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josé alfredo flores* el problema de la relacion sociedad naturaleza: una contradiccién dialéctica «la famosisima “unidad del hombre con la naturaleza” ha consistido siempre en la industria, siendo de uno u otro modo segiin el mayor 0 menor desarrollo de la industria en cada época, lo mismo que la “lucha” el hombre con la naturaleza, hasta el desarrollo de sus Juerzas productivas sobre la base correspondiente. Carlos Marx y Federico Engels La ideologia alemana Introduccién En la arqueologia encontramos, por lo menos, tres posiciones teéricas claramente definidas en torno al problema de la relacién sociedad naturaleza. Por un lado, se encuentra aquella que se atiene a una postura determinista en la que la naturaleza ocupa el papel central de dicha relacién, donde los distintos grupos humanos sélo promueven procesos adaptativos, a través del desarrollo de su cultura. Y, por otro lado, las que dan un mayor peso a la sociedad y a su capacidad transformadora, y en la que se no se reconoce la adaptacién como un proceso fundamental. La ar- queologia simbélica da un mayor peso en sus procesos interpretativos a los conte- nidos miticos y simbdlicos. La arqueologia social fundamenta la explicacion en la produccion socioeconomica, sin desconocer dichos contenidos. Es sobre la base de esta segunda posicion tedrica en que se desarrolla el presente documento. Posgrado en Geografia, Universidad Nacional Auténoma de México (UNAM), correo electenien: pritinama2006@yahoo.com.mx - ANA +47 ENERO 20; . ,OLOGIA AMERIC. 11 iN DE ANTROP! 46 BOLETI -DICIEM PRE aay distintas perspectivas antropologicas existen dos Brandes po: Entre las Siciog, torno a la relacion sociedad-naturaleza: monismo vs. dualismo, Positins co aeumen totalmente opuestas y mutuamente excluyentes, Este trabajo “S due — los argumentos de cada una de dichas posturas y Sostiene que aby posturas son historicamente insostenibles. : Esta presentacion plantea, ademas, desde una perspectiva material ca, que la unidad o separacidn/alienacién de la sociedad respecto de | en determinadas formaciones sociales es producto de las relaciones producci6n histéricamente determinadas que han entablado los seres h largo de su desarrollo, de las condiciones concretas en que se reali productivo y el nivel de acceso a la riqueza socialmente producida. Y en la unidad o separacién de la sociedad respecto de Ia naturaleza han operado tres grandes negaciones dialécticas, que van desde la configuracién del ser hu. mano en ser social hasta el capitalismo contempordneo. Con la posibilidad teérica y practica, historica finalmente, de que tenga lugar una negacién cuarta entre |g relacién sociedad-naturaleza y, con ello, una responsabilidad ética hacia la natura leza, lo que en su caso implicaria sentar hoy las condiciones sociales para que esto tenga lugar. A la par discute la idea que opone radicalmente Ia naturaleza a la cultura, 0 mas propiamente a la actividad creadora del ser humano. Se reconoce en a natu- raleza la impronta humana y la huella de su transformacién, sin sostener, la elimi- nacién de la naturaleza objetiva que existe independientemente del ser humanoy de su actividad transforniadora. Para ello se apoya de las categorias de la dialécti- ca: contenido/forma y esencia/fendmeno. En el proceso se discute el concepto tradicional de “naturaleza” que ha visto como sinénimos los términos de naturale za, medio, medio ambiente, medio natural, entorno natural, medio ambiente nat: tal, espacio natural, etc., que como términos pudieran ser utiles y descriptivos, Pero no como conceptos explicativos. Concluye con una diferenciacién categoria en relacién con el contenido material de todo proceso de transformacién social Y la forma socialmente derivada resultado de dicha capacidad transformadora pot parte del ser humano: naturaleza y medio (naturaleza humanizada). ista iste, ‘4 Naturale, Sociales de ruManos a |p Za el trabajp Propone que La relacién sociedad naturaleza en la Arqueologia y la Antropologia En la arqueologia encontramos tres importantes posiciones en torno al Be de la relacién sociedad naturaleza. La arqueologia simbélica con base a man? cepto de paisaje ritual reconoce la capacidad de transformacién del racist ib de la naturaleza, pero sobredimensiona el papel que juega en su transform ig religion y cosmovisién de los pueblos desaparecidos y desestima lap JUDE ALFKEDU FLORES ES FL PROBLEMA DE LA RELACION SOCIEDAD NATURALEZA... 47 socioeconémica. Sostiene que la disposicién, asentamientos y territorios obedece a una rep y contenidos miticos, simbélicos y rituales, T; a la politica, al plantear que también obedec dominio de un grupo humano del territorio queologia, la ecologia cultural, la ecologia e teoria de sistemas, entre otras derivaciones, en la que la naturaleza ocupa el papel cent tos grupos humanos sélo de su cultura. , organizacién y distribucién de los resentacion en la tierra de principios ambién atribuye un papel importante ¢ a la ritualizacién y justificacién del de otros (Broda 2003). La nueva ar- ‘condmica y los que se adscriben a la se atienen a una postura determinista ral en dicha relacién, donde los distin- Promueven procesos adaptativos, a través del desarrollo le s La cual es entendida como un fenémeno extrasomitico y suprabio- légico que permite el intercambio de energia de los grupos humanos con Ia natu- raleza (Vargas 1986:65-67). Y, Por otro lado, la arqueologia social posicién que da un mayor peso, en dicha relacién, a la sociedad y a su capacidad transformado- ra, y en la que se no se reconoce la adaptacién como un proceso fundamental. Sin por ello desconocer las influencias y acciones que ejerce la naturaleza sobre la sociedad, en relacién con el correspondiente desarrollo de sus fuerzas productivas. La relacién sociedad naturaleza en la antropologia, segiin sefialan Descola y Palsson (2001) en Ia introduccién del libro Naturaleza y Sociedad, ha sido abor- dada desde dos posiciones que se asumen contrapuestas y mutuamente excluyen- tes: monismo vs. dualismo. El dualismo, sostienen, en mayor 0 menor medida obedece a una aceptacién acritica de los contenidos 0 dominios ontoldgicos de la cultura occidental, que separa radicalmente la naturaleza a la cultura o lo salvaje de lo civilizado. Dando lugar a una dicotomia entre la naturaleza y sociedad, en la que una se opone y/o separa de la otra. Sea desde una aproximacién “materialista” en la que la naturaleza conforma la cultura (caso del materialismo cultural, por ejemplo, o como en el caso de las posturas arqueolégicas deterministas ambienta- les derivadas) 0 de una “idealista” en Ia que la cultura impone significado a la naturaleza (como la antropologia estructuralista 0 simbélica). EI monismo —posicién en la que se adscriben los autores comentados—, sos- tienen, realmente permite una comprensiOn verdaderamente ecolégica ‘e la bate raleza y rechaza la concepcién universalista de ésta impuesta por la Cultus occidental, misma que promueve la contaminacién y destruccién an ie a Ademas, pone en duda la distincién entre naturaleza y sociedad. Uno de los at A los que A stenta con base en casos etnograficos en teat See eenee separacién alguna entre la sociedad y la i rupos humanos : n ie I e oearale 5 r donde incluso el propio planteamiento no tiene ningun St Za natn Weaes ashuar y los makuna del Alto Amazonas, 0 los ee a aie one 4 ). De ahi que se apoye en casos etnograficos 0 de socie: pl entre otros). triales para evidenciar y anal zar formas de relacion su: entables. idenciar suste ji AMERICANA #47 ENERO, 21.-DictE Ng, iN DE ANTROPOLOG! Pay Lev a . as BOL srando a Latour, que ni siquiera 1g Ciencia jantean recuperal separacién tajante Oder, Pp nocimiento de una separa a} entre nap le mediante el ud por ejemplo, en la fisica moderna “la Ciencig a 2 jue, os d. En ne y artefactos hibridos en los cuales los efectos may constantemente mn nes sociales se mezclan de forma inextricable” les y Soe tecnologia y la ingenieria genética, donde s en el caso de la i organicas modificadas, lo que sin lug: transgénicos ¥ vee in A tal grado que no solo la naturaleza : atura he < : . impactos en Ta na cto humano sino un objeto sometido a las cada vez mas un producto . Asimismo, opera socieda' (op. Cit.:19) . © SEAN Cultngs at dUdas ting misma se vues leyes de} Merea, 20). do om — a dudas, Descola y Palsson tienen razon cuando critican la se a Jégica entre sociedad y naturaleza impuesta Por la cultura ocei com sia unilateratidad de las aproximaciones antropoldgicas que la hai También cuando reconocen su no universalidad. Asi como cuando Plantean que en la practica humana, en general, y la investigacion cientifica, en Particular, no opera dicha separaci6n, en tanto crean y/o producen efectos sobre dicha naturale. za. De hecho, la impronta humana se encuentra en mayor © menor medida en todos los fendmenos naturales. Lo que hace sumamente dificil Teconocer una y otra. Lo cual, no significa aceptar el monismo aceptado Por los autores. No pode- mos aceptar el “monismo” en la relacién sociedad naturaleza, en tanto no hay noci6n clara de historicidad de las relaciones sociales, ni de las relaciones dife- renciadas que establecen con esa naturaleza los distintos grupos humanos, segin su respectivo nivel de desarrollo social. El “monismo” (unidad) o “dualismo (separacién abstracta y alienada) entre la sociedad y la naturaleza es histérico. No se percatan los autores discutidos que la relacién “monista” y la “dualista” de lt sociedad con la naturaleza que contrastan, en realidad existen y han existido hist ticamente, En el caso de las sociedades re Teconocen oposicién/distincién al: vamente no la hay. La relacién “ les permite apropiarse y transfo: adecuada para la teproduccién Y asi sancionada Superestruct dental, asj i asumido, ‘portadas etnogrdficamente, por supuesto est guna entre sociedad y naturaleza, porque eft ‘monista” se sostiene en el proceso productive a rmar esa naturaleza y volverla naturaleza hum “ de sus formas culturales de vida y de ellos ae s turalmente lo que hace ilégico del todo sae Planteamiento. De ahi diversas representaciones etnograficas que 10 © k ae : i i a or Separacién alguna de la sociedad con la naturaleza y registran ejemp econo’ @ue tratan a plantas y animales como sujetos 0 parientes. No se le da y la naturaleza como ajena a Z ella la sociedad sino como parte integrante de como ella misma (véase Hornborg 2001 373), los a EL 6 PROBLEMA DE LA RELACION SOCIEDAD NATURALEZA... 49 El “dualismo” en la relacié F clasistas. Resultado de eee ees naturaleza €s producto de las sociedades en tanto se enajena al ser humano de la a vleea, a par Ge trabajo sobre dicha naturaleza por otro aturaleza, al enajenarsele el producto del ceso de explotacién, que ha legado a ive “ wee ae através de eo capitalista vigente. Pues le ou i 3 les extremos e inhumanos en el sistema relacion sociedad naturaleza se ha omens doen las Sear e en que histéricamente ha tenido lugar el z t oe te cual se explica desde las relaciones soci fe “te etna ete eae 7 que su expresi6n juridica, las relaciones 4 : See i fi ee hasdelrseeen productive, le propiedad sobre los distintos elemen- moe Lae aera gnajenacién de Ia naturaleza no va, del bre se consideraba a si ao Sara ee oe gee como parte del cosmos” (Gurevich, en Palsson 2001:82-83). Es hasta el Renacimiento que la representacién alcanzé la enajena- cién social de la naturaleza con la “otrorizacién” de ésta (op. cit.:83-84). Una “otra” que debe ser dominada. El ser humano, por tanto, tenia que constituirse como el amo de la naturaleza (idem). Nocién que se extendié a una diferenciacion entre los “salvajes” o en “estado de naturaleza” y los civilizados, en capacidad de gobernar y dominar a los “salvajes”. Discurso claramente identificable desde la literatura griega, entre el griego y el “barbaro”, y sobre el que se sostuvo la inva- sion, conquista, dominacién y/o exterminio en las sociedades clasistas y el origen del imperialismo. Otra forma de enajenacién de la naturaleza, también la podemos rastrear desde los griegos, en tanto que el trabajo manual y el enfrentamiento di- recto con la naturaleza para hacerla para si como consecuencia del propio esfuer- zo, se concebia como una actividad indigna de los hombres libres y propia de los esclavos (Sanchez 2003:39). Esto es, la historia humana es producto mismo de las relaciones con la natura- leza y la unidad y/o enajenacién histéricamente determinada de esa naturaleza. De hecho, la propia ‘mercantilizacién de la naturaleza que bien Teconocen los autores discutidos es evidencia de un acelerado proceso de enajenacién (separacién abs- tracta) del ser humano y la naturaleza. Sostenida por las propias relaciones de produccién capitalista. Esa enajenacion de la naturaleza ha conducido a la desapa- ricién de la naturaleza misma como medio de realizacién del ser humano y a su mera configuracién como objeto econdmico, oom mercancia, La mercantiliza; cion de la naturaleza ha Ilevado a constituirla en “capital”, fuente de “servicios ambientales”, etc., lo que solamente refiere a “relaciones entre seres humanos y de ningun modo pueden denotar relaciones entre los seres humanos y 2 ae za” (Hornborg op. cit.:74). La naturaleza ha sido totalmente abstraida de la praxis humana. ‘iN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA ¢ 47 LETIN E ENERO 2011-p -Dicy 9 BO EMRE My Relacion sociedad naturaleza: una contradiccién as La contradicci6n dialéctica histéricamente determinada entre la s naturaleza es un producto social. Contradiccion que ha resultado miento del ser humano con dicha naturaleza, en tanto medio de afj De hecho, la configuracién misma del ser bioldgico en ser social es resultado dicho enfrentamiento. Lo que ha permitido configurar la sociedad como Una “ s tidad” diferenciada de la naturaleza. No distinta. En continua relacién-e ba de ella. Extraiiacién de la naturaleza en tanto la sociedad humana a lo | desarrollo histérico ha intentado reducir, romper, doblar o suprimir las leyes naty ralmente impuestas. Leyes que constrifien o modelan las condiciones de vida de i totalidad de los seres biolégicos. Leyes que histérica y gradualmente han sido modificadas las condiciones de su accién, no destruidas ni colapsadas, de maner directamente proporcional al desarrollo que la sociedad humana ha alcanzado de sus relaciones sociales. Al respecto, resulta pertinente recuperar, particularmente, el planteamiento de Engels (1968:104-105), que nos dice: Ociedag y del enfien Tmacién de Gj Xtafiaciig Argo de sy Los primeros hombres que destacaron de la animalidad eran en todo lo esencial tan poco libres como los animales mismos; pero cada progreso de la cultura fue un paso hacia la libertad. En el umbral de la historia humana se encuentra el descubrimiento de la transformacién del movimiento mecdnico en calor: la produccién del fuego por frotamiento; en el ultimo estadio de 1a evolucién ocurrida hasta hoy se encuentra el descubrimiento de la transformacién del calor en movimiento mecénico: la mi- quina de vapor. Y a pesar de la gigantesca subversion liberadora que produce maquina de vapor en el mundo social —accién que no esta aiin ni en su mitad—¢ indudable que la produccién del fuego por frotamiento la supera en cuanto a eficacia liberadora del hombre respecto del mundo. Pues el fuego producido por frotamiento dio por vez primera al hombre el dominio sobre una fuerza natural, y le separé asi definitivamente del reino animal. El binomio relacién/extrafiacién entre sociedad/naturaleza no debe entenderss por tanto, como una separacién de la sociedad respecto de 1a naturaleza y viceve sa, no debe entenderse como una disoluci6n de la unidad esencial entre ambas Por tanto, como configuracién de dos opuestos irreconciliables. Por demas ae sible. Sino como las condiciones concretas en que tiene lugar la dialéctica relaciones sociales de los seres humanos con la naturaleza to de La naturaleza es la condicién y posibilidad de despliegue y desarrollo 7, sociedad. La sociedad sin la naturaleza no tiene condiciones objetivas de er i, cia ni de reproduccién. Por el contrario, la naturaleza esta atada, una Pa sus fuer en su desarrollo, a las condiciones que ha establecido la sociedad, gine istorioe zas productivas correspondientes. La unidad sociedad/naturaleza ¢s! JOSE ALFREDO FLORES, EL PROBLEMA DE LA RELACION SOCIEDAD NATURALEZA... SI mente determinada por la dialécti fa dialéctica de i ici de desarrollo. Es un proceso hints | trabajo humano en condiciones concretas macién. iO, el proceso de su conocimiento y transfor- El “primer act 0” que, en definitiva, di i A ae nitiva, diferencia al ser humano de los animales y, ae nes Ios dems pores la naturaleza, asi como de la naturaleza area oannaesenit on Producir sus medios de vida y, con ello, las condi- actividad productiva, no erial (Marx y Engels 1973:676, 1976:15). En tanto la one la vida misma de la especie. “Es la vida mis- Saati . la actividad vital en que reside el cardcter esencial de la I , €n tanto actividad libre, consciente (Marx 1987:111). “La libertad consiste, pues, en el dominio sobre nosotros mismos y sobre la naturaleza exte- rior, basado en el conocimiento de las necesidades naturales; por eso es necesa- riamente un producto de la evolucién histérica” (Engels 1968:104). Marx concluye el argumento: Es sélo y precisamente en la transformacién del mundo objetivo donde el hombre, por tanto, comienza a manifestarse realmente como ser genérico. Esta produccién constituye su vida genérica laboriosa. Mediante ella aparece 1a naturaleza como obra suya, como su realidad. El objeto de trabajo es, por tanto, Ja objetivacién de la vida genérica del hombre: aqui, se desdobla no solo intelectualmente, como en la con- ciencia, sino laboriosamente, de un modo real, contemplindose a si mismo, por tan- to, en un mundo creado por él (Marx 1966:68, cursivas en el original; ef: Marx 1987:112; 2003:113). De este modo, al transformarse el ser humano en ser social, en sujeto producti- vo, niega (1) la naturaleza, y niega su cardcter de miembro indiferenciado de ella, como medio de afirmacién de si. “Asi el hombre slo cesa de ser producto natural cuando el otro que se relaciona con él no es una existencia diferente sino él mis- tno un hombre individual, aunque no el espiritu todavia. Pero para que el hombre como hombre devenga para si mismo su tinico objeto real debe haber aniquilado en él su ser relativo, la fuerza del deseo y de la simple naturaleza. El rechtzo (re- id i iencia; corresponde por tanto a la auto- Ta primera forma de autoconciencia; onde por ti - east i ymo ser inmediato, como individualidad abstracta’ iencia que se aprehende co! i (Mare [1841 "4 ‘nel original). Este hecho, sin embargo, no tuvo 1841] (s,f-):42, cursivas nee ut we inmediato, sino como un prolongado y lento proceso que esta implicado en el proceso de hominizacién y que ate es ae n dl ie ie éase Marx 2003:146-150, -194; 87-89, 7 homo an 146, See ha sido, resultado de un proceso teleolégico, pro: me ido a un roducto hist6rico. Un resultado fortuito, Ser aue ee Pe a i vente 10 osible y lo necesario. Que se ha movido entre la ni ae dar | ar a ia mas complejas de organizacion de la materia y ¢] q jar lug: 82 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA + 47 ENERO 201 DICIEMBRE 29 5 2 posibilité unas y no otras, como resultado de causas necesari tanciales (cf. Engels 1959, Marx y Engels 1973:31-32, 1987:142-145, 1966:87-89), Esta es la negacion primera del ser humano en su relacion con la naturaleza, Cuando se relaciona conscientemente con sus semejantes en torno al trabajo como actividad productiva, como actividad creadora, por medio de la cual despliega su actividad vital y ejerce su libertad de y sobre la naturaleza. Desde el nivel indivi. dual hasta el del conjunto social (sociedad concreta), Nos explica Marx: aS Y causas circuns. Marx 2003:146-149, El hombre es un ser genérico no sélo porque en la teoria y en la prictica toma como objeto suyo el género, tanto el suyo propio como el de las demas cosas, sino tam- bién, y esto no es mas que otra expresién de lo mismo, porque se relaciona consigo mismo como el género actual, viviente, porque se relaciona consigo mismo como un Ser universal y por eso es libre. (Marx 2003:111, también véase Marx 1987:109, 1966:66). La relacién sociedad/naturaleza, por tanto, cobra particular importancia una vez que es considerada como el mas grande indicador del grado de su desarrollo historico y, por consiguiente, de alejamiento del ser social respecto de las condi- ciones naturalmente impuestas. Solo hasta que el ser humano como ser social se vuelve sujeto de si, entonces es cuando podemos hablar de una relacién socie- dad/naturaleza, antes no; antes un miembro indiferenciado de la naturaleza. El trabajo constituye la forma primordial de la accién consciente de los miem- bros de la sociedad sobre la naturaleza, de la aplicacién de su fuerza de trabajo para cumplir un fin ya previsto. Por lo que el ser humano ha creado medios, ins- trumentos y técnicas de trabajo, estrategias de explotacién, etc., para transformar, en la medida que su nivel de desarrollo se lo permite y, con ello, ha producido el medio, esa naturaleza humanizada en que se ha desenvuclto en comunidad, para satisfacer de mejor manera sus necesidades, Para hacer a la naturaleza apropiada para si, para sus intereses practicos, porque la naturaleza en si misma no es satis- factor de las necesidades socialmente determinadas. Sélo la naturaleza humaniza- da es una naturaleza adecuada para las necesidades humanas (Marx 1966:117, 1987:189, 2003:192). Mas atin: EL trabajo es, en primer lugar, un proceso enre el hombre y la naturateza, un proce: so en que el hombre media, regula y controla su metabelismo con ta naturaleza. El hombre se enfrenta ala materia natural misma como un poder natural. Pone en mo- Vimiiento las fuerzas naturales que pertenecen a su corporeidad, brazos y piemas, manos y cabeza, afin de apoderarse de los materiales de Ia naturaleza bajo una ma til para su propia vida. Al operar por medio de ese movimiento sobre la nate leza exterior a él y transformarla, transforma a la vez su propi ALFREDO FLORES ost EL PROBLEMA DE LA RELACION SOCIEDAD NATURALEZA. Desarrolla las potencias que dormi i foment dc laine Coe TOOTS ella y sujeta a su sefioria el juego de Este proceso negé histéri p 6 historicamente la negacién primera en la relacién del hom- ‘olectores pretribales que configuran los ‘ontradiccién sociedad naturaleza se mani- ital. En tanto disponen de una muy limitada maci6r de la naturaleza, de acuerdo con el escaso desarrollo de sus medios ¢ instrumentos de produccién. Siendo mayor la inciden- cia 0 acondicionamiento que ejerce la naturaleza sobre estas sociedades, En las sociedades tribales, sin embargo, en la medida que han desarrollado sus medios e instrumentos de produccién, técnicas y modos de trabajo, asi como han mantenido un mayor crecimiento poblacional; particularmente, aunque no sola- mente, los productores de alimentos, han disminuido la incidencia 0 acondicio- namiento de la naturaleza sobre la sociedad (Flores 2006). Dando lugar a un proceso siempre creciente de control y transformacién de la naturaleza, La con- tradiccién sociedad naturaleza pasan a resolverla a su favor (Vargas 1986:68). “Aunque con el desarrollo del ser social la contradiccién Hombre-Naturaleza no desaparece —lo que equivale a decir que la Naturaleza siempre es el objeto de trabajo del hombre— si vemos que se desplaza hacia otros aspectos ligados a la posicién de los individuos dentro del proceso productivo de la sociedad” (idem). La contradiccién sociedad naturaleza se inserta como componente de las relacio- nes que establecen los seres humanos en toro a la produccién y,en consecuencia, se establece y opera de acuerdo con el régimen de propiedad existente (op. cit.: 69). See ape eee En la sociedades tribales, por tanto, la contradiccion principal no se observa ya en la relacién sociedad naturaleza, pues ha incrementado su capacidad de control y transformacién de la naturaleza, que se manifiesta como Propiedad comunal sobre el objeto de trabajo, como consecuencia de que ha incrementado su inver- sin de fuerza de trabajo (op. cit.:70). “La contradiccién principal se mueve hacia las relaciones entre los grupos sociales, cada uno de ellos defendiendo sus inver- siones sobre el objeto de trabajo” (idem). Sin embargo, en las sociedades clasist potenciar su capacidad de transformacion tase do que los ultimos tres siglos ha alcanzado nt primeros grupos humanos la relacién/c fiesta como la contradiccién fundamen capacidad de transformacién y control as a la par que estuvo en posibilidad de de la naturaleza, humanizarla, atal gra- ransformaci6n sin prece- deep ctrermeeeeceetceitians 54 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA « 47 ENERO. 2011-DICIEMBRE. or dentes, ahora, consecuencia del desarrollo y expansion del capital, contrariamente también tuvo lugar un proceso de enajenacién de dicha naturaleza (véase Marx 2003:119-120, 1966:71-72, 1987:117-118). En tanto la relacién sociedad natura. leza se inserta como elemento de la contradiccién principal, que se manifiesta como desigualdad y lucha de grupos dentro de la misma estructura social, dado el arreglo en que se estructura el proceso productivo y las relaciones de propiedad, La posterior enajenacién de la sociedad Tespecto de la naturaleza ha sido, por consiguiente, un producto propio de las sociedades clasistas, dando lugar a una negacion tercera en la histérica relacién entre sociedad naturaleza. Resultado de un largo proceso que surgid en la sociedad clasista inicial (Bate 1984, 1998a y 1998b) que se consum6, finalmente, en el sistema capitalista vigente. En este sentido, si bien en el capitalismo han tenido lugar nuevas contradiccio- nes en la relacién sociedad naturaleza, se han desarrollado y acelerado contradic- ciones intrinsecas de origen precapitalista y, por tanto, no resueltas por las sociedades que inicialmente les dieron origen. En las sociedades clasistas Precapi- talistas tuvo lugar el proceso de cosificacién de la naturaleza, paso antecedente para su configuracién en mercancia en el capitalismo, Esto es, las contradicciones histéricamente determinadas de Ia relacién socie- dad naturaleza de cada formacién econémica social clasista no resueltas en su proceso de disolucién y en el paso de una formacién econémica social a otra, se han incorporado y acumulado en las nacientes formaciones econémico sociales. El capitalismo, como formacion socioeconémica vigente las ha asimilado y acen- tuado, sdlo que son incorporadas como contradicciones secundarias a su contra- diccion principal. | ; La separaci6n y/o enajenacion que ha tenido lugar en la relacién sociedad na- turaleza se ha concretado en las mismas condiciones sociales en que historica- mente ha tenido lugar el trabajo y el destino de sus productos, lo cual se explica desde las relaciones sociales de produccién, 0 lo que no es mas que su expresion juridica las relaciones de propiedad sobre los distintos elementos del proceso pro- ductivo. Empezé en la sociedad clasista inicial Porque, pese a que las comunida- des agroartesanales mantenian la propiedad colectiva de la naturaleza como objeto de trabajo, asi como de los medios e instrumentos de produccién, su Producto 3 expropiado, usufructuado por la clase explotadora, en tanto de esta manera cris liza su propiedad efectiva sobre la a fe Toe de la clase explotada, le ella en productos y/o servicios (Bate . P Som Marx (2003:1 12-120, véase Marx 1966:62-72, Pero se as a la naturaleza del ser humano y de la objetivacién de su propio ser, a eile he el producto de su trabajo sobre dicha naturaleza, a la par que peta Esto mano de su actividad productiva, bajo trabajo forzado, y de aetna libre es, de su relacién libre con los otros seres humanos, incluyendo con la naturaleza, en tanto parte fundamental de ella y de la vida misma; en cuan- to que por la divisién social en clases tiene lugar una atomizacion del ser humano ala vida individual. Propia de una disociacién entre el comportamiento individual y la vida en sociedad que obedece a intereses de clase. Por lo cual, la relacion sociedad naturaleza es una relacién enajenada, secuestrada por la clase explotado- ra, en la que la clase explotada ya no se hace en el trabajo ni en los productos obtenidos de dicha naturaleza. De por si se desprende que, en lo que se refiere ala clase explotadora, lo mismo ocurre en todas las sociedades clasistas, su relacion con Ja naturaleza tiene lugar como estado de enajenacién (Marx 2003:120, Marx y Engels 1981:50, 1967:101), pues es una relacién cosificada en los productos expropiados. No existe una verdadera relacién con ella porque dichos productos no son resultado de su trabajo, en una vinculacién organica con ella, sino del tra- bajo de otros (véase Sanchez 2003:39-54). En el feudalismo se da un paso adelante en la enajenacién sociedad naturaleza. Las comunidades agroartesanales y especificamente, sus grupos domésticos y familias extensas, aun cuando mantienen Ia propiedad sobre los medios e instru- mentos de produccién y ahora, sobre su fuerza de trabajo, han perdido la propie- dad sobre la naturaleza como objeto de trabajo, como consecuencia de su secuestro, robo y/o extraccién por parte de la nueva clase terrateniente, sentando las bases de la llamada acumulacion originaria. Por consiguiente, su relacién con dicha naturaleza esta sujeta a la intermediacién del terrateniente feudal, propieta- rio real y efectivo de la tierra que la otorga en renta para ser trabajada, en contra- prestacién a un pago por los derechos correspondientes de uso y/o posesién. La relacion sociedad naturaleza es una relacion enajenada en tanto la naturaleza, bajo semejantes condiciones de produccién, ya no tiene lugar como medio de realiza- cién y satisfaccion real de sus necesidades, sino que se ha convertido en medio de opresién y explotacién, “En el sistema de propiedad feudal, la propiedad de la tierra aparece como un poder ajeno que domina a los hombres. El siervo también es un producto de la tierra” (Marx 1976:142, cf: Marx 2003:98, 1966:59). Concluyendo el proceso en el sistema capitalista actual, donde al trabajador, resultado de la acumulacién originaria, se le ha expropiado ya de todo medio de vinculacién con la naturaleza, asi como de todo medio de generacién de riqueza y, con ello, de la totalidad de los medios que objetivan su capacidad de reproducirse; se le ha expropiado ademas de la naturaleza misma, como objeto de trabajo, los medios e instrumentos de produccién que le permitan cualquier tipo de relacién efectiva con dicha naturaleza (véase, Marx 1991:203-214, 1976:78-88), con todo Y que es sobre su fuerza de trabajo que se asegura la transformacién de la natura- leza. , El trabajador se ve privado de los medios mis esenciales, no sélo de los me- dios necesarios para la realizacion de su trabajo, como realizacién de si, sino de la BRE 2019 % BOLETINDE © los medios para producir las condiciones esenciales de su vida Mate, enado absolutamente a la naturaleza de la Sociedad, se le ha confi un objeto ausente en la determinacion de Ia praxis humana ¥, con ely i. gurado i d de las relaciones sociales entre los seres humanos, Condicig, ~ de la tote a convertirle en mercancia. “La realizacion del trabajo es sy bien” eee realizacién del trabajo aparece en la estadio de la Economia Polite, como desrealizacién del trabajador, la objetivacion como pérdida del objet servidumbre a él, la apropiacion como extrafiamiento, como enajenacién” (Marx 2003:106; cursivas en el original, cf: Marx 1987:105; 1966:63). Las contradicciones intrinsecas entre sociedad naturaleza en el sistema capita. lista han alcanzado a la totalidad de sus fuerzas productivas, sentando las condi. ciones para la liquidacién de las mismas. A la naturaleza misma, como objeto de trabajo, se pasa de conferirle un valor de uso a un valor de cambio Y; Con ello, se ha constituido como el mas importante elemento de expoliacién en Y Por las rela- ciones sociales de produccién vigentes como consecuencia de su configuracién en mercancia, dando lugar a una creciente destruccién de su potencial Productivo, sin intencién real de restaurarlo por el excesivo afan de beneficio y riqueza, abstra- yéndose de las condiciones naturales que constituyen la base de su existencia, La fuerza de trabajo ha sido liberada de toda propiedad, y por tanto, de toda relacién con la naturaleza, por Io cual esta en condiciones de incorporarse al mercado, como cualquier otra mercancia, en la cual le es usufructuada en forma de plusva- lia su capacidad de produccién de valores de uso y cambio, impidiendo en defini- tiva su realizacién en el producto. Todo esto acompaiiado del acelerado desarrollo de los medios de producci6n, la divisién social del trabajo y la excesiva especiali- zacion en la que el trabajador ni siquiera esta en condiciones de ver ni producir un producto terminado, dadas las condiciones en que tiene lugar el trabajo parcelario (Marx 1966:35, 92; 2003:62, 154-155,'1987:151). qr En el sistema capitalista se consuma en definitiva, por tanto, la separacion (abstracta) sociedad/naturaleza. En la que la naturaleza totalidad de los rial. Se ha enay dquiere esa existencia abstracta y alienada propia del mundo de las Listers donde el trabajo no se presenta como productor de valores de uso (como tra vio terminado) sino como medida general de las cosas, de los productos (come ines uniforme y abstracto) donde las relaciones sociales no se presentan como Fe Personales sino como relaciones entre objetos (Quaini 1985:90). ne : : de clase: . Se consuma el largo proceso iniciado desde las primeras sociedades. rie jConvierte la vida de la especie en un medio para la vida individual ar, com lugai . . a . : sos * Sar, enajena la vida de Ja especie y la vida individual y, en segue en su for i Vi iti: . lerte a esta ultima, como abstraccién, en el fin de la primera, tam! ost ALFREDO FLORES EL PROBLEMA DE LA RELACION SOCIEDAD NATURALEZA. : J 5 ma abstracta y enajenada” (Marx 1987:11 2003:112; 1966:67). Se configura, finalmente, una triple enajenacién: una se: da enajenacién del hombre de la naturaleza, una enajenacién de la natural ao mercancia y una enajenacién del ser humano de su “propia naturaleza”, en Rid del modo en que desarrolla su ser social, jenacid » Como enajenacién de los dema: ; demas seres 0-111, cursivas en el original, of. Marx Una consecuencia directa de la enajenacién del hombre del producto de su trabgjo. de su actividad vital y de su vida como especie es que el hombre se enajona de loc demas hombres. Cuando el hombre se confronta a si mismo, también confromta otros hombres. Lo que es cierto de la relacién del hombre con su trabajo, y consigo mismo también To es de su relacién con los demas hombres, con el trabajo de estos y con los objetos de su trabajo (op. cit:112-113, cursivas en el original, véase Marx 2003:114, 1966:68). La relacién sociedad/naturaleza, por tanto, histéricamente se muestra como un proceso contradictorio. Seguido este proceso por, fundamentalmente a partir de las sociedades mer- cantiles de los siglos XVI y XVII, el paso del predominio del medio “natural” de trabajo (la tierra) en las condiciones generales del proceso productivo al del medio de trabajo producido por el hombre: la maquina, incluyendo el traslado de la ma- yor parte de la fuerza de trabajo del campo a la ciudad, del campo a las fabricas La relacin entre el trabajo se invierte definitivamente: el trabajo deja de ser fac- tor de la naturaleza, en la produccién de riqueza, y la naturaleza pasa a ser factor del trabajo (op. cit.:130). Esta enajenacién de la sociedad de la naturaleza en el capitalismo, tiene lugar como condicién necesaria, en tanto la naturaleza, desde la ldgica del capital, re- presenta un freno, un obstaculo a la produccién y al crecimiento econémico. En- tendida la produccién no como generacién de valores de uso, sino de utilidad directa, de plusvalia, de valores de cambio. Vision en la que el capital ha despla- zado totalmente al trabajo y sus condiciones objetivas (la naturaleza) en la gene- racién de riqueza. Donde la naturaleza y el trabajo son sustituibles por el capital. Condicién histéricamente necesaria en tanto constituy6 un requisito fundamental romover su reproduccién ampliada y, por ende, de las relaciones toc ee Todo ello acompafiado de la “liberalizacién” del trabajador dela propiedad de las condiciones objetivas del trabajo, a saber: objeto y medios de producci6n. Al respecto, Tee ha cambiado a lo largo del capitalismo, imperante que hemos delineado. Durante el lo x ceses 0 fisidcratas, se reconocia en Ja naturaleza resulta relevante recordar cémo la nocién del sistema econémico para finalmente consolidarse la nocién 1 siglo XVII, con los economistas fran- n elemento fundamental del sg BOLETIN DE ANI RUrULUUIA Amen ata o a ENERO 2011 D1CHEMDRE ap sistema econdmico, en tanto medio de utilidad econémica como eneradora q, riqueza. Se decia que “el trabajo era el padre y la naturaleza la madre de la cars za”. De ahi la llamada economia de la naturaleza, en la que se Pretendia orientar la gestién econémica bajo principios mercantiles y monetarios que fuesen acordes con las leyes de reproduccién natural de los recursos explotados. Se decig que atentar contra la naturaleza mediante una explotacién irracional de sus recursos atentaba contra el sistema econdmico. Sin embargo, hacia el siglo XIX, con fay lamados “economistas clasicos”, como Adam Smith y David Ricardo, tuvo lugar un primer desplazamiento del sistema econémico al trabajo, como tinico medio de produccién de riqueza, y al campo de los valores de cambio 0 Pecuniarios, La naturaleza fue separada del sistema econémico, pas6 de constituir un medio de produccién de riqueza a un obstaculo al crecimiento econdmico, a un objeto esta- tico e inerte sin utilidad econémica alguna, Un segundo desplazamiento tuvo lugar a principios del siglo xx, con los lla- mados economistas neoclasicos, do la nocién del sistema econémico se redu- jo simplemente a la produccién de valores de cambio, a /a produccién de plusvalia (Marx 1983:616-620), por sobre el trabajo (como medio de produccién de medios de subsistencia y riqueza), en tanto imperaba un anilisis econémico donde se buscaba el minimo costo de produccién, el maximo precio y la maxima ganancia, en relacién con el estudio del mercado, los “s tis factores” (mercancias) y, en suma, una “economia del bienestar”, como condicién sine qua non del cre- cimiento econémico. Desplazamiento que vino constituirse como el elemento central de todo el andamiaje del sistema econémico. La naturaleza fue definitiva- mente sustraida del sistema econdmico, y se discutia acremente la visién de los fisiécratas, pues —se decia— atentaba contra la utilidad directa. Hecho que dio lugar a un modelo de explotacién irracional de la naturaleza que ha conducido a una acelerada extraccién de recursos y, por ende, a un acelerado deterioro am- biental. “El predominio del enfoque mecénico y causal redujo el campo de estudio de la economia solo a aquellos objetos que se consideraban directamente utiles para el hombre y sus actividades e industrias... Cobré soberania la idea de que la tierra y el trabajo eran sustituibles por el capital” (Naredo 2004:398), Abstrayendo a la naturaleza de toda importancia econémica, cuando no es simple mercancia, y fortaleciendo la idea de que el capital es la nica fuente de produccién de riqueza (idem). En el sistema capitalista, como consecuencia, ocurre lo que Marx llama “frac- tura metabdlica” entre la sociedad y la naturaleza. Se refiere a la destruccion eco- légica imperante bajo el capitalismo, a causa del deterioro del suelo como consecuencia de la explotacién de sus nutrientes por la produccién y la agricultura industrial, y en el no regreso de nutrientes procesados en condiciones adecuadas Para su reintegracién y regeneracién, como abono por ejemplo, sino como conta- minacién del aire, rios, mares y océanos, destruccién de ecosistemas y biodiversi- dad, desertificacién, etc., en fin, bajo condiciones en “que se prescriben las leyes naturales de la vida misma”. Pues, reitera Marx: “La produccién capitalista... no desarrolla la técnica y la combinacién del proceso social de produccién sino soca- vando, al mismo tiempo, los dos manantiales de toda riqueza: la tierra y el traba- jador” (op. cit.:612-613). El problema fundamental no reside en la naturaleza, reside en la viabilidad del capitalismo y, con él, de la sociedad humana. Por eso es menester proteger el medio de la destruccién, mediante practicas verdaderamente sustentables. Por lo cual, la posibilidad teérica y practica, histdrica finalmente, de que tenga lugar una negacion cuarta entre la relacién sociedad/naturaleza y, con ello, una responsabi- lidad ética hacia la naturaleza, implica sentar hoy las condiciones sociales para que esto tenga lugar. Hecho que, sin duda alguna, implica el colapso definitivo del capitalismo como formacién socioeconémica vigente, de lo contrario esto no sera posible. Y hacemos hincapié en el capitalismo no slo por ser la formacién social vigente, sino también porque con él el grado de deterioro ambiental alcanza nive- les planetarios. Con todo, no debemos olvidar que la destruccién también es una constante desde las primeras sociedades clasistas, por ello dentro de éstas jamas tendré lugar, pues muchas de ellas también sucumbieron precisamente porque destruyeron su medio y, con él, su espacio social (Flores 2010). De este modo, consideramos que si existen limites reales de reproduccién de la naturaleza, en relacién con nuestros tiempos hist6ricos, para con los innumerables procesos de deterioro y destruccién que determinadas sociedades humanas han configurado a lo largo de Ia historia y particularmente para la sociedad capitalista actual, Lo cual no significa, sin embargo, como dice Harvey (2000:250-251) man- tener una vision catastrofista per se, en tanto que el alcanzar determinados limites es finalmente una decision (consciente 0 no) social. Al respecto, nos dice Marx (1987:135-137, cursivas en el original): El comunismo es la unién realizada del hombre con la naturaleza, la verdadera resu- rreccién de la naturaleza, el naturalismo realizado del hombre y el humanismo reali- zado de la naturaleza. [...] como naturalismo plenamente desarrollado, es humanismo y, como humanismo plenamente desarrollado, es naturalismo. Es la re- solucién definitiva del antagonismo entre el hombre y la naturaleza y entre el hom- bre y el hombre. Es la verdadera solucién del conflicto entre... la objetivacién y la afirmacién, entre a libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie. Por lo cual, una relacién verdaderamente ética y armonica del ser humano con la naturaleza no es un “abandono” de la naturaleza, un resguardarla en una vitrina de cristal (Iéase area protegida, parque nacional, reserva, etc.). Es una transforma- Cién de la misma de acuerdo con sus propias leyes (Engels 1968:104) y no contra 60 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA ¢ 47 ENERO 201 LDICIEMBRE 7" ellas, como el capitalismo se ha empefiado en conducirla, tiamente la supresién definitiva de la ominosa explotacién del hombre Por ¢| hombre y, con ello, de toda diferencia y explotacién de clase. O, como mas cle. ramente ha sefialado Marx (2003:199): “El comunismo es el humanismo concilia. do consigo mismo mediante la superacién de la propiedad privada”, lo cual implica Necesa. Naturaleza y medio (naturaleza humanizada): contenido material y forma socialmente derivada La naturaleza es parte fundamental de la sociedad como medio. El medio es aque- lla parte de la naturaleza que la sociedad es capaz de registrar, explorar, explotar y/o transformar histéricamente en funcién de sus necesidades, los recursos so- cialmente reconocidos como satisfactores y el desarrollo de sus fuerzas producti- vas. Esto es, incluimos en el concepto de medio, ademas de la superficie terrestre (y en general el planeta Tierra, en su totalidad), al llamado comunmente “nanoes- pacio” socialmente reconocido y apropiado que tradicionalmente se ha constituido como el objeto de estudio de la microfisica, la microbiologia, la quimica, etc., asi como todo aquello conocido por la ciencia fisica y astronémica del “espacio side- ral” o “exterior” (Universo). En tanto: “El limite externo de nuestra ciencia de la naturaleza es hasta ahora, nuestro universo” (Engels 1959:201, cursivas en el original). Sobre este punto, ademés resulta pertinente considerar la concepcién del “mundo” o ecumene en la Historia natural y moral de las Indias de Joseph de Acosta donde, segtin nos comenta O’Gorman, es entendido como domicilio cés- mico del hombre (2006:XLIX): ...Se trata de un “mundo” concebido como dotado de una estructura abierta (que in- cluye en principio y en el limite la posibilidad de abrazar el universo)... Esta es la raz6n profunda por Ia cual en nuestro dia la apropiacién por parte del hombre de Ia luna o de cualquier otro cuerpo celeste no se Presenta como un problema moral o fi- loséfico y meramente implica un problema técnico (op. cit.:LXI, cursivas nuestras). De cualquier modo, es bastante mas complejo qe eso, estd supeditado a que configuremos nuevas relaciones sociales que histricamente lo posibiliten. °, dicho de otro modo, que configuremos las relaciones sociales que medien su in- corporacién, en nuevos grados de esencialidad. , El medio es parte de la naturaleza, pero no es la totalidad de Ja naturaleza y os telaciones. Es aquella parte de la naturaleza que la sociedad historicamente se ha apropiado y/o transformado conscientemente a lo largo de su proceso de desarro- llo. Es el producto histéricamente determinado de la apropiacién y/o Co cién de los contenidos esenciales de la naturaleza por parte de cada soci ~ 40S ALFREDO FLORES EL PROBLEMA DE LA RELACION SOCIEDAD NATURALEZA... 61 concreta. Al eared acertadamente ha dicho Voloshinov (1967:132-133) que: “Al expandirse la base econdmica, provoca una real expansion de la existencia que es accesible, comprensible y vital para el hombre”, Cuando enfatizamos que no es la totalidad de la naturaleza y sus relaciones. nos referimos al hecho de que los seres humanos no somos capaces de aprehender de una vez y para siempre la totalidad de sus relaciones Y propiedades, sino sdlo una parte de ella, como medio. O, como ha dicho Engels (1968:24): , Los hombres se encuentran, pues, situados ante una contradiccién: reconocer, por una parte, el sistema del mundo de un modo completo en su conexién de conjunto, Y, por otra parte, no poder resolver jamas completamente esa tarea, tanto por su pro- pia naturaleza humana cuanto por la naturaleza del sistema del mundo. El medio es naturaleza, pero naturaleza humanizada, aprehendida, asumida, transformada y, en tanto transformada, conocida. Cada generacién deja tras de si una naturaleza transformada, humanizada, segtin sus necesidades y capacida- des, asi como los medios necesarios para que las generaciones futuras continten este proceso de humanizacién de la naturaleza. En tanto el ser humano es, se hace a si mismo, con base en el nivel que alcanza en la transformacion de la naturaleza. La sociedad no puede conocer y/o aprehender Ia naturaleza en su “originali- dad” y complejidad, de lo contrario ya no tendria lugar ningiin proceso de cono- cimiento, sélo puede ser conocida en su relacién con ella, mediada por su praxis. O, dicho de otro modo, el proceso de conocimiento de Ia naturaleza por la socie- dad s6lo tiene lugar a través del reconocimiento, apropiacién y/o transformacion del objeto por el sujeto. De hecho, la propia configuracion del ser humano como sujeto, tiene lugar en esta relacion de transformacion de la naturaleza como obje- to. Por lo que el sujeto y el objeto Se ea ser considerados como tales en dicha relacion, no como entidades separadas. | a EI medio es el punto de encuentro, donde naturaleza y pclae oe histéricamente. El grado de la transformacién alcanzado ee aera es conse cuencia del nivel de desarrollo de cada sociedad concreta en su in seg condiciones de su respectiva formacion social, modo de vida y ae north Las condiciones del medio resultan altamente sev te o a a nninacién de las vias particulares de desarrollo social, Ce eam as odo que sean deter- de su modo de vida. Sin embargo, no acepiatnns Oo tent social. Como €s minantes para ello. En tanto que dicha eleccién es €st edio, pues en definitiva social la explotacién de determinados “rect 2 ursos” de) medi jicha eleccion SOM: nen dicha * depende de la estructura social. Los el jementos que incide see ia y disponible para determina: la dialéctica entre Ja fuerza de trabajo necesaria Y disponible pa ENERO 201 62, BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA + 47 DICIEMBRE 291, modos de trabajo, beneficios econdmicos, medios de trabajo disponibles, Condi. ciones y vinculaci6n histérica con el objeto de trabajo, condiciones de su desarro. Ilo histérico concreto, etc. La transformaci6n de la naturaleza, que ha dado lugar al medio, es una cons. tante desde los primeros cazadores recolectores pretribales (Bate 1986, 19984 y 1998b), hasta la sociedad capitalista moderna. En tanto producto de la necesaria histéricamente determinada forma de relacién/extrafiacion de la humanidad con la naturaleza. En este sentido, entendemos que el medio es un producto social que cambia en el tiempo y en el espacio o espacio-tiempo, no como fenémeno dado, estatico e inmutable. Cambia en tanto lo hace el grado de asimila. cidn/transformacién de la naturaleza por el ser humano en paralelo con su desa- trollo histérico. El medio, por tanto, como naturaleza humanizada es un proceso histérico, sin embargo, en las sociedades clasistas a la par que estuvo en posibilidad de poten- ciar su capacidad de transformacién de la naturaleza, humanizarla, a tal grado que los liltimos tres siglos ha alcanzado niveles de transformacién sin precedentes, ahora, consecuencia del desarrollo y expansion del capital, contrariamente tam- bién tuvo lugar un proceso de enajenacién de dicha naturaleza (véase Marx 2003:119-120, 1966:71-72, 1987:117-118). La naturaleza no es un producto social, lo es su transformacién, su asimila- cién, su comprensién como medio, es su contenido. Por ello, no debemos con- fundir el medio con la naturaleza. La naturaleza es mucho mas que el medio y, Por tanto, no puede, no debe reducirse a él, La naturaleza es la base material y ecolégica de todo fenémeno y proceso social, cuya dindmica de desarrollo obe- dece a numerosas leyes que se encuentran en mayor o menor medida fuera de la capacidad real de los sujetos sociales. La naturaleza obedece a leyes naturales, a procesos fisico-quimico-bioldgicos, a “fuerzas ciegas” que se encuentran, en mayor o menor medida, fuera del nivel de acci6n estructural de la sociedad se- gin el desarrollo de sus fuerzas productivas (Kelle y Kovalzon 1977:8-9). Re- sultado de una cadena de conexiones y dependencias naturales, objetivas, constantes, que posibilitan la reproduccién y reiteracién de los procesos y los fendmenos naturales (idem). En la cual, no obstante, se registran distintos gra- dos de esencialidad social como resultado de su transformacion Por parte de cada sociedad concreta. El ser humano, por consiguiente, “domina tanto mas la naturaleza cuanto mas conoce sus leyes” (Quaini 1981:65). Por lo que no debemos olvidar el hecho de que --.cuanto mds ocurra esto, mas volveran los hombres, no solamente a sentirse, sino saberse parte integrante de la naturaleza y mas imposible se nos revelard esa absurda di, On 1959:152). O, como ha dicho Marx (1987:137, cursivas en el original): La esencia humana de la naturaleza sélo existe para el hombre social, porque sdlo en este caso la naturaleza es un vinculo con otros hombres, la base de su existencia para los otros y de la existencia de los otros para él. Sélo entonces es Ja naturaleza la base de su propia experiencia humana y un elemento vital de la realidad humana. La existencia natural del hombre se ha convertido aqui en su existencia humana y la naturaleza misma se ha vuelto naturaleza para él. El medio, como resultado, es aquella parte de la naturaleza que la sociedad ha aprehendido sus leyes y las ha dominado conscientemente, en relacién con el nivel de sus fuerzas productivas (propiedades del objeto de trabajo, medios e ins- trumentos de produccién y la diferencia entre la fuerza de trabajo necesaria y la disponible), y su visién sobre lo que constituye un recurso Util, explotable. El medio, en su esencia, en su contenido, no puede entenderse mas que como natura- leza, en su forma como naturaleza transformada socialmente. O, dicho de otro modo, la naturaleza constituye el objeto general originario del trabajo y medios de subsistencia; el medio, por su parte, constituye el conjunto total de objetos de trabajo ya filtrados a través de un trabajo precedente. / Sin embargo, hoy nos encontramos ante la problematica que esta capacidad esta sujeta al “avance de la acumulacién del capital y la expansion del desarrollo econémico” (Smith 2006:13) y a sus implicaciones de sojuzgamiento y destruc- cién de la naturaleza y de la naturaleza humana. Conclusiones condicién y resultado de la obje- La relacién/contradiccién sociedad naturaleza es dio de afirmacién de si, y co- tivacién que ha promovido el ser humano como medio I y libre. Esto es, de la ™o posibilidad de su configuraci6n como ser eae teriaidad de la natura- apropiacién verdaderamente humana de lo sensible y la a separacion abstracta leza. En la que se dé cabida a la solucién de la enajenacion y del ser humano y la naturaleza. . La sociedad y la naturaleza constituyen las pa hay disolucién sion e integridad de la realidad como totaidad. No hay dise-Oke 78Y sociedad, la unidad esta dada en tanto eae —_ rtes constitutivas en SU dimer entre naturale- sociedad Jas mismas re la 64 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANS SS! ENERO 201 "DICE Maps ay entabla con la naturaleza, son la base y condicién de su desarrollo hist, sociedad no puede existir por principio sin la naturaleza, en tanto Condicig mela tiva necesaria del proceso productivo. Pues los seres humanos, como Ser i ot gicos, formamos parte de la naturaleza y cumplimos un sinnimero de sts Bi que nos permiten nacer, crecer y reproducimos, del mismo modo que todo ri s, de trabajo y todo objeto socialmente producido, se sostiene de Ja naturaleza, Ahora, la naturaleza es, en parte, un importante producto de la sociedad He mos incidido, en distintos grados de esencialidad, en la dindmica de su existens, La hemos transformado. La unidad de la sociedad/naturaleza, por tanto, esta te diada, por un lado, por las propias leyes de la naturaleza, leyes a las que lie humano se encuentra sometido en cuanto ser biolégico-natural y, por otro, la acti. vidad productiva, las relaciones e instituciones sociales que el ser humano ha creado en cuanto ser social. La enajenacién sociedad naturaleza es un producto histérico. EI medio es el producto de la transformacion de la naturaleza, sin embargo, no sdlo es el producto socialmente reconocido por la accion humana, no es sélo lo fenoménico, sino el resultado total de la transformacién de la naturaleza de y por la accién social sobre la naturaleza. Para conocer los limites y/o cualidades dife- renciales entre naturaleza y medio histéricamente determinadas debemos apoyat- nos en la conciencia reflexiva critica.’ Bibliografia Broda, J. 2003 “El culto mexica de los cerros de la Cuenca de México”, en B. ee J. 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