MARISTELLA SVAMPA
LOS QUE
GANARON
La vida en los countries
y barrios privados
e)
Editorial BiblosINTRODUCCION
\Vivimos en un mundo cada vez mas privatizado. La Argentina no es
juna excepeién; al contrario, debido al caracter exacerbado que ha
tomado este proceso de privatizacién, nuestro pais se ha convertido
en una suerte de modelo situado més alla de toda ortodoxia razo-
nable. El alcance de la privatizaci6n es tal que para hablar de ella
podriamos parafrasear la concepcién de Michel Foucault (1991)
acerca del poder: se trata de un fenémeno capilar que irriga el
conjunto del cuerpo social y va diseminandose por todos sus inters-
ticios. El cardcter fluido y relacional de este proceso termina por
rearticular sobre nuevas bases (a través de nuevas instituciones y
de nuevas tecnologias) las relactones sociales. En otros términos,
los resultados en curso implican cambios relevantes en el tipo d
azo social. en la concepcién de lo que debe ser una “buena” sociedad
Y, por ende, en el modelo -real y concreto- de ciudadania.
La expansion de barrios privados y countries se encuentra entre
juna de las dimensiones mas emblematicas y mAs radicales de este
proceso de privatizacion que atraviesa el pais desde hace poco mas
ide diez afios. Su emergencia es puesta en relacién directa con el
‘aumento de las desigualdades sociales y la crisis del Estado para
garantizar la seguridad de todos sus ciudadanos.
Ahora bien, la crisis de la seguridad urbana varia seginn la inter-
pretacion social que hagamos del fenémeno. Como sefiala Améndo-
1a(2000), una delas explicaciones mds extendidas en Estados Unidos
hace hincapié en la pérdida del control del territorio por parte del
grupo de pertenencia, al tiempo que afirma el derecho del ciudadano
a la recuperaci6n y autodefensa, incluso armada. En Europa, en
cambio, donde tradicionalmente la proteccién del ciudadano ha
estado en manos del Estado, la autodefensa constituye un hecho
excepcional y el problema es vivido, ante todo, como una crisis
global del Estado 0, en el caso extremo, como la crisis de un modelo
de ciudadania. En términos politicos, los tipos presentados remiten
tay2 Los que ganaron
a dos modelos diferentes de cudadania: el primero ilustra el desdi-
bujamiento de los limites entre lo privado y lo publico y afirma, en
ultima instancia, un modelo de ciudadania privada basado en la
“autorregulacion”, en la autotutela individual; mientras que el se
gundo afirma la separacién entre espacio publico y privado a traves
de un modelo universal de citidadania que encuentra su correlato
en el reconocimiento de la autoridad del Estado y su poder de regu-
lacién.
‘Ambos modelos de sociedad se apoyan sobre tipos urbanos dife-
rentes. Asi, en Estados Unidos, desde mediados del siglo x1X los
suburbios encamnan cabalmente el marco ideal de la familia y devie~
nen por ello el lugar de asentamiento natural de las clases medias
superiores (modelo de la ciudad-jardin), mientras que la ciudad
aparece limitadaa las funciones econémicasy ala integracién delos
inmigrantes. Desde el punto de vista racial y social, este proceso de
suburbanizacién temprana aliments una suerte de segregacion
espacial, a partir de la consolidacién de enclaves residenciales ho-
mogéneos. Asimismo, la ciudad, como soporte material del ‘vivir
juntos’, no forma parte del imaginario politico-ideolégico de la so-
‘ciedad americana’ (Ghorra-Gobin, 1999). En definitiva, la sociedad
estadounidense nos devuelve una imagen paradéjica, pues nada es
més representativo del “estilo de vida americano” que su proverbial
riqueza y su indiscutible apartheid.
Por el contrario, la vision europeo-mediterranea considera la
ciudad industrial como centro politico y econdimico. Esta deviene,
en consecuencia, el foco de atraccién natural de las elites. Pero.
ademas, la cludad es concebida como el lugar de encuentro privile-
giado entre categorias sociales diferentes, soporte necesario de un
modelo “mixto” de socializacién apoyado por el Estado.
Desde sus origenes, los pafses latinoamericanos se han caracte-
rizado por la afirmacion -contradictoria~ de un modelo dual que
lcombina diferentes fuentes de legitimidad: st, por un lado, durante
gran parte del siglo xix € inicios del xx se difunde un modelo de
jciudadania que supone la tarea nada facil de construir un Estado
jque “forme” a los citidadanos y los integre a la nacién, por otro lado,
no es menos cierto que desde los origenes la permanencia de las
Jjerarquiasy las flagrantes desigualdades socialesimponian, de hecho,
el reconocimiento de una fractura social insalvable. Esta matriz;
dual caracteriza la tensién propia de la modernidad en América
Latina: un continente que desde el principio buse6 asociarse a los
1. Como lo muestran las revueltas urbanas de Los Angeles, el peso de is clucades es
relativamente débil comparade con el de las municipalidades rurales y suburbanas,
Introdueetén 13
ero que, al mismo tiempo, nunca dejé de pensarse, a pesar de las
ransformaciones, como una forma “trunca” de la modernidad.
Con el proceso de urbanizacién, la Tractura social se tradujo en
formas especificas de segregacién, a través de la emergencia de
erdaderos guetos de pobreza (villas iniseria”, “callampas”, “cante-
les", favelas” ocualquiera sea su nombre en distintos puntos del
ontinente). La fractura urbana aparecia como la expresién por
Jantonomasia de la distancia -Insalvable y permanente- entre los
diferentes componentes de la sociedady, ai mismo tiempo, ilustraba
a consotidacion de un modelo especifico de socializacién basado en
el contacto entre grupos homogéneos desde un punto de vista social
y racial.
Ahora bien, no es menos cierto que en las tltimas décadas la
entrada acelerada a un nuevo tipo societal, caracterizado por la
globalizacion de la economia y la reestructuracion de las relaciones
sociales, trajo como consecuencia el aumento de las desigualdades
y la polarizacion social. Aunque esta nueva dindmica global afect6
de manera desigual a los paises del centro respecto de los de la
periferia, las consecuencias sociales y urbanas de este proceso se
han hecho presentes también en los paises mas desarrollados, en
los cuales se ha registrado ademas el aumento del flujo inmigrato-
rio. Asi, por ejemplo, en Estados Unidos la suburbanizacién de las.
clases medias superiores cobr6 un nuevo giro en los tiltimos veinte
afios, como se advierte a partir del notorio incremento de las “gated
communities” (comunidades cercadas) en aquellos estados con
mayores porcentajes de inmigrantes, entre ellos, California y Flori-
da (Blakely y Snyder, 1997: Ghorra-Gobin, 1999).
En América Latina, de manera més acentuada que en otros lu-
gares, la crisis del Estado, la desindustrializacion y el aumento de
la inseguridad urbana ocurrida en los tiltimos decenios contribuye-
ron a ampliar atin mas la brecha que separa a los sectores sociales
mas favorecidos de los pobresyy excluidos. No resulta extrafio enton-
‘ces que en ciertos paises del continente, donde la fractura social
constituye una marca de origen, las clases altasy medias superiores
hhayan buscado profundizar las formas de segregacién espacial en
el interior de las ciudades. Asi, tanto en México como en Venezuela
y Brasil se han consolidado condominios, comunidades cercadas,
esto es, barrios cerrados, inspirados en el modelo norteamericano
de la vivienda unifamiliar y la seguridad privada.
Pesea las marcadas diferencias existentes, también en los paises
‘uropeos la idea de una “fractura urbana” comienza a tomar el
lugar de la “fractura social” (Donzelot, 1999). Mas atin, las revuel-
tas urbanas protagonizadas por los sectores desfavorecidos en la
posse de modernizaci6n y racionalizacion de la vida moderna
i4 Los que ganaron,
periferia de las grandes urbes estarian dando cuenta del estallido
de un modelo de “ciudad” que garantizaba, a través de la integra-
cién y la interdependencia, una socializacion en la diferencia. De
manera que, en menor medida que en otras partes, este fenémeno
tendria su corolario inevitable en el surgimiento de un “urbanismo
de las afinidades”, en la “desincorporacion” de los sectores medios-
altos, que parten a la busqueda de las ventajas que garantiza la
homogeneidad residencial y una sociabilidad del “entre nos". En
términos mas esquematicos, el actual proceso urbano ha sido
descripto por los especialistas como el desplazamiento de un modelo
de “ciudad abierta’, basicamente europeo, centrado en la nocién
de espacio puiblico y en valores como la ciudadania politica y la
integracion social, hacia un régimen de “ciudad cerrada”, propio
del modelo norteamericano, marcado por la afirmacién de una
ciudadania “privada”.
En la Argentina el proceso de segregacion espacial de las clases
medias superiores es mucho mas tardio que en otros paises del
continente. El hecho noes casual, pues diferencia de otros paises
latinoamericanos en donde la heterogeneidad socioestructural apa-
rece alimentada por una distancia étnica y cultural, la Argentina,
pese a aquélla, se caracteriz6 por una tendencia a la homogeneidad
social y por el desarrollo de una cultura mas igualitaria. Realidad y
mito fueron dando forma a un imaginario en el cual la logica igua-
taria y la fe en el progreso social indefinido marcaban la “excepcio-
nalidad” argentina en el contexto latinoamericano. Tanto la clite
dirigente en la época de la republica conservadora (1880-1916)
como los primeros gobiernos radicales que le sucedieron (1916-
1930) subrayaron desde el principio la dimensién colectiva de estos,
Procesos como factores relevantes para la disolucién de las divisio-
nes sociales.
Este conjunto de representaciones sociales que hacia referencia
central a la homogeneldad cultural y racial fue encarnado de mane-
ra paradigmatica por las clases medias, en gran parte de origen
inmigrante, si bien el régimen peronista de 1945 introdujo una
importante inflexién en el modelo, pues logré hacer extensivo este
anhelo igualitario a las clases trabajadoras.
Asimismo, una de las consecuencias visibles de esta logica igua-
litaria, componente diferencial respecto de otros paises del conti-
Inente, era la existencia de un modelo de socializacion especifico,
Jbasado en la experiencia de la heterogeneidad social y residencial.
‘Stes posible caracterizar la integracion social e individual como un
proceso que articula relaciones horizontales (en el interior de un
grupo social) y lazos verticales (con otros grupos de la estructura
social}, a través de diferentes marcos de socializacion, entonces
Introduccion 18
podemos afirmar que tanto el barrio como la escuela publica apor-
taban no pocos de esos “espactos”. Asi,’ por ejemplo, la plaza o la
esquina de un barrio, los patios de un colegio del Estado, proveian
al individuo de una orlentacién doble, hacia adentro y hacia fuera
de su grupo, y aparecian como los contextos propicios para una
soclalizacién mas igualitaria, basada en la mezcla y la heterogenei-
dad social,
Sin embargo, este modelo de socializacion que encontré en las
clases medias urbanas su protagonista central y su soporte basicoen
el Estado como agente impulsor de la integracién social, entré en
colapso. En realidad, las transformaciones producidas dan cuenta de
un cambio en la matriz societal, que arranca en 1976 con la ultima
dictadura militar, cuyo proyecto econémico y social se orienté al
desmantelamiento del modelo anterior, apoyado sobre la interven-
clon del Estado, el proteccionismo y la industrializacién sustitutiva
de importaciones. Pero es a partir de 1989, con la asuncién de Carlos
Menem, cuando se concreta el pasaje a un modelo aperturista cen-
trado, entre otras cosas, en la reduccién de las funciones del Estado
a través de la privatizacion de sus areas mas importantes.
Las repercusiones sociales que ha tenido este conjunto de trans-
formaciones son mayores. La nueva dinamica social produjo 1a
aparicién de nuevas formas de pobrezay el aumento de las desigual-
dades sociales. Con una virulencia nunca vista, estos cambios fue-
ron marcando un debilitamiento de los lazos culturales y sociales
existentes en el interior de la antigua clase media. Recordemos que
losestudios soctologicos sobrelos “nuevos pobres", comoelde Minujin
y Kessler (1995), nos ofrecieron los primeros relatos etnograficos de
esta “caida” y ayudaron a descorrer el velo de una pobreza todavia
definida como de “puertas adentro”. Los testimonios daban cuenta
también acerca de como la caida de las antiguas barreras de distin-
clon iba acompafiada del desarrollo de nuevas estrategias de dife-
renclacién de los “nuevos pobres” respecto de los “pobres estructu-
rales’, sobre la base de recursos y competencias mayores. Mas aun,
los avatares de la cafda ponian en evidencia, de manera cada vez
mas contundente, la creciente distancia social de los “nuevos po-
bres” respecto de los "ganadores” de su propia clase, visibles prime-
ro en los modos de consumo, y posteriormente tanto en los estilos
residenciales como en las formas de socializacion.
Desde esta perspectiva, las nuevas formas de segregacion espa-
clal protagonizadas por las clases altas y las clases medias supe-
Hlores se revelan como un instrumento disuasivo en la gestién
nada facil de la distancia social entre los ganadores y los perdedo-
res de este proceso. Asimismo, como nos ocuparemos de demo:
trar en este libro, en nuestro pais la frenética expansién de las16 Los que ganaron
urbanizaciones privadas (barrios cerrados y countries) sefiala una
inflexion mayor, pues pone al descublerto las consecuencias de la
desarticulacion de las formas de sociabilidad y los modelos de
socializacion que estaban en la base de una cultura igualitaria
Pero, ademas, sefiala la consolidacidn de una matriz de relaciones
sociales mas jerérquica y rigida, pues lo propio de las urbanizacio-
nes privadas es que asumen una configuracién que afirma, de
entrada, la segmentacién social (a partir de un acceso diferencial
y restringido), reforzada luego por los efectos multiplicadores de la
espacializacion de las relaciones sociales (constitucion de fronte-
ras sociales cada vez mas rigidas).
Este libro tiene por objeto analizar las dimensiones mas relevan-
tes del fendmeno de segregacién espacial que tiene por protagonis-
tas a los “ganadores” del proceso social actual, en el cual convergen
grupos pertenecientes a las clases altas y medias-altas consolida-
das, asi como, principalmente, a las franjas exitosas de las clases
medias. Por ello nuestro analisis se inieia con un capitulo introdue-
torio, que presenta de manera general cuales han sido las transfor-
maciones mayores en la estructura socioocupacional argentina,
haciendo hincapié en las mutaciones de las clases medias en los
‘altimos veinticinco ano:
En el capitulo 2 analizamos la nueva relacion que se establece
entre lo local y lo global y su impacto en las nuevas formas de
ocupacién del espacio, a fin de adentrarnos especificamente en el
estudio de los countries y barrios privados. También establecemos
una tipologia de urbanizaciones privadas que nos acompafiara a lo
largo del libro, al tiempo que caracterizamos a los diferentes actores
que participan de este proceso y, de manera central, aquellos que
son Jos protagonistas de la actual segregacién espacial.
En los capitulos que siguen desarrollamos una perspectiva de
analisis microsociolégico, que nos instala de leno en la vida en los
countries y barrios privados. Para ello proponemos al lector como
punto de partida el analisis de las caracteristicas internas de la
vida social en estos lugares. De manera especifica, en el capitulo
3 abordamos los ejes del estilo de vida que proponen las nuevas
urbanizaciones privadas y nos detenemos, de manera central, en
elestudio del modelo de socializacion que éstas suponen: mas aun,
en las oportunidades y riesgos que tal modelo conlleva. En el ca.
pitulo 4 realizamos un estudio de las antiguas y nuevas formas de
sociabilidad y, en menor medida, de las estrategias de distinction
en el interior de estas urbanizaciones. Alli nos abocamos al ana-
Introducelén 7
lisis de la sociabilidad del “entre nos? resultante de este nuevo
stilo de vida y volvemos sobre la repercusién de aquélla sobre los
actuales modelos de socializacton. La tesis que aqui se sostiene
apunta a demostrar cémo la socializacion y la sociabilidad en la
homogeneidad social dan cuenta del eclipse de un modelo asenta_
lo sobre la heterogeneidad y la mezcla, asociado tradicionalmente
atlas clases medias.
Una vez realizado el reconocimiento del caracter especifico que
asumen la sociabilidad y la socializacion en estos nuevos paraisos,
hos abocamos al estudio de cudles son las relaciones que las ur_
banizaciones privadas establecen con la sociedad. Asi, en los ca
pitulos 5 y 6 abordamos dos cuestiones inescindiblemente ligadas
‘tla reconfiguracion de las relaciones sociales. Primero nos ocupa-
mos de analizar en qué medida la consolidacion de estas nuevas
urbanizactones implica una reformulacién de las relaciones y los.
limites entre lo publico y lo privado y en qué sentido este proceso
vonduce al reconocimlento explicito ~y la legitimacion- de una
cludadania privada. En el ultimo capitulo nos detenemos en el
dlisis de las fronteras sociales con el otro, en la manera como los
protagonistas de este fenémeno procesan la distancia social, asi
como establecemos los diferentes registros en los cuales discurren
las relaciones con los otros, se trate del “pobre”, el “proletariado de
servicios", la “ciudad” o el “entorno peligroso”. Veremos, por otro
lado, que ambos no constituyen sino las dos caras de un solo
proceso que indica el avance y la profundizacién de la privatizacion
de la sociedad argentina.
Una palabra final sobre la preocupacion que anima este trabajo,
Es cierto que éste no es un libro dedicado exclusivamente a las
Iranjas ganadoras de las clases medias, pues el fenémeno que ana.
\wamos comprende también a otros sectores sociales, situados en
lo alto dela escala social. Sin embargo, nuestro énfasis esta puesto
ul, pues son precisamente las clases medias en ascenso, mas que
otros sectores, las que viven como verdaderamente *novedoso” este
proceso. Asi, en la actualidad, en los nuevos paraisos privados las
franjas exitosas de las clases medias sélo se codean con los ricos
Klobalizados. Desde alli comienzan a “interiorizar” la distancia so-
lal, desarrollando un creciente sentimiento de pertenencia y des-
(libujando los margenes confusos de una culpa, iltimos vestigios
del antiguo modelo de socializacton. Ademas, ahora sus hijos s6lo
comparten marcos de socializacién con nifis de clase alta. Mien.
tras los colegios privados facilitan la lave de una reproduccién
nocial futura, los espacios comunes de la comunidad cercada con-
tribuyen a “naturalizar” la distancia social.
En suma, el analisis del proceso de segregacién espacial tlene de18 Los que ganaron
por si una significacién emblematica mayor, pues pone de reliéve el
abandono del rol integrador tradicionalmente adjudicado a las cla-
ses medias argentinas y da cuenta, a través de ello, del aleance
reconfigurador que ha tenido el modelo neoliberal implementado en
nuestro pais. De modo que, aunque la cuestion atente contra nues
tra tradicional “pasion igualitaria” (Torre y Pastoriza, 1999), sera
necesario reconocer que la excepcionalidad argentina dentro del
destino sudamericano ha llegado a su fin
Hoy todo parece indicar que, pese a las diferencias en términos
de capital (sobre todo, economico y social) y la antigdedad de clase,
las clases altas y una franja exitosa de las clases medias devienen
participes comunes de una serie de experiencias respecto de los
patrones de consumo, de los estilos residenciales, de la experiencia
escolar; en otras palabras, de los marcos culturales y sociales que
dan cuenta de un entramado relacional que se halla en la base de
nuevas formas de sociabilidad. Consumada la fractura en el interior
delas clases mediasy asegurado el despegue social, los“ganadores”
mismos van descubriendo, dia a dia, tras las primeras incongruen-
clas de status y a través de una inciptente sociabilidad del “entre
nos’, las crecientes ventajas de una integracion “hacia arriba”.Captruto 2+
LAS PUERTAS DEL PARAISO
INTRODUCCION: LO LOCAL ¥ LO GLOBAL
En este capitulo desarrollaremos los rasgos especificos que la segre-
gacion espacial adopta en la Argentina. Peroantesde entraren tema
€s necesario tener en cuenta que en nuestro pais el fenomeno de
Suburbanizacion de ciertas franjas de las clases media y media-alta
és relativamente tardio si lo comparamos con otros paises latinoa.
mericanos, para los que el fenémenono es nuevo, sea que hablemos
de “condominios” en Brasil u otras variantes de comunidades cer,
cadas en México o en Venezuela, 0 aun con Estados Unidos, en
donde el modelo de privatizacién del espacio residencial cuenta ya
con una larga historia.' En San Pablo, como lo han demostrado los
trabajos de T. Pires Do Rio Caldeira (1997), se asiste a una rapida
expansion de enclaves cerrados, verdaderas fortalezas de hijo en el
Corazén de una de las ciudades mas ricas y mas grandes de Brasil,
1. En algunos paises, como Venezuela, el proceso puede iustrarse a través de una
inamiea de “apertura y clerre en a ciudad. Asf, como cuenta Roberts (1908, 0)
“en Maracaibo. Venezuela. las empresas petroleras internacionales de la époce
SASSEN, S (1998) Notas Sobre La Incorporación de Mujeres Del Tercer Mundo A La Mano de Obra Asalariada A Través de La Inmigración y La Producción Offshore