Hidalgo, 2006.VI

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48 _ASPECTOS DF-LA ENTONAGION ESPANOLA: VIEJOSY NUEVOS ENFOQUES pronominales con un ascenso final son mas frecuentes en la pro- hunciacién de las mujeres; el ascenso final da a la oraci6n un matiz femenino y la melodia descendente se siente como mas masculina. Esta area de estudio constituye, en todo caso, un umbral que debe ser superado en el estado actual de los estudios prosédicos y, or supuesto, el ambito hispanico no constituye la excepcion (véanse sin embargo los trabajos de Quilis, 1989; Moreno, 1998 o lalgo, 2002) 6, MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO YSU REPERCUSION EN LA DESCRIPCION DE LA ENTONACION ESPANOLA Una vez establecidos los fundamentos de la entonacién giiistica siricto sensu, y delimitada su area de estudio 0, cuando menos, configurados los perfiles de su ambito de accién, seria conveniente presentar, siquiera a titulo introductorio, los mode- los descriptivos a que la entonaci6n espafiola ha estado vinculada desde que se inicio su descripcidn a principios del siglo Xx. 6.1, MODELO DE ANALISIS POR CONFIGURACIONES (AC) Constituye un modelo de andlisis genuinamente britsnico, ya que ahonda sus raices en la tradicién fonética inglesa, escuela donde se cuentan figuras tan relevantes como Jones (1918), Pal- ‘mer (1922), Amstrong y Ward (1926), Schubiger (1958), O'Gon- nor y Arnold (1961), Cristal (1969) 0 Halliday (1970). ‘Como principio fundamental este método sostiene que el con- torno global de un grupo de entonacién posee una funcién semantica especifica. En este sentido, el significado depende fun- damentalmente de la elecci6n del tono principal del grupo, cuya interpretaci6n resulta finalmente matizada por otros elementos del grupo de entonacién. El grupo de entonacién consta de los, siguientes elementos: micleo, cla, cabeza, precabeco. El nuicleo es el tinico componente esencial del grupo de ento- nacién y coincide con el tiltimo acento, el denominado acento nuclear. Sobre este acento tiene hugar el tono nuclear, es decir, el tratamiento entonativo que el hablante aplica al niicleo del gru- po: se realiza a partir de la tiltima silaba acentuada y puede cextenderse a las silabas dtonas siguientes (si las hay). Los tonos nucleares pueden ser simples 0 complejos. Los primeros son unid reccionales, el movimiento de la entonaci6n no cambia (descen- S0, ascenso, suspensién) 50. ASPEGTOS DE LA ENTONACION Es PANOLA. VIEJOS V NUEVOS ENFOQUES iON 51 MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO YSU REPERCL FIGURAL prenucleares, En. general, la mayoria de seguidores de este modelo SSO Uronten a pond le que el primer acento prenviclea inicie tin movimiento entonativo que se extienda hasta la sflaba nu- cles licho tono ser alto, bajo, estatico o dinamico; —\ ear, dicho tono puede ser allo, bajo, auras DESCENSO| -ASCENSO- SUSPENSION 7 — Los tonos complejos pueden ser bidireccionales, es decir, pue- descenso- ascenso y ascenso-descenso (algunos autores afiaden el ascenso- descenso-ascenso y el descenso-ascenso-descenso): FIGURA2 NZ LX Descenso-Ascenso Ascenso-Descenso DescensorAscenso- Ascenso-Descenso- Descenso Ascenso a cola coincide con las silabas étonas que, en su caso, aparecen a continuacién de la slaba nuclear. Normalmente, en el transcurso de la cola se mantiene el movimiento tonal iniciado en el mticleo, a no ser que se trate de un tono complejo (vid. supra). Asi, en el caso de los tonos descendentes el ascenso puede desarrollar el movimiento sobre la slaba nuclear misma o a lo largo de las sflabas que constitu yen la cola, permaneciendo entonces estatica la silaba nuclear en el punto de arranque del ascenso. En el caso de los descensos tonales, la bajada puede producirse sobre la silaba nuclear o en forma de desnivel desde esta sflaba hasta las sflabas constitutivas de la cola. La cabeza se extiende desde la primera silaba t6nica hasta la silaba que precede inmediatamente al nticleo. Los acentos pre- sentes en la cabeza del grupo se denominan en el modelo acentos ala Cabeza estitica baja FIGURA 4 ‘Cabeza dinamica Cabera dindmica Descendente Ascendente Asimismo, se contempla la posibilidad de que las configura- ciones de cabeza puedan repetirse en un mismo grupo (cabezas complejas); en este caso es necesaria la presencia de, al menos, otro acento prenuctear: FIGURA Cabeza compleja Cabeza compleja Descendente Ascenderte SS FIGURA6 Cabeza compleja Descendente Estat 52__ ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES La precabeza, en fin, se sitiia delante de la cabeza y esti consti- tuida por el conjunto de las posibles silabas dtonas precedentes, De este modo podemos encontrar grupos formados por precabe- sascabeza+niicleo, como en (33): (95) Los {ninosestudian con pal cena (© grupos formados por precabezasnticleo, como en (36): (36) {Se descui En realidad, cl modelo AC no ha tenido una aplicacién exacta al esptiol,s bien el sistema propuesto por Navarro Toms guar la muchas coincidencias y, en lineas generales, podria asimil a dicho modelo, 7 j " a ‘Asi, en la propuesta de Navarro Toms las partes constitutivas de la unidad melédica son la injlexién inicial (precabeza), el cuerpo ‘melédico (cabeza) y la inflexin final (nticleo+cola). Hay que recono- cer, sin embargo, que para Navarro Tomas no existe en espaiiol un elemento especifico final o cola, ya que la inflexi6n final incluiria el iltimo acento y las silabas atonas que eventualmente le sigan. Por lo demis, de acuerdo con la correlacién que el modelo AC establece entre entonacién y significado, la equivalencia con los tonemas propuestos por Navarro Toms no siempre es exacta: la cadencia ¢s comparable con el descenso bajo, la anticadencia se equi- para con el ascenso altoy la suspensién con el nivel medio, Para Navac tro Toms la cadencia ¢s ¢] tonema con que concluyen las decls- rativas en los grupos entonativos finales absolutos, la anticadencia representa en general continuidad, informacién incompleta, de modo que suele preceder a un grupo entonativo acabado en cadencia, La suspensién se emplea entre grupos estrechamente relacionados, por ejemplo, cuando un grupo antecede a una apo- sici6n 0 vocativo: (37) El soldado, fusil en mano, no deja de obseroar a su alreledor Los dos tonemas restantes propuestos por Navarro Tomas son. la semicadencia, que suele aparecer en las series enumerativas ¥,en otro sentido, én algunas interrogativas, y la semianticadencia, que separa grupos con menor diferenciacién entre si que los separa~ dos por anticadencia. MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO YSU REFERCUSION 53 Una de las diferencias mas destacables entre los modelos AC y la propuesta de Navarro Tomas es que para los primeros lo importante para determinar el valor de la entonacion ¢s no sole fl tono nuclear (final) sino también la configuracin prenucle: Ssociada, Para el autor espafiol, en cambio, la inflexién final es en si misma importante, y hasta suficiente. Por lo demas, los modelos britanicos han sido bastante critica- dos por st excesivo detallismo en el plano semintico, esto es, por su desmesurado fonetismo descriptivo que, paradgjicamente, no va deociado a datos actisticos verificables; hay que advertir, sin embar- igo, que el periodo de desarrollo del modelo AC, coincide con una Epoea de escaso avance en las técnicas de anilisis actistico, en la medida en que resultaba sumamente complicada la observacion y, por tanto, el andlisis cuantitativo preciso de la frecuencia funda rental (F,). Por otto lado, muchos de tos andiisis intuitivos de este modelo han resultado sumamente afinados en sus conclusiones. ‘Aspecto especialmente problemiatico del modelo AC es su pre- tension de validez fonolégica, es decir, su aspiraci6n a llegar a testablecer los tonos nucleares posibles de las diversas lenguas. En realidad, no todos los anlisis resultan coincidentes, de modo que algunos criticos con el modelo han puesto en duda ese pretendi- do caracter fonolégico. En este sentido, p-c. unos autores propo- nen tinicamente dos tipos de tono nuclear complejo (vid. supra), mientras que otros incluirian hasta tres 0 cuatro. Otta divergencia metodolégica, en fin, viene dada por el erite- rio de diferenciacion: Palmer p.e. clasifica los tonos nucleares Atendiendo a la direccién de su movimiento (ascendente, descen- dente, etc.) y otros como Kingdon, O'Connor y Arnold o Schubi- ger los diferencian teniendo en cucnta el punto de partida el pun- to final del movimiento entonativo, Otro aspecto igualmente criticado es el tratamiento semanti- co-pragmatico de la entonaci6n. Asi, el minucioso trabajo des- ‘iptivo de O'Connor y Arnold ha sido desautorizado al ineluir entre los valores actitudinales 0 pragmiticos de la entonacion dlgunos matices que parecen corresponderse mejor con el com ponente léxico o se vinculan a factores extralingiisticos 0 conte: Prales. Por lo demas, el excesivo celo descriptivo de estos autores “bstaculiza en ocasiones el acceso a una ctapa de abstracci6n y sis: tematizacion de los valores semantico-pragmaticos, cuya explica cién queda, en la prictica, a merced del uso particular en cad enunciado especifico. — 54 ASPECTS DE A ENTONAGION ESPANOL: VIEJOSY NUEVOS ENFOQUES 6.2. MODELO DE ANALISIS POR NIVELES (AN) El modelo de analisis por niveles hunde sus raices en la tradicién estructuralista norteamericana de base bloomfieldiana, Efectiva- mente, Bloomfield estableci6 una primera distincién entre sonidos ¥y modificaciones, en la idea de que los sonidos articulados son sus- ceptibles de experimentar cambios vinculados «al espacio de tiem- po a través del cual se contintia un sonido; la fuerza con la que se produce; el tono musical de la vor durante su produccién~ (Bloo1 field, § 7.1.), con lo que se establecia claramente la diferencia centre segmentosy suprasegmentos. 7 ‘Asi pues, el modelo AN ckisico, inspirado en Bloomfield, y desarrollado en profundidad por Trager y Smith (1951) establece tuna serie de fonemas tonales: los niveles tonales, las junturas y el acento En general se distinguen cuatro niveles tonales, desde el nivel 1 (el mas grave) al nivel 4 (el mas agudo); tales niveles no tienen un valor absoluto sino relativo. También son fonemas tonales las qjunturas» (junctures) y el acento (stress, con cuatro niveles: prima- rio, secundario, tercarioy débil). Con respecto a las junturas Trager y Smith distinguen dos tipos: la juntura terminal (descenso, ascenso 0 suspensiGn) que marca el final de una expresi6n y la direcci6n de la inflexion ‘melédica final, v que a veces se manifiesta como pausa, y la juntu- 1a interna o juntura interna abieria (que en algunas lengutas como cl inglés marca los limites entre palabras) Sus primeras aplicaciones al espanol vienen dadas por los trax bajos de Stockwell, Bowen y Silva-Fuenzalida (1956) y Silva-Fuen- zalida (1956-57). Un aspecto que tratan detalladamente €s la exis tencia de la juntura interna abierta en espaiiol (0 plus juncture) que consideran presente en los al6fonos de ciertos dialectos del espaitol en posicién final de palabra o en ciertos prefijos (como p.c. en deshielo). Sin entrar en detalles hay que advertir que, en general, esta postura ha sido bastante discutida entre los especi listas (véase al respecto el articulo dle Quilis, 1964). Menor discu- sin plantea la postura de estos antores respecto de la exigencia de juntura terminal en espaftok; tales junturas desarrollan en gener algiin tipo de pausa al final de la emisiOn: la juntura descendente implica una ralentizacién en el tempo elocutivo, un descenso en el tono de la silaba anterior y un cese gradual en la fonacion; la Jjuntura ascendente implica el mismo retardamiento elocutivo, un MODELOS DF ANA TONATIVO YSU REPERCUSION 55 IS ascenso del tono de la sflaba anterior y el mismo cese brusco en Ia fonacidn; la juntura suspensiva no representa ningtin cambio en ¢l tono de la silaba anterior y comparte las otras dos caracteristic®s ‘mencionadas con las junturas descendente y ascendente, sie™Pr® que sea evidente la presencia de pausa. Entre los niveles de altura tonal Stockwell, Bowen y Silva-Fuenz- lida (1956) distinguen tres con valor fonolégico, el nivel 1 0 tone bajo, el nivel 2 o tono medio y el nivel 3.0 tono alto, cada uno de los cuales presenta al6fonos diversos que se hallan en distribu- Gién complementaria: los al6fonos de altura media suelen situa” se en el medio de la frase, mientras que los de menor altura se anteponen al descenso terminal y los de mayor altura se ubica® inmediatamente antes de la juntura de elevacién terminal. Los signos +/- representan el grado inferior o superior de estos alifo- nos; en cualquier caso, los tinicos componentes con valor fonol gico son los niveles 1, 2y 3, En cuanto al acento, se proponen tres tipos, el fuerte /“/ medio /*/ y el débil, que no recibe ninguna representacisn simmb6li- ‘a, Sobre st ubicacidn respectiva estos autores no parecen excesiv mente explicitos. En todo caso, el acento medio parece situarse €0 14 tercera silaba, a partir del acento fuert, de cualquier expresion (Ue posea como minimo cuatro silabas y que esté constituida al menos por dos palabras (si se trata ce una sola palabra con mas de tres si bas, cl acento medio se sitia siempre sobre la primera silaba): 4321 los ca ta lanes En cualquier caso, lo mas destacable de esta propuesta ¢ ! naturaleza fonolégica de sus componentes, esto es, su capacidad para formar un sistema de oposiciones. Asi las diversas combina ciones de fonemas tonales (niveles de altura tonal, juntura ter} ly acentos) configuran los llamados morfemas loncles que establece™ en fin, contrastes de caricter semntico (por ejemplo, para pone” expresiones aseverativas e interrogativas absolutas). Pues bien, tales ‘morfemas tonales constituyen la base de los patrones entonacion® les de las diversas lenguas, y por tanto, también del espaiiol. Frente a la aplicacion estricta del modelo AN clasico, las PP" puestas de Quilis (1981) y (1993) introducen un cambio de pet pectiva interesante, ya que para él la asignacién de niveles 0 Vie- 56 _ASPPCCTOS DELA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOSY NUEVOS ENFOQUES. ne dada fonolégicamente (a priori), sino que se establece a par- tir de las curvas melédicas «reales». Su modelo, pues, viene a combinar los modelos de Navarro Tomas (equiparable al sistema AC) y el modelo estructuralista AN. Ahora bien, lo que Quilis entiende por configuracién no es exactamente lo que opina el modelo AC, donde se distinguen tres representaciones posibles para cada curva: = la aoiistica concreta, detivada del estudio empirico especifico de dicha curva. = Ia tonal intertineal (donde se indica entre dos lineas horizonta- Jes paralelas el campo de entonacién, quedando marcados entre dichas lineas en puntos gruesos las prominencias 0 acentos fuertes, ‘en puntos pequetios las sflabas no prominentes y en trazos ascen- dentes, descendentes 0 suspensivos los movimientos finales). = representaci6n abstracta, que constituye una representacién ancha y constituye «un cierto nivel de analisis fonol6gico de los fesquemas tonales» (Cruttenden, 1986: XI). El modelo de Quilis responde mas bien al primer tipo de representacion (aciistica concreta). En cualquier caso, a pesar de sus posibles elementos de critica, hay que apreciar en su justa medida la propuesta de Quilis en lo que supone de desarrollo descriptivo de las funciones entonativas del espaol, gracias a lo ‘cual estudios posteriores han podido precisar mejor su ambito de anilisis (es decir, los niveles funcionales de la entonacién: lingiiis tico, expresivo y sociolingiistico), Las aportaciones mas relevantes del modelo AN, al menos por Jo que respecta a su aplicacién al espanol, son detalladas, en fin, en un interesante trabajo de Martinez Celdrin (2008: 94): = las junturas terminales son relevantes y van asociadas a un retardamiento en el tempo elocutivo de la tiltima sflaba anterior a la pausa; en cambio, la juntura interna abierta no desempenia ningtin papel destacable desde el punto de vista entonativo (se trata més bien de una cuestién de silabeo). = los tres niveles tonales propuestos por el modelo ekisico son asumibles, entendiendo que los niveles 1 y 2 se aplican a entona- ciones neutras y el nivel 3 se considera para elementos enfiticos. = el punto de anclaje de los niveles tonales corresponde a la silaba mis prominente, a partir de la cual se asignan dichos nive- MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO YSU REPERCUSION 37 les a otras posiciones, si bien la teorfa deberia implementarse con la consideracién de curvas reales (nivel fonético} que sirvan para tstablecer los patrones entonativos. En este sentido, el modelo [AN clisico partia de consideraciones aprioristicas no del todo aceptables (p.e. la afirmacién de que toda silaba t6nica posea un tono alto y las atonas presenten un tono bajo, no siempre €s evi- dente) En definitiva, al modelo AN cabe el mérito de haber propues- to por primera vez una explicacién fonolégica rigurosa de Ia entonacién, propésito que ya no dejara de estar presente en suce- sivos modelos explicativos. 6.3. Mopeto IPO (Insrrrere ror Pence rion Resteancti): LA ESCUEL\ HOLANDESA ‘Alas escuelas britinica y norteamericana se aiiaden otros modelos originales igualmente aptos para el andlisis entonativo. Debemos resaltar en este caso la Escucla Holandesa, representax da principalmente por ‘t Hart, Collier y Cohen (véase al respecto “t Hart, Collier y Cohen, 1990) 7 | ; ‘A priori el modelo podria asociarse a la Kinea de anzlisis fone tico caracteristica del modelo AC, si bien la perspectiva del mode- lo IPO es perceptiva, es decir, importa sobre todo la capacidad del oyente para reconocer la realizacién de determinadas curvas de manera sistematica. Su objetivo, pues, es la definicién de un modelo predictivo de la forma de las curvas mel6dicas a partir de sus constituyentes basicos, los patrones melédicos. De manera mas especifica, la propuesta se fundamenta en la capacidad de combinacién de diversos patrones mel6dicos de timbito reducido (varias silabas), los movimientos y las configuraciones, superpuestos a un patrén melodico de dmbite mayor, la tinea de declinacin (o grupo entonative) se superponen a las lineas de declinacidn a modo de lineas rectas, conformando asi las curvas melédicas (véanse al respecto las Figuras 6 y 7). Cada lengua posee un mimero especifico de movimientos melédicos, los cuales presentan varios rasgos dis- tintivos (Figuras 5 y 7) 58 _ ASPEGTOS DE LA ENTONACION ESPANOL; VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES FIGURAS Ay Pe I MLL INL 16 161 11 [Ascendente] + + + + + a” Pe TAmticipado] + i [Rerdado] + = => as = : (Completo] y+ + + ‘Maxine metic (on nstands)y . ’ carcino ses dint Dire (/aacenente), Pa fina dt nvm fips te cera dl ini de a pane sonora de stay retards termina cee del nal pte aa Ninoy dss (exten tho, dono miata extend, saa), Range tna compe acuerdo con Garrido (2003:104). : ee ae FIGURA6 jemplo de escgraa y cua de cei. Linas 2 p cia. Lines dscomnuas: etna; Ties contnuas movimiento: melts (apud Gard, 2008: 108). FIGURA7 tine SE gaa mio oso caren de freuen qu arene a Pgwe 6als seven lt shan aad srs tts (gaa, Gar 2003:105) " “ Las configuracionesa su ver son formas recurrentes com, por uno o mis movimientos, Una o mis configuraciones comb nadas constituyen el contorno finak en el caso del neerlandés pe den ser de tres tipos: coniguraciones profi (a principio del con- torno), configuraciones rai: (posicion interior del contorno) y configuraciones sufijo (posicién final de contorno). : MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO Y SU REPERCUSION 59. Asimismo, este modelo establece que Ia forma global de las curvas melédicas se somete al fen6meno de la declinacién, tenden- tia de las curvas melédicas a ir rebajando su nivel a medida que avanza el tiempo. Esta declinaci6n se manifiesta a través de las lineas de declinacién (baja, intermedia y alta) en las que se inseri- ben los contornos mel6dicos: FIGURAS Estee easecmame jmp de onlay curva de ecunca. Lines dscntinuas:decinaién ‘taj, rman ata) (apne Garido, 203:101) Las unidades relevantes del modelo son, por lo dems, aque- las que actian como ambito de los patrones; asi, el grupo entonati- +, unidad basica del modelo, constituye el ambito de aplicacion del fendémeno de declinacién, Se introduce ademas una visién nove- tdosa al reconocer la existencia del peirrafo como unidad entonativa véxima, donde acttia el fenmeno de la supradeclinacién. Metodo- logicamente hablando, se aplican una serie de pautas: a) estilizacién de las curvas melédicas. 1b) definicién de los movimientos relevantes {estandarizacin). 6) definicion de las configuraciones posibles y de su combinato- 4d) relaci6n entre los patrones y la informacién lingitistica que transmiten. La curva estilizada representa simplificaéamente los puntos de inflexi6n que marcan las variaciones significativas de Fj; per- ceptivamente: la curva estiizada es equivalente a la original, pero Sin los elementos borrosos habituales de una curva «en bruto» En exeneia, pues, este método de anslisis ins-rumental pretende obtener los movimnientos tonales esenciales de la curva, climinan- do posteriormente las variaciones micromelédicas (debidas a rui dos, silencios propios de sonidos oclusivos, etc.) y permitiendo teceder asi a una verdadera entonacion sestiizada» donde solo permanece lo esencial y se pierde lo accesorio, Esta curva estiliza- 60 _ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES da se sintetiza y se comprueba mas tarde mediante tests de per- cepciGn que resulta equivalente a la curva origina Garrido (2001) constituye una de las aplicaciones mas nota- bles del modelo IPO a la lengua espaiiola. En sintesis, y sin entrar en mayores detalles, destacarfamos que el modelo IPO representa un método experimental exhausti- vo y solidamente fundamentado en hechos prosodicos; permite, ademas, un estudio cuantitativo y cualitativo suficientemente amplio como para acceder a regularidades de aplicacién generali- zada (en diferentes lenguas). Entre sus posibles inconvenientes esti, en cambio, la necesidad de ocupar mucho tiempo en el and- lisis y de obtener una ingente cantidad de material fonético para alcanzar resultados razonables. 6.4, MODELO DE ANALISIS METRICO Y AUTOSEGMENTAL (MA) EI modelo de anilisis métrico y autosegmental de la entona- cin hunde sus raices en el andlisis de la entonaci6n del inglés que hace Pierrehumbert en 1980, si bien sus antecedentes puc- den remoniarse a los origenes mismos de la Fonologia Generati- va, cuando Chomsky y Halle (1968), partiendo del modelo AN clasico centran la atencién en el papel del acento y en la depe dencia sintactica de la forma entonativa. Se entiende, pues, que la estructura profunda de la frase condiciona y genera la curva entonativa. Derivacién natural de esta linea de estudio es la Fono- logia Métrica, desarrollada por Liberman y Prince (1977), para quienes el acento no viene dado por los parimetros actisticos del habla sino por la estructura ritmica de la frase; siendo asi, el acen- to se constituye como fenémeno esencialmente ritmico y a él debe supeditarse el andlisis de la entonacién. Es precisamente Pierrehumbert quien propone una teorfa de la entonacién plena- mente métrica, donde las reglas de generacién del acento (deri- vadas de la gramatica) incluyen igualmente las reglas de genera- cin de la melodia. El modelo posee, en otro sentido, una doble vertiente teérica: = se trata de una teoria fonoligica autosegmentak la melodia © modulacién tonal de los enunciados constituye un nivel separado (c independiente en cierta medida) de los demas rasgos fonolgi- os; se postula la independencia del nivel suprasegmental respec- -MODEL.OS DE ANALISIS ENTONATIVOY SU REPERCUSION 6 to del segmental. En este sentido los tonos (acentos tonales y tonos de frontera) del enunciado son autosegmentos y se asocian al nivel segmental por medio de regias universales (vilidas para todas las Tenguas) y reglas especificas (propias de cada lengua). Tales ele- ‘mentos tonales son, ademds, unidades paradigmaticamente con- trastivas (tono alioH y tono bajo.) cuya combinacién origina los diversos contornos melédicos se trata de una teoria fonoligica métrica, este es, determina la asociacién de la melodia con un texto 0 enunciado: existe una pro- ‘minencia fija, ya que cada silaba tiene un tono léxicamente especi- ficado y una prominencia relativa; los tonos se zsocian, en fin, de manera distintiva a funciones semintico-pragmiticas especificas, En esta situacién el contorno entonativo del enunciado resul- ta de la interpolacién fonética entre eventos tonales especificados y asociados a determinadas silabas. Asi, en inglés (0 en espaitol), Jos tonos (Ho L) se asocian con: a) silabas ténicas (acentos tonales 0 de silabas con prominencia tonal), bb) la parte final de ciertas frases prosédicas (tonos de frontera) tras consideraciones importantes del modelo por lo que res pecta al comportamiento de las silabas t6nicas son las siguientes: ) Las silabas t6nicas no van asociadas necesariamente a tonos altos; constituyen mas bien puntos de anclaje que permiten la presencia de prominencia sobre otras silabas. En cualquier caso Elcontorno tonal depende del tipo de enunciado y de la posicion y relevancia pragmatica de la palabra, En consecuencia, la melo- dia con que se pronuncie una silaba ténica puede variar y al hhacerlo se altera su valor pragmatico, pero no su valor léxico. Lo mismo ocurre en el nivel discursivo; obsérvese al respecto la diversa interpretacién de los tres enunciados de (38) (38) is nose habla con Maria LUIS no. habla con Maria dns no se habla CON MARIA b) Puede producitse, asimismo, una subida del tono en el transcurso de una silaba t6nica, dando lugar alo que se denomi- 62. ASPECTOS DE LA ENTONACION FSPANOLA: VIEJOSY NUEVOS ENFOQUES nna secuencia bitonal L*+H: al comienzo de la silaba t6nica se sitiia el «valle» y el pico se sittia sobre la silaba posténica. Este contorno, es muy frecuente en espanol sobre palabras no finales de frase, en. las aseverativas neutras: (39) Mi hermano viene de Alemania LH LH LHH*L® Ala inversa, una silaba t6nica puede contener tam! descenso del tono a partir de un punto tonal alto sobre k pretnica (secuencia bitonal H+L")= (40) Llegaran mafiana LH HLL ©) El mimero total de acentos tonales (monotonates y bitonales) puede variar en las distintas lenguas. Para el espafiol se vienen proponiendo habitualmente 3 6 4 tipos de acentos bitonales (Hualde, 2003: 164). 4) Otro concepto importante es el de escalonamiento tonat en condiciones normales (enunciados neutros) se asume que existe este fenémeno, esto es, que los picos tonales se suceden de tal modo que los picos sucesivos van siendo mas bajos que los picos precedentes (entiéndase que esta idea guarda muchas afinidades con el principio de dectinacién tonal propuesto en el seno del mode- lo IPO). El proceso, pues, es predecible y automatico en condicio- nes normales; en el caso de que se produzca alguna alteracion en el escalonamiento (ascendente o descendente) se hace necesario introducir una interpretacién pragmatica del fenémeno (énfasis, distincién entre informacién nueva y conocida, etc.). Este seria, por ejemplo, el caso de las preguntas con entonacién circunfleja en espaiiol (en lugar de ascendente, de acuerdo con Beckman y otros, 2002). Ahora bien, la capacidad predictiva del modelo con este tipo de variantes «pragmaticas» debe ser probada todavia, En cuanto al comportamiento de los denominados tonos de frontera, el andlisis de Ia entonacién del inglés refleja la existencia dle dos tipos de frases prosGdicas: frases entonativas y frases interme dias, al final de las cuales existe un tono de frontera: L%, H% MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO YSU REPERCUSION 63, para la frase entonativa y L-, Hi para la frase intermedia, Sosa (1999), en un estudio detallado de estos elementos aplicados al espaiiol, desestima, sin embargo, la unidad frase intermedia, ya que para él es suficiente con los tonos de frontera H% 0 L% (que siguen al Gltimo acento tonal de la frase) y con la combinacién de acentos bitonales, para dar cuenta de todos los contornos tonales posibles del espaitol Otra aportacién relevante en este modelo ¢s su nivel de repre- sentacién, es decir, la forma de transcribir la entonacion de un ‘enunciado, El primer paso en este sentido radica en localizar las silabas acentuables y comprobar si tienen 0 no prominencia tonal; hay que determinar asimismo si hay acentos tonales sobre las sflabas atonas. Seguidamente, se trata de determinar los tipos cespecificos de acento tonal y tonos de frontera sobre la base de un anilisis previo de los contrastes entonativos de ‘a lengua dada, El andlisis instrumental puede ayudar en este proceso, pero no es imprescindible. Y aqui reside, posiblemente, uno de los aspectos criticables del modelo, ya que no centra necestriamente las afir- maciones analiticas ni la forma prosédica de los enunciados en la ‘observacion minuciosa de la curva real. Hay cue reconocer, no obstante, que el sistema MA no pretende una descripcién fonéti- a, si bien, paradéjicamente, como hemos venido indicando, si reconoce la variaci6n de las funciones entonativas de acuerdo ‘con su uso pragmiitico. Sorprende en este sentido su desvincula- ‘cion del analisis instrumental De cualquier forma, hay que reconocer que cl modelo MA 0. su versi6n mas desarroliada en la actualidad, que se conoce como modelo ToBI (Tones and Break Indices), surgide como via de per- feccionamiento del sistema de notacién métrico autosegmental, ha logrado un amplio consenso entre los investigadores a la hora de proceder a la transcripcidn entonativa de muchas lenguas (Beckman y Hirschberg, 1994). De cualquier forma, es un mode- o en expansion, y en continua revisidn teérica por lo que en los proximos ais, sin duda, se le irdn introduciendo y matizando nuevos y diversos componentes, 6.5. MopeLo DE ADCEN PROVENCE (AP) Sus representantes mas destacados son D. J. Hirst, A. Di Cristo yR Espesser. Para todos ellos la prosodia es una parte fundamen- 64 ASPEGTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOSY NUEVOS ENFOQUES, tal del componente fonol6gico de la lengua, que interviene eu: do la estructura sintictica y semdntica ya estin programadas. En todo caso, el componente fonolégico es un médulo independien- te del sentido, ‘Su objetivo es obtener una modelizacién fonoldgica del siste- ‘ma prosodico de las distintas lenguas a partir de las caracteristicas prosodicas esenciales de cada una de ellas. Su perspectiva €s uni- versalista y contrastiva (frente al foneticismo del modelo IPO). Por lo demas, en el modelo AP la prosodia no se reduce a la evo- luci6n de la curva melédica en la linea temporal; se propone més bien una estructura pluriparamétrica que se manifiesta mediante variaciones en la F,, duracion e intensidad El supuesto de partida del modelo es la existencia de distintas formas prosédicas que codifican idénticas funciones prosédicas en las diferentes lenguas. El modo en que se estructuren tales funciones de una lengua a otra puede variar, de manera que en ugar de dos tinicos niveles de anzlisis (uno abstracto, fonol6gico, y otro concreto, fonético), se establecen hasta cuatro niveles, cada uno de los cuales se interpreta de acuerdo con los niveles prece- dente y/o siguiente: ico: curva melédica «en bruto», caracteristicas actist- is del enunciado II: Nivel fonético: entonacién entendida como superposicién de dos componentes, el microprosédico (donde se incluyen las posi- bles variaciones prosédicas de indole fonética causadas por ele- mentos segmentales) y el macroprosidico (selecciGn del patron entonativo por parte del hablante, la melodia del enunciado). La extracci6n de la informacién macroprosédica relevante se desa- rrolla en dos fases: — Estilizacion 0 modelizaciin: selecci6n de la informacién rele- vante. Codificacién simbética: representacién de la curva estilizada mediante un alfabeto de simbolos. Para desarrollar ambas fases el modelo AP ha desarrollado un programa informatico (MES: Motif Environement for Speech) que incluye un modulo de estilizacién automatica (MOMEL: MOde- Uing MELod)) y otro de anotaci6n (INTSINT: Internacional Trans Ciption System for INTomation) MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO YSU REPERCUSION 65 IIL: Nivel fonoligico superficiat nivel de generalizacion donde se pueden describir los patrones entonativos de las distintas len- guas. En esta fase se aplica el sistema de anotacién INTSINT y se procede a la descripcidn del patron o patrones entonativos, apli- cando la distincin entre tonas absolutos, derivados del rango fre- cuencial del locutor (T: altura tonal maxima del hablante; B: altura tonal minima del hablante; M: valor medio del locutor) y los tonos relativos, definidos localmente de acuerdo con la rela- cidn entre puntos de inflexién anterior y posterior. Los tonos relativos pueden ser a su ver iterativos (puntos de inflexion inter medios en sectiencias ascendentes 0 descendentes) 0 no iterativos (puntos de inflexién que no corresponden a tonos absohitos ni representan etapa intermedia alguna en secuencias ascendentes ni descendentes) TV: Ninel fonolégico profundo (subyacente): representaciones funcionales que permiten codificar la informacién necesaria para la interpretacién semantica y sintactica del enunciado y reglas que determinan el patron entonativo de cada emunciado, a saber: a) division del enunciado en unidades entonativns b) division de las unidades entonativas en unidades tonales <) asignacién de los patrones entonativns a las tenidades entonativas. d) asignacién de los patrones entonativos alas wnidades tonales \cién de la regla de reajuste del escalonamiento descendente segiin la cual se baja un tono alto (I1) cuando viene prece- dido por un tono alto seguido de un tono bajo (HL), lo que da lugar a un descenso progresivo de la altura de los picos tonales. 1) aplicacion de otras reglas de reajuste. Ades de su fundamentacién fonolégica, el modelo AP com- parte con cl modelo MA la defensa de la organizacién de la melo- dia de los enunciados no en contornos entonatives, sino mediante segmentos tonales, lo que implica la consideracién de la entonacién ‘como un conjunto de elementos discretos yuxtapuestos a lo largo. del enunciado. A esta idea se afiade que s¢ trata de un modelo de naturaleza jerarquica, esto es, las secuencias tonales se organizan |jerairquicamente en tres tipos de unidades; ‘a) Unidad entonativa (UE): unidad comprendida entre dos pausas. 66 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA. VIEJOSY NUEVOS ENFOQUES b) Unidad tonal (UT): agrupaci6n de una sflaba ténica y las tonas que hay a su alrededor. ©) Unidad ritmica; unidad intermedia entre UE y UT; contiene tun tinico acento léxico y una o mas UT. En cualquier caso, no estamos ante un modelo plenamente desarrollado capar de establecer generalizaciones definitivas sobre la realidad prosédica de las lenguas; faltan todavia estudios prosédicos exhaustivos que permitan la extraccién de patrones fonolégicos oportunos y la formulacién de principios metodol6- sgicos generales. Presenta, asimismo, limitaciones en el Nivel fono logico superficial para emisiones superiores en extensién al enun- ciado: no han sido suficientemente estudiados aspectos tan importantes como el de la dectinacién entonativa (tendencia uni versal de la F, a dectinar a lo largo de un enunciado y a lo largo de diversos enunciados consecutivos), el de los reajustes frecuencia: les (recuperacion de la curva de F, en una unidad entonativa sucesiva que comienza en un punto frecuencial mas alto que el punto final de la unidad precedente) o el papel de las pausas en dicho reajuste (mayor o menor duracién de las pausas entre dis- tintas unidades entonativas). Algunas de sus aplicaciones al espa- iol son las de Mora (1996), Alcoba, Le Besnerais y Murillo (1993) © Alcoba y Murillo (1998). 6.6. Al margen de los modelos anteriores hay que resefiar otras aproximaciones originales en el mbito hispinico, que des- tacan por su enfoque funcional. En unos casos la perspectiva es basicamente de naturaleza fonologica y aspira al establecimiento de los patrones entonativos relevantes del espaiol, como en el caso de Cantero (2002). Otros trabajos se inelinan mas hacia la descripci6n fonética, lo que permite el acceso a conjuntos amplios de datos y la propuesta de afirmaciones demostrables empiricamente; en estos casos inte- resa principalmente la realidad del comportamiento prosédico del hablante, es decir, el uso pragmatico que este hace de su capa- cidad entonativa, Son de destacar en este camino los estudios de Escandell Vidal (1998), Garcia Riverén (1996a, 1996b, 1998, 2002), Monroy Casas (2002) 0 Hidalgo (1997, 1998b, 2001). 6.6.1, Un problema inherente al estudio entonativo desde la Gptica de Cantero (2002) es la naturaleza misma de la entonacion, MODELOS DE ANGLISIS ENTONATIVO Y SU REPERCUSION 67 de acuerdo con el tipo de unidades lingiisticas sobre las que inci- de. Efectivamente, el fonema es una unidad fonolégica paradig- miatica: si bien no ¢s la unidad minima (son los rasgos distintivos), no constituye un sintagma de rasgos. Frente al rasgo distintivo y al fonema, la silaba, la palabra fonica y el grupo fonico son unidades sintagmaticas. Las unidades sintagmaticas estén mucleadas en tor- no a una unidad segmental (la slaba en torno a una vocal; la pale bra fonica en torno a una vocal tOnica, y el grupo fonico en torno una vocal t6nica con inflexién final). En suma, las unidades f6ni- ‘cas sintagmaticas no son unidades fonolégicas inventariables por- que no estin constituidas por series determinadas de fonemas, se crean y existen solo en la enunciacién concreta: no tienen ni-un significado ni un significante definidos. Cémo asumir ante estas premisas el estudio fonol6gico de la entonacién? Pues bien, como hablantes y como oyentes de un idioma determinado, no consideramos iguales todos los fenémenos ento- nativos y sabemos discriminar entre lo que es relevante y lo que no; luego puede entenderse que la entonacién sea un signo lingiistico propio, una serie de significantes unidos sistematicamente a unos contenidos determinados. Para Cantero, pues, el significante entonativo es el contomno entonative, la melo- dia contenida en un grupo fonico. Ahora bien, el contorno entonativo no es un mero sintagma de los esquemas tonales de las palabras que lo componen, sino {que constituye una unidad diferente, con unos margenes de persion tales que permiten variaciones melédicas lingitisticamen- te no relevantes, y con un significado fonolégico determinado y constante que hemos de determinar, Es necesario, pues, identificar los distintos niveles de signi cién lingitistica y, a partir de ellos, precisar el nivel de signi ci6n entonativa. Pues bien, los niveles centrales de significacié son: el significado de la palabra (concepto léxieo), el significado de la frase (concepto complejo) y el significado del morfema (concepto gramatical). Existen asimismo niveles de significacién de mayor complejidad, como el significado discursivo (el tema del texto 0 contenido textual) y el contenido pragmatico. A estos niveles de sig- nificado se suma, pues, el significado fonolégico, que consiste en las relaciones de oposicién que se establecen entre las unidades fonoldgicas, y se define paradigmaticamente. De lo dicho hasta aqui hay que retener una idea fundamental: las unidades fonolégicas (y por tanto la entonaci6n) no ti 68 ASP 1S ENFOQUES: )S DE LA ENTONACION ESPANOL: VIEJOS Y NUEV' contenido conceptual propio. El tipo de significado que pueda aportar la entonacién lingitistica por si misma debe cefiirse, pues, a un nivel de significacion fonolégica, de caracter no conceptual. Siin embargo, uadicionalmente la entonacién ha sido relaciona- dda con el nivel oracional, como rasgo formal externo. Asi, p.e. hemos visto que Navarro Tomas establecia una tipologia de ento- naciones basada en los distintos tipos de oraciones segiin su modalidad. En esta tipologia, y en general en la de otros autores, del mbito hispanico, los niveles de significacién no estan discri- ‘minados; tunas veces se siguen criterios semdnticos (intensificativa, calificativa, descriptiva, valorativa, ponderativa, restrictiva, aseve- rativa, hipotética, ete.), otras veces formales (completa, incomple- 1a, interior, distributiva directa, distributiva inversa, alternaiva, etc.) y otras pragméticos (insinuativa, recomendacién, exhorta- Gin, invitacion, ruego, stiplica, peticion, etc.). Ahora bien, el significado dependiente del contexto no pue- de ser el propio de una entonacién linguistica, ya que no permi- te determinar un signo lingiifstico propio. La descripcion pra mnatica de los usos entonativos no seria, pues, suficiente por si misma, sino que exigiria una determinacién previa de sign lingitisticos entonativos como unidades lingtifsticas relevantes: el tinico modo de salvaguardar la existencia de un nivel de fun- cionamiento lingiistico independiente de la entonacidn es reconocer su caracter fonolégico y el cardeter fonolégico de su significado. Pues bien, para Cantero el caricter fonoligico de las formas, entonativas se aprecia en el contorno entonativo, unidad formal contenida en el grupo fonico y definida tinicamente por rasgos {fOnicos formales; no hay ningtin condicionante léxico-gramatical, discursivo o pragmatico que determine su constitucion. En defi nitiva, cada significante entonativo Io es de un signo cuyo signi cado cs la relaci6n (paradigmtica) que mantiene con los demas significantes del mismo nivel. El significado de la entonacién con- siste en la aliedad entre unidades entonativas. Todos los casos con diferentes significados contextuales suscitados por determinados patrones entonativos, obedecen, pues, a un cambio de entona- Gién, pero dicho significado no es propio de la entonacidn sino del nivel de significacién en que se encuentre la unidad diferen- ciaca entonativamente: palabra o enunciado. Asi pues, los contornos entonativos fonologicamente significa- tivos (onemas), son signos lingiiisticos cuyos significantes son sus MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVOY SU REPERCUSION 69 variantes melédicas tipicas (alocontornas) descritas mediante ras 0s fonéticos, y cuyo significado sera la clasificacin misma por Fas gos fonolégicos (la aliedad). Cantero (2002) distingue asi tres ras gos fonologicos para caracterizar los distintos tonemas del castellano: /sinterrogacién/, /-énfasis/ y /ssuspension/: /1NTERROGACION/ El final ascendente del enunciado constituye una entonacién marcada, frente al final descendents, entonacion no marcada. Esto permite diferenciar la entonacién no marcada /-intertogativa/ de un enunciado declarativo, de la marcada /+interrogativa/ de un enunciado interrogativo. No debe entenderse /+interrogacién/ como entonacidn de pregunta, ya que ello corresponde mis bien a los niveles semanti- co y pragmatico, pero no al nivel fonoldgico. Asi, un contorno /sinterrogativo/ puede servir para enunciados no interrogativos, como los de amenaza, cortesta, ete (/28N89818/ Se refiere al cardeter marcado del contorno, frente a los con- tornos tipicos /+interrogativo/ y /-interrogativo/. Es relevante el Enfasis en si, y no el tipo de énfasis. La inflexién final no es lai a caracteristica fonética relevante para marcar el énfasis, sino toda la estructura melédica del contorno, asociada a la estructura acentual. En definitiva, el contorno /+enfatico/ puede alterar sensiblemente el modelo general de los contornos /+interrogati- vo/ y /-interrogativo/. /-S8USPENSION/ ‘Cuando no acabamos una frase y la interrumpimos estamos produciendo el rasgo fonolégico /+suspensin/. Asi, p.e. en el didlogo el rasgo /-suspensi6n/ sirve para marcar la finalizacién del contorno y por tanto de la emision, mientras que el rasgo (tsuspensién/ indica que ain no se concede el turno al interlo- cutor. Inicialmente, cualquier contorno /+interrogativo, /senftico/ que eae interrumpido es un eontorn /ampendh do/. Ahora bien, existen en posicién final contornos /4suspendi dlos/ earactersticos de cada tipo de contorno: /sintertogatvo/ y /senfiitico/, Los rasgos fonoldgicos mencionados admiten ademas combi- 70 ASPECTOS DE LA EXTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES naciones entre si, El rasgo /+énfasis/ opera sobre los contornos //sinterrogativo/ dando lugar a cuatro tipos de contornos: Jrinverrogativo/ /renfatico/ /sintertogativo/ /-enkitico/ /Finterrogativo/ /+entitico/ gativo/ /-enfitico/ Sobre estos cuatro contornos opera a su vez el rasgo de /sus- pensién/, lo que origina otros tipos que podemos expresar fono- logicamente por sus rasgos pertinentes: (Mtertogitno/ Penttico/ /sspendido/: 231 /rintertogatvo/ /enltco/ /simpendido/=¢.7 Psimerrogatvo/ /entiticn/ Paispendide/:2? Finterrogivo” /senaticn /sspendide Vimertogavo/ /enftico/ /-uspendido/ Fimerroavo? /sentiticn/ /smpendido/ ‘imertogatvo/ entitico/ /sispendide/*. 6.6.2. Otras descripciones manifiestan interés por las earacte- risticas fonéticas del componente prosddico y atienden a realiza- Ciones orales reales, No se trata de estudios referenciados en el anilisis de oraciones «de laboratorio» fuera de contexto, sino de descripciones entonativas interesadas en la delimitacion de las funciones entonativas de facto, Algunos de estos trabajos plantean tuna metodologia aplicable al estudio generatizado de las funcio- nes pragmaticas de la entonacién (es el caso de Garcia River6n, a partir del espaiol hablado en Cuba 0 Monroy Casas para el espa- fol hablado en Murcia), otros proponen un marco pragmitico que acoge la supuesta diversidad funcional de la entonaci6n {aportaciones de Hidalgo Navarro) y otros, como Escandell Vidal, describen funcional y formalmente un tipo especifico de estructuras entonativas (en su caso, las interrogativas). Revisemos a continuacién tales propucstas. jos an trata cde profitiaren esti de is caracteristicas prosédicas de la conversacion, partiendo de una Silom civersiicda de sus funciones. A expecto, Hidalgo (1997), (1998b) y (2001) introduce una serie de variantes entonativas con- por cl contexto de uso, pragmaticas, en consecuencia. MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVOY SU REPERCUSION, a En primer término, la funcién Modal Primaria se manifiesta en registros formales (lectura de textos eseritos, discursos 0 confe- rencias, y en general cualquier manifestaci6n oral donde la 1 cidn entre cl hablante y el oyente sea de caricter formal). comportamiento tonal, que hemos venido estndiando sobi apa todo, de la parte final del contorno (tonema), configura valo- res recurrentes en la inflexi6n melédica. Operativamente, distin- guimos tres niveles tonales demarcativos, representativos de otros tantos tipos de valores modales: a) Nivel 1: Nivel tonal final propio de enunciados aseverativos Constituye un nivel tonal bajo, generalmente inferior al rango tonal (esto es, al promedio entonativo) del hablante, b) Nivel +1: Nivel tonal final propio de enunciadas interrogativos absolutos. Constituye un nivel tonal alto, inmediatamente por encima del rango tonal del hablante, ) Nivel -1: Nivel tonal final propio de enunciados interrogativos parciales y pronominales, e imperativos, Consti:uye un nivel tonal bajo de grado inferior al caracteristico de los enunciados asevera- tivos, Frente a estos esquemas, en la conversicién diaria son muy frecuentes los patrones entonativos desviantes: la expresividad y la subjetividad de los interlocutores actiian libremente aflorando entonces la funcién Modal Secundaria, causante de modificaciones en los patrones entonativos neutros. En realidad, el factor desen- cadenante de tales usos «pragmaiticos» es la coniluencia de dife- rentes funciones entonativas en un mismo contexto: hablamos por ello de sinterferencias funcionales» que permiten la actuali- zacién de la funcién pragmética o desambiguadora de ka entonacion. Hemos diferenciado ast diversos valores (Hidalgo, 1998b y 2001): ENUNCIADOS ASEVERATIVOS (1) 14) Enunciados aseverativos completos delimitades por tonema descen- dente de Nivel Recurso al empleo de elementos expresivos: deslizamiento de la centonacién final hacia el Nivel +1 y, en conser 1a entonacion clevada, por encima del rango tonal, al final del enuinciado aseverativo, 72. ASPRCTOS DEL ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES Interferencia de la funcién demarcativa y la Funcién expresi Enfasis (Atirmacion Enfatica, Enfasis con valor de ironia, Enfa expresivo, Negacion entities, Reforzamiento de una afirmacién ante~ fior, Refwerso enfitico, Refutacion enfitics), Exclamacion (Desagra- {lo, Apoyo de una afirmacion anterior, Intencién humoristica), Final Intpersona. Valor nperativn (Mandato enfitico, Mandato de insisten- Cia), Mantenimiento del turn de habla. Interferencia de la Funcién Demareativa y la funcién Pragmatica: Refuerzo del YO, Sentido expresivo-humoristco. +b) Enunciados aseverativos completos delimitados por tonema descen- dente de Nivel-1 ‘Valores extremos bajos en la entonacién final (Nivel -1), debidos a interferencias funcionales entre los componentes prosédicos. Interferencia de la Funcién Demarcativa y la Funcion Expresiva: Exelamacion Interferencia de Ia Funcion Demarcativa y la Funcién Pragmatica: Mandato atenuado, Contradicciin atenuada de tin envonciado anterior. 6) Buncadosexeceatios completes deliitdos or tonema no der ccendente led 4) Construcciones suspendidas y sincopadas «) Enunciados aseverativns discontinuos ENUNCIADOS INTERROGATIVOS (2)

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