Etchegoyen Capitulos 24 Mat. e Inst. de La Psicoterapia y 25 Interpretacion

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Beir psicoanalitica R. Horacio Etchegoyen Amorrortu editores 24. Materiales e instrumentos de la psicoterapia La parte principal de las lecciones que ahora empezamos es el estudio de la interpretacién, el fundamento de la terapia Psicoanalitica. Sin em- bargo, nadie duda de que Ja actividad del analista no esta estrictamente circunscripta a interpretar, y que siempre hacemos algo mas que eso. Con wi ido mas_abarcativo, pues, lo que vamos a estudiar son los instrumentos de la psicoterapia, entre los cuales la facion Gcupa” el lugar principal. Al mismo tiempo, debemos tener en cuenta que la in- terpretaci6n no es privativa del psicoandlisis, ya que todas las psicotera- pias mayores la utilizan. x Es necesario empezar, pues, ubicando la interpretacién en el contexto de todo el instrumental con que debe operar el psicoterapeuta y explicar por qué este instrumento tiene una importancia especial. Por otra parte, hay también que delimitar el concepto de interpretacion, porque segiin lo tomemos en sentido lato o estrecho llegaremos a diferentes conclusiones en cuanto a la tarea del analista, si s6lo interpreta o hace otras cosas, Porque a veces este problema es simplemente de definicion. Légicamen- te, si se le asigna al concepto un sentido muy amplio, todo puede rotular- Se de interpretacin; pero tal vez no sea este el mejor criteri Vamos a empezar estudiando la interpretacién como el instrumento Principal que utilizan todos los métodos de psicoterapia mayor (0 pro- funda); después, en un segundo paso, trataremos de ver cuales son las ca- Tacteristicas esenciales de la interpretacién en psicoanilisis. 1. Psicoterapia y psicoandlisis comentario sobre las di- Para abordar este tema es ineludible un breve ee oa ior shoe ta ferencias entre psicoanilisis y psicoterapia. Con el c Dodtica idea de Freud (1904a) de dvi Ia psicoteapia te artes plasticas, ha resultado ser la mas rigurosa de todas isa la psicotera- Freud afirmaba que el método descubierto por Drea sped ae Pia catértica y el psicoandlisis desarrollado a partir de ela open via di levare, no per via di porre como las otras. Este et rn a, 98 los trabajos (que son cientos), donde se inten isis de la psicoterapia. andlis lector recordar, sin duda, los trabajos Rober P. Knish ete Escaneado con CamScanner sa apoyo. Digamos siendo estrictos que el — ode os que Bibring llama técnicos, sin Jos recurs Rar cn todo legitimo en su método. Psicoanalista Utiliza de Por ello concederles un 2, Materiales e instrumentos La reflexion de Bibring nos abre el camino haci sion que debemos hacer para abordar finalmente riueatro tens caeds cia ent riales ¢ instrumentos de la psicoterapia, siguiendo b&— jente”a Knight: Es una diferencia un tanto geométrica y pitagéri Ja cual lo que surge del paciente se llama material, y el anali aie ra sobre ese material con sus instrume = micepto de material como el de instrumento exigen algunas aclaraciones. Con respecto al material, yo diria que debemos circunscri- birlo a lo que el paciente da con la intencién (conciente o inconciente) de formar al analista sobre su estado mental. De esta forma, quedaria~ Jo que el paciente hace o dice no para informar sino para influir 0 ‘dominar al terapeuta. Esta parte del discurso debe ser conceptuada como Ou y no verdaderamente como material. Como veremos” ‘con mas detalle al hablar de acting out, es mas exacto decir que siempre el discurso tiene a la vez las dos partes y, consiguientemente, comprende aambas. Si toda comunicacién del paciente incluye estos dos factores, ser entonces parte de la técnica analitica discriminar entre lo que el pa~ ciente da para informarnos de lo que nos hace con su comunicacién. Y estadiscriminacién no cambia si lo que «hace» el paciente puede ser tras- formado por el analista y comprendido como material, porque la clasifi- cacién no es funcional sino dinamica, es decir, tiene que ver con el deseo del paciente, con su fantasia inconciente. En otras palabras, sin tener in- tencién de comunicar, el acting out del analizado puede informarnos. cual is instrumentos también debe establecerse la misma diferencia y privar de ese cardcter a las intervenciones del analista que no tengan por finalidad desarrollar el proceso terapéutico. A estas intervenciones debe llamérselas, para ser justos, acting out del analista (contra-acting out). os Noes este un problema ocioso, porque muchas discusiones sobre el "acting out estén vinculadas a esta diferencia. En mi opini6n, y adelantén- dome al tema, el acting out no és material, porque el paciente. ne lo on la intencidn de informar, de colaborar con la tarea. Que el psco~ ta pueda sacar de él una determinada conclusion es otra ose Elsa Garzoli (comunicacion personal), el acting out no com informe. “guctlconcepto de material debe circunseribirse mas ead porque na éconsiderar una tercera dimensién del discurso: cuando Cereb ctamente de este tema a propésito dela —_ Escaneado con CamScanner . i ribuciones de Greenson y de M terapéutica al estudiar las COPTT ry cuando el paciente habia aye parte adulta habla, tyre es contestarle, no interpretar. noe hhabla), 10 que eo (1969, 1970) sostienen a mi parecer la misma ig Greenson y Wexltt © sociacion libre y 1o que no lo es. Sostienen at cuando discrimi mes libres lo que se exPone como real (que para ellos tomar por eimcignificado de 10 no distorsionado y lo genuino) daha tiene esa realidad del analizado. (Recuérdese el ejemplo de Kevin.) % En resumen, si queremos ser estrictos y evitar equivocos debemos cir. cungeibireltermino material a lo que el analizado comunica en obedien. cunssfaresla fundamental y poner entre paréntesis lo que él mismo deja afuera inconcientemente (acting out verbal) 0 concientemente, es decir, cuando habla (0 cree que habla) como adulto, tenga o no que ver para éj con el tratamiento. i Conviene aclarar que las precisiones recién propuestas se refieren in- tegramente a lo que el analizado siente, a sus fantasias, y no a juicios del analista. Es parte de la labor del analista sefialar al analizado con qué (0 desde qué) \do, sobre todo cuando advierta una dis- cor lizado asume manifiestamente y sus fanta- eee ree attreah eiaralita dhe recone To cue foasume explicita o implicitamente cuando habla, sin por ello su- jetarse a esas estipulaciones. Dejando para otra oportunidad una discusion mas detenida de este tema, que para mi es fundamental, a continuacién vamos a estudiar los y que, para un mejor de- ir en cuatro grupos: 1) ins- trumentos para influir sobre el paciente, 2) instrumentos para recabar informacién, 3) instrumentos para ofrecer informacion y 4) parame- tro de Eissler (1953). 3. Instrumentos para influir sobre el paciente El psicoterapeuta dispone de varios instrumentos i 4 sicot e para ejercer una influencia directa sobre el paciente con el propésito de hacer que cambie, _ gue jore. Este cambio puede consistir en que los sintomas se alivien jue su mental se modifique, que su conducta-s¢— za I e que Vive, etcétera. Hay muchos pro-- estos i iapeenes fines, como el ane ~~ Todos ell onen peeps ee aleanzar, pues, un cambio directo, inme~ Gian de los aros cK a la persoi id jiferen- de la psicoterapi: ;, due Vamos a estudiar porque estan al servicio senen como ae Niel apoyo, ni la sugesti6n, ni la persuasion ‘de la teoria psicoanalii campo 0, si queremos decirlo en términos ica, levantar la represién, sino todo lo contrario. 276 Escaneado con CamScanner métodos por cierto limitados, pero pueden tener un efect, an 10 en algunas formas (menor 10 entendemos una accién psicoteray ro anor bilidad o segu: dad algo asi coi fas expresiones plasticas de mantenerse en pie o ir ~ Hindo son ineludibles, porque el concepto esta intleseoumee tae {aida de algo que sostiene. Existen diversos tipos de apoyo, comodein idas que tienden a aliviar la ansiedad tratando de alejarla dela conden, (gepresion, negacion), las que tienden a reforzar la buena relacion cn otro, para lo cual el psicoterapeuta se coloca en el lugar de un objeto (su bueno, sobre lo cual hal trachey en su trabajo de 1934, y Tas que” fienden a subrayar (tendenciosamente) ciertos aspectos de la realidad, El apoyo ¢s el instrumento més comin de la psicoterapia, el que esta més al alcance del médico general (0, simplemente, de todo el que tenga que ver con relaciones interpersonales) y el que se usa mas libremente. Sin embargo, a pesar de ser el mas comin, no es el mas adecuado, ya crear una situacién viciosa, porque estimula una dependencia diff. gil de resolver y, en cuanto no es verdadero, puede aumentar la inseguri- dad. Légicamente, esto depende de a qué vamos a llamar apoyo. Me re. fiero al apoyo como algo que se le ofrece al paci mantenerlo a toda costa en equilibrio. Como sefiala Glover (1955), a ve- cad leterminado por la contratrasferencia. Si, cambio, entendenos por apoyo una actitud de simpatia, de cordia- lidad y de receptividad frente al paciente, desde Iuego este apoyo es un instrumento ineludible en toda psicoterapia. Para diferenciar las dos alter- nativas se prefiere hablar en estos casos de contencién (holding), siguiendo Wino (1958 pain, Soudvacnn aati ace cuanto a la influencia de la angustia contratrasferencial en la necesi- dad de dar apoyo conviene sefialar que el analista no debe confundir el apo- yo que se da coyunturalmente con algo que pretende ser de valor perdurable. ‘Meltzer (1967) sefiala que el adecuado mantenimiento y manejo del setting Puede modular la ansiedad; pero s6lo la interpretacién la resuelve. El apoyo en el tratamiento psicoanalitico merecié la atencién de Muchos autores. Glover lo trata en su libro de técnica (1955, pags. 285- 90). Melitta Schmideberg habl6 del tema en la Sociedad Britanica en de 1934 y su trabajo se publicé el afio siguiente. Considera que el a, un método de dosar la ansiedad, y como tal dealing IB alisis si se lo usa prudentemente y se lo combina con la interpretacion. En la discusién del trabajo hablaron entre otros Glove la ‘ Paula Heimann y la madre de Melitta, que fa apoy6 (Glover, pas. 288). A '0 Curativo, €s) de psicoterapia.—” péutica que trata de darle a mo Un respaldo o un bas- Es del que también voy a hablar 4 Otto instrumento de la psicoterapia, 1 brevemente, es ine {lomo indica su nombre, sugestion, sett ie + ‘bajo (la raiz latina es sui : ara ue Se Tace, Se gesta deste or en a mente del enfer- oal 1acis le vores Escaneado con CamScanner 1 sentido y la finalidad q, desde adentro con ¢ penne le que pueda operar luego ta patologica, Baudouin distingue dos modificar una determinada on nando aceplividad a Ta pasiva y i activa, Boer + eS st susie ii “3 tn el primer caso el individuo se deja pene- a Ta acti i ing cibirla e incor én sin hacer ningén esfuerzo para re = trar por Ta sugestio® sv mas condenable. En cambio, en la sugestibi- ficaz 0 He rr pactente partici en el proceso, que por eso mismo resulta mas Sat sar aire? el psicoanalista ejercita una forma sutil indi- veoh de caastign,y Freud mismo siempre mai staidea. Decia que, en tltima instancia, la diferencia entre la psicoterapia analitica y las otras es que utiliza la influencia del médico, es decir la sugestion, para que el paciente abandone sus resistencias y no para inducirle determinado tipo de conducta. En esto se apoya el trabajo de Ida Macalpine (1950) sobre la trasferencia, que arranca para ella de un fenémeno subyacente de suges- tién, y aun de hipnosis. Siel apoyo es criticable en cuai aston es inevitable), también ‘Sugestion (aun la fo1 i i peligrosa, porqu influencia que ejerce es muy grande y puede ser perturbador: ‘conducir paciente y de ejercitar la demagogia o Ia supercheria son riesgos iil sugestion, sin que esto la desca- iiigae east ievaetr enon tactataa’ ia incerpeciacion,ae- Bem is Heagoe. Cuando €-apOVO-Y Ia-vIgESHON sé Ubieam eo =) pa “que les corresponde y cuando el psicoterapeuta sabe con qué instrumen- tos est operando son legitimos y pueden ser utiles en ciertas formas de psicoterapia (menor). Fe La si6n Dubois apunta a la razon y asume distintas moda- Ndades me ido ideas, argumentando y hasta polemizando con Dubois trat6 siempre de diferenciar su método del e apoyo y de la su- Bastion, afirmando ersuasion esta ligada al proceso racional , ala tain del paciene. Aunque aparente tener un matiz raci io — i ‘0 de afectividad; sus argumentos son més IC a lones que Tazones, Lo mi ae sls se ao de algunas psicote- aos n hace algunos afios, y que © Surgieron pasaron. Entre nosotros uno de ae cultores fue Tose embargo, de un creciente acerca- isis. En todos estos métodos, la idea de «psicoterapia f 5; te en el fondo oh Persuasiva, Escaneado con CamScanner -— 4. Instrumentos para recabar informacién a Los instrumentos.del primer £TUpO que acabamos de estudiar buscan influirsobre el paciente, operar en forma directa y concreta sobreweess influ por esto, estén concepiualmente ligados a ez métodos represi. aise psicoterapia, aunque ya hemos dicho que a veces on neo analis- vos‘on o sin razon, fuera de aquella cuestionable afirmacién freudiana deque la sugestiOn es una parte indispensable del proce imiento analiti- Zo, en cuanto la usamos para que el paciente venza sus Tesistencias, “x cominuacion vamos @ estudiar dos grupos de instrumentos que, ‘opuestos por sus objetivos, son hermanos en su fundamento, que es lain formacion. )Veremos primeramente los que sirven para obtener informa- I eS que se la ofrecen al paciente. Estos dos tipos de Tecursos, digamoslo desde ya, son por su indole totalmente compatibles con los métodos de la psicoterapia mayor y del psicoandlisis mas estricto, Entre los-instumentos para recabar informacién el més sencillo y di- recto es la pregunta. Cuando no hemos escuchado, no hemos entendido © deseamos conocer algiin dato que nos parece pertinente a las aso. Gaviones del analizado, asi como cuando creemos necesario saber qué ficado le da el paciente a lo que esta diciendo. corresponde pregun- lar—siempre que no haya elementos que nos aconsejen interpretar 0 simplemente callarnos—. No es por cierto excl luyente formular la pre- inta y también interpretar; y dependera del arte analitico que en un ca- 80 se pregunte, en otro se interprete o se hagan las dos cosas. No hay reglas fijas, no puede haberlas: todo depende del material del paciente, del contexto, de lo que pueda informar la contratrasferencia. Un caso singular es el publicado por Ruth Riesenberg (1970), donde la perversion de trasferencia consistia en querer poner a la analista de ob- servadora, como la gente en una fantasia de la Paciente con el espejo. __ Por fortuna, la habil analista se dio cuenta y se abstuvo de preguntar, cuando hacerlo habria sido obviamente un error. Para ser mas preciso, la _Analista hizo al comienzo alguna pregunta; pero justamente la respuesta dela paciente en esas ocasiones es lo que la llevé a cuidarse, a pensar por ‘la paciente respondia en una forma tan particular a las preguntas Por otra parte, a la analista le parecian de lo mas naturales para ecer el material. De modo que, como ensefia ese trabajo, cada vez uno pregunta debe estar atento para ver si estd realmente recabando halacion o si se ha dejado llevar a una situacién que mereceria ser Ee en si misma. ia inf cb, 280 Tegular, la pregunta tiene por finalidad obtener una infor- Precisa y se ee e se la formula sin otros propésitos, sin ses-intenciones, porque de lo contrario = influyendo sobre el analizado, manejandolo, apoyandolo, te una dificultad de preguntar es cuen- Escaneado con CamScanner ‘ untar es que, en alguna medida, Blot incomes eto se refi Lowenstein en el panel sot amos Te a0 Tres de Paris de 1957. Las preguntas tems’ variaciones técnicas ts téenica para obtener detalles y precisiones, come un lugar legitimo en mbre de las Ratas»; pero sdlo en casos especiale hizo Freud con el ae el flujo asociativo para preguntar, Coincids se justifica Sait nnstein (1958) ya que cuando el paciente asocia ae vale interrumpirlo, aunque todo depende del contexto y de las eee con otro proposito que el de obtener informacién es. tamos introduciendo un factor en la situacién, y esto siempre es complj- cado. De este tema se ha ocupado Olinik (1954), quien emplea las pre. guntas concretamente como un pardmetro. “ Cuando el paciente esta angustiado o confundido, cuando no puede hablar libremente, Olinik considera que resulta legitimo hacer preguntas, sea para dar soporte al yo o reforzar su contacto con la realidad, o bien como un intento de mejorar el nivel de colaboracién del paciente, prepa- randolo eventualmente para la interpretacion. Este uso de las preguntas como pardémetro me parece discutible. El ejemplo de Olinick, la mujer joven que empieza su andlisis esforzandose en mostrar su admiracin por la madre y el desprecio por el padre, asi como un. een core de impresionar al analista, fue Tesuelto con una serie de pre- oa m sob sus. zlesianes patel. Si bien el material es muy escueto Gin ae opinion persor = reno es demostrativo de que el agudo Aaah meet aber het eeuetis interpretando sin pardmetros. analista est4 con una peteann, ee Porque, evidentemente, cuando el terpretacin, puede presoneer luy angustiada y no acierta con la in- tia; pero tiene que asber “3 net aliviar momenténeamente la angus- tiene por finalidad obtener es €s una forma de apoyo y no £0 instrumento is ‘ seracin). Para mi la observacion pose €s el seftalamiento (ob- miento, son Sinonimos, no-aleanzo petpone ala 0. por entero al séfiala- a iento, se diferenci aa rea deol nto, como su nombre indi diferencian. a bservacion, Mama la atencign, me 4, sefiala algo, circunscribe un 2.©On el objetivo de que el pacienté. icar este instru- columnas 3 (nota- Mento en la tabla de Be P Sion) y 4 (atencibny, °" (1963), lo pondriamen enlas lamiento implica <; esto if analsta le da ae s cierto, un grado de informa- 1 : lento es que busca recibir intenciones 0 puege & la pregunt: tates de trinshe son POttar elemenpoesetvacion Puede tener segundas tintos ingrediente tables; pero | interpretativos. Siempre hay lu- del caso Particular, 1U° importa es discriminar los 280 Escaneado con CamScanner - que, que amiento (observacién) tiende a hacerse diciendo ij asi; es decir, realmente seftalando un hecho, mane ae “0 ha sido advertido por el analizado y que no sabemos si es concien, para él. No es necesario que el paciente no tenga conciencia; puede te- teiy por esto es contingente la informacion que da cl analista en el jento: lo caracteristico es, de todos modos, que el sefialamiento contribuye circunscribir un area determinada para la investigacion ulte- ot En os actos fallidos el setalamiento cumple a veces simultineamen, {ela mision de llamar la atencién del analizado y de hacerlo conciente, de jnformarle que tuvo un lapso que él ‘no advirtié. ‘Cuando luego de contar su primer suefio Dora oftece sus aso- ciaciones, Freud le dice: «Le ruego que tome buena nota de sus Propias jones. Quiza nos hagan falta. Ha dicho que por la noche podria algo que la obligase a salir» (AE, 7, pag. 58); y, acto seguido, al pie de pigina, explica Freud por qué subraya estas palabras, es decir, por qué hizo a Dora este sefialamiento.3 Enel seftalamiento el analista no lleva el propésito de informar espe- cificamente al paciente sino de hacerle fijar la atencién en algo que ha "aparecido y que, en princi smo no sabe qué significa-— Soper Eola nol Pie de su sefialamiento Freud dice que el ‘es ambiguo y que esa ambigitedad puede conducir a las ideas to- davia ocultas tras el suefio. Si el analista conoce-c on-seguridad de qué se_ trata, entonces el sefialamient i tar. Podria que, aun conociendo con cierta seguridad el contenido latente, el referir en cierto momento el sefialamiento a la interpreta- lo, que el analizado no esta todavia en condi- jemj iones para comprender o tolerar la interpretacién. Discutiremos este punto cuando hablemos de la aCe ‘profunda; pero digamos, desde ya, que esta prudencia del analista plantea un problema tedrico. Dentro del esquema que estam« sarrollando, el otro instrumento “Para recoger informacién es la ¢onfrontacién. Como su nombre lo indi- £, la confrontacién muestra al pacié! Osas contrapuestas con la_ col lo ante un dilema, para que advierta una contradic- n paciente decia que estaba muy bien u fin del a , Mientras expresaba fuertes temores de morir de un infarto de miocardio, Habia por cierto varias pavesmaesacionet posibles, ne us i contradiccién que él no advertia entre estar bien y tener un infa __ ehicieron preferir confrontarlo con ese hecho singular, y ponerme asi a {isto de que una interpretacién pudiera ser malentendida en términos “lasa® Pinion de mi parte, por ejemplo, teniendo en cuenta justamente i lores. Diask ett le fumar, cada vez que Otro paciente i deal que queria sinceramente dejar . @analizar el problema encendia un cigarrillo. En una de esas ‘en el texto de Freud son expresién tipogrifica de la necesidad de se- Escaneado con CamScanner implemente con ese hecho, le dije que la Jo confronté simpler ; oportunii naivoos que queria analizar su habito de fumar para dejar Se acieric. y mientras tanto encendia un cigarrillo. La confrontacion, jacerlo, y - neces, ct i ictorios-en-el-material. Species desta or etre util, porque le hizo comprender toda una se rie de ctistiamos de contradicciones en su conducta, inclusive 2 ae Banane cumplia para él el cigarrillo cuando debia acometer una tarea, ee cil deslindar la confrontacién del sefialamiento, ya jiempre es fa a aE eueie considerarse un casO especial de este en que Ilamamos Hay, sin embargo algu- i jos elementos contrapuestos. Hay, c aearenesarqud no deben por cierto considerarse como incues- it ral, el sei i decir, por de pronto, que, en general ef are ieneane Ter con la vetcepd onfrontacién con el juicio. Tal vez la imagen plastica que antes usamos, la de que el aed circunscribe un area, pueda servir para establecer una diferencia. Mientras el sefialamiento centra la atencién en un punto determinado pa- ra investigarlo, en la confrontacién lo fundamental es enfrentar al pa- ciente con una contradiccién. Confrontar es poner frente a frente dos elementos simultaneos y contratastantes, que pueden darse tanto en el material verbal como en la conducta. Muchas veces, como en el caso del fumador recién mencionado, se contraponen la conducta y la palabra. Creo que vale la pena sefialar, para evitar malentendidos, que las discriminaciones que hemos hecho en este paragrafo son dinamicas, me- tapsicolégicas y no fenomenoldgicas. Lo fundamental no es la forma:-un- sefialamiento, una confrontacién y aun una interpretacién pueden hacer- se formalmente con una pregunta; y, a io, n forma de interpretacidn a lo q dlo es Swenstein (1951) habla de estos tres instrumentos como pesuara- torios de la interpretaci6n, a: ‘erpr rT ro _en mi exposicién quise darles autonomia: en cuanto son instrumentos para recabar int ‘Ormaci6n no son necesariamente pasos pre i n. Los ejemplos de Ld- wenstein a cero de los mios, sin duda porque él esta interesado en mostrar algunos fundamentos de su técnica. i masta cnica. En primer lugar, Lowen. gue momentos preparatorios y momentos finales en el proves 0 i mo Muchos autores, que es artifici abla de iter cuando en realidad la activi ita & Om] isla ee Ja deberias Separar en compartimientos.4 Por otra par- te Low Pier es func ental ir lizado al material inconciente y, oes eee ioen £n este sentido, se entiend Rios Ast piensa, por ejemplo, Terencio Gioia (1979), 282 Escaneado con CamScanner ‘a interpretarlos, le hacia Preguntas sobre el conteni- él recusaba por tendenciosas: «jClaro! Usted me pre- Je diga que es homosexualidad (sic) 0 que esa mujer es madre». En realidad tenia taz6n, porque esa era mi in- ra sido tal vez mejor interpretar directamente Escaneado con CamScanner 25. El Concepto de interpretacién En el capitulo anterior nos ocupamos de los instrumentos eee anes en cuatro grupos de los cuales spr ltediy ie chy uir sobre el paciente y para solicitarle informacién. Ahors . rresponde estudiar el tercer grupo que comprende los instrumentos ee informar, dentro de los cuales se encuentra la interpretacion. Como recordar, existe todavia una cuarta categoria, los pardmetros. 1. Instrumentos para informar De todos los instrumentos que forman el arsenal del psicoterapeuta Ja informacién,el-esclarecimiento y la interpretacién. Estas tres herra- Mientas son esencialmente una y inica; pero conviene distinguirlas, mas que por sus caracteristicas por su alcance. En un extremo esta la/informacién\ que opera como un auténtico ins- trumento de psicoterapia si 2 ol para corregir algun error. Si la neurosis en alguna forma proviene de un error de informacién, y especi- ficamente de errores de informacion en término de relaciones interperso- nales, es logico pensar que cualquier afirmacién que perpetite 0 ahonde los errores perpetuia y ahonda la enfermedad; y, viceversa, cualquier dato que aporte mejores elementos para comprender la realidad (0 la verdad) tiene que tener un cardcter terapéutico. En su sentido estricto, la informacion se r 2 Viene de la deficiente informacién del analizado. Se explica a mi juicio, por definicidn, a conocimientos ‘extrinsecos, a datos de Ia realidad 0 del mundo, no del paciente mismo. Asi delimitada, Ta informac = amalizado, pero no se refiere especificamente a sino a un desconocimiento objetivo que de alguna forma muy especiales (y digamos que también muy ente dar esa informaci6n, corregir plos en la practica, en nuestra pro- bajo la influencia del severo su tido una trasgresion; y, sin de que el paciente ten- sus problemas, lo influye. En casos SP escasos), el analista puede legitimam ese error. No es dificil encontrar ejem| pia prdctica, y lo primero que pensamos peryd psicoanalitico es que hemos cometido embargo, si damos esta informacién con el objeto Escaneado con CamScanner ue le hace falta y del gan dato a ¥ 3 que carece por moti mente Te son ajenos, esa informacion es Sapaes que fundamen. mp se me oculta, por supuesto, el riesgo que s ans Y puede ser itil ge informacion, El pacieni lee althlecderiecern ine ee influirlo o de controlarl i eseo de influinio Olarlo, etcétera;-pero, YO, seduccién, Sa enio due ignoranicin-aleToafecta ¥y nosotioy oe giaefspncimiento ave Ie fala al solo inteno de modifi ; pienso que estamos operando legitimai modific por cierto que, en tales caso: conforme al arte. oe Pi mismo informe a través de una Lesa aap, viable sumi- pero esto paramées Un attificio que no se compadece cor lat lo contenga; pesto Pang Bs valerse de nuestra herramienta mds noble man fe, jqueno le competen y que no pueden sino menoscab: noble para fines gue evista que el analizado va a captar, ala arabes iay aoeer, ase dato deterninadc através deunartiine vee ces podra suponer que siempre operamos con eee enton- se nosotros podamos limpiamente inter es evenconersin aijea) 0 su desprecio (maniaco). pretarle su desconfianza (para- Es necesario destacar aqui que s : me refier as analizado que no tiene que ver con el carats wa Secon de: Dee ria triado, vacaciones, nonaraticonetettans pevies eneste caso es claro que la informacion Sa LEG Ee eee tienen que ver con las cohatitatinl cea ES que: iecabed . antes suadre y sobr iS i ae sentirse en la obligacion de ono Sain que no alone ejemplo, darle alguna informacién médica a Hafemanague su mujer ene y ni siquiera sabe que no la tiene. En la mis- pierre as pr paneer en el climaterio, un analizado que envi. iN ébil “ 3 ee " ivas del sexo débil tuvo una pequefia he- = rragia rectal. eté este sintoma como él el deseo de i aurea la mensiruaion n adobe prspesiva de su eau ala myje a ja envi- la mujer y de su deseo de reparar. Pude al mismo tiempo poner este Seen ce Ta linea de su trasferencia homosexual y también ae de mi terminando repentinamente el andlsis como aaa 0. Le informé al mismo tiempo que la sangre en las max ae aa ser un sintoma de enfermedad organica y le pedi que aur Ss seracia, Ba fare ie esis y una semana después lo oe : ae iii pero si tal vez en casos espt ae pesdonable darle aun ‘colega en andlisis, que quiere hacer ¢ eee cstouscarca! Sobre ciertos requisitos, por ejemplo que él Pee eecarevisas se fabre y se cierra en plazos definidos, aunque leeitnnn ble en estos casos es que haya que interpretar al aspirante oNeey neuréticos de su desinformacion. ee * Sasultar por 1o que él lama eyaculacion prece™ ¥ auna muj un desajuste de otro tipo. Tomé en ‘andlisis hace muchos afios ijer «frigida» y luego, cuando pude obtener datos sobre su vida durante el tratamiento, me enteré que su marido eyaculaba ad ‘ar esa si- ‘eciales, si no legitimo puede a. Escaneado con CamScanner .. Fue un error, entonces, no preguntarle en las entrevistas por qué efitidenbe ella que era frigida, a qué llamaba ella frigidez. Si bien es cierto que la mujer en cuestién necesitaba el andlisis era por otros moti vos, entre ellos por su desconocimiento de la vida sexual, por la idealiza- cién del marido y por sus autorreproches casi melancélicos. No hace mucho tiempo, un o una colega joven comentaba con entu- siasmo que, al salir de la sesi6n, iia al seminario de un eminente analista que iba a visitarnos. Yo sabia que el viaje se habia cancelado a tltimo momento y preferi darle esa informacion a mi analizado/a en lugar de dejar que se costeara a la Asociacién para s6lo entonces enterarse. Esta anécdota, al parecer intrascendente contiene, empero, toda una teoria de la informacién en el setting analitico. Yo no estaba, evidentemente, obli- gado a suplir su déficit de informacién, pero sabia que no era él el unico ignorante de la suspensi6n a tltimo momento del viaje. Yo mismo habia dado la orden de que se avisara a miembros y candidatos de la imprevista circunstancia y suponfa que no a todos podria haberse avisado. Me pare- ce que, pesando todas las circunstancias, no darle el informe hubiera sido descomedido de mi parte. En muchos de estos casos se le plantea al analista una situacién deli- cada, porque estas fallas «objetivas» de informacién son frecuentemente producto de la represi6n, la negacin u otros mecanismos de defensa. En estos casos es desde luego mas operante (y més analitico) interpretar que 41 sabe algo que no quiere ver (represién), cuya existencia niega (nega- cién) o que quiere que yo (o el que sea) sepa por él (proyeccién, identifi- caci6n proyectiva). Nuevamente, no hay regla fija en estos casos. Todo depende del mo- mento, de las circunstancias, de muchos factores. No estaremos en falta silo que buscamos es informar al analizado y no congraciarnos con él, apoyarlo 0 influirlo, y siempre que pensemos que su déficit de informa- cién debe ser corregido directamente y no interpretado, que de esta ma- nera ampliamos el diélogo analitico en lugar de cerrarlo. ___ Se comete un lamentable error cuando se cree que al dar este tipo de informacion contribuimos a un cambio en el paciente. S6lo le damos la ‘oportunidad de ver sus problemas desde otra perspectiva, al tiempo que evi- tamos que vea nuestro silencio como confirmacién de lo que él pensaba. Ms “ae terminar quiero recordar el mejor ejemplo que yo recuerdo de ae one En el clasico trabajo de Ruth Mack-Brunswick, «Andlisis un caso de paranoia. Delirio de celos» (1928b), donde se muestra por Pacintecomenta muy suelia de cuerpo que las peras wo tee a Su analista le da la informacién pertinente (pag. 619 de la vers. cast). — Elésclarecimiento yusca ilumi m i iluminar algo que el indivi eam yu Fenton ag0 que el individuo sabe pero no i pero, a diferencia de la it - So. an falla es algo mas Personal. No es que le falte un. ee , eeaneers sino que hay algo que no percibe claramente de si mismo. casos la informacion del terapeuta esta destinada a po Escaneado con CamScanner Jo que el paciente ha dicho. El esclarecimi lo que el . El esclarecimi a er insight sino slo un Teordenamento dee ome nf Bibring (1954), pa me bert de una resistenci Pars guien el proceso implica e ento de UNA cia (seguramente en el sistema Prec). e ci esclarecimiento la informacién le pertenece al paci a jo upuede aprehender, nol puede capa. ne 2. La interpretacion En el otro pases ee aie espectro, la interpretacién se refiere jempre, 2 mi juicio, también por definicion, a algo perten sierPite pero de 10 que él no tiene conocimi Roe eee conciencia, porque deseo definir estos tres instrumentos en tézmminos a i ‘cables acualquier escuela psicoterapéutica y no solo a nuestra caer au. Los ontoanalistas, por ejemplo, no admiten de hecho una diferen- tia entre conciente, preconciente e inconciente, pero no objetaran si digo fonocimiento o empleo la palabra conciencia en el sentido general de te- fer conciencia, de hacerse cargo o saber de si mismo. La informacion se refiere a algo que el paciente ignora. del mundo-exterior,-de la realidad,- ec eno la interpretacién, en cambio, sefiala siempre. que le pertenece en propiedad al paciente, y de lo que él, sin embar- niento. La diferencia es muy grande, y nos vaa servir definir y estudiar la interpretacion. fice a veces que la interpretacidn-puede ‘referirse-no-sdlo a algo ae era ng ambit aaa xe > insisti_en definir y legalizar 1. , para no confundir el concepto racion. Solo al paciehte se Jo interpreta Jas-«interpretaciones” igos son interpretaciones silvestres. Del mismo modo, cuando Winnicot! dice que el analista debe io objetivo que alguna vez le tuvo, utiliza la re Taxamente. Con arreglo a las precisiones que ‘estableciendo, 1o que se hace en esas circunstancias es informar algo que en su momento sentimos, pero nunca interpretar. Interpretar se- fia decirle que, en aquellas circunstancias él hizo algo para ave yo lo odiara, 0 que él sintid que yo lo odiaba; pero decirle que yo lo odié es s6lo una informacion! i que estaba en un impasse porque no habia la conciente de que su ja engafiaba, El analista le habia interpretado reiteradamente, y Ta base de hechos objetivos, este engafio notorio y 10s mecanismos dela paciente para no hacerse cargo- «Usted no quiere ver que yrecisando él umos aqui discutiendo la validez de la téenica de Winnicott, sino p* interpretaci6n. Escaneado con CamScanner realidad, no quiere ver su marido la engafia. Usted le da laespalda ala foal ; lo ue un hombre que sale todas las noches y evidente. Nadie puede pensar q) ; Jos ms diversos pretextos, que se arregla en ‘vuelve a la madrugada con Ios hi ha suspendid iligencias, que desde hace meses spendido su ‘exceso para ir a hacer diligenc sd pe vida conyugal con usted, etcétera. Le ere Over CO. Jega que la paciente tenia razon ‘al no aceptar sus puntos de vista, que é] in ciones. ae Beier ircudioas interpretaciones no son mas que opiniones (y las opiniones son algo que pertenece al que las emite, no al receptor) 0, en el mejor de los casos, informaciones (en cuanto pertenesen a peed rior, a la realidad objetiva). A Jo sumo mi joven co) lega habria Podido decirle a su empecinada paciente: «Deseo informarle que hay una alta in- cidencia de engafio matrimonial entre los hombres que tienen todas las tardes reunién de directorio o las mujeres que salen solas y bien arregla- das los sabados a la noche». Basta ponerlo asi para que todos nos demos cuenta de que una intervencién de este tipo no tiene sentido, es ridicula. Las «interpretaciones» de mi colega no sonaban ridiculas pero eran total- mente ilogicas, carecian de método (y de ética), ya que él no podia saber de verdad si este hombre andaba con otras mujeres, ni tampoco el anali- sis se ocupa de averiguarlo. De todos modos, mi colega consultaba porque el caso estaba detenido. Después de las «interpretaciones» su paciente interpelaba a su marido, él ne- gaba y ella terminaba por creerle, para desesperacion de su analista. Cuando yo inicié esa supervision, le sefialé a mi colega su error meto- dolby, por mi parte, no me hice ninguna conjetura sobre si el marido engafiaba a su mujer o no. En realidad no puedo saberlo y tampoco me incumbe como analista (0 para el caso como supervisor). __ El analista empez6 a prestar més atencién a la forma en que la pa- ciente contaba las salidas del esposo, que pronto le di Le a tet ¥ - Heron una pauta. © esperaba presa de intensisima angustia y gran excitacion, asediad: por la imagen de verlo en la cama con otra mujer. Al fin de esta lanes agonia, terminaba masturbandose. Es decir, todo eso le renee Placer escoptofilico y masoquista muy intenso. Cuando ae Pret6 hubo un cambio dramatico, en primer lugar por beilesinter- 20 cargo de lo que le pasaba a ella y luego porque pude of net Se hie forma las cosas con su marido. Asi, lentamente, encore eat de otra marcha de nuevo el andlisis. Vale la pena sehaler en, pometse en conflicto de contratrasferencia, en cuant, schalar aqui, de paso, el lista en la posicién del tercero ia a to el paciente colocaba a su ana- La interpretacion no ue imagina la escena primaria. ti : is - SaaS odes Porque nim nte, ni ética ariOs No- éticamente nosotros jue en Escaneado con CamScanner x Informaci6n e interpretacion Hemos tratado de acercarnos al concepto de interpretacion a partir de que es una manera especial de informar. En tanto que informa, la in- terpretacion tiene que ser ante todo veraz. Si una informacién no es ve- raz, no es objetiva, no es cierta, obviamente deja de serlo por definicion. También esta dentro de sus notas definitorias que su finalidad. no sea otra que la de informar, que la de impartir conocimiento. Por esto insisto So en que la interpretacion debe ser desinteresada. Si tenemos otro inte- eee de dar conocin jiento, entonces ya no estamos estrictamente in- terpretando sino suges jugestionando 0 apoyando, persuadiendo, manipulan- a. Conviene aclarar aqui dos cosas importantes. Primero, que ‘me estoy refiriendo a la actitud que tiene el emisor, el analista; poco o na- da importa para el caso lo que haga el receptor. El analizado puede darle a nuestras palabras otro sentido, pero eso no las cambia. Si el destinata- rio utiliza mal el conocimiento que yo le di, tendré que volver a interpr tar, y seguramente apuntaré ahora al cambio de sentido que operd mi es- @ucha. Segundo, me refiero al objetivo basico de la comunicaci6n, sin ‘pretender un analista quimicamente puro, libre de toda contaminacién y en posesién de un lenguaje ideal donde no existan el equivoco o la impre- cision. A veces son estas inevitables notas agregadas a la interpretacion en sentido estricto lo unico que capta el analizado para criticar con ma- yor o menor raz6n una interpretacién. Enel concepto de interpretacién (y en general de informaci6n) coinci- den el método psicoanalitico, la teoria y la ética, en cuanto nos es dado interpretar pero no dictaminar sobre la conducta ajena. Eso sdlo lo puede decidir cada uno, en este caso el paciente. Raz6n tiene Lacan (1958), que protesta cuando el analista quiere ser el que define la adapta- cion («La direccién de la cura, pag. 228 y passim de la vers. cast.). Ademis de veraz y desinteresada, la interpretacion, ser, también, una informacién pertinente, esto es, dada en. un.context J ser operativa, utilizable, , aunque finalmente no lo sea. La interpretacion tiene que ser oportuna, tiene que tener un minimo razonable de oportuni- dad, Estoy introduciendo aqui, pues, otra nota definitoria dela interpre- tacin, la pertinencia (oportunidad), que para mi_no es sindnimo de tim- ing. El concepto de timing es mas restringido y mas _preciso.que-el de d, abarcativo. Una interpretacién fuera de «tim: tlo; una intervencién impertiriente no lo es por defi- iene oportunidad se refiere, pues, al contacto con el material, ala” del analista-frente-al-paciente P Hemos definido, pues, la interpretacion como una i i x }» PUES, ina informacion ve- Taz, desinteresada y pertinente que se refiere al Teceptor. Escaneado con CamScanner

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