Marquina. El Ayer y El Hoy

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‘Aurora Marquina Espinosa es profesora de: Ant fen el Departamento de Antropologia Social de Iz UNED. Sus campos de estudio ha frup nicos en Epi ely ete marinacion social y violencia, de Educacian y Mt de la que fue une de formacién de prot 5 hh cis , o> 6 e? Aurora Marquina Espinosa (comp.) DERNOS DE LAUNED EL AYER Y EL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA Volumen I Hacia el futuro Untversipab NacioNaL DE EDUCACION A DISTANCIA CUADERNOS DE LA UNED (35259CUI1A01) EL AVER Y EL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HACIA EL FUTURO. VOLUMEN I Quedan rigurcsamente prolubidas, si fa aurorizacion escrtia de Ins tteulares del «Coporighit, bajo las sanciones est i eproduccion total o parcial de idos la reprugrafia ef fares de olla mrediante al ont, © UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACION A DISTANCIA - Madrid, 200 Libreria UNED: Bravo Murillo, 38 - 28015 Madrié Tels. 91 398 75 6073 73 E-mail, hbreria@adm.tned cs © Aurora Marquina Espinoss: ISBN (Wolumen 2-4820-1 ISBN (Obra Completa! §4-362-4818-X Deposiia Tegal: M. 24433-2004 Primera edicion: septiembre de 2004 Lepeeso en Espana - Printed in Spain tmnprime: Impress ¢ Revisias, S. A. IMPRESA) a sus reroRos: nines, Agradecimiento ... {INDICE Imroduecién, Aurora Marguitta oo... Situando la antropologia politica 1. Contrapunto I: Desaparieién y olvido: las posibilidades de la me- v * Algunos ejemplos de poderes y gobiernos..... 6 moria. Eduardo L. Mendoza . La Antropologfa politica: Nuevos objetivos, nuevos objetos, Mare ABERS Sistemas politicos africanos. Meyer Fortes y B. E. Evans-Pritchard... Antropalogia pati Ronald Cohen. ismo en las relaciones. Abner Cohert Contrapunto I: Conmninitas: Modelo v Pracese. Victor W. Jefaturas, reinado v poder colonial: Evolucién de la estructura po- Iitiea de los Bubis en la isla de Bioko. Nuria Perndndes 0. 29 au 51 7 7 127 157 139 18) )_ELAYER Y EL HOY: LECTURAS DE ANTROFOLOGIA POLITICA HACIA BL FUTURO 3. Hombre pobre, hombre rico, gran hombre, jefe: Tipes politicos en ‘Melanesia y Polinesia. Marshall Sahlins . . 215 J, Amigos y enemigos: manipulaciones y estrategias en la dindmica conflictiva de un pueblo andaluz. Ererigtie Luque soo a BY ). Camino de los muertus, camino de los vives. Las figuras del cha- ‘manismo en las comunidades armaras del altipiano holiviano i 267 . Louis Dumont 288 2. Escritos para el Pogens Reeves Sai au um uestiones de estado ..n.n rennin . 35 Contrapunto Hk: Cuatro cattas, cuatro propuestas de accion so- cial. Cartas a mis amigos. Silo (Mario Rodriguez Cobos}... penne 383 s. La sociedad contra ef Estado. Pierre Clastres.... 3. ¢Violencia étnica o violencia de Estado?: nacionalismos estatalis- §. Violencia etarra y etnicidad vasca Juan Aranzadi poe esnnnesatnisannens 899 Ww pAlogo se 537 ontenide del Volumen II, El futuro... 543, Agradecimiento En primer lugar y de manera conjunta quiero expresar mi agradecimuien- to a (odas las autoras y autores, y a aquellas editoriales que conmigo han compuesto este Volumen. A todas ellos doy las gracias, pues, sin su colabo- racién y previas publicaciones no hubiera sido posible mostrar este masaico de articulos. Aungue el agradecimiento en intensidad es el misino para todos, quiero mencionar a la pionera editorial Anagrama, y sobre todo a su compilador J. R. Llobera por facilitarnos lecturas de antropologia. en un momento en el que en este Pats, casi no se padia respirar. También quiero mencionar a antropélogas y antropélogos que, aunque no figuren en este trabajo que presento, me han facilitado e] acceso a deter- minados articulos. como Honorio Velasco, compaiiero de muchos atios en la UNED, Mercedes Fernéndez Martorell. José A. Fernandez de Rota y a As- cension Barafiano por partida dobte porque ella también hizo lo suyo para que la revista Antropologia, editada por la Asoviacion Madrilefia de Antropo- logta, adelante ¥ cada vez mejor. Es una léstima que haya desapareci- do por incomprensiones. Aunque ajeras al campo de la antropologia de momento, quiero mencio- rar y agradecer a mi querida hija Rut que ha elaborado el sugerente dibujo para In cubierta de este libro de leeturas, y a mi amiga Monserrat Prieto, sin Ja cual este trabajo se hubiera transformado, como decia mi madre, «en la obra de! Escorial», No podfa dejar —en el tintero?—, a dos personas de la secretarfa de esta facultad, Maite y sobre todo Valentin Martinez Pére7 que siempre esté solidario, dispuesto a echar una mano en Ia domesticacién de las maqui- nas, Gracias. Por ultimo, y de nuevo a todas y todos los autores, gracias y mis mejores deseos para vosotros. INTRODUCCION ¢La Antropologia todavia tiene que luchar para escolonizarse a si misma y a sus modos de pensar avid Scott (1992) En primer lugar daré una breve explicacion acerca del titulo del libro, pensado para los alurnnos y alumnas de la licenciatura de antropologfa poll tica impartida desde UNED, como complemento al manual recomendado y seguramente, para aleunos despistados que al hojearlo se digan: «parece inte- resante», En ningtin caso estd pensado para especializados antropélogos 0 antropélogas, aunque, por supuesto, no vamos a quitarles el gusto de leerle si ese es su deseo. Elayer y el hoy responden mds que a una separacién entre el pasado y el presente de la ansropologie politica, como si se hubjera dado una variacton Los autores considerados clasicos —W. H. R. Rivers, Morgan, Claessen, Cohen, Fortes, Lowie, Pritchard, y un gran ete— que abordaron los objetos de estudio de la antropologfa politica, bajo la bota de los Patses Coloniales, cn un ambiente epocal en el que los seres hurmanos no procedentes de dichos paises eran tenides por «primitivoss, por hombres poco evolucionados, que necesitaban de los paises europeos y del norte de América, exceptuando poder avanzar y abandonar sus costumbres salvajes. - al y el etnocentrismo occidental, junto con el avance del capita- snismo, sobre todo el protestanttismo, fueron ideologias domi- nantes y desde esa éptica se abordaba el cstudio de los otros, aungue no faltaron voces de los primeros antropélogos como dice Joan Vincent que, a menudo, se mostraron mnuy criticas con las consecutencias de la dominacion Jas consecuencias sociales y polfticas de la industriali- zacién y urbanizacién masiva. 14 BILAYER VEL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HACIA EL FUTURO ¥ los autores que, aun no siendo catalogados por ellos mismos como postmodernos y los que sf s€ consideran postmadernos, han vuelto la cabe7 3 mds bien la mirada, hacia las gentzs que conforman la sociedad para verlas (vermos) en sitco mas pero también con goces ¢ intenciones ¥ que, ademas, utitizan un lengua- fe «nuevos que, a veces, me resulta diffeil de digerir. reyes, nobles, jefes de estado, etc. da que parecia no tener vov... ni vida. Ha pasado de estudiar sélo las socie- lades primitivas, a estudl dentales tenidas por n¢ f: eligiera para analizar qué ©! avanzado, que alguna de las sociedades te puestas mis satisfactorias a la hora de resolver las necesidades de su socie- dad que algunas de Jas tenidas por civilizadas hoy como el debi misticas, ecoligicas, etc, ¥ el avance de todo econdmica propio de la voracidad de la banca y de la idcologia neolibe- ral, no afectan sélo a ciertas sociedades, ni son exciusivos de ciertas ‘como puedan se a todo el planeta. No es haga la administracién Bush sélo para los norteamericanos, porque tambien afecta a este pats en el que vivimes ¥ afecta & los filipinos v @ ese pequeiio poblado yanomamo de ta selva amaz6nica, Ese ayer y hoy, en fo que a los autores se refiere, va a quedar mezclado e iremos y vendremos de unos a otros ontraremos en el pritier apar- Abelés, junto a Evans-Pritchar o Nuria siempre iras un objeto, exe futuro que como algo magico hace ol modifica el pasado, ¥ esta es la segunda intenciGn que me leva a d v el hoy en la antropologia politica. 2. Et futuro lo porque creo que, en este momento que costin muy desdibujadas. Hoy se experi- ENTRODUCCION. 1S mena una fuerte desorientacion tanto personal como social respecto a lo que viene y a Jo que se tiene. Este tipo de registeas psicoldgicos son muy propios de épocas de grandes cambios, de cambios veloces, Esta «desazdn» de la desorientacién, que hace que et ojo gire en todas las direcciones ¥ no encuen- tre reposo, no centra un punto hacia el que dirigirse, no encuentra referencia, no ve futuro. La antropologia come las otras cicnclas, no escapa a este torbe- llino, tambien ellas andan desorientadas, han perdide ei Futuro, ese Futuro que nos habla del Sentido de la Vida, Bse futuro enmarcado entre las pre- guntas: ,Quién soy? y Hacia dénde voy? Futuro con mayiscula porque tiene que ver con la direccién profunda que Neva la vida y los procesos humanos. El futuro con minuscula, es coyuntural. Va desde, manana me voy de compras, voy a votar hasta, voy a estudiar Ia ley del menor, o voy a descubrir clarma que mata hombres y no destruye el paisaje urbano, etc. Desde esa falta de Fururo que percibo en la antropologfa yen este caso en Ja antropologfa politica, es desde conde me sumo a Ja idea de David Scott de ‘que ia antropologia tiene que luchar para descolonizarse a si modos de pensar. Tentemos que tomamos cl empenio de aclarar el futuro para que el hoy cobre sentido y también el ayer. Cuando hablamos de antropologia, hacemos alusién al estudio de las diferentes culturas que los hurnanos nos hemos ido dando, para establecer y mantener relaciones que nos permiticran avanzar sobre las dificultades que nos vamos encontrande a la hora de hacer la vida, Este hacer la vida atiende tantoa lo interno, psique v alma como la denominan algunos pueblos y espt- rilu; como a lo externo: aquello que realizamos afuera y modificamos, inclu- yendo el propio cuerpo. i estudiamos v comparamos culturas, las preguntas arriba for aquign somos» v chacia dénde vamos», en e! terreno personal ¥ 50C; han podido pasar por alla, Sencillamente, creo que desde la an:ropologia no han tenido respuesta, Es mas, vo dirja que por la «cofonizacién» que pade- cemes han sido obviadas, desprestigiadas v dramético que jueguen con el hambre de los pueblos. 2 se ve ‘tada por estos aconteci- Paraddjicarmente, la clase poltt se verd afect micnios y tendré que proclamar log nuevos valores que hacen perder poder al Estado, con lo que su papel protagonista se vera cada ver mas comprometido. Las elecciones, la investigacion, el lenguaje, paga la banca, El modelo emapresarial se impone. Asi por ejemplo te- remos como Ja educacion y Ja medicina comienzan @ se atlas, también en nuestro pais, como empresas y sometidas al regimen empresarial. Hoy puede escucharse de baca de algunos docentes de universidades publicas, decir nuestra «empresas, en vez de nuestra ‘universidad. De igual modo se va st por «administraciéns para que los «pablicos> en Jugar de Jos spa bless, vavan grabando que un pais es una empresa ye] que no rinde o na da readimienio se atira, camo me hizo notar un informan- en, Atgentina | Anu 1994. Centro Mundial de Estudios INTRODUCCION, 9 2. Se aprecia una gran tendencia riamente a la }ucha de la supremacia éxito a cualquier precio. Este individualismo que cada vez mas apunia a un stodos contra todos», ha generado politicamente una serie de estados, los Hamados estados del cbienestars, quc han prosucide en algunos lugares, una situacin de abundancia, donde las grandes masas estan desviando su descontento hacia aspectos secundarios ie la situacién que les toca vivir (por ejemplo: el malestar individual y social que se experimenta, se pretende resolver a través de viajes, cur. sos, cuidados corporales, etc.). ¥ a la vez las poblaciones menos favo- recidas esperan que les leguen tiempos mejores, Hoy pocos cuestig- nan el sistema global; y la aspiracién de esas menos favorecidos, es llegar a ser como los poderosos. El sistema es competitive y pone coma modelos a los «triuniadores>, aunque ese triunfo vaya acompaiiade de sangre. {Miremos a los prohombtes y estatuas ecuestres que adomnan muestras ciudades! idualismno el cual lleva necesa- més fuerte ya la busqueda de Esto esta produciendo un gran giro en el comportam ‘Muchas de aquellas personas de antaio y de hoy, qu yban en partidos politicos, sindicatos y asociaciones informales, para produ. cir cambios, se estan quedando vacfas de propuestas y se est produ. siendo entre ellos una gran fragmentacion, que no soio alcanza lo gru- al, sino también Jo interpersonal. El tejido social se deshace. Esta ruptura del tefido social esta siendo reemplazada por las estructaras que producen bienes y ocio colectivo, bajo una misma direccién: la de una ideologta dominante que ha puesto el énfasis en el dinero como valor central . Al tiempo que sociedades del gran aumento de alivio a sus males. Y -qué vemos que encuentran all? En ta mavoria de los casos nuevos y voraces explotadores, muchas veces por desgracia aisanos suyos, aunque también encuentran gente que les apoyan v denuncian la explotacién a la que son sometidos ‘Se encuentran en paises exiraiios, entre gente extrasia que les ve en Iuchos casos, como enemigos, porgue los gobiernes y la banca. se ‘ocupan de hacer creer a las cla jonas menos favorecidas, que cellos, los que Hegan de fuera, culpables de la precaria situacion aboral que ellos sufren, También les hacen creer que los que vienen de fuera traen la violencia incorporada. Ya me gustaria poder ver que harfan los poderosos ¥ también los ciudadanos y ciudadanas ade a 20 EL AVERY PL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA, HACI pie», que se encontraran en un pats extrato, sin tener que comer, ni 3 vied ix a dormir, ella, € y sus hijos. Esto ve el antropélogo en el ‘campo. Esto es uno de los signos de estos tiempos: la manipulacisn desde los Eabiernos, institciones y medios de comunicacién de las grandes masas, es otro de tos signos de este momento, 4, En el contexto de mundializaci6n en él que nos desenvolvemos, la Fxpologia y el poder economico se concentran en empresas cada Wee mas importantes, Los intercambios tecnolégicos, de informa- Ment de personas, son cada ver més rapidos, lo que esta haciendo Gut les fronteras desaparezcan —véase Internet tiendan a borrar: ee entra de cada regién, Esto hace que la legislacion de los paises tienda a homogeneizarse, no solo en tasas de aduanas y documenta- Gién personal, sino también en cuanto a los sistemas productives: educacién, y en Europa, esti ¢l lacién laboral etc. En la Region Europea parte de los Paises estén integrados en Ia Unién Europea y ran abondonado sus monedas locales para adoptar el euro. Hoy ya ‘cai bastante avanzade el borrador para una Constitucién Europea, etcétera ‘Para el futuro propongo como imagen, no In globalizacién, fenémeno par sobre todo econdmico que tiende a rmizacion de los pue~ Bhos y las cultures, sino la mundializacién, ideologia que defiende la diversidad de culturas y de pucblos. Nos queda por romper el pragma tisme y el mito del dinero para caminar hacia una Nacion Humana Universal 5, No se ve Ie estructuralidad del acontecer: Pareciera que ao tos perea” tamos de que, dada la crisis que vivimos hoy eo dia, no es suficiente con modificar detcrminados aspectos de la sociedad, ¢s necesario hecer un serio replanteamiento y una profunda y sincera reflexion peorea dé que CULTURA quieren darse los diferentes pueblos y hacia donde quieren avanzor. La desconfianza en los politicos y en todas las instituciones es orro de los sinuemas de este momento.de cambio, La gente comienza a sentirse muy fati- fade por tanta mentira, por tanta violencia, por tanta soledad, por tanto erno, ¥. aunque en este momento, aun, no se cuestiona el sistema Yominante en su globalidad, y sOlo se dirige la atencién, sobre todo por parte dois grupos més activos, hacia problemas covunturales, tna nueva sensibi Iidad esta naciendo en todo el planeta. ‘Las grandes movilizaciones puntuales que se estan preduciendo sl ert car las politicas econdmicas, Canada, Brasil, etc, 808 silenciados, pero Per car entes Hamamientos a la aplicacién y desarrollo de la metodologia no INTRODUCCION ~~ ——_____ 21 viol ie is jolenta, propiciada desde el humanismo universalista y aquellas que se rea~ lizan via internet, promovida desde diferentes organizaciones por ejemplo as propiciadas desde amnistia i las propia amnistfa internacional, etc., apuntan hacia esa nueva 4. Las miradas k red ean pensar Ortega y Gasset, al hablar de tas creencias, en su libro Ideas ¥ Creencis, pone un bello ejemplo para decimes como acian las ce ¢ncias, Je fuerza que tienen y lo poderosas que son. Cuenta que cuando un 0 sale fa calle munca se planta shay aceras ono, se da per hecho que las xe Tas extn; esa es une cYeencia, atin en uno aunque na nes percatemos de reencias no se cuestionan, de forma que cuando algui uma creencia, ésta comienza a dejar de ser tal. seuen uestiona Otro auter, en sicolog im: Cs yefa de la imagen, ablar de la ‘iencis imagen yas cent, lia tr otra Sino entra en su ee ony alawicn introdujo algun cambio en ella, va a extranarse, tea desirse, gut pasa algo raro.¥ comenzard arebobinar hasta que encvente Ua ca, ta ex sea que un rsa se romp e I enqina, Con exe eem= plo quis lusrar que se infiere mas de lo que percibe, que las imagenes d jones, aunque pertenezcan: se superponien o s% a Or On i templamos un 26n o tristeza, seg ore oe Bo o ie puedo sentir alegria o desa- tacién de este hecho nos lleva a pensar, que esa pntura que absqrvo no sed determina en af sin gue fn determin, a cottoyo en fave un eal ot cco a ue adhiero, a unas creencias. ¥ también ese placer 0 desagra- coats per He me entrega Ja iiusion de que contempto pasivamente, cuando en estoy poniendo activamente all{ numerosos contenidos Tponen al cuadro. De otro modo no podria explicarse como seria posible que ante el mis: i desashatege 10 cuadro unos experimentos placer y otros Lo mismo acurre ante los paisa 7 ¢ los paisajes sociales. La «subjetivi -mirg sin dada no es la misma para todos, ya que fade une hemos conte Tuestio propio pulsaje . Veamos. ls mirada lanzada sobre le relacion > Ver en Diccionario del Nuevo Humanism (awwsextocontinente com Palaaje de formacin, La uhracon pesoal en repre nals D5 fone ner mon de ec por meni Inds © sbenoc pone nl are ce sue que colodos oo oe 22_ BLAVER ¥ EL HOV: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA, HACIA EL FUTURO. entre el capital y el trabajo, no sera la misma para el ¢: de las leyes del mercado vel resgo del capital ue Ia del rinta 0 gue It humanista que equipara el capital al trabajo. Y por sui las ; las en las polfticas econémicas y para la vida de los trabajadores serin bien diferentes. Este miray activo de Ia conciencia, mas la comprension del papel que la desempefia como orientadora y movilizadora de la accién, nos ayu- ‘Maeka entender mejor Toya hablado sobre el future y cl cambio, ast como lo aque verdré a continuacién, Estos no son temas a tratar en este toga, por shore, pero si es de interés llamar la atencion sobre como dependiendo dela imagen que tengetos acerca del foturo, nuesras accionesirén en wna diec- cidn oes otray nuestra producciones responderén a esa direcei6n. Psa i gen de futuro tie nuestro ojo cuando mira, de la misma forma que lo tife e pasado y el present. Ese futuro, presente y pasado, tiempos de conciencia, no lineales, siempr. moviéndose. modifican la percepeién de a «reali #s por la imporiancia de esa actividad de la conciencia que quisiera hacer tna breve reflexion sobre las miradas. sy esa to estaactin prsenten. Este fenémencs actules, permite estrctura lo gu se da en Th Ese reprewnvacion uate You hechos hace que 6S, 2 ain case Pu (Sater ectu guns ose, Coa ea de pce fw face a be ‘un soeeio. La (sisecanes so on qa ne un insdaou una generat *Grmeractoe Pabsje externa Sin de ealidad que se comeepor so Inpro de Tos seis extern Sea en eas popes consenci lends a ost nt ne ntti ne mt Seema rom ates heperencgtee nes a dictincaericcinner etiam non Paleaje interno vemes Configure a rennin correspon om perepein de lo ei itera ponderada por los Uaios de memiria y por ls postura intencionsl de ia concis Senin el extado de sucfio. de © Initon. El p. i.e experimenta en la referencia cb rogisirniaterno del INTRODUCCION ks A partir de los descubrimientos de ias Hamades ciencias duras, la antro- pologia como las demas ciencias sociales, han comprendido la importancia que tiene el ojo del que mira, tanto a la hora de elegir el campo de investiga ion, como de las teortas 0 interpretaciones que resultan de ellos. ‘Ya no puede hablarse con impunidad y cargados de verdades desde la siencia, acerca de sociedades primitivas, culuuras atrasadas 0 poco evolu cionadas, como ya plantearon entre otros antropélogos Levi-Strauss @ M. Harris. Hoy en dfa, antes de referirse a pueblos atrasados, poco evoli- cionados 0 primitivos, tendremos que dejar bien claro desde que ideologta mira el ojo que investiga y desde gue Gptica enfoca el objeto de estudio, sea este uno mismo « los atros. Desde ef gobierno de Busch y sus secuaces, lo que se bizo el 1 de septiembre sobre las Torres Gemelas fue calificade de acto terrorista (que sin duda lo ¢s). Se asesinaron a cientos de seres huma- as, inocentes unos, mentos inocentes otras, pero todos ellos violentados va que se les arrebaté la vida, fueron tratados coma objetos, no se les dejé ele: gin, se les arrebaté su intencionatidad que es la caracteristica esencial que fos hace humanos, Se lloré a esos muertos v las cadenas televisivas mas poderosas v demas medios inundaron durantes dias, sin cesat, todos los hogares de Occidente ¥ me atreveria a decir del planeta, mostrando el horror que ciudadanos de otros paises habian producido en USA Para esos mismos personajes lo que durante anos, en puel do miles de muertos gado como actos terror los -omo Alganistén ven el n produciende, dia a dia, mundo de terroristas v dictadores y De salvadera. Por encima det ser humane se ha puesto mucha idealogfa, muchos intereses que van desde los economi- 0s a lus religiosos, pasando por los politicos. El ser humane ha quedado sepuliado, escondido, ha pasado a ser un poco «valor, Desde esta dptica tan extendida, cualquier tipo de violencia encuentra una buena justificacién. Desde ta Optica humanista, que compario y desde la que miro, las accio- aes Hevadas adelante por los pafses que se posicionan en alguno de los ban- dos son mds préximas a Ja animalitas que # la humanitas. Son reaccionarias en cuanto que atentan y comprometen seriamense el proceso humane ¢ hasta al mismo planeta. No queremos que La Piedra del mito de Sisifo vuclva de auevo al punto de partida. 24 _ELAYER ¥ EL HOY. LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HACIA EL FUTURO en cuanto al resultado Asi que hemos visto como ante hechos si ‘sufsimiento v la infu sbatar vidas humanas y sembrar el dol nos, segtin el ojo que mira Cualquiera de dichas acciones frena los procesos histéricos de la huma- nidad ocultando, como va al ser humana y poniendo por encima de 41 otros «dinsese! dinero, petréleo, poder, ete. lad. Estamos hablando de fenémenos que tienen que ver con la subj Subjetividad denodada por el racionalisma y el pragmatismo que han inten- tado hacernos ereer que lo que se dictaba, descubria y realizaba desde occi- dente, desde las culturas dominantes era la «realidad misma» dandola visos Un hecho importantisimo que ayudé a desmontar esa creencia fue la declaraciéin hecha en 1986 por Sir James Lighthill que en esc tiempo era pre- sidente de la Uni6n Internacional de Mecanica Teorica y Aplicada, Dice Sir James: «Aqui debo formular una propo: bre de lu gran fratemidad mundial de quienes se dedican a la mecdnica, Hoy tenemos plena conciercia de que ¢l entusinsmo de muesiros antecesores por los maravillosos de la mecénica newtoniana los Ievé a hacer ciertas genera- Heaciones en esta drea de prediciibilidad, en las que en general tendiamos a ereer antes de 1960, pero que ahora reconocemos como falsas. Deseamos pedir disculpas colectivas por no haber encaminado en Ia direccion adecua- da al publico culo en general, difundiendo ideas sobre el determinismo de los sistemas que se atienen a las leyes del jento de Newton, ideas que después de (960 demostraron ser incorrectaase Como dijo Iya Prigogine estas dectaraciones son inusuales. «Es poco comitin que los espevialisias admitan que durante tres siglos se cometieron cerrores en Io tocante a los alcances y significacién de st propio campo de estudios» Abundando en este aspecto voy a reproducir lo dicho por Dora Freid Scb- rectora de la fndacién INTERFAS, en un art (to para pensar una época, se const con focos privilegiados, Esta perspectiva, ligada ala \porarias. Por otro lado, la: 1 1p Dora PREM ScustT¥As, Meno paraigmes, extra y subqetiidad. Paidos, 3995 INTRODUCCION, 25 insuficient jones, aparecen junto a los aspectos constiuctivos y procesos auto-organizativos, el cambio y la incertidumbre, Asi, nuevos tipos de fendmenos pueden ser examinados dentro de campos clentifices y cultu: rales emergentes, Las manifestaciones clentificas, culturales y terapéuticas ligadas @ los concepios emergents estén invlucradas en citcuitosrecusivos, en tnt rreciones no inesles dentro de jure, Elias comibuyen 2 rear un conteto, una ech sas» tora, (Bateson, F Moca, E. 1991) B impacra mtun da lugar a que eros processe, liguen, derien en una nucleseon ewsnde welapantosdevistar No siempre es fécl determinar queé ha causado un cambia especifice en tuna clencia 0 en ls culsura. Que hace posible ese descubrimiento? (Como ‘aparecié ese nuevo concepto® ¢De dénde vino esa teoria? Preguntas como éstas en genera? no encuentran un principle metodolégico sobre cl cual aapoyar el andlisis, (Foucault, M. 1973) Precisamente, en las dos dtimas décadas el estudio socin! dF las ce cits ha sefalado que las revolutiones cienuificas no pueden explicarse un camente por la aparicidn de una teoris mejor, valiéndose para ello sélo de criterios clentificos. Los factores que haven que una comunidad tworia como fa més adecuada parece ir mas alld de la Ja necesidad teérica. (Kua, F, 1970) La primera imp] Duestas es que diversos conjuntos de hechns es inuctares de y construides por procesos sociales. prevalece 0 se sostiene en desceniramientos y conflictas surgen es cienttfieo culturales complejas que conforman y caracterizan el espiritu que a‘ravie~ sa una epoca, Sin embargo, estas configuraciones transversales yon multi- no son ni homogéneas ni estaticas, sina que presentan linémicas y densidades diversas, tos que no pueden ser Fesiautores, sino que son in de los observado- 2 vadas a cabo por una comunidad cientifico-cultural y, por lo tanto, pueden v deben ser interro- gadas y eventualmente cucstionadas. Desde la ciencia, Prigogine y Stengers (1979, 1988) proponen que el desarrollo del didlogo con la naturaleza cans- 26 __ EL AYERY EL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HACIA Bt FUTURO truye la ciencia y la naturaleza misma. Las teorfas ¢ investigaciones criti as ferninistas exploraron temas ligados al género. Hay estuidios socio! cos que investigan cémo la ciencia esté construida soclalmente. Ané etnogréficos de comunidades cientificas, que ven a los grupos cientificos como tribus con vocabularies, rituales y practicas sociales propios, van en i ran que, aun cuando dejemos de los emprendimientos cientfficos a opinign publica), hay un conjunto de fae- Jes pero no menos constitutivos de las indaga- Entre estos factores se cuentan las pricticas discursivas y los procesos comunicacionales. Durante mucho tiempo, el discurso cientifico adapts ‘como su ideal la sparente univocidad: una palabra, un significado. Cercana a ‘este objetivo esta la creencia de que el lenguaje existe 0 puede ser considera- do como puramente instrumental, claro ¥ no ambiguo; que puede comunicar al mundo lo que quien habla o escribe intenta decir. nada. Existe hoy un cuerpo de trabajos que las metéioras, los pazrones narrativos, las 16 campos semanticos afectan el discurse Esta creencia ha sido cues! exploran cémo la comunicaci estructuras retoricas, Ja sintax: fico y el pensamiento Estos y otros estudios muestran cémo el discurso, Ja priclicas sociales, no sla Re traumaticn damnegacion en use paste de la cormunidind anturianalarpetina 38__ ELAVERY EL HOW:LECTURAS DF ANTROPOLOGIA POLITICA. HACIA EL FUTURO wa}, Una de Jas condiciones de toda desaparicion, para que lo sea, ¢ ‘dcsaparecido lo sea para alguien, por lo cue! las desapariciones de los de la Patagonia no parecen haber tenido «deudos» o testigos que die- de su desaparicion. Ambos episodios constituyeron momentos traumdtices a nivel regional y a pare signuficativa de los procesus de aparicién/desapari- ‘no adquirieton este tipo de violencia v exclustén colectiva, ine se desarrollaron a través de procesos caracterizados por evidenciar ‘apacidad del pais para construirse a partir de las diferencias —frecuente- mente profundas diferencias— étnicas, regionales y nacionales, annque por supuesto articuladas con los procesos de aparicién/Alesaparicién que se desa- rrollaron durante est lapso. cc entre 1880 y 1930 en gran medida ‘en menor grado de otros canjuntos social ‘anos y espafioies, pero también de poblacién precedente de Europa Central v més tarde de lo que llamabamos Asia menor: La mayoria de estos sujetos y gra igraron pot razones econémicas, una parte minori taria por razones politicas ¥ otra —como en el caso de los judias— también por razones de persecucién religiosa. La migracién de dichos sectores socia les suponia por supuesto eel principio esperanzan, dada Ja existeneia de ur wal y de miseria no sélo econdmice-poiftica, sino en los patses de origen de los migrantes. 10s y grupos vivian en sus paises de origen den- as que articur Las mayoria de estos tro de sociedades dominadas por relaciones econémice: ‘ba superar el tiesgo ‘en ora partes sta perspectiva, ¢ pro riz6 a amplias dreas del campesinado europeo ¥ os ssuperaciones del mundo nagi- lado masivo de campesinos a paises donde se incla- de estructuras sociales que no requerfan del mundo términos dominantes en sus regiones de origen, como mecanismno de tepreduccidn de una segurided cultural gue les daba continuidad ¢ identidad, pero dentro de condiciones de miseria social » psi- i ido magics contributa 2 reproducir y mantener (De y expresa simulténeamente el proceso de « distanciamiento y desvaloriza: a dela cultura 0x (espaol), el eruso» (judio), el eturcor ¢ palabra y su cultura serdn negadas o subs 10 por sus propios hijos *, Como verernos enacis negacicn es parad gue lo sargentino» se constiuve en gran medida raves de la culture ‘bmigrantes, Jo coal expres ou Ton apectos mis inconscientes de la com pueden ser las comidas, las behidas, las, ci rcome pueden sero co idas, Jas gesticulaciones o la forma de Ei uso inmediato de un ienguaje que se esté con proceso de sdesaparsin» de| lp bares mor dicho, expres un proceso que inclu (aparece) ¥ nie subrayarse dada ia fuerte one 2 lomigrantes sobre todo de Tos his de innigrantes acasarse con persones de oto ongch cuaco, reional nacional. Bs decir, un proceso en el que desaparece la cultura de lox pad pero enc ae reaparsce integrada en Ia mucva cal cotidiana, La daca! Hana, claborada en gran medida por los inmigrantes ¥ sus b: rele ‘ura originaria, sino a la transformacién local ¥ si le los sabe- res originales, de in manera que el chuleton navarro fecare a ie ede chorizo» Is pamillad ferraremse pasar 2 sera pamilada argentina o dete? panes de Parana pasardin a ser el pan criollo v la totta [rita, comidaS gue los argentinos identifican —y en alga i formas tradivion, Jatin momento identificaron— tura ql Ha con sts le comer sino de ser. Se genera un efecto de rup originaria en parte sustantiva v simultnea- mente olvidada de fu enueva» cultura cotidiana, El aspecto mas decisive de ¢: 40_ ELAVER Y EL. HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA, HACIA EL FUTURO conémico y especialmente en las urbanas, pasaré a expresar Ia sociedad yo as formas de sociahilidad dominantes, mientras que la poblacién nati ndesaparece> 0 se convierte en poblacién marginal®, En una investigaci que realicé a comienzos de la década de 1960 en una comunidad de doce hal en el centro de la provincia de Entre Rfos encontré que les im igrantes italianos y espanoles 5, asf como las institucio- nes creadas por elias, se ccnvirtieron ep ino de unos cuarenta afios en Tasociedad que representa ta cullura argentina a nivel local, ademés de pasar ‘a nev los sectores con mayor capacidad econdmica. Mas atin. en el caso de la jnmigracién espafola seran los miembros de la primera oleada migratoria Procedente basicamente de Asturias, el Pais Vasco y la «montafias tos que ‘expresen dicha sociedad, mientras los miembros de la segunda oleada que on Se totalidad son andaluces y la mayoria de on pueblo malaguefio Hamado Algarroho, pasarén a ser 2, que en este case concierne a la pob-aci6n m: “Tunw en el caso de las comunidades italiana y ospafiola los origenes eos mis valurados son releridos a Jos inmigrantes del norte de cada pal tn el casy de todas las comunidades las referencias mas positivas sera ridas a la poblacidn de origen vaseo, lo cual aperaba no sélo en la estudinda, sino a nivel de la provi jo, en determinados casos, a Ia modi establecer una determinada genewlogia p i 1s, que slcanza su canicter ja de origen italiano, cuy’ ‘que justamente mod wo vasco (Menendez, mayor lego a ser gober- leyalmente su apellido con- -1988). virtiéndolo en ape! Pera dicha referencia a los orfgenes vascos se carticteriza por des clemen- tos basicus: en primer lugar, porque, al menos en mi wrabajo de campo, no _ encontré a ningtin miembre de dicha comunidad, tanto emigranies vascos Como sti hijos, que supieran hablar vasca% y segundo, porque sus narraciones Gescribian basicamente situaciones ¥ procesos locales de las comunidades ¥ egiones de origen. Esto salvo excepeiones lo encontré en mis informantes espanoles ¢ ilalianos, en Ios cuales podia haber algo asf come una nocién de shispaniduds nidads, pero sus referencias, Ge lo quc realmente habla To cual expresaban su saber por su pasado referfa inevitablemente o medianas comunidades donde fa 9 fa nacion estar presente, per gran ciudad, lav unque esto era mas acusado en los supramente abstract CONTRAPUNTO I: DESAPARICION ¥ OLVIDO: LAS POSIBILIDADES. at La experiencias y las narraciones en précticamente todos los casos: a las rome ocales os santos del puebo, ala forma de pintar locales, te Tos carrion — pertenecian @ las clases bat que lamabanos proletariado, clon a las desapariciones v asesi ciones de hegemoniaisubaltern iad, Deside 1973 se impulsaron agresiones fisicas, desapariciones. asesinatos ¥ tomutas de miembros de [a estudiantes. Dentro de mi experiencia, el institute de la Universidad de Buenos Aires dunde realizaba investigaciones sobre la salud y enfermedad de los trabajadores fue atacado dos veces con bombas, hasta que debié ser serrado. Toda una serie de profesores v alumnos fueron asesinados y desapa- Fecidos er la Universidad de la Provincia de Buenos Aires localizada en la ci "" $i bien la relacidn del Che con Is violencia armada es obvis, debe recordarse que Eva erga fue resignificada por los some une di ion politica denzro de] peronis Fa Seria mnlunenay 90 HERES 46_ELAYER VFL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA, HACIA EL. FUTURO dad de Mar del Plata donde dirigia la Carrera de antropologia hasta ml expul- sién en 1974, pero cl proceso de desaparicidn continué hasta el ciesre de la carrera en 1977, y se intensificé intensamaente en otros espacive durante los aos siguientes. Este proceso de honor, fue planificado y condujo a diferentes tipos de negaciones y renegaciones de la realidad por los que eonvivsamos con dicho horror, Un horror que se desarrollaha en la vida cotidiana; en earceles que estaban localizadas en diferentes lugares, y que parte de la poblacion desco- nocia. Un horrar que condujo al «no sé» de muchos de los que vivieron den- tra del misroo, pese a las constantes formas de desaparicién de familiares. amigos, conocidas, De ali que debamos distinguir entre saber y desapari- cién; ésta solo emerge cuando el saber se convierte en activo y denuncia, reclama, lucha por Ia aparicién. Este desarrollo candujo a gran parte de la ;6n al exilio. un exilio hacia stgin pals cereano o distante, especial- . Venezuela y Brasil y, en menor medida, hacia Las desapariciones, las muertes, los exilics afectaron @ gran parte —se- pin algunas estimaciones a la mayoria— de las familias argentinas, basica- mente durante ef proceso de constraccién del horror, pero también en algu- ‘nas de sus derivaciones, especialmente durante !a guerra de Jas Malvinas, que generd nuevas muertes ¥ nuevos desaparecidos. Frente a este proceso una serie de grupos, basicamente desde dentro del pafs, mantuvieron una continua resistencia contra el horror, la negacién y el olvido. En primer lugar las madres y las abuclas de Plaza de Mayo. ¥ en segunda lugat las diferentes asociaciones de derechos humanos que en tér~ minos genéricos o de comunidades patticulares denunciaron las desaparicio- nes y reclamaron la «reaparicidn». v el castigo # Jos culpables». Es densro de estas acciones quit se va a desarrollar cl té cide» como una de las principales expresiones y testimonios del horror, dando lugar al ejereicio de précticas que incluyen constantemente la imagen de los desaparecides Argentina hacla Mexies en 1976. «junto e¢ CONTRAPUNTO E: DESAPARICION Y OLVIDO: LAS POSIBILIDADES, “7 como forma de instalarlos cn un presente que s¢ quiere cambiar, Montada sobre estas organizaciones, una parte de la sociedad civil se moviliz6. para obtener lo que hasta abora sigue siendo inédito en América Lat vilmente y en su presencia —y subrayo lo de su presencia—a los rresponsables del horror durante 1976-1983". Dicho logro no do séioa nes como la derrota milizar e ideolbgica en la ‘o de las nuevas propuestas de «democratiza- idm» impulsadas sobre América Latina por Estados Unidas, sino a la movil 7aciGn de la socicdad civil centrada en la denuncia del horror, en la demanda de aparicién de tos desaparecidos, y de la conclusién de la violencia, en ese momento de todo tipo de violencia, Pero pasado un tiempo comenzé nuevamente el olvido y la nega mejor dicho, las negoci ficas condujeron a sucesivus atreglos cupulares que iad de los lideres del «proceso» y mas tarde la conmutacién de sus penas. Estas acciones trataron de ser compensa- das con simbolos recordatorios como fueron dar nombre de desaparecidas 0 de una comunidad perseguida a una calle o a una plaza. v colacar placas de homenaje a personas y grapos que trataron de morigerar la aplicacion de las leyes del olvido denominadas de whediencia debida» y de «punto finals. Pero estos procesos intencionales y politicos, se desarrollan las activida- des normales de produccion y reproduccidn de la vida personal y colectiva de los sujetos y grupus que, mas aiin que los arreglos cupulares, tlenden a la nor malizacion del olvido y ala actualizacién continua del presente en el decurso de nuestras vidas cotidianas. Respecto de este proceso es importante recuperaz, que pese al constante regreso, sobre todo a comienzas de In década de 1990, a algunas précticas del tacan los cruentos atentados a asociaciones vos v el incremento de pasado por la mente todavia existen lugares ¥ provesos de memoria individual pero cada vez menos expresiones activas de esa memoria, Inclusi expresiones que llegan inesperadamente, como el caso Cavarl10™, resultan incémodas para una parte de la poblacién y no suscitan demasiadas pro- uestas ni acciones. Esta situacisn no constituye un hecho excepcioral, sitio puede llegar a ser eu mato de sindadano de 48._ELAVER Y BL HO: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HACIA EL FUTURO. ‘una expresin de las tendencias dorninantes en la produccién y reproduccion dé la realidad. Y es en esta realidad en la que sujetos ¥ grupos se siguen movilizando constantemente, en In que algunos sectores de Ia sociedad civil periédica- mente hacen un eercici¢ simbolico de recuerdo, o en la que se cuestionan en terminos juridicos las leyes del clvido intentando anularlas, donde observa: mos que lo dominanie son las tendencias a reproducir Ia actualivacién del presente. Estos seftalai entos no significan ningim cuestionamiento a nuestras formas de sociabilidad, sino que supone tecuperar este proceso més alla del mismo. para encontrar Interpretaciones respecto de estas negaciones y pusenelas, pero tamisién de las funciones y caracter(sticas del olvido, Desde sta perspectiva, es decisive para nosotros reflexionar sobre quiénes y cusn- fos suietos y grupos se movilizaron realmente durante e] asesinato v desapa- Heton de micstros indigenas; y sobre cxtintes y guiénes participaron en las demincias y rescate de la memaria de los anarquistas. Pero ademas reflexio- nar sobre cuanios y quiénes se movilizaron durante el proceso; cuantas madres, de las madres que tienen, hijos desaparecidos, se movilizaron. Y Cndntas abuelas, v cudntos miembros de las comunidades espaftoly, ial ‘O5udhia lo hicieron, Debe reconocerse que s6to una minovia de madres, abue- Yas y miembros de comunidades especificas ¢ parece exigir el olvido como técnica de super La vida paca reproduci vivencia ne sélo biosoctal, sino psicelogice traumativos tlenden a ser negados v olvidados © resignificadas, v ‘pocos stijetos y grupos aparecen como los encargados de activar pn términos de vida cotidiana. Bs la accién de los »testigos. de los deudos, de fos que asumen una determinada afectividad y cercansa, dda, los que aparecen como los que pueden seguir combatiende el olvido. Les jurante un iempo su bésqueda s demanda, mds allé de la burocratizacién inevitable ce las buisquedas inst jaizadas. Si bien el recuerd mbign vegvesar a través de los historiadores 0 de los pro- ductores profesionales de testimonios, sus trabajos no conducen general- mente al rctorne de lo negado, sino a su contemplacién como espectaculo e como fendmena distanciado, Sélo fa actividad de geapos y sujetos especificos parece faxorecer el mantenirsiento del recuerdo, pero debemos asumir que bn la medida cn que el recuerdo no incida én cl imaginario colectivo sélo que- dara reducido a memoria individual o microgrupal que aseguran di ida me interesa subi edesaparivion» ve 1d que, por serlo, no niega la jnan dichos procesos. Pr de nuestras viole: idad historia, Ademas, me mtere- Desde la perspectiva at Por una parte, teconocer en proceso de continuidad/disconti de periodas histéricos donde no dor toda andlisis de mucstvos desaparecidl recuperuc el pryceso de nuesira cons SONTRAPUNTO I: DESAPARICION ¥ OLVIDO: LAS POSIBILIDADES, 49 SE reauperar al hecho de que el okado aparesca como la recurrente estate negacion de nuestra propia constitulividad. O mejor dicho, que el nario a través del cual se consti stra historia enpresa la nepacion fario a raves el ca. ituye nuestra historia expresa la negacion de Pero debe subrayarse que tales olvidos no son solamente caracteris de muesta seciabidad « nleolgiaeoluralss, sino aoe son eens ek tens toda una serie de sociedaes donde el pasado se mitfica 2 partir de avolvidar deverminados aspectos que cuestonar‘en a identidadies cons ais de tal manera que nigga —al igual que nesutren~ la desaparicién y ‘lolsido como procesox cans s, para volver a descubrirlos en episodios consres x ecurreates que, sin embargo, distancia separa de sa propio Droceso histénco, convitéadalos en hechosexcepetonales difsromtes extra fo realmente constituyen parte constante de nuestra historicidad. Posiblemente el olvido ses Ia nece - sea la necesaria negociacién con io recu la zacion constituye uno de los mecanismos basis de veproduccion sdke cultural clestiva y personel pars asegurar el minima de continnidad 2 ete del presente, Peru ese presente supone para los miembros de una sega dacs tat de vivir, de procucir la continuidad de la vida, y ella no slo supone Te ecupocién/ase del tempo de os sujcioserups, sino gue jlice continuas ansacclones de muy diferente Upo que rlacionan sue , BTupos, sectores sociales en um proceso que ‘almente el sistema incluso a pacts de su cftea nn ae "Produce parcaimente el necesidad de vivir {trabajar o buscar trabaio: ssena }. ast como desarrollar relaciones vivir, implican no sélo ia reproduceién di J eomnanie rods de vids de proseeo, eon \da limitaria Ja posibilidad de vivir/con- convivencia aun dentro de conftictas, supone cl jue tienden 2 la negacién de por lo menos. algu- os que non dejo proverb ev elena de los mos de palee SRraparecid ies ue fieron criades por ot ‘que crecicron sin sabei padres» pertenecieran al las mi: sv abuelas ha condu- en los cuales se generaron, ae ncluyeron la opcién de Ios proxencntramacclonales dento de low culos Jos suctosviten ynecesitan nevar parte desu propio pecadas 50__E1 AYER Y EL HOY: LECTURAS DE ANTROFOLOGIA POLITICA, HACIA EC FUTURO Frente al olvido se necesita, coma ya hemos sefislado, un efercicio cons- tante de recuerdo, sin que esto por otra parte asegure la memoria. E] hecho de que sean familiares los que mantuvicran el reclarno de los desaparecidos Sh te un hecho secundaria, sino decisive. Toda recuperacién del olvido Tequiere de alguien para quicn el desaparecido tenga oma espectal se Tiga, Pero esta pasibilidad no es necesariamente reproducible en términos de memoria colectiva, La transmisidn de esta memoria no re afecti Nidad, sina el uso consciente y constante de otras dimensiones de ia s vidad para convertinlas en memoria col cdonalidad activa del actor ¥ no sélo su Desde esta perspectiva, toda una serie de hechos recientes evidencia que existen sectores seeiales gue siguen hichando contra el olvide, lo cual se expresa no sélo en la impugnacion juridica de las leyes de! olvido, sino sobre fody en las acciones de muy diversa indole con que se records el dniversario del gelpe militar que instaur6 el proceso. y que imy principal acto concurrieran més de cien mil personas. Mi andlisis,v lo subra- Yo, no niega la existencia de estas acciones, sino que puntu: Ye uma continuidad, dado que la reproduccién eotidiana de !a vida tiende a impulsar la discontinuidad y ne la eritica de To dado. Desde estos ¥ otras procesos, en mi trabajo antropolégico he tratado de recuperar al menos algunos olvdos y desapariciones; ni decisién de publicar ‘exto sobre la tortura en tina revista de antropelogia cuando no era —nb para muchos rodavia lo ¢s— considerada una problematica antropolégica Cyarzabal, 1985); mi encuentro inesperado con episodios de evenganza de Sangres gue son parte de la vida cotidiana de numerosas comunidades lat Aommericanas, pero que han side «negadas por Ja Investigacion antropolo cae histOrieas (Menéndez, 1981 ¥ 1990a). El reconover que Ia produccién antropologica ha nogadu constantemente Ta enfermedad y la muerte de los Sujeioe que estuia aun describiendo el proceso de sakudienfermedadiaten- dion, ast como evidenciar el constante proceso de olvido y negacion Ge conceptos ¥ pricticas dentro de la produccién de nuestra 4 (Aenéndez, 1981, 1990 ¥ 1992a) reficres no s6lo al campo antopolégico, Sino a mi experiencia con les procesos de olvidoidesaparicién que operan Simnaltdnearente en las teorias, las précticas profesionales, v mi vida cotidia- ‘na personal vcolectiva. 2 _ LA ANTROPOLOGIA POLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS OBIF-TOS* Marr Abéles + Revista internacional de Ciencias Sociales N15 coca interacial de Circa Sactles 153, aptembre de 1987 Chupudwswunes LA ANTROPOLOGIA POLITI NUEVOS Of NUEVOS OBJETIVOS, ETOS Los antropslogos empezaron a como conse Suencia de jas repercusiones de las te: : nes se dirigfan principalmemte temas pal £05 diferemtes de los que prevalecen en las sociedades modernas, Sets irabajos, realizades en todos los confines del mundo, dieron lugors mony grafias, is comparativas, y reflexiones generales sobre las formas a {28 del poder. Hoy la antropologia debe estudiar las interdependencias cada Kez mds estrechas entre estas sociedades y las nuestras, y las translormacke nes que afectan a los procesns politicos 1 Ta antropologis, pavtienda de tna visién comparativa que ia levaba sm, se ha ido bende por su parte a limitarse a las instancias forrmales de oder y a las instituciones. A menudo se ha senalado el cor _ todos tos aspecios en las sociedades ~ StBanizacion estatista macerializada en sus m Romie de que.disfruta en el mundo modern tactones, v la auto duda ésta es ia raz6n por la sd ELAVER VEL NOY:LECTURAS DE ANTROFOLOGIA POLITICA HACIA ilogico se hs 1a) el enfoque antrope! bs cola ae ‘entusiasme de los anwestigadores POF lizando as! un trabajo profunt ove Taba ‘alo dc fuera, a lo remoto, @ lo exdtic or ee Sean ned ene eparar lo pol ia contemporal , se estaban poriendo i jes de Io pol {dentificar estos higares de de jarga duracién, La prioridad que se ‘tuvo el inconveniente de erigir ‘an como dotados de propiedades propiado para enten- puesto que ha perm Eimionto de sus respectivos Ammbites. nuicho tiempo po de frontera no podia vesistir uc! PO a A oe curiosidad de los antcop6logo 1 " pOtlevaba a ampliar sus campos de investigact ian cada ver mas fascinados por elguna a entomces fuera de sus campos de investigneion, fbolos (Stor, 1978). Si nos remitinos a ins ab ones a prodnjeror a partir de | ‘9 horizonte de temas rel perflarce tee 0” Bae gen ocendetales desam0 Trabajos europeisias para ce pose aprevie mejor best gue tapecto, Al principio los antey- mas por las peril ‘dieron priovidad a la d rennet ers Fe ology dient centro, prefiriendo estudiar las sactedades Encamp ha aan tamente necesitaran raniene® todavia clerla afios setenta, vernos ‘ rads coe el interés que suse 1a Basta con observar lam : Se arta de] cambio, Con el pase del He punto han cvolucionade los 1e ver con las estruc rmoderno parece tem Prayeron el interés de os poca telac lo politico en Ios enize e} fenfimeno est LA ANTROPOLOGIA POLITICA: NUEVOS ORJETIVOS, NUEVOS ORJETOS. 58 ron los antropslogos, sobre todo en categarfas como las de sociedad segmen- taria o de distrito que designan realidades muy heteréclitas. ¥ sin embargo, sive ven las cosas siguiendo el punto de vista de ese enfoque, se entienden de En efecto, si entendemos por antropologia el Procesos y dispositivos de poder que irrigun ntlestras Institu- mes, y de las representaciones que muestran el lugar y las formas de la ‘0 en nestras sociedades, entonces nas daremos bien cuenta de lo que estos estudios pueden ensefiamnos sobre nuestro propio universu y reconoce- Femos sus objetos favoritos. Igual que los antropélogos que abordaron el tema del poder en las socte- dades atricanas, pedemos considerar la politica como un fenémeno dindmi_ <0, somo un proceso que escapa en parte a las empenos taxonémicos centra. dos en Ja nocion de sistema. La definicion de lo polttico que proponen Swartz, Turner y Tuden, segtin los cuales se trata de eprocesos originades por Ja elecci6n y realizacién de objetivos publicos y el uso diferenc Por parte de fos miembros del grupo afectados por esos objetivos» (19 Pone bien de manitieste le combinacién de tres elementos on una dindmica: el poder, la determinacién v realizacian de objetives existencia de una esfera de acci6n politica. Como todas las det ign ésta tiene su punto débil, pero tiene la ventaja de precisar lo que entra en Juego en toa empresa politica. No obstante, se aprecia un olvido de gran importancia en el discurso de estos antropélogos. El aspecto territorial no aparece, mientras que autores tan chard han hecho hincapié en este aspecto const demos Ia célebre definicién weberiana det como «me violencia legitima en un territorio determinado> a ta caracterizat Nuer de Evans existen dentro de has que viven en exte! 1940; 19). Un enfoque antropoldgico consecente cosificar el proceso pol que combinat, a nuestro entender, ttes tipos de intereses: en primer luga terés por el poder. el modo de acceder aél y de cjere: ‘orio, las identidades como también cuesta spacio y Ta accion de lo ico puede Ser necesario 8 aspectos en el terreno que nos :pordineas y sus Estados. . desde un punto de vista anal Yer Por separado y sucesivamente estos tre: ‘Scupa, es decir, las soviedades cont Fara reflexionar sobre Jo polftico en nuestras sociedades estatistas, hay EWE abandonar ese empetia flusorin que consiste en considerar cl sistema 8 sL FUTURO, _aveR ¥ El. HOV: LECTURAS DE ANTROYOLOGIA POLITICA. HACTA E 56 _EL AYER ¥ EL HOV: LECTURAS OF sn tratar de ii unimperie dono de un imperio par a continnacén ota de politico contin las partes, en este caso, Ia institucidn y la soc: a Foncaul bbacer coincicy enfrontado en sus obras sobre la jocuca, el $ex0, la chee que s¢ he visto de nommnas ¥ aparatos, propuso una forma de 2 sis ae a omni prerar esta dificultad esencial. «Ei analisis del poder no tee que ve ee datos inclales, dela soberania dl Estado, l forma del ley ol Santi ermal de una domminacién; éstas no son més que Is frm rina ie lw eee aaan ene seman Ta ley yla jucién, es importante consi¢ acién del poder y fados: stenfannos que rect cas parecen inadect! ot sar enel pvr que sebasaban en modelos juris cau ira formas de ier?) bien en modelos intitucionales (qué e¥ el news, 1984: 298) 1c, mas que cosilicar al poder considerandulo como sea cuya verdadera naeoraleza habria qu estat siempre eset, convete plantar Ia cesta de eedmon se ees el tratando de dese poder en acto, como «tmiodu de accion sobre as ae410 2 . id Fro) requere que clantrapélogo investi sora sen corsuonde ae i cione: luce. te cociedad y las configuraciones que pro miss donde se ejerce», tiene la vent eka realidad de las pri do dela rea to de lo del poder v ciom el ef inextricadlemente sociedad Los fenomenos Pe Tecagiende Ta tematiea de Ia imbricacion desarrollo pos- ce inmancneia de to social, para catender gmo unos hres gobiernan a otros, es necesario sal he io re aes pe : al fundamento y de la nat haza tudo cuestionar Toner ‘una forma de pensar leg: eta aporiacion 6 on va ie pom Ca ee eet athiew, pero a rvestro entender, sto 20 a ccken sor semacién y la kes - Jo cuestionamienty sobre al representacién ¥ cach xchat Gr eege de encerrarsven ue problemaica que tende 2 pen LA ANTROFOLOGIA POLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS ORJETOS 57. sar en el poder come pura relactén di abstractas, en las que se pierde de vista el arraigo en to que Foucault llama ‘snexo socials, Fl poder yla representacién son para el antrupsl de una misma realida nar el intesrogante relativo a la legitimidad de! poder en nombre de la metafisica y de una criti seria una forma burda de soslayar ei problema. ica enlve capacidades de actuar Volviendo a ia cuestion de la representacion del acceso al poder y del ej » las dos cuestiones del mismo se plantean como indisociables. En cuanto a la primera, en nuestras sociedades tado gira en tomo ala nocion de eleccién por su repercusin practica y por el contenido simbélica que le atribuimos. En la mayoria de las democracias occidentales, dedicarse a In Politica cquivale a estar en condiciones, mas larde o més temprano, de aspi_ mandaro que permitira acceder a un pursio de poder. Y en gran mei. ecci6n es un proceso misterioso cuyo efecto cs iransformar al indivi, un hombre publica. De la noche a la mafiana, una persona que no era 8 decnas es Namada a encamar Jos intereses de mds que un ciudadano com lo de iu representacion» wana verdadera circularidad en la cul sel rep: ite conforma al grupo gue ie conforma a é1:e! portavoz, dotado de plenos poderes de hablar v actuar en nombre del grupo ¥ en primer lugar sobre el grupo... es e} sustituto del grupo y existe solamente 80 Ven sus practieas, Desde esta pers} tacion consiste en desmontar los mecanismos que hacen que fos individuos se sometan al poder ¥ a sus simbolus. Hay que realizar Ja eritica de esta aliena- Cin sacando a la Juz sus rafces. Par su parte la antropolagéa na pretende lle var a cabo une critica de la politica, sino que trata mas bien de comprender ‘émo el poder emerge v se afirma en una situacion determinada, Instituciones y redex politicas ‘Los trabajos de campo levados a cabo por los dades occidentaics desarvolladas dieron prionidad estudio de lo politico en comuni Vertido asi en un tema central 1on del pade: clon y de sus ramificaciones ha pasado a ser lo mas Pélogos, al prohibirse iraspasar las fronteras dk yportante. Los anira 1A EL FUTURO 58 BLAVER VEL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HACI URO idgneo para su investigacidn, est rand su campo: ce tes et, a owe dlogos, y el centro, la politica nacional y del Est (Pi dhs a otras cisciplinas, El expacio de la arucopologia pica se dando la imagen de una v 5 en el mud cerrado de ou comunidad I je respecta ‘oria, se dio prioridad sobre todo a ae ee 12k Jee empu Tove pia parecer pertinent en situcionss eas Fe een cnet se estaban englabadas. Los antrapélogos se interesaban ¢ evetoivamen: tp or 1 * -ct08 tradicionales de la vida politica. beeen em ee aoe ics wmabajosahicanistas (Gluckinan, 1965; Balandier, 1367 aban hecho fincaple en la necesidad de pensar en las dit icas, en pefstas parecian quedar al margen Ja historia ances'ral. de [a modernidad, en la prolongacion de Esta orientacion no dejé de sus hasta enionces mal canocidos com dedicados all ven , 1976: Lenclud i | resie de los antropélogos sexutisiass, ele formas de devolucion y rans: em dela ss moviliz6 alos investigadores: se decare mision de fas funciones pol adores se decane profundas investigaciones ciones entre poder, pare! ‘estrategias rmatrimo: : tienen teres de mostrar come oan wr que se instalan ¥ reproducen siguiendo 36n superficial de los sistemas: me que la representacien polttiva movil 's con o} que siempre tienen que com- esta trams rela 1 raja del antropdlogy consist en tecgnsi 0 ole da 1¢ sus Interlocutores autéctonos n« s que a heradamente sesgads, Esia construccidn se 9 . wade eran dad basadas en ma obseraci ‘ loso de consulta de intensi ca neal, ¥ 8 rbafo metic de consulta 26 segs ei ae: ten arena el muses SRramene cee idad se tansmiten a large ‘ Seo eden ls Jus vinculos de parentesco ieee sutetnonaia alesis poe scnr inter que menecen ¢ deben considerar como «arqueti- ween el nombre de redes se 3 scledabs Mx Weber. es dec, para emplear olf. exprsion Non como «cuadros de pensamicnto» (Weber, 1965} Enefect ional puesto qui parcial ya veces lagquetipo» asf cready tiene muchas posibilidades de Senate “aided a menudo mucho tis compleja de le que quedarse cgrio ante wna re } 1 i i ! LAANTROPOLOGIA POLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS OBJETOS. 39 Parece al menos en un primer momento, aunque el enfoque etnologista sca tun buen medio de distinguir los principales contoros de estas configuracio- ionales. De ningtin modo se debe subestimar el hecho de que las fan entidades fijas; no se trata de hacer el inventario de los vincu~ los que existen entre un individuo v otros er. un contexte tan genera) como el de la vida local. De hecho hay que considerar que las redes politicas son un Fenomeno esencialmente dinamico: se trata no de grupos miso menos iden. Uficables, sino de un conjunto de potencialidades que se pueden actualizar si situaciones concretas [o requieren. La tesitura del voto es uno de los momentos en los que es relacional sc encuentra actualizado. Un ca puede emplear con plena consciencia los signs mds apropiados para recordar estrategia vy observable en los casos en los que ell muy estrechamente ligado a las Aguras clave de la red, Pero, a falta de indicios aparentes, los habitantes de un municipio atti. buyen esponténeamente a ung de los candidatos la pertenencia a una u otra de las configuraciones. En esta situacion, la red realidad inerte, aparece como un polencial actu demas; los miembros de la sociedad local son ries de una memoria que restituye unas afiliaciones Et hecho de destacar la cas no quiere decir que se m funeién de los partidos, sobi funciones parlamentarias. La representacién pol cobra todo su sentido en la duracién, «Hablar de fra, situarse en relacidn a unas divisicnes que se remontan a una época ya Iejana cuyas huellas (odavia no se han borrado. Es significative el ejemplo de {a vida politica francesa, en la que todavia se ven las huellas de los grandes acontecimientos fundadores que son, ademas de la Revolucion, la separacion de la Igiesia ve! Estado y la Resistencia: durante mucho alguna forma los deposita- en parte ya borrosa: los eandidatos para las es un fenémeno que ica» es de una format clones enure la Iglesia v la Ul Republica « finales det siglo pas polfticas se organizar. a um lado oa otro de esta linea, Con el anscurso de los afios, al antayonisme ideoligico se ira atenuando pero queda todavia hoy el ftasfondo de muchas batalias elect cs; hasia en casos en los gue se hace todo candidato se le identifica inmediata- ipolatidad ancestral, El aconi comportamiento de Ios cleetoves esta muy condiciona- do por esta memotia que se transmite de genoracion en gencracion, tala de un aj Escenificaciones de lo pr Ast ‘setta Pues, hacer ver es um aspecto consustancial al orden politico. Pste en la esfera de la represemtacidin: no existe el poder mas que 5. FUTURO G0 _ELAVER YELHOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HAW E eR Y EL HON: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA. HASIATS ol régimen jer (1980). Cuslquiera que sea ego politico se presentan como delezados ded. tanto si tiene su fundamento en la vicfa, es una cualidad asumida por el poder dad que encama una imagen de coherencia cata, esto sigificn que un individuo o an 2 junto. Pero el poder representa tamn- r ‘¢ como portavoz del conjunto. Pera el nt Fe oo copes el unwerso del que Procede¥ <8 Pe rmanencia asegura. : i Jos ritos del poder en e supieron estudiar Jos simbolos y s nme tar ne tene nada de extrafo sc lo moderaidad fers as soci ‘ mplia materia pari ma aol gas ra aries peTO 80 ‘verso de los hombres pubblicos v Ja vida ‘adadanos. El espacio puiblico de as sociedades meds de ag formaciones tra jomales porgue “ ea a ca a jedad civil, Has bin acerca ome 8 Ae 2 deo ev tomo aos berets conjunto de rtf eables precisamente en ka epoca en que los adelante: ojos inalansates Toga su imagen con ua comodidad sit es Tana natender esias simbolizaciones modemnas d lo pln * repasar «The ritual consiruction of political reality» ( crac 19881 TeRaNeY funcionamicno de las liturgias poiiticass (Rovian, 190 te at ifeaciones del poder puede ser pars el antropstogo may ca del espacio publico contemporaace Estas escenificaciones son fseparables de ura cor nav segun la expresion de Balat adopado, los protagonists de la sociedad entera. La n i remoria y materializan fan a ka nacién y a su memoria y ian po ei es, que 10s os airiouicos comiunes. No es de extranar pues, oo ae tas prdeticas cava funcionalidad puede pars ‘proporcionan material para ut ritos i ma ae ap : 20g ge Be ny ls ceerencias aa nacion gue ‘on sistema de val gobernanies se cntreguch 9 estas pr dhadosa 3 ee se oe un Lado, la exprsion de una fuerte nos valores, 2 uUnOS si dobie aperacion politica: por tenure los gobermados que Jos ¥ a una historia comun: va del poder LAANTROPOLOGIA POLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS OBJETOS 61 Inglaterra con motivo de la toma del poder de Elizabeth Tudor en 1539, o la esplendida caravana de Hayam Wuruk en la Java del siglo xv. Hay otros grandes rituales que constituyen un elemento esencial en la vida politica: los mitines y las manifestaciones callejeras. Estos ritos seaalan los momentos en ios que 'a vida politica toma un rumbo més agitado. La manifestacion en la calle ofrece la oportunidad de exhibir un simbolisma muy especial: si los ritas anteriormente citados se referian a valores de con- i6n enarbola los simbolos del antagonismo. De entrada, las consignas, las pancartas. Se denuncia, se interpela, siempre hay un trasfondo dc violencia, Se trata de una demostraci6n de fuer za que se ordena seguin un plan muy preciso: la improvisacion se filtra en un. protocolo de aceién que no se puede sustracr a las reglas colectivamente admitidas. podria hacer respecto a otro in, en su desorden, en su aj 10 de confronta- cién de poder: en el escenano, fos oradores y del ugar, las cireunstanicias v + un pueblo al que a veces se in amnplio perimetro. Todo gira ‘en tomo a la relaci6n que se establece entre esta colectividad cuya tarea con- siste en aplaudir, en gciar nombres y esléganes, y los aficiantes cuya obliga- ion ¢s alentar constantemente el entusiasmo popular. Efectos publicitarios, promesas, polémicas a Jas que responden aplausos o abucheos: el mitin tiene wwibuye a la construccién de la identidad distintiva ie que ser un momento cumbre en el cual se ponen a la vez. una comunién en tornoal orador y expre- sarla firme voluniad de shacer frentes v de wderretar> a todos los demas can- didatos, que para los participantes son adversaries. Los mitines v las manifestaciones tienen en comiin con Jos rituales de sonsenso el hecho de que igualmente estan local ‘Secuencias, combinan palabras y de objetas de v ibolos no verbales: gestas, Jo en una puesta en e: rdenamiento convencional. Otra ana- Jogta: el aspecto religivse de estas ceremonias que remniten todas clas a algo. trascendente (la Nacién, el Pueblo, la clase obrera); trascendencia que se voce en cl discurso del (0 de los) oficiante © por medio de los simbolos ‘empleados en estas 0: sponte religioso de la os enconitamos ante Meion y repeticién por un lado; en toda la extension de Ja palabra, Fragmen- ; dramatizacion por otro; todo contribuye a 62._ EL AVERY EL HOY: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA, HACIA EL. FUTURO. producir «a trampa de pensamicnto». Igualmente encontramos en funciona Thienta los cuatro ingredientes, sacralidad, territorto, primacia de los simbo- fos, y valores eolectivos. ico es inseparable del desarrollo de participa en la historia que se levision. Las campafias electo- En Ia actualidad, e] especticule pol Ins grandes medios de conmunicacion. La gent esté haciendo principalmente a través de fales, Jos hechos v gestos de fos gobernantes, los actos politicos relevantes, solo adquieren toda su importancia si aparecen en nvestras pantallas. La pro- duccién de imagenes para el gran péblico ha creado una nueva dramaturgia. Unr campafia electoral no logra todo su impacto més que si su protagonista festd seguro de «salir en la pantalla». Los grandes mitines se organizan de televisivo inmediato; en Ta campatia pre- rrand aparecia a las ocho en punta de Ia tarde para ‘misin en directo en el telediario (Pourcher, 1990: de estas reuniones termina por ser calcado al de las emi- siones de television, Sucede que ahora la vida politica esta condenada a Someterse a las reglas del juego medidtico. El hombre pablico mederno quie- te ser ante todo un buen comunicador: Ia elocuencia televisiva es sinénima Ge simplicidad: se le da tanta importancia a la forma como al contenido. Hay que saber «venders un «productoe politico. Una de las consecuencias més claras de lizacién del acto. La repeticién de las image y disenrsos conocidos produce un efecto de desgaste. La po: biar de un programa # otto tiende a hacer de Ia escena politica un elemento mis de un especticule de facetas multiples en el que los partidos de fitbol 0 los progeamas de varicilades tendrin mAs atractive que un acto polttice, Para ‘que lo politico se inponga se requiiere tods una dramaturgia, En periodo Glectoral, es necesario mantener clerta intriga, gractas a los sondeus v a Jas Confrontaciones entre antagonists, culminands todo esto en lus prograt en los gue se dan a conocer Ios resultados electorales, Las elecciones st cen cada vez mas a los folletines en los que se enfrentan mais las perst ides que las ideas. Es significative él desprecio que las cadenas 4 americanas manifestaron por fa convencién republicana de idato Bob Di debido prine arisma del cat pacidad de conquistar un pablico. En Franc: rao v Edouard Salladur cn les elecciones presidenct: és de [os telespectadores porque se trataba de dos «amigas floss » porque dio fugara un espectacular wueleo cuando ol candidat tiempo considerado perdedor termind por imponerse. La televisi6n se ha convertido en una forma de expresion que permite no .o incluso erearta, El viaje del papa Juan Pablo I tun ato después de su llegada al Vaticano, es uo buen ejempip ce de camunicacién euyo éxito rebasé toda expectati- LA ANTROPOLOGIA POLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS OBIETOS. 63 va. Incluso antes de que tuvic riaje ‘uviera lugar, el viaj ya Si wertide sibel gue opnia don ntepetaconesconeditrat Cada tae « mo divisa una referenc \orica que debiz fentar al ico en: interpretacion del acto: en uno, el ‘nat Estanislac ay paoro ens creacion del Estado comunista La vista del Pope ore ee eee el régimen, El rito, a diferencia de un be brantaba los cimienias mismos de su le; Ja imagen de lo que podia ser otro tipo d la union del Papa con sus fieles), hi men, el rito materializaba una alternativa. Es men i iva. En este ejemplo se puede tie crane ane em de a“ cae medistico, Claro esta que, lejos de ser algo aislado, este tipo de maniestacion publiea es algo inherente a la accion politica "Aetuar 9 cin entegokcrnanesy gueenadordeiai eee a eae an rnados distinta de la que se da en I Poleady pra de una verdadera prueba de legitimidad. El viaje aoe Je Polonia produjoa tenets de los gestos y de las palabras de su protaganiste un nuenae que desestablizo al por comunists, peve 20 rebasar los fosim Oy nual Eso que Augé (1994: 94) llama «dispositi- Sean! ieee Se sarecteriza por la distancia entre el ano Reewea n oO eresende solamente reproducir la situacién Rete mens wo ts, male cuyae consecuencias geopolitics fueron considerables sélo po impacto si se inscribia en una dramatargia de conjunto, ToaaierteInmers ene niversotlevisho ne de Jaan Pble Ta Pl jus adquiri a dimension de un acomcciiento planer, Se es offers Joe eps mo wa momento excepcional cuya retransmisién deso fg2nizabala programacion habitual Bl vo ir eatady como una narracon, erentesepisadios y su progresién, Fl pblico estaba eontentendo tn delante de su pantalla, deatficindose con el peresrne, Esta 21 Papa como vajeros Dayan 1990) pone de relieve el poder medios de comunicaciin. La puesta en eseaa sea comertido un (nerediencosencial la asin pen, Pl iajede Juan Pablo no ee sly lune peregrinacon, sino que cobré el sent de una revongulsta Ni le refleio de una cormparacion de fuerzas, al avorable a Vaticano, Todavia se recuerda la ocurrencia de siones?s. La estancia det Pay Suorquestacisa, produjo un Aunque se suele of i - suele oponer la represeatacin yh wa hag 0 widn y la accion, el es; la, cada es nds evidente que “a imagen es un aspecto eo conternpordnea, Esta se somete a la : 3S teglas del juego de ha legado a considerar el poder de In «pantalla Saee Fan pols, COmunicacién com lo opuesto al rtual bien arraigado de le csce- en el primero, se prima la imnovacién, pues para estar " wel papa, ccusntas divi- en Polonia, tanto por su desarvallo como por LA ANTROPOLOGIA POLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS OBJETOS: 65 FUTURO TROPOLOGIA POLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, c ANTROPOLOGIA POLITICA. HACIA EL FUTURO, 64 _ELAVER Y EL HOY. LECTURAS DE ANTE at y la consteucci6n histérica de las identidades Sema um s que lejos de ser un dato presente en el escenario hay que tenovar continuamente, «falta de mensaje , stable y permanente ha podido ser objeta de multiples recomposiciones con rencia a na el soporte del mensaje; en el ritual seme = chaumente Ota die: ¢l paso del tiempo. La antropologia de Jos espacios politicos que tiende a tradicicn y de éta toma (so su relieve phi oa conse con usta reinseribir ei «terreno» en un conjunto ramificado que engloba poderes ¥ rencie caracieristica: !2 comunicaci sir un rOs- valores ofrece también un medio de pensar en el Estado «visto desde abajo» er ee bido cone (AbEles, 1990: 79), partiendo de jas practicas territ : on marketing yen locales, va sean polfticos, gestores osimpl iudadanos, La nec Ia individualidad. El espectador frente au Py tro, esta atento a una voz, # un tono: un bue trait esta sdiferencias con ayuda de los expect 10s audiovisuales. Por cl contrario. en el Tito, ne ene tendencia Menus para dejar que hablen meior los simbolos, para que su acci lad de pla- ie tiene tendencia near de un modo pluridimensional las estrategias y los modos de insercién de todos los que, directa o indirectamente, participan en él proceso pol no ma de él y en una historia implica en absoluto remunciar al enfoque localizado cuya utilidad han ma de valores que esta por encima de 01 yo” Ut ye sim. demostrado los métodos e:nogrificos. Pero cs importante que se abandone la jo englaba; lo que prima es el sistema de aor ee oe idea itusoria del mierocosmos cerrado. en beneficio de una reflexion sobre co rttual, Un ultimo aspecto importants las condiciones de produecién de los universos a los que se enfrentan les ‘comunicacion politica moderna es su carécter desterritorializ etndlogos. era al vonjunto del waede cor ninedioramente el mensaje que quiera a vonjunto dol pl pec, mee ea ep én, Este es otro elemento de contraste con las précticas rituales: que nos. thems referido, ya que en ellas estd presente el factor territory Por otra parte, la descripeién de los hechos de poder en Jas cilturas no occidentales no solamente hace pensar que lo politico se inscribe en unos sis. temas de referencia diferentes del nuest; que induce también a refle- xdonar, desde un punto de vista comparativo, sobre la cohere Propias concepciones. Para convencerse de esto basta con ret ea las obras de L. Dumont y E. Gellner, pues si bien ambos se interesaron en un piincipio por sistemas de pensamiento muy diferentes del nuestro, mas tarde ofrecieron una reflexién nueva sabre los conceptos gue articulan ja organiza- que caracterizan el Wltime cuiarto del siglo xx para darse eventa de que la nocién misma de politica rebasa ampliamente Ia nocién de los mados de gobierno y abarca todo un conjuunto de procesos que desembocan en Ta desestructuracion y en la recompo: de formas historicas que parecian insuperables. Hay algunas aconteci tas que han sido determinantes en la reciente coyuatura ¥ el primero ha sido elderrumbamiento ée un sisteria que, ademas de generar tensiones, era un jerzay mundiales. La caida del socialismo y iizar un orden mundial, ha vuelto a intro- ci6n ¢3 la fragmentacion de unidades geup -mpre'se habia considerado. Ya se trate de las fronte cia haberlo suprimido reemplazindoly por el famoso «eg miedor, Parects que la guerra ya ne padia afectar a Jos paises des Sin embargo. reaparecid con todo sti cortejo de horrores. Ademds, de se ha velo a plantear el tema de li naturaleza de la comonidad politica ¥ sus furdamentos. Durante mucho tiempo las précticas politicas han estado circunseritas # fi Estado-nacion que era el modelo dominante. ¥ es este modelo el ‘on 21 coniexio de después de In guetza fria v de los también por la acentuacisn de las interdependencias econdmicas en Tos con- juntos mulinacionales. La cunstruccién europea es un buen ejemplo de la aparicidn de estos nuevos espacios politicos. Los Estado: cada vez mis comprometides en un proceso de negociaciOn a gran escala en el que ya no es posible conformarse con instalarse en las propias posiciones, Asi pues, ccuestion de lt redistribucién 9 recompusicién de los espa terminos se habjan empleade t subestimadas por un di de las organizaciones pol que obsesiona cl aumento de poder .. concebidas como el (unto de le ervitoriales infra-nac ve necesuriamente a debilitar al mids complejos, Puede dar luga colectividades como en LAANTROPOLOGIA POLIT! LA ANTROPOL ICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS ORJETOS del veferente Esa ista como el principio nal deben ser congrue Jos problemas en la miembros de una misma ni viene a reemplazar la dindsticos caracteri acién, Geliner idad. Otra cus B. Anderson (1983) se reficre a la naturale iin, Este autor dest de esta comunidad. La nacién, imaginada coma £1983, 11) definié el principio naciona- eafrma cue ela unidad politica» le unidad acto. i», Ahora bien, esta congruencia es la que plantea én oportunamente planteada por va del vincula que existe entre los caracter «imaginarion como sober: idades religiosns v de los reinos ¢ perspectivas diferentes, nos remiten a la nece- generado, Una de las lecciones . Preeminencia de una represen de una comunidad potitica y debates que suscité entre Jos vcteranos id sobre las pertenencias y tas identida- es como las que tbolismo de la nacién inar, 19 3.9) o as exequias de los dinigentes hiingaros que fueron eliminados por los ‘Tusos en los sucesos de 1956 (Zemy se cristalizan las re} rpieni, 1996), permite entender mejor cémo gow ‘presentaciones de una ciudadanfa comun v de una patria ias, dado que siempre indo ver la diver iMenos mas significativas de este fin ‘el sentimiento de rareza que rode- AVERY EL $10: LECTURAS DE ANTROPOLOGIA POLITICA, HACIA EL FUTURO antropdlogos. Basta con fijarse en las mutaciones que caracterizan el ‘cuario del siglo xx para darse cuenta de que la nocion misma de politica rebasa ampliamente la nocién de los modos de gobicrna y abarca todo un conjunto de procesas que desembucan en Ta desestructuracién y en la recomposicion de formas histricas que parecian insuperables. Hay algunos acontecimien- tos que han sido determinantes en la reciente coyuntura el primero ha sido el derrumbamiento de un cia haberlo suprimido reemplevé miedos. Pareca que !a Sin embargo, reapareci se ha vueltc a plantear el sus fundamentos. p 1 todo su vortejo de horrores. Adernés, 4 ma de la naturaleza de Ia comunidad politica y Durante mucho tiempo las priciicas politicas han estade ci sa la figura del Estado-nacin que era el modelo dominante. Y es este modelo. ‘que esta en tela de juicio on el conierio de despus de la guerra fria y de los Gonflictos que ha causado en Jos Balcanes y en la exUinicn Sovietiea, pero 2 ‘i terdependencias econtmicas en los con- jon europea es un buen ejemplo de ta » estan cada ver mas aparieién posible conformal cuestién de la redi or a replanteacse la cuestion tiempo a la preemit LA ANTROPOLOGIA POLITICA, NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS OBJETOS: 6 del referente Estado-nacion. Gellner (1983, 11) definid el principie nacions lista como el principio que uc «la unidad politica v la tnidad nactc nal deben ser congruentes». Ahora bien, esta congruencia es Ia que plante los problemas en la act mn oportunamente planteada po del vinculo que existe entre 16 Este autor destaca el cardcter rimaginario ida y como soberané fosas y de los reine 8 de Ia época anterior Gellner y Anderson, desde perspectivas diferentes, nos remilep a la necé sidad de una reflexion en profund ius y las identi des politicas. Sin duda no es casualidad que cuentro fecunde entre los antropwiloges y | tuna tradicién common de la nacién, hai M, Agulhon (1979, republicana en, Francia. El historiador pane de relieve los avatares que pres dieron Ia construccién de una comunidad polttica y las imagenes que b generado. Una de las lecciones que se puiede sacar de estos estudios es que de una representacién nacional del vineule polit i 1a configuracién y de un equilibric cuva perennidad es impostbl La memoria pawridtica sigue siendo una cucstién exeneial: el estudl de la imbricacian de lo simbohico ¥ de lo golitico en los actos conmemorat ‘vos com Ja constraccion del memorial dedicado a los combatientes amer canos en Vietnam v los debates que suscit6 entre los veteranos (Bodnar, 198. 3-9) o las exequias de las dirigemtes héingaros que fueron ckininados por Ic rrusas en los sticesos de empleni, 1986), permite entender mejor cém aciones de una ciudadania comtin v de una patr Los interrogantes que afloraa de todas partes sob de une figura historica singular de la Essa figura se suma a la o de espacio politico cuva especificidad los és de serialar. Al mismo tiempo, este espacio politico es ‘en dia profundas transformacione: dado gue siempre le gusto relativizar la form sidad de formas hist6rvicas ¥ geogra ica, Pero este trabajo se realiza ¢ por la intensificacién de las relaci acién, en estreciia relac imiento de las interdepende: nenos mds significativos de este f 1 sentimiento de rareza que rod aba los puebios calificados de «cxéticoss ita desaparecide por completo. La r4pida circulacién de la informacién y de las imagenes contribuye a despojar 2 estas sociedades del aspecto mitico que podian revestir y que las convertfa en el objeto predilecto del interés de los etndlogos. Ahora se impone el reino de la comunicacién: tos medios de comunicaciGn y et turismo ofrecen un facil acceso a esta Jejanta que constiiuy6 Ja época dorada de la antropologia. Si hay una alteridad, ya no se ‘nuestra cotidianeidad. ¥ sal Ia de las relaciones intercul rrogante conciemne a los antropélogos en la medida en que, como dice Balan- diet: El conocimiento de las aculturaciones provacadas desde fuera... parece ‘que puede ayudar a un mejor entendimiento de la modernidad auto-acultu- antes (1985: 166) Un objetivo de la antropologia politica es informar de las consecuencias ‘que puede tener ‘a mundializacién en el funcionamiento de las organizacio- nacionalismo no es solo una caracteristica del capi sino que condiciona igualmente las relaciones de turales. Asi, vemos aparecer nuevas configuraciones institucionales suprana- cionales, como la Union Europea en la que se encuentran reunidos represen- jones politicas diferentes que trabajan en la nes y en la construccién de un proyecto globa- m_ plantea varios interrogantes a la antropologia Tespecto a las consecuencias de esta confromtacién permanente entre ident dades diferentes (McDonald, 1996) entre lenguajes y tradiciones administra- Ja tivas heterogeneas (Bellier, 1995} dentro de una empresa politica eomt invenci6n de formas de cooperacién en un marco burecratico mas ampl (Zabusky, 1995}; los efectos practicos y simbélicos de la desterritori: del cambiv de escala en estos nuevos lugares de poder (Abéles, 1992, 19961 El caso de las administraciones nacionales et Jas que 1a homogeneidad de pensamiento y de accion puede apatecer garantizada por la unicidad de Ja lengua y por él hecho de que Jos funcionarios poscen el mismo tipo de focmacién pareve contradecir este ipo de afirmaciones. Se podria pensar que una burocracia sumada a ‘3 vigoroso de valores y gue contribuve # reproducis, e wwamente al abriga de © exteriores. En la practica no es. convencerse, hay que ret ja burocracia griega modern del recurso permanente a los ester fica y fetichiza, es oda una conligurccion simbolica lo que pertila las pos- EE ROLITICA: NUEVOS OBJETIVOS, NUEVOS OBTETOS: 69 turas respectivas de unos y otros. Pero | nos y otros. Pero los ehunciados que eireulan en | «méquinas burecrética apelan a rect i de remitena rae a ‘ursos significantes que remiten a estra- tos historicos tan heterogéneos como Ia democracia antigua ¥ ol iene otomano. Mas préximo a nosotros citaremos las» ponen bien de manifieste est i fe ma fa remodelacién intelect duda, (ise ha cambiado en el corazén mismo de] raves sta coe creuaras hasta ahora impermeables s¢ encuentran difuminadas por esta circulacién acelerada de ideas, ¢ Unifortne y Resereee ent? © Ideas. cAcaso se impone un modelo global Esto es lo que parece que deberfa “e que confirmar nuestro segundo ej eet ean ae se fa de mercado. Pues bien, en la pract Jas cosas soi a S son mas - pie ena Sse an . in ‘significa la sustitucién pura v simple del anti creer ro may epg en an se ane internat relerirse a in proceso que pone en juego parcelas de poder » Menosprecio a las aportac Ss oa > [Benoni abs puracions ects deface ‘clones en unas organizaciot se entenderdm mr enizamiento de mutacién. Estee

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