentes servicios de planta y de consultas
de los trabajadores sobre estas áreas de su externas.
vida laboral eran indicadores de su evalua- De la muestra total, 187 eran hombres
ción de la congruencia entre valores. Esto (21.4%) y 687 mujeres (78.6%). La mayo-
es, los contextos laborales en los que tenían ría (463, 53.0%) tenían plaza permanen-
experiencias positivas relativas al control, te y el resto estaba en situación temporal,
recompensa, sentimiento de comunidad, y con contratos de diferente duración. La
justicia eran, generalmente, consistentes mayoría estaban casados (694, 79.4%) y
con los valores de su trabajo. La carga de tenían niños u otras personas a su cargo
trabajo no influye directamente en la con- (542, 62.0%). Las áreas de especialidad
gruencia entre valores: sus análisis demos- incluían laboratorio (13, 1.5%), medicina
traron que las relaciones entre la carga de interna (101, 11.6%), cirugía (127, 14.5%),
trabajo con los niveles de energía de los urgencias (98, 11.2%), cardiología (88,
trabajadores influían paralelamente en los 10.1%), neurología, (30, 3.4%), oncología
valores. Estas consideraciones llevan la si- (33, 3.8%), oftalmología (16, 1.8%), oto-
guiente predicción: rrinolaringología (5, 0.8%), psiquiatría (49,
5.6%), y ginecología (71, 8.1%), el resto
Hipótesis 4: las cuatro áreas de la vida la- eran de otras especialidades. La antigüe-
boral (control, recompensa, sentimiento de dad en la profesión era variada: menos de
comunidad, y justicia) contribuirán a pre- 2 años (225, 25.7%), de 2 a 5 años (186,
decir la congruencia entre valores y la car- 21.3%), de 5 a 10 años (172, 19.7%), de
ga de trabajo manejable, pero no contribui- 10 a 15 años (149, 17.0%), de 15 a 20 años
rán a la presencia de otros predictores. Esta (94, 10.8%), y más de 20 años (48, 5.5%).
hipótesis asume una correlación no signifi-
cativa entre la carga de trabajo manejable y Participantes: muestra canadiense
la congruencia de valores. La mayor parte de la muestra (n = 725) fue-
En este contexto la hipótesis no está tan ron mujeres (687) (25 personas no identifica-
sólo prediciendo una relación no significa- ron su género). Entre los participantes había
tiva entre una carga de trabajo manejable y enfermeras diplomadas (Registered Nurses)

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dossier Modelo de doble proceso sobre el “síndrome de quemarse por el trabajo”...

(n = 589), enfermeras practicantes (Licen- Burnout Inventory-General Survey (MBI-


sed Practical Nurses) (n = 85), enfermeras GS) (Schaufeli, Leiter, Maslach y Jackson,
clínicas especializadas (Clinical Nurse Spe- 1996). El MBI-GS mide las tres dimensio-
cialists) (n = 5), tutores académicos (Clini- nes del SQT: agotamiento, cinismo, e ine-
cal Nurse Educators) (n = 5), enfermeras ficacia. Los items están formulados como
especialistas (Nurse Practitioners) (n = 3), sentimientos relacionados con el puesto de
“otros”(n = 15), y 23 participantes no espe- trabajo (v.g., “Me siento quemado por mi
cificaron su puesto de trabajo. Los partici- trabajo.”; “Creo que tengo confianza en mi
pantes trabajaban en Tertiary Hospitals (n eficacia para alcanzar los objetivos”), que
= 226), Regional Hospitals (n = 362), Com-
se evalúan con una escala de frecuencia de
munity Hospitals (n = 89), o en otros lugares
6 puntos (que va de 0 = “nunca” a 6 =“dia-
(24 participantes no especificaron su lugar
riamente”). El SQT se refleja en forma de
de trabajo). La mayoría de los participantes
trabajaban a tiempo completo (n = 437), 135 altas puntuaciones en agotamiento y cinis-
trabajaban a tiempo parcial, y 46 de forma mo, y bajas puntuaciones en eficacia, mien-
esporádica (107 no especificaron su tipo de tras que unas puntuaciones inversas están
contrato). La mayoría fueron personal de influyendo a un mayor compromiso con el
enfermería (n = 601), pero participaron tam- trabajo. Desarrollado en base al MBI origi-
bién 29 directivos, y 68 clasificados como nal (Maslach, Jackson y Leiter, 1996), que
“otros”(27 no indicaron su puesto). Los par- fue diseñado para profesiones del sector
ticipantes eran miembros del District Nurse servicios, el MBI-GS es un instrumento de
Advisory Council (n = 19) y miembros del 16 ítems que evalúa el SQT en personas de
Practice Council (n = 37), pero la mayoría cualquier ocupación.
no pertenecían a ninguno de los dos grupos
Áreas de la vida laboral. La escala Areas
(n = 669). De los participantes, 54 habían
of Worklife Scale (AWS) (Leiter y Maslach,
trabajado en la organización actual menos
2000, 2004) consiste en 29 ítems que ofre-
de un año, 240 entre 2 y10 años, 210 entre
11 y 20 años, y 199 durante más de 20 años cen puntuaciones para seis áreas de la vida
(22 participantes no especificaron su anti- laboral: carga de trabajo manejable (6), con-
güedad en la organización). La muestra re- trol (3), recompensa (4), sentimiento de co-
presenta un 29% de respuesta sobre los 2500 munidad (5), justicia (6), y valores (5). Los
cuestionarios distribuidos en el área atlánti- ítems están formulados como frases sobre
ca de Canadá. La mayor proporción de las la congruencia o la incongruencia percibida
enfermeras diplomadas, trabajadoras a tiem- entre uno mismo y su trabajo. Cada subes-
po completo resultaron representativas de la cala incluye ítems formulados en positivo
población en esta región (Canadian Institute para evaluar la congruencia: v.g., “Tengo
for Health Information, 2005a, 2005b). tiempo suficiente para hacer las cosas im-
portantes en mi trabajo” (carga laboral ma-
Instrumentos: ambas muestras nejable), e ítems formulados en negativo
Síndrome de quemarse por el trabajo. El para evaluar la incongruencia: v.g., “Tra-
SQT fue evaluado mediante el Maslach bajar aquí me fuerza a traicionar mis va-
lores” (valores). Los participantes indican

Nota de traducción. Para la traducción de las categorías
profesionales de enfermería se ha consultado: Rivera, R. su grado de acuerdo con dichos enunciados
(2005). Problemas en las traducción de terminología de en una escala Likert de 5 grados, que va de
enfermería. Intercambios, 9, 11.

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1 (Totalmente en desacuerdo), pasa por 3 cuestionarios en las dos semanas siguien-


(difícil decisión), hasta 5 (Totalmente de tes, dejándolos en una caja cerrada en el
acuerdo). La puntuación para los ítems ne- lugar de trabajo. La participación fue anó-
gativos es invertida. Para cada una de las 6 nima. Los investigadores llevaron a cabo
subescalas, la AWS define congruencia con sesiones posteriores en los hospitales para
altas puntuaciones (mayor de 3), que indi- contar los resultados obtenidos.
can un alto grado de ajuste para la relación
percibida entre el lugar del trabajo y las Procedimiento: muestra canadiense
preferencias del participante. Por el contra- La participación consistió en contestar los
rio, la incongruencia se define como bajas cuestionarios. Los investigadores distribu-
puntuaciones (menos de 3), que indican un yeron los cuestionarios a las supervisoras
desajuste o no adaptación del empleado a de enfermería en los hospitales seleccio-
su lugar de trabajo. Los ítems del AWS se nados de las cuatro provincias atlánticas
desarrollaron a raíz de unos estudios lleva- de Canadá. Las supervisoras de enfermería
dos a cabo por el Centre for Organizational fueron las encargadas de entregar los cues-
Research & Development (Leiter y Harvie, tionarios a las enfermeras que pertenecían a
1998; Maslach y Leiter, 1997) para valo- su unidad, durante las reuniones de trabajo,
rar los constructos que subyacen a nuestro dejándolos en buzones, o entregándolos a
análisis de las seis áreas. La escala ha pre- trabajadores de la unidad para que ayuda-
sentado una estructura factorial consistente ran a su distribución. En todos los casos se
en diferentes muestras (Leiter y Maslach, entregó el cuestionario junto con una carta
2004). informativa en la que se detallaba el proce-
Para la muestra española, el equipo de in- dimiento y el motivo del estudio, así como
vestigación tradujo los cuestionarios del un folleto informando sobre una versión
inglés al castellano. Se realizó una back- online de la encuesta. Como incentivo para
translation que fue evaluada consultando a participar, todas las enfermeras que com-
personas inglesas nativas. Este estudio es el pletaban el cuestionario participaban en un
primero en el que el instrumento traducido sorteo. La papeleta para el sorteo y el sobre
se aplica a gran escala. para introducirla, se entregó junto con el
cuestionario.
Procedimiento: muestra española
El equipo de investigación tuvo varias re- Similitudes y diferencias entre las
uniones con el personal de los hospitales muestras
que participaron en el estudio. En estas reu- El primer paso del análisis fue analizar las
niones se explicó el estudio, los objetivos, diferencias entre ambas muestras. Mediante
y el procedimiento para la aplicación del pruebas t-test se contrastaron las muestras
cuestionario, y se invitó a los asistentes a en las nueve variables del estudio, utilizan-
rellenar el cuestionario. Los investigadores do el criterio de p<.0056 como corrección
distribuyeron folletos y carteles describien- de Bonferoni para comparaciones múlti-
do el estudio para informar a los posibles ples. Como se indica en la Tabla 1, los dos
participantes que no podían asistir a las re- grupos difieren en todas las medidas, pero
uniones. Los participantes completaron los la diferencia varía entre las medidas.

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dossier Modelo de doble proceso sobre el “síndrome de quemarse por el trabajo”...

Tabla 1. Comparaciones entre la muestra española y la canadiense en las variables del estudio.

España Canadá 99.44% Confid


Variables M dt. M dt t sig. Inferior Superior
Agotamiento 2.40 .91 2.65 1.46 -4.18 .000 -.42 -.08
Cinismo 1.63 1.27 1.83 1.42 -2.93 .003 -.39 -.01
Eficacia 3.86 1.09 4.45 .98 -11.13 .000 -.74 -.44
Carga de trabajo adecuada 2.97 .75 2.75 .73 5.62 .000 .11 .32
Control 2.96 .77 3.08 .79 -3.09 .002 -.23 -.01
Recompensa 2.90 .83 3.10 .79 -4.71 .000 -.31 -.08
Sentimiento de comunidad 3.07 .74 3.46 .69 -10.85 .000 -.49 -.29
Justicia 2.50 .65 2.75 .65 -7.54 .000 -.34 -.16
Valores 2.95 .67 3.23 .61 -8.41 .000 -.36 -.18

Tabla 2. Comparación entre la muestra española y canadiense con los valores normativos.

Normas España Canadá


Variables M dt t sig. t sig.
Agotamiento 2.95 1.56 26.36 .001 9.21 .001
Cinismo 1.80 1.30 5.84 .001 -0.99 n.s.
Eficacia 4.41 1.02 21.29 .001 -1.55 n.s.
Carga de trabajo adecuada 2.75 0.72 9.36 .001 0.09 n.s.
Control 3.08 0.78 -4.45 .001 0.68 n.s.
Recompensa 3.10 0.94 -6.68 .001 1.02 n.s.
Sentimiento de comunidad 3.46 0.83 -8.07 .001 8.63 .001
Justicia 2.75 0.77 -8.93 .001 1.88 n.s.
Valores 3.23 0.66 -14.52 .001 -1.84 n.s.

Figura 1. Comparación entre enfermeras españolas y canadienses respecto a los criterios normativos.

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Michael P. Leiter, Santiago Gascón y Begoña Martínez-Jarreta dossier

Las enfermeras canadienses presentaron ciones para las muestras, son las diferencias
mayores puntuaciones de agotamiento y ci- divididas por la desviación típica de la muestra
nismo, indicando un nivel más elevado de utilizada para baremar las escalas. Las puntua-
experiencias negativas respecto a energía y ciones de referencia parar las subescalas del
compromiso. También mostraron puntua- MBI-GS son las puntuaciones normativas
ciones más altas en eficacia, indicando una para enfermeras del manual del MBI (Mas-
experiencia más positivas en el tercer com- lach, Jackson y Leiter, 1996). Los puntua-
ponente del SQT. Para las seis áreas de la ciones normativas para las subescalas de las
vida laboral, se obtuvo una alta puntuación “Areas de la Vidad Laboral” corresponden al
que indica una evaluación más positiva, manual, y están basadas en una muestra de
o mayor congruencia, en esa dimensión. 17.079 personas, obtenidas de 35 estudios, y
Como se indica en la Tabla 1 y se mues- de diversas ocupaciones en siete idiomas de
tra en la Figura 1, las enfermeras españolas todo el mundo (Leiter y Maslach, 2007). Las
presentaron evaluaciones más positivas de enfermeras canadienses obtuvieron mayores
la carga laboral que las canadienses, pero puntuaciones positivas que el grupo normativo
dieron evaluaciones más negativas a las en agotamiento y en sentimiento de comuni-
otras cinco áreas de la vida laboral. dad (ver Tabla 2). Las enfermeras españolas se
La línea media en el gráfico de la Figura 1 distanciaron significativamente de los valores
representa puntuaciones normativas de las es- normativos en todas las medidas. Puntuaron
calas. Las barras, que representan las puntua- positivamente más alto en agotamiento, cinis-

Tabla 3. Correlaciones y alfas para las dos muestras del estudio.

Variable 1 2 3 4 5 6 7 8 9

1. Agotamiento .91/.92 .51 -.18 -.47 -.21 -.33 -.19 -.25 -.23

2. Cinismo .59 .81/.76 -.41 -.35 -.24 -.41 -.32 -.31 -.32

3. Eficacia -.26 -.38 .78/.86 .16 .28 .26 .20 .15 .20

4. Carga de trabajo -.61 -.39 .24 .74/.80 .31 .28 .23 .25 .17

5. Control -.35 -.40 .39 .40 .62/.71 .46 .33 .37 .35

6. Recompensa -.45 -.53 .32 .35 .45 .78/.81 .34 .35 .28

7. Comunidad -.25 -.30 .20 .28 .28 .38 .77/.82 .31 .32

8. Justicia -.36 -.41 .27 .31 .51 .52 .39 .74/.76 .46

9. Valores -.29 -.39 .34 .27 .47 .39 .27 .53 .65/.74

Nota 1 . Los valores por encima de la diagonal corresponden a la muestra española (N = 834), y los inferiores a la muestra canadiense
(N = 667). Los valores de la diagonal corresponden a los alfas de Cronbach de la muestra española (valor a la izquierda) y de la mues-
tra canadiense (valor a la derecha en cursiva).
Nota 2. Todas las correlaciones son significativas para p < .01.

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dossier Modelo de doble proceso sobre el “síndrome de quemarse por el trabajo”...

mo y carga de trabajo manejable, y más bajo España; β = -.56, Canadá) y congruencia


en las otras medidas. de valores (β = -.15, España; β = -.12, Ca-
nadá). La Hipótesis 2 fue confirmada para
Resultados agotamiento (β = 46, España; β = 51, Ca-
La Tabla 3 muestra las correlaciones en- nadá) y congruencia de valores (β = -.22,
tre las variables para las dos muestras. Las España; β = -.21, Canadá). La Hipótesis 3
correlaciones siguen patrones similares en fue confirmada para cinismo (β = -.33, Es-
las dos muestras. Para ambas muestras, la paña; β = -.29, Canadá) y congruencia de
correlación más fuerte entre un aspecto de valores (β = 12, España; β = 20, Canadá).
la vida laboral y el SQT, se encuentra entre La Hipótesis 4 fue probada con análisis de
la carga de trabajo adecuada y agotamien- regresión múltiple para cada muestra. Los
to (muestra española, r = -.47; muestra ca- análisis incorporaron cuatro áreas de la vida
nadiense, r = -.61). En contraste, todas las laboral (control, recompensa, comunidad,
otras dimensiones de la vida laboral mues- justicia) en el paso 1, y después se probó si
tran una correlación mayor con cinismo o la carga de trabajo añadía un porcentaje de
eficacia. varianza significativo en el segundo paso.
Una serie de análisis de regresión múlti- Según lo indicado en la Tabla 5, los coefi-
ple se utilizaron para estudiar más pro- cientes de los cuatro predictores en el paso
fundamente esta cuestión. Las variables 1 resultaron significativos para la muestra
dependientes fueron las tres dimensiones española. Para la muestra canadiense, sola-
del MBI: agotamiento, cinismo, y efica- mente tres de los cuatro predictores fueron
cia. Para cinismo, agotamiento se introdu- significativos, pues comunidad mostró un
jo como predictor en el primer paso; para nivel de significación marginal (p = .059).
eficacia, cinismo fue introducido como un Para ambas muestras, la carga de trabajo
predictor en el primer paso, siguiendo el manejable no contribuía significativamente
modelo del proceso del SQT (Leiter, 1993; a predecir la congruencia de los valores en
Leiter y Maslach, 2004). En el segundo el contexto de otros predictores, pese a su
paso de estos análisis, los valores y la carga correlación significativa para la muestra es-
de trabajo fueron introducidos mediante el pañola (r = .17) y canadiense (r = .27). Los
método de regresión Stepwise: cualquiera resultados apoyaron totalmente la Hipóte-
o ambos predictores podrían incorporarse sis 4 en la muestra española y parcialmente
a la ecuación si su coeficiente era signifi- en la muestra canadiense.
cativo en un nivel de .05. Para agotamien-
to, los valores y la carga de trabajo fueron Discusión
incorporados de esta manera en el paso 1.
El estudio encontró diferencias importan-
Según lo indicado en la Tabla 4, la carga de
tes en el SQT y en los indicadores de las
trabajo resultó solamente un predictor sig-
evaluaciones de la vida laboral entre pro-
nificativo de agotamiento. En contraste, los
fesionales de enfermería canadienses y
valores se mostraron como predictores de
españolas. También apoyó el concepto de
las tres dimensiones del SQT.
SQT como un doble proceso. Un proceso
En resumen, la Hipótesis 1 fue confirmada se pone de manifiesto en la relación de la
para la carga de trabajo adecuada (β = -.44, carga de trabajo con el agotamiento. El otro

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Michael P. Leiter, Santiago Gascón y Begoña Martínez-Jarreta dossier

Table 4. Análisis de regresión múltiple de Carga de trabajo y Valores sobre el SQT.

España Canadá

Agotamiento Cinismo Eficacia Agotamiento Cinismo Eficacia

Agotamiento .46 .51

Cinismo -.33 -.29

Carga de trabajo -.44 -.56

Valores -.15 -.22 .12 -.12 -.21 .20

F(2,871) 138.64 188.80 90.08 268.51 257.00 54.66

Adj. R 2
.24 .30 .17 .39 .41 .18

Sig. .001 .001 .001 .001 .001 .001


Nota. Todos los coeficientes en la tabla resultaron significativos para p<.01. Los coeficientes no significativos para carga de trabajo
no se presentan.

Tabla 5. Regresión múltiple de Control, Recompensa, Membrecía, y Justicia sobre Valores.

España Canadá

t beta sig. t beta sig.

Control 13.89 .18 .001 6.19 .23 .001

Recompensa 2.18 .06 .001 2.73 .10 .006

Sentimiento de comunidad 5.56 .13 .001 9.41 .06 .059

Justicia 13.98 .35 .001 1.58 .36 .001

Carga de trabajo 0.15 .01 .523 1.26 .05 .209

F(4,1531) 138.64 F(3,717) 119.60

Adj R2 .31 .33

Sig. .001 .001

proceso surge de la relación de los valores del SQT, y para la realización de proyectos
con las tres dimensiones del MBI. La répli- transculturales.
ca de los resultados en dos muestras distin- El modelo de doble proceso sobre el SQT
tas formadas por enfermeras de hospitales se refleja en los distintos patrones de resul-
españoles y canadienses, muestra que tales tados para las variables del estudio. Un pro-
procesos son relevantes en ambos casos. La ceso queda delimitado por el vínculo entre
discusión de los resultados se realiza consi- la carga laboral y el agotamiento. Esta re-
derando su importancia en la investigación lación apoya la investigación sobre el SQT

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dossier Modelo de doble proceso sobre el “síndrome de quemarse por el trabajo”...

(Halbesleben y Buckley, 2004; Maslach, otras áreas de la vida laboral, especialmen-


Schaufeli y Leiter, 2001). A través de sus te en congruencia de valores, y obtuvieron
relaciones con las otras dos dimensiones resultados más negativos de eficacia profe-
del SQT, el agotamiento media la relación sional. No obstante, estos resultados no se
con la carga laboral. Los análisis de regre- pueden generalizar para caracterizar a los
sión confirmaron esta relación en ambas sistemas de salud pública de los respectivos
muestras. países, sólo indican que los dos grupos de
El segundo proceso queda definido por el hospitales pueden ser diferentes en el pro-
impacto que tiene la congruencia de los va- ceso de desarrollo del SQT.
lores sobre el SQT. Las distintas relaciones El patrón de respuestas en las áreas de la
de los valores con las tres dimensiones del vida difiere fuertemente en las dos mues-
SQT reflejan su importancia. Esta dinámica tras. La muestra canadiense tiene solamen-
define el SQT como algo más que un sín- te una queja sobre su vida laboral: hay de-
drome de agotamiento. Por una parte, la masiadas demandas laborales. Esta única
cualidad del SQT se entiende de forma ade- queja no es suficiente para ocasionar un de-
cuada en su relación con la carga laboral. sarrollo importante del SQT, pues aunque
Pero la congruencia de los valores permi- están considerablemente más agotadas que
te ver a los empleados como participantes las enfermeras de la muestra española, si-
activos en su vida laboral. No son simples guen estando menos agotadas que el grupo
funcionarios que realizan tareas hasta que normativo. En las otras áreas de la vida la-
están tan cansados que no pueden conti- boral, se encuentran en el nivel normativo
nuar. Los trabajadores entran en su vida o más positivo. En general, experimentan
laboral con un sistema de valores y pers- un nivel de congruencia razonable de sus
pectivas que utilizan para dar sentido a las valores personales con los de su hospital.
experiencias, estructuras y procedimientos En contraste, las enfermeras españolas tie-
que se encuentran. Pero, cuando concluyen nen una amplia gama de preocupaciones
que los valores personales y organizaciona- por su vida laboral. Estas dudas se plas-
les están en conflicto, son vulnerables a la man en puntuaciones negativas en los va-
fatiga y también a perder su capacidad de lores: perciben conflicto entre sus valores
trabajar de una manera dedicada y satisfac- personales y los de la institución para la
toria. que trabajan. El cuestionario no identificó
Las dos muestras se diferenciaron con res- resultados específicos para este conflicto.
pecto a la importancia de estos dos procesos Esta evaluación de los valores laborales su-
a su experiencia de vida laboral. El perfil de giere que un proceso de clarificación de los
resultados para las enfermeras canadienses valores dentro de estos hospitales puede ser
indicó la importancia del proceso de carga beneficioso.
laboral. Ellas tuvieron menores puntuacio- El estudio tiene algunas limitaciones deri-
nes en carga laboral, y presentaron pun- vadas de su carácter no longitudinal, y que
tuaciones más negativas en agotamiento y los datos se recogieron mediante cuestiona-
cinismo que las enfermeras españolas. En rio. Ninguna de las muestras ni los hospi-
contraste, las enfermeras españolas propor- tales se seleccionaron de manera aleatoria.
cionaron evaluaciones más negativas de las Aunque se utilizaron las mismas medidas,

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Michael P. Leiter, Santiago Gascón y Begoña Martínez-Jarreta dossier

los estudios se realizaron sin tener en cuen- Una segunda cuestión tiene que ver con
ta uno al otro. Por este motivo, la investi- el proceso por el cual los empleados de-
gación no se puede tomar como una con- terminan los valores organizacionales. Un
clusión definitiva en la comparación entre elemento de este proceso será la familiari-
enfermeras canadienses y españolas. Las dad de los empleados con las declaraciones
diferencias entre las muestras pueden refle- oficiales de la misión organizacional, de la
jar diferencias en los objetivos del hospital, visión, y de los valores corporativos. Un
financiación, o aspectos locales más que la proceso paralelo incluye su evaluación de
cultura nacional. Sin embargo, un aspecto los valores implícitos en las decisiones y
relevante del estudio es que tanto la mues- en las prioridades evidentes en el día a día
tra canadiense como la española incorpora de la organización. El análisis presentado
enfermeras de múltiples hospitales del sec- sobre las relaciones entre las áreas de la
tor público. Aunque no constituyen mues- vida laboral y la congruencia de los valores
tras representativas nacionales, proporcio-
demuestra de una manera general la impor-
nan una perspectiva regional.
tancia de la experiencia profesional en los
Las cuestiones de investigación elaboradas juicios de los empleados sobre los valores.
en este estudio podrían completarse con Un estudio más detallado sobre los proce-
proyectos de investigación longitudinales sos cognitivos y emocionales subyacentes a
que analicen la evolución de la carga labo- tales juicios podría proporcionar una pers-
ral y de los valores durante un periodo de pectiva más profunda sobre cómo la expe-
tiempo. También, el estudio podría mejo- riencia de la vida laboral pueden influir en
rarse integrando las respuestas al cuestio-
la experiencia del SQT o del engagement.
nario con otras fuentes de datos, como el
informe de las enfermeras sobre la expe- Un plan de investigación más ambicioso
riencia de su vida laboral. A través de una debe considerar la realización de inter-
red más extensa de investigación que con- venciones sobre la congruencia entre los
siderara ambos países, los investigadores valores, determinando su impacto en un
podrían desarrollar la capacidad de dirigir determinando momento. Las intervencio-
una investigación definitiva abarcando re- nes podrían dirigirse hacia la comunicación
sultados transculturales. corporativa así como en la sensibilidad or-
La investigación sobre el papel de la con- ganizacional hacia los valores de los em-
gruencia de valores en el desarrollo del pleados. Con respecto a la comunicación
compromiso con el trabajo y la prevención corporativa, los estudios podrían conside-
del SQT es potencialmente la principal con- rar las maneras a través de las cuales las
tribución del estudio a este campo. Un ele- organizaciones transmiten sus valores y
mento a considerar en la investigación son sus procedimientos para asegurarse que
los factores que forman los valores de la estos valores influyen sobre decisiones im-
carrera de los empleados. Esta exploración portantes. Los empleados tienen una alta
puede considerar el desarrollo de la carre- probabilidad de percibir incongruencia en
ras a largo plazo desde una aproximación los valores cuando perciben que la organi-
narrativa. También podría estudiarse el de- zación actúa de forma contradictoria a sus
sarrollo de los valores profesionales como valores transmitidos. Esta incongruencia
resultado de la educación avanzada. puede ocurrir debido a una pobre comuni-

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dossier Modelo de doble proceso sobre el “síndrome de quemarse por el trabajo”...

cación (los empleados fallan al entender las tiene el potencial de hacer una contribución
estrategias subyacentes a tales eventos), o significativa a mejorar la calidad de lugares
debido a pobres controles de dirección (di- de trabajo tratando el agotamiento, cinis-
rectivos que toman decisiones importantes mo, y la ineficacia asociada a los conflictos
sin considerar los valores organizaciona- de los valores. También tiene el potencial
les). El primer problema podría solucio- para mejorar el engagement hacia el traba-
narse con intervenciones que se centren en jo mediante una mayor congruencia de los
mejorar las comunicaciones desde la direc- valores.
ción, mientras que el segundo problema se
podría solucionar al mejorar las comunica-

Bibliografía
ciones entre los directivos y supervisores.
La opción de la intervención dependería de
una evaluación organizacional. Las investi-
Bakker, A. B., Demerouti, E., & Schaufeli, W. B (2002)Vali-
gaciones deben evaluar el impacto de tales dation of the Maslach Burnout Inventory-General Survey:
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En resumen, el estudio encontró apoyo para
Leiter, M. P. (1993) Burnout as a developmental process:
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rrollo del SQT. La investigación también T. Marek (Eds.), Professional burnout: recent developments
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muestra española y la muestra canadiense
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parecían encontrar mayores desafíos con construct. Anxiety, Stress, & Coping, 11, 1-25.
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entender y a tratar el SQT. La investigación (pp. 91-134) Oxford, UK: JAI Press/Elsevier.

108 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 95-109


Michael P. Leiter, Santiago Gascón y Begoña Martínez-Jarreta dossier

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Fecha recepción: 19/11/2007


Fecha de aceptación: 21/12/2007

• nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 95-109 109


crítica de llibres
dossier PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN TRABAJADORES DE SERVICIOS EN CHILE

En las sociedades contemporáneas las


El síndrome de quemarse
transformaciones sociales, económicas y
tecnológicas han generado un nuevo con- por el trabajo (burnout)
texto para las organizaciones laborales, el Grupos profesionales de riesgo
cual esta relacionado con el surgimiento de
importantes fuentes de estrés en el mundo
del trabajo, y con la aparición de nuevas
patologías laborales y factores de riesgo
para la salud y el bienestar psicológico
de los trabajadores, como es el “Síndro-
me de Quemarse por el Trabajo (SQT)” o
“burnout” en denominación anglosajona
(Maslach y Jackson, 1986), que se sitúa en
la actualidad como uno de los principales
trastornos que afectan a las organizaciones
laborales en todo el mundo, con enormes
costes económicos evaluados en millones
de dólares por conceptos de absentismo,
pérdida de productividad y salud mental.
En América Latina fenómenos como el es-
trés laboral y el SQT no han sido profun- Coordinadores: Gil-Monte, P. R. y Moreno-Jiménez, B.
damente investigados, desconociéndose en Edita: Pirámide, Madrid, 2007.
la gran mayoría de sus países, la verdadera
magnitud y real dimensión de estas pro- de la problemática, se dan a conocer impor-
blemáticas, lo cual, ha generado una apre- tantes formas de intervención, y se expone
miante necesidad por comenzar estudios una completa muestra de investigaciones
sistemáticos sobre los factores psicosocia- aplicadas y casos de estudios del fenómeno.
les que influyen en el trabajo, para evaluar Es un espacio abierto de intercambio y difu-
y conocer la prevalencia del SQT y las pa- sión académica y científica entre investiga-
tologías asociadas en grupos de alto riesgo, dores Iberoamericanos que, en sus estudios,
en vías de lograr mejores condiciones de han considerado nuestras propias realidades
calidad de vida laboral y productividad. socioculturales, aspecto que ha enriquecido
La obra El síndrome de quemarse por el esta obra, e incentiva a la mayor producción
trabajo (burnout). Grupos profesionales de científica de estas temáticas. Asimismo, en
riesgo, es una compilación de estudios co- esta obra se exponen importantes adapta-
ordinada por los profesores Pedro R. Gil- ciones de instrumentos del SQT, contras-
Monte y Bernardo Moreno-Jiménez, que tados de forma empírica en distintos países
ofrece al lector, una completa visión históri- de Iberoamérica, aspecto de gran valor para
ca, científica y académica del SQT, centrada el actual estado de la investigación en gran
en países de habla hispana. Este trabajo es parte de estos países.
un valioso espacio de consulta y reflexión, y En la primera parte de esta obra existen
pretende ser un importante material de apo- cinco capítulos que se introducen en la ca-
yo para la docencia y la investigación, ya que racterización, evaluación, prevención y tra-
en ella, se articula una comprensión general tamiento del SQT.

110
110 nºnº91-92
91-92••setembre
setembre07-abril
07-abril0808••pàgines
pàgines110-111
43-52
crítica de llibres
Víctor E. Olivares Faúndez y Pedro R. Gil-Monte dossier
El capítulo 1 ofrece al lector una visión La segunda parte de esta obra está dividida
histórica sobre el desarrollo de la investiga- en once capítulos, y versa sobre diversos
ción y el conocimiento del SQT acumulado estudios empíricos en diferentes colectivos
hasta nuestros días. En este capítulo, el pro- de riesgo en América Latina, España y Por-
fesor Gil-Monte, reflexiona y recomienda tugal, estudios que le proporcionan al lector
la utilización de la denominación “Síndro- diversos resultados sobre la prevalencia e
me de Quemarse por el Trabajo (SQT)”, incidencia del SQT en colectivos ocupacio-
en lengua castellana, en vez del término nales de alto riesgo, en países donde estas
“burnout”, y describe la evolución de este temáticas están emergiendo con bastante
síndrome desde su aparición en la literatura fuerza.
científica, a través de distintos hitos temáti- La tercera y última parte de este libro, de-
cos, lo que orienta al lector y le facilita una sarrolla nueve casos de estudio del SQT,
completa comprensión histórica de este fe- donde el lector tiene la gran posibilidad de
nómeno. Al final del capítulo se presenta conocer y apreciar de manera didáctica, el
un anexo, donde se encuentra el “Cuestio- progresivo deterioro de las personas afecta-
nario para la Evaluación del Síndrome de das por esta patología, aspecto que ayuda a
Quemarse por el Trabajo (CESQT-PD)”, una mejor comprensión, reflexión y discu-
instrumento alternativo en la medición de sión del fenómeno. Esta sección del libro
este fenómeno. es una fuente valiosa de materiales para
En el capítulo 2, el profesor Moreno-Ji- el desarrollo de seminarios y cursos sobre
ménez, reflexiona sobre la evaluación, esta temática.
medidas y diagnóstico de este síndrome, De esta manera culmina esta excelente
desarrollando una revisión sobre sus pri- obra, que con su atrayente composición y
meras estimaciones y un análisis riguroso didáctico desarrollo, invita al lector intere-
del “Maslach Burnout Inventory (MBI)”. sado, a imbuirse y poseer un mayor cono-
Posteriormente se profundiza alternativa- cimiento sobre este importante fenómeno,
mente en otras formas e instrumentos de entregándole a su vez, instrumentos alter-
evaluación de este fenómeno, entregando nativos de evaluación para América Latina,
al lector, un panorama general de la situa- España y Portugal.
ción actual existente. La parte final de este
Referencia.
capítulo, se centra sobre el diagnóstico y
epidemiología del burnout, realizando una Maslach, C. y Jackson, S. E. (1986). Mas-
revisión de numerosos autores que lo han lach Burnout Inventory Manual (2.ª ed.).
conceptualizado de forma diferente y bajo Palo Alto, California: Consulting Psycho-
criterios clínicos divergentes. Al final del logists Press.
capítulo se presenta un anexo, donde se en-
cuentra el “Cuestionario Breve de Burnout Por Víctor E. Olivares Faúndez
(CBB)”, como instrumento alternativo de Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta
medición del SQT. Organizacional (UNIPSICO)
Universidad de Valencia
En los capítulos 3, 4 y 5, se profundiza so-
bre distintas formas de prevención y trata- 
Dirección de contacto: Unidad de Investigación Psico-
miento del SQT, entregándole de esta for- social de la Conducta Organizacional (UNIPSICO)
ma al lector una completa perspectiva de Facultad de Psicología (Dpto. Social)
Av. Blasco Ibáñez, 21. 46010 Valencia.
estas temáticas. email: Victor.Olivares@uv.es

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normes de publicació
dossier EL SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO (BURNOUT) COMO FENÓMENO TRANSCULTURAL
Informació Psicològica aceptará para su publicación trabajos de orientación científico-profesional en
los diversos ámbitos de aplicación de la Psicología.

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Las referencias bibliográficas y las citas de libros y artículos seguirán las normas internacionales de
la APA. Ejemplos:
Bayes, R. (2001) Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martínez Roca.
Calvete, E. y Villa, A. (2000) Burnout y síntomas psicológicos. Modelo de medida y relaciones es-
tructurales. Ansiedad y Estrés, 6 (1), 117-130.
Burns, L.H. (1999) Sexual Counseling and Infertility. En L. H. Burns (Ed) Infertility counseling: A
comprensive handbook for clinicians. New York: Parthenon Publishing Group.
Por su parte, en la sección Praxis tienen cabida un rango heterogéneo de trabajos como son: casos
clínicos específicos, exposición de técnicas terapéuticas, descripción de métodos de trabajo, revisión
de prácticas clínicas e incluso otros contenidos que tengan como finalidad comunicar un saber prác-
tico o aplicado.

proceso de aceptación de los originales


La Revista sigue un proceso de evaluación acreditado y regular con cada trabajo que llega a la re-
dacción –evaluación por pares (externos y anónimos)-. Los evaluadores son miembros del Comité
Editorial, expertos en el tema tratado e independientes, que emiten su revisión sobre el estado del
trabajo mediante un protocolo de actuación. Finalmente, la Dirección de la Revista juzga sobre la
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es comunicado al autor/es por escrito.
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112
112 nº 91-92 • setembre 07-abril 08 • pàgines 4-11

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