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Capitulo 14 RELIGION {Cémo podemos vivir en un mundo sin Dios? Esta pregunta ha resonado a lo largo de Ia cultura occidental desde el siglo xvill, cuando los observadores de la sociedad y los tedlogos percibieron que la influencia de la religion parecia decaer agudamente. Durante cerca de dos milenios, el cristianismo habia proporcionado un marco moral y espiritual para el desarrollo de Occidente, suministrando el impulso Para numerosas guerras tanto como reconfortando y guiando a sus creyentes. En los tiempos modernos nos inclinamos a olvidar que también tuvo una pode- rosa presencia material. Hasta hace relativamente poco, las iglesias rivalizaban (y frecuentemente superaban) con los monarcas y gobiernos en el poder politico del que disfrutaban y en las riquezas que lograron acumular. El sacerdocio mantuvo un monopolio sobre las técnicas de lectura y escritura, la erudicién y la ensefianza. Tncluso cuando la educacién se extendi6 mis, las iglesias continuaron teniendo un Papel principal en su organizaci6n. Cuando la industrializacién se impuso cambié el papel de la religién, igual que ocurrié con tantas otras dreas de la vida social. Las iglesias y las corporaciones religiosas de los paises occidentales perdieron gran parte del poder secular que habjan ostentado anteriormente. Los gobiernos se hicieron cargo de muchas de las tareas que antiguamente gestionaban las iglesias, incluida ta edueacion. En el nivel de las ideas, el pensamiento cientifico y Ia tecnologia desafiaron cada vez més a la religion y a la magia como modos de entender y asimilar el mundo. En los tiempos medievales las personas no s6lo crefan en las ideas cristianas, sino también en fantasmas, espiritus, brujas y demonios (Camporesi, 1988). Cuantas mas explicaciones fisicas ofrecia la ciencia, tanto menos se pensaba que el mundo estaba gobernado por seres espirituales 0 entidades fantasmag6ricas, En la Edad Media, las experiencias misticas eran habituales entre la poblacién corriente. Juana de Arco no era un caso inusual, por ejemplo, al afirmar que habia oido las voces de los 483 484 Instituciones sociales ngeles diciéndole que salvara a Francia de los merodeadores ingleses. Tres siglos después, no sélo era raro que cualquiera afirmara experimentar estados misticos, sino que tales experiencias eran consideradas como sintomas de desorden mental. Hacia finales del pasado siglo, el filésofo aleman Friedrich Nietzsche anuncié que «Dios ha muerto». Las enseiianzas del cristianismo solfan ser un punto de re- ferencia para nuestro sentido de finalidad y significado; por consiguiente, hemos de , afirmaba Nietzsche, sin esta seguridad, y sin ningdn tipo de puntos de refe- rencia morales fijos. El vivir en un mundo sin Dios significa crear nuestros propios valores y acostumbrarnos a lo que Nietzsche denominaba «la soledad del ser»: com- prender que nuestras vidas no tienen finalidad y que ninguna entidad superior vigila nuestro destino. La secularizacién describe los procesos por los que la religion pierde su influencia sobre las diversas esferas de la vida social. Como veremos més adelante en este capitulo, la secularizacién es un fenémeno complejo, y no esta claro, como Nietzs- che pensaba, que la influencia de la religién haya decaido hasta el punto de desa- parecer. Volveremos mis adelante al tema de la secularizacién, pues éste es el telén de fondo de todas las actuales discusiones sociolégicas de la religién. Pero, antes que nada, hemos de investigar qué es la religin en realidad, describir algunas de los tipos principales de creencia y praxis religiosa y analizar las principales teorfas sociolégicas sobre la reli Definicién de la religion (y de la magia) La variedad de creencias y organizaciones religiosas es tan inmensa que los es- tudiosos han encontrado grandes dificultades en alcanzar una definicién de reli generalmente aceptada. En Occidente, la mayoria de la gente identifica la r con el cristianismo, una creencia en un ser supremo que nos ordena comportarnos de forma moral en esta tierra y promete un mis alld por venir. Sin embargo, cier- tamente no podemos definir la religién en su conjunto en estos términos. Estas creencias, y muchos otros aspectos del cristianismo, estén ausentes de la mayoria de las religiones mundiales. éQueé no es religion? Para evitar las trampas del pensamiento culturalmente sesgado acerca de la re~ ligi6n, es probable que lo mejor sea comenzar diciendo qué es lo que no es religién, desde un punto de vista general (Wilson, 1972). En primer lugar, la religién no deberia identificarse con el monoteismo (creencia en un dios). La tesis nietzschiana de la «muerte de Dios» era fuertemente etnocéntrica, se referia slo a ideas religi sas occidentales. En la mayoria de las religiones intervienen varias deidades. Incluso en ciertas versiones del cristianismo hay varias figuras con cualidades sagradas: Dios, Jestis, Maria, el Espiritu Santo, angeles y santos. En ciertas religiones no hay ningan tipo de dioses. En segundo lugar, la religién no debe identificarse con prescripciones morales Religion 485 que controlan el comportamiento de los creyentes, como los mandamientos que se supone que Moisés recibid de dios. La idea de que los dioses estin muy interesados en c6mo nos comportamos en esta tierra es extrafla para muchas religiones. Para los antiguos griegos, por ejemplo, los dioses eran en buena medida indiferentes a las actividades de la humanidad. En tercer lugar, la religién no se ocupa necesariamente de explicar cémo el mundo ha ltegado a ser como es. En el cristianismo, el mito de Adan y Eva trata de explicar el origen de la existencia humana, y muchas religiones tienen mitos sobre el origen de este tipo; pero, de igual modo, otras muchas no los tienen. En cuarto lugar, la religin no puede identificarse con lo supranatural como algo que intrinsecamente implica fa creencia en un universo «mas alld del dmbito de los sentidos». El confutionismo, por ejemplo, se ocupa de aceptar la armonfa natural del mundo, no de encontrar verdades «detrds» de él. ¢Qué es religion? Las caracteristicas que todas las religiones sf comparten son las siguientes. Las religiones implican un conjunto de simbolos, invocan sentimientos de reverencia 0 respeto, y estan vinculadas a rituales 0 ceremoniales (como los servicios eclesiasticos) practicados por una comunidad de creyentes. Todos estos elementos requieren cierta elaboracién. Impliquen © no dioses las creencias en una religi6n, existen préctica- mente siempre seres u objetos que inspiran actitudes de respeto o admiracién. En algunas religiones, por ejemplo, las personas creen en y reverencian una «fuerza divina» mas que dioses personalizados. En otras religiones hay figuras que no son dioses, pero en las que se piensa con reverencia, como Buda 0 Confucio. Los rituales asociados con la religién son muy diversos. Los actos rituales pueden incluir plegarias, letanfas, cdnticos, ciertos tipos de comida 0 —renunciando a ella— el ayuno en ciertos dias, ete. Como los actos rituales estn orientados hacia simbolos religiosos, por lo general se consideran bastante distintos de los habitos y procedi- mientos de la vida ordinaria. El encender una vela para honrar o aplacar a un dios tiene un significado completamente distinto de hacerlo para alumbrarse. Los rituales religiosos con frecuencia los llevan a cabo individuos en aislamiento, pero todas las religiones incluyen también ceremoniales que sus miembros practican de forma co- lectiva. Los ceremoniales regulares normalmente se llevan a cabo en lugares espe- ciales: iglesias, templos o recintos ceremoniales. Los sociGlogos suelen considerar la existencia del ceremonial colectivo como uno de los factores principales que distinguen la religién de la magia, aunque las fron- teras no estan, ni mucho menos, claramente delimitadas. La magia consiste en influir en los acontecimientos por el uso de pociones, cénticos, 0 pricticas rituales. Gene- ralmente es practicada por individuos, no por una comunidad de ereyentes. La gente muchas veces opta por la magia en situaciones de desgracia o peligro. Asf, el clasico estudio sobre los trobiandeses del Pacifico de Bronislaw Malinowski describe una variedad de ritos mégicos ejecutados antes de cualquier viaje azaroso en canoa (Malinowski, 1982). Los trobiandeses omiten tales ritos cuando simplemente van a pescar en las aguas seguras y plicidas de una laguna local 486 _Instituciones sociales Aunque las précticas magicas han desaparecido en su mayor parte de las socie- dades modernas, en situaciones de peligro las supersticiones de tipo magico son todavia comunes. Muchos de los que trabajan en ocupaciones que son peligrosas 0 tienen factores aleatorios que pueden cambiar de forma drastica —como los mine- ros, pescadores en alta mar 0 deportistas— realizan pequefios rituales supersticiosos © llevan ciertos objetos en los momentos de peligro. Un ejemplo puede ser un tenista que insiste en llevar un determinado anillo durante los grandes partidos. Las ereencias astrol6gicas, que han sido heredadas de ideas mégicas de la Europa me- dieval, todavia tienen adeptos, aunque probablemente la mayorfa de la gente no se as toma demasiado en serio (Adorno, 1974). Variedades de religion En las sociedades tradicionales, la religién generalmente desempefia un papel central en la vida religiosa. Los simbolos y rituales religiosos a menudo estén inte- grados en la cultura material y artistica de la sociedad: musica, pintura o talla, danza, relato de historias y literatura. En las culturas pequefias no hay sacerdocio profesional, pero siempre existen ciertos individuos que se especializan en el cono- cimiento de practicas religiosas (y a menudo magicas). Aunque existen varias clases de tales especialistas, uno de los tipos comunes es el chamn (una palabra originaria de los indios de Norteamérica). Un chamdn es un individuo al que se le cree capaz de dirigirse a los espiritus 0 a fucrzas no naturales mediante medios rituales. En ‘ocasiones, los chamanes son esencialmente magos mas que lideres religiosos, aunque con frecuencia acuden a ellos individuos insatisfechos con lo que ofrecen los rituales religiosos de la comunidad. Totemismo y animismo Dos formas de religion que a menudo se encuentran en culturas mas pequeiias son el totemismo y el animismo. La palabra «t6tem» se originé entre las tribus indias de Norteamérica, pero se ha usado ampliamente para referirse a especies de ani- males o plantas de las que se cree que tienen poderes supranaturales. Generalmente, cada grupo de parentesco o clan dentro de una sociedad tiene su totem particular, con el que se asocian varias actividades rituales. Las creencias totémicas pueden Parecernos extrafias a los que vivimos en sociedades industrializadas, pero en ciertos contextos de importancia relativamente menor nos son familiares simbolos semejan- tes a los del totemismo, como cuando un equipo deportivo tiene un animal o planta como emblema. Las mascotas son totems. El animismo es una creencia en los espiritus 0 fantasmas, los cuales, se piensa, pueblan el mismo mundo que los seres humanos. Tales espfritus pueden considerarse benignos o malignos, y pueden influir en el comportamiento humano en numerosos aspectos. En algunas culturas, por ejemplo, se piensa que los espiritus causan la enfermedad 0 la locura, y pueden también poser individuos de tal manera que controlen su conducta, Las creencias animistas no estin confinadas a las culturas Religion 487 — sino que se encuentran hasta cierto punto en muchos contextos religiosos. ‘= Europa medieval se perseguia por brujos o brujas a los que se crefa posefdos ‘per malos espiritus. ‘Sociedades pequefias y aparentemente «simples» frecuentemente tienen comple- ‘s Sstemas de creencias religiosas. El totemismo y el animismo son més comunes ‘eetre estas sociedades que entre otras mas complejas, pero ciertas sociedades pe-

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