Robine Contacto y Relacion Pag. 23-36 PDF

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contacto en PolCo Enarig Reflexiones “ sobre - ‘Terapia Ete libro es traducekin de Plicee Delis du Self (© Jean-Marie Robine, 1997 © Iti Frangas de Gestalt thérapie, Bordeau © itor Cuatro Viento, Santiago de Chile, 1999 Camaactay Relaciin en Pricitorapi, Reflesione Sole Terapia Gertalt Derechos reservados para todos los pafcs ce habla spans, ‘Registro de Propiedad Inteleetual N11 805 1S.BN. 956-242-061-2 “Traducsién: ilar Plots y Carmen Visquez Verificacion: Paulina Correa Imagen de partada: Danearines Capoeira, de Frencisco Orc {leo sore tela, 81 100 cm). Gentileza de Galera de Arte Czzchowska_ Diseao de portads: Josefina Olivos y Frnciseo Huneeus ‘Diagramacion: Héctor Peta ‘Ninguna parce de ata publicacién, ineluido el diseto de la eubiera, puede ser reproduc, almacsnda o transmitida en manera alguna ni por ningin medio, ysca eléctrien, quimico, mecinieo, dptico, de grabacibn ode fotoeopia, sin permiso previo del editor. www.cuatrovientos.net Una Estética de la Psicoterapia La creacién de si mismo, la creacién artistica de un sf mismo, es, sin duda, la creaci6n primera de un sujeto, y las creaciones ulteriores no s6lo tenderdn a referirse a este prototipo, sino que también buscaran repetirlo dandole variadas formas, analogias o metiforas de esta creacién primal. Como psicoterapeuta, lo que me im- porta es restaurar en el sujeto su capacidad creadora, es decir, crear su vida como crearia una obra, antes que cree un sintoma o suftimiento. ‘Volvamos a las fuentes de la Terapia Gestalt. Paul Goodmaan, encargado por F. Perls de dar forma a un manuscrito sucinto que ampliaria los caminos abiertos en Yo, Hambre y Agresin, ha dejado fuertemente sus huellas en las ideas de Perls apoyéndose en su propio ‘enocimiento de la obra de Freud, pero también en la de Otto Rank. Asi, para claborar lo que llegar a ser mas tarde “la teoria del self” gestaltista, en particular en su fancién de “ajuste creador”, Goodman se bas6 en Art and Artist de Rank, que atin hoy es una obra de refe- rencia en cl cnfoque psicoanalitico de la creacién. Segiin Otto Rank, cl neurético es un creador que ha feacasado. La creacién atinada viene a completar una “situacién inacabada”, mientras que, para acabar una si- 23 24 RAN MARIE ROBIE tuaci6n, la neurosis crea el sintoma. El pleno despliegue del self, tal como lo conciben los terapeutas gestaltistas, €s una dindmica del ajuste creador. Hablar de ajuste creador es decir que no podemos limitarnos al ajuste, a una adaptacién, a una sumisién a las obligaciones del entorno. El calificativo de “creador”, calificativo y pola- ridad, abre a la transformacién del entorno, a la posibi- lidad de eleccién, de innovacién. La creacién queda asi arraigada, contextualizada por el entorno. Demasiado ajuste, demasiada adaptaci6n, es neurosis; demasiada creacién es psicosis. Estamos, pues, inscritos aqui en una problematica de la formacién: formacién del sintoma y formacién de la obra. Qué es lo que hace que “ello” tome forma més bien en un sintoma o més bien en una creacién. Qué de la relaci6n terapéutica va a permitir el paso de esta for- macién, de esta creacién de fracaso que es el sintoma, a tuna formacién, a una creacién lograda. Sin duda, aqui también se trata de formacién, pero esta vez. de la for- macién del psicoterapeuta. Si en la neurosis, o en la psi cosis, el sujeto se manipula a si mismo, pero también manipula su entorno de manera que este tiltimo sea conforme con su juego y lo confirme (lo que hacia decir a Rank que el neurético no es més que la copia del ar- tista), en la psicoterapia, el psicoterapeuta es el entorno “privilegiado” del paciente. Por ende, el psicoterapeuta €s constantemente remitido a su capacidad de autono- mia y a su propia necesidad de ser percibido, ¢ incluso reconocido, tener forma, ser creado por el otro. En el ideal, el psicoterapeuta seria el primero que no necesita que el otro lo cree, y mucho menos que lo destruya. Contrariamente a su paciente, el terapeuta seria una Gestalt clara, fuerte y flexible a la vez, que no estarfa en busca, al menos en esta experiencia, de su realizacion. LUNAESIETICA DE LAPSICOTERAM 5 (Aqui esla funcién-personalidad del self del terapeuta la que esta scriamente confrontada). Porque el acto terapéutico es, fundamentalmente, un acto plastico. Fundado en la elucidacién de lo que impide la creacién de la “buena forma”, es decir, de la configuracién Sptima del campo organismo/entorno, el acto terapéutico abre a la realizacion de una Gestalt fuerte, de una figura clara y sana, que ha sacado su ener- gia yfundado su cardcter excitante cn los recursos de un fondo construido con la experiencia del sujeto articu- Jada con las caracteristicas del entorno. Enotras palabras, esta figura fuerte, esta creacién, ha sacado su energia y fundado su excitacién en el marco del “awareness” del momento. Entonces, la obra, el acto plistico del terapeuta, con siste esencialmente en hacer surgir otros materiales det fondo para que nazcan y se construyan la figura fuerte y el sentido, El instrumento del practicante es el aware- ness. Pero cuando hablamos de awareness y sentido, es importante no confundirlo con lo que podria llamarse los “awareness parciales”, tomas de conciencia fragmen tarias (“ahora estoy consciente de una tensién en mi nuca, ahora estoy consciente de mi respiracién répida y poco profunda...”) del awareness verdadero y terapéuti- co que estructura la experiencia, es decir, que estructura lo que esté ahi en una Gestalt completa y clara. Es con una sensibilidad muy viva al “fondo”, con una capaci- dad para percibir alli los materiales en espera, las nece- sidades, deseos y apetitos, y para hacerlos surgir y orga- nizarse en una “figura”, que va a ejercitarse la cualidad “cstética” del psicoterapeuta, en el encuentro del proce- so de organizacién de la experiencia del paciente, 0 sea, su propia biisqueda de “formacién” de una Ges- talt. 26 TRAN MARIE ROBINE No quiero retomar aqui ni las diferentes funciones del self ni lo que se llama el ciclo de contacto, el ciclo de la experiencia, o también el proceso de construccién y destruccién de una Gestalt, a saber, la figura de contac~ to. Quiero citar a Goodman en estas Iineas que descri- ben lo que él llama “la actualizacién del self”, y que no- sotros también podriamos llamar “organizacién plistica del contacto organismo/entorno”. Esta descripcién resume el acto plistico con que el psicoterapeuta es lle- yado a asociarse en el espacio de la relaci6n terapéu- tica. He aqui las condiciones de actualizacién del self: - El self selecciona la realidad para encontrar su propia realidad, es decir, se identifica con lo que activa © mo- viliza el fondo y aliena el resto. - Se dirige a la realidad del entorno y la transforma, de modo que ninguna preocupaci6n pertinente se quede sin cambiar en el entorno. ~ Acepta y completa las situaciones inacabadas dominan- tes del organismo de modo que ya no queda ningdin apetito en la toma de conciencia del cuerpo. - Durante el proceso, no es s6lo el autor activo de la so- lucién ni de su producto pasivo, sino que progresiva- mente ha adoptado una “voz media para crecer hacia tuna solucién”. (Recordemos que la “voz media” de la que habla Good- man, refiriéndose a la gramética del griego clésico, repre- senta un modo distinto del de la voz activa “yo miro” y del de la voz pasiva “yo soy mirado”; el modo “medio” corresponde a una accién que el sujeto hace para él, actor y beneficiario. Por ejemplo, “pasearse” serfa, en griego, tun verbo de voz media). LUNAESIETICA DE LAPSICOTERAM a7 Esen la fase llamada “contacto final” que el self esta plena ¢ inmediatamente comprometido en la figura que ha descubierto ¢ inventado. Pero este descubrimiento, esta novedad de la que se trata cada vez que se evoca el self, ges compatible con lo que es el organismo en ese momento preciso? Si no lo es, se puede instalar un nue- yo introyecto; si lo es, podemos hablar de ajuste crea dor. Se trata pues del momento. ‘Acto plistico, el acto del terapcuta, por cierto, pero tambign acto “musical”, porque el acto terapéutico tam- bign vaa desplegarse en una estética del momento. Estemomento fecundo, esta ocasién, el “kairbs”, es este momento justo y pertinente del presente al que se afiade el psicoterapeuta, “Hay numerosas maneras de caer al lado”, decia Aristételes, “y sélo una manera de dar en el clavo”. Este momento justo, este kairés, es, por citar a Jankelévitch: “el punto en el que coinciden Jos momentos privilegiados de dos cronologias distintas; por lo tanto, Ia ocasién es una simultancidad”. Esto es la manifestacién del compés, en el sentido musical del término, del ritmo, de la respiracién, de la poética de lo verbaly lo no-verbal, de la frase musical de Ti, mano de- recha, y de Yo, mano izquierda, frente a un mismo te- clado, Es un ajuste del tiempo por causalidad reciproca, la causa se convierte en efecto y el efecto en causa, un vaivénentre la creacién y la contraexpresién, un Yo-Té donde el plural de las duraciones durante un instante ir terfiere y confluye. Este instante cfimero como la musica est’ siempre por recrear, como también el proceso de ajuste creador esta por rehacer sin cesar, ya que el rio nunca es el mis- mo en el mismo sitio. Combinatoria de una plistica de la existencia y de una pertinencia musical del instante, el acto terapéutico es 28 TEAN MARE ROBINE una danza, la danza fantastica de personajes que saldrian de un telén para animarse en el proscenio y construir ahi alguna figura antes de disolverse reintegrando el fon- do y alimentindolo. El acto terapéutico est en esta para- doja: acto creador porque condenado a la destruccién, origina la asimilaci6n y el cambio. La Gestalt destruida, asimilada, se hard contexto, segundo plano, no sin ha- ber obrado para una nueva disposicién en el fondo, te I6n del que, y por cl que, una nueva figura podrd surgir posteriormente. “La asimilacién de la novedad que se produce en el momento presente”, escribe Goodman, “va a servir para el descubrimiento de la soluci6n futu- 1a”, Diciendo esto, Goodman coincide con Rank cuan- do éste demuestra que, si el artista crea su arte, al mis- mo tiempo se sirve del arte para crear. Para la Terapia Gestalt, el modelo de funcionamien- to sano es la “buena” formacién de una Gestalt fuerte en cl instante justo. En esta perspectiva, la capacidad del terapeuta va a interferir verdaderamente con el proceso del paciente. Para el terapeuta, también, se trata al mis- mo tiempo de crear su arte y servirse del arte para crear. Lo que aqutf se plantea asf es lo que podriamos llamar el problema de la contextualizacién de nuestras compe- tencias y técnicas: para que nuestra técnica se convierta en arte, es necesario inscribirlas en una perspectiva artis- tica. Un fundamento estético para nuestras intervencio- nes exige que nuestra tecnicidad sea articulada con 6r- denes superiores, un registro estético de nuestros propios procesos, por no decir “prejuicios”. La psicoterapia no puede ser sin premisas ni prejui- cios, porque se diga bajo una forma u otra, parte del principio de que algo puede o debe ser de otro modo del que es. En cuanto a la psicologia, puede ser descrip- tiva y explicativa. A la psicoterapia le concierne el cam- LUNAESIETICA DE LAPSICOTERAM 29 bio; por ende, el campo de la relacién terapéutica va a ser elcampo de despliegue de una estética del cambio. Por lo tanto, nuestras acciones, nuestras intervencio- nes terapéuticas, nuestras “creaciones” van a ser induda- blemente especificas, originales. Cada uno de nosotros crea “su” arte en el campo de la Terapia Gestalt. Pero lo que sin duda es comiin es la referencia a un mismo con- texto: el arte del que se sirve el artista para crear su arte, Es en su cualidad de contexto comin que quiero sena- lar esta posible estética del cambio, no en sus emergen- cias figurales singulares. Primero estuvo el “Conécete a ti mismo” socritico, una estética de la coneiencia que abrié el camino mucho més al ajuste que a la creacién, pero que sigue siendo el fundamento de cualquier cura. Después esta el “Llega a ser quien eres” apreciado por Nietzsche y muchos otros, por ejemplo los terapeutas gestaltistas, como lo ha de- mostrado Beisser en su “Teorfa paraddjica del cambio” Este “Llega a ser quien eres” se apoya, claro esta, sobre un “Conécete a ti mismo” previo, pero puede tener los limites del egotismo, de un egotismo anémico’ , asocial, amoral. La funcién del self no se limita a aceptar las po- sibilidades en presencia, las identifica y las aliena, o sea, dice “si” 0 “no” para poder constituir una nueva figura Esta conciencia critica y ecolégica, que implica por lo tanto las etapas anteriores del “Condécete a ti mismo” y del “Llega a ser quien eres”, abre a la restauracién de las capacidades de eleccién, es decir, al pleno funciona- miento del ego. Esto podria ser: “Decide por ti mis- ° Bn francés, anomigue. Relatvo a la “anomia”, palabra griega. Anomie, en francés, significa: estado de desorganivacién, de desestructuracin de un gra po, de una sociedad, debido a la desaparicidn parcial o total de las normas y valores comanes a sis miembros (N. de hs T) 30 EAN SIARE ROEINE mo”, “Determinate tit mismo”, “jEscoge!”. Porque para el pleno funcionamiento de un Yo, es necesario que exis- ta un Té, un Ti identificado y respetado como tal, un ‘Ta necesariamente presente en una estética del cambio, 0 més ampliamente, en una estética de la existencia. Conferencia de apertura en las Jornadas de Estudio de la Sociedad Francesa de Gestalt, Bordeaux, noviembre de 1984. La Naturaleza Humana + Declinaciones del Paradigma en Terapia Gestalt Cada escuela de psicoterapia tiene una concepcién ex- plicita, o més frecuentemente implicita, de la naturaleza humana. Las hipétesis que tienen a propésito de las dis- funciones estan directamente relacionadas con estas premisas, porque ponen el acento en tal o cual instinto, tal cual comportamiento, que no podrian desplegarse cn condiciones dptimas y que la clinica o la psicoterapia wataria de restaurar. Cuando hablan de la “naturaleza humana”, los auto: res de la teoria de la Terapia Gestalt hablan del “orga- nismo humano animal”, es decir, consideran que la na- turaleza humana procede tanto de factores fisiol6gicos y animales como de factores culturales y sociales. La animalidad designa la especie particular de ser vivos y la humanidad, la especie particular de animal a la que pertenecemos. Hay una forma de biologia, en resu- midas cuentas bastante mecanicista, que no puede dar parte del ser humano animal tal como puede interesar- nos. Existe otra forma de biologia contemporanea que también se interesa en este paradigma sin reducir al hombre a una maquinaria biolégica y que pone de real- ec la individualidad, la “verdadera firma molecular que hhace que cada uno sea dinico en el seno de la uniformi- 33 34 EAN MAME ROBIE dad de la especie”. No se trata de hacer una reducci6n del hombre al animal, sino de recordar la condicién pri- mordial; se trata de hacer funcionar lo humano como paradigma para lo humano, El Homo Natura estuvo presente en la epistemolo- gia freudiana, aunque le pese a quienes extrafian la re- duccién que hizo posteriormente al psiquismo, més pre- cisamente al inconsciente, y mas precisamente todavia a los instintos como equivalente del “organismo”. Esto fue ademds objeto de una serie de criticas emitidas por Binswanger en 1936 con respecto a Freud?. El Homo Natura de Freud no es el hombre real, sino su reduc- cién a la corporalidad ya lo instintual. ¥ Binswanger cita a Freud: “El elemento més importante, asi como el més oscuro de la investigacién psicolégica, son los ‘instintos del organismo”, para oponer lo que él llama “la joven di- reccién de la investigaci6n antropolégica en psiquiatria” que “no quiere incluir ‘al hombre’ ni en las categorias biolégico-naturalistas ni en las categorfas sacadas de las ciencias del espfritu, sino que quiere comprender al hom- bre a partir de su ser més intimo —humano precisamen- te— y describir las direcciones fundamentales, originales, de ese ser”® Asi, Binswanger prosigue el fundamental cambio de actitud abierto por Heidegger, més alld de la oposicién cuerpo/psiquis, biolégico/cultural, si mismo/mundo exterior, consciente/inconsciente que Goodman y Perls postularén desde las primeras paginas de Gestalt Thera~ * Jean-Didier Vincent, Causnoa, Ta contagion du plaisir, Bd. O. Jacob, 1990, p. 163, nota 24 (ctado por Roustang, en Iafuence,p. 9). 2 Ver, en particular, Freud et la constitution de fa pxcbiatrie cliniqne, en Diseours, Parcours et Freud * Ibid, p. 187 LUNAESTETICADELAPSICOTERAMIA 35 py. Reduciral hombre a su psiquismo solo © a sus instin- tos rompe la unidad de su ser, y si en determinados mo- mentos se pueden abordar algunas “abstracciones” (abstraidas de la globalidad de la experiencia o del estar- aqui) como el cuerpo, la motricidad, la fisiologia, la creacién, la emocién, la conciencia o el pensamiento, tendran que ser colocadas de nuevo en la globalidad del organismo-humano-animal (con los guiones marcando el cardcter indisociable de estas tres palabras). Lo que implica que el organismo “es por completo humano en su animalidad y animal en su humanidad”, o también que “sila animalidad ha de ser humanizada, el humano previamente tiene que ser animalizado™ P. Goodman relata en su iiltimo libro que, cuando estaba escribiendo Gestalt Therapy, tenia presente en la mente “un animal que se desplaza, que ve permanente- mente nuevas escenas y encuentra nuevos problemas que afrontar, y que permanentemente tiene que realizar un ajuste creador: selecciona, inicia, inventa de manera de apropiarse la novedad del entorno, manteniendo apartado lo que podria destruir la homeostasis”*. Para Goodman, efectivamente, la naturaleza es una fuerza poderosa y autorregulada, y lo que él llama la “sabiduria ecolégica” consiste en cooperar con esta na- turaleza, en vez de querer dominarla, sin abstracrse de sus jos ¢ instintos, lo que haria correr al Hombre (or- ganismo-humano-animal) el riesgo de una ruptura neu- rotica, tanto de su presencia a si mismo como de su pre- sencia al mundo. Entonces se plantea la cuestién de sabersi la autorregulacién “natural” remite a la idea de una naturaleza fundamentalmente “buena” como la de Ronseang, Influence, p13. Litle Prayers andl Finize Fepovience, Harper 8 Rows, 1972, p. 39. 36 JEAN.MARIE ROBINE Rousseau. Por cierto no: “Los teéricos han ido dema- siado lejos queriendo demostrar absolutamente que los instintos latentes eran ‘buenos’ y ‘sociales’. Han tratado de estar demasiado del lado de los angeles. [...] El Hombre no tiende a ser bueno. Pero el bien es la meta hacia la que es humano tender”* 1. El Campo Organismo/Entorno “La definicién de un animal implica su entorno: no tie- ne sentido definir a un hombre que respira sin referirse al aire; a un hombre que anda sin referirse a la gravedad yal suclo; a un irascible sin referirse a los obstéculos que encuentra; y asi succsivamente para todas las funciones animales. La definicién de un organismo es la definicién de un campo organismo/entorno”” Tanto la teorfa como el método psicoterapéutico, tendrin que ser pensados o pensados de nuevo a partir de este cardcter indisociable del campo. “La diferencia- cién del individuo en el campo organismo/entorno re- presenta un desarrollo ya tardio. Las relaciones sociales como la dependencia, la comunicacién, la imitacién, el amor objetal, existen de manera original en cualquier campo humano, mucho antes de que uno se reconozca como una persona idiosincrésica 0 identifique a los otros como constituyendo la sociedad”*. Las disfuncio- nes, la psicopatologfa, a las que cualquier terapeuta se ver enfrentado, serén la expresin de las distintas for- mas de alteracién de esta unicidad del campo. No se tra- ta de ninguna manera de negar la necesidad 0 importan- * PHG, 11, VILL, 2 ? PHG, 11, HT, 4 * PHG, 1, VI, 1 AN ATURALEZAHUREANA a7 cia de la separacion y a individuacién, ni de abordar esta unidad del campo en un sincretismo reductor. Se trata de considerar los fenémenos que se verifican en el cam- po organismo/entorno como fundadores y paradigms- ticos. El entorno en cuestién no es un mundo con contor- nos indefinidos: no es EL mundo, sino MI mundo. Goodman ha creado y utilizado a veces el término exonicho que remite a este universo propio. También muy amenudo hace referencia a Aristételes, para quien el objeto de la vista se define por el évalo de la visién; nin- giin sentido ni espfritu puede abarcar la globalidad del mundo ni la {nfima parte del mundo —por cierto cam- biante— de la que hacemos la experiencia en un lugar y momento dados, y que representa lo que llamamos campo organismo/entorno, acercandose asi tanto al en- foque de la Teorfa Gestalt como al enfoque de la feno- menologia 2, La Autoregulacion Sila naturaleza humana esté definida primero por el campo organismo/entorno, el contacto entre el organis- mo y el entorno es “la realidad primera, la mas sim- ple”. No hay una sola funcién del animal que no impli- que un contacto con el objeto o el entorno, aunque sélo sea para garantizar la supervivencia: respirar, mo- verse, alimentarse, abrigarse, reproducirse... Entonces, la teoria de la Naturaleza humana animal contiene el or- den de la autorregulacién organismica “sana”. Si el campo no esta perturbado por factores socioculturales por ejemplo, 0, més simplemente, si nada del exterior *PHG, 11,1, 1 JEAN-MARIE ROBINE nos invita en este libro a repensar la Terapia Gestalt. No sin raz6n, su primer capitulo leva por nombre: La Terapia Gestalt, Prototipo de (a Psicoterapia del Mafana, Como apasionado estudioso de la Gestalt original, ¢s un visionario que tos desconcierta porque nos leva a apartarnos de los introyectos apresurados que han caracterizado la Terapia Gestalt en algunos medios, para desembocar en nuevas perspectivas acerca de nuestro campo de conciencia y nuestros modos de pensar. Desde un principio Robine rescata lo original y novedoso de aque libro fundacional Gestalt Therapy, Excitement and Growth in the Human Personality y que nos ofrecfa una ruptura epistemol6gica con las tendencias del momento y gue el mismo Perls tardio abandon, reemplazndolo por una forma muy particular y notoria de teorizacién y praxis de tipo “psiquista”, dejando de lado incluso los avances psicoanaliticos de la época. Pocos en nuestro idioma conocen la ruptura fundamental que introducen Perls y Goodman en la tradicin y todos sus corolarios, ruptura que es relativamentefécil de formular: el self es contacto. Pero esta aparente simplicidad oculta una gran complejidad en sus consecuencias metodol6gicas y cas. En lo esencial, Perls y Goodman no reconocen mis que una sola entida: e] campo. Este se define como “organismo /entorno” y el self se designa entonces como “los movimientos internos del campo, movimientos de integracién, y diferenciacén, de unificacin e individuacién”, etc, Pero este apertura no siempre fue defendida por ellos, ni ~con mayor razOn- por sus descendientes. Es defendible? “Esta es la cuestin con que tropiezo desde que estoy familiarizado con la obra de Perls y Goodman” nosconfiesa el autor. En esta obra esclarecedora,escrita dentro de la tradici6n de rigurosidad intelectual francesa, el autor nos leva a descubri la riqueza implicita del pensamiento original de los fundadores ~a pesar de que reconoce que “... me cuesta no considerar el miedo que _me inspira este salto alo desconocido: miedo aa soledad, ala périda de rejerenciasseguras, extraviarme, a la transgresién, al abandono”. EDITORIAL CUATRO VIENTOS se enorgullee al ofrecer esta obra de quien es quizés uno de los mis profundos y eruditos pensadores en e! mundo de la psicoterapia actual, obra que sin lugar a duds va a estimular muchas nuevas creaciones y aplicaciones en el quchacerterapéutico y suteorizacién, | | ‘Cuatro Vientos Editorial ’ www.cuatrovientosnet

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