Agua y Agricultura. Angel Palerm La Disc PDF

You might also like

Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 36
Agua y Agricultura Angel Palerm, la discusién con Karl Wittfogel sobre el Modo Asiatico de Produccion y la construccion de un modelo para el estudio de Mesoamérica Paceleteoels Juan Maestre Ve eal Teac a ae og outs UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO Palerm, Angel, 1917-1980 Agua y agricultura : Angel Palerm, la discusin con Karl Wittfogel sobre el modo asiatico de producci6n y la construccién de un modelo para el estudio de Mesoamérica / prélogo de Juan Maestre Alfonso ; estudio introductorio y notas de Alba Gonzalez. Jacome, 1. Indios de América Central — Agricultura. 2. Indios de México ~ Agricultura. 3. Abastecimiento de agua — América Central. 4, Abastecimiento de agua — México. 5. Economia marxista. I. Wittfogel, Karl August, 1896-1988. II. Maestre Alfonso, Juan. III. Gonzalez Jacome, Alba. IV. t. F1434.2.437 P35.2007 la. edicién, 2007 D.R© Estudio Introductoria : Alba Gonzdlez Jacome DR© Prélogo : Juan Maestre D.R© Universidad Iberoamericana, A.C. Prol. Paseo de la Reforma 880 Col. Lomas de Santa Fe 01219 México, D.F. publica@uia.mx Agencia Espafiola de Cooperacién Internacional. Direecién Gencral de Relaciones Culturales y Cientificas. ISBN 978-968-859-675-3 Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico Todos los derechos reservados. Esta publicacién no puede ser reproducida, ni todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por un sistema de recuperacién de informacién, en ninguna forma ni por ningtin medio, sea mecénico, fotoguimico, clectiinico, magnético, por folacopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de Ja editorial, wn = oo Tabla de contenidos Prélogo, por Juan Maestre AMPONS0........0cce-ecceeeeeeeeee 9 Ensayo introductorio y notas, por Alba Gonzalez Jacome 15 Textos de Angel Palerm sobre el modo asiatico de produccién y las discusiones que se originaron.... 49 Una defensa del modo asiatico de produccién segtin Marx y Witt- fogel (Primera parte) ... 49 Una defensa de] modo asiatico de produccién segtin Marx y Witt- fogel (Segunda parte).... 68 Una defensa del modo asiatico de produccién segtin Marx y Witt- fogel (Tercera parte)... 85 Una defensa del modo asiatico de produccién segtin Marx y Witt- fogel (Primera parte del cuarto articulo) Una defensa del modo asitico de produccion segtin Marx y Witt- fogel (Segunda parte del cuarto articulo)... Bibliografia de Angel Palerm ... Bibliografia general Ensayo introductorio Apuntes para la construccién de un modelo Angel Palerm Vich fue miembro muy destacado de la tradicién antro- polégica mexicana del siglo xx. El ibicenco pisé tierra mexicana en el puerto de Veracruz en 1939, sin haber terminado los estudios superiores en su pats de origen’. Una vez concluidos sus estudios de bachillerato, inicis sus actividades politicas en reuniones anarcosindicalistas, donde por su edad re- alizaba tareas como amanuense, que poco después le Hevaron a la difusion de noticias periodisticas y a escribir articulos en periddicos y revistas (Alonso 1979; Glantz 1987: 15), En 1935 fue encarcelado dos veces, la se- gunda ocasién en Mallorca, por publicar el quincenario Emancipacién y fue liberado en febrero de 1936; en ese mismo ano fue admitido en la Univer- sidad de Barcelona para estudiar historia, lo que se frusté en 1937, cuando Palerm entré a combatir en el ejército republicano (Glantz 1987: 16). Al llegar a México, Palerm contaba con su reciente experiencia como participante en la guerra civil espafiola y con el bagaje de sus afios juve- niles anteriores al conflicto armado que escindié la sociedad espafiola— vividos en Barcelona. Ademés, traia consigo un gusto personal por el campo, que habia surgido desde la infancia insular y que fue complemen- tado por la tradicién de la geografia de Elisée Reclus* y sus excursiones cientificas; también lo caracterizaban su interés por la naturaleza y la liber- 3. En 1928 habia ingresado en el bachillerato elemental, cue estaba influido fuertemente por el pensamiento de grandes educadores como Pestalozzi y Montessori, de orientacién politica liberal, ademas de que a través de las bibliotecas pedagdgicas fomentaban Ta lectura de literatura cldsica y de historia, de lo que Palerm opinaba “... Haba mucha literatura y poca ciencia en esas Dibliotecas...” (Glantz 1987: 15) 4 Yéase por cjemplo su libro Bi Hombre y La Tierra. México: Fce, 1986: 28 [1.* Edici6n en francés de 1982], donde se explica que la redaccién de las Guias Joanne llev6 a Reclus a via- Jar por Enropa (Alemania, Italia, Suiza, Espafia) lo que hizo siempre a pic y donde muestra gran precio por las caminatas que hacia en las montatias: ...Me gusta mucho este género de vida: le- Vantarse antes del amanecer 0 cuando las nubes comienzan a surgir un poco, caminar en medio de selvas, cle senderos, en las hier’as frescas de rocio, detenerse a Ja orilla de una fuente, bajo las rocas, para comer el pan y cl queso, trepar a través de las piedras que se desploman y saltan a va- rias centenas de metros més abajo, ...” 16 Alba Gonzalez Jécome tad, incluyendo la necesidad de plantearse y responderse preguntas sobre lo visto y observado de manera directa. [gualmente, Palerm poseia un gusto muy personal por los atardeceres de la campifia mexicana, que le Mevaban a realizar caminatas por las tardes, después del trabajo de campo. La Ilegada a Veracruz en 1939, fue también de asombro ante un pais muy pobre, muy sucio y muy deshecho por la revolucién...” todavia muy rural y en pleno proceso de transformacién— donde la gente sencilla —que le acompafiaba como pasajera en el ferrocarril que le condujo del puerto a la ciudad de México- fue amable con él, inviténdole a compartir una parte de sus alimentos. En la estacion de Rinconada -parada obligatoria del recorrido— por primera vez comié tamales® con carne de iguana ~a la que su paladar no acostumbrado atin al del desconocido pats, confundié con pollo- y de esta singular aventura comentaba afios mas tarde a sus estudiantes que se habja levado a la boca el tamal con todo y envoltura —hecha de hoja de maiz— lo que le daba un sabor extrafio y nada sabroso, “...era como masti- car forraje...” decfa; sin embargo Palerm recordaba esta aventura con ale- gria y sin resentimiento por su situacién de refugiado politico en un pais desconocido para él hasta esos momentos. Se iniciaba en este camino ferro- viario, el que le conducirfa pocos afios més tarde al de Ia antropologia. Angel Palerm se formé como historiador y como antropélogo en cen- tros educativos mexicanos; estudié historia universal en la Facultad de Fi- losofia y Letras de la Universidad Aut6noma de México (UNAM), institucién educativa en la que ingresé en 1945, bajo la tutoria académica de don Pablo Martinez del Rfo®. En 1948, estimulado por don Pablo, se inscribié en la Es- cuela Nacional de Antropologia ¢ Historia (ENAH) para estudiar con profc- sores como Pedro Armillas, Jorge Vivé, Pedro Carrasco, Arturo Monzén, 5 Alimento de origen prehispinico, que actualmente se compone de na bola de masa hecha ‘con mafz.nixtamalizado (mafz remojado en agua con cal un dfa antes de poder ser triturado) y mo- ido, en cuyo interior se coloca un relleno que puede ser carne de pollo, res, cerdo, camarones, © pescado; esta aderezado con tna salsa de tomate y chile. La masa con el relleno se envuelve en tuna hoja de maf.0 de platano y se cuece al vapor. Existen numerosas formas y tamafios en la ela boracién de este platillo, cuyo consumo es muy amplio y abarca desde las clases rurales hasta las urbanas, desde las gentes con menos recursos econémicos hasta las clases sociales mas pudien- tes, Bxisten cerca de 200 formas diferentes de tamales, adaptados a condiciones locales y a los recursos de las distintas regiones del pafs y se expende desde en pucstos en Ja calle hasta en ne- ‘gocios especializados. Actualmente la masa puede ser sustituida por harina de matz y se le agrega algin tipo de grasa, con la Negada de los espafioles en el siglo x1 se afiadi6 a la masa de maiz la manteca de cerdo. 6 Siempre mantuvo su admiracién académica y afecto personal por este personaje, gran promotor de la investigacién en México, del que contaha anécdotas muy divertidas. De hecho, con Pablo Martinez del Rio se introdujo en la pokémica sobre los orfgenes del hombre en el continentc aimericano y en las primeras discustones sobre la evolucion social de Mesoamérica. Agua y Agricultura 17 Ricardo Pozas, Norman A. MeQuown, Stanley Newman, Sol Tax, Isabel 'T. Kelly’ y el mismo Martinez del Rio. Su ingreso en la ENAH se inicié con la Dra, Isabel Kelly, haciendo investigacién de campo en el Tajin®. Palerm (Citado en Garefa Acosta 2000:16)!©, afirmaba: con Kelly aprendf el rigor del trabajo de campo, la metodologia y la reflexién co- lectiva, Los otros profesores me habfan dado muchas cosas, pero lo que suele lamarse ef oficio lo aprendi con Isabel...”. Se gradué como etné- logo, especialidad que se concebfa como la encargada de hacer Ia teoria de Ja antropologia, lo que implicaba una formaci6n académica que inclufa un amplio conocimiento de la historia, la arqueologia, la antropologia fisica y la lingiifstica, Su tesis desafortunadamente desaparecié de la biblioteca de Ja ENAH, pero queda de ella lo que publicé en 1952 sobre la civilizacién ur- bana y su conexién con cuestiones como la agricultura y el regadio!’, La discusién tedrica para su tesis se basa en los escritos de Pablo Mar- tinez del Rio’, Karl Wittfogel!? y Gordon Childe!4, donde Palerm (Vol. 1952: 184-209) afirma que la cultura urbana es una caracterfstica exclusiva , Isabel y Angel Palerm, The Tajin Totonac. Part I, History, Subsistence, Sheiter and Technology; Washington DC 1952. Palerm, Angel, “Etmografia antigua totonaca en el oriente de México”. En: México, RMEA, Instituto Panamericana de Geograffa e Historia (1oGs), . xu, n° 2-3, 1982-53: 163-173. 8 La Dra, Kelly habja sido alumna de Alfred Kroeber 9. Importante centro urbano Totonaca que alcanzé su esplendor en el perfodo Clasico tardio, uubicado en el centro-norte del Estado de Veracruz, que cuando Palerm realiz6 investigacién de campo en Ja zona atin estaba habitado por indgenas descendienies de los antiguos pobladozes del lugar. Actualmente la zona arqueolégica fue restaurada por el INAH y ya no se permite a los indi genas vivir dentro de ella, pero Gienen acceso a las instalaciones para sus coremonias y ritwales. 10. En esa época Ia ENAN reunfa *...l0s mejores profesores y los mas avanzados métodos de enseftanza donde los estudios se ligaban al trabajo de campo casi desde el principio...” (Garcta Acosta 2000: 15). Los estudiantes de antropologfa solian trabajar como ayudantes de alguin inves- tigador, quien los entrenaba en ef trabajo de campo, recolectando informaci6n etnografica, ela- borando los informes respectivos, que posterionmente podian scrvitles para elaborar sus tesis. ‘Véase por ejemplo el preambulo del libro de Andrés Medina (2000: 12), Ex las Cuairo Esquinas, en el Centro, donce este importante antropélogo mexicano narra su experiencia formativa en la ENAH, participando como colaborador cn c! afio de 1958, en el proyecto Man in Nature. del De- partamento de Antropologfa de Ia Universidad de Chicago; para 1961 y dentro de dicho proyecto hace investigaciones en Tenejapa, que le sirven para la realizacién de su tesis de Maestria LL Palerm, Angel, “La civilizacién urbana”. En: Historia Mexicana; México, El Colegio de México, Vol. i, N° 2, 1952: 184-209. 12 “Debemos a don Pablo Martinez del Rio el habemos llamado, por primera vez, la aten- cién sobre las conexiones de Ja agricultura de regadfo con el desarrollo de las primeras civiliza- ciones del Viejo Mundo” (Palerm Vol. 2, 1952:184-209}. 13 “De una manera especial, la leetura de un artfculo capital de Karl Wittfoeel (1938)...” (Pa- lerm, Vol. 2, 1952: 184-29), 14. Se refiere a la edicién de Londres en 1942, de la obra de Childe ;Qué sucedis en la His- toria? Hay una edicién en castellano de 1946, 18 Alba Gonzalez Jécome de los pueblos agricultores, aunque ya desde entonces aseveraba que no todos los pueblos agricolas estan en condiciones objetivas de desarrollar una cultura urbana. En el texto describe y analiza los tres tipos de agricul- tura que en esa época propone como presentes ya en el México prehispa- nico: roza extensiva, barbecho! y regadio. Para llegar a estas conclusiones, Palerm realiza una serie de investigaciones durante varios meses entre los totonacas de la costa en Papantla— y de la sierra en Eloxochititln-, en Temascalcingo en el Estado de México y en el valle de México. En dichos lugares estudia los sistemas agricolas de roza extensiva (Tajin), barbecho (Eloxochitlan) y regadio (Temascalcingo), a los que arti- cula con las densidades de poblacién que son capaces de soportar y con el tipo de asentamiento que producen (disperso, semi disperso y concentrado) Concluye que solamente el cultivo basado en el regadio es capaz de generar excedentes suficientes para permitir el desarrollo de la cultura urbana meso- americana; es decir, de generar alimentos suficientes para mantener a pobla- ciones més amplias, con grupos sociales despegados del trabajo agricola. Para Palerm, la agricultura de regadio, la generacion de excedentes y el in- cremento poblacional son la base de la evolucién en las sociedades urbanas de la antigiiedad y por ende del surgimiento del Estado, por este motivo era fundamental su estudio. En esas épocas México ofrecfa un campo de estu- dio vasto y diverso, ademés de que la arqueologia y la antropologia estaban fuertemente fundamentadas en la investigacién del pasado prehispanico. Esta manera de entender y hacer antropologja se basaba en la interre- lacién entre problemas tedricos, trabajo de campo en las regiones scleccio- nadas para ser estudiadas, un manejo minucioso de fuentes documentales de épocas antiguas y la consulta con otros especialistas; combinacién que fue clave en la conformacién de sus primeras investigaciones sobre el re- gadio mesoamericano, ya que le habfan Hlevado desde la década de 1940, al estudio directo de los sistemas de riego en la regién de Texcoco, al norte y nororiente del valle de México, a la que denominé el Acolhuacan. En 1956 el hallazgo arqueolégico y el uso contempordneo de una presa per- mitieron a Angel Palerm, Eric Wolf y al arquedlogo —también espafiol— Pedro Armillas proponer y discutir cuestiones iniciales sobre cl control del agua en la época prehispanica!®, 15. Denomina barbecho no al manejo para roturar el suelo y abrirlo al cultivo, sino al sistema agricola donde se cultiva la tierra por un period de tiempo relativamente corto ~un afio~y se deja en descanso otro tanto. 15 Palerm, Angel y Bric Wolf, “El desarrollo del dea clave del imperio texcocano”, RME. México, SMA, Vol. x1v, primera parte, 1954-1955; 337-49. Agua y Agricultura 19 A partir de los estudios en el Acolhuacan aparecieron numerosas cues- tiones relacionadas con el surgimiento de la civilizacién. Esta regién del noreste del valle de México fue definida como un area historica y cultu- ral, conformada con base en el reconocimiento del terreno, Ja cultura de sus habitantes en la década de 1950 y con la informacion proporcionada por varias fuentes del siglo xvi. La discusién sobre la importancia del regadio para el surgimiento del Estado se consolida con los materiales sobre cl im- perio texcocano. En su escrito de 1954-1955, resultado de su trabajo con- junto con Eric Wolf, Angel Palerm plantea la necesidad de estudiar la relaci6n entre el ambiente y el regadio, para lo cual establece y describe las regiones ecolégicas que configuraban el viejo imperio acolhua. Estos estudios enfatizan la importancia del uso del riego en cada zona, La ana- logfa con la época contemporinea —hecha a partir de recorridos por la re- gidn, discusiones con los arquedlogos y lecturas cuidadosas de los materiales existentes- le permiten generar las primeras hipstesis en el es- tudio del pasado. Para 1957 aparecen los primeros textos donde Palerm y Wolf (1957: 1- 37) discuten sobre las relaciones complejas y cambiantes entre el ambiente natural y el equipo cultural que caracterizan el desarrollo mesoamericano. Presentan una discusién sobre las fronteras de Mesoamérica y realizan una propuesta para subdividirla, utilizando como base la relacién entre el am- biente y la cultura!. En 1961 Palerm y Wolt'8 publican sus primeros escri- Palerm, Angel y Eric Wolf, “Irtigation in the Old Acolhua Domain, Mexico”. En: Southwes- tern Journal of Anthropology. Estados Unidos de América, Vol. n, n2 3, 1955: 265-81 1956, Palerm, Angel, Pedro Armillas, Eric Wolf, “A Small Irrigation System in the Valley of Teotihuacan”, En: American Antiquity, Bstados Unidos de América, The Society for American Archacology 1956: 396-399. Palerm, Angel y Erie Wolf, “Ecological Potential and Cultural Development in Mesoame- rica”, Studies in Human Ecology: A Series of Lectures Given at the Antiropological Society of Washington, Washington, DC, Pan American Union, Social Science Monographs n° 3, 1957: 137 17 Palerm, Angel y Lawrence Krader, “Forward”. En: Studies in Human Ecology: A Series of Lectures Given at the Aushropological Society of Washington, Washington, DC, Pan American Union (Social Science Monograph N° 3), 1957: mv. Palerm, Angel y Lawrence Krader, “Pretacio”, Estudios sobre ecologta humana: Conferen- clas celebradas en la Sociedad de Antropotogta en Washington, Washington, DC, Unién Pan- americana (Estudios ¥ monograffas No. 3), 1958: m-ty, Palerm, Angel y Eric Wolf, “Potencial ecolégico y desarrollo cultural en Mesoamérica”. En: Estudios sobre ecologia humana: Conferencias celebradas en ta Sociedad de Antropologia ent Washington, Washington, DC, Unién Panamericana, Estudios y monografias n.°3, 1958: 1-37 18 Palerm, Angel y Eric Wolf, “La agricultura y el desarrollo de la civilizacién en Mesoa- mérica”, En: Revista Interamericana de Ciencias Sociales, Washington DC, Unién Panameri- cana, Departamento de Ciencias Sociales, Vol. 1, n.° 1, 1961: 223-245, 20 Alba Gonzalez Jacome tos sobre la evolucién de Mesoamérica, proponiendo su inclusién en el contexto de la evoluci6n multilineal, lo que llevar a Palerm a la discu- sién con Karl Wittfogel y a los escritos que presentamos en este Libro. En esa época existfan enormes huecos en la informacién sobre los sis- temas de regadio encontrados que, ademas, no se correspondfan —entre otras cuestiones— con las dimensiones fisicas, la estructura y alcances de los sistemas de regad{o que habian sido estudiados en las culturas anti- guas del Viejo Mundo y tampoco con varias de las condiciones ambienta- les en dichas regiones; por ejemplo, el caudal de los rios Nilo, Euifrates, Tigris, Indo, o Amarillo, en contraste con el hecho de que los grandes rios mesoamericanos se localizan principalmente en el sur del pafs y no en el Altiplano Central, ademas de que como resultado de la realidad orogréfica del pais, éstos no son navegables por embarcaciones de mayor calado mas que en ciertas secciones". En 1965, después de haber ocupado varios puestos importantes, a lo largo de su permanencia durante catorce afios en la Organizacién de Esta- dos Americanos (oA) y de vivir en la ciudad de Washington DC, Angel Palerm regresa a México con su familia”!, incorporandose como profesor de antropologia a la ENAH y a la Universidad Iberoamericana (UIA), insti- tuci6n de educacién privada, donde fue fundador y director de la Escuela de Graduados y del Instituto de Ciencias Sociales, La formacién personal y profesional de Palerm derivé en una forma peculiar de ensejianza, en la que se entrenaba a los estudiantes de antropologia tanto en su grupo de la EWAH como en la UIA— con una inmersi6n en el trabajo de campo en un rea rural, que se iniciaba desde su ingreso en la carrera. Por su propia formacién académica, para Palerm el trabajo de campo era esencial en la antropologfa, Jo que fundamentaba fuertemente en el co- nocimiento de la teoria y de los problemas relevantes para la disciplina. Es por eso que en sus primeros afios de ensefianza en la ENAH y la UIA Hevaba a los estudiantes a realizar estudios en el Acolhuacan, haciéndoles recorrer a region, visitar los sistemas de regadfo del somontano y de la sierra; en 19 Aungue el Balsas y cl Lerma nacen en el Altiplano Central, corren hacia el oeste y des- aguan en el Océano Pacifico; sin embargo en la mayor parte de su eauce, cruzan por terrenos mon- tafiosos y abruptos, donde no era y no es posible la navegaciGn mis que en cayueos 0 lanchas.. 20. Puc entre otcas cosas: Director del Departamento de Asuntos Sociales de la Unién Pan- americana, Ayudante Ejecutivo del Secretario General de la OF; informacién publicada en la re~ vista Comunidad editada por la Universidad Lberoamericana AC, n.° 23, Vol. V, 1970: 45. 21 Entonces formada por su esposa dofia Carmen Viqueira Landa y sus dos hijos menoces Jacinta y Angel, Los dos hijos mayores: Armando y Juan Vicente, vivian en aquellos afios en E: tacos Unidos y en Espana respectivamente. Aguay Agricultura 21 alguna de ellas estavieron acompaiiados por el mismo Karl Wittfogel. De esta manera, los entonces j6venes alumnos entraron en contacto directo con la problemética del regadio y de sus relaciones con el surgimiento de las sociedades urbanas y el Estado en Mesoamérica, de los sistemas agrico- las y su telacién con el riego, la poblacién y la generacién de excedentes que hicieran factible el florecimiento de las complejas sociedades del Mé- xico antiguo. ‘La construcci6n, apertura y conservacién de diques y canales para el riego, repre- sentan empresas importantes, que hicieron indispensable el trabajo colective bajo una direccién provista de autoridad suficiente. El regadio aument6 la cohesién social y ¢l predominio del grupo goberantes. La especializaci6n urbana del artesanado, del comercio, del gobierno y del sacer- docio permitié y estimuld nuevos y valiosos adelantos técnicos. El excedente so- cial de productos fue creciendo, asf como el intercambio de materias primas y elaboradas, la especializacién y la complejidad social, politica y religiosa, La aparicién de los nticleos urbanos derivé hacia la formacidn de las primeras ciudades-estados, que lucharon entre si por el predominio de las corrientes de agua aprovechables para la itrigacién y por la posesién de las mejores tierras (Pa. lerm y Wolf 1972: 10). Gran parte de su obra radicé en la ensefianza de la antropologia y en c6mo hacerla ademas de cientifica y stil al pats, accesible tanto a los ciados como al piiblico que Je escuchaba. Los textos que presentamos aqui son de una prosa sencilla y clara, que hacen faciles y comprensibles las ideas del autor y de los puntos basicos en su discusién con Karl Wittfogel. Palerm era un maestro y un Ifder académico con grandes y novedosas ca~ pacidades didcticas y con un manejo admirable de la teorfa, terreno en el que dej6 su mayor legado académico. Sus propuestas ampliaron el campo de investigaci6n antropoldgica en varias direcciones, especialmente en la aparicién de nuevos problemas de estudio, que estaban vinculados al pa- radigma de los cientificos de varias disciplinas en el siglo xx: el evolu- cionismo y, especificamente, a la evolucién social de Mesoamérica®? y sus conexiones con el surgimiento del regadio, del urbanismo y del Estado”. ini- 22 Palerm enfendia por Mesoamérica a la regiGn definida y’establecida por Paul Kirchhoff en su texto “Mesoamériea. Sus Ifmites geogrificos, composicion étnica y caracteres culturales”, publicado por vez primera en el afio de 1943 en Acta Americana, Vol. 1, n2 1, Este texto funda- mental fue reeditado en castellano en 1967, 1968, 1969, 1970, 1971, 1973, 1974 y 2000; en él se define a Mesoamérica como un drea cultural que para el siglo xv compartia una serie de elemen- tos entre los que estaban la agricultura y cl cultivo bisico de mafz, calabaza y chile. 23 Palerm, Angel y Eric Wolf, “Ecological Potential and Cultural Development in Mesoa- erica", Studies in Human Fcoiogy: A Series of Lectures Given at the Anthropological Society of Washington, Washington, DC, Pan American Union, Social Science Monographs n.° 3, 1957 137, 22 Alba Gonzalez Jécome Esta discusion explica asimismo el inicio de las investigaciones de Pa- lerm, sus colegas y sus estudiantes sobre cuestiones que afios més tarde han sido cruciales en el estudio de las sociedades mesoamericanas™. Es importante hacer notar al lector, que Paul Kirchhoff (1943) define Mesoamérica a partir de 1a presencia de 44 rasgos culturales. Dentro de €stos, los elementos agricolas propuestos por Kirchhoff fueron: bastén plantador [coa], construccién de huertas ganando terrenos a los lagos [jchi- nampas y camellones?], cultivo de chia y su uso para bebida y para aceite para dar lustre a pinturas, cultivo de maguey para aguamiel, arrope, pul- que y papel, cultivo de cacao, molienda de matz, cocido con ceniza o cal [nixtamalizado|. Tanto para Pedro Armillas (1948) como para Angel Pa- lerm (1954) estos rasgos debian analizarse en conjunto y no de manera asilada; tampoco podrian entenderse sin tomar en consideracién los que Mesoamérica compartfa con otras 4reas culturales: cultivo de maiz, frijol, calabaza, batata, algodén, yuca dulce, chile, pifia, aguacate, papaya, za- pote y ciruela amarilla, que junto con el cultivo en manos de los varones y la construccion de terrazas permitian establecer la diferencia entre una agricultura compleja y una simple. Ademds, Armillas (1948) y Palerm (1954) agregaron a estos rasgos la presencia del regadio. Sus estudios en la década de 1950 fueron realizados junto con Eric Wolf en el Acolhuacan® y estuvieron estrechamente vinculados a la dis- cusién sobre ¢l modo asiatico de produccién (maP), la existencia e impor- tancia de los sistemas de regadio y la conformacién y caracteristicas de la entonces denominada sociedad oriental. Sus avances en el conocimiento de las fuentes para el estudio de la irrigacién en el valle de México —en la Palerm, Angel y Eric Wolf, “La agricultura y el desarrollo de la civilizacién en Mesoamé- rica”. En: Revista Inceramericana de Ciencias Soctates, Washington DC, Unién Panamericana, Departamento de Ciencias Sociales, Vol. 1, n.° 1, 1961: 223-45. 24 Palerm, Angel, Pedro Armillas, Eric Wolf, “A Small Irrigation System in the Valley of Teotihuacan” En: American Amiquity, Estados Unidos de América, The Society for American Archacology, 1956: 396-369. 25 Nombre dado por Palerm y Wolf al rea histérico-cultural ubicada en la parte norte de ‘Texcoco, al noreste del valle ie México. Véase: Palerm, Angel y Bric Wolf, “El desarrollo del area clave del imperio texcocano”, RMEA, México, SMA, Vol. xtv. primera parte, 1954: 337-349. Pa- Jecm, Angel and Eric Wolf, “Irrigation in the Old Acolhua Domain, Mexico”. En: Southwestern Journal of Anthropology, Estados Unidos de América, Vol. 1,3, 1955: 265-8 1. Palerm, Angel y Eric Wolf, “Potencial cooldgice y desarollo cultural en Mesoamerica”. En: Estudios sobre eco- logia humana: Conjerencias celebradas en la Sociedad de Antropologta en Washington, Was- hington, DC, Unidn Panamericana, Estudios y monografias n° 3, 1958: 1-37. Tambien: Palerm, Angel and Erie Wolf, “Irrigation in the Old Acolhua Domain, Mexico”. En: Man in Adaptation: The Biosocial Background, Yehudi A. Cohen (Editor), Chicago, Aldine Publishing Company, 1968:343-53 Agua y Agricultura 23 segunda mitad de la década de 1960 y la de 1970- estaban asociados a la discusién con Karl Wittfogel sobre las sociedades hidraulicas, sus carac- terfsticas sociopoliticas y la hidroagricultura. Para ello, Palerm tuyo que probar la importancia y complejidad del regadio en el valle de México, lo que le lev a organizar un seminario en el CisiNaH?®. De esta época son los articulos que ponemos a su consideracién en la seleccién de textos y que posteriormente fueron parcialmente utilizados por el autor como base para otras publicaciones Podemos resumir la importancia de Angel Palerm en los estudios sobre la sociedad asiatica con las siguientes palabras escritas por Karl Witt- fogel (1990: 114) en el libro de homenaje dedicado al autor de cuyas ideas sobre el MAP nos hemos ocupado en este texto: “...Como sabemos ahora, el impacto de mi idea sobre Ja sociedad asidtica (“hidrdulica’) en Palerm comenz6 a principios de los afios cuarenta. Este impacto adquirié una nueva cualidad y lleg6 a su primer clfmax en el perfodo del Simposio sobre ittigacion (irrigation Symposium) de Tucson, Arizona, a fines de 1953 y principios de 1954...”. El enfoque de los estudios de Palerm sobre el MAP lo conduce al de los sistem: teamientos a lo largo de su vida académica. Si bien se inicia con las cucs- tiones relativas a los orfgenes y la importancia de la agricultura de origen milenario, que por sus caracteristicas de adaptacion al ambiente, su rela- cién con el regadfo, aunado al incremento poblacional, permitieron el sur- gimiento del urbanismo y del Estado en la antigiiedad: también, se enriquecen con sus estudios sobre planificacién regional y desarrollo. En la década de 1970, el autor que nos ocupa discute los modelos agricolas es- tadounidense, holandés y mexicano. Estos estudios gencraron conceptos que han sido claves para las investigaciones actuales en esta materia; to- maremos, por ejemplo, el concepto de “mosaico ecolégico”, sobre el que Palerm escribfa en 1967:77 s agricolas de México, que cambia el eje central de sus plan- 26 EL Centro de Investigaciones Superiores del isu (CisiNatt) fue una institucién dedicada a la investigacién antropoWigica y a su difusin, creada y organizada por Angel Palerm, con ell apoyo politico de Gonzale Aguirre Beltran, famoso antropdlogo mexicano quien era en esa época subsecretario de Educacién Piblica. Al terminar el periodo de gobierno del entonces presidente Luis Echeverria, Palerm fue substituido del cisinai y la instituciGn transformada en su estructura y funcionamicato, cambié su antiguo nombre por el actual de crEsAS y también modifies su o1- ‘ganizacion administrativa y académica. 27 Palerm, Angel, 1967, Introduccion a la Teoria Emolégica. México: Universidad Iberoa- mericana AC. Existen reimpresiones en 1987 por la Universidad Autonoma de Queréiaro y en 1990 y en 1997 por la Universidad lberoamericana AC. 24 Alba Gonzilez Jécome El area territorial de Mesoamérica,... puede ser descrita como un enorme mo- saico cultural y ecolégico, Desde el punto de vista hist6rico-cultural se trata de una zona de desarrollo continuo ¢ interrelacionado, desde comienzos tan humildes como en el Viejo Mundo hasta la civilizacién urbana, Desde el punto de vista eco- I6gico-cultural se trata de una regi6n en que la agricultura de temporal (sin rega- dio) resulta posible en toda su extensidn, exceptuando algunos bolsones desérticos. Para Palerm (1967 y 1997: 120-126) el concepto de mosaico ecolégico requeria de la aplicaci6n de varios criterios, ya que las generalizaciones eran insuficientes en la discusién de la eyolucién social mesoamericana. Estos criterios eran los siguientes: el fisiografico, los tipos ecolégicos, las zonas simbisticas y el drea clave. El criterio fisiogréfico requeria del cono- cimiento de las caracterfsticas ffsicas m4s permanentes de Mesoamérica. Los tipos ecologicos se refieren al estudio de las relaciones especificas entre un ambiente natural determinado y el equipo cultural existente para un pe- riodo especifico; cl estudio de estos tipos parte de la agricultura, base eco- n6mica de estas sociedades, los sistemas de cultivo, la tecnologia instrumentada, el repertorio de plantas y animales domesticados y la orga- nizacién de las sociedades estudiadas (Palerm 1997: 81-102). La zona simbiotica es una herramienta conceptual en el estudio de las macro adaptaciones —o adaptaciones regionales— que para Palerm eran condiciones mayores y fuerzas impulsoras del desarrollo. Las Areas inter- cambiaban productos a través del comercio, la tributacién, la organizacion politico-religiosa y la conquista militar. Ademés, habfa adaptaciones?8 a condiciones micro-ambientales (altitud, clima, vientos, precipitacién plu- vial en el nivel local), pero estos ajusies de cardcter local estaban articu- Iados a las macro adaptaciones. El concepto de area clave era aplicable a las zonas que desempefiaron un papel dominante a lo largo de uno 0 va rios periodos de tiempo; su establecimiento requiere de estudios sobre sus bases ecoldgicas, arqueologfa, historia, hegemonia y decadencia. Las influencias de estas zonas que concentraron el poder se explican en el estudio del espacio temporal y del espacio geogréfico que controla- ron (Palerm 1997: 126). De esta forma, el concepto de mosaico ecoldgico implicaba el estudio diacrénico y sincrénico de las sociedades humanas y de sus relaciones con el ambiente tanto en el espacio como en el tiempo La propuesta se complementa con el concepto de niveles de integracin de 28 El autor se reficte a los ajustes sociales y culturales de naturaleza local, que son especi- ficos a cada sociedad humane, que estiin conectados directamente con su ubicacién zeogréfica, caracterfsticas del ambiente, el clima y 1a altitud, ademas del suelo, el agua y Ia vegetacién. Estos serelacionan también con la tecaologfa local, los recursos en e! territorio controlado por el grupo y su historia particular, Aguay Agricultura 2S Steward (1955), para lo que Palerm (1976d) incluyé el andlisis de las es- calas surgidas desde lo local hasta lo que ahora denominamos global, al que —siguiendo a Wallerstein—”? [lam6 el sistema mundo; modelo que aplicé al estudio de la forma de articulacién de México con el sistema eco- ndmico mundial a través de la produccién y distribucién de la plata®. Muchas discusiones tras el fallecimiento de Angel Palerm —en 1980— se han planteado alrededor del estudio y andlisis de las interrelaciones entre las sociedades humanas con su ambiente y para aquellos que piensan que el concepto fue sustituido por el de diversidad —tanto ecoldégica como cul- tural— habria que considerar las aportaciones que en torno al concepto de mosaico ecolégico y de sus cuatro criterios han hecho autores tan relevan- tes en el campo de la arqueologfa mesoamericana como William T. Sanders y Barbara Price (1968) y que, en aiios mds recientes, vemos en los trabajos del arquedlogo estadounidense Scott Fedick en Quintana Roo (1996) y del gedgrafo también estadounidense— William E. Doolitlle con Jonathan B. Mabry (2006:109-121). A cuarenta afios de la postulacidn del concepto, podemos afirmar que su aplicacién al estudio de los orfgenes de la agricul- tura y el cultivo de mafz en Mesoamérica y entre los mayas en particular ha dado resultados impresionantes (Staller, Tykot and Benz 2006). El estudio de lo que en estos tiempos se denomina el conocimiento tadicional ~ahora tan de moda entre antropGlogos, agroecdlogos, ecélo- 208, 0 bidlogos dedicados a la ciencia aplicada— se fundamenta de manera primordial en el trabajo de campo y —si es factible— en la observacién di- recta de las sociedades en cuestién, 0 en la investigacién sobre su pasado. Por necesidad tedrico-metodolégica, Angel Palerm la aplicé en sus inves- tigaciones sobre Mesoamérica, el papel del regadfo en el desarrollo de la civilizacin, o sobre la agricultura mexicana de las décadas de 1960 a 1970; los enfoques y estudios interdisciplinarios, construidos sobre sus discusiones y relaciones académicas con miiltiples investigadores, o por la lectura de sus obras, le permitieron construir nuevos problemas de inves- tigacion. Un ejemplo de este didlogo interdisciplinario fueron sus relaciones constantes: en arqueologia con Pedro Armillas, William T. Sanders, Ri- 29. Cuya primera edici6n en castellano se genera hasta 1979, pero cuya edicion en inglés habia sido lefda y difundida por Palerm una década antes. Véase: Immanuel Wallerstein, 1979, El Moderno sistema mundial, México: Sigho xxt. 30 Angel Palerm, “Sobre la formacién del sistema colonial en México: Apuntes para una ciscusién”, En: México, La Casa Chata (Publicacién provisional), 19764, 48 pp. 26 Alba Gonzalez Jacome chard MacNeish, Kent V. Flannery, o James Nelly?! -entre otros muchos—, con boténicos como Efraim Hernandez Xolocotzi?, bidlogos como Ar- turo Gémez Pompa*®, o con antropdlogos sociales como su cercano amigo Eric Wolf, Richard N. Adams y Barbara Price. Ya en sus tiltimos afios de vida el didlogo se abrié a los agroecélogos como Stephen R. Gliessman* y a gedgrafos como Alfred H. Siemens**, Una pléyade de historiadores, economistas, demédgrafos y planificadores estuvieron también entre sus colaboradores, amigos y colegas; pero entre todos ellos fue de gran impor- tancia su relacién académica y personal con Karl Wittfogel, que se expresa en los textos sobre el modo asiatico de produccién, la hidroagricultura, la agricultura hidrdulica y los sistemas de regadio en el Nuevo Mundo. Es im- portante tomar en consideracién las propias palabras escritas por Palerm (1972:126-127) sobre la obra de Karl Wittfogel, antes de pasar a la discu- sidn sobre el modo asidtico de produccién, que nos ocupa en este escrito. Las contribuciones de Wittfogel resultarfan casi incomprensibles, 0 al menos di- ficiles de valorar tanto en sus aspectos cientificos como en sus derivaciones poli- ticas, fuera del doble contexto que hemos estado discutiendo, Es decir, por un lado, la corriente sociolégica representada por los economistas clasicos y por Karl Marx y Max Weber; por otro lado, las polémicas entre los marxistas, los anar- quistas y los populistas. Por lo demas, la obra de Wittfogel, que se extiende a lo largo de cincuenta afios de intensa actividad, ha sido atacada con violencia, supti mida donde la censura politica ha podido eliminarla y generalmente ignorada, La ignorancia ha sido mas notoria en los paises de lengua espafiola, en los que hasta hace poco s6lo algunos de sus articulos circulaban en traducciones mecano- 31. Bste arqueéiogo estadounidense, quien ha trabajado desde le Universidad de ‘Texas en Austin, continiia actualmente sus investigaciones sobre el regadfo y la agricultura en Tehuacan, Nelly inici6 sus estudios mesoamericanos bajo la direccién de Richard MacNeish en la década de 1960 y contintia actualmente sus estudios en La region 32, Uno de los mds prestigiados agrénomos y etnoboténicas de México, formador de nume- rosas generaciones de jévenes dedicados al estudio de los sistemas agricolas, las plantas eultiva- das y su importancia en la vida y la economia de las sociedades rurales. 33. Importante botdnico mexicano, creador de varias centros de investigacién en México, entre Ios que destacan el ike y cl CHRO; este titimo actualmente en funcionamiento, como parte de la Universidad Veracruzana, Palerm mantuvo relaciones muy cordiales con él y colabo- raron en proyectos como el de los camellones chontales en Tabasco. A quien conocis en Veracruz, en la décaca de 1970 y con quien colaboré en los estudios sobre agricultura que realizaba el in- Rav y en las investigaciones sobre el sistema de camellones y su aplicacion a la zona pantanosa de Tucta, en Tabasco. 34 Agroceslogo a quien conocié en cl Colegio Superior de Agricultura Tropical (css) en Cardenas, Tabasco, 35. Con quien tuvo pocas -pero fructiferas- entrevistas en el aflo de 1975, discutiendo lo que Palerm denominaba la “agricultura de pantano” como opcidn a la roza-tumba-quema y sus pro- blemas de productividad, especialmente los relacionados con el incremento poblacional y el ur banismo en la zona maya Agua y Agricultura 27 grafiadas 0 mimeografiadas. Si ne estoy equivocado, la primera publicaci6n ir presa en espaol de un texto de Wittfogel es de 1955, en un volumen que yo edi (a partir de Ia versiGn inglesa de Julian Steward): Las civilizaciones antiguas del Viejo Mundo y de América: Symposium sobre las civilizaciones de regadto. El vo- lumen incluy6 ademés del de Wittfogel, trabajos de Julian Steward, Robert Adams, Donald Collier, Angel Palerm y Ralph Beals. Quiz4 solo un alemén es capaz de persistir durante medio siglo en un esfuerzo que parecfa condenado a ser desco nocido por sus contempordneos (Palerm 1972: 126-127) Sobre el modo asiatico de produccién y las discusiones que se originaron Angel Palerm escribe una serie de cinco articulos, que fueron publica- dos en la revista Comunidad editada por la Universidad [beroamericana entre 1969 y 1970, donde analiza el concepto de modos de produccién y las implicaciones que tuvo su aplicaciGn al estudio de las sociedades antiguas, en especial la mesoamericana. Los resultados de estas discusiones se refle- jaron en la vasta serie de publicaciones hechas por é1 mismo y por los -en- tonces— jévenes estudiantes que participaron en varios de los proyectos de investigacién apoyados por el cisivaH. La publicacién generé una polé- mica en México, donde grupos a favor y en contra del concepto Janzaron escritos, diatribas y respuestas diversas al autor, quien logré provocar los Animos intelectuales de numerosos estudiosos de la evoluci6n social. Palerm discute en ellos la posibilidad explicativa de un modelo ba- sado en el evolucionismo multilineal, con caracteristicas distintas a la del evolucionismo unilineal que habia sido tan combatido en el mundo acadé- mico de los estudios antropolégicos en los Estados Unidos, abandonado 0 ignorado en el europeo y que hasta la publicacién de estos textos era préc- ticamente desconocido en México. Por su estrecha relacién con el marxis- mo y los marxistas ortodoxos, en especial con la figura de Karl Wittfogel, cl concepto de modo asidtico de produccién y el modelo derivado de éste fue debatido, pero no ignorado y pasé a ser un elemento fundamental en las tematicas de estudio desde la década de 1970 y en especial en la si- guiente. Un resumen con comentarios de estos articulos se presenta al lec- tor a continuacién. 28 Alba Gonzélez Jécome Una Defensa del Modo Asiatico de Produccién Segiin Marx y Wittfogel?6 (Primera parte) Angel Palerm discute la obra de Karl Wittfogel, siguiendo los andlisis previos sobre el modo asidtico de produccisn, las sociedades hidraulicas y el despotismo oriental. Establece que hacia 1853 Marx “redescubrié” las so- ciedades no europeas y con ellas de! modo asiatico de produccién (MAP), cuyo “descubrimiento” en el siglo xix fue obra de los economistas clisicos: Adam Smith, James Mill, Richard Jones y John Stuart Mills, que habfan es- crito sobre las peculiaridades institucionales de China, India y Egipto, sin dejar lugar a dudas, sobre un tipo de economta, de sociedad y de Estado, distinto del europeo. Estas sociedades contrastaban con la teorfa del desarro- llo de la sociedad europea, que habfa sido proyectada a la evolucién mun- dial; la misma que se habia montado en el Manifiesto, sobre el concepto de la lucha de clases y que las clases se definian, esencialmente, en términos de la propiedad privada de los medios de produccién. Palerm (1969) afirma que “...la mayorfa de los marxistas criollos, se sentirfan muy incémodos Ieyendo las hirientes opiniones sobre América Latina publicadas por Marx y Engéls, a propésito de las guerras de Esta- dos Unidos contra México...”. De cualquier manera, para el autor, la cues- tion basica era establecer hasta qué punto esta visién de la sociedad oriental modificé los conceptos evolucionistas del siglo x1x, que el mismo Marx habia adoptado y contribuido a establecer, as{ como el esquema par- ticular de desarrollo expuesto en el Manifiesto. En la sociedad capitalista la evolucién era consicerada como igual al progreso necesario; caracteri- zada por un tipo de desarrollo unilineal, con etapas constantes y universa- les que eran aplicables a la evolucién humana. Para Palerm, es en el articulo del Tribune donde Marx abandona esas concepciones; ¢l mundo oriental queda entonces fuera del mundo del pro- greso y en consecuencia, es ajeno al proceso de desarrollo. Marx no en- cuentra esclavismo en Asia, ni ampoco feudalismo. Muchos afios después en noviembre de 1877— habria de confirmar, explicitamente y con toda claridad, su rechazo a las supuestas etapas necesarias de desarrollo. Pa- lerm afirma que “...desconocemos las razones de Marx sobre por qué no prosiguio la linea de anilisis iniciada con su reconocimiento del cardcter original del desarrollo asidtico, por comparacién al europeo...” y desco- 36 Publicado en 1a revista Comunidad, editada por la Universidad Iberoamericana AC, Vol. 22, 1969: 763-781.

You might also like