Fracaso Escolar

You might also like

Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 14
38 BERNABE TIERNO JIMENEZ 5.2.— En segundo lugar La actitud légica de unos padres y educadores sensatos ante el Supuesto fracaso escolar, debe ser reflexiva y coherente. Hay que suponer que el alumno no es culpable, y, de serlo, puede que lo sea en menor proporcién que los adultos ocupados de su educacién y ensefianza. Algo tan simple como el principio de causalidad nos ayudara a profundizar en la etiologia (causas determinantes) del problema que nos ocupa. Nihil est sine ratione sufficiente sui (no hay nada que no tenga su raz6n suficiente, su causa). Busquemos, pues, de una vez por todas, esa raz6n suficiente, el porqué del fracaso de nues- tros hijos. 6.—CAUSAS DEL FRACASO ESCOLAR Las causas del fracaso podemos circunscribirlas a las tres esferas de Ia personalidad a las que anteriormente hice alusién y a una serie de factores pedagégicos: 2 a) Esfera orgdnica: que se refiere a los desajustes derivados de una disminucién fisica y a los de cardcter sensorial y fisio- ldgico. b) Esfera intelectiva: que abarca los problemas derivados de la deficiencia 0 superioridad mental y del retraso escolar. c) La esfera afectivo-volitiva: referida a los problemas de los llamados «carenciales» (muchachos con problemas de socia- bilidad) y, en particular, las anomalias de la personalidad y de la conducta. 6.1.— Esfera orgdnica Hoy dia es evidente que los desajustes de la psicomotricidad estan en estrecha relacién con el comportamiento y el aprendizaje. Un caso tipico lo constituyen los problemas de la dislexia, lislalia, etcétera. (Véanse capitulos finales.) EL FRACASO ESCOLAR 39 La problematica de los disminuidos fisicos o sensoriales (ciegos, sordos, parapléjicos...) ha de resolverse con metodologias pedagé- gicas especializadas. — Son muy frecuentes las enfermedades crénicas que constitu- yen una evidente contraindicacién para el normal desarrollo de las gctividades escolares (por ejemplo, enfermedades cré- nicas cerebrales, cardiacas, diabetes, tuberculosis...). Hay pa- dres ansiosos del progreso escolar de sus hijos, que los envian al colegio en plena convalecencia de enfermedades in- fecciosas. Estos nifios se fatigan con facilidad y reaccionan frecuentemente con inestabilidad y agresividad. Hay infec- ciones de la garganta que pueden favorecer la fatiga del nifio, lo cual impide su debida atencién a las explicaciones de la clase. — En las etapas de crecimiento (alrededor de los siete afios y la prepubertad) el nifio suele acusar mds intensamente la fa- tiga, acompahada muchas veces de dolores de cabeza y extre- midades. — Particular atencién merecen aquellos defectos fisicos que hacen al nifio objeto de las burlas de sus compaiieros (tarta- mudez, estrabismo...). Si el nifio se siente inferiorizado, es posible que su reaccién neurética dé al traste con su futura integracién social. — Uno de los casos a los que ha de prestarse mayores cuidados pedagégicos es el de los nifios «semisordos» (1). Poseen restos auditivos y se defienden como pueden; pero no es extrafio que muchas veces confundan las explicaciones del profesor y puedan ser, por eso mismo, considerados como «débiles men- tales». El maestro puede sospechar que se halla en presencia de uno de estos casos cuando los padres le aseguran que el nifio tard6 mucho en aprender a hablar. Las reacciones de estos nifios pueden oscilar desde el desinterés por el trabajo escolar hasta la agresividad mas violenta. 40 BERNABE TIERNO JIMENEZ Condiciones higiénicas, entre las cuales merecen especial men- cién: a) La alimentacién. Un nifio subalimentado no puede desarro- lar una labor escolar eficiente. A veces, el nifio va al colegio sin haber desayunado, o con un desayuno muy escaso. Esto provoca una baja de azticar en la sangre (hipoglucemia) que determina en el nifio un estado de somnolencia y desaten- cion general. b) £1 suefo. Es una necesidad tan importante como el comer. Si un nifio no la satisface adecuadamente, es imposible que su rendimiento sea normal. En la practica, jcudnto suefio roba al nifio el televisor! Si los padres no son capaces de controlar el uso de este medio, pueden sentirse responsa- bles de la inadaptacion o fracaso escolar que sobrevenga a sus hijos. ¢) La sobrecarga de trabajos escolares. El nifio tiene necesidad de jugar y llevar una vida distendida en el hogar. Los «de- beres» que se le imponen para realizar en casa deben estar Proscritos, si no queremos provocar la fatiga mental del alumno y su antipatia hacia las tareas escolares. 6.2. — Esfera intelectiva Tanto los deficientes mentales como los superdotados, unos por defecto y otros por exceso, pueden llegar a la inadaptacién escolar Y, Por consiguiente, al fracaso. 6.2.1.— La deficiencia intelectual Suele ser lo primero en lo que se Piensa cuando se halla uno frente al fracaso escolar. Representa uria disminucién, mas o menos grave, de la capacidad intelectual, con dificultades en la psicomo- tricidad y en el comportamiento moral y social. Es preciso, en cada caso, un estudio completo del nifio, de su familia y ambiente, y su educacién depende de las reales capacida- des del sujeto. EL FRACASO ESCOLAR 41 6.2.2. —Los nifios superdotados No es solo la oligofrenia (deficiencia intelectual) causa de inadap- tacién y fracaso. A menudo, los nifios superdotados manifiestan desinterés por el trabajo escolar, ya que éste no satisface plena- mente su nivel intelectual. Inteligencia superior no es sinénimo de éxito escolar; al contra- rio, muchas veces acaba en el fracaso. Es interesante a este respecto el formidable estudio de M. Gu- tiérrez realizado en el P.A.S. de Roma con 51 sujetos de inteligen- cia superior. E] 41 % de estos muchachos habia ‘acudido al gabinete psicope- dagégico, precisamente, por rendimiento escolar insuficiente. Y sdlo el 16 % se hallaba libre de problemas escolares. Para el tratamiento de estos casos es menester guiarse, mas que por la edad cronolégica, por la edad mental del nifio, para evitar la tendencia que tienen los maestros a sacrificar las necesidades de los nifios mejor dotados en favor del alumno medio o inferior. En la mayoria de los casos, segtin ésta y parecidas investigacio- nes (por ejemplo, W. D. Wall, A. L. Annell...), existe un retraso escolar respecto a las posibilidades intelectuales. Responsable de este retraso seria la escuela, organizada preferentemente para los alumnos de inteligencia media, mientras que los superdotados pier- den el tiempo y se desadaptan. Ya en 1942 se expresaba C. G. Jung de esta manera: «El proble- ma del nifio de talento no es, de ninguna manera, un problema sen- cillo, pues no se distingue precisamente por ser un buen escolar. En ciertos casos ocurre lo contrario. Puede distinguirse, en cambio, por su especial distraccién, tiene la cabeza llena de tonterias, es perezoso, negligente, descuidado, maleducado, testarudo, y hasta puede dar la impresién de ser un nifio poco despierto. Con fre- cuencia, observandolo sdlo desde fuera, puede resultar dificil dife- renciar a un nifio de talento de un débil mental.» Las conclusiones de Gutiérrez se pueden resumir asi: — EI fracaso escolar es uno de los sintomas que escogen fre- cuentemente los nifios superdotados para denunciar un es- tado de conflicto. — Sus notas caracteriales son: ansiedad e inseguridad. 42 BERNABE TIERNO JIMENEZ — Sus caracteristicas ambientales: incoherencia y ambivalen- cia por parte de padres y educadores. — El alto porcentaje de ansiedad e inseguridad revelan un con- - flicto afectivo-intelectivo. — Es de destacar la responsabilidad del ambiente educativo fa- miliar: hiperproteccionismo por parte de la madre, ausen- cia de la figura paterna. 6.3. — Esfera afectivo-volitiva Las causas mds importantes de interferencia emocional del nino son las que se refieren a la estabilidad del medio familiar. Son nu- merosas las dificultades escolares cuyo origen hay que buscar en la familia: Severidad excesiva en el caso de fracaso escolar. Disgustos entre los padres. Abandono por parte de los padres. Nuevo casamiento de alguno de ellos. Celos ante otro hermano. Hiperproteccionismo. Hay distintas formas en que el nifio percibe la falta de estima y aceptacién paternas: @ Una forma especial es la sentida por el nifio que ha sido en- viado a un internado, donde falta el calor del hogar. © Otra forma es el exceso perfeccionista por parte de unos pa- dres duros que exigen al pequefio se comporte como «un adulto en miniatura». Estos nifios tratados asi desarrollan un intenso sentimiento de inseguridad. Ante las dificultades se sienten faltos de fuerzas por- que les falta el apoyo que siempre han querido tener y nunca han tenido de unos padres psicolégicamente ausentes de sus hijos, dis- tanciados. Por contrapartida, los nijios superprotegidos, los nifios mimados en exceso, manifiestan, por causas opuestas, rasgos semejantes de inseguridad. Son «retrasados afectivos». Papa y mama se lo daban todo hecho; pero ahora no estén alli para solucionarles sus proble- EL FRACASO ESCOLAR 43 mas y se sienten incapaces a las exigencias escolares. Es por esto por lo que la escuela se les hace insoportable y la rechazan. Con frecuencia aparece en los nifios de edad escolar una actitud negativista, una «reaccién de oposicién» a todo, que puede tener causas muy variadas. e En unos casos, el nifio identifica al maestro con el frustrante autoritarismo paterno. @ Otras veces, puede ser debido al sentimiento de inferioridad que acompafia al nifio superprotegido, como reaccién contra sus compafieros, al no poder mantener en el colegio el esta- do de «monarca absoluto» de que goza en casa. © El negativismo de los nifios internos, puede ser la ldgica reac- cién de un fuerte sentimiento de abandono, tanto mas cuanto que muchas veces el internado es el recurso de los padres para castigar las malas notas de cursos pasados o la conducta discola del hijo. 6.4.—Causas pedagégicas Otras causas de fracaso son consecuencia, no tanto de las dis- posiciones personales de alumnos, padres y educadores, cuanto de las condiciones que rodean el] hecho educativo en las mismas insti- tuciones docentes. 6.4.1.—Una de estas condiciones es-la asistencia irregular al co- legio Afecta en especial a los hijos de funcionarios publicos, milita- res..., que como consecuencia del traslado de sus padres, se ven obligados a cambiar a menudo de escuela y de ambiente, con el con- siguiente peligro de inadaptacién. De no menores repercusiones pedagégicas es el caso del absen- tismo escolar originado por enfermedades o complejas situaciones familiares: @ Por indiferencia de los padres. Caso frecuente en ambientes econdémicamente deprimidos, donde el nifio es requerido para ayudar en trabajos de casa, atender a sus hermanitos... ®@ Mania hipocondriaca de algunos padres, que impiden al nifio 44 BERNABE TIERNO JIMENEZ Ja asistencia al colegio por temor a contraer enfermedades. © Antipatias por el maestro, © Intereses extraescolares (los «novillos» Propiamente dichos). - Al alumno le atrae més el juego o el «aire libre» que el co- legio, y se va «por ahi». A veces los padres pueden consti- tuirse en cémplices de este absentismo Ilevandose con ellos ca en el fracaso. 6.4.2. — Masificacion de las aulas Esta incoherencia se hace patente en la inadecuada relacién nu- mérica existente entre educador y alumnos. Las resoluciones del «Bureau International pour |’Education» EL FRACASO ESCOLAR 45 alumnos de un modo individualizado, y el fracaso escolar se con- vierte en el resultado logico de unas medidas masificadoras. 7. ESTRATEGIAS DE SOLUCION Las causas del fracaso escolar, de los suspensos, circunstancia- les o habituales crénicos, han de referirse a una de estas dos coor- denadas: a) El fracaso escolar es transitorio y aislado, acontece de im- proviso, es algo circunstancial. b) EI fracaso escolar es persistente, constituye la tonica gene- ral desde el comienzo de la escolaridad del nifio. Lo ‘va arrastrando como algo habitual. 7.1. — Fracaso escolar circunstancial Los suspensos han Ilegado de improviso. Es el caso de tantos es- tudiantes con un historial académico normal, notable y hasta so- bresaliente, y que, sin previo aviso, sin saber por qué, empiezan a fallar, a no rendir como antes, a suspender. Algunos alumnos comienzan el descenso en su rendimiento en un curso cualquiera y, a partir de ahi, continian aumentando los suspensos durante dos o mds cursos, hasta hundirse en el fracaso total. Otros, en cambio, bajan en su rendimiento de un modo verti- ginoso y, en cosa de meses, se encuentran al nivel mas bajo. En ambos casos se dan situaciones personales especificas que es necesario examinar cuidadosamente. ¢Qué debemos hacer los padres y educadores en este caso? Estrategia de recuperacién. — Damos por supuesto que las recri- minaciones, amenazas y desprecios, del tipo que sean, a los que anteriormente ya me he referido, agravaran las cosas, sin resulta- do positivo alguno, por mas que ésta haya sido la forma habitual de actuar de padres y educadores desprovistos de tacto y de cono- cimientos psicopedagégicos adecuados. El tinico medio razonable y probado que ofrece esperanza de 46 BERNABE TIERNO JIMENEZ recuperacién consiste en llevar a cabo una actuacién conjunta de todo el equipo educativo: padres, profesores, tutores, director pe- dagégico del centro y equipo psicopedagégico asesor. Todo el grupo educativo debe analizar y sopesar el momento y las cireunstancias concretas (personales, familiares, sociales...) que hayan podido motivar la desgana y el abandono circunstancial del estudio y trabajo escolar. Debe averiguarse si han podido existir, por parte de algin miem- bro del equipo educativo, criticas, burlas, ironias, palabras hirien- tes, comentarios destructivos..., que hayan minado la autoestima e interés del alumno. Tampoco puede descartarse la existencia de calificaciones injus- tas, las tareas excesivas que preocupan y atormentan al alumno perfeccionista, y que, al sentirse desbordado por ellas, opta por el abandono radical. Hay que tener también muy en cuenta el grado de integracion con los alumnos de su clase, si es aceptado o rechazado por su grupo y en qué grado. Igualmente hay que comprobar si, antes de llegar al fracaso escolar circunstancial, ha podido tener lugar algtin acontecimiento que, careciendo de importancia para los demas, haya supuesto para el sujeto en cuestidn un verdadero trauma desencadenante de su desinterés por los estudios. AtenciOn especial merece el estudiante introvertido, ya que suele presentar una problematica especial generada en parte por su her- metismo psiquico y sus connotaciones de tipo asocial. Mucho tacto y perspicacia educativa necesitamos padres y edu- cadores para captar la compleja problematica de personalidad y conducta que puede generarse en nuestros hijos, como consecuen- cia de unas relaciones interpersonales defectuosas en el seno de la familia, que han podido herir psicoafectivamente a cualquiera de nuestros hijos. Con frecuencia me toca vivir el drama de ese nifio estudioso, aunque no brillante, que es practicamente ignorado por sus padres, los cuales, absortos en los sobresalientes del otro hijo, el super- listo, la «gloria familiar», propalan y exhiben sus éxitos en todas las tiendas dei barrio, mientras que ignoran el drama interior del primero. Un equipo educativo bien organizado y coordinado esta perfec- tamente capacitado para detectar los factores que pueden incurrir EL FRACASO ESCOLAR 47 en el fracaso escolar de un alumno. Una vez hallada la causa, debe ponerse el remedio pertinente. Para ello se hace imprescindible la labor del psicdlogo escolar. El nos ayudara en el conocimiento de la personalidad y especificas caracteristicas del sujeto asi como de sus habituales interrelaciones con el entorno familiar y colegial. A partir de estos datos, se esta- blecera una estrategia conjunta de todo el equipo para lograr la reactivacién y recuperacién del alumno. Digo «estrategia conjunta», porque ahi reside la clave del éxito. Cada uno de los miembros que forman el equipo educativo tiene un papel en la recuperacién del nifio con fracaso escolar. A los padres y profesores corresponde estar mas cerca del alum- no, ayudandole y estimulandole para darle sensacién de seguridad. Aj tutor, por su funcién de orientador, le corresponde la coor- dinacién de la accion educativa de los demas educadores, y un intercambio frecuente de informacion y de criterios con los padres del alumno. EI psicdlogo y el director del centro seguiran de cerca el pro- ceso de recuperacién con una actitud de apoyo, que podria refle- jarse en expresiones semejantes a éstas: «Tenemos plena confianza en tu recuperacién. El fracaso anterior puedes convertirlo en éxito. Nos tienes a tu disposicién. Apostamos por ti.» 7.1.1. — Condiciones de eficacia La estrategia de recuperacién seré efectiva si, ademas de la labor de conjunto, se cumplen los siguientes puntos: a) Una vez detectada la causa del fracaso escolar, debe olvi- darse el tema y no hablar mds de él. Si, por ejemplo, la causa del fracaso fue que los padres ignoraron al hijo, es- tudioso pero no brillante, resaltando y aplaudiendo siempre las calificaciones del hijo superlisto, lo sensato es no volver a comentar jamas esas maravillosas calificaciones que en- salzan a un hijo, pero humillan al otro. b) Ir Ilenando el vacio poco a poco. Lo cual significa que, pau- latinamente y evitando exageraciones, los padres y educado- res han de ir alabando y reconociendo los esfuerzos y éxitos que vaya logrando el sujeto «fracasado». La autoestima, que quedé disminuida y raquitica cir- cunstancialmente, debe ir aumentando y fortaleciéndose gra- 48 BERNABE TIERNO JIMENEZ dualmente con el calor humano,. el estimulo y el refuerzo de padres y educadores. c) La estrategia de recuperacién debe incluir el que el alumno con fracaso escolar circunstancial aprenda a asumir respon- sablemente cualquier situacion, Y que entienda que es nor- mal tener fallos y equivocaciones, que todos pasamos, o podemos pasar, por momentos de euforia 0 exaltacion y de disforia 0 decaimiento, sin que por eso todo esté perdido. Debemos ensefiar a nuestros alumnos que, posiblemente, la unica perfeccién humana a que podemos aspirar sea la de asumir nuestras deficiencias con naturalidad e, incluso, con agrado. Toda estrategia de solucién debe incluir un plan de traba- jo a seguir, que puede ser trazado por el profesor en quien mas confie el alumno. Padres y educadores, de consuno, deben apoyar al estu- diante para que sea fiel a este plan de recuperacién progra- mado. Pronto el alumno habra encontrado su propio ritmo de trabajo. (Véase el correspondiente apartado sobre hora- rios y planificaciones.) 7.2. — Fracaso escolar habitual Los suspensos constituyen la ténica desde el comienzo de la es- colaridad del nino. Si, al analizar el historial escolar de nuestro hijo, comprobamos que siempre ha ido de suspenso en suspenso desde que comenzo el colegio, hemos de ser consecuentes y pensar que la explicacidn de este fracaso escolar reiterativo y acumulativo, ha de tener necesa- riamente su origen, o bien en causas endogenas (de origen intimo), © en deficiencias y limitaciones educativas y pedagdgicas de co- mienzo. Enumeramos a continuacién algunas de ellas: 7.2.1. * — Causas endogenas del fracaso escolar a) Retraso en el desarrollo y evolucién psicomotriz. E] defecto Psicomotriz no fue detectado ni valorado o remediado a su debido tiempo (esquema corporal, lateralidad...). ar obs f0s tiltimos capitulos de este libro ofrecen remedios para el fracaso es- colar habitual en sus dos coordenadas basicas. EL FRACASO ESCOLAR 49 b) Retraso en la génesis del pensamiento (inteligencia). ¢) Retraso y problemas en la adquisicion y expresién del len- guaje hablado o escrito (dislexias, dislalias, disfemias, dis- grafias...). 7.2.2. — Deficiencias y limitaciones educativas de comienzo a) Problemas en el desarrollo afectivo-emocional y de integra- cién familiar, escolar y social. b) Ausencia de preescolar. El nifio que no tuvo preescolar y comenz6 la escolarizacién a los seis afios, sin ejercicios de prelectura y preescritura, comienza con desventaja respecto a sus Compafieros que si han tenido preescolar. A él le toca aprender la leer «de cualquier manera». Mientras sus com- pafieros ya leen y escriben, él se encuentra con un gravisimo problema de comienzo que facilmente le conducira al fra- caso escolar habitual, acumulativo y crénico. c) - Mala, deficiente 0 inadecuada escolarizacion. Existen cursos excesivamente heterogéneos. Un mismo profesor tiene que atender a alumnos de diferentes edades y niveles. Esto es un reto a la generosidad y a la creatividad educativa y do- cente del maestro. En estas circunstancias, no siempre se puede proporcionar ayuda a los nifios mas necesitados y lo mas cémodo es limitarse a impartir una ensefanza genera- lizada, sin personalizar ni matizar, deshumanizada. d) Imponer el libro de texto al pie de la letra, como un fardo imposible de asimilar, ignorando todas las normas psicope- dagdégicas que aconsejan al profesor usar el libro de texto como una referencia mas. Como decia el P. Usera, «el mejor libro de texto es el profesor», pues a él le toca resumir, dul- cificar y preparar los diferentes contenidos y temas hasta hacerlos asimilables para sus alumnos, de acuerdo con las posibilidades de su edad, no sélo cronolégica, sino también mental, 7.2.3. — Medidas a tomar a Tanto si se trata de un fracaso escolar habitual, motivado por causas enddgenas, como si el fracaso viene inducido por limitacio- nes 0 deficiencias de comienzo, lo sensato es el recurso a un equipo 50 BERNABE TIERNO JIMENEZ psicopedagégico especializado, que valorara el grado y Ja gravedad de las limitaciones del alumno en las diferentes areas del conoci- miento. - Una vez estudiado el caso, el equipo psicopedagdgico nos ofre- cerA un informe sobre la linea a seguir en cada caso, para obtener la mas pronta recuperacion. No hay que olvidar que los alumnos con fracaso escolar moti- vado por causas endégenas presentan mayores dificultades de re- cuperacion, por lo que deberemos ser mas pacientes, sin importar- nos ni el tiempo, ni el mayor costo del tratamiento, ni el que las expectativas de éxito sean mas limitadas. Lo importante es la re- cuperaci6n. Los alumnos con fracaso escolar motivado por limitaciones y deficiencias educativas de comienzo, suelen recuperarse, en los casos menos graves, con uno o dos afios de tratamiento intensivo a cargo de estos equipos especializados. La estrategia de estos equipos se apoya en dos tareas fundamen- tales: a) Partir de cero en aquellas materias en que sea necesario. Ir Henando lagunas y deficiencias de forma progresiva y or- denada, no dando un paso sin haber asegurado antes los an- teriores. b) Basdndose en los éxitos de la primera tarea, y paralelamen- te, el equipo psicopedagogico cuida mucho de que el alum- no aumente y refuerce la autoestima y el sentimiento de confianza y seguridad en si mismo. Una vez recuperado, el alumno podra integrarse con tranquilidad en el curso escolar que por su edad le corres- ponde. 7.3.—Las responsabilidades del propio alumno Al llegar a este punto de nuestra reflexién parece como si hubié- ramos pretendido intencionalmente exculpar al alumno de toda res- ponsabilidad. Sin embargo no es asi. Los nifios no son inocentes angelitos exentos de toda culpa, porque, a pesar de que todo el entorno edu- cativo (padres y educadores, colegio...) haya puesto los medios a su alcance para incentivar, propiciar y motivar al estudiante, siem- EL FRACASO ESCOLAR 51 pre tendremos alumnos que, contra todo Pronéstico favorable, fra- casaraén «porque si», porque ésa es su voluntad y asi lo prefieren sin mas. Aunque la expresién latina anteriormente citada defienda que «no existe nada que no tenga una razén suficiente», hay excepcio- nes donde, sin razén suficiente, al menos aparente, ocurre lo ines- perado. La libertad del alumno hace que su conducta sea impre- visible. En conclusion: cualquiera que sea la forma del fracaso, la ma- yoria de los nifios que lo sufren son conscientes de que no estan cumpliendo con los objetivos que sus padres y educadores les pro- ponen. El hecho de que el fracaso afecte a mas de un tercio de los alum- nos de EGB y del BUP, se debe principalmente a las normas peda- gogicamente inadecuadas, vigentes todavia en los colegios: ni planes ni métodos se adaptan a la amplia gama de diferencias individua- les. O educamos de manera personalizada, o el fracaso escolar se- guira siendo un mal endémico de nuestra escuela. E] fracaso escolar deja secuelas graves en la salud mental de los individuos y de las colectividades. Con todo, no me siento fata- lista y, por ello, no considero el fracaso como un mal irreversible. Hay muchos alumnos escolarmente fracasados que después triun- faron en la vida, llegando a comprender que su fracaso era rela- tivo, y en el transcurso de la adolescencia y de la juventud supie- ron beneficiarse con nuevos esquemas educacionales recuperando su equilibrio. El éxito del proceso del desarrollo humano depende en gran medida de la capacidad individual para integrar el fracaso en la propia vida, hacerle frente y sacar provecho de él. EI fracaso, asi entendido, no deja de ser un concepto muy relativo. Si se arbitran todos los medios a nuestro alcance y todos, pa- dres y educadores, nos esforzamos por aplicar estas sencillas pero efectivas observaciones, el problema del fracaso escolar no habr4 desaparecido, pero si habremos logrado que disminuya en un por- centaje muy alto. s

You might also like