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1 Conceptos de lo politico Claudia Hilb Ante todo, quisiera agradecer a los organizadores de este evento el haberme invitado a participar de esta sesin inaugural. Es para mi a Ja vez un honor y un desaffo; un honor -y un placer-, ante todo, por compartir esta mesa con Maria Saleme. Y un honor y también un desafio, porque no siendo especialista en temas de educacién, me encuentro (y noes la primera vez) en el trance complicado de hablar para un ptiblico de especialistas. Pero si estoy aqui no es para quejarme, sino para decir que si he aceptado gozosa esta invitaci6n es porque tengo la esperanza de que las reflexiones acerca del concepto, o de los conceptos de lo politico, que me han sido solicita- das por los‘organizadores del encuentro, puedan de alguna manera contribuir a la reflexion acerca de los problemas especificos que a Uds. los ocupan y los preocupan. “Todo es politico”, recuerdo que se decia -de afios, sefialando con ello la oposicién a Ja idea de_una posible eutralidad de las ciencias, de las isiones, de las disciplinas. “Hay que despolitizar el debate” se dice -decimos- muchas veces en la actualidad, y conello se exige la disposicién de un terreno de acuerdo posible, de intercambio de ideas, no cruzado a priori por determina- ciones de tipo politico partidario, o politico-ideoldgico. {Teniamos raz6n antes, tenemos raz6n ahora, 0 tal vez sin siempre saberlo, ciamos- hace muchos cEscaneauu comrCams if poiticas, instituciones y actores en ox, Sea ey 24 ntes ahora yuxtaponiendo diferentes definicic : osteo la alta, quiz no necesariamente tan contra D como suport 9” puede escucharse de diversas maneras, aes Pa resonancias de tipo decisionista, en la idea de! escuc’ r Mio conflictoqueen dltima instancia no se dirime foe 7 Pee spuestas del amigo y_ del enemigo, que es polit Dla ieision que no se funda aitimamente no en la Capacida imponerse como. decision, y que en una ec 16N ASI CONCebida gy. juego cada vez laexistencia misma de una vision del mundo fea enji 50 cael mundo. Enesaperspectiva, cada conflctolocaiag, ee tiva de una vision del mundo global, c, q inscri srspect es inscripto en la pet 7 on ay glo : ip! lizado pone en juego, cada vez, la oposicién frontal conflicto local entre dos identidades enfrentadas. a ign ay -pasiciones neutrals, “Todo & itico” sign! g y que la neutralidad es el nombre bajo el cual se muestra, 0 se oculta, una determinada forma ce tice. Para Tos defensores der fem, I és politico”, los cultores de la neutralidad se oponen pol mente aellos,enun combate total, bajo el lema “no todo es politico”, Es, entonces, un combate politico por la definici6n de los alcances de Ja neutralidad y la politicidad. Para los afirmadores del “todo es -alidad es una afirmacién politica. politico”, la afirmaci6n de la neutralidad ¢ “rambién el lamado-a-la-despolitizacion puede escucharse te veces quienes, seducidos por el espiritu de los tiempos presentes, se jo- lan convencido de que SO! unidimension: sspolitizar significa alli dejarse Hevar por las fuerzas de lo existente, donde lo existente adquiere el estatuto de lo natural, de Ja fuerza de la naturaleza. En esa perspectiva, la politica se reduce a la técnica, y lo que excede a ésta, a la técnica, es puesto a cuenta de resabios ideoldgicos de un pasado politizado: no hay oposiciones politicas, s6lo hay saberes técnicos. No hay concepcio- nes del mundo, s6lo hay interpretaciones mAs o menos exactas, mas menos verdaderas de lo real. No hay valores opuestos en forma irresoluble, sdlo hay saberes adecuados o inadecuados. La postura de adespoliizecién convoca alrealismo de lo existente, imponiendoen sad 7 ae hig natural de la vida social: si se sostiene que una Garisfommaciéa Pol = aa se rechaza la posibilidad de esta posicién, ue pedening le lo existente. Para quienes sostiencn Por comodidad lamar los realistas, pal cEsvaieauv con Cams G. Frigerio, M. Poggi y M. Giannoni (comp.) 25 los realistas, entonces, sus adversarios, lo: simplemente rehusan ver la realidad. Para los cultores de la despolitizacién, bien _entendida equivale al dominio de los mejores especialistas. Aristocracia de los saberes técnicos, y ya no, como en el ideal de la aristocracia clasica, de la prudencia e1 a n la determinacién acerca de lo justo, de lo que corresponde a la comunidad dar a cada uno. Pero, decia, ambas afirmaciones pueden entenderse de diversas maneras. Lo politico no es, necesariamente, el nombre de una oposicién existencial, de la afirmacién de una enemistad original, asi como la biisqueda de un terreno de acuerdo, de un plano comdn de argumentaci6n, no es tampoco sinénimo de despolitizacién, de neutralizaci6n, de anulacién de los valores, o de reduccién del debate acerca de la vida comiin a un asunto técnico. Ambas afirmaciones pueden entenderse de otra manera, de una manera que nos permita pensarlas en conjunto. Politico es, podriamos decir, ante todo el modo en que una comu- nidad se reconoce como tal. Antes de nombrar ninguna institucién precisa, ninguna forma particular de discriminacion de lo legitimo lo ilegitimo, de lo justo y lo injusto, lo politico nombra la instituc’ misma de la comunidad, lo politiconombra Ia unidad que permite que los hombres se reconozcan unos a otros como participes de Ta coexistencia. Desde que la institucién politica es desligada de una s cultores de la politicidad ara los realistas, la politica correspondencia con una realidad superior, de una dependencia de un orden supremo, desde que la politicidad de la coexistencia aparece para los hombres como un enigma al que ellos mismos deben responder, lo politico nombra, ante todo, el propio volverse posible de esa coexistencia. Politica es la pregunta inaugural que, hacia 1550, se formulaba Etienne de la Boétie -Boecio- en “El enigma de la servidumbre voluntaria”: ;por qué, se pregunta La Boétie, los hombres, siendo muchos, obedecen a uno solo? Pregunta politica, acerca de los resortes tiltimos en los que descansa la obediencia, pregunta que el iusnaturalismo reformula, intentando -sin lograr- obturar el enigma bajo una naturaleza humana que serviria de vara de medida de la obediencia legitima. Sabemos que los teéricos iusnaturalistas - pensemos en Hobbes, en Locke, en Rousseau- buscan anclar en una naturaleza humana prepolitica las razones y los limites de la comu- nidad politica; pero sabemos, también, que en ese mismo movimien- to, se inaugura una interrogacién inacabada hasta hoy acerca del csvaieauv corrcams pollticas, instituciones y actores en Cduca, Cid 26 = de ln comunidad esidad, en ningure 8 cu fundamento sa en ninguna necesidad, en ninguna inyge Ya xistencia nodescal ¢ te. instante, n te_tod trascenden fa hace un instant t0do La pr Lo politico, Ce isTeTCra. Politico es el acontecimiento mice posibilat oe otitica, en Ta modernidad, queda desligada de i , la olitica, ban § or el cual feo es el acontecimiento por el cual la legi Midad religion, PO voluntad popular, y yano a la voluntad divina, Politicg jgnada ala a ss pel do de lo injusto, 0 en que, en cada comunidad, lo justo “ lolegal de lo ilegal, o el gobierno legitimn diferenciad 5. tismo. 4, . oo cae ‘litico, entonces, podriamos repetir, pero ya en yn, entonacion en ca’ i ‘primera, hora esta afirmacién como la enunciacién de que |g manera en que una sociedad se plantea la uae ae lolegitime y loilegitimo, entre lo justo y Io injusto, entre lo verdadero y lo falso, la manera en que una sociedad ordena la separacién entre una esfera de los asuntos politicos y una esfera de los asuntos Teligiosos, Ola manera en que una comunidad distribuye el poder en su interior, esta manera es lo que denominamos lo politico. Lo politico tefiers entonces a la configuracién de la division interna, al modo enque una comunidad se refiere a si misma, en que pone en sentido suexistencia, su organizaci6n. Las instituciones que una comunidad se da no son indiferentes a esta manera, al sentido que se despliega en esa manera de configurar su existencia; mds atin, enel disefio arquitect6nico de Jacomunidad, en su configuraci6n espacial institucional, ese sentido se expone y se replica. Asi, por ejemplo, en la separacién, en las democracias modernas, de un Poder Judicial independiente, se expo- ne y se realiza la separacién de la Ley y el Poder, que se hallaban unidas en la monarquia absoluta, o asi, para ilustrar esta misma idea, enladistinci6n entre el Estado y el Gobierno se da a ver la separacién entre, por ejemplo, educacién publica y adoctrinamiento, que el totalitarismo por su parte atina. Lo politico asi entendido remite a la manera en que una sociedad, cada sociedad, pone en escena y en sentido su propia configuracion de lo justoy lo injusto, de lo verdadero y lo falso. Asi entendido, toda foie a Hote ay toda colocacién en su seno de uma amplio, en cuanto no s6lo la ei faae clonalfes politica en sentido lugares e instituciones a fe sino también larelacion entre 7 uye a conformar el sentido con el que Escuchando al Escatieauy con Cams 27 Ja comunidad se comprende a si misma. Politico es, por lo tanto, también el hecho inédito de que, en las democratico-liberales modernas, Ja esfera politica énten= dida en sentido restringic ezca como una esfera separada de de laesfera de larcligion, pero tambiénde lacsferadel derecho, esfera de la ciencia. Politico es el acontecimiento de una esfera “Feservada al tratamiento de los asuntos de gobierno, esfera con sus propios cédigos, sus propias reglas, su légica particular. Légica politica particular, en tanto pone el compromiso, la negociacién, pero también el enfrentamiento estratégico, en lugares privilegiados, y no se guia, como laciencia, por las reglas de verdad y falsedad, de prueba y desmentido, o como la religi6n, por la jerarquia o la revelacién, 0 como la justicia, por la rectitud, la interpretacién y la prudencia. Si, en el sentido ultimo, todo era politico, podemos ahora agregar que no todo es politica. Hay en la configuracién moderna de nuestras sociedades la disposicién de espacios diferenciados, guiados por légicas distintas, y es esperable que sélo alguno o algunos de estos espacios se guien por légicas politicas en sentido restringido. No todo, repito entonces, es politica. El llamado a la neutralidad, al debate de ideas, a la busqueda de una verdad comtin puede entonces también dejarse escuchar de una manera diferente. Como el Ilamado a la preservaci6n de un espacio no guiado por la légica del poder, por la légica politica en sentido restringido, sino alentado por una vocacién compartida. Como la invocaci6n a la constitucién de una escena horizontal de la bisqueda del mejor argumento, de la conformacién de una verdad dialégica. Como la disposici6n de un lugar en donde no se disputa el reparto o Ja asignacién de ningun objeto preexistente, sino en el que se busca establecer precisamente, y como resultado de la propia accién en ese espacio, las caracteristicas, las formas, las dimensiones del objeto que ha de surgir de alli. (Abramos un paréntesis, antes de seguir adelante. Seria también, tal vez, preciso preguntarnos si la légica especificamente politica, la l6gica que reina en la esfera de los asuntos propiamente politicos, es necesariamente la légica de la disputa por el poder, una légica estratégica donde los fines -el poder- se sobreponen a los medios, o si también esta légica especificamente politica en sentido estricto podria pensarse bajo otra figura que la de los fines. Podriamos preguntarnos si no seria posible concebir una légica especificamente Politica en que el poder no fuese concebido como un objeto, como un Escaieauy con cams Pollticas, i constituci6n de un espacio py, puta, sino como la constitucidn de un espacio pg botinen disput verdad publica comun, de un acuerdo que vlog piisqueda aed fuerza sino que seria el resultado de la con, ee ee ie 0] iniones, de argumentos, respecto de yy “plico. E ir, pongamos entre parénte: ~ a publico. Es decir P In eae una afirmaci6n anterior de que no tod fer hemos Fi publica se guian por una légica estrictamente politic, tn estratégica por el poder. Pero quedaria de todos modo, died de dilucidar si la lgica politica -en sentido estricys. a una légica de disputa estratégica por la obtencién de poy ret a ¢ ' erro el paréntesis.) . a Ee arainos atrds, e intentemos recapitular lo dicho: toda sociedaq es On de sus maneras de it iti olitica es la disposi a sociedad politica, y P' cs a i6 configurar el sentido de su existencia. Lo politico nombra el modo especifico en que cada sociedad discrimina sus esferas de verdad, é que ca fa sociedad significa su jivision interna, en que cada cedar fispone la for es. En €8a perspectiva, no hay en la sociedad nada que responda aun ordenamiento natural; todo ordenamiento es significativo, todo ordenamiento es politico. Pero, a la vez, podemos afirmar: en este ordenamiento, en esta disposicién de escenas y de instituciones, de esferas de verdad y lad, hay lugares e instancias dis- falsedad, de publicidad y privacid: d, puestos como eminentemente no-politicos, hay esferas 0 escenas que se despliegan guiadas por criterios y légicas diferentes de los de una l6gica estrictamente politica. Si afirmamos entonces que politico, en sentido amplio, es el acontecimiento por el cual en nuestra modernidad democratica el sentido de la vida en comin se despliega en la coexistencia de esferas diferenciadas, guiadas por légicas distintas, nos cabe cada vez dilucidar cual es la ldgica, cual es el criterio, que deben primar en cada esfera. Es indudable que los criterios propios a la esfera de la educacién, del reparto de los bienes educativos y de la asignacion de fae eee mismos. que aquellos dela salud, ni que bienes politicos. comercializables, ni que la asignacién de eae elisiterionea ae propiamente politica sea la de dirimic por excelencia propenier a a esfera; tal vez sea, si, la tarea politica Propios, y no subordinados ee cada esfera esté guiada por criterios Prestigio-. Politico es el debates esferas -del dinero, del poder, (el acerca de la especificidad de los instituciones y actores en or Nea Ci ci in Obie, aS efor, ‘ay de Escateauyv con Cams G. Frigerio, M. Poggi y M. Giannoni (comp.) 29 criterios propios a cada esfera, politico el combate que se opone a la hegemonfa de un tinico criterio para todos los aspectos dela yida social -y hoy, en particular, ese combate politico parece ser sobre todo el que se opone a la hegemonia de un criterio tinico de eficiencia econdmica, para las esferas no sdlo de los intercambios comerciales, sino también para la salud, la educaci6n, la calidad de vida-. En la medida en que se reconozca la autonomia de los criterios que deben guiar la asignacién de recursos, de reconocimiento, de éxito, de validez en cada esfera; en la medida en que esté explicitado el carActer politico de la existencia de esferas con valores, légicas y criterios particulares; en esa medida podremos pensar que, en el interior de cada una de ellas, efectivamente no todo es politico; enesa medida, entonces, podremos esperar que se conformen espacios publicos particulares guiados, cada vez, por un interés comtin, un interés compartido por el bien compartido, espacios piblicos de acciones y de palabras guiados por la basqueda de un bien comin a través de la disputa y la argumentaci6n. Es en la medida en que reconozcamos el carcter politico (no-natural) de la configuracién de nuestras sociedades, de su divisién, de sus escenas, que podremos sostener y proteger la existencia de espacios guiados por una l6gica alternativa. Escatieauy con Cams

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