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Derecho Procesal Laboral-Trabajo Académico-2017132126
Derecho Procesal Laboral-Trabajo Académico-2017132126
PRESENTADO POR:
SAMANEZ LLANTOY, MELISSA LIZETH
ASIGNATURA:
DERECHO PROCESAL LABORAL
DOSCENTE RESPONSABLE:
Dr. BARRANTES PRADO, ELITER
CICLO:
VIII
AYACUCHO-PERÚ
2020
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DEDICATORIA
A Dios por ser el umbral y guía de
Mi sendero y cómplice de mis noches
De desvela.
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4
AGRADESCIMIENTO
A mi madre, por ser la mujer valiente
Que me motiva a culminar la carrera
A pesar de todas las adversidades.
5
ABSTRAC
The labor process, it has been said, is a direct consequence of the maladjustment
of the common civil process to adequately resolve labor disputes ’’ (Rodríguez
Piñero). The civil jurisdiction, complicated, slow and expensive (Gallart and Folch,
1936), and extremely respectful when it comes to guaranteeing the formal equality
of the parties procedural, was shown from the dawn of the capitalist system as a
channel inadequate to substantiate the claims made by workers with with respect to
entrepreneurs, and this because given that a good part of the mass worker
depended on the consideration derived from the employment contract for your
physical maintenance, the delay in the solution of your claims it certainly hurt them,
and placed her in a position of clear inferiority in front of the defendant employer,
who could resist without excessive formalism and the rigidity of the common
procedural channel. In short, in the field of procedural law the existing imbalance
between the contracting parties in the employment contract was reproduced, which
was he tried to correct by means of substantive law. For this reason, precisely It has
long been clear that an inappropriate procedural solution it could turn into ‘‘paper
dragons’’ the pro-operator concessions contained in the labor law. From the previous
perspective, then, it was affirmed that ‘‘full of singularity, labor law needs procedures
and special organs.
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 7
LOS CONFLICTOS LABORALES Y FORMALES DE SOLUCIÓN ................................................................. 8
CAUSAS FRECUENTES DE CONFLICTOS LABORALES ........................................................................ 8
En una empresa hay numerosos motivos que pueden dar lugar a algún tipo de conflicto
o desacuerdo. Algunos de los más comunes son: .................................................................. 8
ETAPAS DE UN CONFLICTO LABORAL ............................................................................................ 10
CÓMO EVITAR ESTOS CONFLICTOS ............................................................................................... 10
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS LABORALES ................................................................................... 11
CUESTIONES PROBATORIAS EN EL PROCESO LABORAL .................................................................... 12
LOS ESTÁNDARES DE VALORACIÓN DE LA PRUEBA ...................................................................... 13
FASES DE LAS CUESTIONES PROBATORIAS EN EL PROCESO LABORAL ......................................... 14
LAS PRUEBAS EN EL PROCESO LABORAL ........................................................................................... 18
FINALIDAD DE LA PRUEBA EN EL PROCESO LABORAL ................................................................... 18
CONCLUSIÓN DEL PROCESO LABORAL .............................................................................................. 19
LA CONCILIACIÓN EN LA NUEVA LEY DEL PROCESO ..................................................................... 21
MEDIDA CAUTELAR EN EL PROCESO LABORAL ................................................................................. 22
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO LABORAL PERUANO................................................ 22
RECOMENDACIONES ......................................................................................................................... 27
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 31
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INTRODUCCIÓN
La medida cautelar “es un instituto procesal a través del cual el órgano jurisdiccional,
a petición de parte, adelanta ciertos efectos o todos de un fallo definitivo o el
aseguramiento de una prueba, al admitir la existencia de una apariencia de derecho
y el peligro que puede significar la demora producida por la espera del fallo definitivo
o la actuación de una prueba.
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“Un conflicto laboral se puede entender como una disputa entre miembros de una
organización a causa de diferencias de opinión, percepción o problemas de relación.
Esta es una definición muy reduccionista, ya que los conflictos laborales pueden
surgir entre compañeros de trabajo, entre la dirección y un trabajador o entre la
propia dirección de la empresa.
Además, las causas que motivan estos conflictos pueden ser de diversa índole,
desde conflictos de intereses, hasta de caracteres, pasando por actitudes
intolerantes por alguna de las partes. Lo que siempre tienen en común es que se
producen en el ámbito laboral. Por tanto, a lo largo de este artículo vamos a
profundizar en los conflictos y disputas laborales para comprobar cuáles son sus
causas, tipos consecuencias y métodos para resolverlos.
En una empresa hay numerosos motivos que pueden dar lugar a algún tipo de
conflicto o desacuerdo. Algunos de los más comunes son:
Compañeros tóxicos: todos hemos conocido a esa persona que solo busca
ser el centro de atención, difundir rumores falsos, crear mal ambiente en la
empresa, etc. Son una fuente inagotable de conflictos.
Comportamiento despótico de los jefes: el hecho de ser un superior no
otorga el derecho a tratar de forma despectiva a los empleados. Ser un jefe
no es dar órdenes de cualquier manera sin importar las formas. Un buen jefe
también debe ser un líder.
Exceso de competitividad: la competitividad no tiene por qué ser algo
negativo, ya que ayuda a mejorar como profesional y contribuye al
crecimiento de la empresa. El problema es cuando se está dispuesto a todo
para lograr los objetivos personales, incluso a pisotear al de al lado.
Rendimiento deficiente: las personas que no cumplen con sus tareas
entorpecen el trabajo del grupo y repercuten negativamente en el rendimiento
global, por lo que son motivo frecuente de conflicto.
Cambios en la empresa: cuando una organización empresarial pone en
marcha cambios en su estructura o procesos de trabajo, se necesita un
período de adaptación. Los conflictos pueden surgir, sobre todo si los
empleados no están de acuerdo con los cambios propuestos.
Explotación de empleados: se podría relacionar con los jefes despóticos,
pero en realidad no es lo mismo. Un jefe no tiene por qué ser despótico para
exigir a sus empleados por encima de la legalidad. En cambio, un jefe
despótico podría ser justo en relación a los derechos de sus trabajadores.
Relaciones sentimentales: no tienen por qué suponer un problema, pero lo
son con frecuencia. Es importante separar los sentimientos del trabajo. Para
evitar conflictos, hay empresas que no permiten las relaciones entre
empleados.
Toma de decisiones importantes: las diferencias o disputas pueden surgir
en toda toma de decisiones que pueda repercutir en la empresa. No tiene por
qué ser negativo, siempre y cuando se llegue a una resolución cuyo objetivo
sea el bien común.
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Definir las políticas de empresa: todos los miembros deben saber cuáles
son las normas, valores y códigos de conducta de la organización.
Realizar entrevistas internas: el objetivo de estas entrevistas es conocer
mejor a los empleados, saber qué les preocupa, con qué aspectos de la
empresa no están de acuerdo o la opinión que tienen de sus compañeros.
Es una buena manera de detectar conflictos que están latentes o que podrían
estallar con el tiempo.
Team building: se traduce como “construir equipo”. Consiste en realizar
actividades que sirven para que los compañeros de trabajo se conozcan
mejor entre sí, o a la cúpula directiva de la empresa. El objetivo es mantener
una relación más cercana, que aumente la confianza entre los miembros del
equipo.
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Por otro lado, para evitar que estalle el conflicto hay que intentar atajarlo lo antes
posible, para que éste no se convierta en un problema mayor.
Elaborar un plan de acción: este plan debe tener como objetivo que no se
repita una situación similar, o promover los mecanismos para resolverla de
forma todavía más efectiva en el futuro.
Destacar que nunca es buena idea optar por mantener una posición estática. Lo
único que consigue el inmovilismo frente a los conflictos laborales es hacer que el
problema siga yacente y se haga cada vez mayor. Una vez que sale a la superficie,
será más complicado de resolver. Por otra parte, hay que tener en cuenta que no
hay soluciones rápidas y sencillas para problemas complejos. Es posible que la
resolución del conflicto lleve su tiempo, sobre todo si se trata de una situación
compleja en la que están implicados sentimientos o emociones personales.
medios de prueba que adopta el Juez para interpretar y calificar los enunciados
fácticos que proponen las partes.
Con el sistema de prueba “libre”, se le pide al juez que haga lo que su criterio le
ordene, pero siempre que sea lógico y pueda motivarlo. Es decir,lo que le pedimos
es que explique sus condicionantes en la motivación, porque de ese modo
podremos someter su criterio al de otros jueces que podrán contrastar su criterio
con el del juez cuya sentencia ha sido recurrida. Y eso es justamente lo que
deseamos.
Por ende, aun cuando se le otorga amplio margen al Juez para construir sus criterios
epistemológicos en la valoración crítica y libre de la prueba, siempre que observe la
jurisprudencia y la normativa procesal, entonces, en lo que sí está obligado es en
exponer las razones que lo fundamentan.
son los criterios de verdad y probabilidad que la jurisprudencia, los plenos supremos
o nacionales han establecido de modo uniforme y reiterado en la valoración
probatoria de casos comunes, los cuales permiten que el juicio probatorio sea
predecible y transparente. Podemos decir, que se necesita establecer un umbral o
estándar a partir del cual aceptáramos una hipótesis como probad; o, también definir
que los estándares probatorios no son sino las expectativas pre establecidas de
comportamiento generalizado en los jueces, al analizar y estimar las pruebas para
casos tipo, cuyos resultados son los esperados por los justiciables, conforme a los
precedentes.
Termina este estadio procesal en la etapa resolutiva del proceso laboral, con la
fijación de los hechos probados como premisa menor, que servirá para realizar el
silogismo judicial u operación de subsunción en la resolución final de la controversia.
Este ordenamiento en el buen pensar del juicio probatorio ha sido también avalado
por Perfecto A. Ibáñez, veamos:
Por otro lado, cabe advertir que distinguimos la fase de la valoración de las pruebas
una por una, de la valoración conjunta, sólo para fines metodológicos, pues, en
realidad ambas son caras de una misma medalla, ya que dichas valoraciones están
íntimamente relacionadas e interactúan mutuamente, esto es, del conjunto
probatorio valorado se aprecia mejor cada una de las pruebas, y a su vez, la
valoración de cada una de ellas es la base para sustentar la valoración conjunta.
Priori Posada sobre esta relación dialéctica de acciones y reacciones, nos dice:
Esa valoración, se ha dicho varias veces, debe ser una valoración conjunta, pero
muy pocas veces se ha explicado que esa valoración conjunta tiene en su base una
adecuada valoración individual de los medios de prueba. Se ha venido ya en
sostener, correctamente, que: la valoración individualizada de las
pruebas condiciona la valoración conjunta y que ésta reacciona sobre las pruebas
valoradas individualmente
Es importante mencionar que un caso aparte es el del juez, de quien se puede decir
juega un rol de árbitro y conciliador al mismo tiempo, en tanto durante el desarrollo
del proceso se encuentra facultado a buscar fórmulas conciliadoras, en beneficio de
las partes, y al mismo tiempo debe emitir una sentencia, dando solución a la
controversia.
El artículo 96 de la Ley Nº 26636, Ley Procesal del Trabajo, vigente aún en algunos
distritos judiciales de nuestro país, establece que “todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar dentro de un proceso, destinada a asegurar el
cumplimiento de la decisión definitiva. Son procedentes en el proceso laboral las
medidas cautelares que contempla esta ley” (las cursivas son nuestras).
De igual manera, los artículos 100 y 101 de la Ley Nº 26636, disponen
respectivamente que “cuando la pretensión principal es apreciable en dinero, se
puede solicitar embargo bajo la modalidad de inscripción o administración”, y que
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“el juez puede disponer el pago de una asignación provisional y fijar su monto, que
no podrá exceder la remuneración ordinaria del demandante y con cargo a su
compensación por tiempo de servicios, en los procesos de impugnación del despido
y de pago de beneficios sociales” (las cursivas son nuestras).
Si bien es cierto que esta normativa deja evidenciada la posibilidad de que el
interesado pueda solicitar alguna medida cautelar a fin de garantizar la efectividad
de los derechos que puedan reconocerse en la sentencia definitiva que se dicte en
el futuro al finalizar el proceso; también lo es que la segunda parte de la norma
glosada, aparentemente, restringe la utilización de estas herramientas solo a las
que se encuentran reguladas expresamente en la Ley Nº 26636; y decimos
aparentemente, porque si tenemos en consideración que dicha normativa señalaba
en su Tercera Disposición Derogatoria, Sustitutoria y Final que “en lo no previsto
por esta Ley son de aplicación supletoria las normas del Código Procesal Civil”, al
fin y al cabo, por la aplicación supletoria de la aludida norma adjetiva civil, también
cabría invocar las medidas cautelares contenidas en el Código Procesal Civil y que
no están expresamente reguladas por la Ley Nº 26636.
Es claro que en el marco de la Ley Nº 26636 solo proceden las medidas cautelares
dentro del proceso, excluyendo con esto toda posibilidad de solicitar una medida
cautelar fuera de él conforme lo señala el artículo 608 del Código Procesal Civil; no
obstante, lo que no quedaba claro era qué medidas cautelares podían invocarse.
De una interpretación literal de los dispositivos pertinentes de la Ley Nº 26636, se
colige que solo son procedentes las medidas cautelares que se encuentran
contempladas o normadas por la propia Ley Procesal del Trabajo, esto es:
el embargo en forma de inscripción.
el embargo en forma de administración
la asignación provisional.
Sin embargo, de una interpretación extensiva o sistemática se puede concluir que,
además de las ya citadas, también resultaban aplicables al proceso laboral las
medidas cautelares contempladas en el Código Procesal Civil, ello por la
supletoriedad de este cuerpo normativo
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Pero incluso existe una tercera posición que resulta intermedia con relación a las
dos antes mencionadas. Tomando como referencia el artículo 100 de la Ley Nº
26636, que establece que “si la pretensión principal es apreciable en dinero, se
puede solicitar embargo bajo la modalidad de inscripción o administración”, se
asumía que cuando las pretensiones eran apreciables en dinero solo era posible
utilizar las medidas cautelares que la Ley Nº 26636 regulaba expresamente; pero
cuando las pretensiones demandadas no contengan expresión monetaria podían
utilizarse incluso las medidas cautelares que contempla el Código Procesal Civil. Al
margen de la deficiente normativa, consideramos que esta resulta ser la posición
más coherente.
Pero bien, todo esto en su momento generó un clima de confusión, sobre todo para
los administradores de justicia, quienes tomaban decisiones disimiles ante casos
parecidos. Y ello conllevó a que con fecha 26 de septiembre de 2006, se publicara
en el diario oficial
El Peruano, la Resolución de Fiscalía de la Nación Nº 1154-2006-MP-FN, por medio
de la que la Fiscalía de la Nación declaró fundadas las denuncias contra los jueces
del Juzgado Civil de Paita y del Módulo Básico de Justicia de Santiago-Cusco, por
la comisión de delitos de prevaricato e incumplimiento de deberes funcionales,
señalando que resultaba impertinente la admisión de medidas cautelares
contempladas en la Código Procesal Civil, dado que la medida cautelar idónea se
encontraba prevista en la Ley Nº 26636.
Ello evidenció la necesidad de establecer criterios judiciales que uniformicen la
utilización de las medidas cautelares. Es en este contexto que en el Pleno
Jurisdiccional Nacional Laboral llevado a cabo en la ciudad de Lima el 28 de junio
de 2008, se llegó a la conclusión de que proceden en materia laboral todas las
medidas contempladas en el Código Procesal Civil; no obstante, nunca se
explicaron los motivos por los que la judicatura considera ello, como veremos a
continuación.
El mencionado Pleno Jurisdiccional estableció lo siguiente:
“Postura número uno.- Las medidas cautelares en materia laboral se encuentran
previstas en el artículo 100 de la Ley Procesal de Trabajo, sin embargo no existe
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prohibición de aplicar las medidas cautelares que establece el Código Procesal Civil,
aplicable supletoriamente.
Postura número dos.- En función al principio de legalidad solo proceden en el
proceso laboral las medidas cautelares de embargo bajo la modalidad de inscripción
o administración previstas en forma expresa en el artículo 100 de la Ley Procesal
del Trabajo.
CONCLUSIÓN PLENARIA: El Pleno adoptó por MAYORÍA (66 votos a favor contra
1 abstención) la postura número uno que enuncia lo siguiente: ‘Las medidas
cautelares en materia laboral se encuentran previstas en el artículo 100 de la Ley
Procesal de Trabajo. Asimismo, en el proceso laboral son procedentes todas las
medidas cautelares previstas en el Código Procesal Civil, aplicable
supletoriamente”.
Como se aprecia, se recoge una de las posturas a que hemos hechos referencia
anteriormente, sin embargo, en ningún momento se alude a la diferencia que debe
existir entre las pretensión de valorables económicamente y las que no lo son.
Sobre el particular, debemos ahondar en una definición que consideramos
necesaria aclarar: la supletoriedad. El Pleno Jurisdiccional ha concluido que son
aplicables todas las medidas cautelares previstas en el Código Procesal Civil, de
aplicación supletoria.
Lo único que nos dejó el Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral ha sido la
consolidación del criterio jurisprudencial en materia de medidas cautelares que tiene
un sector mayoritario de la jurisprudencia, pero no ha traído ninguna novedad a la
discusión laboral.
Correctamente se ha afirmado que “da la impresión, más bien, que los magistrados
se han quisieron curar en salud frente a una posible denuncia por prevaricato en
caso admitan cualquiera de las medidas cautelares contempladas en el Código
Procesal Civil, como sucedió en el caso señalado líneas arriba. Esto lo decimos en
el entendido que en la parte final del Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral aparece
lo siguiente: ‘Igualmente acordaron solicitar respetuosamente al Consejo Ejecutivo
del Poder Judicial comunicar este acuerdo al Órgano de Control de la Magistratura
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RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES
empresas. No quedan claras en todo caso, las razones por las cuales el
legislador impuso un tope tan elevado, privilegiando solo a una minoría.
BIBLIOGRAFÍA
MONROY GÁLVEZ, Juan, Temas de Derecho procesal civil, Studium, Lima, 1987, p.
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