Charles Catania - Estímulos Preaversivos - Supresión y Facilitación

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ESTIMULOS PREAVERSIVOS: SUPRESION Y FACILITACION CONDICIONADAS Un estimulo preaversivo es el que precede constantemente a un estimulo- aversivo primario.\Cuando un estimulo preaversivo se superpone a una linea base de respuestas reforzadas positivamente, la tasa de respuestas emitidas ante el estimulo decrece por regla general./En el siguiente articulo, de Estes y Skinner, se demuestra esta reduccién de las respuestas, producida por el es- timulo preaversivo, fenémeno al que denominan de varias maneras, ansiedad, respuesta emocional condicionada o supresién condicionada.\ En el procedimiento de Estes y Skinner un programa de reforzamiento po- sitivo mantiene las opresiones de palanca hechas por una rata. En ocasiones se presenta un tono por cierto tiempo y al final de cada presentacién se admi- nistra un choque breve. En estas circunstancias el tono se puede convertir en un estimulo aversive condicionado y su efecto generalizarse a diversas clases. de conducta. |EI tono puede Iegar no sélo a reducir las respuestas reforzadas, sino también a modificar Ia respiracién y el ritmo cardiaco, a producir defe- cacién y miccién y a cambiar el nivel de actividad general.\, F. Estimulos preaversivos: supresin y facilitacién condicionadas | En este estudio se superpone el estimulo preaversivo a la conducta operante mantenida por un programa de reforzamiento positive. Si se superpone, no obstante, un estimulo preaversivo a un programa de evitacién, que constituye un programa de reforzamiento negativo, la tasa de respuestas puede aumentar en lugar de disminuir durante las presentaciones del estimulo (Sidman, Herrns- tein y Conrad, 1957) /Dos articulos adelante, Herrnstein y Sidman demuestran cémo ese efecto del estimylo preaversivo puede generalizarse a las respuestas reforzadas positivamente,/Cuando monos rhesus que habjan sido entrenados conforme a un programa de evitacién fucron mds tarde sometidos a un estimulo Preaversivo mientras se les reforzaba positivamente, sus respuestas aumentaron en lugar de disminuir.\ Asi, pues, Ia historia de un organismo —en cuanto a los diferentes programas a que ha estado expuesto— asi como el programa de linea base vigente, puede determinar los efectos del estimulo preaversivo. Sidman, en el tercer articulo, con un brillante expcrimento demuestra una combinacién de los dos efectos del estimulo preaversivo. Se mantuvieron en forma concurrente dos respuestas diferentes mediante un programa de refor- zamiento positive y otro de evitacién, respectivamente. Después de algunas modificaciones de procedimiento demandadas por la complejidad de las ejecu- ciones concurrentes (véase seccién IV, E), fue posible demostrar que presen- tando un estimulo preaversivo se puede simult4ncamente reducir Ia tasa de una respuesta reforzada positivamente y aumentar la tasa de una respuesta de evitacién. La caracteristica fundamental de estos fenémenos es que un procedimiento de tipo respondiente —Ia asociacién de dos estimulos— se superpone sobre la conducta mantenida por un procedimiento operante. Los casos posibles no se limitan a los estimulos preaversivos; los estimulos superpuestos a una linea base operante pueden ser seguidos por la presentacién —independiente de la respuesta— de un reforzador en lugar de un estimulo aversivo. En un experi- mento de Herrnstein y Morse (19575), por ejemplo, las respuestas aumentaron cuando se superpuso un estimulo, que precedia a Ia comida, al picoteo de la tecla, por parte de un pichén, mantenido por un programa de reforzamiento positive de respuestas espaciadas (véase Seccién IV, B). Este hallazgo, al que €n ocasiones se denomina fenémeno de “alegria 0 gozo”, es andlogo al que pro- dujo el procedimiento de “ansiedad” de Estes y Skinner, en cuanto a que se atribuye el efecto del estimulo, sobre Ia conducta operante en curso, no a las contingencias especificas entre las respuestas y sus consecuencias, sino a efectos mas generales del estimulo sobre distintas clases de conducta, lo mismo ope- rantes que respondientes. Se puede decir que los estimulos que modifican la conducta de esta manera tienen funciones emocionales, y sus efectos ejempli- fican las interacciones potenciales entre los procesos operante y respondiente, los cuales son objeto de mayor consideracién en la parte VIII. aig 320 7. Control aversive 46. ALGUNAS PROPIEDADES CUANTITATIVAS DE LA ANSIEDAD * W. K. ESTES y B. F. SKINNER Son dos, al menos, las caracteristicas defini- torias de la ansiedad: 1) es un estado emocio- nal, parecido en algo al miedo y 2) el estimulo perturbador que es el principal productor de ella, no precede ni acompafia al estado emocio- nal, pero se “anticipa” en el futuro.t Ya sea que se apliquen a la conducta del hombre 0, como en el presente estudio, a la de organismos inferiores, ambas caracteristicas necesitan ser aclaradas. Una de las dificultades se encuentra al explicar la conducta que ocurre “anticipéndose” a un acontecimiento. Como un estimulo que todavia no ha ocurrido no puede funcionar como causa, debemos buscar una variable presente. Haciendo una analogfa con el experimento tfpico de condicionamiento, en el que S:, habiendo sido sucedido por S2, ahora conduce a una respuesta “anticipatoria” a Sz, nos ordena el asunto de manera cientifi- camente aceptable, ya que lo que produce la reacci6n es el estimulo presente S; y no la ocu- rrencia futura de S:. Las ocasiones pasadas en que S: ha tenido lugar han contribuido para que se produzca este fenémeno, mas no es Sz el factor responsable en curso. Si bien las relaciones temporales del condi- cionamiento clasico nos proporcionan una de- finicién razonable de la anticipacién, la ana- logia hecha respecto de la ansiedad no es completa. |En el caso de la ansiedad, la res- puesta que se forma ante S; no necesita ser como la respuesta original ante S.. Asi, en un sentido mas amplio, se debe definir la antici- pacién como la reaccién ante un estimulo pre- sente, $1, que se produce por el hecho de que S: ha sido seguido por S: en el pasado, donde la reaccién no es necesariamente la que origi- nalmente se producfa ante S:. La magnitud de Ja reaccién ante S:, durante la presenta- * Tomado del Journal of Experimental Psycho- logy, 1941, 29, 390-400. + Los autores se valen deliberadamente de esta paradoja, para poner en evidencia Ia confusién en que se incurre cuando se dice que el estimulo se adelanta, Como se ve més claramente, parrafos ade- ante, algo que todavia no ocurre no puede ser causa de acontecimiento alguno. Obviamente, tampoco seria correcto decir que el animal prevé el ‘acontecimiento aversivo. (N, del 1.) cién de éste, puede depender en cualquier momento de las relaciones temporales previas de Si y Sp También necesita ser aclarado el concepto de “estado emocional” en vista de los experi- mentos que se van a describir a continuacién. En alguna otra parte (Skinner, 1938), se ha hecho notar que al tratar la emocién como una mera reaccién (ya de los efectos auténo- mos, ya de la musculatura estriada), se pasa por alto una influencia muy importante que tiene en la conducta operante. En la practica nos interesa a menudo el efecto que tiene un estimulo en cuanto que altera la fuerza de la conducta que frecuentemente no se relaciona de otra manera con la emocién. Un estimulo que produce “miedo”, por ejemplo, puede dar lugar a reacciones musculares (incluyendo ex- presiones faciales, de sobrecogimiento y demés) y a una extensa reaccién auténoma del tipo en que comtinmente se hace hincapié en los estudios sobre la emocién.) Pero, en ciertos aspectos, es atin mas importante el considerable cambio de las tendencias del organismo a reac- cionar de otras maneras. Se reforzardn algunas respuestas de su presente repertorio y otras se debilitaraén en diferentes grados.!Mas que de una respuesta —en el sentido estricto del tér- mino— suplementaria y especffica, nos preocu- pamos mds a menudo de la ansiedad obser- vada de esta manera, considerada como un efecto sobre la conducta normal del organismo. Los experimentos que se describirén se ape- gan a esta interpretacién. Se establece un estado emocional como “anticipacién” de un estimulo petturbador, y se mide la magnitud de la emo- cién por su efecto sobre la fuerza de cierta conducta motivada por el hambre, mds espe- cificamente hablando, sobre la tasa a que la rata da una respuesta arbitraria que periddica- mente se refuerza con comida.|En circunstan- cias muy diversas (Heron y Skinner, 1939), se ha mostrado que tal tasa es un indicadot muy sensible de la fuerza de la conducta, el cual se adapta aqui al caso de la emocién. La compilacién que Mowrer ha hecho reciente- mente (19405) de las técnicas para medir la “expectacién” del estimulo, no incluye ningdn procedimiento semejante. F. Estimulos preaversivos: supresién y facili En estos experimentos el estimulo perturbador que se “anticipaba” era un choque eléctrico ad- ministrado desde un condensador y a través de la tejilla del piso de la c4mara experimental. Un tono producido por altavoces conectados a un transformador de 60 ciclos c. a. fue el estimulo que precedié regularmente al estimulo perturba- dor y que, por consiguiente, llegé a ocasionar la ansiedad. El aparato que sirvié para levar a cabo Ja in- vestigacién simulténeamente en veinte ratas, ya se ha descrito al detalle en otra parte (Heron y Skinner, 1939; Skinner, 1938). Durante el perio- do experimental, se encerré a las ratas en una caja a prueba de luces y que aislaba suficiente- mente el sonido, provista de una palanca facilmen- te oprimible. Se registraron tanto curvas in- dividuales (ntimero de respuestas en tiempo) como curvas promediadas mecdnicamente, del grupo y de ciertos subgrupos de seis 0 doce ratas, En el procedimiento de condicionamiento perid- dico, se ajusté el reloj de control para que reforzara, cada cuatro minutos, respuestas indivi- duales hechas a Ja palanca, sin reforzar las res- puestas intermedias. Las ratas Iegaron a respon- der a una tasa relativamente constante durante el periodo experimental de una hora, y las curvas de respuestas acumuladas tendieron a describir lineas rectas, excepto por los efectos ciclicos lo- cales resultantes de la discriminacién temporal hecha con base en el periodo de reforzamiento de cuatro minutos./Las curvas A y C de la figura 4 corresponden a grupos de 24 ratas y representan el tipo de linea base obtenido para la observacién del efecto de la ansiedad, Los sujetos fueron 24 ratas albinas, machos, menores de seis meses, tomadas de la reserva no seleccionada del laboratorio. Durante todo el ex- perimento se tomaron registros de una hora diaria. Después del condicionamiento preparatorio de la respuesta de oprimir, se formaron dos grupos; uno, de doce ratas, s¢ mantuvo a una pulsién de hambre relativamente alta, mientras que se tuvo a las otras doce a una pulsién de la misma clase figura 1. Primeras presentaciones tono y del choque. Curvas mediadas mecénicamente, co- mespondientes a doce ratas en condiciones de reforzamiento pe- dice. Se introducia el tono en T y el choque, en Ch, se administra- 52 al tiempo que se suspendia el La tasa de respuestas, du- esta etapa, no acusa efecto ible alguno atribuible al eque 0 al tono. RESPUESTAS én condicionadas 321 que produjo una tasa de respuestas muy baja. Después de dos semanas de condicionamiento periédico, se introdujeron por primera vez el sonido y el choque. CONDICIONAMIENTO DE UN ESTADO. DE ANSIEDAD |En la figura 1 se muestra la curva periédica promediada de doce ratas con alto grado de pulsién de hambre, en relacién con la primera presentacién del tono (T) y del choque (Ch). Durante su primera introducci6n, se hizo sonar el tono durante tres minutos. Luego se le dio un choque a cada rata y se suspendid el tono. Se podré notar que ni el tono ni el cho- que (a la intensidad usada a lo largo del expe- rimento) produjeron perturbacién alguna de la tasa periédica media relativa en ninguna de sus respectivas presentaciones. Esta linea base regular hizo posible seguir facilmente el desarrollo de la “anticipacién” del choque cada vez que se repetia la situacién. | La combinacién tono-choque se present6 dos veces durante cada uno de los seis periodos consecutivos de una hora. Después, para acla- rar cualquier cambio de la conducta, se aumen- t6 a cinco minutos el periodo del tono yla combinacién se dio sélo una vez durante cada siguiente hora experimental, [El resultado principal de esta parte del ex- perimento fue el condicionamiento de un esta- do de ansiedad ante el tono, en el que el indicio principal fue la reduccién de la fuerza de la conducta de oprimir la palanca, motivada por el hambre. La razén entre el ntimero de respuestas efectuadas durante el periodo del tono y el némero promedio de respuestas he- chas durante las fracciones de hora equiva- lentes en los experimentos de control fue de TIEMPO (UNA HORA) 322 7. Control aversive RESPUESTAS |+—— 100 —+| TIEMPO (CADA REGISTRO DE UNA HORA) 1.2:1.0* respecto de la primera hora experi- mental; a la altura de la octava hora habia decaido hasta ser de 0.3:1.0. En la figura 2 se muestran los cambios de conducta que ocurrieron con la anticipacién del choque. En ella se aprecian, asimismo, las curvas promediadas del grupo de seis ratas; Ja tasa periédica mds alta acontecié durante los primeros cuatro dias de introduccién del tono de cinco minutos. Es conveniente hacer notar ciertas caracterfsticas de estos registros. Es obvia la reduccién progresivamente més mar- cada de la tasa periddica correspondiente al periodo anticipatorio. Inmediatamente se ma- nifiesta el efecto sobre la tasa, después de la introduccién del tono, y permanece luego a un valor constante hasta que se administra el choque. (Esta constancia no se manten- dria si se repitiera la situacién tan a me- nudo como para que la rata lograse desarro- lar una “discriminacién temporal.) También aparecen efectos posteriores al choque, los cuales no se presentaron en Ia figura 1 como consecuencia del choque solo. Especialmen- te en las curvas A y B de la figura 2, se aprecia que al choque sigue una depresién e irregularidad de Ja tasa, las cuales son, por + No se espera que la raz6n sea exactamente 1:1, Puesto que el niimero de respuestas dadas durante un petiodo de 5 min. dependerd del momento en que comienza el periodo con respecto al intervalo de teforzamiento de 4 min, Figura 2. Reduccin de la tasa de respuestas durante los periodos sucesivos de ansiedad. Curvas pro- medidas de seis ratas durante cuatro dias consecutivos. A la al- tura del tercero 0 del cuarto dia las respuestas cesan précticamente por completo durante a presenta- cién del tono. lo menos, mucho mayores que cualquier otro efecto observado en los registros de control. Repitiendo muchas veces este experimento, esta pertubacién tiende a desaparecer por adap- tacién, aunque no completamente. Esta dis- torsién es mucho menos marcada en las cur- vas C y D de la figura 2. En la curva B de Ja figura 4 tenemos un ejemplo similar en un estudio relativamente tardio del condiciona- miento. La modificacién de conducta correlacionada con la anticipacién de un estimulo perturbador no se puede atribuir al condicionamiento ne- gativo de Ja respuesta a la palanca, habida cuenta de que siempre se dio el choque inde- pendientemente de la conducta de la rata con respecto a la palanca. Sdlo en raras ocasiones pudo el choque haber coincidido con una res- puesta; sobre todo en los experimentos hechos con el grupo de menor pulsién, donde se ob- tuvo un efecto similar. En la figura 3 se mues- tran curvas promediadas, correspondientes a un grupo de seis ratas, que fue sometido al procedimiento que se acaba de describir, pero su pulsién fue tan baja durante el periodo de condicionamiento que la tasa de respuestas fue virtualmente cero. La curva inferior de la figura 3 corresponde al primer dia en que, en lugar de periodos de tres minutos, éstos fueron de cinco. Incluso hasta este registro, no se pudo detectar efecto alguno de Ia antici- pacién del choque porque los animales no F. Estimulos preaversivos: supresién y facilitacién condicionadas 323 Figura 3. Reduccién de la tasa durante la ansiedad, después de experimentos hechos a una pul- sién muy baja. El registro inferior corresponde a la curva de seis rotas a una pulsién muy baja, aunque por lo demés es compa. rable a las curvas de las figuras 1 y 2. La curva superior, del mis- mo grupo, se obtuvo con una pulsién més alta, al dia siguiente. H tono tiene un efecto obvio, aunque todas las presentaciones previas se hicieron a una pulsin tan baja que no hubo efectos per- ceptibles. RESPUESTAS }«— 100 | respondieron a una tasa significativa. Asi, pues, se aument6 la pulsién; y en la curva superior de Ja figura 3 se aprecia la ejecucién del mismo grupo al siguiente dia. Si se observa a lo largo de la curva, se puede notar una marcada de- presién de Ia tasa de respuestas durante el pe- Figura 4. Compensacién subse. cuente por la reduccién de la tasa durante la ansiedad. Las curvas, promediadas a partir de 24 ratas, se tomaron durante tres dias con- secutives. A y C se tomaron du- rante el reforzamiento periédico, mientras que B muestra el efecto del tono en una etapa avanza- da del experimento. La reduc- cién de la tasa se ve seguida por un aumento compensatorio que hace volver la curva a la extro- polacién de su primera parte. RESPUESTAS }«— 100 >| TIEMPO (CADA REGISTRO DE UNA HORA) tiodo del tono. Si se la compara con la curva B de la figura 2, se ve que aunque es mas irre- gular la linea base relativa a la pulsién més alta, la depresién obtenida fue de magnitud relativamente igual. En este caso, podemos ig- norar sin riesgo alguno las coincidencias acci- TIEMPO (CADA REGISTRO DE UNA HORA) 324 7. Control aversive RESPUESTAS TIEMPO (CADA REGISTRO DE UNA HORA) dentales del choque y de la respuesta. De cual- quier manera, el tono adquiere el mismo efecto depresivo sobre la conducta. Otra caracteristica que merece nuestra aten- cién es el aumento compensatorio de la tasa periddica que sigue al periodo de depresién. Este aparece, en cierta medida, en todos los registros obtenidos; pero se puede apreciar mas claramente en la curva B de la figura 4, curva periddica de las 24 ratas y después de haberse completado el condicionamiento emo- cional. Se obtuvo la curva dos semanas des- pués de los registros de la figura 2. Las cur- yas A y C son controles determinados (con una pulsién ligeramente mayor) en los dias RESPUESTAS }+—— 100 —->| Figura 5. Efectos de la ansiedad sobre la exfincién, La curva infe- rior es el promedio de seis ratas; la superior, de doce. EI tono, que habia sido seguido previomente por el choque, durante el reforza- miento periédico, reduce Ia pen- diente de las curvas de extincién. La administracién del chogque se ve seguida por un aumento com- pensatorio. inmediatamente anteriores y posteriores a la fecha en que se hicieron los registros. Si se observa a lo largo de la curva B, se puede notar un aumento claramente definido de la tasa subsecuente al choque, aumento que con- tinda hasta que se alcanza la extrapolacién de Ia curva que precede al descanso. El efec- to del estado emocional es, evidentemente, una depresion pasajera de la fuerza de la conducta, al paso que la cantidad total de respuestas durante el periodo experimental (la “reser- va’) permanece constante. Se han descrito aumentos compensatorios similares en circuns- tancias diversas que incluyen restriccién fisica de la respuesta (Skinner, 1938). TIEMPO (CADA REGISTRO DE UNA HORA) Figura 6. Efectos de la ansiedad sobre la extincién. Registros individvales del experimento representado en Ia figura 5. F. Estimulos preaversivos: supresién y facllitacién condicionadas 325 Figura 7. Extincién del efecto del tone cuando deja de aparecer el choque terminal. El registro supe- Fior es la curva promediada de doce ratas durante el reforzamien- to periédico. Se iniciaba e! tono en T y continuaba sonando du- ronte el resto de la hora. No se administraba choque, La tasa de respuestas vuelve a su estado nor- mal [y acaso muestra cierto au- mento compensatorio) en el lapso de diez minutos. La curva inferior muestra la repeticién del experi- mento diez dias después. RESPUESTAS EFECTOS DE LA ANSIEDAD SOBRE LA EXTINCION Cuando se retira el reforzamiento consistente en comida la rata contintia respondiendo, aun- que a una tasa decreciente, y describe una curva tipica de extincién. Se han investigado los efectos de la ansiedad sobre esta curva. En las curvas de grupo de la figura 5 y en las individuales de la 6, se presenta la primera hora de una curva de extincidn tfpica durante la cual se presenté la combinacién de tono y choque. Si se observa a lo largo de cualquiera de las curvas de la figura 5 se puede notar una depresién distinta de la tasa durante el periodo del tono, y (después del choque) un incremento compensatorio igualmente distinto que se mantiene hasta alcanzarse la extrapo- lacién de Ja primera parte de la curva. La fi- gura 6 contiene registros muestra de cuatro ratas que manifestaron diferentes grados de depresién durante el tono. Durante la extincién, pues, un estado de ansiedad produce una disminucién de la tasa de respuestas y el estimulo terminal es seguido por un incremento de tasa compensatorio tal que Ja altura final de la curva probablemente no se modifica. LA EXTINCION DE UN ESTADO. DE ANSIEDAD Se investig6 otra propiedad de la ansiedad, al presentar el tono por un periodo prolonga- do y sin el choque terminal. En un experimento, mientras las ratas respondfan con reforzamien- TIEMPO (CADA REGISTRO DE UNA HORA) to periédico, se introdujo el tono después de veintisiete minutos del periodo experimental y se dejé que sonara durante el resto de la hora. Los resultados se muestran en las figu- ras 7 y 8. Se observard que la recuperacién de la tasa periédica normal se demora conside- rablemente mas del periodo de cinco minutos de tono, Cuando se mide el tiempo transcurtido desde el comienzo del tono hasta el punto en que la rata alcanza nuevamente su tasa perid- dica previa (conforme a mediciones de tasas individuales), se encuentra que el periodo medio requerido para la recuperacién es de 8.6 minutos. La curva del grupo de doce ratas (registro superior de la figura 7) muestra un aumento compensatorio definido de la tasa en un momento mas avanzado de la hora, aunque hacia el final del periodo no se alcanza del todo la extrapolacién de la primera parte de la curva. Se repitié el mismo experimento diez dias después, con una pulsién més baja, y se ob- tuvieron los resultados que se muestran en la curva inferior de la figura 7. En este caso, Ja demora media de la recuperacién es de 9.1 minutos y esta recuperacién es menos com- pleta. Excepto por los efectos de la diferencia de motivaciones, los dos registros son bastante similares y ejemplifican la reproducibilidad de este tipo de conducta, Como el periodo de actividad reducida va- ria entre las ratas, se necesitan registros indivi- duales para observar el curso de la recupera- cién de la fuerza normal durante Ja extincién de la ansiedad. En la figura 8 se muestran algunos registros individuales con tasas perid- 326 7. Control aversive RESPUESTAS [«—— 100 | TIEMPO (CADA REGISTRO DE UNA HORA) dicas diferentes cuyas desigualdades se deben a la variedad de grados de hambre. La lentitud de Ja recuperacién aparece en casi todos los registros y, en la mayorfa de ellos, el aumento compensatorio de la tasa periédica. En algunas curvas, notoriamente en las E, F y G, la extra- polacién de la primera parte se alcanzé antes de terminar la primera hora. Aunque las cur- vas en general son de cardcter positivamente acelerado, no es seguro que lo mismo hubiera pasado con las otras ratas si se hubiera podido prolongar el periodo experimental. La recuperacién esponténea que se da du- rante la extincién de la ansiedad es bastante completa. El registro diario que precedié a la ra 8. Curvas individuales del experimento escrito en la fi- gura 7. figura superior de la figura 7 arrojé una raz6n de 0.6:10 entre la tasa periddica promedio mostrada durante el periodo del tono y la tasa normal correspondiente a tal intervalo. Al dia siguiente al representado en la figura, la razon correspondiente a un periodo igual fue de 0.7: 1.0, lo que indica que el efecto subsistente fue nulo o muy pequefio. RESUMEN Se define a la ansiedad como un estado emo- cional que surge como respuesta a algtin estimulo presente que, en el pasado, ha sido seguido por F. Estimulos preaversivos: supresién y facilitacién condicionadas 327 un estimulo perturbador. Se mide 1a magnitud de tal estado por su efecto sobre la fuerza de la con- ducta motivada por el hombre, en el caso de la tasa a que las ratas oprimen una palanca en con- diciones de reforzamiento periédico con comida. Las presentaciones repetidas de un tono a cuya terminacién se presentaba un choque produjeron un estado de ansiedad en respuesta al tono; y el indice principal fue la reduccién de Ja fuerza de la conducta motivada por el hambre durante el perio- do del tono. Asi, cuando se hizo que un periodo de ansiedad antecediera al choque, se produjo una perturbacién més extensa de la conducta que la producida por un choque “no anticipado”. El decaimiento de la tasa de respuestas durante la an- siedad generalmente fue seguido por un aumento compensatorio de Ja tasa, Durante la extincién experimental de la res- puesta a la palanca, el tono produjo una disminu- cién de Ja tasa de respuestas y el choque presen- tado a la terminacién de aquél fue seguido por un aumento compensatorio de Ja tasa que probable- mente restituy6 la altura original de la curva de extincién, El estado de ansiedad condicionada se extinguié cuando se presenté el tono por un periodo pro- longado sin que al final de éste se introdujera el choque. La recuperacién esponténea ocurrida du- rante esta extincién fue casi completa al dia siguiente, 47, EL CONDICIONAMIENTO DE EVITACION COMO FACTOR DE LOS EFECTOS DE LOS CHOQUES INEVITABLES ADMINISTRADOS A LA CONDUCTA REFORZADA CON COMIDA * R. J. HERRNSTEIN y MURRAY SIDMAN Recientemente se ha demostrado que los efectos de los choques inevitables dependen de la naturaleza de la conducta de linea base (Sidman, Herrnstein y Conrad, 1957). En la actualidad ya no es suficiente ni correcto decir que la conducta en curso es suprimida por un estimulo que se asocia repetidamente con cho- ques inevitables. Si tal conducta es de evita- cién del choque, entonces el procedimiento de “ansiedad” de Estes y Skinner (1941) gene- rard tasas aumentadas de respuestas ante el estimulo de prechoque (Sidman y cols., 1957). En ningén momento los animales que respon- dan para evitar el choque mostrarén la supre- sién de las respuestas que, segiin se ha demos- trado, presentan los animales que responden por reforzamiento de comida o agua. Se ha demostrado que Ia relacién entre el choque inevitable (y el estimulo asociado con él) y la conducta en curso cambia, por consi- guiente, a medida que Jo hace su reforzamien- to. El mismo procedimiento de choque que suprime la conducta reforzada con comida aumenta la tasa de conducta de evitacién. El presente experimento se ided luego de haberse considerado esta interesante inversién de los * Tomado del Journal of Comparative and Phy- siological Psychology, 1958, 51, 380-385. La figura 2 del original se modificé, 7 Véase articulo ntim, 46. (. del p.) efectos del procedimiento experimental de Estes y Skinner: {se invertirén de manera similar estos efectos cuando se refuerza con comida la conducta en curso, aun cuando los sujetos experimentales han pasado por un entrena- miento previo en una situacién de evitacién del choque? EXPERIMENTO I Método Sujetos y aparato, Los sujetos fueron dos mo- nos rhesus machos. El aparato usado fue el descrito detalladamente en otra parte (Sidman y cols., 1957). La c4mara experimental consté de un piso de rejilla de acero inoxidable, tres paredes, techo de aluminio y una reja de barras verticales de acero inoxidable. Una palanca, montada sobre un microinterrrup- tor, se proyectaba desde el centro de una de las paredes, Esta pared tenia también una pequefia abertura desde la cual se podia acercar al sujeto un recipiente pequefio (1 ml). La c4mara estaba iluminada por un foco de 100 watts instalado detras de un panel de marca Lucite, en una de las paredes. Los choques duraban 1 seg. y se administraban a través de un “revolvedor de rejilla”, a las cuatro paredes, al piso, el techo y la palanea. La corriente era de aproximadamente 3 ma. El reforzamiento consistfa en jugo de naranja endulzado que se presentaba en el recipiente du- 328 rante 7 seg. Instalada cerca del recipiente habia una limpara que siempre permanecfa encendida durante los reforzamientos. El estimulo de prechoque era un. chasquido que se producfa al interrumpirse la linea entre un Antes del Después de entrenamiento de entrenamiento de 400° evitacion evitacion RESPUESTAS ENTRE LOS ESTIMULOS 200 1504 1.00: \ 20 g 3 gz ce =e Mono M-L —+ z Mono M-2 o--0 = Bu ieee) crowns ee a eer Sces SESIONES CONSECUTIVAS Figura 1. Rozén del total de respuestas durante los es- timulos que consistian en chasquidos, sobre el total de respuestas que se daban entre los estimulos, correspon- dientes a los monos M-1 y M-2. altavoz y el secundario de un transformador de 6 voltios a una frecuencia de 16 por segundo. El procedimiento, que incluia reforzamientos, estimulos y choques, fue programado automati- camente por relevadores y relevadores cronométri- cos. Esos acontecimientos y respuestas se registra ron en contadores magnéticos y en un registrador acumulativo. Procedimiento, En términos generales, este procedimiento consté de tres fases. Fase I. Se entrena a los dos monos con el ejem- plo de “ansiedad” de Estes y Skinner. (Ambos tuvieron entrenamiento previo conforme a varios programas de reforzamiento intermitente.) En este procedimiento se refuerza con comida 1a res- puesta de oprimir la palanca segéin un programa de intervalo variable con un intervalo medio de 1 min, Al mismo tiempo se hace sonar el chas- quido, repetidamente, por periodos de 5 minutos. Al terminar cada periodo de chasquidos se pre- senta un breve choque inevitable. Se someti6 a ambos monos a este procedimiento durante nueve meses durante los cuales las sesio- nes generalmente estuvieron separadas por perio- dos de tres a seis dias de descanso. La duracién de las sesiones vari6 de 1 a 3 horas. Antes de todas las sesiones que comprendieron reforza- 7. Control aversive miento de comida, se privé de comida a los monos por 48 horas. Fase II, Se somete a los monos a condiciona- miento de evitacién del choque. Durante estas sesiones no hay reforzamiento de comida ni es- timulos de chasquido, Se administra cada 20 se- gundos el choque breve cuando no se dan opre- siones de palanca, Cada opresién de palanca pospone el choque por 20 segundos. Esta fase estuvo funcionando durante seis sesiones de dos horas cada una. Fase III. Como en la fase I, se somete nueva- mente a los monos al procedimiento Estes-Skinner. Se refuerzan nuevamente con comida las opre- siones de palanca y el choque, que se presenta sdlo al terminar los periodos de chasquidos, es inevitable. Al mono M-1 se le sometié a este procedimiento inmediatamente después de la fase II. Para el mono M-2 hubo, ademés, cuatro se- siones de reforzamiento consistente en comida con arreglo a un programa de intervalo variable previo a la fase III. Durante esta fase las sesiones fueron de 2 horas de duracién. Resultados En la figura 1 se muestra gréficamente el efecto del condicionamiento de evitacién sobre la evitacién, con el procedimiento de “ansie- dad” de Estes-Skinner. En la ordenada aparece la razén de respuestas totales, dadas durante los estimulos de chasquido, al total de res- puestas dadas durante los periodos compren- didos entre tales estimulos, representadas so- bre una escala logaritmica. Una razén de 1.0 significa que la tasa de respuestas fue la misma cuando estaba presente el estimu- lo que cuando no lo estaba. Una razén me- nor de 1.0 no es sino una corroboracién del hallazgo de Estes y Skinner, en cuanto a que la conducta se suprime ante un estimulo que precede regularmente al choque. Una raz6n mayor de 1.0 indica que la tasa de respuestas durante el estimulo de prechoque (chasquidos) es mayor que cuando tal estimulo no esté presente. En el experimento anteriormente mencionado (Sidman y cols., 1957), en el que se us6 evitacién del choque para mantener la conducta en curso, se obtuvieron razones mayores de 1.0. Los valores de razén que se muestran en la figura 1 se obtuvieron de Jas cuatro tiltimas sesiones de la fase I y de las cuatro primeras de la fase III. En las fases I y III se aplicaron procedimientos idénticos que consistieron en un programa de intervalo va- F. Estimulos preaversive riable de reforzamiento con comida y en la presentacién del estimulo de chasquido aso- ciado con el choque inevitable. Entre las fa- ses I y III se interpolé la fase I, en la que se sometié a los monos al condicionamiento de evitacién. El resultado del procedimiento de Estes- Skinner se invirtié claramente en las sesiones interpoladas de condicionamiento de evitacién. El aumento de Jas tasas de respuestas que se produjo luego de este entrenamiento reemplazé a la supresi6n que ocurrié durante el estimulo de prechoque previo al condicionamiento de evitacién. Los érdenes de la magnitud de la supresion y del aumento de la tasa, corres- pondientes a los dos monos, a grandes rasgos se parecen. La figura 2 muestra los registros de respues- tas acumuladas de M-1 durante las fases I y III. En la parte A se presenta el registro de una de las sesiones de la fase I. Las curvas se desplazaron hacia abajo para representar los periodos de chasquidos. Las curvas mues- tran aceleracién negativa durante el estfmulo; inmediatamente antes de cada choque se dan pocas —o ninguna— respuestas. En la parte B se aprecia la primera hora de la fase III, es decir, la primera introduccién del procedimiento Estes-Skinner después del condicionamiento de evitacién. Varias carac- terfsticas de estas curvas merecen nuestra aten- cién. Claro que las respuestas dadas durante los petiodos de chasquidos ahora ocurren, se- guramente, a una tasa mayor que la que se da cuando el estimulo no esté presente. Esto tam- bién ocurrié incluso a la primera presentacién del estimulo de chasquido, lo que es particu- Jarmente digno de ser tenido en cuenta ya que no se presentaron los chasquidos durante el condicionamiento de evitaci6n. También ha cambiado el patrén de respuestas dentro de los periodos individuales de chasquidos, y ante el estimulo se da, en lugar de una acelera- cién negativa de las respuestas, una aceleracién positiva. Las curvas relativas a M-2 exhiben las mismas caracteristicas generales. Anélisis Las condiciones necesarias para obtener su- presién con el ejemplo de Estes-Skinner se restringen atin mas por los resultados del pre- sente experimento. Sidman y cols. (1957), con supresién y facilitacién condicionadas 329 ‘MONO M-t t+-————_1 500 RESPUESTAS -———+ 15 MINUTOS Figura 2. A: registro de respuestas ccumuladas, obtenido durante la etopa | del experiment |. Br registro de res- puestas acumuladas, correspondiente al pa Ill del experimento I. El comienzo de los e: consistentes en chasquidos esté indicado por “Chasq”; la terminacién de éstos y la presentacién del choque estin representadas por Ch. un hallazgo anterior, mostraron que se obtiene Jo contrario de la supresién si la conducta en curso es mantenida por la evitacién del cho- que. En este experimento también se encontré Jo contrario cuando se reforz6 con comida la conducta en curso, pero los sujetos habfan sido condicionados previamente para evitar el cho- que. En el primer estudio, donde se mostré una inversién del efecto Estes-Skinner, se sugirié que esos resultados se podian explicar exten- diendo la nocién de conducta “supersticiosa” (Skinner, 1948) * de manera que se incluyesen las respuestas “supersticiosas” de evitacién. Cuando se administran los choques indepen- dientemente de la conducta del sujeto habré una distribucién de los intervalos temporales entre la tiltima opresién de palanca dada antes del choque y el propio choque. En el condi- cionamiento de evitacién del tipo empleado aqui el E dispone explicitamente los valores * Véase articulo nim, 8, (N. del D.) 330 7. Control aversive MONO R-10 4 500 RESPUESTAS '/——4 15 MINUTOS que han de entrar en tal distribucién y en- cuentra que se generan niveles considerables de respuestas de evitacién. La conducta “su- petsticiosa” de evitacién no es otra cosa que las respuestas generadas por la relacién tem- poral entre las respuestas y los choques cuando no es posible una evitacién real del choque, En el procedimiento de Estes-Skinner hay una distribucién de los intervalos de respuesta- choque cuyos valores estén determinados por la tasa de respuestas del animal que se da inmediatamente antes de las presentaciones de los choques inevitables. Es probable que estos intervalos sean variables, Pero en otros expe- rimentos se ha demostrado que es posible mantener la conducta de evitacién usando intervalos de respuesta-choque variables, expli- citamente dispuestos (Sidman y Boren, 1957), El aumento del ntimero de respuestas que ocurre durante los periodos de prechoque pue- de ser identificado, de esta manera, como responder “supersticioso” de evitacién. Se podria sefialar que la concepcién basada en términos de conducta “supersticiosa” de evitacién no explica completamente todo lo que ocutrié después que se entrené a los ani- males a evitar el choque. Ambos sujetos exhi- bieron una tasa alta durante la primera pre- sentacién del estimulo de prechoque. Este estimulo no estuvo presente durante el condi- cionamiento de evitacién y no hubo, entonces, choques inevitables en relacién con los cuales se pudiera desarrollar una distribucién de intervalos de respuesta-choque. Por consiguien- te, el proceso basico del fenémeno de aumento Figura 3. Registro de respuestas acumuladas de la primera sesién de la etapa Ill del experimento Il, correspondiente al mono R-10. Los periodos de los estimulos consis- tentes en chasquidos estan des- plazades hacia abajo y limitados Por “‘Chasq” y por Ch. Las tres curvas, de arriba hacia abajo, son las tres partes consecutivas del registro. de Ja tasa durante la primera presentacién del estimulo de prechoque puede requerir una ex- plicacién diferente a la expuesta arriba. EXPERIMENTO II Si se aplica antes del entrenamiento de evi- tacién el procedimiento de Estes-Skinner, leva a la supresién durante el estimulo de precho- que. Después de tal entrenamiento aumentan las tasas de respuestas durante el periodo del estimulo. Con el presente experimento se pre- tende determinar si este efecto del condicio- namiento de evitacién es o no reversible. Por tanto, se usa el procedimiento Estes-Skinner después de la extincién de las respuestas de evitacién previamente condicionadas. Método Sujetos y aparato, Los sujetos fueron dos mo- nos rhesus machos. El aparato fue idéntico al que se us6 en el experimento I. Procedimiento, Los monos de este experimen- to se habjan empleado antes en otro (Sidman y cols., 1957) en el que habfan recibido condicio- namiento de evitacién. También se les sometié a una alternancia del estimulo de chasquido, encen- dido y apagado (cada condicién de 5 minutos), y se les administré un choque inevitable al final del estimulo. Se usé este programa de presenta- cién del estimulo cuando Ja conducta en curso fue de respuestas de evitacién del choque. En el experimento I se describié el procedimiento de condicionamiento de evitacién. Cada opresién F. Estimulos preaver SESION 1 MONO M-25 SESION 13 Figura 4. Registros de respuestas acumuladas de las sesiones 1 y 13 de Ia etapa III del experimento II, corespondientes al mono M-25. Los periodos del estimulos consis- fentes en un chasquido estén des- plazados hacia abajo y limitados por "Chasq.” y Ch. El choque se administra en Ch. t-_—1 500 RESPUESTAS. de palanca pospone un choque breve durante 20 segundos. En caso de no haber opresiones de palanca, se presenta el choque cada 20 segundos. Fase I, Se somete a los animales a 11 sesiones de extincién de la evitacién, Las sesiones en que se hizo participar al mono R-10 duraron 6 horas; las del mono M-25 fueron de 2 horas. Durante la extincién de la evitacién los sujetos recibieron choques inevitables a intervalos de 10 minutos sin que se introdujera el chasquido. El procedimiento de extincién a la larga, produce una tasa de respuestas muy baja, cercana a cero, fenémeno del cual se dio noticia en otra parte (Sidman y cols., 1957). Fase II. Se priva de comida a los monos por un periodo de 48 horas y después se les condi- ciona a oprimir la palanca por reforzamiento consistente en comida, con arreglo a un programa de intervalo variable con un intervalo promedio de 1 minuto. Esta fase se prolongé por cinco sesiones. Fase III, Se somete a los monos al procedi- miento de Estes-Skinner descrito anteriormente. Se presenta un estimulo, que consiste en chas- quidos intermitentes que se prolongan 5 minutos, a intervalos de cinco minutos entre los estimulos. A la terminacién de cada periodo de chasquidos se administra un choque breve inevitable. Se mantiene efectivo, durante las sesiones experi- mentales, e] programa de reforzamiento de inter- valo variable. RESULTADOS En las figuras 3 y 4, respectivamente, se muestran los resultados de haber sometido a los monos R-10 y M-25 a la primera sesién 1s: supresién y facilitacién condicionadas 331 AG +—— 15 MINUTOS del procedimiento de Estes-Skinner después de la extincién de la evitacién (y el condiciona- miento subsiguiente conforme a un programa de intervalo variable con comida como refor- zamiento) . En la figura 3 aparece el registro de res- puestas acumuladas durante la mayor parte de la sesién de 6 horas con el mono R-10. Para ahorrar espacio se ha cortado la curva, que empieza en el segmento superior. Chasq. es el comienzo de cada periodo de chasquidos, y Ch., la introduccién del choque con la que termina el primer estimulo, Ademéas, cada periodo de estimulo ha sido desplazado ha- cia abajo. Hacia el final del tercer periodo de chasquidos, se aprecian signos defini- dos de reduccién de la tasa de respuestas ante ese estimulo. La supresién se presenta durante toda Ja sesién y a veces adquiere den- tro de los periodos de chasquidos forma de curvatura negativa. La figura 4 muestra, como en la sesién 1, la sesidn de 2 horas correspondiente al M-25 Aunque hay indicaciones de supresién durante los periodos de chasquidos, ésta no es tan pronunciada ni tan confiable como la obteni- da con el R-10 (figura 3). Tampoco hay indi- cacién clara de incremento de la tasa durante el periodo de chasquidos. El registro inferior se obtuvo después de 24 horas de experimen- tacién en estas condiciones. En este punto, la supresién comienza a ser segura y a tomar la forma de curvatura negativa dentro de los periodos de chasquidos. 332 7. Control aversive ‘SESION 1 MONO R-10 SESION 5 +, 500 RESPUESTAS 415 MINUTOS Para evaluar la importancia de la extincién de la evitacién, se sometié al R-10 a 5 sesio- nes de recondicionamiento de la evitacién. Durante éstas, no recibié los estimulos de chas- quidos ni la comida como reforzamiento. Se le volvié a aplicar al animal el procedimiento de Estes-Skinner, superpuesto al programa de intervalo variable sin ningtin periodo interme- dio de extincién de la evitacién. En la figura 5 aparece el registro acumulativo correspondien- te a la primera sesién después del reentrena- miento de evitacién. Ante el estimulo de pre- choque (como se muestra en la figura 3), en jugar de supresién hay ahora un marcado incremento de la tasa. El registro inferior muestra, sin embargo, que hacia la quinta sesién (24 horas experimentales més tarde) la supresién tiene lugar otra vez y segura- mente durante los periodos de chasquidos. ANALISIS En el experimento I se presenté la ejecucién resultante del procedimiento de Estes-Skinner que siguidé al condicionamiento de evitacién. En el experimento II se mostré que el efecto del condicionamiento de evitacién se puede anular, hasta cierto punto, extinguiendo las respuestas de evitacién antes de volver a pro- bar con el procedimiento de Estes-Skinner. Un sujeto, R-10, exhibié la supresién con- dicionada caracteristica ante el estfmulo de Figura 5. Registros de respuestas acumuladas de las sesiones 1 y 5, después del recondicionamiento de evitoci6n del mono R-10. Las pe- riodos de chasquidos estan des- plazados hacia abajo y limitados por Chasq.” y Ch. El choque se administra en Ch. La sesién 1 se lee de la curva superior a la inferior; la sesién 5, de izquierda derecha, prechoque que siguié a la extincién de la evi- tacién. Después del recondicionamiento de evitacién, este mono mostré aumento de las tasas de respuestas durante el estimulo de chas- quidos. Como se ve en el procedimiento de Estes-Skinner, el efecto de la extincién de la evitacién nulifica al condicionamiento de ésta. Los resultados del sujeto M-25 indican tam- bién que la extincién de la evitacién impide que aparezca aumento de tasa ante los chas- quidos. No obstante, este sujeto no mostré el desarrollo tipicamente répido de la supresién condicionada. Esta desigualdad entre los suje- tos se debe probablemente a la diferencia del grado alcanzado por la extincién de la evita- cién. Ambos sujetos fueron sometidos a 11 se- siones de extincién, pero con el sujeto R-10 las sesiones duraron 6 horas, mientras que con el M-25, sélo 2 horas. Como era de espe- rarse, las tasas de respuestas del R-10, durante la extincién, descendieron més que las del M-25. De esta manera, la extincién de la evita- cién parece contrarrestar el efecto del condi- cionamiento de evitacién a tal punto que la extincién se completa. RESUMEN La respuesta caracterfstica del procedimiento de “ansiedad” de Estes-Skinner se invierte cuando se entrena antes a los monos en una situacién de F. Estimulos preaversives: supresién y facilitacién condicionadas 333 evitacién. En lugar de asociarse con las respuestas reforzadas con comida, el estimulo de prechoque se asocia con el aumento de las tasas de respues- tas, después del condicionamiento de evitacién. Este efecto del condicionamiento de evitacién se elimina si la extincién de Ja evitacién precede a la reintroduccién de la prueba con el procedimiento de Estes-Skinner. 48. EFECTOS COLATERALES DEL CONTROL AVERSIVO * MURRAY SIDMAN En un experimento, un organismo puede recibir un choque cuando emite una respuesta especifica (“castigo”), o solamente cuando no la emite (“evitacién”). Las observaciones ba- sadas en estas técnicas normalmente se limitan a la conducta cuya ocurrencia o no ocurrencia controla especfficamente al choque. Estes y Skinner (1941) notaron, sin embargo, que los choques pueden producir otros efectos so- bre una conducta diferente que es indepen- diente de cualquier correlacién programada con el choque, y discurrieron una técnica para estudiar tales efectos. Hallaron que las opre- siones de palanca operantes, mantenidas por reforzamiento consistente en comida y con arreglo a un programa de intervalo fijo, dismi- nuiran de frecuencia ante un estimulo que haya precedido a un choque inevitable (cho- que “libre”). La ocurrencia del choque no estuyo, de ninguna manera, controlada por la conducta que se registr6. En estudios posteriores en los cuales se uti- lizaron variaciones del procedimiento original, se confirmé el fenémeno de supresién condi- cionada de Estes-Skinner. Entre tales varia- ciones estuvo el uso de programas de condi- cionamiento diferentes para mantener la con- ducta de Ifnea base, por ejemplo, reforzamien- to condicionado (Brady, 1955; Libby, 1951), intervalo variable (Brady y Hunt, 1955) y raz6n fija (Brady, 1951). Mas recientemente se ha demostrado, no obstante, que si la linea base de la conducta operante tuvo una historia de conducta de evitacidn, el estimulo de pre- choque estaré acompafiado, al menos pasajera- mente, por un aumento en la tasa de respuestas, * Tomado del Journal of the Experimental Analy- sis of Behavior, 1958, 1, 265-280. Es propiedad de la Society for the Experimental Analysis of Behavior, Inc., 1958, Fue eliminada la figura 5 del articulo original en inglés, + Véase el articulo ntim. 46, (N. del v.) en vez de la supresién (Herrnstein y Sid- man, 1958; + Sidman, Herrnstein y Conrad, 1957). Se sugirié que las respuestas ante el estimulo constituyen realmente conducta de evitacién reforzada accidentalmente. La pre- sente serie de experimentos se inicié con el impetu de un verdadero trabajo de Hércules planeado para recoger testimonios en apoyo de la hipdtesis mencionada. El plan se enca- miné a demostrar simulténeamente, con el mono rhesus, la funcién supresora y la facili- tadora del estimulo de prechoque. Se esperé que la conducta controlada por el reforza- miento con comida exhibiera supresién ante el estimulo de prechoque, al paso que, se su- puso, otra respuesta, de evitacién, previamente entrenada mostrara un aumento de frecuencia. METODO Concurrente de IV y evitacién, con dos palancas En una de las paredes de la c4mara experi- mental para primates (Conrad y Sidman, 1956; Sidman y cols. 1957) se colocaron dos palancas verticales con 15 cm de separacién. Las respues- tas a la palanca inferior (palanca A) produjeron comida como reforzamiento, con arreglo a un programa de intervalo variable (IV) de 4 min., mientras las opresiones a la palanca B pospusieron el choque durante 20 segundos. Se administré el choque cada vez que transcurrieron 20 segundos sin que se diera una respuesta a la palanca B. Los programas de IV y de evitacién estuvieron funcionando concurrentemente, Cada reforzamien- to consistié en 1 ml de una mezcla de jugo de toronja y de naranja (de lata) con sacarosa disuelta en una concentracién al 15 por ciento de su peso. La intensidad del choque fue aproxi- madamente de 5 miliamperes y la duracién de cada uno de ellos se ajusté a i segundo aproxi- madamente (Sidman y cols., 1957). + Véase articulo ntim. 47. (N. del D.) 334 7. Control aversivo emo PALANCA A Z& | MONO Rs = Paancae ty 104 = =, Ly. 2 EXT. #e, a a We EXT. Figura 1. Mono R-15. Total de > we a Fespuestas por sesién, @ cada pa- a + lanea. Los rétulos de cada curve w EV. " g se refieren a los procedimientos lua 2. experimentales. EV = evitacién del Qa 2 choque; IV = programa de inter- ca ol E we valo variable de reforzamiento por Ss EXT. comida; EV. EXT = choque des- eS conectado; I.V. EXT = alimentador TIT TOP pT desconectado; CAST = cada res- ' St! 6] fi eft ul 7 sil 5 Puesta produce un choque. A par- tir del segundo cuadro, todas las SESIONES EXPERIMENTALES sesiones son consecutivas. Estimulo seguido por choque inevitable siguientes cuatro sesiones. Durante este periodo z a ae ya no se programé la evitacién del choque y el indies fases de Ia investigacién, que se procedimiento de lines bese fue, por tanto, indican en el cuerpo de este informe, los sujetos concurrente de TV y extincién de la evitacién. recibieron choques inevitables (“libres”). Cuando éstos se administraron, se hizo espaciéndolos 10 minutos y haciendo que los precediera un estimu- lo (chasquidos) de 5 minutos de duracién, El Procedimiento de choque libre consistié, por tanto, en periodos de cinco minutos sin el estimulo al, ternados con periodos de la misma duracién con el estimulo. El choque inevitable ocurrié siempre simulténeamente a la terminacién del estimulo. Siempre que se us6 el procedimiento de choque libre se programé al mismo tiempo la extincién de la evitacién. Es decir que los tinicos choques Que se administraron fueron inevitables sin impor- tar que el sujeto oprimiera o no la palanca, Todas las sesiones experimentales duraron 6 ho- ras. Antes de cada sesién se privaba de comida y agua a los monos, aproximadamente por 36 horas, RESULTADOS |. El estimulo y ol choque inevitable super- Puestos al concurrente de IV y extin de la evitacién, Dos palancas EI mono R-15 habia sido expuesto a 19 se- siones (114 horas) del procedimiento concu- trente de IV y evitacién. En el Primer cuadro de la figura 1 se ve el ntimero de respuestas que se dio en las tiltimas cinco de estas se- siones, Se aplicé después, por primera vez, el pro- cedimiento que comprendia al estimulo seguido Por el choque libre; se aplicé también en las Se mantuvieron, simulténeamente, una res- puesta (palanca A), con reforzamiento con- sistente en comida, y otra (palanca B), por medio de la historia de evitacién del choque. Con base en los anilisis previos (Herrnstein y Sidman, 1958; Sidman y cols., 1957), se esperaba que el estimulo de prechoque supri- miera la respuesta mantenida por comida y que aumentara la frecuencia de la que habia sido respuesta de evitacién. La falla de tal suposicién es evidente en el cuadro de la extre- ma izquierda de la figura 2. Respecto de cada palanca por separado, se dividié el ntimero total de respuestas dadas ante los estimulos entre el ntimero total de las respuestas dadas sin los estimulos. En el primer cuadro de la figura 2 se aprecia esta raz6n, correspondiente a las cinco primeras sesiones en que se asocia- ban el estimulo y el choque, graficada en fun- cién de una ordenada logaritmica. Si no hubiera diferencia de tasa ante los estimulos y entre ellos, la raz6n seria igual a 1.0. La supresién de respuestas ante el estimu- Jo harfa que la raz6n descendiese por debajo de 1.0, en tanto que una tasa de respuestas relativamente més alta que se diera ante el estimulo, harfa que aumentara por arriba de 1.0. Durante la primera sesidn no hubo cambio relativo de tasa en lo que toca a ninguna de Jas palancas, cuando estaba presente el estimu- lo. No obstante, en las cuatro sesiones siguien- F. Estimulos preaversivos: supresim y facilitacién condicionadas 335 tes ambas respuestas exhibieron una tasa mar- cadamente més alta mientras el estimulo de prechoque estaba sonando. En lugar de que ocurrieran, como se esperaba, supresién de la respuesta reforzada con comida y facilitacién de la respuesta de evitacién, tuvo lugar ante el estimulo, la facilitacién de ambas respuestas. Se registré concurrentemente la conducta respecto de las dos palancas, independiente- mente en sendos registradores acumulativos. Una parte de los registros de la sesi6n 2, mos- trada en la figura 3, ilustra detalladamente la notable correspondencia entre las conductas dadas ante ambas palancas, Ante cualquiera de éstas, hay pocas respuestas entre los estimu- los. De la misma manera que aparecen las ta- sas terminales altas antes de los choques inevi- tables, aparecen también, en ambos registros, los petiodos de no respuestas al inicio de los estimulos. Hay una alta correlacién entre los ntimeros totales de respuestas ante cada palanca durante los periodos del estimulo. Il, Condicionamiento y extincién independien- fes de las respuestas de opri dos palancas Como se apunté previamente, la investiga- cién comenzé siendo un intento de demostrar Figura 2. Mono R-15. Rozén de supresién (en escala logaritmica) relative a cada respuesta, repre- sentada conforme al numero de sesiones. Los rétulos identifican a las respuestas y @ los programas de reforzamiento con comida. A lo largo de todas las sesiones de esta figura B siempre estuvo en oxtin- cién. A partir del segundo cuadro, fodas las sesiones son consecu- tivas. ot RESPUESTAS DURANTE EL ESTIMULO/RESPUESTAS EN AUSENCIA DEL ESTIMULO 1O.OF PALANCA A (iv) simultdéneamente las funciones supresoras y facilitadoras del estimulo de prechoque que dependen de la historia de reforzamiento de dos respuestas. El efecto de facilitacién se inter- preté previamente como conducta de evitacién (Sidman y cols., 1957), y se demostré que ocurrfa incluso con una respuesta reforzada con comida que habia tenido una historia de evitacién del choque (Herrnstein y Sidman, 1958). El hecho de que se diera el fenémeno de facilitacién —como se describié arriba— con una respuesta que no tenia historia de evitaci6n, pudo dar Jugar a que se reconsi- derara la interpretacién anterior. No obstante, antes de intentar tal reevaluacién fue necesario determinar si el procedimiento concurrente produciria efectivamente dos operantes inde- pendientes. La dependencia observada en el presente caso pudo haber sido resultado de cualquiera de varios factores posibles 0 de todos ellos. Por ejemplo, las dos respuestas fueron simi- Jares en topograffa y las palancas estuvieron colocadas muy cerca una de otra. Otro meca- nismo posible es el del encadenamiento adven- ticio a través del cual las respuestas pudieron haber adquirido una historia de reforzamiento traslapada. PALANCA B 1 5 20 2 ! 5 Wl S 10 SESIONES EXPERIMENTALES 936 7. Control aversive EI animal estaba en condiciones de dar las dos respuestas en cualquier secuencia. Como el equipo de programacién requerfa sélo una respuesta a la palanca B para posponer el cho- que, una frecuente ocurrencia de Ia sucesién MONO R-15 PALANCA PARA Lacomipa_7~ r _/~ PALANGA DE aay EVITACION +— 100 RESPUESTAS 1 HORAS Figura 3. Mono R-15. Registros acumulativos concurrentes de los respuestas a ambas polancas. Las partes de los registros desplazadas oblicuamente hacia abajo se refieren @ los periodos durante los cuales estuvo presente el es- timulo de prechoque. “palanca A, palanca B” bien pudo haber esta- blecido a tal sucesién como respuesta supers- ticiosa de evitacién (Skinner, 1948).* La palanca A tendrfa, consecuentemente, un com- ponente de evitacién y, asimismo, mostraria un aumento de la tasa ante el estimulo de prechoque. La primera tarea fue determinar si el proce- dimiento concurrente produciria efectivamente dos operantes independientes. Un método sen- cillo para probar la independencia fue intentar por separado la extincién y el recondiciona- miento de cada respuesta. Por comodidad se presentan los detalles del procedimiento junto con los resultados, En la figura 1 estén los resultados de una serie de experimentos con el mono R-15. Ya nos hemos referido al primer cuadro, que muestra las tasas de evitacién y de IV ante- riores a las asociaciones de estimulo-choque de Ja fase 1. El segundo cuadro comienza inmediatamente después de las asociaciones * Véase articulo nim, 8. (N, del D.) mencionadas y todas las sesiones posteriores son consecutivas. Después de las tiltimas asociaciones de es- timulo-choque, se volvié a programar la con- tingencia de evitacién a la palanca. Al mismo tiempo se desconecté el alimentador y se co- locé en extincién la palanca A. En el segundo cuadro de la figura 1, sin embargo, durante seis sesiones no se observa disminucién de la frecuencia correspondiente a la palanca A. En las siguientes dos sesiones se castigaron todas las respuestas a la palanca A. Es decir, que cada respuesta a esta palanca produjo un choque. El alimentador petmanecid desconec- tado. Como se aprecia en el tercer cuadro de la figura 2, el ntimero de respuestas a la palan- ca A cay6 hasta cero. Aunque también decayé Ja frecuencia de respuestas de evitacién, atin se mantuvo una salida de respuestas considerable respecto de la palanca B. La separacién de las frecuencias de respuestas muestra que se podia discriminar entre las dos palancas, por lo menos con arreglo a un programa de castigo y evitacién concurrentes. Durante las siguientes seis sesiones se eli- miné la contingencia de castigo y el alimen- tador envié nuevamente reforzamientos de acuerdo con el programa de intervalo varia- ble. La recuperacién gradual de las respuestas a la palanca A se puede apreciar en el cuarto cuadro de la figura 1. Hasta este punto los datos hacfan pensar, con mucho, que las respuestas a la palanca A, si bien eran reforzadas por la comida progra- mada por el intervalo variable, también esta- ban controladas por Ia contingencia de evita- cién. Para verificar atin més esta suposicién, se desconecté el generador de choques durante las siguientes 11 sesiones, con lo que se prac- tic6 la extincién de la respuesta de evitacién (palanca B). Durante este periodo las respues- tas podian producir reforzamientos de acuerdo con el programa de interval variable. En el quinto cuadro de la figura 1 se pueden obser- var los cambios del ntimero de respuestas a ambas palancas, Como era de esperarse, dis- minuyé la frecuencia de respuestas de evita- cién después que se elimind el choque. Al mismo tiempo disminuy6 la frecuencia de las respuestas que se daban ante la palanca, las cuales se reforzaban con comida. A estas alturas parecfa claro que la con- ducta mostrada ante la palanca A estaba con- trolada, de alguna manera, por la contingencia F. Estimulos preaversivos: supresién y facilitacién condicionadas de evitacién. Las siguientes sesiones confir- maron atin més esta suposicién. Durante las siete sesiones siguientes se administré de nuevo el choque y se volvié a introducir la contin- gencia de evitacién. Al mismo tiempo se des- conect6 del circuito el comedero, La frecuencia ante ambas palancas aumenté notablemente (sexto cuadro de la figura 1). En las siguientes 8 sesiones se retiraron tanto el choque como el comedero y Ia extincién ocurrié ante ambas palancas (sexto cuadro de la figura 1). Pero cuando en las siguientes cinco sesiones, se restableci6 la contingencia de evitacién sola, la salida de respuestas en relacién con ambas palancas volvié a un nivel alto, no obstante que la palanca A todavia estaba bajo el proce- dimiento de extincién experimental (iltimo cuadro de la figura 1). Se llev6 a cabo una serie similar de mani- pulaciones con los monos R-10 y R-17. Igual que con el mono R-15, mediante la palanca ante la cual se reforzaba con comida, se de- mostr6 que la conducta del mono R-17 depen- dia en alto grado de la contingencia de evi- tacién. En la figura 4 se pueden apreciar los datos del mono R-10. Una vez més, la res- puesta a la palanca A no Ileg6 a extinguirse completamente sino hasta que también se ex- tinguié la respuesta de evitacién. No obstante, el programa de intervalo variable ejercié ma- yor control sobre las respuestas que este sujeto dio a la palanca A, que sobre las respuestas correspondientes al mono R-15. 337 Ill, Sustitucién de la respuesta de oprimir la palanca A por la de jalar una cadena. Condicionamiento y extincién indepen- dientes de las dos respuestas Ahora parece més comprensible el hecho de que el estimulo de prechoque no haya supri- mido las respuestas ante la palanca de refor- zamiento con comida. Aunque el aparato pro- gramador dispuso una condicién de reforza- miento de intervalo variable, de alguna manera Ileg6 a formar parte de la contingencia de evitacién que se programé para la palanca B. El condicionamiento de evitacién pudo ser responsable del aumento de la tasa respecto de la palanca A ante el estimulo de prechoque (fase I). Aunque aparentemente alejada del objetivo original del experimento, la intromisién de la conducta claramente extrafia a la contingencia de evitacién parecié constituir un derivado del control aversivo digno de experimentaciones ulteriores, Para probar la induccién topogré- fica (Skinner, 1938), se retiré la palanca A de la cdmara y del centro del techo de ésta se colg6 una cadena. En estas condiciones, las respuestas de jalar la cadena produjeron refor- zamientos de comida, al paso que las respuestas a la palanca B seguian posponiendo el choque. Para determinar los efectos de las diferencias topograficas y de localizacién de ambas res- puestas se Ilevé a cabo otra serie de experi- mentos de condicionamiento y extincién, simi- lar a la de la fase II. =e PALANCAA 3S ear TOTAL DE RESPUESTAS (MILES) MONO R-10 — PALANCA B Tey [ee \Q Ev. ) Cet ! a Ww fi VN ww, Pe y 4 Ar, Figura 4, Mono R-10, Total de Iv. es respuestas por sesién correspon- ° EXT. FEV. dientes a cada palanca. Los letre- EXT. lege . ros indican lo mismo que en la PO ee ep] figura 1. A partir del segundo 1 tie 1 4] 1 7h 8| cuadro, todas las sesiones son con- secutivas. SESIONES EXPERIMENTALES 338 7. Control aversive Con el mono R-10 Ia respuesta de jalar la cadena, reforzada con comida, mostré su de- pendencia de la contingencia de evitacién, de la misma manera en que lo hizo la respuesta a la palanca A de los experimentos anteriores, Los monos R-15 y R-10 mostraron un efecto mixto y tal vez contradictorio. La respuesta de jalar la cadena se extinguis casi completa- mente cuando se desconecté el alimentador, si bien Ia contingencia de evitacién atin estaba en efecto respecto de la palanca B. Por otra parte, cuando el alimentador estaba conectado, la frecuencia de jalones de cadena fue més alta cuando se programé la evitacién concu- trentemente que cuando se extinguié la res- puesta de evitacién, IV. Estimulo y choque inevitable superpuestos al concurrente de IV y extincién de la evitacién, Cadena y palanca Las pruebas a favor o en contra de la com- pleta independencia entre las respuestas a la cadena y a la palanca no fueron claras, a juz- gar por los datos de los monos R-15 y R-17 durante la fase III. La sustitucién de la palan- ca A por la cadena, en lo que se refiere a estos animales, pareci6 aumentar, no obstante, el grado de independencia entre las dos respues- e— CADENA O--O PALANCA RESP. DURANTE EL ESTIMULO/ RESP, SIN EL ESTIMULO ° iv Ol MONO R-17 t 5 10 15 SESIONES tas. Por tanto, se volvieron a introducir, como en la fase I, las asociaciones del estimulo con el choque inevitable. Con una Iinea base con- sistente en un programa concurrente de IV y extincidn de la evitacién, se presenté el estimu- lo durante periodos alternados de 5 minutos. Los tinicos choques administrados fueron los que ocurrieron accidentalmente a la termina- cién de cada estimulo. La parte izquierda de la figura 5 (rotulada IV) presenta los datos del mono R-17 durante Jas 16 sesiones consecutivas de asociaciones del estimulo con el choque. Durante las primeras sesiones aumenté la frecuencia de ambas res- puestas durante los estimulos de prechoque. Y si bien terminaron por desaparecer las tasas més altas ante el estimulo —como se ha reportado previamente en una situacién de respuesta Unica (Sidman y cols., 1957)—, en lo tocante al grado de supresién, no alcanzé a desarrollarse una gran diferencia entre las dos respuestas, En la segunda parte de la figura 2 se ve que el mono R-15 también mostré, ante el estimulo, una frecuencia més alta de ambas respuestas. Los registros acumulativos de este animal se parecen mucho al que se reproduce en la fi- gura 3, no obstante la sustitucién de la palanca por la cadena. Este mono fue algo atfpico res- Figura 5. Mono R-17. Razén de supresin (en eseala logaritmica) de cada respuesta, representada conforme ol némero de sesiones. IV y RF 21 se refieren a los pro- gramas de reforzamiento con co- mida relativos a la respuesta de jalar la cadena, Ea evanto a la palanca, siempre estuvo en extin- cién de evitacién, F. Estimulos preaversivos: supresién y facilitacién condicionadas 339 pecto del gran ntimero de sesiones en las cuales persistieron las frecuencias mds altas ante el estimulo de prechoque. V. Medicién de las secuencias de respuestas La sustitucién de la respuesta a la palanca A por la de jalar la cadena no eliminé comple- tamente la dependencia de la conducta refor- zada con comida respecto de la contingencia de evitacién (fase III). Tampoco impidié la facilitacién de la respuesta reforzada con co- mida ante el estimulo de prechoque (fase IV). La siguiente etapa de Ja investigacién se con- sagr6 a examinar la posibilidad de que la conducta reforzada con comida hubiera Ilegado a eslabonarse adventiciamente con la respuesta de evitacidn. Si las dos respuestas se emitieran frecuentemente en secuencia, podria esperarse que el reforzamiento de la conducta de evita- cién se generalizara también a la respuesta A. En tal caso, la respuesta reforzada con comida desarrollaria un componente de evitacién, aun- que para que se pospusiera el choque no se exigiese que la respuesta A ocurriera antes que la respuesta B. El primer paso fue determinar si las dos res- puestas realmente ocurrian en secuencias del tipo que pudiera favorecer la formacién de una cadena supersticiosa. Asi pues, se adopté un sistema de registro que permitiera contar las cuatro posibles respuestas dobles (AB, AA, BA y BB) en que podfan participar las dos respuestas durante cada sesién. Respecto del mono R-10, se inicié el registro de la secuencia una vez iniciada la fase III de la investigacién (condicionamiento y extin- cién, independientes de las respuestas a la cadena y a la palanca). Los resultados apa- recen en las primeras tres partes de la figura 6. Ahj esta graficado el porcentaje de las respues- tas dobles en cada sesién, es decir, la propor- cién de todas las respuestas A (cadena refor- zada por comida) que eran seguidas por otra respuesta A, y la proporcién de todas las res- puestas B (palanca de evitacién) que eran seguidas por otra respuesta B. A mayor propor- cién de respuestas dobles, menor el porcentaje de alternaciones. Durante las primeras seis sesiones representadas en la figura 6, el pro- cedimiento fue concurrente de IV respecto de la cadena y extincién respecto de la pa- lanca de evitacién. Durante esta etapa hubo una probabilidad relativamente alta (aproxi- madamente de 0.70) de que la respuesta de jalar la cadena se repitiera inmediatamente. Por el contrario, no hubo sino una probabilidad muy baja (aproximadamente de 0.30) de que dos respuestas de evitacién ocurrieran conse- cutivamente. Cuando se reimplanté la contingencia de evitacién durante las siguientes diez sesiones, hubo un notable cambio en las secuencias de respuestas (segundo cuadro de la figura 6). No s6lo hubo una alta probabilidad de que dos respuestas de evitacién ocurrieran consecuti- vamente, sino también de que un jalén de cadena fuera seguido por una respuesta de evi- tacién en lugar de serlo por otro jalén de cade- na. Este es precisamente el patrén que se re- querirfa para que la respuesta reforzada con comida Ilegara a caer bajo el control del refor- zamiento de la conducta de evitacién. Cuando se interrumpié el reforzamiento con comida, durante las ocho siguientes sesiones, como era de esperarse, simplemente se acentuaron las diferencias mostradas en el segundo cuadro de la figura 6, El mono R-17 mostré efectos similares a los descritos, aunque de mayor complejidad. Se inicié el registro de la secuencia durante la fase IV de la investigacién, cuando se estaban programando las asociaciones de estimulo-cho- que. Las secuencias se registraron separada- mente en presencia y en ausencia del estimulo de prechoque. Se pueden ver los resultados en el primer cuadro de la figura 7. Durante las primeras siete sesiones hubo una probabilidad muy alta de que la respuesta B (palanca) se — MA] (cadena) cn [oo BB/B (palanca) MONO R-10 47 100} Seyi 3 oo" Ss Tan see we ‘. “4 22 4 we] EV. f es BB 25 «0d ; BB at | At at | fee = . Ae | anes [ete oft eft 7 SESIONES CONSECUTIVAS Figura 6. Mono R-10. Porcentaje de respuestas dobles a la cadena y a Ia palanca, durante las sesiones consecu- tivas. Los letros se refieren a los programas correspon- dientes a cada respuesta. g e—~* —_AA/ASIN EL ESTIMULO BB/B 0 AA/A ANTE EL ESTIMULO BB/B = Oo. 60) 40 20 PORCENTAJE DE RESPUESTAS DOBLES 1 5 9 13 SESIONES Figura 7. Mono R-17. Porcentaje de respuestas dobles por sesién, a la cadena (A) y a la palanca (B). Las lineas continuas representan la respuesta de jalar la cadena; las lineas punteadas, la de oprimir la palanca. Los circulos blancos y negros representan, respectivamente, los perio- dos de estimulo y de entre los estimulos. IV y RF se refieren al programa de reforzamiento con comida. repitiera inmediatamente, tanto ante el estfmulo como sin él. En las siguientes sesiones dis- minuy6 marcadamente la probabilidad de las secuencias BB. Las repeticiones de la respuesta reforzada con comida exhiben una tendencia opuesta; su probabilidad fue baja al principio y luego fue aumentando gradualmente. Si se comparan los primeros cuadros de las figuras 5 y 7 se veré la relacién entre la probabilidad de las secuencias alternantes y el grado de supresién o de facilitacién de cada respuesta, El comienzo del descenso de la probabilidad de la alternacién AB ocurre ligeramente an- tes de que se presente la supresién ante el estimulo de prechoque. Las secuencias de respuestas muestran nue- vamente s6lo las condiciones en que es proba- ble que se infiltre la respuesta de jalar la cadena dentro de la contingencia de evitacién. En cuanto al mono R-15, la situacién es par- ticularmente clara. El registro de la secuencia también se implant6 durante la fase IV, cuan- do se presentaron las asociaciones de chasqui- dos-choque. Téngase presente que (segunda seccién de la figura 2) con este mono el efecto, de a facilitacién fue marcado y persistente. El primer cuadro de la figura 8 muestra una 40 7. Control aversive consistencia correspondiente en los porcentajes de secuencias de respuestas dobles. Las res- puestas B tendieron a repetirse tanto ante el estimulo de prechoque como cuando éste no se presentaba, en tanto que las respuestas de jalar la cadena tendieron a preceder siempre a las respuestas de oprimir la palanca. Ambas respuestas manifestaron una tendencia ligera- mente mayor, aunque consistente, a la alter- nacién ante el estimulo, y no cuando éste faltaba. VI. Estimulo y choque inevitable superpuestos al concurrente de RF y extincién de la evitacién. Cadena y palanca La alta probabilidad de Jas asociaciones AB revelé un mecanismo por el que la respuesta reforzada con comida pudo haber sido refor- zada adventiciamente con la evitacién del cho- que. Hubo abundantes oportunidades para que se dieran correlaciones accidentales entre la respuesta reforzada con comida y el reforza- miento de la conducta de evitacién. El compo- nente de evitacién de la respuesta reforzada con comida probablemente podria haber sido eliminado, rompiendo, de alguna manera, la secuencia AB. La técnica seleccionada para disminuir la frecuencia de las asociaciones AB consistié en controlar la respuesta reforzada con comida mediante un programa de reforzamiento de raz6n fija, que sustituirfa al programa de inter- valo variable usado hasta este punto. Como el -— AM/A SINELESTIMULO ==" BB/B o—_AA/A_ANTE EL ESTIMULO = BB/B 2 4 Ls poe SB ad Aloe. et OL oh TRE te ee = = 60} aa MONO 254 Ris Sz 3 & 20] ee /™ aes q IseSh WoviIs algae wes leas Ee S. SESIONES CONSECUTIVAS Figura 8, Mono R-15. Porcentaje de respuestas dobles or sesién, a la cadena {A} y a la palanca (8). Vale la misma clave que para la figura 7. Las sesiones son las mismas que las que comfenzan a partir de la sesién 4 dal segundo cuadro de Ia figura 2. F. Estimulos preaversivos: supresién y facilitacién condicionadas 341 programa de reforzamiento de raz6n fija tiende a favorecer las réfagas rapidas de respuestas (Ferster y Skinner, 1957; Skinner, 1938) , pro- bablemente ahora podrian ocurrir varias res- puestas A en sucesién antes de que el animal cambiara a la respuesta B. En el tltimo cuadro de la figura 6 se pre- sentan las secuencias de respuestas dobles del mono R-10, después de que se introdujo el requisito de 12 respuestas por reforzamiento. En este punto, aumenté notablemente el por- centaje de veces que la respuesta de jalar la cadena se repetfa inmediatamente. Las asociaciones del estimulo y el choque inevitable se introdujeron inmediatamente des- pués de la séptima sesién del programa nuevo. La nueva linea base fue concurrente de RF y de Ja extincién de la evitacién. Esta fue la primera vez que se sometid al mono R-10 a las asociaciones de estimulo-choque de los presentes experimentos, si bien el animal ha- bfa participado en un experimento similar con una sola palanca (Sidman y cols., 1957). En la figura 9 se observa una facilitacién inicial de la primera respuesta de evitacién, producida por el estfmulo de prechoque y, por primera vez, la supresién simulténea de la respuesta reforzada con comida. Como ya se hizo notar, el efecto facilitador disminuyé con la exposicién prolongada al procedimiento (Sidman y cols., 1957), pero incluso después de 16 sesiones hubo una notable diferencia en el grado de supresién de las dos respuestas. Se cambié al mono R-17 a un programa de raz6n fija de 21 respuestas A por reforzamien- to, y la respuesta de evitacién fue condicio- nada de manera concurrente e inmediatamente después de la fase IV. Luego se inicié el pro- cedimiento de choque inevitable. En el cuadro de la derecha de la figura 9 se ven los cam- bios de las secuencias de respuestas dobles tanto con los estimulos de prechoque como sin ellos. (Como la respuesta de evitacién se habia recondicionado antes de volver a introducir las asociaciones de estimulo-choque, los datos que aparecen bajo RF se deben comparar con los datos anteriores de IV de la primera sec- cién de la figura 7.) Tanto cuando estaba presente el estimulo como cuando no lo esta- ba, el porcentaje de las secuencias AA fue considerablemente mayor durante el programa de raz6n fija que durante el de intervalo va- riable. Con el nuevo programa, en cierta me- dida, fue posible romper el patrén de alterna- ial PALANCA| 0.7] 6 Ge CADENA (RF-12) 03) 02] RESP DURANTE EL ESTIMULO/RESP. SIN EL ESTIMULO 2 15 5 10 SESIONES Figura 9 Mono R-10. Razén de supresién (en escala logaritmica) de Ia respuesta de oprimir la palanca y jalar la cadeno, representada conforme a las sesiones conse- cutivas. cién AB. También hubo algunos cambios de las secuencias BB; por ejemplo, el porcentaje de veces que las respuestas B se repetfan una tras otra fue generalmente menor cuando no estaba presente el estimulo de prechoque que cuando sf lo estaba. En la seccién de la derecha de la figura 5 se muestran los efectos del estimulo de prechoque sobre la nueva conducta de linea base. En tanto que la respuesta de oprimir la palanca no mostré facilitacién ante el estimulo (abajo se discutirén las razones de esto), a lo largo de las seis sesiones se logré suprimir en grado mayor la respuesta de jalar la cadena. La res- puesta reforzada con comida nunca mostré un grado de supresién comparable, ni siquiera en las 16 sesiones del programa de IV (sec- cién izquierda de la figura 5). Mientras estaba en efecto el procedimiento del estimulo seguido por el choque libre se cambié al mono R-15 al programa de RF-12. Las sesiones mostradas en el cuadro de la derecha de la figura 8 siguen a las del cuadro de la izquierda. Durante el programa de IV, como hemos visto, fue bajo el porcentaje de secuencias AA con y sin el estimulo de pre- choque. Después de que se cambié a tazén fija, aumenté hasta 0.90 el porcentaje de las secuencias AA sin el estimulo. Aunque menor, también hubo un pronunciado aumento de las secuencias AA durante los estimulos. Con el 342 7. Control aversive MONO R-15, CADENA PARA COMIDA (RP-12) 100 RESPUESTAS PALANCA DE EVITACION -—————T_ 30 MINUTOS Figura 10, Mono R-15. Registros acumulatives concurren- tes de las respuestas a la cadena y a la palanca, Las partes de los registros que han sido desplazadas obli- cvamente hacia cbojo, denotan los periodos durante los cuales estuvo presente el estimulo de prechoque. Las lineas discontinuas conectan a los puntos que corresponden en tiempo (comienzo del estimulo], entre los dos curvas. programa de raz6n fija, por tanto, fue posible quebrantar el patrén de alternancia AB. Con Ja disminucién de la frecuencia de la alternancia RB, se produjo un cambio muy notable de la frecuencia de respuestas de jalar la cadena ante el estimulo de prechoque. El cambio se puede apreciar en la tercera seccién de la figura 2. Las 10 sesiones aqui mostradas siguieron inmediatamente a las de la seccién precedente de la figura. Las respuestas refor- zadas con comida mostraron ahora, en lugar de facilitacién, supresién completa ante el estimulo de prechoque. Por otra parte, se siguié mostrando ante la palanca B una tasa de res- puestas relativamente mds alta con el estimulo que sin él. En la figura 10 se presenta una muestra de los registros acumulativos de las dos respues- tas, la cual se puede comparar con la figura 3, con lo que se consigue una palpable demos- tracién de los cambios conductuales inducidos por el programa de raz6n fija. Entre los es- timulos, la curva correspondiente a la respues- ta de jalar la cadena (figura 10) muestra las tasas altas y alternantes as{ como las pausas posteriores al reforzamiento caracteristicas de Ja conducta de razén (Skinner, 1938). Ante los estimulos, la frecuencia de las respuestas de jalar la cadena es casi de cero. (El condi- cionamiento temporal también se puede obser- supresién realmente comienza io del estimulo.) En contraste con esto, la frecuencia de respuestas a la pa- lanca de evitacién en presencia de los estimu- los es considerablemente més alta que entre ellos, aunque ocasionalmente se han dado prue- bas de supresién incluso de esta respuesta inmediatamente antes de los choques. Inmediatamente después de los 10 sesiones en que se us6 el programa de raz6n fija con el mono R-15, se volvié a someter la respuesta de jalar la cadena al programa de intervalo variable. La tiltima seccidén de la figura 2 nos hace pensar que la vuelta al IV atenudé nota- blemente la supresién. No obstante, tanto con el estimulo como sin él, la frecuencia de jalo- nes de cadena fue extremadamente baja y la conducta no se parecié en nada a la de la figu- ra 3. Aqui es particularmente interesante el hecho de que la tasa reforzada con comida permanecié baja hasta por diez sesiones. La tasa baja indica que la exposicién al RF rom- pid el patrén de alternancia AB a un grado tal que fue suficiente para eliminar de manera més o menos permanente la contingencia de evitacién de la respuesta reforzada con comida. RESUMEN Y ANALISIS La investigacién comenzé como un intento por demostrar, simulténeamente en un solo mono, dos efectos del estimulo que precede inmediatamente al choque inevitable: a) faci- litacién de la respuesta de oprimir la palanca que tiene tras de sf una historia de evitacién, y 6) supresién de la conducta de oprimir la palanca, reforzada con comida, que nunca ha estado explicitamente incluida en una con- tingencia de evitacién. Cuando se hallé que el estimulo facilitaba ambas respuestas de opri- mir Ja palanca, la atencién se volvi6 hacia la investigacién del grado de interdependencia de las dos respuestas. Se hallé que la contin- gencia de evitacién ejercia un alto grado de control sobre ambas respuestas. Sustituir la respuesta de oprimir la palanca, reforzada con comida, por la respuesta de jalar la cadena, no impidié completamente que la primera fuera controlada por Ja contingencia de evitacién, y tampoco impidié que el estimu- Jo de prechoque facilitara tal respuesta. La medicién de las secuencias de respuestas revelé F. Estimulos preaversivos: supresin y facilitacién condicionadas 343 un patrén conductual a través del cual la evitacién del choque pudo haber reforzado, adventiciamente, la respuesta reforzada con comida. En tanto que la respuesta de evitacién casi siempre se repetia inmediatamente, la res- puesta reforzada con comida fue seguida més a menudo por una respuesta de evitacién. Aun- que para cada respuesta se programé una fun- cién diferente, hubo una correlacién adventicia entre la conducta reforzada con comida y el reforzamiento de la evitacién. Para romper la secuencia “respuesta reforza- da con comida, respuesta de evitacién”, se cam- bid el programa de reforzamiento con comida, de intervalo variable a raz6n fija. El nuevo programa disminuyé notablemente la ocurren- cia de tales secuencias y permitid, al eliminar el componente de evitacién de la conducta re- forzada con comida, que se alcanzara con éxito el objetivo original. Asf, el estimulo de pre- choque produjo la facilitacién de la respues- ta de evitaci6én, y simulténeamente, la supre- sién de la conducta reforzada con comida. Consecuentemente, la dependencia de las dos respuestas revelé otra consecuencia del control aversivo, a saber, la participacién de la conducta “infiltrada” en la contingencia de choque. El efecto es anélogo a la conducta “supersticiosa” que describié Skinner en una situacién de reforzamiento con comida (Skin- ner, 1948). Los datos presentes dan lugar al problema concerniente a la direccién del con- trol espurio. La respuesta reforzada con comida se mantuvo aqui también mediante la evitacién del choque; gpor qué el reforzamiento consis- tente en comida no reforzé también adventi- ciamente a la respuesta de evitacién? Tal vez la respuesta resida en los parametros que gobiernan el grado de control que ejercen las dos contingencias programadas. Por ejem- plo, el programa de intervalo variable de cuatro minutos produjo una tasa muy baja de res- Puestas reforzadas con comida, en tanto que el intervalo respuesta-choque de 20 segundos man- tuvo una tasa de respuestas relativamente alta. Ademés, los reforzamientos consistentes en comida fueron relativamente poco frecuentes, mientras que es de suponerse que el reforza- miento de Ja evitacién del choque ocurrié con cada respuesta, Pueden venir al caso algunos datos del mono R-17, ya que con éste se obtuvieron testimonios a favor del encadenamiento en la direccién opuesta. No hay que olvidar que este animal ‘MONO R-17 100 RESPUESTAS tl 30 MINUTOS Figura 11. Mono R-17. Registros acumulatives concurren- tes de las opresiones de palanca (evitacién) y los jalones de cadena (RF), superpuestes conforme a las mismas coordenadas. mostré cierta supresién de la respuesta de evi- tacién luego que se introdujo el programa de razon fija (figura 5). Después del cambio al programa de razén fija, la conducta del mono R-17 comenzé a mostrar caracteristicas tfpicas del programa en cuestién, como se aprecia en la figura 11. Para facilitar la comparacién, sobre la misma escala de tiempo de la figu- ra 11 se han superpuesto partes concurrentes de los registros acumulativos de cada respuesta. La parte inicial de la curva de evitacién, que corresponde temporalmente al segmento de tasa baja de Ja curva de raz6n fija, exhibe un grano relativamente uniforme. Cuando la curva de razon adopta su forma caracteristica —alter- nacién de tasas altas y de pausas— se forma un grano similar en la curva de evitacién. Se observaron muchos casos similares cuando la conducta de razén fija mostré signos de “esti- ramiento” (véase Estiramiento en el glosario de términos). N6tese también que las pausas de la curva de evitacién se dieron simultanea- mente con las pausas de raz6n fija después del reforzamiento. Parece pues que cuando una variable mas poderosa, por ejemplo el progra- ma de raz6n fija, controla la respuesta refor- 344 7. Control aversive MONO R-17 Is 1 10 MINUTOS Figura 12. Mono R-17. Segmentos correspondientes en tiempo, de los registros acumulativos de las respuestas de oprimir la palanca y de jalar la cadena. La curva superior de cada par de registros corresponde a las respuestas de falar ta cadena; la curva inferior, a las opresiones de pa- lanca, La Gltima parte de cada segmento, o partir del desplazamiento oblicuo y hacia abajo de la curva, ilustra la conducta emitida ante el estimulo de prechoque. 100 RESPUESTAS zada con comida, la respuesta de evitacién Ilega también a caer bajo el control espurio del reforzamiento consistente en comida. En la figura 12 se aprecia que la respuesta de evitacién se suprimié en cierto grado du- rante el estimulo de prechoque. Estos son seg- mentos seleccionados de los registros que se tomaron simult4neamente de ambas respuestas entre los estimulos de prechoque y ante los mismos. La primera muestra, en que se aprecia una aceleracién inicial y después un decre- mento de la tasa de la respuesta de evitacién durante el estimulo, es la més caracteristica de la conducta del animal. Cada uno de los otros patrones, mostrados en los segmentos 2-6, se observ6 por lo menos una vez. Dichos seg- mentos proporcionan una seleccién bastante aceptable de las variables que se registraron. La caracteristica comtin a todos ellos reside en la correspondencia entre los periodos de tasa relativamente baja de los registros de evi- tacién y la supresidn o estiramiento de la con- ducta de razén. Por tanto, en condiciones adecuadas —aqui no exploradas adecuada- mente— la facilitacién de la conducta de evitacién, efectuada por el choque inevitable, tal vez se reducirfa por la correlacién espuria de la respuesta de evitacién con el reforza- miento consistente en comida. El mono R-15 también dio indicios fortuitos de Ja supresién de la respuesta de evitacién, inmediatamente antes del choque (figura 10). Que tales casos se correlacionan con la conducta de raz6n fija concurrente lo sugiere el hecho de que se de- jaron de observar después que el programa de reforzamiento con comida se cambié de nuevo a la condicién de intervalo variable. El andlisis anterior de ninguna manera agota todas las explicaciones posibles, Otras complicaciones se apuntan, por ejemplo, en el informe de Ferster acerca de la conducta de los chimpan- cés en programas de raz6n fija e intervalo variable, en los cuales se encontraron pocas pruebas en favor de la interaccién entre las dos respuestas (Ferster, 1957).* * Véase articulo nim. 21. (N. del p.)

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