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1. INTRODUCCION: OBJETIVOS Y LIMITES DE LA ESTADISTICA Ex campo de Ja estadistica tiene miiltiples aplicaciones, como lo demuestra el hecho de que se den cursos de ella en materias tan dispares como son Ia odontologia y la sociologia, la administra- cién de negocios y la zoologla, Ia salud paiblica y la ensefianza. A pesar de ello, existen todavia muchas -concepciones erréneas acerca de la naturaleza de esta disciplina en estado de répido desarrollo. La idea que de la estadistica se hace el lego, puede ‘método con el quo uno pueds probar casi todo aquelo Ve i ‘especial empefio en establecer las regias del juego de tal ‘manera que las interpretaciones no vayan mis allé de los limites de los datos. Sin embargo, no hay nada en los métodos estadis- ticos en s{ mismos que sea. capaz de evitar que el individuo su- perficial o intelectualmente poco escrupuloso saque sus propias gonchaslones a pesar de Loe datos, y uno de los, aeperioe més a libros de texto més antiguos solian encontrarse prolijas discu- : 5 6 INTRODUCCION ‘yor detalle en este ultimo aspecto al final del presente capitulo ¥ en el siguiente. Y ahora, habiendo indicado lo que Ia estadfstica no es, zpode- mos acaso afirmar decididamente aquello que ¢s? Infortunada- mente, los estadigrafos mismos, parecen discrepar algo entre si 1, Funciones de la estadistica La estadistion descriptiva. En Ia investigacién social, una persona 4 encontrar a menudo en la situacién de disponer de tantos datos, que le resulte dificil absorber Ia informacién entera. Puede haber eunide 200 cuestionariog y preguntarse con todo, emba- razosamente, “zqué hago con todo ello?” Con tamaiia informacion La estadistica descriptive es muy itil en aquellos casos en que OBJETIVOS Y LIMITES DE LA ESTADISTICA 1 2 muestra consistente sic 7 ciertas inferencias acerca del carécter de la relacién en el caso de haberse estudiado Ja poblacién entera de los varones blancos un especialista en ciencias sociales puede haber reunido datos de todos los casos de que dispone. Puede haberse servido, por ejem- idades de andlisis, en un estudio sobre la’ migracion OBJETIVOS ¥ LIMITES DE LA ESTADISTICA lo tanto, ia - liza todas las generalizaciones cientificas, aunque la necesidad de una preparacién estadistica y el empleo de técnicas estadisticas ‘complicadas varie considerablemente de un campo de actividad actro. : E : | 3 a . i a INTRODUCCION currir juicioso, pero nunca, en cambio, un sustituto del mismo. Emel ieee alae ney que un instr Jo qui imaginarse. Buena parte de la investigacién social se basa en ideas teéricas sumamente tentativas, las que no cons- tituyen fa precisa en funcién de las interrelaciones at cabe Jas variables que han de ser controladas en el andlisis, iso de las prioridades y secuencias a que han de sujetarse las etapas del andlisis. Con frecuencia se sorprenden Jos estudiantes ante la complejidad que adguiere cl andlisis de margen de alternativas, creando hipétesis mds precisas para su uso en investigaciones ulteriores. 13, Advertencia En presencia de un mémero o de una ecuacién matemética, algu- os estudiantes experimentan un temor que va desde una ligera matemdticas y estadistica no se leen como una novela. Por lo regular, en efecto, Ia materia se presenta en forma muy conden- >, Nueva York, 1951, icberts: Statistics: A New Approach, The lL, Chicago, 1956, caps. 153. ‘TEORIA, MEDICION Y MATEMATICAS B nora 0 Soe Aun st s¢ prefiere sustituir por otras las definiciones de Il, TEORIA, MEDICION ¥ MATEMATICAS rag us conceptos, se descubriré sin duda alguna que, cuales tiene Galera que sean las definiciones escogidas, resulta imposible ser ee cee ne eee eae : i alfectamente de ellas para decidir cul sea exactamente In Jaciones existentes entre las proposiciones teéricas, las hipstesis H condicién de Jones, pongamos por caso, o el grado de sus pre- ‘empiricas, Ia medida y los modelos matematicos. Muchos’ de los Frits. Sloetice cca los musts de estnttstioe 1D eee ee Ta sazén de ello reside en que a mayoria de las proposiciones Nedencia poco afortan tice, Jo que ee debe en pare son més bien tedricas que operativas. En 1 ion toorica, = cia poco afortinada consistente en dividir 1a materia SMrefecto, tun concepto se define en térininos de otros conceptos fen cursos con las apelaciones de “teoria”, "métodos de investiga. mie so dati-por comprendidos. En el modelo ideal del sistema cién” y “estadistica”. Esto ocasiona que Jas relaciones internas He deductivo, se tomarian ciertos conceptos sin de- Ge can aba enndletice oe Ue creas, Con objeto Gait (primarios), y todos los demés se definirian en términos de situar a Ja estadfstica en la debida perspectiva, conviene pres- de aquéllos. En la geometria euclidiana, por ejemplo, ‘los con- HE fiepetee 9 as relaclones entre las proposiciones tedricas y feptos de punto y recta pueden tomarse sin definir, pudiendo ine firse 1a nociones de dngulo, ‘mas ¥ los modelos mateméticos por la otra.’ luego defini ° concept ‘no definidos es hasta cierto punto arbitraria, ‘| hecho esté en verificar hipétesis desarrolladas tedricamente y que los SE gue tengan que exit siempre algunos conceptos primeros métodos estadisticos capacitan para efectuar dichas: pruebas. Hay primarios resulta de la necesidad inherente de definir los con que tener presente, sin embargo, que los procesos implicados Geptos teéricos en términos unos de otros. | en pasar de la teorfa a las hipétesis reales de investigacién y de ‘Por otra parte, las definiciones operativas son definiciones que éstas a los enunciados de probabilidad del tipo empleado en la ‘ecuncian efectivamente los procedimientos empleados en la me- inferencia estadistica no son en modo.alguno directos. En efecto, Gicion (I81, pp. 58 2 65).La definicién operativa de “Jongitud”, en ambos casos hay que tomar decisiones, las cuales pueden dar por ejemplo, indicaré exactamente cémo deba medirse el largo Tugar un grado considerable de controversia. Examinemos de un cues El cjempl de una definicién operativa del pre- primero el carécter de las decisiones que se requieren para des- Ssicio implicaré una prueba como la de la escala de la distancia arrollar, a partir de proposiciones teéricas, hipstesis verificables. Social de Bogardus 0, tal vez, una relacién de conceptos anti- negros en una lista de 24 puntos, juntamenté con instrucciones ILI. Teoria e hipétesis: definiciones operativas detalladas para recoger los datos, valorar los puntos, etbétera. a Como quiera que toda medicién implica como requisito minimo En el instante en que empezamos a disefiar un proyecto de inves- alguna clasificacién, la definicién operativa puede considerarse tigaci6n enderezado a verificar una proposicién que pliede apa. Como un conjunto detallado de instrucciones que permiten cla- recer en un trabajo teérico, resulta evidente que hay que hacer Sificar a los individuos en forma inequivoca. De este modo, la varias cosas antes de poder piocédet a la prueba, Tomemos nocién del grado de confianza o garantia de seguridad queda in- titulo de’ ejemplo concreto ia ‘siguiente proposicién: “Cuanto fegrada en dicho concepto de la definicién operativa. La defini. més elevada es la condicién social de una persona, tanto meno- clan ha de ser lo bastante precisa para que todas la personas es son sus prejuicios en relacién con los negros.” Supongamos que se sirvan del procedimiento Hleguen a los mismos resultados. 058 ond social” we aya defi como la pasta ave Eo que las definiciones tebricas del prejuicio y dela condicién en ‘ién con otras en jerarquia social, social consignadas arriba no lo permitiran, supt a los “prejuicios” como tendencia latente a la diseriminacion ‘ce . Jectamente. een a eau eee oa ‘Sostenemos, pues, que en toda ciencia se utiizan dos tipos dis- aaterla que tonite’ es fe comprensign ane © woarage dndica, ave le tintos de definiciones. Diversas maneras alternativas de enfocar fos que probeblemente no estén familiares los estudiantes gue poo Sie eiBlacion entre la teorla y le-investigacion conducen esencial. Se Snr pas inh rice oe te Caen a neater pox postin? 9 leerlos superficialmente. Por su parte, el ast eal tale ance co que precede af tale , el asterisco que Mamado definiciones tedricas como “conceptos por post = Hen que ln seceln enters puede omitie si se aire, ! y las definiciones operativas como "COBSepIOS por mraicion™T9- 2 pos m INTRODUCCION Por nuestra parte nos hemos servido de una terminologia que parece implicar que maneras distintas de definir un punto de vista, pues, hay dos cosas: una variable sefialada y un indicador de esta v 70, independientemente del punto e , €8 indispensable comprender el Giases de definiciones, de concep: tos 0 de variables. Podemos preguntar si existe método j6n operativa “realmente” el concepto 0 la variable teéricamente definidos. La respuesta a ambas cuestio- ines parece ser negativa, Northrop sostiene esencialmente que no hay manera alguaa de asociar las dos clases de conceptos o definiciones, excepto por via de convenci6n o de comin acuerdo. La gente en general esta simplemente de acuerdo en que deberia emplearse una determ* nada definicion operativa como medida de un determinado con- P. 165). Idealmente, segtin lo sefiala Bridgman, las operaciones y las definiciones toéricas habrian de asociarse sobre la base de juno a uno (12}, pp. 235s). O en otros términos, si cambiamos la operaciéa, deberiamos servimos de otro concepto. Sin em- bargo, semejante ideal es tal vez irreal en el estado actual de desarrollo de las ciencias sociales. Su aplicacién conduciria sin duda alguna ya sea a una rigidez capaz de ahogar todo nuevo progreso metodolégico o a una proliferacién de conceptos ted Ficos [1]. Qué puede hacerse, pues? Podemos admitir 1a posibilidad de tener asociado un mimero de diversas operaciones o de indices a cada concepto teérico, Pero en tal caso podemos encontrarnos con una dificultad comin: dichos procedimientos pueden dar resultados distintos. Uno de los procedimientos empleados para medir el prejuicio puede Mevar a resultados que indiquen que TEORIA, MEDICION Y MATEMATICAS 3 cual procedimiento se supone comprer importa darse inos de lo: “realmente” el prejuicio (cuya esencia Con objeto de prevenir confusiones Se ha admitido que pue de una operacién con cualquier concepto tedrico dado, y se ha sefialado que semejantes operaciones pueden conducir a resulta: de base de esta ultima definicién, ta mayoria de | rén probablemente de acuerdo en que algunas deberian eliminarse por cuanto no se aplican a lo que esté con- tenido en la definicion tedrica. Pueden decidir, por ejemplo, que Jas preguntas relativas a las tendencias delictivas o los gustos musicales no deberfan emplearse para medir ¢] prejuicio. Pero puede haber varias operaciones que ocupen més o menos él mis- Parece, pues, haber en esta forma, dos lenguajes distintos, re- lacionadds por una especie de diccionario al que se ha legado or consenso, que permite asociar los conceptos de uno de ellos con los del otro. Los cientificos piensan en el lenguaje tedrico y realizan sus experimentos en el lenguaje operativo. No es ne- INTRODUCCION ctsarlo agocia x gperaciones con todos los ednceptos de Lenguaje Sinem importa percatarse de que los conceptos que no han sido definidos operativamente no deberian por 10 desde el punto de vista operative y conducirén probablements tun debate interminable, ee I12, BI nivet de medicién: escalas nomindles, ordinates 1 de intervalo de encontrar diversos ‘modelos estadisticas apropiasos ease uno de ellos? i a - Escatas nominales. La operacién basica y a la vez més. sencilla en toda ciencia es la de la clasificacién. ‘AY casita tratamos de 1 Pare cxdmenes mie detalados de estos distnts aivles de mediciéa ‘véanse (51, (7), (12) y (13). pete TEORIA, MEDICION Y MATEMATICAS ~~ a de medicién, Desde el punto de vista formal, lasescalas nomi nallés' poseen las propiedades de simetria y ‘transitividad. Por i i ent Blo es tambien entre By A. En tanto que por transitividad ex tendemos que si A=B y B=C, entonces A=C. Resumitlo, ésto tigacién cientifica social, en que el absurdo no resulta en modo alguno tan obvio. Asf pues, pese a que los valores numéricos TEORIA, MEDICIGN ¥ MATEMATICAS 2» +--+ + +4 > € BOA podemos decir que la distancia AD = 4B + BC + D poseen. Asi pues, nos largo pueden ordenai individuos un simple continuo ac ‘Tal vez podamos colocar de orden en operaciones mateméticas, no podemos por lo 1odo que nunca estén Taismo i embargo, por lo regular cién y divisién. En cambio, si podemos emplear las operaciones “mayor que” y “menor que”, siempre que esto presente alguna Escatas de interyalo y de proporcidn. En el sentido restringido déTa palabra, el término medida puede emplearse para designar J 298). Y en forma semejante podemos adicionar los ingresos de marido y mujer, en tanto que carece de sentido adicionar sus cuotas de inteligencia (10). 2 Se ha empleado ei término métricamente ordenadc tal caso estamos en condiciones de comparar marcas sirviéndo- ity pe pert fo pare designar escalas ; SNE Be Poste onenar ia magnitud ds las aierencias eotee Geen. nos de sus proporciones. Podemos, por ejemplo, decir que una ‘marca es dos veces més alta que otra. Si el punto cero fuera a no posea largo o mass, u obtener una temperatura de cero absoluto, ‘As{ pues, pricticamente en todos los casos en que se dispone de uns unidad, serd legitimo emplear todas las operaciones corrien- tes de la aritmética, incluidas las rafces cuadradas, las potencias y Jos logaritmos. * Suscitanse algunas importantes cuestiones acerca de la legiti- midad de servirse de escalas de intervalo en el caso de cierto medida en funcién del mimero de ocupaciones diferentes, o bien puede obtenerse un indice de la complejidad organizativa contan- ‘TEORIA, MEDICION Y MATEMATICAS 31 ‘ello necesario soslayar los problemas bésicos, supo- Hlenio! por el eontanio, que solo Tos interesa la variable Ue intentamos medir. ‘objetos. Asi, por ejemplo, si se vieran obligados initcar ios ebjetos en aso de ten cuatro montnes,podri- 32 INTRODUCCION mos contar con un grado elevado de consenso, debido simple- mente a Ja tosquedad del instrumento de medicién. Habria, en efecto, tal margen de variabilidad dentro de cada montén, que jente podria sostenerse que los objetos de los diversos es estaban a igual distancia unos de otros. Pero aun ad- do una concordancia perfecta y Ia méxima libertad en el agrupamiento de los objetos en montones, aun asf sigue el método de Thurstone presentando dificultades por lo que se reficre al concepto de la unidad de referencia. Se hace necesario postular que es la existencia de dicha unidad la que hace posible el acuer- do entre los jueces. Puede afirmarse razonablemente que, en desarrolio de la medici6n de la actitud, la mayoria s dan unas aproximaciones muy mediocres de las ervalo. Probablemente de muchas de ellas no de- considerarse que proporcionan escalas ordinales 113, Medicin y estadtstica Hemos visto que existen diversos niveles de medicién, con sus propiedades peculiares cada uno. Debe observarse que estos dis- intos niveles forman una escala cumulativa ellos mismos. En efecto, la escala ordinal posee todas las propiedades de la escala nominal ademas de Ja ordinal. “A sia vez, Ia escala de intervalo osée todas las propiedades de las escalas nominal y ordinal y, ademés, una unidad de medida, en tanto que la escala de propor: ciéa presenta el nivel més elevado, ya que posee no sélo una unidad de medida, sino, ademés, un cero absoluto. El cardcter cumutlativo de estas escalas significa que, al analizar nuestros datos estamos siempre autorizados a descender uno o mAs gra- dos en el nivel de medicién. En efecto, si tenemos una escala de intervalo, tenemos al propio tiempo una escala ordinal, y pode- mos servirnos de esta circunstancia en nuestros andlisis estadis- ticos, Esto resultaré a veces necesatio, cuando no dispongamos de técnicas estadisticas o éstas sean en algtin mod. embargo, al proceder asi perdemos informacién, plo, si sabemos que Jones tiene un ingreso de $11000 y Smith tno de § 6000 y solo nos servimos del hecho de que Jones cuenta con el mayor de los dos ingresos en cuestién, entonces desperdi- ciamos la informacién relativa a que la diferencia de los ingresos es de $5000. Por lo tanto, en la mayoria de los casos resultardé ventajoso servimnos del nivel de medicién més alto que podamos legitimamente adoptar. 2Y qué puede decirse del proceso inverso consistente en subir ‘TEORIA, MEDICION Y MATEMATICAS B Ia escala de medicién, pasando, por ejemplo, de Ia ordinal a la de intervalo’ potentes. Es incluso posible que lo hagamos sin darnos cuenta fen absoluto de lo que ha sucedido exactamente. Importa perca- tarse de que no hay nada en los procedimientos estadisticos © servimos en iltima instancia que idad de nuestros métodos de in- supone qué se ha alcanzado vel de medicion, La respon- sabilidad en cuanto a decidir si rocedimfentos operativos dirse en primer Jugar por ef decidird a su ver acerca del si determinado modelo matemético puede aso- 1 de medicién conforme a las consideraciones ién precedente. Asi, por ejemplo, las ope- raciones aritméticas corrientes sélo pueden emplearse por lo re- gular con las escalas de interval y de raz6n. * Nos enfrentamos aquf una vez més con el problema de tener que traducir de un Ienguaje a otro. El lenguaje operative com porta determinadas operaciones fisicas, tales como el empleo de ‘una unidad de medida. EI lenguaje matematico, a su vez, impli- e4 un sistema totalmente abstracto de simbolos y operaciones no sdlo porque es preciso y esta altamente debido también a que su carécter abstracto ién a una gran variedad de problemas empiri- " cos. Las matemdticas se sirven del razonamiento deductive por el que se pasa de un conjunto de definiciones, supuestos y reglas de operacién a un conjunto de conclusiones mediante un razona- miento puramente I6gico. nos dicen acerca de la realidad, ya que’ todas las conclusiones estén contenidas en las definiciones, los supuestos y las reglas originales, no habiéndose determinado empiricamente. Asf, pues, si han de'ser de alguna utilidad para el cientifico las conclusio- nes mateméticas han de e inversamente a los lenguajes operativo y tedrico Sostenemos, pues, que no es legitimo servirse de un sistema matemético porta las operaciones de sumar o restar, si vada por el método de medicién, Aunque “el 10 s6lo nos resultard plenamente claro cuando empecemos a servirnos de las diversas escalas de medida, esta- \d que no podemos remontar legitimamen- , A menos que el proceso ado. Lo que ninguna m: 10 decidimos, pues, cual 34 INTRODUCCION medicién es el legitimo? Infortunadamente, el problema no es tao Sencillo como podria suponerse. Unos pocos ejemplos bastarén para dar una idea de la complejidad del mismo. * Para ilustrar uno de estos problemas es necesari las escalas ordinales y de intervalo de la escala par denada que resulta de a combinacién de dos o més escalas ordi- nales (o de intervalo) en un solo indice. Ocurre con ncia, en sociologia y en las otras ciencias sociales, que aquello que por To pronto parece ser una simple escala ordinal (o de intervalo) es en realidad una combinacién de varias escalas ordinales (o de intervalo), con el resultado de que no puede hacerse una clasifi- cacion inequivoca de individuos sin adoptar previamente ciertas otras decisiones. Tomemos, por ejemplo, el caso de la condicion Sociocconémica, Por Jo regular, solemos determinar la condi- cion de una persona examinando cierto nimero de criterios distin- tos, tales como su ingreso, ocupacién, educaciGn, antecedentes familiares o la zona de residencia. Si A se clasifica mejor que B cada uno de dichos criterios, entonces A puede ificarse como mas alto que B por lo que se refie- fe ala condicién general. Pero, ¢qué ocurre si A tiene un ingreso superior al de B, y éste, en cambio, un nombre de familia mas prominente? gCudi de los dos ocupa en este caso el mejor rango Social? Tenemos aqui varias alternativas. La primera consiste en Gejar de lado la nocién de condicién general y pensar en términos Ge dimensiones separadas de la misma, cada una de las cuales pueda acaso admitir un nivel ordinal de medicién. Terminamos asi no con una, sino con varias escalas ord 'y Ja cuestion ‘empirica est en saber hasta qué punto las di ppuedan relacionarse entre si, Por supuesto, Ja cu superior a B en cada una ‘en todas ellas, En la préc- os datos, adoptando algunas Gecisiones acerca del peso relativo de cada dimension y de las equivalencias que ello impli r ejemplo, si podemos ad- mitir que un afio suplementario de instrucci6n equivale a $ 1 338.49 de ingreso suplementario, podemos traducir las unidades educa- tivas en unidades de ingreso, Hegando asi a una escala unidimen- ‘Obviamente, el problema de traducir los antecedentes fa- © el area de residencia es més complicado todavia. El de medicién que aqui estamos examinando comporta un jon de indice. Baste decir que semejante cons- ‘comporta usualmente algunas decisiones arbi- trarias a propésito de los pesos relatives que haya que atribuir. Si el sistema de ponderacién se deja justificar, entonces puede TEORIA, MEDICION Y MATEMATICAS Fy emplearse una escala ordinal; en caso contrario, subsiste la duda acerca de si los individuos pueden o no clasificarse legitimamen- te en relacién con él rango. plo, ef del poder o del prestigio,. Supongamos, para ue no hay més que un juez y que se le ha impuesto la tarea de Glasificar a los individuos segtin su “posicién social” en la locali ‘el método empleado te del juez. Es posible que, si se hubiera empleado otro no se habria obtenido escala ordinal alguna. Si se hubiera zado una técnica de comparaciones apareadas, en la que se pro- nunciaran juicios entre cada combinacién por pares, él juez po- dria haber tasado a Si 0 que a Brown, a éste més alto que a Jones, pero a este i : Violando en esta forma la propiedad de transitividad de las las ordinales, El investigador ha de proceder ahora a una eleccion. Puede Ilegar-a la conclusién de que existe una escala parcial mente ordenada de una clase u otra. O puede considerar que el juez es inconsecuente o comete “error”. Como lo sefiala Coombs, teste problema relativo a Jo que hava que designar como error de es un dilema basico con el que se encuentra el socidlo- fo ([71, pp. 485 a 488). En términos generales, éste puede adop- tar un alto nivel de medicién y considerar las desviaciones del tipo que se acaba de sefialar como errores de medicién, o puede descender a un nivel més bajo de ésta, i dilema én el caso de la escala de \dopcién de una escala de modo que se ordinal [14]. Las pregunta: vaya pasando de un i modo. que el tipo exacto de respuest reproducirse a partir de su puntuaci i co problemas aritméticos que vayan del més facil y , Ia persona que resuelva el més dificil estaré tam- bign légicamente en condiciones de resolver los mis féciles. Si esuelve correctamente tres de os problemas, éstos serdn los tres més faciles, fallando en los otros dos. En una escala perfec- ta de distancia social, las preguntas relativas al prejuicio pueden disponerse conforme ‘al grado de la intin contacto con Ia ‘con un negro, estard dispuesta, por supuesto, a calle que uno de ellos; silo acepta como vecino, no tendré in- conveniente en sentarse a su Jado en el autobuis. Asi, pues, pode- %6 INTRODUCCION mos ver en la escala perfecta de Guttman que Ia persona que conteste afirmativamente cuatro preguntas habré contestado exac- hacerlo, asf crea o no que esto puede lograrse legitimamente. Habiéndose servido de este tiltimo método de reunién de datos y no estando en condiciones de demostrar empiricamente que los individuos pueden ordenarse sin violentar los datos, habré de suponer Ja existencia de un solo continuo. a formular es ésta: “cEs legitimo acept que una determinada técnica requiere?” Si no lo es, tal vez deba ‘TEORA, MEDICION ¥ MATEMATICAS 37 que el procedimiento require. En el curso del presente examen, una de las primeras preguntas a formularse es Ia relativa al nivel de medicién que puede legitimamente aceptarse. ILA. Organizacion del libro La organizacién de los restantes cap(tulos viene determinada por iertas consideraciones, la primera de las cuales consiste en pre- Los instrumentos estad{sticos no son facilmente agrupables ‘bajo uno o dos apartados, y por tal razén los titulos que ostentan 38 INTRODUCCION fo son sélo parcialmente adecua- a centrar la atencién primaria. tema de la estadistica descriptiva, era y Cuarta el principal, aunque se Tefiere a la induccién, a la prucba de hipétesis y a la estimacion de pardmetros de pobla- cién basada en datos de muestreo, En las partes Segunda y Tercera nos limitaremos casi por que traen implicita una sola variabl Ta Cuarta Parte pasamos a problem: el manejo simultane de dos 0 més anétodo para lograr una perspec- ido consista en acudir al cuadro de prue- procedimient ples. Vemos alli que en el capftuio Tit nos ocuparemos de las mediciones muy simples (porcentajes, proporciones y razones), utilizados tanto con las dicotomias como cot: las escalas genera Jes nominales con més de dos categorias. Las pruebas de hipéte- tivas a escalas nominales simples serén estudiadas en los capitulos x, x1 y XII. Las medidas (mediana, desviacién cuadril) das para ser utilizadas con una escala ordinal, sencillas, tra atencion a Jas e minaremos en los cay descriptivos univariac a las relaciones entre dos 0 més variables, lo que desde luego supone que habremos de ocupamos del nivel de medicién de Ia variable segunda (y adicional), tanto como de la primera, Las columnas 2 a 5 del cuadro ofrecen varias combinaciones en rela- icién de las dos variables. Por ejemplo: nes en que se dan dos dicotomias relacionadas entre si (por ejemplo, sexo contra preferencias politicas). En la segunda casi- lla de la columma 2 se tiene en cuenta la posibilidad de que la primera escala nominal tenga mds de plo: protestantes, catélicos y judios). En Ia tercera de las variables es una dicotomia (por ejemplo, TEORIA, MEDICION Y MATEMATICAS » ‘que la segunda es una escala ordinal, y asf sucesivamente. Hay tina sola casilla sin ocupar, a sal quella en que una variable se mide en el nivel ordinal y la 0 de razén, Aun cuando tales ser resueltas, carecemos de i ‘que no requieran una pérdida de informacién al reducir el nivel de medicién en cualquiera de las dos variables. No hay nece- sidad alguna de Henar las casillas situadas sobre las que ocupan Ja diagonal del cuadro, ya que las cubren aquellas situadas bajo la en el nivel de intervalo jones pueden por supuesto en estos momentos poner a discusién cada una de Jas posi jes relacionadas en el cuadro. El punto més importante a sefialar es el de que el nivel de medicién afectado ‘una de las consideraciones més importantes al llevar eleccién entre diversos procedimientos. La eleccién res, particularmente al final en forma resumi especialmente en el caso del andlisis multivariado, La diferencia entre las escalas de intervalo y raz6n no ha sido tampoco explo- tada en la teoria estadistica, por Io menos hasta el nivel que @ nosotros nos interesaria. La razén basica estriba en que los mo- delos estadisticos con los que generalmente trabajamos estén ba- sados en una ecuacién lineal general que es aditiva, en lugar de abarear razones 0 variables, Por tal motivo, y para todo objetivo prictico, no es necesario tener presente tal distincién segin se avanza en Ja lectura, Seri empero necesario acudir periédica- mente al cuadro de las guardas,

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