Lección Derecho Penal

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IGNACIO BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE Catedratico de Derecho Penal LUIs ARROYO ZAPATERO Catedrético de Derecho Penal J Cate "ARLOS FERRE OLIVE ico de Derecho Penal JOSE RAMON SERRANO PIEDECASAS Catedratico de Derecho Penal NICOLAS GARCIA RIVAS Catedratico de Derecho Penal > LECCIONES DE DERECHO PENAL PARTE GENERAL ss EDITORIAL PRAXIS, S.A. Via aietana, 20 (08003 BARCELONA i LECCION 23 LAS FORMAS IMPERFECTAS DE EJECUCION I. INTRODUCCION Alestudiar la configuracién de la antijuridicidad ya se explicé que un De- echo penal como el nuestro, vinculado a la proteccién de bienes juridicos, tno puede contentarse con intervenir cuando el dafio ya esti hecho: puede ¥ debe hacerlo antes, siel riesgo es serio ¢ inminente. Por otro lado, se dijo alli también que el injusto penal exige la confluencia de un doble desvalor: de accién y de resultado, los cuales deben aparecer, ademis, estrechamente unidos. Conviene no olvidarlo ahora que analizamos las formas imperfectas de «ejecucion y nos toca determinar los criterios para sefalar la frontera entre los actos antijuridicos y aquellos otros que todavia no contienen la lesividad requetida, Dependera en todo caso de los principios politico- DE EJECUCION Cuando hablamos de formas simperfectas» de ejecucién, nos referimos a 273 casos en los que el autor no llega a realizar sperfectamente- Ia conducta des- ar. lexpresida por ‘seguiri conside cresponda con el licos de peligro, cuya consumacion no exige siquiera la lesion del bien juridico, por mucho que quiza sea este el interés tltimo det autor, 1 anticulo 197 del Cidigo Peal cata el spoderamiento Je papeles, carta ecretor scan Jescubletos pars Una vez sentado que la consumaci6a no depende tanto del proyecto cri minal del sujeto como de los términos en los que el legislador ha plasmado la conducta en cl tipo, conviene advertir que la determinacion det momento onstimativo no constituye siempre una cuestion pacifica, pudiendo incl 0 modificarse con el paso del tiempo en consonancia con la evolucion de las concepciones juridicosociales. {icon ta mers penctrcion vestibular. La raza Je ee wo oterprtativa eh, ‘yuramente, en sports alcanrata desde hace lempoppor esc tnen jaro, que ‘cara en adn personal Por otra parte, el castigo de las formas imperfectas de ejecucion plantea especiales inconvenientes en los delitos de peligro debido a que en ellos el Iegislador decide voluntariamente «anticipar- la consumacion, invadiendo el terreno antijuridico que tradicionalmente se reserva 2 las formas imperfec- é ssumar un delito ido dela zona de is: habriames sancionado el pel ‘geo del peligro» Ml. ELJTER CRIMINIS Y SUS FASES El recorrido que sigue el autor de un hecho delictivo desde el momento cen que concibe la ideade cometerlo hasta el de la consumacion se denot ‘na —en expresi6n latiza— /fer criminis, Es claro que la imagen de un delin- Cuente que actia iigro, ¥ exe momento podria ser aquel cn que A se dirigesigilosamente hacia cliugar donde guarda el veneno, dispuesto a perpetrar el crimen enseguida. ‘Sin embargo, 2 los ojos de un observador externo que no conozca el propo Ko 4 ‘ede la proximidad a la constima- reeisamente porque todo Se analiza de acuerdo en el plan del auton), 278 | 279 V. LA VALORACION DEL PELIGRO. TENTATIVA IDO- NEA E INIDONEA crimen lo normal es que selec- ‘Cuando un individuo planea cometer ‘cione los medios para llevarto a cabo y qu tegia atal efecto, Pero no siempre se sclec: bien porque el propio sujeto es un ines instramentos que a cualquiera le pare alguien echando las cartas, haciendo piensa que si—; 0 disparar sobre el leva mueito ya bastantes minutos). En todos estos ¢a- tiene mucha intencién de cometer el lo porqie los medios o el objeto son islativo y, en detinitiva, sobre si deben castigarse ios grupos de casos anteriormente expucstos. 280 ado», lo que reclama una deter- ada. Pero no por ello se puede dar por zan- jn de la tentativa inidénea y pensar que todos los casos descritos al principio van a considerarse impunes, porque el cargada: se trata de un arma cuya apariencia externa no delata en absoluto que carece de municién. Pues bien, el sector doctrinal al que se ha hecho re- ferencia tiene que aceptar en casos como este (y lo acepta de hecho) que @ briort y conforme a bt valoracién efectuada por el espectador objetivo, el ‘medio resultaba idéneo y dado que la falta de idoneidad s6lo puede ser des- cubierta a postertort, este descubrimiento no tensdri validez para eludic la punibilidad det hecho, permitiendo en todo caso hablar de una «inidoneidad ‘elativas (porque existe, pero era imperceptible ex ante), que no evita la pu- nibilidad del hecho. Dicho con otras palabras: segiin el sector doctrinal al que hacemos referencia, cuando el juez proceda a determinar la idoneidad del medio s6lo podri tener en cuenta los datos que pudieran ser conocidos cen el momento de la accibn por un hombre normal, descartando por com- pleto cualquier descubrimiento posterior, por muy cierto que sea. ue todo injusto penal esti compuesto de un doble desvalor: de acciéa y de resultado. Para deteciar el desvalor de accion si se considera oportuna la va- loracién efectuada por el espectador objetivo colocado en la posicion del autor y situado, como éste, en una perspectiva ex ante; ya tuvimos oportu- hidad de explicacio al analizar la imputacion objetiva, Pero resulta que la ma- | 281 wT ne a. | jeto debe provocar probabilidad de ‘comprucba a partir de codos los datos pres ido aquellos que no estén al lible); es decir, se amplia la ‘elementos que configuran la sicuaci las probabilidades de lesion del bien j lat un dato que es posterior a la situac duzca 0 no, porque ello puede ser de tun mero accidente. Quiz pueda por una parte, y esa sicuac! in de peligro: que la lesion se pro- dificl separar Ia accion, por otra, ya que en la realidad se Presenan frecuentemente como una sucesion instantanes de fendmenos, pero a efectos ans prescindible si se quiere comprobar Ia texistencia del desvalor de re Y no nos contentamos cor parte la presencia de una si que el bien juridico resulte finalmente les ‘de homicidio con el arma descargada, 1 mujer que no esti embarazada, ni cl disp: : van peligrosidad alguna porque cs imposible ia lesi6n del bien ju Sea por la inidoneidad del medio, ya sea por la inexistencia de objeto rele- vante. Con una angumentacn semejanic segundo grupo de casos en los cuales esa probabi (00 por cien pero si se detecta que existen cicrtas ih presencia de esa situacion de peli plo, el intento de matar 2 alguien mediante un arma cuya obsolescencia Permite aventurar que mUy diicilmente disparari cuando el sujeto apriete Br gntllo: pero no stendo imposible que ello ocucra (supongamos que eva: Tuamos el porcentaje de probabi '5 por cien) habe que reco- hnocer que algiin peligro siexistia, es decir, que la Vida de la vietima si corri6 in cietto riesgo, aunque no flera muy alto. Pucs bien, en casos como éste convendria hablar de idoneidad rel Ta probabilidad de lesion abarca un espectro indeterminado 4 ‘cero, pero tampoco raya Por timo, el tercer grupo de casos incluiria todos aquellos en los juicio de probabilidadarroja un resultado | In lesién no se produzea por cualquier 1 caso del arma que se halla cargada y en. peto que castalmente se encasquill en cl momento en que el autor apricta gatilo, En ese instante las probabilidades de quc el disparo tenga lugarson que el autor consigue tuna ejecucion defectiosa que Gjemplo. si iene mal punteria. Este tercer grupo de casos levaria la rlbrica de idoneidad absoluta. Una ver realizada la clasificacidn de los casos de tentativa en tomno a tres ‘grupos: inidoneidad absoluta, idoneidad relativa ¢ idoneidad absoluta, podemos ya servienos de ella para resolver el problema que nos ha traido Basta aqui_es deci, qué casos deben ser castigados y cudles no la luz de tas disposiciones del nuevo Codigo Penal, que naé la tentativa inidénea o delito imposible. Pues bi el primer grupo de easos debe quedaral ma aque alguien demuestre una vol tn elevado desvalor subjetivo de accio pio, eel pensamiento no 0 el pensamiento acompat: (as recomocténdise ors manflesta robe ata norma. as or vague pro- ruc, Por el contrario, si deben castigarse como tentativa los casos que hemos denominado de idoneidad relativa y absoluta; en ambos se aprecia una si- tuuacion de peligro identificable como el desvalor de resultado exigido por el injusto de la tentativa. Pero también hay que reconocer que la probabilidad de lesion es menor en el primer grupo que en el segundo, lo cual deberia in- fui en la determinacion de la pena ea virtud de lo dispuesto en el artictulo 62 del Codigo Penal, que permite al juez rebajarla cn uno o dos grado res- pecto a la prevista para el delito consumado, pero no a su libre diserecion Sino de acuerdo con dos criterios: la proximidad a la consumacion y, justa- mente, «el peligro inherente al intento». En aplicacion de esos eriterios y teniendo en cuenta la clasificacion ante- ror relativa a la idoneidad, se puede esbozar ahora una propuesta que quizi sieva alos Tribunales para la aplicacion del articulo 62 del Cédigo Penal. La [pena mas cercana ala establecida para el delito consumado deberia reservar- Se para los casos de tentativa acabada (que es idénea, por definicién). En cl ‘extremo opuesto (es decir, ior en dos grados y, ademas, en st tmitad inferior) se situaria a fentattva inacabada relativamente idonea. En el término medio quedaria la sancién de la fentativa inacabada absoluta- ‘mente idénea EMPLO: + Pena del homicidio {Pena de ta temaiva: VI. EL DESISTIMIENTO Por tratarse de una forma imperfecta de ejecucién, la tentativa se caracte- ‘za (en negativo) por la ausencia de produccion del resultado. Asi lo atesti- {gua el articulo 16 del Cédigo Penal al exigir que éste no se produzca «por tausas independientes de la voluntad del autor»; ¢\ legislador exige que el Sujeto intentase serlamente la lesion del bien juridico pero advierte también que la causa de la frustracién del intento debe ser distinta a la propia volun- {ad del autor, 0 lo que es o mismo: cuando el agente neutraliza el riesgo que ya ha creado, abandonando el intento o actuando de manera que la victima ‘ho sufra el dafio previsto, el egislador opta por conceder Ia generosa recom- ppensa de la impunidad, siguiendo el viejo principio politico-

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