58° SECCION IL
centracién de antigeno para que las moléculas de
antigeno libre desplacen a los antigenos de las z0-
nas de union al anticuerpo («zona de exceso de
antigeno»), o bien aumentando ef anticuerpo para
que las moléculas libres desplacen a los anticuer-
pos de los complejos de unidn a los determinantes
antigénicos («zona de exceso de anticuerpo»). Si se
aleanza la zona de equivalencia in vivo, se pueden
formar en la circulacion grandes inmunocomple-
jos. Los inmunocomplejos (grandes 0 pequeitos)
que quedan atrapados 0 se forman en los tejidos,
pueden iniciar una reaccién inflamatoria que pro-
voque una «enfermedad por inmunocomplejos»
(véase Capitulo 20).
FUNCIONES DE LOS ANTICUERPOS
La funcién efectora de un anticuerpo se inicia tras
Ia union con el antigeno. Una vez que tiene lugar
esta union, las consecuencias son distintas depen-
dicndo de la estructura, la localizacién anatémica y
el isotipo del anticuerpo. En las proximas secciones
se consideraran los distintos efectos bioldgicos de la
unién antigeno-anticuerpo.
Anticuerpos de membrana como
receptores de antigeno
en las células B
La seal que inicia ta proliferacion de las células B
y la secrecién de anticuerpos es la unin del antigeno
RECONOCIMIENTO DEL ANTIGENO Y ACTIVAC
ON LINFOCITARIA
FIGURA 39. Tamaio de los
ccomplejos antigeno-anticuerpo en
funcidn de las concentraciones re-
lativas de antigeno y anticuerpo.
Los complejos grandes se for-
‘man a concentraciones de antigs-
nos anticuerpos multivalentes
gue se llaman «zona de equiva-
Jenciay; Ios complejos. son mis
ppequefios en el caso de un exce-
0 relative de antigeno 0 anti
cuerpo.
a células B especificas. El reconocimiento del antige-
no es posible gracias a formas de anticuerpos de
membrana expresadas en la superficie de las células
B, Estas expresan diferentes isotipos de cadenas pe-
sadas segin el momento evolutivo en que se encuen-
tren. Por ejemplo, los linfocitos B inmaduros pueden
expresar IgM. los linfocitos B maduros que no han
sido estimulados pueden expresar IgM e IgD, y las
células B de memoria que han sido previamente esti-
muladas pueden expresar cualquier isotipo o subti-
po. Como se ha mencionado anteriormente, las Ig de
membrana son estructuralmente distintas de las for-
mas de Ig secretadas del mismo isotipo y poseen una
secuencia hidr6foba extra de unos 26 aminodcidos
cerca del carbono terminal (véase Fig. 3-4). Esta se-
cuencia abarca la regién hidr6foba de la bicapa lipi-
dica de la membrana plasmatica, de manera, que los
aminoacidos del extremo carboxi terminal se sittian
en el citoplasma. La evidencia sugiere que el entre-
cruzamiento de los anticuerpos en la superficie celu-
lar mediante antigenos polivalentes puede ser une
seal importante que contribuya a la activacion de
las células B. Como se comentard en el Capitulo 9
las moléculas de Ig de membrana se asocian a ot
dos proteinas (Ilamadas Igy e Ig) que estan impli
das en la generacién de la seit
Neutralizacién del antigeno
por anticuerpos secretados
EI descubrimiento inicial de Jos anticuerpos
produjo al analizar los factores humorales que p)
tegian a los huéspedes inmunizados de las toxmicrobianas. Muchos agentes agresores como toxi-
nas, farmacos, virus, bacterias y otros parasitos, ini
cian el dafio celular uniéndose & receptores de super-
ficie especificos. Los anticuerpos secretados pueden
dificultar estéricamente esta interaccién uniéndose a
Jos determinantes antigénicos del agente agresor (0,
con menor frecuencia, a los receptores celulares),
neutralizando de esta forma el proceso t6xico o infec~
cioso. Esta accion puede estar mediada por anticuer-
pos de cualquier isotipo y, experimentalmente, tam-
bién por los fragmentos Fab o F(ab’)>.
Funciones de los anticuerpos
especificas de cada isotipo
Muchas de las funciones de los anticuerpos estiin
mediadas por sus porciones Fe y son, por tanto,
especificas para cada isotipo subtipo en particu-
lar. Como veremos en el Capitulo 4, las células B
pueden suftir cambios del isotipo de las cadenas pe-
sadas, permitiendo asi que la descendencia de una
‘inica célula B pueda expresar diferentes isotipos de
moléculas de Ig sin cambiar las regiones de unién al
antigeno. Como consecuencia, un antigeno puede
utilizar una misma especificidad de un anticuerpo
para activar distintas funciones efectoras. Aunque
las regiones V de los anticuerpos son las respons:
bles de la especificidad y diversidad de la inmuni
dad humoral, la disponibilidad de multiples regio-
nes C en diferentes isotipos de cadenas pesadas
proporciona un medida adicional de adaptabilidad.
La produccién de varios isotipos de cadenas pesa-
das sirve para dirigir la respuesta inmunitaria hu-
moral a lo largo de diferentes vias anatomicas y
funcionales, incluyendo las distintas interacciones
con los mecanismos corporales de la inmunidad in-
nata y la inflamacion
ACTIVACION DEL COMPLEMENTO
POR IgG E IgM
EI sistema del complemento consta de una familia
de proteinas séricas que pueden ser activadas por
una cascada proteolitica para generar moléculas
efectoras. El término complemento se refiere a un
componente sérico termolabil que era nececesario
para «complementar» la funcion de anticuerpos ter-
moestables y producir la lisis de las células diana. El
sistema del complemento media muchos de los efec-
tos citoliticos ¢ inflamatorios de la inmunidad hu-
moral (Capitulo 15). Ciertos isotipos humanos de
anticuerpos son capaces de activar el sistema del
complemento a través de la via clisica del comple-
mento, Esta respuesta se dispara cuando una protei-
na del complemento llamada Clq se une a la region
CapiruLo TRES ANTICUERPOS Y ANTIGENOS 59
C)2 de la IgG1 6 IgG3, 0 a la region Cy3 de los
anticuerpos IgM que se encuentran formando inmu-
nocomplejos, 0 en la superficie celular. (En ratones,
los subtipos de IgG que activan el complemento son
IgG2a ¢ 1gG2b.)
OPSONIZACION CON IgG PARA
AUMENTAR LA FAGOCITOSIS
‘Tanto los fagocitos mononucleares como los gra-
nulocitos, tienen la capacidad de fagocitar particulas
como preludio a su destruccién y degradacién intra-
celulares. El proceso de inclusion de particulas, Ila-
mado fagocitosis, supone la union de la sustancia
extrafia a la membrana de la superficie celular y, pos-
teriormente, el cierre de la membrana a su alrededor.
La eficacia de este proceso mejora notablemente si la
membrana de Ja célula fagocitica puede unirse espe-
ificamente a la sustancia que va a ser objeto de la
fagocitosis (Fig. 3-10).
Tanto los fagocitos mononucleares como los neu-
tréfilos expresan receptores para la porcion Fe de las
moléculas de IgG. De hecho, se expresan al menos
tres tipos distintos de receptores para Fey, cada uno
de ellos con afinidades distintas para los diferentes
subtipos de IgG y distintas funciones (Cuadto 3-4),
Es interesante constatar que los tres tipos de recep-
tores de IgG Fe que se encuentran en los leucocitos
(escritos FepR) contienen dominios similares a los de
las Ig y son, por tanto, miembros de la superfamilia
de las inmunoglobulinas. Cuando moléculas de IgG
se unen y recubren antigenos particulados, proceso
denominado opsonizacién, la IgG es reconocida por
las moléculas FeyR de la superficie de los leucocitos,
Jo que sirve para incrementar la eficacia de la fagoci-
tosis. Tanto los FeyR de baja como los de alta afini-
dad contribuyen a la fagocitosis, y los subtipos de
IgG que se unen mejor a estos receptores (IgG1 e
IgG3) son los més eficaces en la promocién de la
fagocitosis.
‘De la misma manera, un fragmento derivado del
tercer componente del complemento (C3b) también
puede opsonizar particulas para su posterior fagoci-
tosis mediante la unin al receptor para C3b de los
leucocitos. Dado que el C3b puede generarse y unir-
se a las células a través de la activacion de la via
clisica del complemento, la unién de IgG o IgM
puede conducir de forma indirecta a la opsonizacion
y potenciacion de la fagocitosis.
La opsonizacién probablemente Ileva a algo mas
que al mero aumento de la unién de las particulas a
los fagocitos. Especificamente, los receptores FeyR
de alta afinidad estan implicados en la activacién
metabélica de los fagocitos para aumentar la eficacia
de la degradacién intracelular ulterior de las particu-
las ingeridas.