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ELIDA-E. FERNANDEZ Elida E. Fernandez ALGO ES POSIBLE Clinica psicoanalitica de locuras y psicosis CUARTA EDICION W CAPITULO 1 EN GUARDIA' Lo que les voy a relatar ocurrié hace casi treinta atios, pero po- dria estar ocurriendo en este mismo momento, con algunas dife- rencias, algunas no demasiado importantes, otras sf. Imaginense la guardia psiquidtrica de un hospicio: un cuarto amplio pintado de un ocre enrarecido y oscurecido por los afios, un baio al fondo, pequefiito, un teléfono, un gran escritorio, tan anti guo como la pintura, dos sillas de un lado contra la pared, dos si- llas del otro. Todo marrén oscuro. Una silla mas, ubicada frente a la puerta de entrada donde pre- sumiblemente podria estar el cabo. No hay ventanas, por lo que siempre est prendido un tubo de luz fluorescente, blanca. Era de noche. Verano. El cabo habia lamado a los residentes que les tocaba guardia se dfa, para avisarles que habia una intervencién judicial, la po- licia habia traido a alguien que los estaba esperando. Con la cana no se jode. Se pusieron rapidamente el guardapolvo blanco, uno que de- £2 Dr" en la solapa del bolsillo y el otro que decia “Lic.” Sin esos Pordados en azul nadie hubiera dicho que esos jévenes que atra- {ejaban presurosos el jardin oscuro del hospital, con cara de asus- ‘6s, eran profesionales. 1. La primey donalan Yersion de este trabajo fue presentado en II jornadas de Pro- fesionales en formaci fes, Amaicha del Valle 290, 78285" en Salud Mental. Valles Calchaqutes, 18 Bupa B. Feewanper Llegaron, se acomod: ispusi mado trajera al sujeto en euestibs Een De pronto entra corriendo un ho wean do muy alto con acento espaol Mira con desesperacién. ¥ dic consentimiento”. Quiénes serian ellas? Lo que no arrojaba dudas era u ) ue tea ere < loco que estaban esperando, y le se le habria escapado cis el policia lo habia dejado = Babel Mae eee we residentes se miraron, el hombre parecia cada vez més des- E] psiquiatra abrié el fuego: {Quiénes? Pregunté aparentan- do firmeza. —jPues ellas, no las veis, las moscas! que algtin unifor. iar staba, mbre con cara de jadeando. e loco, hablan. *“ellas usan de mi cuerpo sin mi En ese momento la psic6loga descubrié, no sin espanto, que la habitacin estaba Hena de moscas. Ambos profesionales siguie- ron con la mirada el vuelo redondo de una que se posé en la par- te del brazo que la camisa arremangada le dejaba al descubier- to al “serior que habia que internar”; internar, tebricamente, ue- go de realizar un examen. psiquidtrico, otro psicologico y una en- trevista a la familia, Henar la primera hoja de la histone dinien urevlos datos, escribir el diagnéstico presuntivo, desmmtr’ i Pabia Hegado al sujete, tranacribir lo més felmente pos cho por élyfirmar. °F Qué hacéis alli mirando ¢ vosotros, si vosotros las mandais, ‘Alli los empiez: tapando a los reside la piel, moja! E] hombre entra tar frente a los que a destruirlos. Olvidé aclarar que I El hombre alza un aan 0 sab do esta vejacién sin intervenir? ;Ab! ‘vosotros... : io y la catarata de insultos va jirar con od neste cnten el sudor corriendo Por ja: 1a certeza de es di descontrolac ae teledi yntra él le das. as sillas eran muy pesat de ellas, la levanta como un Pal “Auco 8 POSIBLE. CLINICA PSICOANALITICA DE LOCURAS Y Psicosis 19 jnerustarla en la cabeza de los jévenes que a esa altura estaban estampillados contra la pared. La psicéloga con vor inaudible le dice: “Sr. siéntese por favor, yamos a hablar tranquilos...” ‘A an milimetro que la silla diera en su objetivo, providencial- mente entra uno de los cabos (que eran elegidos por su tamaiio y fuerza y no por su preparacién para atender pacientes en brote). Basi un segundo para que el cabo, viejo en estas lides, enten- diera qué estaba sucediendo. “Ahf es él quien grita: “Siéntese, conteste lo que le pregunten, déjese de andar haciendo escandalo, jeste es un hospital! ;{Y us- tedes!: {No saben que a un paranoico hay que tratarlo con firme- za, huevones?” ‘Los supuestos huevones no podfan ni respirar, todo lo que hi — ern oe Parecia no servir para salir dignamente de esa situacida. Avergonzados, emj i gntorio, el diagnéetico ya lo teniam \pezaron el interro- Al dfa siguiente Ami i y rans profesionales no pudieron dormir esa noche, hablaron qe ueaton del paciente, de lo que les habia ocurrido; por suer, dela stcccrgeretenza habian podido reirse de ellos miamos » de las moscas, y por suerte también, el pacion, teles habia abierto t: ife de residentes ‘antas preguntas que decidieron contarle al estarig is “ Fucrona anquilizado por el eéctel que le hang ee toreconacer on aitsel hombre los recibiscon arate ado como sus poet 8108 que la noche tuna sonrisa, parecia Eli pon aeeuores oa ba las todo; mx 's alrede Satentadec® 4 Ia sala, e) or Ce 18 cama. La psicdloga controle. ‘Guna B. FERNANDEZ ” sqponde acé?” tratando de confirmar ay, ial seid «Pues en el planeta tierral” pode Po seguir? undid. 200 Atos en silencio, luego insiste: ber} planeta tierra, pero cen qué pais? . ser honesto, no he nacido en el pg. x ven uted, 90 Pr medes, mi padre oriundo también dy eta Tier. Yo na de recién nacido, apenas un nifo de peck, alae tra a 96 earme de mis enemigos. Pero ahora, mis pe baquengeyo me encuentro que los mismos que querian a lg extn acd, persiguiendome através de las me dabo das para vejar mi cuerpo. Esto es un horror, sol, cos que sn Cr pecurss (el hombre se pone a Horar). e que Van a pensar una manera i pele sedespie, le promete n 2 deasodarlo yque se Ie asignarfan un psiquiatra y una psicéloge — en silencio. Un residente pregunt6: ZY si probamos oon flit? El jefe dijo:"En todo detirio hay un punto de verdad, hay qué escabrir qué de su historia est all”. Los resientes Jo miraron, eso lo habfan escuchado desde = ‘que entraron alli, pero con el paciente enfrente delirando, sin milia que diera cuenta de algin dato, ,eomo hacer? os Evel dijo: “Hablen con él. Muchas veces. Bn un met ‘mos un ateneo del servicio con este paciente. Ustedes !05 2 estuvieron en la guardia, son los terapeutas asignados ® caso." Y se fue. ‘os resdentes asignados se miraron. a vir te sabian de su ignorancia, esto era Um! ungue no lo supieran, woot an gr az™" mucho con el paciente, anotaron todo lo a¥e cee pop teste, leyeron todo lo que estaba a su aleane® Paula Heiman Ne literatura lacaniana sino klein! Vavigntt: Meltzer, Bion vd 4 Pedirle auxilio al jefe: los mands a leer Fre ‘Aco Bs Postté. CLINICA PSICOANALINICA DE HOCuRAS YPsicosis 91 Empezaron a escuchar de otra manera, el tejido del deli menzaba a adquirir otra logica, se apasionare,” 710.c0- El paciente los esperaba cada dia con al, ron a encontrar similitudes en las distinta, que cada vez era mas rico. Descubrieron que, aunque Freud decia que no, algo parecido . la transferencia -cémo llamarla si no- tejia distintos lazos entra cada uno. Leyeron que Bion decfa que la transferencia tensa y labil. EI paciente era intenso y lébil: por momentos era Stiperman; por momentos se arrugaba como un ovillo y parecfa el ser mas in’ defenso de Ganimedes. El psiquiatra preguntaba si habria algo para bajarle la inflacién yoica. El ‘no hay nada que les quite el delirio.” delirio, qué hacer con él? ig0 diferente, empeza- s versiones del delirio, Psicética era in- que darle antidepresivos 0 Jefe dijo: ‘A los paranoicos éY si no se podia quitarle el Lode cada dia Las discusiones eran acaloradas, los psiquiatras acusaban alos —— de tener un delirio sistematizado de pechos y penes vo- ara semejante tarea, idas de sala, ee 2” !8s clases para ambas residencias, las reco- Iles de planta, Ine win eo® 62% Tesidentes, concurrentes y profesio- y los ‘amore las guitarreadas, las supervisiones, sfupa E. FERNANDEZ. eB resionantes eran las que tenian S20 Con el laes més ITP gal obligatorio para los iniciadgg. D* fa cuyo HBP cra de psicéticos a los que present, Bata, oF aba a Ig Dr tenia Uo, que debian interrogarlos ve7.a ver, yng ae ns a .éstico. Se ara et daria a muchos grabada por sign, aa de ests CaS fan comportarse casi Siempre comp los picts Pcl a representar, ¥ casi siempre era sengi rds or ellos rstaban el detirio y los alumnos re hacer el diagnesticn: tah dani el paciente en cuestién results totalmen Hast a tad en tiempo v espacio, amable, afectivo; habe venarma hemente y contestaba todas las preguntas sin df! bacchermanes no encontraban nada que pudiera indiar us io oe Soiticn Pensaron que les habfan tendido una tramp, roel? - ; ; *aimpoent con ganas de irs, el prosunto psi sane “Pidanme que me siente”. “Siéntese por favor”, contest = at sono y ,aliviado responde: “No, porque tengo el culo de vi 8 ‘También lo que pasaba en la sala era duro. aH ‘su manera la angustia de no saber qué hacer, refugié tends, sabeesinstituios, eyendo més alla de To que se ene tando al uel y atesorando toda ocurrencia que los hat N ‘analizéndose, supervisando a veces el mismo pacien! a9 supervisores para ver quién decia algo mas intelige™ el velosi? Sobre eémo operar, pero ocurrian cosas que descorrian que eb Piedad. Como aquella vez que el paciente de la sald # Tas ‘ian quitado los pantalones como castigo (usos ¥ COST ft ése momento, ahora hay otros tanto o mas crueles) P™ gran ine alacortina dela ventana y pronto toda la sala fue oe ont ‘io Lo tinico que se les ocurrié a todos los residentes conti tes que estaban en ese momento fue apelar @ SU ore na tr ‘2s extincin de ineendios y hacer una cadena hum yee ‘and baldes de agua, Hasta que lleg6 el jefe de 12 $F nes" Fo at ala bumareda rugis: “Aledneenle los pamt2lCr aio “a milagro: con los pantalones puestos el ex int ‘AUGO ES POSIBLE. CLINTCA PSCOANALITCA DE LocuRAs y Psicoss 9g daba a apagar el fuego. Se quemaron cortin, varias omnipotencias. ‘También oeurrfa que alguno llegara a atender a su paciente y se encontrara con la cama vacia: el sujeto habia side dado de a, por orden del jefe de sala sin consultar al terapeuta ni al wed: co tratante. Dia a dia se mordia el polvo de la derrota, no pocos querian abandonar la partida, otros se rearmaban con algin “milagra” (que también sucedian, y todos compartian alborozados) eomo cuands elcataténico de la sala, al que su terapeuta hablaba todos los dias a pesar de su silencio insondable, la llam6 por su nombre el dia que se retiraba, ya sin esperanzas, sin hablarle, dispuesta a pedir que le hicieran electroshock. O cuando charlaban con Jacobo Fishman, internado en ese hos- picio y 61 recitaba sus poesias, y todos se maravillaban por esa mezcla rara de poesia, creacién y delirio. O euando el loco que ha- cia murales en las paredes del hospital se presenté y gané el pre- mio de pintura y siguié pintando murales, ajeno a su fama, pero increfblemente més tranquilo hasta el punto que ya no necesité medicacién. O descubrir que Coquito-el microcéfalo que sogiin los libros deberfa haberse muerto a los 14, cumplfa 50-, habia ente- trado a varios nourélogos que lo habian comprado para estudiar sucerebro, y deca “mama”, “papd”, “coquito”, “pucho”, “caramelo”, Fritias a los cuidados de una enfermera que, encarifiada con él, habia hecho una secreta adopcidn, compartida por el librero que amaba a la enfermera, de 12° #808 més tarde, las residencias desaparecieron, algunos ‘sesidentes también, era la época del proceso militar as, algunos muebles y ama enttido a yonsiderar y a evaluar el deterioro como * Para pensar el je de un tratamiento o continuarlo.* Variable z_ _ eE_-———™ os ‘Bupa E, Fenssxez mos incluido la invencién como manera snot aear desde plastilina, fotos, dibujos, amine” je, Blia la masiea. Nos acercamos mas al psicdtico, apres at” tranaferencia a postular era la que se pueda salir longue para transitar desde el lugar que La ética nicomae del gee, teles sostiene como amistad. Queq ae Asa ‘Aprendimos que el hospital también da recursos abrira la invencién: se multiplican las transferees e°® Peng, organizar talleres, asambleas, rouniones familiarea 2 quienes diseutir e intercambiar distintas versiones age P&5tm tratamiento, su posibilidad de alta deinternacién Ey eects ciona recibiendo al paciente en una guardia y padignan dir con un “si necesita venga’, porque el hospital eon nee sus reglas, sus atrocidades y bendiciones puede funcionay dispositivo distinto al del Otro que no lo nombra. ‘como un Valoramos el lugar organizador del delirio, saberos tenia del riesgo que implica cuando éste avanza sin remedio hatining den de matar o matarse. ‘Nos preguntamos cémo intervenir en el delirio sin desmetir ni permitir que se expanda hasta tragarse al psicstico. Nos interrogamos hacia dénde dirigirnos en un tratamiet, qué queremos lograr, qué podemos esperar; o {no debemos exe: rar nada? ‘Nos encontramos con muchos obsticulos: al sujto psc je nuestra esperable neurosis, entonces lo lems pensamos desde amos nuestro imag desde ahi, rellenamos sus agujeros, le adosi nario, le suponemos que quiso decir algo que nosotros ear gue haya dicho; nos cuesta escucharlo con sus vacios, Si. 7 res, sus holofrases, su decir muchas veees deshilachady re, po que no logra espejarse. Nos angustia, hiere nuestr® nos toca en nuestro limite. : elusita Nos cuesta renunciar al “Abrete Sésamo” de 1a ft ys pre todas I05 Pry Nombre del Padre como lave maestra que A007 ios Es un concepto fundamental, pero con es0 5° do en la arena. «ano a ser El supery6 analitico, que pas6 de ser kleinion? no dejé de ser obsceno y feroz. ‘oANALITICA DE LOCURAS Ypsicosis 25 “quo PosBL CURICA FIC desencadenar al paciente con nues- ‘que no se les dirjja la palabra du- hasta que el sujeto no concurre pajla supuesta amenaza de iedticos es mayor en proporcién én es muy comin. i es entrevistas, B pacientes psi : ‘fundamental diferenciar el abordaje (de una 7 ‘me Pifontro de Ia miseria neurotica) de la aproximacion pr norror de las psicosis). : (alorror de Me esporar que un sujeto psicdtico venga al hospital No podemnta acerca de su inconsciente, ni que Te atribuya a oie Pi saber que él no posee, ni que tenga la més remota idea eae ‘qué lo internamos o por qué en consultorios externos él tie- der olver. No hay deseo Tee que lo haga retornar; hay sf pala- bra y presencia del analista. : ‘En un tratamiento posible tenemos que proponerle al sujeto una tarea que vamos a realizar juntos, tenemos que ofrecerle un motivo que lo implique para volver, aunque tengamos que cam: biarlo muchas veces. El deseo, en un primer momento, lo pone el analista; y luego también, pero ya no solo.bas briznas de deseo empezarén a tejer alguna red que pueda funcionar de imaginario en el despedazado cuerpo y yo del consultante (me refiero aqui especialmente a los pacientes esquizofrénicos, que son los que mds llegan al hospital). Nuestra principal, y a veces olvidada, herramienta en el abor- racked estos tratamiento es la construccién. El sujeto psicotico rn que pueda construye un delirio para sostener algo que le cee Para el Otro. Intento que siempre falla porque e! =e — ae ley, sin ley, imprevisible, lo goza, lo de- ieentene eee say sempre, sea en la vertiente paranoica o en tito para el doc ny’@ haciendo una historizacién, un lugar dis- sian longs crema ne igen ren subjetivdug 'Pa, para posibilitar que aparezca algo de 2. Me rete 70a : sslogos y psiquiatras que “estén psicoanalistas” za Cont Py . Bua B, Femanpe Retomo la pregunta que dejé pendiente; tamiento posible? | Primero un psi con ganas de rastrear {Qué lo enloquecié a falano? {Cudntos been ene las gué cireunstancias ocurrieron? Cul fue ser desencadenamiento? ;Cémo fue nombrado such, Supongamos que tenemos ya un diagnoen, con ganas de escuchar y trabajar con e 1ué desencadend el brote, una idea, si es ; Sectanes dbo shrecronit len anf volvieron gens brotes an. Propuesta de trabajo inicial que estemos disposes ee Una segin devenga este camino. Qué podemos esperge 5 8 cambiar Lo posible: Que se espacien los brotes, que en eiganaee efecto? sin internacién, y si esto no es posible lo que podemoe men que salga del hospital lo antes que se pueda. Los tratenieeat &® Para evitar que se interne o para externarlo en condicine 9 cer algin remedo de 1azo social. No creo que debamos eseanicn, zarnos con las prétesis. “Suplencias” es un vocablo mis sent, pero muchas veces se trata s6lo de una prétesis organizace ne Ia intervencién del analista. No podemos ignorar que la pobreza, la marginalidad, la faltade trabajo pueden echar por tierra muchos afios de labor en comin, sé que el Estado se saca de encima a los locos como un detritus in. digerible, que la mayoria de las familias también, que este es el li mite feroz de nuestro trabajo cotidiano. Pero como siempre hay un encuentro entre azar y repeticién, intentemos ocuparnos de la repeticién y no renunciemos a desco- nocer el azar. %aU6 esperar de un tra, ico presuntivoyun pe, Se sujeto, una hipotosigatt a ivada La atencién del paciente psicético en la consulta privad Recibir (entre las cuatro paredes del consultorio) . Fe Loar te de estructura psicética, del que atin no tenemos Mite TT una experiencia que muchas veces nos pone a lo de de lo insoportable. union PSWCOANALITCA DE LOCURAS YPsICORIS 27 1 pvco #8 FOS sar uora de la snstitucin nos deja ms desamparados y ‘trabajar Tudo a inventar un dispositive que no recaiga - os ove. 2 menudo locutor.ibrimos la transferencia, necesir salsa como ONS Gel psiquiatra, de las entrevistas a los sale 308 eae ev que pueda acompafiar al paciente y sostenerloen , 108,08 ‘natamient ‘También podriamos subrayar las enor- Iavida y en 6 rat al sujeto que transita los avatares del trata- ventas ial srtenecer al ejército casi andni- oe et no manicomializarse, no pel er al . niente ‘ientes de hospital. Evaluar si alguien puede ono tm amo de 10s Pan jultorio privado, si ese analista quiere o no hacerse , tarae nun CONS ide ose tratamiento, es responsabilidad del ana~ eee ler tomar esa decision y sostenerla es necesario que a ; Jia Tita haga lo que, a falta de un término més adecuads, llama, diagndstica. __ - "em ando aparecieron Ios primeros “signos” de su padecimiento ode su “particularidad”? {Qué lo enloquecis? ae ae scerue una versiGn de lo que le sucede? Los que lo ro- dean, eSmo argumentar aquello por lo que lo traen? Situvo brotes con o sin internacién: {Cuntos fueron? Cudl era eldeciren eada uno de esos momentos? iArm6 un delirio? {Lo sostuvo? iCuanto tiempo transcurrié entre cada desencadenamiento? iTiene el sujeto y/o los que lo rodean alguna versién de qué lo precipita? Esta linea de investigacién nos pone en la ruta de qué lo des» estabiliz6 y con qué . cuenta. No pensamos las psicosis como déficit Sees, SUesta Pensarla con recursos y son éstos los que nos po- Sbilitarian hacer o no la apuesta, tak',“suetos” que traen cuerpos que nunca se armaron como ain donde eens sin zonas erégenas, cuerpos despeda- ‘nalista es all tt? del analista os una piedra que lastima. El Hay: “sujetog” io como, ‘tespe jo”) tables, fantastions arman delitios sistematizados, casi impene- * mesidnicos o persecutorios pero cerrados, don- dels palabr; a de i . rpulsada y a Snalista, si no encuentra el punto de fractura, es . Buna E. FenwAnez Si no tenemos en cuenta con quién te aque se vaya, lo arrojaremos para no aceptar que hen tae do el rumbo. Desertaremos antes que lo haga cle ns ¢Sduivg, En la psiquiatria el observador se excluye dada inten el psicoandlisis esperamos estar incluidos para ema ent, ey La prictica,a sea en psicoandlisis de neurdticos oc °Pe tos posibles de psicéticos, siempre necesita el adver et transferencia para empezar a desplegarse, aungee eon? distinta en una u otra estructura. Sta e8 muy Es decir que el diagnéstico no lo planteamos como una SASF de colocar a alguien en una grilla que nos loaleje lo suficientes tampoco con la falsa homogeneidad pseudo democratica del mos todos psicsticos” kleiniano. > Diagnosticar es formular una hipstesis que permita esbozar cuales son los limites del discurso que circunscriben nuestra ae, cidn, cuales son los lugares desde los que debemos operar en cada estructura y cules son los recursos a los que debemos apelar, Un diagndstico de estructura, asi planteado, hace a una cues- tidn ética. Cualquiera que haya transitado los hospicios se encuentra con internados no psicéticos sino “locos”, que han sufrido ya los efectos de la manicomializacién y las marcas indelebles del asilo. ‘También se encuentran terapeutas haciéndose una dura auto critica porque el tratamiento con tal o cual psicético no camina, norando los procesos de deterioro irreversible de algunas psicosis. A veces la falta de claridad diagnéstica yerra los recursos = - zar, insistiendo con la palabra cuando lo que se requiere es ¢! us? de otro recurso. Lacan decia “no retroceder fre! 1 ps de la importancia de las entrevistas prelimina una hipétesis de estructura, ya que una interpre! sieético podria desencadenar un brote. Estos recaudos han producido una seria y la cién en los encargados de dirigir los tratamientos. insiste e0 est® Como supervisora de residentes escucho c6me 0 ‘area un extenso e interminable interrogator! lon sate a la psicosis”. También die rres para arriba cin a un pre mentable inhib (29 : setoria y lara. i deje de cerlo y les dé la historia y la ra jo al psicstion yr aujeto. O.um silencio que opera como El psiestico termina deser- oi i de su de del paciente? wfgjo del sin palabras °° Papeuta también. . 1u6 daiio irremediable los tera- edo de produit tien se queda sin otro, sin semejante, cenmudecen,¥ Oi encuentra con su irremediable agujero~ sin fia. Otra ca la pertinencia de un diagnéstico que dife- Cuando se Pras es imprescindible que ese diagnéstico hable de Jasingularidad. ‘cbt tuar de qué psicosis se en que es psicético y puntuar de qué p: ee ‘campo de la psiquiatria, Desde alli sélo pode- trata Meluar Ia cuestion de 1a medieacién y su evolucién. ‘De un psicoanalista es esperable que pueda hacerse otras pre- suntas, se formule hipétesis y encuentre una direccién del trata- ants de ese paciente, de ese esquizofrénico o de ese parafréni- to, con su singularidad, su desencadenamiento, su panico, su ho- ror su delirio. * {Qué lugar nos propone en su delirio o en su decir? Por supues- to,no el lugar del S. s.8. pero sf un otro lugar del que debemos es- tar atentos porque es desde allf que podremos operar. ‘Un pacieite psicético nos puede ver de muy distintas maneras. Lacan nos propone una relacién en el vector a-a’, nos ubica como testigos y secretarios del alienado. Esto se encarnaré en cada uno bale ‘manera y bajo un texto singular. “Usted es fiscal en mi “Fuk? cia un psicstico a su terapeuta en una asamblea. cxapan yatiamas ir desgranando uno a uno distintos lugares a odone aetdo también de su fragilidad, de su labilidad. Del peli- sen alana a Ute le il ema del diagnéstico en psicoané- Cem : Botner 26 escuchar? {Qué subrayado hacer en ese texto? 0 organiza aca Tugar, debemos situarnos ante un decir que 1g Sarto fe eee est dentro del lengaje, lometapsiolgicn cade a carta 52 hasta el “Complemen- 8 particularidaden eoettina de los suefios” podemos pensar en Propias de esta organizacién. 30 Bupa E. FernAnpez Desde Lacan sabemos que “El inconscien como un lenguaje”y por lo tanto su desestruce, de pensarse dentro de la desorganizacién de Desde muy temprano se intenté hall reglas propias. te est 5 ‘uracién fa as leyes det pi *P lar en esa Aesorganaatt Una investigacién a modo de ejemplo Se encontraron en las investigaciones expe, nin de 1939 que: Porimentalea de Ra, 1) Existe en su lenguaje ausencia significan categorias o clases, 2) Las palabras toman un earécter individual. . Aparecen una parte de un objeto 0 de una situacién y neon sentante de éstos. ia 3) Hay concretismo del lenguaje (en oposicién a la simbolize cidn), 4) Pérdida de constancia y precisién en la concepcién dela we tructura de los objetos. 5) No hay discriminacién entre lo esencial y lo no esencial,en tre figura y fondo. de palabras genéricas gy Luego, estas investigaciones legan a las siguientes conclusi- nes acerca del lenguaje y el pensamiento en la esquizofrenia: A) Pensamiento asindético: mareada escasez de eslabones a sales genuinos, El meté B)Meténimos y expresiones idiomaticas personales: nimo es una imprecisa aproximacién en la cual se dtr, término de sustitucién o frase en lugar de aauelee Tee, tos que daria una “persona normal”. ¥ acl ae pero hat frénico no nos habla en un lenguaje ‘ ih que tiene? de un dialecto asocial de expresiones i valor s6lo para él mismo”. ©) Interpretacion de temas: “Cuando la preoe‘in exteross nica llega a un punto en que excluye las chasde las variables que hemos venido desarrollando Es una posit dad condicionada y, como dijimos antes, no exenta de contradiecones ‘Las condiciones de posibilidad del tratamiento podriamos p= sarlas desde el psicoanalista, desde el psicético, desde la teort Si pretendemos colocarle el aj stado vestido que la teoria ji para el neurdtico podemos apresurarnos, en nombre de Lact i rmor que todos los matemas pensados para las Deve ee pensables para las psicosis, sin advertir que él mismo ee aero epreg6: "Seria muy extenso desarroliarl0s 4bors , ( do para nosotros el trabajo de hacerlo). Ee muy eoman escuchar al analista intentando“~ cir del psic6tico prestandole su propio sentido, ia unseneia da sentido ln planitacl del xiasia al la produccién psicética. » ss mca DB LOCURAS ¥ PSICOSIS sun, Cunich PTCOANALTIAD ‘asco #8 FOS is jicéticos para analistas deban atender psicéticos 1 creo We magn os que, siguiendo la indicacion freudiana, cin, jo hacemos 0 N0- : | i arre que se atienden pacientes psicéticos sin sa- ocurre ig vordad estalla yes irreversible, Tan, berlog ast dsjeuréticos pensando que son psicdticos y pen podemos ee sin retorno. pegunticind es ‘Toca lo intolerable para el psicoanalista, Creo aejo depende no caer emt 18 ‘vertiente de la victima o del se masoquist “En cuanto al psicotico, tidad-imposibilidad haré ‘No tenemos s6lo el recurs0 detuchas vere jue son, hi cada uno con su recurso y con su posibi- ‘necesario un abordaje distinto vez a ver. de la palabra; es més, muchas ve- ‘tra inadecuado y es en ocaciones el mismo analis- te la sugerencia de incluir, entre el paciente ‘tos diferentes a la palabraxSi retrocedemos es porque yd,element er srensién de lo real en la que se despliega el encuentro con el psicético nos excede también a nosotros. ‘La palabra se eclipsa ante la voz que toma consistencia de objeto. Ia mirada se recorta no en la presencia del analista sino en su cuerpo, ocupando el lugar en el espacio y haciendo de limite al tro euerpo. Bl pedido es urgencia y la Hamada no reconoce dilaci .oce dilaciones. El aero puede ser corte en el propio cuerpo o en el cuerpo del otro. ‘ania poode intentarse por el pasaje al acto. came l tratamiento posible fneiona podemos situar que se D Barrar al Otro en lo reah ee iar wa anudamiento entre imaginario y simbélieo (aco- 5) Que gS !0 real), propiciando un cuarto nudo. Sujeto pueda tomar la palabra como agente de su decir. 36 Bupa E. Fernanpez Bibliografia Basar.ia, J: Jacobo Fijman, poeta entre dos vidas, Buenos Aires, 1992, ’Palciones deta yg F xpez, E.: Diagnosticar las psicosis, Letra Viva, nos Aires, 2001. : Fennanpez, E.: Las psicosis y sus exilios, Letra Viva, Buenos Air 8. Fennanpez, E.: “El supery6: un mal-entendido”, en Co 12., Buenos Aires, 1987. Frevp, S.: “Carta 52”, en AE, tomo I. ‘ P* edicion, Bag 199 Rjetural, nig Frevp, S.:“Complemento metapsicolégico a la doctrina de los suetag en AE, tomo XIV. , Kasantn, S.A: Lenguaje y pensamiento en la esquizofrenia, Hom Buenos Aires, 1968. | Lacan, J.:“De una cuestién preliminar a todo tratamiento posiblede la psicosis”, en Escritos, vol. 2, Siglo XI, México, 1975, Lacan, J: El seminario. Libro 11. Los euatro conceptos fundamen les del psicoandlisis, Seix Barral, Barcelona, 1977, ee 37 CAPITULO 2 LOCURAS Y BRUJERIA* psicosis y locura es porque a hablar de ear se nos hace necesario dife- 05 com st renciarlas: uchamos deliries, constatamos alucinaciones, am- = escuchamos delirias, constatamos al , nnn una angustia desbordante y el discurso puede ser bas pres anudado. fon su primera presentacion, psicdticos y lo ernie sfanden, se fusionan, no podemos discriminarlos. se con antigiedad los griegos ya diferenciaban la locura de dos maneras: 1) La locura como enfermedad del cuerpo que se manifestaba encl alma 2) La locura como posesién del alma por algiin demonio. os formas distintas, dos caminos distintos. a Lsishoo ea habla y esas vooes que le hablan le concion Anittioeaieiodsess Oe colar tar del psieéticn se disgroga en la cascada significante, intanomiines & sentido se coagula en el neologismo y se hace Sinble Las palabras no han perdido la cosa. lv demeniog age TiO ay otra locura: la de ser posetdo por meno, el de la posesién, es algo que atrave- L La Primera version de ‘mesa redonda sobre lovers fase fue presentada en la EFBA en una Bua E. FERNANDEZ 48 Biblografia “Carta 57", en AE, tomo I. cup, S: "Carta 56" y Furup, S:°Ca Fundamentos, Barcelona, 1985, . ca Verdad, Dest tat sobre la transferencia” en Escritos, vol. 1g Tea GIO XXL, Mexico, 1971 san. dz thoorea de la causalidad psiquica”, en Suplemento de By ee oo icos Argot, Barcelona, 1984 «a. Cz Brujeria, estructura social y simbolismo en Ga {as To al adr 1987 Muuunn, A: Las brwjas de Salem, Compania General Fabril Baton, Akal, Madrid, 1987, : ‘Trask, R: Salem Village and The Witch Hysteria, Jackdaw, Nu York, 1993. | | 49 CAPITULO 3 LOCURA Y PSICOSIS! Los delirios Cuando los neuréticos son considerados psieéticos las consecuen- cias terapéuticas que se derivan de esto son gravisimas. Cuando los psieéticos son tratados como neuréticos, practica ‘mucho més usual de lo que se dice, por su ensayo de rigor aban- donan répidamente todo intento de tratamiento, engrosando las estadisticas sobre desercién que deberian interrogarnos mas acer- cade cémo pretendimos dirigir ese tratamiento. Es habitual escu- char en las reincidentes internaciones hospitalarias que el pacien- te psicdtico denuncie haber dejado el tratamiento ambulatorio por- (Eee Wrapouta no Te ha ablaba, y para hacer mutis se arregla bas- mos tags at Ue nadie Te haga de otro especular, que como sabe- So eer nico destino volverse persecutorio ue dejan af mbien intervenciones por polisemia significante Psicético totalmente afuera, reforzando lo que él ya tiene cor * 1 penta Ia Ausstossung.|"- ~~ sabian para aiénaotae eat? < : Estas gon 28dos por el deseo que hace volver al neurstico, 0s planteamye unas de las razones por las cuales una vez més ‘ste debate que gira en el psicoandlisis en tor- La Primera very Fencian dan nen de este Hospital Bonde, anal? {ue Presentada en un ciclo de confe- buna B, Fenssne : que los Kleinis 7 ‘an, ya que los i as de Froud ye voncleo psicético zanjaron oe do a ‘snloquecer, y dicho ast también hy on acordamos es con el postulado de que rosis, psicosis y perversion sea una cues, no de las teori tulando que to cuestidn: todos PO acordamios. Con lo que | la diferencia entre new | tion de grados. ace cierto que dentro dela escuela inglesa, Masud ‘Tambiénes ade Winn en su libro Locura y Soledad se pregung : ts Ia locura y c6mo logramos clinicamente que {Como evalvanpaz de contenerla, de vivir a partir de ella yom, Unt al esr lara, no me refer a Tas psicosis 0 Tos estado orcitins’ La necesidad del loco consiste no tanto en saber sino en | ea tablar Me encuentro aqui con una dificultad conceptual; ne | osultas séntllo encontrar una definicién de la locura que sefiale, Garamente su diferencia con otros estados psiquicos y psiquistri- ~cos,como las neurosis, las perversiones y las psicosis” Ts deci, que atin desgajado del pensamiento de la escuela in- ses, irumpe desde otra concepcidn el mismo interrogante que | delimita una apreciacin clinica. Hay locos. Pero podrfamos situar ya que'mientras la locura es un fenéme- no, la psicosis es una estructura. Cualquier estructura puede desencadenarse. Este desencadenamiento sitiia una desestabilizacién en unade | ‘erminada estructura, siendo distinto qué es lo que se desestabi | liza en cada caso Freud usa la expresién delirium para referirse a la amend | de Meynert, a la psicosis histérica y a ciertas perturbaciones dé! | Hombre de las Ratas, mientras que usa la palabra Wahn para te | ferirse a las construcciones paranoicas. | También es cierto que largas discusiones se desarrollan sob? ca caaagti, porque no son tan sencillas de dilucidar en lao | * Teautndo su presentacién es muy parecida; y en el moment | | iteaatenamiontn es muy dificil poder despejar si hay 029 sie had lica. Lo més usual, en una guardia psiqui rica 8 "que prec, S9tF8 un sujeto preso del pénico frente ® “Fo ly ene duel dicen, y que o no nos incluye en su ca '¢e miréndonos con suma desconfianza. Aico as Poss. Cuisica fscontnn oc ms Yeicass gy ‘En nuestros consultorios podremos encont ry retientes que estin muy desbordadas por noreon Toshace padecer hasta el martirio,ocon los ane ae tramitede este padecimiento organizando un deine. Mush coke a Sita para acceder a una hipétesis diagnostic, Muchas maces tiempo y la evolucin favorable eon la consecuente deanversie del delrio eontestan por nosotros, antes que nosotros Ian dcasiones la soberbia de los psicoanalistas anoté estp conn tign en psicosis y muchos postfreudianos sonaron con haben, contrado la formula cuando slo demostraban la efcacla sel ec coandlisis con los neuréticos, para quienes esta practica fue oe finalmente diseiada. Citando a Freud en “Psicoterapia de la histeria”,cl objetivo del anglisise transformar la miseria neurética en infortuni eee, te(hacer que el sujeto deje de padecer por su neurosis pare suiae los infortunios de la vida, Me parece importante/hacer aqui una anotacién al margen: si queremos implementar el psicoandlisis como téenica de tcta, nniento para un paciente psicbtico, hay que repensar todas y cna? ‘ma de las coordenadas de su técnica y de sus conceptos tebricas, ya que ninguno de ellos puede ser transpolado sin mas de una otra estructur: “No hacer diferencia en la conduecsn dela cura entre neurt- Seeistes evar fintentar un andi de a focusin del Xombre del Padra lo cual puede conducir a que se cologue al (Ge fente a.una perplejidad insoportable, y ello, en donee 5¢ remediaria susci una/reorganizacion en casca- arn0s con personaa » 6a del significant ca Is ely en el peor, un estado melancélico y/o pasaje StI. a Por el contrario, un manejo de la transferencia orientado nitir la cn tteracion del goce deslocalizado, a veces llega a per- mergencia de estabilizaciones duraderas”” ‘ean Claude M: a ‘1998, laleval,, Logica det delirio, Ediciones del Serbal, Madrid, ELIDA E. PERN 62. Variaciones sobre la locura s s la locura como un fenémeno de desencadenam, to ae eae cualquier estructura. Ahora bien, las get ssas que operan para producir ese desencadenamiento son distiy tas en cada estructura, siendo varias las hipétesis sobre la log en los neuréticos. Vamos a intentar situar fundamentalmente dog 1) La hipétesis de que la locura en las neurosis se prod por forclusién parcial de un significante que no es el del Nombry del Padre (Kristeva, Nasio). ' 2) Lahipétesis de que la locura en las neurosis se trata del su. gimiento de significantes reprimidos, escasamente enmascaraday por el trabajo de la censura. Aparece como una pesadilla en la vk gilia, onsiste en una vacilacién en la estructura del fantasma yet su forma crénica ex{ una construccién onirica invasora (Maleval}! Ambas hipétesis Coinciden en un punto, tanto el significante | cluido como la vacilacién del fantasma estan centrados en el sig- ificante del deseo del Otro. \ es en una como en otra hipétesis tenemos que tener preset te que desde Freud en sus ejemplos sobre la amencia de Meynat hasta todos los estudios que en la actualidad nos presenta Mar | Gerez en sus investigaciones y textos sobre el supery6, nos enr tramos con el antecedente en las locuras de un duelo patolge En Imperativos del superyé, en el capitulo sobre Haitzman, "| ta Gerez dice: “Sorprende que hasta ahora se haya dado t ae Peso, en este caso, a la cuestién que lo atraviesa de cabo * ty el duelo patologico por la muerte del padre vinculado ae dad superydica que arroja como resultado un destino ete Mas adelante dice:“Si hay un lugar donde Freud ee duelo suspendido, sobre la desgarradora rebeldia ala Wy del duelo, es en ‘Una neurosis demoniaca’. Allf, sorpren@e™ i, te, pone en serie la cuestién del superyé con el duelo: papa aforanza del padre, obediencia con efecto retardado, &: oy vor logico, ambivalencia, posesién diabélica, culpa y autoc™ veremos a este punto fundamental. alid! nds | a Pero vamos a partir de Lacan en “Acerca de la caus a ca”, texto de 1946 que consta de tres partes: la primer" LL Aus es Yost. CUBA PaCoAMAL NC De LoctRAS cog a 1a teoria organicista dela locura, el érgano dinamis By; la segunda llamada “la causalidad esencial de la gee que Lacan retoma el caso Aimée (psicosis) y desarvolle a concep. io de oeura de Hegel, tomando como eempla al person en cestes de Bl misdntropo de Moliére; a tereera se entra ria de lo imaginario “Los efectos psiquicos del modo imagmert En este texto nos encontramos a un Lacan muy hegeliano, que define la locura siguiendo a su mentor como un éxtasis del sores una identificacién ideal que caracteriza ese punto de oa particular. “Ahora bien -nos dico- esa identifi sin mediacién e infatuado he deseado ahora se demuestra como la relacién del ser con lo ya que el ideal representa en él su libertad”. Mas adelante (p. 87) “el riesgo de la locura se mide por el atrac- tivo mismo de las identificaciones en las que el hombre compro, mete a la vez su verdad y su ser. Lejos pues de ser la locura el hecho contingente de las fragili- dades de su organismo, es la permanente virtualidad de una falla abierta en su esenci Lejos de ser un insulto para la libertad, es su més fiel compa- ‘era, sigue como una sombra su movimiento. Yel er del hombre no s6lo no se lo puede comprender sin la lo- cura, sino que no serfa el ser del hombre si no llevara en sf la lo- ura como limite de su libertad.” Fou es un adjetivo derivado del latin follis que significa: soplar, re globo; secundariamente paso a tener el sentido de loco que la identan eet, CO” &l cardcter inflado de la imagen especular y de Spree con el Ideal sin mediacién con el Otro. la constitucig > de narcisismo freudiano a su desarrollo de ituci6 el desarrollg reat del yo Lacan sostiene (p. 99) que comien- destino icaci6n, cuyo carécter mismo hacer sentir, mejor que este tiene, Como esencialme wtic® ¥ Ya estén vinculados el Yo primordial, Suicida, (instingy n enado, y el sacrificio, como esencialmente ‘structura fame 1® Muerte, masoquismo primordial) es decir la Para este mdamental de la locura. Ga situar eg mento de la ensefianza de Lacanf(a locura se po- ‘ormacicn dor ne 228 desmesura del registro imatinario, ana mal- ~—~-Siteisismo que eniifande al sujeto con su [deal Bupa E. FERNANDEZ _ alas aguas donde el enamorado no gg ay Narciso sabfa... en la versién dg der a la tentacién. Lacan en el Seminario 21. Los Bs interesante 1/12/70 retoma este texto, bres del Padre a que reza ‘Acerca de la Causalidad alguna Paar alrededor del cual algunas personas se han soir lugar donde yo anudo—ya que es de esto ue so trata tettad y la locura, donde digo que una no se concibe sin la ot Que desde luego perturba porque, desde luego, ellos piensan $odigo que la libertad es la locura... ya que por no hacerme prender,.en esta ocasién deseo que observen que el interés de tar asi en nudo borromiano lo simbélico, lo imaginario y lo basta con cortar uno de ellos para que los otros dos queden li luno del otro. Sia ustedes les falta uno de los redondeles de! ustedes deben volverse locos. Cuando una de las dimensiones les revienta por una raz6n 4quiera, ustedes deben volverse verdaderamente locos.” Lego de tantos afios Lacan retoma el tema de su textode lo sitia en el nudo borromeo donde siendo cada uno de Io dos equivalente al otrojla locura se detona cuando el anudal t ae Tompe, se desencadena, } : 7 leeura es una posibilidad abierta a toda subjetividad, alld de las éstructuras clinicas en si, [ ramienta,” &u® Freud habia nombrado como locura el en Lac : aah fede ‘ejemplos: Aimée y Alcestes, ambos tien@™) Come nota al las estructuras: la locura. dio ingen creo que la lengua castellana nos loco mas ge Yor pasion oes ch ® figura de Bon Quijoté)que desplieg® a originalided Ie geo del ser-on un Ideal. ia hegeliana oon ¢] See? cotisiste en articular Ia fen0 mortiferoe incluyenqc 80 freudiano, mostrando $4 Oe g att ete eli de pen t°2 del sacrificio 0 inmolaci6n a ®S Briegos |; ‘uncién, o 1e ést se, hoy dintamoe las aetigeet an hombre pods “'Peor de los pecados, pero la idea de pecad® ‘ALGO ES POSIBLE. CLINICA PsIconNaLsnca pe MIALIMEADELOcuRASY roms 55 ajena a los griegos, ya que ésta aparece co bris era castigada con el destierro, Esta desmesura puede tomar en nuestros dias formas aparen mente muy alejadas de ests locos ejemplares de alta embargo en las asi llamadas, por ejemplo psicosis txicas prodace ddas por el consumo de alcohol y/o drogas tambi n el cristianismo, La hi. Ja infatuaci6n del yo, casi la mania. Es més, el co esta pens ara logr: tasis del ser en una identificacién ideal, aunque su discurso Se presente bajo las formas de la mo- dernidad como “hacer un vuelo”, y sabemos que toda esta inflacién del yo termina reventando el globo o como se diria hoy “fisurando* (palabra usada para denominar el estado indeseado que produ- ce la droga cuando pierde su efecto excitante sobre el organismo). Ahora bien pste desencadenamiento, este yo que revienta, este delirio de presuncién aparece ante los ojos del especialista de ma-- hera muy similar, ya se trate de un desencadenamiento psicético ‘oneurético y si bien podriamos situar que la presencia de ciertos elementos son patognoménicos de una psicosis, no siempre estos aparecen claramente en el momento del brote. Ambos locos y psi- céticos deliran y alucinans En ambos el Sujeto esta quebradd, re- chazado del significante, imposibilitado de alojarse o servirse de> 41. Sabemos que la locura transcurre dentro de los fenémenos de » sentido y la psicosis dentro de los fenémenos de lenguajay que los fenomenos de sentido estén soportados por el Nombre del Padre. ce de la funcién simbélicay pero tenemos que transitar un zon no con ellos para poder discriminarlos. Tenemos que histori- Teco g tcontrar que en la locura el desencadenante ests en re-+ ment ay a panera ¥ duelos que el sujeto viene cursando Pleo y qua a ys Psicosis hay un corte que deja al sueto per un deli ajo de 1a psicosis, cuando es posible, rellena con '0en el que la verd: ji itro de una» Ceastrucion dele ortad sparece hecha jrones den ua E. FERNANDEZ 6 xy rein ol Nombre del Padre Delirios : : fodo de incubacién anid} distingue un perio% leico, De clean cuperestructura delirante. Ja construccio ntamente las Memorias de un enfermo nervioso, jesarrollo del delirio, desarrollo que es un, ae ee eidiana con pacientes psicéticos; se trata, a sen la relacién del sujeto con un goce que aparece dane fuora de algin lazo posible y que en principio deja calsa Ba del mayor de los horrores y sin recursos para sofocay ero fructifera la manera que Maleval sittid los pasos Hr encalzaién de goce. El sujeto siente inquietud, per dad, no puede explicarse lo que le sucede, siente una angustia, crema, no puede comunicar a nadie lo que le ocurre porque lo le acontece es sin palabras 2), Tentativa de significantizacién del goce del Otro, Con el jeto de encontrar una explicacién que justifique lo que le ocurre tade movilzar sus significantes, trata de darle significacion notiene el armado delirante pero empieza a apelar a la interp cin paranoide: identifica el goce del Otro del que se siente a m# cat occa perseuidorese intenta asi localizar ese oee mort cain, 3) Identifcacion del goce del Otro. El sujeto recupera un fur damento que organiza lo que le sucede, el delirio se sistematiz#! Pine tnorden al eas. Aparecen distintas respuestas a Jos Pew sive Tes aul, en las variantes de respuestas al otro, es donde Pecos, {Tene fecundo para la intervencién del analista & Hones def eheiones dentro del delirio, uno de los poeos a del detirante) oT] 0 del Otro ae attt® del goce del Otro. E] psicético comet ap construide, = hCuentra en total acuerdo con la reali Stas notacone tite We ha llegado a adquirir un saber C8, Sigman posiciones que no son establesi™ we “pliega hasta el cuarto desarrollo y MU pg Pasajes retrogrados de uno a otro. Much’ yy ” de periodo de incubacién, estadio de O" Preel del is itis de cen uiatras hablaro Ago ts wos, Cisca Pon. De Locus cg 8 cign, estadio de sistematizacién y llamaron al ltimo galomaniaco, donde podriamos situar un sentimien Bion con el Dios 0 Creador, sentimiento admirablem to por Schreber. eriodo me- to de comu- rente descrip. Hay psicosis que no llegan a elaborar una Gefensa paranoid otras no superan una tentativa desordenada; son pocos los pacien- tes que alcanzan el apaciguamiento parafrénico, El psicdtico dispone de un nimero muy limitado de soluciones para enfrentar al Otro gozador: hacerse deshecho es una, hacerse ey Mujer otra, suprimirlo mediante un ataque homicida, 0 poner: se a su servicio dando testimonio de las revelaciones que le han sido comunicadas. La falta de inscripcién de la metfora paterna hace surgir a un (Otro sin ley, a puro capricho, Otro gozador, todopoderoso y feroz. En este sentido, Lacan sittia como punto de viraje del delirio un momento de muerte del sujeto, descrito por el presidente Schre- ber como perpetuacién del asesinato de almas; esto produce lla- mativamente una transformacién en los ideales del sujeto, Schre- ber se anima a la femeinizacion y se convierte en anunciador de tuna nueva religion. ~Por otro lado, Wilhelm Reich, militante comunista, profunda- mente ateo, descubrira en el ocaso de su vida, desarrollando un delirio paranoico, las virtudes de la palabra de Cristo de la cual se hace portavoz. Artaud, luego de militar en el surrealismo denunciando las ideas religiosas, se convirtié al catolicismo en el hospital psiquié- trico de Rodez, El delirio implica muchas veces un sacrificio del sujeto y una mutacin de sus ideales. Delirium Eldetir pac se revela en continuidad con los fantasmas y Pre oo del sujeto, no es una tentativa de Por las coordenadas del goce fillico, no gene Bupa E. FERNANDEZ 58 os pétreos yno se experimentan en él ni el ny jer, ni la muerte del sujeto. "art Maleval, que se apoya en Janet, Breuer y Freud, og smo encontrar en el delirium la estructura de la pesadilla y Tusiones oniricas las piensa como el surgimiento de sign reprimidos escasamente enmascarados por el trabajo dela, Para este autor el delirium consiste en la vacilacién de} ma suscitada por un retorno de lo reprimido originario, de un “Sxs presente imaginario el objeto a. Cuando el fantasma Gren la fancién que le es propia, la de remediar el goce del al sujeto queda desamparado. ae *E] delirium, al contrario del delirio, no es una elaboracién: nificante emprendida para remediar el abismo columbrado causa, sino que est centrado en una evocacién imaginaria del seo del Otro que se hace presente en el agujero de lo simbél ‘Ahora bien, como habiamos adelantado, hay ideas encont acerea del abordaje del delirium, pero podemos agregar ahora dentro de lo que expone Maleval podemos situar contradicci Primero nos podriamos preguntar eémo es posible “el retornod Jo reprimido originario”, que es irretornable, constituye lo que lugar a la represién secundaria; de retornar, nos encontrariam con |a ruptura del aparato psiquico y no, como nos dice Freud, uuna cuspensién de la neurosis. Por otro lado, Maleval habla de®} 's evocacionimaginaria se hace presente en el agujero det lio, y ahi nos topamos con la hipétesis contraria, de que 0 se trata justamente en el delirium es de una forclusi6n Par 5 oy sume que dé cuenta del deseo del Otro. se eos que esta hipstesistampoco . Clacon dt enc Pareee responder mas ala cliniea,Y* tr gl distinta envergadi ma podria dar cuenta de fenémenos - craton dae eadr@ en un delirium y no cualquier? Peja Aunque tenga la estructura de una POT ls les f en el lugar del suefio y afecta toda la realidad ‘quel wv Inset ra neologism Aqui pendido oageatee interesante retomar el concepto de Volvemos sintecedente del desencadenamient de las trata en lao {ext de Marta Gerez sobre Haitzman gig Posesién demoniaca en Haitzman: retorn? Azo #9 POLE. CLNTeAPICOMNALINCA De oc ay SY Psicons 5g jon ~pero a través del supery6- fracaso Ice, Para hacer de barrera a ia satiafacion pencermasonen del Puede entonces pensarse en un significant forduaio el del Nombre del Padre. que noes ‘Pienso que Marta Gerez Ambertin, al propon . ten farelusién y represion en las locuras, redne lee oe ona {iz que menciondbamos anteriormente sin contradiesién, yr eee Ia forclusién para la autora puede operar sobre un ae te reprimido.? Hay infinidad de interrogantes que se pueden situaren relaciin ‘con la forclusién: ;C6mo podemos rechazar algo que nunca se ins- eribi? gCémo pensar que el sujeto no quiera saber nada de algo {que no conoci6? ;Cémo puede lo rechazado retornar desde loreal si nunca existi6? ;Quién forcluye? ;Cémo pensar que el sujetono quie- ra saber nada de una representacion a la que nunca tuvo acceso? La teoria lacaniana nos dice que debemos situarnos en la re- lacién de un S, con los otros S,. Un elemento se agrega en el ex- tremo de la serie, ocupa en consecuencia el puesto del sucesor y enseguida otro sucesor es esperado; esta seria la condicién mini- ma para que la cadena significante se mueva y no se desbarate. La matriz S,-S, se repite en una serie de destindes diacrénicos, la realidad es una realidad que se realiza y se actualiza en el tiem- po del acontecimiento. Pensado asi, el mecanismo de la forclusién se puede situar en el plano local de una realidad determinada, que se sucede y coexiste con realidades que no han sido asi producidas. Realidades produc- das por forclusién coexisten con otras producidas por represién. Y 5. leoncepto de forclusin en Freud aparece en “Las neuropsicoss de De {insa’ (1896) y en “Nuevas puntualizaciones..” (1896) “Existe empo ‘as clase macho mas enérgica y eficaz de defensa. Consist en ave! 70 {Lulaee la representacién insoportable al mismo tiempo que su fect SE ARRANG naa la representacién nunca hubiese existido [.-] ELYO. se ontatANCA DE LA REPRESENTACION INTOLERABLE, poo 58 margins de manera inseparable con un fragmento dela realidad de Cialmen te LY®, consumando esta accién, se ha separado total 0 Par ‘de la realidad”. BI yo rechaza y rechazando se desgarr®. Bua E. FERNANDEZ 0 acita freudiana:“no es raro que ung 7 episédicamente el curso de una ne de ina parcial seria ast un . cident, una deteney, somo, algo no acontecido que deberia haber legaga movi gueesor y no ba Hegado, ningin nombre nombra ak far mos los ejemplos que nos da Freud de estas interry pica siempre nos encontramos con un duelo imposi Gesen lugar del significante de la ausencia o de la pérdida, ‘contramos con una sustitucién bizarra del objeto. ara situar la forclusién del Nombre del Padre, en cambiy blamos de un no alumbramiento de lo simbolico en la afirm primordial (Bejahajung). Bsta funcidn es abolida. Esto no se verifica en tanto no hay llamado, llamado por el Otro; alli el sujeto experimenta el llecimiento de no poder responder. Se produce la suspensién condensacién y el desplazamiento, se borra la diferencia $5 deshace el encadenamiento significante, el intervalo entre le nificantes es suprimido, y el par se solidifica en una suerte del que indiscriminado, o en una multitud de fragmentos disp El sujeto deviene objeto, objeto de alucinacién, objeto de a ¢h nacién. El sujeto aqui no tiene un goce, lo es y siéndolo desat Me parece importante detenernos un momento en este cous mucho se habla de goce en la psicosis, situando una: secreta satis#) ey en el supuesto sujeto que alucina; esto también det iresiinen el tratamiento, donde se supone un sujeto que Hav ie dirge ‘una intervencién que le supone la libertad ee blade ttte del sujeto, hay un objeto donde se escucha Omg ecién cuando advenga la construccidn delirante ale? Jeto se entrama en su mas io, para su mas intim: ién, El delirio, pars, cena tentatne en a creacién. El ’ | si podramos pens a interrumpe ae ‘Aygo ws rose, CLNtca etconNALMCA De Locus ¥ rca Y Psicoss a Esta forclusion parcial hace que el significa espacio para la aparicién de alucinaciones y ee by mos, tienen caracteristicas en fendmenos engafoser cna one haciones de lo especular: despersonalizacién, desrealizacion fon mentacién del yo, que encauzan una rica imagineria delirante a, posesion ¥ misticismo. Los temas del delirium estén plenamente the acuerdo con los ideales que han orientado la existencia del oe jeto; el delirium sigue siendo elaborado logicamente, es verosinil. ‘Los temas del delirium proveen el material para una progresi va construceién del fantasma volviéndolo apto para desempenar su funcién de defensa y acotamiento de goce. Retomando el postulado freudiano es necesario que nos tomemos todo el trabajo necesario para distinguir amencia de esquizofrenia, Un caso clinico Me parece el momento adecuado para incluir algunos revortes de un caso donde la duda diagnéstica posibilité que la paciente diera cuenta de su estructura neurética suspendida, su posinbi- lidad de asociar y la resolucién de su imagen corporal; aqui escu- chamos eémo la iocura anida en el seno de una neurosis histérica. Hace diecisiete, los suficientes para que pueda pensar en este caso otra vez. més, Ana irrumpié en mi consultorio, derivada por » ‘Bupa E. FERNANDEZ 64 sia mi hermana.y se moria el marido de un tumor cerebral. logs | cia pos conocié a mi papa y se casé con ély a 10s 40 aos me tuyy it papd se volvia loco por mi herman, cuando ella se acereaty se ponia demasiado bien. — {Demasiado bien? ita to mira, y con la mirada de ella... de él... me confuunds Siempre confiundo *61” con “ella” jvio? ‘A partir de aca Ana hablara mucho de su padre: | —Bl quiere mas a mi hermana, que no es su hija; a mi siempre | me pellizcaba la cara. Todos se burlan de mi papa, lo hacen tomar on las reuniones familiares para que después cante y todos se bur lan de él, y él no se da cuenta. —Vos sf ‘Ana llora por primera vez sin angustia, por primera vez Ana 1 esta triste, llora mansamente y con un movimiento, que no mira, me devuelve el espejo que ponia a su lado: | —Pongalo en la pared, doctora, acd no me veo cara de rata. Se instala un espacio nuevo, hay un espejo donde hemos des alojado a la rata. Pasan varios meses, a pesar de que las ventanas siguen tenti- dola y desde los espejos la mira la rata, Ana logra retener su | bajo, la angustia esté mas acotada. Empieza a gastar compulsiv: | ‘mente todo su sueldo apenas lo cobra, compra objetos en casas regalos. Un dia llega muy tarde llena de paquetes —Le quiero mostrar algo que compré— dice. Desenvuelve un paquete donde tiene un espejo en Cay? supe ficie esta dibujada la cara de Chaplin. Me lo muestra excita —Todos se rien de él. ret | —No, él se propone hacer reir con su personaje. El quiet, | cer refr. Uno no se rie de él, sino del personaje que él creé par i cernos reir, pat) {na llora en silencio, tirada en el piso rodeada de sus P| tes, mirando el espejo. so? “Ana —le pregunto—, gquien esta entre vos ¥ el eseetient | —Yo nunca habia pensado la diferencia entre qe | tuno, como todos se burlan de mi papa, y proponerse 1 etl | hacer reér, como yo cuando era chica. Quiero contar | ie | j | Alo GOS POs, CLINIC PtcoaNaLinica oy LOCLRAS YEcoRs gg ea conté: yo quiero ser otra, Por encanto aero Por eso me hice {Tu hermana es la otra? —A ella jamés la rechazaba, pre me hablaba lo mismo, {De qué te hablaba? —De las chicas que entran tos... Bl tiltimo fuue con este Pane Yo me hice cinco abon tantas cirugias... pero Por ella se voluta loco. A mi siem. mal. los 10 aos yo tenéa juegos sexualew eg ood Buse tan hermana, no era nada mio. Cuando la ricidbamos, nos besdbamos, yo gozaba so, tuve la menstruacion y me ineling que mezelo ely ella? 8 con una prima de mi mi madre no estaba nos aca. mucho. Me parece horrorg. ‘Por los chicos. $Seré por eso Ani tio 80, arr’ 108 duiere tenner dena 88S por Vcalvas; los quiere matar: ‘al Ca neo ape Siempre Ella - cara de rata, salvarlos 7 com eptay ¥ una import; Portada detras de cinco cirugias, ‘epenn 88 imposes trds de cinco cirugias, ra corsneOmPlebud duel as encontrarse en el espelo, 'ra el que fue necesario cons- Bupa E. FERNANDEZ 66 ibliografia inicas a partir de L BpasrTE A = on at om ‘acan, Letra Vi, Foucautr, M: Historia de la lacura, FE, México, 1979, revo, S: “La negacién”, en AE, tomo XIX. Frevo, S:*Las neuropsicosis de defensa”, en AE, tomo IIT, Faevo, $:°A propésito de un caso de neurosis obsesiva”, en AE, tomo X. Genez Asmenrtx, M: Los imperativos del supery6, Lugar, Buenos Ay res, 1999, Kany, M.: Locura y soledad, Lugar, Buenos Aires, 1991. Kaisteva, J: Loca verdad, Fundamentos, Madrid, 1985. Lacax, J: “Acerea de la causalidad psiquica”, en Suplementos de Be critos, Argot, Madrid, 1984. Lacax, J: El seminario, Libro 21. Los nombres del padre, ST Mauzvat,J.C.: Légica del delirio, Ediciones del Serbal, Barcelon, Mouttne: El miséntropo, Edaf, Madrid, 1981. Nasio, D.J.: Los ojos de Laura, Amorrortu, Buenos Aires, Ovo: Metamorfosis, Alianza, Madrid, 1996. i Ranwovien, D.: La angustia y el deseo del Otro, Manantie ‘Aires, 1993, ison Scunesex, M.: Memorias de un neurdpata, Petrel, Buenos 1988. 67 CAPITULO 4 EL TEJIDO DESGARRADO DE LAS LOCURAS! ‘Teorizaciones posibles Desde hace afios la psiquiatria da cuenta de supuestas psicosis que no tienen el mismo desarrollo que las psicosis verdaderas, Las han nombrado de varias maneras, tratando de captar ese momen. toque empieza pero puede terminar, episddico, como una pesadilla, Han sido descriptas por la psiquiatria en los marcos de “ace. ‘0 delirante” y de “confusién mental”. ~ Delirio nervioso de Sandras ~ Locuras histéricas de Griesinger. Delirio emotivo de Morel, Acceso delir: rante de los d ~ Eatadae et legenerados de Magnan. intentan down’ 4 1@ locura hay dos Iineas de pensa- Damieng USPendida la nec nt? Ge Por qué en un sujeto neuréti- Siting qalt® Patece psiogtige: P&T dar paso a un desencade- We un brote peice aunque siga después otro camino einer cage very ata pt abajo fue Presta vee Presentada en el simposio ‘La lo- icoanalitica Sur en 2003. 112 Bibliografia Bios, A: Aprendiendo de la experiencia, Paidés, Buen, Braunstein, N.: Goce, Siglo XI, México, 1999, Grav, As El goce en la clinica, seminario dictado en lq 8 tena de Psicoandlisis, Buenos Aires, 1993, Ne 98 Altes, gg Lacan, J.: El seminario. Libro 20, Aun, Paidés, Barcelona, 198), Lacan, Ji: El seminario, Libro 17. El revés del Buenos Aires, 1992. Mautvat, J-C.: La forclusién del nombre del padre. El conepiy, clinica, Paidés, Buenos Aires, 2002 ‘Maxwont, O.: Un intenso y permanente asombro, Gedisa, Buens!: res, 1989. Santo, B: La pasién y la excepcién, Siglo XXI, Buenos Aires 20 Snienow, G.: Carta a mi madre, Tusquets, Barcelona, 1998 Winntcorn, D.: Exploraciones psicoanaliticas, Paidés, Buens = 1991. Yanxetevicn H.: Ensayos sobre autismo y res, 1998. sicoandlisis Pi, 6, Buen psicosis, Kliné, Bue 113 CAPITULO 7 ESTABILIZACIONES Y SUPLENCIAS Hstabilizaciones en las psicosis Empecemos por la definicién de diccionario:* “BstapnuzaciOn: Accién y efecto de estabilizar’ “Esmantuizan: de stabilis: Asegurar. Garantizar el valor de una moneda circulante con un patrén internacional para evitar las os- cilaciones del cambio.” Sabemos que en la estructura psicética la metéfora paterna no er6 esto significa que el significante de la falta no ha sido ins- Guten linconsciente del sujeto, que queda asi a merced de un “tele goza en posicién de objeto. a manta ae del bebé y el lenguaje que lo rodea no se abre aeaque acl eval cl lenguaje lo nombre y asi el nifio se apropie Huda, alterando AY? Y 10 aloja. Algo no se enlaza, algo no se Yel Semojante, Le sere tucion misma del esquema corporal, el "editizada por un fame on cate e8e individuo y el Otro no esta vo ei8h cada cuadis sama due engendre al sujeto como dividido. [ desel®* @nudady boreqesi¢otieo tiene una manera particular de | manamiente 7 que Ieamente, es la forma que toma cada Sueno Banizactgn” Gea s CaraCteristica a cada “peculiar Pardo gpa PUCde sostengsce !@ Psicosis. Organizacion labil que, con su logi No tien, igica cdticg, lett aquel lugar al que esta llamado, Porgebstear ce mat Gesencadena, ya sea porque no Es ot misma fon qué no} Peculiar algin elemento disruptivo 0 Ene ‘ue hard su intento de restituir aque- *elopédico Satvay Eupa E. FERNANDe: i NDEZ tio que lo vuelva a anudar, recursos estabilizarse. La psiquiatria nos propone una manera de or, e al aes postion mediante la formalizacién de aa lacy | dros; sin embargo, escuchando uno por uno sabremos de | rencias, de sus delirios tinicos, de sus vivencias singular los significantes, sueltos de Ia I6gica aristotélica (o sean con la que nos manejamos conscientemente), organizan gu 4, Jar armadura en enjambre donde intentan capturar algs de historia que el sujeto psicético no logra escribir, soy ‘También desde el psicoandlisis intentamos formalizarlascop plejas operatorias por las que adviene o un sujeto deseanteoi sujeto sujetado al goce de Otro. Las redes simbdlicas que nosis tejemos teéricamente no alcanzan nunca para dar cuenta del singularidad del caso, pero alli es donde la escucha sf puede contrar el hilo de Ariadna que Heve a ubicar la trama desgane dao faltante. ao La“estabilizacién” entonces, tomando la definieién econéniea taria sostenida con un patron (pensado como medida) que tar representado por uno de los Nombres del Padre:sintons Co realidad psiquica, Este anudamiento funciona en lasnewre que sabemos que éstas también se desencadenan cuant™ de este anudamiento se eclipsa, o trastabillay el fant ad Cuando este patron falta no hay ordenador ni OM js discurso ni del cuerpo. Las pulsiones apareeen °o. yiaie operando desarticuladamente: el cuerpo se ba eons na significante pierde el hilo, las palabras § cia y el decir no hace azo. ee ee En este desamarre el psicdtico intenta sv prinen ae y si tiene recursos delira, siendo este 8U ore fracas? bilizarse, intento que Hleva en si mismo SYP marae Fiono aleanza ni puede sustituir la operacie™ sible F tracién en el Otro y le permita un ease ‘marsee? que lo goza? no puede sino encarnarse y en’ joey jado POS orvad™! 2. Cuando decimos que el psicstico se siente BOTT do, obse indo decimos que el psicético mai , oeepa 05 61 mismo el que intentarg cm, ue se vive como objeto a ser persesuido, necido, mortificado por ese Otro sin tene? << ig, CLINICA PSICOANALITICA DE LOCURAS ¥ PSICosIS. 115 5 POSTBL asco : 1 sacrificio y/o la prueba de entregar su propia vida iendole © No (matarse o matar). jadesu vecine a recomponer un orden que, sin embargo, es 11 delirio intent Jno resituar la carencia de simbolizacién de imposible rte espera a un recodo del camino delirante, aga- la falta. uw . resta al ataque Sorpresivo: actings y pasajes al acto iapala, disprte eate intento desesperado y frustrado de marcar darn ove tja que sostenga al Otro npaciguado. a embargo la clinica ~siempre més rica que nuestras teorias— nos muestra que hay estructuras psicdticas sin desencadenar en rae algo” ha logrado esta estabilizacion; psicéticos que van or el mundo pensados por sus vecinos como “raros” y que sin em- ergo pueden, desde una manera excéntrica, organizar su vida sin salirse de la circulacién entre otros. Esto llevé a Lacan a plantear la prepsicosis y a advertimnos de no poner a los sujetos sospecho- ‘os de psicosis en el dispositivo analitico tradicional a riesgo de deseneadenarlos irreversiblemente. Elconcepto de prepsicosis que Lacan nos trae en el seminario las pscosis ha sido pensado de dos maneras: 1) Como momento anterior al desencadenami cos, 2) ca estado estable por una compensacién imaginaria del quean cia evesado. Estructuras psiedticas que no fran- mite aunque estén “al borde del agujero”. ‘lgo" ha funcionado a m: do que es, lode 808 PSicéti d del Nicos circu ambien eon i $stabilizacion fe, 0 iento de una psi- anera de organizador y ha permiti- len y puedan establecer algiin reme- ‘on asied Geenbilizacin espontdnea en la psico- na el dete ‘elec ma ol deizin sino que lo guarda ce- ‘on result; b "amiento a, es i efile mae jberable, como salida y efecto del ma : a ‘chos avatares y considerando tam- © Pensar Psicgties@ We este con yque ee Te mt Sta dentro de lo posible de ‘ento debemos situar y estar ne Bupa E. Fernanpez atentos alos hilos sueltos que puedan dirigir elt ma para tejer alli lo que ha sido desgarrade o Estabilizacién no es lo mismo que la cresei Consideramos que la creacién del cuarto nude implica la creacién del sinthme es una-otra pleja (suplencias). Entendemos por “estabilizacién” la posibilidad contrar recursos para no enloquecer, para jugar con orang posee sin desencadenarse, para lo cual es necesario que ope gin tope, alguna prétesis (no nos escandalicemos con este tiga no) que mantenga el goce encauzado. La suplencia produces tabilizacién pero no toda estabilizacién implica una suplencia un primer acotamiento y reorganizacién del goce supuestoal Oe 2Qué es Io que puede operar acotando el goce del Otro, suits yéndole un pedazo a ese todo insaciable de goce? ;Qué es loqu puede organizar un no entre el sujeto psicético y el Otro queoe- re como separacién? Tenzad munca hat ola reparacin, cis operacin még del sujeto deeg, Podemos diferenciar entonces distintas estabilizaciones ical sujeto de forma al 9 a) Las que operan dando consistencia al sujet nunea se desencadena. - ») Las “esponténeas” del proceso psicstico, en las que oF co se apacigua y mantiene su deliro celosamente gr, ©) Las propias del efecto de la intervencién de} Wart, “psi” por via de la palabra y del acto operando entre imaginario y Real. i it s. Tanto las que PEE ie mo las “espontane gt ura, pero § structure Po net eos? je deterior® Podriamos pensar sus diferencia: diendo el desbarranque psicético co rian del recurso exitoso de la propia estructu las estabilizaciones espontdneas son generat entre brote y brote con su inevitable resaca oe a alucinacie” iat ing y 0 jor 3. Cuando Lacan se refiere en Eseritos al actin 1 i syAlieo¥ ad son situados en “una especie de intersecciOn pain ner se puede llamar inmediata, en tanto que fordlus ican por la imaginario”. Ambos fenémenos se explican P nde un singye® | ee vans pots, CuBICA COANALITICA DE LOCURASYFcoss 117 ilizaci6n, efecto de transferencia, se podria di- La ter eo re porque implica la aparicion yloel aera: fenci oo nuevo, algo que antes 0 no estaba u ocupaba un lu- ado ds gino en la vida del sujeto. a Carns padece de separacién entre su cuerpo y el goce del El peeno y foroz, a veces carece de hiancia (holofrase), eare- oe sgnificante de la falta que lo motorice deseante. Estas fal- «xen su estructuraci6n son suplidas por creaciones y a veces por se hlimaciones que van desde la actividad delirante hasta la crea ion artistica. “Es alli donde opera alguna chance desde el lugar del otro con niniscula, desde el semejante, desde la relacién filial. Tatley no dictada ni ejercida desde el Otro puede estar inclui- da ortopédicamente (de alli su labilidad) por el encuentro con un! semejante que le otorgue lo que nunca tuvo por estructura: cier-) > tovalor de cambio a través de su accién. \ Un amigo, duefio de una fabrica de aberturas metélicas: mar- cos de puertas y ventanas, me contaba que tenia entre sus obre- ‘sau ser may articular, eficiente y trabajador como ningu- Macular eseuehaba voces, hablaba solo y a veces interrum- guedando colgado de las voces. Una vez, preso de un 'a que habia terminado. Mi amigo yiemplo? Sr igo sin ~Si,en enta, Eloby Fro Io mi doy 4p 8°10 mira tay Alging “**lVe a arm, Tgamente, toma 8 otr ‘ar pacientement. "leada ne cesta. Mas t © sin dudar le dice: mi fb ej mica usted es ejemplo de buen trabajo y rendi-| ; el marco que habia destrui- sn ‘e, mi amigo esperé en vano OlVi6 a toy atte Me comentaba sorprendido que er mas accesos de descontrol. Pero le Nada 5 Steneig, ai oD que eng ect Querer alge nete Giue, nunca le habia reelamado ar , : : "rans ear e pila, i. Bupa E. FernAnpez - vars FosMLE, CUNICA FSICOANALATICADELOCURAS YPC 119 Luego de ese episodio se le habia acereado y, entre gi demos hablar de significante falo sino de una dialéctica de ote racién de la falta en el Otro y objeto suplementario, objeto des anudam; cosis, dentro La imposibilidad de un “no” | éliea nF Entre el psicstico yel Otro mo hay ni denegacion sim | Jo tanto, gramatica (en el sentido de la gramatica del in El psiestico no puede, no tiene con qué decit "MP eit se le puede oponer, justamente, como efecto fan ea rer 0 en 0 EH Hen oe 3. Podemos leerlo en las memorias de Sc Fijman, o en los de Antonin Artaud, entre tr OY de Frankenstein o en Ia historia de Doctor 2 Ja de Maupassant, en Diario de un loco de —F sun, CUNICA PSICOASALITICA DELOCURA ¥ COSIS 137 yoo 8 gel significante de la falta y la ubicacién como objeto jsiftion ro, No hay operacién de separacién. del O10. Ne mpsiedtico, en principio, sin yo dialectizable, ye shazo a la demanda del Otro encarnada en ese- risionere. goede a Ore Pace estragos en el campo del psiestico Esta logit ora de su cuerpo, un cuerpo que no puede dete~ olocansttiide corrarse 0 abrirse, justamente porque no pue- nerse 0 @ deapla a NO sguna posibilidad de oponerse al Otro o bien ex- Unalésicpolico o bien hace que se intente crear un sustituto: el dade Manta ese deliro. Esto, como tal, produce ointenta prod isinparrera entre el individuo y el Otro, una negacién prefabri- craun proyecto de rechazo a su manera. A la manera del infierno. ‘neste precario y a veces florido intento de denegacién (un re- edo de palo en la boca del cocodrilo) el psicético se encolumna; ‘cnombra y se diferencia. O perseguido o maltratado o amado por Billa se diferencia de ese horror de puro cuerpo fragmentado, «se no reconocerse en los espejos, la sensacién de desrealizacién, de fegmentacién. Por lo menos en su decir, en su texto se cons, ttuye duefto de algo, se erige en alguien que posee algo muy-va los por lo cual es perseguido, merece y clama ser reivindicado 0. mado {No es, como primera aproximacion, un recurso eficaz en smpenic tna primera torsion a esta posiciOn de inermidad ante itraria e impredecible del Otro? Ferolanecesidad de sostenerse en este precario intento de Be- Jthung., tome lsstossung hace que el enemigo se recorte como tal yre- trcin dein aoReS Ue 10 condujeron a necesitar de la cons. Ot inte para poner un separador entre él] y ese Otro. 7 ‘a8 Propuestas de BI . larie-Lise Casad; cae” adas Hing a bende ex 5 ileger sobre simbiosis y am- en su articulo “El descono- uve de las psicosis después de La- 138 Bua E. Penstspez Aqui el delirio fracasa, en tanto no puede ex do retorne desde lo real imponiéndole un deca We cstico se derrumba. El deliriono puede nomi que de erigir una pared de signos detras de la cual para Delirio y verdad Este intento destinado a fracasar porque sible es el que psicoanalistas tan diverses y hasta ge nainn tas. como Bion. Searles, Pankow, Bleger, Pichon Rivet? brar a algunos de los que trabajaron con psicsticos y tug ~valentia’ de escribir sus experiencias) respetaron.™*

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