Cortes y Rubalcava Introduccion Metodos Estadisticos PDF

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METODOS ESTADISTICOS i | APLICADOS A LA INVESTIGACION EN CIENCIAS SOCIALES | | ANALISIS DE ASOCIACION ! ~ Fernando Cortés Rosa Maria Rubalcava | CENTRO DE ESTUDIOS SOCIOLOGICOS BL COLEGIO DE MEXICO Pelosi, 1987 DR, © Bl Colegio de Mexico ‘Camino al Ajusco 20 Pedreyal de Santa Teresa 0740 Metco, DLE. Impreso hecho en México - Prtied in Mexico ) ISBN 968-12.0360-7 INDICE Presentacién Prefacio 1, Introducetén 2. Asociacién de variables no méticas en tablas de dos por dos 2.1, Distribuciones bidimensionales de frecuencias: variables dicotémicas 2.2. Nocién de independencia estadistica 2.3. Otras formas de medir asociacién 2.3.1. El determinante como medida de asociacién, 2.3.2. Coefiviente Fi (B) 2.3.3. Educacién y estatus socioecondmico: una aplica- cin de 4, Coeficiente Q de Yule .5. Desarrollo social y movimiento obrero: una inter- pretacién del caso argentino (1915-1945) Ejercicios 3. Asociucién entre tres variables dicotémicas 3.1. El andlisis de covarianzas de Lazarsfeld 3.2. La ecuacién de covarianzas 3.3. La tipologia de Lazarsield 3.4. Breves comentarios sobre la aplicacién de la tipologia 3.5. Fl concepto de asociacidn y el anzilisis de Lazarsfeld 3.6. Reforma agraria y migraciones (el caso de Chile) 3.7. Algunas|imitaciones del método para estudiar la relacién entre mas de dos variables dicotmicas Bjercicios 4, Asociacién en tablas de r x ¢ 4.1. Asociacién ¢ independencia estadistica 4.1.1. Asociacion y andlisis porcentual 4.1.2. Asociaci6n y diferencias entre frecuencias obser- vadas y esperadas. Indices derivados de ji-cun- drado 1. Introduccién El propésito fundamental que guia este trabajo es presentar el andlisis, de asociacién como una técnica estadistica de apoyo para la investiga- cidn social. La brisqueda de este ebjetivo nos remite de lleno al tema de la relacién entre teoria e informacién' en Ta investigacién social, Sin embargo, éste es un tema tan vasto y complejo que supera con creces no sélo los limites de-este libro, que mas bien coztesponde al ambito dl anzliss estadistico, sino los de nuestro propio conocimiento del tema, A pesar dello es imprescindible, para situar el instrumental estadistico que se presenta en los capitulos subsecuentes, referiznos a algunos as- pectos involucrados en el vinculo ertre teorfa einformacién estadistica. En consecuencia, la exposicién seri parcial y no podré gozar de todo, elrigor con que debiera tratarse. Nes conformaremos con no desvirtuat Iaimagen de esta relacidn ni inducira sobresimplificaciones que puedan conducir a errores de apreciacion sobre los diferentes problemas que aparecen en Ia investigavién en ciencias sociales, Expuesto de manera breve podriamos decir que el énfasis se pone cencl estudio de la relacién entre teo-ia y anilisis dela informacién esta- distica. Interesa situarnos en aquellos puntos del proceso delaiavestiga- cién que se constituyen como interseccién de las operaciones tedricas us correspondientes operaciones empiricas ya queimplican la movili- zacién de nociones y técnicas defini-las dentro del eampo de la denomi- nada estadistica de atributos. Queremos destacar los vinculos que ligan nel proceso de investigacién las elaboraciones propias del pensamnien- to tedrico con los desarrallos caractecisticas de las técnicas de andlisis de la informacion, de modo que estemos en condiciones de orientar el estudio estadistico en funcidn de las preocupaciones eonceptuales y 'ntenderemos por informacidn l resultado del proceso de wansformacion (radu idm) de"enoles" dela realidad a través deapertionesconceptutes (ciao). lap {vensomotar dl sujavo que observa la reaided descent pape illeodelos se ex” (véase Lorenz, Konrad. La ova eu de! epeje, Placa Jenés, Madrid, 1980), En consecencia a informa sel producto de un dablerezorte Gea realidad, bol ey el conceptual B 14 wisropos esrapisricos APLicADos {que al mismo tiempo las construceisnes tedricas se basen en el material ‘mpirico acumulado en el proceso de investigacién y no sélo-en la con- sisizucia interna de sus propios desarrollos. Larrelacion entce teoriay estadistica suele darse en varios momentos alo largo de una investigacién; a veces predominan las consideraciones tedricas y otras lus.estadisticas. Eximinemos con mayor detenimiento el tipo de relacioa que nos preoeupa para sustentar nuestra aseveracién, Si circunscribimos la discusidn a las investigaciones que introducen Io empirico via li estadistiea podremos encontrar una estructura que noe permita ligar las consideraciones teSricas con el manejo de le informa idn estaudistica. ‘Ahora bien, para un texto de estadistica dedicado al estudio de las xelaciones entre variables no interesan todos los puntos de contacto en- tre teorfa ¢ informaciGn sino aquellas que permican ligat ciertas opera- ‘ciones conceptuales con el material estadistico que se expone. Enel pro- ceso de investigacién la interconexicn de os andlisis tedrico yestadistico se puede dar en distintos momentcs; algunas veces las preguntas qué ovientan cl andlisis estadistico surgiran desde inquietudes conceptuales yy otras veces los resultados del anifsis estadistico serén los que provo- ‘quen Jas preguntas tedricas. Pero sca cual fuere el origen o el predomi. nio de la relacién sera necesario establecer cl modo logico a través del ‘cual se la pueda capturar. El analisis de asociacidn es un instrumento estadistico concebide para analizar relaciones entre variables ligadas a las relaciones entre concep- tos planteadas en el campo teérico {que no agotan todo el dominio de Jas preocupaciones teéricas pero son las que nos interesa destacar pues esa parte que se vincula con el andlisis de asociacin). En consecuencia nuestra inquietud se puede replantear en términos de encontrar las ligas entre las relaciones que invotueran concepios con las que relacionan variables. Inn estadisti laresul- Proceso que conecta los conceptos ted: adores" 0 indices qui se sitdan en ef mundo de T listicamente, la que no se limita s6o alas estadisticas sino que cubretarnbién hiechos his\6ricos, aconte- cimientos, informacién petiodistica, etc, Por tanto, hay una conexién centrela variable estadistica yel concepto quenos servira paia cstableeci 1 vinculo que nos interesa (aunque més adelante se tocard este tema, Para nosotros indicador es una pieza‘undameatal en el proceso de invetigaign empirca que al coneetarse sivalténeamenteon it eaidad ve ts eoneeptos poiiita 4s anticlacinteore-eaidad. Pace mayouee dels Ease Lazaralld, Paul "De los onespts alos indies empires”, en Boudon y Lazarsel, Metodologia de ls cfene is socaes, vol 1, LATA, Dareeiona, 197). meraopuccin 1S zo lo expondremos en profundidad porque ademis de ser complejo hos desviaria de nuestro propésito central). efecto, sia partir del discurso te6rico habitualmente expresady on lenguaje natural podemos formalizar sus contenidos, es decir, si a partir de los desarrollos teéricos establecemos el canjunta de conexio nes l6gieas que Jes corresponden (que denominaremos proposiciones tedrieas) y hacemos explicitos los pasos que ligan los conceptos con las variables estadisticas (es decir, con los indices ¢indieadores) cnton- ces a cada relacién entre dos o més coneeptos corresponder’ una rele- Aloga entre dos o ind variables (que en este texto denoininamo® empirica). El problema del vineulo entre la teoria y cl anali- itado al andlisis de asociacién) se manifiesta de dos naneras: primero, hay una dificulted logiea para conectar las asevera- ciones referidas atm cuerpo tedrico, pero expresadas en lenguaje natu- ral con lo que hemos denominado proposiciones tebricas, y segundo, hhay que establecer las conexiones enire esta empiricas que expresan_relaciones entre Una vez que se ha construido la p-oposi der a. est ela ‘cidn. Es exactamente este punto el que coustituye el tema central de ie libro. Heemos sostenido que en el proceso de investigaciones usual que haya miltiples puntos de contacto entre la teoria y el manejo estadistico de In informacién, to queentra en abierta contradieeién con a idea amplia- mente extendida de que la investigacion empieza con el desarrollo det ‘marco te6rico y culmina con el andlisis de la informacién, En efecto, ‘nuestra imagen del proceso es muy diferente; para nosotros la investiga. cin empirica (es decir, el tipo deinvsstigacion que incorpora alos indi- cadores ¢ indices provenientes de Ia realidad de manera sistemitica y no a titulo de mero ejemplo) avanza sobre la base de la discordancia ente teoriae informacion. Bl desacuerdo entre las proposiciones teéri- ‘cas y las empiricas correspondientes, asi como las inconsistencias entre éslas y las observaciones, conduce a un replanteamiento de las relacio nes que a veces implica la nccesidad de mayores refinamientos tedricos ‘otras un reexamen del proceso que ligd a los conceptos con sus variables y en otras oportunidades la construccién de nuevos datos estadisticos. Tambigu sucle avoulever que se poaxan en Cuestidn sinmullémeumnente todos los procesos involucrados en I investigacién. En nuestra concep- cidn el vinculo que liga teorfa y realidad es esencialmente dindmico. EL orden de la exposicién de los resultados de una investigacién no constituye su historia real. 1s una costumbre generalizada situarlos en al punto terminal de una cadena que se inicia en el marco teérico. Se empieza por la teoria y se culmina en la presentactén de Ia evidencie; sin embargo, el proceso de investigacin est4 leno deavanees y retroce” 16 —_ MéToDOs HSTADISTICOS API:CADOS sos, de caminos sin salida, de exploracién de nuevas vias y del cierre dc otras. La investigacién raras veoes avanza lincalmente; Jos obstécu~ fos que hay que vencer no siempre se tradnicen en adelantos sino que Ta mayoria de las veces impliean rodeos que, en el mejor de los casos, exigen un mayor grado de problmatizacién tedrico y metodoldgico. Es por ello que si desedramos rerresentarlo grificamente deberiamos recurrit a una espiral i; ‘Con el objeto de precisar algunas nociones centrales involucradas en la eelacidn entre la teorfa y el andlisisestadistico de la informacién. ‘aeéptese que es posible detener In espiral de la investigacisn en un ins- ante. Fin ese momento esiarda peesentes con mayor o menor énfasis os componeates del siguiente diagrama: ‘A la izquierda de la doble linea vertical hemos representado el campo de la teoria y a Ja derecha el de le realidad. Ein el primero denotamos con una letra C los conceptos que forman parte de la teoria. Las lineas continuas que los unen, representan las relaciones constitutivas de la teoria, que para los propésitos de este trabajo nos basta con coneebir como un conjunto de conceptos tedricos relacionados. Generalmente, centre el cuerpo teérico y Is realidad se encuentran los conceptos obser~ vables u objetivados simbolizados por C’. 'Nos interesa remarear algunas caracteristicas de la grafica para for- rmartios una idea del eonjunto de pasos intermedios para conectar los ‘conceptos tedricos con Ia infornacién proveniente de la realidad 1) Bn el dominio de la teoria hay una serie de concepios que no pue~ den observarse 0 que no es posible poner en correspondencia con lo mmopucaon 17 empirico; tal es el easo de Cy, Cy, Cy, Ca¥ Cs en tanto que bay otros ue si son observables ya sea direc:amente (Como C,) 0a través de con ceptos observables relacionados con ellos (como Cy, C, y Gy). 2) Estos ltimos s6lo son susceptibles de ponerse en earrespondencia ‘conlla informacion a través de su objetivacion én concentos observables (Cj. C), CD. Bl vinculo entre un concepto tedrico y su correspondiente objetivado se representa con una linea punteada, 3) Elconcepto observable (quc lo pucde ser directamente o bien uno objetivado) se liga com la realidad a través de indicadiores. A partir de ese tipo de coneeptos se revorta un segmento de la realidad y de la interaccién surge la informacién. La doble Iinea representa, por una parte la forma como se observa la realidad de determinado coneepto y por Ia otra los indicadores, que son el producto de la mirada concep- ‘tual sobre la realidad. La informacién estadistiea (susceptible de tratar~ se con el andlisis de asociacién) es el resultado del registro empirico de los indicadores.* 4) Hay que notar que la nocién de indicador se refiere a un elemento ‘que surge de la realidad y que est4 vinculado a un concepto observable. ~Sus propiedad sori que existe eel mundo enipirico y que es suiscepti- ble de resistrarse, Adicionalmente hay que tomar en cuenta que todo indicador forma partede una relacién. La materia prima para aestadis- tica son Jos indicadores, a los que se dénomina variables, Eo primera instancia se podria pensar que ambas palabras Son sindnimas, pero no serfa del todo correcto. Fin efecto, la estaclistica, con su pretensién de sencralidad, es deci, de servit como insttumento de cualquier ciencia sin apegarse a ninguna en particular, no considera el componente rela ional del indicador. Esto quiere decir que para utilizar el conocimiento estadistico en el proceso de la inv:stigacion en general, y de Ja social en particular, es necesario llenar de contenido tebrico & las variables. Fl buen uso de la estadistica exige diferenciar los conceptos de las varia- bles y establecer con claridad “Hasta ahora hemos supuesto implicitamenté que a cada concepto le corresponde sélo un indicador, pero en la investigacién social es lo habitual que a un concepto se le asocie ms de un indicador. Si éste fuera el caso, para vincular a cada concepto con una medida iinica ha- bia que procedler a construi unas indices que resursieram los indicado- res, $i bien dentro del arsenal de conoci 10 disposicidn del cientificd social se hace una clara distincion entre indicador eindice éta no tiene lugar en la estadistica, para la cual Sélo existe al término. variable. Este engloba fanto a Tos coma a Jos indicadores. operaconssterico-metodelgica instrumentals in Je Hhnge, Mavi. Lt mvetgnenn einen, Ate, 18 MeTODOS ESTADIstICOs APLICADOS 5) Unaidea general que se desprende dela grficaes que la variables s6lo tienen sentido si estén relacionadas con un cuerpo tedrico. Los indicadores 0 los indices son re'erentes empiricos de los conceptos ob- servables. Lasvariables que reflejan propicdades observables de las uni- dudes para lis cuales ecexistrala informacion sd tienen pieno sentido cuando se lienan de contenido conceptual. ‘Hay que recordar que el prepdsito central de éte libro es situar el nalisis de asociaciOn.en los pun'os de ntersecci6n entee las operaciones {ebrieas y empiricas involucradas en el proceso de la investigacin sO cial, Con el iinico objetivo de definir y perfilar nociones tales como variable, indicador, indice e informacion recurrimos al supuesto de que esposibledetener el proceso deinvestigacién y distinguir anaiticamente sus componentes. Con este artifieio se pretende introducir 1a idea de tuna precedencia temporal en el proceso de investigacién que se origina ia en el eampo de Ia teorla. Sin embargo, esta concepcién empieza a desvanecerse cuando reincorpordmos la dindmica por medio de a idea dde una espiral que en sus dstintos niveles tencird momentos mas cerca 1ngs a lo empirico y otros més préximos a lo tedrico. Ademés nuestra scparacién entrelo e6rieo, lo téenico y la informacidn io.esen absoluto nilida euando se investiga, Ein cada acto de investigaciOn se Siempre presentes, aunque con pasos diferentes, las onsideraciones te ricas, las metodoldgicas y las téenicas, ‘Alo largo de todo el texto ros préocuparemos por destacar cémo las proposiciones erapiricas orientan el andlisis estadistico de la infor maciéa. Fsto quiere decir que silo subsidiariamente nos dedicaremos a mosirar el modo especifico como se relacionan las proposiciones em- piricas con las te6ricas. También signitica que analizaremos en abstrac- to el punto en que se establecs el vinculo enire ol mundo de la teorla yl de Ia informacién. Por abstracto queremos significar no referirio a ningiin momento preciso dentro del proceso de investigaci6n. Enfai- zamios el andlisis del modo en que Ta proposicién empirica orienta el estudio estadistio de las relaciones entre variables independientemente del Iugar de Ja espiral en que se encuentre el proceso. Hiechas estas aclaraciones es necesario agregar una més. Para dar contenido sustantivo alos desarollosestudisticos hemos tomdo eommo ejemplos partes ce una serie de investigaciones va publicadas. E] mate Fial esta organizado de acuerdo con Ia Kégica de la exposicién de sus autores, siéndonos imposible recuperar lade lainvestigdci6n. En conse- ‘cuencia, los ejemplos parten de. andisis de las proposiciones tebricas para esiablecer (sin mucha diseusién) las proposiciones empiricas y Ge ahi en adelante se continia examinando las consecuencis Wgi- cas de éstas itimas sobre as dstribuciones de frecuencias. Bl orden ‘con que se presentan los ejemplos no se debe a que supongamos que «nel proceso de investigacion lo empiticoesté detetminado por lo tebti- INTRODUCEON 19 0, sino que se justifica en gran medida porgue es la dptica que nos patecié razonable para incorporer el material de investigacién que sirve de base a los desarrollos propiamente estadisticos y porque, ademas, es una manera simple de introdutir al estudioso de le estadlistica en las ‘complejidades del uso de esta técnica en’ la investigacién en ciencias sociales ‘Tomando en cuenta las anteriores consideraciones y coal proposito de dar contenido a las ideas enpuestas veamos un.par de ejemplos. Nun‘ plantea que en el volumen I'de EI capitel, Marx investiga las relaciones entre capital y trabajo en genera! con el propdsito de arrojar claridad sobre las leyes de funcionamiento de la forma mas pura del ‘modo de prodluccién capitalista yas{determinar por qué ycéuno la xu. lain capitalist proxhce corstantemente una poblacién obrera ex- cedentc, En cl capitulo 23, Mars teoriza sobre el funcionamiento del ‘mercado de trabajo en una econemia de libre eompetencia y “'discicrne una primera tendencia al r4pido crecimiento del proletariado industrial; dada su forma, uma segunda tendencia a liquidar las diferenciaciones dela fucrza de trabajo que labian sido propis de periodo de la manu- factura y a promover, por tanto, uma homogeneidad olorera cada vez mayor en tétminos de ealificacién y de ingreso” (p. $7). Nun continga su desarrollo sefialando que con estas previsiones Marx describis acez- tacamente las caracterfsticas que asumié of mercado de trabajo en In- glaterra y los Estados Unidos en el iltimo cuarto del siglo XIX, pero {uecitesa épocase inicia a tendencia hacia la concentracién y la centra- lizaclén del capital, que también Marx pronostics. Después de referirse a una serie de estudios, Nun nes dice que El resultado de todo esto es una verdadera reversin dé aquellas tendencias les al crecimiento y ala homogeneizaciOn de un prollariado fund alinente industrial: la vez que cae su peso rlativo en el conjunto de te poblaci6n econdunicamente activa, esta dtima aparece cada vez mis frag rmentada y diferenciade, de manera sndloga alo que sucediera cn el periodo de la manufactura (p. 60). Dice que es a raiz de estos fendmenos que han surgido una serie de studios que, en oposicién a la ortodoxia neoclésica, procuran distin suir Ja existencia en Estados Unidos de un mercado de trabajo primario yunosecundario, Nin lice quepara varios autoreseste dualismo apare- Ge ligado al corte entre los monopolistas y el resto de los empleadores y que hay suficfente evidencia de que tienen diferentes comportamien- {os en el mercado de trabajo, porlo menos en lo que se refiere a salarios ¥ beneficios sociales (p. 60) ‘Una vez que ha marcado los eambios de tendencias en el mercado ‘Nom, Jor. “La induseleautometrzargeatina: estudio de un cato de superpobla cig flataate™, en Revista Mevcana de Socologt, 1 (18), 1978, pp. 35-106. eRe 20. METODOS HSTADISTICOS APLICADOS detrabajo concomitantes al pasaje del capitalismo de su estadio compe | {itive al monopdlico y que ha doc:mentado la segmentacién del merca do, Nun deseribe cémo el capitalisino penctré en el agro de los Estados Unidos; agtega que si bien es cierto que la mayoria de los trabajadores del sector secundario pueden definirse como un excedente respecto del ‘mercado primario, estas ocupaciones no son supervivencias de la orga- nizaci6n social anterior sino un emergente del nuevo estadio del desa- srollo capitalista (p, 61). A continuacién entra de lleno al tema central dosu trabajo, Lo reproduciremostextualmente para disponer de la base ue apoye nuestra lectura particular: ‘Segin las ramas, el uso capitalist de la maquinaria contin sometiendo eLempleo industrial a marcados vaivenes. Pero, ccudl es la configuraciOn | de In modatidad flovance dela supexpoblacionrelativaa una industria Tuerte- mente concentraday dispensadorade ocupacionespredominantemente “pri- tuatias "? La disminuciOn proporcional de la fuerza de trabajo fabril en el conjunto de los asalariadas noimpide que haya aumentado su volumen absoluto: al, éste creci6 alrededor de 13% entre 1960 y 1972. ;Vuelven ‘eulonees a incorporarse a la industria los abreros desplazados por las fluc- ‘waefones ciclicas por los progresos de la mecanizacién? En otras palabras, tla caraeteristica salfente dela modalidad flotante sigue siendo la anslizada por Marx, cor ‘odas sus Imptieacianes potencialesen términos de solidarida: es obveras, de acumnulacton de experieneias y de reivindicaciones @ nivel il ‘dela fdbria, y, presuraiblemente ahore, decristalizacisn de una aristocracia del irabajo en el sector monopolist 'Nuevsmente, ¢s dificil dar tna respuesta comprensiva y, en todo caso, laliteratura que conozco no la proves. Braverman (974; 386-387) consid ' ‘que el mecanismo de expulsidn/absorcion opera hoy en Areas geosralicas t cada vez mis extendidas, de manera quels cesantia obliga a menudo al ob roa “romper los lazos cou la localidady con la comunidad”. Pero también : sugiere que buena parte dela mancde obra desalojada per ‘a rapida meca- nizacion de la industria” no reingiesaa plantas fabriles sino que suministra ‘bruzos baratos « los llamados “scrvicios", o sea, que pasa al mercado de irabajo secundario. Es muy probable que esta dima generalizactn resulte tanto mas vilida cuanto menor sea el nvel de califieacién del despedido; y ¢ igualiente conocida la incidensia que tienen sobre las posibilidades de reempleo variables individuales como la edad, la educacion formal, el sexo ye origen étnico (pp. 61-62) “Despues de exponer dos estudios sobre el tema de la superpoblacién Mlocante, realizados en un pals central (la industria automovilistica in- lesa) yen uno periférico (el petréleo en Trinidad y Tobago), y mostrar las diferencias, estudia el caso de a superpoblacién flotante en la indus- ‘tia automovilistica argentina. Al centrar el interés en las tendencias que muestra el mercado de trabajo en Ia fase del capitalismo monopélico deberiamos esperar un cierto grado de heterogencidad en la fuerza de trabajo, como con- paRoDUCCION 21 secuenela de la reversion de Jas tendencias en la etapa competitiva del capitalismo, asi como de los procesos dle centralizacién, concentracién y segmentacién del mercado. Para obsetvar la homogeneidad /hetero- ‘geneidad de Ta fuerza de trabajo Nun toma como indicador cl grado de calificaeion que tenian al momento del despido los obreros de algu- bas plantas aucomovilisticas de Buenos Aires, usa el tipo de ocupacion al momento del estudio como indicador de a seementacién del mercado de trabajo. La calificacién laboral origina una vatiable que clasifica ailos obreros despedidos segtin tengan o no calificacién (variable dicots- mica), mientras que Ta ocupacidn ‘listingue entre ocupaciones en la in- dustria y en los servicios. Las primeras se abren en ocupaciones depen- dientes en plantas industriales grandes, que proveen los puestos estables ybbien remunerados, y en plantas pequetias en las que se pagan Salarios bbajos y los empleos son poco estables. BI primer tino de ocupacién es cl earacteristico del mercado de trabajo primario y el segundo el del secundario, Siinteresase analizar por separado los procesos de segmien- tacién del mercado de trabajo y el de homogeneitad /heterogeneidad dela fuerza de trabajo bastaria con analizar la informacién de cada indicador también por separado. Sin embargo, en el timo parrafo dd la larga cita de Nun se plantea la hipdtesis de que mientras mayor sea la calificacién del obrero despedido, mas probable es cme reingrese 4 las plantas fabriles. Esto quiere decir que al nivel de los conceptos se plantea una clara relacién entre la heterogeneidad de la fuerza de trabajo y su acceso a los mercados; es esta relacién la que permite com- prender el estatus del cuadro 2 del estudio que nos sirve de iustraci6n. Como por el momento s6lo estamos interesados en destacar Ia rela- cidn entre los conceptos sus indicacores y en sefialar emo los vinculos teéricos especifican las correspondientes asociaciones entre las varia- bles estadisticas nos limitaremos tnicamente a prescntar Ia estructura de uma tabla que se deriva de los cuadros 2 y 4 del trabajo de Nun? (pp. 749 77): TABLAL Ocupacién actual, por calificaci6n en empresa de origen Calieacton Hie clfeadoe Calzada ‘Geupaciones dependlentes en: 1 Indra HL Plats grandes XXXXAKKRN, 112" Piamtas pegueia 222200000 2, En servicios SEOOOGOOON 281 eearolla que presentomas del trabajo de Joxé Nun fue ampli con &Agradecemtos Sue valiosts comentarios ¥ sugeencis. 22 wiltoD0s estaDtsricos APLICADOS el cuadro 4 del trabajo citado eliminamos la categoria “ocupacio- res por cuenta propia” porque ne forman parte del mereado dc trabajo ¥ por lanto no presentan interés para el tipo de proposieién en estudio. Sin etubarao, ello no impide su sigificacién descriptiva. Desdeel punto de vista empitico recoge una earacterstca importante del desempleo Gu genera la industria automovilistica argentina: eproximadamente tin tercio de los rabajadores sespedidos, se encontraban trabajando por cuenta propia dos aos después de que los cesaron, Esta proporcion ‘asi la itsiia entre los trabajadorca ealifieados y 10s no califieados. En este caso tampoco se incluye a los desocupados (alrededor de 10¥% de los despedidos) por cuanto la hipétesis planteada lleva a examinar «1 proceso de reinsercidn laboral 'Blanslisis estadistico de los totales por columna permitiré formarse un juicfo sobre la eter ogeneidad/homogeneidad dela fuerza de trabu- jo, Silas observaciones e concentran bésicamentecn una de las eatego- Has entonces podemos decir que In fuerza de trabajo es homogénea la consideraremos heterdgenea si se distribuyese por igual en ambas ‘asesestadisticas, En cuanto aasegmentacién del mercado de trabajo, la evidencia empitica se encuentra en las lineas. En efecto, en el caso ddeque it reinsercidn laboral fuesepreferentemente en el mercado secun- dlaro las observaciones deberian concentrarse en la categoria “ocupa- ciones industriales dependientes ex plantas pequehias” y probablemente en las dependientes en los servicios. La relacién entre la heterogeneidad de la fuerza de trabajo y la seg- ‘cntacién del mercado provoceria una insereibn diferencial de os des- ‘npleados. La hipdtesis planteada levaria a sostener que en el plano los indicadores los trabajadores sin calificacién, a diferencia de los “ie sila tienen, tenderian a ocuparseen el mercado secundario. Proba- ‘emente habrla que complementar Ia conjetura estableciendo que los srabajadores no calificados volve-fan al mercado primario siempre que hnubiese demanda, $i aceptamos quelascategoriasestad{sticas, “ocupa- ciones dependientes en plantas pequefias” y “ocupaciones dependien- tes on los servicios” constituyen una buena aproximacién al concepto de mercado de trabajo secundati entonces, y con base en la proposi- cin empiriea (es decir Ia relacién entre los indicadores) deberiamos esperar que las frecuencias de la tabla | siguiesen una distribuci6n esta- aaistica semejante a la que hemos marcado con X. ‘Marin* plantea en su estudio sobre la violencia en Argentina en cl periodo de mayo de 1973 a marzo de 1976 que el Cordobazo marca inicio de vn ascenso de las Incas populares que leva a un cuestio- wniento de la violencia legalizada ai, Juan Casas, “La guera eli. 2n Argentina”, en Cuadernos Poiticns, aim 2, cctubredisiembre, Bra, México, 197%. mrmopucay 23 "1 “Condobazo” sel leo qu, basa ese momento iba paca nadvr- tido para la enorme mayoria del yas: el proceso aeuuyeleién de fuera de enfrentareato on Jos ors populares espace tena la fuerzasepresvas convenes del Exado. Se rat eee de una fra demas cy caput —de as ne reps {clas creas plies extvo cetrada en Ie const de gue lacont ida ech era jst: en armamnto moral Ess fre ears armada moralmeste bia puestoendudael monopslio cal dela fret aera beste ese momento el poder dea burguslaabanond su desndes anelé la eupacion mitar ~por una fasrs de gletra~ del tnt, Para re.bleer su monopoio ds ntrumentos de deste nates uso polcal de fuerza de sue iste pars lorar el splus de! movimiento demas. La iain de fuera de sparidad elo te. Fos de conto, fe sficente pata content Is fc deeafentamio fstne mass ponies. Com con tapas, el eneuigo goes lade fs explo soil (51). “Marin dice que en el Japso 1969-1971 tuvo lugar un proceso de acumu- Jacidn de fuerzas en los sectores popuilares que comprend{a no slo cle- mentos morales, sino también materiales y que: Para clenemigo, personificado estavez en las fuerzas de seguridad, la necest- dad delograr impreseindiblemented desarme moral delas fuetzas populares se.constituy® cn una meta prioritara al logro de su desarme material. Para ello elabord uns estrategia militar centrada en el desarme politica de Is fuer 243 populares; su significaciontotalpax6 practicamente mnadvestida durante todo el proceso. Comenz4 por un lento repliegue politico y waa tendencia hacia el acuartelamiento de sus fusreas armadas, BI ‘abandono” de los aparatos polticos del Estado eres una fasa ima gende neutralizacion de las fuerzas srmadas en los procesas que comenzaron a desarrollarse a partir de mayo és 1973 (p. 51) Enseguida sostiene, avalado por informacién histériea y estadistica, que en 1973 se produjo un punto de inflexién en las condiciones de Jas luchas sociales y politicas entrérdose a un periodo de lucha armada, Sostiene: ‘Tramo de inflexién porque a difermcia del periado en que el poder de la ‘burguesia se expresaba fundamentaly esencialmente concentradocn clEsta- ido, en coaecin permanente de sth difevcutes apasalus outcasts sn Ia enorme mayoria de las clases populares, mediante el uso abierto de la fuerza, enel periodo constitucional que comienza aflora —encubierto hasta «se momento por lz contradice‘6n fundamental anteriormentesetalada,en- treel *pucblo” yel Hstaclo—defiuitivamente yen formacrecienteelcaracier real dels huchas sociales; su carter clasista alo lx go de todas las expresio nes de la sociedad, y en particular en sus enfrentamientos. De tal medo en Ia frontalidad que imptican los diferentes inereses sociales ex quetomta lugar la lucha armada; por supuesto, sizazy habilmente encubierta por la capac 24 METODOS BStADIsTICOS APLITADOS dad dominante que ain mantenfan, ¥ mantiewen, las formsciones ideol6yi- as de In burguesia en los seetores populares (p. 53) Es a partir de estas consideraciones que Marin se preocupa por et anilisis empirico de las proposiciones ideolégicas dominantes. Basa su estudio en informacidn periodistica que le permite dar cuenta de 8 509 hechos armados acontecidos en Argentina de mayo de 1973 2 marzo de 1976, A pesar de que somete a contrastacién varias proposiciones ideol6gicas nosotros s6lo incluiremos a titulo de iustracion la que sub. yyace al cuadro 3 del mencionado estudio. ‘La primera proposicién que analiza (proposicién teérica) establece una relacién entre fuerza social y tpo de violencia. El primer concepto o objetiva en el de accidn social yl segundo en accién contra! cuerpo. ‘De manera que la proposicién empirica consistente con la proposicién teérica sostendrfa que existiria una relacién entre la acciéa social y la saccidn contra el cuerpo. El concepio observable accién social lo dicoto- ‘miza en acci6n subversiva y antisubversiva y la accidn contra el cuerpo la divide en dos categorias: las queproducen bajas y las que no las pro- dueen, La proposicién ideolégica conereta se plantea al nivel de los indica- dores: la gran mayoria de og hechos que producen las fuerzas subversivas son he- cchos con muertos y heridos; en cambio, las fuerzaslegales concextran:Ja mayoria des deteniendo y no matendo, La proposicién empfriea conduce a la construcciéa de la siguiente tabla: TABLA 2 heckos armadas ‘Total de hechos armados producidos en el periodo de mayo de 1973 1a marzo de 1976, distinguiéndolos segiin produzcan bajas ono “Hechos aumados que Hechos armadas que no “producen bajae producen bajus “oval de heshor aemados (roduelaos por Ia een aubercia’ OOHRXNX Total de hechos srmados ‘rodusidos por la soci “antisubversiva’” HRN Fn la tabla hemos marcado con la letra X la distribucidn esperada de las observaciones de acuerdo con las proposiciones planteadas. intaopuceits 25 Eneste libro aplicaremos constartement la ligica que hemos segu- doen os ejemplos, Estableceremos ls proposicionesteoricas las rla~ ciones con sus correspondientes proposieiones empirieas y a partir de estas ltimas se derivari la distibueiin esperada de las obses vaciones ‘que contrastada con Ja distribucion observada, nos entregara criterios para juzgar cl grado de concordancia chtre Ia teoria y los datos.

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