PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX, HASTA EL TRIUNFO DE LA
REVOLUCIÓN.
El siglo XIX fue el siglo del Neoclasicismo. En materia de arte se había
suscitado una expresión que por primera vez rompía trascendentemente la expresión formal. Ello contribuyó a la cristalización de la Nacionalidad Cubana, lo cual se materializa en función de una identidad cultural definida. Sin dudas, San Alejandro había generado un sistema de aprendizaje sólido, pero los cánones academicistas no se avenían con los sentimientos nacionalistas y las corrientes internacionales del momento. Estas desavenencias con la formación academicista cubana, hizo que un grupo de pintores sintiendo la insuficiencia de la enseñanza académica cubana buscaran orientación en el extranjero. En 1927 se suceden en La Habana cuatro exposiciones que indican el despertar de un arte nuevo en Cuba. Fueron las de: a- Juan José Sucre, Escultor (en Enero); b- Víctor Manuel, pintor conocido por su obra Gitana Tropical (Febrero) c- Antonio Gattorno, pintor conocido por: ¿Quiere café Don Nicolás? (Marzo); y d- En el mes de mayo la exposición conjunta de estos tres artistas plásticos. Este suceso artístico indicaba una consolidación de las tendencias artísticas a las que se sumaron otros plásticos importantes como: e- Carlos Enríquez, conocido por su obra “El Rapto de las Mulatas” y “Romancero Criollo”. f- Eduardo Abela, pintor conocido por los paisajes cubanos y sus series de guajiros; pero fundamentalmente por la creación de su personaje de caricatura “El Bobo”, mediante el cual desató una enconada ola de crítica social y política. g- Domingo Ravenet. h- Fidelio Ponce de León. Conocido por su obra “Los Niños” Este movimiento artístico puede considerarse un verdadero momento primigenio de nuestra pintura. Se caracteriza por una pureza severa cuya función primordial se dirigía a limpiar la tradición académica en tema y forma. Este afán de renovación estética se da en la plástica con un afán paralelo de renovación social en lo que incide decisivamente la toma de conciencia política que acompaña a las dictaduras de Machado y Batista. Ello lleva a una renovación de tema dirigiéndose la pintura a tratar lo nacional a partir de abordar temáticas con un matiz audazmente social. Un papel importante en la promoción y divulgación de estas ideas lo juega la Revista “Avance” (1927) A esta tendencia se incorporan: a- Marcelo Pogolotti, quien rompe el tratamiento formal con figuras abstractas y ejercicios futuristas. Conocido por su cuadro “El Alba”. b- Arístides Fernández. c- Romero Arciaga. d- Rafael Blanco, y e- El escultor Enrique Moret.
En esta época se mantiene la figura de “El Bobo” de Abela” como
elemento de crucial importancia en el panorama político, social y cultural de la época. La generación siguiente continúa con la representación de origen Social.