Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 16
EL LADO OSCURO DEL DESARROLLO: REPRESENTACIONES LOCALES DEL DESARROLLO EN LA GUAJIRA, COLOMBIA Marfa Auxiliadora Cujia y Wilhelm Londofio* INTRODUGCION E/ desarrollo ha sido una categoria muy discutida en las ciencias so- ciales en las sltimas tres décadas Escobar, 1996; Ong, 1987; Robins, 1986; Schencider, 1998). Varios autores han sefialado que el debate sobre el desa- rrollo transcurre por dos vias. En una, el desarrollo es una meta, un ideal que sirve de marco para la toma de decisiones en diversas escalas sociales. En ka otza, el desarrollo es una construccién discursiva que genera formas de subjetividades (Escobar, 1996). Arturo Escobar ha teorizado sobre esta disyuntiva al proponer dos nociones bésicas para la comprensién de la dis- cusién contempornea en ciencias sociales sobre esta categoria. Escobar argumentaba que existia antropolegta para el desarrollo, carac- terizada por ser un campo de construccién de soluciones a los problemas del subdesarrollo; y una antropologia del desarrollo que cuestionaba los preceptos basicos de la categoria (Escobar, 1996). Bajo la primera nocién, los antropélogos para el desarrollo siempre estén preocupados por las me- todologias necesarias para que los colectivos piensen segtin la racionalidad de la modernidad (Berman, 1989). Se trata, en consecuencia, de hacerse con las estrategias mas expeditas para que los colectivos inicien procesos productivos, monetaricen sus intercambios, acumulen capital, consuman, yy obtengan bienestar social (Appadurai, 2001). Bajo la segunda nocién, los antropélogos del desarrollo no estén interesados en buscar las mejores ma neras para alcanzar el progreso, tampoco les interesa proponer soluciones * Programa de Antropologi, Universidad del Magdalena, Colombia, 109 110 MEGAPROYECTOS ¥ LOS DILEMAS DEL DESARROLLO EN LATINOAMERICA para salir del subdesarrollo; lo que les interesa son las maneras en que los ideales de progreso y desarrollo son naturalizados a través de diversas es- trategias y en diversos espacios de poder (Ferguson, 1990) En este texto nos interesa hacer una operacidn. Adscribimnos a la an. tropologia del desarrollo y analizar cémo el sur de La Guajira se convir- ti6 en una zona “para el desarrollo”, En este sentido nos interesa explorar cémo la configuracién de una ideologia que seftala que la extraccién de carbén “traerd desarrollo” generé una serie de condicionamientos que ¢s- tructuran las précticas sociales en esa regidn de Colombia, Para lograr ese objetivo usamos los resultados de una investigacién (Cujia, 2011) que se inicié en el 2008 y que buscaba dialogar con las personas de las localidades donde el proyecto carbonifero toma lugar: Antes de hacer este ejercicio, ha- blaremos un poco sobre la regién. LA GUAJIRA Y EL CERREJON La Guajira es un departamento del Estado de Colombia. Es el més septen- trional y se reconoce fécilmente porque en su extremo norte sobresale una peninsula, La Guajira, que conforma el limite occidental del lago de Vene- micla, Geograficamente, el departamento se divide en tres dreas: alta, media y baja. Estas se caracterizan por diversos contextos ecoldgicos, como tam bién por diversos procesos socioculturales (Montes, 2003). En todo el te- rritorio vive la etnia waytiu, que comparte la nacionalidad colombiana con la venezolana, pues la frontera estatal fractur6 lo que era una continuidad cultural que atin se mantiene. Gomo lo muestra la evidencia lingiiistica y arqueologica (Hoopes, 2004) los territorios de Ia denominada érea Circum Caribe (Gosta Rica, Panamé, Colombia y Venezuela) se caracterizaron por el uso de lenguas de filiacién macro-chibcha, hecho que atin hoy dfa es re- portado en investigaciones etnogrilicas (Niiio, 2007). Asimismo, en la baja Guajira sobresalen diversas comunidades afrodescendientes sobre las que hay pocas investigaciones. ‘Ademds del complejo componente étnico del area en las zonas del sur, existen enclaves como Maicao que se caracterizan por albergar una alta poblacién de sirios libaneses (Nweihed, 1997). En un alto porcentaje, las economias mas fuertes de la regién estin relacionadas con el cruce de mercaderias entre Venezuela y Colombia por el paso de Paraguachon, His- téricamente, La Guajira ha sido una regién donde los controles fiscales han EL LADO OSCURO DEL DESARKOLLO 1 sido precarios debido a la baja presencia del Estado. En ese sentido, el con- trabando es una préctica comtin (GonzAler, 2008; Ratter, 1992) Hay dos hechos interesantes de la baja Guajira, area que comprende- rfa la base del triingulo que forma la peninsula, Es en esta zona donde se han formado complejos urbanos basados en las economias del intercambio fronterizo, ademés es el rea donde se ha comenzado a desarrollar, desde la década de 1970, el proyecto carbonifero El Gerrején (Cujia, 2001). La his- toria del proyecto carbonifero sigue los trazos de las politicas de la globali- zacién que impactan en América Latina, En la década de 1970 se inicaron las exploraciones a través de una empresa cuyo capital era 50% piiblico y 500% privado. En 2000, cuando el proyecto estaba consolidado en sus fases de exploracién, construccién y explotacién, el Estado colombiano vendié sus derechos a empresas extranjeras. Asimismo, dichas empresas han ve- nido negociando sus participaciones en licitaciones piblicas que se hacen para incrementar la explotacién (Cujia, 2001), Ademés de que Ia regién ha soportado més de tres décadas de inter- vencidn sistematica de parte del proyecto carbonifero, hay que anotar que, como otras mds del pais, sufrié una fuerte arremetida por parte de grupos paramilitares en la década de 1990 (Ochoa, 2010). En este sentido es posi- ble hablar de que los determinantes sociopoliticos del siglo xx en La Gua- jira estuvieron marcados por una profunda violencia. ESCRIBIENDO DESDE LA ANTROPOLOGIA, DEL DESARROLLO Después de esta breve resefia geogrdfica quisiéramos discutir un poco més a fondo lo que implica la antropologia del desarrollo. Como se sugirié arvi- ba, esta préctica académica esté interesada en ver cémo nociones como de- sarrollo se naturalizan, siendo el punto de legada y no el punto de partida, Es decir, cuando se implementa un proyecto que busca el desarrollo, no se discute daramente qué significa cl desarrollo, cudl es la ventaja que implica ese modelo de vida, y a quién beneficia ‘Marshall Berman (1989) ha mostrado con daridad cémo las dimen- siones trdgicas del desarrollo fueron expresadas en obras como el Fausto de Goethe. A partir de Ia escena en la que Fausto vende su alma a Mefisto a cambio de las luces de la modernidad, Berman resefia que la condicién del 112 MEGAPROYECTOS ¥ LOS DILEMAS DEL DESARROLLO EN LATINOAMERICA desarrollo no ¢s el logro del bienestar sino la generacién de tragedia, El dra- ma del desarrollo. En palabras de Berman, el desarrollo: Es una tragedia ala que nadie quiere enfrentarse ya se tate de paises avan- zados o atrasados, de idedlogos capitalistas 0 socalistas~ pero que todos con tinvan poniendo una y otva vex en escena. Las perspectivas y visiones de Goethe pueden ayudamos a ver eémo la ertca dela modernidad mas plena 1 profunda puede venir de quienes han abrazado su romance y st aventura ‘con mis dolor. La construccin inacabada de Fausto es el terreno vibrante, pero movedizo, en que todos debemos plantar nuestros jalones y construir nnuestas vidas (Berman, 1989, p. 80). Goncomitante con la preocupacién de Berman por las dimensiones trdgicas del desarrollo, Arturo Escobar indagé por la nocién apelando a estrategias ya disefiadas para el andlisis de nociones como “Orientalismo”. En el clésico trabajo de Edward Said (1990), cl orientalismo no es una no- cin que sirve para agrupar personas eruditas en la literatura de oriente; la nocién sirve, mejor, para configurar un tipo especifico de relacién colonial donde el otro, en este caso el oriental, era sujeto de investigacién y de préc- ticas de regulacién, ‘Cuando Escobar analiza el desarrollo, ve claramente que la categoria se fue posicionando después de la década de 1950 cuando se da una re configuracién politica producto de la posguerma, una transformacién en las formas de produccién y el desarrollo de nuevos dispositivos de control que comienzan a promocionarse por el globo a través de la teorias de la gestion de la poblacién de régimen militar estadunidense (Haraway, 1995). Como lo sugiere Escobar: Primero, se habia dado una reorganizacién mundial del poder, con resultados, {que seguian siendo claros; Segundo, se habfan dado importantes cambios en Inestructura de la produccién, lo cual tenfa que ser ajustado alas necesidades ‘del sistema capitalista, donde los paises subdesarvollados ocupaban un lugar ‘cada ver mas importante, aunque no completamente definido; 'Tercero, los ppalsesricos caxecfan de la capacidad financiera y tecnolégica para afianzar el progreso en todo el mundo; Cuarto, un nuevo tipo de conocimiento econé- rico y una experiencia enriquecida con el disefio y manejo de sistemas so- ciales hacian parecer esta meta més plausible; y por tim, detrds del interés Ihumanitario y de la apariencia positiva de la nueva estrategia comenzaron EL LADO OSCURO DEL DESARKOLLO us ‘ operar nuevas formas de control més sutil y refinadas (Escobas, 1996, pp. 84.85), Estas herramientas de andlisis son las que permitieron formular pre guntas al respecto de las dinamicas que realmente llevan a cabo los em- prendimientos mineros. Una primera cosa que queda clara es que en nom- bre del desarrollo, del progreso, miles de personas tienen que asentir y desocupar sus lugares de vivienda so pena de sanciones legales ¢ ilegales. Gon base en el desarrollo, grandes corporaciones mineras, avaladas por el Estado, sugieren desplazamientos poblacionales que destruyen relaciones sociales complejas (Gonzalez, 2011). Es una forma de desplazamiento terri- blemente violenta en la medida en que es legal. Increfblemente, para empresas como El Cerrején, la oportunidad de dialogar con la comunidad, la manera de empezar las relaciones con Ia so ciedad, supone partir del hecho incuestionado de que algunas personas de- ben ser desalojadas. Ya que la nocién de desalojo supone una cierta violen- cia epistémica (Castro-Gémez, 2000), la empresa no usa explicitamente ese concepto; en cambio mangja un cufemismo: “reasentamiento”, que supone que la condicién de reasentado esté en la logica de mejorar Ta calidad de vida y crear mejores condiciones. En palabras de la empresa (Cerrején sigue los lineamientos del Banco Mundial y la Corporacin Finan- Gera Internacional (CH). Concibe al reasentamiento como una oportunidad de dilogo con las comunidades, de mejoramiento de su calidad de vida y de construccién de capital social. Aspiramos a que los procesos de reasenta: micnto que venimos gestionando fortalezcan el desarrollo sostenible de La Guajira (Cerrején, 20118) ‘Como se puede apreciar en la publicidad de la empresa, el “reasenta- miento” es una “oportunidad de dislogo con las comunidades” que puede permitir progreso. Esta premisa es problematica en vista de que el didlogo s6lo inicia cuando las personas ya estén advertidas sobre su reasentamien: to. No existen opciones de disenso, pues no es posible cuestionar el proyec- to de desarrollo en si mismo. El didlogo sélo puede empezarse cuando uno de los dos sujetos ha adquirido el papel de “reasentado”” Este condicionamiento en las relaciones entre la empresa y la comu- nidad es expresin de la globalizacién del derecho (Santos, 2002). Varios autores han resefiado cémo la posmodernidad se caracterizaria por una 11d MEGAPROYECTOS ¥ LOS DILEMAS DEL DESARROLLO EN LATINOAMERICA retirada del Estado en fimciones esenciales como garantizar la salud de la sociedad a cambio de la configuracién de un Estado que favorece la estabili- dad econémica del capital extranjero (Santos, 1998). Bajo esta mercantiliza- cidn del derecho es como emergen las normas que permiten contrataciones laborales sin que medie responsabilidad de los contratantes en la salud y pensidn de los trabajadores, también es responsable de que se den zonas de excesivas exenciones fiscales para empresas, y finalmente es responsable de que se generen distritos de extraccién de recursos naturales. En el proceso de configuracién de 4reas como clave para el desarro- llo, las comunidades locales se convierten es obstéculos que deben ser sor- teados. De tal suerte se conforman equipos de profesionales que intentan mediar con esas poblaciones. La categoria no es gratuita, Michel Foucault sefialé varias décadas atrés que dicha nocién habia sido uno de los inventos mas complejos de la modemnidad. En sus palabras En al siglo xvul, una de las grandes novedades en las téenicas del poder fue

You might also like