—No, no lo siente ahora. Un dia, cuando esté viejo, mar-
to y feo, cuando los pensamientos le hayan marcado la
te con sus arrugas y la pasion haya grabado sus labios con
s horribles fuegos, lo sentird, y lo sentira de una manera
ible. Por ahora, vaya donde vaya, seduce usted a todo el
mundo. ,Ser4 siempre asf?... Tiene un rostro maravillosa-
mente bello, Mr. Gray. No frunza el cefio. Es cierto, lo tiene. Y
la Belleza es una forma de Genio: en realidad. es mds elevada
que el Genio, porque no necesita ninguna explicacién. Es una
de las grandes realidades del mundo, como la luz del sol. o Ja
Primavera, 0 el reflejo en aguas oscuras de esa concha de plata
que Hamamos la luna. Es imposible ponerla en duda. Tiene
derecho divino de soberanfa. Convierte en principes a quienes
Escaneado con CamScannersonrie usted? (AD, cuando la haya perdi
ae dice @ Veces que ka Beleza sats tests
ast super
Para my, la Belleza es la men
rearGato ta gemte superficial se nega}
rn gs ELauténtico misteio del mand eg
las apariene “si, Me, Gray los doses han sido by
0 Fan toque TOS dioses dan Yo quitan enseg
usted
jispone usted de unos pocos affos para vivir,
plenamente.
Ja pose i
de sonte't
ficial. Puede
Lage
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avila de
Wz Bar por
Yo visible,
eno con
ida, Solo
Teal, perfecta y
Tag maravil:
a ee epantoso- El tiempo tiene cel de wsted, y cha cop
aanen rigs y sus Fosas. Se volver cetrino, sus mejilas
fra ainin y se apagardn sus oj0S. Sufrié horriblemente, sah
distrute de su juventud mientras Ta tenga! No dilapide el og
de sus dias escuchando a gente aburrida, tratando de mejorar a
Jos fracasados sin remedio, 0 entregando su vida a gents ig.
norantes, ordinarias y vulgares. Esos son los objetivos mals
hos, los falsos ideales de nuestra época. ;Viva! ; Viva la mare
villosa vida que hay en usted! No deje que nada se pierda
Busque constantemente nuevas sensaciones. No tenga miedo
de nada... Un nuevo hedonismo... €80 es lo que nuestro siglo
necesita. Usted puede ser su simbolo visible, Con su person:
Jidad, no hay nada que no pueda hacer. El mundo le pertenes
durante una estaci6n... En el momento en que le he conocids,
he visto que era usted totalmente inconsciente de lo quer
mente es, de lo que podria ser realmente, Habfa en usted i
las cosas que me seducfan que sentfa que debia decite als»
sobre usted mismo, He pensado que serfa tragico que sec
4 perder, Porque es tan breve el tiempo que ha de durar st
ventud... tan breve, Las sencillas flores de las colins
chitan, pero vuelven a florecer. Fl laburno ser tan anil
— : els
junio que viene como ahora, Dentro de un mes habe
ada mes que toca a su fin le acerca un poco mf
|
Escaneado con CamScannerRLTHATO DE DORA OVE
violetas en la clemétide, y afio tras afio la verde noche de sus
hojas sostendré sus estrelias violetas. Pero nosotros no reeupe-
raremos nunca nuestra juventud, Ls pulsaci6n de alegrta que
fate en nosotros a los veinte afios no tarda en embotarse. Nues-
tros miembros nos fallan, nuestros sentidos se descomponen.
Degeneramos en espantosas marionetas, obsesionados por el
recuerdo de pasiones ante las que tuvimos demasiado miedo,
yy ante Jas exquisitas tentaciones a Jas que no tuvimos el eoraje
de ceder, (Juventud! jJuventud! {No hay absolutamente nada
en el mundo mas que Ja juventud!».
villa.
Una peluda abeja vino a zumbar a su alrededor durante un mo-
‘mento, Luego empez6 a abrirse paso entre las diminutas flores
de globos ovalados y estrellados. Se puso a observarla con ese
‘extrafio interés por las cosas triviales que intentamos desarro-
ilar cuando las cosas importantes nos asustan, o cuando nos
agita una emoci6n nueva para la que no podemos encontrar
cexpresién, 0 cuando una idea que nos aterra asedia de repente
nuestro cerebro y exige nuestra rendicién. Al cabo de un rato
Ja abeja se alej6 volando. La vio introducirse lentamente en la
inchada de una enredadera de campanillas. La flor
mente hacia
trompa ma
parecié estremecerse y luego se balanced suaver
adelante y hacia atrés.
De repente apareci6 el pintor en la puerta del estudio, ¢ hizo
bruscos gestos pidiéndoles que entrasen. Se volvieron el uno
hhacia el otro y sonrieron.
«Estoy esperando —exclamé Basil—. Vengan, por favor.
La luv es absolutamente perfects, y pueden taerse sus be-
las»,
Se Jevantaron y juntos bajaron por el sendero.
sas verdiblancas pasaron revoloteando a su lado,
de Ia esquina del jardin se puso a cantar un tordo.
«Se alegra usted de haberme conocido, Mr.
Lord Henry miréndole,
—Si, ahora me alegro, Me pregunto si me alegt
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