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29 UN PLAGID“esos BEORLEGUN
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‘or primera vez en su
‘carrera como escri-
tor, J. J. Benitez se
hha desafiado a si mis
‘mo, aventurdndose en
cl dificil mundo de la narrativa
Fantastica. Pero, como afirma
‘el propio autor, ‘La rebelién de
Lucifer’ es mucho més que una
‘reaciOn fantistica”.
Efectivamente, en cierto sen-
tido tiene razén la publicidad
que la editorial coloca en la
contraportada del libro, en su
duodécima edicién de junio de
1987, porque “La rebelion de
Lucifer” es mucho més: es un
plagio bajo cualquicr aspecto,
{éenico o legal, se mire por
internacional del “copyright” 0
de los derechos de autor.
El libro plagiado leva un
“copyright” de 1955, afio en
que se publica su primera edi-
i6n, y los derechos de autor
‘a la Fundacion
Urantia (“Urantia Founda-
tion”), que muy al estilo nor-
teamericano precisa claramente
que “ninguna parte de este libro
‘puede ser reproducida, traducida
‘0 apropiada, en ninguna forma
ni por ningim medio, inchiyendo
los. electronicos, mecinicos u
otros, como fotocopias, graba-
ciones 0 cualquier sistema de al-
‘macenamiento y recuperacin”
J. J. Benitez no parece haber
acudido a esos medios electr6-
nicos tan modernos, sino al
més antiguo de traducir y fus
Jar. Vaya por delante un cjem-
plo para justificar lo anterior:
Jas més de 7.000 palabras de la
Parte III, Papel $7, “El origen
de Urantia” (del ‘libro “The
Urantia Book”) han sido tra-
ducidas y copiadas literal y to-
talmente, con minimos matices
diferenciales que, de explicar
algo, seria el cuidado del pla-
giario de no.dejar demasiadas
sefiales.
Un poco
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‘The History of Urantia
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blia de 2.200 paginas, Scott usar ‘The Urantia Book”.
Forsythe, en nombre de la En 1955, en Chicago, un gru-
Fundacion, declaré a inferviu, po de personas, en tomo @ las
primero, que ni conocia ni ha- 70, pagaron la edicién de un
bia oido nunca hablar de J. J. libro y crearon una fundacién
Benitez; segundo, que la Fun- para salvaguardar los derechos
dacién, por tanto, nunca le de los textos en él contenidos.
hha concedido, bajo ninguna Ambos, libro y fundacion, rec
forma, usar el libro de mane-birfan él nombre de Urantia,
ra distinta a como establecen supuesto nombre que el padre
las propias normas de la Fun- universal dio al planeta tierra
dacién; tercero, que ‘sin mie- El libro esta compuesto por
do a contradiceion de ningun 196 fasciculos, cuyos textos ha~
tipo”, puede afirmar que J. J. brian sido “revelados” a_un
Benitez. nunca ha solicitado —misterioso y anénimo persona-
permiso de ningiin tipo para je, conocido slo por los 70
de historia
Puestos al habla con la Fun-
dacién Urantia, de Chicago
(Illinois, USA), que custodia
la difusion y los derechos del
libro, un volumen en papel bi-
Blesnoviemane: 1967
n capitulo entero, de mas de
7.000 palabras, lo copia el autor
J.J. Benitez casi al pie de la letra
fundadores de Urantia. En sus
paginas (de 20 por 31 centime-
tos, aun solo espacio, en pa-
pel del llamado biblia, como
muy bien precisa J. J. Benitez
en “Caballo de Troy”, en la
pagina 37, al describir los do=
Cumentos que le fueron entre=
gados a un inexistente mayor
del Ejército de los Estados
Unidos), se relata la naturale-
za del padre universal, la crea=
cin del universo, la adminis
tracién celestial, asi como todo
lo relacionado con la historia
de la tierra (668 paginas) y la
Vida, la conocida y la descono-
ida, de Jesiis de Nazaret (774
paginas) “
El libro de Chicago, nunca
traducido al castellano, es, en
cierto sentido, un libro esotéri
60, inencontrable en nuestro,
mercado, por mas que existan
algunos ejemplares en Espaiia,Bt oF Unser
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Ha sido, sin embargo, traduci-
do al francés y la Fundacion
de Chicago esté preparando
luna edicién castellana que no
vverd la luz antes de tres 0 cua-
{to aiios.
“The Urantia Book”, el li
bro de Urantia, ha tenido
“Pues bien —eseribe J.J.
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en nuestro Sol”. Y a partir
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88 de “La rebelién”, el pe-
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‘ocho ediciones hasta 1984 — [EMP MEEnney Ee rianr tea ae ae Te Sere al
de este afio ¢s, por ejemplo, el FIDE emma Cr On (aly Oe oc ro
jemplar que existe en la Bi-
Dlioteca Universitaria de Va-
Tencia, con la referencia D-9,
87— y de su lectura lo menos
gue se puede decir es, que
ipone un gran esfuerzo, un
‘nada _menospreciable interés
Bor el cristianismo, y, sobre
ltodo, unas ganas de adentrarse
‘en una cosmologia y una_cos-
\o-teologia “‘reveladas”” en
cago, capital mundial de
los mercados de granos y cir-
cos, i de donde cualquier
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apareceria 1a Vida". (Las
dos mismas frases del tex-
to inglés dicen: “Urantia is
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ngiar, JJ. Bonitez practica con
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es que le vayan a “revelar” los
origenes de todo, incluidos
“los universos centrales y
superuniversos”, “las épocas|
planetarias moriales” y “la re-
belion de Lucifer” con sus
lideres, sus causas, su mani-
fiesto, su estallido, ia naturale-
za del conflicto, la historia de
la rebeliGn, la situacién actual
de la rebelién, etc.
Benitez entra
en escena
Cuando J. J. Benitez, el au-
tor de éxito, publica “La rebe-
lin de Lucifer” en 1985, ya es
el autor, entre otros
iron de “Cabal de
Toya” cuye primers
Asin hie pet edlicton es del ao ante-
ih av hy tae a for (1984), Luego se.
evo, naar ee le ra ea J] guitian, en 1986/1987,
De haber remus asts (aero sdk ser I Jos_otros dos “Caballo
ar de Troya”, el segundo y
el tercero.
Evidentemente, J. J.
Benitez se mueve con mi
soltura con sus “caballos”
que con los problemas y las
rebeliones de Lucifer , pues
mientras en este iltimo libro
plagia nombres, datos, afios,
cifras, paginas enteras y hast
adjetivos como. “sistémico”
Jen sus “caballo” el autor na-
varro se siente mas libre, esta
fen un terreno que los espafio-
les de a pie conocemos mejor
porque se trata de la vida de
Jess. No es lo mismo aden-
trarse en universos desconoci-
dos y nombres y términos co-
mo Urantia, Orvonton
Havona, Edencia, Norladia”
dek, Nebadon, Satania, Ensa
esferas sagradas, mensajeros
solitarios, Supernafim y un
largo etcétera (como hace J. J.
Benitez en “La rebelién”, todoello plagiado de “The Urantia
Book”) que meterse en ese cos-
‘mos del catecismo de la escue-
la y del sermon dominical que
5 Ta vida de Jesis, asunto en
el que se centran més los tres
“caballos” del polifacético Be-
nite
La demuncia de plagio con-
tra el autoproclamado “inves-
tigador” J. J. Benitez se ex-
tiende también a los
“caballos” que tanto dinero
han debido proporcionar a la
escuderia de Planeta y al jinete
Benitez , con sus sucesivas y
exitoses ‘ediciones, y hasta se §|
diria que el tema’ ha influido 8
en Ia forma de copiar: la vida 8}
de Jestis le ha proporcionado
al autor navarro mucha mds
libertad de movimientos, me-
nos necesidad de atenerse lite-
ralmente al texto de Chicago.
Por ejemplo: en un momen-
to dado, hablando de la infan-
cia de Jestis , el libro de Chica-
0 dice que’ el nifio Jesis se
entretenia en juegos de su edad
y J. J. Benitez, que copia ese
texto, afiade por su cuenta que
Jesis se entregaba también a
“juegos de guerra”. (A juegos
de guerra? {Es que J. J. Beni-
tez ha gozado de una “revela-
in especial”? Igual de perple-
jose queda el lector que
‘compara el texto original y el
plagio cuando el libro de Chi-
cago afirma que Jess sabia
tres lenguas ya de joven (ara~
meo, hebreo y griego) y J. J.
Benitez las reduce a dos. ;Por
que? {Le parecian demasiadas
Jenguas al escritor navarro, 0
simplemente queria desmar-
‘arse, que no se notara tanto
la copia?
Mientras el libro de Chica-
£0, “The Urantia Book”, es un
[Bzswoviewane-967
monolito, perfectamente
culado, con un doble indice
que permite adentrarse con re-
Jativa facilidad en sus dos mil
paginas, las dos mil paginas,
mas 0 menos, de los cuatro
libros de J.J. Beniter (diversa-
‘mente plagiadas, inspiradas 0
adaptadas del modelo nortea-
mericano) constituyen un todo
de muy dificil seguimiento. Se
diria que el autor, consciente 0
inconscientemente, quema las
hhuellas para que nadie encuen-
tre el sendero que lleva a la
fuente de Urantia. Los indices
de los libros de J.J. Benitez,
por ser de estilo novelesco, no
revelan nada; al contrario, es-
tn concebidos, como la obra
en su conjunto, para que ni el
més minimo detalle sugiera
que la “‘investigacién” del au-
tor ni ha sido tal investigacion
ni nada que se le parezca. Ha
sido, exelusivamente, un fuerte
‘montaje envuelto en palabre-
ria que ha bebido con impuni-
dad de un libro que se coloca
sobre la mesa de trabajo y no
protesta porque se le lea, se le
traduzca, se le tire al techo 0 se
le fusile sin piedad. 5
Contactados Rafael Rorris
Betriu, director de la “colec-
cin contemporinea™’ de
Planeta que publica las obras,
asi como el autor, J.J. Benitez,
0s editores de Chicago niegan
cualquier contacto con el senior
J.J. Benitez, al que no conocen
a an
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peers
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a ere er
Coed
pare
ambos han oftecido explica-
ciones parecidas. Su linea de
defensa fundamental se basa~
ria en que, siendo el “The
Urantia Book” un libro reli-
gioso que pretende ser fruto de
tuna “revelacion”, al producto
de esa “revelacién” dificilmen=
te podria quedar como propie~
dad literaria de una persona
una fundacién. “Es como si ef
Vaticano quisiera atribuirse ef
‘copyright’ de la Biblia
En [a legislacién espafola,
la ley de propiedad intelectual
que publico el BOE el 17 de
noviembre iiltimo introduce
por primera vez la palabra
“plagio”, que tipificz como de-
lito, De todas formas, conti-
nian siendo los jueces los que
tienen la tiltima palabra y és
tos no podrin actuar normal
‘mente st no es por querella. de
in'Fundacion Uranti, de Chis
cago, que es, como se ha di-
ho, la que detenta los: dere
chos de autor. .