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que vemos, y que gencias como ¥ de inv LA COSA FREUDIANA sda, y hasta en la seleccién miétodos del lingiist ue del matemético, para que una nueva genera- igadores recobre el sentido de la expe- ina y su motor. Encontraré también con qué preservar- én psicoseciolégica donde el psicoan ia de lo que hace, siendo ast que no puede aportarle sino una abstraceién inadecuada donde su prdetica se empantana y se disuelve, : obra sino por una comuni como clencias de la sefianza vordadera, es decir que Hama innovacién, pues el pacto tener en cuenta el hecho de Ta capturan para apartarla d miento méj ispuestos a produc ula fat, 2Por qué lo seri puede dejar de estar on falta si se ala verdad? Pues la verdad ‘se muestra al gracias a una ene no cese de someterse eto. i, denunciando el pensamiento magico no se ve que es pensa- 0, y en verdad la coartada de los pensa mntos de poder, rechaza en una accién que no se con la verdad, verdad a la que Freud se remite al tres compromisos: eduear, gobemnar, en efecto, sino porque el sujeto no la en el margen que Freud reserva compleja por esencis, humilde en sus oficios y extraia a la realidad, insumisa a la eleceién del sexo, periente de la muerte y, a fin do cuentas, mis bien inhi tal ver... Acteén demasiado culpable de acosar a la di cazador, le sombra en que te conviertes, la jauria sin que tw paso sé apresure, Diana reconocerd por en que se pre valen a fos perros... | ABE. ee La instancia de la letra en el inconsciente 0 la razén desde Freud Mine mantis ALS Oh ciudades del mar, woo en vottat wastes eiudadan hebrew es tte tad conser It por gute am compen Yy aspires, vuestros Uulores y yuestras aforansas do la libertad perdida, Porque los que os aten no comprenderén vuesta lengua, como tumpoco vosotroe los cemprender ONARDO DA VIN, Cuadernos? Si el tema de este volumen 3 de La Psychanalyse* pedia de mi esta colaboracién, debo a esta deferencia, por lo que se ver In situéndola entre lo escrito’ y el habl 4 se distingue en efecto por una preeminencia del texto, lo que se veri tomar aqui a ese factor del discurso, lo cual io no debe dejar’ lector otra No sera éste La propiedad que concedo al hecho de alimentar mis lecciones de seminario con un aporte inédito cada ver, me ha impedido hasta ahora dar semejante texto, salvo, para alguna de ellas, por lo demas cual- quiera en su continuidad, y al que aqui sélo es vélido referirse para Ia escala de su tdpica, Pues la urgencia de que hago ahora pret Punto de vista no hace sino recubrir la dificultad de que, de soste- nerla en la escala en que debo aqui presentar mi ensefanza, se aleje demasiado de la palabra, cuyas medidas diferentes son esenciales para el efecto de formacién que busco. Por es0 he tomado este sesgo de una charla que ese instante por el grufo de filosofia de la Feders para abandonar ese fue pedida en de los estudian- tomo 11, p. 400 380 LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE tes de letras,® para buscar en él el acomodo propicio @ mi exposicién: ided neceearia encuentra cémo armonizarse con el cardcter de su auditorio, pero su objeto tinico encuentra Ia jcacién comin, le literatura, a 1a cual mi titulo wr en efecto que Freud mantuvo constaniemente y Ja exigencia primera de esa mareeba por afiadidura, gr. aquellos a quienes no se 6 tual y tal en su efecto mental que incluso Ja verdadera puede parecer una coartada entre otras, de la-que se espera por lo ‘menos que su redoblamiento refinado no escape a los més s sje que se ‘que respecta a la simbolizacién y el lenguaje en el Int. J. Phsychoanal,, ‘con gran despliegue de dedos hiimedos removiendo los folios de Sapir y de Jespersen. Estos ejercicios son toda jos, pero sobre todo entrar en Io veridico. E inclso ge6mo un psicoanalista de hoy no se sentiria llegado a a tocar la palabra, cuando su experiencia rectbe de ella su ins: rumento, su marco, su material y hasta el mido de fondo de sus incertidumbres? 1. EL SENTIDO DE LA LETRA Nuestro titulo da a entender que més allé de esa palabra, es toda la estructura del Jenguaje lo que le experienc ‘prosig LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE 181. Poro esa letra, zcémo hay que tomarla aqui? Sencillamente, al pie do la letra, Designamos como Jetra ese soporte material que el discurso concreto tome del lenguaj Esta simple definicién supone que el lenguaje no se confunde con las diverses funciones somiticas y psfquicas que Ie estorban en el sujeto hablante, Por Ja razén primera de que el lenguaje con su estructura preexiste ale entrada que hace en él cada sujeto en un momento de su desarro- Ho mental. Notemos que les af de los aparatos cerebrales que dan a esas funciones su centro mental, uestran en st conjunto repartir sus déficit segiin las dos vertientes letra, en Ia ereacion ,causadas por lesiones puramente anatémicas ¥ también el sujeto, atin de un discurso en el movi ya inscrito en el momento de su naci In forma de su nombre propio. La referencia a la experiencia de la comunidad como a Ta sustancia de iscurso no resuelve nada. Pues esa experiencia toma esencial en Ia tradicién que iscurso. Esa tradicién, antes de que se inscriba.en , funda las estructu- ras ltura. Y esas estracturas mismas revelan una ordenacién de los intercambios que, aun cuando fuese cs inconcebible fuera de las permutaciones que que Ia dualidad etnogrética de de ser sustituida por una concepcién ternari lad y cultura, de Ia condicién humana, cuyo tltimo nucho itco de las dos grandes jen moderna, Roman Jakebson. ‘of Language (con Mortis Hal los 1 a IV de la Segunda Parte, los cuidados de Ni wlo de Essais fin ‘Mouton and Co, como en 1a recoy Ruwet, aparecida en las 182 ‘LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE Pero no tomaremos aqui partido ni punto de partida, dejando en jeblas a las relaciones originales del significante y del tal Contentindonos, para deshacernos eon un rasgo d: cin general de la pranis en la génesis de Ia historia, eon sefialer 1a sociedad misma que pretende haber restaurado en eu derecho p co con el privilegio de les productores Ia jerarqu relaciones de produccién hasta las superestructuras ado a luz por eso un esperanto cuyas relaciones con lo real hhubiesen puesto desde su raiz fuera del debate toda pos confiaremos tinicamente en las premisas, que han visto ‘su precio confirmado por e hecho de que el lenguaje conquists alli ‘fectivamente en le experiencia su estatuto de objeto cient nos To hacen insor “cienoias del hombre’ en ello, Para sefialar la emer, consiste, caso que es el ritmo es que se lee asi: significante sobre i Ta barra que separa sus dos etapas. El signo esor icado, el ‘sobre” responde @ © Recuérdese que In diseuelin sobre 1a necesidad del. advenimiento de un tn Ie sociedad. comunt LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE =— 183 merosos’esquemas bajo los cusles aparece en la inpresién de las Tec- 10s diversas de los tres cursos de Ios aos 1906.07, 1908-09, 1910. TOL, que le pieded de un grupo de sus dis de Curso de 12 de ese nombre, es decir que no puede ser dete je por la formali jversidad de las escuelas la etapa moderna esté suspendida desde ese sno- ‘mento de la posicién primordial del significante y del significado como érdenes distintos y separados inicialmente por una barrera r haré posible un estudio exact de los lazos propios del significante y de Ia amplitud de su funcién en la génesis det nificado, Pues este di del ‘antigua, e incluso del callején sin salida exp. @poce que se opone a la correspondencia biunvoca de la palabra con la ‘cosa, aun cuando fuese en el acto del nombrar. Ye contra de les apariencias tal como las presenta el papel impatado al indice que sefis la un objeto en el aprendizaje por el sujeto infans de su lengua ma- tema o en el empleo de los el estudio de las lenguas extra Por este cami referencia a otra significacié Ja observacién de que no hay lengua existente pata Ie cual se cuestion de su insufic para cubrir el campo del sig istencia de lengua el que responda a todas les rel del concepto, muy diferente de cualquier la cosa, reduciéndoge muy evidentemente al nombre, se quiebra en el doble radio divergente de Ia causa en le que se ha refugiado en nuestra de Son Agustin, cuyo capitulo “De significatione lo. rio el 28 de junio de 1954, EE LEIISLSDE MEE IES. LEAS, EN EL TINCONSCIENTE Tengua y de la nada (rien) a la que abandons en francés su ropaje latino (rem, cosa! mes, por muy existentes que se nos desvian del lugar desde donde el Jenguaje nos naturaleza, Y nadie dejard de fracasar no nos hayamos desprendido de k ponde a la funcién de representar al significado, o que el si para el filésofo, forma, la herejia es la misma. Ella es le que conduce al légico-positivismo en la bisqueda del sentido del sentido, del meaning of meaning, como deaominan, en la lengua en {a que sus ferviente’ se revuelcan, ¢ inferior, jendo e! signo enigmético de un misterio total. Lo cual por supuesto no es el caso. Para captar su funcién empezaré por producir la lustracién errénea con la cual se introduce clésicamento ou uso, Es éstaz ARBol yor Z Am injo de sos ifugadora de vista. Y el letrada expe el texto, es encontrado en el lugar ‘en demostraciin fue trasportada sin 40 seremos menos traneporlados, y oa menos gastos, de ver opertrse Ia wsformacién de un bronce que da un sonido de esmpana ante el mis poque. i LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE 185 donde se ve hasta qué punto favorece La direccién antes indicada como La sus ré para mis oyentes por ot considerarse is correcta por exagerar en le dimensién incongruente e la que ‘oanalista no ha renunciado todavia del todo, con el sentimiento justifieado de que su conformismo sélo tiene precio a partir de elle, Bsa otra es Ta sigaien CABALLEROS __DAMAS. a = ib 4 donde se ve que, sin extender demasiado el alcance del significante in- teresado en Ia exp , 0 sea redoblando dinicamente la especie nominal sélo por la yuxtaposicién de dos términos cuyo sentido com- ¢ produce la sorpresa sn Ia imagen de las dos Puertas gemelas que simbolizan junto con el lugar excusado ofrecido al hombre occidental para satisfacer sus necesidades naturales fuera de su casa, el imperativo que parece comp las comunidades. pri de la segreg. 4 saber, bajo una forma que, no siendo inmater plontea ta cuestién de su lugar en la realidad. Pues, de tener que ‘arse a las poquetis placas esmaltadss que lo soportan, la mirada parpadeante de un én para preguntar inte, cuyo signi- ia dela doble y solemne procesién de la nave los honores éiltimos. Pero ningiin ejemplo construido podria igualar el relieve que se en- ‘entra en la vivencia de-a verdad. Con To cual no tengo por qué estar jo resto que subs jeto y de &t el agotamiento del sentido del unc, y del buen sentido dol otro. 186 LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE descontento de haber forjado é3te: puesto que desperts en la persona ese recuerdo de su infancia que, Ilegado asi feliz- , 8¢ coloca perfectamente aqui. Un tren Mega a la estacién. Un muchachito y ma nifia, hermano y hermana, en un compartimiento estén sentados el uno frente a la otra més digna de mi Aparte de que en efecto los rieles en esta historia materializan Ja barra del algorit sugerir que su resistencia pueda ser de otra clase que dialéctica, seria necesario, y ésta es sin duda la imagen que conviene, no tener los ojos los agujeros* para embrollarse sobre el lugar respective ante y del significado, y no seguir hasta el centro radiante desde donde el primero viene a reflejar su luz en la tiniebla de las significaciones inacabadas, Porque va a traer la Disensidn, tnicamente animal y condeneda al olvido de Jas brumas naturales, al poder sin medida, ‘Damas serin desde ese momento para esos dos Jas que sus almas tirardn cada una con un ale cuales les serd tanto més imposible pactar cuanto que siendo en verdad la misma, ninguno podria ceder en cuanto a Ia preeminencia de le una Ms humana, terra, condenada Punta Gruesa a la Punta Fina del huevo del decano bo y qiié corredor debe atravesar la $ sn los plurales con los que centre sus é de Ia ventanilla para levar su codo hasta las cana- jones por donde, como el aire caliente y el aire frfo, la indigna- cién y el desprecio vienen a soplar mis ack. ‘Una con es segura ye gu esa entrada on todo caso no debe im acién si el algoritmo - con su barra le con- plicar ningune si viene. 1 Dicho popular francés que significa uo ver fo que eeté bien visible. (1.] LA INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE 187 tmo, en cuanto que él mismo no es sino pura funcién puede revelar sino una estructura del significante a esa transferencia. Ahora bien, la estructura del ante €9, como se dice corrientemente del Ienguaje, que sea articulado. le sus unidades, se parta de donde se parta para jones reciprocas y sus englobamicntos crecientes, metidas a la doble condicién de reducirse a elementos diferen, imos y de componerlos segiin les leyes de un orden cerrado, Fstos elementos, descubrimiento decisivo de la Ii fonemas, en los que no hay que buscar ninguna en Ia variabilided modulatoria a la que se aplica ese término, sino el rerénico de los acoplamientos diferenciales, necesarios para to de los voedblos en una lengua dada. Por lo ual se ve que im elemento esencial en el habla misma estaba predestinado a mol. Aearse en los caracteres ma ini Con Ia segunda propiedad del significante de componerse segéin las jes de un orden cerrado, ee afirma la mecesidad del substrato topo- légico del que da una aproximacién el término de cadena significante iamente: anillos cuyo collar se sella en ef anillo de otro collar hecho de anillos ‘Tales son las condiciones de estructura que determinan —como gra- — el orden de las imbricaciones constituyentes del significante hasta la unidad inmediatamente superior a la frase; como léxico, el tos constituyentes del significante hasta Ja los limites en que se detienen estes dos empresas de uso de una Iengua, darse cuenta de que s6lo las corre: te al sig mificacién, como lo sefiala la nocién de empleo de un taxems o de un semantema, la cual remite a contextos del grado exacta- ‘mente superior a las unidades interesadas. Poro no porque las empresas de la gramética y dal Iéxico se agoten en cierto limite hey que, pensar que la significacién reina més all sin competencia, Serfa un error. fcante por su naturaleza anticipa siempre el sentido Aesplegando en cierto modo ante él mismo su dimenstén, Como se ve en l nivel de la frase cuando se la interrumpe antes del término significa 188 LA.INSTANCIA DE LA LETRA EN EL INCONSCIENTE, todo caso..., Aunque tal vez... No por eso . ¥ tanto més oprimente cusnto que se basta para Pero no es diferente el fenémeno que, haciéndola aparccer con el ‘inico retroveso de un pero, bella como Ja Sulemita, honesta como le te y prepara a la negra para las nupcias y a la pobre pare Ja subasta, De donde puede decirse que es en la cadena del significante donde el sentido insiste, pero que ninguno de los elementos de la cadena con- siste en la significacién de Ta que es capaz en el momento mismo. ifcante se impone pues — la cual F. de Saussure ilustra con una i gen que se parece a Ins dos sinuosidades de las Aguas superiores © inferiores en las minjaturas de Jos manuscritos del Génesis. Doble flujo

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