El Tabajo de La Mujer Campesina

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I DELAM A EXPLOTACION CAMPESINA. CASTILLA Y LEON, SIGLOS XI-XIV Reyna Pastor Universidad Complutense Madrid La célula basica en la que se desarrolla la fuerza de trabajo campesina es la pequefia y mediana explotacién. En ella la fuerza de trabajo masculina y femenina se aplica a la obtencién de bienes de produccién que permitan la reproduccién de la célula familiar (autoconsumo y reproduccién biolégica) y la transferencia de excedentes, por muy distintos caminos , a la clase de poder , lo que a su vez permite la reproduccién del sistema feudal Prevalecen tres tipos de pequefia explotacién campesina. Una, la ligada por obligaciones de dependencia sefiorial. A partir de ella se transfiere la sobreproduccién (sacado el autoconsumo), es decir parte del producto y se transfiere también, directamente, fuerza de trabajo, aplicada o no a la produccién directa (sernas en un caso, casteleria, mandaderias, etc., en el otro). Dos, la ligada por obligaciones contractuales exclusivamente (0 casi) econémicas, las aparcerias (las mas importantes) y los arriendos. En éstas la fuerza de trabajo campesino genera el producto, éste se transfiere parcialmente directa 0 indirectamente, de manera fija 0 proporcional. Tres, existe ademds la pequefia y mediana explotacién en la que la familia es propietaria y que no esta sujeta a cargas seforiales, (aunque no esta totalmente desligada del sistema). En ella la fuerza de trabajo se destina fundamentalmente a satisfacer las necesidades familiares. En cada explotacién campesina se combinan todos los recursos reales, la calidad y extensidn de la tierra, los medios de produccién, y la fuerza de trabajo empleada. La fuerza de trabajo esté en relacién, ademas, con el tamafo y la relacién existente entre los miembros de la familia que trabajan y los que no lo hacen, Pero existe también una dimensién “subjetiva” o "intensidad de trabajo" realizada por cada uno de los que trabajan. Dicho de otra manera, existe un grado de autoexplotacién de la fuerza de trabajo. Autoexplotacién que se dirige a cubrir las necesidades de reproduccién de la unidad y reproduccién del sistema englobante. Debe tenerse en cuenta en este analisis: 1) Que el trabajo, tanto femenino como masculino, no aparece como un “costo objetivo", tanto el que se realiza en la explotacisn campesina, como el practicado en la reserva. El trabajo, en las formaciones feudales, no se incluye como parte sustancial de los costes de produccién'. 2) El trabajo se desarrolla muy preferentemente en el seno del grupo familiar. Por tanto la “intensidad" de trabajo correspondiente a cada miembro de la familia depende del "ciclo de desarrollo" de la misma. Una familia puede estar en un periodo de expansién, de dispersién o de reemplazo 3) Esta inelasticidad de la fuerza de trabajo familiar lleva a crear mecanismos de ampliacién y de expulsién: alquilar fuerza de trabajo o venderla, temporal 0 periédicamente La mujer forma parte del grupo familiar y de la economia doméstica. Su fuerza de trabajo es parte de la fuerza total de trabajo de la unidad. Su trabajo queda oculto, semioculto o explicitado en la documentacién. Oculto 0 explicitado lo cierto es que la mujer realiza practicamente todas las tareas de produccién a) Realiza todas 0 casi todas las tareas directamente necesarias para la produccién rural, hecho que queda manifiesto en los contratos de aparcerias, arriendos, fueros y foros. 1 Para algunos de estos conceptos nos remitimos a la obra de A.V. Chayanov, La grganizacién de la unidad econémica campesina. Buenos aires: Ediciones Nueva Vision, 1947, con presentacién de Eduardo Archetti 6 b) Realiza otras tareas complementarias de la produccién, que parecen estarle asignadas especificamente, por ejemplo batir el cereal, espigar. ¢) Realiza trabajo doméstico especifico para e! grupo familiar y su vida material. Ejemplo, cocinar, lavar, coser, etc. El hombre también realiza otro grupo de tareas complementarias. d) Puede realizar otros trabajos complementarios, artesanales como tejer, 0 hacer de nodriza de nifios ajenos al grupo familiar. ) Cumple con el principal papel en la reproduccién biolégica, tiene que afrontar, muchas veces trabajando con igual intensidad, el embarazo, Ia lactancia y los cuidados debidos al hijo. Fuera del marco estricto de la explotacién campesina: a) Puede participar en las sernas. b) Participa, quiz en menor proporcién que el hombre en el trabajo extrafamiliar (generalmente corresponde al periodo de dispersién familiar), como sirviente, manceba, etc., en explotaciones de sefiores o de campesinos ricos. Este trabajo puede ser temporal o permanente c) Realiza tareas complementarias, ayudando a su marido cuando éste tiene contrato de trabajo temporal, como meseguero, yuguero, etc. d) Realiza trabajos como jornalera (menestral, aportellada): labradora, vendimiadora, etc. e) Realiza tareas pagadas por dia o a destajo especificas de mujer, como ser lavandera de conventos. Por tanto realiza una serie de trabajos similares a los del hombre, en estos casos su salario tiene por lo general un tratamiento diferente. 1) Cuando se trata de trabajos en los que se valora la fuerza fisica y la capacidad para el esfuerzo también fisico, se paga a la mujer la mitad 0 menos. 2) Cuando se trata de trabajos para los que no hace falta la fuerza fisica se paga a la mujer igual que al hombre 0 un poco menos, por ejemplo en las vides. En los contratos de foro, arriendo y aparceria, la mujer comparte con el marido la responsabilidad contractual. A la muerte del marido tiene capacidad para transmitir las condiciones de produccién del trabajo de la unidad familiar del marido (y padre) muerto al hijo En algunos contratos de foro la mujer no tiene esta capacidad de retencién parcial y sobre todo de transmisién. Veamos de cerca estos problemas. En los contratos de aparcerias, de arriendos, y en los fueros individuales la mujer aparece como coparticipe, y responsablejunto al marido, de todas las obligaciones que contraen. Es sabido que en los arriendos se establece, por parte del propietario de la tierra, la entrega de ésta bajo determinadas condiciones entre las que se encuentran: el tiempo de duracién del contrato, el monto y la forma de pago de la renta. También es sabido que en los reinos occidentales, el arriendo se hacia de por vida, prorrogable por "voces", las de los hijos y nietos, o bien, ésto sobre todo desde la segunda mitad del siglo XIII por un ndmero de afios determinado EI monto se fija predominantemente en especies, en producto, y a veces en producto y moneda. Se exige anualmente, y de acuerdo con el ritmo de las distintas cosechas, determinadas cantidades de cereales, trigo, centeno, cebada , vino, animales, (cerdos, cabritos, gallinas, etc.) productos de huerta, hilados de lino, etc. Asi, en 1294, cuando la monja del monasterio de Carrizo da en arriendo por ocho afios a Esteban Martinez y a su mujer Maria Martinez una heredad en Vilamayor, establece que la pareja deberd darle cada afo, "IX modios de pan terciado, por la media del Ponte, salvo caso de tempestad o piedra, dos fanegas de trigo por el 8 préstamo que les ha hecho, 8 maravedies y tres sueldos, y por también por éste mismo, dos hilados de lino, dos cabritos en Navidad y dos ansares para San Juan"? Es sdlo un ejemplo, entre cientos posibles. La mujer se compromete en la misma medida que el hombre. {Realiza el mismo trabajo?. Creemos que si, que la misma formulacién del contrato lo demuestra, no se trata sdlo de acompafar al marido en un compomiso contractual, se trata también de contraer con él un compromiso laboral. Algunos documentos dejan ver esto con claridad. En un convenio entre un propietario y una pareja se dice claramente que éstos deberdn entregar la mitad del rendimiento de la parte de la heredad que ellos ya han trabaiado. ".. medietate de illas cavadas quod fecistis in mea hereditate...tota cavadura vel labor que ibi facistes habeatis illa medietate..." Lo mismo ocurre con los contratos de aparceria, y con los de fuero individual. La mujer comparte responsabilidad y trabajo con el marido o con los hijos, también en otras circunstancias. Cuando reciben un préstamo para comprar bueyes de labor, por ejemplo. .."E yo domna Tareysa a uos den Micomayo yea uestra muler Maria Yuanes empresto uos XII moravuedis pora iugos de boes por Ill anos e uos pagarmelos per todas uestras bonas a mi..."4- © cuando pignoran su heredad y quedan como vasallos comprometidos a obligaciones de dependencia, y eximidos de alguna de ellas como la facendera. ...Sopenoramos...quanta heredat auemos...: casa, vinas, terras...por Vill morauedis...somos pagados y nos ser 2 Maria Concepcién Casado Lobato. Coleccion Diplomética del Monasterio de Gartiza. T. Il (1260-1299 e indices). Leén: Centro de Estudios de Investigacin San Isidoro, 1983. Doc. 561 de 1294. 3 idem, TI, Doc. 111, afio 1221 4 Idem, T |, Doc. 280, afio 1251 9 uestros uasallos y morar enas casa y faurar la heredat y daruos cada San Martino dos morauedis en fuero, y uos don Gonzalo y dona —Eluira quitarnos de facendera..." 5 © cuando inician una plantacién estableciendo un contrato "ad plantandum”. "ego abbas Martinus Sancti de Castanaria cum omni conuentui meo tibi Pedro Caluo et uxori tue Marina Rodrigiz facio kartam stabilitatis et conuentionis de uno solo quod dedi ad populandum in uilla que uocitant Casoio et cum suo aprestamo, scilicet: arbores at uno linare deinde de quantum laboraueritis et planteaueritis uestram medietaten et per singulos annos persoluatis nobis in foro una gallina et uno pane tritico et quarta de uino et in quantum illam hereditatem integram tenueritis uno tocino et XVa. panes triticos et centenaceos et una emina de uino nobis persoluatis et inquantum uobis bene facerimus sitis nostri vasalli sin autem sitis cuicumque uolueritis. Damus uobis illum solum sicut iam supradiximus tale pacto et tale testamento, ut habeatis et filii qui ex uobis nati fuerunt in secula cuncta. O cuando se trata de plantar unas vifias. vos Johan Martinez et a vuestra muller Marfa Marcos mandamos vos et outorgamos que pongades vinna enna nostra heredade de Ruviana... Et que lavrades siempre bien e las vinas, que se non perdan elas vinas per mal lavradas..."”. 5 idem, T 1, Doc. 266, afio 1250. © Angel Rodriguez Gonzdilez..£1 Tumbo dai Monasterio de San Martin de Castafeda. Leén: Centro de Estudios e Investigacién San Isidoro, 1973, Doc. 46, aflo 1161. 10 Como puede verse en este documento del Monasterio de Montes, la advertencia seforial sobre el trabajo debe hacerse bien, comprende tanto al marido como a la esposa También quedan incluidas las mujeres en los contratos en los que se establece expresamente obligaciones de realizar diferentes construcciones como molinos, palomares, casas. Dice un documento del monasterio de Montes, que a un matrimonio: *..damos vos molinera en qua fagades molino...E se fecierdes palombar en ese monte..."@ En otro documento se dice: .damus tibi illa casa per tali pacto que lauredes y criedes y enderezedes ut melior vos possideretis" 9. Marido y mujer deben también, en otros casos, acondicionar la tierra, plantar huertos con riego, explotar el monte, etc. "...@ que chantedes a terra dos ortos de rego, de vina, e que dereyguedes o monte..."10 Marido y mujer deben habitar casa y tierras "con sus cuerpos” "..de todo esto vos damos que lo moredes con vosos corpos e que sejades ende caseyros de Santa Maria de Imida e vassalles desa yglesia .@ serdes todavia obedientes del lugar, e vos compriendo e lavrando a nosa herdade...""7 Todo lleva a pensar que la fuerza de trabajo del hombre y de la mujer se empleaban por igual en las labores fundamentales de la 7 Augusto Quintana Prieto, Tumbo Vielo de San Pedro de Montes. Leén: Centro de Estudios e Investigacién San Isidoro, 1971, Doc. 319, afio 1254. 8 idem, Doc. 311, ao 1252, 8 Monasterio de Carrizo, (ver nota 2). Doc. 200, afo 1235. 10 San Pedro de Montes, (ver nota 7). Doc. 352, aflo 1263, "idem, Doc. 352, aho 1263. 1" produccién rural y aun en las de construccién y mantenimiento de casas e instalaciones propias de la explotacién. No hay por lo tanto una divisién sexual del trabajo. Sin embargo es posible conjeturar que algunas tareas, las que exigian mayor fuerza muscular, como la de arar la tierra, deblan ser realizadas preferentemente por los hombres, mientras es posible que la mujer se dedicara con preferencia a otras, como por ejemplo, la de acondicionar el lino o la lana para el hilado y su posterior tejido. El hecho de que en varios contratos se exija hilo 0 tejido como parte de las cargas, lo hace pensar asi Otras tareas realizadas en la explotacién campesina parecen corresponder mas especificamente a la mujer, tal la de criar hijos de otras personas, como nodrizas para lactear primero, como madres sustitutas luego. Era costumbre que hidalgos y gentes de nobleza menor dieran a criar a sus hijos a familias campesinas, hecho que proporcionaba a éstas una serie de ventajas materiales. Es por eso que las instituciones religiosas, propietarias por lo general de las tierras, prohibian, expresamente a veces, tales prdcticas, por temor a perder el control de sus dependientes. Asi lo hace, por ejemplo el abad Gonzalo de San Pedro de Montes en 1252, cuando, al dar en foro unas tierras, vifas y un linar a un matrimonio, les dice: "e seades nossos vassallos... e non criedes hy fillo dalgo sen nosso mandado..."!2 Otras veces dice: ..."non criedes hy criado nenguno... "13 "2 San Pedro de Montes, doc. 310, afio 1252. "3 Idem, doc 327, aflo 1255. 12 Y también se establece en un foro gallego: "Avedes de morar este lugar por vos e non tomades amadego nen criado de nengun"?4. Estas prohibiciones nos indican que, pese a elias, la costumbre era frecuente. Representaba un trabajo para la mujer de la casa, y también un beneficio econémico. En la relacién sefor-campesino dependiente existe siempre, en estos siglos el deseo expreso por parte del sefior, de asegurarse la continuidad de la mano de obra en cada explotacién. Por ello -y esto es de sobra conocide- se especifica en los documentos que ios contratos podran continuarse en los hijos, y en nietos, en "la generacién" de los primeros beneficiarios, 0 en sus “voces”. Aun mas, este deseo de permanencia se expresa en los contratos otorgados a jévenes parejas, los que ya, precavidamente, se extienden a los hijos que vendran. "A vos lohan Diez et a vossa muller Maria Perez et a vossos fillos et fillas que ourverdes por en vosos dias, a vos sobredictos damos et outorgamos..."'5. "..E otrosi aforamos esto que dito e a un fiyo o fiya que sea de ambos a dos..."'6, "A vos @ a vosa muller por en toda vosa vidae, se fillo ouverdes..."17. 14 Dolores Marifio Veiras, Sefiorio de Santa Maria de Meira (S.XIL-XVI}. La Corufia: Ed. Nos, 1983, p. 227, "5 Idem, p. 224. '8 San Pedro de Montes, Doc. 389, afio 1376. 17 \dem, Doc. 328, afo 1256. 13 Es la mujer quien deberd cumplir especialmente con los mandatos, 0 los deseos seforiales de dar sucesién y continuidad a la mano de obra. Porque, como puede verse, todo el sistema productivo esté organizado en torno a la familia conyugal y a sus hijos. Se espera una mujer fértil que cumpla con su deber de procrear, lactar y criar. Es este el momento de recordar que el caracter de familia es uno de los factores principales en la organizacién econémica de la unidad campesina. En los variados tipos de contratos sobre los que estamos basando nuestras observaciones, aparece como la célula basica -a mas de responsable del acuerdo- una pareja de cényuges Entendemos que la fuerza de trabajo de esa pareja es la que define, de hecho, el limite maximo y minimo de volumen de fuerza de trabajo correspondiente a la unidad de produccién de la que se hace cargo. Unidad de explotacién y fuerza de trabajo de un hombre y de una mujer estén pues intimamente relacionados, y seguramente Medidos en todos sus aspectos, tanto por el contratador como por los contratantes. Las variaciones que van luego sobreviniendo en esa unidad familiar, son absorbidas por la pareja, intensificando el trabajo, cuando estan en la etapa de la procreacién y mientras los hijos no alcanzan una edad, al menos semilaboral. Cuando los hijos alcanzan esta etapa o la de plena capacidad de trabajo, la capacidad de trabajo del conjunto Idgicamente aumenta. Puede entonces bajar la intensidad de la autoexplotacién_per 14 capita 0 puede expulsarse mano de obra hacia el exterior, hijos o hijas que se hacen mancebos asoldados, los que se alquilan por diversos contratos de trabajo, los que fundan nuevas familias y obtienen nuevas tierras. Es indudable que en toda la primera etapa de la evolucién familiar la mujer lleva un peso muy fuerte y su fuerza de trabajo esta empleada en varias actividades, incluida la de reproduccién y crianza de los hijos En cuanto al trabajo realizado fuera de la explotacién familiar el prestado a los sefiores directamente en sus reservas, podia ser realizado por hombres y mujeres 0 por hombres solamente. A veces incluye, como decimos a la pareja *..@ fazerdes Illl senaras a essa yglisia de suso dicta e outra en podar, e outra en cavar, e outra en segar, assi como es uso de la terra...""8, Por los fueros de concejos sabemos que las mujeres en algunos casos hacian sernas. Lo sabemos, segin lo estudiado por Maria Isabel Alfonso’ aunque las noticias se refieren mas a cuando son eximidas de hacerlas, como por ejemplo, en el Fuero de! Madrigal de 1168 "Dono etiam vibis aliud forum ut nullus clerigos vel laicos nec femina pactet, maneriam nec facian sernam"20 18 Idem, Doc. 352, afo 1263. 19 Maria Isabel Alfonso de Saldafia, "Las sernas en Leén y Castilla. Contribucién al estudio de las relaciones socio-econémicas en el marco del sefiorio medieval". Moneda ycrédito, n? 129, julio 1974, pp 153-210. 15 También nos dicen que las viudas son eximidas de esta prestacién "Praeterea statuimus et concedimus, ut vidue que non habent in apreciammente usque ad quinque morabetinos, non faciant sernan neque aliam facenderam..."21, Sin embargo en buena parte de los fueros de concejos se explicita que son los hombres los que deben cumplir las sernas. Ello est4 perfectamente de acuerdo con las costumbres y las ideas predominantes sobre que las mujeres deben permanecer en sus casas, es decir en el seno de las pequefias explotaciones. Pero cuando las vemos participar en sernas, facenderas y otros trabajos similares comprobamos que el trabajo femenino podia salirse del marco de la cooperacién simple para inscribirse en el de la cooperacién ampliada Esto mismo ocurre en el caso de explotaciones campesinas en las que participan varias parejas trabajando todos de manera similar. facimus kartulam de foro a vobis domino Pedro Ordonez et uxore vestra donna Eufemia, et a vobis Petro Sanchez et uxor vestra Maria Martinez, et a vobis Petro Paez et uxor vestra Teresa Fernandez, de unas casa et una vinea... Et pro foro den ende cada sant Martinni tres sdlidos et almude de vino de suso 20 Citado por M.|. Alfonso.Serrano, El Obispado de Burgos..., Doc. 140, p. 232. 21\dem. Fuero de Palenzuela, 1074. Serrano, San Salvador del Moral, p. 17. 16 dito..."22 En otras situaciones de vida y de trabajo la mujer comparte con el hombre responsabilidades y trabajo. Por ejemplo en los contratos de yugueria. Sabido es que los sefiores solian contratar a un hombre (y con él a su mujer y hasta a otros miembros de su familia) para realizar trabajos de cultivo de cereales. Se establecia en el contrato que el hombre 0 yuguero ponia su trabajo, el yugo y algunos otros medios de produccién y el sefior la tierra y los bueyes. El yuguero recibe sustento para él y para sus animales y un cuarto 0 quinto (quinteros) de la cosecha. En estos contratos de trabajo y aparceria las condiciones complementarias de trabajo suelen variar pero no las generales, sobre todo las que se refieren a la participacién en los beneficios de la cosecha El yuguero debe ademas de realizar el trabajo concreto de la tierra, techar la casa en que mora y el pajar en que tiene la paja, debe estercolar los herrenes y luego que el pan y la paja hayan sido alzados, debe barrer la era. Para esta ultima tarea aparece mencionada explicitamente su mujer. En el fuero de Alfaiates se dispone: "El iuguero semper de homine qui uigilet los boues in agosto et tota uia et siegue et acaree et sua mulier trille: et si it non fecerit pectet Ill mor. et el senor del ei collatio que lo adiude in agosto usque sit trilado suo pan”.23, 22 San Padro de Montes, Doc. 306, afio 1251 23 Fuero de Alfaiates, 100. 17 Otras noticias dicen que “la mugier del iubero barra ellera"?4, mientras que en el Fuero de Cuenca se le pone a ésta una ayudante. "Et el sennor ponga una muger que barra la era y trille conla del quintero..."25 En las Cortes de Toro de 1369 se disponen medidas contrarias al trabajo femenino de espigar: "por que las espigaderas fazen muy grandes dannos en los rrastrojos e se lo lieuan a pesar de sus duennos delas faginas e delos rrastrojos, tenemos por bien que daqui adelante que non anden nin espiguen las que fueren mugeres delos yugueros nin delos segadores...” pero se dispone: "..que espiguen las mugeres viejas e flacas, e los menores que non son para ganar jornales” 26 De una u otra manera, apreciado o no su trabajo, vemos a las mujeres cuyas familias no disponen de tierra en propiedad, 0 no las tienen arrendadas, participar en los trabajos por contrato. En algunos casos su participacion es mas amplia ya que asume las mismas obligaciones que el hombre. Tal es el caso, por ejemplo, de un contrato de yugueria otorgado por la abadesa Sancha Moniz y el convento de Carrizo a Pedro Martinez y a su madre, dofa Maria, en “fuero de la tierra de fazer a iugueros" 24 J. Loperrdez y Corvalan, Noticias historicas del Obispado de Osma. Vol. Ill, pp 115. 25 Fuero de Cuenca, Fragmento conquense. R. 39-92, p. 179. 26 Cortes de los antiguos reinos de Leon y Castilla, publicadas por la Real Academia de la Historia. Madrid, 1866, T II., p. 175. 18 "...uos Pedro Martinez y domna Marina leuar deste pan uerde y de la serondaya ela quarta; y yo Pedro Martinez y yo domna Marina asi la ...ar dala a quartas a quintas y seer todo de la abbatissa; y yo Pedro Martinez y mia madre fazer payero y cobrir cassas y bardalas (sic) paredes y semar elas tierras y asi lo otorgamos*27. Hemos dicho que la familia campesina ligada a pequefas explotaciones podia expulsar mano de obra, masculina y femenina, en las épocas en que la dinamica familiar lo permitia. Esto ocurria cuando los hijos llegaban a la edad productiva, cuando su fuerza de trabajo estaba totalmente disponible. Esos jévenes podian entonces vender su fuerza de trabajo como asalariados, temporeros o permanentes, o entrar en servicio en caracter dependiente y generalmente vitalicio. Hemos visto como atin en la edad semilaboral, nifios y viejos podian emplearse ocasionalmente como jornaleros. Tal es el caso de las espigadoras viejas y de los menores. Esta mano de obra fue solicitada en épocas de escasez de brazos, como las de los periodos de pestes. En los Ordenamientos de Menestrales y Posturas de las Cortes de Valladolid de 1351 se establece que las gentes no anden baldias, que todos labren y vivan de la labor de sus manos, salvo los enfermos, los muy viejos "et mogas et mogos menores de hetat de doce ajios".28 27Monasterio de Carrizo, Doc. 319, afio 1258. 28 Contes, op. cit. T Il, p. 76. 19 Los doce afios parecen ser el limite establecido en el siglo XIV para hombres y mujeres para empezar a trabajar, al menos para trabajar fuera de la explotacién familiar, puesto que noticias sueltas nos muestran que trabajaban de hecho, atin en la dura labor de arar, nifios menores de esa edad. "..que seria el dicho testigo de la hedad de hasta diez afios que ya comengaba a arar e araba el dicho testigo"29, Entre tenidos por adultos los que trabajaban por jornal o a destajo estaban las lavanderas de convento.39. Numerosos parecen haber sido los mancebos y mancebas que trabajaban a jornal. En el Ordenamiento de menestrales de 1351,31 se dispone que los peones que labren a jornal desde el primero de octubre hasta e! Ultimo dia de febrero cobren un maravedi al dia, mientras que a las mujeres que labren se les dé por dia cuatro dineros. Hombres y mujeres comerdn dos veces al dia mientras estén en las labores. Desde el primero de marzo hasta fines de mayo los hombres recibiran por dia 15 dineros y las mujeres 5, ambos grupos comeran tres veces por dia. Durante el resto del afio se pagaré a los hombres que segaren 18 dineros por dia y a las mujeres que segaren un maravedi. Vemos aqui que el trabajo de la mujer vale un treinta 0 un cuarenta por ciento con relacién al del 29 Noticia recogida por Maria Xosé Rodriguez Gald6, Sefiores y campesinos en Galicia, siglos XIV-XVI. Santiago de Compostela: Ed. Pico Sacro, 1970, p. 74. 90 E. de Hinojosa, Documentos... p. 113. 31 Ordenamiento de Menestrales de 1351, | 20 hombre. Por el trabajo de sarmentar se paga a todos por igual, cinco dineros. Mientras que se reservan para la mujer las tareas de arrancar lino u otras cosas, por las que se le paga un jornal de 7 dineros. En este caso las mujeres pueden ganar dos dineros mas que los hombres que sarmentan. También por sarmentar a destajo se paga tanto a “obreros” como a “obreras”, cada veinte azas un dinero. Vemos aqui que hay en este tipo de labores rurales una muy escasa divisién sexual del trabajo y que la diferencia de salarios parece estar determinada por la mayor fuerza muscular de los hombres, necesaria para las tareas mas rudas del campo. En las labores de las vifias se paga a ambos sexos por igual Mas de un siglo antes, en el Fuero de Cuenca, se hacen diferencias en el salario (0 soldada) de los contratados segun las épocas del afio en las que se trabaja mas y en las que menos. Pero se aclara que para las mujeres "asoldadas", que son camareras o nodrizas, la soldada es siempre la misma pues trabajan por igual todo el tiempo. "la clauera, e la nodriza...que aya la soldada toda que sirujere, quando partir se quisiere. Ca estas todo el tiempo labran egualmente..."32 Vemos aqui que existe libertad para despedirse y reconocimiento del trabajo diario y continuo. Asi como unas familias ofrecian mano de obra disponible, masculina y femenina, otras la recibian. Caballeros, escuderos, 92 Ratael de Urefia, Fuero de Cuenca, Heznatorat, p. 737. 24 caballeros villanos, villanos ricos, hidalgos, solian tener criados, mancebos 0 mancebas, claveras o camareras y nodrizas. También eran ellos quienes contrataban yugueros, mesegueros, pastores, rabadanes, etc. Mozos y mozas asoldados componian junto con sus empleadores una "familia". Entre unos y otros se establecfa una relacién compleja de convivencia, de trabajo y de derecho.33 Por de pronto, estos trabajadores estaban por lo general excusados de servicios militares y exentos de todo pecho a favor de sus sefores. Sefores eran llamados los empleadores, el conjunto familiar, marido, mujer e hijos.34 Desde el punto de vista laboral, las mancebas tanto como las nodrizas y camareras parecen tener todos los derechos sobre su paga, sobre su soldada, atin en los casos en que se marcharan antes del tiempo convenido.35 La soldada de las mancebas parece haber sido muy pequefa, a mediados di siglo XIV, pues el Ordenamiento de Menestrales la fija en 40 maravedies al afio, a mas del sustento, el calzado y otros efectos.36 El reconocimiento de la libertad laboral no parece estar acompafiado por otro tipo de proteccién, por ejemplo frente a los abusos de castigos fisicos y frente a abusos sexuales que podia cometer el amo con gran impunidad.37 33 Relaciones que ha estudiado meticulosamente A. Gibert, “El contrato de servicios en la Espafia medieval’. Cuadernos de Historia de Espafia, XV, 1951. pp 5-130. 34 Fugro de Cuenca 35 Fuero de Soria, ley 435. 36 Ordenamiento de Menestrales (Toledo y Cuenca) 7. 37 Nos remitimos al estudio de R. Gibert, y especialmente a la fazafa del Libro de 22 Por el contrario el mancebo asoldado que tenia relaciones sexuales con las mujeres de la familia o las servidoras, 0 que agredia al sefior o a sus bienes, debia responder duramente por ello Jos Fueros de Casilla, 3, titulo de la manceba escossa que querella de su amo que la orca; en la que se juzga que esta querrella no debe valer por derecho. Ver también Orlandis, “Concepto del delito en el derecho espafiol medieval", AHDE, XVI, 1945, p. 115 y ss.

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