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CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS A continuacién hallaremos las principales clasificaciones que se han for- mulado para los contratos, tanto por la ley como por la doctrina y la jurispru- dencia, y que suelen ser relevantes debido al distinto tratamiento legal que los contratos reciben segun la categoria en la cual sc hallen, razon que justifica el estudio pormenorizado y disctiminado de tales clasificaciones, Pero, ade- nnas, no debe dejarse de mencionar la enorme utilidad que tales clasificacio- hes prestan, desde el punto de vista pedagogico, cn la comprension y apre- hensién de los problemas que estas figuras plantean. Cada clasificacién muestra dos categorias de contratos, por lo menos, y en cada una de ellas sefialaremos los ejemplos mas conocidos, a veces sin explhicacion, en razon de que resulta obvia, o que estd dada ya en otro aparte de la obra. No obstante, no sobra advertir que no vamos a encontrar en este capitulo todas las clasificaciones posibles, pues lo mis probable es que algu- nas de las que ha propuesto la doctrina se nos pase por alto. Ademas, tam- bién es preciso decirlo, algunas figuras escapan a ciertas clasificaciones. Asi mismo, no debe olvidarse que un contrato puede encasillarse en varias cate- gorias, de diferentes clasificaciones, las cuales corresponden a las llamadas caracteristicas del contrato que los autores suelen enlistar al comenzar el es- tudio de un institute contractual en particular y por lo cual indican que es bilateral, solemne, etc. Las principales clasificaciones a las cuales hemos juzgado necesario aludir son las siguientes: PRIMERA CLASIFICACION: Segtin si tienen ono, descripcién o reglamentacién en los textos legales los contratos pueden ser tipicos o atinicos. 36 Dir LOS NEGOCIOS IRIDICOS EN EL DERECHO PRIVADO. COLOMBIANO 1. Tipicos: si se hallan disciplinados por la ley (Cédigo Civil, Codigo de Comercio 0 leyes especiales) pues, en tal caso, el legislacor los ha cnmarcado enun tipa legal, de tal suerte que sus elementos siempre corresponden con los que lene seitalados el legislador. Tales reglamentaciones suelen serexten- sas y comprenden aspectos tales como exigencias especiales a los sujctos, enalgunos casos ©, tambien, reglas paran la formacién del contrato (formali- dades, a veces), elementos esenciales de su contenido, obligaciones de las partes (elementos naturales) y, cuando el legislador lo juzga conveniente, nor- mativa atinente.a elementos accidentales, Desde luego, hay muchos casos en los cuales tal reglamento no es com- pleto y, sin embargo, el contrato se tiene como tipico, pues la preceptiva que Jo rige se complementa con las normas generales sobre obligaciones y con- trates, o con las normas que disciplinan algin otro contrato que le es afin 0, que hist6ricamente, le ha servido de antecedente. Asi, por ejemplo, el sumi- nistro de servicios ¢s un contrato tipico, sin embargo, la reglamentacién que offece el legislador, en especial en el campo de las nuevas tecnologias y en cl de las comunicaciones, es absolutamente insuficiente, pies.no soluciona to- dos los problemas que suscita, pues si bien hoy puede invocar el intérprete la Ley 1341 de 2009, articulos 53 y siguientes, en lo que a contratos de dere- cho privado se refiere, que son los eclebrados por los usuarios, ha sido el propio legislador quien ha delegada en Ja en la Comision de Regulacién de las Comunicaciones la facultad de reglamentar esas relaciones jutidicas, pues lanormativa de jerarquia legal se limita a sentar uno derechos minimos. En cambio, en los casos en los que la ley escasamente se reficre al contrato, como por ejemplo para dar una deseripcidn del mismo pero sin sefialar las obligaciones que de él surgen, v sin dedicarle mas espacio a otras disposiciones acerca de sus elementos, su formacién 9 su extincidn, el con- trato sigue siendo atipico, como, a nuestro juicio, podria decirse del contrato de descuento, operacién financieraa la cual el lepislador le dedicé tan soloun articulo, el 1407 del Codigo de Comercio que se limita, en la misma linea del articulo 882 del mismo cédigo, a dejar enclaro que el acreedor puede usar la accion causal ola cambiaria, segiin prefiera. Lo menciona pero no lo regula. 2. Atipicos: si no aparecen en cl cataloga legal, vale decir, sila conduc- ta humana desplegada en la celebracion del contato no aparece hiputetizada en und norma come uno de los contratos cio o, aun cuando aparezea, la CLASIFICACIONES DE LUS CUNTRATDS 37 norma no pasa de la descripcidn de la figura, sin disciplinarla. Desde luego que el derecho le reconoce su condicién de contrato. Pero al carecer de régimen especifico para la figura, no queda altemativa distinta a la de gober- narlo bajo las reglas generales en cuanto a validez y efectos se refiere, con marcada relevancia de las estipulaciones de los contratantes, pues si noes posible un cotejo con disposiciones legales especiticas, casi todo pacta re- sulta licito y eficaz, salvo, como vimos en el volumen 1, se vulneren normas generales relativas al orden piblico o a las buenas costumbres © a principios superiores del sistema juridico. Algunos contratos tienen notmas pero son tan escasas que se suclen tener como atipicos por la doctrina, como el factoring En losalbores de las civilizaciones primitivas, cuando apenas comenza- ba la aparicién del derecho y del Estado, todos los contratos eran atipicos. No habia normas que disciplinasen alguna de las especies de contratos que entonces se practicuban, de Los cuales, sin duda, algunas atin persisten. Pero una vez que quienes detentaban el poder politico, que a memuado se hacia uno solo con el poder de decir ef derecho, y se establecian normas que goberna- sen las figuras negociales conocidas, éstas se hicieron tipicas, Tal fenémeno nu ha dejado de suceder; el derecho evoluciona, torna tipico lo que era atipi- co y desarrdlla nuevas figuras derivadas de otras ya tipificadas, v. g..dela comprayenta se derivd cl arrendamiento, del arrendamiento surgid el trans- porte, de éste el suministro de transporte y la comisién de transporte, El itincrario evolutivo de estas especies juridicas es bastante claro y hoy cada una de éllas se presenta con su propia identidad, caracteristicas ¥ normativa. Enel antiguo derecho romano algunas figuras contractuales que hoy conocemos no existian; figuras hoy tan vicjas como el arrendamiento o el transporte, no se conocian como figuras auténomas y, por entonces, las rela- clones de ese tipo sc manejaban a través del contrato de venta, en una mane- rade ver el problema que al abogado de hoy le parece inaudita, de plano, porque el arrendamiento y la compraventa se conciben como dos figuras antagonicas, excluyentes. Incluso, para la época justinianea, aunque ya en los textos de UIpiano (recogidos en el Digesto) se hablaba de arrendamiento, aunque con unos contomos muy amplios, si se le compara con los que hoy conocemos, se determina aplicar al arrendamiento el trato dela compraven- ta, bajo una idea de Gayo. El goce de una cosa corporal a cambio de un precia, cs hoy la nocidn social y juridicamente reconocida del arrendamiento, mientras en ¢! derecho romano justinianeo se hablaba también de arrenda- 38 De ‘Los: Necoctes suRinICGs EN FL DRRECHO PRIVADO COLOMBIANO miento de obra, de arrendamiento de servicios, de arrendamiento de trans- porte ete. Adn el Codigo Civil nucstro utiliza esas expresiones, pues todavia estn en ese cuerpo legal las normas de corte romano, incluso aquéllas que hablan del arrendamiento de criados. Pero el derecho ha evelucionado y hoy en dia encontramos que las normas hablan, de una manera especifica, de contratos en particular como el transporte, la faccidn de obra, el contrato de trabajo (que dio origen en el derecho de la modernidad a toda una rama del mismo, que se ocupa de las relaciones entre empleados y empleadores tanto enel nivel individual como en el colectivo) y cl de prestacion de servicios, figuras todas hoy autonomas, desprendidas del arrendamiento. El suministro de transporte es una figura derivada del transporte mismo y ello es una mues- tra apenas de la manera como ha evolucionado el derecho. Pero el fendémeno no se detiene, pues muchas figuras hoy reguladas, antafio no lo estaban y respecto de muchas otras, que la practica social ha consagrado, nos halla- mos ala espera de que el legislador se prommcie y éste no parece darse por enterado de la necesidad de los asociados de que el contrato sea sometido por el Estado a ciertas reglas que impidan abusos y protejan intereses que merecen tal amparo, para bien de la comunidad, como ocurre con contratos como el de concesién privada, En muchos casos vemos como los negocios juridicos reciben primero aceptacion y, en cierto modo, tipificacién en las costumbres sociales y, final- mente, el legislador les da cabidaen el ordenamiento. Este acogimiento se da de acuerdo con las politicas legislativas del momento, En ocasiones, la norma fortalece la figura, en otras signilica su decaimiento, bien porque lareglamen- tacién es desafortunada, o demasiado rigurosa con alguno de los extremos de la relacién negocial, o demasiado laxa, y ello provoca que la gente ya no esté interesada en celebrar esa especie de negocio, Segun algunos juristas, tal problematica se dio en relacién con la agencia comercial, pues se dice que las cargas para el empresario cobraron tal similitud con las prestaciones del contrato de trabajo a término indefinide, que en muchas ocasiones sc des- echa como opcién negocial cuando, antes de su consagracién en cl cddigo, era relacién juridica entre particulares de uso permanente. Ellegislador frente a las conductas humanas, el contrato lo cs, suele adoptar una de estas tres actitudes: Acogimiento: la regula. CLASIFICACIONES Dh LOS CONTRATOS 39 —Rechazo: la prohibe. —Indiferencia: no se pronuncia. En la primera de tales hipétesis, sin que sea una constante, suele suceder que el legislador sc interesa por cieria figura negocial en tanto considera que ella es Util a lacomunidad, o que por las consecuencias de orden social o econdémico que la operacion tiene, merece ser reglada y entonces construye ima normativa a su alrededor. Tal regulacién puede abarear los mas variados aspectos relacionadas con los elementos estructurales (sujeto, forma y con- tenido) alos cuales formula exigencias; también es. posible que determine efectos juridicos, formas especiales de ineficacia dela figura, reglas acerca de ciertas clausulas accidentales, en fin, el legislador se pronuncia expresa- mente en toro de los mas variados asuntos relatives ala figura. £1 segundo caso, la prohibicion, puede darse cuando el legislador con- sidera que la figura neyocial que ha observado practicar por algunos miem- bras de la comunidad es nociva para los intereses generales, o para ciertos intereses que desea proteger. Arribaa tal solucion porque en la hipotesis de que se trate no encontré mas salida para la proteccidn de la comunidad que la erradicacién de la conducta. Este tipo de prohibiciones no conlleva una presuncidn de mala fe, como equivocadamente lo dedujo la Corte Constitu- cional en la famosa sentenicia que dectaré la inexequibilidad del articulo 1852 de] Cédigo Civil '. No, Como el legislador estima que la conducta puede ser nociva para la conmunidad, sea que se realice de buena o de mala fe, para protegerla, decide cerrar la puerta y crear el mecanismo juridico que busca evilar que ocurra. Por fortuna la Corte Conslitucional no parece haber per- sistido en esa manera de argumentar, pues muchas normas importantes de nuestro sistema habrian sucumbido por la misma razon, piénsese nada mas en las normas que a continuacidn de la abolida, restringen la legitimacién negocial a ciertas personas, como a los funcionarios piiblicas y a los jueces, para ciertos negocios, entre ellos los remates. Y no por ello se vulnera el principio de la buena fe. La indiferencia, como tercera opcidn, se da por dos razones: bien por- que el legislador resta importancia al comportamiento negocialne tipificado, o bien porque considera que ain la figura no ha madurado losuficienteen la 1 Sentencia C-068 de 1999. M. P. Avraevo BectrAw Seana. 40 De Los Negocios JuRIpIONs FN FL DERECHO PRIVADO COLOMBLANO praxis social como para regularla; tal vez juzga prudente esperar a que ella se decante por si sola, muestre sus fortalezas y debilidades, para luego si realizar una reglamentacidn con mejores probabilidades de acierto. No se descarta también que la indiferencia sea producto de simple desidia legislati- va, como lo demuestran figuras come la concesién o la davién en pago, que llevan mas de un siglo generando conflictos entre los asociados, sin que el legislador se pronuncie. La autonomia privada y la tipicidad negocial La autonomia privada tiene en la formacién del negocio juridioo dos funciones fundamentales, obscrvada desde dos Angulos diversos: en primer lugar, sirve de fuente material de normas que con el tiempo se integran al orden juridico que las acoge, en el sentido de que las inspira o las hace nece- sarias, en la medida en que como el contrato es una conducta humana, el legislador opta frente a ella en muchos casos por proveerla de reglas dentro de las cuales deben moverse los particulares. Es esta una funcién vista desde un angulo cientifico e historico y se explica asi: los intereses privados que el derecho suele gobemar, existen sin él, ya existian intereses privados en las comunidades primitivas antes de la aparicién del Estado y del derecho. Sin la injerencia de un orden juridico los individuos satisfacian sus necesidades eco- némicas sociales y en esa vida de relacién, surgieron los negocios *. Noha sido entonces el legislador quien los ha inventado, pues éste los ha tutelado Slo después de que han alcanzado cierto desarrollo y utilidad social, Porese camino, recorrido en decenas, cientos y alin miles de afios, puede afirmarse, se han afianzado infinidad de institutos juridicos previstos por la ley como negocios juridicos. La segunda funcién ¢s mas concreta y es la que mas Hama el interés de los asociados y que s¢ identifica propiamente como autonomia privada: es presupuesto y fuente de relaciones juridicas, ya regladas en abstracto por el ordenamiento juridico, pero que adquieren en cada caso sus contornos par- ticulares. [/1 Estado, mediante su sistema juridico, reconoce a los particulares la posibilidad de autorregular sus intereses y sus relaciones. Alli se enmarca el negocio juridico como la manifestacién por excelencia de esa autonomia, De eve modo nace y se desarrolla cada negocio juridico concreto, el cual viene a 3 HINESTROSA habla de tipicidad legal y social, op, cit.,p 169. Demecho Civil Obligacin- nes. Reimpresidn. bogota: ixtermado, 170%. CLASIICACIONES DE LUS CONTRATOS 4] ser, objetivamente, un acto que va, en adelante, a regular los intereses parti- culares del sujeto negocial y, porconsiguiente, se convierte en una fuente formal de derecho, aunque delegada y de aleance particular. De manera que el papel preponderante del nepocie juridice y, en parti- cular de los contratos, en jas relaciones econémicosociales es elde cumplir yma funcidn esencial ¥ doblemente dinamica, en relacidn con los mtereses sociales y enrelacion con el derecho. Los. particulares escogen elnegacio juridico a realizar, segun sus necesidades, segin mejor convenga @ sus intere- sea; el orden juridico surge entonces para lutelar el negocio, bajo elcrisol de Jos intereses sociales. Si su funcién es socialmente relevante, recibiré el espaldarazo del derecho, de lo contrario na. Como quicra que buena parte de los negocios juridicos (log contratos) 82 enfila ala circulacion de bicnes y alautilizacion de servicios, bajo el tamiz del derecho, ellos posibilitan una continua renovacion de tales relaciones, Al tiempo, el orden juridico, para gurantizar la vitalidad del organismo social en permanente evolucién, se vera precisado aacoger las novedades que le brinde la autonomia privada me- * diante su instrumento, el negocio juridico. En eluerecho comercial este papel es mas patente, pues muchos de los negocios juridicos tipificados hoy en. abstracto par la ley. surgieron antes en la-vida de relaciones entre los particu- lares. Todas los negocios juridicos que hoy aparecen en elcatilogo legal, de | por si bastante abundante, en el pasado fueron atipicos. Sin embarge, la { normativa sigue siendo insuficiente, pues el derecho esiAnecesariamenie con- denadoairalazaga de In historia, en cuanto a contenido de la ley se refiere. ‘Aum hoy, otal vez ahora con mayor ravén, siguen apareciendo negocios atipicos. De hecho en nuestro medio hay algunos que, no obstante levar décadas de ejecucién y desarrollo, la perezosa jntervencién del legislador no se otea, como en el ejemplo ya mencionade dela concesién, regulada en el derecho | publico peronoenel derecho privado. Fn todo este mundo de negocios inventados por las partes (no nevesd- riumnente por la costumbre, pues muchas veces son insulares y no reiterados) hay un riesgo latente de manejo sobre el que queremos dar una voz de adver- tencia: no pur cambiarle de nombre a una figura s€ convierte en negocio atipico; tampoco si se le dauna ligera transformacion ose leafiaden ciertas clausulas accidentales. Bien podria ocurrir que alguicn, tratando de burlar normas de orden publico, pretenda que su negocio es atipico y que, por —— ee ee 42 DE Los NEGOCIOS FUREDICOS EN FL DERECHO PRIVADO COLOMBIANO consiguiente, sélo esta disciplinado por normas genéricas y el famoso articulo 1602 del Codigo Civil. El jurista, y en especial el juez, ha de estar ojo avizor frente a ese tipo de actitudes que, obviamente, entrafian numerosos peligros, en especial para ciertos intereses que el legislador pretende proteger, los cuales podrian aparecer, por ese camino, facil e injustamente vulnerados. Un ejemplo de tal problema lo encontramos en la solucion que se ba pretendido aplicar al problema de los llamados arrendamientus miatos: como laleyno indica qué normativa los regula, se ha dado en decir que son atipicos *, con lo cual no se les aplicarla ni el Codigo de Comercio, ni la Ley 820 de 2003, no abstante que ambos cuerpos de normas tienen preceptos de orden piiblico. Resulta inaudito, por decirlo de alguna manera, que se sefiale que un contralo de arrendamiento es atipico, cuando mestro ordenamiento tiene centenares: de normas positivas dedicadas atal figura. No dejamos de reconocer, como ya Io hicimos, que las figuras negaciales evolucionan con la historia humana, de tal suerte que de una figura negocial existente puede surgir, hacia el futuro, una nueva. Y, entonces, es probable que al agregar elementos a cierta figura, son éstos de tal entidad y novedad, que en realidad sc ha dado paso @.una nueva que resulta atipica, como stice- did con el contrato de agencia de seguros, segim concluyé la Corte Suprema en sentencia de 22 de octubre de 2001 *. Claramente posible; pero, insisti- tos en Jaadvertencia, siempre quenio se conculquen intereses gencrales que el legislador ha protegido de manera especial Otraadvertencia, muy en el mismo sentido de la anterior, es lasiguiente: los negocios complejos no son necesariamente atlpicos. En muchas ocasio- nes los negocios complejos son mezclas de varios contratos que las partes anudan para una mejor salisfaccién de sus propdsitos c intereses. En tal caso, Jadisciplina de tales negociaciones ha de buscarse en Ja armonizacion de las normas que gobieman las diferentes figuras incluidas. Tampoco hay atipicidad en los negocios coligados, ni en las sorites de negocios juridicos, per se, pus si bien pude haber algunos de los negocios de la cadena que sean atipicos, no Monova Mepia, Lins Enuarno, Ff Arrendamiento, Bogoth, Juridicas Radar, 1991, pag. 263-y 3s. Expediente 5817, MP. Joase Awronto Castitto Rucezes. En relacion.con esla sentencia debemos decir que no compartimus del lado las conclusioncs de la Certe, pues of bien puede aceptarse que el contrato es atipic, no por ello cualquiera de los contratantes puede darlo por terminado sin asumir responsabilidad alguna, CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS 43 Jo serdn por pertenecer a la cadena sino porque el legislador no los ha regu- Jado, Por tiltimo debe hacerse esta precision: algunos expositores estiman que los negocios atipicos son aquéllos que la gente usa por costumbre y que no- aparecen regulados en la ley. «2m estricta rigor no existirian los negocios atipicos, porque la costumbre tiene la misma fuerza de la ley», se ha llegado a decir, como una critica de corte positivista a la teoria de los contra- tos atipicos. Pero ocurre que también son atipicos los contratos que las per- sofas sc inventan y que no estan previstos en las normas, ni los ha afianzado Ja costumbre, La erltica, por consiguiente, no es afortunada pues, de un lado, lacostumbre, si bien puede traducirse en normas, sonellas variables y localistas que dificilmente pueden asumirse como un tipo y, de otro, ,qué diriamos de los negocios que no son reiterados en las cambiantes conduetas sociales sino apenas el invento de dos partes que, de esa manera, encontraron respuesta a su necesidad particular de negociacién? ;No seria éste un negocio atipico, al no estar regulado en la ley’? Desde luego que si; en consecuencia, pertenecen aesta especie y, por tanto, son susceptibles de las mismas consideraciones lanto los contratos alipicos que se han afianzado en las costumbres de una comunidad, como aquellos contrates no reglados que se celebran de manera insular y esporadica, pues el punto de referencia para la clasificacién, arbitra- rio si se quiere, es el hecho de determinar si el legislador ha regulado ono la figura. SEGUNDA CLASIFICACION: Segun si la ley les ha dado o no una denominaci6n, decimos que los contratos son: 1. Nominados: si la ley les ha dado nombre. 2. Innominados: si la ley no les ha dada nombre. Estas expresiones no son sindnimas con las que se usan para designar las categorias de la clasificacién anterior, pues hay contratos nominados y, sin embargo, atipicos, como pasa con el “Jeasing " (arrendamiento financiero)o el “factoring” (compraventa de cartera), contratos a los cuales la ley dio nombre, pero no les ha dado una reglamentacién cabal. En el caso del arren- damicnto financicro, las normas se refierena él bien para poner bajo vigilan- ciaa las sociedades que se dedican a esa actividad (Decreto 663 de 1993, 44 DE Los NBGOCIOS JURIDICOS EN EL DEREcHO PRIVADG COLOMEIANO articulo 2°, numeral 5, modificado por el articulo 16 de la Ley 510 de 1999), bien para establecer competencia en los jueces civiles de circuito especializa- dos para conocer de los conflictos que se originen en los citados coutratos (Decreto 2273 de 1989, articulo 3°, numeral 7 *) o bien para dar una defini- clon (Decreto 913 de 1993, articulo 2"), mas con fines de vigilancia que de reglamentar las relaciones entre los contratantes. El caso del factoring o compraventa de cartera, por su parte, apenas si aparece mencionado en el estatuto financiero (Decreto 663 de 1993) como en el decreto que cred los juzgados ctviles de circuits especializados. De manera que todos estos, men- cionados a guisa de ejemplo, fueron mencionados por las normas, pero si- guen sin reglamentacién. Y enel otro lado de la vereda puede darse un contrato tipificado pero sin nombre, aunque ¢s muy taro. A nuestro modo de ver, tal cosa ocure en el articulo 2369, del Codigo Civil, inciso final, que determina que si el garante se obliga a entregar una cosa que no sea dinero, el contrato no serd fianza. Como no indica otro efecto, quiere decir la norma que el contrato no sera fianza, pero si otro negocio, valido, no denominado, pero en el que la obliga- cidn de entregar la cosa a la cual se comprometid, no tiene duda, a nuestro modo de ver, pues la norma no es propiamente prohibitiva. Podria ser un eontrato de promesa de dacién en pago, que es una figura completamente atipica, pero valida. TERCERA CLASIFICACION: Seguin si se obligan o no todos los sujetos negociales. Esta clasificacién aparece consagradacn ol articulo 1496 del Cédigo Civil y admite dos cate- porias; 1. Unilaterales: todos los contratos son pluripersonales, pucs la plura- lidad de sujetos ¢s caracteristica cscneial de los contratos. Pero en los unila- terales sdlo uno de los contratantes se obliga; el otro participa en la celebra- cién del contrato, es verdadero sujeto negocial, pero no asume obligaciones. Por ejemplo, en el mutuo es el mutuario el tinico obligado, ya que la entrega dela cosa mutuada gue hace el mutuante no tiene la connotacion de una obligacion, sino la de celebracién del contrato pues al tenor de lo dispuesto 3 Este decreto no tiene hoy aplicacién, aunque formalmente sigue vigente, pues el Consejo Superior de la Judicatura transforms todos estos juzgados en civiles de circuit. Se CLASIICACIONES DE LOS CONTRATOS 45 por el articulo 2222 del Codigo Civil, el contrato se perfecciona con laentre- ga. En Ja donacién, para poner otro ejemplo, el unico obligada es el donante. Yahabiamos advertido * que la expresién unilateral tiene un significado dife- rente al de “unipersonaf” y es \a ocasin para reiterarlo, 2. Bilaterales 0 plurilaterales: en esta especie de cantratos, las obli- gaciones se hallan a cargo de todos los sujetos negociales, generalmente, con un cierto sentido de reciprocidad, v. g., la compraventa, la permuta, etc. Cada parte, entonces, tiene a su cargo, al menos, una obligacién. En lalegislacion vamos a encontrar que ciertos fenémenns juridicas sdlo se predican de los contratos bilaterales como la resolucion por incumplimien- to (articulos 1546 del Cédigo Civil y 870 del Cédigo de Comercia) y que la mora de uno de los contratantes justifica que el otro incumpla su obligacién, articulo 1609 del Codigo Civil, salvo que la ley haya reguiado el punto de otra manera. CUARTA CLASIFICACION: Segimsi genera utilidades o gravamenes reciprocos o no, los contratos pueden ser (articulo 1497 del Codigo Civil): 1, Gratuits: cuando sélo una de las partes soporta el gravamen y la utilidad beneficia a la otra, corno en la donacién, También se les suele llamar contrates lucrativos, pues al paso que sélo uno de los contratantes se lucra, tal lucro lo consigue sin contiaprestacién alguna. Suelen ser negocios revoca- bles, entendida la expresion revocacion tanto la que se refiere.a la figura de ineficacia por disposicién particular, en la cual el sujeto negocial que dispuso de su interés lo recoge, comoa la declaratoria de revocacién judicial, como enel caso del fraude pauliano y de las pretensiones revocatorias paralelas a los procesos concursales para restablecer la masa de bienes del concursado. 2. Onerosos: en éstos, ambas partes resultan gravadas y a la vez bene- ficiadas por el contrato, v. g., la compraventa, el arrendamiento. Seguin que-el contrato sea lo uno o lo otro, la ley va a darle un tratamien- to diverso, como ocurriri en caso de error en la persona, o en las consetuen- cias de la culpa en sus distintos grados, o en las pretensiones revocatorias (la * Vor volumen uno, capitulo Ill, Clasificacion de los negocios en razén del sujeto negocial. CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS 47 te de poca monta enfrente de la que tendria que soportar la otra parte 5i el eveulo fortuito se da. | Siel contrato es conmutativo, las prestaciones reciprocas son inmetlia- tas; si una de ellas depende de un alea, estard condicionada a que el alea suceda. En el primer caso, las prestaciones son mensurables; en el reg no loson y, por ello, aun tratandose de compraventa de inmuebles, si ésta es aleatoria no puede hablarse de lesién enorme, puesto que como la prestacién a cargo de una de las partes no puede valorarse de una manera cierta y precisa, mal podria cotejarse con la que se halla en contra de 1a otra parte para verificar si hubo o no la lesién de ultra mitad, tal cual pasa en la compra- venta de la nuda propiedad con reserva vitalicia del usufructo. Elarticulo en el que el legislador consagro esta clasificacion se refiere a los contratos onerosos. Pero puede darse el contrato gratuito y a la vez alea- torio. Es atinada observacion del tratadista Guillermo Ospina Fernandez *, pues como este escritor lo explica, podria celebrarse la donacién del pro- ducto de una cierta actividad (la pesca, un cultivo, ete.), sujeta al albur de que en efecto haya producto. SEXTA CLASIFICACION: Seguin la calidad de la obligacién que el contrato genere (articulo 1499, Cédigo Civil), tanto los bilaterales como los unilaterales pueden ser: 1. Generadores de obligaciones principales: si las obligaciones que el contrato irradia no precisan de otras para su plena operatividad, y. g.. la compraventa, la promesa, el transporte, etc. Las prestaciones, en esta espe- ciede contratos, existen por si solas, son ejecutables mediante accién judicial sin necesidad de hacer valer otro contrato u otro tipo de relacién juridica. 2. Generadores de obligaciones accesorias: si las obligaciones que del contrato emanan necesitan de la existencia de otra obligacién pringipal para alcanzar su plena efectividad, como en Ja hipoteca, en la prenda o¢n la fianza. Ninguna de estas figuras podria ejecutarse aislada dela obligacion ala cual presta su servicio de garantia. Asi, por ejemplo, la hipoteca no puede hacerse valer si junto con ella no se exhibe el titulo que contiene la obligacién | Osrrva Pans Site, Guiiine, Feoria General de las actos » Negocios Furidicos, 2B, ed, Bogoté, Temis, 1983, pig. 65. SSS ae 48 De LOS NEGOCIOS JURIDICOS EN EL DERECHO PRIVADO COLOMEIANO principal garantizada con ella, la cual es, desde luego, el objeto principal del cobro. A laterminologia que usa el codigo se le observa con razén por Valencia Zea” que lo accesorio no debe predicarse del contrato sino de la obligacién. El contrato de garuntia puede celebrarse atin si no oxiste 1a obligacién princi- pal que se va a garantizar, pues ésta puede set futura; pero la obligacién accesoria no es ejecutable si la principal no lo es. Asi, por ejemplo, de mucha usanya, cn ¢special cn ¢] sector financicro, es el contrato de “hipoteca abier- ta”, por medio del cual se suele garantizar un sinntimero de obligaciones que una persona eventualmente tendrd frente a otra, aunque tales relaciongs juri- dicas todavia no se hayan dado ni se tenga la cetteza de que se daran. fin este punto vale la pena recordar, de paso, que el Codigo de Comercio prohibe la hipoteca abierla sin indicacién de la cuantia minima garantizada, en materia de naves (articulo 1571). Hay quienes han pretendido derivar de esta horma del Cadigo de Comercio una supuesta prohibicién genérica de otorgar hipo tecas abiertas en todos los negocios mercantiles. Tal tesis es equivocada, pues las normas que establecen prohibiciones o sanciones han de interpretarse de modo restrictive. Asi, en el caso del otorgamiento de hipoteca abierta sobre un inmueble no puede decirse, bajo cl argumento de que se trata de una hipoteca mercantil, que el centrato es nulo. Ello equivaldria a apli¢ar una sancian como la nulidad (articnlo 6 del Cédigo Civil) por analogia, lo cual rine con elementales principios de derecho. | SEPTIMA CLASIFICACION: Segiin la forma utilizada por los contratantes '". 1. Celebrados por declaracién: sila forma adoptada es una declara- cién, es decir, la expresién de los acuerdos por medios perceptibles, en fra- ses, palabras, o cliusulas. Tales declaraciones pueden ser verbales o escritas y éstas pueden ser publicas, si interviene un notatio u otro funcionario que pueda dar fe de lo estipulado (como en la conciliacién), o privadas, si las partes se limitan a construir su declaracién por si y ante si mismas, en un " Vatancia Zea, Antuna, Derecho Civil, De los Contratas, t, TV, 5a. ed, Bogota, Temis, 1980, pag. 469, a8. Ver volumen 1, Capitulo TIT, clasificacién dé los negocios juridicas en relacién con la forme, op SSE CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS 49 documento que pueden o no, para mayor cautela, agregarle la autenticacién de las firmas. 2. Celebrados por simple comportamienta: si en su formacion no se emite declaracion alguna, pues apenas una conducta humana es lo que cons- tituye su forma. No deben confundirse con los contratos verbales, en los cuales la declaracion se hace de viva voz; en los contratos celebrados por comportamiento, los contratantes no expresan palabra alguma y, sin embar- go, celebran un contrato gue el derecho (la ley o la costumbre) reconoce como perfeccionado de esta manera. La mayoria de los contratos son de la primera categoria. Los de la se- gunda, abundantes en la vida moderna, se suelen colocar a veces como yer- bales cuando en realidad no se ha pronunciado una sola palabra entre los contratantes. Ya tuvimos o¢asién de decirlo, al hablar de la forma, muchas veces la celebracion de un negocio consiste apenas en un comportamiento inequiveco, como introducir una moneda 0 una tarjeta en una maquina, o hacer algo, o dejar de hacerlo |’. OCTAVA CLASIFICACION: Seguin si-el legislador les impone ono una forma, los contratos pueden. ser (articulo 1500 del Cédigo Civil): 1. De forma libre: si cl legislador deja en libertad a los contratantes para escoger la forma que deseen para celebrar su contrato, como ocurre en la inmensa mayoria de éllos, por ser ésta la regla general. En efecto, cuando él legislador no precise la formna, los particulares pueden celebrar el contrate bajo la que escojan. Pero es necesario tener cuidado en aquellos casos en los que el legislador aparentemente no ha sefialado forma y, sin embargo, silo ha hecho, mediante normas especiales en determinada materia a las cuales reen- via, Bl tema debe observarse con detenimiento en asuntos mercantiles para no sucumbirante la idea tentadora de la forma libre, que parece tener mucho atractivo, pues con frecuencia los intérpretes del articulo 824 del Cédigo de Comercio no hacen una lectura cabal dela disposicién; llevados por el entu- siasmo s6lo leen que los comerciantes tienen plena libertad para obligarse bajo la forma que quicran y no caen en la cuenta de que, a renglon seguida, la 2 Tdem, 50 Dz LOS NEGDCIOS JURIDICOS EN EL DERECHO PRIVADO COLOMBLANO misma norma indica que si la ley (obviamente cualquier ley y no solo la mer- canti!) exige alguna formalidad sustancial, ella debe ser observada. Asi, por ejemplo, aunque la ley mercantil no consagra formalidades para la compra- yenta de inmuebles, debe hacerse por escritura publica; el contrato de pro- mesa debe ser escrito ¥ el contrato de mutuo sigue siendo un cantrato real, no obstante que en estos casos tampoce dice el Codigo de Comercio cual es la forma de celebrarlos. La aplicacién completa del articulo &24, aunado al texto del 822 que remite a la legislacién civil en materia de formacion de los contratos, entre otras cosas, permite cancluir que el silencio del Cadigono conduce indefectiblemente a la consensualidad. 2. De forma impuesta: cuando se trata de aquéllos a los cuales la ley les ba impuestoima determinada forma, v.gr., los negovius sobre inmuebles, que requieren escritura publica (articulo 12 del Decreta 960 de 1970)o los contratos reales, en los cuales la forma impuesta por el legislador es. un com- portamiento, sin el cual el negocio nose perfecciona °. La regia general corresponde con la primera categoria de esta clasifica- cidn, de tal suerte que en todos aquellos casos en los cuales la ley, de modo directo o indirecta no sefiala una forma, la libertad’es la regla y, por ende, los contratantes pueden ajustar su negocio en la forma que mejor satisfaga sus anhelos o sus intereses. La mayoria de los contratos son de forma libre; sin embargo, las excepciones son numerosas y en ellas la forma impuesta, tam- bién llamada solemne, se comporta unas veces como exigencia para que el negocio nazea para el derecho y en otras, para que tenga validez. Enel volu- men primero de esta obra hemos hablado del punto y diferenciado entre formas constitutivas y formas para la validez, NOVENA CLASIFICACION: Dependiendo de si sus prestaciones se agotan ono en un solo acto, tendremos tres categorias de contratos '?: a Tdem. nw El reconocida maestro Mioue Moreno Jaramitio (op. cit., p 39) propone aqui que los contratus se dividen én dos categorias bien interesantes; contratos desinentes p cantrutox permanenies, Para dcnorminarlas md las cus¢ianzas de Andrés Bello en materia grama- tical, quien seflalu que hay verbos desinentes y verbos permanentes. De manera que contratos permanentes “serian aquellos que por el hecho de haber Ilegado a su perfec- cldn, expiran”. En tanto que los cuntratos permonentes “seria aquellos que Hegados a su perfeceién, subsisten durande”. Mientras en los primeros las partes, una vez celehra- CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS 4] 1. De ejecucién instantanea: si las prestaciones se agotan en un solo acto, cumplido 0 ejecutado, expira la obligacidn, v. gr, la compraventa; en este contrato el vendedor que entrega el bien extingue la obligacion a su cargo, mientras que el comprador que cubre el precio, también en acto tini- co, queda liberado, 2. De ejecucién sucesiva: si las prestaciones derivadas del contrato, al menos la de una de las partes, cequicre para su ejecucién de cierta con- tinuidad en el tiempo ya que no se agotan en un solo instante, vr. gr, el arren- damiento, el seguro, ete. En la medida en que transcurre el tiempo, el obliga- de cumple su prestacion y, sin embargo, ésta no se extingue; contintia gravando al obligado hacia el futuro, hasta cuandy la ley lo haya dispuesto o se haya pactado. Es la naturaleza de Ja prestacién lu que determina a cua] de estas dos categorias pertenece um contrato. De modo que el hecho de diferir cn el tiempo el cumplimiento de las prestaciones (pago por cuotas; entrega por Partes) no toma el contrato de ejecucidn instantanea en uno de ejecucidn sucesiva: apenas le otorga a las partes un plazo para el cumplimiento de sus respectivas obligaciones. Por ello en tal caso se habla de contratos de ej¢cu- cién diferida, es decir, que se deja para el futuro. 3. De ejecucién periédica: si las prestaciones son varias y continua- das, pero han de ejecutarse cada cierto periodo, como cada semana, cada mes 0 cada aiio. En tales casos, como en los contratos de ejecucidn sucesi- va, aun cuando ¢l contratante cumpla, su obligacién subsiste durante el tiem- po pactado 9 hasta cuando lo determine la ley. Debe advertirse que ¢l suministro¢s un contrato que escapa a esta ¢la- sificaci6n pues aun cuando las prestaciones sean de ejecucién instanténea (como la entrega de mereaneias), la obligacién no se agota en cada cumpli- miento: ¢l contratante cumple y, sin embargo, su abligacin se mantiene. Pue- de decirse que este contrato es unas veces de ejecucion sucesiva (comoel de servicio de energia elécirica) y otras de ejecucién periédica, dependiendo de (Final nota 13) do el contrato, pasan x Js etaps de elecucidén del mismo y cuando se cumplese acaba la relacién, en 103 segundos Iu relacién continua pues las partes “siguen frente a frente haciéndose prestactones recinrucux”. Fa ina clasificaciin eon un hermoso lengasje, pero preferinios la tradicional que nos permitié clarificar una tercera categoria. 52 Db Los NEAOCIGS TURIDICOS EN EL DERECIIO PRIVAND COLOMBIANG a naturaleza de las prestaciunes involucradas en el contrato. Por ello la ley se refiere a él como uno de ejecucién periddica o de ejecucion continuada (ar- ticulo 971, Cédigo de Comercio). DECIMA CLASIFICACION: Semin silos contratantes buscan.o no un objetive comin: 1, De colaboracion: cuando el interés de las partes se orienta hacia un fin conmin, convergen en la busqueda deun mismo abjetivo, en colaboracién, asi sus prestaciones sean disimiles y se realicen independientemente, como ocurre en el contrato de sociedad, en el acuerdo cooperative, en las cuentas en participacién, etc, En todos los contratos vamos. encontrar que las par- tes deben aportar su esfuerzo para que, tanto una como otra, veart satiste- chos sus anhelos. Ello no los hace contratos de colaboracién, pues con se- mejante eriterio todas lo serian. En verdad, en esta especie de contratos deben agruparse s6lo aquéllos en los cuales, por Janaturaleza del contrato mismo, las partes deben aportar su prestacion en peneficio de un interes comin, como en los ejemplos citados. 2. De contraprestaciones: esta categoria se coloca en cierto moda como antayénica de la anterior y en ella se alude a aquellos casos en los cuales la posicién de las partes es dispar e incompatible en sus intereses; hay cierto dejo de antagonismo entre las prestaciones a cargo de cada una de las partes (v. g., la compraventa, el suministro) pues mientras una de ellas debe cumplir determinada obligacién, como entregar una cosa 0 prestar un servi- cio, la otra, a cambio, se suele decir, debe satisfacer otra prestaciOn, como, por ejemplo, pagar un dinero. Estos contratos son siempre bilaterales, suje- tos a resolucién por incumplimiento y en esta contraposicién de intereses sé justifica que el legislador haya considerado que si uno de ellos incurre en mora, e] otro encontraré-en ello justificacién para su propia mora, de acuerdo con lo previsto en el articulo 1609 del Codigo Civil. UNDECIMA CLASIFICACION: Seguin cémo han intervenido las partes en la determinacion del conte- mda. En esta clasificacién no se dan ejemplos porque ningiin contrato per se puede colocarse en una categoria o en otra, ya que la calificacién depende de CLASIFIGACIONES DE Los CONTRATOS 33 las cireunstancias facticas en las que se celebro el contrato, Asi, una compra- venia, por lo general, es contrato de libre discusién, pero con mayor frecuen- cia cada vez, en el mundo contemporaneo, se celebra por adhesién, como ocurre en los almacenes de autoservicio al adquirir un producto, El ejercicio puede hacerse con todas las figuras contractuales,

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