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  • Botana-Gallo, de La República Posible A La República Verdadera

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    Botana-Gallo, De la república posible a la república verdadera (1)

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    Natalio R. Botana Ezequiel Gallo De la Reptiblica posible ala Reptiblica verdadera (1880-1910) Biblioteca del Pensamiento ‘Argentino MI Ariel Historia © + Pee nessa Rein ve (80:90) et pas uy na 0p xr jt aeons inputs porn Prine se acoies : vases po Pet puis ages aps de a rope sense qe consinban cone I roca agen Elen ea, ) en su visi, a dacriminar conta Europa, ee coninente gu "nos Gene anos anda sus bas 9 m0 ccna meta eon 1 progestin hanes na ters, yeu hack, cona lpn atoning Laconse seeinia gue usu su dco “Ama parla tamara ne cc semen rman vpn tei an i ape ‘onions raga ste il rca ls aos as oan 1 nde Agente gan mae menace Lauer ri del ato noena olga replete gyno den ‘cas aad. Las ion son de dat eons mca tanto parstindominds por asin exes de Laie Mens | lsensus conoids "Causes" conesponictesal ao 1859, Neos costes sn de case forza. Esumo" EL NOVENTA Y SUS CONSECUEN: Ss La evolucin det Page ais en a Arena un ik Perle ion conics ras ln dae bermamental ests en este caso una rida, pero signifcativa, evolucin, En 1891, Carlos Pellegrini habia sido eategrica: "Creo que fs bancos de "Entado han hecho ya su 6pocay deben cesar ental carter. Esto no sig: nificaba prescindir de ls bancos oficiales: “Sw liquidacign [seria un nuevo desastre". En su mensaje de 1892, sin embargo, acept que Ia opi- nin péblica mostaba un geo favorable a existencia de un banc de Es- Indo. E presidente segua creyendo que esas ideas eran exrneas,princi- palmente por las presiones poliias o de “partido” que se eereen sobre eas instituiones. Dos abs después su sucesor, Luis Sdenz Pea, parece Inaber sido mis receptive la opin pblica: “La idea del banco de Es. ‘ado habilitador [Jes hoy por hoy la ms simpatica, y la que mas con: sola fos primordisls intereses del pais y del gobierno”. Pa fnaizar gregando: "El Banco Nacién es en el hecho banco de Esiado..” sta institucion bancaria habia sido defendida pore inlayent eco nomista José Tey (luego dos veces minsto de Hacienda. Para este au {or en un pais nuevo, de inmigracién y “sn fisonomia prop", ef Banco ‘nico de Estado se “impone econsmica y polticamente hablando” El banco era, para Tey, un aspecto mas de una tora que, con cera impre isin, enominé “socialismo de Estado". En Terry, ln expresién cores Pond a la mas modest afirmacidn, ya presente en los aos ochent, de ‘que el Estado debi acu all “donde et interés privado sea impotent En esta ocasién, sin embargo, el autor aad un matiz nacionlist,y te. comend6 una intervencin algo més amplia que la postu en la dead precedente. Tey era, también crftico dela torts econémicas hereda. das del pensamiento europeo. Estas teoras eran de duosa apicacin en pases nuevos y “cosmopolitas”.Si bien no citaba las fuentes perinentes, el carter netumente inductive de sus refleiones lo emparen con et ensamiento, muy en boga en Ia época, de la escuela histrcaalemana Los impaests de aduanaproveian la mayor parte de los recursos & Aisposcién del tesoro nacional. El tema no pod esta, por lo tanto, a ene dela agenda potica y, una vez intoducido,condujo al viejo deba- te nite protecionists y librecambists. La defeasa de a prime po in estuv a cargo del diputado tucumano Eliseo Cann. Los argumen- (0s esgrimidos giraron alrededor de a defensa del empleo nacional, de st adecuacion a las neeesiades de Ios paises nuevos, de su aceptaciin por parte de la mayora de las naciones del Viejo Continent y de err ci 0 en que incurrfan quienes asimilaban la protecci al monopoli. Fl die putado tucumano agregs un nuevo elemento cutndosostuvo que la radi i histériea del pats era protecionista, agumento que bas6, ea buena ‘medida, en is intervenciones parlamentaras de Pellerin y Vicente F. ‘Lépez durante los conocidos debates de 1876, Cantén denomin6 su pos «ida como lade “proteccionismo racional” con lo etl establec un pun. to de conacto con la opinin del gobierno sobre elem. La posicién oficial fue expuesta en la Cémra por Emilio Berduc, ‘quien considers anacténica la disputaenzepotecionsiay libccambistas, Sonteniendo que el problema debia ser analizado desde una pespectiva em entemente pragmatic. La defnicin se adecuba a exposci del minis ro de Hacienda Terry, quien manifeats que, dads las circnstancias dl mo ment, er “necesario er potecionsta raion; porque opti esa pro teen no como doctrns, sino come stoma dela stacién poe past os". No era muy distin la asin expresada pr el presidente Sens Pe. fia en su measaje de 1894: “..] noes la oportunidad de wover a a etema coestn del ibe cambio y del potecionimo. Nuestra ey seal e ela amenteproteccionist; ella ha creado valieosineeses que no pueden i eben ser atacados por eformasrdicales. La ley deanna es ley conserva or. Noes sorprendente que el diputad Cann haya recogdo con bene plicit esas dfiniciones gubernamentales. Et pensamieno econdmico oil en el prime lust dels aos no- ‘eta continu con la endencia estrada en a dea anterior de otorgar un Inga elativamente ampli ala accién de los poderespablios. Los motivos subyacenes a esta politica no fueron, sin embargo, ls misinos. Hono op Limit, de progres, que caraceri26 anteriormente el discurso oii foe sbandonado, aunque no enteramente, por una retérics deensivay cuteosa, ‘Lo descipo hasta aut podria sugerir qu ls vias ideas liberals haban shandonadolnescena pot, Esto no fu entecment asi ests ideas haben encontrado regio en I Uni Civica Racal ef principal y mas endrico ‘ato de oposicin. Como ya se seal, en uno de sus primerosdocumen- ‘osel partido habia mostado una fuer opoicgn a existncia de bcos ‘ficiles. En ese mismo documento se erties acerbamente la ingerencia ex taal en la Bolsa de Comercio y las poltcas gubemamentales que habian ‘ondecido a un incotenile emisionisno. El rechazo @ a partcipacionestatal volv6 a manifestarse durante la discusiinpartamentaria sobre el impuesto a ls bancos. En esta oca sin, el diputdo Baroetavesa (principal vocero radical en temas cond: ‘micos) hizo referencia a las “omnimodasfacutades de inspecci6a” otor- {das al Poder Fjecutivo “que llevan ea sus enraias el més fnesto de los ‘espotismos, ef que a tulo de proeccién y tutlae, se reserva le fac ‘ad inesponsable de destruir. En su discuso, apoyado en citas de Alber di, considers que el proyecto ofcalatacaba los principio consitucions- les deigualdad ante Ia ley y de libertad de industria puesto que al ser api- ‘ado a una sola actividad “Tavorecia alos unos en peruicio de os otros" I punto més alto de ta psicién doctinaria en Barroetaveta legs cuan 4o incidentalmente Emilio Berduc hizo una referencia ala usa. La res- rest fe instantnea: "La usu e palabrs que no tiene sentido; ela bertad de comercio" Las ideas de Barostavena(y de su partido) ya se habfan manifes- ‘ado en la discusin de la ley de aduanas de 1894. En esta ocasin, edi ptado radical apuné al carictorinconsitacional de las que consieraba “arta exorbitantes, Sef, asimixmo, que el eroreconémico en que se incuta al subsidiar indusrasftcia Consist en encarcer los produc tos para a ran masa de cansumidres: “No debemos infatuanos con Ia Pretensi de que nuestro pas produzca todos los ariculos de consumo {pues nesta felicidad econsmica no consists en product todo, sino ‘enconsumir bueno y baato™ La posicidn de Barretaveta er, sn mbar 0, gradualista,Pensaba que no era posible pasar bruscamente de “un po teccionismo tan exagerado al libre cambio completo sino que debe ise a ese umbo gradualmente pero con firmer La acitud librecambista de los aicales ya habia sido adetntada por el periiicopatidaro El Argen ‘ino el 27 de agosto de 1894: Es just, es legal es equitativo, despojar Ta colectivdad, para que viva, para que prospereny se enriquezcan me. dia docena de industeias™ Las ideas liberales de Barootavea no estaban exentas de algunas contradicciones.A comin de 1896 en la Camara de dipatados post 16 una partcipacion sctiva del Estado en el control de as arias ferovi Fas. El ejemplo de los Estados Unidos, opin, mostraba que el Estado de bia estar atento para impedir que ls grandes empresss se “combinaran” para incrementar desmedidament las trfas, aumentando costo de pro Auccidn y perjudicando ls intereses del pblico consumo. En este pun to “ta ibertad de comerco" ceda su lugar y era reemplazada por una de ‘manda opuesa: “Creo que el Estado, no debe, no puede renunciar al de "echo de itervenic en la jain de taitas". Excepeiones apart, parece

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