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TeEKesa SiivcHe2 Tevdenwcasy Bodewuns psicolou/Aas bel sx<<]i Los vyences fo DE wos Capitulo Octavo . “NO COMO, LUEGO EXISTO”. LA DINAMICA ANOREXICA ENTRE LA AFIRMACION Y LA MUERTE “Metafisico estas, Sancho. —Sera porque no como” (M. Cervantes). 1. PREAMBULO: EL CUERPO DISOCIADO El dualismo mente-cuerpo, recurrentemente analizado hasta el t6pico por la Filo: sofia y la Psicologia, ha enlazado en una correlacién inversa el sobredesa- rrollo de lo intelectual-espiritual con el subdesarrollo de lo corporal, y viceversa Un adagio antiguo certificaba que “Un vientre grueso no da un entendimiento sutil”. En las tipografias de la personalidad, primitivas elaboraciones sobre la caracterologia psicoldgica, se ctiquetaba como leptosomitico al tipo fisico cscualido, consumido de cares e hirviente de ideas, de inteligencia vives e ima ginacién cuasi delirante, reservandose para el tipo etiquetado como endomorto las caracteristicas contrarias: prominencia ventral, figura achaparrada y bizarra, hedonista y flaco de entendimiento. Figuras ambas que la literatura sustancig gn los arquetipos antagénicos, si bien que complementarios, de El Quijote y Sancho. Pero el dualismo t iene, ademas de las fisiolégicas, profundas raices histéricas y psicolégicas. El resultado de la confluencia de todas las vatiables ~euyo anilisis omito por sobradamente conocido es.el maniqueismo y la esti. sién occidental entre el cuerpo y la mente (psique, espiritu, alma), condenando al primero y ensalzando la segunda, como ruta a seguir para una adecuada hori. nizacién del ‘cachorro humano’,” En nuestra tradicion, el menosprecio del cuerpo camina parejo a la exalta- cidn del espiritu. Asi lo certifica el Evangelio de San Mateo y la Carta de San Pablo a los Romanos: “Si vivis segin la carne, habeis de morir; mas si por cl espiritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis”. Se nos adoctrinaba en las catequesis, exhortindonos a huir de los tres enemigos del alma: el mundo, el demonio jy LA CARNE! El cuerpo es, para San Agustin, pasto de fangosa con- cupiscencia, un riesgo para la salud del alma: corrupto, sucio, impuro, mortal, Escaneado con CamScanner os 130 TERESA SANCHEZ SANCHEZ, asqueroso, Sélo mediante la ascesis negadora podria rchabilitarse, convirtién- dose en templo de Dios. Traigo unas palabras del magnifico ensayo del cirujano C. Pera sobre el cuerpo “Mientras vive, el cuerpo menospreciado es cuerpo constrefiido desde si mismo, sometido a la ocullacién de su vergiienza original, a pautas de dominacion de sus comportamientos y al control estricto de sus sentimientos, emociones y | pasiones, hasta llegar, incluso, a 1a aplicacién de técnicas puramente punitivas. El \ ‘cuerpo menospreciado se convierte para el propio cuerpo, en el enemigo, en el sim- bolo del mal que ha de ser continuamente vigilado” (C. Pera, 2006, p, 156-157). ° 3 2 < S v Ser o hacerse hombre implicaba, en cievta medida en nuestro acerbo cul- tural, cultivar lo intelectual-racional-espiritual en detrimento de la atencién al cuerpo. Este qued6 anclado desde Platén y durante siglos es un inamovible estatus de soporte fisico del alma, cuando no carcel o yugo que, con sus pasiones y anhelos, atenazaba las mas nobles predisposiciones humanas. Liberarse de la \ prisién carnal, mediante penitencias, meditacion y ayunos, era una de las pres- \ cripciones pastorales frecuentes en el catolicismo. La privacién voluntaria de \ alimento gozaba de alabanzas, en tanto que la inclinacién desmedida a los pla- ceres del paladar se tildé de pecado capital: la gula. La Iglesia Catdlica enaltecio \ a figuras cuya extremada abstinencia alimenticia les llevé a la muerte. Pric- tica, la del ayuno, ejecutada por el mismo Jesucristo en su retirada al desierto para meditar acerca de su destino divino. Santa Librada y Santa Catalina de Siena sucumbieron al riguroso ayuno, siendo canonizadas por ello. {Ejemplos a seguir? Santa Catalina, nombrada doctora de la Iglesia, representa cl ideal medieval de desligamiento del cuerpo, dominio de si y control de las pasiones \ y apetencias corporales, como cauce para deleitarse con los verdaderos placeres espirituales. El cuerpo es ese espacio caducable, vulnerable y deteriorable que, \ 1 en la tradicién mistica, coarta el vuelo libre del espiritu. Liricamente lo cantaba San Juan de la Cruz: “Mira que la flor mis delicada, mas pronto se marchita y pietde su olor, guac- date de caminar por espititu de sabor...” (Dichos de luz y amor), 2 VIEJO SINTOMA, NUEVA EPIDEMIA. CAMBIOS EN EL SUPERYO SOCIAL Todo el exordio anterior no es sino una preparacién a la prueba de que ano- rexia nerviosa ha existido siempre, pero que lo que ha cambiado es el superyo Social respecto a ella. Es la valoracion que la Sociedad, mucho mas laica ahora y mas centrada en la salud que en la santidad, la que ha cambiado, juzgando distintamente las alteraciones en la funcidn del comer y del beber. Actualmente, los (rastornos alimentarios han pasado de set esporadicas manifestaciones HaCambladno 2 cyo Old anori nrg ‘ Soued Cart] Escaneado con CamScanner dpeesonwa/ WA ReILLOA EIN DMA ‘TENDENCIAS Y DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XxI. 131 excéntricas, a ser una epidemia social cuyo contagio imitativo parece crecer cada aiio. Hablo del supery6 social deliberadamente puesto que, al igual que ocurre con el maltrato doméstico, no es el fendmeno lo que ha cambiado, sino nuestra lente de observacién. En eT pasado, Tos casos de anorexia —amén de ser Tminoritanios= eran inlerpretados como ‘manias singulares y peligrosas’, pero cominmente transitorias y raramente de consecuencias letales. En el pasado, podria incluso embellecerse el sintoma como expresién de una melancolia amorosa o signo de desapego por lo terrenal. En el pasado era frecuente inter- pretarlo en clave romantica como desdén inconformista contra lo prosaico y vulgar de las cuitas por la supervivencia. Se cuenta que Lord Byron sintié nau- fragar su enamoramiento cuando vio comer a su amada, haciéndole evocar con repugnancia el interior nauseabundo de su estomago e intestino en contraste con su refinada y virtuosa apariencia. Incluso abundan las creencias que ligaban el ayuno con la templanza, la fortaleza de cardcter y los arrebatos misticos. Actualmente, en cambio, en un mundo exento de intimidad, de roman- ticismo y de ascética, el ayuno ¢s lo intolerable. Lo que otrora era reducido a molestas expresiones de problemas privados y familiares, se ha retraducido en un sintoma piblico de desdrdenes en el campo de las relaciones interpersonales, los derechos humanos (en el caso del maltrato), y la concepcién societaria y comunitaria de la salud. Explico esto tiltimo: la Sociedad del bienestar asume el cuidado y la vigilancia sobre cl funcionamiento ciudadano, Cuando éste diverge de lo qué la sociedad contempla como normofuncionamiento, acomete la inicia- tiva de cuidar de quien, atin en contra de su propio criterio y voluntad, se mues- tra desviante (= desafiante a la norma). La salud deja-de ser una responsabilidad personal ¢ irttima a partir del momento en, 7ge-un-sintoma delatorde esarreglo. Se asume entonces-conio un “QSUNl socielarios. Cuiandoesto-ocu- rie, como en el caso de-los trastomnos alimentarios, ROSE es duciid\del sintoma sino que hay que ecforizarlo, introducirlo en la red de atencion socio-sanitania, eimplicar a toda la miliary asistencial para que cada who asuma su responsabilidad como factor desencadenante.o.coadyuyante.y-sw papel en el pro- céso de recuperacion terapéutica> TT Hemos aprendido a valorar la anorexia nerviosa como un problema que padecen algunas personas pero que nos amenaza a todos y a todos nos interpela. Urgidos a dar una respuesta a esta Naga psicopatologica, cada madre/padre, cada educador, cada publicista, creativo de moda, fotgrafo, profesor o psicdlogo, médico o entrenador de gimnasio, se cuestiona por su culpa en la transmisién de mensajes contaminantes que conducet-atos/las adolescentes al precipicio de los trastornos de alimentacidn. Todos nos sentimos concernidos, a la par que todos externalizamos sobre otros nuestra contribucién directa en el resorte que activa el abismo anoréxico. Es el conocido fendmeno de la disolucién social de la responsabilidad. Ecforizarlo- dowls he's hide mremire ole Cee Escaneado con CamScanner 132 TERESA SANCHEZ SANCHEZ 3. MORIR DE INANICION EN LA SOCIEDAD DE LA OPULENCIA. Deseo resaltar otro hecho que sirve de encuiadre general al planteamiento posterior. Vivimos anegados de excesos. Nuestro entorno social es opulento, ‘obeso, henchido, rebosante. La nuestra es la Sociedad de la abundancia. Una de las mas grandes laceraciones ecolégicas provocadas por el hombre estriba en la ingente cantidad de basura producida. Engullimos y desechamos a una veloci- dad tal que nos convertimos en plaga planetaria. Cabria calificar a la civilizacion occidental como la de la sobrcestimulacién y la avidez. Somos depredadores de productos de consumo, ingerimos y vomitamios todo tipo de reclamos —incluidos los alimenticios-, rompiendo ciclos biolégicos naturales acuiiados eficazmente durante millones de afios y que obedecian a necesidades supervivenciales racio- nalmente administradas por nuestros antecesores. Ellos, siempre que tuvicran recursos —puesto que si no el primer menester habria de ser la provision de alimentos para el clan o la familia, se alimentaban. El valor del_alimento cra logicamente ponderado. Sin él, la subsistencia estaba en precario y amenazada Cuando los sistemas de organizacién social y distribucién del trabajo, han ido alejando al hombre de sus fuentes naturales de alimentacién, la ponderacién del sustento se ha debilitado cn beneficio de otras tareas. Comer deja de ser lo primordial para devenir algo accesorio, aunque necesario para acometer con Snergia y alegria labores mas produclivas o creativas“Debes comer para vivir, no vivir para comer”, se proclamaba en la Retérica a Herenio. Despreocuparse directamente de la obtencién de viveres en favor de otras metas posibilita cl desarrollo intelectual, técnico y artistico del hombre. Supone un avance en la civilizacién. Pero nos ha hecho perder la perspectiva sobre el valor real del ali- mento y llegar a deformaciones perturbadoras: unos lo sobredimensionan, des- embocando en hipérboles de la alimentacién sana y natural como la ortorexia, la ingesta compulsiva e indiscriminada, los refinamientos sibariticos“de-los gourmets, etc; otros lo niegan y desviriuan pretendieido que el alimento ofusca yEivilece la mente, privandola de sus mas excelsas capacidudes potticas, espi- rituales 0 racionales. El atratwrs Plreas Sy LuGan Hambre y lucidez, ayuno y virtud, estén asociados en el imaginario colec- tivo del mismo modo que hartazgo y somnolencia, o banquetes y lujuria. En parte, es por esto, que en la sociedad de la saturacién y del hastio, negarse a dis- frutar de la diversidad, exquisitez y abundancia de alimentos que seducen desde las abarrotadas estanterfas o mercados, contiene un signo de protesta y de des- aire despectivo a la norma social compulsiva del exceso. Kenneth J. Gergen ana- liza en su libro “El yo saturado”, las consecuencias que Sobre Ta identidad tiene eTreiterado asedio estimular al que se somete al yo en ‘oO mundo: El yoes ‘Wtartamtente-bémbardeado por muliitud de mensajes que invitan—wobligan— a ejecutar determinadas pautas de comportamiento para conquistar la identidad de ser un buen ciudadano, una persona saludable, de éxito, y feliz. Escaneado con CamScanner TENDENCIAS Y DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XXI 133 Parte de las consignas con las que se le va colonizando paulatinamente incluyen un lema implicito: “eres lo que comes”, que ain esconde otro mas recéndito: “debes comer tales y cuales alimentos que te aportaran vigor, inteli- gencia, memoria, salud y cuerpo deseable”. De modo que se establece la ccua- cidn de que a través del alimento se consigue un proyecto de vida y una identi- + Gad-A Graves de To que comemos nos convertimos en aquello que deseamos ser. 2 Elmensaje-ecmre sutit-distorsignrde la realidad, porque concede al hombre un ~ protagonismo excesivo en la confeccién de su vida, anulando otros factores y © subrayando en funcién de intereses meramente comerciales— aquellos que si dependen del control del sujeto: lo que decide comprar, cocinar y comer. En este mensaje colonizador del yo, se responsabiliza al sujeto de sus propias enferme- Gades y SeTe otorga la obligacion de prover (Colesterol, metopausia, hipertension, obesidad, cancer, exe » &te), a Ta par que se le convierte en artifice maximo de su realidad corporal. 0 Key Fore ty ae oe fo 6 Per ponca a) bidg x a 4. ESPLENDOR Y MISERIAS DEL CUERPO COMO DISENO. He aqui al hombre convertido en arquitecto de su figura, en artista que pule y retoca sus imperfecciones, en cincelador de su imagen, en programador de su éxito o fracaso interpersonal. He aqui a la comida, en el otro extremo del bino- mio, metamorfoseada de combustible encrgético para la supervivencia, en el atanor alquimico que transforma los nutricntes que contiene en belleza, en salud, en vida, en éxito, en relacién. La comida es el pincel que actiia sobre el cuerpo interpretado como liengo arlistico, {Qué desarbolado poder, qué desmesurada sobrevaloracion, qué abdicacién de la racionalidad! Aleccionadora reflexion la que sigue: “En el mundo occidental el cuerpo humano se ha convertido en el icono cul= tural por excelencia, omnipresente y predominante. Objeto semidtico, cargado de signos propios..., la busqueda de la perfectibilidad corporal ha abierto el camino a la progresivamente extendida cultura de la modificacién del cuerpo, en bastan- tes ocasiones Ilevada hasta sus ultimas consecuencias: desde el adelgazamiento obsesivo en la mujer joven que puede abocar a Ia terrible anorexia nerviosa, y el excesivo remodelado muscular de los gimnasios ~“construccién del cuerpo" (bodybuilding) se dice-. (...) En esta moderna cultura de la modificacién del cuer- po, éste es asurnido como un “proyecto individual”, en el que cada uno ~duedo de su propio cuerpo- se ocuparia de su disefio” (C. Pera, 2006, p. 39) Desmenuzar la perversién del mensaje publicitario y de la cultura nutricional al usd, por mas politicamente correcta que séa, es imprescindible para et der Ta masificacion del Tendmeno de la anorexiay {No puede comprenderse que la Tesporsabilidad fo esta solo en Tos modistos, eit las tallas 34, en las evanescentes Escaneado con CamScanner 1 Teanstopmad ElCuerPy RR 4 AlGusH BEL Copsu i doe , oe eleccioy 4 a SING yen su 134 TERESA SANCIIEZ SANCHEZ ees i modelos de pasarela, en las actrices de moda? El problema va mis alli: tiene que ver con el profundo cambio cién de Lea aA SATE * Garistica ¥-milica-cincel de escultor, pineel de-pinlor.cundricula de le here’, ' sexual, laboral y soci ie. vayamos a teneren Ja vida, Antes de que el bisturi del Girujano plistico intervenga, puliendo y recortando, succionando implantando, esti la comida capaz de convertir la herencia de la naturaleza en materia prima sus- ceptible de transformarse a gusto del consumidor, ;Por la comida al ciele de lo que queremos ser y por la comida al infierno! El cuerpo ha devenido una base manipulable, modifi se. Podemos rebe- lamé® contr Tz gsilica heredada, Nos cendicions pore ce sos Meee Ne una realidad inapelable y, ademés, es la carta de presentacién y la herramienta \ comunicativa, diferenciada de los demas Y expresiva. El joven toma su cuerpo come Performance, lo deconstruye, to personaliza, casi ~como se hace con ioe coches~ puede tunearlo, customizarlo (acoplarlo a sus propios gustos para salir del anonimato de Io ortodoxo y comin). En un mundo masificado, escapar de los imperativos de la vulearidad se convierte en un culto privado que adquicre cara sis "joven Wa aprendido a tratar su-cuerpo como opcién’ ox no como imposicignl No acata a Constitucién anatémica como un pasaporte insobomable, sino que pretende metamorfosearse en multiples adaptaciones (estéticas, de ropaje y peluqueria, las mas veces) que a menudo pasan por la a) performance del cuerpo. Este es considerado campo de exploracién, de experi mentacién, de exhibicion y de identificacién, i En esta misma érbita hay que encuadrar los trastomos de alimentacién: son crn, causecuencia mis, la més grave por sus efectos, de la nucva concepeiin de} Sucre, por una parte, y del significado del alimento, por otro, y del papel de disefiador de si mismo -piidiendo deconstruit ¥ eoustrutt caprichosamente que seTe confiere al sujeto. La combinacion de estos ires elementos es decisiva para desatar los Wastornos de anorexia. Podemos hipotetizar que este cuadro es la funcién resultante de: a) Alteraciones en la percepcién ¢ intemalizacién de la corporeidad, ) Interpretaciones irracionales y creencias delusivas -o delirantes~ sobre el alimento en si y sobre el hecho de ingerirlo. ©) Sobreinvestimiento del yo, 0 lo que es lo mismo, conviecién nareisista exagerada acerca del papel protagénico del yo en el cumplimiento de la ‘area identificatoria: ser quien uno quiere ser 0 quien uno crec que debe ser. De una u otra forma volveremos sobre estas cuestiones a lo largo del resto Sera del trabajo, ’ cUeepy ane “rue . < Nueva concepeuy del CUEEPL ea BAU MensTctos S\OWIF\LADy BE] ALesry ash S ee “CA PexeauA, Sul POCELo BE > Za hp eC Sait SNS LA Lie acy ° “Ee scaneado con CamScanner 5. ANOREXIA: ;SINTOMA 0 SiNDROME PSICOPATOLOGICO? TENDENCIAS Y DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XXt se COMORBILIDAD = Existen muchos otros enfoques y abordajes de los trastomos alimentarios Non me tienta la vanidad de tener la clave para la comprensién de patologia tan compleja como escurridi za. Sdlo reflexiono desde el modelo psicoanalitico sobre los casos que conozco y que me interpelan. He de tener un dispo Siempretemite.a un encuadre mas complejo con arborescencias enmaraiiadas que han de desenre- darse y reestructurarse. Se nos presenta siempre como un trastorno tomasolado, cuya naturaleza y pronéstico dependerd del tipo de personalidad en el que sc inserte. Es una Jeruartereraay Sanfelit, 1997), pero su causa estd en la comunicacion éonTo mental. ere 6. PROBLEMAS CON LA MADRE NUTRICIA Sefialaba Tremolieres que alimentarse, proporciona al nifio su primera nocién de existencia, de relacién con el mundo. Asi que, no es baladi suponer que rechazar el alimento o expelerlo implica und cierta forma de repudio de la | retacion-con ef mundo, Mundo qué, en las primeras tases de exislencia, esta Siendo conocido a través de la madre. Ahora quiero subrayar la existencia de | una probable fusién simbistica y ambivalente entre la madre y el nido que luego | devendra un obstaculo serio en las futuras fases de separacién-individuacion. La simbiosis con la madre impide a la nifia vivirse de forma auténoma, dale un sentido a su vida desde su yo (capacidad personal) y desde su ello (deseo genuino). Sdlo se piensa y reconoce desde la mente de su madre, consagrando su vida a la consecucién del deseo y del pensamiento de la madre. Se ve como su madre la ve, confunde sus opiniongs con las_oidas ¢ internalizadas desde el bautismo materno.|Esté-configurada-a-partir-del-deber ser paca la madi simbiosis, hay amb! iosttray-ambigiedad fiay confusion, si hay confusion hay despersonalizacién, oclusion 0 forclusion dela propia identidad. Asentir a la madre Diosa es una formula habitual en las anorexias psicéticas, tanto melan- célicas como esquizoafectivas, En la clinica ofmos recurrentemente en su boca: “mi madre dice que yo”, “a mi madre no le parece bien que yo”, “a mi madre le gustaria mucho que...”. Pero dénde esta la afirmacién de su deseo. Esa es la tragedia: no cree pertenecerse a si misma. spabists~ anbiqudadl —» Carus Sanatiradm, ellisin de la pP Escaneado con CamScanner 138 TERESA SANCHEZ SANCHEZ, La funcién nutricia de la madre no precisa explicarse, Madre = alimento es un axioma que procede de la biologia, pero que la psicologia matiza, porque el alimento matemo tiene connotaciones muy diferentes vinculadas al deseo que la madre sienta por su hijo-a, a sus expectativas, anhelos y miedos, a las ansicda- des por su funcién de madre, a su ser-en-el-mundo conformado antes y después de la maternidad, etc. No es, Por tanto, el hecho de alimentar a la cria, sino la fiuision o frustracién, el amor o fastidio, lr getierosidad o usura, ol eros y el tanatos que ponga en ello, lo que decantara la balanza, La inieriorizacion de una madre Warcisista y voraz que usxrat hijo/hija‘como posesion, juguele 0 prolonga- ion de si produce el singular resultado fecuente en wichos casos de snore ia. la madre esta profundamente incorporada (es deen it-corporada’ tagadla, hecha cuerpo, habitando desde dentio a la hija), aunque como objeto malo: es la madre negativa, la madre-bruja, la madre-madrastra de Blancanieves que da un alimento envenenado para eliminar a la rival en belleza, feminidad y juventud (M. Woodman, 1994). Pero la hija anoréxica ha desarrollado ese arma de agresién para expresar Su resentimiento contra ella y emanciparse, atin a costa de motirse. Rechava a nivel consciente ¢ imitativo adoptar cualquier semejanza con ella. No desea sino ser diferente, desmarcarse, negarla para asi poder afirmarse. A menudo, {a identificacién inconsciente con la madre introyectada es tan j que, ‘COMO afintia Martinez Garcia de Castro (1989), para destnilr a la ma ei ‘tro, se destruye a si misma. Las anorexias Gon un Wrasfondo esquizoafectivo (en mi experiencia muy frecuentes) presentan esta particularidad: para eliminar la critica machacona y la desvalorizacién materna, recurren a este dejar de existir a.traves del dejar de percibir el alimento que la madre les suministia ES algo ast como “no quiero nada tuyo, porque todo lo-que time das me aniquila”, “tu ali- mento, viniendo de ti, es veneno, mie ma iy e impide ser yo misma”. —— La anorexia, tanto la privativa como la purgativa, es una expresién del rechazo al alimento que infla, deforma, convierte el cuerpo en arcilla para el moldeamiento materno a su imagen y semejanza, Como el titulo del capitulo indica: |a-paradoja gnorexienconsiste en que al népar-(el-alimento)-se-afiinan- -ensuridentidad:Laaimica-auton; mia-posible pasa-en-estas modalidades de -ano- sextazpordeclarartina guerra civil en.el inte det cuerpo-contra-los vestigios dearmadie ferozs invasorasy-rechazante, succionadora de la identidad. Madre obcecada en despojar de idiosincrasia a la hija y en doblegar sus caracteristicas singulares en émulo de sus proyecciones narcisistas, A menudo se ve a la joven anoréxica zafarse del proyecto materno sobre su futuro cultivando aspectos dia- metralmente opuestos a los aclamados por su madre. Su proclama de identidad Podria ser: “s6lo puedo ser contra ti, nunca junto a ti; quiero ser yo, no que ti me conviertas en parte de ti misma, en un clon tuyo, en tu prétesis”. La desi- dealizacién y la contraidentificacién con la madre exigen un duelo que deja a la hija desguamecida de referentes y.ayida de depositarl s en ideales femeninos Escaneado con CamScanner TENDENCIAS Y DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XxI... b9 antimaternos_A menudo este proceso es convulso y autodestructivo, ya que puede desencadenar un mecanismo de vuelta contra si misma de la hostilidad no dirigida hacia el representante materno: se desea matar todo cuanto de la n-adre existe en ella. E. Moreno se pregunta por este abismo: {Como se las arregla la nifia para reestructurar su narcisismo? ¢Qué proce- sos tienen lugar desde la renuncia y separacién de la MADRE, con mayiisculas, hasta la adquisicién de un ideal del yo propio, con funcionamiento adecuado a su realidad?” (E. Moreno, 1997 b, p. 234). He observado en la clinica cémo madres muy egélatras, ansiosas por la pér- dida de su juventud y belleza, trasmiten a sus hijas adolescentes, el marchamo de su yo ideal megalémano, exigiéndoles subrepticiamente que culminen todos Sus proyectos inconclusos, resuelvan sus frustraciones, materialicen sus ambi- ciones y luego se las entreguen como ofrenda. Madres-Diosas, cuyas hijas nacen para ser la segunda oportunidad de si mismas, condenadas a la emulacién, a la adoracion, a la despersonalizacién. La madre de M? Angeles le reprochaba a su hija anoréxica su parecido fisico con su padre, en vez de con ella, tan guapa, elegante y moderna. Mientras que MP Angeles se oculta bajo holgados jerséis y ropas amorfas, la madre luce atractiva y sexy. Siente vergiienza de la hija y le dice que no vaya a la playa para que los conocidos no la vean tan delgada, porque acaso piensen que no la sabe alimentary puedan juzgar que es una mala madre. M* Angeles adora el sol, necesita impregnarse de calor (tiene hipotermia a menudo), pero renuncia a bafiarse para no disgustar a su madre y no provocar su reproche. En este con- texto de despojamiento afanitico, como diria E. Jones, en el que ni siquiera se te permite ser quien eres, sino slo quien debes ser para la madre, la supervivencia psiquica pasa por la negacién rebelde frente a ella. Afirmacién del yo ain a costa de la oclusién del cuerpo y sus necesidades nutricionales, que permanecen signi- ficantemente cargadas de lo materno desde la infancia. La fantasta inconsciente de la{ anorexia melancdlied es “mi cuerpo tu cuerpo”, “yo no soy ti, no quiero ser fu, no me Busta Td que eres y lo elimi a deritro-de mar desechiando lo que Me das, porque no quiero exist pare ti, sino para tmi-misma”;“fastidiate-porque no elijo ser tli suefio, buscaré un ideal en el que iio puedasteconocerte, en el que te sientas fracasar, en el que me vivas como tu error mas grave, del que no puedas vanagloriarte”. ; Crueldad? Por supuesto, Es la respuesta rabiosamente afirmativa ante laafanisi (supres én fundamental de la identidad que lleva a no ver, tratar ni sentir al otro como diferente de uno mismo). / ALANIS PERU ISS LRLAAR AAA AAA AA A. Escaneado con Cam$canner 140 A TERESA SANCHEZ SANCHEZ 7. ADOLESCENCIA y CORPORALIDAD Cominmente los episodi xi ntan en la edad adolescent Plsodios anoréxicos se presenta ; I I tc, Se ve sorprendido intempestivam Fate ¢ ; pestivamente por te nds see €n su morfologia corporal. Debe desprenderse de su imago tp niantil y pugnar por reconocerse cada mailana en el rostro de un onto teffejado en el espejo. Ve su cuerpo desde fuera, Se produce una Heau- K. Jaspers supone que “el esquema corporal € realidad en el espacio fuera de nosotros”. Los en ser tan rapidos como inasumibles, por lo que Precisado a realizar un duelo por el cuerpo infantil, antes de Las metamorfosis puberales pueden desembocar en floraciones més 0 menos prolongadas de extraik , ieza y despersonalizacién. Sélo en el peor supuesto crista- lizardn en cuadros esquizoides que impidan el reconocimiento de si mismo en la hueva composicién corporal o en trastornos severos de dismorfofobia (temor a Ser deforme o a llegar a serlo, con riesgo de degenerar en Delirios de deformidad Corporea). Sin llegar tan lejos, es posible que el/la adolescente sienta que esti habitando un cuerpo que no es suyo: se ve los pies desmesuradamente grandes, se observa abultada y con pechos prominentes, vello, espinillas, una estatura que sobrepasa su imagen conocida desde la nifiez. Todo ello puede converger en ansie- dades catastr6ficas (Bion) o de aniquilacién altamente mérbidas que convierten a la adolescencia en el periodo evolutivo mas comprometido para la efervescencia de episodios psicopatoldgicos, mas o menos transitorios. (A. Pérez, 2001). La gran especialista en adolescentes T. Olmos sefiala que eV/la piber asiste con curiosi- dad y miedo a sus mutaciones corporales. La expectacién se aparea con la duda respecto a “en quién me convertiré”, “qué llegaré a ser cuando todo esto acabe”” Subraya algo que incidiré en los problemas de anorexia: : “El duelo por el cuerpo afecta especialmente al yo corporal, a su represen- tacién, vivencia la pérdida del cuerpo infantil y de los aspectos del yo ligados al cuerpo. El cuerpo fisico es vivido como un objeto extrafio y cambiante para el yo y se realiza un duelo en relacién al cuerpo adulto idealizado que se esperaba tener y que la realidad confirma como distinto a lo esperado” (T. Olmos, 2001, p. 138). Lo que se deduce de la cita es que la adolescente que devendra anoréxica no ha realizado ninguno de los dos duelos aqui indicados: ni por el cuerpo infantil” perdido, puesto que persevera en suptimir los rasgos corporales ad los (erase abdominal, caderas redondeadas, pecho henchids), protongando-artficialrmente una morfologia in ni el duelo por el cuerpo a Tizado, puesto que sw Escaneado con CamScanner TENDENCIAS Y DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XXI... 141 yo corporal real se obstina en alcanzar el nivel del yo corporal ideal, encarnado a menudo por iconos de la belleza exhibidos en los medios de comunicacién. Resulta muy ilustrativo consultar cl trabajo que a este respecto presenté Maria Marquez (2006) en el 7° Congreso Virtual de Psiquiatria, titulado “La imagen de la mujer en los textos periodisticos y publicitarios. Influencia en los trastornos * de la conducta alimentaria”. Por consiguicnte, en el sintoma anoréxico no sc han. 4, efectuado dos duelos imprescindibles: eT gusto por el cuerpo infantil perdido y ” el duclo por el yo corporal ideal no conseguido. Como seiialamos en capitulos previos, la adolescencia es el tiempo de la cesura. Marca el fin de una etapa y cl comienzo de un estado en el que ya sera para siempre otro. Pero se sigue siendo cl mismo y distinto en um cuerpo que es definitivamente nuevo, pero todavia no propio. El adolescente es, a un tiempo, espectador y agente de los cambios que experimenta. El aparato mental no madura al mismo ritmo en que cambia el cuerpo: “Las aspas de! molino (el ‘aparato de pensar pensamicntos* de Bion), aptas para triturar (mentalizar) una determinada cantidad de grano (contenidos y viven- cias cognitivas y emocionales), sin averiarse y sin desencajar la estructura de la personalidad, ya no dan abasto (desbordamiento traumitico de contenidos pulsio- nales) y fracasan, pudiendo conducir a su ruina (desmoronamiento o desorganiza- cién psiquicas)” (T. Sanchez, 2006b). En lo que Maria Hernandez (2002) llama el “seismo puberal”, el trabajo psiquico que forzosamente debe hacer el aparato mental adolescente se complica al carecer de un yo suficientemente sdlido e integrador. Ello predispone a las escisiones, dificulta la mentalizacién de los cambios y problemas con el cuerpo y la imagen proyectada, La ausencia de elaboracién mental tiene desenlaces fie- cuentes en conductas impulsivas (neurosis de comportamiento para la escuela de Psicosomatica de Paris, [PSO), en desorganizaciones limites y esquizotipicas, y en somatizaciones diversas. Los trastomos por acting (comportamientos en esta- llidos, descontrolados, compulsiones, conductas desmesuradas y descontroladas) adoptan diversas formas, pero tienen un denominador comim: el déficit narcisi tico (coincidente con la interpretacién de H. Kohut),(Dentro.de-los.cuadtos cli eM iioren especial relevancia en la adolescencia los ataques contra ‘“Feuierpo: intentos de suicidio, conductas de riesgo, toxicomanias, trastomos de alimentacién. Los abusos y estragos cometidos contra el cuerpo nos hacen reparar, enel grado de angustia y de disconformidad con la corporalidad, la hostilidad y el desprecio, la alienacién ¢ intolerancia respecto al propio ser corporal. » Julian Marias calificaba la corporalidad como la forma concreta de instala- cién en el mundo a través del Intracuerpo (cuerpo vivido desde dentro, mas que cuerpo visto desde fuera). (A. Argente del Castillo, 1985). Si el adolescente no termina de habitar su cuerpo, ni su yo de tomar posesién de su carcasa externa ‘Escaneado con CamScanner ed 142 TERESA SANCHDZ SANCHEZ y de su cuerpo intemo, puede incurrir en una disociacién en fa que el caerpa se expulse como algo extraio y erradicable del psiquismo. 5. McDougall (1932 a) apunta que la psiquis ha de vivir el cuerpo como homogéneo con ela y sentimiento de identidad se apoya en la conviccivin de que uno viv on el interior de! envoltorio camal y ta certeza de que el cuerpo 7 ef si ausmo son indisociables” (p. 132), agregando que “la ruptura de es expo y psiquis ofrece un terreno propicio a las eclosiones psicosomati cas” (5. McDougall, 1982 b, p. 238). JL. Lillo (1999) encuentra en muchos adolescentes lo que “ansiedad claustrofifica” dado que siente que sus necesidades corporales ¥ s deseos invaden su mente y no puede zafarse de ellos al igual que ¥ mente ocupando un cuerpo que no le corresponde y con cl qu 10 ene un intruso qué expulsa Ta actividad claborativa Eomo un apremio imperioso el impulso a domesticar cl cuerpo para no Des plenaniente ef control sobre él. C, Rodriguez Sutil (2006) crea una expr muy esclarecedor: [Guceien por eT cuerpo} Para combatirla, el adolese desarrolla una ilusiéiereaeionista en virtud de la cual, él puede remodel anatomia heredada y/o padecida, deviniendo autor en vez de receptor de fologia corporal, La percepcién de autodominio en los procesos de re de las necesidades corporales es normalmente escasa en la adolescencia ello, para algunos constituye un verdadero desafio a su voluntad, hallar el modo de imponerse a las acometidas de sus demandas internas, Negarse a atende y satisfacerlas les otorga una vivencia de poder superior a la de x satisfaccion irrestricta de las apetencias corporales. El joven siente que le es licito y hasta inevitable castigar su cuerpo, reinar sobre su tirania, doblegarlo a sus caprichos. No someterse a sus dictados: suefio, hambre, malestar, embriaguez, les confier un halo de poder altamente gozoso. Asi puede entenderse la enigmitica frase siguiente, puesto que es la insatisfaccion la causa del goce en 1a anorexia: “La anorexia es ese grito obstinado contra toda sa miento obstinado de la ins: sfaccion y ¢3 un man isfaccin” (JUL. Nasio, 1992). | Los trastornos del esquema corporal ocurren por el hiato abierte eatre el | profundo de la identidad mental y su encanadura, el yo corporal, que no acaba } | de realizarse. Esto significa en romance paladino que el adolescents vive en 34 cuerpo como de prestado, se siente un inquilino sin haber conquistedo un ests- | tus de propietario. La provisionalidad le incita a efectuar reformas en su cuerpo | en un intento de conquistar el tipo de imagen corporal que se corresponds con | su [deal del yo. En este hiato estriba la principal causa psicedinamica de la que jx emanaran los eventuales sintomas anor NiO, i Vv } Escaneado con CamScanner TENDENCIAS ¥ DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XXI... 143 8. SEXUALIDAD Y FEMINIDAD Una parte troncal de los cambios corporales experimentados durante la adolescencia se relacionan con la sexualidad. La intolerancia puberal al cuerpo sexuado, dotado de una potencialidad genital y reproductiva, apto para estimular el deseo masculino, conduce a un intento de neutralizacion. En efecto, retornar una etapa presexuada, ambi objetivo persegitde-paralelamente mediante los trastomnos anoréxicos. Vivirse con género neutro (hermafroditismo, cfebismo, tadeterminacion de Ta naturaleza psicosexual) es una aspiracién en la Uc Se obstina la joven anoréxica y que obtiene indirectamente, La emaciacién de Sus Toray eesti gue bene Tas caderas, la planicie de su ‘6rax, la amenorrea y el corte o pérdida secundaria de los cabellos, forman parte de los indicadores diagnésticos del cuadro anoréxico. Slo que no son meras Consecuencias del no comer, sino el verdadero propésito inconsciente: borray cualquier indicio de feminidad. Obsérvese la siguiente vifeta clinica tras la ap Ticidn de amenorrea en una paciente: “Paciente: No soy mujer. Terapeuta: No eres hombre, Paciente: Me pregunto qué soy. {Una persona? Terapeuta: Por supuesto, pero todas las personas son sexuadas, Paciente: Yo no. Me gustaria ser un caracol, Terapeuta: ¢Por lo hermafrodita? Paciente: No, porque lo sexwal no cuenta” Otra paciente comenzé una Mdieta restrictiva cuando su madre, celosa de Ja efusién de sus formas sexuales, temia que su matido ~padre adoptivo de la Paciente~ pudiera comenzar a fjarse en ella como mujer Paralelamente, sor- prendié a su padre contemplando una pelicula Pomogréfica, lo que le produjo tun impacto traumatico enorme, pues suponia la revelacién de que su padre era un hombre (ser erético, macho) e, inconscientemente, que podria reparar en ella como mujer. Habla, pues, que hacer no deseable el cuerpo para borray la fantasia sexual propia, suprimir los celos de la madre recuperando un cuerpo infantil, y no alentar ningtin tipo de deseo incestuoso paterno, La anoréxica se ni ggaa sumer para.no-eonverttse ella misma en “comidita apelOsa™ para Tos hombres. Asi lo reconocié un tiempo después, ~ Freud, en el Manuscrito G, “Melancolia” (escrito el 7 de enero de 1895) contempla la anorexia como £xpresidn melancélica en presencia de una sexuali- dad no desarrollada, Conviene insertar aqui un comentario sobre el polisémico sentido de la palabréan Este vocablo, compuesto del prefijo de negacion an- y de la raiz seméntica Orex, traducible por apetito 0 deseo, nos desvela que la anorexia Escaneado con Ca AR RAR HAA MALRRRRARAAAARA AAA imScanner TENDENCIAS Y DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XXI. 143 8. SEXUALIDAD Y FEMINIDAD Una parte troncal de los cambios corporales experimentados durante la adolescencia se relacionan con la sexualidad, La intolerancia puberal al cuerpo sexuado, dotado de una potencialidad genital y reproductiva, apto para estimular el deseo masculino, conduce a un intento de neutralizacién. En efecto, retornar * guna elapa presexuada, aml objetivo persegitto-paralelamente mediante los trastornos anoréxicos. Vivirse con género neutro (hermatroditismo, cfebismo, mdeterminacion de Ta naturaleza psicosexual) es una aspiracién en la que se obstina la joven anoréxica y que obticne indirectamente. La emaciacion de'sus formas femeninas, cr estiechamiento de las caderas, la planicie de su ‘orax, la amenorrea y el corte o pérdida secundaria de los cabellos, forman parte de los indicadores diagnésticos del cuadro anoréxico, Sélo que no son meras Consecuencias del no comer, sino el verdadero propésito inconsciente: borrar cualquier indicio de feminidad. Obsérvese la siguiente vificta clinica tras la apa~ Ticion de amenorrea en una paciente: oacwcanetenn a ~ “Paciente: No soy mujer. Tetapeuta: No eres hombre. Paciente: Me pregunto qué soy. ,Una persona? Terapeuta: Por supuesto, pero todas las personas son sexuadas. Paciente: Yo no. Me gustaria ser un caracol. Terapeuta: Por lo hermafrodita? Paciente: No, porque lo sexual no cuenta”. -_—a em Otra paciente comenz6 una Mieta restrictiva cuando su madre, celosa de Ja efuusion de sus formas sexuales, temia que su marido padre adoptivo de la paciente- pudiera comenzar a fijarse en ella como mujer. Paralelamente, sor- prendié a su padre contemplando una pelicula pornografica, lo que le produjo un impacto traumatico enorme, pues suponia la revelacién de que su padre era un hombre (ser erético, macho) e, inconscientemente, que podria reparar en ella como mujer. Habia, pues, que hacer no deseable el cuerpo para borrar la fantasia sexual propia, suprimir los celos de la madre recuperando un cuerpo infantil, y no alentar ningtin tipo de deseo incestuoso patemo, La anoréxica se niega a comer para na convertirse-clla misma en “comidita apetitosa™ para los hombres. Asi lo reconocié un tiempo después. Freud, en el Manuscrito G, “Melancolia” (escrito el 7 de enero de 1895) contempla la anorexia como expresia nedlica en presencia de una sexuali- dad no desarrollada, Conyiene insertar aqui un comentario sobre el polisémico sentido de la palabréSangrexiay Este vocablo, compuesto del prefijo de negacién an- y de la taiz semantica orex, traducible por apetito o deseo, nos desvela que la anorexia Escaneado con CamScanner 14a TERESA SANCHEZ SANCHEZ remite antes a la falta de deseo de comer que al hecho mismo de no ingerir o de experimentar repugnancia por el alimento, Es llamativa la relacién entre cl desco de comer y el desco sexual. En la anorexia, a través de la negacién det deseo de comer (ayuno, inapetencia, privacién, restriccion), se esti clidiendo -pero al mismo tiempo sefialando- la falta de apetito o la abstinencia respecto al impulso sexual. No olvidemos que, como sefiala Carlos Sopeisy (2000), tsiitomato- logia’ cambia con los ticmpos, se renucva para asi poder seguir cumpliendo su funcidn: la de “expresar un conflicto a Ja vez que ocultarlo™. La falta de apetito alimentario a menudo cs un disfraz de la falta de deseo sexual, 0, lo que es ca: lo mismo, ta, del placer sexual. Fepele la aTraccton erotica, ‘HJetorsujeto de placer En castellano la alocucidn “no tener ganas de” puede aplicarse tanto al ali- mento como al tmpulso sexual, Se? cin para iniciat o proseguir algo. ala ta abulia, ta falta de voluntad, de motiva- anismos de negacién de la clectuatizacion y formacion ctiva, y, por encima de todos, de ssulscion retroactiva: borrando el cuerpo sexuado y femenino, haciendo desaparecer sus rasgos ¥ estimulos incitadores, anulo los efluvios invasores de la sexualidad femenna, La anoréxica histé rica conquista, asi, una feminidad espisitualizada, asexuada, despojada de su polencialidad tanto erd ) reproductora. Reconquista un cuerpo dé nia, negando el de muyer, y por debajo de ella, de hembya. Rosa (nombre apécrifo de la paciemte) exclamaba horrorizada: Por mas que adelgazo, soy toda tetas! ;Los hombres pueden descarme y yo no quiero! A veces imaginabs que debia ven- darse el pecho, como Mulin, como Catalina de Erauso, la monja alférez, para no ser mirada por los hombres o reconocida como mujer. Pero, a diferencia de sllas, no queria ser hombre, queria ser niiia. Santa Clara de Asis es presentada en las hagiogratias como un icono de pureza por el paralelismo entre !a abstinencia : alimenticia y ta abstinencia sexual. Santa Librada, patrona de las mujeres castas, desexualizd su cuerpo mediante la anorexia. Se repiten los arquetipos. re Las orondas redondeces femeninas son asociadas en la fantasia anoréxica (histénca) al cuerpo de la madre-depésito, madre-nutricia, madre-fecunda, La ~ acumulacién de reservas slimentarias, apareadas a los estrégenos y a hormonas ae como la prolactina y la progesterona, tiene una finalidad supervivencial: garantizar ¢l alimento de Ia cria. Negar la condicién de mujer-madre supone acceder a un cuerpo andrégino, tubular, no acogedor, no matemo, hispido ¢ hirsuto. La adipo- sidad es irracionalmente encadenada a la concupiscencia, a la entrega a todo tipo de placeres, pasiones y bajezas, al primitivismo psiquico y moral, al descontrol, la imperfeccidn, las perversiones y la vulgaridad. En tanto que la delgadez se asocia Escaneado con CamScanner TENDENCIAS Y DOLENCIAS PSICOLOGICAS DEL SIGLO XXI. 145 ala contencién, la ligereza, la sobriedad, la exquisitez, el snobismo y el bucn gusto eslético, la perfeccién y cl control sobre las inclinacioncs instintivas. En algunas paginas web “pro-ana” se aventa virtualmente el fema “todo lo que como me mata”. El enigmiitico eslogan significa: “lo que como ~por cuanto me engorda— me aleja de la perfeceién, mata al yo ideal con el que intento fundirme”. {Caparés (1997) muy afinadamente opin queen anorexia a GET se oraliza, mientras que cl alimento se hace sexual § autores han resaltado la erotizacion del hambre y del cuerpo hambriento que se da en la anoréxica. Kestemberg (1972) lo plasma de la forma-més.olunda-y.contundeate.en su obra El hambre y el cuerpo, afirmando: UEnnanosesia. cl args. | hambre’} indicando légicamente que la insalisfaccién de las necesidades Tistologicas pro- duce un sobreinvestimiento del cuerpo libre, exento de las ataduras de la necesi- dad, Comprobamos que la madre de la anoréxica a menudo no esta contenta con su identidad femenina ni con su cuerpo y, también a menudo, las otras identida- des femeninas supletorias (tias, abuclas, hermanas) son un espejo que devuelve tuna imagen lastimosa de lo femenino. Si esto es asi, el prondstico empeora. No w€-olvidemos que “lo fespenina se conquista conta ts madre, pero se c ye.con ella” (M’ A. Albamonte, 2004), y si no Fay un Teferenté femenino a iccuado, la

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