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Capitulo 5 LA MASA. Cuando nosotros observamos desde fuera un conjunto arquitecténico, inmediatamente podemos hacer una distincién: vemos el conjunto en pri- mer lugar, y enseguida el cardcter de su superficie exterior. La consecuen- cia inmediata es la valoracién de sus masas, de los sdlidos que los configuran, y la valoracién de los vacios, del espacio interno, en las oca- siones en que se manifiesta como cavidad. Y vamos observando asi —al penetrar poco a poco en el edificio— diversos valores en la expresion de la forma arquitecténica: el valor de la masa, del espacio y de la superficie. No cabe duda que en ocasiones es claro el predominio de uno de estos aspectos, pero siempre estan presentes los tres: al estudiar, por ejemplo, la Lugareja de Arévalo, las masas de sus cubos dominan en su expresi6n. Si miramos en cambio Sta. Maria del Naranco, ademés de la masa domi- nante se nos presentan, con importancia especial, las cavidades que lo penetran; la superficie se presenta asi como «limite de la masa y del espa- cio», aunque tiene ademas su propio valor. En otros casos Ia interpretacién es mas imprecisa: las casas colgadas de Cuenca aparecen como un espacio limitado por sutiles soportes, y el Conjunto parece que no pesa: predomina el espacio, que en su exterior se manifiesta como volumen. Y si los edificios estudiados son las casas de cristales de La Corufia, o la biblioteca de Stirling, la superticie adquiere valor predominante: en Cuenca, el limite es impreciso; en La Corufa, ni- tido. Pero en ambos casos el edificio carece de peso, de densidad. Al penetrar en el interior las cosas pueden cambiar. La impresién que nos causa, por ejemplo, San Pedro de Roma, o Sta. Sofia, en Estambul, es la de unos s6lidos pesados, organizados admirablemente en su exterior; y en el interior, la presencia de un espacio inmenso, concentrado en la boveda de San Pedro o multifugado en Sta. Sofia. Las paredes, en este Ultimo caso, brillan bajo la luz, carecen de peso y desaparecen aunque limiten el espacio. Podemos, por tanto, hacer una distincién elemental, de caracter explicativo: porque no cabe duda de que sdélo pueden distinguirse a estos efectos, ya que la superficie limita masa y espacio, pero resuena en ambos. El interior del Museo Gungenheim podria servir de ejemplo a esta cuestion La critica actual de la arquitectura pone-su atencién en el espacio: «en tomo al espacio todo forma sistema», dira Bruno Zevi. Y es asi, pero no solo asi. La masa, aunque pueda catalogarse por su valor escultérico, Andlisis estructural 61 determina el caracter del conjunto. Es quiza, tan sdlo, una cuestion de acentos: ponemos el acento en el espacio porque en él transcurre la vida, Nos Movemos y somos en él. Pero la masa tiene indudablemente un valor importantisimo. Podria decirse asi que el valor de masa es también un valor esencial de la arquitectura: y que condiciona el espacio, siempre, sea interior o exte- rior. Por ello resulta de gran interés estudiar su organizacidn formal, ha- ciendo —en este primer nivel— abstraccién de sus repercusiones espacia- les 0 vitales. Masa, espacio y superficie, con sus relaciones mutuas —geométricas u ordenadoras y expresivas 0 vitales— daran lugar al hecho arquitecténico en su unidad. Pero ahora debemos estudiar —hemos de avanzar por pa- sos— las condiciones que afectan a las masas, una vez que hemos dejado claro que se trata de una distincién realizada tan solo a efectos explicati- vos. Son distintos lenguajes —segun sea el valor que domine en el con- junto— que hemos de ir analizando por pasos, para llegar a comprender el hecho arquitecténico. El estudio de algunos ejemplos puede aclarar estos conceptos: Masa: La Lugareja. Ayuntamiento de Kurashiki (K. Tange). Torres Blancas. Masa-excavada: Unidad de habitacion en Marsella Templos guptas Ayuntamiento de Boston (G. Kallman). Espacio San Pedro. Bovedas de Guarini (Turin). Espacio-cavidad: Palacio Maximo (Roma). Volumen: Casas colgadas de Cuenca. Superticie-piel: Casas de cristal (La Corufa). Biblioteca, de Stirling. LA MASA ARQUITECTONICA Se define como «volumen, conjunto»; como «cantidad de material que contiene un cuerpo», como «reunién de varias partes que son considera- das como formando un todo». Un ejemplo en pintura: «las luces de ese cuadro estén dispuestas en grandes masas». En arquitectura estas definiciones no bastan: quizé podemos entender la masa como reunién 0 conjunto de sdlidos que configuran un edificio 0 62 La forma arquitecténica un conjunto arquitecténico, formando un todo. Se manifiestan por su configuracion geométrica, por su textura y por su coloracién. Y las distin- guimos de las cavidades (vacios) y de los volumenes porque éstos tienen caracter inmaterial al carecer de peso. Ante esos dos lenguajes citados —arquitectura como masa y como espacio— nosotros propugnamos un criterio estructural que manifiesta que ambos son elementos que, junto a sus relaciones, buscan la totalidad del hecho arquitecténico. Para comprender esto, hemos de presentar la arquitectura como «campo de fuerzas» en el que las masas, los vacios, sus relaciones mutuas —de posici6n y energéticas— su experimentacién en el tiempo, permiten la funcién unitaria del «total» Ahora ya podemos hablar de la masa. Y para ello, partimos de lo que vemos, con objeto de buscar criterios generales de interpretacin. Des- pues, la reflexion personal sobre esas experiencias nos permitira obtener Conclusiones validas y definir «esquemas», si seguimos el método cientifico. Ahora es preciso dejar de lado la sensibilidad y la intuicién, Porque tratamos de ordenar, de clasificar: y esta es tarea de la razén. Por tanto, con objeto de lograr un esquema general valido, que no se imponga sino que se limite a ordenar ideas, buscamos: 1. Los invariantes en el cambio, 2. Los tipos englobantes en las singularidades, 3. Las leyes constantes en el desorden aparente, 4, El equilibrio en la variacion, 5. El sistema en los conjuntos, 6. Las analogias en las diferencias. Se entiende asi que Cezanne pudiera decir que «todo, en la naturaleza, se manifiesta como cilindro, cono o esfera». Porque las formas vistas —pensemos en un edificio, acaso el Museo del Prado, tan conocido— pueden presentarse como 1. Organizacion de paralepipedos yuxtapuestos. Unidos mediante grandes lineas unitarias (cornisas) y sistemas de articulaciones. 3. Que responden a un esquema de proporciones, a unas relaciones dimensionales. 4. Que se equilibran por sus dimensiones, por su peso y por sus vacios. 5. Organizados segun una clave, que se traduce en un esquema de proporciones. 6. De modo que todo se presenta —pese a las diferencias entre sus cuerpos— como un todo unitario. Y todo ello referido tan solo a sus «masas», sin entrar en otros aspectos que seria preciso observar para el correcto analisis del total Es evidente que nos hemos visto obligados a simplificar: y no es raro. Basta recordar que, segun la Escuela de la Gestalt, la ley fundamental de la percepcién es que «todo patrén estimulante tiende a verse de modo tal que la estructura resultante sea tan simple como le permitan las condicio- nes dadas». Andlisis estructural LOS ELEMENTOS DE MASA: SUS CARACTERISTICAS De aqui a la siguiente conclusién no hay distancias. Tratamos de sim- Plificar, para analizar. Pero tratamos de simplificar de modo que logremos un modelo que pueda ser utilizable de modo habitual sin imponerse a la realidad que estudiamos, cuyo caracter debemos respetar. Y por ello nos fijaremos en los elementos de masa, que pueden definirse como aquellos elementos «que al separarse de la totalidad conservan su constancia de forma y pueden ser descritos sin ambigledades». Hemos definido, por tanto, los elementos de masa mediante sus tres notas caracteristicas: 1. Que sean separables, 2. Que la segregacién sea espontanea, 3. Que conserven cierto grado de concentracién (caracter formal). Pero hay que hacer una aclaracién mas, para evitar confusiones: de las tres objetivaciones de la forma (masa, textura y coloracién) contemplamos ahora solo la primera: prescindimos, por tanto, del claroscuro, de su tex- tura, y estudiamos tan s6lo su configuracién geométrica. Nos fijamos en su constancia de tamafo y prescindimos, por el momento, de la energia de relaciOn. Ya veremos mas adelante —al estudiar las relaciones— que éstas son esenciales para el anélisis correcto, pero por ahora hemos de prescin- dir de ellas. Con estos presupuestos aclaramos el sentido de las notas que definen el elemento de masa: 1. Que sea separable. Se trata de buscar los rasgos estructurales des- tacados en el conjunto y en cada una de las partes (miembros) que configuran el edificio, de tal manera que se relacionen con formas geométricas conocidas. Recordamos aqui que el ojo ve sin dificultad la forma geométrica, si ésta es simple, al observar los limites de las masas que muestran la unidad de cada elemento Por tanto, el contorno, la silueta de cada elemento, es el primer aspecto a estudiar para conseguir esta segregacion. En ocasiones (especialmente en los casos de interpenetracién), las figuras no se ven completas. Sin embargo, si la organizacién es clara resulta facil que nuestra imaginacién las complete, conforme a las leyes de la percepcién de la escuela de la Gestalt. Recordamos aqui todo Io tratado bajo el epigrafe «la vision como exploracion activa» en Lecciones de Andlisis de Formas ' Para que esta separacién en elementos simples sea valida es preciso que la segregacién sea espontanea. 2. Segregacién esponténea. Al separar los elementos hemos puesto como condicién que conserven su constancia de forma y que la separacién se realice con un criterio coherente, ordenado, de figu- ras simples. Conviene ahora hacer algunas aclaraciones: la simplicidad se manifiesta si cumplen las siguientes condiciones: a) que exista correspondencia entre la forma y su significacion, |. Arawo, Lecciones de Andlisis de Formas, complementosp. 40 y ss. 64 2. 3. N. ScHutz Intentions in architecture Ibidem, p. 48 y ss. La forma arquitect b) que se conserve la tendencia al equilibrio de la forma. Reco! mos aqui todo lo escrito en la obra citada *. ©) que se manifiesten con claridad las fuerzas internas que estru ran la forma. Solamente si se cumplen estas tres condiciones la figura extr: habra sido separada del conjunto con espontaneidad. Y en este mer anélisis es importante evitar soluciones rebuscadas, porque tamos de encontrar un modelo que pueda ser aplicado, con carac general, a cualquier tipo de edificio, pero de manera que res siempre su caracter. 3. Grado de concentracién. Entendemos por grado de concentracit el valor de «caracter de figura», es decir, el hecho de que el mento segregado del conjunto tenga caracteristicas permanent que permitan distinguirla de cualquier otra figura similar. Natu! mente este grado de concentracién puede variar en intensidad; por ejemplo, en las figuras geométricas simples como puede ser Cubo, el mayor o menor grado de concentracién se manifiesta por caracter del «rincén. El estudio que realiza Norberg Schulz ace’ de la variacién del caracter de la forma, en funcién de sus ari tiene aqui especial interés °. Al estudiar el grado de concentracién analizamos, en definitiva, contradicciones formales que pudieran aparecer en los elemen' de masa; y es claro que hemos de hacer referencia a la influencia la luz, del color y de la textura, que hasta ahora hemos dejado margen. Y esto es asi porque el «peso virtual» del elemento, consecuencia la influencia de estos aspectos, puede producir una mayor segr cién 0 una mayor fusion, ya que la forma cambia de signific segtin sean sus valores superficiales. Todo lo que hemos estudiado con caracter general deberemos aj carlo también en el anélisis de los sucesivos niveles de estructura. El mer paso consiste en segregar los elementos basicos, después es preci realizar el mismo trabajo descomponiendo cada uno de estos element Bien es verdad que en ocasiones este segundo andlisis no ira referido a k valores de masa sino a valores de superficie, pero el criterio es el misy El caracter unitario del edificio se manifestara a través de las caracteri cas de estas sucesivas segregaciones y de las articulaciones entre diversos niveles de estructura. i Hemos ido Ilegando asi al tercer paso de nuestro analisis: la busqui de esquemas que sean validos para cualquier tipo de edificio, sin desvi tuar su caracter. Estos esquemas se corresponden con las figuras geo tricas elementales plenamente definidas y de captacién inmediata. P hemos de dar un paso mas: hemos de buscar la expresion sensi grafica, de estos esquemas. El estudio de diversos ejemplos nos permitit comprender que la expresion puede ser muy variada seguin las caracteri ticas del tema y del instrumento utilizado.

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