Cuaderno - GATEPAC y Arquitectura Del Movimiento Moderno

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Angel Urrutia Nuitez Profesor titwar en el Departamento de Universidad Autonoma de Madrid joria y Teorta del Arte de la tingufa en Espana a finales del primer cuarto del si- glo xx, sin haber satisfecho plena- mente las grandes necesidades de la mayoria de nuestr edad, un gru- po de arquitectos inquietos y atentos a las nuevas corrientes modernas ex- | tranjeras —investigaciones en la Bau- | haus alemana, desde 1919 y hasta | 3; ideario renovador de Le Corbu- r, sistema de construccion Dom- ino (1914-1915), revista L’E'sprit Nouveau (1920-1925), Ville Con- temporaine (1922), Plan Voisin para Paris (1925); I Congres Inter- national d’Architecture Moderne (CIAM), 1928, en La Sarraz, Sui- | Za...— comienzan a preocuparse del bienestar de las masas y de una de- mocrat in de la arquitectura. El Tenguaje idéneo clegido sera el racio- nalismo —no exento de belleza, con tintas derivaciones © matices esti- listicos—, por su economia de me- dios, por su rigurosa organizacién del espacio, por su asepsia higiénica, por su depuracion lineal y formal, por su plasticidad resplandeciente, por su alegria de diseno, por su originalidad abstracta. Este acto de fe y confianza en el futuro —avivado también por la visita de Le Corbusier a Barcelona (mayo de 1928)— tuvo ya una prime- ra manifestacion organizada cuando ‘Antonio Puig Gairalt y Nicolés M. Ru- bi6 Tuduri, junto con los mas jovenes Cristébal Alzamora, Pedro Armen- gou, Ricardo Churruca, Francisco Fa- 4. Dregas, Sixto Ilescas, Francisco Pe- Club Nautico, de San Sebastian. 1929-1930. Por José Manuel Aizptrrua y Joaguin Labayen 6 rales, Germén Rodriguez Arias, José Luis Sert, José Torres Glavé y otros ex- pusieron sus obras en las Galerias Dalman de Barcelona (abril de 1929). Los Animos estaban inflamados y este primer latido habra de erecer en intensidad. Sert —quien ya en 1927 adquiere Vers une Architecture de Le Corbusier y, trasladado a Paris después de titularse en 1929, llega a trabajar en el taller de este revolucionario artista suizo— forma estudio junto con Illescas en la Via Layetana de Barcelona. Establecia as{ una linea de conexidn con el exterior y con la nueva arquitectura, al tiempo que con arquitectos afines impulsaré en 1930 la creacién definitiva del GATCPAC (Grup d’Artistes i Técnics Cata- lans per al Progrés de VArquitectura Contemporania). Por otra parte, venfa actuando desde Madrid un hombre pequefo de estatura pero grande de énimo, el zaragozano Femando Garcia, Mercadal, que se habia titulado en 1921. Su intensa actividad le da ocasidn no sélo de viajar por Euro- pa, dando cuenta del estado de Ja arquitectura en nuestro pais a través de la re- vista Arquitectura, sino también de conocer a Behrens, Biinz, Jansen, Le Cor- busier, Poelzig y Mies van der Rohe. De regreso a Espana en 1927, construye en Zaragoza el Rincén de Goya, pionero manifiesto real de la arquitectura moder- na espaiola. En junio de 1928, invitado por Héléne de Mandrot, asiste al referi- do I Congreso del CIAM (en principio, simple reunién presidida por Karl Moser, pero con planes sélidos para la renovacién de la arquitectura y con representan- ies, ademas de Espaa, de Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Holanda, Italia y | Suiza). W. Gropius expone sus ideas en conferencia dada el aio 1930 en el Carl- ton de Bilbao. En septiembre de 1930, con motivo de una Exposicién de Arqui- tectura y Pintura Modernas organizada por el Ateneo Guipuzcoano en el Gran Ca- sino de San Sebastidn, algunos arquitectos de toda Espaiia intercambian sus pa- receres acerca de las nuevas ideas. Este caldo de cultivo, animado por las fuer- tes personalidades de Mercadal y Sert, da origen a una cita mas comprometida y pragmatica durante los dias 25 y 26 de octubre de 1930 en el Gran Hotel de Zaragoza: es la fundacién del GATEPAC (Grupo de Artisias y Técnicos Espa- oles pura el Progreso de la Arquitectura Contempordnea); es decir, un gru- po de gran alcance (con subdivision Norte, Centro y Este), que automaticamente convierte a su vez en Seccion espafiola del recién creado érgano de gestion en el I CIAM (Franckfurt, 1929), el CIRPAC (Comité International pour la Re- solution des Problémes de UVArchitecture Contemporaine). El vinculo con Eu- ropa, al menos tericamente, estaba corroborado. Situacién en la arquitectura espanola A obra del GATEPAG intenté abrirse paso en un medio ciertamente complejo e impermeable, no teniendo ademds la exclusiva en la regeneracin de nues- tra arquitectura durante los afos veinte y treinta de nuestro siglo. In la Escuela de Arquitectura de Barcelona, el catedratico y arquitecto Eusebio Bona hablaba de que /a estandardizacién universal es antinatural y, por tanto, iadii- sible (A.C. n2 17. 1935), afirmacion no compartida entonces por el GATEPAC y revalidada en parte hoy dia. En la Escuela de Madrid, el catedratico y arqui- tecto Teodoro de Anasagasti —introductor en esta ciudad del hormigon armado o de la estética de Perret (Cinema Monumental, 1922-1924) y de un raciona- lismo encubierto tras resabios modemistas vieneses (Teatiro-Cinema Pavon, 1923-1925)— no sera tampoco del total agrado del grupo como més adelante se vera. El debate interior mantenido esporadicamente en los Congresos Nacio- Arriba, Fabriea Myr neval posterior de | por Agustin Aguirre gia, Barcelona, 1928-1930, por Antonin Puig Guiralt, Abajo, vista ge- Facultad de Filosofia y Letras, en la Ciudad Universitaria de Madrid, Soe Pines. t nales de Arquitectos, apenas lograba alterar el rumbo de la sociedad. En el VI Congreso (1915, San Sebastin), los nacional-regionalistas Anibal Gonzalez y | Leonardo Rucabado hablaban de Orientaciones para el. resurgimiento de | una Arquitectura Nacional; mientras que en el VIII Congreso (1919, Zara- goza), Vicente Lampérez y Leopoldo Torres Balbas se enfrentaban hablando so- bre el casticismo arquitectnico. Mas interés para el grupo podian tener temas abordados desde aitos atras sobre la vivienda obrera 0 la higiene (I Congreso, 1881, Madrid; II Congreso, 1888, Barcelona; V Congreso, 1909, Valencia...) y también sobre el urbanismo (II Congreso; VI Congreso; VII Congreso, 1917, Sevilla; XI Congreso, 1926, Madrid). Desde la memorable ponencia de Loren- zo Alvarez Capra (Dada la organizacién actual de la sociedad, ées 0 no con- veniente la construccién de barrios obreros?, I Congreso), el problema —tratado también en el siglo pasado por Mesonero, Fernandez de los Rios 0 Mariano Belmas— sera abordado sin éxito. La Ciudad Lineal de Arturo ‘ con el ideario vertido en su revista portavoz (1897-1932) —Para cada _fa- milia una casa, en cada casa una huerta y un jardin—, venta a paliarlo y a evitar el barrio obrero marginado, pero su arquitectura acabaria clasifican- do a las familias y su estilo era de mareado cardcter regionalista. Las obras de gran promocion e incidencia urbana estaban Ienas de dificultades y a medio hacer, como la Via Layctana en Barcelona, o la Gran Via en Madrid, registran- do en los particulares edificios de ocupacion una lenta y progresiva asimila- cién de estilos nuevos, con fisonomfa polimorfa. Excepcional venia a ser el An- teproyecto del trazado viario y urbanizacién de Madrid de S. Zuazo y H. Jansen para el Concurso de 1929 declarado desierto, por sus criterios racio- nales de gran coherencia, que influira en el crecimiento Norte de la ciudad. Por lo dems, seguia prevaleciendo la obra de autor: el tardio monumen- talismo de J. Puig i Gadafalch en los palacios de Alfonso XII y Victoria Eu- genia de la Exposicién Internacional de Barcelona de 1929, frente a la lec- cién de arquitectura moderna dada por Mies van der Rohe en el Pabellén Ale- mén de la misma; 0 el eclecticismo de Antonio Palacios, aun renovado por las nuevas tecnologias (colab. con Joaquin Otamendi), en el Palacio de Comuni- caciones (1904-1917) 0 en el Cérculo de Bellas Artes (1919-1926) de Ma- drid. No obstante, con la realizacién de la Ciudad Universitaria de Madrid (1927-1936), bajo la direccién de Modesto Lépez Otero, surge una colabora- cién en equipo a gran escala, participando arquitectos de la llamada por Car- los Flores Generacién de 1925, que tratan ya de olvidarse de lo hecho en Es- pata y miran de reojo a lo que se hace en él extranjero: Agustin Aguirre, Ra- fae] Bergamin, Luis Blanco Soler, Pascual Bravo, Miguel de los Santos, Luis La- casa, Manuel Sanchez Arcas... Algunos de los cuales colaboran también en la revista que da cuenta de sus inquietudes, Arquitectura (1918). Es el caso del mismo Sanchez Areas, que tiene relacién temprana con Holanda, manejando el calido ladrillo en muros desnudos y siendo el unico quizas en realizar la obra més avanzada en el recinto (Central Térmica, Hospital Clinico), puesto que las avanzadillas particulares se neutralizaban én un estilo comin que logra el volumen relativamente depurado y rasgado por la ventana modulada continua. Luis Lacasa Navarro, colaborador con Sanchez Arcas en el Instituto Rockefe- ler (1928-1932. Calle de Serrano, Madrid) —donde experimentaban con una arquitectura artesanal y racional de raiz nordica— sera el autor del también racionalista y funcional complejo Residencial de Estudiantes (1932-1936), integrado actualmente por los Colegios Mayores Cisneros y Antonio de Nebrija en esta misma Ciudad Universitaria (estudiada por Pilar Chias. UCM,1986). ‘Son arquitectos, junto con otros que actian por libre —Carlos Amniches, Mar- Edificio Carrién © Capitol, Madrid. 1931-1933. Por Vicente Eced Eced y Luis Martinez-Feduchi tin Dominguez, Casio Femdndez-Shaw, Javier Ferrero, Luis Gutiérrez Soto, Luis Martinez-Feduchi, Secundino Zuazo, etc.—, que adoptan personalmente en su momento la arquitectura moderna y, sin vincularse al grapo GATEPAC, con- | siguen incluso obras més importantes que muchos miembros formales del mismo. | Arquitectos al margen RAP AEE Bergamin Gucérres (1891-1971; t. 1918) y Luis Blanco Soler (1896-1988; t. 1918) habfan realizado én la Ciudad Universitaria la de- saparecida Fundacién del Amo (1928-1930), manteniendo los mismos prin- cipios racionales en la Colonia Parque Residencia (1931-1932, Madrid, en promocién con Gregorio Iturbe y Javier Gémez de la Serna), tmas viviendas sencillas y dignas destinadas a profesionales liberales. Este experimento es pro- seguido por Rafael Bergamin en la Colonia El Viso (1933-1936, Madrid), con 242 viviendas pareadas 0 en hilera y pequeno jardin, muy racionalistas en me- dios y soluciones (higiene, ventilacién, aprovechamiento del espacio, elemen- tos repetitivos para acelerar el proceso constructivo, supresion de elementos superfluos para economizar). Hl pensamiento de Loos, Gropius, Oud, Le Cor- busier est aqui presente, con un estilo espléndido segin los minimos mane- jados y emparentado con su misma Casa del Marqués de Villora (1928-1929 Calle de Serrano, Madrid). Rafael Bergamin dira: Se hizo una arquitectura simple, muy ciibica, quiz insptrada en las casas que habiamos visto en Alemania y Holanda, arquitectura un poco seca, pero que yo esperaba compensar con los distintos colores con que se pintaron las fachadas de los diferentes bloques y, sobre todo, pensando en la vegetacién que pronto habria de crecer (Arquitectura. Mayo, 1967). Casto Fernandez-Shaw, moderno heterodoxo y futurista, introduce pronto también un estilo aerodinamico en la desaparecida Gasolinera de Petroleos Porto Pé (1927. Calle Alberto Aguilera, Madrid), deudor de. Garnier pero re- ducido al anti-estilo generado por la estricta funcién de los elementos esencia- les integrados en la obra. Su admiracién por las nuevas tecnologias y por el progreso constructivo norteamericano le lleva a adoptar, en colaboracién con Pedro Muguruza, el esquema de rascacielos de malla depurada en el Edificio Coliscom (1931-1933. Gran Via, Madrid), Luis Gutiérrez Soto, tantea por su parte varios estilos en Madrid. En el Cine Callao (1926-1927) se deja influir por un art déco que revisard en sus signien- tes Cine Europa (1928) y Cine Burcelé (1930), donde depura las lineas ex- presivamente y, al solucionar un edificio en esquina, se acerca a la leccion dada por E. Mendelsohn y R. Neutra en el Berliner Tageblatt (1921-1923. Berlin). Llega a poner en prictica un soberbio estilo aeronéutico —cercano al GATE- PAC— en su primitivo y desaparecido Aeropuerto de Barajas (1930) 0 en su desaparecida Piscina La Isla (1931. Rio Manzanares), que es publicada ade- ms on Ia evil porto del grupo A C. (n? 7. 1932). ente Bed y Luis Martinez-Feduchi introducen también el rasgo expre- Be mendelsohniano fundido con ribetes art déco — margen de la orto- doxia defendida por el GATEPAC— en una obra ya plurifuncional ¢ integral (no sélo cine, sino también novedoso hotel-apartamentos, oficinas, locales co- merciales, sala de fiestas, etc.), que asume la irregular forma aguda del solar y emerge impetuosa creando paisaje urbano de la mejor calidad: el Edificio Carrién o Capitol (1931-1933. Gran Via, Madrid). | Casa de las Flore Javier Ferrero Llusié tuvo oportunidad de aplicar criterios racionalistas de asepsia c higiene gracias a un Plan Municipal de creacién de nuevos mercados en Madrid (Mercado Central de Pescados, 1931-1934, hoy transformado en Centro Comercial Puerta de Toledo; Mercado de Olavide, 1931-1934, derri- bado; Mercado Central de Prutas y Verduras, 1932-1935) y de realizar, me- diante la nueva tecnologia del hormigén visto, una emblemdtica obra ptiblica de primera magnitud como es el Viaducto (1932-1942). Secundino Zuazo Ugalde, tras la aproximacién a un estilo nacionalista en- raizado con el barroco andaluz en su ecléctico Palacio de la Musica (1924-1928. Gran Via, Madrid), crea una obra cumbre de este periodo con su 1930-1933, Madrid. Colab. con M. Fleischer). Se trataba de organizar 288 viviendas de 88 m' a 170 m’, en un bloque compacto y ar- monioso de tan sélo seis plantas, trabajado y aparejado impecablementé él ladrillo, calado en las esquinas sur con espléndidas terrazas atin en galeria, componiendo una manzana entera cuyo coraz6n se abre al aire libre y contie- ne jardines de recreo. Esto permite una mejor ventilacion y vistas para las ha- bitaciones interiores, solucién inexistente en Ios edificios prerracionalistas. El esquema, aun ensayado ya en Centrocuropa (coneretamente en Amsterdam y en algunos grupos residenciales de Viena, servidos por calles-jardines-espacios piiblicos), suponia una alternativa a la degenerada manzana del ensanche ma- drilefio proveniente del Plan Castro. Coincide, en el fondo, con el interés hi- gienista del GATEPAC cuando aborde un Ensayo de distribucién de una man- zana. del ensanche de Barcelona (A.C. n.° 11. 1933). También colaboraré Zua- zo con el ingeniero Eduardo Torroja en el estructuralisia y desaparecido Fron- ton de Recoletos (1935, Madrid). ‘Torroja colabora a su vez en obras de gran interés con Sanchez Arcas (Cen- tral Térmica, Hospital Clinico, Mercado en Algeciras, 1933). Con Carlos Amiches —que acababa con un racionalismo leno de sensibilidad su Residen- cia de Senoritas (1932-1933. C/ Miguel Angel ¢/v General Martinez Campos, Madrid)— y con Martin Dominguez —que trabaja normalmente con Arniches en obras ya de ruptura (Instituto-Escuela, 1930-1933, Instituto Ramiro de Maeztu, Madrid)— realiza otra de las obras maestras no s6lo espatiola sino uni- versal, el Hipodromo de la Zarzuela (1934-1936, Madrid). La soluci6n de tri- buna es ejemplar, pues consigue una experimentada cubierta alabeada de 12,8 my solo 5 em de espesor en el extremo de los voladizos, nivelada mediante montantes traseros de los que se cuelga el voladizo del hall posterior para que haga de contrapeso, resistiendo la fuerza de la gravedad y los empujes del vien- to sin nervios, ni apoyos que restarian visibilidad y sinceridad a la pura mate- matica materializada en leve hormigén flotante. En Barcelona, la tendencia clasicista y monumentalista del Nowcentisme entra en crisis y son cada vez mas los contactos con las vanguardias. Obras como el pomposo Cine Coliseum (1923. Gran Via, Barcelona) de Francisco P. Nebot, influido por la Opera de Paris de Ch. Garnier, dejan de tener senti- do. Rafael Benet habla de la nueva arquitectura en 1928 (Gaseta de les Arts). La Associacis d'Arquitectes de Catalunya contribuye a la transicién median- te actividades como la publicacién de Arquitectura ¢ Urbanisme (1931-1937). Sin embargo, las manifestaciones son esporddicas y nunca den- iro de una ortodoxia respecto al racionalismo internacional de moda. Esta la- bor se la reservard el GATCPAC, encajando por ello muy sei i arquitectos como Pedro Benavent y Francisco Folguera, quienes valoran el ac de la creaci6n artistica y se rebelan tanto conira los Grdenes de Vignola como contra las érdenes del CIRPAC. Antonio Puig Gairalt (1887-1935; t. 1918) registraria muy bien esa transi- cién en su Fabrica Myrurgia (1928-1930. C/ Mallorca, 341, Barcelona). So- bre una composicién axial, introduce sin embargo elementos funcionales re- queridos en esta obra, la estructura de hierro vista, los amplios huecos hori- zontales que se recortan limpiamente en el plano t de fachada. Su herma- no Ram6n Puig Gairalt realiza el Gratacelst (1931-1933, Hospitalet), donde trata la vivienda racional en edificio de altura, integrando la terraza como ele- mento compositivo junto con los retranqueos y personalizando el tipo de ras- cacielos insipido ncisco Folguera Grassi (1891-1960; t. 1917) realiza con su Casa de Sant Jordi (1929-1931. Via Layetana c/y Caspe, Barcelona) el ejercicio mas Drillante de composicién que pudiera cerrar cl chaflan de cualquier manzana en el ensanche barcelonés. La sutileza en la graduacién de los huecos y su re- lacién con el macizo no es sino traduccién funcional nitida (oficinas y vivien- das). Su posible relacién con el expresionismo aleman y con las ideas vertidas en Moderne Bauformen, queda anulada por la gran personalidad puesta en esta obra, curiosamente adelantada a la postmodernidad. Asi pues, arquitectos con obras personales, mas 0 menos afectadas por los , se van a encontrar por toda Espafia y coexistiendo con las del grupo GATEPAC. Seré rara la ciudad que no posea algtm edificio relativa- menie moderno durante los afios 20-30, de espacios limpios o lineas clar: mas contaminado por el lastre regionalista o por modas como la del art déco (tal como ha estudiado Javier Pérez Rojas en un esfuerzo titénico) 0 menos or- namentado, incluso consustancial con su medio como en el caso del raciona- lismo canario (tan bien estudiado por Maria Isabel Navarro Segura en su re- ciente Tesis Doctoral). La némina serfa muy larga, de norte a sur: Eugenio Aguinaga, Emiliano Amann, Toms Bilbao, Mario Camifia, Francisco Castro, Victor Busa, Ignacio Galindez, Pedro Ispizua; Ramon Argilés, José Goday, Ama- deo Llopart, Joaquin Llovet, Jaime Mestres, Ramén Raventos, Enrique Vied- ma; Francisco Albifiana, José Beltran; Gustavo Fernandez Balbuena; Angel Pé- rez; Rafael Arévalo, José Granados, Gabriel Lupidiiez; Francisco Casas, en el Ambito balear; José Blasco, Miguel Martin, Richard E. Oppel, en ambito cana- rio; Lorenzo Ros, en Melilla; o el mismo José Blein activo en Ceuta. ‘Ahora bien, la mayoria de estas obras continuaban satisfaciendo las nece- sidades de una clase acomodada 0 de alto nivel. Pero los problemas de la gran poblacién seguian pendientes y la misién del GATEPAC —con todas las virtu- des y con todos los riesgos contraidos— se orientaré con hermandad en este sentido. GATOPAG y GATEPAC obstante, seria necesario deslindar y graduar las actividades especificas del GATCPAC respecto del GATEPAC, asi como las de sus miembros in- tegrantes. El GATEPAC, fundado el 26 de octubre de 1930 en Zaragoza, se sub- dividia teGricamente en tres focos, contando con arquitectos de vinculaciOn re- lativa, todos jévenes y con titulos entre 1920-1930, a los que se adhirieron es- tudiantes o colaboradores y titulados después. Grupo Este 6 GATCPAG, activo en Barcelona: Crist6bal Alzamora Abreu (t. 1930), Pedro Armengou Torra (t. 1932), Antonio Bonet Castellana (t. 1936), Ricardo Churruca Dotres (t. 1926), Raimundo Durdn Reynals (t. 1926), José Gonzalez Esplugas (t. 1931), Sixto Dos visias exteriores, en la actualidad, de las caracteristicas viviendas unifamiliares de la Colonia El Viso de Madrid. 1933-1936. Por Rafael Bergamin | guiente modo: J.L. Sert, Delegado; Illescas Mirosa (t. 1928), Francisco Perales Mascaré (t. 1931), Ricardo Ribas Seva (t. 1932), German Rodriguez Arias (t. 1925), José Luis Sert Lopez (t. 1929), Manuel Subiito Ripoll (t. 1929), Juan Bautista Subirana Subirana (t. 1930), José Torres Clavé (t. 1929). Grupo Centro, activo en Madrid: Ramon Anibal Alvarez Baeza (t. 1926), Victor Calvo de Azcoitia (t. 1930), Santiago Es- teban de la Mora (t. 1926), Fernando Garcia Mercadal (t. 1921), Felipe Lopez Delgado (t. 1928), Manuel Martinez Chumillas (t. 1926). Grupo Norte, activo en San Sebastian y en Bilbao: José Manuel Aizpiirua Azqueta (t. 1927), Joa- quin Labayen Toledo (t. 1927), Latis Vallejo Real de Astia (t. 1927). Sin olvidar a Regino Borobio Ojeda (t. 1920) y a José Borobio Ojeda (t. 1931), quienes pueden considerarse correligionarios y que estan activos en Zaragoza, al igual que el incansable Mereadal. Este ultimo, junto con Sert y Torres Clavé en el Ambito cataln, sera quien més intensa labor realice. Sin embargo, aunque par- tan de puntos basicos comunes, cada grupo o cada arquitecto optara por ac- tividades oportunas y por soluciones arquitecténicas recurrentes. No habra por tanto un solo estilo GATEPAC y menos un estilo perdurable a eseala espaitola, sino, en todo caso, un espiritu comin que conduce en principio hacia la reno- vacién de nuestra arquitectura. El acta de constitucin particular del GATCPAC 6 grupo Este se realizaba el 6 de diciembre de 1930 y su primer consejo directivo se componfa del si- Subifio, Seeretario; C. Alzamora, Teso- rero; R. Churruca y G. Rodriguez Arias, bibliotecarios; P. Armengou y J. Torres Clavé, redactores; S. Illescas y F. Perales, delegados de industriales. A pesar de que hubo bajas y expulsiones (Illescas, Subirana, 1935; Alzamora, Ribas, 1936), incluso cn 1933 suspendia las relaciones con los otros grupos Norte y Centro (con la excepcion de Mercadal como delegado en Madrid), lo cierto es que la célula particular del GATCPAC acttia con mas coherencia, firmeza y ope- ratividad al ganarse la atencidn de la Generalitat, lo que le permite abordar pro- yectos de un aleance social como pocas veces habfa conocido Espaiia hasta en- tonces. Estos se fundamentaban en unas ideas que, emparentadas con las de- sarrolladas por las vanguardias europeas, se difundiran también desde Barce- Jona, incluso prolongando la actividad —mientras otros arquitectos se disper- saban— debido a las circunstancias de la guerra. La teoria: la revista A.C. AS ideas del GATEPAC, en limeas generales importadas y mediatizadas con- eretamente por la personalidad de Le Corbusier, podrfan resumirse y enu- merarse asi: 1.’ Rebelion y critica —a veces dura y dogmatica, aunque com- prensible en aquel momento— contra las escuelas de arquitectura de Madrid y Barcelona, contra sus planes de estudios que consideraban viejos e inservi- bles para los tiempos que se vivian; 2.° Admisi6n y respcto, no obstante, por la arquitectura de todos los tiempos -pero como producto de su época-, reac- cionando sin embargo contra los clitistas historicismos y eclecticismos, como algo mixtificado y costoso de realizar, ineluso contra el art déco, no aprecian- do en el mismo rasgos de modernidad suficientes; 3.’ Toma de conciencia so- bre la importancia que la arquitectura tenfa para el bienestar humano; 4.” De- seo por todos los medios de hacer legar ese bienestar a todas las capas 0 es- tratos de la poblacion, pero no mediante una arquitectura hecha a la medida; 5." democratizacion por tanto de una arquitectura asequible y sana para todos, mediante un requerido sistema constructivo y um estilo, el racionalismo; 6.° Pro- puesta asi de la solucién de plantas 0 de la articulacion de espacios de tal modo que las habitaciones queden bien ventiladas y soleadas, de la claridad de It neas, de la simplicidad en las superficies, de la supresion de elementos super- fluos 0 no estructurales (innecesarios para sostener la obra); 7.° Recurso para ello a elementos estructuralmente funcionales y de gran precisién como en el barco 0 en el acroplano, de elementos constructivos scriados (soportes, vigas, puerias, ventanas de amplio horizonte) y salidos de la fabrica (més baratos); 8. Consecucién por este sistema de un cddigo que aparece inseparable a un urbanismo de nuevo cufo y adecuado para satisfacer estas soluciones reque- ridas (disposicién en lo posible de bloques aislados, sobre pilotis, con planta libre y huecos acristalados continuos 0 amplias terrazas, que permitan varia- das orientaciones y una mejor captacién del aire 0 del sol, que eviten patios interiores insalubres, que no se arrojen sombras unos a otros, que se interre- lacionen con zonas ajardinadas cuando se construya en barrios de nueva plan- ta, que estén bien equipados con servicios complementarios y que sus Zonas de recreo comunitario se separen de las vias de transito rodado a mayor velo- cidad); 9.” Fundamentacién de estas ideas en la aiencién temprana a las in- quietudes de otros artistas y arquitectos de vanguardia extranjeros (Le Corbu- sier, Theo van Doesburg, Walter Gropius, Mies van der Rohe, Richard Neu- tra... resoluciones en el seno de los CIAM, ete.); 10.° Divulgacion de estas in- tenciones en sintonia a través de una revista-portavoz propia, A.C. (Documen- tos de Actividad Contemporémea) En esta publicacién (1931-1937), que puede mantenerse tan s6lo en sus primeros 25 ntimeros (quedando esbozados del 25 al 29), son atendidas por el grupo todas las artes en general; pero, especialmente, las cuestiones arqui- tecténicas y urbanisticas. La revista manifiesta una evolucién de pensamiento: de la rebelidn radical contra la arquitectura académica o suavemente innovadora ensefiada en las es- cuelas, pasando por la defensa de la arquitectura moderna como alternativa y por una preocupacién social en su destino (reposo de las masas, vivienda obre- ra, escala infantil y dimensiones de las escuelas, ete.), hasta llegar a una total identificacion entre ésta y revoluci6n social. En este sentido son muy explicitos los mensajes 0 editoriales que, a mane- ra de proclamas inconformistas, se incluyen en los diferentes nimeros: Los sis temas arquitectonicos, histéricos, no fueron obra de fantasia y de capri- cho, expresan los caracteres esenciules de una época y de una region; e: tructura social, procedimientos de construccién, materiales propios, ne- cesidades econdmicas, exigencias espirituales... La Arquitectura respon- de a una utilidad, aun fin. Debe satisfacer la razén. Partir de elemen- tos, programa, materiales, espacio luz... desarrolldndose racionalmente del interior (funcibn) al exterior (fachada) de una manera simple y cons- tructina, buscando la belleza en ta proporcidn, en el orden, en el equili- brio. Suprimir la decoracién superflua superpuesta. Luchar contra el fal- so empleo de materiales, arquilectura de tmitaciones... (A.C. n. 1. 1931); La ensenanza profesional actual es un crimen. Aqui una ventana coma. nicada por los alumnos madrilenos. iUna ventanal. Ejercicio de examen de Conjuntos en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, profesor Don Teodoro de Anasagasti, académico. El tiempo es oro Senor Anasagas- li, los alumnos lo saben y por ello muy pronto no se matriculard nadie en su clase. A renovarse tocan. Vea usted a lo que ellos y nosotros Uama- mos wna ventana (Comentario a la foto que encabeza este trabajo. A.C. n.” 15 Plania y detalle de wna de las fachadas de ta Casa de las Flores, Madrid. 1930-1932. Por Secundino Zuazo \ [ieee oe 16 1931); Un concepto mezquino y miserable de la vida ha presidido la construccién de las viviendas obreras en nuestro pais, dando por resul- tado un minimo inacepiable. La vivienda minima puede tener pocos me- tros cuadrados de superficie, pero en ella no pueden excluirse el aire puro, el sol y un amplio horizonte. Elementos que necesita todo hombre, de los que la sociedad no tiene derecho a privarle (A.C. n° 11, 1933). El grupo participé en diversas actividades, como en una reuni6n prepara- toria del CIRPAC (29, 30 y 31 de marzo, 1932, Barcelona; Congreso a cele- brar en Moscd), IV Congreso monografico sobre La Ciudad Funcional (29-VII/13-VIII-1933, a bordo del Patris II, Marsella-Atenas). Téngase en cuen- ta que en el CIRPAC estaban integrados delegados asistentes de la talla de Mar- cel Breuer, Le Corbusier, Walter Gropius, o Siegfrid Giedion (muchos de los cuales llegaron a dar conferencias en Barcelona 'y en Madrid, informando so- bre los nuevos principios). Tuyo por tanto ocasién de intervenir no s6lo en la elaboracién de su primer proyecto a gran escala urbanistica, Proyecto de Ur- banizacién de la Diagonal de Barcelona (publicado en A.C. n.° 4. 1932), sino también.en el tema preocupante de La Ciudad Funcional Ceuya organi- zaciOn y conclusiones se publicaban en A.C. n.” 1 yn,” 12. La revista, en fin, acogié obras no solo del GATEPAC sino artistas y arquitectos de vanguardia (Angel Ferrant, J. Gonz Breuer, Theo van Doesburg, Gruppo 7 italiano —Cassa Eléttrica—, E. Men- delsohn, R. Neutra, en muchas ocasiones...), con la casi ausencia curiosa de Le Corbusier (a excepcién de algtin escrito y de un estudio de viviendas mini- mas para Barcelona); difundié la importancia de la higiene, el ocio y el depor- te para las clases trabajadoras; la relacién entre la arquitectura funcional mo- derna y una adecuada pedagogia en los edificios escolares; 0 revalorizé la sa- bidurfa andnima en la arquitectura popular mediterranea, concepto perpetua- do por el mismo Sert y asumido al inicio de los afios 50 por otro arquitecto catalan, José Antonio Coderch. tia laton excepcional e interrumpida IN embargo, la maierializacién de esas ideas en obras concretas no tuvo un desarrollo pleno. El estallido de la Guerra Civil (1936-1939), la crisis consiguiente y la evolucin de los acontecimientos eliminé una perspectiva de futuro, de tal modo que no podemos entrever hoy hasta donde hubiera sido fe- cunda la labor del GATEPAC, en el caso de haber sido continuada. No obstan- te, en parte por estos hechos os irreversibles, se ha puesto en cuestion la incidencia real y social de este excepcional grupo. Para unos (Oriol Bohigas y otros arquitectos catalanes en general), su actividad quedaria reducida prac- licamente a la obra del GATCPAC o Grupo Este, con una arquitectura asumida por la Generalitat y siendo la mas importante manifestacion artistica catalana desde el Modernisme; para otros (caso del bilbaino y activo en Madrid Juan Daniel Fullaondo), la personalidad de Fernando Garcia Mercadal 0 el mismo. Edificio Capitol en la Gran Via madrilena, tendrian mas valor que todas las obras del GATEPAC puestas una detrds de otra. Este enfrentamiento en los en- foques, aunque encierra fundamentos mas interesantes de lo que pudiera pa- recer y dentro siempre de esa pélemica sin fin Madrid/Barcelona, pone en evi- dencia al menos una cosa ya anunciada: la primera arquitectura moderna en Espaiia no se realiza en exclusiva por mano de los miembros relativamente in- 17 | | | 18 tegrados en el GATEPAC, sino que hay también otros arquitectos, mas 0 me- nos prOximos a sus ideas, que la introducen y la practican por su cuenta in- cluso antes de su formacién en 1930. Este es el caso del mismo impulsor del grupo Fernando Garefa Mercadal. Nacido en 1896 (Zaragoza), su inquietud, vitalidad, movilidad y versatilidad no tienen parang6n, haciendo que su figura rebase no solamente el ambito ara- gonés sino también el espaitol. Se habia titulado en 1921 por la Escuela de Mz drid. Fue companero de promocién de Luis Lacasa y convivio con profesores de gran talla, como Teodoro de Anasagasti 0 Modesto L6pez Otero, contra quie- nes se rebelard llegado el momento como todo buen estudiante que va més de- prisa. En 1923, gana la pensién para la Academia Espaftola en Roma (con un Proyecto de Templo Monumental en la Pradera de San Isidro de Madrid, 1923; enviando desde alli otro sobre La Casa del Fauno en Pompeya, 192! ambos todavia bajo un conveniente rigor academicista). A partir de entonces lleva a cabo una personal impregnacion o interpretacién de la arquitectura y del urbanismo que se hacen en Europa —teniendo consecuencias futuras para nuestro pais cuando regrese—, dando en buena parte cuenta de ello mediante la revista Arquitectura, en la que colaboraba desde estudiante: al principio, sin alinearse decididamente con el movimiento moderno; ya en 1924, sacudi- do por el impacto que le produce la Viena de Adolf Loos; en 1925-1926, inte- resado por el Seminario de Urbanismo de Hermann Jansen en la Escuela Téc- nica Superior de Charlottenburg; en 1926, difusor en la revista de sus prime- ras apreciaciones sobre la Arquitectura mediterranea, al igual que en 1927 publica su Horizontalismo o verticalismo y, también en este mismo ano, ha- ciéndose eco de la Weissenhofsiedlung patrocinada por la Deutscher Werk- bund en Stuttgart (donde se experimenta bajo direccién de Mies —Behrens, Gropius, Hilberseimer, Le Corbusier, Oud, etc.— con modelos de viviendas fun- cionales, baratas, higiénicas y dignas), lo cual le animara para plantear un Con- curso de Vivienda minima en 1929, sin desatender por ello la Casa popular en Espana. (1930). El Rincon de Goya (1926-1928, Zaragoza), Esta impregnacién de lo mu- cho visto y diseutido desde Europa le pone en condiciones de afrontar esta fz mosa opera prima con valentia y contra corriente. Sus viajes por el extranj ro le avalan. Se trataba de erigir un monumento con motivo del centenario de Ja muerte de Goya, sin embargo Mercadal no esta dispuesto a proyectarlo se- giin la tradicion; por el contrario, en lugar de concebirlo a modo de gran pe- destal monumentalista, decide crear un pabell6n abierto a jardin, en el que se integrarian biblioteca con libros para estudiar a Goya y sala de exposiciones para conocer mejor su obra, mas dependencias complementarias. Desde Ro- din y luego con Brancusi no se habia conocido ni se conocera revolucion se- mejante en un monumento al aire libre. Mercadal hace uso de la estructura de hormig6n, que, al sostenerse a si misma, permite perforar el muro y cerrar la obra con grandes cristaleras que permeabilizan el espacio exterior. Aqui se dan cita las esenciales y existenciales pantas de referencia del ser himano, las Ii- neas verticales y las lineas horizontales que en tensién, 0 contraposicién com- pensada, componen una obra cubica, nitida, desnuda, asimétrica, loosiana, neoplasticista, abstracia. Las cubiertas son planas, los acuerdos ortogonales solo Wright sabe integrarlos en el paisaje; pero poco importa el clima, ni el me- dio, es el nuevo lenguaje moderno, el racionalismo con porvenir, polivalente y para todo el mundo. De este modo, Mercadal pasa del Monumento a Goya al Rinc6n de Goya. (concomitante con su Casa Alvaro Bielza, 1925; su Villa Amparo, 1927, Mallorca; su propia casa del Parque Residencia, 1931, calle Carbonero y Sol, Madrid; 0 con el Proyecto de Museo de Arte Moderno, Pre- mio Nacional de Arquitectura 1933). Las criticas hechas en el momento de su ironicamente que era una obra sin desembalar—, storica, pues son consustanciales a todo rebelde que se precie de tal. Sin embargo, Mereadal realizaba una obra de ruptura que lle- na su curriculum y le acredita antes de formar el GATEPAC. éAcaso cambié su voluntad de estilo por integrarse en el grupo? Desde 1930 prosiguié con su labor, alimentada en los debates del CIRPAC alos que habia asistido (Frankfurt, 1929; Bruselas, 1930), manteniendo el mis- mo espiritu y lenguaje modernos que antes al concebir proyectos o pequeiias obras que llega incluso a publicar en la revista A.C.; Proyeclo de Ensanche para Ceuta (930. A.C. n.” 2. 1931); las desaparecidas Casa Doctor Horno (1931) en Paseo Marfa Agustin de Zaragoza y Casa Diaz Caneja (1931) en calle Zurbano de Madrid (ambas en A.C. n.’ 3. 1931); Proyecto de Estacion de Autobuses para Burgos (1929), colab. con S. Ulargui (A.C. n.° 3. 1931); Proyecto de Grupo Escolar para Bilbao (1932), colab. con R. Anibal Alvarez (A.C. n! 9. 1933). Luego —tras obtener el cargo de Arquitecto Jefe de la Ofi- cina_de Urbanismo, Parques y Jardines del Ayuniamiento de Madrid (1932-1940)—, dado su distanciamiento del grupo, ya no es igual. Su capaci- dad de organizacién y de gestién —que le permiti6 antes traer fisicamente a conferenciantes arquitectos como Le Corbusier, Gropius, Theo van Doesburg Mendelsohn para exponer sus ideas en la Residencia de Estudiantes de Ma- drid—, disminuy6 sin duda. Su cardcter emprendedor y su entusiasmo langui- decen durante la postguerra, una vez se vincula como arquitecto al Instituto Nacional de Previsién (1949), aunque se le puede ver todavia como un autén- tico archivo viviente por la Biblioteca del COAM, respondiendo impetuoso y con amabilidad —pese a su acentuada sordera— a cualquier consulta hecha hasta poco antes de morir en 1985. Los grupos madrileno y nérdico S US companeros del foco madrilefo y del foco nérdico contribuyen también a su manera con obras personales, realizadas dentro de una tonica des- creida y, desde luego, al margen del grupo GATEPAC una vez son suspendidos en 1933 por el GATCPAC que se desliga y acttia por su cuenta, Felipe Lopez Delgado realiza el Cine Teatro-Figaro (1930-1932. Calle Doctor Cortezo, Madrid) y aunque su obra aparece filtrada por la ortodoxia de la revista A.C. (n.° 5. 1932), sin embargo sus ribetes art déco e incluso men- delsohnianos perturbaban ese racionalismo estricto preconizado. El que debia haber sido un auténtico Cine Moderno —transformado en teatro durante las obras, posteriormente desvirtuado—, estuvo muy condicionado por la propie- dad, pero Lépez Delgado puso de manifiesto su dominio del nuevo lenguaj planta perfectamente trazada a lo largo de un rectangular solar entre medi: neras; periférica distribuci6n funcional de las recortadas dependencias segin requiriesen mas 0 menos luz y ventilacién; composiciones abstractas o elemen- concesi6n a la tradicién y muy proximos a la arquitectura naval. José Manuel Aizpuria y Joaquin Labayen —con estudio en la calle Prim de San Sebastidn— realizaron por su parte también una obra de estilo naval en el medio nordico, el Club Nautico (1929-1930, San Sebastian. A. emparentado con su Proyecto de escuelas elementales para 20 coa) presentado en la célebre Exposicién de San Sebastién (1930) y curiosa- mente con la Casa Vilaré (1929-1930. Avda. Coll de Portell, San José de la Montana, Barcelona) de Sixto Ill es decir, dentro de ese polivalente es- tilo barco de tan alta precision y tan querido por Le Corbusier. No obstante, la obra de Aizptrua y Labayen és ima pieza maestra de la nueva estélica, una leccién para las generaciones venideras que actien frente al mar manejando esta tipologia. Por una parte, se rompe deliberadamente con la arquitectura de los antepasados, con la arquitectura del viejo Casino préximo —caso que nos recordarfa al grupo también combativo en su momento de la Secession viene- sa fin de siglo—; asi, la triste arquitectura de Casino —tal como A.C. la ca- lificaba— era para los padres, mientras que la del alegre Club Nautico es para las personas modernas (impetuosas, ligeras, deportistas, repletas de futuro). Por otra parte, no existiria imagen mas acorde ni consustancial con la funcion que la del barco moderno, carente de elementos innecesarios, contando con los estrictamente practicos. y montados como en un mecano para que todo fun- cione como una maquina. Ahora bien, el resultado dista de ser frio. Existen también, a su vez, dobleces expresionistas que delatan una mente humana de- trés de una obra aparentemente mecénica. Aizpirua y Labayen aprovechan la estructura de hormigén armado y los soportes modilados para distribuir ra- ionalmente los distintos espacios funcionales (cuartos de banistas, vestibulo, biblioteca, restaurante...), para perforar los muros y abrir grandes ventanas continuas por donde divisar libremente el mar (con todo lo que esto significa) El grupo Este 0 GATCPAC FE ste Este © GATCPAC se presenta por su parte, en principio, mis 6 herente y compenetrado, No obstante, la realidad hace que sus dos so- portes fundamentales acaben siendo José Luis Sert y José Torres Clavé. Am- bos nacen en Barcelona y ambos s¢ titulan en 1929 por su Escuela de Arqui | tectura. Ambos también congenian pronto desde estudiantes, pero son mas jo- venes que ese Mercadal suelto ya por Europa. Sert nace en 1902 y atin podra desarrollar, a partir de 1937 y debido al exilio, casi toda su trayectoria profe- sional por el mundo (USA), hasta su muerte en 1983 (Barcelona). Pero Torr Clavé, que nace en 1906 y muere en 1939 (Omellons, Lérida), ver truncada su labor. Sert, de formacién esmerada, trabaja al terminar la carrera con Le Corbusier y Pierre Jeanneret en Paris (1929). Torres Clavé, notable pintor y dibujante, decide romper en 1930 con el estudio familiar (tradicional familii de arquitectos y constructores), asociéndose con Sert para practicar una ar- quitectura de renovacidn, siendo ademés la persona clave en la publicacién de A.C. hasta poco antes de su muerte. La, Ciutat de Repos i de Vacances (1929-1935), proyecto frustrado a rea- lizar en una franja costera de 8 km. (Baix Llobregat-Castelldefels), es sin duda la creacién mas grandiosa e importante del grupo Este del GATEPAC, supera- dora de un moderno Proyecto de pueblo para. la Costa Brava (1929) que Sert presentara en la Exposicion de las Galerias Dalmau. Concebida como zona ordenada de descanso y de vacaciones para las masas en general 0 para las pro- cedentes de Barcelona en particular, recobra hoy un extraordinario valor —si no estético, si ético— a la vista del estado vergonzoso y sin remedio a que han legado algunas de nuestr: ias. El proyecto Ciutal de Repos integra en si mismo todas las ideas del grupo acerca del sentido que debia tener el nuevo Cee Arriba, perspéctiva del Proyecto de Urbanizacion de Ja Gran Via Diagonal, 7930-1931, por el GATCPAG = ~ll By Abajo, perspectiva del Proyecto de Instituto de Segunda Ensenianza para Cartagena, 1932, por J. M. Aizparwa WE. Aguinaga 21 22, urbanismo y la arquitectura en la sociedad de entonces (una sociedad en la que muy pocos podian permitirse un descanso en unas instalaciones dignas). La obra, que llega a convertirse en una utopfa, se fundamentaba en un acto de generosidad, pues se pensaba en el bienestar del ser humano sin dnimo de lu- cro y en la creacion de puestos de trabajo (Bl. deporte, la vida higiénica al aire libre, el perfecto equilibrio fisico, constituyen hay dia una necesidad ineludible para las masas... Las autoridades, mandatarias del pueblo, de- ben recoger este deseo...). Habia que evitar la creacién de una simple playa mas de moda, por eso su programa prevefa una zonificacién ordenada de los distintos servicios integrados y un presupuesto ajustado: zona de bamo, con cabinas prefabricadas, piscinas, tiendas, espec semana, con espacios para casas desmontables, camping; zona de residen- cia, con hoteles funcionales de disefto alegre y carentes de todo lujo, casas para alquiler de tipologia y materiales esténdar, campos de deportes, colonias escolares, parques; zona para cura de reposo, con hoteles-sanatorios dota- dos de grandes terrazas y luz graduable (no destinados a ociosos que requie- ren temporalmente una desintoxicacién por los excesos de la buena vida, sino para los individuos que han de vivir de su trabajo y deben recuperar energias); zona de cultivo, comin a las cuatro zonas y segiin una costumbre tradicional barcelonesa; por tiltimo, plan de saneamiento, red viaria y constituci6n de una Societat Cooperativa para abaratar su costo 0 su uso. El Proyecto de Ciutat de Repos i Vacances fue publicado en A.C, (n.” 7. 1932; n° 13. 1934), ex- puesto en Barcelona y en Madrid (1933), asumido por el IV Congreso del CIR- PAC (1933) y conocido en el extranjero. Sirvid ademas para ilusionar al grupo Centro del GATEPAC, por lo que el mismo Mercadal, en colaboracién circuns- tancial con Subirana como representante del GATCPAC, promoveré en 1933 | un Proyecto de la Ciudad Verde del Jarama para Madrid (San Fernando- Ribas de Jarama-La Poveda) e inspirado en los mismos principios. Sin embar- 0, la salida de Indalecio Prieto del Ministerio de Obras Publicas —quien se habfa interesado por ambos proyectos—, las dificultades ahadidas en la expro- piacién de terrenos en el caso catalan y el desarrollo irreversible de la Guerra Civil que colapsa las negociaciones particulares con la Generalitat, hicieron im- posible la realizacion. ‘Tampoco se realizaron otras propuestas que el grupo venia preparando con la intencién de sanear y racionalizar el espacio urbano para una Barcelona mo- derna, rebatiendo planes oficiales y exigiendo la modificacién de las ordenan- zas si era necesario. El Proyecto de Urbanizacién de la Diagonal (1930-1931; A.C. n. 4, 1931) se inspira en las tendencias urbanisticas que se desarrollan sobre la Ciudad Funcional en el seno del CIRPAC: armonfa entre la ereciente densidad de poblacién y el espacio disponible; ruptura de la man- zana cerrada y desaparicién por tanto de la calle tradicional; agrupacion de las viviendas en bloques aislados y bien orientados, sin sombras, sin patios inte- riores insalubres y con terrazas incorporadas que comuniquen con la Natura- leza; dotacién de equipamientos y servicios, zonas peatonales ajardinadas y se- paradas de las circulaciones para tréfico veloz; eleccién de nuevos materiales seriados para facilitar y abaratar la construceidn; valoracién de la reticula or- togonal y del prisma puro en contraste con el paisaje barcelonés. En realidad, era un proyecto vinculado a un plan general de reforma y ensanche, por zonas y segtin las funciones, el Pla Macia (1932-1935; redactado con la colabora- cién del mismo Le Corbusier y de Pierre Jeanneret. A.C. n.” 13. 1934) —nom- bre en homenaje al presidente de la Generalitat, cuyo gobierno lo patrocina- ba—, que manifestaba ya los postulados dictados en La Charte d’Athémes Maqueta en madera de la Casa Bloc, San! Andreu, Barcelona. 1932-1936. Por el GATC- PAG (J. L. Sert, J. Torres Clavé y J. B. Subirana) (1933/1942, fundamental para el urbanismo moderno) y que se complemen: taria en las afueras con la Ciutat de Repos como zona de recreo, No obstante, el grupo atin pudo realizar algunas obras de menor alcance y sin duda importantes. La preocupacién por la vivienda obrera, les lleva a co- participar con la Generalitat en un Programa de viviendas para Barcelona, que habria de absorber ademas mano de obra en paro. En la Avda. de ‘Torras i Ba- ges de Sant Andreu, ensaya en 1933 unas Viviendas minimas de dos plantas con pequefo jardin de entrada, adosadas en hilera y ya practicamente desapa- recidas (donde se adopta una solucidn afin a Le Corbusier, Gropius y Oud). Esta tipologia —que sera recuperada en los aiios cincuenta por arquitectos como F. J. Séenz de Oiza para poblados de absorcién del chabolismo (Fue carral, Entrevias, Madrid)—, era en realidad el avance de una obra més sist matizada a construir en el mismo lugar. Dos grandes obras del racionalismo Lt Casa Bloc (1932-1936. Sant Andreu, Barcelona; A.C. n.° 11. 1983), vie- ne a ser entonces la gran obra racionalista realizada por el GATCPAC (concretamente por J. L. Sert, J. B. Subirana y J. Torres Clavé). Se trataba de 23 24 multiplicar el miimero de viviendas adosadas con la incorporacién de tres ban- das superpuestas de dtiplex (200). Estos se integran en cinco bloques solda- dos por las cajas de enlaces verticales (escalera y ascensor), formando un solo cuerpo con planta en Z, comunicado con la gran ciudad, bien equipado (hiblio- teca, parvulario, club, cooperativas de consumo, talleres) y dotado de zonas para juegos o jardines que pasan por debajo del bloque intermedio al estar ele- vado sobre pilotis. La cubierta plana también seria utilizable como zona de re- creo. La vivienda, con acceso por galeria y con terraza uniformadas, tiene ver- tilacién cruzada y orientacion variada. Los espacios minimos se distribuyen con estricta racionalidad: estar-comedor, cocina, aseo y terraza en planta baj tres dormitorios en planta alta. Esta obra, en definitiva, se proyectaba asumien- do las nuevas tecnologias (estructura de acero laminado para aligerar la obra, elementos scriados), ademés de los recientes y consabidos postulados del IV Congreso del CIRPAC (1933). Desvirtuada posieriormente, este tipo de vivien- da minima en bloque —digna en su momento— no serd igualada en lucidez has- ta que en nuestros dias, con estilo y condiciones diferentes, el mismo Sdenz de Oiza cree otra obra cumbre de la arquitectura espaiiola, las Viviendas M-30 (1986-1990. Madrid). Bl estilo de la Casa Bloc, la incorporacién de la vivien- da individual en diiplex al bloque de la ciudad y el protagonismo de la terraza en composicién de fachada, son caracteristicas debidas en titima instancia a Le Corbusier Gnanueble-villa, 1922) y a José Luis Sert como adaptador de las mismas. Su Casa de viviendas driplex de alquiler (1930-1931. C/ Muntaner civ Parroco Ubach, Barcelona; A.C. n° 4. 1931), es un temprano y brillante ejemplo, En esta obra, Sert consegufa, manejando dos alturas, ima gran lim- pieza espacial, que se traduce a exterior con nitidez, mediante una composi- cidn de fachada correspondiente a la funcion, En la armonfa establecida all re- lacionar el muro con el hueco, obtiene también limpieza de lineas con marcos metélicos y seriados, en unas ventanas recortadas sin molduras, delatando una voluntad neoplasticista, con una tersura que solamente rompen las terrazas. La terraza es introducida en muchas viviendas de bloque urbano que cons- truyen en Barcelona algunos miembros del grupo, entendida en mayor o me- nor medida como conexién con la Naturaleza —hoy dia ya sin sentido por la contaminacién ambiental— y como elemento variado en la composicion de fa- chada, al tiempo que se matiza el rigor del racionalismo importado: Edificio de viviendas (1931. Via Augusta, 61) y Ei Astoria (1933-1984, C/ Pa- ris, 193) de German Rodriguez Atias; Edificio de viviendas (1934-1935. C/ Aribau, 243) de Raimundo Durdn Reynals; Edificio de viviendas (1934-1935. C/ Padua, 96) de Sixto Meseas; Edificio de viviendas (1934-1937. Diagonal, 419) de Ricardo Churruca. No obstante, el desarrollo y adecuacion de la terra” za a la vivienda burguesa sera ya durante la postguerra: por F. Mitjans Miré (Edificio de viviendas. 1941-1944. C/ Amigé, 76); al igual que en Madrid hard L, Gutiérrez Soto, quien la introduce en esta ciudad (Edificio de vivien- das. 1932-36/1939-42, C/ Almagro, 26). El Dispensari Central Antituberculés (1934-1988. P. San Bernardo, 10 cw Torres Amat, Barcelona). En esta obra culmina la colaboracién del grupo —concretamente J. L, Sert, J. B. Subirana y J. Torres Clavé— con la Genera- litat. En 1934 les hace el encargo dentro de un programa de socializacién hos- pilararia y lucha contra la tuberculosis. Tres bloques en un solo cuerpo de cua- tro plantas que delata sus funciones (porteria, dispensario, administracién, sala de conferencias), sorteando un solar irregular y acogiendo al usuario median- te patio-jardin. Recurso a la estructura metilica, forjados de bovedilla ligera, elementos prefabricados. Habitaciones ventiladas, yuxtapuestas, articuladas y nt Jordi, Barcelona, 931, por Francisco Polguera. Vivienda de la Colonia El Viso, 1933-1936, por Rafael Bergamén 26 servidas por corredor en L también ventilado ¢ iluminado. Traduecién a exte- rior en voldmenes puros de gran potencia plastica que, aun pudiendo recordar el Pabell6n Suizo (1930-1932. Paris) de Le Corbusier, supera todo rigor inst- pido para generar la pulcritud requerida y la perduracién en un entomo con- creto (muros vidriados). En esta obra convergen todas las ideas condicionan- tes de un programa sanitario que se resuelve racional y funcionalmente, si bien superando el hospital de pabellones de fines del siglo xx, al tiempo que man- tiene unitariamente sus deslindadas funciones: higiene, asepsia, ventilacion, so- Ieamiento. En cierto modo, estos criterios planteados eran desarrollados en un frustrado proyecto de rara belleza y periecci6n formal, el Hospital para tu- berculosos (1936, Barcelona) de Sert y Torres Clavé, que identificaba arqui- | tectura con medicina moderna (helioterapia). El Pabellén de Espana en la Expo. Internacional de Paris-1937 ODAVIA pudo un miembro del GATCPAC, en plena descomposicién, rea- lizar desde Paris la obra quizds més significativa y representativa de la situacién dramética por la que atravesaba Espafia. José Luis Sert y Luis La- casa reciben el encargo de levantar el Pabellén por parte de la Republica. La premura y la limitacién de materiales se solucionaba con el uso de ele- mentos prefabricados de rapido montaje, lo cual facilité su construccién. El estilo venia determinado por la aplicacién de los principios racionales y fun- cionales, por la modulacién y la obtencién de tres plantas libres enlazadas con escalera 0 rampa laterales, por la consecucion de transparencia y con- | catenacion espaciales (grandes lunas vitreas, espacios fluidos), en fin, por la negacién de cualquier ornamento superfluo que perturbase la informacién sobre el devenir en Hspatia o la integracion de importantes artes de vanguar- dia: Fuente de Mercurio, de Calder; Montserrat (Stedelijk Museum, Ams- terdam), de Gonzalez; El payés catalén en rebeldia, de Miré; Guerni (Cason del Buen Retiro, Museo del Prado, Madrid), de Picasso; El pueblo e panol tiene un camino que conduce a una estrella, de Alberto Sanchez... Una obra total que se manifestaba entre la muerte y la esperanza, digna de ser estudiada por Fernando Martin (Universidad de Sevilla, 1983) y por Jo- sefina Alix (CARS Madrid, 1987). La Guerra Civil y sus consecuencias SPANA, que no llega a participar en ninguna de las dos grandes guerras mundiales, tuvo por desgracia su propia guerra. Desde 1936 a 193° hecho traumético afecté al libre desarrollo de la arquitectura. Madrid, frente bélico estable durante mucho tiempo, tuvo que solucionar problemas acucian- tes de defensa y distintos a la pura teorfa 0 practica arquitecténica, con la ex- cepeidn sobresaliente del ya referido Pabellén de la Republica en la Exposi- | cion de Paris-1937. En este aio se crea el Comité de Reforma, Reconstruccion y Saneamiento —con Julién Besteiro como presidente, Fernando Garefa Mer- cadal como secretario y siendo ministro de Comunicaciones, Transportes y Obras Piblicas el arquitecto Bemnardo Giner de los Rios—, que elabora el in- coneluso Esquema y Bases para el desarrollo del Plan Regional de Ma- Fachada del Pabellén espaiiol de la Exposicin Internacional de Paris. 1937. Por Luis Lacasa y José Luis Sert. En primer término, una escultura de Picasso drid (1939). El acoso sistematico a la capital dard como resultado, entre otros, la desiruccién de la Ciudad Universitaria (a reconstruir en postguerra por par- te de los mismos arquitecios y con el mismo estilo). Situacién distinta es la vivida en Barcelona. donde llega a identificarse el concepto de revolucién politico-social con el de la nueva arquitectura moder- na (colectivizacién del ramo de la construccién, municipalizacién de la propie- dad urbana y otros proyectos urbanisticos asumidos por la Generalitat). Dada la dispersi6n de los miembros componentes del GATEPAG, sera el GATCPAC en esta zona y sobre todo Josep Torres Clavé —puesto que Sert se refugia en Paris— quien mantenga activo el ideario hasta el tiltimo momento posible. La actividad personal de Torres Clavé se desarrolla en tres sentidos: defensa de sus ideas en el campo politico-profesional desde los primeros meses de la guerra (creaci6n del Sindicat d’Arquitectes de Catalunya —SAC—, adheridos a las centrales obreras CNT/UGT y asumiendo las funciones tanto de la Aso- ciacién como del Colegio de arquitectos; creacién del Comité de Escola Nova Unificada —CENU—, habilitando locales para nifos no escolarizados; control de la Escuela de Arquitectura y redaccién de un Nuevo Plan de Estudios en el que se proponia la ensefianza por ciclos o la especialidad por materias; con- irol del Ayuntamiento y reorganizaciOn del eje: profesional, etc.); defensa de sus ideas en el campo de la difusién cultural (coordinacién, con la ayuda | de Joan Prats, de la revista A.C., que logra publicar todavia en momentos di- 28 ficiles e incluso preparar los nimeros 26-29 inéditos); por tiltimo, defensa de sus ideas en el campo de batalla. Resulta diffeil comprender para quien no vivi6 por fortuna el desastre de la guerra, ni tampoco las secuclas de Ja inmediata postguerra, como Espana pudo llegar a un estado tan dramatico. Los documentos existentes, mostra- dos cada vez con mayor objetividad, pueden contribuir a la explicacién, pero no ala comprension. Arquitectos de gran talla y partidarios del arte de van- guardia se desunen o desaparecen en frentes irreconciliables: como J. M. de Aizptrua, quien muere en 1936 alineado con el bando finalmente vencedor; o el mismo J. Torres Clavé, quien muere en 1939 en bando contrario. Para algunos supervivientes hubo desigual porvenir, segtin propuesta de la Direc- cidn General de Arquitectura en 1942 (inspirandose en una Depuracion po- litico-social de arquitectos, Orden de 24 de febrero de 1940/BOE de 28 de febrero): L. Lacasa y M. Sanchez Arcas, inhabilitacién perpetua para el ejer- cicio publico y privado de la profesion; J. L. Sert, suspensién total en el ejer- cicio de la profesién y en todo el territorio nacional; R. Bergamin y M. Do- minguez, inhabilitacién perpetua para cargos péblicos y temporal para. el ejercicio privado de la profesién; C. Arniches, V. Eced, F. Garcia Mercadal y S. Zuazo, diferentes sanciones o inhabilitaciones temporales. El exilio vo- | luniario o forzoso habia sido inevitable ya: Bergamin (Venezuela), Bonet (Ar- gentina), Dominguez (Cuba), Lacasa (Rusia), Sert (USA), 0 Zuazo (quien, una vez regresa de Francia tras la guerra, vive temporalmente en Canari Mientras unos arquitectos —vinculados de un modo u otro al quehacer re- publicano 0 en particular a la Generalitat— desaparecfan del panorama pro- fesional espaftol o eran disminuidos en sus facultades, otros afines al mevo régimen iniciaran un camino sin sentido preciso —ni salida acorde con los tiempos— hacia una arquitectura neoimperialista, La identificacion de la ar- | quitectura moderna con la Segunda Repablica pudo ser el motivo de algu- nos para combatir aquélla también, pero debe advertirse que en tan corta du- racion, dada la crisis econdmica existente ademés, dificilmente huho tiempo de generar una arquitectura moderna que calara en la sociedad de los aiios treinta, en un paisaje urbano donde la gran mayorfa de las obras eran de sig- | no tradicional. Las iniciativas del GATCPAG y la promocidn de la Generali- tat, pueden considerarse en ese sentido excepcionales. Por otra parte, debe aludirse a los monumentales y escurialenses Nuevos Ministerios (1933-1936. Paseo de la Castellana, Madrid) de Secundino Zuazo —aun sien- do mas complejos estilisticamente y mas préximos a su Casa de las Flores de lo que pudiera parecer a primera vista-—, iniciados en tiempos de Inda- lecio Prieto y por tanto contribuyentes a disolver unos limites rigidos entre una arquitectura moderna de anteguerra y otra anacronica de inmediata post- guerra (Valle de los Caidos, 1942-1959, Madrid, de Pedro Muguruza y Die- go Méndez; Universidad Laboral, 1946-1950, Gij6n, de Luis Moya y otros). Esta natural disolucion de limites llegard a forzarse en los afhos 70 con una. tesis que avalaba la Exposicion Arquitectura para después de una guerra, 1939-1949 (1977), pretendiendo prolongar el racionalismo de los afios trein- ta —camuflado con escudos, chapiteles y espadaias—, sin solucién de con- tinuidad y hasta los afios 50 considerados de recuperacin. No obstante, debe insistirse en que si hubo argumentos para pensar en una reaccin contundente durante los cuarenta, que corroborara més incluso una formacién academicista en las escuclas de arquitectura y un dificultoso cono- cimiento de las tendencias contemporaneas (ténganse en cuenta las circuns- tancias de crisis, aislamiento, presi6n o afinidad ideolégica con las fuerzas del a, detalte de la fachada de ta Casa de viviendas diiplex de alquiler, C. Mimtaner c/v ‘oco Ubach de Barcelona, 1930-1931, por José Luis Sert. Abajo, exterior del Dispensari Antituberculés de Barcelona, 1934-1938, por J. L. Sert, J. B, Subirana y J. Torres 29 Fje en plena Segunda Guerra Mundial). Los ejemplos dados por los exiliados se desvanecian, ademas de permanecer aqué otros arquitectos comprometidos antes con una arquitectura relativamente moderna que retrotraen ahora su es- tilo —segiin los vientos que soplan— hacia posiciones historicistas (L. Blanco Soler, J. y R. Borobio, R. Durén Reynals, C. Ferndndez-Shaw, F. Folguera, L. Martinez-Feduchi, el mismo S. Zuazo, etc.). Mientras Sert —que habfa traba- jado para el vencido— mantenia viva la llama de la arquitectura moderna en el extranjero, Gutiérrez Soto —realizador en otro momento de arquitectura mo- derna de gran calidad (al margen del GATEPAG, si bien compartiendo muchos de sus criterios) y que habia luchado en el Bjército del Aire de parte del ven- cedor— acaba por realizar el Ministerio del Aire (1942-1951. Plaza de la Mon- cloa, Madrid) con un estilo que rememora sin duda El Escorial y la arquit tura tradicional villanoviana. La recuperacion del tiempo perdido IN embargo, el rumbo imparable de los tiempos hizo que se permeabiliza- sen nuestras fronteras tras unos aios de introversién y autarquia, que nuestros arquitectos viajasen y comprendiesen que esta arquitectura —cara, desfasada y producto de la crispacién posthélica— no tenia porvenir. El mis- mo Gutiérrez Soto, tras un viaje por América, decidié cambiar un proyecto his- toricista por otro mds moderno para sus Oficinas del Alto Estado Mayor (1951-1954. C/ Vitruvio-Paseo de La Castellana, Madrid). Francisco Cabrero, tras un viaje por Italia, realiza junto con Rafael de Abur- to el Edificio de Sindicatos (1950-1956. Actual Ministerio de Sanidad y Consumo. Paseo del Prado, Madrid), otra obra de transicion. Se trata de la pau- latina asimilacion de la arquitectura moderna por parte del Estado, tal como demuestra el Gobierno Civil (1956-57/1959-63, Tarragona) de Alejandro de la Sota, el Poblado de Entrevias (1956, Madrid) de F. J. Saenz de Oiza, o el Pabellén de los Hexdgonos (Exposicion Universal de Brusel: é ‘Antonio Corrales y Ramén Vazquez Moleziin. [gual que la [gl Grdenes religiosas tendran en Miguel Fisac el arquitecto capaz de revolucionar el edificio de culto tradicional, adaptandose a las corrientes modernas. Por otra parte, debe seit derna en el Ambito catalin, mas propenso al trabajo en equipo. Con motivo de la celebracién de la V Asamblea Nacional de Arquitectura (1949) —en la que se hablé de Gaudf, de Le Corbusier, de Wright, incluso F. Mitjans lo hizo del olvidado oficialmente GATEPAC—, los 4nimos se avivaron. Y al igual que se unen otros artistas en grupos de ruptura —caso de Daw al Set (1948-1941, Barcelona) y luego El Paso (1957-1960, Madrid)—, enseguida surgiré el efi- mero grupo R (1951. Oriol Bohigas, José Antonio Coderch, Joaquin Gili, An- tonio de Moragas, José Pratmarso, José Marfa de Sostres, Manuel Valls), que inauguraba su primera exposicién en las Galerfas Layetanas de Barcelona (6-XII-1952), recuperando la arquitectura moderna como renovacion. La arquitectura espafiola ha podido registrar desde ento1 hasta el ini- cio de la llamada postmodernidad en los afos setenta, todas las variadas e imbricadas tendencias internacionales (racionalismo, funcionalismo, orga- nicismo, etc.), dimanadas de los grandes padres de la arquitectura moder- na: Le Corbusier, Gropius, Mies van der Rohe, Wright, Aalto. Incluido en un primer momento el influjo del GATEPAG como difusor de las mas genuinas se la pronta recuperacion de la arquitectura mo- | y ejemplo a seguir, en ese sano interés por mejorar el medio de vida de los se- | mejantes que antes caracterizaba al arquitecto. Sin embargo, esta evolucion, condicionada por nuestra situacién econémica y cultural, que culmina actual- mente en un momento en que se hace la mejor arquitectura en Espaiia —co- mentario que dificilmente podria aplicarse a las demas artes plisticas—, re- queriria otro estudio mas detenido. Por lo cual se adjunta bibliografia general diversa y complementaria. Bibliografia AAW., A.C, Revista del GATEPAC, 25 niimeros, Barcelona, 1931-1937. Reed. fac- simil AC/GATEPAC, 1931-1937, Gustavo Gili, Barcelona, 1975; AAVV., Arquiteciu- ra Contempordnea en Espana. GATE- PAC, Edarba, Madrid, 8, A. (1985); AA-VV., GATCPAC, Cuadernos de Arquitectura, n.’ 40, 1960; AA.VV., 1927, primera ar- quitectura moderna en Espana, Hogar y arquitectera, n° 70, 1967; AA.WV., GATE- PAC, Expo. COACB, Barcelona, 1971; AA.VV., GATEPAC (Monograficos con abun- dante bibliografiay, Cuadernos de Arqui- tectura _y Urbanismo, n° 90/1972 y n.* 94/1973; AA.VV., «Revision de la arquitec- tura racionalista madrilefiia», Boden, n.° 16, 1977; AA.WV., «La época del GATCPAC» (monografico sobre Josep Torres Clavé), 2C_ Construccién de ta ciudad, n. 15-16, mayo 1980; AA.VY., Arquitectura esparc Ja contempordnea, Spanish Contempo- vary Architecture 1975/1990, Bl Croquis, Madrid, 1989; AA.VY., La quimera moder- nat. Los Poblados Dirigidos de Madrid en. la arquitectura de tos 50, Hermann Blo- me, Madrid, 1989; J. R. Alonso Pereira, Ma- drid 1898-1931. Ne Corie a Metrépoli, Comunidad de Madrid, Madrid, 1985; J. Bassegoda, , MOPU, Madrid, 1986, L. Doménech Girbau, Arqui- tectura. contemporanea, Blume, Barcelo- na, 1968; A. Fernandez Alba, «La crisis de Ja arquitectura espatiola, Cuadernos para él Didlogo, Madrid, 1972; C. 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