La cuestion del derecho de ciudadania y de la
pérdida de la Tierra son inseparables, para usted,
de la del cuerpo propio, es decir, de un cuerpo si-
tuado en el espacio) en el Hempo. Puede desarro-
Ular este punto que me parece esencial?
La cuestion de la corporeidad nos toca a todos
—tilizo la palabra “tocar” intencionadamente. Hay
es cuerpos que estin indiscutiblemente ligados:
el cuerpo territorial, es decir, el del planeta y la
ecologia, el cuerpo social y, finalmente, el cuerpo
animal ¢ humano. De ello se deriva la necesidad
de recolocarse con relacién al cuerpo, de recolocar
el cuerpo con relaci6n al otto —la cuestion del
préjimo y de la alteridad—, pero también con rela-
cién a la Tierra, es decir, al mundo propio. No hay
cuerpo propio sin mundo propio, sin situacion. El
cuerpo propio esta situado con relaci6n al otro,
Ja mujer, al amigo, al enemigo... aunque también
est4 sitiado con relaci6a al mundo propio. Es
“aqui y ahora”, bic et nunc, est in situ, Ser 3 €3-
tar presente aqui y ahora,
Ta cuestion de la telepresencia deslocaliza ta
posiciOn, la situacion del cuerpo. Todo el proble-
ma de la realidad virtual es, esencialmente, negar
el bic et nunc, negar el “aqui” en beneficio del
‘ahora’, Ya lo he dicho: jya no existe el aqui, todo
es ahora! La reapropiaci6n del cuerpo, para lo que
la danza supone la resistencia maxima, no es sim-
plemente un problema de coreografia sino un pro-
blema de sociografia, de relacién con el otro, de
relacién con el mundo. De otro modo, es la locura,
es decir, la pérdida del mundo y la pérdida del
cuerpo. Los retrasos tecnolégicos que provoca la
telepresencia tratan de hacernos perder definitiva-
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mente el cuerpo propio en beneficio del amor in-
moderado por el cuerpo virtual, por este espectro
que aparece en el “extraio tragaluz” y en el “espa-
cio de la realidad virtual”. Ello entrafia una consi-
derable amenaza de pérdida del otro, el ocaso de
la presencia fisica en beneficio de una presencia
inmaterial y fantasmagorica,
Godard decia que la catecral de Houpboust-
Boigny ya era una imagen de sintesis. :No se po-
dria decir lo mismo de Patrick Poivre d’Arvor?
jQuiero dectr que, incluso antes de caer en to vir-
tual, se prepara para ello!
Mis alld de eso, de la televisién y de su decora-
do, la ciudad entera es la que bascula en lo virtual
y, con ella, los individuos que se preparan a vivir
en ella, La ciudad ha sido siempre un dispositive
teatral con el Agora, el atrio, ef foro, la plaza de
armas, etc. Ha sido, simplemente, un espacio en.
el que poder reunirse, un espacio péblico, Ahora
Dien, hoy en dia, el dispositivo fele reemplaza el
espacio piblico por la imagen pablica y Ix ima-
gen ptiblica esta descentrada de la ciudad. La
imagen ptblica no esta en la ciudad, o en la tele-
citta, ciudad virtual ya, en la que se pretende con-
vivir porque miran juntos el informativo televisivo.
Creo que lo que se cuestiona tras el problema del
espacio virtual es Ia pérdida de la ciudad real. Yo
soy urbanista y la ciudad real es para mi el lugar
del cuerpo social, el lugar de la gente que la habi-
ta. Hoy, el 80% de la poblacién francesa se concen:
tra en el 20% del territorio, y maitana sera el 90%.
Y esta atraccion que la ciudad ejerce sobre la gente
se da a nivel mundial, Por tanto, se constituye una
aespecie de ciudad de ciudades: la ciudad de las te-
lecomunicaciones, 1a. ciudad de Internet. Junto al
espejismo virtual de la economfa de mercado, ge~
nerado por el programa Trading, por las cotizacio-
‘nes automaticas, las bolsas, se desarrolla un espe-
jismo urbano virtual donde el espacio ptblico ha
cedido definitivamente el lugar a la imagen pabli-
ca. ¥ la propaganda hecha en torno a Internet y las,
autopistas electronicas tiende a urbanizar el tiempo
real en el momento en que se desurbaniza el espa-
cio real. Nuestras ciudades, no solamente Sao Pau-
lo o Calcuta, sino también Washington o las afueras
de Paris, estan en una situacién absohutamente ca-
tastrofica, Hoy en dia, estén al borde de la implo-
si6n. Se tiende a la desintegraci6n de la comunidad
de los presentes en beneficio de la de los ausentes:
ausentes abonados a Internet o a la multimedia, Es
un acontecimiento sin par. Es una de las caras del
accidente general. Fl hecho de estar mas cerca
del que esté lejos que del que se encuentra al lado
de uno es un fendmeno de disoluciéa politica de
la especie humana, Vemos que la pérdicia del cuer-
po propio conlleva la pérdida del cuerpo del otro,
en beneficio de una especie de espectro det que
estd lejos, del que esta en el espacio virtual de In-
tenet 0 en el tragaluz que es la television.
En el caso de la television, eno babria que esta-
blecer la diferencia entre el emisor y el receptor?
éNo es concebible inventar otra television?
En cierto modo ya esti hecho. Yo dirfa que la
television ya est muerta en los multimedia, Sabe-
mos que la interactividad es el fin de la televisién,
‘Tengo ganas de decir que el ejemplo de la televi-
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si6n ya es un ejemplo superado. Al igual que la fo-
tografia ha desembocado en la cinematografia, el
video y Ja television desembocan hoy en la info-
grafia, La television ya es un medio de comunica-
cion superviviente.
Cuando Daniel Schneiderman hace su “Arrét
sur images” sobre el asesinaio de Kbaled Kelkal, le
parece a usted necesario?
Estamos, segdn mi opinion, en el mismo caso
de representacion que el de Ja segunda guerra
mundiak esta imagen constantemente reproducida
ya no es una informacién sino una sugestion que
hace subjetiva el telespectador. Mostrar una conde-
na a muerte una vez es una cosa, es informar. Re-
presentarla, reproducirla es del orden de Ia autosu-
gestion. Es decir, que se tiene algo mas que decir
que mostrar la realidad.
Pero la emision “Arrét sur images" esté hecha
también para reflexionar sobre esta imagen. cla
funcin pedagdgica de una emision como ésa le
‘parece convincente?
Creo que el dirigir la mirada a Ia television ha
legado a tal punto que no se puede corregir la si-
tuaci6n en una hora. Dicho esto, no me opongo a
que se exhiban las catistrofes o los accidentes, ya
que creo en la necesidad de un museo del acciden-
te. (A este respecto, quiero recordar que el video
del caso Rodney King se conserva en un museo.)
Pero pienso que la television se ha convertido en
el medio propagandista por excelencia, Se ha visio
durante la guerra de! Golfo, con Timisoara, se ve
49todos Jos dias, Francamente, empiezo a no ver la
television. Ya no soporto el estar pendiente de ella,
Habria que innovar, efectivamente, otro tipo de te-
levisién, pero creo que es demasiado tarde. Creo
que la innovacién se hard en un nuevo medio de
comunicacién, pero no en el antiguo. El antiguo ha
legado al limite, hasta su pérdida. Para mi la televi-
siOn esta perdida, no asi el video.
2No es usted un poco catastrofista? :Estamos en
el punto obligado de someternos al dispositivo toc-
nologico que nos rodea? gEstamos condenados a
sucumbir?
No tengo sohici6n definitiva, porque estas situa-
ciones nos desbordan. Lo que puedo decir es que
no podemos perder indefinidamente la relacion
con el cuerpo, es decir, con la corpareidad fisica,
por no decir fisiolégica, y no podemos permitirnos
perder ta relacion del cuerpo con el mundo por
culpa de la fcletransimision. Creo que hemos llega-
do aun limite. Pienso que la puesta en prictica de
Ja velocidad absoluta nos encierra infinitamente en.
ef mundo. El mundo se empequenece y empieza a
Surgir una sensacién de encarcelamiento que los
jovenes quiz no perciban todavia, El gran con-
finamiento de Foucault no esta fechado en el si-
glo xvi, sino en el 20a. Cuando tengamos todas las
interactividades que queramos, cuando vayamos a
Tokio en dos horas gracias a los aviones hipersoni-
cos, es evidente que la sensaci6n de estrechez del
mundo se haré rapidamente insoportable. Habre-
mos perdido la grandiosidad de la-naturaleza. Al
igual que existe la contaminacion de la naturaleza
existe una contaminacién de las dimensiones rea-
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les, Es un hecho INSOPORTABLE. Perder el cuerpo en.
el autismo o la esquizofrenia tambien es insoporta-
ble, Ahora bien, creo que, a causa de las tecnolo-
gias, estamos perdiendo el cuerpo propio en bene-
ficio del cuerpo espectral, y el mundo propio en
beneficio de un mundo virtual. La cuestisn que se
plantea es la de reencontrar e! contacto. He dicho
‘antes que no hay ganancia sin pérdida. Siendo el
mundo un espacio limitado, llegaré un dia en que
las pérdidas seran irreparables y ya no habri mas
ganancias. El siglo XX1 ser probablemente el siglo
de este descubrimiento: las pérdidas superarin a
lag _ganancias. La pérdida del mundo propio, la
pérdida del cuerpo propio deberan ser recompen-
sadas, porque llegari a ser insoportable para todos.
No solamente para los pobres que ya se encuen-
tran en una situacién imposible, en una regresion
increible, en los paises subdesarrollados al igual
que en los nuestros, sino también para los ricos:
los bafios de mar supusieron un descubrimiento
del mar, la fet-set es una anemia del mundo. Reen-
contrar el tacto, el placer de la marcha, del alpinis-
mo, de la navegaci6n (Gérard d'Aboville, el reme-
ro, es una especie de profeta), son signos de otra
divergencia, de una vuelta a la fisica, a la materia,
los signos de una rematerializacién del cuerpo y
del mundo.
Dado que se nos roba el espacio terresire, eno
podemos imaginar una salida gloriosa bacia el
cielo?
fsa ha sido una de las esperanzas de la disua-
sién. Después de la conquista del‘aire, que permi-
16 la segunda guerra mundial, la conquista del es-
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