LA VILLA DE SAN MIGUEL DE CULIACAN: MITOS TRADICION Y REALIDAD
Victor A. Miguel Vélez
El sustento teérico
La historia, como portadora y generadora de co-
1nocimientos proporciona a los estudiosos de la ciencia
¥ dela cultura posibilidades tedricas y précticas para el
desarrollo de un cuerpo cognitivo propio, e inherente a
determinados aspectos de la conciencia social, que
distingue a tos habitantes de regiones pertectamente
definidas, dentro del contexto amplio dela nacionalidad.
Lo anterior se traduce en una correcta definicion del
‘quehacer de la historia y de su objeto de estudio. Vista
laistoria como un complejo cultural —deniro del status
ue delimita el intelecto— matizada por la intervencion
subjetiva de los que la escriben y ofician, constituye en
si una constelacién de elementos sustentados sobrelos
pilares de la conceptualizacion y de la actualidad." Asi
pues, estas dos premisas integran dialécticamente ta
historia, prefiguran el marco teérico sobre el cual los
historiadores moldean arbitrariamente los acon-
terimiantns, los hachos y los fendmenos sociales que
en determinados espacios y tiempos han trascendio.
De entre fa complejidad que configura el cuerpo de
‘nuestra historia regional trasciende un hecho historico,
de particular relevancia, por el significado de reviste
para quienes pensamos en la constitucién de una iden-
tidad colectiva que reafirme nuestra nacionalidad, a
través del conocimiento sustantivo de la realidad
hist6rica. En consecuencia, a 460 afos de distancia de
fa fundacién de este "Faro del Noroeste de México",
‘conviene hacer algunas reflexiones acerca de fa inte-
resante polémica en que se ha debatido este hecho que
hoy es foco de nuestra atencién.
Espacio y tiempo o la realidad fingida
Inexorablemente, espacio y tiempo son dos
categorias fisicas ligadas por la cohesi6n de una
realidad social; asi, para cada realidad existe un
‘espacio-tiempo. Estas categoriasfisicas setransforman
en categorias culturales, proceso que es necesariopara
la comprension y explicacién propia del historiador.
Con este corolario, el investigador histérico crea su
propio estatuto epistemolégico y se adentra en terrenos
donde séio ta imaginacién, fa intuicién y un profundo
amor a la verdad son capaces de lograr. La
hermenéutica y la empatia son los obsequiosos virgiios
{que nos conducen por entre los estrechos vericuetos del
entendimiento hstrico.
Por sobre los mitos, la realidad
Incursionar al espacio-tiempo en el cual transcurria
la existencia real de lo que hoy se conoce como el
noroeste mexicano, en aquellos brumosos afios del
siglo XVI, constituye, justamente, una tarea dificil; es
tuna problematica propia de la historia de les mentali-