Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 17
Lo GérIco EN EL siGLo XX Y LA CIUDAD En el movimiento expresionista [Ninguna vanguardia artista ha sido tan premonitoriay visio- ‘aria como el expresonismo europeo de princpios de siglo XX. <— De los roméaticos, adopean la forma fantisticay el apecto tig 68; de lo fanciscico, continian el género del teroF, pero esta vez Inatizado por un leve y misterioso golpe de luz. De lo eigico, ‘oman las obras de Von Kleist, en especial as de George Biichner “muy apreciado en la époce expresionista por sus Ubros Wieze, Lenz 1) La muerte de Dentin. De los romsticos rechizan el concepto ‘lisico de belleza, ya que para los expresionisas la fealdad, la ‘rueldad y lo macabro son la fuente de si inspracin, Por ejemplo, “el gran escrtor Gortiried Benn se viste de médico pata ofrecernos ss horrores anatémicos"*. Hs también un movimiento que tiene ‘a Nietzsche como su ilo filossfico, como bien lo manifiesea el ‘mismo Benn cuando teconoce que: “En lo que & nosotros con- 42, En Boga nord ste Ben (Lt Dadra cha pre ee Baja Pee Mees, pokes bent igus dca postr ‘Ea Berle lo tempo qu core no teem poblenas dabei ‘de cade, pss depts moni de expos nena no ene rebar ls cavers deo snr.” (1993: 34), Poche at fein» lo nempos de esa, y scent compare novel ” cieene, aucstro tansfondo fae Nictache: desgartar nuestto ser interior con palabras, el afin de expresase, de formula, de ce- gat, de deslumbrar a cualquiera.” (1991: 65) Esta es la época donde Ia concepcin del espacio, expecal- ‘mente del urban, adquierevisos de esquizfeeni, horror yalt- raciin de su sistema nervioso. Para los expresionstas, la gran _ecropol es objeto de temor y abortecimiento; sobre todo, lo expeesan en sus tres manifestaciones fandamentales: la iteratu- 1 l cine y a pineura. En la literatura, la gran esrtora Else [Lasker Shiler se referia a I ciudad como una bestia hambrienea con una horrible dentadura de eifcacionesgese. El gran db jante, maestro y amigo de Katha, Alfed Kubin excribe en 1909, tino de las grandes ibros de ln epoca, La aa pate con el subsia- Jo: Une nda fete), donde un visitance llega a una ciudad, Pera, cambién llamada: I ena det seas. En realidad, esa cia dad més que un sueso, es una verdadera pesadila, ps Pela es paca laberintca, deslmada,cacica. Una ciudad donde ef Sivema nervioso de los habitantesempeaé a agucar un reno inguietante, Gonocidas enfermedades siquica y nevious como el fp Boas cba caw siooto a onsen sires, Ta theme por todor condo queen 1916, Beko mice de am hosp pe rowatr, ye ou price br de poems eile ge (1912). Feo Bien ‘pial tt eta teat Cb oe, como bien lo arma R. Cala, ee [nce dwn nic por cayaanishan psn muchos caliee (Chaise TE no dn cop La La ty mr 1994 38) Cy Sain son dw crs wnat prin des Mc tees cme de sme erat, a oy vemos ove co Bl lc et face elo nal Kade deca xanga tomar kaon, Goo pen yr todr ane mimo eo Rodrig rete baile de San Vico, ln pep aise, s fueron convient, poco poco, en fendmencscoletivos. Casi rods cena alg te ferviowoo eran trturndo por una obsesiin La agorafobin, luce ‘naciones, elancoliayespasmos eonvulsivs empezarom cn a- ‘mente forma alarmant sn embargo, el delice general eguia ‘ganando adepto, de werce que cuanto mis se incrementaban oe ‘spantosossuiciios, mayor er el desenfeno al que aburdona- bh los supervivients.. en Jor mesons se producan sngrientas tins con navaas. Yo no podia dormir eranquipor la noche, pes Ia algaabia de af subla basa mi abies. (1982:74), Alfred Doblin, neurdlog, -y médico del seguro, publica ‘en 1929 una de las primeras y mis cracles novelas usbanas del siglo XX: Berlin Alexander-Pltz. En ella el gran esctitorexpre= sionista cuenta Ia odsea de ua hombre llamado Franz Biberkopf Ia cabtica Berlin de principis de siglo. Una no¥ela donde ~ entree geno, el genio" se mezclan olores, maids, molesas conomatopeyas, imagenes distorsonadas que ilustran una cindad agitada ansiosa y hambrienea. Una novela que nos presenta por primera ver el asalro de una ciudad moderna, como el qué le focurre a su protagonista: “El gran aucomévil en que meen Franz Biberkopf-sin conocimiento, le han puesto acanfor-mot= fina y scopolamsina~ rueda a coda velocidad durante dos horas” (1996:256). ‘Como muy bien lo ha dicho el gran critico Claudio Magris Dba Hoes hast cl extreme la post el mundo, a abeteacco y minim engranaje que coordina, sistoniza y uel la vida de lox hombres. nesta novela, son ls plazas, os avsos de tia, lola a | emt soe dl erfco yc eco de as canciones, les alors de ls cerveceras ye Iban yoxeracolestiv del dalect betin los que se eneecruzan, sesvenran ye detatan en la persona de Fane y en su oien. Cons ‘aida segu a ene del monte, la avela muestra cambin cme ‘un indvido puede ser en gran parte un collage heerognco yd ‘oatnuo, peo ambicnmisesracéeo en el cornin de ste indvi- ‘duo, quien se levumta después de cada ock-out. no se apg una ‘celia ii bona ecu cde ide 998.79). Para la edicin alemana, el famoso critico del expresionismo Walter Muschg decia que desde 1928 predoming el pesimismo, ‘que en La jungle de lar cindades, de Brech, se mostraba la maldi- ibn de la soledadl que sufren los hombres de la gran ciudad, y la jnucildad de los esfueraos para escapar de lla, y que en Asencin cae de la ciudad de Mabagonny de 1929 se canta la decaden- tia de las cindades: Beja muestra cidade, clones Enellas nada y sabe ellas humo, Yivimon al vidas paces ‘ivtin algin tempo a lo sumo" Pero ya antes Dublin habia escrito una novela, hasta ahora des- ceonocid Hamada Lasse salts cde Wian-Lion (1912-1913). Envella hay ‘un pirtafo estremecedor y premonitorio para nuestra Gpoca. “Por of Chil occidental y mesiional avanzaba una reeulsién, un malescar 1H Eeogs cae icin ep de Boi And Pa (Dene Anco y Dela, Op cep 34 100 etree reumitico en el brazo, en el hombro, en el pie, un agudo dolor de ‘rwela, un hormigueo nervioso en el ojo iaquierdo™, ‘En un poema del escritor Wolfenstein, Fl cidadano (Stadier) podemos seguir confirmando la percepcién que tienen los ‘expresionistas sobre la ciudad: Cm agus dew oar, junta tn las enon, arn, Je omc tots scons ge acon ichades, ris ecallcmera ulaas (I, p- 239), Fs In época de Metnipalis, de Fritz Lang, donde fa ciudad facura aparece como una gran mole de pirimides. Una ciudad, donde aparecen seres sin una personalidad auréntica, © como dice Lotte H. Einer, privados de personalidad, con los hombros tencorvados, acostumbrados a inclinar la cabeza, sometidos antes de haber luchado, esclavos vestidos con trajes que no pertenecen, ts ninguna épocs, trabsjadores apifiados en los ascensores, siem- ‘pre con la cabeza agachada, sin existencia personal (1988:152), ‘Para Eisner, en muchas peliculas del expresionismo, por ejem~ plo, entran én juego los objeros dptices. Los ebjecos aquf som ‘grandes ojos de demonio, enormes y vigilantes, Desde as mis- ims viteinas, cl espejismo acecha como fantasmas cotidianos, En. La calle, pelicula de Kael Grune, “la arquieceura queda reducida al claco-oscuro; las bolas luminosas de los arcos voleaicos agran~ ddan el espacio, las formas evohucionan, las paredes y las escaleris ‘muestean contornos dentados, las puertas se mueven con balan {By Gomera enka lite gana dT a Beh We Mach Som Baral, Barns. 2 01 en 6 coos misteriosos, se ve el dinanisino brucal de uns arceria de capital" (bid, p. 172) En cuanto a la pineura, e¢ seacillamente la época que inicia el gran Grito, de Edvard Munch. Pues, como lo afirma Hermann Bahr (1916), "Nunca en el mundo hubo ua silencio sepulral ai. Nunc hom bre fie ean pequefi. Nunca tu tanco miedo. Nunca ln alegtin cseuvo tan Kjos la ibertad an mura. Y he aqui que un gritos leva dete tancaprearedid! el hombre grit idiendo ala, toa Ia pease conviere en un sol grit de angustia, Tambin el are gta dene noscript, ‘do al espn eno eel expesion it pdiendo ml, avooan 0( 19982109. Es la época en que toma brillo, otra ver, la oscutidad bri lance de Rembrande, especialmente el Rembrande de Una lecidin deanauinio®. Fs la época, como deciamos, de lo gético y umbién del retorno del Das exbeindich, pues se reactiva el mite del Golem, aparece de nuevo el tema del vampire, coman cucrpo las some 16, Par won meer sein sobre as args del cn expen ens ‘scone extern ie fal Demy, Ee lone HCl de Madi, 1988: Recomien abn capt: Ue em Ese ‘ke Cals Lil omens eo ln de Hr Ua amin, ale tEeadi, Bales, 1993 ‘ers, comet qu man via pelicula dc ence ean al sce de profes rn mut pc {i expen sero poe ne Grewal y Remand, pce ‘om eu aad or meee erst dea ea 02 bras que juegan a oculearse y asomarse en las calles de la ciudad, a época de los juegos de laboratorio (como en el famoso filme El gabinete del ctor Caligar’), de we nsevo escenatio gStico, don de El bomb dele arena de Hoffmann encuentran ni 19; Ia época en que todavia se sicnten las resonsancias del asesino mis famoso del siglo anterior, Jack of Datrador La época en que Gortftied Benn dira que: "Quien ama las estrofas, ama también las eatis-tofer, quien itd a favor de las extatuas debe estar eambign a favor de las (Recordemos que el manifesto de Dab, E/ yo sabre la mat raleza, de 1928, estd sustentad en la siguiente idea “Este mundo ‘eum mundo de los dioses. Fs un mundo de construccién y des: eucein simuleines")”, Pero, también, Benn diré de manera categoria: En realidad ya no caste singin hombre, silo sue sincom' 991.166), En fin, es la época de los arvstas que més sobreviven en nuestra época: Alfred Kubin y Franz Kafka ‘Contd on, Fascias, omen os Bari p31 since In ukacn gue hae el eauctor Antonio Feiner y Rabe Cala o sete que deli Ben sl Lo Carrey mr nan Cone Sesine "Spent ah Kats” . Aled Debin Gd coneroenlekn de 1932, A as Se Pie hr ms, 1920-192, Es imporrante este pugneo marca sobre la vanguardia expre- sionista, pues desde hace 25 afios canto los direceores de cine ‘como ciestos escritores han recomado, algunos de manera in: consciente, otros con pleno conocimiento del expresionismo, este tipo de estética, En el cine, por ejemplo, ya sea con el marco, definido de la cienciaficcién 0 con el formato del cpmic ~cinema- togtifico 0 animado- va tomando cada dia mis fueraa; pienso en. Blade Rumer donde es indudable la presencia de la ciudad Gética proyectada hacia el 2019 con mezcla de género negro de los anos veinte la misma ciudad gética presentada en el Barman, de “Tim Burton, Bl cueny de Alex Proyas; pienso en peliculas como Dias Extratas, Tasuo y, de alguna manera, Matris... Pienso tam: bign en los extraordinarios comics (animados) japoneses lama dos mangas como Ghost in the Shall, de Mamori Oshi, The Beait ity. Encl gran comic-mixto The Strat Adventur of Tom Thur, de David Bordwick, es evidente Ia estética kalkiana, las calles cstrechas y oscuras de Meintynk, la claustrofobia, el cema del laborarorio y In presencia de personjes modelados a partir de la cestécica de Rembrande, Pienso en peliculas mixcas y muy urba- ‘nas como Sin City y Spirit, de Robert Rodriguce y Frank Mille; y en la soberbia Natural City, de Min Byong-Shun, donde la ciudad ‘con caracteristicas géticas és la constant. En cuanto a la literatura, el sucesor de este tipo de novelas 8 Don Delillo, sobre todo, en sus dos mas grandes obras: Ride de fonda (1984) y Subuunds de 1997. Delillo es considerado el ‘escritor de la colisin coriiana, En la primera, nos encontramos con un tipo de aatrativa que tiene como marco, “El que pasarin Si..", y que no es otra cosa que aventurar una hipStesis narraciva implicita como la siguiente: "Qué pasara sicn wna ciudad de Los Estados Unidos, un dia hay un escape de gas edxico”. (EL antece= dente de este tipo de narrativa lo encontramos con esa bella novela de cienca ficcin de comienzos de siglo XX titulada Nabe Birpura, de M. B.Shiel, (1985). Pero eras el pretexto del escape t6xieo, Delillo va delatando, de manera escalofriante, todos los temores de los habicantes de esta ciudad; va descubiendo los ‘nuevos espacios de encuentro, todos los auevos rid de ode que sin dare cuenta corroen al ser humano. La manera como tetmi- fa el primer capieulo ao puede ser mejor: Hoy en dia, discurre una asia al fondo de astro patio trase- 1p, ycsando por a noche nos acomeaos en nucira cama de lta osemos ore ruid del ecaso trfco que lecore como un mur mull constant y remoro que aropa macs descanso, como el sonido de ls almas mcs poloeando en lo ies del seo 99410), En Submundo, como ya ocutria en Ruido de fondo, algo flota 0 se oculta en el ambiente préximo o lejano. En esta novela “reins Ja prosencia de algo implicado", oculto. Una conspiracién. Hay. ‘siempre un ruido de fondor Hay un “submando de imagenes” Una incierca amenaza. Ese algo invisible que domina toda €poce, ‘También-nos hace sentir culpables de cuanto ocurre en el univet= s0 macro o en el micto, Delillo nos hace recordar Ia frase de Peguy, a propésito de Ealige ry, cuando decia que “Todo hombre felizes culpable”. Esto se manifiesta en la novela cuando aparece Ja basura, el desecho nuclear, la cultura del reciclaje propia de una sociedad bulimica, en este caso, la Norteamericuna. “Todo 18 tiene que ver con nosotros. Vamos abriéndonos camino que legamos a una escena que parece extrada de un-me- moderno, una ciudad de rascaciclos de basura, In peste procedence de todos os objetos perecederos... 20038)" j Deelillo asistimos al indiscreto encanto de la sospecha, pues aprendemos a sospechar de la aparente belleza de una de sol ar-ryze, ya que no es més que producto de la aca, aprendemos a sospechar de lis quince canecas ce que cada noche el portero expone frente al edificio vivimos. Para Delillo todo es resonancia sociolégica, ‘ereversible. En esta novela, como pasa con Ri de yas barandas dels camasvibran por el ru de los carros auropistas, el pavimento vibra, todo lo que ocure aqui, nis alli: es la resonancia constant, la delacin del aleteo de la mariposa que produce la tormenta. En este sent Suimando e ls novela de wn fanécico por el deralle profund, rel autor eva a fondo lo que es aparentemente superficial amicroscopia de la naturalezsy de lo real Si Proust impre- {nos dejabaperplejos por la agudezay bellena de sus es y obscrvaciones can finas y detalladas, Delillo in: perturba, produce una paranoia no se sabe si malsana 0 ‘Ademés, a novela goza de un humor desbordante, 4 absurdo. Cada carcajada que puede producir Dello cer- et una mueca amarga, en un sce dolorso, Nadie tiene {an corrotivo como él. Mis cuando uno de sus invita~ In novela es el humorata Bruce Lenny quien para mori ‘quienes lo han fastigado decide, en uno de sus nimeros, tun preservativo en la lengua con el fin de no infecar a nadie con su verboreaincoregible. Ningin escrito, que yo sep, hha descrico tan bien el fenémeno de masas como Delillo, algo ‘que ya habia hecho en su simpatica novela MAO HI. Sabmnde comieaza precstmente con It inal del campeonato de Beisbol ener los Giant y los Does, jugado el 3 de oceubee de 1951. El mismo dia que en Estados Unidos se enteraban de la explosion de una bombs atémica ela Us ‘ban personalidades como Sinatra y el presidente Hoover. El fome ‘rn gue define el eampeonato es experado por 35.000 espectado~ res, Deade ali, a novela comprende cas cinco décadas de historia de los Estados Unidos. Escritaen un contrapunteo simaleineo de fechas y comand las caaceeristicas de cada década, van aparecien- dol via de personajes como Nick Shagay, cl aparente protgo- risen que seer en Bronx y termina de-examinador de eixicos radactivs; pemonajes como Cotter Maria quien fue el oe dl partido al quedarse con la peloca del ome ram, y sobre quien ace- chan ls fetichseas. Una novela al mejor estilo expresionisa, sin coneesiones, con dilogos de una lucides que saya en el mejor de Ios absurdos. No es ya la novela de os bajos fonds, sino de ox submandas que babitan on cad indvduo, cada sociedad, cada este doo inscieucién. Un denso, sensible eintligeate manual para saxislogos, eélogos, politicos y para quel que quieraasomarse al innovador més grande que tien la novela en este momento. Podriamos decir que Dello es un escrito de fondo y con tudo defo que pereurban. Un esritor que leva hasta el fd 1 mis insgniticante de los hechos cotiianos. No en vano, rep £0, €8 conocido como ol esritor de la isin cvdiana. Algo en ly ‘que fueron expertos los expresionstas im Soviica. En el estadio esea- Fiano Raids de fondo y Sobmando de Don Delill, EL Ara ris de (1973), de Pyachoo, asi como Meridian de Sangre, de k McCarthy son coasideradas las custro més grandes no- ‘nortemericanas de lo lkimos 30 aos. Los mis reconoci- exponentes en lengua espafiola de esta cendencia “El novelita espaol Jens Ferer, con su ateradora novela Pipa. La vision de Bertero es apocaliptca, pues compara la dde Barcelona, y en general ala ciudad, con un agujero Es una de las mejores novelas donde Ia ciudad es re con mips metifora:cudad-prosticua, iudad-tevesti, letra, o como un euerpo viviente en descomposicin. tha confesado la influencia que ruvo de los expresonstas -eserbir esta novels, en especial ha confesado lainfluencia ‘tuvo de Alfred Débiin. Veamos, en ef marco de Chernobi de las imagenes de Batceloma: orien racimos de clgsdos lo» bce: hay era vex red en la ‘alle Sun Berri, la pol sabe y baja ln escalinaea yuna chia gat tdeade una ventana, La chad se pone manophasdecuero y bande ‘una poca, como una pata vsti de polizote |= idtencin tenn, stencil ita sla gran urges sent “sobre a gran rina del Mesiernea Ea es Barcelona tea! “ia fa gran burg, la gaa fen! iAqui esin lox aloes ‘ugrents donde a wees frie la gran burguesa.! Fl que cena liken qe vga, el que rong ods que sepa que Chemobil quiere Alsirjeno, en ro quiere devise, joo, eno! El que tenga dor que te eater dena ver que Chetnbi sl ajo dl paca Tis» vp tabi que San Juana: "Toc a tompera el ereee “Angel, y cay de cielo un atta grande, ardiendo ome wn te, y am cay en a tere pact de Los ios y en In boc de as ines. EL ‘ombee de exe a0 Ajenjo. Convio en jen a terera parce elas agus, y muchos de los hombes museca prlas aguas, que se Ibian vuelto amargas” Y eas aguas son abora del Dnigpe, que tarde o tempranalegarin al mar Negeo yal Mediterineo El que ‘tenga os par ir sep que la aia que cay el verano pasado en Barcelona era rac, y mdacive la que va cer ahora, ora, aboeaen is nalgas dela gra burg. Ls tas se embiaga con ‘dl menstn dela gran barges, os yong se mecen en las eras ‘menacua le ln gran burguca, odor bebemos de ese mensrwo mez lado con jen raiactive, iArenea, atenc,atencin(1982:24) Rafael Argullol es autor de una novela llamada La Razin del —— oan et el conerapunteo de las cosas que suceden en una ‘ean populosa, en este caso Distrito Federal: Jor se ealentab las manos ena ube de un aa, un cscupiadespacio en uns leans, un afar ofrecis eda giratoca soplando un sibco de algodonoso,gastado, Et de sempre a basura rese, coro si por aqui hubiera un mue- ine ola para were agus; espré con ganss: un flvio de cado rerén puesto queen unas horas lesa a mierda, carb, 2 quien (199113). de esta descripcién, el narrador se pregunta de una inal. El libro narra lo que sacede de pronto en une ciudad muy importance de Europa y donde un psiquiacra y un fordgrafo ine tenean descubrir la verdad, De entrada podemos ler: “Primero, hhubo vagos rumores, luego incertidambre y desconcierto, finale mente escéndalo y temor”. El enigma sigue, pues en el comin= 20 del segundo capitulo podemos leer: "Al principio nadie dio imporeancia al hecho tampoco sabemos nada de lo que past en festa gran mect6poli, sdlo que los hospitales se van llenando de enfermos’ (1993:16). En Latinoamériea quienes mejor exponen este tipo de liters tura urbana son el escritor mexicano Juan Villoro, con una nove la en contrapunteo titulada EZ dispare de Argén, y El colombiano ‘Mario Mendoza con Soypin City, En la novela del mexicano los hechos transcurren en Ciudad de México, Es ta historia de un oftalmélogo, Antonio Suares, en una clinica de ojos. La histon contada en primera persona por un médico, comienza con Ins descripciones propias del estilo expresionista: el vocinglero, la [peenabocr Prey pen reine eumdlogo ge te cer ena cnc. Aur Sac mis grant fie fora dears cecal de geil mc, sh ec infrmaié ra concncrmo de quer agro ml oper Pr nina ws me reg quem ene eR Incidence agua pope por pale fe pin porta reine inl Ci, p19 “Bs interesante apreciar que a media que se va leyenda be af rostro humano a desapareciendo en el aeteo, en el fico, en el intercambio concaminado de aie, cosas, palabras y Villoro ha dejado ver en un articulo publicado en la revista | Némero, su poscura sobre la cidad, y reflexiona de una muy novedosa sobre la capical mexicana. Demuestea el ‘conocimiento de los clisicos de las novelas urbanas de princi- ue us pio de siglo veinte: Brin AlecanderPts, Manbatan Transfer, Ub ‘San Peesburgo, de Bicly. Dice que "La imagen que unifica estas novelas es la jungla de concreto, Ciudad: lugar para perder Ia br jula de las calles y de uno mismo, Babilonia, Sodoma, Babel, son ‘otros nombres para estos paisajes de extravio y caida” (199%6:64), Pero en Latinonamérica -Villoro mismo lo reconoce~ ya Roberto Arle a comicnzos del XX mostraba este tipo de ciudad, enferma. Nos recuerda que “En 1931, en su novela Los Lawzallamas, el exceitor argentino loges un intenso paisaje de lx deshumanizacion urbana: en complicidad con ingenieros y més ‘0s, ha dicho: el hombre ducrme ocho horas. Para respirar, nec. Sita tantos metros cdbicos de aie, Para no podicse y podrirnos a nosotros, que seria lo grave, son indispensables tantos metros ‘euadrados de sol, y con este crterio fabricaron las ciudades. En tanto el cuerpo suite’ " (bid, p. 64). En Scrpin City, el colombiano Mario Mendoza también contrapuntea, «la mejor manera expresionsta, voces oficiales con ‘voces criminales, misticas y mundanas: Meds y medinm: cruzados de rumores y leyendas urbanas de alta criminalidad. Asi, este au tor le daa la ciudad el aus de cuerpo orginico. Es tl vez el tnico, scritorcolombiano dela atualidad que intent este tipo de eseritu> ta sobre la ciudad. La loaca como of detrcus no son entidades aje- ‘nas as vision urbana. La delincuencia, (qué tal el testimonio de una ‘vctima de escopolamina!) mezclada con la desomposicion de los ‘espacos, ls arméferas enrarecidas, las anatomias esparcidas: Elolor dea care de rey de cerdo te reuentanevitablemente el le que seatite al entrar en la habicacion donde el ApSsol habia ‘cuca s El sted, luego de que habia er api me eens raat al raves: um lor a sangre, avers abiras,a ujos y igui- ‘on desconposciéa. Ea el sre avinagrado vt la canta de pednte de los igus sabre ls mesa, las caberas de las pats de res colgando de los ganchos, os charcos de "de Fngmento de intesinos abultads n el piso. Desde et de a casere hombres graces yrechonehos con los dela manchador de oj intensoy es cchillsen el are e soni y avian a dtenene pars que contemples 2 ra gusto ks fagmen- eos cuerpo de animales expucson. Sigues derecho yoga a “Wise de canes de pescado, Hl olor se hace mis penetrance y te “teourda ele ls curtos miserable de los burdeles de I Calle ‘ieiocho: el lor suo y sexo tancio acemolad en las sibunas “focas donde decenas de exerps andaimos han disrutado de fags et instances de place (1998: 88) * Radiografia 4 Bogors, 1924, 5 sogprendia por a poli sn pobre mujer que Mew os Bo muerte desde hace ees dis inmediaamiemte, Or presario wa nkanccii a mera sido enced em a ee mon ala “Teja. — a is Tejada es, cal vez, en Colombia, el énico escrtor en | J vanguardia europea pareciera haber tenido algunas reso~ . Sus agudas, scasibles ¢ inteligentes crénicas, parecen el ‘de Ia inquictud del expresionismo y farurismo europeo to. Describié la calle, la aparicign de la fibrica y la us, Fanci Jos eGo, Coe aan Li i de 1908 miquina, de una manera que ningin escrtor colombiano de la Gpoca, (afios 20) se aczevid a hacer. Pero, de paso, descibié max giseralmence la teagedia que el progreso empieza a dejar trad sobre las calles de la ciudad como es el caso de esta pobre mujer ‘que se ve condenada a llevar un nif muerto en sus brazos die ante dos 0 eres dias ean rebate Radiografia 5 De revo ta ciudad de Jack ef Destripador Boot. EL Eipacs Vea 13 de febrero de 1985. ‘qu un persico de xa capital se Mama BY Exec? Y, Zor gue pedi ha sada en ls primera gina, dig del géneco del EL cal nia a popaitodelhallgo de vars parts de advere que ha sido metas en un mismo costal? 1987, James Eloy carb, sprovechando uns histori sel geri California de asa 40, lx novela policiaca ms eapetumante ‘limos empos: La Dafa Negra. Bs a histca de una jovey mujer que a sido murda y cy niembrosy irra han gas pores pares, "Imagen yseneanea de lo gue ea = en la ca” ce para sf mien et devetine (19933160) [No ¢s tanto la aniquilacién se la vida lo que fe importa al sino el texto, [a huella que queda sobre el cuerpo: Bl ya no Io produce quien se muere, como en el folletin o en temas peliculas de casa. El discurso es proferido por el ase El discurso no es del orden del lenguaje. El discurso es un implicito en el cuerpo asesinado, descuartizado. Ya no s¢ para advertirnos sobre el peligro que corten nucstras Es un crimen cuyo tinico fin es la advertencia. Se aplica fa fos que quedamos vivos. Escas nuevas formas de muerte ‘nuevas resonancis, m Radiografia 6 eSuaan ls cindadaras ew veins eléticas?® Toromeo, 1966 “Hoy en da, después de mis de un siglo de eénie eer, hemes prlongado nuestro propio sistema nervono central en un akcance tl, holendo ano el epacio come el eompo" (MeLaban, 1959: 25). Barranquilla, 1996. "Daepronto~die dota Esther— toes los aparatos des cass empezaron| ‘a pasar coment, la nevers me pais A dota Marth - conta a scufa ectrce a mands decalo cones la neve. Tofu usin de segundos El tansformador del barso ex un montero que at en a ental de ste bao de Barranquilla. Fs teem y taba. Como un tite sla ‘ner paca la produc Is ilaminacin como tas un dil rans formador deci ebelare -corm el moaseruo de Pronk, por que se le dio la gana, le mando « Jn habiaces de ete brso una sdescapa por encima de lo normal. Ties aos electiceutads, “Tokio, 197. ; De manera extrafa te fins han entado en Shc anc a presencia de tun comic mans) fpone qu presenta ela teevson, 50. Near ode a noe de Pip ik, de domes bas Rot pa eles Bale ws se ara “La destertcrialzaci ya no es en absoluto el elo, y am= puna figura dela mecifora, sino de la meréseasis. La de uns tn del sentido y del eritri, de una labotomia corpo ante del enloquecimiento de los ctcuites. Electrocuta- izada, el alma no es mis que una cicunvoluciin Es probable, adems, que wn dia nuestros sabios neuré- ‘puedan loalizasla en el cerebro, como la funcion del len la poscida vercal. Dependers del hemisferio derecho © jerdo?” (Baudrillad, 1998343). Radiografia 7 EL tervorismo visceral deta ciudad de que nada resulta més iacimo, intestinal dent dua ique el parqueadero subcerrneo de un cent comercial lid en Tauber PV silane icetino grass ol dela, Es eto mis misters y propio parcel mie y lato ime lena de las peliculas espectaculares:suspens, seuestro sit evil prac errorsmo, pcre neo Verdi ita buscar sear un gope deta contr Ia pa cuando el seano de un centro comercial como objetivo. Con su bomb ‘contra a sitesi contemporinen del sven cian” Radiografia 8 Ciudad y vampires Lagarde eransversaldades y poncs de fa, las redes dela rab se ‘autre, darant la ood dels hubitanes duos de ota odes. Silt ‘aad se weve simulactn de i mim, omamencda ydecorad, lt Irbieanees de as res presumen su trapstoriedad su caricer lime il ember es wast octurne, pore, cmd seal elpicclogo La ‘Orda, lo que ene dia se dese, en Is nace se ea al igual qu el sacio el ozo pare acctuno, la esta, a rumba embié es usa fe Teac de deteos ye eaero noctimbulo ented, igual queen sa anessias onic, ela imagen vial qe surge de su inconscien- te-Por co, los lagares de a rumba so estas recargades de imice es, de excess, prs los vampitos dela noche, paras habitants tlaar. que se vuelve lager, que se conextualiza con la conducts epeiiva de miles y veloces mors. Asi cada yugular, cada a tao de sangre x un nod en la ted un punt donde wampito, ache y cada se encuentran el tlato que exptesa el acontecimiento, por ‘que coincden en a sartaccin dl desc” Pergols, 1998°109) Radiografia 9 Los desgarvamientos de la guerra lps urbano sin duda crest hecho de came. Con rod, les ei cdot cercenads so casi tan elocuences imo los cveros cla calle ‘abu, Sarajevo, Mostar ore, Sarajevo: Groany seis bectreas del sur de Manhucan después del 11 de veptembre del 2001, campo de ‘efugiades de Yin. Mira, dicen as fragrafas,ase.Bsto es oe Io gre. Y aul elo qe bac, eambin, La guerra ra, de area La gverrs tompe, destripa. La guerra abrasa. La gueta ‘esmemba, La guerra ania (Susan Sontag, 2008:16), 10 digs Ane Racliografia Final de esta perspectiva, el cerror lo sniestro, segiin Vicen ‘es mostrado en el sexo, en Ia economia finan fen Ia moral: la perversion acapara las porcadas de ‘Media y ba saturado el entorno, Ea las galerias de ate, ‘Disney 2 Nueva York, la exhibiciin exige como obje= de lo obsceno, En los desfles de Thierry Mugler 0 ‘Paul Gaultier, en lo barroco de Versace 0 de Moschino, mientras en las calles la indumentaria de las eibus s, los atavos de los hinchas de football, los maqui- es de los Drg Ores, ls tauajes 0 los lecing reiceran ‘exvética del sadomasoquitmo y del horror. Desde Ia Jebasura a los broses del nazismo, desde el recuerdo ne= sobre las atrocidades comunisas (también derechistas) rmafis iernacionales alos degollamientos de nis desde el plnizo bursétil al pinico de Ia deb= in ecoldgica del planeca, desde ln vuelca del infanti- de nis en China a a venta de bebés russ 0 colom- os, desde el negocio clandestino de drganos a la ializacin de fetos para la cosmética, El mundo en) 6 ha entrado en una dindmica de la corrupeisn y el oF que inclaye una estécica del inferno (1998:201)", m Lu posible clartad de esea postura que finalmente es ls que Moja encrever Ver, es decir, todo lo terrrifico es gético y esté Ipresence en todas las manifestacionesculeurales y episodios de la Wid, no la puede tener sino alguien que no se haya despojado de Hina mirada eseética como ética Fn cuanto a la dimensidn eseética del problema: Zes todo Jo Perrorifico, masacres, terrorismo politico; todo lo fe, Jo grotes- Teo, perteneciente a una estéica gétca osiniestra? En cuanto a lo Mico ées permisivo, comprensible o tolerable, los actos de barbs Wie, lo que presentan las instalaciones, el culto a satin, el acto de Fucrificar (descripar) animales en conciertos de: Rock, coma & IGaravio, el asesino en serie més grande que ha dado Colofnbia, Igomo icono de algunos grupos de Rock? Aqui es donde las fe Tlexiones de Burke, as profundas matizaciones de Kang, en ht CGelica del juice, eb ienprescindble libro EI miedo en Orcidene he ean Delumeas, y el reclamo inceligente de Susan Sontag, en st bro Ante ef dolor de tos demis, nos deben servi para pensae y Fitter de nuevo en un debare complejo como necesaro Tate para la accualidad. Fhovelasy relatos de M. G. Lewis, Hoffmann, de Maurin, de Po, Bierce y H. Quitoga-, hemos pasado «do ral sinieao, Bs Palabras, el reroe ya nose Grepresenracén, sino en el escenario de Io real. En esto ckimo, Silene razin Blumenberg cuando desarolal idea de asim te oilidad, oe es como si cigeamos: EL bamdre de fa arens 00 Io en ramos en el arc, a representacién, sino que cada ver se en tea mis en la realdad. EI mismo Freud os lo confirma en el ive Gnicamente en Io vieual, o en Ia m To cierto es que de lo fantistico siniestro ~propuesto en las) c impor Tamas gue quiere datas farmoso texto sb sinieto: “Not tex concn, aparentementeparsdjicn,reza asi mach deo qe der snc ida ram oe sadam i fin dione estes sir roc ftir qu ect ol id ra ° (Op. tp. 23). (as curses son del auto. Bso ea a propio de esta iia fase lo que eeamos hasta el surreal to, porque la realidad i vene cos mis snesras, macabras tenebronas: Segunda Guerra Mundial, Sarajevo, cl horror y las ereldades dels paises en conflict donde el terror esl consta- te. Porc Bl hain de area ya nos le en el cxeno fant, se Jee en los perios, + més: nose tafica con los ojos de wn no, fe tree con clio enero. Por exo es que hay que decir que con Incase han io os faneasmasy ha quad l monsero,y es ‘es un cuerpo extra y sn otro que irumpe en eu apse, 0 tt Gntason que terol el macs, sino el nlite, vido ds fantasma, que esti a punto de robarte todo, incluso, hasta los Pt: Go inte de un tips de vista (cele tev) 10 «lo virtual sno lo rea, «decir, que x0 que se present algo real o se converte en algo real, No me ineresarn canto dliagnontiae que el Mio es Ia metifora (Postman), sino que el ‘medio esl realidad, o son scudo-reaidades, o mejor una cai cura del eal; pero, lar, me usar machismo queen realidad Jos metosfacren verdaderas meraforas, verdaderasrcalidades viruses, que concengan de manera profunda ala realidad Peto por so mismo la ciudad funda una. nueva fansite fe fhe aber tape ick os i ca ola hay entre la realidad y la misma imaginacién, De ahi que he ciudad se conver sin dda en el espacio prvlegindo para una ott Ari ienciaficcin, que vendeé de un tipo de gi 0 ya lo habian expresudlo los expresionistas. En cuanto a la estézica gota eelacionada con la ciudad mo- aquizé ya no es ol acancilado, el abismo, peto si el subterri- 0, el habicance emparedado en el cemento, en los apartamen= ya no la neblina propia del gético clisico de E! monje, de allan (aunque El Gears nos muestra esta acmésfera en la cd), sino la polucin asfxiante de las grandes metropolis, la bulencia esti ali sobre el asfaleo, oleadas de gente y de ce- nto, y sia embargo, hay una fascinacién por este escenario, sngaietante ‘sus habitantes, de manera electrizante. Recondemos la frase Woody Allen cuando le pregunearon por qué le gustaba tanto ya York, a lo. que respondié: “Sencillamente porque ef aire tro me intoxica, mientras que en la ciudad...” Y, sincembargo, mucha gence muere en la ciudad: del cule fla muerce se pasa a la prictica de la muerte. Gente que were ya sea por la violencia urbana (se sabe que los casos de izammiento aumencan), que muere victima de los acci- tes de trafico, una de las grandes manifestaciones de su vio- ia atrypellane. En. cuanto a la ciudad como casa, al desapa- el concepto de la misma casa, se han ido con ellas el 14 tradicional y ha quedado el monsteuo modemo, fa destruccién: es la gran casa que aparenta familiaridad y pro- ce exteafiamiento, que ce promece cranquilidad y te produce ot. La ciudad, como una madre enferma y neurdtica, ce ‘mis de lo que te da. jest atmésfera, por st are, ya que la ciudad corre por las venas. | judad que te acoge y ve expulsa, promee proteccién y produ~ Ya no el ruido gético del suspenso y tension clésica de Ie Iético, es como lo describe muy bien Delillo: hay todo el tiem= po y de manera persistence un ruido de fondo, una estridencia cercana o lejana, ef murmullo constante de les aparatos electré= hicos. Hoy, In criatura concreta, pero que se vuelve invisible, es 1 mismo ciudadano, En cuanto al doble, a I fagmentacin del sujeo, de la men= te, el individu ha estallado en mil pedazos. El sujeto compuesto por un slag hetero, vive otto tipo de fagmentacién, un indivi duo simulksineo con su mente ubicada en muchas partes, que s¢ ha vuelto el jugador de muchos roles, actor y protagoniata de muchas pesadilas, miedos y sobresalos; de igual forma si desaparecen los fanzasmas es porque el urbanicola yas un cuasifancasna de ‘mismo y de los demés, ya no las ciudades invsibles, de las que hablaba fealo Calvino, y aun Dablin, sino la invsibiidad que pro- dace la ciudad. Muchas veces las grandes cilades nos wuelven ‘nwisbles, el “casi no nos vemos" conjuga la tice interac hue ‘mana que dice que yo no veo al Otro y el Otro no me ve. La ciudad seri la de la fragmentacin de la mente, del cuerpo, de la desaparicién del sujto, Todo esto porque la ciudad, la megalopolis, a macrocidad, Ia muchedumbre, que deseribieron Wordsworth, Poe, Baudelaire y Benjamin essn duda sindnimo de vastedad, und ‘aracterstica tipica del gético moderna, y por eso es el escenario preciso para el suspenso, la srpresa y el tert que asi ya no sen anénimo se ocuita en la clandestinidad 0 la ofciaidad. Terror del aque han sido vicimas: Sarajevo, Kabul y Bagdad; Paris, Te-Aviy, Bogot, Moset, Nueva York, Londres y Madrid. En el caso de Nueva York can el relato mis sorpresivo, el mas inquisante y ef oie Are ‘principio con alta dosis de terror anénimo, Lo del 11 es wn O qie para muchos ain nose sabe sies una fantasia, un suedo 4 “odo esto es lo que hace que la ciudad se wuelva el espacio > para lo simbdlico y lo diabslico. Lugar de refugio, de imiento, de la sociabilidad, del encuentro, de la protecci6n 4 su ver, el ugar de lo monscruoso, de la transgresin; lugar de las fugas y abién de los crénsfugas; el lugar de deseo je la fascinacibn. Espacio socisfugo y socidpero. Un terrtorio en donde too crece de manera exponencial, lo nacural. Un rrrtori que como un animal gigantesco, ‘contaminando, absorbiendo, fagocitando o cragandose a los jos lugares («on-erbaién, a lo cural y ato nacaral Por 680 36 ge que es el arificio mis grande creado por el ser humano, Y¥, como artifcio, ese! lugar donde se conjugan arte (gétieo), im (gtica) y realidad (gis), ‘Como arificio, la ciudad es un terstorio en continun cons ny destruccién. En continua transformaci6n.. [No sabemos ain si para bien o para mal. Lo ‘nico que sibe- ‘por ahora, es que es el territorio ms apropiado para lo ico y lo diac... “Esa es su tiniea realidad.

You might also like