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Marruecos y España: Arquitectura, territorio y urbanismo, el caso de

la península tangerina
Mohamed BEN ATTOU, Profesor Universidad de Agadir

Résumé: Maroc et espagne: Architecture, territoire et urbanisme, le cas de la péninsule tingitane


L’article est un essai sur les rapports maroco-espagnols ramenés à l’échelle de l’architecture et
de la production de la territorialité urbaine sous le protectorat. L’objectif étant de mettre en
exergue l’approche patrimoniale qui doit prévaloir à toute forme de développement touristique,
bilatéral et de coopération. Pour ce faire, il est primordial de nous réconcilier avec notre
patrimoine d’abord. Le comprendre ensuite à l’échelle méditerranéenne sous un angle de
civilisation andalouse circulaire qui nous rapproche plus qu’elle nous sépare. Les exemples
analysés sur Tétouan, Larache et Ksar El Kébir ne laissent aucun doute sur ce rapprochement.
Mots clés : Maroc-Espagne, Protectorat, architecture, territoire, Patrimoine, rapprochement

Abstract: Morocco and Spain: Architecture, territory and urbanism: the case study of Tangerine peninsula
This article is considering the Moroccan-Spanish relations brought back to the scale of the
architecture and the production of the urban territoriality under the protectorate. The aim is to
highlight the heritage approach that must prevail in any form of tourism development, bilateral
and cooperation. To do this, it is essential to reconcile ourselves with our heritage first. Then to
understand it at the Mediterranean scale from an angle of Andalusia circular civilization that
brings us closer than it separates us. The examples analyzed thus of Tetouan, Larache and Ksar
El Kebir do not leave any doubt rapprochement
Keywords: Morocco-Spain, Protectorate, architecture, territory, Heritage, rapprochement

‫ حالت شبه الجزيرة الطنجيت‬،‫ الهندست المعماريت واإلنتاج الترابي والتعمير‬:‫ المغرب وإسبانيا‬:‫ملخص‬
‫انمقال محاونت حىل انعالقاث انمغربٍت – اإلسباوٍت زمه انحماٌت مه وجهت وظر ترتبط بانهىدست انمعمارٌت وإوتاج انمجال‬
‫ هدف انمقال ٌروو تثمٍه انمقاربت انتراثٍت انتً مه شأوها تحصٍه كم أشكال انتىمٍت انسٍاحٍت وانعالقاث انثىائٍت‬.‫انحضري‬
‫ نهتمكه مه ذنك ال بد أن وتصانح مغ‬.‫وانتعاون بٍه دونتٍه ٌحكمهما انتارٌخ وانجغرافٍا وانجىار وانحضارة األودنسٍت اندائرٌت‬
‫ حانت تطىان وانعرائش وانقصر انكبٍر انتً تىاونها‬.‫تراثىا ووفهمه حتى وتمكه مه انبىاء به مه أجم تقرٌبىا ببعض ونٍس إبعادوا‬
.‫انمقال تؤكد بجهٍت ترابطىا بما ال ٌدع مجاال نهشك‬
.‫ انتقارب‬،‫ انتراث‬،‫ انتراب‬،‫ انهىدست انمعمارٌت‬،‫انحماٌت‬،‫ إسباوٍا‬،‫ انمغرب‬:‫انكهماث انمفاتٍح‬

Introducción:

El patrimonio es una acción simultánea sobre el arte de la arquitectura y la


sociedad. Su recepción y su apreciación, más allá de la ideología que la produjo o que
sustentó su implementación, debe concebirse de acuerdo con una lógica patrimonial.
Marruecos aspira a convertirse en un país competidor en términos de turismo
internacional. Las estrategias de turismo que desarrolla, ya sea primera hasta 2010 o
segunda hasta 2020, están estratégicamente vinculadas al patrimonio y a la economía
cultural. Ahora bien, este patrimonio, en este caso, ¿qué concierne al arte y la
arquitectura es lo suficientemente conocido por los propios marroquíes, por los actores
que deben promover el turismo cultural que son profesionales o elegidos? ¿Está la
población marroquí debidamente impregnada con su patrimonio, donde requiere una
reconciliación con su historia y arquitectura en particular? El objetivo de este artículo es
intentar, a través de las medinas de Tetuán, Larache y Alcazar el Quivir, abordar la

25
relación entre historia de un lado y arquitectura bajo el protectorado español de otro
lado para corregir los clichés que a menudo se transmiten en el sitio. Una ofensa más
que en una civilización "circular" asegurada por el crisol andaluz. Esto para resaltar lo
que nos acerca a la civilización y la urbanización para dar a conocer realmente lo que
tenemos y lo que podemos intercambiar entre nosotros. La historia específica de
Marruecos y España en los últimos decenios del siglo XIX y los primeros del XX que
ella es feliz o infeliz, es una historia compartida de un lado como de otro del
Mediterráneo.
Al nivel de la arquitectura y del urbanismo, un buen número de las ciudades
marroquís sobre influencia arquitectura española del momento pugnaban por desarrollar
actitudes cosmopolitas (Tánger), modernas (Tetuán), donde se reflejaban en la adopción
de estilos artísticos que estaban plenamente de moda en las principales capitales
europeas. Como indica el respeto Antonio Bravo Nieto en 2005: “Este “estar a la
ultima” no es por tanto un fenómeno aislado, e impregna los deseos de gran parte de
los grupos sociales más privilegiados, que se ubican sobre todo en las ciudades. Refleja
por tanto, una actitud consciente de participar de algún modo en esa imprecisa noción
de progreso y modernidad”1.

1- Arquitectura y urbanismo a escala humana: un protectorado íntimamente


vinculado a la población urbana

Para todo aquel que se interesa por la historia de la humanidad y de las


civilizaciones que han fluido por Marruecos –y particularmente la península tangerina,
constituyen un lugar remarcable de trazados, vestigios y riquezas patrimoniales,
arqueológicas, materiales, y sobre todo, vivientes. En la actualidad, los vestigios de
Tingis, Lixus, Tamuda, Oppidum Novum, los lugares de memoria –monumentos,
edificios, lugares de culto, lugares institucionales, calles, etc.-, los relatos de vida, el
trazado arquitectónico y las numerosas bibliotecas públicas y privadas, existen para
atestiguar el proceso de producción de las sociedades, arquitectura y el territorio. Sobre
todo, en un momento en el que el proceso de erosión de la memoria tiende a acentuarse
a causa del cambio profundo y rápido de los modos de vida y de las mentalidades
influenciadas por la modernidad y después por la globalización.

La llegada del protectorado español al inicio del siglo XX va a engendrar un


nuevo modelo de sociedad, de ordenación del territorio, de arquitectura, y producirá un
hecho de una modernidad que se impondrá a la arquitectura autóctona y vernácula a
través de algunos equipamientos públicos, que tomarán las referencias de la arquitectura
local tradicional; o a través de urbanismo andaluz. A pesar de las tesis anti-colonialistas
o pro-colonialistas, y en consideración también de ciertos desacuerdos y

1
Antonio Bravo Nieto (editor), 2005: Arquitecturas y ciudades hispánicas de los siglos XIX y XX en
torno al Mediterráneo occidental, Publicación del Centro Asociado a la UNED de Melilla, p.11.

26
malentendidos2, se puede constatar, desgraciadamente, que la mayoría de los estudios
realizados se han alineado –sin razón- al modelo francés, más que al español. Además el
acercamiento patrimonial no se ha desarrollado suficientemente en las investigaciones
del extremo norte marroquí. Por eso, la mayoría de los estudios y tesis sostenidas sobre
este espacio proceden de un análisis de la Escuela francesa3, ya que fueron realizados
por franceses y marroquíes pertenecientes a ella. Como título indicativo, todas las
medinas del norte de Marruecos, no se han deteriorado ni han sido sistemáticamente
densificadas por el éxodo rural.

De un lado, el protectorado español estuvo íntimamente vinculado a la


población, fueran “indígenas” o “pequeños blancos” (petits blancs). Por otro lado, no
intervinieron en las estructuras territoriales ni en las sociales-tribales4. El hecho de que
la colonización española no hubiera partido en Marruecos de una referencia de
superioridad haussmaniana a la francesa, permitió que la obra arquitectónica y urbana se
desarrollara a la escala humana basada en un cimiento andaluz, que puede apreciarse en
todas las escalas espaciales, y en la práctica de la ciudad, la cultura y el nivel de
temperamento de los individuos.

Esto nos lleva a reconsiderar el concepto de la modernidad, no sólo desde la


búsqueda del trazado arquitectónico, y su dimensión espacial. Para comprender la
modernidad es necesario introducirse en lo social, lo cultural y las prácticas ciudadanas.
Nuestro problema, en Marruecos y en el Magreb, es que cuando nos aproximamos a
definir la modernidad, lo hacemos bajo la obsesión de la necesidad de vivienda, del
tejido social y urbano5 ; y no sobre el ángulo patrimonial. Desde ese lugar, tendemos
también a reducir el patrimonio a su forma física en detrimento de su contenido. Sin
embargo, el patrimonio es también y sobre todo el conjunto de valores identitarios,
espirituales e inmateriales que crean una forma de arte invertida en los modos de
organización, de vida, de fuerza y de adaptación, sin posicionarse sobre su dimensión
ideológica, política y/o utilitaria.

2
Se trata de un primer tiempo de los actos militares, muy consecuentes, ver a Sanchez Montoya,
Francisco. Los campos de concentración y centros penitenciarios en Ceuta y el Protectorado occidental
español en Marruecos 1936-1939. Instituto de Estudios Ceutíes: 117. En un segundo tiempo, se trata más
particularmente de dos operaciones de destrucción física de dos partes de la medina de Tetuán: la primera,
en lo que fue la puerta Bab M’barek, de la plaza del Feddane; y la segunda, en el antiguo mellah, M’salla
Kdima, Sidi Abbass y una parte de Rbat Asfal. Ver a ABDELLAOUI, M. : «la médina de Tétouan et son
évolution récente : étude de géographie urbaine », Université de Lille, 1986- p.30
3
Para más información, ver a RACHICK, A. Etudes et recherches urbaines sur le Maroc 1980-2004,
informe realizado a través del Centro de Investigaciones Jacques Berque, en el marco de su programa de
estudios “Leer y comprender el Magreb”, Rabat. 2005. 60p.
4
BEN ATTOU, M. « Le protectorat espagnol et le nord marocain : organisation administrative et
stratégie socio-économique, le cas du Bas Loukkos », Revue Dirassat n° 11, Agadir, 2003, pp.41-107.
5
NACIRI, M. « Politique urbaine et politique de l’habitat au Maroc ». In Politiques urbaines dans le
monde arabe. Ed. Maison de l’Orient, Lyon, 1985. ABDELKAFI, J. La médina de Tunis. Presse du
CNRS, Paris, 1989, 278 p. ; AMEUR, M. Fès ou l’obsession du foncier. Centre d’Etudes et de
Recherches sur l’Urbanisation du Monde Arabe (URBAMA), Laboratoire associé au CNRS, Université
de Tours, Fascicule de Recherche n° 25, Tours, 1993. 428 p.

27
2-Tetuán: un territorio urbano típicamente andaluz y laboratorio arquitectural
Es de señalar que la población de la ciudad de Tetuán estuvo congelada durante
largos periodos en su historia demográfica. Su espacio urbano quedó fijado por su
muralla. Ella no aprovechó su posición geoestratégica como pasaje obligado hacia
Europa. La ciudad jugó numerosos roles económicos y administrativos importantes,
pero su impulso demográfico no tendrá lugar hasta su fase colonial. En efecto, la ciudad
pasó de 15000 a 80732 habitantes entre 1913 y 19506. Es decir, una tasa de crecimiento
global de 438% equivalente a una tasa de crecimiento medio anual del 4,9%. A nivel
espacial, esto se tradujo en una urbanización extra-muros en gota de aceite que
comprendió varios nudos urbanos (Centro español, Martil), nuevos barrios y nuevos
espacios de extensión (Barrio Málaga, Barrio Mulay Hassan, Ziana, Sidi Talha, Saloui,
Dersa, M’hannech), así como la aparición de los poblados costeros de Fnidak y Mdiq.
El hecho que la ciudad de Tetuán no se benefició de proyectos de construcción y de
distribución de viviendas, que fue el eje mayor de la política urbana llevada a cabo por
las autoridades marroquíes ente 1956 y 1972, provocó la falta de compromiso estatal y
la ausencia de mecanismos de financiación de vivienda social en aquella época 7, y ha
inducido que se considere simbólicamente, como más durable, la acción llevada a cabo
por la colonización en materia de urbanismo de promoción oficial en la ciudad.

De hecho, hicieron falta esperar a los años ochenta para asistir a la vuelta de la
urgencia del Estado en su misión imposible por intentar encontrar una solución a la
situación de desprendimiento del éxodo rural y del hábitat subdesarrollado que
proliferaron y pusieron varios problemas en la seguridad de Tetuán.

2-1- Una lógica de producción urbana sin cortes

A partir del final de los años setenta, se terminará en Tetuán con la lógica de la
producción de vivienda a través de la promoción oficial según el modelo colonial. Pero,
sí se mantendrá una lógica de producción de suelo urbanizable por el Estado. Esto
produjo ocho urbanizaciones implantadas por toda la zona Sur y Este de la ciudad de
Tetuán8. Es decir, en las zonas más favorables y las más accesibles, porque las
urbanizaciones se estructuraban en una parte y la otra de la red viaria diseñada durante
el protectorado, y particularmente realizada en la época para encuadrar la urbanización

6 CHEIKHI, N. « Etude géographique des groupements urbains tétouanais ». Résumé de Thèse, Revue
Espaces Magrébins n° 1, Rabat, 2007, pp.53-64. (en árabe). P.54
7El plan quinquenal de desarrollo económico y social marroquí de 1973-1977, previó el rembolso
presupuestario del Estado providente que se destinará hacia la clase media marroquí, juzgada solvente
para financiarse su vivienda. El plan consideró que era prácticamente ilusorio esperar satisfacer a los más
pobres mientras que las clases solventes no podían acceder a su vivienda. Para más detalle, consultar
BENZAKOUR, S. Essai sur la politique urbaine au Maroc. Editions Maghrébines, Rabat, 1978, p.18
8 AZOUGAGH, A. Production du logement et processus de construction dans les lotissements privés
réglementaires à Tétouan. Pub. Du Groupe de Recherches Géographiques sur le Rif (G.R.G.Rif), Série
Etudes Spatiales n°1, Fac. Des Lettres et des Sciences Humaines de Tétouan, Tétouan, 1999 p.349. Ver
también la tesis Doctoral de la universidad de Provenza (Aix-Marsella) sostenida por AZOUGGAR A. en
1995.

28
colonial, tanto la central como la periférica. Así los barrios peri-centrales de Mhanech y
relativamente de Touabel, van a abrir la urbanización de más de 54 hectáreas
equivalentes a 1953 parcelas, donde la investigación de un carácter urbano fue
prácticamente concebida por el Estado como una noción de islas sub-clasificadas en
conceptos de unidades de habitación. En la zona periférica, la lógica del estado girará
hacia la producción de recursos de suelo. La urbanización de la aviación alrededor del
nodo colonial abrió 44 hectáreas a la urbanización para la producción de un urbanismo
oficial para acoger el lugar de la Wilaya de Tetuán, y otros equipamientos socio-
colectivos. Así mismo, el Estado abrió la urbanización, a través de Tamuda, de más de
70 hectáreas para la construcción de una ciudad nueva que pudiera acoger a medio plazo
unos 30000 habitantes a través de más de 1707 parcelas.

Es interesante señalar el alejamiento del Estado de la financiación y producción


de vivienda sociales. Este financiamiento se encuentra más cercano al discurso político
sobre el desarrollo, pero sin embargo, a través del caso de Tetuán, la urbanización del
Estado estuvo lejos de constituir un modelo de hábitat. Lejos también de ser la solución
apropiada a la crisis de la vivienda que tocaba a grandes categorías sociales de la
ciudad. Y más allá de la insuficiencia de la oferta, la dimensión social ha estado ausente.
La clientela protagonista de este tipo de programa ha estado compuesta generalmente
por capas sociales solventes y de ingresos regulares. La consistencia de su vivienda
“súper económica” y de sus chalets, como proceso especulativo que se genera alrededor
de estas operaciones, lo ha demostrado con claridad.

2-2-Una política de vivienda y un estilo neo-morisco, tanto impuesto como


vivido.

Después de varias decenas durante las cuales la ciudad de Tetuán sufrió importantes
transformaciones para adaptarse a las necesidades estratégicas de la colonización, nace
un movimiento de ideas y de interés por vehicular el arte y la arquitectura andaluza
sobre un fondo de sostén de la cultura “indígena”. Para algunos intelectuales bien
informados del hecho español en el Norte de Marruecos, se trató de mostrar que la
mentalidad y la cultura de los europeos españoles instalados después de siglos y
generaciones en el suelo marroquí, a través de los presidios de Ceuta y Melilla, fueron
influenciados por la vida musulmana de las poblaciones autóctonas, que presentaban
una identidad propia. Esta tesis es del todo posible vía la encrucijada andaluza y la
presencia cuasi indirecta de españoles en Tetuán, a partir de Ceuta, a lo largo de cuatro
siglos, y a través de la protección consular después la Cumbre de Madrid (1880) hasta la
independencia.

Una vez que la fase militar de la pacificación finalizó, hacia finales de los años veinte,
la capital del protectorado español se encargó de la gestión política y económica de la
zona de acción. Desde y hasta la independencia, con un debilitamiento durante la
segunda guerra mundial, este periodo se traducirá en la construcción de la imagen de

29
una capital que protege y respeta la identidad de la población “indígena”. De igual
forma que el estilo de los cuarteles tradujo la fase militar de la conquista colonial, el
estilo protector mostraba la nueva fase política y económica. Diferentes medios
contribuirán a la construcción de esta imagen oficial: la voluntad de incrustar una
arquitectura oficial neo-morisca; la organización de exposiciones coloniales, la
publicación de guías turísticas y obras sobre la ciudad, el interés nuevo dedicado a los
monumentos árabes y casas tradicionales.

Relativizando el concepto de modernidad y de tradición, las autoridades


coloniales participaron en la construcción de un estilo arquitectónico que podría
calificarse de “integrado”. Si bien, surge de una arquitectura oficial, materializando el
poder colonial y vehiculando las influencias de un pintoresquismo neo-morisco, no se
podría tampoco ignorar los signos fuertes de una identidad mediterránea compartida en
la arquitectura, y en la concepción de la ciudad de Tetuán, así como el del centro de la
ciudad de Larache. En efecto, la yuxtaposición de los dos sistemas urbanos, la medina y
la ciudad española, es una de las características más marcadas de los sistemas urbanos
de las dos ciudades no separadas.

Fig.1- El urbanismo neoclásico et morisco revisado: Calle Mohammed Torres a Tetuán

Fuente: Foto Calatayud, 1955

30
Para Tetuán, la elección como centro español, respondía a dos imperativos: la
topografía y la disponibilidad de una reserva de suelo, constituida, entre otros, del
antiguo mellah judío en la zona sur de la medina9. El plan de urbanismo de la ciudad
española fue concebido de manera que constituyera una unión de las calles y arterias,
como prolongación de la medina. En ese sentido, el bulevar principal –hoy llamado
Mohammed V- era una continuación de la calle Terrafine. La plaza de Primo de Rivera
–hoy, de Hassan II-, atravesada por la gran arteria, fue concebida como un espacio de
transición entre los dos espacios urbanos. El servicio de ingeniería fue responsable de la
instalación de las tropas en las construcciones existentes militares o civiles
transformadas. Los cuarteles e instalaciones militares fueron parte integrante del nuevo
paisaje urbano. De hecho, varios momentos importantes marcaron el desarrollo de los
proyectos de transformación de la ciudad de Tetuán.

La reconstrucción de la ciudad sobre ella misma, se hizo a través de la


recuperación de los antiguos mellahs y espacios-huertas –jnans- limítrofes de la medina.
La consolidación de los límites y las condiciones de creación de los equipamientos
civiles y militares en la zonas periurbana: la Alcazaba –Kasbah-, el centro psiquiátrico,
el hospital militar, las unidades industriales, la vía del tren, el hospital civil y el estadio
de Sania Rmel, van a determinar, más tarde, la orientación de la ciudad de Tetuán, y la
aparición de varios barrios, a partir de 1940. Los ingenieros de Obras Públicas,
desarrollaron su saber hacer, repartiendo los equipamientos en las plazas principales de
la ciudad. Así, la ordenación del territorio de la ciudad utilizó la topografía para poner
en valor el proyecto arquitectónico y urbano, técnicas que serán utilizadas
especialmente en Tetuán.

Las constricciones vinculadas a la situación particular de Tetuán y a las demandas de la


población autóctona, obligaron a los técnicos a proponer un compromiso entre el plan
de un centro de colonización y el plan de alineamiento de vías y plaza antiguas –Plaza
de España, hoy Feddane-10. El objetivo final era firmar una única ciudad

9La constitución de esta reserva fue realizada en dos tiempos: en 1860-62, y tras 1913. Ver al
ABDELLAOUI, M. La médina de Tétouan et son évolution récente, étude de géographie urbaine. Thèse
de 3ème cycle de l’université de Tours, reproduction de l’Université de Lille III, Lille, 1986. Pp.:23-25.
Es necesario destacar la evidencia de que el patrimonio de suelo propiedad judía de las ciudades del norte
de Marruecos fue importante. Remonta al siglo XIX donde los judíos se beneficiaron de un estatus
especial de “comerciantes exclusivos del Sultan”, en el marco de la abertura económica de Marruecos al
comercio exterior. Sin embargo, este patrimonio de suelo difícilmente cuantificable vista la discreción en
la negociación judía. Para más detalles, consultar BRIGNON. J. Histoire du Maroc. Ed. Hatier, Paris,
Librairie Nationale, Casablanca, 1982 p.311.
10 Merece ser citado en el contexto, el caso ilustrativo de la implicación de las inversiones privadas en los
primeros proyectos de vivienda de Tetuán, a favor de los propietarios judíos marroquíes desde los años
treinta, así como los proyectos realizados por arquitectos municipales como Castro Fernández Shaw y
José Miguel De la Quadra-Salcedo en 1940, alrededor de la Plaza de España –hoy Feddane-, a favor del
personal municipal de Tetuán, en Revista Nacional de Arquitectura. Nº24 Plan de ordenación urbana de
Tetuán. Madrid, 1944.. Recuerda que los primeros resultados de este trabajo fueron compartidos con
Alejandro Muchada (coordinador) et otros, 2015: La ciudad colonial y la cuestión de la vivienda 1912-
1956. Colección Kora n°27, Universidad de Sevilla, 365 p..

31
comprendiendo la medina y el centro español. Sin embargo, la colonización española
fue particular, caracterizada por una débil capacidad de intervención, la guerra civil
española, la sociedad dividida, país de emigración y fuerte movilización para la
pacificación. Estos hechos provocaron una fuerte demanda de vivienda social, que fue
formulada por la clase social de base, española, constituida por pescadores, agricultores
-recolectores- y pequeños soldados.

Con el objetivo de consolidar un modelo de urbanización resurgente a partir de la


periferia de la ciudad capital del territorio del Jbala y de un Protectorado capaz de
encauzar el éxodo rural y de responder a la demanda de vivienda en las normas de
seguridad y salubridad aceptables, las autoridades coloniales comenzaron desde 1940 a
crear el barrio Málaga al oeste de la ciudad, alrededor del Hospital militar, el barrio
Slaoui, al sur de la vía del ferrocarril y de las unidades industriales; y al Este, el barrio
Mulay Hassan, alrededor del Hospital de Civil –hoy de Saniat-Rmel11. Es interesante
señalar aquí, la producción arquitectónica de este periodo entre guerras12, en materia de
alineamiento con la creación de vivienda social. Este periodo singular, es poco
conocido, como integrante del proceso de producción de la vivienda social española.

De hecho, Tetuán, bajo el protectorado, pasó por dos épocas arquitectónicas


principales: el clasicismo (1917-1936) y el monumentalismo franquista (1939-1956).
Estas dos grandes edades se caracterizan por estilos arquitectónicos y urbanos que
subyacen a la ideología arquitectónica. El período 1917-1931 es el más marcado. Vio la
construcción de las principales obras bajo la autoridad arquitectónica de Carlos Ȯvilo.
Estas obras eran de un clasicismo que, respetando los motivos arquitectónicos
vernáculos y orientales, introdujo las dimensiones urbanísticas europeas en términos de
volúmenes y equilibrio entre la función interior y exterior de la arquitectura. La estación
del ferrocarril Tetuán-Ceuta (1917) es, verdaderamente, el ejemplo atípico de esta
orientación arquitectónica.

11 ABDELLAOUI, M. La médina de Tétouan et son évolution récente, étude de géographie urbaine.


Thèse de 3ème cycle de l’université de Tours, reproduction de l’Université de Lille III, Lille, 1986, p.27
12 Este periodo se considera desde 1936, cuando comenzó la Guerra Civil española, hasta 1945, con el
final de la Segunda Guerra Mundial.

32
Fig.2- La estación del ferrocarril Tetuán-Ceuta como símbolo del cosmopolitismo: obra
del Ingeniero Julio Rodríguez Roda

Fuente: Antonio Bravo Nieto, 2005, p.182

Otro sub-período no menos importante y que puede ser el más fértil en


términos de producción arquitectónica, es el que se sitúa entre 1931 y 1936. Durante
este período, España comienza a absorber el renacimiento arquitectónico modernista
europeo. El plan del Ensanche de Tetuán y el edificio GATEPAC siguen siendo los
aspectos más destacados de Carlos Ȯvilo. Este último, encaja en el contexto de la
España republicana que aspira a cambiar para desviar la presión de los sindicatos y la
inteligencia ibérica. Las obras de Carlos Ȯvilo están así bajo un clasicismo revisado
incluso enriquecido por las propuestas compuestas de una arquitectura moderna europea
cargada de principios progresistas. Fue también durante este período que se desarrolló el
marco principal de vivienda y planificación urbana. La combinación arquitectónica de la
época ha logrado una perfecta integración entre la funcionalidad arquitectónica del
clasicismo y el nuevo diseño arquitectónico. Los modelos arabizantes de Carlos Ȯvilo
Castelo y José Gutiérrez Lescura van integrar el uso de arcos de herradura muchas veces
apuntado al modo almohade (Antonio bravo Nieto, 2005).

33
Fig.3- La combinación entre la arquitectura néo-árabe et las disposiciones nuevos
La libertad de composición del interior del Palacio Jalifiano

Fuente: Librería Escolar, 1965

Por su parte, José Gutiérrez Lescura sigue en la misma leña: El dispensario


Indígena, la Escuela de enfermeras et las escuelas hispano-árabes, en el que destaca su
virtuosismo decorativo. Después, se inicia la expansión de estas formas en la
arquitectura privada.

Finalmente, La codificación de la arquitectura franquista de la época (1939-


1956) llevó a una nueva academia cuya escala y ejecución cuestionarán una
enumeración que invierte las funciones, el programa de construcción y los componentes
sociales (Amal Ben Attou, 219). El discurso arquitectónico franquista se expresa en

34
disonancia o en descomposición en cuatro dimensiones. Entre los arquitectos que
marcaron la escena de la arquitectura oficial de Tetuán durante este tiempo podemos
mencionar: Fernández Shaw, Arrate, Bustinduy, Cuadra Salcedo y Hernan. El edificio
Fénix, sigue siendo la figura de arquitectura emblemática de posguerra, década de los
años cuarenta. Arquitectura simbólica de poder político-administrativo, En fénix debe
asegurar la función del Centro de negocios de la ciudad. En su interior coexisten sin
problemas los usos comercial, administrativo y residencial de alto nivel. La imponente
escultura del Fénix situada en la coronación del torreón, simboliza El poder franquista a
través de la arquitectura como lenguaje, posicionamiento e imagen.

2-3-El urbanismo de urgencia como estilo de extensión ciudadana de Tetuán

En el contexto de crisis social y urbana, justo después de 1945, y de inseguridad,


desde 1942, las autoridades de Tetuán lanzaron varios proyectos de construcción de
barrios con el fin de albergar desde la urgencia, pero en condiciones de satisfacer los
niveles básicos de salud e higiene, a la población marroquí de los barrios chabolistas y
el contingente español más desvalorizado. Es lo que Bravo califica como “viviendas
baratas donde se podían albergar las familias de clase más modesta que formaban la
parte fundamental del nuevo sistema socio-económico”13. Substancialmente diferente de
lo que el modelo francés había ensayado sin éxito, por la inadaptación a los países
mediterráneos, que intentaron construir una crítica precoz derivada de la aplicación de
los preceptos de la Carta de Atenas, el modelo español fue simple pero íntimamente
ordenado sobre el concepto de un popularismo social nivelado.

Los proyectos de restructuración y de urbanización llevados a cabo entre 1947 y


1953 en Tetuán, se inscribían bien en ese modelo popular de producción arquitectónica
oficial por “le plus grand nombre” –para la mayoría-. Los proyectos de restructuración
del barrio Málaga, de Mulay Hassan, el proyecto de urbanización de Martil, la
ordenación del barrio español, la introducción del principio de hábitat económico en
bloques de altura –de una a cuatro alturas- destinados, entre otros, al ejército de
regulares marroquíes, a excombatientes del Ejército español, y a favor de los
funcionarios del Majzen, son algunos de los ejemplos.

Ésta primera máquina de producción de la superficie construida respondió a una


necesidad de urgencia y de puesta en marcha de factores de estabilidad sociopolítica de
cara al surgimiento de un nacionalismo local, que clamaba derechos históricos sobre
España, por la parte de los rifeños y los Jbalas –los Anjra- que constituían la base étnica

13
ANTOIO BRAVO NIETO: La construcción de una ciudad europea en el contexto norteafricano.
Arquitectos e ingenieros en la Melilla contemporánea. Melilla-Málaga Ciudad autónoma universitaria,
1996, p.100

35
de la población tetuaní14. En efecto, se daba la situación de una concentración exclusiva
del nacionalismo marroquí en las ciudades, como en el caso de Tetuán15, donde las
autoridades coloniales, activaron anticipadamente, la máquina de la producción
arquitectónica social de urgencia para mantener la paz tan deseada por la reconstrucción
de la economía metropolitana. Esta paz, se podía considerar singularmente amenazada
en el momento en el que el movimiento nacionalista planificaba extenderse de la ciudad
al campo16, comprometiendo también todos los esfuerzos empleados en la afirmación de
la colonización rural de las riquezas agrícolas y de extracción minera. El recurso de la
urbanización periférica, responderá a una situación de la urgencia y no a un marco de
planificación.

Sin embargo, la puesta en escena de un carácter urbano, buscando la modernidad


a través de conceptos de bloques de viviendas privilegiando la noción de “isletas”,
encontró más aceptación y satisfacción. La urgencia de realización de los objetivos de
un urbanismo de proyectos, tomó el lugar de los debates y reflexiones. La prioridad fue
depositada en la producción de grandes construcciones. Los grupos de viviendas
asociadas a gremios profesionales de la administración pública se orientó hacia la
construcción de edificios de pabellones para automovilistas y camioneros (1947-48,
1956), para militares (Pabellones del General Varela de 1948, Pabellones Sidi Talha de
1948, Pabellones de Aviación de 1953), para funcionarios de la Administración (Grupo
Iglesia Sidi Talha de 1952), y para pescadores, en el caso de Larache (Grupo de
viviendas de García Valiño de 1954). La amplitud de este urbanismo de la urgencia,
protegió a la ciudad de Tetuán, frente al fenómeno de la aparición del chabolismo, que
comenzará a fluir en todo Marruecos. La obra colonial en Tetuán tendrá cuatro formas
de promoción de viviendas. La primera fue referente a la producción por parte de la
municipalidad (1134 viviendas); la segunda, a través del Majzen o Administración
Central (190 proyectos), la tercera, concerniente a la producción de vivienda militar
(395 viviendas), y en último lugar, la producción arquitectónica de sindicatos
profesionales y particulares (59 viviendas) 17.

En la independencia, la administración, al menos para el caso del norte de


Marruecos, partió de las prácticas y las estructuras dejadas por este modelo de

14 Durante la guerra civil española, el movimiento nacionalista marroquí conocerá un aumento sensible,
que tenía varias razones particulares. Se considera, por ejemplo, las importantes operaciones de
reclutamiento de soldados marroquíes para los ejércitos franquistas, que se hizo posible, con la ayuda o
no del gobierno español, según las diferentes hipótesis. Algunos miembros de tribus rifeñas y/o jbalas que
se opusieron a los reclutamientos, fueron ejecutados. Ver a BENJELLOUN, A. « Le mouvement
nationaliste marocain de l’ancienne zone nord et les Jbala ». En, Jbala, histoire et société. Pub. Du
Groupe Pluridisciplinaire d’Etude sur les Jbala, Ed. Du CNRS, 1991
15
DE SIERRA OCHOA. Alfonso. Arquitectura urbana. Cuarto curso de Interventores. S.N. Delegación
de Asuntos Indígenas, Tetúan. 1950, p. 51
16
BENJELLOUN, A. op cite pp.95-105.
17 Para más detalle sobre este tema, consultar el archivo personal de Alfonso De Sierra Ochoa, en la
biblioteca Vicente Aleixandre del Instituto Cervantes de Tetuán.

36
urbanismo español, realizado desde la urgencia y desde las ventajas de la colonización
europea. Durante más de treinta años después de la colonización, la arquitectura se
realizará sin arquitectos pero en la línea de los métodos de urgencia inspirados por la
obra colonial18. Los arquitectos dispersados en las diferentes administraciones no
aportarán más que una débil participación en la construcción y en las acciones del
urbanismo.

3-Larache, una ciudad que debe mucho al urbanismo español

Más que en Tetuán, Larache debe mucho al urbanismo y a la planificación


española. La obra colonial en Larache fue muy importante. La administración marroquí
trabaja todavía con los avances de la ordenación realizada en parte por la administración
colonial. Esta obra es además más apreciada que la intervención del Estado
independiente, que llegó con cierto retraso. Hubo que esperar treinta años –de 1956 a
1987- para ver crear en Larache cuatro barrios de hábitat popular en Caleto. Las
iniciativas llegaron para reforzar las obras ya comenzadas por la colonización, en los
mismos lugares. Desde 1987 hasta el final de los años noventa, el Estado no estuvo más
en la lógica de la producción oficial de viviendas sociales. En efecto, a parte de los dos
operaciones realizadas en 1987, urbanización de Magreb El Jadid, de 97 hectáreas,
iniciadas por el ERAC (Establecimiento Regional de Desarrollo Urbano y
Construcción), y la urbanización de El Wafa de 35 hectáreas, iniciadas por l’ANHI
(Agencia Nacional contra el Habitat Insalubre), y las realizada en 1989, urbanización de
Magreb El Jadid, de 97 hectáreas, iniciadas por el ERAC, todas las otras operaciones
fueron llevadas a cabo desde el sector privado. A decir verdad, la crisis económica
consecuente de la salida de los españoles, influirá enormemente sobre el Larache
proletario.

El sector de la vivienda y del hábitat fue la primera disfunción en este sentido. El Estado
no reaccionó inmediatamente. Hubo que esperar la promoción en Larache como cabeza
de provincia en 1986, para asistir a la reactivación tímida en materia de urbanismo. Es
por lo que los asentamientos chabolistas de Jnan Massari, Jnan Bacha, Jnan Bdaou y
Mhasshas se hipertrofiarán y tomarán una gran extensión, provocando hasta la
actualidad muchos desafíos –como el hábitat precario y el hábitat no reglamentario, de
dificultades y de resistencias al programa estatal –villes sans bidonvilles –ciudad sin
chabolas-, iniciado en 2004.

18 Ver > CATÁLOGO de VPO de Tetuán y Larache.

37
Fig.4- Proyecto de Plano general de ordenación de la ciudad de Larache en 1947

Fuentes: España, Ministerio de educación, cultura y deporte Escala: 1/2000


Archivo Personal de Pedro Muguruza

Este plano general a laves de superposición del plano de levantamiento


topográfico y el plan de ordenación elaborado por Pedro Muguruza (fig.4) resume la
cuestión de la vivienda en la época colonial. Aparece en el plano, el primer bloque de la
zona de viviendas para funcionarios, la barriada mixta para excombatientes y el Barrio
Nuevo. Realmente, desde 1943, se encuentra la vivienda realizada para los dispositivos
militares. También, la vivienda oficial realizada para las familias humildes españolas y
marroquíes. Por último, los asentamientos populares que habían ya proliferado en la
ciudad. Es decir que el plano se ha amortizado sobre la casi totalidad de los
asentamientos populares actuales. Se remarca ya la penetración, en forma de dedos, del
tejido urbano y los ejes de comunicación, en encuentro con el tejido rural y vacio de la
periferia (Muchada, 2015).

38
3-1-La Administración colonial: un mecanismo de la nivelación social y
territorial
Sin pensarlo, se puede decir que hoy, después de más de un medio siglo, de
independencia, la realidad urbana de la ciudad de Larache debe mucho al periodo
colonial.
3-1-1- El orden territorial urbano
La prueba incontestable es que, hasta muy recientemente, la administración
marroquí consultaba todavía los planos y las bocetos de ordenación establecidos en
1935 y 1947, especialmente el proyecto de ordenación urbana de Larache. En esta
ciudad, la colonización creó una verdadera ciudad nueva, destinada a la residencia de
técnicos e industriales españoles. Esta nueva ciudad fue concebida como una
continuación de la medina hacia el sur-oeste, para explotar el relieve. La actual plaza de
la Liberación (antigua plaza de España) es un espacio de transición entre la ciudad y la
medina. Entidad urbana y modelo donde se cruzaban medina y ciudad nueva sin sufrir
roturas ni contrastes, ni provocar procesos de aculturación o desarraigo, Larache supo
unir dos culturas. Se puede decir que hoy, la Ciudad de Larache, como Tetuán, debe
mucho al periodo colonial. La articulación territorial entre la medina y la Ensanche era
de grade importancia. A diferencia de la leña de separación causada por la colonización
francesa en casi todas las medinas ocupadas y nuevas ciudades, al contrario, España
reforzó la liaison entre las dos entidades territoriales sobre un fondo social
antonomástico. El crisol andaluz servirá como una unidad cultural neo-morisca
circulare. Lo que explica por qué la sociedad nórdica marroquí ha aceptado
profundamente, la cultura y el comportamiento españoles hasta hoy.
Fig.5-6- Los fundamentos de la orden administrativo- territorial

Vista sobre la medina de Larache y el primer núcleo de Ensanche

39
Vista aérea de la plaza de España en años 20 que muestra la articulación
entre la medina y la ciudad nueva en forma radial de crecimiento extensivo

Fuentes: Archivo histórico del ejército español-1923


Muchada, 2015, op.cite. pp. 100-102.
3-1-2-La aceptación de la arquitectura neo-morisca como identidad propia

La plaza pública central de Larache jugó un rol federativo entre dos entidades: la
araboislámica, y la ibérica. Es decir, entre una cultura islámica y una cultura europea
fuertemente atravesada por un bien-estar andaluz cuasi universal. La estructura espacial
peatonal de la medina, traducida en estrella y forma octogonal –Ensanche- de la plaza
de la España –hoy llamada Liberación-, es un ejemplo constructivo. Las calles son más
largas. Las parcelas son más grandes, permitiendo la edificación de inmuebles de tres y
cuatro plantas. Un hecho singular que también influyó sobre la producción
arquitectónica colonial en Larache, fue ser una de las ciudades del norte de Marruecos
con mayor concentración de efectivos europeos -13577, en 1955-. El desarrollo de su
espacio urbanizado, se fijó, en el periodo colonial, con una mayor celeridad que en otras
ciudades del Norte. La obra urbana colonial comenzó, de hecho, tiempo antes del
establecimiento del Protectorado. Porque Larache fue también y sobre todo, un
patrimonio portuario de un gran valor estratégico e histórico. Su puerto fue construido
en 1910, por la autoridad española. Desde ese año a 1930, la ciudad nueva, con el barrio
residencial y administrativo español y la zona industrial portuaria, fueron totalmente
concebidos y realizados. Desde 1927, las autoridades coloniales instaurarán un
programa de vivienda social de promoción oficial. Éste fue realizado tanto para los

40
“pequeños blancos” pescadores, funcionarios, mano de obra agro-industrial, soldados;
como para los autóctonos. Las famosas “Casas baratas”19 de los barrios de Barrio
Nuevo, Nador, Caleto y Mhasshas, llenaron su rol de barriadas de urgencia destinadas a
contrarrestar la avanzada de los asentamientos informales de Jnan Messari, Jnan
Bdaoua y Lalla Mennana.

Sin embargo, es primordial inscribir en su contexto particular, histórico y


político, el caso de Larache, para comprender la acción colonial en materia de vivienda
y de promoción de la urbanización. Con anterioridad, hubo varios periodos de
ocupación española de Larache, de los que el de 1610 a 168920, fue el responsable del
triunfo del modelo neo-morisco en la ciudad. Las autoridades coloniales de 1910
continuaron con la misma lógica del siglo XVII, de una filosofía colonial condicionada:
íntimamente mezclada en el rango social y en el género de vida de la población
autóctona, en la aproximación que consistía en “unir sin confundir y distinguir sin
separar”21.

Este tipo que jerarquía social calcada sobre la morfología espacial no fue nada nueva.
En la medina de Larache, la alcazaba kasbah dispone una morfología espacial que
corresponde con una clase aristocrática musulmana que vivió entre 1610 y 1689, antes
de ser el barrio general de las fuerzas de ocupación española. Procediendo así, la
autoridad colonial, utilizando la arquitectura neo-morisca consiguió alcanzar un modo
de producción espacial dual no sólo con el tejido tradicional sino en el seno de una
nueva estructura urbana. El edificio público dedicado al comercio iniciado como
mercado municipal de Larache queda una obra muy significada et simbólica del
clasicismo arquitectural revisado.

Así, la colonia española integrada –la nobleza- manifestó con insistencia su


estatus social a través de la necesidad identitaria autónoma de cara al sistema que la
producía –la península- y de cara al nuevo contexto de acogida. A la demanda de sus
clientes, los arquitectos metropolitanos construyeron fachadas suntuosas –caso, por
ejemplo, de la placa de España en Larache-. El objetivo fue exteriorizar el hábitat,
aunque componía con el tejido de la medina una continuidad, que se inscribía en una
modernidad incrustada en el vernáculo. Entre este nuevo espacio central y el espacio

19 Especie de trama sanitaria de 40 a 50 m2 dispuestos alrededor de un patio central atribuido


gratuitamente con un alquiler simbólico que no pasaba del 2% del valor locativo real.
20 GARCIA FIGUERAS, T. Larache, datos para su historia en el siglo XVII. Consejo Superior de
Investigaciones científicas, Madrid, 1973.
21 BEN ATTOU, M. La diversité symbolique du patrimoine dans la péninsule tingitane, organisation,
valeur, interprétation et mode de gestion : cas de Larache et de Ksar. Revue Cahiers Géographiques n° 3-
4, Pub. De la Fac. Des Lettres et des Sciences Humaines de Fès- Saïs, Fès, 2007, pp.45-58. P.51

41
popular y proletario, una estructura de cuarteles se localizó como punto de partida del
“Ensanche” 22, y de las principales arterias de la ciudad colonial.

Fig.7 El mercado municipal de Larache : una obra simbolo del cosmopotlitismo de los
centros de négocios

Fuente: Carta postal, selbstverlag der naturwissenschaftlichen, 2012 p.240

El modo de producción espacial y arquitectónica hizo del espacio público -Plaza


de España-, un espacio preferente que constituyó el elemento central alrededor del cual
se estructuró “en forma de plaza de toros” toda la aglomeración con sus componentes
sociales unidos pero sin ser confundidos. En ese sistema de producción de la ciudad, la
élite española ocupó el primer lugar, pero la plaza, pensada aquí en términos de
comercio, servicio y equipamiento de base, y en forma de círculo de la plaza pública,
como modo de vida, de uso y de gestión, de unión de habitantes ricos y pobres, tuvo su
lugar en una ciudad proletaria.

La obra colonial en Larache, fue importante desde la perspectiva histórica,


política y socioeconómica, aunque especialmente, desde el plano cultural, y la
construcción del paisaje urbano. El orden material del Ensanche y la organización de

22 Sobre la noción de Ensanche, ver a BRAVO NIETO, A. « Tetuán y Larache, dos modelos de
ensanche en el norte de Marruecos”. En la formación de la ciudad: apuntes sobre urbanismo histórico de
Ceuta. 2006. Pp.83-108

42
motivos geométricos acompañaron y tuvieron una importancia relevante, como
símbolos de la administración colonial en las urbanizaciones y los cuarteles que
dominaban los ejes de circulación y de penetración en los diferentes barrios de Larache,
partiendo de la plaza pública de España –de Liberación-. En efecto, la administración
colonial instrumentalizará el orden geométrico para simular el orden administrativo y
político. El ejemplo de la Comandancia23 es muy instructivo. Sus formas geométricas
ordenadas en color azul y amarillo, bien incorporadas en los azulejos, estilo de la nueva
arquitectura morisca, ordenada a la manera de las colonias españolas, querían expresar,
claramente, a través de los motivos, una necesidad de identidad y de autonomía, que
serán colocadas en la entrada de la Comandancia de Larache.

Los mismos motivos van a ser incorporados en los diferentes cuarteles y en las
diferentes urbanizaciones como símbolo del rigor político –administrativo colonial que
se encuentran en Tetuán, Tánger, Asila, y en los poblados donde había una
concentración del tercer regimiento de las fuerzas auxiliares –Beni Gorfet, Tleta de
Raïsaana, Tnine de Sisi El Yamani, etc.-

Desde muy temprano, los españoles comprenderán hasta qué punto era
importante la situación de Larache, tanto para el intercambio económico como por su
posición estratégica. El estatus de capital del territorio le permitirá a esta ciudad, jugar
un rol importante. Es cierto que su función administrativa fue de segundo grado, ya que
dependía directamente de Tetuán, concretamente de la Delegación de Asuntos indígenas
del Alto Comisariado; pero, de cara al territorio del Lucus, será ella quien concentre
remarcablemente todos los otros poderes, a saber, las Delegaciones de Economía, de
Industria y Comercio, de Higiene, de Educación y Cultura, de Obras Públicas y
Comunicaciones, de Finanzas, y de Vivienda. Dotada de un gobernador que dependía
directamente del Alto Comisario que dominaba totalmente al Pacha (bien si éste último
dependía del Jalifa del Majzén), la capital del territorio del Lucus jugó un rol decisivo
en el funcionamiento del aparato administrativo colonial. Será Larache quien focalice
todos los circuitos administrativos territoriales y quien organice la vida económica y
social. Será también dónde se tomarán las decisiones.

En definitiva, será ella quien asegure la coordinación entre el territorio y la


capital del protectorado (Tetuán). Evidentemente, Larache se aprovechó de su situación
para dotarse de importantes presupuestos municipales para poder, entre otras coas,
tomar a cargo los programas importantes de producción oficial de viviendas sociales, en
los alrededores de la ciudad, como en su periferia Sur. A nivel local, la adopción de la
Junta rural de fracción como base de la administración colonial española –Dahir de
1952, art. 13-, le asegurará el control y la implicación progresiva de la población en los
programas oficiales de hábitat social. Se señala que fue justamente en la escala local,
donde la colonización oficial pudo presumir de haber alcanzado el mayor éxito de su

23
Llamado localmente “Dar el Majzén Al Jadida”

43
política administrativa. Es más particularmente en el Lucus, donde el funcionamiento de
las instituciones administrativas locales resultó más eficaz.

3-2- Un elemento favorable a la producción del territorio urbano

Uno de los principales elementos a estudiar fue el origen de la propiedad del


suelo. El estatus de propiedad de suelo marroquí es uno de los más complejos en la
escala del Magreb. Antes, durante y después del protectorado, existió junto a la
propiedad privada, la propiedad del Majzén, la propiedad colectiva, la propiedad del
Habous y el estatus guich. Se trataba pues de una propiedad inestable, resultado de un
suelo contencioso y muy dividido, fuertemente vinculado a un orden religioso, a un
derecho tradicional de base social, y a la puesta en escena de un aparato de poder. La
promulgación, por la colonización francesa, de los Dahires “de organización de la
propiedad” 24 privada y la del Estado, va a contribuir a la in-matriculación de la tierra
para facilitar el otorgamiento de la propiedad en manos de la colonización.

En la Zona del norte, el procedimiento de registro de la propiedad no fue un


objetivo prioritario aplicado en toda transacción inmobiliaria. Como consecuencia, otros
mecanismos y procedimientos se desarrollaron por parte de la colonización española
para producir el territorio urbano en Tetuán y Larache. Estos mecanismos y
procedimientos van a derivar del contexto propio de los territorios del Jbala y Lucus.

En Larache, es necesario decir que la colonización no facilitó ningún acceso de


los larachenses a la propiedad privada. Articulándose con el poder del Caïd,
materializado en la persona de Khalil Raissouni25, Pacha de Larache (1925-1956), la
administración colonial va a constituirse un patrimonio de suelo inalienable que va a ser
inyectado, en parte, en la producción del territorio urbano. Estas circunstancias rodearan
la cuestión del suelo.

Durante más de medio siglo (1908-1956), el patrimonio de Raissouni se


constituirá por el alineamiento de tierras privadas –Melk-, la desposesión de las tierras
colectivas –Jmâa- , y la expoliación de las tierras de la Autoridad del Sultán- Majzen-.
En efecto, desde 1926, cerca de 950 hectáreas del bosque –Ghabat Laraïch- al sur de la

24 Se trata de la ocurrencia del dahir del 12 de agosto de 1913 que organizaba la propiedad corporativa,
el dahir del 1 de julio de 1914, concerniente a la inyección de propiedad pública a partir del patrimonio
de suelo del Majzen; el dahir del 3 de enero de 1916, redefiniendo la propiedad privada del estado; el
dahir del 19 de octubre de 1921, relativo a la propiedad de las colectividades locales. Otros dahires
concernientes a la reorganización de las tierras colectivas fueron promulgados también: los del 14 de
diciembre de 1920, el 20 de mayo de 1924, el 16 de marzo de 1926 y el 5 de enero de 1952.
25 Raïssoni había heredado de su padre, Caïd Cherif Raïssoni más de 2000 hectáreas en los territorios de
los Jbala de Béni-Arouss, de Béni Gorfet y de Soumata, que se sumaban a las numerosas tierras que
pertenecían a la familia Raïssoni emigrada a Larache desde Asilah (FC Henares, 1953: 23). De hecho, el
patrimonio de propiedad de suelo de Larache se formaba de los aportes de numerosos migrantes del
Jbala. La mayoría de las tierras fueron adquiridas por la fuerza de la lay, en la que el Caïd y el Pacha de
Larache colaboraban con el sistema colonial. Para comprender los orígenes fundamentales del conflicto
regional, ver MEZZINE M. « Jihad au pays Jbala ». In Jbala, histoire et société. Pub. Du Groupe
Pluridisciplinaire d’Etude sur les Jbala, Ed. Du CNRS et WALLADA, Casablanca, 1991. Pp.76-78.

44
ciudad, serán expoliadas por el Pacha Raissoni para desarrollar su territorio de caza26.
Pero el hecho de que los Raissuni no fueran ni grandes rentarios, ni agricultores-
elevadores, sino hombres de la administración que no podían invertir en el medio rural
ni peri-urbano, donde eran ampliamente odiados y cuestionados27, hizo que su intención
fuera ceder una parte de su propiedad a las autoridades coloniales y/o vender sus
terrenos a los especuladores españoles interesados en revender las tierras agrícolas a la
Administración –Majzen-28.

Un segundo elemento, no menos importante que la cuestión del suelo, fue la


dimensión cultural: aquella de difundir un urbanismo periférico a través del modelo de
habitar como practica de la modernización y la vida decente. Se debe recordar que
después de la pacificación del Norte, en 1927, se producirá un nuevo afluente de
población españolas de diferentes clases sociales y horizontes. Nuevos barrios surgirán
así, tanto en Tetuán, como en Larache, Alcazalquivir y otras ciudades.

La administración colonial estuvo obligada a responder a una demanda


diferenciada sobre la necesidad de vivienda, para acoger a cada uno de los grupos. La
vivienda económica de carácter social realizada como respuesta a esta demanda, va a
incitar un nuevo flujo de éxodo rural fascinado, esta vez, por el modo de habitar en sí
mismo. La administración española se confrontó a varios desafíos. El General Primo de
Rivera tuvo que crear un clima de confianza entre un mosaico de la población española
y marroquí, en el que la medina no podía asumir dicho ejercicio, y la ciudad europea sí
se presentaba como un espacio preferencial del urbanismo oficial. El resto del espacio
se consideraba periurbano, ya que el medio rural, era un lugar de colonización agraria.

En segundo lugar, el contexto de la guerra civil española, va a realizar también,


por su lado, una presión sobre el espacio periurbano. Más allá del contingente de Jbala,
que se enrolará en el Ejército español, habrá otro contingente rifeño, que presionado por
su vulnerabilidad económica, hará su aparición en la escena29.

La producción del territorio periurbano respondió por tanto a un contexto


complejo y de urgencia donde el hábitat social y los cuarteles militares dominarán el
paisaje. Para crear un clima de confianza, la política española privilegió los
equipamientos culturales y los medios de comunicación audiovisual como la radio, el
cine y el teatro. Es decir, innovaciones desconocidas para la mayoría de población de
origen rural. Gracias a estos instrumentos, las autoridades coloniales difundirán su
ideología: un avenir mejor en la vivienda social. Éstos serán instrumentos que

26 HENARES F.C. Alcazar el Quivir en 1950. Tetuán, 1953. p. 93


27 AYACHE, G. Les origines de la guerre du Rif. Ed. SMER, Rabat, 1990. p.261
28 MORALES P.A. et CERRALBO D. « Esquisse d’aménagement de la ville de Larache ». Institut
d’Urbanisme de l’université d’Alger, 1959.
29El mismo fenómeno de éxodo rifeño se va a producir en el caso de Alcazar el Quivir, creando los
barrios chabolistas de Douar Askar, Roufa Oulia, Roufa Soufla, alrededor del barrio español « El
Barrio » ; MORALES P.A. et CERRALBO D. « Esquisse d’aménagement de la ville de Larache ».
Institut d’Urbanisme de l’université d’Alger, 1959.

45
permitirán a los “franquistas” reclutar una parte importante de la juventud local,
fascinada por la imagen del soldado español admirado, en su vivienda social, sobre los
escenarios fijados en la “Plaza del Teatro”.

3-3- La aceptación social del modelo colonial se articula sobre el desarrollo


económico o la introducción de la sociedad proletaria

En Larache, la colonización creó un patrimonio arquitectónico relativamente


singular por acoger a los técnicos responsables de la Administración de la
“Comandancia” y los técnicos industriales del complejo agro-industrial de Lukus30. Este
hecho fue importante, ya que fue percibido por la población de todo el territorio del
Lucus como un hecho de tolerancia y de modernización, que comenzaba a organizarse
en torno a las actividades de producción. Al mismo tiempo, desarrollaba para la
población rural centros pilotos de experimentación de la colonización rural para los
colonos benefactores de las tierras del Majzen y del marco eficaz de apoyo de los
servicios agrónomos de Raïssana, de Mrisa y de Smid El Maa, reservados a los
cereales, legumbres, plantas, fibras textiles, melón español y ensayos de la cultura de la
caña de azúcar31.

Estos nodos rurales constituirán la base migratoria del Larache colonial. La


apertura de comunicaciones realizadas por esta ciudad a partir de 1923 por facilitar la
puesta en valor del Bajo Lucus y el flujo de su producción sirvió de herramienta de una
movilidad rural hacia Larache. De hecho, la colonización procederá entre 1923 y 1936 a
la creación de infraestructuras que reforzarán la dinámica del Bajo Lucus y orientarán
sus actividades posteriores. La mejora de la comunicación por la construcción de dos
líneas de ferrocarril (Alcazalquivir-Larache, y Alcazalquivir-Tánger) y una red de
carreteras de 400 kilómetros, que unían Larache a los diferentes destinos, va a
contribuir, a su vuelta, a la emergencia de pequeños centros de colonización, como Tleta
de Tatouft, Tnine De Sidi El Yamani, Khemis Sahel y Mexrah, donde los flujos
migratorios se orientarán hacia Larache, capital territorial y ciudad proletaria.

Después de 1930, la prolongación de la ciudad de Larache se efectuó según el


plano de urbanismo de 1927, hacia el sur. Esta vez la iniciativa de la producción oficial

30 Fueron también los conceptualizadores de la revolución verde del servicio agronómico de todo el
protectorado, apoyándose en el hecho de que el territorio de “Lucus” fue el más fértil y que sirvió
destacadamente para la construcción de una base económica agroindustrial metropolitana, a partir de la
colonización agraria. Las empresas se harán valer a través de la mejora de las redes de saneamiento e
instauración de irrigación de más de 2000 hectáreas a través de bombea. Esto permitió desarrollar las
culturas especulativas, de horticultura, cítricos y ganadería. Esta base de producción permitirá alimentar
la industria agroalimentaria de Larache, y gestionar las constricciones de una ciudad en proceso de
proletarización rápida, y de soportar su urbanización.
31 Se recuerda que los colonos, dispondrán en Raïssana (a 21 Km al Este de Larache) de 1400 hectáreas
talladas hasta después de 1945 por el Estado español sobre tierras colectivas y del Majzén. En 1947, los
colonos les serán concedidas más de 122 hectáreas en Mrisa. Para más detalle ver HENARES F.C.
Alcazar el Quivir en 1950. Tetuán, 1953. P.87; ver también GARCÍA FIGUERAS, T.; DE RODA
JIMÉNEZ, R. (1951-1955), Economía social de Marruecos, IEA, Volumen I , Madrid, 1955.. p. 217

46
de vivienda respondió a la necesidad de un orden social y militar. La creación del Barrio
Nuevo y Nador, debía resolver el problema de la vivienda de las clases medias cada vez
más numerosas: administradores, pequeños industriales, etc. Era evidente, que la calidad
de las edificaciones fue menor que en el barrio europeo. Se trataba de viviendas
económicas mejoradas. Sin embargo, animado por el flujo del éxodo rural atraído por
las unidades industriales de Larache, se comenzaron a saturar los espacios periurbanos,
en forma de asentamientos informales que aparecerán desde los años treinta 32. La
industrialización de Larache provocará la aparición de una extensa red de calles trazadas
por la colonización, en vistas de una extensión eventual de la ciudad. Fueron los
asentamientos de Jnan Massari, Lalla Mennana y Jnan Bdaoua, los primeros
asentamientos chabolistas en aparecer. El primero fue debido al éxodo rural local
intensivo. Los otros dos, fueron consecuencia de la emigración española de pobreza –
pescadores, obreros, campesinos, soldados, etc.-

En vistas a limitar la extensión de los asentamientos informales, sobre todo el de Jnane


Massari, las autoridades españolas crearon a partir de 1932 en Caleto, un nodo de
hábitat popular con la tipología de Casas Baratas33. Sin embargo, toda la población
chabolista no pudo beneficiarse de esta política de vivienda, ya que el número de
construcciones fue limitado y la atribución de las viviendas a los pobres fue muy
selectiva, comenzando por los españoles, primeramente, seguidos de los judíos, y por
último de los marroquíes musulmanes34.

La población de Larache, que no pasaba de los 10.000 habitantes al inicio del


último siglo, se cuadriplicará en medio siglo. En efecto, la población de Larache
contaba en 1955 con 42678 habitantes, de los que el 31,7% de la población europea,
prácticamente española, y el 3% judía marroquí. La dinámica demográfica de Larache
colonial se situó entre 1920 y 1950. La población urbana pasó entre esas dos fechas de
16439 a 41286 habitantes, es decir, con un ritmo de crecimiento medio anual del 4,71%.
La población española, en sí, pasó de 7040 habitantes en 1920 a 13557 habitantes en
1955, es decir, con una tasa de crecimiento anual del orden de 2,52%. Así como los
efectivos judíos marroquíes, que disminuirán en el mismo periodo de 2120 a 1326
individuos. El recuento español de la población civil de 1920 y los diferentes censos de
1930, 1940 y 1950, así como el anuario estadístico de 1955, confirmarán la fuerte
presencia del contingente español. Durante ciertos periodos, y especialmente entre 1920

32 DELISTE. S.T (1949). Le prolétariat marocain de port Lyautey. Rapporté par LECOZ Jean (1964). Le
Rharb : fellahs et colons, étude de géographie régionale. Centre National de la Recherche Scientifique,
p.914
33 Este nodo va a tener el objetivo de la construcción de un programa de Casas Baratas en Caleto en
1987, después de la destrucción de una parte de barrios chabolistas y la construcción de un muro,
escondiendo el asentamiento de Mhasshas, a raíz de la visita real en marzo de 1988. Para más detalle,
consular, KARCHAFI F ET THIBEAU J., 1986 : Ville de Larache, résorption des bidonvilles Jnan
Bacha, Jnan Bdaoua et Mhasshas : étude préliminaire. Rapport de l’ANHI, p.6.
34 Estas vivienda fueron atribuidas a personas en posesión de un certificado de no recursos, deliberado
por la Pachauía de Larache, tras la aprobación del Moraqib español.

47
y 1930, antes de la llegada del flujo del éxodo rural, la población española representaba
más del 44% de la población total de Larache. Lo que explicaba las iniciativas de
urgencia de las autoridades coloniales en la producción oficial de viviendas sociales35.
En 1950, Larache dibujaba ya el perfil espacial de la ciudad de hoy.

De las trece unidades industriales españolas localizadas en Larache en 1950,


ocho revelaban un capital español, confirmado en las filiales agroindustriales y de
transformación de productos haliéuticos. Por ejemplo, la CAL disponía de un fondo de
inversión, que superaba en la época, los treinta y cinco millones de pesetas36. También,
se debe considerar la importancia de la producción de conservadurías de Larache –
Tracosa, Las Conservas de Marruecos y la Conservería del Makhazine-, que se hacía
evidente por la proporción –en valores de producción- que representaban respeto al
Marruecos español, no descendiendo del 42% en 1952, 48% en 1953 y 54% en 195437.
De los 851 obreros-pescadores que trabajaban en la almadraba del litoral atlántico en
195438, tan sólo 168 eran marroquíes, y el resto, todos españoles. Una vez más, estos
datos permiten comprender la acción realizada por el Estado español, que quería
promover la vivienda social progresiva en torno a Larache, concretamente con la
restructuración de Barrio Nuevo y el proyecto de viviendas para pescadores, para frenar
así, la extensión del chabolismo en Lalla Mennana. Igualmente, un programa
promocional estructurado de Casas Baratas fue realizado en la periferia inmediata,
concretamente en el barrio Caleto, para frenar el desplazamiento de las chabolas de
Jnane Mhasshas y de Jnan Bdaoua.

4- Alcázar el Quivir: un ejemplo de cooperación arquitectural al nivel de una


ciudad

El comportamiento del protectorado español frente al patrimonio


arquitectónico local material e inmaterial estuvo condicionado por los objetivos de la
presencia española en Alcázar el Quivir. Impresionado por la arquitectura local porque
es parte del momento en que aceptó la arquitectura árabe-musulmana a través del crisol
de Andalucía. En el campo, la autoridad colonial se inspiró en la arquitectura vernácula
y comunitaria local para construir sus áreas de recepción para cuadros militares en
Maâskar. Encontró frente a ella, una sociedad altamente enmarcada y bien encerrada en
su identidad y en su entorno económico, espiritual y de hermandad.

35 Considerar la amplia proporción de efectivos militares en la ciudad, hasta la consolidación de la


pacificación entre 1927 y 1930; y considerar, la aparición de epidemias en la ciudad durante los inicios de
los años 20, como motor de las iniciativas de creación de viviendas sociales.
36 GARCÍA-FIGUERAS, T. (1955) Op. Cit., p.98. Recuérdese que en el Acta de Algeciras, se dejaba
entrever, ya en aquella época, toda la iniciativa de lanzarse a la industria.
37 Anuarios Estadístico de la Zona de Protectorado. Ministerio de Trabajo, Dirección General de
Estadística, Zona de Protectorado y de los Territorios de Soberanía de España en el Norte de África.
Anuario Estadístico.1955. Pp.125-126
38 Se trata de los fondos de pesca del Sahel, de Garifa, de Khlot, de las Cuevas y de Punta Negra.
.

48
Por supuesto, la obra colonial en Alcázar el Quivir no era tan densa ni
monumental como en Tetuán y Larache, porque Alcázar era una ciudad fronteriza entre
dos áreas de protectorado (español y francés). El protectorado quería hacer de esta
ciudad un lugar de reclutamiento de soldados para servir en el proyecto político de
Franco. Esta es la razón por la cual la arquitectura española en Alcazar ha sido una
mezcla de motivos islámicos, andaluces y judíos.

A señalar que podemos distinguir, sin dificultad, tres edades arquitectónicas en


Alcázar. La primera era un periodo transitorio donde la huella de CARLOS ȮVILO
como ingenio municipal de Tetuán, capital territorial de la zona del norte, se siente
también en Alcázar el Quivir. Los importantes edificios públicos han sido muy
influenciados por la arquitectura local. Que se trata, del dispensario o de la sala de radio
(1918-1919) o de la PTT (1924) et de las escuelas españolas (1947), el plan urbano fue
inspirado por la arquitectura religiosa y los maestros artesanos.

Fig.8 propiedad del suelo dentro et al rededor de la medina de


Alcázar el Quivir en los años 50.

Propiedad del majzén


Propiedad privada (Kasraouis)
Propiedad del estado español
Propiedad de la administración colonial

Fuente: Mapa reproducido de P. MORALESY D. CERRALBO, 1958 y completado a través del trabajo
de F.C. HENARES, 1953.

49
La segunda etapa fue caracterizada por la ingesta de José LARRUCEA. Sus
obras, más allá de su cierto valor escultórico, están firmemente enraizadas en la
memoria colectiva del paisaje urbano de esta ciudad. El Instituto Ibn Khaldoun así
como la residencia general (1926), la Iglesia Corazón sagrado (1931) y La fundación
Sidi Bouhmed (1934), constituye un testimonio aún en pie de un severidad compositiva
donde coexisten los elementos provenientes de la tradición racionalista de los años
treinta con aquellos trasladados, así literalmente, de la arquitectura árabe: arcos de
herradura, portada con alfiz, rejas y celosías.

La tercera etapa se inicia con un grupo de ingenios de tamaño muy importante.


Fernández SHAWC, Hueca GOITEA y Francisco HERNAN cumplirán varias
residencias privadas de gran valor en las plazas públicas de la medina alrededor de la
Hará, la scriña (pequeño ensanche), la plaza Al Mers et El mercado Lalla Aicha (1932).
Es el caso también del teatro ALFONSO 13 construido por Perez CALDOS. Este teatro
al principio se ha convertido en una sala de cine formando un punto de unión entre los
dos distritos de la medina (Chariâ y Bab El Oued).

Al fin, podemos decir que la comprensión, la reconciliación y la cultura de


reconocimiento deben pasar antes de la financiación y la compasión primero requiere
ciudadanía y confianza en el pasado para construir un futuro sostenible. Es decir que
más allá de cualquier posicionamiento político actual, la historia se escribe a través de
una sucesión de eventos felices o infelices. La clave es aprender del pasado para vivir
juntos el presente et el futuro. Realmente, ningún proyecto de circuitos turísticos puede
tener éxito si se vacía de su sustancia y de su alma, cualquiera que sea el grado de su
inteligencia económica. Aunque el proyecto es específico sobre el plan sectorial, no
puede garantizar la sostenibilidad. Si el proyecto turístico no es apropiado por la
sociedad local como su propio proyecto integrado, eventualmente se desgastará.

El patrimonio arquitectónico y urbano es un patrimonio universal que participa


ciertamente en la promoción del turismo, pero es importante que sea un elemento de
construcción de la identidad y el intercambio por parte de la civilización del mundo. Los
informes de Marruecos y España son informes de intercambio de una civilización
circular que ha viajado por todo el mundo. Los españoles entendieron el peso de la
estaca histórica. La Junta de Andalucía está en todas partes en la península tingitana
(Tetuán, Larache, Alkazar, Xaouen...). Al nivel de Alcázar el Quivir, la Junta de
Andalucía (como lo muestra la figura 9), toma en cargo varios proyectos de mejorar y
rehabilitación del patrimonio original de la ciudad antigua durante las últimas dos
décadas. En el Bario artesanal Bab El Oued, los santuarios de Lalla Fatima Andalucía,
Sidi RaÎs han sido rehabilitados. Todo como La Mezquita grande, Dar Gailan, Mullah y
la Medersa Dar Dbagh. También en el bario aristocrático de Chariâ, la junta de
Andalucía va a procesar de la misma manera: tres santuarios el de Moulay Ali

50
Boughalen Andalusí, los santuarios de Sidi Azmiri et de Sidi Yaâcoub. Despues, la plaza
del Mers, la Mezquita Saïda (la graciosa), la Medersa Inaniâ et la escuela Mouahada
(unitaria)
Fig.9 El apoyo del patrimonio Kasri por parte de la junta de Andalucía
durante las últimas dos décadas.

Fuete: elaboración personal del Autor

Al fin, podemos decir que la comprensión, la reconciliación y la cultura de


reconocimiento deben pasar antes de la financiación y la compasión primero requiere
ciudadanía y confianza en el pasado para construir un futuro sostenible. Es decir que
más allá de cualquier posicionamiento político actual, la historia se escribe a través de
una sucesión de eventos felices o infelices. La clave es aprender del pasado para vivir
juntos el presente et el futuro. Realmente, ningún proyecto de circuitos turísticos puede

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tener éxito si se vacía de su sustancia y de su alma, cualquiera que sea el grado de su
inteligencia económica. Aunque el proyecto es específico sobre el plan sectorial, no
puede garantizar la sostenibilidad. Si el proyecto turístico no es apropiado por la
sociedad local como su propio proyecto integrado, eventualmente se desgastará.

Conclusión

A modo de conclusión, podríamos retener que este acercamiento multidimensional


complejo sobre las relaciones marroquí-españolas a nivel de la arquitectura, la
planificación y la producción del territorio, constituyen un ejemplo pedagógico que
puede gustar a modelos como los otros informes de vecindad y moderar el
posicionamiento por parte de la emigración por ejemplo. La modernidad arquitectónica
y la construcción de un territorio en las tres ciudades de Tetuán, de Larache y de alcázar
el Quivir, bajo el protectorado español, presenta siete conclusiones importantes:

A diferencia de la colonización francesa, en el norte de Marruecos, el


protectorado español no procedió desde un posicionamiento militar y civilizatorio de
superioridad. Para responder a las demandas de vivienda social y militar, por parte de la
población española presente en ambas ciudades así como por la comunidad musulmana
y judía local, el Estado colonial estuvo en la obligación de operar, fuera de todas las
consideraciones ideológicas, fueran conscientes o no, a la escala humana. Este hecho
fue muy importante, e influirá para siempre en el modelo de urbanización colonial y en
las relaciones de fuerzas sociales. También, llevará a un cambio estructural de la
propiedad y el estatus de propiedad de suelo por las mismas razones.

La investigación de la producción del territorio, la cuestión del hábitat y la


vivienda en el periodo colonial no puede emprenderse correctamente, en el norte de
Marruecos, sin el acercamiento crítico de los archivos y las fuentes bibliográficas
españolas. La recuperación y reagrupación de estas fuentes, junto con las otras fuentes
en lengua árabe y francesa, es del todo útil. De hecho, la cuestión de las fuentes
hispánicas es central en este género de empresas para disponer de una documentación
bien precisa e informativa que serían aplicadas directamente en el estudio de los
proyectos de hábitat y vivienda. Esta documentación correspondería a la realizada por
los actores mismos, fuera de carácter promocional realizada por el Estado colonial, o de
carácter privado, iniciada por los promotores y maestros de obra españoles, marroquíes
o judíos.

La lectura patrimonial transversal es una de las lecturas más adaptadas al estudio


de las relaciones marroquí-españolas. Que se trata de la arquitectura, del turismo o de la
cuestión de la vivienda de promoción social del hábitat y del urbanismo en la Zona
norte del protectorado español, es necesario de privilegiar la escala humana dentro de
una civilización circulada. El acercamiento ideológico que posee un cierto interés
científico, arriesga a mostrarse inadaptado a propósito de la lectura política del hábitat

52
en el protectorado español, ya que puede desplazarse hacia una generalización, sin
referenciarse fuertemente en la característica global de la política española en materia de
hábitat, en toda su integralidad. El otro riesgo es el de una lectura ideológica que
pudiera venir del hecho de transponer los referentes políticos del modelo francés al
modelo español, forzándolo a encontrar coincidencias ideológicas.

El concepto de la modernidad es un concepto más amplio, a no percibirse


únicamente desde el trazado arquitectónico ni en su dimensión espacial, sino de
buscarlo en la propiedad, como producto social, territorial, cultural y de prácticas
ciudadanas. El concepto de modernidad tiene también una dimensión temporal que se
constituye como proceso. No es únicamente una apreciación fijada en el tiempo. Entre
una modernidad, calificada como “impuesta” bajo la colonización, a menudo
racionalizada en términos de relaciones de fuerza social y política, y una modernidad
posterior, propiamente establecida en términos de producción de riquezas a través de
estrategias de apropiación de propiedades de suelo, como los ZUN, los radios de
apropiación del hambre de vivienda a partir de los años 80; los dos tipos de modernidad
están separados por una fase donde la arquitectura se hacía sin arquitectos. Desde ese
lugar, el concepto de la modernidad parece adquirir una fuerte apreciación por el
usuario en tiempos de la transformación colonial. Sea lo que sea, el debate
metodológico y conceptual sobre la cuestión de la modernidad revisada está abierto, y
en sus inicios. La investigación interpele lecturas pluridisciplinares de las ciencias
humanas, técnicas y profesionales para inventar el concepto de la modernidad del
mañana, apoyándose en los referentes históricos e identitarios.

El redescubrimiento del fenómeno del Ensanche como espacio de extensión, de


modo de vida y de unión espacial en las ciudades del norte de Marruecos a partir de una
visión del sur del Mediterráneo. Este concepto, conocido en el análisis espacial y
arquitectónico español desde los trabajos de Cerdá en Barcelona, es, por el contrario,
mal o poco conocido en el análisis arquitectónico francés. Este estudio sobre las
viviendas oficiales bajo el protectorado español ha sido una ocasión para redescubrir el
Ensanche, percibido desde el Sur del Mediterráneo como extensión espacial, construido
alrededor de la plaza, como espacio de articulación entre dos entidades urbanas
distintas, la medina, de un lado, y la nueva ciudad europea extensiva del otro. He aquí el
redescubrimiento del Ensanche como espacio de vida y de relación, y como herramienta
de planificación sobre la cual la colonización española construyó un modelo urbano
circular, asegurando la continuidad entre los dos espacios. Este modelo difiere
totalmente del modelo urbano lineal y segregador introducido por Lyautey en el
objetivo de separar espacialmente la medina de la ciudad nueva bajo una ideología
proteccionista poco sostenible, en un contexto de extrema gobernanza vertical.

La intervención en los espacios periféricos de la colonización española como


una estrategia de creación en la urgencia. Esta intervención, inscrita en el contexto de
crisis, fue considerada, posteriormente, una iniciativa durable para la construcción de un

53
modelo de hábitat social y de producción del territorio periurbano que pasará a ser el
tejido urbano de la ciudad independiente. Si el Estado independiente hubiera podido
continuar, durante los primeros treinta años de independencia, el ritmo de producción de
vivienda y de territorio periurbano, el hecho de la crisis de vivienda y la precariedad
urbana en materia de hábitat insalubre tendría hoy menos consecuencias.

Es deber del sistema de regionalización avanzada establecer el proyecto de


turismo regional en el norte de Marruecos (lleno de potencialidades) como un activo
institucional para el desarrollo territorial desde abajo. No son los puertos deportivos
personales, las marinas ni los profesionales del turismo de inversión del sistema
mundial sin valor de retorno o ciudadanía lo que detendrá la emigración ilegal, el
contrabando y la devaluación de la sociedad local, pero el cambio a la escala humana.

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