Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 10
ANOMALIAS GENETICAS DE LAS PROTEINAS ESTRUCTURALES Proteinas de los filamentos intermedios: queratinas y sus mutaciones. Coldgenos mutantes. Osteogénesis imperfecta. Gen de la fibrilina y sindrome de Marfan. Hipercolesterolemia. Receptor de LBD. Hemoglobinas y sus genes. Familias génicas. Hemoglobinas anormales. Talasemias Introduccién En el capitulo anterior se exploraron las en- fermedades causadas por mutaciones de las enzi- mas; pero ademés de las enzimas, cuyas alteracio- nes genéticas determinan los errores congénitos del metabolismo (véase cap. 14), hay numerosas protefnas con una funcién basicamente estructu- ral, como el colégeno, que pueden ser afectadas por mutaciones de los genes que las codifican. En. el caso de los errores metabélicos las mutaciones son recesivas, puesto que basta una cantidad me- nor de enzima codificada por el alelo normal pa- ra mantener la normalidad de la funcién. En cambio, en las anomalfas genéticas de las protef- nas estructurales se encuentran tanto las muta- ciones dominantes como las recesivas. Las anomalias de las protefnas estructurales pueden clasificarse en varios tipos: a) anomalfas de protefnas estructurales intracelulares, como las que constituyen los filamentos intermedios, por ejemplo la queratina, cuyas mutaciones dan origen a enfermedades (una de las cuales es la epidermdlisis ampollar), b) de proteinas estruc- turales extracelulares como el coldgeno, cuyas mutaciones dan lugar a enfermedades como la osteogénesis imperfecta, c) de proteinas estruc- turales formadoras de receptores y canales de membrana, cuyas mutaciones determinan en- fermedades como la fibrosis quistica y la hiper- colesterolemia familiar y d) de protefnas estruc- turales transportadoras, como la apoceruloplas- mina, cuyas mutaciones dan lugar a la enferme- dad de Wilson y, sobre todo, de las hemoglobi- nas, cuyas mutaciones provocan varios tipos de anemias, entre las que se hallan las talasemias. Filamentos intermedios y sus proteinas normales A diferencia de los microfilamentos de acti- na y los microttibulos, que son constituyentes esenciales y permanentes de las células, los fila- 326 Genética Humana Cuadro 15-1. Tipos de filamentos intermedios y sus proteinas NP de Tipo Filamento Localizacion Protefna protefnas 1 Queratinas écidas _Epitelios. 29-220 y queratinas tricociticas de las ufas y los 16 pelos Hal-4 u Queratinas neutras —_Epitelios QU-Q8, Hb1-b¢ y bx 13 m Vimentinas Mesénquima, mts- Vimentina, desmina, periferina, protefna fibrilar 4 culo, etcétera alial Vv Neurofilamentos __ Neuronas NFL, M, H, nestina, o-intemexina Vv Laminas (lamino- Células (todas) ——-Léminas A, C, B1, B2 4 proteinas) mentos intermedios (el tercer componente del citoesqueleto) son sumamente variables de un tipo celular a otro y no son imprescindibles, puesto que hay células que no los presentan (como los oligodendrocitos y algunas Ifneas celulares).! Estos filamentos son estructuras especializadas y prescindibles(salvo las lami- nas)en las células basicas, y por consiguiente representan el origen de posibles mutaciones viables, pues las mutaciones que afectan fun- ciones basicas rara vez son visibles fenotipica- mente, dado que no Ilegan a formar un orga- nismo viable. En efecto, los componentes de los filamentos intermedios, en especial las queratinas, dan lugar a varios tipos de enfer- medades conocidas; es probable que se detec- ten més en el futuro préximo. Los filamentos intermedios pueden ser de cinco tipos (cuadro 15-1). HA 1B 2A rae : C Péptido inicial de la hélice +[- ae Evi Ht 1A 1B Dominio helicoidal \ Organizaci6n de las queratinas Entre las protefnas de los filamentos inter- medios predominan las queratinas (por su nu- mero, cerca de 30) pero précticamente todas tienen la misma organizacién. Las 50 proteinas conocidas de los filamentos intermedios poseen una organizacién similar, con un dominio helicoidal central y constante, formado por cuatro segmentos, (1A, 1B, 2A y 2B-S) y sus separadores; un dominio de la cabe- za, no helicoidal (El, V1 y H1) y variable y un dominio de la cola (V2, E2, H2), también va- riable (fig. 15-1)? El dominio central en estas proteinas es constante, y sus cuatro segmentos largos de a-hélice son tipicos, ast como las regiones pep- tidicas limitantes del dominio central, los “mo- tivos” inicial y terminal de la hélice (fig. 15-1), Cola. (No helic.) Tipo | (Acida) ah 4 E2 eecrte peeve > Péptido final de la hélice : Tipo Il (Neutra) A Queratina it v2 =2 Fig. 15-1. Esquema general de las queratinas de tipos I y II, con sus dominios de cabeza y cola no helicoidales y el domi- nio central en forma de hélice. Anomalias genéticas de las proteinas estructurales 327 Q2e Q1, Q10 Placa del hemi- desmosoma (colageno XVII) Hemidesmosoma Filamentos de anclaje 4 44 Fibras de anclaje (colageno Vil) Fig. 15-2. Esquema de la distribucién de las queratinas (Q) en la epidermis general. La flecha tinica sefiala las células ba- sales, las dos flech: que son particularmente afectados por mutacio- nes, dada su conservacién y su importancia pa- ta la formacién del dominio central normal. La “cabeza” y la “cola” no helicoidales (globu- lares) son muy variables entre los distintos tipos de filamentos intermedios. Para constituir los fi- lamentos primero se aparean dos unidades pro- tefnicas que forman un dimero y después se unen dos dimeros que forman un tetramero con el as- pecto de dos pares de filamentos retorcidos uno sobre el otro y con una longitud de 48 nm; luego estos tetrémeros se asocian de manera escalona- da unos con otros para componer el filamento, de un ancho de 10 nm y longitud indefinida. Los dimeros de todos los filamentos intermedios, sal- vo los de queratina (tipos I y II), son homodime- ros; los de queratina son heterodimeros formados por la asociacién de una de las queratinas de ti- poT con una de las de tipo II (un poco mayor que indican la membrana basal y las tres flechas sefialan la regién de las fibras de anclaje en la dermis. la I). Dada la existencia de un total de 30 quera- tinas entre ambos tipos, la cantidad de heterodi- meros de queratina (y por consiguiente, de fila- mentos) es muy grande. Esta gran variabilidad de los filamentos de queratina permite que ciertos tipos de células epiteliales tengan queratinas es- pecfficas y que aun dentro de un epitelio las cé- lulas situadas a diferentes alturas presenten fila- mentos de diferente composicién (dos querati- nas, una de cada tipo, para formar un filamento). Las queratinas se ordenan con ntimeros arabigos en orden decreciente segiin su peso molecular (la queratina 1 y la queratina 9, Q1 y Q9, son las mayores en los tipos II y I). En la epidermis ge- neral (en la palmoplantar es diferente) hay una distribucién especifica de las queratinas: las célu- las basales poseen las suyas, los queratinocitos in- termedios poseen otras y la capa cémea otras di- ferentes (fig. 15-2). 328 Genética Humana Corea Granulosa i we Espinosa 2 { — Melanocito Fig. 15-3. Esquema de la epidermis con las diferenciaciones de sus capas. Funcion normal de las queratinas La gran variedad de los filamentos de quera- tina les otorgan una amplia versatilidad para desempefiar diferentes funciones en epitelios distintos y aun en zonas del mismo epitelio; por ejemplo, la epidermis palmar y la epidermis plantar contienen queratinas distintas (Q6 y Q10 en la zona media y Q9 en la superficial) de las de otras zonas; en consecuencia, las palmas de las manos y las plantas de los pies se compor- tan en forma diferente y presentan una patolo- gfa propia. Por otra parte los derivados més re- sistentes, las ufias y los pelos, contienen quera- tinas especiales, las queratinas tricociticas (cua- dro 15-1). La funcién esencial de las queratinas es contribuir a la estabilidad mecénica de las cé- lulas y del tejido epitelial epidérmico en su con- junto; lo que en términos generales se aplica a todos los tipos de filamentos intermedios; asf, por ejemplo, los neurofilamentos son esenciales para mantener la continuidad de una prolonga- cién citoplasmética, que en los axones motores puede tener més de un metro de longitud y que seria muy frégil si no los poseyera. Los micrott- bulos y los microfilamentos son mucho més di- ndmicos y se relacionan con el transporte y el movimiento, mientras que los filamentos inter- medios dan el tipo preciso de resistencia me: nica que necesita cada epitelio. Por consiguien- te, es esperable que las mutaciones de estos ge- nes afecten la resistencia mecdnica de los teji- dos epiteliales. Por otra parte, en la epidermis las diferentes capas se especializan en funciones distintas. La capa basal (fig. 15-3) posee células de dos tipos: las células troncales, caracterizadas por expresar altos niveles de integrinas de la fa- milia B1 y capaces de regenerar todo el epite- lio? y los queratinocitos de amplificacién, que estén comprometidos a diferenciarse. En las pas medias residen los queratinocitos tipicos, con gran desarrollo de los desmosomas y los to- cae Anomalias genéticas de las proteinas estructurales 329 Cuadro 15-2. Dermatosis asociadas con mutaciones de las queratinas (y otras protefnas) Enfermedad Localizacién Proteina mutada Dominio Pronéstico Epidermélisis ampollar simple Todo el cuerpo @yQu Central Benigno Hiperqueratosis epidermolitica Todo el cuerpo Ql y Quo Central Variable Queratodermia palmoplantar con quera- Palmas y plantas @ Central Benigno tli Ietiosis ampollar de Siemens Todo el cuerpo De Central Benigno Epidermolisis ampollar de la unin Todo el cuerpo (Membrana basal) In- | — Letal cegrinas 064 y la- minina V Epidermélisis ampollar distréfica Todo el cuerpo (Colageno VID) = Grave Paquioniquia congénita Usias Qs y QI7 = Benigno nofilamentos, mientras que en las capas altas, como la granulosa, ademés de los grénulos den- sos de queratohialina, se encuentran los grénu- los con membrana (queratinosomas) que se po- larizan cerca de la membrana y luego son expul- sados pata el sellado del espacio intercelular (Ia barrera contra el agua se encuentra a nivel de la capa hicida); en las capas supetiores también se activa la sulfatasa de esteroides relacionada con la descamacién normal de las léminas cémeas. Mutaciones de los genes de las as. Epidermolisis ampollar Hay dos familias de genes que codifican que- ratinas: la familia I esté compuesta por los genes de las queratinas de tipo I y se encuentra locali- zada en el brazo largo del cromosoma 17 (17q12);! la otra familia (II) esté formada por los genes de las queratinas de tipo II y esta ubi- cada en el brazo largo del cromosoma 12. Se han detectado 17 mutaciones asociadas con la epidermédlisis ampollar simple (véase més ade- lante) y 27 mutaciones asociadas con otras en- fermedades de la piel.’ Las cuatro enfermedades asociadas con mutaciones de la queratina (cua- dro 15-2) son autosémicas dominantes (hay for- mas recesivas excepcionales) y esto se explica porque es suficiente que haya un 2% de protef- na mutante para producir el colapso de la es- tructura de los filamentos intermedios.® La vasta mayoria de las mutaciones de las queratinas afectan el dominio central helicoi- dal, en especial el péptido inicial de la hélice (1A) y el final. Esto indica que esas regiones son esenciales para el mantenimiento del domi- nio central en la forma helicoidal normal y que también son esenciales para la funcién mecéni- ca de los filamentos de queratina. En las derma- tosis asociadas, los queratinocitos (basales o in- termedios, segtin el tipo) son destruidos por traumatismos mecénicos minimos y dan lugat a la formacién de ampollas localizadas en la capa basal o en la capa media. En ottas dermatosis que no dependen de mutaciones de las querati- nas, como la epidermélisis ampollar de la unién y la epidermélisis ampollar distréfica, las ampo- llas no aparecen dentro de la epidermis sino en la membrana basal (en la primera enfermedad) o en la dermis papilar (en la segunda); en este tiltimo caso el defecto esté en las fibras de an- claje, de colégeno VII (fig. 15-2). Anomalias genéticas del col4geno y de otras proteinas estructurales extracelulares Como sucede con las queratinas, los colage- nos conforman una familia de protefnas que presenta una gran variedad de monémeros constituyentes y de formas de ensamblamiento supramolecular de esos constituyentes. Esta ca- racterfstica permite que los colégenos presenten una exquisita flexibilidad para constituir muy diversas matrices extracelulares en distintos te- jidos y dentro del mismo tejido, en diversas re- giones del organismo. Actualmente estan bien 330 Genética Humana Cuadro 15-3. Tipos de coldgeno y sus genes (con localizacién conocida o no) (primeros diex tipos)* Locallizacién Tipo Formula Cadenas & Gen cromosémica __Diseribucién tisular 1 fel(1)},02(1) axl(I) COLIAl = 17q213 T. conectivo, general 2(I) COLIA2 — 7q22 n [el(), axl (Il) COL2A1 — 12413 Cartflago, humor vitreo ML [ol(IIN), axl (III) COL3A1 — 2q24 T. conectivo extensible: piel, vasos IV [orl(IV)],@2(1V) aul (IV) COL4Al 13934 Membranas basales ( otras <<) (IV) COL4A2 13434 Vi faa(yy],o2¢(v) (Vv) COLSA1 Igual al tipo I, formas menores : 2(V) COLSA2 VI al (VI)o2(VI)03(V1) el(VI) COL6AL T. conectivos (fibrillas de 110 nm, a2(V1) COL6A2 no escalonadas) @3(VI) COL6A3 vo [ol(VI)L, exl(VII) COL7A1 Fibras de anclaje en membranas basales VOL fo (VII)],02(VI) (VI) COL8AL Membrana de Descemet y endotelias ° (VIII) COL8A2 IX al (IX)o2(1X)o3(IX) ol IX) COLSAI Igual al tipo II, componente menor r2(IX) COLIA2 a3(IX) COLIA3 X — [alQ0), al(X) COLI0AI Zona hipertréfica del cartilago metalisario * Los tipos XI-XVI son componentes minoritarias asociados con los colagenos Lo Il; el XVI est asociado con los hemidesmosomas. definidos 19 tipos de coldgeno, designados con ntimeros romanos en el orden cronolégico de su descubrimiento.? Los colagenos estén compuestos por tres ca- denas polipeptidicas (cadenas 0) que pueden ser idénticas o diferentes; cada cadena diferen- te se designa con un ntimero ardbigo y como las cadenas ot son distintas en cada tipo de coldge- no, la nomenclatura de cada una incluye, ade- mas de su ntimero ardbigo, el ntimero romano de su tipo de colégeno; asi, por ejemplo, para el coligeno I, el mas general del tejido conectivo, las cadenas son oil (I) y 012(1). Cada cadena tie- ne un gen diferente, designado “COL”, seguido del tipo de col4geno (en ntimeros ardbigos) y la cadena (designada “A”) y su ntimero. Los genes COL estén dispersos por el genoma humano (cuadro 15-3).8 Los coldgenos se clasifican (segtin formen o no fibrillas) en fibrilares (tipos 1, II, ILL, V y XI) y no fibrilares (tipos IV, VII, VIII, IX, X, XII, XIII y XIV) y un colégeno fibrilar pero de fibri- Ila no escalonada (el V1). La fibrilla tipica (de moléculas escalonadas) tiene la periodicidad caracteristica de 67 nm (periodicidad D), y la longitud de la molécula formada por las tres ca- denas, el tropocolageno, es 4,4 veces D (alrede- dor de 300 nm; fig. 15-4). Esta fibrilla elemen- Int. = 0,6 D D=67nm 4,4 D = 300 nm— AD SEE eel — Dl Fig. 15-4. Esquema de la disposicin de las moléculas de tropocolégeno (trfmeros) en la fibrilla tfpica de periodicidad D= 67 nm. Anomalias genéticas de las proteinas estructurales 331 Pépt. sefial Exén 5 Fig. 15. Miliper Vega 4 2 5 Puen | HI Dominio helicoidal = COOH- Dominio helicoidal aN Prop. a 16 Biases Ob, aalea st WA Ty /LEEES 18 kb > Naa 1.423 Esquema de la mitad inicial y el extremo final del gen COLLA\ (en el cromosoma 17) y los dominios del pro- coldgeno I correspondientes. Los cinco primeros exones codifican el péptido seftal y el propéptido-N; los cuatro finales co- difican el propéptido-C. tal de colageno, tan regular, es el producto de la constitucién de la triple hélice, muy regular, de las tres cadenas ©; y esta triple hélice, a su vez, es resultado de la secuencia muy regular de ami- nodcidos (aa), en unidades repetidas de a tres, todas las cuales comienzan por glicina y siguen con dos aminodcidos prefijados (unidades Gli- X-Y). Las mutaciones que alteran esta secuen- cia tienen profundas repercusiones sobre el co- légeno; por otra parte, como las tres cadenas empiezan a unirse por la regién terminal o car- boxiloterminal (para formar la triple hélice), esta regién es particularmente sensible a los cambios mutacionales.? Genes del colageno y sus proteinas Los genes COL estén dispersos por muchas regiones del genoma humano (cuadro 15-3), sin formar un ctimulo definido; sin embargo, po- seen una organizacién con muchas semejanzas, que son constantes en los exones correspon- dientes al dominio helicoidal central, donde és- tos son siempre pequefios, de un multiplo de 9 pb, que puede ser 54 pb (el més frecuente), 45, 99, 108 y 162 pb. Estos exones codifican respec- tivamente (en unidades peptidicas de tripletes Gli-X-Y) 6 unidades, 5, 11, 12 y 18 unidades. Lo mis llamativo es que todos los exones cen- trales comienzan exactamente por el codén de glicina y terminan por el del aminodcido “Y”; este patrén de organizacién es muy antiguo en la evolucién porque incluso se halla en erizos de mar, por lo cual es previo a la divergencia de vertebrados e invertebrados en la evolucién de los organismos.® El gen de la cadena pro-c11(I) (del colégeno més comtin), localizado en el cromosoma 17 (17q21.3), posee 51 exones, de los cuales los primeros cinco corresponden al péptido sefial (1) yal dominio globular propéptido-N (4), de! 6 al 47 corresponden al dominio helicoidal y los cuatro tiltimos corresponden al propéptido-C (fig.15-5). Mutaciones de los genes COL: el “suicidio proteinico” Solo para el procolgeno I se han encontra- do mas de 80 mutaciones asociadas con el gru- po de enfermedades denominado “osteogénesis imperfecta” y ademas con el sindrome de Ehler- Danlos, las condrodisplasias y la epidermélisis ampollar distréfica. La mayor parte de estas mu- taciones afectan la codificacién de la glicina inicial de las unidades de tres aminodcidos del dominio helicoidal central, y esto refleja la ne- cesidad imperiosa de una estricta regularidad de las posiciones de la glicina para que el colégeno pueda cumplir sus funciones normales; esto quiere decir que los colégenos fibrilares no tole- ran ni una interrupcion de las repeticiones Gli- X-Y en su dominio helicoidal. Por otra parte, los efectos de los cambios son més severos cuan- 332 Genética Humana to mayor es la proximidad al propéptido-C; es- to se explica porque las cadenas 0 comienzan a unirse por esa regién y luego extienden su unién en forma similar a un cierre relampago hasta el otro extremo, de manera que si hay un defecto en esa regién, se demora o se obstaculi- za la formacién del trimero. La osteogénesis imperfecta tiene un patron. hereditario dominante, lo que sugiere que los pro- col4genos mutantes interfieren de alguna manera sobre la organizaci6n supramolecular y la funcién de los colégenos normales. Efectivamente, en animales transgénicos, que solo expresan un 10% del col4geno mutante ademés del normal, se ha comprobado que ese porcentaje menor de colégeno anormal interfiere en la produccién de fibrillas normales. Las mutaciones que afec- tan la codificacién de las glicinas en el dominio central, y en especial hacia el propéptido-C, de- moran el ensamblamiento de las cadenas o, lo que lleva a que se exageren las modificaciones postraduccionales (glucosilacién, ete.) y, a su ver, a que todo el trfmeto se vuelva més suscep- tible a la degradacién enzimatica. Esto significa que una sola cadena mutante es suficiente para provocar la degradacién del trimero (con dos ca- denas normales). Este fenémeno se ha denomi- nado “suicidio proteinico”. Ademés, cuando el colageno es segregado fuera de la célula, la pre- sencia de colégeno mutante interfiere en la fi- brilogénesis normal y determina que los colage- nos queden expuestos a las enzimas proteolitic: extracelulares. Las mutaciones que afectan glici- nas cercanas al propéptido-N determinan varie- dades menos severas de osteogénesis imperfecta y permiten medir el grado de alteracién del trf- mero por el incremento de la desnaturalizacion térmica de la molécula."° Osteogénesis imperfecta Las mutaciones que afectan el colégeno cau- san principalmente osteogénesis imperfectas (Ol), un grupo de enfermedades relacionadas con defectos del tejido conectivo que se expre- san sobre todo como problemas éseos. La Ol clésica 0 de tipo I se caracteriza por fracturas multiples ante traumatismos mfnimos, escleré- tica azulada o grisécea, audicién disminuida por esclerosis de los huesecillos del ofdo medio y dientes que pueden ser traslicidos, de color amarillo pardusco y frégiles. En esta forma clini- ca las deformaciones (cifosis, escoliosis, extre- midades arqueadas) son leves y la expectativa de vida no esté muy disminuida. En la forma I], en cambio, la fragilidad dsea es extrema y hay gran mortalidad perinatal y hasta fetal por frac~ turas intrauterinas o durante el parto. La forma Ill es heterogénea y grave, aunque menos que la Il. La Ol es un ejemplo de pleiotropfa, porque los diversos signos y sintomas en distintos érga- nos obedecen a una tinica causa, que es el de- fecto del colégeno. En la patogenia de la enfermedad se debe considerar que el colégeno I es un componente esencial del hueso y que su calcificacién depen- de de la normalidad estructural de las fibrillas de colégeno. La fragilidad dsea es consecuencia de la menor cantidad de tejido dseo y de su de- ficiente calcificacién como resultado de la difi- cultad para sintetizar fibrillas normales. Los dientes opalescentes se deben a una hipoplasia de la dentina que también obedece a un déficit de colégeno normal; la esclerstica azulada es se- cundaria a la disminucién del tejido conectivo fibroso normal de esta cubierta. En términos ge- nerales, cuando un tipo de colégeno no puede ser sintetizado normalmente, se incrementa la proporcién de los otros tipos que pueden ser componentes menores en el individuo sano. Sin embargo, dado que las fibras de colégeno normales contienen mas de un tipo de colége- no, en cantidades determinadas y disposicién definida (p. ¢j., en una fibra cilindrica puede haber un coldgeno menor en la regién central y un colégeno principal en las partes intermedia y periférica), los cambios de colégeno llevan apa- rejadas modificaciones en el grosor y en la dis- posicién de las fibras. La variacién del cuadro clinico se puede relacionar con la ubicacién y la calidad de las mutaciones; cuando las mutacio- nes afectan el sector cercano al propéptido-C se desarrolla la forma II o letal: mutaciones de COLIAI que reemplazan la glicina 988 por cis- tefnao la glicina 664 por arginina. Las mutacio- nes que afectan la codificacién cercana al pro- péptido-N son més leves: glicina 85 por argini- Anomalias genéticas de las proteinas estructurales 333 na, por ejemplo. Finalmente, hay formas relati- vamente benignas debidas a una reduccién de la expresién de COLIAL" Mutaciones del gen de la fibrilina y sindrome de Marfan (véase panel 15-1) La identificacién de un producto génico al- terado (fibrilina) ha permitido aclarar la etiolo- gfa del sindrome de Marfan, descrito hace un si- glo. Los pacientes afectados por este sindrome presentan talla elevada, extremidades largas y finas (aracnodactilia), cifoescoliosis, hipotonta muscular, subluxacién del cristalino y sintomas cardiovasculares: insuficiencia de las valvulas cardiacas y degeneracidn de la tinica media de las grandes arterias La proteina alterada en el sindrome de Mat- fan es la fibrilina, componente principal de las 1 10 20 30, 40 50 65 Exones = Dominios EL TT ST Ti NH, af TTT Ti-coon- ST Ti Bominios con 8 cisteinas Fig. 1. Organizacion propuesta de los monomeros de fibrilina para formar microfibrillas. Los mon6- meros vecinos se asocian con una superposicién parcial; esto determina que la parte media de uno (fle- cha) esté asociada con el extremo de otro vecino. . El sindrome de Marfan (aracnodactilia) y el defecto de la proteina fi brilina. El sindrome de Marfan, de herencia dominante, es un ejemplo demostrativo de la accién perjudicial de una proteina mutante que impide, en mayor o menor grado, la orga- nizacién de la proteina normal con la cual coexiste (efecto dominante negativo). El gen co- trespondiente a la fibrilina (FBN1) se localiza en 15q21, cubre 110 kb y posee 65 exones; los dominios correspondientes en la proteina muestran ciertas repeticiones. En especial hay siete dominios muy ricos en cisteina (poseen ocho cisteinas) que necesariamente de- ben estar en registro cuando se asocian varios monémeros para formar un filamento. La disposicién regular de estos siete dominios ricos en cisteina permite una asociacién sola- pada de monomeros. De esta manera, los extremos carboxilo y amino de un mondmero estaran en contacto con la parte media de los monémeros superior e inferior (véase la ilus- tracién). En esa parte media ocurren las mutaciones con efectos mds graves (sindrome de Marfan neonatal); en ésos la formacién de microfibrillas esté mas desorganizada (los exo- nes 31 y 32 acumulan dichas mutaciones). Las mutaciones de cambio de sentido y de sal- teado de exones que afectan esta regién son las mas graves, aparentemente porque los monomeros mutantes impiden que los mondémeros normales se asocien correctamente para formar un filamento normal; aun una cantidad minoritaria de proteina mutante es su- ficiente para anular la posibilidad de que se formen microfibrillas. Por lo tanto, las muta- ciones (en apariencia mas catastroficas) que impiden directamente la formacién de fibrili- na por parte del gen mutante (p. ej., por un codén de terminaci6n al principio del transcrip- to 0 por una mutacién de cambio de! marco de lectura), al no producir una proteina interactuante con la proteina normal codificada por el otro alelo, determinan formas muy benignas de este sindrome, porque simplemente se forma menos fibrilina.'?" 334 Genética Humana microfibrillas, que a su vez conforman las fibras elasticas junto con la elastina, o se presentan aisladamente como microfibrillas en el ligamen- to suspensor del cristalino del ojo. La fibrilina es una glucoprotefna de gran tamafio (320 kDa) que contiene 42 dominios similares a un precur- sor del factor de crecimiento epidérmico (FCE). Estos dominios, contienen (en la mayor parte de los casos) un “motivo” o secuencia de aa ligante de Ca**. El gen también contiene siete “moti- vos” de 70 aa (con ocho cistefnas cada uno) si- milares a una parte de la protefna ligadora al fac- tor de crecimiento y transformacién B1. El gen principal de la fibrilina se encuentra en el cromosoma 15 (15q21) y se ha demostra- do la existencia de mas de 15 mutaciones de es- te gen asociadas con el sindrome de Marfan. El hecho de que este sindrome muestre un pa- tron de herencia dominante también sugiere que la protefna mutante obstaculiza la funcién de la protefna normal; se supone que estas mutacio- nes interfieren en la organizacién normal, de la microfibrilla por una interaccién anormal entre la ptoteina mutante y la proteina normal, que potencia la presencia del producto mutante y le da su cardcter dominante. Mutaciones de los receptores de la membrana: el receptor de lipoproteinas de baja densidad Los receptores de la membrana citoplasmati- ca son protefnas grandes y complejas que cum- plen varias funciones. Dado que estas protefnas atraviesan la bicapa lipidica de la membrana ci- toplasmética, deben poseer uno o varios domi- nios “transmembranosos”, de cardcter intensa- mente hidrofébico, que establezcan contacto con los Ifpidos de la membrana. Del lado exte- rior (extracelular) presentan el dominio o los dominios de reconocimiento y uni6n al ligando especifico; del lado intemo o citoplasmético poseen dominios de unién a factores de acopla- miento que transmiten o transducen la unién del ligando como una sefial para un fenémeno intracelular. Ademas, algunos receptores trans- portan el ligando unido hacia el interior de la célula mediante un proceso de endocitosis; esos receptores se encuentran en las vesfculas con cubierta (que tienen clatrina). Ademés del in- greso del ligando y su degradacién en los lisoso- mas, esta endocitosis mediada por receptores permite el reciclado de los receptores, que se convierten en endosomas y se fusionan con la membrana plasmatica. Elreceptor de las protetnas plasmaticas llama- das “lipoprotefnas de baja densidad” (LBD), que son proteinas transportadoras de colesterol, es un receptor del tipo descrito: se encuentra en vesi- culas con cubierta en el interior de la célula y en “fositas con cubierta” (de clatrina) en la superfi- cie celular; este receptor se une a las LBD e ini- cia un proceso de endocitosis por medio del cual las LBD con colesterol son Ilevadas a los lisoso- mas, donde el colesterol es separado de la protet- na, mientras que los receptores son reciclados y devueltos a la superficie celular (fig. 15-6). Gen del receptor de lipoproteinas de baja densidad y proteina receptora El gen de este receptor esté localizado en el cromosoma 19 (19p13), tiene 45 kb y contiene 18 exones;"* los grupos de exones se correspon- den con los dominios de la protefna (fig. 15-7). La proteina precursora tiene 860 aminodcidos, si se cuentan los primeros 21 de un péptido se- fal; el receptor propiamente dicho tiene 839 aminodcidos, pero su peso molecular aumenta por el agregado de hidratos de carbono durante su paso por el aparato de Golgi. Cuando se secuencié el ADNe de este gen, se comprobé que un grupo de exones tenfa gran similitud con los del precursor de otra proteina, el factor de crecimiento epidérmico (FCE), y que otro grupo de exones, a su vez, era muy si- milar a los del gen de otra proteina, el compo- nente C9 del complemento del suero.'> Por consiguiente, el gen del receptor de LBD pare- ce haberse originado en la duplicacién y trans- ferencia de exones de otros genes. A su vez, los dominios de la proteina estan bien definidos y muestran sus relaciones con otras protefnas. El primer dominio corresponde al sitio de union del receptor con el componente protefnico de las LBD (apoprotefnas B y E). Este dominio tie-

You might also like