‘Actas de las Sequndas Jornadas de Derecho Adminstrativo 131
LA POTESTAD INVALIDATORIA DE LOS ORGANOS
DE LA ADMINISTRACION DEL ESTADO
Juan Carlos Ferrada Borquez*
|. Introduccion
Una reciente sentencia de la IItma. Corte de Apelaciones de Valdivia, confirmada pos-
teriormente por la Excma. Corte Suprema’, rechaz6 un recurso de proteccién presen-
tado por un grupo de funcionarios municipales en contra de un decreto municipal
que establecia la invalidacion de un decreto de nombramiento expedido por el mismo.
municipio con anterioridad. Dicha resolucién judicial fundamento el rechazo del recurso
en a regularidad del procedimiento empleado por el municipio en la dictacién del acto
administrativo invalidatorio, la concurrencia efectiva de los vicios del decreto original
y en la improcedencia de fundar la proteccion del empleo publico en el derecho de
propiedad garantizado en el art.19 N°24 CPR. Sin embargo, lo més relevante para los
efectos de este estudio, es que el fallo de la IItma. Corte afirmé, indirectamente si se
quiere, la plenavoperatividad en nuestro derecho de la
Profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Austral de Chile
Sentencia “Pineda Barrales otros con |. Municipalidad de Lanco", rol 294-2005.12 | acto enoceomenro somnsteanvo
Administracién del Estado Para invalidar por si mismos los actos contrarios a derecho,
afectados por la invalidacién.
Esta sentencia, a mi juicio, marca un hito importante en el Derecho Administrativo chi-
leno, ya que reconoce indubitadamente la potestad de los érganos administrativos para
anular los actos ilegales y el procedimiento dispuesto para ello, rechazando las tesis mae
clésicas que consideraban la existencia de esta potestad como un privilegio inaceptable
en nuestro sistema constitucional. Probablemente mucho ayudé a la formulacién de
esta doctrina la entrada en vigencia de la LBPA un par de arios antes, citcunstancia que
no fue reconocida expresamente por la sentencia en su parte resolutiva, pero si argu.
mentada por la recurrida y reproducida por la Corte en los considerandos del fallo
En este contexto parece oportuno y util plantearse algunas interrogantes que despierta
esta potestad invalidatoria de los érganos de la Administracién del Estado en nuestro
derecho, especialmente después de la aparicién de la LBPA, haciéndose cargo de las
disputas doctrinales y jurisprudenciales que se habian suscitado en esta materia en los
Ultimos afios. A estos efectos en este trabajo se abordardn algunos puntos relevantes
€n esta materia, avocéndose primeramente al estudio del concepto y los fundamentos
doctrinales de esta potestad, posteriormente se analizaré cOmo opera ésta en el dere.
ho chileno, luego se abordarén sucintamente algunos limites que pudieran existir para
Su ejercicio, para finalizar con el estudio de los mecanismos especiales de control de la
invalidacion.
IL Las bases doctrinales de la potestad invalidatoria
1. El concepto de “potestad invalidatoria”. La Potestad invalidatoria ha sido
entendida tradicionalmente en nuestra doctrina como la Potestad que ostentan
\ -
En otras palabras, se trata de una potestad 0 privilegio exorbitante de la Admi-
esa-declaracion. De este modo, la potestad de invalidacion es:distinguida clara-
mente de la potestad revocatoria que también ostenta la Administracion y donde
Veniencia'y no concurre, por tanto, un vicio o irregularidad como fundamento
de su ejercicio
2 _uigencia actual de la invaidacion de los actos adminisrativos”, Revista de Derecho, Consejo
cde Defensa del Estado, aio 1, N°2,p.48. En el mismo sentido, Vargas, Osvaldo, “Algunos aspectos sobre a
invalidacin en la jurisprudencia de la CGR", Gaceta Juridica, N°178, 1995, p.37,‘Actas de las Segundas Jornadas de Derecho Adminstrativo 133
En el derecho comparado esta potestad de invalidacién administrativa también
es reconocida por sus ordenamientos, aunque recibe algunas denominaciones
distintas. Asi por ejemplo en el derecho italiano es conocida como anulacion de
oficio, denominandose genéricamente revocacion en el derecho francés y revi-
sién de oficio en el derecho espanol, por nombrar algunos de los derechos com-
parados usados habitualmente como referencia. En cualquiera de estos casos,
esta potestad anulatoria de la Administracion presenta caracteristicas similares
a las sefialadas para la potestad invalidatoria por nuestra doctrina, aun cuando
como lo vamos a ver mds adelante- tiene una extension material y temporal
diversa, en atencién a los supuestos de procedencia y efectos’,
2. Los fundamentos de la potestad. Esta potestad exorbitante de la Adminis-
tracién para anular sus propios actos ha sido fuertemente criticada por un sector.
de:la.doctrina. El argumento clave para ello ha sido sostener la inexistencia de
este tipo de potestades para la Administracién sobre la base de la-afirmacion del
fs ay : , :
asi-como de la intangibilidad.de los derechos adquiridos al amparo de un-acto—
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Tal planteamiento, escasamente seguido en el derecho comparado, salvo en los
paises del common law aunque con principios y tradiciones bien distintas-, en
nuestro derecho ha tenido una especial acogida de la mano de la interpretacién
extensiva de la proteccién constitucional de la propiedad, asi como la exclusivi-
dad de la tutela judicial para revisar la juridicidad de la actuacién administrativa’.
‘Aun més, esto Ultimo lleva a sostener a este sector doctrinal, una interdiccion
de la autotutela administrativa en nuestro derecho, estableciendo una conexién
curiosa con la tradicién juridica anglosajona liberal del siglo XIX.
3
Parada, Ramén, Derecho Administrativo, Marcial Pons, Madrid, 1998, Tomo |, parte general, pp.213-214.
Como sefialan Garcia de Enterra y Fernéndez, la tradicidn juridica inglesa parte de concepciones bien distintas
al derecho continental en cuanto al papel del Juez y de la Administracion, lo que hace que esta ultima esté
limitado fuertemente por aquel e incluso privado de poderes de offcio, en la medida que los agentes publicos
estén sometido al mismo derecho de los partculares y no a un “regimen administrativo" como en los sistemas
administrativos de raiz francesa como el chileno. Ello se complementa con la distinta concepcion de los actos
‘administrativos en el sisterna juridco inglés como actos aplicaivos de la ley, pero no como actos auténomos
de subjetvided independiente y dotados de poder propio. Ver, en este sentido, Garcia de Enterria, Eduardo y
Fernandez, Tomds, Curso de Derecho Administrativo, Civitas, Madrid, 1996, tomo |, pp. 477 y ss.
Por todos, Soto, Eduardo. “Invalidacion de los actos administrativos en el derecho chileno”, Revista de Derecho
y Jurisprudencia, tomo LXXXV, N°, septiembre-diciembre 1988, pp.162 y's.x | acto yrRoceonento abniusrRaTvo
Sin embargo, hoy buena parte de la doctrina comparada y nacional se inclina)por
afirmar la plena procedencia de la potestad administrativa para invalidar directa-
mente sus actos contrarios a derecho. Tradicionalmente ello se ha explicado so-
bre la base del privilegio de autotutela de que gozaria la Administracién Publica
en los ordenamientos juridicos de tradicién europea continental, privilegio que le
permitiria precisamente volver sus propios actos y anularlos, sin tener que recurrir
a los tribunales de justicia como los demas sujetos de! ordenamiento’. De este
modo, el ordenamiento juridico reconoce una autonomia juridica a la Adminis-
tracién, la que es revisada y controlada posteriormente por los tribunales de jus-
ticia, actuando éstos como una jurisdiccién revisora de la actividad de aquella.
Este privilegio 0 poder exorbitante, como acostumbra denominar esta doctrina,
derivaria esencialmente de la naturaleza de la propia potestad administrativa, la
que es en ultimo término expresion del poder publico administrativo. En otras
palabras, el privilegio de autotutela de que estan revestidas sus potestades no es
una particularidad de la Administraci6n Publica en el marco de la estructura de
poder del Estado, sino una consecuencia obvia de su integracién en este ultimo,
cuyos actos estan siempre dotados de imperio y exigibilidad directa en el orde-
namiento.
Ahora bien, esta consideracién autoritaria de la actuaci6n administrativa arranca
historicamente -al menos en la tradici6n europea continental- en el proceso de
formacién del poder estatal en el Antiguo Regimen, en que su concentracién
centralizada en el monarca permitié dotar a todas sus actuaciones (jurisdiccio-
nales y administrativas) de una fuerza irresistible directa, capaz de imponerse
a los particulares aun contra su voluntad. En este sentido, Garcia de Enterria y
Fernandez, describiendo la estructura del poder, sefialan que, en esta época,
“Justicia y Administracion actuan cada una en un Ambito de cuestiones propias
y con sujecién a unas formas o procedimientos determinados””
Evidentemente tal planteamiento no es de recibo actualmente. E! poder estatal
no deriva ya de un solo érgano o autoridad dotada de imperio. Sin embargo,
el poder estatal en su conjunto mantiene estas prerrogativas, pero no ya en
cuanto poder regio y superior, sino como expresién de la soberania y vinculado
fuertemente a los fines de interés general que persigue y pretende satisfacer la
Administracién*. Precisamente, esta vinculacién del poder a estos fines es lo que
da legitimidad a su fuerza juridica, y es lo que permite dar amparo constitucional
a la Administracion Publica en un Estado de Derecho.
Ver, Bocanegra, Raul. “La anulacién de oficio de los actos administrativos", Academia Asturiana de Jurispru-
dencia, Oviedo, pp.84 y ss. En el mismo sentido, aplicando esta teoria a nuestro derecho, Marin, U. "Vigencia
actual de la invalidacién de los actos administrativos”, ob.cit., p.51
Garcia de Enterta, €. y Fernandez, T. Curso de Derecho Administrativo, tomo |, ob.ct., pp.469 y ss
Marin, U. *Vigencia actual de la invalidacién de los actos administrativos", ob.cit.,p.17‘Actas de las Segundas Jomnadas de Derecho Administrativo 135
Asi, a partir de la consideracién de la Administracién Publica como una expresion
orgénica del poder estatal, cuya posicién constitucional en el ordenamiento se
justifica en virtud de los fines e intereses generales que tutela y actualiza’, se jus-
tifica el privilegio de autotutela de los érganos administrativos en un Estado de
derecho, lo que en su dimensién de autotutela decisoria o declarativa, habilita a
éstos a invalidar, de forma auténoma, sus actuaciones contrarias a derecho”. En
este contexto, la Administracion Publica como poder publico y érgano ejecutor
de la ley, en su rol mas tradicional, goza de las prerrogativas suficientes para
cumplir los mandatos del ordenamiento, dando eficacia a la accién administra-
tiva, lo que se extenderia a la potestad de anular los actos ilegales en resguardo
de la aplicacién correcta y plena del ordenamiento juridico.
Ill. La potestad invalidatoria en el derecho administrativo chileno
10
n
1. El principio de legalidad y la potestad invalidatoria. No obstante que la
potestad invalidatoria encuentra su fundamento teérico en la propia configura-
cién de la Administracion Publica y del regimen administrativo’ -caracteristicas
ambas que comparte nuestro Derecho Administrativo-, su-acogida envel derecho’
-cas.a habilitaciones juridicas precisas y anticipadas (art.7° CPR). En este sentido,
para que esta potestad tenga aplicacién en nuestro derecho, requeriria proba-
blemente de una consagracién expresa en el ordenamiento juridico, asi como
los érganos concretos habilitados para su ejercicio, no bastando una remision
general a poderes implicitos de la Administraci6n estatal”.
En este contexto, es claro que nuestra Constitucién no contiene una norma ge-
neral que atribuya potestades exorbitantes a la Administracién Publica en su
conjunto, ni fica que pueda operar
en todos los casos. la Carta Fundamental atribuye a los organos
Parejo, Luciano, Crisis y renovacién en el Derecho Pablico, Centro de Estudios Constitucionales, coleccion
“cuadernos y debates", N°30, 1992, pp.106-107,
Bocanegra, R. La anulacién de offcio de los actos administrativos, ob.cit., pp.85-B8.
En este sentido, Fiamma sefiala que una de las caracteristicas del “régimen administrativo cheno” es la ttu-
laridad de las personas juridicas de derecho piblico de poderes juridicos, los que derivarian de la Constitucion,
de la ley 0 de los reglamentos emanados de la propia administracion estatal. Fiamma, Gustavo, "El Regimen
Administratvo Tutelado", Gaceta Juridica, N°71, 1986, pp.7-8. Obviamente, estas potestades solo se explican
en el marco de un regimen juridico especial, propio de los sistemas administrativos de raiz francesa, en el que
es frecuente otorgar a la Administracion este tipo de prerrogativas exorbitantes.
Una opinién en contrario sostiene Marin, para quien “la potestad de invalidar no requiere de autorizacion ex-
presa de la ley, por ser de la esencia del Derecho Administrativo”, opinién que no obstante tiene fundamento
fen la jurisprudencia administrativa de la CGR, es dificil de sostener, como ya se sefalo, en un sistema tasado
de potestades administrativas como el chileno. Ver, Marin, *Vigencia actual de la invalidacién de los actos
administrativos", ob.cit, p.53.13 | acto proceonenro abuasreanvo
+
del Estado -incluida la organizacion administrative
ci ~obligacion que se particulariza para los
Organos de la Administracion del Estado en el Art.2° LOCBGAE-, lo que llevaria
obligacién que primaria, en primer lugar,
en el Presidente de la Republica al estar obligado a “guardar y hacer quardar I
Constitucién y las leyes” (Art.27 CP
En todo caso, y sin perjuicio de lo anterior, es evidente que la Constitucion habili
{al legislador la atribucion de potestades espectficas a la Administracién (Art 7°
y 65 inciso 4° N°2), las que pueden ser exorbitantes, en virtud de los intereses
especiales que tutela y que justifican la constitucién de un régimen juridico ad.
ministrativo especial". En este contexto,
de'parte (Art.2°, 8, 10 y 11), pareciera serfundamento suficiente para afirmar
i ini , ya que tal revision com-
Prende la facultad de dejar sin efecto, por razones de legalidad, los actos que ella
misma estima ilegales
Ahora bien, silo anterior no fuera suficientey-la Ley N°19.880 sobre Bases de los
Procedimientos Administrativos (Art. 53),
al "*. Bien es cierto que diversas
normas especiales ya consagraban algunas normas de invalidacién para algunos