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SISTEMA EPITERMAL DE ARCATA, SUR DE PERÚ

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Leandro Echavarría , Tirzo Yagua , Eric Nelson y Jorge Benavides
1
Colorado School of Mines
2
Mauricio Hochschild y Cía.

ABSTRACT

Arcata epithermal system, southern Peru


Arcata is an intermediate sulfidation epithermal deposit located in the western Cordillera
of southern Peru within a broad belt of Neogene calc-alkaline intermediate to silicic
volcanic rocks composed of a thick sequence of andesitic to dacitic lava flows with
intercalations of volcaniclastic rocks. Arcata veins have been exploited extensively since
the Spanish colonial times and the major known veins and ore shoots are nearly mined
out. However, new observations and geological models have lead to the discovery of a
considerable volume of ore. Mineralization is hosted by subparallel, northwest striking
arcuate normal faults that have a predominantly dip-slip movement. Veins in the
northeastern part of the district dip to the southwest, whereas veins in the southwest dip
to the northeast. The resultant fault pattern forms a graben structure with more than a
hundred meters of total fault offset. Major veins (Marion, Tres Reyes) horsetail to the
southeast. Principal veins of the Arcata district contain crustiform, symmetrical banding,
comb, open space-filling textures, tectonic and hydrothermal breccias, with slickensides
on the vein walls, and gouge material, suggesting that extensional tectonic activity and
mineralization were simultaneous, with repeated reopening and also post-mineralization
movements. Precious metals are mostly contained in pyrargyrite, tetrahedrite, and
acanthite, with sphalerite, galena and chalcopyrite becoming more abundant with depth.
Ore shoots in the major veins are laterally continuous and span 250 to 350 meters
vertically; however, near the margins of the district the ore shoots, though displaying high
grade ore, become more irregular and discontinuous. Most of the known mineralization
is stratigraphically controlled and is hosted by a thick sequence of intermediate lava
flows whereas grade diminishes dramatically within the underlying volcaniclastic
sequence. Nowadays exploration efforts are centered at the Tres Reyes southeast area,
where the major Tres Reyes vein horsetails in different splays and economic
mineralization has been recognized. The mineralization present in one of those splays,

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Ramal 2, is remarkably different from the other parts of the district. Ramal 2 contains high
grade silver ore related to argillic alteration of the host rocks and the vein, and shows
repetitive tectonic activity responsible for the formation of breccias and gouge material.
At Ramal 2 an ore shoot about 850 meters long and 350 meters high has been identified
with about 1,000,000 TM of ore, averaging 20.40 Ag oz/TM and 1.68 Au gr/TM.

INTRODUCCIÓN

El distrito de Arcata se ubica en el departamento de Arequipa, alrededor de 180 km al


norte de la ciudad de Arequipa, en la Cordillera Occidental del Sur de Perú, a
aproximadamente 72° 18’ 30” de longitud oeste y 14° 59’ de latitud Sur y a 4600 metros
sobre el nivel del mar (Fig. 1).

Arcata es un distrito epitermal de sulfuración intermedia. La mineralización,


principalmente de Ag, se hospeda en vetas intruidas en rocas volcánicas del Mioceno.
Las vetas de Arcata han sido explotadas desde la época colonial. De estas, Marciano y
Baja han sido trabajadas por los españoles en el siglo 18, etapa en la que se habrían
extraído alrededor de 100.000 toneladas de mena. La explotación moderna comenzó en
el año 1964 en las vetas Baja, Alta y Marión (Anónimo, 1989). La producción total a lo
largo de la vida de la mina es de aproximadamente 115 Moz de plata y 0.35 Moz de Oro.
La intensa explotación realizada durante las últimas décadas ha llevado prácticamente
al agotamiento de las principales vetas y clavos mineralizados conocidos; sin embargo,
nuevos trabajos exploratorios que están siendo llevados a cabo han dado resultados
positivos, lo que posibilita la cubicación de importante cantidad de mineral. Los trabajos
de exploración y desarrollo actuales se están centrando en la zona de Tres Reyes
sudeste donde se han reconocido varias vetas subparalelas que contienen mineral
económico.

GEOLOGÍA REGIONAL

Arcata se encuentra situada en un amplio arco volcánico de edad miocena (McKee y


Noble, 1989; Clark et al., 1990; Noble et al., 1999; Fig. 2), conformado por lavas y rocas
volcaniclásticas de composición intermedia a ácida y afiliación calco-alcalina, típicas de
márgenes continentales (Klink et al., 1986). La secuencia volcánica se deposita

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discordantemente sobre rocas sedimentarias de origen marino de edad
jurásica-cretácica. Las vulcanitas del Mioceno inferior se encuentran plegadas y
deformadas por la fase Quechua I (Mégard et al., 1984), mientras que las rocas más
jóvenes se encuentran no deformadas.

El distrito de Arcata se caracteriza por la presencia de dos juegos de lineamientos


regionales conjugados de rumbo noroeste y noreste, que actuarían paralelos y
transversales al arco volcánico Mioceno, respectivamente (Fig. 2). Sobreimpuesto a
estos lineamientos, se reconoce una estructura circular de aproximadamente 15 km de
diámetro. Posiblemente se trate de una estructura de colapso relacionada al evento
volcánico ya que se encuentra centrada por un domo de composición riolítica. En este

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marco, las vetas de Arcata se disponen asociadas a las fracturas arqueadas paralelas al
margen de dicha estructura circular y hacia su borde norte-noreste.

GEOLOGÍA DEL DISTRITO DE ARCATA

La geología de la mina de Arcata está compuesta por una sucesión de flujos lávicos
andesíticos a dacíticos de gran espesor, intercalados con rocas volcaniclásticas tanto
de origen primario como retrabajadas. Las lavas son porfíricas con fenocristales
abundantes de plagioclasa tabular, y minerales ferromagnesianos, principalmente
agujas de piroxenos y láminas de biotita. En algunas lavas se han reconocido escasos
fenocristales de cuarzo. Los fenocristales suelen estar dispersos en una pasta afanítica
de color gris medio a oscuro. En general, la disposición de los fenocristales es azarosa;
aunque en sectores se observa una alineación que evidencia cierta fluidalidad.
Comúnmente, estos flujos lávicos poseen decenas de metros de espesor, son macizos
o con disyunción columnar.

Intercalados con los depósitos lávicos descritos se reconoce una potente sucesión de
rocas volcaniclásticas formadas principalmente por flujos piroclásticos de origen
primario y rocas volcaniclásticas retrabajadas. Las piroclastitas primarias están
constituidas por brechas matriz soportadas, formadas en general por abundantes
fragmentos pumáceos subredondeados a alargados que alcanzan 3 cm de
diámetro/largo. Los litoclastos son menos abundantes, poseen formas angulosas y
diferentes composiciones, comúnmente son fragmentos de rocas volcánicas porfíricas
de intermedias a ácidas. Los cristaloclastos son abundantes, formados por cuarzo,
plagioclasa, biotita y anfíboles. La matriz está constituida mayoritariamente por trizas
vítreas, con diferente grado de recristalización y alteración. Estas rocas aparecen, o
bien sin soldamiento, o bien claramente soldadas con un notorio estiramiento de los
fragmentos pumáceos y desarrollo de texturas eutaxíticas, lo que estaría evidenciando
su origen primario y depositación a altas temperaturas. En la base de algunas
ignimbritas se han descrito depósitos de tracción de origen piroclástico, surgentes
basales, caracterizados por una fina estratificación dada por alternancia de láminas de
granulometría gruesa y fina, en ocasiones con estratificación entrecruzada de bajo
ángulo. Las rocas volcaniclásticas retrabajadas se ubican en general sobre las
ignimbritas, y están compuestas por bancos de pelitas alternando con areniscas finas
que poseen entre 10 y 20 metros de potencia y pueden ser depósitos retrabajados y

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depositados en un ambiente lagunar y/o fluvial de baja energía. El espesor total de la
secuencia volcaniclástica es de 90 a 120 metros.

Las rocas volcánicas son intruidas ocasionalmente por domos de composición riolítica.
Dichos domos y los flujos asociados poseen textura porfírica con fenocristales de
cuarzo, sanidina y biotita, en una pasta vítrea. Poseen estructura fluidal con zonas ricas
en esferulitas y litofisas intercaladas con zonas macizas.

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También se ha reconocido la presencia de diques riolíticos con textura porfírica con
abundantes fenocristales de cuarzo y sanidina.

Candiotti et al. (1990) citan edades de 6.3±0.2 para los flujos lávicos, 6.1±0.2 para las
rocas volcaniclásticas y 5.9±0.2 para los domos riolíticos.

Parte del área se encuentra cubierta por potentes flujos lávicos de composición
andesítica y edad Pleistocena, principalmente provenientes del volcán Huajrahuire
ubicado al sudeste de Arcata.

Finalmente, también se reconocen depósitos cuaternarios de origen glaciario morrénico


y depósitos aluviales.

MINERALIZACIÓN

La mineralización del Distrito de Arcata se localiza en vetas subparalelas, de rumbo


predominante noroeste, continuas y bien desarrolladas (Fig. 3). Existen algunas
estructuras que se disponen transversalmente con alto ángulo a las precedentemente
mencionadas, aunque son estructuras menores y no llegan a formar clavos de
importancia. Las vetas poseen desde pocos centímetros hasta más de 10 metros de
potencia, con texturas de relleno de espacios abiertos como bandeados costriformes, en
cucarda, crecimientos en peine y brechas. Los clavos mineralizados suelen ser
continuos tanto horizontal como verticalmente. La mineralización, consistente en plata
con cantidades variables de oro y metales base, se puede clasificar como epitermal de
sulfuración intermedia (Hedenquist et al., 2000, Sillitoe y Hedenquist, en prensa).

Sobre la base de 6 determinaciones radiométricas K/Ar en adularia y alunita hipogénica,


Noble (1982) y Candiotti et al. (1990) sugieren una edad de 5.4 Ma para la
mineralización del Distrito de Arcata.

La alteración hidrotermal más ampliamente distribuida es la propilitización,


caracterizada por una alteración a clorita de los minerales máficos y en la pasta de las
vulcanitas, mientras que las plagioclasas se encuentran alteradas de débil a
fuertemente por sericita y/o calcita. En las cercanías de las vetas se reconoce un fuerte

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metasomatismo potásico, caracterizado por la presencia de cuarzo y adularia, con las
plagioclasas frecuentemente sericitizadas y los minerales máficos cloritizados, y
abundante pirita diseminada, mientras que en los sectores más altos se ha reconocido
marcasita en cavidades y venillas. La alteración potásica y la silicificación suelen estar
sobreimpuestas a la alteración propilítica dando a la roca un aspecto de brecha (Fig.
4C), con textura en rompecabezas y abundantes venillas de cuarzo-adularia.

La alteración argílica está prácticamente ausente en la mayor parte del distrito, con la
excepción de sectores localizados en veta Baja y Tres Reyes, donde se reconoce un
halo de alteración argílica avanzada formada casi exclusivamente por caolín y escasa
alunita de grano fino. Esta alteración argílica no se encuentra asociada a leyes
económicas de plata, con la única excepción del Ramal 2 (Fig. 9) en el sector sudeste
de veta Tres Reyes, donde la alteración argílica está presente en las rocas
encajonantes, pero principalmente dentro de la veta que presenta una textura de brecha
y altos valores de plata.

Las vetas poseen una mineralogía compleja donde se reconoce cuarzo macizo o
bandeado de grano fino a medio, calcita lamelar (en ocasiones reemplazada por cuarzo,
Fig. 4A), rodonita, rodocrosita, adularia, fluorita, calcedonia en las partes altas de
algunas vetas.

Fig. 4.
A. Reemplazo
de calcita
lamelar por
cuarzo.
B. Estadio de
cuarzo blanco
macizo cortado
por bandeado
costriforme.
Ramal 1 Tres
Reyes SE.
C. Andesita
con alteración
propilítica y
silicificación
que le da un
aspecto de
brecha.
D. Exsolucio-
nes de
calcopirita en
esfalerita.

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Los sulfuros más comunes son pirita, marcasita en las partes más altas, esfalerita,
galena, calcopirita (Fig. 4D) y estibina, la plata está hospedada principalmente en
pirargirita, tetrahedrita (freibergita) y acantita. En general, se reconoce un aumento en
profundidad de los sulfuros de metales base (Fornari y Vilca, 1979; Larson, 1983;
Candiotti et al., 1990). También se mencionan localmente pirrotina, arsenopirita,
polibasita, electrum, estefanita, mckinstrita, miargirita, pearceita, stromeyerita (Allen,
1983, Larson, 1983, Heuberger, 1983, Candiotti et al., 1990)

Estadios paragenéticos
Aunque no se han realizado estudios detallados de paragénesis mineral en Arcata,
varios estadios depositacionales pueden ser identificados en estudios preliminares.

Estadio inicial: corresponde a calcedonia y cuarzo fino con bandeado coloforme de color
blanco a rosado y en ocasiones gris (Fig. 4B), debido probablemente a la presencia de
pirita fina diseminada. En sectores restringidos se ha reconocido la presencia de cuarzo
reemplazando a calcita lamelar, por lo que se estima que pudo haber ocurrido un pulso,
aunque no muy expandido de calcita, hecho también destacado por Candiotti et al.
(1990). Asimismo, se han identificado brechas formadas por clastos de roca de caja en
avanzado estado de silicificación, cementadas por calcedonia o cuarzo de grano fino,
también se reconocen brechas con clastos de calcedonia blanca cementados por
cuarzo gris.

Estadio de minerales de manganeso: El primer pulso es cortado por un bandeado


costriforme con bandas de minerales de manganeso (rodonita y rodocrosita), calcita
lamelar, cuarzo de grano medio a grueso (Fig. 4B) con texturas en peine y bandas
delgadas de sulfuros, principalmente esfalerita, galena, calcopirita, tetrahedrita y
pirargirita.

De acuerdo con las relaciones minerales observadas se puede establecer la siguiente


secuencia paragenética de sulfuros que, en rasgos generales, coincide con la
presentada por otros autores (Larson, 1983; Heuberger, 1983; Allen, 1983; Candiotti et
al., 1990): la pirrotina aparece como un mineral temprano, aunque muy escaso y
localizado, en esta primer etapa también parece haberse desarrollado galena. A ellos le
sigue la pirita que los engloba, posteriormente se deposita esfalerita. La calcopirita se

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forma simultáneamente y con posterioridad a la esfalerita. Apariciones tardías de pirita
sugieren la presencia de dos generaciones de este mineral (Larson, 1983), o una
prolongada estabilidad durante la mayor parte del desarrollo del sistema hidrotermal
(Heuberger, 1983). En general, los minerales que contienen metales preciosos
aparecen tardíos en la secuencia paragenética observada.

Según Larson (1983) y Candiotti et al. (1990) habría dos pulsos de sulfuros que podrían
considerarse como subestadios dentro del estadio principal de minerales de
manganeso. El primer subestadio es de grano más grueso, más rico en cuarzo y
metales base, mientras que el segundo subestadio es más bandeado, de grano más
fino, rico en minerales de manganeso y metales preciosos. En veta Marión este último
subestadio estaría ocupando la zona central de la veta (Larson, 1983).

Estadio final: se reconoce un último estadio estéril formado por calcita maciza en partes
reemplazada por cuarzo.

Zonación mineral
Las vetas del distrito de Arcata están fuertemente zonadas tanto en sentido vertical
como horizontal. En las partes superiores de las vetas se observa una “capa” de
calcedonia o cuarzo fino, probablemente producto de recristalización, en ocasiones
(Veta Tres Reyes) con alteración argílica asociada (caolinita-alunita). Hacia abajo las
vetas se hacen más definidas, formadas por cuarzo macizo y muy bajo contenido en
metales. En las partes altas se observa marcasita que desaparece en profundidad,
también los contenidos de estibina son mayores. El cuarzo se torna progresivamente
más cristalino en profundidad y aparece la calcita lamelar, parcialmente reemplazada
por cuarzo, coincidiendo con las partes superiores de los clavos mineralizados
(Candiotti et al., 1990, Sillitoe, 1998). En las zonas más profundas reconocidas,
coincidiendo con las zonas de leyes económicas, aparecen los minerales de
manganeso (rodonita y rodocrosita) y el cuarzo de grano medio a grueso, generalmente
con textura en peine.

La zonación de metales también es bien marcada. En las partes superiores de las vetas
se tiene un contenido muy bajo de metales en general y metales base en particular, y los
contenidos en As y Sb son anómalos (Sillitoe, 1998, Hedenquist, 2000), lo que se

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corresponde con lo típicamente encontrado en otros depósitos epitermales (Silberman y
Berger, 1985). En profundidad aumentan los contenidos en metales, con un límite
superior bien marcado y abrupto. Paulatinamente, los metales base se hacen
relativamente más abundantes hacia la base de los clavos. Aparentemente, también
habría una zonación horizontal de metales, y es la veta Marión la más rica en metales
base, los que disminuyen hacia el sur y oeste.

CONTROL ESTRUCTURAL DE LA MINERALIZACIÓN

La mayoría de las principales vetas está localizada en fallas normales subparalelas que
poseen un rumbo de este-oeste a noroeste e inclinan entre 40° y 65° (Fig. 5). Las vetas
del sector norte integradas por el sistema Marión, que incluye a la veta Marión, D, Luisa
y Marciano, inclinan hacia el sur, mientras que el resto de las principales vetas del
Distrito inclinan hacia el norte. El movimiento de dichas fallas origina una fosa (graben)
con un desnivel total de más de 100 metros.

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Las principales vetas del distrito están formadas por un bandeado costriforme, en
ocasiones simétrico y por otro tipo de relleno de espacios abiertos, con brechas de
origen tectónico e hidrotermal; asimismo se ha reconocido en ellas estrías en las
paredes y material triturado de falla. Estas características ponen de manifiesto que una
fuerte tectónica extensional fue simultánea con la mineralización, lo que posibilita la
apertura de las fallas normales, con episodios de deformación y mineralización
repetitivos y hasta movimientos posteriores a la mineralización.

Las estrías medidas en las paredes de las principales vetas (Marión, Baja, Tres Reyes)
indican consistentemente un movimiento en el sentido de la inclinación, con raques
entre 60° y 90° (Fig. 6A). El análisis estructural de dichos datos revela que el eje
tensional poseía una dirección de N20°E a N30°E, y buzamiento bajo, mientras que el
eje de compresión era prácticamente vertical (Fig. 6B y 6C). El eje tensional con
dirección NE-SO reconocido se corresponde con lo propuesto por otros autores para el
Mioceno superior de la región (Mercier et al., 1992). Ello da como resultado un
movimiento principalmente en el sentido de la inclinación en las estructuras de rumbo
noroeste, con una pequeña componente de desplazamiento de rumbo dextral.

La distribución de los clavos mineralizados dentro de las vetas está relacionada a las
posiciones y orientaciones estructuralmente más favorables. Así, en veta Baja, puede
deducirse que la posición del clavo está controlada por el movimiento de la falla, y el

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buzamiento de dicho clavo es perpendicular a la dirección de desplazamiento (Fig. 7),
posición óptima para una mayor apertura de la falla y consiguiente incremento del flujo
de fluidos hidrotermales circulantes, que deposita mena de alta ley.

Por otro lado, en veta Marión, que representa la mayor veta del distrito, también se
observan controles estructurales en la depositación mineral (Fig. 8). Marión posee un
clavo mineralizado con valores económicos muy continuos, de más de 2,5 km de
longitud y aproximadamente 350 metros de alto. En sección longitudinal de esta veta
donde se muestran los valores de plata (Fig. 8), se reconocen dos zonas con altas leyes,
las que se corresponden, a su vez, con los sectores de mayor potencia de la veta.
Marión es una veta con un rumbo general oeste-noroeste e inclinación al sur, en la que
se han medido raques que promedian 65° hacia el sudoeste, de lo que resulta una
pequeña componente de rumbo dextral. Analizando las inflexiones a lo largo de la veta
se reconoce que las áreas con altas leyes se corresponden con porciones que poseen
un rumbo más hacia el noroeste (Fig. 8), posición que actúa de manera transtensional y
es más favorable para la disposición de espacios abiertos y, por lo tanto, para la
formación de sectores de vetas potentes y de alta ley.

Fig. 8. Sección longitudinal de veta


Marión, en donde se han volcado los
valores de los logaritmos de Ag en
oz/ton. También se muestra la sección
en planta de los distintos niveles de las
labores mineras y una interpretación de
las inflexiones de la veta a lo largo del
rumbo. Sobre la sección longitudinal se
han encerrado en círculos las dos áreas
de mayores leyes.

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CONTROL ESTRATIGRÁFICO EN LA MINERALIZACIÓN

Como ya se ha mencionado, las vetas de Arcata se intruyen en rocas volcánicas del


Mioceno, formadas por lavas intercaladas con rocas volcaniclásticas. Se reconocen dos
potentes paquetes de lavas andesíticas a dacíticas. Del inferior no se conoce la base;
por lo tanto, su potencia no puede ser estimada, mientras que el superior posee más de
300 metros de espesor de lavas macizas. Entre ambos se desarrolla una secuencia
volcaniclástica de alrededor de 100 metros de potencia media formada por piroclastitas
primarias y rocas clásticas retrabajadas de grano fino. La secuencia lávica y la clástica
poseen una respuesta marcadamente diferente en cuanto a su fracturamiento. Por su
parte, las lavas se comportan de manera competente, desarrollando fracturas continuas
y abiertas, mientras que las rocas volcaniclásticas, en particular las de grano fino y bien
estratificadas, resultan más incompetentes frente a los esfuerzos, no desarrollando
fracturas continuas y abiertas, sino que las fracturas se ramifican, se forman brechas y
hay menos disponibilidad de espacios abiertos. Esto tiene gran influencia en la
mineralización y en el tipo de veta que se forma en cada secuencia litológica. Las vetas
intruidas en las lavas andesíticas a dacíticas son continuas, con relleno de espacios
abiertos, bandeados costriformes, en ocasiones simétrico y altas leyes de Ag. Mientras
que en los tramos hospedados por rocas volcaniclásticas las vetas se cierran, los
espesores son menores y las leyes más bajas, las texturas suelen ser de brecha y la
veta se abre en ramas. En ocasiones no se desarrolla nada de relleno hidrotermal, sólo
se reconoce una pequeña fractura con silicificación (Fig. 9).

SECTOR TRES REYES SUDESTE

Las tareas de exploración y desarrollo actuales en la mina de Arcata están focalizadas


en la zona tres Reyes sudeste, donde la veta Tres Reyes se abre en varias ramas que
continúan emplazadas en fallas normales (Fig. 9) que producen una caída de bloques
hacia la parte central de la fosa (graben). Los trabajos desarrollados han posibilitado la
cubicación de un importante volumen de mineral.

De los 4 ramales principales, el ramal 2 es el que reviste mayor interés debido a la


mineralización de alta ley de plata y a sus características geológicas. La veta Ramal 2
aparece como una brecha de origen tectónico, con clastos de caja y abundante panizo

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dentro de la veta. Los clastos angulosos de varios centímetros de diámetro están
cementados por un cuarzo hidrotermal de grano fino a medio y color gris dado por la
pirita fina diseminada. Es de destacar una conspicua alteración argílica, formada por
caolín, que se desarrolla en la roca de caja y dentro de la veta (Fig. 9). Los minerales de
plata, principalmente pirargirita, se desarrollan como pátinas sobre los clastos de la
brecha y dentro del cuarzo gris, asociados generalmente a pirita. Existe una notoria
correlación positiva entre la alteración argílica y la ley de plata.

Las vetas en las partes centrales del Distrito de Arcata, como es el caso de Marión,
forman clavos mineralizados continuos de considerable extensión. Sin embargo, hacia
los márgenes del sistema hidrotermal, los clavos mineralizados suelen ser más erráticos
y discontinuos. Un ejemplo de ello es el sector sudeste de veta Tres Reyes, donde se
han reconocido altas leyes de plata; aunque estas son discontinuas y forman sólo clavos
pequeños. El clavo de mayor desarrollo se ha cubicado en el Ramal 2, con horizonte
vertical de 350 metros y una longitud de 850 m de mineralización económica continua. El
mineral dimensionado en dicho clavo alcanza 1.000.000 de toneladas métricas, con una
ley promedio de 20,40 oz/TM de Ag y 1,68 gr/TM de Au.

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CONCLUSIONES

Arcata es un distrito epitermal de sulfuración intermedia rico en plata y metales base, la


mineralización se hospeda en vetas de rumbo predominante noroeste y movimiento
principal paralelo a la inclinación que forman una estructura de fosa (graben). Las vetas
poseen texturas de relleno de espacios abiertos como bandeados costriformes, en
cucarda, crecimientos en peine y brechas, con ganga de cuarzo, calcita, rodonita y
rodocrosita. Por su parte, los minerales de mena más comunes son galena, esfalerita,
calcopirita, con los metales preciosos hospedados en sulfosales de plata (pirargirita y
tetrahedrita). Se ha identificado una compleja secuencia paragenética con varios pulsos
responsables de la mineralización económica. Existe una clara zonación horizontal y
vertical de la mineralización, donde se reconoce calcedonia en superficie que pasa a
cuarzo cristalino en profundidad, donde aumenta la calcita y más hacia abajo se
presentan rodonita y rodocrosita. Los metales también se encuentran zonados con un
aumento de metales base en profundidad.

Los clavos mineralizados suelen ser continuos tanto horizontal como verticalmente,
extendiéndose subhorizontalmente y confinados preferentemente dentro de las lavas
andesíticas a dacíticas superiores. La posición de las zonas con alta ley dentro de las
vetas está controlada estructuralmente y está localizada en sectores donde la veta
cambia suavemente de rumbo a posiciones más favorables, como direcciones noroeste,
y posiblemente también relacionada a cambios de inclinación.

Existe también un fuerte control estratigráfico, y son los flujos lávicos andesíticos a
dacíticos los más favorables para albergar mineral económico que las rocas
volcaniclásticas intercaladas.

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En el marco regional la fosa (graben) de Arcata parece estar controlada por una
estructura circular, posiblemente un colapso tipo caldera. Arcata se desarrolla hacia el
norte-noreste de dicho rasgo. Las vetas son arqueadas, cóncavas hacia el sur, paralelas
al borde de la mencionada estructura regional, que posee unos 20 km de diámetro y está
centrada por un domo riolítico. Marión actuaría como una falla maestra lístrica, mientras
que las demás vetas serían ramificaciones de la caja techo que se desprenden de la
falla maestra principal, o fallas antitéticas de la caja techo (Fig. 10).

Trabajos de exploración realizados en el Distrito de Arcata han llevado a la localización


de importante cantidad de mineral en el área de Tres Reyes sudeste. Estos
descubrimientos fueron el resultado de una tarea de exploración metódica, con mapeos
geológicos y la utilización de métodos modernos de investigación aplicada. Los
resultados positivos son un claro ejemplo de lo beneficioso que resulta el trabajo en
equipo de los geólogos del staff de la mina y grupos de investigación, que utilizan
métodos modernos de prospección y modelamiento geológico, apoyados por una fuerte
inversión bien enfocada.

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