La Obra Con Chile

You might also like

Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 12
LA OBRA CON CHILE 1a obra realizada con el Peri facies Ia ejseucién de una obra enero de Tos objeives de la nueva politica inser nacional iniciads poe Bolivia después de Ia guerra del Chaco. El 26 de diciembre de 1936, al encontraese en Buenos Aires, con motivo de 1 Conferencin Panamericana de Consolidaciin de Ia Par, los ministos 4 Relastoner Exterices de Bolivis y de Chil, Ensique Finot y Migudl Couch: ficmaron un Acta designando una comiti aque debia estudiar “los diferentes axpector de la vida de selaciin de Ia mejorfa_y abaratamien- 1 de los transporte, a las disposiciones que facilten el trinsico, a [2 cooperacién técnica, cultural y econdmica”, et. RReunids la comisiin mixta, sugieié a ambos gobisnos Ia. suscip- cién de diverts acverdos. Entre ellos, el de mayor tratcendencia se refera al libre trinsito, limitado antes, como en el caso del Per, al trinsito comercial en favor de Bolivia. semejante con Chile ambos paises, prestando su especial atencién Efectivamente, el primer acuerdo susésito entce Bolivia y_ Chile 1 20 de octubre de 1904, al consolidar Ia pérdida del litoal Boliviano como consccuencia de a victoria chilena en la guccra del Pacifico, cxta- Bleeta (arefeulo 6°) que Chile rcconocia “en favor de Bolivia y a perpetuided, el mis amplio y libre derecho de frémsito comercial por sa territorio. y puertos del Pacitica”. A su vee, Ia Convencién de trifico comercial de fecha 6 de agosto de 1912 satfieubs apenas esa dispos- én al etablecer (articulo 1°) que el gobiomo de Chile gatantizaba “el libre trinsio por su erizorio de las mercederias extranjras que se des ot AUuERTO osraia cumméaREZ fembarquen con destino a Bolivia 0 que, procedentss de este pais, se fembarguen para el extranjero por todos les puertos mayores dé la re- ilica.” UD a daice scat ee neg aie alee ee trinsito, conforme a su redaccién literal se prestaban 2 equivocadss interpretaciones, y cso fué lo que precisumente ocusrié, durante Ia sguerta del Chaco, en que armamentos y municiones destinados a Bo- livia fueron detenidos temporalmente én Arica, creando 2 este pais una situacién tan grave que equivalia a encregarlo inerme a sa adversaro, ya que su nica via de importacién —clausurada la de la Argentina y dificultada por falta de vias de comonicacién la del Brasil— era la el Pacifico, en tanto que el Paraguay gozaba de Ia mis completa libertad de comunicacién por el Rio de la Plaea, Se hacia, por tanto, indispensable obtener de Chile la extensién ilimicada del concepto de libre trinsito, acordado con el Peri mediante el pacto de amistad y no agresiin. Y se loged este propésito en el proyecto sugecido por lx comisién mixta y susczito después en Santiago, 1 16 de agosto de 1937, entre Jos plenipotenciarios especiales de ambos paises, Alberco Palacios y Jorge Matte. El libee trinsito quedé esta yez establecido de la manera mis caplicita cu favor Ue Bolivia, pues el aiuiculy 1° dive wots “TBI gobierno de Chile, de conformidad al aticulo 6* del trade de pax y amistad de 1904, reconoce y_garantiza el mis amplio y libre transto a través de su tetsitorio y puertor mayores para as personas y cargas que crucen por su territorio de y para Bolivia. Dentro de las estipulaciones boliviano-chilenas vigentes, el libre ‘rénsito comprende tods clase de carga yen todo tempo sin excep iin alguna”, El mismo convenio, en sus disposiciones de detall, aseguré en favor Je Bolivia fn plena autonomia de procedimiento para manejac 1a carga cn trinsivo desde ef momenco de su entrega por ls aduana chileoa, el derecho de ejercer un absoluto contralor desde la egads a puerto y 11 posibildad de construir almacenes propios para las agenciss aduancras as indepenlizando asi el depésito de las mercaderias destinadas a UNA OBKA x UN DESTINO 6s Aclarado ya el concepto del libre trinsito ircestricto en favor de Bolivia, quediba sin embargo, como en el caso del Per, palpitente aspecto pricolégico de la desconfianza entre los pucblos chileno y boli- vviano, Sobre todo después de iniciada Is segunda guetra europea, la quin- f columna nazi-fascista se habia encargado de crear suspicacias y recclas. La capa de rumorcs alarmanies habia provocado wna situacién tensa En un momento dado, Is prensa boliviana no ocultaba la posibilidad de 4qve Chile invadicra el altiplano, “invocando la necesidad del espacio vie tal”. ¥ bajo la presién de ls opinién piiblica, la propia cancilleria de La Paz habia Mevado su inquietud, aunque por cierto dentro de un espirita de gtan serenidad, hasta ovras eancilleras de América. En ese clima, ‘euzlquier incidente fronterizo sin importancia podia adquitir graves con ‘Asi lo comprendi el ministco de Relaciones Exteriores de Bolivia y ‘en vispera de realizarse la Conferencia Regional de los Paises del Plata enero de 1941— invite al ministro de Relaciones Exteriores de Chile 4 Visiar La Pax y a cambiar ideas acecea de Ta situacién internacional. Esa actitud franca y cordial enconteé Ia mejor acogida en el gobier- no chileno y asi fué cémo, por primera ver en la historia de las relaciones de ambos pucblos, el ministro de Relaciones Feeeviotes de Chile reals ‘uma visita oficial a Bolivia, Uevando una misién de verdadera buena vvoluntad y leal acereamiento, En esa ocasién, Jos ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y de Chile, Alberto Ostria Gutiérrez y Manuel Bianchi, suseribieron —al ‘mismo tiempa que dos convenios para el intercambio de profesores y de estudiantes bolivianos y chilenos, y para la constitucién de una comisién ‘mixta “que presente a la consideracién de ambos gobiernos nuevos pro- yeetos de convenios destinados a regir sus relaciones econdimicas”— importantes notas reversales sobre no agresién y no reconocimicnto de anexiones terrioriales por la fuerza. Dichas notas fueron redactadas en los siguientes términos: “La Paz, 16 de enero de 1941, Sefor Ministro: Dentro dal propésito de consoldar atin mis as cordales teaciones cexstentes entre nuestros dos paises y de dar a los convenios en vigor toda eu eficaci, me honro en dejar textimonio del completo { ieee eee ee ee ne 66 AInERTO osrmia GuTTERREZ acuerdo aleanzado con Vusstra Excelencia sobre las iguientes declaraciones: 1" — Los gobiernos de Bolivia y de Chile reiteren, solemnemente, {que condenan tas gucrras de agresién en sus relaciones reciprocas y con los demas Estados y que todos los desacucrdos o conflictos que pucdan surgir entre ellos deberin ser resueltos dnicamente por los procedimientos pacificos establecidos en los convenios de c2- ‘eter internacional de los cuales ambos sein partes contratantes. 2° — Asimismo, reficman su completo acuerdo con el principio del ‘no reconocimiento de las anexiones territoriales por la fuerza, con- sagrado en la declarsciin americana de 3 de agosto de 1952; en el preto antibélico de Rfo de Janciro, de 10 de octubre de 1953, y on Ia resolucién XXVI de Ia Octava Conferencix Invernacional ‘Americana, dentro de los teminos en que tales acuerdos fueron 3° — Tgualmente ratifican su adhesién a las disposiciones del ar- ticulo 8° de la Convencién sobre derechos y deberes de los Estados, suscrita en Montevideo, el 26 de diciembre de 1933, que dispone ‘que ningin Estado tient el derecho de intervenie en los asuntos invernos ni en los externot del otro”. Con el acuerdo sobre no agresién se aleanzé ast 1a seguridad que fen su Frontera con Chile reclamaba el pueblo boliviano, dentro de Ja ‘misma oricntacién seguida con el Pert, Vodia suponerse terminada en tal forma la obra de vinculaciéa entre Bolivia y Chile; pero la verdad es que quedaba y queda todavia tun problema fundamental por resolver: el de la reincorporaciéa. ma- sitima de Bolivia. En esa oportunidad, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, ceumpliendo un elemental deber patriético, debia en sus conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores de Chile plantear la solucién de aquel problema, Y asi lo hizo en forma clara y franca, Con cspitien comprensivo, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile no rechazé la proposicién boliviana de abrir a ese respecto nego= jones direetas entre ambos patsess pero observé. que previamente ebia crearse un clima adecuado para llegar a un entendimiento que vvaviera la plena aceptacién de los dos pueblos. °° UNA OURA ¥ UN DESTINO o £Cémo es posible Megar aun arreglo que satisfaga Ia aspiraci6n boliviana —fueron sus palabras—, si se plantes éta en un terreno de agresividad, que cierta prensa de Bolivia lleva a los peores extremes? A su vez, aunque admitiendo lo justificade de em observaciGn, al ministro de Relaciones Exteriotes de Bolivia insisis en su punto de visa, senalando In soluciin del problems porvuatio boliviano come ta bbe cencil para llegar a un entendimiento amplio y definitivo éan Chile, Jridicamente, con la suseripcién del Tratido de paz de 1904, aque legalizé In pérdida del litoral boliviano como consecuencia de Ia derrora de Bolivia en la guerra del Pacifico (1879), la mediveroneidad de este pais habia sido sella; pero perduraba ol ideal de wn pueblo que 10 podia ni puede eesignane vivir sin comunicacién maritima directa con el mundo, Era algo superior al propio remunciamiento esta- blecido en el Tratado de 1904 y que ni éte ni ningiin otro alcanzaria hacer desaparecer Se explica, pues, que transcurridos apenas sis aos de la suscripcign del Tratado de 1904 y agudizado el pleito de Tacna y Arica entre Chile yl Peri, 1s cancillria de La Paz hicira una declaracién, mediante el Imemorindum de fecha 22 de abril de 1910, expresando que Bolivia stabs dispuesta “a proponer bases ompentacioncs saisfactorias a as cancillerias de Lima y de Santiago", “para solucionar et conflicto de Tacma y Ai stableciendo Ia soberania territorial de Bolivia en tuna zona intermedia sobre la costa del Pacifico”, a la vez que procle- taba con decisin que "Bolivia no podia vivie ailada del mar" y que “sus aspiraciones¢ interes son de tal fuerza que nada podré amularlos en el presente ni en ef porvenir”, Posteriormente, a gestiin boliviana encontraba acogida en el propio Arbiero de Ia cucstiin de Tacna y Arica, En efecto, el 30 de noviembre de 1927, el sccretario de estado de los Estados Unidos, Frank Kellogg, roponia a las Repiiblicas de Chile y del Per “ceder a la Repdblica de Bolivia, a perpetuidad, todo derecho, tivulos ¢ interees que ellas cengan en has provincias de Tacna y Area Chile, con elevado sentido politico, acepes la proposicién Kellogg: pero al Peri cometié el error de recharasla, reptiendo asi el gesto del Tratado de Ancén, por el cual hizo inevitable la mutilacién de Bolivia, al ceder Tarapacé, al norte del livoral boliviano, sin la coneurrencia de su aliada en la guerra del Pacifico. Sei “8 ‘ALBERTO osTRIA GUTIERREZ El rechazo de La proposicién Kellogg. por el Per llev6 después Ge gels « accplan ba partiesgal dell Gretesca en Aispars, medianee to acuerdos chileno-pervanos de 1929, que significaron, no ls soluciém i= urtita que pvdo y debié liquidae las emergencias finales de la guerra tripartits del Pacifico, sino una solucién que excluia a Bolivia, ignoran- do el problema de é:t2, como si con ignorarlo se consiguiera hacerlo desaparceer ‘A. su ver, la cancilleria chilena establecié, en nota oficial, revelada mis tarde por un miembro de la Cimara de Diputados de Chile, que el Teatado de 1929 “revolvers total y definitivamente Ja ‘nica eues- ‘ida pendiente derivada de la gucera del Pacifico y con ella el iltimo problema fronterizo de Ia sepiblica.” De una phumada se dié asi por resuelta, pera siempre, Ia cuestiSn del Pacifico, con exclusién de Bolivia, sin embargo de que el propio Provocolo complementario de 3 de junio de 1929 involuerabe directa- ‘mente a ese pais, aunque sin nombrarlo, para el caso de cualquiera mo- dificacién de lo acordado, al establecer en al articulo 1° que los gobier- nos del Peri y de Chile “no podria, sin previo acuerdo entre ellos, ceder 1 ana fercera otencia la votalidad 0 parte de los terttorios que, en cconfurmidd al Tatas, yuedau. bajo sus seapcctivas soberanias, ni po dein, sin ese requisito, construie, al través de ellos, nuevas lineas férreas internacionales.” i a cancilleria de Bolivi, mediante circular diplomtica de fech 1 de agosto de 1929, planted con firmeza sus reservas y express, entre otras cosas, que si Chile y el Peri ‘‘pretendian liquidar las consecuencias dele guerra de 1879, como particip6 en ella, perdiendo extensos territorios y su soberania maritima, nada habria sido més elemental aque haber atendido a esa reparac La guerra del Chaco signified un paréatesis en las gestiones boli- vianas, peto a Is eonclusiin de ésta (1935) y sobre todo después del ‘Teatado de par con el Paraguay (1938), que acentué ls mediterrancidad de Bolivia, privindola de wm acco propio al sistema fluvial del Plata, ‘1 anhelo portuario bolivieno se dejé escuchar de nuevo ea cuantas foportunidades se presentaron a sus gobernantes y principalmente con feasiin de Ia visita del presidente de la Repiblica a los Estados Uni- dos, en 1943. us en tal oportunidad que, para explicar Ia actitud de Bolivi i UNA OMRA Y UN DESTINO ° l embajador boliyiano en Washington encrego —compliendo instrue- ciones de su cancillesia y basindose en una declaracién pablica de la Subseeretatia de Relaciones Exteriore-— un memorindum al secretario ide Estado de los Estados Unidos, Cordell Hull, el 15 de seticmbre de 1943, condeasando el pensamiento de la cancilleria de La Poe. en estos tes puntos, que dicho secrerario de Estado hizo conocer al rinisto de Relaciones Exteriores de Chile, Joaquin Fernindex, a la sxzin en Wash ington: » fil a su tradicién de respeta a los pactos interna- cionales, no desconoce la legalidad del dominio territorial que Chile cjerce sobre Ia costa del Pacifico, de conformidad con los tratados que tiene suscritos. 2) Bolivia mantiene sus Iegitimas aspiracioncs a una salida sobe- ana al océano Pacifico, 3) Bolivia. propicia un entendimiento directo con Chile sobre bases que consulten Las eeciprocas convenienciss y los altos ineereses de los dos paises, sin propésto alguno de perturbar Ja armonia continental”. ‘Al mismo tiempo, el embajador de Bolivia en Chile, siguiende ius srucciones de su gobicrno, inicié ante Ia cancilleria chilena las gestiones dicectas encaminadas a obtener un entendimiento sobre els problema portuario boliviano, af margen del Tratado de 1904; pero eas gestions aque se hallban en su primera etapa, fueron paralizadas como conse- cevencia de Ia revolucién de 1943, que derroeé al gobierno constitucional en Bolivi Posteriormente, al diseutirse la redaccin de la Carta de las Nex ciones Unidas, en la Conferencia de San Francisco, © produjo una dlsceepancia doctrinal entre las delegaciones de Bolivia y de Chile, com relaciéa al principio de la revisién de los tratados. Al final, ambas delegaciones consideraron incorporadas sus respectivas toss a. le Carta Jo que no deja de set cierto, pues si bien de wna parte se establecié al respeto a los tratados, de otra se dié a la Asmblea General de las Naciones Unidas la facultad de “‘recomendar medidas para el arreglo pacifico de eualeaguiera situacionss, sea cual fuere su origen, que 2 70 aumento osraia GOTTERREZ juicio de a Asamblea puedan perjudiear el bienestar general o Tas re- Taciones amistosas entre nacionex.” (Arciculo 14). a, imitada al terreno de los principios, no tuvo por tanto los aleancss de la demanda de revision del tratado de 1904, plantesds en Ginebra, el afo 1920, ni de la que después, en 1923, reals directamente ante la eanillera de Chile, sin obtener resul- tado saisfactorio en ninguna de esas oportunidadcs. De todos modos, si se analiza la significacion de la tesis revisionists boliviana, es indudable que cicera el camino a Ia negociaciin directa ‘con Chile, no slo porque este pais ha rechazado y rechaza firmemente Ia revisin del tratado de 1904, sino porque de hecho se excluye de tal negociacién el puerto de Arica, que no quedé compreadido, por pests necer entonees al Peré, en la ecsiin del litoral boliviano y que es el que cn realidad podria servir de base de arteglo entre Bolivia y Chile, “Avice no puede ser materta de un litigio —explicaba el estadsta boliviano Daniel Sinchez Bustamante—, pero si de una negociacién”. Y agre- gaba: "Bolivia no quiere teritorios ni poblaciones, ni debe pretenderlos, sino un pasaje libre yy propio, un puerto sobre el mar”, naturalmente no a titulo gratuito”. Pero, por otra parte, si Chile corrara al camino a 1s negociacién directa con Bolivia, obligaria a ésta, pricticamente, a plantear su text de In revisin del eratado de 1904, por el cual perdid sus puertos sobre «l océino Pacifico, o a recurrie a las Conferencias y organizaciones internacionales en demands de apoyo para resolver su problema, coinci- dente con el plantesmiento de aquells situaciones que, “eualguiera qu; fuere su otigen”, pueden comprometer Ia pez y a las que se refiere la ‘Carta de las Nacionss Unidas. En 1946, restaurada la democracia en olivia, se reiniiaron las con versaciones con Chile para la solucién del problema poctuario boliviano, con ocasién del viaje del miembro de la Junta de Gobierno y Ministro de Relaciones Extariores, Aniceto Solares, pars asst a Ia cransmisiin del manda presidencial en Chile. Planteado dicho problema al Presidente Gonzilez Videla, enconeré Ia mas amplia y favorable acogida. osteriocmente, al efeetuarse Ins cleeciones presidenciales en Bolivia, 15 de enero de 1947, los dos tinicos candidatos a la Presidencia de la Repiiblica incorporaron 4 sus programas le necesidad de resolver el pro- blema portuario de Bolivia mediance negociacioncs diseetas con Chile f } : } vumcscaoy on La manera nt fon yon cites Mi Boe) Aetas ous i, ert if ‘eo Br — UNA OBRA ¥ UN DESTINO mn “Politica de entendimientos dircetos como medio pats Is soluciin del problema portuario que permita a Bolivia su libre acceso al mar”, con ve Hlertzog, “Reintegracin maritima de La repiblica por Vin preifica y en tratos drcetos”, excribié a su vex Luis Fernando Gua~ halla, Y el pueblo botiviano, que dividié su apoyo entre ambos candi datos, produciéndose una excasa diferencia de 400 votos en favor del primero, aprobé eos coincidentes programas de gobierno. fignd Ene Por lo que toca al sector politico que se mantuvo ausente de tales tleeciones, se habia ya pronunciadlo en el mismo sentido favorable a las hnegociaciones directas con Chile, cuando cn instrucciones enviadas 2 la Pimbajida de Polivia en Santiago, durante la presidencia del tenieate ccoronel Gualberto Villarroel, la caneilleria de La Paz expresé lo $i iguionte: “No queda otro eamine que el de egar a un arreglo directo ‘con Chile como medio de buscar una solucién, a breve plazo, de Ja evestiin poreuasia”, En consecuencia, Ia unanimidad del pais apoyaba las negociaciones direetas con Chile, en la forma en que tal apoyo se hace efectivo en luna nacidn regida por normas democritiess, 0 sea mediante Ia expresién de los partidos politicos y la voracién de los ciudadanor. 1 gobierno constitucional inaugurado en Bolivia, en marzo de 1947, Al proneguir esr politica mo hizo sino interpretar fielmente la volvnead. del pueblo, requisico bisico de una auténtica politica internacional. Fin el periodo de conversaciones que después tuvo lugar en Santiago, gobierno de Bolivia, procediendo con estricta logica, propuso oficia- Nizar Ia negociacidn dirceta; es decir, planted al gobierno de Chile la onyeniencia de resolver, mediante un amigable entendimiento, la funda. mental necevidad bolivians de obtener una salida propia y sober Octano Pacifico, i Al aceptar esa proposicién el gobi ¥ 20 We junio de 1950, entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile y el Himbajador de Bolivia en 5 jentes notas: no chileno, se cambiaron, el 19 ago, las 2 avnrato osraia cutifenez Nora pourviana "NP 529/21. - Santiago, 1° de junio de 1950. Seaor inistro: El Gobierno de Chile, en distintas oporrunidades y concreta- mente en el Tratado de 18 de mayo de 1895 y en cl Acta Protoco- Fizada de 10 de enero de 1920, suseritos con Bolivia, aunque n0 satificados por los respectivos poderes legislativos, acepté la ce- sida a mi pais de una salidz propia al Océano Pacifico. Posteriormente, con ocasién de la demanda que Bolivia presen- 16, el 1° de noviembre de 1920, en la Primera Asamblea de ls Sociedad de las Naciones, ol Delegado de Chile, Excmo, scot ‘Agustin Edwards, expresé lo siguien “Bolivia puede buscar satisfaccién en negociaciones directas libremence conseatidas, Chile no Ie ha erro jams esa puerta a Bolivia y estoy en situacia de declarar que nada nos seri més agradable que contemplar dirsceamente con ella Tos mejores me= ios para ayudar a su desarrollo. Lo que Chile auiese es su amis ‘ad; nuestro ardiente deseo es que se feliz y prospera. Es también ruestro interés, puesto que es muestra vecina y su prospetidad se seflejaré sobre Ia neste” Mas tarde, §. E. el Presidente de Chile sefor Arcuro Alessan- di, en el Mensaje enviado sl Congreso chileno del afio 1922, manifescd también lo siguiente: "Que en Bolivia se afiance Ia conviecién de que, dentro de un ambiente de fraternidad y de armonia, no encontrar en nucsiro pais sino un cordial deseo de buscar formulas que, consuleando restros derechos, satisfagan en cuanto sea posible sus aspira- ‘A su ver, ol 6 de febrero de 1923, el Exemo, ministro de Re- Taciones Exteroces de Chile, efor Luis Tequierdo, expuso en nota dirigida al Ministro de Bolivia, sehr Ricardo Jaimes Freyres que 1 Gobierno de Chile “mantiene el propésito de oie con el més levado espititu de conciliacién y equidad, las proposiciones que UNA OBRA ¥ UN DESTINO a ‘quiets someterle el Gobierno boliviano para celebrar un avevo acto que consulte la situacién de Bolivia, sin modificar el Txa- tado de Paz y sin intcerumpir la continuidad del recritorio chi- ‘Por otra parte, frente a It proposicién del secretario de Esta~ do de los Estados Unidos, Exemo, ssior Frank B. Kellogg, para ‘que Chile y al Pert cedan a Bolivia "todo derecho, titulo o ine tereses que ellos tengan en les provincias de Tacna y Arica”, Fxemo, sefor Jorge Matte, ministro de Relaciones Exteriores de Chile, expresé que “el Gobierno de Chile no ha rechazado la idea de conceder wna faja de territorio y wn puerto a la Naciéin bo- liviana”” y que acepta “considerar, om principio, la proposiciGn”. ‘Al iniciar su Gobierno, S. E. el Presidente de la Repiblica, sefioe Gabriel Gonziler Videla, manifesté igual disposicién en sus conversaciones con el miembro de ta Junta de Gobierno de Bo- livia y ministzo de Relaciones Exteriores, Exemo. sefor Aniceto ale transmisién del mando presidencil, ‘en noviembre de 1946; posteriormente en sus entrevistas coa el ‘ex Presidente de Bolivia y actual Fmbajador en Espafin, Excmo. sefior Enrique Hertzag, a st paso por Santiago, en diciembre de 1949; y Finalmente en ls numeross au de este ssunto, s© digad conceder al suscrto. Con tan importantes antecedentes, que all respect sefialan tuna clara orientacién de Ja polities internacional seguida por Ta Repiliea chilena, fengo a honra proponer a Vuestra Excelencia que tos gobiernas de Bolivia y de Chile tugresen formalmente a sina negociacién directa para satifacer la fundamental necesidad boliviane dp obtener nna salida propia y soberana at Octano Pact- fico, vesolvienta asi el problema de la mediterrancidad de Bolivia sobre bases gue consultes las recfprocas conveniencias y Jos wer- daderos intereses de ambos pueblos. En Ia cectidumbre de contar con 1a aceptaciin del Gobierno de Vuestra Excelencia, dando asf comicnzo a una obra de grandes proyeeciones fururas tanto pata Bolivix como para Chile, le tero las seguridades de mi mis alta y distinguids consideracién, (Féo.): Atmento Osmin Guttinnsz. — Al Excmo. sefior don Horacio Walker Lacrain, Ministro de Relaciones Exteriores, — Pre las que, para cratar ” ALBERTO OSTRIA GUTIERREZ Nora cuina “IN? 9, Santiago, 20 de junio'de 1950. Sefior Embajador He tenido el honor de recibir In nota de Vuestra Excclencia, de fecha 19 del mes en curso. En ella Vnesera Exeelencia se refiere 2 la orientaciin de la politica internacional seguids por Chile con respecto a las aspi- raciones de Bolivia para obtener wna sada propia al Océano Pact fico y recuerda Tos términos del Tratado y del Acta firmados, pe- 10 no ratifiados por los Poderes Legislativs, ol 18 de mayo de 1895 y el 10 de enero de 1920, respectivamente, Recuerds, asimiamo, Vuestea Excelencia, expresiones vertidas por el Delega- ddo de Chile a Ls Sociedad de las Naciones, sefor Agustin Ed- wards, en 1920; por el Presidente de la Repéblica, ceior Arturo, Alessandri, dos afios més cardes,y por el Ministro de Relaciones Exterioss, sefor Luis Taquierdo, en 1928. — Se refere en seguida Vuestea Excelencia 2 Ia respuesta dada por el senor Jorge Matte 4 Ia proposicién del Secretario de Estado de los Estados Unidos dle América, sefor Kellogg, en el sentido de que Chile y Perit ce- clcran 2 Bolivia sus titulos y derechos sobre las provincias de Tac- nay Arica; y, Finalmente, 2 la buena disposicién que, tanto Vues- ‘a Excelencia como el ex cancille, sefior Aniceto Solates, encon- teaton en el actual Presidente de ls Repiblica, Exemo. sefor Gi- briel Gonedlez Videla, para considerar las aspiraciones bolivianas. Con estas antecedentes, Vuestrs Execlencia se sirve proponer- re que “los gobiernos de Bolivia y de Chile ingresen formalmente iceots para satisfacer la fundamental necesidad holiviana de obtener una salida propia y soberana al Océano Pa- Cifico, rsolviendo el. problema de Ia mediterrancided de Bolivia sobre bases que consulten las reeiprocas conveniencias y los ver- chadevos intereses de ambos pueblos”. De his citas contenidas ea la nota que contesto, fluye que el Gobierno de Chile, junto con resguardar la situacién de derecho cstablecida en el Tratado de Paz de 1904, ha estado dispuesto a a una negociaei [UNA oBRA YUN DESTINO 7 estudiar, en gestiones dirsctas con Bolivia, la posbilidad de s- ‘iafacet las aspiraciones del Gobierno de Vuestra Excelencia y los intereses de Chile. Fn le presente oportunidad, tengo et bonor de expreser 4 Vuesine Bxcelencie qe mi gobierno serd consecuente con ea pom siciin que, animado de un espiritu de fraternal amtstad baci Bolivia, estd’ lano a entrar formalmente en wna negociacién di- recta destinade a buscar la formula que pueda bacer posible dar 4 Bolivia una salida propia y soberans al Océano Pacifico, Chile obtener las combensaciones que no tengan corécter territo- ‘ial y que consalten efectivamente sus intereses. Abrigo la confianza de que de est manera lograrin nvesros respectivos gobiernos unir mis exteechamente los destinos de mucs- tras dos Replicas y dar un elevado ejemplo en el Continente de veedadero expirita americanista, Réstame agregar que, oportunamente, mi gobierno deberd ba~ ‘cor una consults ol del Beri, en cumplimiento de los tratedod que tiene colebrados con este puis. Reitero a Vuestra Excelencia las seguridades de mi mis alta yy distinguids consideracion. (Fdo,): Horacro WatxeR Lannais. — Al Exemo, sefor Alberto Ostria Gutitrez, Embajador de Bolivia, — Presente™. ‘Quedé ai oficslmente reconocida por Chile la realidad del proble- ‘ma portuario boliviano y convenida entre ambos. paises la negociacion directa pars resolerlo, Ademis, dentio de exe convenio preliminar, que YYeneia una primera etapa ciencisl, se establecieron dos sspectos fun- amentales: la exclusién explicita de cualquiera compensacién tertita- fal por parte de Bolivia y el compromiso del gobicrno chileno en dl sentido de que hacia oportunamente “una consulta al Peri, en compl rniento de los Tratadoe que tiene eelebrados con este pats". Durante la negociaciin del convenio preliminar contenido en las rotas del 1° y 20 de junio de 1950, se efecrud Ia vista del Presidente de Chile a los Estados Unidos, ocasiin en la que éste planted el amunto pportuario de Bolivia a Ta consderacién del Presidente Truman, dindole asi su veriadera proyeecién continental, 2 Ia vez que sugirendo le posible cooperacién econémica americana para el aprovechamiento de la ‘76 AbmeRto osraia GoTTiRRRZ ‘encrgia eléctrica que pudiera obtenerse de la wilizacia del Lago Titicaca, ‘en beneficio de Bolivia, el Pert y Chile. El Presidente Truman acogié con entusiasmo la idea, dentro del mismo pensamiento, sin duda, que levé al Presidente Roosevelt a. con- siderar com especial atencién ef problema portusrio boliviano, 0 se2 €0- smo uno de los pocos obseiculos que se interponen atin a la solidaeidad de las naciones amecicanas, declarindolo asi al Presidente Pefaranda, durante la visita de éte a los Estados Unidos, en 1943. Todavia mis: al inaugurarse la Tercera Reunién de Consulta de los ministros de Re- lions Ettore de Amie, ol Pence Truman veri alu problema portuario boliviano, con noble y reveladora espontancidad, orlando la converssin que al rpecta habia tid con el Pr dente de Chi Entre tanto, las negociaciones Mevadas a cabo con Bolivie provo- cearon reacciones, no siempre serenas ni justificadas, en ciertos sectores de oporicién al gobicrno chileno. En Bolivia también, Ia noticis de una supuesta cesién de las aguas del Lago Tivicxes produjo alarma y dis lugar « toda clase de suposi- cones imaginarias. Pata restablecer Is verdad, el negociador boliviano de has notas suseritas con el gobierno chileno, en junio de 1950, declaré a Ja prensa de La Paz, el 31 de agosto de ese ao, en sintess lo siguiente: 1) Los gobiemos de Bolivia y de Chile slo han ingresado 2 una etapa preliminar, formalizando las negociaciones directas para resolver el problema portuario boliviano. 2) No se ha legado a ningiin acuerdo territorial para resol- ver dicho problema, pero se ha excluido anticipadamente cualquier compensscién de eve carictcr por parte de Bolivia, que llegé al iméximum del sacrificio al ceder sa Fieorsl como conscenencia de su derrota en la guerra del Pacifico. 3) Nada, absolutsmente nada, se hz convenido acerca de los lagos bolivianos, y por tanto ai una sola gota de agua ha sido ccomprometida on arreglo alguno. 4) Cualquier solucidn a que se pudiera Uegar en el problema portuario boliviano, entrando ya on Iz etapa tersicorisl, tendria que ser a base cle un Ical entendimiento entre Bolivia, Chile y el Peri, sobre todo considerindo que a estos dos étimos —no a UNA ODRA Y UN DESTINO 7 Bolivia— obliga el Provocolo complementario de 3 de junio de 1929, por al cual convinieron que “no podrin, sin. previo acuerdo centre ellos, ceder a una tercers potencia la votalidad o parce de os cecritorios que quedan bajo sus respectivas soberanias” ‘Bsa declaracion £08 satifcada después por el ministro de Relacio- sos Exteriores de Chile, Horacio Walker Larrain, quien ca. la Cémara do Diputados de su pais dijo: “Es prematuro hablar de proysetos, sea sobre aproveckamiento de encrgia cléctrica para levantar aguas subtc- rrincas y mover industrias u otcos, porque se ha acordado unicamente entablar conversiciones con Bolivia y no se ha recibido proposicién al~ ‘guna que haga procedente el planteamiento de las compensaciones que aceptaré Chile”. "Mis tarde, cl Presidente de Chile, en un discurso pronunciado el 29 dde marzo de 1951, refiriéadose a las notas susritas con el gobierno de Bolivia, el 1° y, 20 de junio de 1950, expresé lo siguiente: “Se rata de ‘un primer paso en un teereno que serd necesario explora minucios ‘mente ants de poder ciminar sobre él”. Y agregé: “Esto os todo Jo fque hay en concreto sobre la materia”, Por otra parte, acerca de sus eonversiviouis cou ol Bresidente Truman y en rslacién com ol =prove= ‘chamiento de Ia energia hidrocléetrica del Lago Titicaca, hizo constar aque se habla limitado a exponer “una sugestiOn”, “un sondeo sobre una idea absolutamente distante de las posbilidades econémicas y financic- ras de Chile”, Finalmente, declaé: “La posbilidad de dar saiafaccién al anhelo de Bolivia de tener una salida al Pacifico e# wn asunto que sélo puede ser abordado en conversaciones directas de Chile con Bolivia y con el Pera, en virtud de Jo dispuesto en el Tratado de 1929", En cuanto al gobieino del Per, a raiz de las declatacioncs de los Presidentes de Estados Unidos y de Chile, expres6 su penssmiento en tun breve comunicado del Presidente de la Repiblica, el 30 de marzo de 1951, en estos téeminos: “Con motivo de-las declaraciones que apareéen formuladas por Jos Presdentes de Estados Unidos y de Chile, ol Presidente Constitucional de le Repiblics, general Manuel A. Odria, manifiesta: 1) El gobierno peruano no ha sido infortado hasta Ia fecha por los gobiemos de los paises ineeresados de ninguna gestion sobre Ja slida al mar de Bolivia y, por lo tanto, considera que las declaraciones de los 78 ALBERTO OSTRIA. CUTHERREZ i Presidentes de lo» Estados Unidos, soior Truman, y de Chile, sor Gon- ‘lex Videla,sélo reflejan Ia opinién personal de los citados mandatarios, 2) El status tertitorial de Ia frontera entse el Peri y Chile esti deveminado por el Tratado de 1929 y- x4 Protocolo complementario, Y sninguna modificacién o alteracién puede hacerse sin la participacién y asentimiento del Pers 3) Las aguas del Lago Titicaca pertenecen en condominio indivi- sible al Peri y Bolivia, y su disposiciin y wtlizaciin compete, cxchusi- vvamente, a estos dos palses”, Lo cierco es que Ia iden de la utilizactén del Lago Titicaca no era nueva. A principios del siglo XX ba habia expuesto ya Emil sefialando Ia posibilided de clevar el agua de dicho Lago por encima de Ja Cordillera Occidental, ccharla en Ia costa del Pacifico © instalar plan- tas elétrieas a lo largo de un acueducto de 250 kilémetros. En 1919, sario Cano dictaba, a su vez, una conferencia ea Puno, enunciando cl proyecto de lanzar las aguas del Lago Titicaca en el rio de La Paz caleulando que se podria obtener asi 450.000 H. P, pats distibuire en Bolivia y en los paises vecinos. Sin embargo, el primer estudio lo hizo el ingenieto chileno Luis La- sarrigue, ol afio 1922, para conscrui un canal d= mil kilémerron de Tongitud, navegable en algunas de sus partes y el cual debia deriv el rio Desaguadero pars legar “al pie oriental de a conillers andina’ ¥ despats de eruzar ésta “penetear en la hoya hidrogeitica del rio Loa’ EL ttinel en los Andes debia tener “wna longitud muy poco superior a doce kilémetros" y el caudal de agua, utilizado desde una altura de 53.500 metros sobre el nivel del mar, debia llegar hasta Ia planicie de la ppamp: del Tamarvgal, cuyo regadio también se proyectabs. La fuerza cléctrica aprovechable se calculsba en 180.000 KW. iitiles y el valor ‘otal de la obra en librasesterlinas 5.610.000. Posteriocmente, con motivo de una conessién que el gobieeno de Bolivia hizo a la fiema Hochschild, on 1929, para aprovechar 20 m/s, de agua del Lago Titicaes, e levaron 4 cabo nuevor estudios de mayor base cientifiea, prosentindose tres importantes proyectos En el llamado Proyecto Buckner se proponia wtilizat 20 m*/seg. de agua del Lago Titicsea para echarla co el valle del rio Cristobal y apro- vechar las caidas por un sistema de plantas que se consersivian en tres etapas. En la primera etapa, la planta de energia elétrica, sieuada en ee ae PUERTO Y ZONA DE ARICA 78 Presidente de zilez Vides, s 2) Bl we determinado p sainguna modi asentimiento ¢ 3) Lasa sible al Pees y Lo cierto « smuers. A prin sefalindo la p Is Cordillers C tas dlécirias « Belissrio Cano al proyecto de calewlando que Bolivia y en le sgarrigue, el at Tongitsd, nave del rio Desagy 5 después de © El tnel en Jo doce kilémetr 53.500 metros s pamps del Tar dléctsien aprov total de Ia abr Posteronn Bolivia hizo a dle agua del La base cientifiea En el lm agua del Lago veehae la eaid exapas. En la} UNA ODRA YUN DESTINO 79 Ticamblaya, dea tener una eapacidad para tres rurbinas de 33.500 H. P. cca una; en la segunda etapa, en Millia, para tes tarbinas de 50.500 HP. cada una; y en ln tereera etapa, en Caraciea, para tres tucbic nas de 48.700 H, P. cads una. La produccién total se calculba en 398.200 H. P. y el costo tosal de Ls obra en treiata millones de dslare. El Proyecto Siemons-Schuckert Werke A. G. seialaba s6lo dos eta- pas de conseraccién. La planta en cl rio Combaya (primera etapa) de- bia tener cuatro turbinas de 50.000 H. P, cada una y la planta en el ro Cvstdbal (segunda etapa) cuatro turbinas también, de 46.250 HP. ads una, El total alcanzaba a 385.000 HL. 2. Por ilsimo, en el Proyecto Lackuer se proponia dos principales obras: tuna planta en Tambokusi, valle del sio Hisagua, (primera etapa), con seis vrbinas de 30,000 HL. B y ota planta en Ticata, valle del rio CCristdbal (segunda etapa), con seis turbinas de 30.600 H.P. El total se calculaba en 363.600 HEP. Todos estos proyectos coasideraban Ia utiivacién de 20 mi/seg. de aga del Lago Titicaca, lleyindola exclusivamente por tevitorio boli Vian y coincidian en ls conclusin de que no se afectaria en absoluro 41 nivel de dicho Iago, porgre corrrspndia = una diminueién de 72 milimetsos por ao, iasignificante con relacién a las lluvias y 2 Ia eva- poracidn nacural, En cuanto al precio de la eneraia hideoeléctrica calea- Jnban que serfa eres veces menor —aprorimadamente 0,1 centavos de «lar por KWHI— que Ia energia eléctrca mis barat existente en Uolivia y que sélo aleanzaria al 4 % del precio de la encrgia Diese. Bor oera parce, es encrgia hideoeléctrica permitiria Ia_mecanizaciin total de ls industria mineta y Ia produceién de estaio podria elevarse Ale 40.000 toncladas «60.000 toneladas por aio, aumentando el consn- ‘mo de energia hasea Hegar a $00 millones de KWH anuales, y al poder Jucetse ademis Is reduceién eléerica del zine, la producciin de éste sleanzaria a 150.000 toncladss en Bolivia y 40.000 toneladas en el norte ange talindose una fundiciba en Viacha, la cual accesitari 760 millones de KWH, 0 sea pricticsmente Ia'mitad de la produccisn proveniente de la uciizaciin hidroeléctrica del Titicaca, segin el Proyec= to Lackner, ‘Al considerar el aprovechamiento de In energis hidrocéctries del Lago Titicaca, en los citados proyectos se comprendia también la elec- 30 AURERTO OSTRIA GUTHERREZ, ‘rificacin de los ferrocarriles Avica-La Fat Antofagasta-La Paz y de las lineas del sur dol Pert, asi como 260 millones de KWH por afio ppara la proyectada fundicién de cobre de la American Smelting and Refining Co, ea este iltimo pais y al rogadio de los valles que se extienden en los departamentos de Arequipa, Moquegua y Tacna. Final- mente, 750 millones de KWH serfan para las minas de cobre en. Chu- quicamata y 200 millones de KWH para las slitrerss de Pedro de Valdivia y Maria Elena, en Chile Las emergencias de la grave criss econdmica del aio 1930, la gue- ra del Chaco (1932-1935) y la segunda guecra mundial constituyeron, factores adversos para poder llevar a Ia realidad proyectos de tanta magnitude En cuanto al problema portuario boliviano, acordada ya ls negocia~ ciin directa entre Bolivia y Chile, mediante las nosas de 1? y 20 de junio de 1950, en cl futuro deberd ingresarse a la etapa tertitoral, que requiere un entendimiento entre Bolivia, Chile y el Peri. Indudablemente, el dia en que se lege a ese entendimicnto tti- partito, que todo aconsejaba obtener en 1929, al suscribirse el Tratado de Lima, se habré iniciado una mueva era para esos tres paises del Paci fico Suc. Bolivia, tierra de macerias primas. y Chile. pats industrial, aleanzarin entonces su complementacién y podrin asig juntamente con dl Per —"no en el sentido de Ja unidad politica, aconsejaba biea Sincher Bustamants, sino en el sentido. del trabajo, de la cooperaciéa comercial y del esforzado concurso”,— “edificar en esta grandiosa zona del mundo, desde Timber hasta Magallanes y desde el Madera. y 1 Paraguay basta el Pacifico, uno de los focos mis actives y formida- bles de produccién, industria y riqueza”, Pero mientras no se aleance a resolver el aspecto territorial del pro- blema, ningiin resultado de equella indole seré posible y el ideal portua- rio de Bolivia continusrs viviendo lo que vive la macién misma; —es decie, siempre—, a lo que hay que agregar la consideracién de que si Bolivia, veinticineo veces més grande que Suiza y con 1.900 kiléme- tros de frontera hacia cl Pacifico, no aspirara a tener una libre comi- nicacién con el mundo, mereceria que se la sefalara como un pueblo inferior ¢ incapaz de consteuir su propio destino UNA OBRA YUN DESTINO a No importa que haya todavia quienes en Chile x limiten a negar Ia realidad del. problems portuario boliviano, como si con sélo negarlo Jo hiceran desparscer, Afortunadament, existe algo mis fuerte que Ia vomprensiin 0 la eeguera de los hombres y que acabari por im- Ponerse: el imperative geogréfico, “que tiene que vencer, que termina siempre por vencer”, como decia Ratzel, Complemento esencial de Ia ‘montais esol mar y hacia éte acabaré por abrese paso, aunque para ello c siglos, cuya duracsa, por otra parte, resulta ceativa dentro del eoneypto de eternidad com que hay que consderae a lar naciones. Hin contraste con aguell equivocads poscién, pulptan de justcia Inv palabras que uno de los grandes eseadiseas chilenos, Domingo $ints Maia, esribiera a Rafael Socomayor, lnente aGa a guetra del Pacifico, el 26 de noviembre de 1880 No clyidimos por un jastante gue ao podemes ahogar a Bolivia. Privads de Antofagasta y de todo el licoral que antes poseia hasta cl Los, dibemos proporcionaele por alguns parce ua puerto suyo, una puerta de calle, que le permita entrar al interior sin zozobeas, sin pe=

You might also like