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PMO INO RUAN COL EN EL TRANSITO AL SIGLO XXI Pape eae! _ ANTE LA COMPLEJIDAD Ee a ieee) . Hiana Capote Padrén LA CIENCIA POLITICA EN EL TRANSITO AL SIGLO XXi En husqueds de salidas ante la complejidad. Dra. Se. Thalia M, Fung Riveron Dra. liana Capote Padrén Autora: Dra, Thalia Fung Riverbn Editors cientifica: Dra, liana Gapots Padrén Diselio de Cubierta y Diagramaciéa: PREMISA PUBLICIDAD & MERGADEO. Tel: 484 2369 Cali, Colombla, S.A. emai: acg@untweb.net.ca Sobre la proconte edicién: © Cecporacién Paz Calombla, ena: corporapazcol@latinnallcom Edltoral «Fétix Varela ‘San Migual Ne. 1111 alMazén y Barrate, El Vedado (Chutiad de la Kabava, Cuba, ISBN 959-258-064-2 DE LA AUTORA ‘Thajia Muk lan Fung Riveron, (1934) Dectora en Ciencias. Aca. demia ds Ciencias de la Unién Soviética. 1985. Dectora en Cien Glas Filosoficas Universitad Estatat de Moscu, 1977. Licenciada en Lengua y Literatura francesas por la Universidad de La Haba- ha, 1966. Licsnciada en Derecho por ta Universidad ce Oriente. 1968. Protesora titular de la Universidad de La Habana. Invesli- gadara filutar por la Academia de Ciencias da Cuba Es titular consuhants de ta Escuela Superior det PCC “Nico Lopez’ y del Insttuta Superior Pedagogico “Enrique José varona’. fMlemtxo del Consejo Cientiico Universitario Presdenta del Thbunal Na- clonal Permanente de Grados Ciertificos en Fitesofia y Ciencias Porlticas Miembio del Tebunal Principal de Ralificacon de Cate- gorias cientifico-docentes dela Universicad dela Habana, Presi. denia del Tribunal de categorias crentifico-docertes de Filosofia de La Universidad de La Habana. Presidenta de1os tnbunaies de Minimum de Problemas filosbficos y socales de la ciancia v la tecrologia dal CENIC, de la UH y del CITMA. Es jefa del Grupo de Investigacion de Ciencia Politica de la Facuttad de Filosofia e Historiay Coordinadora de la Mzestr'a_en Ciencias Politicas de La Universidad de La Habana, Presidenta de la Sociedad Cubana de investigaciones Fiicsdficas. Ha realizado tulorlas de doctora- dos defendisnde con excelencia sus dactorados 11 aspirantes y 2.de ellos han recibido premio por 1a mejor disartacion en Ciea- cias Sodales y Humanisticas. Ene} campo de las publicaciones, ia profesorarecorre un ampla. spectra, ne s6lo cuanttative, sino particularmente cuallativa, Parque sus temalicas han respondido siemprea las necesidades Sociales ¢ inlelectivas del procesa revolucionario, Recogidos en Una extensa obra cientifca tales come Vigencla del Manifiesio Comurista, Acerca de la Teorta Marxista de la Sociedad, Historia de las formaciones econémico-sociales. La seiie sobre ieninis- ma. el artlculo sobre a Cheka o primera seguridad estatai prole- {aria y sobre la stuacién de Cuba en al contexto latinoamericano. Su libro En tomo. lag reguigridades y particulaidades de fa Re- a \wolicion sociatista en Cuba, 1982, tuva ura 2da. ediciin en 1885 yet 1987 se puoticarom en Buenas Aires y Mosttl, nuevas versie: nes. Ha pubiicado comic coaulara libros editacos en Cuba, Este dos Undos, Undn Soviética Bulgaria. México y en olros paises. ¥en miftipes ravisias. entre (as Cucles vale destacar la Revista Internacional de Ciencias Souiales de fa UNESCO. EnCuba, ade més de Cuba Scciaista, 2da etapa, na publicadoen Reviste Un! versided ge La ilanana, Islas, Revista Santiago. Revista Cubana de Derechey en la Revista Internacional ‘Marx, Ahora’ En t suuttimo libra Reflexiones y Matarrefiex ones pollticas, fue desta cado al nivel de Facultad de Filesofia e Uistovia con la dnica men extn al mejor hbro Genlifice yconslituye linro de obligada conisiata para los maeshantes en Filosclia Peral y para los pastgraces fnaestifa en Ciencia Putlica En 1899, eliltre Jomadas de la Filo sofia y Cullira Griegas de’ cual es coautora, recibié una Mencisn del Rector a! Mejor Lioro Cienlifica, Igia!imente, su aricullo “Cen. cia peltica en Lenir Hipdlesis y Gosjetaras’ ela Revista Intsi nacienal “Marx ahora’, recibié una Menciér cormo mejor artieuk cientifico al nivel ce Universidad, Fue furdadora de la Revista Fensanuente Criticy, Revisia Cubana de Giencies Sociaies Bo lelin “Probemtas Filosoficas” dela Sociedad Cupare de inves gaciones Filesoficas tambien con spore eluctrénica, De tora reciente, en 1989, dos de sus trabajos se publicaran en el libro Cuba Verde (Un proyecto de sostenibildad para e! sigo XI) Ecologia y Sociedad Estudios. asi came paricipa con un ensayo enel libre Democracia, Derecho y Sociedad Civt (1999). Er d chas publicaciones, se observa el tratamiento por la autora de problemasde gran importancia de laFilosofia marxisia. de la tao. Fia socopolitica delmarsismo, da la Hlosofia Poles. de fa Histo ria de la teoria politca y de ia Cencia Politca actual. Por su abot cieetifca ha recibido maltiples recanocimientes en tre otras, La Distncidn por la Educasién Cubana, 250 Anversario da la fundacién de la LH, esi come al Sello de Oro por su 270 Rafael Marla dy Menaive, la Giraldita de !a Asamblea Provincial Gel Poser Popular, Orden Frank Pais de 2d0. Grado. y Orden Carlos J Finlay, Pram Félix Varela que oterga la Scciediad Eco: némica de Amigos de: Pais 4 PRESENTACION Incursionar en la obra de Thalia Fung ofrece mira- das muy diverses entre las cuales la mas destacada sea la formacion de especialistas en TMosofia y cien- cia politica, y el acercamiento de ics prefesionales a las problematicas de! munda contemporareo de hoy de una manera acertaca, en especial de las politicas actuales. No obstante, considesamos de mucha valia su trabajo como autora y coalura ge fibros que har: marcade, ce ur: ‘ado, momentos en suaesarcallo y, del otto cuest ones que por su caracter principista y de conviccion ban permanzcido an si. vision de! mur- do. Los estuzios que recogemos en este Toro podria de- cirse cue son la continLacidn de su libra “Reflexiones y Metarreftexiones Pelitcas’ publceado en Le Haba- na, Cua, en 1296, dence se mostraban los dos cam- pos abordacas por ia autora. es cecir planteamentos filos6ficos y de ciencia colitica E> “Le Ciencia Poli tica en el transito al sigle XXI, en husgiteda de sa lidas ante la compiejided’", la escritora elabora un recortido conceptual desde la complejidad de! es- cenario actual y la consecuente neresidad de us instrumento de andlisis que permita percibir can exactitud los comportamientos politicos de un mundo globatizado donde recientes actores en frentan los desafios del nuevo Milenio. El primer capitulo dedicado a las Complejidades fos propone fatesis de que la cornplejidad actual 5 posee el sello de la transicién, expresando valio- sas _consideraciones. Un segundo momento nos inserta en el intrincado devenir desde el derecho y Ia filosofia politica. Partiendo de la tesis de que si el proyecto socialista ha sido una disyuntiva surgida en el seno de la modernidad, en su tercer capitulo, propone la relectura de Lenin, para clari- ficar cuales puntos nodales han estado presen- tes en el marxismo que adquieren caracter fundacional en relacién con una dimensién dife- renciada del extendido pensamiento tnico del sis- tema hegeménico prevaleciente. En este recorri- do, se adentra en su cuarto capitulo, en una valoracién del papel de la Ciencia Politica ante los desafios del nuevo milenio, para finalmente, en su quinto capitulo, plantear una salida hacia una Ciencia Politica alternativa con enfoque ter- cermundista a partir del referente real de la Revo- lucién Cubana. Como expresa la propia autora “ En un afio que se ubica en dos siglos, especialmente transicional, cuando la razén y la pérdida de sentido no sélo coexisten, sino que se disputan las esferas mas diversas,... cuando ante la presencia de! futuro en el presente y la busqueda para muchos de lo retro, cuando, por otra parte, la ética y fa justicia con sus relatos progresivamente globalizadores intentan un reencueniro del hombre con lo que le es mas pe- culiar, su esencia humana; cuando el propio cuestionamiento epistemolégico se cuestiona, é cuando la relacién de la filosofia y las ciencias y las tecnologias parecen estrenar un camino nue- vo, habria que preguntarse si una ciencia como la ciencia politica posee un lugar en el mbito cienti- fico, ante fa calificacion de sus propios cultores de padecer de un objeto enfermo, indeterminado”. Conocedores de fa importancia de la diseminacién de estos contenidos para profesionales y estudian- tes en la Cuba actual y en América Latina y el Cari- be, la SOCIEDAD CUBANA DE INVESTIGACIONES FILOSOFICAS, con el apoyo de ta Corporacién Paz Colombia ha favorecido su publicacién, por cuan- to los estudios presentados aqui, son inéditos. Dra. leana Capote Padrén Dedicstoria A Karen vu Thetis Stak tan, 166 A. aianin, 2 pronorn, y 8 quis le 08 A ms hermanos, Juranito y Tati y amis siempre peters hiios David Agradecimientos Muchas ‘ceas de las planteadas en este fibro fueron sometidas a critica en el Grupo de Ciencia Politica de la Universidad de La Habara y en ta Secaisn de Cien- cia Politica de ia Sociedad Cubana de Investigaciones Filosoficas, a cuyos integrantes debo su siempre aler- tae interesante opinion. Respecto a la revision del u! timo capitulo, Armando Cristébal y Fabio Raimundo Torrado aportaron sus valiosas observaciones y suge- rencias. A mi editora cientifica, Ileana Capote, reco- nozco su disposicién y animo para que este libro vea la luz, y al Sr. Jesis Alberto Cruz Arenas, Presidente de la Corporacion Paz Colombia que tuvo a su cargo su publicacién en Santiago de Cali, Colombia. \ INDICE Complejidades Un complejo devenir desde ‘| dorecho y Ia filosofia politica Un papel fundacional para una ciencia politica alternativa. La ciencia politica en su encuentro con la compleja_unidad. LCosmos 0 cans? Una salida para la ciencia poltica La revolucién cubana cfuente altemativa para una ciencia politica Tercermundista Bibliografia Pag, 6 35 e9 109 179 13 1. COMPLEJIDADES En un afio que se ubica en dos sigios, especialmente transicional, cuando ia razén y la pérdida de sentido no sdlo coexisten, sino que se disputan las esferas més diversas, en las cuales, la preeminencia transcu- re ora en una, ora en la ota; cuando ante la presen- cia del futuro en el presente y la busqueda para mu- chos de lo retro, cuando, por otra parte, la ética y ia justicia con sus relatos progresivamente globalizadores intentan un reencuentro del hombre con lo que le es mas peculiar, su esencia humana; cuando el propio cuestionamiento epistemolégico se cuestiona, cuan- do la relacién de la filosofia y las ciencias y las tecno- logias parecen estrenar un camino nuevo, habria que preguntarse si una ciencia como la ciencia politica pose un lugar en el ambito cientifico, ante a califica- cién de sus propios cultores de padecer de un objeto enfermo, indeterminado. Aunque estamos de acuerdo en que la Ciencia Politi- ca como se ha desarrollado hasta el presente preten- de una universalidad a partir de un centro tedrico y tomando dicho centro como paradigma- 10 cual con- tradice la pluralidad de los referentes reales mundia- les, ante la identidad sustantiva de regiones que no siguen los patrones hasta ahora considerados como indiscutidos -, atin cuande se profongan situaciones que no responden a sistemas. ideas y culturas de ur: Considerado progreso a la manera occidentat y emergen nuevos sujetos nacionales, regionales e in- 58 ternacionales, que hacen no solo diversas sino tam- bién policéntricas las realidades, es nuestro criterio que los elementos reflexivos de los comportamientos en relacién con el Poder pueden aleanzar un valor cien- tifico siempre que el componente metodolégico-hist6- rico encuentre un lugar importante en la generaliza- cién de su variable independiente: las relaciones poli- ticas. Al parecer, se hace evidente que se produce un acer- camiento acelerado entre ias ciencias naturales y exac- tas y las ciencias sociales, al hacerse imprescindibles las matematicas y la informatica en el campo social, y al ocupar la epistemologia y la ética valores funda- mentales entre las ciencias exactas y naturales. Ello se manifiesta en las universidades y en los centros formadores de especialistas en la planteada necesa- ria multidisciplinariedad e interdisciplinariedad, la ma- yoria de las veces interpretada con un cierto matiz melafisico. De todes modos, dicha corriente es objeto de diseminacién entre los sujetos de la educacién su- perior, lo cual implica que pasa a devenir en ciencia constituida. No obstante, este acercamiento pose una limitante, ademas de los prejuicios de fos especialistas, que aun- que desde fecha tan epistemolégicamente lejana como el periodo del Circulo de Viena, intentaron unificarse para, no obstante, concluir con una jerarquizacion de Jas ciencias, lo cual incluyé la exclusion de la mayoria De tal efecto, no nos hemos librado hasta el dia de hoy. Pero la fimitante a que nos referimos es, por una 16 parte, al crecimiento desigual de las ciencias y de su medicién a partir de la utiizacion de determinados métodos cientifico-generales, y por otra, a la incapa- cidad real de determinados cientificos para abstraer- se positivamente, del entorno social que los rodea con el cual se encuentran profusamente contaminados y que los conduce a generalizar y globalizar sus expe- riencias de marco tan estrecho a todo el planeta. De esta limitante. de la cual no se libra ningun estudioso en algun grado, {a sufre de modo superiativo, la Cien- cia Politica Occidental, que, hay que decirlo, ha alcan- zado a las formas de pensar de cientistas politicos de latitudes diversas que contrario sensu a los de los pai- ses hiperindustrializados, reflexionan con un distan- ciamiento pronunciado de su propio entorno, posible- mente, por el hecho de tomar como modelo otras ex- periencias, que le parecen indubitables, o por la difi- cultad de pensar el referente real propio, lo cual impli- caria asumir de modo critico, otro tipo de ideas, siste- mas, modos de pensar. Si examinamos, grosso modo, los objetos de fa Cien- cia Politica Occidental, nos damos cuenta que histéri- ca, geografica y también politicamente, se encuentran limitados, y que, del propio modo, que en el surgimiento de la modernidad, ante una realidad totalmente nue- va, el espiritu civilizatorio de Europa- portado por tro- Pas coloniales- se impuso a través de relaciones de Poder que eran completamente ajenas a los sujetos Govonizados, unas por representar formas de propie- ‘ad privada sin tradiciones entre las poblaciones que 7 respondian a modos de produccién asiatico, otras que no conocian atin la posibilidad de que determinados hombres se apropiaran del plusproducto de las comu- nidades. Por supuesto, que todavia la reflexién cienti- fica sobre la Politica no existia; pero ta Politica poseia la larga trayectoria de una magna revolucién que creo el Estado, y un transcurrir de luchas por el poder que se habia asentado en el conocimiento de los que devinieron elites politicas y econémicas y que no se circunscribia al marco particularmente estrecho de Occidente Como hemos dicho en otros trabajos, los cientistas politicos comprometidos con asuntos de gran comple jidad no se preocupan, en especial, por el objeto de su disciplina que crece por enumeracion, ampliacién explicacién, Sin embargo, las _cuestiones epistemolégicas que tiene que enfrentar la cienciz politica no pueden posponerse mucho tiempo mas, po: cuanto, su ubicacién en el presunto sistema de las cien cias sociales, exige que se distinga de otras ciencia: colindantes e incluso secantes y que se defina tant: en objeto como en métodos para calificarse ella mis ma en el rango de ciencia. Elhecho de que la politica haya tenido una histori: que se remonta al paso de las comunidades primitive alas sociedades de clase, y que la transmision de Ic» sistemas de gobierno, de formas partidarias y ¢ gobernabilidades haya definido la actividad de los gr: - pos dirigentes y fa conduccién de las grandes may rias de individuos y grupos sociales no ha produc * 8 igualmente una reflexion que pueda calificarse de cien- tifica hasta Maquiavelo, en Occidente, puede tener como causa Ultima la pretensa identificacion ideologi- ca entre el Estado y ta Sociedad y la preeminencia de aquel sobre la ultima, lo cual se manifiesta en una deificacion a posterion del Estado en fa religion y la legitimacion que esta ctorgé a aquel Como heines planteado “La independencia relativa de la politica no implicé un pensamiento propio y autono mo sobre sus conteriidos, sino la concurrencia de dis. tintas disciplinas que se disputaban en sordina oa viva voz, el derecho a su reflexién La historia, en particu lar, la historia politica, la teoria del estado y e! dere- cho, la filosofia politica, la flosofia det derecho, el de- recho pubblico y de modo mas proximo, la sociclogia politica e incluso la psicologia social reclaman el abor- daje total o parcial del fendmeno politico La multipli- cidad de enfoques con pretensiones o de totalidad 0 de fragmentacién poseia una base real, la no delim: tacién del objeto de una ciencia propia de la politica, su condicionamiento en primera instancia por fenéme- os sociales de orden diverso. Por supuesto, y ello es valedero, aunque sin considerarun objeto propo era fecencia politica, noes posible concederaéstaiden- itera ae en tanto ciencia,”! En cierto modo, e! cana le globalizar un pensamiento Unico en rela on ideas, estructuras, subsistemas electoraies, ‘Reflexiones y & 7 y lexiones, La Habana, Editorial Félix Varela, 1998, p 19 partidarios, sistemas politicos tiene que ver con la pretensa unicidad y validacién legitimadora de la cien- cia politica occidental Enese camino, una autora que, sin dudas ha sentado pautas, es Hanna Arendt, cuyas reflexiones conteni- das en el itbro inconcluso "Qué es la politica”, acu- san a la politica de ausencia de profundidad “La au- sencia de profundidad de sentido- plantea- no es otra cosa que la falta de sentido para la profundidad en la que la politica esta anclada’’, vinculando dicha faita de profundidad a que la organizacién politica de los hombres es resultado de un caos absoiuto de las di- ferencias, Habria, en nuestro criterio, que distinguir dos cuestiones: la naturaleza humana, donde la iden- tidad y la diferencia entre los hombres caracterizan al ser humano, y la organizacién politica que se refiere al comportamiento ante las relaciones de poder que, de hecho, no sdlu estructuran el pretenso caos, sino que lo jerarquizan, a partir de diferencias econémicas y posiciones de dominacién. Incluso, mas adelante, re- conoce que las diversidades de los pueblos, naciones o razas* es superior a la de los hombres, con lo cue" contrario sensu, implica la posibilidad de un orden el caos, lo cual validaria, las diferencias categorial entre el hombre en tanto naturaleza y el hombre tanto esencia, en el cual lo histérico ocupa una p« ¥ Arendt, Hanna,” 2Qu6es la politica?” Paidés, Barcelona, 1997, p. 48 Mbidem, p47 Ira ediciéen espaitol, En 20 cion condicionante y, en la historia, se encuentran las relaciones de dominacién existentes desde las comu- nidades primitivas Por supuesto, la reflexién politica no puede distanciar- se de otras sobre el comportamiento de grupos socia- les, sean macrosujetos, sujetos colectivos de cuantia diferente e individuos; pero su distincién fundamental radica en que su interés se contrae, de modo princi- pal, a las relaciones politicas, de por si, inter- vinculantes, de poder, y en las cuales, las coyunturas poseen un peso muchas veces igual a las tendencias La Ciencia Pclitica demanda det auxilio de otras cien- cias sociales, no puede liberarse de su coasociacion como han pretendido otras disciplinas, por el contra- rio, hoy dia penetra con cada vez mayor fuerza en fa cognicién de fenémenos naturales y en la demanda hacia procesos de busqueda de cuantificacion. Diria- mos pues, que la politica se ha inmiscuido en las zo- nas y esferas mas diversas, en cierto modo, Perméandolas con el proceso de simplicacién que la acompafa, por reduccién, lo cual no quiere decir que se traduzca ello en ausencia de profundidad, por el Contrario, en la biisqueda de soluciones a los comple- jos problemas que plantea la gobernabilidad en el mundo de hoy, a nivel de subregiones internas a los Paises, conjuntos subregionales de naciones, organis- Mos internacionales, sociecades civiles internas e in- (Gmacionates, estados y gobiernos, la politica deman- ta Sada vez de un analisis de mayor profundidad y. a . Concrecién - que también implica complejida- a lt | des mas altas- y su reflexién, para que posea un ca- racter cientifico tiene que integrar disciplinas diversas que recorran desde los macrogrupos hasta los indivi- duos y viceversa, sin perder sti condicionamiento prin- cipat La posicion de Arendt no es exclusiva, ni Unica, mu- chos politdlogos la comparten, podriamos citar a Low! 4 entre otros. Es mas, dicha tradicién se remonta a la Antigledad cldsica, aunque, por supuesto, ahora apa- rece, con elementos nuevos, no es un retorno, ni aun al periodo hobbesiano, la complejidad del referente real actual ne lo permite, precisamente, porque han surgido sujetos politicos ~que antes también existian: pero sin la relevancia actual- que no aparecen en las estructuras de gobierno, sino se desenvuelven en e! seno de la sociedad civil, en particular, con la fuerza aparentemente ciega del mercado internacional, lo que podriamos llamar los sujetos de poder sin caras publi- cas, 0 como antes se les denomind en la década de los sesenta “el poder invisible”, Marti lo dijo mas de ur siglo antes: “Lo real en politica es lo que no se ve", + han surgido revoluciones que se diferencian de la ir dustrial, al unir la tecnologia y el pensamiento sin ter ceras mediaciones y que posibilitan la existencia © una globalizacion econémica de nuevo cufo. “Aguiar Vilanueva, Luls F. La Hechura de las Politicas, Coleccién Ant {gla de Politica Publica, Grupo Editorial Miguel Angel Porcua, México, 1° pat 22 Ello implica que la ciencia politica que trabaja funda- mentalmente con la esfera de los comportamientos, no puede desligarse de sus condicionamientos, cau- sas, efectos, motivaciones en los grupos y en indivi- duos antes circunstancias cadas Una relacién siempre privilegiada la constituye fa vin- culacién politica-economia que en las sociedades transicionales, muestra la preeminencia de la politica, fundamentaimente ante los campos diversos en los que se ejercen las politicas publicas. Insistimos pues, en la profundidad quiza abismal de los estudios sobre la politica, precisamente por las complejidades que presenta la conduccién de! comportamiento de los individuos, grupes, comunidades, naciones, incluso la sociedad mundial, precisamente en e! convulso mun- do actual, y en la transicionalidad entre siglos y milenios, donde ha recaido sobre los hombros de los Hombres ia supervivencia de especies, de! propio ser humano y de su casa, la tierra. Los referentes reales que se ve obligada a refiexionar la ciencia politica ante los graves problemas globales de la humanidag, de entre los cuales, la globalizacion politica, es uno de e Principales, demanda de’ andlisis profunde, riguro- ©, plural y unitario, artistic y cientifico de una disci- Plina que tiene que repensarse al haberse limitado a vivir en marcos é muy estrechos y pretensamente ho- Mogéneos. ne La complejidad actual posee el sello de ia transici6n. Sobre esta categoria tan multivocamente interpreta- da, no nos rehusamos a ofrecer nuestros criterios a) En primer lugar, el concepto de transicién, para nosotros, requiere de su macroconcepci6n en la filosofia, es decir, en todo proceso humano o natu- ral, se origina la transicién como un natural trans- curtir fenoménico desde su surgimiento a su des- aparicién, con hitos de estabilidad relativa. Ello sucede en todas las esferas y sucesos sociales, ahora bien, si de una sociedad se trata, entonces junto la transici6n de los elementos que la confor- man, existe la transicion completa, precisamente, resultado de las transiciones parciales, en una di- reccién 0 en otra. Cuando la sociedad en cuestion se inscribe en un marco mundial, la transicién al- canza sistemas complejos como las formaciones socioecondmicas y si en una sociedad concreta, la lucha es dificil y cotidiana en la afirmacién de lo nuevo ante la voluntad de resistencia de lo viejo, @ escala mundial, la transicion en un sentido direccional hacia un futuro no estrenado, es mas compleja por cuanto, lo incipiente que inicia la tran- sicién posee fo global en contra de dicho cambio b) Enel caso de la transicion del capitalismo al socia lismo, definido por Marx en la “Critica del Progra ma de Goths”. y que Lenin reasume en su obra, s: presentan posiciones diversas 1) ios filésofo marxistas que siguen las ideas de Marx en la “Cr! lca” y que valoran la transicién entre ambas for 24 maciones socioeconémicas como un periodo com- plejo en que cada dia se dirime la preeminencia de una u otra formacién, que Lenin explica claramen- te, yla que considera como valida la autora, 2) ios cultivadores del comunsmo cientifico, en particu- lar, alemanes, algunos especialistas soviéticos y cubanos que consideran que desde que se inicia la transicion al socialismo se debe nominar por ei futuro de la formacion socioeconémica por la cual se lucha, y dicha transicion seria como una prime- ra etapa de la formacion socioeconémica comu- nista. ¢) Los cientistas politicos inauguran un nuevo con- cepto transicional, al nivel de su ciencia particular, la transicién del socialismo al capitalismo, en otros términos el desmontaje, 0 lo que llamamos Martinez Barroso y la autora, “la reversi6n del socialismo"®, Y que politélogos occidentales califican como la “transicion hacia la democracia’. 1o cual en esen- cia no es incorrecto, sélo que habria que cualificar @ qué tipo de democracia se refieren, que es la liberal-burguesa y que, de hecho, validan la posi- cién de Lenin de la lucha cotidiana entre el socia- lismo y el capitalismo, entre el futuro y el pasado, entre la anticipacién y la afirmacién instintiva y pen- sada de lo existente. * Artculo“Periodo de wanselon. Mh 7 iodo de transicion. Hipétesis y Conjeturas. Boletn de a Ol- eclén Politica de las FAR, Hiro. 2, 1981 25 ee Dichas transiciones no recuerdan las multiples veces que el capitalismo traté de hacerse del poder politico, cuando poseia el poder econémico, sin que alcanzara una victoria definitiva hasta que logré su_afirmacion Por otra parte, en el caso de la formacion socioeconémica comunista, la diferencia es esencial, por cuanto la objetividad que presidié las demas tran- siciones entre sociedades y formaciones socioeconémicas tenia que ser desplazada por la sub Jjotividad de la conciencia de la necesidad del cambic y de la participacion imprescindible de la mayoria de Jos sujetos. En momentos ¢n que se afirma que ta época de las revoluciones sociales ha pasado, consideramos que la subjetividad representada por la revoluci6n tecno'é gica extendida del intelecto es precisamente parte de diche revolucién social Quizé alos metasujetos mun- diales le hacia falta el cambio tecnolégico como sus tento de los cambios subjetivos en ios centros globaies Ello me leva a ctra cuestién, lo global y to tundia Usados a la manera angtosajona y francesa, nosotro otorgamos a dichos términos otras connotaciones. ps: supueste, sin pretender ofrecer una conceptuaci indiscutible; pero si con un cierto grado d: operacionaiidad necesario, Para mi, el socialismo f un sistema mundia’. pero que se inscribia en et se de un sistema gigbal, el del capitalisras, que demir a jas relacicnes mercantiles internacionales, de cuales no se podia sustraer la mundialidad del soci 26 lismo y de otros paises que se miciaban en grados diversos en el camino del sccialismo Siempre que lo objetivamente mundial la son la clase obrera y la burguesia - los paises que entraban en el proceso de descolonizacién y consideraban el socialismo como su necesatia salida_y los paises en transicién al so- cialismo, se encontraban en transito, no podian eludir al sistema que habia devenido global desde el siglo XV_y que constituia un marco de referencia que no podia elidirse Después de 1948, las transtormaciones tecnologicas ofrecen la posibilidad de una nueva globalizacién que deviene un asunto global, y que proporcionan al siste- ma cientificamente mas desarrollado en tanto tal, nue vas perspectivas econémicas y politicas Sin la infor- matica no es concebible los capitales golondrinas, ni la disminucién progresiva dela burguesia en tanto cla- se y SU sustituciOn por elites mundiales desna- cionalizadas_ni la contraccion de la clase obrera y la Volatilidad de los mercados de trabajo que extraen de su area de accién a multiples sindicatos Luego, ef sistema global del capitalismo se hace mas dominan- te y central y se incrementan los paises periféricos, en los cuales se incluyen la mayoria absoluta de los Paises que transitan al socialismo, y aun aquellos que constituyen una fuerza considerable, no pueden evi- {ar la influencia decisiva de la nueva giobalizacién ri Veaducir la realidad aa idealidad es asunto de fa ma- Y complejdad_ que nunca se resuelve completamen: 7 a te, porque la realidad se encuentra en cambio cuando se ha llegado a una logicidad 0, por lo menos, a su expresion en términos de categorias, subsistemas © sistemas conceptuales. En nuestra opinion, dos globalizaciones han buscadc ia homogeneidad, sin una propuesta teérica, a) el en cuentro de Europa con las Indias de Colén, en el cua la pretension de dominacion politica transparentab necesidades y requerimientos econémicos de Espa fia, b) el desarrollo del capitalismo, verdadero sistem Global, en el cual su metanarrativa incluia junto al in perialismo colonial en proceso de decrecimiento, ic nueva relacion de metasujetos por primera vez mut diales. La tercera globalizacién, la actual, intelectualiz. sus referentes reales, incluso las relaciones econom. cas que requieren, de forma directa, de la revolucié: informatica, y cuyos cambios han transformado a lo gobiernos y a los estados, trae consigo una nuev forma de politica, la que se erige en paradigmatica Unica, resultado de los modelos conformados en lo centros de poder econémico y militar, sobre la cual 5 han centrado los cientistas politicos, dejando fuera diverso existente fuera de sus estrechos limites. Nunca el mundo habia sido tan homogéne intercomunicado y, a la vez, tan diverso y con prob mas tan graves, io que ofrece complejidades nur antes pensadas a los politicos y a la reflexién polit De hecho. los cientistas politicos lejos de preccupa por otfo tipo de relaciones politicas, siguen a los pc 28 ticos de los paises hegeménicos en la pretersiéin « intencién de extender las telaciones potiticas que cor sideran paredigmaticas a todas !as regiones de lz the ra, independientemente de sus historias, culturas, etnias, religicnes, tradiciones, de ahi que privilegiene: método comparative y neoinstitucional, como madeic que sirve de referente ideal a los referentes reaies. Los hechos, no obstante, como se dice de forma co- mun, son testarudos y se sostienen, y la diversi que, por otra patte, se ha elevado conceptualmente con ta pricriciad tedrica de fo local, la pluralidad soste- nida por las organizaciones no guberamentales que divergen muchas veces de la unicidad estatal y, en general, por las complejidades de ias sociedades civi les, donde junto a elementos hegeménicos y globalizados como el nercade: se reproducan jas pe- culiaridades de ia familia, de movimientos sociales, de las iglesias y creencias, de grupos marginalizados y otros de simiiar tenor, Junto a la homogeneizacién de que tratan los cientistas politioos covidentales, a ce una cada vez mds diversa sociedad concreta, y fs felacién estado soul eho socicds complejiza na de ab dela comparacicni. eniafilosotis avie decir, fa comin ie aly un tte We Give CON ua preter our seedytid Un referente 28 Alanalizar los enfoques sobre {a realidad actual, creo que en muchas ocasiones se parte o de una busque- da de respuestas en el pasado que se erige como una riqueza acumulada imbatible, o de una desorientacion al haberse perdido el futuro o el sentido del futuro e incluso del presente. La politica ha sido antes acusa- da de fatta de sentido, o porlo menos de imposibilidac de fundamentarse cientificamente. Este criterio no se ha borrade hoy, por el contrario, se aduceri nuevos argumentos, para algunos, marxistas entre ellos, ne puede ser cientifica una reflexién que implica que po- see un objeto perecedero. Ese impedimento seria tam- bién obstaculo para todas las ciencias, ya que su po'- tador, el hombre tampoco goza de eternidad. Ante los cambios que ha sufrido la humanidad ~pala bra cuestionada, e incluso inexistente para los grie gos- han aparecido males agravados, complicacic nes intersubjetivas sin precedentes extendidos, y par ticularmente, relaciones nuevas con la naturaleze Para algunos clentificos y filésofos politicos com Hannah Arendt, el hombre encontré ef punto qu: Arquimides pedia para mover al mundo; pero ello tra jo como consecuencia que el hombre se situd fuer del mundo, en el cosmos exterior 0 zcaos exterior” Decimos cosmos exterior, porque hemos descubier unos microcosmos 0 un macrocaos no sélo en la mt \écula, sino en las relaciones intersubjetivas, recian tender a ta simplificacién en Miofnidas. Hoy hen surgido nuevos Jeimnortencie van ilativa mundial y Gua arapieg 20 pesar de modo cualitativo, también ena Politica, ade- mas la polarizacin econémica y politica se muestra sin precedentes; pero asimismo sin contrapartida. El Leviatén no es un superesiado, sino un Grupuisculo gobernante, cuya base corporativa multinacional po- see una fuerza impensada, la de la mediacion abs- tracta constituida en gran parte por capitales ficticios que como su nombre Io indica, no se asienta en las relaciones econdmicas procuctivas de bienes y servi- cios. La homogeneidad del llamado Norte industrializado se opone a la pluralidad hiperdiversa del lamado Sur. Dicha relacién que podria ser complementaria, en el peor de los casos, no parece ser objeto de interés politico para un pretenso gobierno mundial, Su antino- mia parece prolongarse y prorrogarse y el ofrecimien- tode la ayuda del 0,7 % del PIB de los paises desarro- llados sélo constituiria un paliativo, aunque de todos modos, ante la hambruna que se extiende, particular- mente, en Africa, seria una salida, aunque temporal, Provechosa, y no sélo para el sur, sino también para el Norte. Dicha idea fue expresada por Fidel Castro que Predijo que si dichas situaciones limites no se resuel- ven, los estallidos sociales seran inevitables. Los referentes reales entre el Norte informatizado y inwetzade y los grades diversos de conocimiento e Ha St del Sur hacen como nunca antes ca- int’, ctuacién mundial interna y en sus relaciones Nacionales Como se sabe, el caos nc es indeter- 3 ap minado, y en fo social posee sus causas histéricas y politicas muy claras, De todos modos, el resultado actual obliga a tomar medidas emergentes en las rela- ciones Norte Sur, ‘Sur- Sur, Alinterior de los paises det Norte industrializado incluso en sus parcelas det Sur Alinterior de los paises del Sur, incluso respec to a sus parcelas del Norte Dichos referentes se encuentran en proceso de cam bio, consecuencia fundamental de las transformacio nes de la suciedad civil internacional, y de su elemen to mas dinamico, el mercado mundial, Ello que ha tle vado a naciones del Norte a un proceso de integra cién regional, debe favorecer las integracione: subregionales y regionales del Sur. con lo cual el cae. tiende a devenir cosmos de evidencia ordenada; per: como los puntos de partida son muy diferentes, fury damentalmente, en relacién con los recursos hume nos, la conjugacién de las integraciones de! Sur er frentara ios mayores retos, y es por ello, que la Cier cia Politica para dicho mundo tercero tiene que st Diversa a) De un analisis mas profundo de la pluralidad sc cial, sujetos, fuerzas productivas materiales, re! ciones intersubjetivas, nacionalidades. etnias, t: diciones, formas de organizacién y comportanie tos politicos 32 b) Establecimiento de nuevos cuadros politicos con- ceptuales que permitan la comparacién, sin que sean necesariamente esumidos los modelos que basaron sus relaciones econémicas y politicas en su asentamiento, en cierta modo, del punto de Arquimides, fuera de su mundo, y que le permitio levantar fa llamada civiizacion occidental, en las cuales la cultura politica adquiera un lugar pre eminente ©) Tomar en cuenta los tiempos reales, tan diferentes y objetivos, tanto en los procesos estabilizados como #n jos procesos en cambio de acontecimien tos y sucesos que parecen dotados de aceleracior d) Modos de motivacién € instrumentos de forma cion de la cultura en cuanto a las relaciones de poder de forma no sdlo inmediata, sino también a mediano piazo e incluso a largo plazo. e) Et estucho de las politicas publicas que se formu- lan para vincular ef entorno natural y social en un determinado pais, y las politicas mundiales y globaies elaboradas porlos organismes interna nales para planiear la misma cuestion a escale Planetaria La Ciencia Politica parece crecer no sélo por enume- Facion de nuevos objetos que se incluyen por dere Propio en su ambiic conceatial, sine por fa comple)i- (ad de los considerados hasta ahora vedicionaies. Su 33 a_i propia pretensa globalizacién, a través. fundamental- mente, del pensamiento tinico occidental, se encuen- tra limitada por la complejidad interior y exterior de las relaciones politicas vinculantes en su seno de origen, sia ello extendemos la intervencién de nuevos suje tos politicos en la arena mundial con dimensiones que devienen progresivas, nos encontramos que los nue vos referentes reales plantean retos plurates a la re flexién cientifica de la politica, que la obliga a repensarse desde sus inicios conceptuales y del cur 50 de sus instituciones, proyectos, ideas, culturas. La antinomia racionalidad —la irracionatidad no la exch mos de la racionalidad politica, sino consideramos que es un elemento que hay que considerar al interior de la evaluacion de estrategias y tacticas al igual que la perdida de sentido que no hace otra cosa que requeri" nuevas salidas a una disciplina que acelera sus incur siones en el mundo, al politizarse situaciones que ary tes escapaban a lo que se consideraba publico. 34 il, UN COMPLEJO DEVENIR DESDE EL DERECHO Y LA FILOSOFIA POLITICA El camino que parece tan evidente en el pensamiento de Marx. del Derecho a Ia Filosofia, o quizas fuera mejor decir, la confluencia del Derecho y la Filosofia aun a pesar de Marx- quien se consideré condiciona do a estudiar Derecho, aunque desde el principio fue vocade por la Filosofia, que fo arrojé, a pesar de su disgusto inicial, en los brazos del pensamiento hegeliano, se manifesté inicialmente en sus articulos periodisticos sobre el robo de lefia, No obstante, el andlisis de tas cuestiones relativas al Estado, al valo- rarla Filosofia del Derecho de Hegel, y producir la fa- mosa inversién dialéctico-materialista a partir de cam- biar ef orden planteado por el clasico mayor del enciclopedismo aleman de ‘os términos estado-socie- dad civil, lo tlev6 a buscar los referentes reales sobre los que se asentaban las intrarrelaciones de la socie- dad civil y servian de basamento a lo que podria cali- ficarse el resultado de la gran revolucion politica que marcé el paso de las comunidades primitivas a las sociedades de clase, el estado. La transformacién que se produce en la eleccién del objeto de estudio de Marx y que lo distancia provisio- nalmente de la politica, szivo en magistrales obras Politico-histéricas como “El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”, "La guerra civilen Francis’ y, por supues- to, “Et Manifiesta Comunista’, que conciuye con un Programa de accion hacia la democracia revoluciona- 38 ee fia, enla busqueda de triunfos cientificos para su par- tido politico, y que lo acerca en tres momentos distin- tos a las relaciones econémicas, con diferentes nive- les de profundizacién y criticos y a la vez sustantivos no implica que no estuviera pensando en una obre mayor que vinculara la relacién estado. clases socia les y conciencia politica, sino que habia descubierto fe relacién condicionante entre las relaciones econdmi. cas y la sociedad en su conjunto. Dichos aparente: meandros eran necesarios para fundamentar ta nue va concepcién de la historia y la creacion de un cua dro conceptual en el seno de la modernidad que, po una parte, fa afirmaba en sus elementos positivos 5 por otra, la negaba, al plantear la superacion del siste ma econémico-politico que habia devenido paulatina mente dominante y que recorreria diversos niveles hegemonia hasta el actual, que no podia preverse e: las tendencias de los macrosujetos decimonénicos. Como es sabido, alo largo de todo el siglo XIX, con« ascenso y formalizacién de! capitalismo, el Derec! adquiere un papel particularmente relevante en la s< ciedad. En especial, con el surgimiento de dos cat pos que no sdlo devienen distintos, sino que uno ellos se convierte en el preeminente: el Derecho P vado. Los clasicos romanos consideraban el Derecho cur 10 uno, y fue con la primacia de !a privatizacién y definicién de tas clases socicles que ei Derecho, ¢ ficado. sirve de mede mas eficaz a los iniereses 38 una clase social, la burguesia. Por supuesto, apare- cen ramas del Derecho perfectamente identificables y con objetivos propios, como e! Derecho Internacional, rechazado, en cierta forma, por Hegel, por el papel que asignaba al Estado. y la imposibilidad de aceptar la supranorma hobbesiano En ese medio, se forma Marx, cuya primera obra de envergadura es la inconclusa, no publicada y anterior. mente cilada “Critica de la Filosofia del Derecho de Hegel”, que también se ha publicado como “Critica de la Filosofia del Estado”. Determinado a los dieciséis a estudiar Derecho por circunstancias familiares e inte- lectuates, fue marcado por las ideas nuevas que se vinculaban con la atin incipiente dimensién de lo pri- vado en el Derecho estatal. Marx se acoge a la novedosa y original corriente segiin se desprende de sus pronunciamientos en “La ideologia Alemania.” No tiene ocasion de volver a esta tematica: pero por la evolucién posterior de su pensamiento, casi podria- Mos asegurar que hubiera modificado en parte algu- nas de sus tempranas ideas sobre el asunto El joven Marx, maduro en la esencia de su teoria so- bre la sociedad, y en su método filosdfico, no escapa, sin embargo, a la distincién que se abria paso entre los filésofos y tedricos de! Oerecho de distinguir e! Derecho Piiblico del Derecho Privado, Mas atin, si- Quiendo su propia linea de pensamiento entonces, identifica e Surgimiento de ‘a propiedad privada con aparicion del Derecho Privado, que era mas de lo 37 que habian planteado los especialistas de la época. La distincién entre Derecho Publico y Derecho Priva- do permanece todavia hoy, aunque con un reducido valor terico, y mas bien confinada, a la historia de las, ideas juridicas, particularmente, con los comportamien- tos politicos interncs y externos de los estados El Derecho Privado, consagrado por el Cédigo Napole6nico de 1808, hecho suyo en Espatia e im plantado en Cuba a finales de la década de los 80, nunca pudo librarse de los efectos publicos de sus asuntos, ni de! hecho de que el Estado dictaba las normas procesales para conducir los derechos subje- tivos privados. A pesar de que Marx se identifica con lo novedoso de laépoca, aquel advierte la relacion entre el estado, e! derecho y la propiedad, concediéndole a esta ultims la primacia, y atin cuando trata del estado y del dere cho, no Io hace sin referirse al papel desemperiado por la propiedad privada Al respecto, es de notar que en “La Ideologia Alema na’, Marx destaca dos elementos de singular impor tancia 1ro.) El hecho de la que llama “verdadera propieda privada’ comienza con la propiedad mobiliaria (: dominium ex jure quiritium) 2do.) El surgimiento de las sociedades clasistas tar 38 a partir de la sociedad esclavista como de la feudal con un elemento comtin a ambas, la permanencia de la propiedad tribal. En dicha obra, califica de “propiedad privada pura’ a fa que se ha “despojado ya de toda apariencia de co- munidad y ha eliminado toda influencia del Estado sobre el desarrollo de la propiedad”*. La liberacién de los vinculos de la propiedad con la comunidad, el Es- tado, dice Marx. “cobra une existencia especifica jun- to a la sociedad civil y al margen de ella” En una época donde atin predomina el jusnaturalismo, Marx trae la relacién Sociedad-estado-derecho al pla- no estrictamente humano, sobre un fundamento eco- némico y expresado en formas politicas. Presenta el Estado como ta forma en que se “condensa toda la sociedad civil de una época" y como mediador y mistificador de las relaciones pretensamente basadas, en la voluntad libre de los individuos. Como se dijo, Marx extiende ei surgimiento dei Dere- cho Privado al surgimiento de Ia propiedad privada, en ese sentido, nos parece que en La Ideologia Ale- mana, la generalizacién de Marx contradice la conse- Cuente relacién establecida en la “Critica” sobre la re- lacién sociedad civil-estado. Digamosio de otro modo + Mare Cisttt, Carlos, Engels, Foverico, La ldeologia Alemana, La Habana, El isn Revolucionaia, 1956, p. 68 39 Con el surgimiento de a propiedad privada, se produ- ce fa mayor revolucién politica objetiva de la historia, la creacion del Estado que buscé en el Derecho la for- ma de legitimacién a través de la lo legal, con lo cual, se alcanzé la forma de la forma. Porque es precisa- mente, ei Derecho que mucho despues se llamé Pu- blico el que hizo que una mayoria de hombres acepta- ran que otros privatizaran para si el plusproducto. Por lo anterior, no nos parece que el Derecho Privado se desarrolle, como dice Marx en la obra *como resulta do de la desintegracién de la comunidad natural, sinc como consecuencia de! desarrollo de una sociedad donde jas clases han adquirido una definiciér sustantiva consecuente. Por otra parte, habria que reconocer que Marx utiliza aveces, de modo indistinto, derecho y derecho priva do? Ante la nueva situacién creada en el mundo actue donde han devenido conjunto borrosos ios Ilamadc Derecho Publico y Derecho Privado, fa afirmacin ¢ la teoria marxista de que el Derecho es uno, aundi: haya tantas conciencias juridicas como grupos socie les haya, es negada por una practica politica caract: ristica de !a sociedad postfordista, donde junto > primacia de {a politica en les uniones pluriestatale que disminuyen incluso hasta el lugar de tas Cart Magnas, surge otro Derecho, altemativo, y Derechos de contenidos globales, como el ambiental que plan- tean nuevos retos al pensamiento juridico y politico actual. De todos modos, es La Ideologia Alemana, un motivo adecuado para repensar la inmanencia de Marx en la sociedad civil y politica de su época, y los complejos cambios ocurrides en la actualidad en la dinamica de larelacién propiedad-estado-derecho y sociedad civil- estado-saciedad politica. Aunque corresponden a la Filosofia Politica y a la Fiosofia del Derecho tales macrosujetos, ia Ciencia Politica en su expresién metapolitolgica no puede desconocerlos Esos comienzos aproximativos a la Ciencia Politica Por parte de Marx tuvieron su continuacién y, a la vez, su mediacién progresiva en el pensamiento de Engels, que en toda su obra se elev a jo concreto, a partir de las abstracciones de ultima instancia develadas por Marx. De ese modo, aborda modos de produccién que no fueron dominantes, sino coexistentes con los hegeménicos; sociedades particularmente hibridas en las cuales ta ausencia de la simplificacién occidental baal posiaén de mayer preeminencia a fa politi . ransicionalidad interior Dicha continuidad $e observa en el pensamiento de Engels desde los a nos dal comunisme” en cua obra incluso se Mea, 3 iferencis de cesaroio de ta que se abstas iftesto Comunista” en el disefio de la at eee categoria de formacién econdmico-social como conceptualizadora de las etapas cualitativamente di- ferentes de la evolucién social En la distribucién autoritaria de valores societarios escasos - siguiendo la connotacién consensuada de David Easton- Engels examino la multiformidad de las relaciones sociales entre las cuales destaca cuali- dad-cantidad, geografia e historia, cultura y tradicién, raza y etnias, religion y creencias, guerra y paz, clen- cia y técnica, de lo que no se abstrae al examinar los fenémenos politicos, por el contrario, pesan en el ca- mino hacia la busqueda de {2 relacién entre economia y politica. Por supuesto, su momento trascendente respecto a la reflexion cientifica de ia politica s¢ mani fiesta en el movimiento de ia sociedad y el desarrolic dela industria, en particular de ia industria de gue ho en trabajos anteriores, sus conc cimientos mutidimensionaies “ie permitian etender forma directa los acontecimieritos politicos en Dir marca, Belgica, Suiza, Suecia, Bohemia, Moraivs Austria: pera dicho ::niverso cognoscitive no le impic! reconocer e! hilo conciintor que, er. fo profundo, unidad a dichas diferencia e las relaciones sociedad -estado, sociadad civil-est ca-poliiica-cerecio"°, ademas Come hemos 1998 42 priorizar el examen de comportamiento de los parti- dos de Espafiae Italia, con nfluencia anarcoide en el movimiento obrero. A pesar de la base cientifica que Engels atribuia al andlisis de los fendmenos sociales, daba a la politica en sus momentos climax, uncaracter mas bien de arte, fo que expresa al valorar a la insurreccién como un arte: “lo mismo -plantea- Que la guerra o cualquier otro tipo de arte, esta sujeta a ciertas regias que, cuan- do se les olvida, ocesionan la ruina del partido que no las respeta, y ia insurreccién como {a guerra eran formas expresivas de fa politica Esta, la politica, era en consecuencia, un tipe de arte, con variadas expre- siones esiéticas, conforme suictos y situaciones” " También, més adefante, se sefaia que “De lamaleza inextricable de! conjunto de 'os fendmenes sociales e interaccio: 0 en su vida como.en su obra, Engels concentré atencién a la esfera del de fe cultura y de fe d_ més que Marx, pre. ea is megateoria comnieji- cisament: fundacion dades compe perder ©; cuccr historia er Naturatezs ombres, sin nclon de la 43 Engels trato un asunto, relativamente nuevo en|a Cien- cia Politica, el de la cultura politica y su formacién. cuestién absolutamente historico-concreta y que ade- mas, se vincula directamente con la conciencia poli- tica, aunque difiere de ella, pero que en ambas, pesa a subjetivizaci6n de factores subjetivos que conminar: aun determinado comportamiento politico Para nosotros, Engels consfituy6 un eslabén necesa fio, y ala vez, transicional, en la formacién de elemen tos fundacionales de una Ciencia Politica no exch: yente, sino verdaderamente globalizada. Sostenemos nuestro criterio de que come cientista politico, Engels aporta a la Nueva Ciencia Potitica los siguientes ele mentos constitutivos: a) Trabajé con ia politica como 1s nivel relativamente independiente y avanz6 su papel supraestructura decison b) Estabiecié vinculaci dad, entre grupos politicos e intra Cones! ‘erencias de orden es entre el estado yla socie o 46 de administrativas en politicas, aunque condiciond su existencia a otro tipo de sociedad f) Explicé las reglas de la insurreccién y enuncié las de la guerra. g) Esclarecié la interaccién entre la politica y las poli- ticas puntuales Nunca pretendié el distanciamiento caracteristico de los cientistas politicos occidentales, sino hizo claro y evidente su comprometimiento con su partido y con et metasujetos al que dedicé su vida. Para mi, no exis- ten dudas de que esta posicién confesa no implica que no cualifica entre los cientistas politicos, por el contra- rio, constituye un elemento valido, a! no pretender una neutralidad y una posicién suprapartidos imposible en una sociedad altamenie difersnciada. Engels ensenia que los referentes reales condicicnan, en Ultime ins- tancia, las refiexiones mediztorias. Por ello, y por ha- ber valorado ia reiativa independencia del nivel politi- Co, € inciusive, su caracter decisorio sobre la socie- dad en determinados momentos, ina contribuido a ia constitucién de una nueva ciencia politica que deman- dan las recién estrenadas complejas situaciones de los inicios del tercer milenio. Con la globalizacion geogratica, histérica, econémica ¥ politica iniciade cor Colén, a América se trasladaron las ideas, oc mas y sistemas poli en Europa, aigunos con ten- ny, otos, incipientes, a los 48 cuales, la propia América serviria de sustrato mate- fial, pero a su vez, esta aportaria concepciones ya olvidadas en el viejo continente, que adquirian el valor de lo totalmente nuevo y futuro y que tuvo su asiento tedrico en las Utopias de Moro y Campanella Como dijimos “las grandes figuras de la cultura decimonénicas manifestaron una interrelacion estre- cha entre la filosofia y la politica, fo cual peculiarizaba no solo a su devenir, sino asimismo at acontecer de los paises latinoamericanos, es mas, la politica tendio a erigirse en preeminente como respuesta a las ur- gencias de las emancipaciones y de la permanencia de Cuba como colonia de Espaia Reformismo, anexionismo e independentismo tienen como comun denominador: a) Es una respuesta politica a la situacion socioeconémica existente, que se vincula con ios principios de las revoluciones surguesas norteame- ficana y, en p: sa; con jas luches de liberacién latinoamericenas, 2ero se neculiarza cor larelacion de Cub: tos portadon se pretende buscar la experiencia de lo mejor, no obstante, ello posey6 un caracter transicional ¢) Lo comin en los pensadores de la época, a medi- da que la antitesis entre los portadores de dichas corrientes devenia més aguda, era fa reflexion politica Incluso hubo algtin criollo que se destacé en los medios europeos como cientista politico d) Después de la implantacion de la pseudorrepublica, el anexionismo no se elimina completamente. subyace, a pesar de la preeminencia creciente del independentismo, a pesar de la frustracién que sufrié e! pueblo de Cuba al constituir “objeto” del Tratado de Paris entre e! viejo imperialismo colo- nial y el emergente neocctonialismo, y se favorece por un pregmatismo politico que utiliz6 el aparato escolar. alin en contra del papel concientizador Patriético del profesorado cubano Marti avizora cl papel hegeménico que se reservaba Estados Unidos en reiacién con “Nuestra América” llama ta atencién su temprano conccimiento acerca de que ef proceder econémico y politico dei hemisfe- Tio occidental tendia_@ caer bajo la dominaci6n eco- némica y politica de! imeerielismo norteamericano. y alertaba a ios sueblos contrs esa dominacién a partir de su exnerienciz persona’ y no s¢io con su discurso no COP clones politicas De “Catto Bernat Piayor a7 ahi que concediera una excepcional importancia, en tanto lider de la Revolucién de 1895, a su participa- ci6n directa en el combate. La dialéctica politica martiana, a partir de la situaci6n conereta y, a la vez, mundial de Cuba, objeto de milti- ples apetencias de las grandes potencias, lo lleva a descubrir la necesidiad que para la liberacion de Cuba se requeria de: a) una politica de unificacién que cul- mina en la formaci6n del Partido Revolucionario cuba- no donde se conciertan los militares, combatientes de las guerras por laindependencia, desterrados, exiliados por causas diversas, servidores revolucionarios, es decir, fuerzas politicas, b) la tarea que asume el Parti- do de “preparar la guerra que se ha de hacer para e! decoro y bien de todos los cubanos, y para entregar a todo el pais, la patria libre"'® Esta tarea no se conclu- y6 por el Protectorado impuesto por Estados Unidos la constriccion constitucional representada por la En- mienda Platt y el subsecuente enclave colonial consti- tuido por la Base Naval de Guantanamo. Por su tradicién reflexiva sobre la politica, la intelectualidad cubana se encontraba en las mejores condiciones para un abordaje de los fenémenos des de la Ciencia Politica, no obstante, fue el Derecho Publico el que asumié el reto, tanto en un sentido po- sitivo como negativo. hecho no privativo de la socie- ‘+ marti, Josh, Obras Completas, Editorial Nacional de Cuba, La Habans 4969, € 12. pp 168-170 , particularmente, cuando esta ultima se ca- iba por su ambigdedad. En Cuba, con una temprana aprehensién del marxis- ~pareja a la ocurrida en los grandes palses de! ‘Sur y precisamente, a partir de la reflexion de : pero a la vez, dificultaba el tratamiento de las 1es politicas como una variable independiente, or tanto, con el desarrollo de una disciplina con lad propia comola Ciencia Politica. En ese sen- iteoria de la ucha de clases en el ambito de la for- social hasta las medidas politicas de la demo- revolucionaria. No significa que no haya elementos de cienci: Bis cn is ces ecororeae yn rtexiongs de filoséfico, e incluso mas estructurados, por ejem- en la obra de Blas Roca, “Los fundamentos de! 0 en Cuba”, ni que no se tratasen los asun- Politicos, pero como parte de los andlisis y proce- de la politica: pero la sistematizacion que per- la busqueda de tendencias se encuentra por ela- La identidad sustantiva del nivel politico reco- nocido por la filosofia marxista no ha encontrado su reflexion y metarreflexion que permita pasar de la mayor abstraccién al nivel de los comportamientos. La herencia politica progresista del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX donde se destacan Mella Martinez Villena y Pablo de la Torrente Brau, todos marxistas-leninistas, y asimismo Guiteras y Raul Roe se sintetizan en el documento programatico “La Histo ria me Absolvera” que expresa el estadic de la forma cién de la cultura politica, la conciencia autoconciencia nacionales, asi como sus proyeccic nes y perspectivas. En dicho Documento, es nuestrc personal criterio, se integran elementos de la clencie politica y del quehacer politico de su autor. Como ha sido varias veces planteado por nosotros lo largo de mas de treinta afios, la autodefensa de Fide marca una ruptura de conjunto con el pensamient: politico y floséfico burgués de la repiiblica neocoloni- en el plano social, revitaliza la concepcion martian sobre el papel de la revolucion en la liberacion de Cub y resuelve con un enfoque materialista en flosofia realista en politica, los problemas gnoseolégico ‘ontolégicos y axiologicos que constituyen el fundame to tedrico-general de su analisis social. La probleme ca politica adquiere una nueva dimension ya que es * discurso cualifica como Programa de accion y cot expresién de la politica en tanto expresion tedrica andlisis posee la virtud de ascender al nivel de cc 50 duccién del comportamiento de! Movimiento que en- cabeza y progresivament iene pi eenera te, de las masas populares i Bernal fue considerado, un pil d io, un pilar de la ciencia politi- ca europea en al siglo XIX, corespondié, en oe oar aul Roa =e calfcatvo de primer teérico dela ana, con especial cualificacié los desarrollos mundiales ‘apoltica Pero : ela teoria politica i el primero se autotulaba de esparioleubane y dese, nok su actividad en los medios europeos, queue gn contacio con os cubanos, inland entre ellos a Marti, $0 de Roa, conjugé el ejercici la politica, luego fund: iments Eanes ea & po lu lamentalmente, e! andlisis Cientista politico y una practica politica | indie ica politica progresista au nel senode un gobiero compo, para reaizarse de cuando alcanzé el nun cative de “Cancilor de a Digridad’ al ente de taco fa Digniciad” al fr i. tica exterior de la Rev ‘Enuperels olucion Cubana. Ei i de cientista politico, de: criversitaias, no , desde las aulas universitari : versitarias, n pudlo aprovechar lo que ellennismo ofreca a deca. ilo de una cencia potica cuyo objeto principal de fatucio constiuria el andliss de las sociedades {neclonizadas y de sus intervinculaciones con ios le poder imperialistas, asi como las profun- das i complejidades que plantea la realizacion de un Proyecto socialista. Latradicion civil 2 aicibn Civilista y constitucional cubana de la que Paiste las constituciones mambisas y la preocu- los proceres de la Patria por la correcta or- 51 >i | ganizacién politica de la futura Republica, muestrar las inquietudes acerca de la reflexion sobre la relacior interna de gobernantes y gobernados, por el ejercicic de la democracia -siguiendo la tradicion occidental - pero ya en su tiempo, se vieron obligados a priorizar |: contradiccién existente con la metrépoli, y posteri mente, con la politica del Estado norteamericano he cia Cuba. En efecto, mientras exista una contradic cién externa con el caracter de principal, ta cienci: politica cubana, asi como cualquier analisis desde € Tercer 0 incluso, desde e! Cuarto Mundo, tiene qu tomar en cuenta, de modo priorizado, como hecho ci tifico, las pretensiones de dominacién econémica politica que tratan de ejercerse sobre su sociedad. Es constante basica de hecho precondiciona un exame objetivo del sistema politico de la sociedad en cues tidn. ‘Somos coparticipes de la idea de que en el subsisten de las ciencias sociales, la ciencia polltica ocupa, « esta coyuntura del transito entre dos siglos- en | cuales, la politica puede incidir de modo decisivo, la supervivencia del hombre y del planeta -, un Iu preeminente, entre cuyas razones noes la de me: importancia la propuesta leviatanica de_un preter gobierno mundial y la existencia de una emerge’ : sociedad civil internacional en la cual los individ. $ son sustituides por sujetos corporativos cada vez tr abstractos y de reducida dimensién real. 52 lll. UN PAPEL FUNDACIONAL PARA UNA CIENCIA POLITICA ALTERNATIVA Si el proyecto socialista ha sido la alternativa surgida en el seno de la modemidad a la realidad econémico- politico objetivada del capitalismo en su evolucién des- de el antagonismo con el sistema cerrado feudal has- tala situacién de pérdida de sentido en su renovacion tecnolégica tardia, habria que buscar cuales puntos nodales han estado presentes en el marxismo que adquieren un cardcter fundacional en relacién con un enfoque diferenciado del extendido pensamiento tni- co del sistema hegeménico prevaleciente. Es por ello ~contrario sensu de lo que plantean la mayoria de los tedricos unificados —sin excluir a los marxistas - es mi criterio que hay que volver a leer a Vladimir llich Uiidnov. En la compleja gcadtica 0 cosmética? apertura del siglo XXI"* la autora trata in extenso sobre este asun- to, a pesar de que Lenin ha sido punto de mira para fildsofos, cientificos sociales, y para los politicos pro- piamente dichos como un antagonista no sdlo vigen- te, sino vivo, De haber sido el autor mas traducido y Publicado del mundo ha pasado mayoritariamente a ae los paises del antiguo “sistema socialista 7 ial” y, en otros, cuyas fuerzas de izquierda iden- ican al leninismo con el! stalinismo. Aunque Marx hi ; sufrido en su dimensién y valoracion en el proceso de *pérdida de sentido de los comienzos del siglo XX!" y, de modo particular, por su condicionamiento y, en cierto modo, comprometimiento con la modernidad, como trabajo de modo fundamental en elcampo dela teoria general y de las teorias econémica y social. puede ser un “abuelo” para los cientistas sociales de hoy, disminuido en sus concepciones sobre leyes regularidades y metasujetos, mientras que a Lenin se ha intentado borrar del pensamiento filoséfico y politi- co, Es mas, aquellos intelectuales que, quiza por des- conocimiento, 0 aceptan sus conceptos 0 llegan & ellos, como le pasé al jovencisimo Marx al caer en las primeras proposiciones de la teoria de Hegel, cuando conocen de la paternidad de los mismos, s@ arrepien- ten o se alejan del primer sustentador de dichas ideas. Noes facil pues, pedirque Lenin sea releido con mayor neutralidad, lo cual revelaria muchos aspectos aun no explotados de su obra. En el campo de la Ciencia Politica, el papel de Lenir respecto al marxismo puede calificarse de fundacione! En efecto, ningin antecesor, con la inclusion de Engels liegé a través de diversas mediaciones desde la dine mica entre las relaciones econémicas y otros vinculo: en el seno de la sociedad civil hasta el Estado, lo instrumentos mediadores constituidos por los partidos las instituciones, las formas espontaneas y sistema tizadas en que de forma individual y grupal se man fiestan, las costumbres, las tradiciones, las normas m rales, los sentimientos estéticos, las psicologias, * relacién hombre-naturaleza, y de modo sintético, a 84 nar todo ello en las acciones politicas, los comporta- mientos, las culturas, las conciencias y las motivacio- nes de los hombres Lenin fue el agente politico decisorio en el surgimient de la bipolaridad entre un sistema historico social que contaba cerca de cinco siglos y el planteado or Max como su necesario sucesor, lo cual implicé cambio: reales y conceptuales, Se estrenaron nuevos conce| 7 tos que, ain a pesar de la hegemonia poltico-miltar actualmente existente, y aunque en extremo constre- ftidos por la tendencia refleja constituida por el pensa- miento Unico occidental, pesan en la cultura politica de paises periféricos, distanciados sus referentes rea les de los dogméticos moldes de historias econémico- sociales esencialmente diferentes. i ts evolucién dei capitalismoes no sélo sintetizado por Lenin desde sus eseitos econsmicos de a década de Cantarens y a su culminacion en El desarrollo det huicl del det en Rusia —donde avanza la tesis de la rup- {ura de! sistema por su eslabén mas débil-, sino que os cla precsamente cuardo la polatizacion de os. £8 Planteaca por Marx corrienza a modiicarse en el Sfpge de aarurar aun pequefio numeios de paises sites yla mayor dea pobiacién mundial que io leva Scambler a consigna del Manifesto Comunista por a letarios y pueblos oprimidos del mundo, unios” Al incor cole OTaT @ las masas populares de los paises s en el concepto de nuevos agentes de la his- 55 ieee 1 toria, introduce un cambio esencial en la valoracién de la conduccién y participacién en los sucesos politi- cos, que obliga a tomar en cuenta la intervencién de otfos sujetos en la reflexion politica, caracterizados por su heterogeneidad y posibilidades de consuncién con estructuras con mayor experiencia en la esfera politica, Dicha creaci6n leninista ofrece una originali- dad metodolégica para la Ciencia Politica, constitui- da por su necesaria dialéctica, en el sentido de consi- derar no solo los elementos estructurados para la in- version en el poder, sino también aquellos que se plan- tean otros objetivos macrocondicionados, como son la dominacién de la metropoli; pero que al asumir e! gobierno se veran obligados a pensar en nuevas for- mas de gobernabilidad que no existen en las socieda- des simplificadas que siguieron la historia de Occiden- te, que buscaban la estabilidad de sus territorios na- cionales sobre fa base de la dominacién y el desorden. de las tierras colonizadas y neocolonizadas Sabemos ademas que, Lenin operacionaliza el con: cepto de clase de Marx en "Una gran iniciativa’, develar sus condicionamientos y jerarquizaciones 2 interior de las relaciones econdmicas e incluso de ser timientos como la simpatia. En dicha obra, considera da como la contentiva de a) la concepcién del trabajc voluntario en la sociedad de nuevas caracteristicas. : b) la asuncién de una conceptuacién de clase diferer te a la expresada como un todo conjunto y flexible po Marx en “El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte Sobre este Ultimo asunto, los analistas que tomar 56 partido por Marx, precisamente por lo que conside- ran.una suerte de pragmatismo economicista en Lenin, olvidan que toda la obra se dirige a valorar los senti- mientos y conciencia por la sociedad futura de los obre- ros rusos. De todos modos, es cierto que el concepto de Lenin de clase se operacionaliza en dicha obra, lo cual valoramos, no con la disminucién de la connota- cin que hace Marx en “El dieciocho de Brumario de Luis Bonaparte”, sino como dos niveles, este ultimo con un sentido filos6fico, el de Lenin, en la esfera de la cognicién y del comportamiento politico, Enla base de los planteamientos leninistas se encuen- tra su analisis cotidiano del poder y de las relaciones de los sujetos grupales y de los individuos en relacion con las vinculaciones establecidas por el estado, con- siderado a la sazén como la estructura esencial del poder. Su evaluacién de la organizacién autocratica del zarismo, por otra parte, corroido por la penetra- cion progresiva de las relaciones economics capita- listas hace que considere incperante el papel, funcio- nes y formas organizativas de los partidos socialde- Mécratas europeos, incluso el modelo per se, el Par- tido Obrero Socialdemécrata Aleman. Este concen- traba las demandas sociales de los obreros e incluso, habia alcanzado una votacién cuasi insuperable para Un partido clandestino; pero las salidas que propugna- bano convenian a la situacién rusa. En el seno de los ™arxistas, Lenin lucha por ofrecer una solucién dife- Tenciada contra el pensamiento consolidado de la Sirigencia del Partido alemn para los marxistas euro- 87 peos. Parecia un grave atrevimiento del creador de! Partido bolchevique; pero Lenin que alcanzé la madu- rez antes de los dieciocho afios- como la objetividad de sus posiciones, incluso ante situaciones emocio- nales serias y profundas- demostraba que las concre- ciones de la heterogénea e hibrida sociedad rusa as! lo reclamaban de una parte, en particular, de la rela cién estado-sociedad, y de la otra, que el centro de! movimiento obrero mundial se habia movido primerc de Inglaterra a Francia, de esta a Alemania y de Ale mania a Rusia, con lo cual se marcaba un sistematice rumbo hacia el oriente, que se continuaria a posteriori Hasta la Revolucion Cubana, este rumbo no cambia- ria. En ese sentido, practicamente, Cuba marcha en contra del sentido de las agujas del reloj histérico {Cuales serian los fundamentos de dicha ruptura, de ese retorno a Occidente? Seria un asunto a analizar con profundidad Lenin, ante la pérdida de sentido que parece cualifica’ el fin del siglo XX y la apertura del XX! comenzarie por replantearse los problemas, conforme a su meto dologia de fines del siglo XIX, lo cual implicaria ur minucioso analisis de los problemas globales globalizados, econémicos y politicos mundiales, regic nales, y a nivel de estados y naciones, nacionalide des, municipalidades, macro y microgrupos sociale intraclase y de conjunto, los intermediarios politice entre las demandas sociales de los grupos politicos jas salidas del poder. el papel de las instituciones tre 5B dicionales y las nuevas, con prioridad para las organi- zaciones no gubemamentaies, el redimensionamiento de los estados y la formacién de nuevas fuentes del Derecho, el surgimiento de uniones supraestatales, el nuevo papel para el que la Iglesia Catélica ha lanza. do su candidatura desde e! seno de la sociedad civil internacional, las turbulencias que origina el compor- tamiento de los grupos fundamentalistas, religiosos 0 fo, yno por ubicarla en vitimo lugar en esta enumera- cién que podria parecer, no sabemos si cadtica o cosmética, la no menos importante Organizacién de Naciones Unidas y sus antinémicas tendencias, el hobessianista Consejo de Seguridad y la democrati- zacién que piden los paises mayoritarios de la Asam- blea General. Este camino, como hemos dicho anteriormente, se ha estrenado con anterioridad, es cierto que ante so- ciedades menos complejas_y diferenciadas que las actuales, pero también de menor comunicacion, rapi- da diseminaci6n y socializacion. A pesar de las for- mas comunicativas de la época, Lenin pudo evaluar de conjunto e! movimiento obrero y llegar a la importantisima conclusién politica de que con los nue- Vos escenarios surgian nuevos agentes de la historia Blurales y por ello, con objetivas diversos, persegui- 10s por variados medios de lucha a valora positivamente la desorganizacién y falta Ge estabiicad que causan los populistas en el sistema ‘ocratico ruso, aunque antagoniza con la ideologia 59 anarquizante de conjunto, porque ante el imperio zarista se haria necesario buscar una respuesta alter- nativa equivalente, un organismo capaz de compor- tarse profesionalmente y tomar decisiones firmes y, 8 la vez, flexibles, en un plazo breve, para dirigir el com- portamiento politico de los obreros y de los que serian sus aliados. En relacién con las masas de los paises colonizados y neocolonizados como nuevos agentes historicos, en el Ambito filoséfico y social, Lenin considera que de- ben devenir en clase politica, término que se ha redu- cido en la ciencia politica occidental para nominar sélc alas elites dirigentes. En ese propio sentido hay que evaluar el papel que reconoce que jugara el campesi- nado, influido por un referente real condicionante er la Rusia que le era contemporanea, donde su pesc era el mas importante, hasta el punto de que, a pesa de los 10 millones de obreros que habia en los prime- ros 15 afios del siglo XX, dicho pals se considerabe como campesino. La posibilidad de reflexion cientifica sobre las relacic nes politicas de Lenin se demuestra en la gran tarez que se impone de desterrar el trabajo * de aficionade del militante revolucionario y transformarlo, lo qu: implicaba interiorizar la cultura politica que se disem aba y hacerla devenir en conviccién y concienci politica progresiva. Consideraba como elemento fur damental develar la funcién del actor social princip: de la época y vincularlo a los movibles escenarios & 60 que se desempefiaria en el cual los agentes politicos podrlan variar. Por ello, Lenin valora incluso hasta el papel que desempefiaron en un momento dado los esquiroles. Las mediaciones necesarias a {a ley filoséfico-social expuesta por Marx en la Carta a Weydemeyer de 5 de marzo de 1852, "las contrae Lenin a pautar el com- portamiento de individuos, estratos y grupos al interior de las clases, de las clases en su identidad y al con- junto de clases ante situaciones y escenario determi- nados. Utiiza el método comparativo para afirmar, distinguir, determinar y peculiarizar las particularidades, heterogeneidades y caracteristicas del movimiento obrero ruso en relacién con el movimiento obrero eu- ropeo que utiliza como modelo o paradigma. Esa ca- racteristica de la comparacin en la ciencia politica como en toda ciencia, toma siempre un supueste ideal, que realmente se distancia de lo real. En el caso de Lenin, le era imprescindible politicamente, porque en tanto lider politico se veia cbligado a proponer otras estructuras, funciones y estrategia para la politica in- surgente risa que contradecia la tradicin europea asentada en la cultura politica socialdemécrata de la época. Posiblemente, ello sucede también hoy con los cientistas politicos occidentales que toman la linea Obras escogidas en un tomo, Editora Politi: La Habana, 1963, p. 748 61 Hobbes-Locke-Montesquieu-Rousseau-Tocqueville como un pensamiento que debe modelar las organi- zaciones politicas a nivel planetario; pero si ello ere imprescindible para el politico Lenin, para el cientista Lenin, le era perfectamente evidente que se compara- ban dos respuestas politicas que no constituian alter- nativas para los sistemas politicos a los que se opo- nian. No obstante, habia puntos comunes, a un macronivel que podriamos resumir en: a) el desarrollo del capitalismo en Europa y la verifica- cién o no de su extension a la Rusia zarista anticapitalista (feudal-burocratica), b) la transmision de la cultura politica socialdemécrata, en particular, ¢ marxista, a través de los circulos plejanovianos, ¢ las caracteristicas del macrogrupo de obreros rusos - desde su cuantificacion empirica -, crecimiento del pro letariado industrial y aumento numérico de los circu: los obreros asi como la progresiva utilizacion de ie huelga econdmica y politica como medios de lucha modeladas por la socialdemocracia europea. La utilizacién de la comparacién ofrece dos evidente salidas: 1°. Son situaciones distintas que la compet: cion afirma y cuyas similitudes se basan en un inte- rés politico, 2*. Estas situaciones demandan un macroandlisis, al nivel de totalidad social, lo cual im- plica la elaboracién de un modelo de mayor grado “¢ globalidad y complejidad por la concurrencia de fact~ 62 res nuevos hibridados con los existentes, asi como un analisis de mayor concrecién ante cada situacién, par- ticularmente, en el nivel del comportamiento y de las. acciones politicas. Hacia 1900, predice que el movimiento ruso llega a una época de agitacién y explosién, y busca el modo de convertir lo que llama “tormenta esponténea” en un movimiento consciente del proletariado a la cabeza de todo el pueblo, ya que diversos elementos tales como la desorganizacién detas manifestaciones obre- ras, la no jerarquizacién de sus reivindicaciones don- de se entremezclaban las de contenido solidario inter- nacional con las pequefias mejoras locales, le permi- ten avizorar hasta dénde son capaces de llegar los obreros por si solos. Por otra parte, Lenin examina la estratificaci6n al inte- fior de las clases. El sentir cuasi undnime extendido a la clase por determinadas reivindicaciones es un buen punto de partida para una estrategia para todo el pro- letariado, ademas de que la tactica se indica precisa- mente por la atencién a aquellas demandas no reivin- dicadas que incorporen nuevos grupos a las acciones Politicas, lo cual requiere una conduccién adecuada. Segiin Lenin, la clase obrerarusa reproduce lo univer- Sal del comportamiento de la clase, junto con sus esPecifcidades, por lo que los fines generales de la ‘Ocialdemocracia tenian que ser mediados por objeti- tenis 08 tdcticos concretos y a través de mecanismos apro- Piados. 63 aay ““SS555 Los andlisis econémicos de Lenin muestran en forma evidente su significado e intencién politicas. Sus analisis sociales se basan en el estadio de las rela- ciones econémicas con un fin inmediato: la busqueda cognitiva. de las raices de las conductas politicas de las capas, sectores y grupos para actuar en conse- cuencia. Lo politico es una constante en su obra, come conocimiento y conduccién, en cierto sentido, podria mos. calificarlo como medida de todas las situacio- nes, con|o cual, funcionaria en la sociedad que le fue contemporanea al creador del primer Estado altemati Vo ai sistema mundial del capitalismo como variante independiente. En los afios 1895, 1896, Lenin habia propuesto ure primera respuesta al “,Qué hacer?" de la izquierd= fusa con un proyecto de programa que transforma: los circulos socialdemécratas, con un sustrato ideol’ gico similar, pero de comportamiento ménadico, s° bre la base del analisis historico dei movimiento de te hechos y sujetos politicos -macro y micro- en un.in trumento unitario, capaz de estructurar como una fue za de poder multiplicado, fa actividad de las clase capas, sectores, grupos, individuos. En dicho andlisis, pone en evidencia, las limitacion» politicas de ios sujetos actuantes, resultado desu pio status y cultura politica, en funcién de: a) su co: titucion, b) la necesidad de que vinculen sus prot mas a los asuntos del Estado, lo que cualificari: cultura politica, c) lo imprescindible de que en su» 64 tura politica se afiance ei hecho de i que cada estado es una dictadura y de que para mejorar su situacion es necesario “una revolucién politica’ que sustituya la eel de la burguesia por la dictadura del proleta- riado. La estrategia de comportamiento de la clase obrera rusa se fundamenta en la formaci6n de su conciencia de clase sobre la base del incremento progresivo de su cultura politica a partir de sus comportamientos Politicos, Para Lenin, la conciencia de la clase obrera = que consideraba que se formaba por los siguientes elementos: conocimiento del papel del Estado en la lucha de clases, el valor politico de la aprehensién de las contradicciones entre todas las clases y esferas de dominio societal y la direccién de las coyunturas conflictuaies con la proyecci6n del desarrollo de la re- volucién- importada desde fuera por el requerimiento sistamdtioo de analisis complejo que implicaba develar 7 inismos: Mediatorios entre las actividades po- {eas espontaneas de a dae y as tareas estatégi se veni 6 facta, ase venia comprometida por la proyeccién — se le conoce por su exigencia de producir un rer conereto de la situacién concreta: pero asi maine abria que calficalo como un teérico de la 7 nen filosofia politica y en su concrecién 'ayor en la ciencia politica. Al i vera" al poder politico a masas trabsjadores que ‘Sian en otros patrones objetivos ~nivel de desa- 65 7 “ Ver Fung, 1 fotallweme ve fnsam Haklarl: Uniter ya da Antin Bir Hiskt ii?" en ot libro 80 yillik deneyimlertn Isiginca de la Univers* Hacettepe y la UNESCO, Ankara, 1999, pp 245-260. tanto, no es al individuo en tanto tal, sino aquel que pesa 0 no en as relaciones de poder. Por otra parte. con la desiocalizacién del capital, el individuo pierde su vinculacién con un colectivo que le permite inte grarse y oponerse al variar la funcién del estado en su posible defensa, El individuo deviene hombre suielto més que nunca antes, A dicha globalizacisn libertariana o neoliberal tiene que responder una res. puesta también globalizadora, de signo contvario, y con formas creativas nuevas Respecto ai hombre en tanto ser humano. la globalizac.s:s nesisveral tiende a ser antinémtica, lo que demanda la elaboracion de una politica publica globalizadora desde fos grupo: de mteres, de los sec tores y grupos socales, de movin ios sociales y ambientalistas que tengan como punto comin la na turaleza en sus manifestaciones varias, enire alias fundarentalmente todavia, atural globatizacién tiene que progresivs jar sus isdos zabumens 13 nante tender a ds jalivOs Dare que Io unitarie de sus. 08 ua bale la especie y rativo los intereses ue ie borar una respues indisoluble de tos de: 1 humanos, tama Unica y, Por lo tanio, ia defersa de un grupo de derechos no S6lo no exciuye le defensa ve los demas, sinu que todos se encuentran vinculados, es mas, su jerarquia interna implica que el ejercicio especifico de los dere 99 he UP ips Sous Sue representen ayor'a atisuiuia ci planeta ea comp /_ chos humanos individuales, los mas reconocidos, im- plican la satisfaccion aunque sea minima de otros que devienen de forma diacronica, su base. La existencia de una conciencia ecolégica, resultade de nuevas relaciones materiales entre la sociedad y ta naturaleza, entre el factor humano y su, hasta ahora objeto de trabajo, al cual traté de forma fundamentai- mente utiitaria, implica el pensar la formacién inéaite de politicas piblicas que responda a las necesidades reflejadas por dicha conciencia y alas contradictorias relaciones intersubjetivas que se crean a escala glo bal, regional, local La extension de la conciencia ecoldgica no ha logradc ~y consideramos que aun tardara bastante tiempo er lograrlo- en universalizarse por su imprescindible con taminacién con intereses de macrogrupos » microgrupos sociales, lo cual hace, en mi opinion, pr una parte, mas dificil el acercamiento cientifico a ' relacién sociedad-naturaleza y, por otra, aporta ciert esclarecimiento en el campo dei medioambientalisi” sobre el hecho de que la situacion objetiva de ios g* pos, capas y estratos sociales, é incluso, o mejor cho, principalmente, de las elites mundiales, infl: de forma decisiva en la diseminacién de Ia cult: ecolégica y de su interiorizacin en conciencia, U modo de contribuir con eficacia a preservar e! ento’ naturat que pasa por el cambio en fas relacior intersubjetivas. 100 ‘Aunque sin pretender abstraernos de la polémica de los llamados eco-marsistas ortodoxos y marxistas hu- manistas, en la cual nos inclinamos sin rubores a la posicién sostenida por Howard Parsons, ” si conside- ramos que se hace imprescindible no sélo una sinte sis entre el socialismo y el ecocentrismo, sino, que desde el punto de vista politico, esta pasa necesaria- mente por un didlogo de los “verdes” y “rojos” y que, sin menospreciar el valor cognitive y heuristico de ambas posiciones, el objeto real de ambos tiende a hacerse comin en tanto en cuanto la naturaieza es conciencia en el hombre y este es un elemento biodiverso de la misma que posee una cualidad cognitiva y valorativa atin en fa mas acusada razén instrumental- que la naturaleza no puede perder, sin negarse. Alrededor del corte epistemolégico que se planteé entre el joven Marx y el Marx maduro, det que fue Althusser Su principal sustentador y que se retoma en relacion con la ecologia, me parece que no es ocioso recordar el papel que Marx otorga a lahistoria en “La Ideologia Alemana” por una parte, y por otra, el hecho constatable de que la unidad de la sociedad y la natu- faleza se encuentra presente en toda su obra. Si es Gierto que en su juveritud buscé la humanizacién de la naturaleza y del hombre mediante la recuperacion de los sentidos®, la teoria marxista en su conjunto ‘Marc and Engels on Ecology Westport Conn; Greenwood Press, 1978) ™ Marx, Carlos, "Manuscritos economico-flos6iicos de 1844” en Escritos ‘conémicos varios, Grijatbo, Ciudad Mexico, 1962 101 /_ concibe al desarrollo humano como un proceso histé- rico-natural y en su sistema conceptual se encuentr la huella de esta unidad; por ejemplo, en categorias come la angular de formacién econémico-social que no oculta su pasado geoldgico ni, como plantee Enzensberger ™ ni la referencia biolégica en la com posicién organica de E Capital. No obstante, cuando Marx estructura las diversas for mas de la conciencia social no incluye la ecologice entre los macrorreflejos de las relaciones materiale: sociales, lo cual lo hace consecuente consigo mismo al no anticipar problemas que no habian alcanzadc un grado de madurez real. Por ello, los utopistas sor mas referenciados que Marx por sus anticipaciones. El hombre es la Unica especie que puede conocer si origen, precisamente en su presunto contrario, y, ale vez, "saber" a este. Ahora bien, este conocimiento nc se impone sin lucha teorica y practica. Esta lucha nc se inscribe s6lo, por supuesto, en el plano cognitive también en ella ocupa un lugar decisorio la activida: del hombre sobre su entorno en funcién de su propi: supervivencia, El hombre ha trabajado con la natura leza como su objeto, ahora se le plantea, trabajar par ella en tanto un sujeto respetable. Estas interrogante estuvieron presentes en el pensamiento de Marx Engels, tanto en Ei Capital como en la Dialéctica de » Enzensberger, Hans Magnus: “A Critique of Political Ecology” en Benton (ed): The Greening of Marxism, The Gullford Press, Nueva Yor Londres, 1998 102 Naturaleza, es de notar que ambos insisten en el per- juicio ecolégico que significaba la tala de bosques de Cuba. Los asuntos ecoldgicos no habian alcanzado, en el orden cognitivo sistematizado y empirico comin las dimensiones que harian extender esos conocimien- tos y la actividad preventiva consecuente. No es hasta avanzado el siglo XX que las cuestiones ecolégicas comienzan a ser patrimonio de numerosos grupos. Por supuesto, su acercamiento ha diferido segun las culturas, tradiciones y, en primer lugar, las necesidades.. A medida que el hombre se afirmé como identidad sustantiva frente ala naturaleza comenzo a asumir una actitud antropocantrica que no se ha per- dido hasta hoy. De ia integracién sincrética de las co- munidades primitivas, al pasarse a las diferenciacio- nes sociales, la mayoria de los hombres fueron cosificado en las mentes de los grupos dominantes e indiferericiados de la naturaleza, a pesar del hecho de que se hace progresivamente indudable que el estado ‘objetivo de un sujeto no puede librarse, en ultima ins- tancia, de su condicién natural. Hoy, cuando se extiende el conocimiento del peligro de la afectacién irreversible que se causa sobre ia naturaleza y su sistematica extension y sus consecuen: cias en la especie humana, esta también lucha por sobrevivir hombre a hombre y ya no por necesidades on acusado caracter artificial, sino respondiendo a Necesidades primarias. Porque la especie humana, en tanto naturaleza, necesita reproducirse 103 -/_ continuadamente, hombre a hombre y de modo am pliado. Eso es lo que sucede en los paises subdesa rrollados; para esta mayoria poblacional el hecho d- que la especie humana aparezca en los programa: matematicos con una vida no superior a 8 000 000 de afios en nuestro planeta carece de significacio: vivencial. Como se sabe, el pensamiento relativo a la necesidac. de una racionalidad ecolégica también ha sido un re sultado del pensamiento moderno, precisamente ant: la irracionalidad que condicioné el despilfarro en la uti lizacion de los recursos materiales, en un principio re feridos a la naturaleza, excluido el hombre, para des pués incluirlo como su causa principal y el mayor re ceptor de sus efectos. La conciencia ecolégica surge en un momento de desarrollo social, cuando los Problemas de la relaciot sociedad-naturaleza-sociedad o naturaleza-sociedad naturaleza han alcanzado una dimensién imperativa no descriptiva y utilitaria como hasta entonces, y & un periodo que parece que la naturaleza no human se eleva hasta devenir en un sujeto respetable, cor cuya reaccién hay que contar dia a dia. Es como © surgiera una nueva conciencia en la naturaleza qu se erige en la defensa del todo, incluido el hombre como si esta, silenciosa hasta ahora, hubiera sido c: paz de hacer oir su voz ante la inminencia de una gre catastrofe. 104 A pesar de lo anterior, seria utpico pensar que este Hamado objetivo pueda ser escuchado sino es intuido, sistematizado y diseminado por grupos de hombres, portadores de sus conciencias respectivas, concien- cias plurales por las condiciones de sus portadores, econdémicas, sociales y cognitivas, y sélo con la ten- dencia a la unificacién de dichas conciencias plurales se haria posible la instauracién de una conciencia ecolégica global Esta conciencia requiere de politicas piblicas y priva- das con relaci6n a sus actores desde las sociedades civiles, desde sus estados, desde la sociedad civil in- ternacional y desde Naciones Unidas y sus organis- mos internacionales, que no puede contraerse sélo al Fondo de Naciones Unidas para el Medio ambiente, por cuanto tal concertaci6n lleva como soporte la so- lucién, 0 por lo menos un trabajo serio y profundo diri- gido a resolver las contradicciones sociales, de la cual ‘el hegemonismo, la globalizacién neoliberal, el incre- mento de la pobreza, de la miseria, del limitadisimo acceso a la educacién y a la salud a escala mundial, el abismal distanciamiento entre un pequefio conjunto de paises ricos y la mayorla absoluta de paises po- bres, encabezan el listado y que se interiorizan pluralizando progresivamente, las conciencias, lo cual hace dificil un pensar unificado respecto a las cuestio- Nes ecolégicas globales e incluso a las locales ante las urgencias inmediatas de supervivencia de la ma- yoria de fa poblacién mundial 105 -. Es micriterio metodolégico que la conciencia ecolégica posee un contenido material mas vinculado a su refe- Tente que sus mediaciones; pero es la dimension par- ticularmente inmaterial la que se nos presenta como antagonicamente contradictoria. Para nosotros, las conciencias ecolégicas global y locales la encontra- mos contaminadas en grado severo con otras expre- siones de la conciencia colectiva e individual, que pa- san precisamente, a través de aquellas y, a veces deviene su enfoque discriminante. Consideramos que no es imposible alcanzar una con: ciencia ecolégica global, por otra parte, imprescindi ble hacia las primeras décadas del siglo XX!, aunque no creemos que ella tenga un cardcter totalizador er ese periodo, sino que sera integrada por elementos de alerta roja, que sean capaces de sensibilizar a las conciencias plurales, a las sociedades civiles internas e internacionales, a la absoluta mayoria de los esta- dos, y, por supuesto, a los organismos internaciona les, en particular, a su cuspide, Naciones Unidas, Ic cual requiere cognicién, diseminacién, educaci6n, ne gociacién, concertacién, y que esta sensibilizacior acttie, de forma reciproca, desde los macroorganismo: internacionales hacia los estados y las sociedades ci viles internas a cada pais, es decir, un dialog interactivo que posibilite la asuncién de una politics concordada de elementos multiples y asimétricos, sta relacion interactiva requiere asimismo de un tre bajo escolar, de psicologia y pedagogia sociales 106 mediatico, de politicas publicas especificas, mundia- les y globales, cientifico y tendente a lo sistémico. El recorrido de dicha escala en ambas direcciones se hace necesario si pretendemos salvar la unidad de nuestro planeta. En ese trabajo, la dimensién inmate- rial de la preservacién del entorno natural y social des- emperia un papel fundamental. Para mi, la dimension inmaterial de mayor peso en las conciencias plurales en relacién con la conciencia ecoldgica global es la comprensién de la unidad de nuestro sistema-tierra, y el conocimiento de que el hombre es su peculiaridad de mayor complejidad que hay que preservar como cualidad que sustantiva a este planeta. Ello demanda que las contradictoriedades intersubjetivas causadas porla abismal diferencia en- tre Jas elites mundiales y al nivel de estado de la po- blacion mundial debe ser resuelta para que pueda ejer- citarse una actividad consecuente de la inmensa ma- yoria de la poblacién del planeta hasta ahora incons. cientemente negadora, lo cual contribuird a la forma- cién de un decisivo patrimorio inmaterial mundial en e! siglo que se inicia. 107 V. COSMOS O CAOS: UNA SALIDA PARA LA CIENCIA POLITICA Aunque la antinomia caos y cosmos parece tener solo una importancia relativa en la encrucijada actual de ia ciencia, lo que sucede al interior de cada uno de los puntos caédticos o cosméticos es de gran importancia epistemologica, En el caso de la ciencia politica, por concernir al comportamiento de los seres humanos, ‘su estatuto y cada una de sus dimensiones trascien- de la cognicién para adentrarse en lo axiologico y, fun- damentalmente, en el futuro y en el sentido de! ser humano en relacién con Ia direcci6n politica determi- nante 0 condicionada, En un periodo en el cual, la polarizacién actual hace marginadas a la inmensa mayoria de la poblacién mundial y constrifie su con- trario a elites cada vez mas minoritarias, las alternati- vas a dicha situacién son un problema prioritario para la ciencia politica contemporanea Una metarreflexion sobre la situacién anteriormente descrita implicd, para nosotros, una propuesta de sali- da, una fuente alternativa para un contenido nuevo de la Ciencia Politica en la apertura del tercer milenio en funcién de que las grandes masas marginadas sean Consideradas en los escenarios politicos del siglo XX! ¥ se les reconozca su derecho a supervivir y a vivir El pensar la totalidad no nos liberd de dos érdenes de Teflexiones: la relaci6n entre lo singular y los procesos ™undiales y globales, y la dimensién actual de la con- 109 -_ tradiccién en sus manifestaciones esenciales de gra dos diversos. Sobre tales bases, hemos vuelto a ur tema que nos es recurrente: la Revolucion Cubana «LA REVOLUCION CUBANA: ¢ FUENTE ALTERNA TIVA PARA UNA CIENCIA POLITICA TERCERMUN DISTA?” Ciertas premisas ‘Ahora, cuando parece que !o sélido, existente y co solidado «tiende a desvanecerse en el aire», cuanc incluso el sujeto epistemoldgico pierde la objetivide hasta ahora reconocida pars asumir una posicion = género, cuando se hace evidente que se distanci cada vez mas, los centros y las periferias a esca mundial: pero también en la esfera interna; cuando naturaleza se examina como la alteridad respetab’ por su demostrado caracter condicionante, el conjt to de las ciencias sociales y sus afines, se ven ol das a repensar sus enfoques, quiza alternatives Jo cual no se encuentra exenta la Ciencia Politica. ¢ sarrollada hasta hoy, como se ha dicho de forma s’ tematica, por el pensar occidental. El problema del poder, constante de la politica y de reflexion, problema etemo por cuanto se refiere er sentido lato a la posibilidad de tomar decisiones cualquier esfera, posee un caracter hegemonico y pecifico en cuanto a la conduccién del comportar” to de los hombres ante determinados fendme’ societales 10 Con la cuestion del poder politico se relacionan de un modo u otro un espectro amplisimo de cuestiones que, a veces, con un reduccionismo racional 0 no, se cons- trifien a la asuncién del gobierno, el cual se identifica con el poder politico en algunas teorias dominantes, al tomar como referencia o paradigma eterno, la exis- tencia del estado o de un tipo de estado. Desde la desaparicién esencial de las comunidades primitivas, la gran revolucién politica constituida por la formacién del estado y su deificacién, en cierto modo, desproveyendo a los dioses de ciertos atributos, 0 haciéndose cargo de ellos en su nombre, hasta que, quiza a su imitacion, también la multiplicidad de dei- dades se identifica con un aparato unificador y Unico en.un determinado tertitorio que, a fa vez, las relega a un terreno supraterritorial e intemporal hasta hoy .el Estado ha poseido una posicién de preeminencia en relacion con la Sociedad En nuestro criterio, la politica, el estado y la revolucion son conceptos inseparables, del propio mode que sus fuentes reales, por cuanto, considero que el primer gran acto politico global lo constituye la revolucién que po- sibilité que algunos se apropiaran de los excedentes Productivos y dicho hecho fuera acatado y aceptado Por las mayorias, lo cual implicd que la conducta y el pensar y hasta sentir de grandes masas de individuos Siguieran patrones normativos extemos respecto al Poder, en lugar de los reconccimientos internos que habian peculiarizado las jefaturas anteriormente. Y ello "1 /._ sucedi6, no sélo en el desarrollo de la hasta ahor considerada esencialidad de mayor progresién, sir cuando los paises y sistemas que alcanzaron grade tecnolégicos mas complejizados, impusieron sus si temas e ideas politicas a otros que no habian alca: zado el mismo grado intrasociedad y en vez de valor acon la naturaleza como un no-yo util, todavia se © contraba mas integrada a ella Después de la que valoramos como primere decisoria, a escala planetaria, revolucion politica, surge una revolucién de tal naturaleza hasta que intenta, por primera vez, !a inversién hacia las gr> des mayorias del poder conductor de comportamnic tos- movidos por ideales, ideas, sentimientos, voli tades, proyectos- de grupos progresivamente ma, res de hombres. Sia primera gran revolucién polit posee, para nosotros, un extraordinario grado de « jetividad, por fa dimension minima de la comprens de io que se formaba, en ia revolucion que intenta c biar la formacién socioeconémica del capitalismo esencial el papel de la conclencia de la necesidac cambio; pero mas atin, el conocimiento de como debe producirse, por lo cual, sigue todavia siende trimonio de determinados individuos el impulsar, pulsar y dirigir el movimiento transformador. No podemos dejar de reconocer la existencia de r luciones en otras esferas, el surgimiento de la esp humana, de la conciencia en la naturaleza, de ia macién del hombre como ser distinto de su ent 12 natural constituye una extraordinaria revolucién glo- bal. La naturaleza produce su no-yo, y este, de modo progresivo, intenta relegarla consciente o inconscien- temente, a su campo de accién y utilidad. Miles de afios después, por diversas vias, el hombre busca de nuevo su integracién con lo que consideré su otredad, lo cual es a su vez, una revolucién cognoseitiva y ‘ontolégica, aunque no pensamos que ello pueda ser posible, sin que la preceda una revolucién politica, es decir una revolucién de las relaciones comportamen- tales e ideolégicas de los individuos y colectividades humanas. LAS MACROCONTRADICCIONES EN LA REVO- LUCION. Cuando se ha transitado por un proceso revoluciona- tio por mas de cuatro décadas, no s6lo uno ha sido marcado por dicho devenir, sino aun en los periodos 0 momentos elusivos, ha actuado con un cierto grado de protagonismo ante los fendmenos politicos. Por ello, la autora de este articulo no pretende distanciarse de los acontecimientos en aras de una cientificidad no contaminada. En primer lugar, la contaminacién po- See un espectro vario, social, histérico, étnico, tradi- Cional, cultural, familiar y personal, alin cuando no se €neuentre el individuo en el centro decisorio; pero el No encontrarse en el vértice, no excluye de las fuerzas © curso a ningtin sujeto y, en consecuencia, de influir ° | 8U pensar y, en particular, su conocer. 113 eae De entrada, pues, acepto que mi visién no es neutre aunque, ala vez, es dificil- es un criterio personal- que otro analista pueda considerarse absolutamente libr de cualquier forma de condicionamiento, no obstant: quiz, pueda considerar a la Revolucién Cubana ¢ una forma mas objetual que fa mia. No lo pretend aunque puedo hallar elementos coincidentes con otc especialistas, lo que reflejaria un grado mayor de ot jetividad por mi parte, en la expresién de lo tendenc y lo valorativo; pero pienso, por una experiencia < - argos afios de andlisis que la subjetividad individu. no logra eliminarse. Mirando hacia atras, hacia ios muchos aftos en que entusiasmo y la pasién dificultaban la reflexion, m > pregunto, cuales son los aportes de la Revolucir Cubana a la filosofia politica, a la teoria de la soc: dad, a la teoria del cambio social, a la teoria de revolucién, cuales elementos transitan los puent hacia el nuevo siglo, Dichas meditaciones trascende tes implican jerarquias teéricas y niveles de gra¢ diferentes de complejidad que enfrentan las esenci a fenémenos de alto grado de concrecién, y, porn a multiplicidad de factores de determinacién retati mente conocida y a otros en que el grado de incei” dumbre es muy elevado. Ante dichos «conjuntos determinaciones» coinciden en la reflexion niveles versos, en los cuales, la filosofia politica ocupa ei ' mayor abstraccién, y en cuyas mediaciones, las ci cias del comportamiento y de la decisién son las menor grado de teorizacion por los manxistas, y pc a pensamiento tercermundista con visién propia. Con estas Opticas nos proponemos pensar el proceso re- volucionario cubano. .las mtitiples periodizaciones realizadas sobre la Re- volucién Cubana, uno la que presento en este trabajo que toma como hilo conductor las relaciones de po- der. Para mj, ante el proceso revolucionario cubano actual se distinguen dos grandes etapas: a) las luchas por e! derrocamiento de un gobiemo, la asuncion del poder y el inicio de los cambios democréticos favore- cedores de las grandes masas populares; b) la asun- cién del poder como instrumento de la transformacion del sistema politico en funcién de una sociedad con nuevas caracteristicas politicas, econdmicas, socializadoras y axiolégicas. Dicha periodizacién no excluye subperiodos de base econémica y de especi- fica connotacion axiolégica, ideolégica y tedrica Ante estos macroperiodos, acontecimientos que des- velaron a muchos y sé hicieron e! centro de agudos debates académicos en algunos momentos, exami- nados con este prisma de las macrocontradicciones del poder politico, parecen decrecerse y disminuirse hasta desvanecerse u obligar a los actores en pugna @ preguntarse si las causas se volvieron motivos, o si realmente, estos poseian dimensiones suficientes para entorpecer relaciones intersubjetivas. Por supuesto, me enfrento a la utilizacion sistematica, sintética y asimétrica de un concepto que fue exco- Mulgado por el pensamiento neopositivista y Postpositivista: la contradiccibn 15 a Hoy, parece haber recuperado su dimension en la lite- ratura cientifica de la politica, por cuanto se ha llena do de lo que se ha dado en llamar «la tozudez de los hechos», de todos modos, empléese antinomia, u otre término similar, para mi, su valor tedrico y metodologice es indudable, por cuanto se avala por la practica poli tica y la légica correspondiente a cada uno de sus ob jetos y sujetos. La premisa tedrico-metodolégica de la primera etap= recae en la contradiccién externa que ha rectorado © devenir de la poblacién de Cuba, alin desde las plura les comunidades primitivas hasta el dia de hoy. En otro: términos, todo andlisis de las relaciones politicas 1 Cuba, conmina a evaluar el factor externo que gene 6, en sus inicios, la negacién de lo existente, lo cue implicé la sustitucién de los grupos que poblaban 1? Isla de Cuba por asentamientos extranjeros en olea dae sucesivas, determinados por macrointereses d orden econémico. ‘América y Cuba son fuente ingiscutible de la modern dad, a la vez que se insertan en ella; pero la divers dad de estadios de desarrollo de los pueblos llam dos americanos, hace que las respuestas politic: sean diversas y multiples. El choque de las_comu" dades primitivas cubanas con una politica de domin cién que habia transitado por modos de produce” sucesivos asentados en la propiedad privada, y «° racterizados por el antagonismo de sus sujetos so<' les y sus sistemas de valores, hace que ante una 116 sistencia que se sabe impotente ante la agresién, pre- fiere la negacién de si misma, antes de claudicar ante elinvasor. El choque entre un sistema de cooperacion basado en la propiedad colectiva con el mas eficiente de una propiedad privada con miles de afios de expe- rimentaci6n politica y econémica dio como saldo, una desaparicién masiva de los primeros pobladores de Cuba. Donde existieron otras formas de propiedad e incluso ejercicio de formas cclonizadoras, la salida fue, como se sabe, diferente. No obstante, el asentamiento de los colonizadores ten- dria que transformarlos, por cuanto su exterioridad fue reemplazada por el apegamiento a su nuevo en- torno natural y social, y con él, el surgimiento de con- tradicciones, esta vez de caracter intemo, al desbro- Zar las relaciones econémicas y politicas privadas y publicas grupales, el coyuntural sistema de valores obligado y consciente ante la magna empresa coloni- zadora. La politica de poder asentada en la propiedad privada destruyo la ingenua relacién de mando de las comu- nidades primitivas. De hecho, la contradiccién interna aunque subordinada, subyaceria para diferenciar pos- teriormente, a espafioles y a criollos. Al condicionar ta politica, la vida del territorio en Cuba, No es de extrariar que el pensamiento politico y social haya formado el acervo mayer y nuclear de la reflexion @ lo largo de mas de cinco siglos, y que la relacion 47 -_ entre gobierno y poblacién, entre la sociedad civil y ei gobierno y el estado, la estabilidad, las formas politi cas - que dio municipios, cuando Inglaterra y Portuga’ poseian colonias, para luego convertir dichas estruc turas municipales en tipicas coloniales- y las relacio- nes entre las otras potencias colonizadoras y sus en- tes publicos y privados y la poblacién, hayan estadc siempre presentes en los disefiadores de la politice de la Corona de Espafia para sus territorios de Ultra mar, y, en particular, para Cuba, que fue de los territo rios que permanecieron el mayor tiempo bajo sus do minios, ain cuando ya sus relaciones econémicas habian escapado del control de la metrépoli Como consecuencia de dichas transformaciones se asent6 una cultura politica de la resistencia, una cultu- ra politica de la subievacién, una cultura politica de le insurreccién que son aprehensiones sucesivas y, a le vez, coexistentes de mayorias de la poblacién resi dente en Cuba que informa y sustantiva su transfor macién paulatina en pueblo, y a la cual tributaron lo. aborigenes cubanos, los negros esclavos, los coolies chinos y también, las formas opositoras de canarios andaluces y otras nacionalidades, ademas de extran jeros que adoptaron a Cuba como su Patria. La naciente sociedad cubana comienza a distancia se en forma progresiva del estado y gobierno de !« metrépoli, en ocasiones acrecentada por fa formul: cién y ejecucién de la politica para la Isla por el Gobe’ nador General. La propia sociedad se escindia, a me 118 dida que transcurrian los decenios, se cualificaba en elementos que conformaban la sociedad civil, y orga- nizaciones politicas que respondian de forma directa al gobierno espafiol Todo este conglomerado. que inicialmente fue contra- dictorio con la base poblacional de Cuba y luego devino sistémico al coincidir, de forma inicial, objetivos politi- 08, intereses econémicos y portadores sociales, co- mienza a estructurarse de mado interno, lo cual obliga a examinar: a) de una parte, la relacién dinamica en- tre los elementos estaduales y societales en su con- junto, y b) la relacion entre ‘a sociedad civil que se ampliaba y la cada vez mas estrecha sociedad politi- a, lo cual demanda el incremento de los elementos represivos del estado espaiiol. Ello corresponde al andlisis de la ciencia politica, amén del de otras disci- plinas, a partir de sus enfoques propios; pero ademés, en relacion con la metapolitologia, habria que exami- nar, lo cual constituira nuestro objeto en lo adelante, la_valoracion del significado comportamental de los acontecimientos politicos en las tendencias integrativas y desintegrativas de una poblacién que se escinde en el seno de la sociedad civil, aunque la sociedad politi- ca conserva su identidad consustancial Para mi, cada sociedad, en tanto organismo vivo, lle- va consigo un conjunto propio y especifico de contra- dicciones Dicho sistema forma parte- en las ‘complejizadas condiciones actuales - aun cuando de localismos se trate de la expresion de macrocontra- 19 _ dicciones glcbates e internacionales sinerénicas one y que elias, a su vez, incluyendo las internas, sé intercondicionan y se hegemonizan en tiempos diver. 808, aunque el automovimiento de dicha sociedad sea resultado de sus contradicciones internas, No obstante, existe una especificidad en ef caso de Cuba, por el hecho ce que sus interaccones soi Pecullarizadas por factores que {a trascierden. nostic por su pertenencia a un determinado sistema socia dominante, sino también por otros factotes que ta vir, culan mas que otros territories alo global, quiza ex cencional, por su privilegiada posicién geografica: pe ser dé las Litimas posesiones de Espafa en el Nuev Mund; nor la apetencia demostrada sobre ella po diversas potencias, en particular. por Estados Unidos que fue apoderandose de su economia incluso ati: bajc la sujecién politica deta islaa Espafa, y lo qu: se muestia por haber sido objeto dela «primera gue rra madema imperialista», le cual obliga a no eustrac el movimiento interno de complejas reiaciones inte* nacionales. Lacontradiccién externa de Cuba con la metrépoli qué se hace evidente y cognitivamente extendida en & = glo XIX se sustituye por otra principal: la correspet diente a la dominacion asumida por Estados Unido’ Los sucesivos gobiemos norleamericanos- que guian la geopolitica ya convertida para ellos en trac cién, constitvida por las teorias dela «fruta madura el «destino manifiestox-. mantienen una estratec 120 permanente hacia Cuba que causa que se mantenga aquella como su contradicci6n principal, ain a la targa del siglo Xx. Esta contradiccién externa aparece acrecentada ante el bipolarismo, sujeto y objeto de contradicciones mundiates, y agud:zade ante el hegemorismo unipolar de la década de los noventa que hoy atree una sin precedertes concentracin de fuerzas econémicas y politicas globalizantes contra Cuba. Arte ia comnplejidas de las reiaciores politicas en que se inserta Cuba hoy, su politica tiene necesariamente que poseer una base cientifica y marejarse con espe- cizi arte, nc sdloen.as coyunturas cino también en el avizorar las grandes tendencias. Parece que ello no es sdlo especia para Cuba, sino que particulariza 2 los paises que constituyen la pariferia, los cules se ven constrerides a pctenciar el papel de fa politica. y ya allo tiene caracter conclusive para nosatres. po: las debilidades econdmicas a que se ven compelidas nel mercade mundial La relacién economia-politica que, al nivel de los macrcsistemas, hace evidente la primacia de las rela- ciones masroeconémicas, muestra, incluso en paises Periféricos correspondientes a su propia formacién, la dominacion econdmica en ultima instarcia asentada enlos centros econémivos mundiales. Para éstos, asi come en especial. en los paises que intentan undesa- Tolle refativamerte autonomo. fa oclitics adquiere un tat

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