Carr - Causacion en Historia

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w eaucasida’ Sse pone lec a herr bo um cao, rchosn cuando herve Now, lhe quedo mines ster, por sue cures sins mucho, io arbuleé probe Blemente una propesin de ince subi Io (te os perecinets ceo pero no erga nc, Hoon que mo aoy un capes dels clencas Irate) rca, Dal miso moto, pods ese e Cscribrae toeron elon acnteiminton del panda Sin tratar de saber por qué ocarieron, ode slo {ie a segunda Gum dal two hapar porque iter i gura,fo ques prfctamene ero pre Zo explicate, Poo enoncn debe to absentee A comer el otto de Hanarse staan de Stora hstorladr Bl cso de le storia es un estilo de sane BI Htorlaor como de) coal fina demi anerorconerencn, pregunta continu tren Por qué, y micas eopern poder a tna ‘eters, no iy dseanan pers Bl ran nt Sind "retro deters dec: nde amplicente el fran penndor— esl hombre qe plana regu ter efor que? acres Je cums mucras © en cones Tiredoo pare dei stra, eins su meta al principio des obra conser el recuerdo dev Tams degrees ybrtarn,-yeopecinimene, fs Aue nad, decir In causa de qe cara ios contra strom, Halls poos disput ea sl mundo antigo: fasta’ Tule se he acusao de no tern tel cla de a craacn (1. Poo cua, en (0) FAL cm, Hae Mio, a us silo xv, emperaron a echarse los furddamentos de la historiografia moderna, Montesquieu, en sus Con. sideraciones aceren de las Causas de la Grandeck de tos Romanos'y de su Decadencia, parts de los pris clios de que eexisten unas casas gencrales, sean «llas morales 0 fisias, que opetan en toda toner quia, que In encumbran, la mantlenen, 9 la deer. am, ¥ que todo cuanto ocurre esta sometido. fstascausass,Unos aos ms tarde, en el Esprit de fas Leyes, desarolls y generalizé esta Ides. Era aby surdo suponer que «un sino ciego ha sido causn de antos efectos vemos en el mundo. Los hombres ‘no estén sgobernados tan sélo por sus exprichooe, su conducta sigue ciertas eyes © principles derive dos de Ia snaturaleza de las cosaer (2). Duvante coe «8 de 200 aos, después, hstoriadores¥ fildsotos de 4a historia estuvieron my stareados buscando ong Daa Ia experiencia pasada de la humenidad eon el y «hacia Jn sencille y la unidads, y que este doble proceso aparentemente paradojico era condicion necasaria para el conocimiento (4. Esto es no menos clerto en fuanto hiee a la historia, Bl historiador, al ampliar ¥ profundizar su investigacién, acum constante mente més y més respuestas @ la pregunta de {Por qué? La proiferacion estos anos de ia historia econé. tnies, socal, cultural institecional —por no hablar de une penetracién nueva de lax compefidedes de Ja historia politica, nl de las nuevas téenless de Ia pslcolopa y de a estadistica— ha incrementado enor :memente el nimeroy Ia gama de nuestras respuestas. Cuando Bertrand Russet dijo que eeada paso adelan te de la clencia nos aleja mis de Ins bastas form dades primero observadas,Hevindonos a una mayor diterenciacién de los fenémenos antecedentes y con secuentes y a un circulo cada vez més diltado de antecedentes reconocidos como Televantes» (3), dee exbi6 con precsién la situacién de la historia, Pero el historiador, en su necesidad imperativa de_com- prender el pasado, se ve ante la necesidad al mismo tlempo de simplifies Ia multipicided de sus respues tas, de subordinar una contestacion a otrs, ¥ de Introducir elerto orden y unidad en el caos de lot ‘contecimientos y en la barainda de las causa espe ‘fleas, obrando en toda ello Io mismo que el cient fico, «Un Dios, una Ley, un Blemento, Yun aconteck ‘lento divino remoton,0 la busea, por Henry Adams, de ealguna gran gencralzacién que acabe con la ex. ‘encla de uno de que se le Instruya» (6), todo esto ‘suena a broma anticuads en oldos modernos, Pero sigue en ple el hecho de que el historiador debe tra ‘bajar mediante Ia simpificacien tanto como la mult (Ge aa of ny td ta i te 2 M9 pllcacidn de las eausas. La historia, como la ciencla, avanza gracias a este proceso doble y en aperencia contraditori, Tengo aqui, en contra de mi deseo, que detenerme en dos obstéculoslevantedos en nuestro camino — Ils rmados el uno «el Determinlsmo en Ia Historie, o I Perversidad de Hegel, y el ofro wel Azar en Is His. tora o Ia Narlz de ‘Cleopatras. Debo antes que nada decir una 0 dos palabras acerca de la razén por {qué nos los encontramios en este lugat. El profesor Karl Popper, que en los afostreinta y tantos esc en Viena una obra de gran seriedad acerea del nue. vo aspecto de la clencia, tradueida hace poco alin alés con el titulo de The Logic of Scientific Engui ry (), publieé en Inglés durante Ia guetra dos libros de indole mis popular: The Open Society and its Enemies y The Poverty of Historiciom (8), Peron ‘excrtos bajo la poderose influencia emotional de le reacclén contra Hegel, tratado, Junto con Platén, de lantecesorespirtual del nazismo, y contra el mitais ‘mo ms bien superfilal que caracterizaba el elma intelectual dela izquierda Inglesa de unos afloe antes. os blancos principales eran las, a su decir determt nists, flosofias de Ta historia do Hegel y Mars, que ‘quedaban unidas alo el concepto vergonzeso de shistorilamo> (9). En 1954 Sir Isaiah Berlin publi ©6 su Historical Inevtabitity. Dejé el ataque contra sDalll ti, a Ligh dee Deen Clin ade te en Bogen ee en ‘tess pune srt on atin rhe Poet of Hsorsin' eh Bs ae Platén, acaso por cierto respeto cohibidor hacis ese viejo pilar del aslstemas de Oxford (10), y afi 4 la acusacion ef cargo, que falta en Popper, de que fl shistorilsmos de Hegel y de Marx ex censurable Dorgue al explicar las aceiones mamas en términos austles, implica la negacion del libre albedrio hums fo, y estimula alos historiadores a que abandonen su obligacidn supuesta de que hablé en mi anterior

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