Apr 20 2020

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PRUEBAS Medellin SALA DE DECISION PENAL Medellin, dos (2) de diciembre de dos mil quince (2015) Radicado: 05 001 60 00000 2014 00587 Aprobado en la fecha acta nro. 157 Sentencia de Segunda Instancia nro. 36 Delito: Concierto para delinquir y otro Hora de Lectura: 9 de diciembre de 2015, 10:00 a.m. Se procede en esta oportunidad a decidir el recurso de apelacién interpuesto por la abogada de la defensa en contra de la sentencia del 11 de septiembre del afio que transcurre, por medio de la cual el Juzgado Quinto Penal del Circuito Especializado de Medellin conden6, luego de un juicio oral, al acusado ALFONSO AMAYA ORREGO, como autor de los delitos de concierto para delinquir agravado y trafico, fabricacién o porte de estupefacientes. ACONTECER FACTICO Y ACTUACION PROCESAL 1.- Los hechos que fundamentan el proceso fueron narrados asi por la a-quo: “Desde el ato 2014 se dio inicio a una investigacién penal adelantada por la Fiscalia Antinarcéticos, a fin de verificar la existencia de un grupo delincuencial que se ‘autodenomina “El Mesa” cuyo sector de influencia comprendia el tramo conocido como el Mesa del municipio de Bello, Antioquia. Segin la informacién denunciada en varias oportunidades en medios de comunicacién, este combo se dedicaba al expendio de sustancias alucinégenas. Por lo anterior, desde el mes de mayo de 2014, la Fiscala adelant6 actividades investigativas tendientes a confirmar la existencia del eombo y asi mismo a desmantelarlo, fue por medio de esas investigaciones que comprendian entrevistas a testigos, entrevistas a consumidores, inspecciones judiciales, pruebas de identificacién preliminar homologadas (PIPH), vigilancia y seguimiento a personas y cosas, dibumes fotogréficos, reconocimientos fotogrdficos, videos, entre otras, que se logré determinar con inferencia razonable la existencia de la organizacién criminal denominada “El mesa” en la cual tenia Participacién varias personas, profiriéndose orden de captura contra 15 de ellas. Una vez realizados los procedimientos, se les dio captura a 12 de las personas sefialadas, de las cuales u se allanaron a cargos, menos el seftor Alfonso Amaya Orrego”. 2.- Como se lee en precedencia, previa expedicién de orden de captura, el 11 de diciembre de 2014 fueron aprehendidas varias personas integrantes de la banda El Mesa. Ante la Jueza Séptima Penal Municipal de Medellin con funcién de control de garantias, se llevan a cabo las audiencias preliminares de legalizacién del procedimiento de registro, allanamiento y captura, formulacién de imputaci6n y solicitud de imposicién de medida de aseguramiento. Respecto al sefior Alfonso Amaya Orrego, su captura fue legalizada, le fueron imputados en calidad de coautor los delitos de concierto para delinquir agravado y conservacion y venta de estupefacientes agravado, en concurso homogéneo y sucesivo (arts. 340 inciso 3° y 376 inciso 2°), cargos que no acept6 el procesado. Le fue impuesta medida de detencién preventiva en establecimiento carcelario. 3.- Posteriormente y en término oportuno, la Fiscalia presento el escrito de acusacién en contra del imputado conforme a los delitos endilgados, adicionando al delito de concierto para delinquir la agravante del numeral 2° del articulo 340 del C. Penal, Durante la audiencia donde se formuld oralmente la acusaci6n ante el Juzgado Quinto Penal del Circuito Especializado de Medellin, present6 una nueva adici6n respecto a los fundamentos facticos, la adecuacién tipica y los elementos materiales probatorios. 4. Llevadas a cabo las audiencias preparatoria, de juicio oral, enunciacién del sentido condenatorio del fallo, individualizacién de pena y lectura de ta sentencia, la defensora del condenado interpone el recurso de alzada contra la decision desfavorable. LA DECISION IMPUGNADA La a-quo, para deducir la responsabilidad del acusado, analiz6 la declaracion de la sefiora Erika Marcela Bedoya Osorio, a quien le dio credibilidad, por ser quien narra las conductas delictivas de Alfonso Amaya Orrego, situacién corroborada por el investigador lider Camilo Ortiz, quien realiz6 actividades de Vigilancia y seguimiento, advirtiendo que a lo que se dedicaba el encartado no era al expendio propiamente, sino al recaudo del dinero producto de la venta de los estupefacientes. Ademas, con los testimonios de los Policias de la Estacién Bello, se supo que mucho antes de la declaracién de la sefiora Bedoya Osorio, ya existia un conocimiento en la Sijin respecto de las actividades delictivas a las que venia dedicado el procesado en concierto con los demas integrantes de la organizacion denominada EI Mesa, relativas al microtratico en el sector del mismo nombre. Resalta que los testigos de la Fiscalia son ademas servidores publicos en el ejercicio de sus funciones, por io cual, si bien no existe prueba documental que respalde sus manifestaciones, tampoco hay razén para no darles credibilidad, méxime cuando no esta en evidencia que sean inverosimiles, que tengan algun tipo de animadversion contra el procesado o interés en el resultado del proceso. En este sentido, aclara la a-quo que tampoco puede advertirse en los videos que el acusado se acercaba a los silos de expendio con la finalidad de comprar estupefacientes, como lo pretendié hacer creer el propio Alfonso Amaya y al menos dos de os testigos de la defensa, quienes no superan un andlisis frente al rigor de Ia sana critica por la serie do las contradicciones en las que incurrieron. Igual critica se hace frente a la testigo de la defensa Marlene Bastidas por negar situaciones tan objetivas, como un hecho que derivé incluso en una valoracién médica y secuelas. indica la juzgadora que no encuentra las contradicciones que idenciar, ni las dudas probatorias que expone, por ef :mostrada debidamente Ja participacion que no puede calificarse Finalmente, pretende la defensora evi contrario concluye que ha quedado de: tenia en la organizacion El Mesa, la que el acusado so, sino que efectivamente cumplia un papel como de un integrante ra: importante al interior de aquella. cierto para delinquir, Analiza los elementos estructurales del delito de con anotando qui con un grupo de p como el lider de la org denominado como el Mesa. e concurren en este caso pues Alfonso Amaya Orrego se concerté ersonas para cometer delitos indeterminados, fungiendo anizacién y teniendo el contro! criminal de un sector De este ultimo punto deriva la relaci6n directa que el acusado tenia con la actividad de la cual proviene el principal sustento de la organizacién, puesto que no podria predicarse que e! acusado hiciera parte del combo en calidad de cabecilla sin que tuviera conocimiento y participacion en las actividades fines de la concertacién. Si bien no se le hallé algun tipo de sustancia estupefaciente, puede predicarse la responsabilidad de éste de cara a este tipo pena! presto que se prob6 en 2! juicio su rol. Para la tasacién de la pena, partio la juzgadora de! delito de concierto para delinquir agravado, imponiendo el minimo al no deducirse circunstancias de mayor punibilidad, ef cual aumento en un affo por el delito de tréfico, fabricacién © porte de estupefacientes, quedando la pena en definitiva en 13 afios de prisién, multa de 2.702 smimv e inhabilitacion en el ejercicio de derechos y funciones publicas por un tiempo igual al de la pena principal. No se le concedié ningain sustituto penal por no cumplirse con los factores objetivos. En la parte resolutiva anoté la a-quo que la pena impuesta seria de 14 afios y en el mismo tiempo determiné Ia inhabilitacion en el ejercicio de derechos y funciones publicas. En razon de que Zeus Alberto Mejia Mejia y Brayan Gutiérrez Olaya pudieron incurrir en el delito de falso testimonio, se ordené compulsar copias ante la Fiscalia General de la Nacién para que sean investigados. Radicacibn: 68 G0% 60 00000 2014 oaser ‘Aousatos: Afonso Amays OrTege Dette: Concierto para delnqury oro DEL RECURSO DE APELACION Solicta la abogada defensora que en esta instancia se revoque o modifique la sentencia objeto de recurso, con la consecuente orden de libertad a favor de su defendido. Insistiendo en los alegatos de apertura y de cierre, no encuentra légico la defensora que por el hecho de vivir cerca al lugar donde opera una banda delincuencial, se tenga que pertenecer a esta; asimismo, que los investigadores y policias tengan conocimiento de esta organizacién delictual desde hace 3 afios, realicen labores investigativas desde hace 4 meses y de esta labor no se obtenga ningun elemento material probatorio, mas aun que se vincule a su defendido con la organizacién, siendo supuestamente el cabecilla y encargado de recibir e! dinero producto de la venta de los alucinégenos. Cuestiona la defensa que el acusado no aparezca en los registros filmicos realizados durante cuatro meses, ¢ igualmente se pregunta por qué no habian procedido en su contra danaole captura cuando antes, si ye se habia procedido asi frente a otras personas que andaban con él, segiin los policias. Interroga gpor qué los agentes, si lo conocian también por ser cabecilla, no recordaban los pormenores del dia en que lo capturaron por violencia contra servidor publico? Respecto a la version de Erika Marcela Bedoya Osorio, acota que es raro que solamente hubiese denunciado a su compafiero sentimental por una violencia intrafamiliar y al tener contacto con el investigador lider de la Fiscalia, le cuente con lujo de detalles sobre las actividades realizadas por su excompafiero, con quien por cierto nunca convivié bajo el mismo techo. Cuestiona que no se haya corroborado 0 buscado informacién que dio esta testigo sobre procedimientos anteriores contra el encartado e igualmente que se haya realizado un reconocimiento fotografico de su defendido unicamente con esta mujer. ¥ ni qué decir del allanamiento en Ia residencia de Alfonso donde no se hallé nada. Indica que su prohijado cuenta con varios Spoa, uno de ellos por una denuncia instaurada por Erika Marcela Bedoya por el delito de violencia intrafamilar, es decir que tiene motivos para estar enojado con é. Y otra por violencia contra servidor publico que se generé por un requerimiento al estar consumiendo alucinégenos en la via publica, pero segun la jueza, no se prob6 que fuera consumidor de estupefacientes. En cuanto al testimonio recepcionado a dos de los consumidores entrevistados, recuerda que bajo la gravedad del juramento en el juicio oral negaron haber suscrito el documento que les ensefiaba la fiscal, dijeron no conocer ef municipio de Bello ni el barrio Mesa y mucho menos haber sido capturados en ese lugar y conocer a Alfonso Amaya. También califica de inverosimil que se le haya tomado una fotografia cuando estaba cerca al ‘Parche Pilsen’, uno de los lugares donde se expende sustancia alucinégena y afirme el investigador que se encontraba recibiendo dinero producto de la venta, cuando la fotografia asi no lo muestra. Insiste en que se tenga en cuenta que su poderdante no tiene sentencias condenatorias en su contra y pese a que es consumidor de estupefacientes, nunee ha sido judic‘alizedo En conclusién, considera la letrada que Alfonso Amaya debe ser cobijado con el principio universal de presuncién de inocencia y ser absuelto de los cargos que se le atribuyen. De no ser posible lo anterior, solicita se modifique la pena toda vez que hay una incongruencia en la parte motiva y la resolutiva sobre su monto. CONSIDERACIONES La Sala es competente para resolver el recurso de apelacién presentado contra la decisién adoptada en este asunto por el Juzgado Quinto Penal del Circuito Especializado de Medellin, de conformidad con lo dispuesto en el numeral 1° del articulo 34 de la Ley 906 de 2004. El problema juridico propuesto por la recurrente es de cardcter probatorio y tiene que ver con verificar si en efecto se demostré la existencia de los Punibles y la responsabilidad penal del acusado més allé de toda duda. El soporte probatorio de la condena al acusado esté constituido por los testigos de cargo, especialmente Por lo aseverado por la sefiora Erika Marcela Bedoya ¥ €! investigador lider Johan Camilo Ortiz Mazo. El apelante, frente a estos dos Ultimos cuestiona la credibilidad otorgada, por cuanto respecto a la primera, Considera que resulta sospechoso que haya dado cuenta de las presuntas actividades ilicitas a las que se dedicaba el padre de una de sus hijas solamente con posterioridad a la denuncia que interpuso por violencia intrafamiliar, y en relacién con el investigador, se detiene en criticar la ausencia de elementos materiales probatorios como registros filmicos que respalden sus afirmaciones sobre la vinculacién de su defendido con las actividades de la banda El Mesa. Pues bien, en lo que concieme a las atestaciones de la sefiora Erika Marcela Bedoya Sera, se encuentra que narré en el juicio oral lo que conocia sobre las actividades delictivas a las que se dedicaba Alfonso Amaya Orrego, conocimiento que obtuvo en razén del tiempo que compartia con aquél al haber tenido una relacion sentimental, pudiendo presenciar las reuniones que efectuaba con sus compatieros, cémo llegaba con droga o la recibla en su propia casa, procedia a organizaria en bolsitas y posteriormente a distribuirla. Igualmente, explica la declarante que Alfonso no solo pertenecia a la banda El Mesa, sino que desarrollaba las actividades relacionadas con el tréfico de estupefacientes con miembros de dicha organizacién, manejaba directamente las plazas de expendio, entregaba las sustancias alucindgenas a los llamados jibaros y pasaba revista por el sector donde se comercializaban en el barrio Mesa utilizando como medio de transporte una motocicleta de color azul. Este testimonio, tal como lo concluy6 la a-quo, para la Sala se ofrece veraz, serio, coherente y sobre todo acompafiado de un elemento trascendente que es el conocimiento directo que tuvo la declarante de los hechos, el cual obtuvo no solo por residir en un sector aledafio a aque! donde operaba la organizacién criminal, sino porque pudo presenciar las reuniones de sus miembros que se realizaban en la casa del acusado, verificando que efectivamente el padre de una de sus hijas participaba en las actividades illcitas desplegando funciones de manejo, control y aprovisionamiento, hechos que también dice que el mismo procesado le confirmé en varias ocasiones y que ella corroboré cuando revisaba las conversaciones en su celular o en una libreta que él manejaba. La valoraci6n de este testimonio no alcanza a ser mellada por la alusion sin argumentacion de fondo traida por la mostrar el propio acusado cuando apelé a un defensa y que igualmente pretendis presunto énimo en querer solo por el vinculo porjudicario por guardar un sentimiento de enojo, NO we 6 sentimental que en algin momento los uni6, sino por los maltratos q aparentemente le propiné y que la llevaron a denunciarlo en varias oportunidades. Ningtin vinculo encuentra la Sala entre las denuncias por violencia intrafamiliar y lesiones personales que la afectada interpuso en los afios 2013 y 2014 contra el acusado, con la revelacién que le hizo al investigador de la policia Johan Camilo Ortiz Mazo. Recuérdese que aquellas fueron anteriores y que la confesién surgié posteriormente, cuando el investigador dentro de las labores asignadas en el seguimiento que se hacia de los integrantes de la banda El Mesa, descubrié que contra uno de los sefialados existian registros en el Spoa, decidiendo acudir donde quien fungia como denunciante para obtener mas informacién, momento en el cual la sefiora Bedoya Osorio decide narrar la verdad de /o que le constaba, Y es que es entendible que en las anteriores denuncias no hubiera mencionado estas actividades, pues resulté acreditado a través de los testigos escuchados en el juicio oral que en el sector del Mesa, la comunidad sentia miedo de denunciar lo que a diario presenciaban, es decir el constante trafico de estupefacientes en las calles, mucho més a las personas que desarrollaban esta actividades, recibiendo la sefiora Bedoya Osorio constantes insultos y retaliaciones por haber denunciado estos hechos. Sumado a ello, la declarante pese a que no convivia con el procesado, se encontraba unida con Amaya Orrego por un vinculo de familiaridad, lo cual la exoneraba de declarar en su contra. Hasta aqui, debe resaltar la Sala que efectivamente Erika Marcela no es la nica testigo directa de estos hechos. Dio cuenta de Ia actividad concreta que desplegaba Alfonso Amaya el policia Johan Camilo Ortiz Mazo, quien realizé las actividades de seguimiento y vigilancia @ los integrantes de la banda delincuencial durante 4 meses. Explica cémo se enteraron de la existencia de la organizaci6n y de las actividades que desarrollaban a través de un anénimo, momento 4 partir de! cual hicieron las respectivas verificaciones en las Girecciones aportadas, pudiondo observar las transacciones en dinero y Sustancia estupefaciente que se hacian en los lugares que llaman El Parche Pilsen, la Virgen y fa Cancha sobre la denominada Obra 2000. Durante este tiempo Pudieron identificar a los integrantes de la organizacion, las funciones que cada uno desplegaba, os alias con los que eran conocidos y la forma cémo Operaban. Igualmente lograron realizar videos y tomar fotografias donde se observa a varios de ellos, toman entrevistas a consumidores y dialogan con miembros de la comunidad. En estas Jabores, identificaron a quien era conocido como alias El Loco cuyo nombre es Alfonso Amaya Orrego, a quien la comunidad sefialaba como lider de la banda delincuencial, lo observaron cémo llegaba a los lugares ya sefialados en una motocicleta azul en compajiiia de los Namados jibaros y con otros integrantes de la organizacién, entre ellos alias Hipy, el Rolo y el Canoso. Su actividad era Hegar con los jibaros y recibir el dinero producto de las ventas. Narra el testigo cémo en una oportunidad pudo fotografiarlo en el momento en que llego con alias el Canoso y recibi6 un dinero; ‘sin embargo, explica que no fue posible registrarlo en los videos que se hicieron pOr varios aciores, entre ellos que ayuél se ubicaba en un jugar donde perdian visibilidad con las cémaras que ocultaban, sin que pudieran realizar las grabaciones desde otro punto por cuanto ello implicaba ponerse en evidencia, arriesgar su propia seguridad y el éxito de la investigacién. La Sala no pone en duda la credibilidad de este testigo, pues durante su relato siempre fue claro en indicar que directamente percibié los hechos atrés narrados, afirmando las actividades que realizaba la organizacién criminal El Mesa, cémo operaba en relacién con el trafico de estupefacientes, quiénes eran sus integrantes, cudles eran sus funciones y el papel especifico que cumplia alias El Loco a quien identificaron como Alfonso Amaya Orrego, sin que se hubieran confundido sobre su identidad. La narracién de lo que percibid directamente e investig6 ol policia durante varios meses, és suficiente para esta Sala, sin que su declaracién pierda credibilidad porque en los videos y fotografias recolectadas no se pueda apreciar propiamente a Alfonso Amaya realizando las actividades que se describen, pues su testimonio se constituye en prueba directa y clara sobre ello, méxime aun cuando esté respaldada en Jas demas pruebas efectivamente practicadas. No duda entonces esta Magistratura de lo que pudo apreciar esto testigo Y comprensible es que en las fotografias donde se logra ver al acusado, pare cualquier observador no sea claro que esta recibiendo dinero producto de la venta de estupefacientes; sin embargo, las imagenes acompariadas del relato ido aprociar el contexto en que se originaron yegando esta resultan aptas para concluir que Amaya Orrego si estaba despleg: actividad ilicita. del investigador que las capté y pu' Ningan anélisis merece las actividades que NO desplegs este investigador y que a juicio de la defensora debié realizar, como indagar sobre un presunto allanamiento hecho con anterioridad a su residencia y un reconocimiento fotogréfico donde hubieran participado personas diferentes a Erika Marcela, pues ilégico es pretender sembrar la duda sobre la responsabilidad en medios de convieci6n inexistentes 0 que no fueron introducidos al proceso. ¥ es que los seftalamientos de este testigo no solo encuentran respaldo en el testimonio de Erika Marcela Bedoya, sino en los de los demas servidores publicos essuchad::s que han laborado cr la estacién de Policia de Pello, come los entregados por Nelson Enrique Fiérez y Dagoberto Miranda Padilla, quienes aseveraron conocer las actividades ilicitas desplegada en el barrio Mesa por los integrantes de la organizacion que lleva el mismo nombre, y que reconocen a Alfonso Amaya, alias El Loco, como integrante de esta y como encargado de la recoleccién del dinero. Todos estos testimonios estudiados en conjunto llevan a la Sala a concluir que ‘Amaya Orrego ademas del delito de concierto para delinquir por pertenecer a la organizacién delincuencial El Mesa desplegando funciones de lider, tomd parte en el delito de tréfico, fabricacién o porte de estupefacientes, en tanto obtenia, conservaba y distribuia la sustancia estupefaciente, labores en las que fue observado por los declarantes. En cuanto al primer ilicito en mencién, ha precisado la jurisprudencia que: “El delito de concierto para delinquir tiene lugar cuando varias personas se asocian con el propésito de cometer delitos indeterminados, ya sean homogéneos, como cuando ; - . , e planea la comisién de una misma especie de punibles, o bien heterogéneos, caso | \ 1 en el cual se concerta Ia realizacién de ilicitos* que lesionan diversos bienes juridicos; desde luego, su finalidad trasciende el simple acuerdo para la comisién de uno 0 varios delitos especificos y determinados, en cuanto se trata de la organizacién de dichas personas en una societas sceleris, con vocacién de permanencia en el tiempo”. En efecto, estos elementos que caracterizan este delito fueron acreditados en el uicio oral, como se seftalé anteriormente, especialmente el papel protagénico de Amaya Orrego en la organizaci6n delincuencial desarrollando desde tiempo atrds una actividad que se le confia a personas allegadas a los maximos lideres, como es la de recolectar el dinero Igualmente, no sobra recordar que es posible que concurse este delito con el otro endilgado, pues el concierto para delinquir se consuma con independencia de la realizacion efectiva de los comportamientos pactados, de ahi su cardcter auténomo. Ahora, es absurda la critica realizada en torno a la ausencia de captura previa por parte de la policia pese al conocimiento que tenian de estos hechos y de la actividad de Alfonso Amaya, pues bien se sabe que para ello requerian orden judicial con la cual no contaban ya que apenas se encontraban recolectando la informacién suficiente para suministraria al Fiscal que llevaba el caso y asi obtenerla, lo que finalmente se logré. En este mismo sentido, no es extrafio que uno de los servidores piiblicos no haya logrado recordar con precision un inconveniente que tuvo con el procesado y por el cual lo capturé por el delito de violencia contra servidor pablico, pues bien sabido es que los integrantes de la policia realizan miltiples procedimientos diarios inclusos contra las mismas personas, lo cual puede generarles confusiones respecto a ciertos detalles. Y en cuanto a la calidad de consumidor que traté de evidenciar el mismo acusado y algunos testigos de descargo, ello es un aspecto que no es dudoso pues asi también lo asevers Erika Marcela Bedoya; sin embargo, tal calidad no desdibuja lo acreditado en esta actuacién ampliamente relacionado. Ademés, 2 Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, radicado 27852 del 22 de julio de 2008. ? Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, radicado 40545 del 25 de septiembre de 2013, " No es creible que su relacién con los alias Orejas, El Rolo, Hipy, El Canoso, entre otros, era la de un simple comprador de estupefacientes como quisieron hacerlo ver algunos de ellos escuchados en el juicio, pues asi no fue advertido por los policlas que realizaron la vigilancia, quienes evidentemente lo hubieran captado, maxime si las compras las realizaba de manera frecuente como estos afirman y que incluso consumia cerca a este lugar. La participacién de Alfonso Amaya Orrego en los delitos endilgados se encuentra acreditada més allé de toda duda razonable, al obrar prueba directa de la responsabilidad penal que le asiste al acusado, la que fue analizada suficientemente por la juzgadora y que se fundamenta en hechos debidamente verificados por los testigos y no solo en conjefuras como aquella de que pertenece a dicha banda por residir cerca al barrio Mesa Finalmente, en lo que atafie a lo narrado por los testigo Brayan Gutiérrez Zapata y Zeus Alberto Mejia, quienes niegan haber sido entrevistados por el investigador Johan Camilo Ortiz después de que compraron sustancia estupefacivate en +i barzio [Mosa, si bien 1s dichos resultan contrad‘ctorios cor lo plasmado en las entrevistas, ello luce irrelevante en toro a las conductas que se le atribuyen al acusado, pues aquellos en las entrevistas ni en sus testimonios sefalaron a Alfonso Amaya en la actividad de venta, por lo que se entiende que sus declaraciones apuntan a la verificacion de Ia actividad de expendio de estupefaciente en el barrio Mesa por miembros de Ia organizacion del mismo nombre, hecho que fue estipulado: “(ii) la existencia de una organizacion criminal denominada “El Mesa” 0 ‘los del Mesa” dedicada al microtrafico de estupefacientes en el barrio El Mesa del municipio de Bello, Antioquia”. ‘Ademés, bastante sospechosas resultaron sus atestaciones especialmente cuando la misma juzgadora dejo una constancia de que a uno de ellos una persona de! publico le seftalaba como debla contestar. Esta divergencia tampoco afocta ol valor incriminatorio que se desprende del testimonio del intogrante de la Policia Ortiz Mazo, que deviene en parte de su imparcialidad en las consecuencias de lo vertide, pues ningun interés se advierte en ef mismo para faltar a la verdad respecto a lo vertido en esas entrevistas y por el contrario, en los dos testigos escuchados si se avizora poca claridad en lo que narran, contradicciones y afirmaciones sospechosas que ponen en duda la veracidad de lo dicho. En suma, revisados los escasos reparos de la prueba de cargo en la que se soporta la condena por el delito de concierto para delinquir agravado y trafico, fabricacién o porte de estupefacientes, encuentra el Tribunal que no logran desvirtuar su fuerza, de modo que les reste credibilidad, cuando menos, para generar una duda razonable de la responsabilidad del procesado, causa por la cual debera confirmarse la sentencia recurrida en cuanto a este aspecto. Sin embargo, razén le asiste a la censora en cuanto al error que se observa en el monto de la pena de prisién impuesta, pues en la parte motiva se sefialé que esté quedaria en 13 afios, mientras que en la resolutiva se indico que era de 14 afios. Evidentemente se trata de un yerro en el momento en que se redacté la sentencia, pues claramente explicd .2 juzgaciora que por e: delito de concierto para delinquir agravado se impondrian 144 meses (12 afios) y que por el concurso heterogéneo con el delito de tréfico, fabricacién 0 porte de estupefacientes, la pena anterior se aumentaria en 1 afio, quedando en definitiva en 13 afios. ‘Ante esta confusién debe intervenir la Sala modificando la parte resolutiva del fallo confutado, en el sentido que tanto la pena principal como la accesoria de inhabilitacién en el ejercicio de derechos y funciones piblicas impuesta a Alfonso Amaya Orrego es de 13 afios. En mérito de lo expuesto e| TRIBUNAL SUPERIOR DE MEDELLIN, Sala de Decisién Penal, administrando justicia en nombre de la Republica y por autoridad de la ley, RESUELVE: 13 Mapstads Pont: César Augusto Pango Coste ads 60 eb oto is cossF atte Concerta par dingy oe Primero: Modificar la sentencia recurrida para disponer que la pena principal de prisién y la accesoria de inhabiltacién en e! ejercicio de derechos y funciones pliblicas impuesta a ALFONSO AMAYA ORREGO es de TRECE (13) ANOS, conforme a lo expuesto en la parte motiva. ‘Segundo: Confirmar en lo restante ef fallo recurrido. Tercero: Contra esta decisién procede el recurso de casacién, ef cual debe interponerse dentro del término comiin de los cinco dias hébiles siguientes a la notificacién de la misma Cuarto: Esta sentencia queda notiicada en estrados, NOTIFIQUESE Y CUMPLASE Los Magistrados, CESAR ior RENGIFO CUELLO eae Cours oh ere

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