Antiguo Testamento

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sticia na Der ree upo los ela éli- esa tael LI Ss ra are- Tema 3 “Al principio Dios creo... 18 Yahveh-nuestra-justicia Platiquemos: = {Qué le sugiere el dibujo? {Qué se suele decir del relato de la cteaci6n? = Para usted cual es el mensaje principal del relato de la creacion? El libro del Génesis tiene dos partes. La primera va desde el capitulo 1 hasta el 11, donde encontramos los relatos de la creacién, Cain y Abel, el diluvio, la torre de Babel; la segunda, que va desde el capitu- lo 12 hasta el 50, habla de los patriarcas y la estu- diaremos mas adelante. El relato del jardin y la caida El relato del jardin y la caida (Gn 2,4b-3,24) fue escrito en los tiempos del rey Salomén por un gru- po de creyentes llamado yahvista. El reino de Israel vivia sus tiempos de mayor gloria y esplendor. Todo iba bien; habia riquezas y poder. Pero precisamen- te por eso, se corria el peligro y la tentacién de olvi- dar a Dios y cometer todo tipo de injusticias. Enton- ces, el grupo de creyentes yahvista escribié este relato con un claro mensaje profético: denuncia el pecado y comunica una esperanza. Este relato denuncia que el hombre, cuando vive en la abundancia y tiene poder, olvida a Dios y quiere constituirse él mismo como un dios que domina y dispone de la vida de las demas personas. Es la tentacion de “autodivinizacién del ser humano y del poder”. Esta denuncia se hace a través del relato del jardin donde aparecen una serie de arboles, en- tre los que destaca el arbol de la ciencia del bien y del mal. En la mentalidad de aquel tiempo la cien- Dos relatos de la creacion En el libro del Génesis hay dos relatos de la creacién: Gn 1,1— 24a y Gn 2,4b-3,24. El pri- mero fue escrito durante los tiempos de Ia crisis del exilio del pueblo en Babilonia por el grupo de creyentes sacerdotal (P); el segundo, es en realidad anterior, fue escrito por el gru- po de creyentes yahvista (J) en tiempos del rey Salomén, Enel primer relato Dios emplea solamente la palabra para crear el mundo: “Dijo Dios...” es la formula solemne que se repite en varias ocasiones. En el se- gundo Dios aparece como un alfarero que moldea al hombre del barro (Gn 2,7). Enel primerselato la mision del hombre y la mujer es multipli- carse y dominar la tierra (Gn 1,28). En el segundo la misién ‘es més modesta: “cultivar y cui- dar el jardin” plantado por Dios (Gn2,15), Enel primer relato el hombre y Ja mujer son creados al mismo tiempo y ambos aparecen como reflejo de la imagen de Dios: los dos, hombre y mujer, aparecen en igualdad como sefiores de la creacién (Gn 1.27). Enel segun- do relato, Dios crea primero al hombre y de las costillas de éste crea a la mujer (Gn 2,21-22). (CL IL. Sicre, 0.¢., pp. 21-23). sticia nplea crear es la epite ol se- 30 un bre pn del tiphi- 2 (Gn nisin yeui- £ Dios nbre y mismo .como os: los erecen s dela Introducci6n al Antiguo Testamento cia representaba el dominio absoluto de toda la rea- lidad; el bien y el mal son los dos extremos en que se encuentra esa realidad. La prohibicion de comer de los frutos de ese arbol nos quiere decir que sdlo Dios es el Sefior de la creacion; al ser humano se le prohibe abusar del poder y dominar a las demas per- sonas y cosas. El ser humano sucumbe a la tentacién y come del fruto del arbol (Gn 3,6); entonces, la armonia inicial entre Dios y la humanidad se rompe. El ser humano no quiere reconocer su propia culpa, sino que respon- sabiliza a otros: a la mujer (Gn 3,12), a la serpiente (Gn 3,13). Ademas de esta denuncia, el texto quiere comunicar una esperanza: a pesar del pecado de autodivini- zacién del ser humano y el poder en la monarquia de Salomon, Dios sigue apostando a favor del ser humano. Esta esperanza se comunica mediante el relato de la caida: la humanidad, representada en la imagen de Eva, aplasta la cabeza de la serpiente, que simboliza la fuerza del mal; la serpiente intenta- ra morder el “talon” de la humanidad (Gn 3,15). No ha triunfado el mal, la lucha de la humanidad contra el mal continua. Es una lucha con la esperanza del triunfo. Hay otros signos de esperanza en el relato. Por ejem- plo cuando el hombre y la mujer se sienten desnu- dos, con lo que se simboliza que el ser humano se siente desprotegido y abandonado, el relato nos cuenta que Dios los viste con “tunicas de piel” (Gn 3,21); con esto se nos quiere comunicar la solicitud de Dios por proteger y acompafiar al ser humano para que encuentre el bien y la felicidad. La mujer recibe el nombre de Eva (Gn 3,20) que quiere decir madre de toda la vida, con ello se dice que a pesar de la amenaza de la muerte por comer del fruto del arbol 19 Elesquema yahvista en Génesis 1-11 “Situémonos, ante todo histéri- camente. Nos hallamos en Je- rusalén, hacia el afio 950 a.C. Reina Salomén, el hijo de Da- vid. En la corte humanista del rey se desarrolla una intensa ac- tividad literaria.. El yahvista (J) explica la situa- cidn de pecado en aquel tiem- po. Explica que el hombre, puesto en una determinada si- tuacién, normalmente cae en el pecado. Pero también anuncia que el pecado nunca es la ilti- ma palabra, que siempre hay ‘una nueva ventana abierta, Esto so que nos dice con su tantas veces repetido esquema: Tentacion Caida Castigo Nueva seftal de misericordia Por ejemplo veren Gen 4 la ten- tacién de Cain, el asesinato de su hermano, la maldicién de Dios, el compromiso de éste en el sentido de que el grupo caini- ta no se extinguird A Ia luz de todo esto es como debe leerse la redaceién yah- vista (J) de los 11 primeros e: pitulos del Génesis” (R. de Sivatie, Dios camina con su pueblo. Introduccién al Antiguo Testamento, UCA Editores, San Salvador, 1985, pp. 42-43), 20 (Gn 2,17), el ser humano no es abadonado por Dios sino que le ecomienda la gran misién de “dar vida”. EI relato termina con la expulsion del paraiso (Gn 3,23) que, por contradictorio que parezca, contiene también un mensaje de esperanza. El paraiso no es una suefio perdido, es una tarea por hacer. La hu- manidad esta llamada a construir el paraiso enla vida real de cada dia, en la que debe cuidar y cultivar la tierra (Gn 2,15) para que dé alimento a todos y en la que debe construir relaciones humanas de fraterni- dad y solidaridad y no de dominio y explotacién. La torre de Babel Otro de los peligros en los tiempos de esplendor de la monarquia de Salomon fue la manipulacion de Dios, el intento de querer dominar a Dios y hacerlo a imagen y semejanza de nuestros intereses. Para denunciar este peligro se escribié el relato de la torre de Babel (Gn 11,1-9). Este relato fue escrito cuando se estaba construyendo el templo en Jeru- salén. Muchos pensaban que, una vez construido el templo, Dios estaria siempre con ellos, le podrian ofrecer culto y sacrificios para someter su voluntad y exigirle que actuara en SU favor; querian encerrar a Dios en un templo y utilizar su nombre para justificar su poder y encubrir sus abusos e injusticias. En el relato de la torre de Babel, la humanidad tiene miedo a perder la fama y el poder (Gn 11,4); por eso deciden construir una gran torre, un templo culltico al estilo de los templos babilonios, para que Dios des- cienda sobre la torre y quede encerrado alli. Pero Dios confunde estos planes (Gn 11,7) porque no es un Dios que se pueda encerrar. Es un Dios inmani- pulable, que actua cuando quiere y como quiere. Yahveh-nuestra-justicia Gn 1, 1-2,4a: La creacion El primer relato de la ereacién fue escrito por el grupo de los creyentes sacerdotal (P) en tiempos del exilio. El pueblo esté en una situacién de crisis: de- portado y en cautiverio en Babi- Tonia, sin templo y sin libertad Desde esta situacién de erisis, el primer relato de la ereacién afirma que Dios es tan podero- so que crea todo, incluso aque- Ilas cosas que los babilonios con- sideran dioses como Ios mons~ truos marinos, el soly la luna; y los crea sin esfuerzo, s6lo con su palabra pronunciada (Gu 1,3). Afirma también que, a pe- sar del exilio, Dios ama a su pueblo hasta el punto que ha creado al hombre y la mujer con Jamisién de dominar y bumani- zat la creacion (Gn 1,28). Sin templo, el puéblo se siente lejos de Dios. El relato de la creacion dice que Dios cred el ‘mundo como una gran boveda (como la de los templos), el sol ylla una son deseritos como los candelabros del templo, el hom bre y la mujer son la “imagen de Dios” y, por lo mismo, lamo- ada principal de Dios. Con todo esto, el relato dice que el uni- ‘verso es el gran templo de Dios y por tanto se le puede dar cul- to, aunque estén en el exilio y no tengan un templo material (CER. de Sivatte, “La lectura del Antiguo Testamento como un todo”, en Revista Latinoa~ mericana de Teologia, 36 {1995}, p. 258). usticia cién acion ie los P) en oests s: de- Babi- iad crisis, acién sder0- aque- 3s con- mons- una; y con 2 (Gn ape- 2a su jue ha ercon ymani- . siente de Ja 726 el veda el sol mo los J hom- magen Jamo- sntodo el uni- Dios pr cul- xilio y terial lectura como ja, 36 Introduccién al Antiguo Testamento Cain y Abel En los tiempos de la monarquia de Salomon existe otro grave problema: la despreocupacién por el her- mano hasta llegar a matarlo. La riqueza y poder de la monarquia se construyeron con explotaci6n e in- justicias hasta el extremo de llegar a matar al her- mano para apoderarse de sus campos y de su fami- lia. El olvido de Dios lleva consigo el olvido de los pobres. Esta situacion es la que se denuncia con el relato de Cain y Abel (Gn 4,1-16). Llama la atenci6n la fre- cuencia con que aparece la palabra “hermano”, cla- ve para entender el mensaje que nos trata de trans- mitir. Sin entrar en detalles, subrayamos aqui lo esen- cial de este texto. Cain representa a la humanidad que, presa de la avaricia, siente envidia porque a su hermano le va bien. Yahveh le advierte del peligro (Gn 4,6-7) cuando le dice que la avaricia es como una fiera que lo acecha y que debe dominarla. Pero Cain hace oidos sordos al llamado de Yahveh y ase- sina a Abel. Viene entonces la pregunta de Yahveh, que es la pregunta que hace a toda la humanidad en todos los tiempos: ,Dénde esta tu hermano Abel? (Gn 4,9). Pero lo mas impresionante del relato es que, a pe- sar de la violencia asesina de Cain, Yahveh sigue apostando por él, no lo abandona definitivamente. Yahveh no responde con mas violencia, no es ven- gativo; al contrario, defiende la vida de Cain: “y Yahveh puso una sefial en Cain para que nadie que !o encontrase lo atacara” (Gn 4,15). Este relato nos muestra que Dios no quiere la violencia, es un Dios que apuesta por la vida y por las relaciones de fra- ternidad entre los seres humanos. 21 Gn 65-9,17: El diluvio “El recuerdo de una inundacién catastréfica, que se remonta a tun pasado muy lejano, fue con- servado y agrandado por leyen- das sumerobabilonicas de chas diversas. A la luz de la fe ‘monotefsta (un solo Dios), la tra- dicidn bibtica hizo una seleccién de los materiales de esta heren- cia populary los cargé de ense- fianza moral y religiosa. La aventura de Noé resume y simboliza toda Ia historia de Ts- rael y la historia misma de la hhumanidad Sélo a Noé se Hama justo (Gn 7.1), pero, como Adan, repre- senta a todos los suyyos y los sal- vacon él (Gn 7,1.7.13). Conesta celeccin gratuita se reserva Dios un pequeiio resto que serén el tronco de un pueblo nuevo. Si el corazén del hombre que ha sido salvado es todavia proclive al pecado, Dios, no obstante, se declara desde ahora paciente: su misericordia se opone al cas- tigo puramente vindicativo y abre Ia via a la conversién (Gn 8,15-22). El juicio por las aguas aboca asia una alianza que ase- ura la fidelidad de Dios ala hu- ‘manidad entera al mismo tiem- po que a la familia de Noé (Gn 9,1-17)" (X. Le6n-Dufour, Yo- cabulario de teologia biblica, Editorial Herder, Barcelona, 1967, p. 203). 22 Yahveh-nuestra-justicia Diccionario Dinamica 1. Formamos varios grupos y pedimos {que en varias tarjetas escriban los principales problemas ecol6gicos {que existen en nuestro pais y en el planeta Genesis: Es una palabra que significa los comienzos. Elibro del Genesis forma parte del Pentateuco y es una reflexion sobre los comienzos de la humanidad y del pueblo de Israel. ‘Aunque es el primer libro dela Biblia, no significa queseael libro mas antiguo. 2. En plenario, cada grupo aporta sus, tarjetas, se ordenan segimn el tipo de problemas que plantean y se pegan en la pared formando un solo Se ha de tomar en cuenta que el libro del Génesis no es un Iibro de ciencia sino de fe. Sinos dice que el mundo fue crea doen siete dias, no significa que efectivamente asi surgid la jrumanidad; lo que nos quiere comunicar es que Dios es el {inico duetio de la creacién y que el hombre no debe preten- tarjetograto. dersuplantarlo, 4. Ala vista del mismo, se reflexiona a conestas preguntas: Ejercicios la a) gCual es el mandato que Dios 1. Lea y compare los dos relatos de la creacién: Gn 1, dda al hombre y la mujer en el 1-2,day Gn2.4b-3,24: libro del Génesis? . b) gPiensa que la humanidad ha a) ,Qué semejanzas y diferencias encuentra entre brado de acuerdo a ese man- ‘ellos? b) gEn qué momento de la historia de Israel fue escrito cada relato y por quiénes? dato? {Cual debe ser la ver- dadera relacin entre el ser humano y la naturaleza? 2. ¢) {Cua es el mensaje principal de cada uno de Tos relatos de 1a ereacion? 4) {Qué aplicacién tiene en nuestra realidad? Lea Gn 4,1-16: a) gEn qué momento de a historia de Israel fue escrito este relato y por quiénes? b) {Cuantas veces aparece en el texto la palabra “hermano”? {Qué nos indica esto? ©) {Puede identificar en el texto el esquema yah- vista (tentacién-caida-castigo-nueva sefal de misericordia)? Indique en qué versiculos esta cada uno de los pasos del esquema. 4) {Cuil es el mensaje principal de este texto? @) {Qué aplicacién tiene en nuestra realidad? ©) Piensa que trabajar por la de- fensa de la naturaleza (ecolo- gia) es un compromiso propio de los creyentes? {Por qué? Cartel Vio Dios que todo cuanto habia hecho era muy bueno (Gn 1,31). justicia dimos an los exiona e Dios renel dad ha eman- la ver- el ser propio qué? Tema 4 Los patriarcas 24 Yahveh-nuestra-justicia Platiquemos: = {Qué escena biblica le recuerda este dibujo? = {Qué piensa de los sacrificios? {Para usted cual es el mensaje principal de esta escena biblica? En este tema vamos a estudiar la segunda parte del libro del Génesis (Gn 12-50), en la que se nos habla de la fe de los patriarcas como origen del pueblo de Israel. La vocacién de Abraham Una vez mas tenemos que recordar que el texto de la vocacién de Abraham (Gn 12,1-9) fue escrito muchos siglos después, cuando Israel ya es una nacién con un templo, ejércitos y riqueza. Es el tiem- po de la monarquia de Salomon. El pueblo ya esta instalado, pone su confianza y seguridad en el po- der y la fuerza de sus ejércitos y de sus riquezas. Entonces, los creyentes yahvistas escriben este re- lato en forma de historia teoldgica para recordar el origen de la fe del pueblo, un origen que remontan ala figura de Abraham. Elrelato de la vocacién de Abraham nos quiere mos- trar que Dios no se instala ni se encierra en un tem- plo, tampoco se identifica con el poder politico y econdémico. Es un Dios némada, que camina con el pueblo y exige a su pueblo que camine, que no se instale en falsas seguridades, que vaya siempre en busca de su ideal de justicia y fraternidad. Por eso, el punto de partida de la fe del pueblo es un llama- do de Dios a Abraham donde le exige que abando- ne su casa, su tierra, es decir las cosas que le dan Los patriarcas, “historias teolégicas” “En Génesis 12-50 nos encon- tramos con una serie de histo- rias acerca de unos personajes primitivos, los antepasados. Da la impresion de que se nos ex- plica quignes fueron los antepa- sados de Israel y las vicisitudes {que tuvieron que soportar, Pero no es asi, Las historias de los patriarcas no son historia como tal (es decir, no pretenden ex- plicar lo que sucedié exacta- mente con los antepasados de Israel ni fueron eseritas en la Gpoca en que vivieron los per- sonajes a los que se refieren). En cambio, si son “historias teologicas”, es decir, historias basadas en tradiciones muy an- tiguas, referidas a diversos je- fs de clanes, en las que se efec- ta una “profundizacién de la fe" y se subraya aquello que si- gue siendo vilido y fundamen- tal para la vida de fe... Cuando leemos la historia de los ppatriarcas, no debemos hacerlo a Ia luz del tiempo mas 0 me- nos prehistorico de Israel, sino a la luz de un Israel ya estable- cido en la tierra, que intenta re- solver una serie de problemas Jumanos y de fe que tiene plan- teados” (R. de Sivatte, Dios ca- ‘mina con los pobres. Introduc~ cin al Amtiguo y Nuevo Testa- mento, UCA Editores, San Sal- vador, 1997, pp. 55 y 58). Introduccién al Antiguo Testamento seguridad y estabilidad y se ponga en camino (Gn 12,1). El texto también resalta la fe y confianza de Abraham que, dejandolo todo, se puso en camino (Gn 12,4). Yahveh hace tres promesas a Abraham: tierra, descendencia y bendicién (Gn 12,1-2). Sin embargo, son promesas casi imposibles de cumplir: la tierra que le promete ya esta habitada por los cana- neos (Gn 12,6), su esposa Sara es estéril (Gn 16,1) y las bendiciones se prometen en una tierra donde la mayoria de los santuarios estaban dedicados a los dioses cananeos. A pesar de todo, Abraham con- fia en Yahveh. No es una fe facil, pues Abraham ten- dra que afrontar diversos momentos de crisis. El sacrifico de Isaac Una de las crisis mas serias es la que nos muestra la narracion del sacrificio de Isaac (Gn 22,1-19). EI texto encierra una aparente contradiccién: Dios ha- bia prometido a Abraham una descendencia mas nu- merosa que las estrellas del cielo (Gn 15,5-6) y cuan- do esta promesa comienza a cumplirse, Dios le pide que le ofrezca en sacrificio a su hijo Isaac. Abraham se dispone a hacerlo, pero en el momento culmi- nante Dios le dice que no alargue la mano contra el nifio ni le haga nada (Gn 22,12). La mayor parte de este relato (salvo los versiculos 11,14,15-18 que son yahvistas) fue escrito por el gru- po de creyentes elohista, en el reino del Norte. El pueblo de Israel, sobre todo en los tiempos del rey Ajab, tiene la tentacién de dejarse llevar por las cos- tumbres y cultos cananeos, quienes realizaban ritos de fertilidad y ofrecian sacrificios a los dioses para obtener a cambio abundantes frutos. El relato nos muestra como Abraham esta a punto de caer en la tentacion de los pueblos vecinos: ofrecer sacrificios 25 La historia vista por los yahvistas y los elohistas Larradicién yahvista surge en el sur de Israel, en Judé, hacia €1 950 a.C. El pueblo ya tiene fe en Yahveh desde hace mu- chosafios. Pero el pueblo, cada vez mis sedentarizado, siente la tentacién de la autosuficien- cia y del orgullo, Los creyen- tes de la escuela yahvista vuel- ven a insitir en el significado de la fe en Yahveh y para ello recogen tradiciones muy anti- guas vinculadas a determina dos santuarios y lugares sagra- dos, y las relacionan con un personaje al que consideran antepasado: Abraham, La tradicién elohista nace en el norte de Israel hacia el aiio 850 a.C. En ese tiempo se va introduciendo la fe en los baales y con ella la religién de Ja fecundidad y del autorita mo despético. Los ritos exter- nos toman el lugar del compro- miso creyente en la existencia de cada dia, Para luchar con- tra esto, los elohistas recogen también una serie de tradicio- nes muy antiguas, especial- mente relacionadas con Jacob o Israel, y las escriben en for- rma de narracién biografica en Ja que subrayan la actuacién misteriosa y providente de Dios (Gf. R. de Sivatte, o.c. pp. 56-58). 26 para obtener de Dios abundantes pastos y ganado. Los sacrificios no son el camino para agradar a Dios. El unico camino para agradar a Yahveh es confiar en él, como hizo Abraham, ponerse en camino, practi- car la justicia y el derecho (Gn 18,19). EI Dios de Abraham, Isaac y Jacob En la Biblia es frecuente encontrar esta expresion: “Dios de Abraham, de Isaac y Jacob”. Ahora cabe preguntarse como es el Dios que se nos revela en los relatos de los patriarcas: EI Dios de las promesas. No es un Dios que viva de espaldas a las necesidades de su pueblo. Dios pro- mete tierra, descendencia y bendicién. Todas son promesas relacionadas con la vida. Dios es, pues, un Dios que quiere la vida de su pueblo. El Dios que camina con su pueblo. Dios no es un Dios que se quede encerrado en el templo o que viva sentado en su trono ajeno al drama de la humani- dad. Es un Dios némada que pide a su pueblo que no se instale en falsas seguridades, sino que siem- pre camine en busca del ideal expresado en las pro- mesas. EI Dios de la fe. No es un Dios al que se le pueda agradar y contentar con sacrificios. Lo que pide a su pueblo es fe en sus promesas de vida, fe en su vo- luntad, fe en su futuro. Al pueblo de Israel le costé entender que Dios es asi. Por momentos estaban tentados a buscar un Dios menos exigente, un Dios al que pudiesen manipular segun su antojo, un Dios al que pudieran encerrar en un templo para controlar su voluntad. Yahveh-nuestra-justicia Metodologia literaria en los relatos de los patriarcas Tanto los creyentes yahvistas, ‘como los elohistas y, més tar- de, el sacerdotal, recogen tra- diciones locales muy antiguas y las reescriben con un nuevo sentido desde la fe en Yahveh. {Pero qué esquemas siguen para hacer esta sintesis? El esquema familiar, que con- siste en ordenar familiarmen- te los diferentes grupos: asi Abraham es presentado como el padre de Isaac, éste como el padre de Jacob y Jacob como padre de doce hijos. El esquema de peregrinacio- nes cillticas subraya que los patriareas pasan por algunos santuarios cananeos para dar culto a Yahveh, El esquema ctiltico salvifico, recuerda que el lugar de culto no sélo es importante porque Dios se hace presenta all, sino porque alli Dios se ha compro- metido y se compromete con Ia salvacién de su pueblo. El esquema de las promesas, que consiste en mostrar que las, torias de todos los antepa- sados de Israel se mueven por las promesas hechas por Dios (CLR. de Sivatte, 0.¢., pp. 58- 60). Introduccién al Antiguo Testamento Abraham, modelo de fe Abraham es recordado y reconocido en toda la Biblia como modelo de fe y modelo de humanidad. Pablo lo llama “el padre de todos los creyentes” (Rm 4,11b) y “padre de muchos pueblos” porque creyé y esperé contra toda esperanza (Rm 4,18); por las mismas razones Santiago le llama “el amigo de Dios” (St 2, 23). gComo es la fe de Abraham? La fe es ponerse en camino. La fe es caminar, bus- car. La fe no es instalarse en una seguridad, incluso religiosa. La fe lleva consigo el riesgo. Toda la Biblia es la historia de un pueblo que camina, que va en busca de sus ideales de justicia y felicidad. Y cuando el pueblo esta cansado y busca la felicidad y la segu- ridad en otros dioses y en otras cosas, los profetas y los sabios le recuerdan al pueblo que son “hijos de Abraham’ y, por tanto, deben tener la fe que él tuvo. La fe es dejarse llevar por Dios. La fe es la respuesta al llamado de Dios. Abraham responde a este llama- do y se deja guiar por su palabra. Aunque Abraham muchas veces no tiene claro a dénde lo lleva Dios, conffa en él. El profetas Miqueas expres6 asi esta f ~ “Ya se te ha dicho, hombre, lo que es bueno y lo que el Sefior te exige: tan sélo que practiques la justicia, gue sepas amar y que camines humildemente con tu Dios” (Mi 6,8). En resumen, para tener fe, la fe de Abraham, no bas- ta aprenderse de memoria el Credo, ni basta hacer sacrificios y practicas piadosas. Lo principal, como dice Jestis, es hacer la voluntad de Dios (Jn 4,34). Y esa voluntad muchas veces nos exige renuncias, nos saca de nuestras falsas seguridades, nos pone en camino hacia el ideal de la justicia. 2 Peculiaridades de cada ciclo de los patriarcas Cada patriarca “expresaalgiin aspecto diferente de la fe del pueblo en Yahveh. Asi por ejemplo: Abraham manifestari el aspec- to enigmitico y misterioso det retraso en el cumplimiento de las promesas. El pueblo de Is- rael tendré que asumir conti- nuamente este misterio y vivir siempre en esta provisionali- dad y actitud de fe. Jacob manifestara el caracter de oscuridad de la actuacién de Yahveh a través de la vida de los seres humanos. José, en cambio, manifestara Ja aceptacion de fe de que la historia de Dios se escribe en lashistorias plenamente huma- nas. Dicho de otro modo: Dios se sirve de la manera humana de actuar, para poder manites- tar mejor que no hay mas que una historia, lade lasalvacién, que es la ‘nica que importa de verdad. Las historias patriareales, pues, se convierten en motivo de predicacién y anuncio, a las siempre nuevas generaciones, del estilo de actuacién de Dios y de las nuevas exigencias que esta actuacién comporta’(R de Sivatte, 0.c., pp. 60-61). EE 28 Yahveh-nuestra-justicia Diccionario Dinamica Sacrificios: Muchas religiones antiguas hacian sacrifi- | 1, Pedimos la participacién de tres o ccios humanos o de animales para ofrecerlos a los dioses y ‘cuatro personas voluntarias, a quie~ obtener, a cambio, su favor. El pueblo de Israel también nes les vendamos los ojos con va- oftecia a Yahveh sacrificios de animales que se realiza- rias paftoletas y les ubicamos en un ban en el templo, Muchos profetas tiene una actitud muy extremo del salon 0 lugar de re- critica respecto de los sacrificios, sobre todo cuando se unién. En medio colocamos algu- realizan para encubrir las injusticias. Jesiis resume esta nos obsticulos: bancas, sillas, ca- critica cuando dice a su pueblo: “Misericordia quiero y jas, piedras, eteétera, no sacrificios” (Mt9,13; 12,7). 2. Las personas vendadas deben lle- ‘Tierra: En el pensamiento biblico la tierra es una pro- gar hasta el otro extremo del salén mesa de Dios, nadie la puede acaparar. Dios es el ‘nico sin tocar ningin obsticulo. Si lo duefio de la tierra: “La tierra es mia y ustedes estén en hacen deben regresat. ella como forasteros” (Lv 25,23). 3. Las demas personas participantes uae se ubican a ambos lados, pueden Ejercicios ayudar pero solamente con la voz, no pueden entrar a tomar de la ma- no a los caminantes. 1, Busquey lea Gn 12,1-9: 4, Una vez realizado el ejercicio, dia- a) gEn qué momento de la historia de Israel y por logamos: quiénes fue escrito este texto? }) {Cua es el mensaje principal que contiene? a) gCémo se sintieron? {Qué pas6? c) {Qué rasgo de Dios se revela en el texto? ) {Qué parecido hallamos entre esta 4) {Cémo es ta fe de Abraham? dindmica y Ia experiencia de dd) {Cules son las promesas que Dios hace a Abra ‘Abraham? ham? {Qué nos indican estas promesas? ©) {Qué ensefianza nos deja? 2, Lea Gn 22,1-19: ______——— a) En este texto estén unidas la tradicion yahvista | | Cartel que subraya la promesa de la bendicién y la tra- dicién elohista que condena los sacrificios hu- manos: ;puede identificar los versiculos donde se encuentra cada una de las tradiciones? b) {Los relatos de los patriarcas son historia en el sentido modemo de la palabra? {Por qué? c) {Qué aplicacién concreta podemos hacer de esta narracién a nuestra realidad? Abraham es el padre de todos los creyentes (Rm 4,11). Tema 5 AT: El éxodo y la liberacién 30 Yahveh-nuestra-justioia Platiquemos: ~ {Qué acontecimientos de la Biblia reflejan es- tos dibujos? = Como es el Dios que se revela en el Exodo? é {.Qué consecuencias tiene esto para la fe? Vamos a estudiar ahora uno de los libros mas conoci- dos e importantes de la Biblia. En el libro del Exodo los protagonistas principales son: el pueblo, el faraén, Moisés y Dios. Un pueblo oprimido que quiere ser libre Un grupo de emigrantes fue a parar a Egipto y para ganarse la vida, se vieron obligados a realizar traba- jos forzados; en un momento determinado huyeron de la opresi6n y lograron establecerse en Canaan donde se mezclaron con otros grupos que habian te- nido experiencias similares de dominacién por parte de los egipcios. Después estos grupos se unieron y formaron un pueblo, el pueblo de Israel. Este hecho historico habria pasado desapercibido si no fuera por algo decisivo: aquellos grupos recono- cieron que la liberaci6n fue gracias a la actuacién de Dios. Asi surgié la fe en Yahveh. Muchos siglos mas tarde, cuando el pueblo ya estaba organizado como un reino con su templo, su ejército y sus leyes, co- menzaron a escribir diversas tradiciones sobre aque- llos acontecimientos en Egipto. Unos interpretaron aquellos hechos como una expulsion de Egipto (Ex 12,33.39); otros como una salida ordenada o movi- miento migratorio (Ex 12,35; 13,17ss.); y otros como una hufda de Egipto (Ex 12, 42:14,5). En todo, caso lo decisivo es que todas las tradiciones coinciden en reconocer la presencia liberadora de Yahveh El camino por el desierto Mas importante que conocer cual fue el recorrido exacto que el pueblo hizo desde Egipto has- ta Canaan, es comprender el significado teol6gico del desier- to, Eldesierto es simbolo de las tentaciones del pueblo. Cuando se escriben estas tradiciones, Israel ya es una nacién, pero tentada a lograr el éxito por el ‘camino ficil e inmediato del abuso del poder y la falsa segu- ridad. Esta perdiendo la fe. En- tonces, los redactores sitiian estas tentaciones en el camino de sus antepasados por el de- sierto para recordar la verda- dera fe en Yahveh Cada tradicién presenta el de- sierto de una manera peculiar Jos yahvistas (J) y elohistas (E) Jo ven como el lugar de las difi cultades y peligros que el pue- ‘blo debe superar; os deuterono- mistas (D) describen el desi tocomo el lugar de la tentacién, de la prueba, de la ensefianza, de la purificacién; la corriente sacerdotal (P) Io presenta como cl lugar de la ley 0 de la volun- tad de Dios. En todo caso, el desierto simboliza que la libera- cién no es inmediata, sino un proceso, Entre la salida de Egip- to (tierra de Ia esclavitud) y la egada a Canaan (tierra de la libertad) hay un largo recorri- do, lleno de tentaciones y apren- dizajes (Cf. R. de Sivatte, 0.¢. pp. 72-73), Introducci6n al Antiguo Testamento Es muy interesante notar que en los relatos del libro del Exodo, el pueblo no esta idealizado. Es un pueblo como todos los demas, con sus virtudes y defectos. Un pueblo que, para lograr su liberacién, atravesd diver- sas crisis. Es un pueblo que sufre la opresién y clama por la liberacién (Ex 2,23); un pueblo que cree en el Dios liberador (Ex 4,31) pero al mismo tiempo se sien- te tentado por la idolatria (Ex 32,1); un pueblo que tie- ne miedo a la libertad pues prefiere regresar a Egipto para servir a los opresores que enfrentar los riesgos y trabajos de la liberacién (Ex 14,10-12); un pueblo que cree en Moisés (Ex 14,31), pero al mismo tiempo mur- mura contra él y lo acusa de llevarlos hacia la muerte (Ex 16,2-3). El texto del Exodo quiere dejar claro que Dios ama y opta por el pueblo aun a pesar de sus pe- cados, claudicaciones y retrocesos. El faraén, retrato de los opresores El segundo protagonista del Exodo es el faradn; no se dice su nombre, se presume que se trata de Seti | y después Ramsés II, famosos por sus construcciones. Pero al relato no le importa el nombre, lo que le intere- sa es describir su comportamiento y denunciar sus abu- sos e injusticias. ~ {Qué retrato del opresor reflejan los relatos del Exo- do? El faraén se caracteriza por su crueldad, ya que oprime a los pobres con todo tipo de trabajos (Ex 1,13- 14) y por su obstinacién: en un primer momento Yahveh intenta resolver el problema mediante el didlogo, pero el faran, en lugar de reconocer sus injusticias, endu- rece la opresién y duplica el trabajo (Ex 5,9-17). Otro rasgo del faraén es que no reconoce a Dios ni lo tiene en cuenta, por eso después del primer didlogo con Moisés dice: “,Quién es Yahveh para que tenga que obedecerle? Ni conozco a Yahveh ni dejaré salir a Is- rael” (Ex 5,2). El faraén es el simbolo de todos los go- bernantes que para mantener su poder oprimen al pue- 31 Las plagas de Egipto (Ex 7,8-11,105 12,29-34) *,Qué hay detrés de las Hama- das “plagas de Egipto”? Se pue- de decir que por plagas de Egip- to entendemos una serie de fe- ‘némenos naturales que los gru- pos reconocieron como sefiales de Yahveh poderoso y liberador. Alguna tradicién, por su parte, Ias vio como castigos o golpes que Yahveh da, ante la dureza y Ia violencia del faraén de Egip- to, para flexibilizar su postura y conseguir, en diltimo término, la liberacién del pueblo. Las dife~ rentes tradiciones las usaron ademés como medio narrativo para expresar la voluntad deci- dida de Yahveh de estar presen- teen el proceso liberador de los grupos dominados. Precisamente porque se trata- ba de un lenguaje, se dio una cierta tendencia en las diferen- tes escuelas a aumentar y am- plificar dichas plagas; era el ‘modo que tenian de decir que Dios era muy poderoso y que su decisién de acompaiiar al pueblo en su proceso liberador era firme y real. Todas las plagas en su conjunto expresan que Yahveh lo mismo quees salvifico y liberador para el pueblo pobre y oprimido es ruinoso para el rico y opresor” (R. de Sivatte, 0.c., p. 69). 32 blo. Los relatos del Exodo son una denuncia contra los reyes de Israel (recordemos que estos relatos se es- criben cuando Israel ya es gobernado por un rey). Moisés, lider del pueblo Moisés ocupa un puesto central en el relato del Exodo. Sin duda el pueblo tuvo varios lideres y guias; Moisés es el simbolo de todos ellos. Algo parecido sucede aho- ra. En la década de los afios 70 y 80, El Salvador tuvo muchos lideres que dieron su vida por la liberacién del pueblo y cuando celebramos su memoria, hablamos sobre todo de uno: Monsefior Romero. En los diversos relatos del Exodo se subraya la sensi- bilidad de Moisés. Vive en un ambiente comodo y agra- dable, en la corte del faraén, pero abre sus ojos a la realidad y descubre que sus hermanos sufren la opre- sin (Ex 2,11). La liberacién comienza por el reconoci- miento y la solidaridad con el dolor humano. La prime- ra reaccion de Moisés es también violenta (Ex 2,12), pero los caminos de Ia liberacién no van por ahi. El relato de la vocacién de Moisés (Ex 3,1-4,17) nos muestra a un hombre que se resiste a colaborar con Yahveh en la liberacién de su pueblo. La mision que le encomienda es muy dificil: liberar a su pueblo; para ello Dios no le propone el camino de la violencia, sino el del didlogo, ir ante el faraén para exigirle que no oprima a su pueblo y lo deje en libertad. Moisés pone varias excusas para eludir el compromiso: que no es nadie (Ex 3,11), que no le van a creer (Ex 4,1), que no sabe hablar (Ex 4,10); incluso pide a Dios que busque a otra persona (Ex 4,13). Cuando por fin Moisés se decide, tendré que enfrentar numerosas dificultades, sobre todo la incomprensién y criticas de su propio pueblo. Luego de los primeros didlogos con el faraon, Moisés comprueba que la liberacion esta cada vez mas lejos, la situacién en lugar de mejorar ha empeorado, y Yahveh-nuestra-justicia La vocacién de Moisés ‘A Moisés no le fue nada facil aceptar su misién. El relato de la vocacién, contenido en los capitulo 3 y 4 del libro del Exo- do, indica sus numerosas resis- tencias. Después de la visi6n introductoria de la zarza (Ex 3.1-3), encontramos un didlogo entre Dios y Moisés, que con- tiene los siguientes elementos: Llamada y respuesta (3,4). Autopresentacién de Dios (3.6). Dicurso introductorio y mision G.7-10), Primera objecién de Moisés ‘Quien soy yo? (3,11). Promesa y seal (3,12). Segunda objecién de Moisés: {Quien etes ta? (3,13), “Yo soy el que soy”, el Dios de los padtes, el libertador, Reno- vacién del envio (3,14-22). Tercera objecién de Moisés: “$i no me hacen caso” (4,1). Prodigios (4,2-9). Cuarta objecién de Moisés. “No se hablar” (4,10). “Yo estaré en tu boca” (4,11-12). Quinta objecién de Moisé: “Envia a otro” (4,13). “Aaron sera tu boca” (4,14-17), (Cf UL. Siete, 0.c., pp. 102- 103). Introducci6n al Antiguo Testamento el pueblo, en vez de volverse contra el faraén, recrimi- na al mismo Moisés. Es una crisis muy fuerte, hasta el punto que Moisés le reclama a Yahveh: “Td no haces nada por liberar al pueblo” (Ex 5,23). El s liberador e inmanipulable El libro del Exodo no fue escrito para darnos un curso de historia de Israel, sino para hablamos de Dios, el protagonista principal. El Exodo es el primer libro de teologia de liberacién. EI objetivo principal de los relatos es revelar como es Dios. El Exodo nos presenta a Yahveh como un Dios que “ve” la opresion y miseria del pueblo (Ex 3,7a); un Dios que “oye” el clamor del pueblo (Ex 2,24; 3,7b); un Dios que “conoce” los sufrimientos de su pueblo (Ex 3,7c); en definitiva, un Dios que “baja” para liberar a su pueblo (Ex 3,8). Se trata, por tanto, de un Dios cercano y solidario con los pobres, que no tiene nada que ver con los opresores, sino que se enfrenta a ellos para defender la vida y la dignidad del pueblo. El problema de Israel es que, proviniendo de un Dios que libera, cae en la tentacién de manipular a Dios se- gun sus intereses. Conocer el nombre de Dios es, de ~ alguna manera, una forma de tener poder sobre él para dominarlo. Es lo que esta de fondo en el relato del nom- bre de Dios (Ex 3,13-14). Cuando Moisés le pregunta por su nombre, Dios da una respuesta enigmatica; mas que su nombre lo que revela es su estilo, su manera de ser y actuar. La palabra “Yahveh" es muy dificil de tra- ducir, significa: “Yo seré el que estaré”. Es como decir: “No se preocupen por saber mi nombre, sepan que estoy presente en la historia, en medio del pueblo; si quieren conocerme pénganse en camino, practiquen la Justicia, hagan realidad los ideales de una sociedad solidaria y fraternal”. Mas que su nombre Yahveh nos revela un compromiso: ser liberadores como él. 33 Diversas tradiciones sobre la figura de Moisés Cada tradicién, en su momento historico, vera a Moisés de una ‘manera diferente: EI yahvista (950 a.C.) lo verd como un ser humano que, al igual que el pueblo, es especta- dor y proclamador de las obras que Yahveh va realizando. Los elohistas (850 a.C.) lo pre- sentan como un intermediario ‘un instrumento de Dios que realiza obras prodigiosas con la ayuda del baculo que Dios mis- ‘mo le ha enttegado. Su figura ‘magnificada contrasta con la de su hermano Aarén que es pre- sentado como el que duda, La tradicién deuteronomista (750 a.C.) lo ve como el inicia- dor del profetismo, entendien- do por profeta a la persona que habla en lugar de Dios, que in- tercede por el pueblo y que toma una postura solidaria en re- lacién con el pueblo que sufre. La tradicién sacerdotal (550 a.C.) lo presenta como una es- pecie de semidios, tan en con- tacto con Dios que su rostro res- plandece y tiene que taparselo para que el pueblo pueda mirar- Jo; su hermano Aarén aparece con el baculo en sus manos co- ‘mo su sacerdote y profeta (Cf R. de Sivatte, 0.c,, 1997, pp. 67- 68) 34 Diccionario Yahveh-nuestra-justioia Dinamica YHVH: En hebreo no existen las vocales, el nombre de Dios se escribe con cuatro consonantes o tetragrama. Al traducitlo a nuestras lenguas se suele escribir asi: YaHVeH; sin embargo en otras biblias colocan las vocales de este modo: YeHoVaH. Yahveh-nuestra-justicia: E] titulo de esta cartilla lo he- ‘mos tomado del profeta Jeremias (Jt 23,6) yes que para el profeta el tinico camino para conocer a Dios es practi- cat la justicia (Jr 22,16). La palabra justicia en la Biblia quiere decir defender la causa de los pobres; y de ahi de~ riva la palabra juicio que quiere decir la intervencién de Dios en la historia para liberar a los oprimidos y derribar de sus tronos a los opresores. Ejercicios 1, Busque y lea Ex 3,7-9.14: a) (A la luz de este texto con qué imagenes se revela Dios en este texto? +b) @Qué podra significar el nombre de Dios que Te revela a Moisés? ¢) {Como es el Dios que se revela en el Exodo? 4) ,Qué consecuencias tienen para nuestra fe? 2. Lea el relato de la vocacién de Moisés en los capitulos 3 y 4 del Exodo: a) {Cudl es la misién que Yahveh le encomienda a Moisés? 'b) Moisés pone cinco objeciones, :puede seita- lar cuales son y en qué versiculos estan? ¢) {Cémo le responde Dios a cada una de estas objeciones? 4) {En qué hechos de nuestra historia reconoce- mos la presencia de Dios? ©) {Qué aprendemos de la figura de Moisés para nuestra realidad? 1. Hacemos varios grupos. Cada gru- po representa por medio de mimi- ca (sin voz ni movimiento), es de- cir, como si fueran estatuas, una situacién de opresién e injusticia de nuestra realidad. 2, Se da un tiempo para que cada gru- po prepare su trabajo. Después se hace un plenario. Cada grupo pre- senta sus “estatuas” y los demas grupos deben adivinar qué estan re- presentando. - Luego reflexionamos: a) @Por qué se dan estas situacio- nes de opresién? b) {Qué dice la Biblia sobre esto? ©) (A qué nos compromete la fe en un Dios liberador? Cartel Dijo Yahveh: He visto la aflic- cién de mi pueblo en Egipto y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle a una tierra buena y espaciosa (Ex 3,7-8).

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