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APAULM.G. LEVY JULIEN FREUND Profesor émirto dea Universidad Catia de Lowina- La Nueva * SOCIOLOGIA DEL CONFLICTO © Eaitoral Fundacion ‘CERIEN, I ueda hecho it N° 11.723 Queda hech¢ Sone ie casi hig FUNDACION CERIEN 36 4, Los errores de la sociologia del siglo XIX Las teorias del contrato soci ; cial no tuvieron ida; Imurieron en ese inmenso conflicto que fue la rebar! fesa. Por el contrario, las consecuencies paradojales que ya inwelsad conta et ial de (ead cant A tros dias, al precio de una nueva paradoia ate sown tee ‘onsista on una suerte de contrapunto i6 focledad, Hog er unt con Ja concepcion naturalista de Ia naturalidad y la artificialidad, i. te que el hecho de vivir en sociedad responde a une onen, ® En‘este punto,la posicién de Aristételes oi ¢ e le Arist6teles es clan pian e icra jefm 2-11 dedara que no fo aelior sobre ‘naar tn ne nicamenie Sobre ls meciosmésapropjados para. cia de la naturaleza, pero al mismo tiempo se piensa, a causa Ye la ideologia del progreso, que estaria en la logica de las cosas si a la larga la sociedad Megara a eliminar los conflic- tos, ya sea en base a una concepcién dialéctica del devenir © fundamentandose en una maduracion progresiva del indi- viduo, La toma de conciencia de la importancia de la eco- nomia y de la escasez que es su premisa ha contribuido mu- . cho a dar crédito a esta nueva manera de ver las cosas. El esquema seria el siguiente: la escasez fue en el pasado fuen- te de conflictos y luchas, pero con la aparicion de la socie- dad industrial la humanidad estard en condiciones de supe- rar sus conflictos porque se entraré en un proceso que ine- vitablemente la conduciré a la instauracion de una edad de la paz, con exclusion de toda violencia y, por lo tanto, con 4 extencion de las fuentes de conflicto. ‘Esta esperanza constituy6 el niicleo del pensamiento liberal elésico, del cual el socialismo naciente por entonces seria el heredero del ala izquierda. El extraordinario desa- rrollo de la economia, consecuencia de los diversos descu- brimientos téenicos, asi como la reorganizacion social que de él derivaria, tendrfan como corolario la desaparicién de los conflictos, gracias a un progresivo retroceso del campo de la actividad politica y de su principal motor, el fenémeno militar, tanto que algunos autores llegaron a considerar la posibilidad de una decadencia de la politica. La ansiada abun- @ancia econdmica, al propiciar una sociedad pacifica, derro- taria a la voluntad politica, que asf no podria sobrevivir ala extincién de los conflictos. Fue el gran periodo de las filo sofias de la historia, en el que cada una de ellas preconizaba que con la secularizacién se realizarian los designios ocultos + de la providencia, Robespierre fue uno de los primeros en hhacerse portador de esta esperanza, en su discurso del 5 de febrero de 1794: “Queremos, en una palabra, satisfacer los deseos de la naturaleza, cumplir los destinos de la humani- dad, mantener las promesas de la filosofia, absolver a la pro- Videncia del largo reinado del crimen y la tiranfa.*? Todas 33 Robespierre, Textes choisis, Ed, Sociales, Paris, 1958, T. IL, pég. 1. 38 Paradoja: la de la ideologia totalitaria del siglo XX, Dos to, intelonneennelPales Se dsputaban en ese entonces el mercado lectual: una reformista, revoluciona hutridas en la misma leche del liberalisim>, « curtis ness AL Ce & ET eeeS estaba transitando de ja edad militar tos'a la om dela pass Consett SEOs ae 108 con ejemplo de esta corriente doctrinaria, a tno de oe te ooo igiosos exponentes de esta linea de pen . Marx nos servird i Ere ervird de referencia para cla: geN cis nema eer ey to tat, nantes extraldo de “El espintu de congulstay de uses et f ion Heros eemplazar ala dela guerra, asf como a de la quote wee eet laments que precede. a guern, pus x antes stro area, Peete el caleulo civilizado, Es apy cuanto mis dome a endenca comet, mays asi Soe oe gobierno que ho} isiera cae Seay si py ate eis pars iim cnt sar aman sims ran de la Pléiade, is i 3 Bibi Ea ade, Paris, 1957, pig. 998:998, Hl sabeejeds oe Megado a la époea del come! 39 Saint-Simon Est fuera de toda duda que Saint-Simon es el autor bur- bujeante de una obra tumultuosa, a menudo imprecisa en la ‘expresiOn y a veces incoherente en el tratamiento, pero tam- bién es indiscutible que se hallaba poseido por una intuicion fundamental que se mantuvo inalterada durante toda su vida, a pesar de la diversidad de los modelos fisicos, fisiologicos y econémicos que tomé como base para sus demostraciones. Dicha intuicion es la siguiente: es posible regenerar la huma- nidad librandola de toda conflictualidad, concretamente ha. ciéndola progresar hacia la filantropfa universal. El problema es poner fin a los desérdenes suscitado’ por la revolucion francesa, que a su vez son el resultado de los vicios de la so- ciedad precedente, la cual, durante mucho tiempo, se adap- 46 a las condiciones dadas, pero que a partir de este momen- to es impotente para hacer frente a los problemas nuevos. Por consiguiente, es necesario proporcionar a la sociedad los me- dios para que responda eficazmente a su vocacién tutelar. ‘A tal fin, Saint-Simon postula la existencia'de un “or- den” o ‘marcha de las cosas”, que también denomina natu- raleza de las cosas. Estas expresiones impliean, por una par- te, que el hombre esta llamado naturalmente a vivir en so- ciedad; por la otra, que la sociedad, en virtud de la acumu- lacion de sus progresos, esta destinada a pasar naturalmente a una etapa de total reorganizacion social. Dicho de otro modo, la historia, a causa de su misma naturaleza, serfa nomativa por el hecho de que la civilizacion ha perm’ tido que la humanidad superara el estado de ‘coaccion y de guerra. Por consiguiente, Saint-Simon rechaza la idea de que la sociedad pueda tener como fundamento un contrato més 0 menos voluntario. Lo que la guia es el interés que tie- nen los hombres viviendo juntos: “Un nimero cualquiera de hombres agrupados al azar no constituye una sociedad pero surge un interés comtin, y la sociedad esté formada.”3* Esta 38 Saint Simon, L'ndustrie, Nuestras citas estén tomadas de la reedi- dicién de las obras de Saint-Simon en 6 vokimenes, Edit. Anthro- pos, 1966, T. I, pag. 21, 4 biisqueda del interés pertenece a la naturaleza del hombre, Pero también es signo de la necesidad de organizarse, en el sentido del paralelo entre el mono y el castor que estable- ciera Saint-Simon. Hst4 en la naturaleza del hombre perfec. cionarse gracias a sus “dotes” organizadoras. La naturaleza humana leva en si misma un poder emancipador que es pre. ciso liberar; la ciencia y la nueva educacion nos indica el famino a seguir para lograrlo. Si la naturaleza empuja al hombre a que viva en sociedad, también hace de él un ser sometido a la ley del progreso que le permitira superar el estadio del conflicto y de guerra. Esle es el sentide con ot cual Saint-Simon une la naturaleza y la artificialidad de la Sociedad, pero no se interroga acerca de las implicaciones Blosoficas de esa combinacion o, segtin una de sus expre- Siones favoritas, de esa “liga”. Sin’ embargo, el hecho de que cl hombre viva naturalmente en sociedad casi no le precsu. Pa, tan evidente le parece; por lo tanto, vuelca toda su aten. Gion en la organizacion de la sociedad que, en principio, deberd librar al hombre de conflictos, Su idea directriz es 1a siguiente: “No olvidemos, por otra parte, que en una sociedad de trabajadores todo tien. de ‘naturalmente al orden; el desorden viene siempre, en Ultimo andilisis, de los holgazanes”.% El entiende por traba. jador tanto al empresario como al obrero, pero también el labriego, el sabio y el comerciante, por oposicion a los ovio. £05 © no productores. En la sociedad de la escasez, de ante. Ro, que era de estructura jerérquica porque estaba fundade en la dominacién, el hombre tenia dificultades esencial, mente con el hombre antes que con las cosas. Hoy en dia, Sracias al progreso, el hombre esté mas en relacion con lag Gosas'y lo estara cada vez mas, al purito de que estard en con, diciones de “hacer y deshacer la naturaleza” a su antojo.2” Ta dominacion del hombre por el hombre, por fuerza de ca- acter conflictual, seré sustituida por la administracion oo % Lorganouteur, 7, Il, pag. 152, 37 Lorganisateur, T. II, pig. 126, 4 de una organizaci6n social cada vez mas oth fin a explotacién de los hombres, Por el hecho de que la huumanidad dispone ahora de recur sos para “trabajar en pro del mejoramiento aes exist ane fis y moral de la clase mis pobre”. De abi la marcha de Ja humanidad hacia un orden nuevo que con i ene sefianza del cristianismo, pero desde fuera de la fe eri pany “Todos los hombres deben mirarse como hermanos; amarse y socorrerse los unos a los otros”.2? sin embargo, el advenimiento de la amistad general por ‘obra aa eta industrial pasar provisionalmente por, ie periodo de lucha de clases, durante el cual los ociosos, los znganos, los feudales y los pardsitos de la sociedad iran per- diendo progresivamente su poder de coaccién, mientras ae Ja clase de los proletarios, por el hetho de formar parte le Ja clase de los productores, se integraré cada vez mas a la a ciedad nueva. Con todo, Saint-Simon no concibe esta lucl de glases de un modo revolucionario; solo pose el significado conilictual de una rivalidad entre quienes, en virtud de la marcha de lat cosas, perderan progresivamente sus pretroga tivas y los productores, que representan el porvenir, hasta el momento en que “los productores de todas las clases y todos los paises se hagan ‘amigos’ ”4°+ Dicho de otro modo, ios con- flictos duraran, con respiros y desviaciones, hasta que el sis- tema de organizacion de la industria reduzea, no con tras- lornus bruscos sinu gracias al progresivo perfeccionamientd de la humanidad, las pretensiones de la antigua clase domi- nante merced a una administracién general de la sociedad. 38 Le nouveau christianisme, 'T. UL, pég. 173. ® Dusysteme industrial, IL, pig. 94. © Lindustrie, Il, pég. 47. 42 Karl Marx K. Marx concibe de otra manera las relaciones entre la naturalidad y la artificialidad sociales y al mismo tiempo la reconciliacién de la humanidad consigo misma luego de ha- ber superado sus contradieciones y conflictos. En su opinion, no hay razén para oponer abstractamente al individuo con Ja sociedad, como lo hicieron las teorias del contrato social En efecto, “el individuo es el ser social”*1,110 es en forma inmediata por su esencia misma de ser humano. Las contra- dicciones y los conflictos aparecieron con la alienacidn, es decir la escision entre individuo y sociedad. En sus origenes, el hombre era una unidad de naturaleza y sociedad: ser obje. tivo, natural, sensible, es lo mismo que tener fuera de uno mismo el objeto, la naturaleza, el sentido, o ser uno mismo objeto, naturaleza, sentido para un tercero.*2*Esa unidad fue quebrada por la artificialidad de la técnica, la fabrica- cién de herramientas y maquinas y por la division del traba- Jo que result de ello a causa de que, a partir de entonces, el hombre se proyecto en esa artificialidad y se volvio extran. jero para si mismo, Esta alienacién primaria trajo consigo toda “una cascada de alienaciones, tales como la politica, la religion, la moral, el derecho y, aun cuando en este punto Jos textos sean equivocos, el arte y la ciencia, Lo que impor. ta comprender es que la politica, la religion, eteétera, cons. tituyen manifestaciones artificiales que es posible vencer ha- ciéndose de algiin modo cargo del artificio. Este consiste en. dcsalienar la causa primitiva de la alienacion porque es una “falta”, una “enfermedad que no deberia ser”,*, reconci- ‘| Manuscrits de 1844, Bd. Sociales, Paris, 1962, pig, 90, Esta obra tiene 1a ventaja de presentar con més pertinencia el pensamiento flos6fico que constantemente inspird a Marx en sus escritos pos. teriores. ® Iid., pig. 197, © Manuscrits de 1844, Ed, Sociales, Paris, 1962, pég, 149, 43 liando de nuevo al hombre con la naturaleza y la sociedad. Tal es el proyecto comunista, que consiste en la “apropia- cién real de la esencia humana por el hombre y para el hom- bre; por consiguiente, retorno total del hombre para si on tanto hombre social, vale decir humano, retorno consciente que se ha operado conservando toda la riqueza del desarto- Uo anterior”.** La filosofia de Marx postula que el conflicto es conse- cuencia de una mala.onganizacion de la sociedad, que no esta ligado a la esencia del hombre y, por lo tanto, es posible eli- minarlo a través del devenir histOrico puesto que es uno de sus productos. Ademds, Marx confunde lo social y lo eco- nomico, de manera que, modificando las relaciones de pro- duccién, se puede modificar fundamentalmente la sociedad*s hasta lograr que pericliten la politica, la moral, el derecho y la religion, pues esas actividades no son “realmente” sociales sino Gnicamente “reflejos” de la desnaturalizacién de la vida social consecutiva a la alteraciOn culpable del juego econd- mico. Por otra parte, estas actividades son en si mismas irre- mediablemente conflictuales, de manera que no tiene sentido regenerarlas, puesto que s6lo experimentan, en el plano ideo- logico, las contradicciones ‘“superfetarias”” de relaciones de produccién falseadas que, una vez restablecidas en su verdad, harén superfluas la politica, la religion o la moral. Suprimir el conflicto en la econom{a no significa tan s6lo_suprimirlo sino que con ello se logia direclamente la abulivion de estas actividades en si mismas, En el pensamiento de Marx, el prin- cipal responsable de la conflictualidad es la division del tra- bajo, pues en ella se originan todas las otras divisiones. El lo confiesa sin ninguna ambigiiedad cuando dice que “poco importa, por lo demés, lo que la conciencia emprende aisla- damente; toda esta podredumbre no nos da més que este 4 ‘Textos tipieos de esta confusion aparecen en la Idéologie alemande y en el prefacio a la Contribution a la critique de l'économie poli- tigue. 44 resultado: esos tres momentos, la fuerza productiva, el esta- do ‘social y la conciencia, pueden y deben entrar’en con flicto entre ellos ya que, a causa de la division del trabajo, se hace posible 0, mejor dicho, sucede efectivamente, qué la actividad intelectual y material el goce y el trabajo, la Produccion y el consumo— son repartidos a individuos dife- Tentes; y entonces la posibilidad de que esos elementos no entren en conflicto reside dnicamente en el hecho de que se Negue a abolir de nuevo la division del trabajo”. Ella en. gendra la division de la sociedad en clases, cuya consecuen cia es la lucha de clases. : Légicamente, no es de esperar que quienes se benefi- cian con esta alteracién de las relaciones de produccion les Pongan fin. Es necesario constrefiirlos a ello a través de los medios violentos de la revolucién, entendiéndose que tal Tevolucién no debe ser “local”, como la revolucién fran- cesa, sino “universal”, dado que la deformacién de las rela. ciones sociales es universal. Solo tienen interés en llevar 4 cabo esta revolucién aquéllos que sufren por el actual estado de cosas, es decir la masa proletaria. Asi, la revolucion esta concebida como el conflicto universal que pondré fin a todo conflicto, porque pondra fin a todas las divisiones sociales ¥ a las actividades que de ella se nutren, como la politica, la moral, la religion o el derecho, Evidentemente, en una pri- mera etapa el comunismo utilizard la conflictualidad para sus Propios fines, en forma de dictadura del proletariado, y solo después, en aquello que Marx, en su Critique;du programme du Gotha, denomina la “fase’ superior de la sociedad comu. nista”, desaparecerd toda division y todo antagonismo, Como vemos, también Marx tiene la obsesion de la utopia unani. mista de lo que llama comunidad o comunismo, merced a la reconeiliacion del hombre ‘con la naturaleza y la sociedad, Pero recuperando todo el bagaje de experiencias positivas de la historia, vale decir todo lo que no es fuente de divi. sion y de conflicto. “© K Marx, F. Engels, Lidéologie allemande, Ed, Sociales, Paris, 1968, pag. 60-61.

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