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7 BOLETIN DEL MUSEO CHILENO DE ARTE PRECOLOMBINO- N° 5, 1991, pp. 67-80, Santiago de Chile ISSN 0716-1530 ANALISIS DE UN TEXTIL PINTADO CHAVIN Paulina Brugnoli B. y Soledad Hoces de la Guardia Ch. Numero de catilogo : 1718 Museo Chileno de Arte Precolombino Cultura : Chavin 1000 - 700 a. C. (Conklin 1971; Cordy-Collins 1976; Lumbreras 1977) Sitio Callango - Huyujalla, valle de lea, Pert Dimensiones 21160 x 700 mm INTRODUCCION En el quehacer de documentar, ordenar y valorar la coleccién de textiles del Museo Chileno de Arte Pre lombino (MChAP), se hace necesario un trabajo de investigacin y andlisis que permita relacionar los da- tos obtenidos para hacer posible su asignacion al conjunto estilistico de una cultura determinada. Al orga- nizar la informacién obtenida podremos, con el tiempo, ir dilucidando la evolucién de las estructuras y t6cnicas textiles y sus variaciones segiin el uso que las diferentes culturas hagan de ellas. Nuestra investi- gaci6n en textiles arqueolégicos, nos ha permitido comprobar que nuestra formacién de disefiadoras texti- les nos da otras posibilidades de acercamiento a estos objetos y por lo tanto, otras respuestas, distintas y complementarias a las que ofrecen arqueol6gos, antropélogos u otros especialistas en textiles arqueol6: cos. En el andlisis de los textiles hemos abordado dos aspectos: 1) Un analisis de cardeter técnico que se refiere a: - lao las posibles funciones de la pieza, identificacién de los materiales empleados, identificacion y registro de las estructuras textiles, las técnicas decorativas y las terminaciones. 2) Un anilisis formal procurando discriminar los medios expresivos usados para lograr el impacto estético y los elementos de la percepcidn tictil y visual que se han puesto en juego, tales como el uso del espacio y del color y el modo de resolver la relaci6n entre figura y fondo. Ambos aspectos aclaran la relacién entre la imagen visual y los medios constructivos con que fue reali- zada. Estos aspectos se explican e ilustran mediante fotografias y desarrollo de dibujos. Ademés, la inves- tigacidn bibliogrifica nos ha permitido vincular la pieza en estudio con otras ya estudiadas. Este conjunto de datos queda registrado en una ficha especialmente confeccionada por el equipo para el Museo Chileno de Arte Precolombino. 68 Boletin del Museo Chileno de Arte Precolombino, N° 5, 1991 Andlisis Textil Chavin / P. Brugnoli y 5. Hoces de la Guardia 69 ANTECEDENTES Este textil pertenece, desde 1986, a la coleccién del MChAP. Segiin las informaciones aportadas por su anti- guo duefio, don José Ratil Soldi, la pieza fue encontrada junto a otro textil, el N° 2492 (MChAP), en una mis- ma tumba, en el afio 1979, en la zona de Callango-Huyujalla, cerca de Ocucaje, en el valle de Iea, Peri EL interés despertado por la pieza, dada su antigtiedad y caracteristicas poco comunes en el tratamiento de las figuras, motivaron la presente investigacién. ANALISIS TECNICO Textil pintado Chavin N° 1718 (fig. 1) Dimensiones - largo urdimbre: 116m ancho trama _: 70 em constituidos por dos partes de 35 em cada una. Hilados. - urdimbre Igod6n, color crudo, 2 cabos torcidos en Z, retoreidos juntos en S. ~ trama : algodén, color crudo, 1 cabo torcido en Z. Las caracteristicas de los hilados son comunes a otros textiles clasificados como Chavin y provenientes de la costa sur, pertenecientes al MChAP, piezas N° 0359, 0482 y 2492. La torsidn inicial Z es propia de los hilados de la costa sur (Wallace 1979) (fig.2) Estructura Ligamento tela Densidad - Urdimbre 13-10 h/em ~Trama 11-6 pjem. Orillas Urdimbre: en las dos partes que componen la pieza, una de las orillas, probablemente la orilla de comien- 70 del tejido, tiene una cadeneta en técnica de torzal. La parte izquierda presenta la cadeneta hacia arriba; la parte derecha, hacia abajo. Se emplearon cordones formados por varios hilados para realizar las prime- ras pasadas de trama en ambas orillas de urdimbre. Estos cordones son mas largos que el ancho del textil, de modo que el largo sobrante de ellos y de los hilados empleados en la cadeneta son anudados entre si, des- tacando la unién central (figs. 3 y 4). Trama: una de las partes tiene sus orillas de trama sencilla; la otra presenta pequenlos flotes, producto del uso de tramas multiples (fig. 5) El uso de cadeneta en torzal parece ser un testimonio tardio de los primeros tejidos estructurados sola- ‘mente en esta técnica, que son, ademas, los textiles mas antiguos que involucran simulténeamente sistemas 70 Boletin del Museo Chileno de Arte Precolombino, N’ 5, 1991 PIEZAN°| 0359 | 0482 | 1718 | 2492 zz Urdimbre| y NS wore} | | | ||) | Re | 4 | A 4 Nh z Z z z sy ah ; zz | zz] |My ! Wy A ads Costura v ‘iy a Hs | Ws Figura 3. Orilla de urdimbre co ion en cadeneta de Figura 5. Orillas mostrando el uso de tramas doles y triples. Andlisis Textil Chavin / P. Brugnoli y S. Hoces de la Guardia 7 - = Figuras 6 y 7. Pintura por su detecho y revés. Obsérvense las distin gf nus claras en figuras ornitomorfas y fitomorfas de urdimbre y trama (tejidos de algod6n, Huaca Prieta, 2800 a. C.. Bird er al. 1985), Tanto el uso de la ca- deneta como el empleo de tramas multiples son caracteristicas téenicas propias de los textiles tempranos (Wallace 1979), Técnica decorativa no estructural Las dos partes que conforman el textil luego de ser unidas por una costura, fueron pintadas. Siendo el dibu- jo muy definido, podemos suponer que se trata de aplicacién de pintura directa, en la que se us6 un liquido bastante espeso, aplicado con instrumentos muy finos en el caso de las lineas delgadas (palitos o kiminas me- tilicas) y otros de mayor cobertura y absorcién para las zonas mas llenas (hisopos o pinceles) (figs. 6 y 7). Puede tratarse también de una técnica mixta que emplea conceptos de tenido con reserva y pintura di- recta en la que se usa barro o arcilla como vehiculo para fijar el pigmento: luego de aplicado, se expone a pieza al sol y una vez seca, se sacude el polvo excedente, habiéndose fijado ya el pigmento 0 colorante (Gebhart-Sawyer 1984). En una zona del textil se observa un trazado lineal similar a lineas de carboncillo, pero el estudio de esas figuras y la superposicion de ellas sobre las que fueron finalmente pintadas no arroja ninguna correspon- dencia, por lo que podria tratarse de un trazado previo que no fue utilizado, o bien, el traypaso del disefio de otra tela que haya estado en contacto directo con esta pieza, como es el caso de dos mantos Paracas estudia- dos por Paul (1980-81) (fig. 8). Andlisis Textil Chavin / P. Brugnoli y S. Hoces de le Guardia 73 ANALISIS FORMAL El tejido de algodén en estructura algo abierta, proporciona una textura apropiada, haciendo de soporte a la pintura realizada con un pigmento denso de color café rojizo. Se trabajé conservando el color blanco crudo, color original del tejido, aplicando sobre él dos tonos del pigmento caté rojizo. Al pintar, pareciera haberse seguido un plan determinado: las lineas en débil gris de carboneillo permi- ten pensar en un proyecto de dibujo previo a la pintura, esto le da cierto caracter de calco y ri tomo de las figuras. Se traz6, en primer lugar, una serie de cuatro circunferencias concéntricas que definen la superficie cen- tral, Una gran circunferencia tangente a las orillas de la trama del tejido, dos circunferencias que delimitan la superficie destinada al desarrollo del tema figurativo y una cuarta que define el centro del tema median- te un circulo leno de color. Se definieron cuatro esquemas, cuartos de circulos con gruesas lines interio- res cada uno, La superficie entre las esquinas y el circulo central fue también cubierta con el color oscuro de fondo. Con esto queds claro el contraste entre las zonas Ilenas y la superficie, dirigiendo asi la percep- cidn del observador al desarrollo del tema. En esta superficie se representan ocho personajes (figuras antropomorfas) rodeados de un gran nime- ro de figuras mas pequefias, ornitomorfas y fitomorfas. Lo saturado del espacio origina una composicién abirragada, Aunque el trazado de las figuras es lineal, ciertas zonas han sido lenadas con pigmentos café oscuro y otras en un tono café mas claro (labios, brazaletes, tobilleras, parte de las figuras ornitomorfas y fitomorfas). Para compenetramos del cardcter y ubicacién de las figuras en la superficie circular, realizamos un des- glose iconografico aisléndolas. Después, las destacamos en Liminas separadas, para observar con claridad jidez al con- su ntimero, similitudes y diferencias entre ellas, como también su ubicacién en la composicidn del total. De este modo, en primer lugar se aislaron los ocho personajes antropomorfos (fig. 9). De éstos, hay uno que aparece realzado, siendo el tinico en posicién frontal, con un cetro en cada mano y de taparrabo. Mien- tras sus pulgares apuntan hacia arriba, sus pies con garras de ave falcdnida lo hacen hacia los lados. El ros- tro mira hacia su derecha; sus rasgos faciales, peinado y aros recuerdan a representaciones del arte litico de Sechin. A este personaje, por sus peculiaridades, lo consideramos el personaje principal y lo designaremos con el N° | para efectos de la lectura, encabezando de esta forma la procesion. El resto de los personajes posee las mismas caracteristicas en el rostro, pero portan sdlo un cetro en su mano derecha, mientras el brazo y mano izquierdos se doblan sobre el t6rax y los pies se dirigen hacia su derecha. Hay uno de estos personajes, el 3, que porta el cetro en su mano izquierda y sus pies indican esa misma direccién (fig. 10). Cada uno de los personajes esté acompaiiado de una figura omnitomorta cuya po- icin enfatiza su direcei6n. Continuando el andlisis formal de los personajes, es posible establecer diferencias y coincidencias entre ellos: 1) De tamaio: Los personajes 3 y 6 son los de menor estatura, les siguen los personajes 1, 5 y 8. que tienen una misma estatura. Mientras el 2 y el 7 son ligeramente mas altos, siendo el 4 el de mayor estatura. 2) En todos los personajes, Ia cabeza se representa de perfil mirando hacia su derecha con rasgos comunes a todos ellos: - La cabeza es de tamaio relativamente grande en proporcién al cuerpo, de forma alargada, con el occi- pital plano, coronada con una voluta que puede representar un tocado o un peinado. - Los ojos son circulares con la pupila marcada al centro y una linea que la une al circulo externo. - La nariz es ancha, de fosas dilatadas, formando un angulo recto con la frente - La boca es grande y gruesa. Los labios, marcados por doble linea y Ilenos de color café, estin separa- dos y mostrando los dientes. Los personajes 1, 2 y 3 tienen cuatro dientes y el resto solo tres. - La oreja esta conformada por una voluta hacia arriba y lleva un aro de forma circular con el centro mar- cado por un punto. - Entre la cabeza y el © ser la representacién de un collar. po aparece lo que podria 74 Boletin del Museo Chileno de Arte Precolombino, N° 5, 1991 ul \ hale ura 9. Los ocho personajes antropomorfos, Person: sicion fronts cen po- Figura 10. Figuray omitomorfas que refuersan la direceiéin de los con ds cettor y personajes secundarios (2 a 8). personajes 3) En las manos se establecen diferencias respecto a la direceién que indica el pulgar y al ntimero de los de- dos (fig. 11). Direccisn de los pulgares. - El personaje 1 dirige sus pulgares hacia arriba. ~ Los personajes 2 y 3 los mantienen en posicidn horizontal, apuntando en direcciones opuestas. ~ Los personajes 4. 5, 6, 7 y 8 indican con el pulgar derecho hacia arriba; el izquierdo esta en posicién horizontal, indicando la direceién de su marcha. Nuimero de dedos de las manos: ~ El personaje 1 tiene cuatro dedos en su mano izquierda y cinco en la derecha. Los personajes 2, 4, 5 y 8 tienen cuatro dedos en cada mano. Finalmente el 6 y 7 tienen cuatro dedos en la mano derecha y tres en la izquierd 4) En los pies tambign se establecen diferencias (fig. 12). Orientacién y conformacisn de los pies: ~ El personaje | proyecta sus pies hacia afuera (similar a los pies de la figura de la Estela Raimondi). Los personajes 2, 4. 5. 6, 7 y 8 dirigen ambos pies hacia su derecha, en tanto que el 3 es el tinico que los orienta en sentido opuesto. Niimero de dedos de los pies: ~ El personaje | tiene dos garras de falcénida en cada pie a guisa de dedos. Los personajes 2, 3, 4, 5 y 8 tienen cuatro dedos en cada pie, en tanto que el 7 tiene sélo tres, En el caso del personaje 6 no es posi- ble precisar el numero de dedos porque la pieza esta deteriorada en ese sector, ~ La representacién de los pies es anémala en todos los personajes secundarios (2 al 8) un pie copia a otro, de modo que los pulgares se observan paralelos, 5) En todos los personajes secundarios hay un apéndice que surge de la espalda en sentido diagonal. Analisis Textil Chavin /P. Brugnoli y S. Hoces de la Guardio 75 a 1 = MANO IZQ. | _MANO DER Polgeres__ | __A®R1BA ARRIBA Needs | i PERSONAIE 3 MANOI2Q | _MANODER Dyess | erecta | exec N° Dedos 3 ; ‘ PERSONAJE 2 |__mano zo. | Mano Dee Passa | zaueron \2auieRa N’ Dedos 4 x = MANO IZQ._| MANO DER. - Direecibn: zauerda | ARRIBA, Pulgares Ih al REE NP Dedos a | SIL PERSONAJE 6 y 7 |__manoiza._| MANO DER Direccion | ec Ruger’ | ZOUERDA 988A N° Dedos 3 | i gura 11. Direceidn de kas manos y-miimero de los dedos. | PERSONAJE 1 (Genes Nesey | PIE IZQ, PIE DER wed | 2 Ti) ae peconies | PERSONAJE 2, 4, 5, 8 Ge PERSONAJE 3 Raat DERECHA DERECHA | N° Dedos 4 “ PERSONAJE 6 Seder” a N° Dedos: 2 2 7 Boletin del Museo Chileno de Arte Precolombino, N° 5, 1991 Figura 13. Personajes portanda cetros ietiomortos Figura 14, Recorte del fondo entre la cabeza y el brazo que por- tan cetro, 6) Seis de los siete personajes secundarios presentan elementos fitomorfos en la zona genital. El personaje 5 no presenta este rasgo. 7) Los siete personajes secundarios llevan un cetro. Dos de ellos (5 y 8), llevan un cetro ictiomorfo y am- bos estiin ubicados a la izquierda de la costura que une las dos partes de la pieza (fig. 13) 8) Si se observa el recorte del fondo, entre el brazo con cetro y la cabeza, es posible distinguir una figura que se repite en seis de los personajes; las excepciones son los personajes 1 y 3 (fig. 14). 9) Cada personaje tiene anexadas tang ncialmente algunas figuras mas pequefias, que lo caracterizan o in- dividualizan, En algunos casos, éstas unen a los personajes con las circunferencias que encierran el tema (fig. 15), Los diferentes tipos de figuras que rodean a los personaj dial. 10) Hay otras figuras, numerosas y variadas, que representan elementos fitomorfos, quizas especies botini cas alucin6genas (Cordy-Collins 1976: 201-202). En total, son 138. figuras: 107 semejan semillas, 13 son circulos con un punto central, 8 circulos sin centro y 10 cfrculos con rayos como soles. Estas formas ocu- pan el espacio situado entre los personajes mas grandes, desde la base del circulo exterior hasta tocar el circulo interior (fig. 16). es se organizan, al igual que ellos, en forma ra- 11) El otro grupo de figuras aistadas, corresponde a figuras ornitomorfas que actualmente son 19 (se obse van fracciones de otras dos). Por la distribucién de las figuras en el espacio, es posible deducir que el nti- mero original fue 22 (fig. 17). Se representan cuatro variedades diferentes: una de ellas es de forma alargada, aparece vista desde arri- ba y tiene dos alas en forma de tridngulos largos y angostos, la cola larga y bipartita y un fino y ondulante apéndice a cada lado. Esta figura ornitomorfa esta representada de forma similar en la ya mencionada pie- za N’ 2492 del MChAP. Las figuras restantes estén dispuestas de perfil; nueve de ellas tienen la cola bi- Partita, el ala abierta como un abanico y estén todas en la mitad derecha del textil. Dos destacan por su Analisis Textil Chavin / P. Brugnoli y S. Hoces de la Guardia 78 Boletin del Museo Chileno de Arte Precolombino, N° 5, 1991 posicisn: una esté en posicidn horizontal indicando con su pico la cabeza del personaje principal; la otra tie- ne el cuerpo curvado reforzando el cambio de direcci6n del personaje mas pequenio. De las cinco figuras que tienen el ala y la cola en forma de abanico, cuatro estin en la parte izquierda y una esta arriba, compartida entre las dos partes que conforman la pieza. Otras cuatro figuras ornitomorfas se distinguen por tener un alt angosta marcando las plumas y cola en abanico. Tres de ellas tienen las plumas marcadas en el lado extremo del ala, hacia arriba y otra tiene mar- cada las plumas hacia adentro, Esta figura esta en situacién puesta all personaje principal 12) Las figuras que parecen ser representaciones de cabezas clava (fig. 18), son siete, se ubican entre los personajes y son mostradas de perfil, sefialando la misma direcci6n de la cabeza de los personajes antropo- morfos. Esta norma no se cumple entre los personajes 2 y 3, quizais para insistir en el cardcter excepeional de este tltimo, que es el mis pequeiio y que con su cuerpo y pies indica cambio de direccién, Mientras seis de estas figuras se representan cerca de la circunferencia mayor, la diniea que es igual a la de los personajes antropomorfos se apoya en ella, Cuatro cabezas son de tipo felinico, similares a las que se observan en el textil Chavin N° 2492 del MChAP (fig. 19). Los dos ejemplares restantes presentan un formal con ejemplares representados en textiles Karwa (Cordy-Collins 1976). 1 correspondencia CONSIDERACIONES FINALES esta pieza se comprueba la eficiencia teenoldgiea de sus autores para comunica un mensaje complejo que necesitaba a la ve7 de precisién y fuerza, en la imagen visual, para llegar al observador Se observan en ella algunas caracteristicas técnicas, como el uso de cadeneta en torzal en la orilla de ur- dimbre y el empleo de tramas multiples, que constituyen un testimonio tecnolégico propio de los textiles tempranos. La mayor parte de las piezas textiles de iconografia chavin encontradas en el valle de lea estén pintadas con técnica de aguada, con lineas mas oscuras que limitan la ura. Este hecho hace que la pieza objeto de nuestro anilisis tenga caracteristicas muy particulares dentro del conjunto de estos textiles. Su cardcter es- trictamente lineal y grifico nos [leva a relacionarla con muestras del arte litico y cermica incisa de icono- grafia chavin. Un textil pintado, comparado tecnol6gicamente con la produccién litica 0 ceramica, puede presentar ¢ tay ventajas: es mas liviano, flexible y transportable; puede ademiis aportar grandes superficies para el sarrollo del tema. La técnica de la pintura es mais ripida para definir la imagen visual y puede ser més niti- da, adquiriendo a veces un caricter grafico. Se ha constatado que la cultura Chav n privilegis producir textiles con téenicas decorativas no estructurales (Conklin 1971), en lugar de definir las imagenes mediante téeni as de tapiceria. - Esta opcion podria responder a una necesidad de expansidn de la cultura Chavin, donde el textil pudo ser el vehiculo ideal de comunicaci6n de creencias y conocimientos (Cordy Collins 1976), Lumbreras, que ha investigado la cultura Chavin observa el mismo fendmeno: mage Con un poco de imawinacién podria hasta pensarse que en la épacaa su grabado en cer ardia los sacerdotes-antistas pretirieron la pintura nica, i recordamoy que Tos dioses tardios de Chatwin apurecen representados con frecuencia inusitada ¢ te tenil de ln cota sur (Sawyer 1972), como es el caso de li famosa divinidad de los hauler, yue aparece en ta etels Re (1977: 18). “ue a que lar mondi La organizaci6n circular del tema, subdividido en ocho zonas caracterizadas e identificables mediante un Personaje definido por sus atributos especificos, el conjunto de figuras menores anexadas directamente a ¢1y por las que lo rodean, son raygos notable de esta pieza. Si sumamos a esto que las direcciones estan enfatizadas mediante la postura, atributos de los personajes y aves que los acompanan, podemos percibir due esta pieza sugiere la representacion de un ciclo repetitivo, mediante el recurso de una secuencia cir- cular: ‘Analisis Textil Chavin / P. Brugnoli y S. Hoces de la Guardia 79 Figura 19. Textil pintado Chavin N° 2492, Museo Chileno de Ante Precolombino. Cabezas Felinicas- Pieza N° 1718 Cabezas Felinicas- Pieza N° 2492 Figura 20. Cabezas felinicas, piezas N° 17184 y N° 2492, 80 Boletin del Museo Chileno de Arte Precolombino, N° 5, 1991 La configuracién de la pieza y la organizacién de sus figuras nos leva a relacionarla con el siguiente pirra- fo sobre las excavaciones hechas por Lumbreras en 1972, en el que se da cuenta del "Descubrimiento in situ de un numeroso grupo de estelas liticas, con imagenes antropomorfas y zoomorfas, asociadas a una plaza hun- dida circular en el centro del atrio y en directa relacién con el templo antiguo en su conjunto” (1977: 6), Se ha encontrado, ademés, un grupo de cabezas clava. Estas y las lipidas grabadas pueden vincularse por sus caracteristicas formales a las figuras que se observan en el textil (Lumbreras 1977). El andlisis de una pieza origina diversas lecturas y cada una de ellas nos da nuevas respuestas. La inten- cidn de este estudio fue acerearnos a la pieza para conocer algo mas de sus autores. Quedan registrados un conjunto de datos e informaciones que pueden ser aprovechados por otros especialistas para otros tipos de analisis, como podria ser el estudio de la estructura calendariea sugerida por la organizacién visual de este text AGRADECIMIENTOS: A Angel Antonelli G., Disefiador PLU.C., por haberse integrado al trabajo en equipo, realizando dibujos ‘mediante los cuales pudimos ir develando el pensamiento visual expresado en este textil A Pilar Alliende, Conservadora del Mu- se0 Chileno de Arte Precolombino, por su constante apoyo, su- gerencias y estimulo, Al personal del laboratorio por su colabo- racién facilitando nuestro acceso a las piezas, en especial a Luis Solar quien puso a nuestra disposicidn su material fotogrfico. A CCharin Edwards, por sus valiosas tradueciones, REFERENCIAS Biko, J.B. J. Hystor y M, Dirievic 1985 “The Preceramic Excavations at the Huaca Prieta, Chi cama Valley, Peri”; Anthropological Papers of the American Museum of Natural History, 62, part 1: 101 190, New York ConKLin, W. 1971 “Chavin Textiles and the Origins ofthe Peruvian Weav ings; Tesrile Museum Journal, 3 (2): 13-19, Wash- ington, D.C ConDy-Coutins, A 1976 An Jeonographic Study of Chavin Textiles from the South Coast of Peru: The Discovery of a Pre Columbian Catechism, Ph. D. Degr California, Los Anj University of cles Geaniaer-Sawyer, A 1984 The Cosmos Encoiled: Indian Art ofthe Peruvian Ama: zon, Center for Interamerican Relations, New York. LUMBRERAS, LG. 1977 “Excavaciones en el Templo Antiguo de Chavin (see tor R): informe de la sexta campana”. Nawpa Pacha 15: 1-58, Berkeley Pau, 1980-81 “Re-Establishing Provienence of Two Paracas Mantles", Textile Museum Journal vol.19-20: 35-40, Washington. WaLLace, D. 1979 “The Process of Weaving Development on the Peru= vvian Coast”. The Junius B. Bird Pre-Columbian Tex tile Conference, Pollard Rowe, A.: E. Benson y A.L. ‘Schaffer (Eds.): pp. 27-50, Washington, D.C.

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