Fragmento 2

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—No, no lo siente ahora. Un dia, cuando esté viejo, mar- to y feo, cuando los pensamientos le hayan marcado la te con sus arrugas y la pasion haya grabado sus labios con s horribles fuegos, lo sentird, y lo sentira de una manera ible. Por ahora, vaya donde vaya, seduce usted a todo el mundo. ,Ser4 siempre asf?... Tiene un rostro maravillosa- mente bello, Mr. Gray. No frunza el cefio. Es cierto, lo tiene. Y la Belleza es una forma de Genio: en realidad. es mds elevada que el Genio, porque no necesita ninguna explicacién. Es una de las grandes realidades del mundo, como la luz del sol. o Ja Primavera, 0 el reflejo en aguas oscuras de esa concha de plata que Hamamos la luna. Es imposible ponerla en duda. Tiene derecho divino de soberanfa. Convierte en principes a quienes Escaneado con CamScanner sonrie usted? (AD, cuando la haya perdi ae dice @ Veces que ka Beleza sats tests ast super Para my, la Belleza es la men rearGato ta gemte superficial se nega} rn gs ELauténtico misteio del mand eg las apariene “si, Me, Gray los doses han sido by 0 Fan toque TOS dioses dan Yo quitan enseg usted jispone usted de unos pocos affos para vivir, plenamente. Ja pose i de sonte't ficial. Puede Lage aque sea avila de Wz Bar por Yo visible, eno con ida, Solo Teal, perfecta y Tag maravil: a ee epantoso- El tiempo tiene cel de wsted, y cha cop aanen rigs y sus Fosas. Se volver cetrino, sus mejilas fra ainin y se apagardn sus oj0S. Sufrié horriblemente, sah distrute de su juventud mientras Ta tenga! No dilapide el og de sus dias escuchando a gente aburrida, tratando de mejorar a Jos fracasados sin remedio, 0 entregando su vida a gents ig. norantes, ordinarias y vulgares. Esos son los objetivos mals hos, los falsos ideales de nuestra época. ;Viva! ; Viva la mare villosa vida que hay en usted! No deje que nada se pierda Busque constantemente nuevas sensaciones. No tenga miedo de nada... Un nuevo hedonismo... €80 es lo que nuestro siglo necesita. Usted puede ser su simbolo visible, Con su person: Jidad, no hay nada que no pueda hacer. El mundo le pertenes durante una estaci6n... En el momento en que le he conocids, he visto que era usted totalmente inconsciente de lo quer mente es, de lo que podria ser realmente, Habfa en usted i las cosas que me seducfan que sentfa que debia decite als» sobre usted mismo, He pensado que serfa tragico que sec 4 perder, Porque es tan breve el tiempo que ha de durar st ventud... tan breve, Las sencillas flores de las colins chitan, pero vuelven a florecer. Fl laburno ser tan anil — : els junio que viene como ahora, Dentro de un mes habe ada mes que toca a su fin le acerca un poco mf | Escaneado con CamScanner RLTHATO DE DORA OVE violetas en la clemétide, y afio tras afio la verde noche de sus hojas sostendré sus estrelias violetas. Pero nosotros no reeupe- raremos nunca nuestra juventud, Ls pulsaci6n de alegrta que fate en nosotros a los veinte afios no tarda en embotarse. Nues- tros miembros nos fallan, nuestros sentidos se descomponen. Degeneramos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de pasiones ante las que tuvimos demasiado miedo, yy ante Jas exquisitas tentaciones a Jas que no tuvimos el eoraje de ceder, (Juventud! jJuventud! {No hay absolutamente nada en el mundo mas que Ja juventud!». villa. Una peluda abeja vino a zumbar a su alrededor durante un mo- ‘mento, Luego empez6 a abrirse paso entre las diminutas flores de globos ovalados y estrellados. Se puso a observarla con ese ‘extrafio interés por las cosas triviales que intentamos desarro- ilar cuando las cosas importantes nos asustan, o cuando nos agita una emoci6n nueva para la que no podemos encontrar cexpresién, 0 cuando una idea que nos aterra asedia de repente nuestro cerebro y exige nuestra rendicién. Al cabo de un rato Ja abeja se alej6 volando. La vio introducirse lentamente en la inchada de una enredadera de campanillas. La flor mente hacia trompa ma parecié estremecerse y luego se balanced suaver adelante y hacia atrés. De repente apareci6 el pintor en la puerta del estudio, ¢ hizo bruscos gestos pidiéndoles que entrasen. Se volvieron el uno hhacia el otro y sonrieron. «Estoy esperando —exclamé Basil—. Vengan, por favor. La luv es absolutamente perfects, y pueden taerse sus be- las», Se Jevantaron y juntos bajaron por el sendero. sas verdiblancas pasaron revoloteando a su lado, de Ia esquina del jardin se puso a cantar un tordo. «Se alegra usted de haberme conocido, Mr. Lord Henry miréndole, —Si, ahora me alegro, Me pregunto si me alegt Escaneado con CamScanner

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