Thad Sitton Historia Oral PDF

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‘Thad Sitton/George L. Mehaffy /O. L. Davis Jr. : Cee a BA Thad Sitton Una guia para profesores (y otras personas) x ca (erry et 3 L. AWE a iW Pyi ny Ree ee ce eer eee aed H A eee eae eee at ae ener OLE. Davis Jr. industrial, el auge del cientificismo relegs su estudio a un segundo plano. eee Historia oral los cuarenta y cincuenta, se han revalorado las tradiciones s orales como fuente historica. La Historia, excesivamente Una guia para profesores (y otras personas) Pee ee a eee a re ae eae a en el sur de Estados Unidos, un grupo de universitarios recurrio a la fuente oral, por medio de entrevistas con quienes fueron protagonistas de algiin acontecimiento. er ae ne eee era! en los setenta, cobra auge entre profesores, estudiantes y puiblico en general. “La historia oral escolar sirve para salvar la brecha entre er carne en ae ace que relaciona el mundo del aula de clase y el libro de texto ee eee ene eee que vive el estudiante.” De este modo define Thad Sitton, a naturaleza y los objetivos de su guia introductoria a tas erent nee nee con la palabra hablada. of & 9 "asee ll | Fondo de Cultura Economica | SECCION DE OBRAS DE HISTORIA HISTORIA ORAL ‘Traduccion de Rosenro Ramon Reyes Mazzont THAD SITTON, GEORGE L. MEHAFFY y O.L. DAVISJr. HISTORIA ORAL Una guia para profesores (y otras personas) FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO Primera elciin en inglés, 1983 Primera ediign en espaol, 1989 ‘Guara reimpresion, 3005, Siuon, Thad, George L Mehaffyy Oxcoluke Davis isiosa oral una gua para profesores (yours personas) / Thad Sitton, George Mehalfy, Orvoluke David 5 trad, de Roberto Ramén Reyes Mazzoni,— México PCE, 1988 179 p.; 23 x 16 em — (Cole. Historia) ‘raul original Oral History. A Guide for Teachers (and Outers) ISBN 9681631129 1, Historia — Estudio y ensefanza —E.U.A. 1. Mehaly George 1. coaut I. Davis, Ouoluke, coaut, HI. Reyes Macroni, Roberto Ramén, u V. Ser Vt Le Ding ss718 Dewey 900.18 S623h Comentarios ysugerencias: editor fc com.mx saefondodeculturaeconomiea com Tel. (55)8227 4672 Fax (95)5227-4604 “Tiulo orginal (Ora istry Arie for Tacs (and Others) {8'1985, The Univerty of Texas Press, Austin ISBN 0'998-7500972 D.R © 108, Foxoo ne CurruRa Eeoxouen Giretera Peacho-Ajusco 227; 14200 México, D. F Se profbe fa reproduccin total o parcial de esta obra ihatuido el diseho tipogeitico y de portada- Sea cual fuere el medio, eleerénico 0 mecinice, Sin el consentimiento por ecrto del editor, ISBN 968-16-3112-9 Impreso en México * Print in Mexico se quiere conservar esta informacién, por la razén que sea, debe salvir- Euior Wieetron, The Fosfire Book, 15 1. INTRODUCCION La risronta oral ya esté entre nosotros, Més atin, sin el beneficio de ma- nuales como éte, se estén llevando a eabo proyectos de historia oral en las aulas de muchas excuelas piiblicas de Estados Unidos. Es importante entender esto desde el principio, porque ¢s una de las razones por las que nuestro manual de “cémo hacerlo” es diferente de la mayoria. No estamos tanto di- ciéndoles a los profesores cémo hacer las cosas, sino mis bien compilando, de ‘muchas fuentes, un relato sistemtico de lo que ya estin haciendo. A diferencia de muchas innovaciones educativas, la idea de la clase de historia oral empez6 ‘con profesores que la practicaban en aulas reales y, hasta ahora, en gran me- ida se ha difundido mediante transmisién verbal y ejemplo. El proyecto de historia oral es una profunda innovacién pedagégica de los profesores para los profesores, y nuestro libro ha sido escrito con esto en mente. Historia oral: una guia para projesores (y otras personas) es el primer manual comprehen- sivo de historia oral disefiado especfficamente para servir a los profesores antes de y durante las clases. Nuestro propésito es incorporar nuestras experiencias personales en el campo de Ia historia oral, asi como 1a experiencia colectiva en las aulas de cientos de profesores que fueron precursores, en una guia préic- tica que sea de utilidad para otros. ‘Como después quedar4 en claro, el proyecto escolar de historia oral puede tomar muchas formas, pero todas implican dos elementos cruciales. En primer Ingar, independientemente de lo modestos que sean, los programas de historia coral hacen que los estudiantes tengan un enfoque activo, y no pasivo, de la historia. Se convierten ast en sus propios historiadores por la mejor de las razones: participar en una investigacién viva y explorar lo desconocido; en segundo lugar, los proyectos de historia oral se realizan en parte fuera del aula. EI universo en que ésta opera es el mundo social directo de la comunidad en. que vive el estudiante, el mundo que le es familiar. Este énfasis local propor= ciona un itil corrective de la “gran imagen” de la historia que presentan los bros de texto, El proyecto escolar de historia oral puede “traer Ia historia Es decir, la clase de historia oral implica investigacién de campo, y es aqui, al principio, un buen lugar para dar un primer vistazo a lo que esto significa. Los siguientes relatos de los proyectos de historia oral de estudiantes Tsd Assi (Ramah, Nuevo México) y Foxfire (Rabun Gap, Georgia) provienen de cul- ‘tras regionales muy diferentes, pero nos dicen cosas importantes sobre la natu- raleza de la investigacién de campo en Ia historia oral y del efecto que puede 1 Thad Sitton, Bringing History Home: Classroom Projet Ideas for the Sesquicen- tennial, Austin, Texas, Sesquicentennial Comission, 1986. 10 INTRODUCCION tener sobre Jos estudiantes, El contexto cultural de T'sd Asci es navajo, mien- tras que el proyecto Foxfire se refiere ala parte sur de los Apalaches, a pesar de Jo cual estas descripciones ejemplifican Jas experiencias de investigacién de estudiantes y profesores en cientos de otros proyectos de historia oral que se estén realizando en Estados Unidos. El profesor-consejero de la Escuela Ramah describe ta participacién de un estudiante en el proyecto Tsd Assi Para obtener nuestra informacién vamos a las casas de la gente. Por ejemplo, Paul ‘queria escribir sobre las antiguas carretas, ast que pregunt6 quién sabria mis sobre tllas, Se pened que vin anciano llamada Antonio Martinez era una posible fuente. Por lo tanto, preparamos nuestras preguntas, grabadoras y cAmaras, y con otros cuatro jévenes lo fuimos a buscar. Es indispensable un vehfculo de doble traccién para viajar por las brechas, Vivia varias millas al sur de Ja escuela, que esté ubjeada en el centro de la reservacién Ramah, pero a muchas, muchas millas de cualquier pueblo, y su ogan* estaba en alguna parte de esas vast tierras,aislado de cualquier otra vivienda, con excepeién de los hogan de sus hijas 0 nietos, “justo tras la Joma”. Como era invierno, estaban en casa cuando legames y nos dieron la bieavenida, ya que algunos eran del mismo clan Su hogan era muy viejo. Los maderos eran de color gris eeniza, el techo de Jona snuy allo por Gatos afios en que se Hafan estado siadiende otis espa BI Iodo casi se habia convertido en adobe después de los muchos afios bajo el sol Para entrar en el hogan era necesatio descender casi medio metro, pues el piso se habia hundido después de que tantas generaciones habian andado sobre él. Era inviemo, el suelo estaba cubierto de nieve, y adentro todavia quedaba el frio de la noche, aunque 1a madera de la estufa estaba encendida y con toda probabi- lidad lo habia estado toda Ia noche. Afuera brillaba el sol y estaba lo suficientemen- te agradable como para arremangarse Ja camisa, si bien la temperatura era baja. El sefior Martinez nos dio la bienvenida, y de inmediato mostré mucha euriosidad ppor saber qué queriamos y para qué era nuestro equipo. Alvin le explic6 y nos sentamos en el suelo mientras el sefior Martinez nos decia, con gran detalle, todo lo que sabia sobre carretas; en tanto, escuchébamos en silencio, haciéndole pre- sguntas s6lo cuando terminaba de hablar. Después empesamas a tomar fotos, Mu- cchas, muchas generaciones de su familia habfan vivido aqui antes que 61 y tenia cosas viejas que habian estado ah durante afios, bien eonservadas por el clima seco, Tomamos fotos de viejas carretas, de antiguas monturas hechas a mano, de Flendas, instrumentos de labranza, cercas, utensilios de cocina, y ofras cosas simi lares, teniendo euidado, por supuesto, de dejarlas como estaban, Tras fa Joma, en la casa de uno de sus hijos, habia otras earretas, asl que nos trasladamos en ] vehiculo hasta alli. Algunos estudi tes tomaron fotos en tanto {que otto platicaba con un anciano, mis viejo que el sefior Martinez, que se encon- twaba en ol corral de caballos quitando los tallos a las mazoreas..- La mafiana transcurria con lentitud y el espacio en tomo a su casa estaba ro- endo tnicamente de mesetas distantes, lomas cercanas y pinos. Los tinicos olores + Vivienda de Jes navajo, cubierta de maderas y odo. [N. del T.] INTRODUCCION n fran la luz del sol, el dulce pino y el perfume del café, aromas delicados que armonizaban con el sonido de los péjaros y el suave ronquido gutural del len- sguaje navajo. ‘Regresamos a la escuela para trasladar las palabras all papel... La entrevis- ta fue en navajo, pero la transcripeiin inicial se hizo en inglés, tan ripido como fue posible, pues el navajo es un lenguaje dificil de escribir. Pero In Lectura de pruebas corrobor6 la exactitud, Entonces se le tradujo al navajo y después se tscribié tm articulo en inglés. Las estudiantes no parecen danse cuenta de que son Ia primera generacién que habla con fluider ambos Tenguajes” Otra breve descripcién por miembros del personal de Fosfire ofrece el punto de vista de un estudiante sobre un proyecto similar (e, incidentalmente, su- iiere algo de lo que pudieron sentir los investigadores de campo de Tsé Aszi) No fue sino hasta que trabajé cinco meses en Foxfire que desaparecié el inexpli- cable abismo entre los ancianos de nuestra religién y yo. Ese abismo era miste- rioso, pero real, Quizis era Ia hestilidad inculcada contra las viejas generaciones ‘Tal ver era el hecho de que no podia ver su importancia, o la de lo que tenian que decir, para mi modo de vida actual Entonees conoct a Ia tia Arie. Fue en un dia frio y puedo recordar que et jeep se dirigia a una zona remota. Bstaba preocupado porque no sabia lo que me fsperaba, Su cabafia de troncos cra una miquina del tiempo que me proyectaba a la década de los ochenta del siglo pasado. Todo lo que ella tenia —desde fotografias de sus austeros abuelos hasta 1a chimenea que era la Gnica fuente de calor— me hicieron detenerme y observar con cuidado por primera vex. Pero nos estamos adelantando sin contestar a muchas preguntas. En nuestra iguien- tes preguntas: de cualquier modo, qué es la historia oral? y por qué es una forma decorosa de hacer investigacién histérica?; gcémo sc relaciona con el salén de clases, Jos estudiantes y el plan de estudios formal?; zno es bastante ya lo que tienen que cubrir los profesores? Mas atin, gde qué manera se va ‘a reconciliar Ja historia oral con el énfasis que se da actualmente a las destrezas bisicas?; go es un poco superflua en esta era de conocimientos bisicos?; cules son algunas razones vélidas, sélidas y justificables para hacer que Ios ‘grupos participen en proyectos de historia oral? Quizés seamos culpables de poner palabras en boca de los profesores, pero éstas son preguntas razonables ‘que esperarian que contestéramos en nuestra introduccién. Nuestro libro est disefiado para tratar asuntos pricticos més que teéricos; concretos més que abstractos; en fin, es un manual detallado sobre la planificacién y ejecucién de proyectos de historia oral, Cuando se trata de justificar un nuevo proyecto imaginacién creo que hemos ofdo hacer cuando menos algunas de las 2 Tid Au 3, nlm, 1, 1977, pp. 5-6. 5 Paul Gillespie, en Eliot Wigginton, ed, The Foxfire Book, Garden Gity, NY, Doubleday, 1972, p. 20. 2 INTRODUCCION ante el jefe de un departamento, el director o Ia junta escolar, jla teoria a ‘voces es muy practica! Los profesores son relativamente auténomos con respect a lo que ocurre dentro de las cuatro paredes de su salén de clases, pero Ia historia oral, casi por definicién, es una investigacién de campo que abre nuevas relaciones entre el salén de clases, el texto de historia, y Ia historia oral tradicional de Ja comunidad exterior. Dificilmente es éta una actividad usual. Es preciso responder ahora a estas preguntas, asi como anticiparse a las de otras personas conocedoras de Ja materia, {Qué es, entonces, la historia oral? Bs un procedimiento vilido de inves: tigacién en el trabajo de un historiador y, en un sentido secundario, de las formas de historiografia creadas por esa investigacién, “Historia” es una pa- Jabra comin con significados muy confusos. En un sentido, la Historia es todo To que ocurtié en el pasado humano. En otro, son los restos, los indicios, qu deja lo que ocurre, y que toman la forma de documentos escritos, artefactos, y recuerdos de las personas vivas. Al trabajar con la evidencia que contiene tun documento, un artefacto y la memoria, los historiadores se esfuerzan por hacer historia en el tercer sentido, més conocido: las formas de la historio- grafia, que incluyen biografias, narraciones politicas, libros de texto y otros similares; esto es, la historia tal como se muestra en el librero, La historia oral som Tas anesorias y recuerdos de Ja gente viva sobre su pasado. Como tal, esti sometida a todas las vaguedades y debilidades de Ia memoria humana; no obstante, en este punto no es comsiderablemente dife- rente de la historia como un todo, que con frecuencia es distorsionada, subjetiva y vista a través del cristal de Ja experiencia contemporénea, Los materiales de la historia oral son la materia prima del academicismo histérico —la his- toria como sus fuentes primarias, con todas sus facetas e inconsistencias. Abun- dante en triunfos y tragedias personales, es una historia de la persona comin, de quienes no aparecen en los documentos, pero que son capaces de hablar articuladamente. Como un fendmeno escolar general, la historia oral esté am- pliando los limites de nuestro conocimiento hist6rico, en particular en el campo de Ia historia social, pero como proceso narrative, es tan antigua como la propia historia ‘De hecho, la historia oral no es nada nuevo. El historiador griego Herodoto, llamado el padre de la historia, trabajé principalmente con los tecuerdos per sonales de participantes en Ios eventos que describié. En las sociedades sin cescritura {yen los antecedentes agrafas de nuestra propia sociedad) Ia historia era un tradicién oral, conservada sélo en Ia memoria viva y transmitida de sgeneracién en generacién por medio de narraciones, euentos populares, baladas y versos épicos. ‘Sin embargo, en Jos tiempos modernos los historiadores han preferido, con + Obra mecénica hecha segin ars. (N, del B] < George L. Mehally y Thad Sitton, “Oral History: A Strategy That Works! Social Education 41, 1977, pp. 378-381 INTRODUGGION 13 mucho, crear sus historias a partir de Ja evidencia documental exclusivamente y han tendido a descuidar la evidencia contenida en Jos artefactos o en ta tra~ dici6n viva de la historia oral. A finales del siglo xx, en gran medida Ia historia se habfa convertido en una “ciencia del andlisis de documentos", tal como la deseribié alguien que la practicaba, y los historiadores académicos veian con gran desconfianza a la evidencia hist6rica de la tradicién oral. El testimonio oral acerca del pasado era considerado poco fidedigno y subjetivo, incluso indigno de ser tomado en cuenta. En Ia década de los cincuenta, dos desarrollos tecnolégicos clave, el teléfono ylla grabadora, que funcionaban en formas muy diferentes, ayudaron a estimu- lar un nuevo interés en Ia tradicién oral como evidencia historia. Varios histo niadores (en particular Allan Nevins do la Universidad de Columbia) empe- zaron a sostener que los medies modernos de comunicacién, especialmente el teléfono, estaban reduciendo en forma dristica Ia creacién de documentos personales tan valiosos como la carta y el diario. Los cambios tecnolégicos creaban una brecha significativa en el registro historico, y ésta era mayor en el ‘rea eritica de las comunicaciones personales: cartas, memorias y otras similares La tecnologia causé el problema, pero segiin Nevins, ésta podia contri buir a lenar el vacfo en Ia evidencia histérica. El proyecto de historia oral wing womens’ en la Universidad de Columbia fue disefiado para po que S der utilizar In grabadora, recientemente perfeccionada, con el objeto de en- trevistar a hombres y mujeres importantes en Ia vida social y politica de Estados Unidos y crear un “documento oral” a partir de esas entrevistas Como observa Michael Frisch, “Ia historia oral estadunidense surgié mediante cl proyecto de Allan Nevins en Columbia, Su objetivo primordial era la historia politica y diplomética, y su principal tarea era escuchar a los grandes hombres, antes de que fallecieran. Era de naturaleza explicitamente informativa, de archivo y elitista”® Pero si Ia historia oral moderna empex6 con un esfuerzo conservador para crear un “documento personal” sustituto de la carta privada y concentrarse ‘en las realizaciones de personas importantes, pronto empez a conducir a los, hhistoriadores en direcciones diferentes, Una de éstas condujo a un renovado interés en la historia de las clases, lor enclaves étnicos y los grupos de ocupacién cen la sociedad estadunidense, los que crean pocos registros documentales y en consecuencia no han recibido mucha atencién en las historias formales. En las décadas de los sesenta y setenta se hicieron estudios de historia oral sobre Jos trabajadores de las siderdrgicas, los mineros del carbén y las comunidades de residentes negros en el sur. Asi, los “breves y sencillos anales de los pobres” con frecuencia resultaron ser todo, menos eso, cuando se enfrentaba a la ‘gente con una grabadora y se les invitaba a decir su versién de Jo ocurrido. 5 Michael Frisch, “Oral History and Hard Times: A Review", en The Oral History Review, 1979, pp. 70-79. 4 INTRODUGCION En realidad, el poder de estas narraciones en algunos casos fue notable. El caso de Nate Shaw, un aparcero negro analfabeta, es un ejemplo clisico. A principios de 1962, el historiador Theodore Rosengarten y un amigo estaban investigando una organizacién que ya no existia, liamada Sindicato de Apar- cceros de Alabama, y descubrieron que Shaw habia sido uno de los principales participantes en una confrontacién legendaria entre los miembros del sindicato y los agentes del alguacil del condado en 1932, Ja que tuvo como consecuencia que Shaw pasar 12 afios en una prisién de Alabama, Aunque no sabfa leer ni escribir, Shaw demostrs ser un informante histérico extraordinario sobre los asuntos del Sindicato de Aparceros de Alabama y sobre todas las expe- riencias de su larga vida, Bra un vigoroso contador de historias, con una me- maria excelente, que podfa narrar con detalle minucioso eventos que habian ‘ocurrido hacia 60 afios. Rosengarten regresé con Shaw varias veces, y gradual- mente surgié la idea de editar Ja historia oral de su vida. Muchos horas de entrevistas y miles de paginas transcritas culminaron en 1974, cuando Ia his toria fue publicada como All God's Dangers: The Life of Nate Shaw,# una ‘obra que posteriormente gané el Premio Nacional del Libro. H. J. Geiger del New York Times Book Review deseribe esta notable obra Nate Shaw sate dive ote de ta pigina y 0 luna presencia viva, que habla, grta, rie se Iamenta, se regocja, habla de poesia, platica de historia, Llegamios a conocer a Nate Shaw, granjero, cazador, leiador, cargador de lefia, drenador de pantanos, constructor de casas, arriero, apicultor, porcicultor, herrero, fabricante de hachas y cestero, Nate Shav es una fuente primordial... Un Homero negro, pletirico de su Odisea negra. Como es posible juzgar por esta reaccién, los productos histéricos de Ia his- toria oral pueden ser materia poderosa, y no es sorprendente que dicha historia parezca estar reconformando gradualmente nuestras opiniones del pasado re~ ciente de Estados Unidos. Por ejemplo, Nate Shaw dificilmente se acerca a las, interpretaciones académicas del explotado aparcero, De igual manera, la cui- dadosa reconsideracién hist6rica de Jas notables narraciones de exesclavos del Proyecto Federal de Escritores, registradas en Ia década de los treinta, esti cambiando nuestros puntos de vista sobre la institucién de la esclavitud. Algue nos historiadores muy respetades estin incluso afirmando que debemos empezar a reconsiderar y volver a escribir la historia estadunidense a partir de la base que dan las unidades organizativas familiares y las comunidades locales, en vez de comenzar por arriba, desde un punto de vista estrictamente nacionalista Esta es la opinién de David J. Russo en Families and Communities: A New View of American History: 4 Todos tos peligros de Dios: ta vide de Nate Shave, (N. del T] © HL J. Geiger, New York Times Book Review, 20 de octubre de 1974, p. 1 88 Familias 9 comunidades: am nuevo panto de vista sobre la historia de Estados Unides. IN. det T INTRODUGCION 15 Ademés de estimular un nuevo interés en las familias, comunidades y seg- mentos no documentados de la sociedad estadunidense, el ascenso de ia his- torial oral ha iniciado una bisqueda de nuevas variedades de historia social yuna nueva y mis estrecha relacién entre la historia y otras ciencias sociales, en particular el folelor, la antropologia cultural y Ia sociologia. Por ejemplo, en Everything in its Path; Destruction of Community in the Buffalo Creet Flood,* Kai. Erikson combin6 las metodologias ¢ intereses temiéticos de Ia sociologia y este tipo de historia para un relato fascinante del gran desastre del Arroyo Biifalo en Kentucky en 1974 y de la forma en que este evento influyé repetidamente con posterioridad en In vida de los sobrev' vientes. Por otra parte, The Saga of Coe Ridge** de William Lynwood Montell combiné en forma fructifera los métodos de investigacién de 1a historia oral y el folclor para reconstruir un relate veraz de 90 afios en Ia vida del asen- tamiento de Coe Ridge en la Montaiia Negra, Kentucky. Fundado en un remoto rincén de los Apalaches en la década posterior a la Guerra de Secesién, Coe Ridge se convirtié en refugio de antiguos esclavos, indios y unos cuantos blancos prescritos, Produjo una raza bronceada de montafieses ferozmente independientes, productores de licor ilegal y delincuentes, que se vieron im= plicados en frecuentes feudos con sus vecinos anglosajones. Montell compilé lay Uadicioues urales de Tus dllimes habitantes de Coe Ridge, que se habian trasladado a centros urbanos en las déeadas de los cuarenta y cincuenta, y analizé un cuantioso material folclérico —baladas, cuentes populares y otros similares— que todavia estaba disponible sobre ese Iegendario asentamiento. Utilizs estas tradiciones orales y el folelor para crear una vivida historia del auténtico surgimiento y caida de Ia comunidad de Coe Ridge. Pueden darse varios ejemplos del actual acercamiento de la historia oral a Ja antropologia, pero uno de los més interesantes es Montailfou: The Promised Land of Error*** por el medievalista francés Emmanuel Le Roy Ladurie, publicado en 1979. Este es un caso claro de historia oral jdel siglo xu! Durante les primeros afios de ese siglo, la Jejana aldea de Montaillou en los Pirineos franceses se convirtié en un agitado centro de herejia de los cétaros © albigenses. El obispo catblico local ditigié una prolongada inquisicién de Ja herejia, durante la cual se interrogé minuciosamente a los campesinos de la aldea y sus alrededores sobre sus creencias y comportamiento. Las respuestas de los campesinos fueron escritas palabra por palabra por los escribanos papales y las transcripeiones se guardaron durante cientos de afios en los archives del Vaticano. Ladurie utiliz6 estas transcripciones de historia oral para escribir tuna historia antropolégica de la villa de Montaillou, una reconstruccién cul- tural detallada de casi todo aspecto de la vida diaria del campesinado medieval * Todo a sm paro: destruccién de una comunidad en ta inundacién det artoya Bi foto, (N. det TY ‘Te La leyenda de Coe Ridge, (N. del T.] 68 Montallou: ta Tierra Prometida del error. (N. del] 16 INTRODUCCION francés, Los temas que se cubrieron abarcaban bastante més que los intereses histéricos usuales y comprendian habitos alimentarios y modales de mesa, cria de animales, costumbres sexuales ¢ incluso Jenguaje corporal. Montaillou es tuna fascinante exploracién en la historia oral antropologica, basada en trans- eripciones que tienen 600 afios de antigitedad. En otros estudios, Jos historiadores antropolégicos (por lo comtin conocidos como ‘“‘etnohistoriadores”) han documentado la historia comunicada oralmente ide muchas sociedades no occidentales de todo el mundo y en el proceso ban claborade muchas evidencias del valor potencial de Ia memoria humana como prueba histética, Como observan Barbara Allen y Lynwood Montell, ta afirmacién de que no se puede confiar en Ia memoria humana ha sido ex- puesta como falsa por investigaciones entre grupas de personas de todo el mundo, Jas que tienen una marcada propensién a retener las verdades historicas durante mucho tiempo. Los etnohistoriadares han demostrado Ia veracidad de 1a historia ‘omunicada oralmente entre los indios de Norteamérica, los africanos y los grupos fel sur de Asia, cuyas culturas son abrumadoramente orales y abundan en antiguas tradiciones histories... Por ejemplo, las sagas familisres irlandesas fueron trans- Imitidas oralmente durante cientos de afios entre personas que durante genera- ones vivieron en el mismo Iogar, que tenfan fuertes laos emotives con tos painajes que les eran familiares y que inculcaban en los jévenes tna propension 2 contar historias en la forma artistica de a saga? Finalmente, el ascenso de este tipo de historia ha estado asociada con Ia publicacién de muchas obras populares que st basan en el testimonio oral, y jque son parte del surgimiento general de interés en relatos documentados y humanos de la vida de gente real. Los libros de Studs Terkel han estado a a vanguardia de este movimiento. En Hard Times: An Oral History of The Great Depression,* Terkel junté una antologia de recuerdos orales sobre 1a depresi6n econémica, que comunicaban una imagen viva de lo que significé vivir durante esta gran crisis estadunidense. En Division Street: America, los informantes de Terkel relataron la evolucién de su barrio en el centro de Chicago y en Working: People Talk About What They Do All Day and How They Feet About What They Do,#* Terkel registré una detallada historia oral de las actitudes de los estadunidenses sobre el trabajo a mediados del siglo xx ‘Otro de los trabajos més influyentes de historia popular es Raices, de Alex Haley, en In que éste investigé con éxito Ja historia de su familia a través de goneraciones de esclavitud hasta sus origenes africanos. En el principio de los + Barbara Allen y Lynwood Mantel, From Memory to History: Using Oral Sourcer in Lovat Historica! Research, Nashville, Ten., The American Association for State and Local History, 1981, P. 69 °S Temper ‘difelles; una historia de la Gran Depresin. (N, del T.) Se Trabejando: lo gente habla sobre lo que hace todo el diz y de cémo se siante respecto a lo que hace. [N. del T] INTRODUCCION 7 diez largos afios de biisquedas de Haley se encontraban tradiciones orales de Ja familia sobre un africano llamado Kunta Kinte y algunas palabras en un enguaje desconocido del Africa occidental. El libro Raices fue un gran éxito de libreria, al igual que Ja miniserie de televisién basada en él, y tanto el libro como el programa de televisién dieron impetu adicional a Ja historia coral popular. inalmente, entre las obras recientes de historia oral popular de mis éxito estin The Foxfire Book y sus sucesores, y en este punto nuestra discusi6n sobre su sungimiento regresa a los profesores y estudiantes, y al tema central de este libro: Ja historia oral escolar. Fosfire tuvo sus origenes en Ins clases de inglés y periodismo de un solo profesor en el norte rural de Georgia. Frustrado por el status quo del plan de estudios, Eliot Wigginton y sus estudiantes en la Escuela Rabun Gap Na- coochee, en Rabun Gap, Georgia, empezaron a publicar una revista popular de la historia oral, folclor y vida tradicional de la comunidad. Wigginton fue cl consejero del proyecto, pero los propios estudiantes realizaron el trabajo. Estos, preparados con cémaras y grabacoras, en una investigacién de campo obtuvieron directamente de receptaculos vivientes de Ja antigua cultura mon- taiiesa la materia prima para su revista, Ms tarde transcribieron y editaron sus datos de campo en articulos que tenfan titulos como “La elaboracion ilegal de licor como un arte complejo”, “Construccién de una cabaiia de troncos”, y “La siembra de conformidad con los signos”. La motivacién de Jos estu- diantes fue grande, la aceptacién de Ia revista por la comunidad excelente y asi empezd Fosfire® Con poca ayuda financiera de su escuela, Fosfire luché por sobrevivir desde 1967 hasta 1972. Este periodo de dificultades financieras terminé abrupta- mente en 1972, cuando un amigo de los dias de universitario de Wigginton persuadié a la compaiiia editorial Doubleday para que publicara In primera antologia de Foxfire con el nombre de The Foxfire Book. Este trabajo fue dedicado “al pueblo de estas montafias, con Ia esperanza de que, por su medio, algo de su sabiduria, ingenuidad ¢ individualidad quedaré cuando hayan par- tido, para conmovernos a todos”. The Foxfire Book fue subtitulado mordaz- mente “recetas para cocinar cerdos; construccién de cabafias; artesanias y alimentos montafieses; siempre por medio de signos; ideas populares sobre las serpientes; cuentos de cazadores; curacién por la fe; produccién ilegal de licor, ¥y otros asuntos del simple vivir" Si éste era el “simple vivir", el piblico de Estados Unidos estaba listo para 1, Las modestas expectativas de Doubleday fueron superadas de inmediato cuando se vendieron 100.000 ejemplares en el primer mes después de Ia pu- blicacién y The Foxfire Book lleg6 a estar en el primer lugar de las listas de 8 Thad Sitton, “The Descendants of Foxfire”, en The Oral History Resiew, 1978, pp. 20.85 18 INTRODUCCION tos libros mis vendios con temas que no eran ficeién, Las ventas totales de la primera antologia de Fosfire ahora legan casi a los cuatro millones de ‘jemplares, Ins ventas combinadas de otros libros pesterires de Fosfire suman ‘Varios millones mis, Estas antologias incluyen Foxfire 2 (1973), Foxfire 3 (1975), Foxfire 4 (1977), Fosfire 5 (1919), Fosfire 6 (1980), y Foire 7 (1981) ‘Ademis, Doubleday ha publicado con éxito antologias de historias orales dle dos dexcendientes de Fosfire: The Salt Book (de Salt, Kennebunkport, Maine, 1977, editado por Pamela Wood) y Bittersweet Country® (de Bitter ‘zweet, Lebanon, Missouri, 1978, editado por Ellen Cray Massey). Se informa ahora que tiene en perspectiva otro libro, basado en varias de las revistas del tipe de Foxfire que actualmente se publican en Alaska. Por titimo, en 1976 se publigé 1 Wish PCould Give My Son a Wild Raccoon** (editado por Eliot Wigginton), una antologia de entrevistas de historia oral de mis de 30 revistas de todo el pais similares en concepto a Foxfire. ;Una parte significativa de Jos ingresos de’uno de fos principales editores estadunidenses proviene hoy en dia de estos materiales de historia oral producidos por estudiantest Lo que vcurrié con Foxfire es bastante bien conocido. Mucho menos fa- nilar es Ia historia de la difusiém generalizada de la idea de revstas de his- toria oral del tipo de Fosfire desde 1972, En una encvesta realzada en 19/1 se encontraron bf de ess publicaciones; ahora la cuenta lega a més de 200. Las revistas que siguen el concepto de Fosfire (a las que con frecuencia se ls llama revists culturales) estén dispersas en todo Estados Unidos y funcionan con éxito dentro de una amplia variedad de circunstancias eomunitaris, sco- lares y del salén de clases, yen grupos estadianiles que van desde la escuela secundaria hasta los primeros afos de universidad. Hay publicacionescitadinas como Cityscape y Strectlight, proyectos rurales y de poblados pequeios como Bittersweet, Loblolly y Ont of the Dark, y proyectos suburbanos coma From Snake Hil to Spring Bonk, Debido a que el perodismo cultural obtiene vigor del ongullo étnico y del sentido de pertenecer aun lugar, hay una amplia, gama de Foxfires culturalmente distintos. Estos comprenden Tsé Assi (na- ajo), Kalikok Yugner (esquimal), Sombras del pasado (mexicano-ameri= ano), Nanih Waiya (choctaw), Mo'Olelo (hawaiana) y Lagniappe (aca- dinna-criolla) Si se piensa en ello, ls revises similares a Fosfire pareeen ser ‘un fenémeno educative inadecuado en esta era de conocimientos bisices, pero parte del rmisterio desaparece ai reconocemos que las reistas estin funcionando primor- diatmente como “historia publica". Bsta es un derivado de la creciente popu Taridad de la histeria oral, y algunas de las personas que Ta pracican Ia han definido como “investgaciones histéricas dirgides a la comunidad para be- + Bl pais de ta dulcomere. (N. del T] ‘+ Descaria poderle dar 2 mi hijo un mapacke saleaje. [N. del T)] INTRODUCCION 19 neficio piiblico, fuera del medio académico”.* Al nivel de las revstas del tipo de Foxfire, los estudiantes van a las comunidades Jocales para compilar entre- vistas de historia oral, fotografias y materiales documentales pertinentes a los temas que les interesan y luego procesan esta informacién histérica, dindole las formas de la historia popular disefiada para el wo de la comunidad, ‘Aunque estos primeros productos pueden resultar imperfectos, la aceptaci6n por parte de la comunidad con frecuencia es inmediata ¢ impresionante. Como ‘una nota final a las revstas que descienden de Foxfire, Gail Parks del Centro Nacional Rural capta algo de la dindmica de esta respuesta de la comunidad. Algo excitante ocurre en los pequefios pueblos y zonas rurales cuando el primer ‘mimero de una revista del tipo de Foxfire aparece en los supermercados y estantes de las cafeterias, Se vende en el primer dia. La mayoria de los proyectos subes- timan la respuesta del piblico y deben hacer una reimpresién, Como consecuencia, Jos estudiantes y consejeras del proyecto adquieren un gran sentida de autoestima de Ia gente do a comunidad, que a su vez parece tener un mejor concepto de sf misma como resultado de la revista. Es casi una férmula magica, si se trabaja duro. De nuevo, la historia oral es tan antigua como el habla humana y ef a [a vez un avance innovador en el proceso de Ia investi de la historia, cién y de Ia escritura Es una metodologia que so amplia con rapidez y que ests produ iendo importantes cambios en la forma en que contemplamos el pasado esta- unidense, y que también acerca Ia historia académica a los métados ¢ intereses temiiticos de otras ciencias sociales que realizan investigaciones de campo. En Hard Times, Working, Roots, All God’s Dangers, Foxfire y mumerosas obras recientes, Jos autores han utilizado Ia metodologta de la historia oral para crear nuevas formas de historia popular de gran interés para cl pliblico en general Pero, zpor qué esta preocupacién por Ia historia oral? Se han hecho unos ccuantos intentos para explicar el fenémeno de la historia oral en ta sociedad estadunidense, pero uno de los més meditados es cl de Tamara K. Hareven en la revista Daedalus. Ella definis cl proceso como la biisqueda de In memoria de cada generacién Por qué esta investigacién do “tos tribales” en una sociedad tecnolégicamente avanzada, Hoy en dia, cuando la impresién y circulacién de informacién ha legado un auge jnformacién, los académicos, Ine fundaciones, tas organizaciones culturales y cl ppiilico en general estin reviviendo las genealogtas y las tradiciones oraes: Jos instrumentos de transmisién de la memoria colectiva en sociedades no tecnol6- precedente, cuando las computadoras generan y hacen objetiva 1a 8 The Public Historian 1, nim. 1, 1977, 1 29 Gail Parks, “The Foxfire Concept: Experiential Edveation in a Rural American Contest”, documento. presentado en la Conferencia sobre Edvcacién en Zonas poco Pobladas, Aurillac, Francia, diciembre de 1978, 20 INTRODUCCION ticas, Entre los académicos este renacimiento representa una rebelién contra la Ciencia social “objetiva” y un cambio del énfasis en el conocimiento estrictamente formal, del énfasis en el proceso existencial. La historia oral y Ja biisqueda de tas races también se ajustan al exfuerzo académico reciente de incorporar 1a expe- riencia de grandes sectores de Ia poblacign en el registro histrico y sociolégico. ‘A un nivel mis popular, el renacimiento de Ia historia oral esté relacionado con cl esfuerzo de autentificar las experiencias de diferentes grupos étnicos en la eu tura estadunidense. Asi, representa un compromiso eon el pluralismo, y manifesta cl resurgimiento de rasgos éinicos y su aceptacién como un sspecto vital de la cultura estadunidense? No es sorprendente que esta biisqueda de la memoria de cada generacién por medio de la historia oral haya abazeado una amplia gama de experimentos informales en las escuelas piblicas. Las casi 200 revistas del tipo de Foxfire parecen ser sélo la punta del iceberg en los empleos que se le da a Ia historia oral en el grupo escolar, aunque su misma utilizcién ha desempefiado un importante papel en la difusién adicional de la idea. Los profesores que la practican la han adoptado como algo diferente, realmente nuevo y estimulante, y como un poderoso antidoto para la frecuente apatia de los estudiantes hacia las libros de texto de historia, En los aiios recientes, el proyecto de historia coral escolar ha recibido el beneplécito de organismos profesionales de edu- cacién y de los editores de publicaciones escolares, pero todo esto ocurtié después de que ya se habia popularizado. La clase de historia oral fue inven- tada por los profesores que la practicaron, y si ha sobrevivido y difundido es porque funciona. Eso es todo, La historia oral escolar sirve para salvar la brecha entre lo académico y la comunidad; trae la historia al hogar, ya que relaciona al mundo del aula de clase y el libro de testo con el mundo social directo y diario de ta comunidad ‘en que vive el estudiante, Con demasiada frecuencia éstos pueden tener la idea de que Ia historia es s6lo algo que se encuentra en los libros de texto, que fue algo que pasé ya hace mucho tiempo, muy Iejos y a otra persona, y que casi nada tiene que ver con ellos. Los libros de texto, por su misma natu raleza, presentan versiones nacionalistas, grandes imagenes de la historia. Lo ‘que se necesita es pues un correctivo adicional a esa visién grandiosa de la historia, que sugiera a los estudiantes que ésta es algo que los rodea y de Ja cual ellos provienen personalmente. Quizés esto fue lo que quiso decir el novelista William Faulkner cuando observé que “las personas hablan del pasado. muerto, El pasado no esté muerto. Ni siquiera es pasado”. La historia oral escolar promueve efectivamente este conocimiento interior al hacer que los estudiantes participen en la investigacién histérica viva en el mundo social que mejor conocen: el de sus familias, etnias, y comunidades 11 Tamara K. Hareven, “The Search for Generational Roots: Tribal rites in Indut- trial Society", en Daedalus 107, nim. 4, otofo de 1978, pp. 123125, INTRODUCCION a en que viven. 2Se requiere un proyecto de historia oral de la escala de Foxfire para conseguir esto? Dificilmente, Asignar Ia tarea de hacer una serie de entre- vistas histéricas aun abuelo o una abuela pueden servir igual de bien; por ejemplo, un estudio modesto por un grupo escolar del efecto local de la Gran Depresién o de los efectos sociales que siguieron a Ja guerra de Vietnam. Las posibilidades abundan pero, zcudntos de nosotros hemos dado clases, apoyados fen nuestros libros de texto, sobre la primera y segunda guesras mundiales, mientras los hombres que saltaron de la trinchera en Belleau Wood o desem- barearon en Tarawé estaban despachando gasolina a unas cuantas cuadras de distancia? Las observaciones de Eliot Wigginton acosan a muchos de nosotros, sin excluir a los autores de este libro: BB profesor de historia estadunidense, que lleva a sus estudiantes a través de Tas explicaciones del lo de texto sobre la Depresién, los eampos de 1a wea, Ios sin dicatos o las guerras mundiales, ¢ jgnora el hecho de que la comunidad que rodea a Ia escuela exté Mena de gente que estuvo allt, esté come jendo vn doito penal Se omiten las eancfones, el folelor, las experiencias y los cuentos, y esto es unt iran pérdida? Qué pérdida, oe cierto, pero ol proyecto de historia oral mas sencilla de mn grupo escolar puede aprovechar con efectividad estos ricos recursos de Ia co- munidad para el estudio de la historia, y en cl proceso particularizaria y darle un significado humano. La comprensién histériea es en parte cognoscitiva, inte- lectual, dominadora de fechas, nombres, relaciones y secuencias causales. Pero también hay una dimensién afectiva en nuestra comprensién del pasado, y es en este campo que la historia oral puede hacer su contribueién mis impor- tante, Cuando estudiamos historia, estamos experimentando en forma indirecta. Jo que era Ja vida en el pasado, a la vez que captamos intelectualmente el orden de los eventos pretéritos y las razones por las que ocurrieron como lo hicieron. Los libros de texto cumplen bien su tarea respecto a las secuencias yy hechos de la historia, pero son deficientes al transmitir Ia sensacién de “vie vir” Ios eventos pasados. Los proyectos de historia oral en la comunidad local pueden lenar este vacio afectivo en nuestra ensefianza de la historia, Es verdad que el pasado es el pasado, y los estudiantes y profesores (a ‘menos que se invente la méquina del tiempo) nunca vivirdn en realidad el gran desastre del puerto de Texas City en 1947, cuando un barco cargado de nitrato de amonio exploté y mnurieron cientos de personas. Pero, geuil de estas experiencias indirectas de exe evento puede ofrecer Ja mayor sensacién de rea- Jidad de lo que fue estar presente en ese lugar y momento: el relato del libro de texto de Ia explosién y del incendio, una compilacién de articulos perio- disticos contemporineos del desastre, o una entrevista directa en Ia clase con un sobreviviente? La respuesta parece obvia 22 Bliot Wigginton, “Foxfire”, en Southern Exposure 5, 1977, pp. 187-189, INTRODUGCION En Death in Life,* una historia oral de los sobrevivientes del bombardeo atémico de Hiroshima, Robert Lifton ha compilado un registro conmovedor de una catéstrofe humana mucho mayor que la explosién de Texas City. Las cestimaciones del niimero de muertos en Hiroshima van de 65.000 a 400000 pero, como indica James Hoopes, “esas cifras no reflejan ni el horror ni el significado que se encuentra en los recuerdos narrados por un solo sobre- iento”> La apariencia de las personas ema... bueno, tenfan Ia piel ennegrecida por las quemaduras... No tenfan pelo porque éste se les haba quemado, y con una tjeada no era posible decir si se les estaba viendo de frente o de expalda. .. Tenian. 05 brazos flexionados (hacia adelante) de esta manera (procedi6 a demostrar la posicién)... y su piel, no sélo de sus manos, sino de sus caras y cuerpos también, Te colgaba. Si Gnicamente hubieran sido una o dos personas... quiais no me hhabria impresionado tanto, Pero en cualquier lugar adonde iba encontraba esa sate... Muchos murieron.a Ia vera de Ja carretera —todavia los sigo viendo fen mi mente— como si fuesen famtasmas en camino. No parecfan gente de este mundo. Todas Ias estadisticas estimadas para Ja guerra nuclear palidecen frente a este solo fragmento de la tradicién oral. Una raz6n de los trabajos de los proyectos de historia oral escolar es que relacionan cl libro de texto con la comunidad, y la palabra impresa con las experiencias de personas vivientes. En los términos de John Dewey, la historia oral es una poderosa estrategia para reunir “In educacién y la experiencia” Los proyectos escolares de historia oral pueden ser algo mds que mera hise toria local, y tienen aplicacién incluso fuera de los limites formales de la disciplina histérica. Parte de la raz6n de nuestro frecuente descuido de los re- ‘cursos de la comunidad para el estudio de la historia puede ser el supuesto (contenido en nuestra clasificacién del programa de estudio) de que la historia de la comunidad s6lo puede tener importancia local, adecuada, cuando mucho, sélo para el curso de historia estatal. Sin embargo, si se piensa un poco en esto, se verd que tal idea es evidentemente falsa. Las historias estatal, nacional y mundial son categorias convenientes para clasificar los cursos de estudios sociales y los libros de texto, pero dificilmente son compartimentos igidos en el mundo real, Bl estudio de la comunidad local y el de un mundo ms amy hno son tareas mutuamente excluyentes, al menos no en mayor medida que aquella en que Ja historia Iocal, In de Estados Unidos, y la universal son fen realidad tres campos diferentes. :Hay alguna duda de que los estudiantes, + Muerte en vida, (N. del T] 33 James Hoopes, Oral History: An Introduction for Students, Chapel Hill, University ‘of North Carolina Press, pp. 41-42 Robert J. Lion, Death in Lifes Survivors of Hiroshima, Nueva York, Random Howe, 1967, p. 27. INTRODUCCION 2s podrfan estudiar la Gran Depresién 0 la segunda Guerra Mundial en Rabun Gap (Georgia), Gary (Texas), 0 en cualquier otro lugar, mediante entrevistas, ‘a personas que vivieron en los afios de esos eventos hist6ricos? La comunidad local es, después de todo, aquella parte del mundo social humano que est& disponible para que los alumnos de las escuelas péblicas lo estudien con pro- fundidad, directa y personalmente. Ademés, como ya se sugirié, Ia comunidad tiene un potencial para Ia experiencia que trasciende con mucho cualquier plan de estudios basado en el aula de clase De cualquier mado, los profesores de grupos escolares estin actualmente experimentando con Ja investigacién de campo de historia oral en una gran variedad de materias del plan de estudios: historia, gobierno, sociologia, © ineluso en temas que caen fuera de Ins ciencias sociales. {Los profesores de studios sociales deben reconocer que en las clases de inglés se estin realizando buenos trabajos de historia oral! El que pueda realizarse un proyecto de his- toria oral en otras materias que no son de estudios sociales es atestiguado por el hecho de que se estin Ievando a cabo. Un proyecto de ese tipo emerge como una estrategia efectiva para hacer que cualquier materia sea “espectfiea a la comunidad”. Por ejemplo, considérese el inglés. La historia oral de la vida personal, por la que un esludiaule exlievisla a una persona viva y transeribe y edita caas entrevistas hasta convertirlas cn una narracién coherente, es tan adecuada para el inglés como para Ja historia. También las clases de inglés pueden reco- pilar una variedad de literatura oral de as tradiciones vivas de la comunidad en forma de leyendas, cuentos que se narran como si fueran veridicos, baladas, chistes y otros géneras foleléricos. Integrado con las tareas formales del curso de literatura, este material puede abrir nuevas posibilidades para estudiar los origenes populares del arte verbal. Las clases de lectura pueden grabar las pintoreseas autobiografias orales dle los residentes de In comunidad y después transeribir, editar y fotocopiar esas entrevistas para crear materiales de lectura referentes a Ia comunidad, Este variado material puede utilizarse entonces para cerrar Ia brecha entre Ia palabra hablada y escrita, y relacionar la lec- tura con los lenguajes vivos de Ia comunidad, cualquiera que sea su diversi- dad cultural. ‘La historia oral tiene aplicacién potencial también en otras disciplinas, como por ejemplo, Ia artesania doméstica.®* En éta, los proyectos de la clase pueden localizar practicantes experimentads de las artes y artesanias tradicionales de la comunidad, de importancia evidente para es comprenden tejido, cesteria, cobertores acolchonados, y conservacién de ali- ‘mentos, por mencionar unos pocos. A los artesanos se les puede entrevistar por materia, Esas artesanias medio de una grabadora 0 una pelicula, para incluir sus conocimientos en e! 15 ‘Thad Sitton, “Bridging the School-Community Gap: The Lestons of Fosfee", or Educational Leadership 38, nism. 3, 1980, pp. 248-250, "Home econamies” en ef original. (N. del F.) Py INTRODUCCION pplan de estudios formal de artesania doméstica, junto con otros materiales de la comunidad, con el fin de evitar que las artesanfas populares caigan en el olvido. Debe ser obvio que un argumento similar se puede presentar en favor de Ia utilidad de los proyectos de historia oral en las clases de oficios industriles, © incluso en la ensefianza de agricultura (zquiz4 el cultivo en pequeiia escala, intensivo, mediante el empleo de traccién animal no sea tan obsoleto como crefmos en alguna ocasién?) De cualquier modo, aunque este manual tiene ‘como destinatarios principales a los profesores de estudios sociales, existen claros indicios de que las aplicaciones potenciales de la historia oral van consi- derablemente més alla de esa dea. Los proyectos de investigacién de campo son una poderosa estrategia para unir el trabajo en el aula con Ja comunidad fen muchas materias y, de nuevo, el mejor apoyo de esta afirmacién es que Jos profesores ya lo estin haciendo, Esta flexibilidad en su aplicacién es otra razén de la actual popularidad de Ja historia oral escolar. Esta tiltima aprovecha wna motivacién personal para el estudio de la his- toria, que hace participar a tos alumnos en una investigacién vlida dentro de su propia familia, grupo étnico y herencia comunitaria, Al hacerto ast, el proyecto de historia oral fortalece la identificacién del estudiante con su he- reneia y su valoracién de si mismo. Un historiador profesional llamado Carl Becker en cierta ocasién afirmé que “cada hombre es su propio historiador”.1° Con esto quiso decir que la utilidad més elemental de los estudias histéricos puede ser la de ayudar a los individuos a comprender sus propias vidas, relacio- nando sus experiencias vitales con la historia de la comunidad en que viven y con el mundo mas amplio que la rodea. Segiin Becker, el interés histérico empieza naturalmente con la pregunta: gquién soy yo?, una pregunta que en parte se responde con otra: gde dénde vengo? (gquiénes son mi gente, mi com ‘munidad?) En su bésqueda de la idlentidad personal, cada persona, es por nece- sidad, su mejor historiador. Para la mayoria de la gente (sostuvo Becker) el avance natural del interés hristdrico va hacia afuera, desde su experiencia personal, no hacia adentro, desde las remotas y grandiosas estructuras de los acontecimientos nacionales e internacionales, aunque este tiltimo enfoque es, por supuesto, Ja estrategia comiin en las escuelas secundarias. De hecho, segin Becker, por lo comin cnsefiamos la historia al revés, dejando en gran medida de aprovechar la im- portancia de Ja materia para que nuestros alumnos busquen su propia iden- tidad, Desde este punto de vista, el proyecto de historia oral escolar parece ofrecer un corrective modesto, pero itil, para esta tendencia general; una ‘oportunidad de que los estudiantes sean sus propios historiadores al investigar su pasado mis personal y reciente, : ‘Mas ain, con la investigucién historica de la familia y de Ja herencia étnica 36 Carl Becker, Everyman His Own Historian, Nueva York, Crofts, 1935, INTRODUGCION 25 con frecuencia se fortalece la valoracién de sf mismo. Parte de la razén para el surgimiento y difusién informales de la historia oral puede ser que esos proyectos hacen que los estudiantes efectivamente conozean —y elogien— sus propias herencias étnicas particulares. Si la finalidad de un plan de estudios Gtnicos es la de corregir injustcias histéricas y dar nuevo énfasis a la impor- tancia de las contribuciones étnicas en el pasado estadunidense, considérese cuan importante debe ser incorporar Ia propia herencia étnica directa de los slumnos en la ensefianza. Al igual que el libro de texto de historia en general, Jos estudios étnicos de amplio panorama corren el riesgo de terminar siendo demasiado abstractos ¢ impersonales, demasiado alejados de la realidad per sonal. Seria mucho mejor que los estudiantes negros entrevistaran a sus propios abuelos aparceros acerca de las ingeniosas estrategins de sobrevivencia anuales del aparcero (grecuerdan a Nate Shaw?), que leer solamente algin relato abstracto de la aparceria en el libro de texto. Gon Ia finalidad de fortalecer cl concepto que se tiene de si mismo, puede argumentarse que el plan de studios étnicos mis efectivo siempre trata especificamente de la comunidad y debe ser personalizado, Un proyecto de historia étnica de In comunidad exploré no hace mucho el proceso por el que podria crearse esta clase de plan de estudios étnicas locales a partir de la nada mediante el empleo de la historia oral. Como consecuencia del proyecto, se registraron muchas historias como la del reverendo S. L. Davis, sobre su abuelo esclavo, y se las compar6 con las tradiciones orales anglosajonas de Ia docilidad de los negros bajo la esclavitud y el sistema de aparcerfa en un condado sureiio, No se piense, no, que esta sebeldia empess ayer. El hombre negro, algunas de ellos, han sido rebeldes toda su vida. Ni una sola vex el létigo tocé a mi abuelo. Le dijo a su amo, Ed Burleson: “Escucha, voy & trabajar para ti, El litigo que tienes es para tus animales, y el dia en que lo uses contra mi, seri la Gltima vee que azotes a un hombre.” Dijo: "Voy a trabajar, slo dime qué quieres que haga, y Jo haré. S€ que te pestenezco, pero no vas 2 usar ese kitigo contra mi.” Ash Ed Burleson escuché lo que dijo, y mis atin, le crey6." Con Ia finalidad de cambiar actitudes y promover el orgullo de los negros, encontramos que esta clase de material de estudios étnicos generalmente es mis efectiva que el parrafo obligatorio en el texto de historia de Estados Unidos acerca de Booker ‘T. Washington* y de Ia forma en que utilizaba cl HF Thad Sitton, “Black History {rom the Community: ‘The Strategies of Fieldwork", en The Journal of Negro Education 50, nim. 2, 1981, pp. 171-104 + “Washington, Booker Tailaferro. Blog. Educador estadunidense, de rea negra, cen Hale's Ford, Virginia, y m. en Tuskegee, Alabama (1056-1915), Hijo de un eelive, trabajé como peén en unas salinas y, no obstante, a corta de. grandes esfuerzon puto estudiar en el instituto para gentes de color de Hampton, Comisionado por el gobleme dde Alabama, fundé en Tuskegee una escuela normal industrial para las gente: dem 26 INTRODUGCION ‘camote, La narracién demosts6 incluso ser més atractiva para el mumeroso fqrupo de estudiantes negros que conocian personalmente o eran familiares de} aovreendo Davis. Los proyectos de historia oral funcionan porque utiliza una evtivacién personal para estudiar Ia historia y proporcionan una podersa es- trategin pata investigar y celebrar Ia diversidad cultural en sus raices ms profundas. Tos prayectos de historia oral escolar desarrollan tanto las habilidades aca- démicas como las interpersonales, de gran utilidad para los alumnos, y de stinguna manera entran en conjliclo con el éxfass que se da actualmente & qos conocimientos bésicos. En sus viajes por el pais, Eliot Wigginton ha defen~ ido con frecuencia a los proyectos de historia oral en general (y a la revista Foxfire en particular) de la acusacién de que esos proyectos son contrarios a Ja importancia concedida a las habilidades basins. Vale Ja pena citar To que tate experimentado veterano de muchas discusiones tiene que decir en rela- {Se iqnora el tema, el inglés en el proceso? Dificiimente, De hecho, lo contrario Se Erdadero, Bl inglés, en su definicién més sencilla, es ta comunicacion eee y aleanaar a Ja gente can palabras, sonidos ¢ imégenes visuales. Nues- Ta tien ts la de mejorar la capacidad de los estudiantes en esos campos. kn Ur etjo oom fotogafins (que deben narrar In historia con igual efecto y

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