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METODOS CUANTITATIVOS HERRAMIENTAS PARA LA INVESTIGACION EN SALUD Mariela Borda Pérez, Rafael Tuesea Molina Edgar Navaro Lechuge BaionesUsitere ‘Baran, Colonia Méronoscearenvos Haass na La atesnescis er ¥a Accontinuacién presentamos el informe de resultados dela inves: tigaci6n sobre FACTORES DERIESGO ASOCIADOS A VIOLENCIA, FISICA MARITAI. EN MUIFRRS FN RDAD FERTII BARRIO CARLOS MEISEL. Barcanquilla,febrero-junio de 2000 Rafael Tuesca Molina; Mariela Borda Pérez?, Ana Marfa Castro, Ménica Mayjares y Ana Elena Quintero? INTRODUCCION La violencia contra las mujeres, en sus diversas formas, es endémica en comunidades y pafses de txlo el mundo, sin distincién de clase, raza, edad, religidn pais. Segin Declaracién de las Naciones Unidas, Ia violencia contra la mujer es definida como “Todo acto de violencia por razé6n de su géner0 que produce, o que puede generar dato fisico, sexual opsicolégico osuftimientoa las mujeres, incluidas las amenazas de tales actos, la coercién o las privaciones arbitrarias de la libertad, indepen- dientemente de si ocurren en instancias de la vida psblica o privada” (Naciones Unidas, 1994). La violencia intrafaritiar ejercida contra la mujer bajo el supuesto {e su inferioridad, comesponde @ una forma de poder masculino para ‘mantener su. dominio y Ia subordinacién del otro sexo, hecho que se sustenta en estructuras cultirales autortarias. Durante siglos se ha air- mado que las mujeres son menos inteligentes, productivas y capaces, y s¢ las ha confinado al hoger como tinica fuente posible de realizaciGn, ap. rpitnnisog, Dover Deparment Ge Stat Fane y Comuta,P gama de Nein, Unies ore, Barnaul (Clon). 2 ND, Salbrisn, Doce Dearie Saf Fir y Conus, Programa (Masi, Unies de Nore, iia Cob) * adts del Prema e Mein dea Unies del Noe, Ba oni, ilo Eto lesen y nests dobido alo cual se les ha vulnerado el derecho al libre desarrollo de st personalidad (Franco, 1991). ‘Sogiin roporte del Banco Mundial, uno de cada cinco das actives ‘que piercen las mujeres por problemas de salud se debe a manifestaciones de laviolencia domestica, En Canad, este tipo de violencia demanda un gasto de 1,600 millones anuales, incluyendo ta atencién médica de las vfctimas y las péxidas de la productividad. En Estados Unidos diversos ‘studios determinaron pérdidas antales entre 10.000 y 67.000 millones de délares por las anteriores razones (Day, 1998). Con respecto a la tasa de prevalencia de maltrato marital a nivel mundial, se estima entre el 16 al 30%. En patses desarrollados, las tasas de prevalencia son muy parecidas. En Canad se encontré wn porcentaje de maltrato marital del 29% cn mujeres de 18 a 40 aios de edad, las cuales i ‘nformaron haber sido agredidas fsicamente por su compaliero actual 0, anterior desde Jos 16 afios de edad ‘Rodgers, 1994). Enel Reino Unido In tasa de prevalencia fue del 259% en mujeres del Distrito de Islington, cen Londtes, quienes manifestaron haber recibido puietazos 0 bofetadas dle un compatiro actual 0 anterior 2n algtin momento desu vida (Moo- rey, 1995). Ba Estados Unidos, la-asa de maltrato marital eorresponde 81 28%, quienes fueron agredidas fsicamente al menos una vez por su ccompartero Gelles, 1996) En America Lating, latasa de prevalencia de ala marital sobrepas las anteriores cits En Chile, durante 1996, el 25% de las mujeres encuestadas entre 22 y 55 afios de edad, las cuales llevaban relaciones matrimoniales o de hecho por més de dos afios, informaron ser vietimas de al menos un episodio de violencia por parte de su compatero, y el 15% de las muje~ res informaron al menos un episliv de violeucia de mayor severidad (Larzain, 1993). En Le6n, Nicaragua, la tasa de maltrato fisico marital durante 1996 corresponde al 52% y la tsa de ataque fisico el aio inme- diatamente anterior ue del 27% (Ellsberg, 1996) [a al En Colombia, la encucsta sobre Ia nifez y a adolescencia reporta gue el 13.6% de las mujeres que han estado embarazedas manifiestan haber recibido malos tratos, tincipalmente del eényuge 0 compaiero (Gar, 1996). El nsttuto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Foren ses muestra una tendencia de aumento progresivo al comparar las tacae de prevalencia por 100.000 habitantes desde 1996 a 1999, la cual pass de 163 a 179. Del total de los casos registrados en el pais por violencia conyugal, el 91% pertenecia al género fomenino, Lo anterior equivale ‘decir que por cada hombre esionadlo por su c6nyuge se valoraron 11 ‘mujeres por esta misma emus La razén hornbre-muje- muestra una tendencia «la disminuciGn, cl cval se ha venido observanco en ls tres aios anteriores; en 1996, por ceada hombre lesionado se examinaron a 14 mujeres, en 1997 la razén hhomre-mujer fue de 1:12, y 2n 1998 ésta fue de 1:11, Con relacién al comportamiento de la violencia conyugal en las ciudades capitales, se Presentaron altas tasas en Tunja, San Andrés, Puerto Carrefo, Letici, Villavicencio, Yopal y Popayin. Bn ciudades como Cali, Barranquilla, Thagué, Neiva, Arauca, Bucarmanga y Santa Fe de Bogoté se mostes lun descenso de la tasa con respecto al afo anterior, 1998-1999 (eymit- Forensis, 1999) La violencia en la mujertiene consecuencias directas no sélo para su propio bienestar sino también para el de sus familias y comunidades. ‘Ademds de las agresionesfisicas, el maltrato puede tener secuelas a largo plazo para la salud mental, y sedesarrollan patologias como la depresiGn, baja autoestima, itentos de suizidio y sindrome deestrés pos-traumitico, ‘También puede tener sepercusiones intergeneracionales, por ejemplo: los vvarones que son testigos de la golpizas que recibe su madre por parte e su compatery, tienen mayor probabilidad que otros nifos de usar la violencia para resolver desceuerdos euando sean adultos. Las nies, «que presencian este mismo tipo de violencia tienen mayor probabilidad ‘que otras de establecer telaciones en las que serdn maltratadas por sus comparieros. Lm seni» a stein ‘En Colombia, la violencia al interior de la familia ocurreen todos los niveles socioculturales, pero tiene mayor connotacién estadistica y do gravedad en las clases sociales menos favorecidas por estar direc tamente asociadas con factores como la persistencia de In pobreza, cl desempleo o subempleo, la dependencia econdmica y la insatistaccisn de necesidades bésicas, las cuales posibilitan Ia aparicién de frustracio- nes, que sc tornan gencradoras de violencia, como producto de Ia no consecucién del consumo impveste para la satisfaccién del consumo bisico (Fontalvo, 1994), Fs importante rescatar el papelde los movirmientosactivistasen pro de Ia mujere igualdad de género, que ha comenzado a recibir atencién de organismos internacionales y a yeconocer la magnitud del impacto de estos hechos y reconocer que este tema tiene un espacio reconocido para el debate en campaiias y politieas de gobierno de cualquier pats 0 ‘comunidad, Asimismo, es mayor el reconocimiento de la necesidacl de mejores datos sobre Ia eficacia de diferentes intervenciones, Teniendo.en cuenta estos aspects, los autores de estainvestigacion consideran que es fundamental determinar cusles son los Factores de siesgos asociados a violencia fisica marital en mujeres en edad fértil en el barrio Carlos Meisel de la ciudad de Barranquilla, durante el peodo de febrero a junio del aio 2000. Por lo tanto, es importante queelaleance final de esta investigacién proporciove herramicntas para detecta signos dd alarma en la familias para hacedas partcipes de programas y polf- ticas que ayuden en la implementacién de acciones en prevencién para violenci marital, De igual forma, os resultados de esta investigacién piloto se constituyen en una base para la generacién de investigaciones futuras en esta tematica MiToDos: Sc realizé un estudio de tipo descriptivo transversal, dirigicdo a mujeres con edades comprendidas entre 15 y 44 afios que fuesen easadas 0 vi vieran en unién libre y que residieran en el barrio Carlos Meisel, en la ciudad de Barranquilla TTeTEN RIVET 71 od dal Pe Meroe cena: Hentai 1 vErIONESN HSA La poblacién de referencia Ia componen 4.230 mujeres en total repattidas en 66 manzaras, con un promedio de 12 casas por manzana El tamatio de la muestra se calcul6 con apoyo del software estaistico de Epi-info versién 6:04 en sas anit 280 Ol SO v probabiliad de neurrencia del evento en estudio do 0.5 y ajustando 5% por no-colaboracién; se obtuvo un total de 275 viviendas. El mues- treo empleado fue de tipo cenglomerado bietépico; la primera unidad de ‘muestreo corresponde & las manzanas y la segunda unidad de muestreo a las vivienclas, Para la seleccidn de la vivienda se aplicé la estrategia sistemtica, comenzando por la manzana nimero uno (1) en el mapa del barrio y siguicndo una fracci6n de muestteo de tres (3) hasta completar la totalidad de las viviendas estimacas y la unidad de andlisis fueron las ‘mujeres en edad fértil que canviven con su pareja. Lafuente de informacign fue de tipo primario, através de encues- tas autodiligenciadas por el grupo de encuestadoras. Para llevar a cabo cesie proceso se cont6 con el apoyo y aprobacién de Ias juntas de accién ‘comunal y los lideres comunitarios, y se les explieé la importancia de la investigacién; de igual wanera, se informs a los pasticipantes de la mportancia y el propésita ce este estudio, sus consideraciones élicas y de seguridad en la confiabilidad de mantener en reserva el nombre del eentrevistado y bajo ningin punto de vista debfan emitir algin juicio critic. También se cont6 cen la colaboracién del personal de la Policfa cen calidad de gutas y figuras de autoridad, a fin de brindar proteccisn a los encuestadores y a las entevistadas. ‘Se adapts el fGrmulavio para esta investigacién con base en las recomendaciones éticas y de sequridad para investigacién sobre vio- Tencia doméstica contra mujeres (ows, 1999). El KGrinulario cousts de 19 preguntas, divididas en cinco capitulos; el primero corresponde & identificacién: $ proguntas acerca de los datos de identificaci6n (edad, estado civil, escolaridad, tempo de convivencia y aximero de hijos); el segundo hace referencia al rea de consumo de alcohol y sustancias psicoactivas: 4 stems que eval el consumo de alcohol y drogas tanto cen la encuestada como en su pareja; el tercer capitulo corresponde a [a i lia info ya cai. las caracteristicas econsmicas y social rs = scala de tine Tans em. Sa wncionalidad fama, y las restantes, ‘cto. isn de Ia entrevistada, ocupucién del coayuge, ingresos familiaces nsuales,y gastos familiares mensuales, y la iltima, idemtificacién del smaltea Pata el ajuste del cuestionario se realiz6 una prueba piloto a un grupo de mujeres en edad frtil esidentes en el barrio La Manga det Suroceidente de Barranquilla, para determinar la claridad y per del cuestionaro. Enel procesamicnto y andlsis de los datos se emple6 el software de Epi-info v, 6.04.en espafol,y se 2onstruy6 un fichero para la digitaci6n, ¥y almacenamiento de los datos enel programa Bped, y con el programa, ‘de Analysis se realiz6 el manejo estadistico de los datos, Pata las va- lables de tipo cualitativo se comparé la proporcién de respuestas, yen las variables cuantitativas se emplearon medidas de tenden su respectiva medida de dispersi6n. Con relacidn al factor de tiesgo, Se estimé la raz6n de disparidad, con su respectivo intervalo de confianza, Inj cuadrado y el valor estimado de p. cently RESULTADOS Con relacién a las caractersticas de tipo personal, el 23.6% pertenece Al grupo etfreo de 30 a 34 allo. El 70.9% corresponden a parejas ca~ sadas por cualquier tito, La escolaridad predominante en el grupo se relaeiona con los estudios secundarios incompletos (28%). El tiempo de convivencia marital predominante oscila en los grupos de 5-9 y de 10-14 atfos, y representa el 66.2% del poreentaje acumulado, 33.1 y 30,14 respeetivameate, Se estim( una media de tiempo de convivencia de las mujeres maltratadas de 9.8 alos, con una desviacidn esténdar de 5.9 afios. El nimero de hijos predominante corresponde a 3 hijos por pareja (41.5%). Ver taba l. eros cuaseanot Hraansne rns rset ast ‘Tabla t Distibucidn de las caracterisices pesonates ee fx pblovi6n femenin en ‘edad frtl dl bario Carlos Meisel Barranquilla, febres toa inc yt eesicn su pareja, el 26.9% de las mujeres afirmé que su cényuge consume hhabitualmente bebidas alcohilicas y el 9.8% consume drogas. tes de tipo social en el grupo de estudio mues- CARAGTERISTION, FRECUBNCIA [ PORCENTATE @)_| tran una baja proporcién de mujeres desempleadas, 4.4%, y el 62.2% da) J Tecpecsllee causutas en cousapesea ceva mm S ie proporin de deserpleados es del 19.6% 8.8% tiene un empleo 3-8 e 29 Aj. ALindagar los ingresos mensualesen ct hoger, el 62.5% recite entre ‘ 26 150,000 a 300.000 pesos, y el 309% de as encuestadas opiné que sus 6 136 gpstos mensuaessperan los 300000 pesos a mr ssi Al valorar la funcionalidad familiar, ¢] 38.5% presenté disfun- 8 we daniel terion low p rhe Antenne alin xcs = severa (ver tabla 2). 7 a 4 a2 ‘tabla Seedra USO S619 aus Distibuci6n dens earatesies sce, fares ycconmics de a s00000 ota masclin | Gastos menses faire [Gonsune de aleahat [aT] —33-| TOIT | S1Ta0e) ae OmO <3 10030 7H Pn postive maselino ia aaa $13000- $ 300000 Pr ait capaci femenina | 50°] Ta] a0] ons —aar | or >$300.000 10 09 ma ge as - Felon FT : Ocupacien dt hombre 12] 26 | 13s | aseas0} aso | om itera finn ar B Es] Desemplendo ~Distincionaliad eve 105 385 st ~Disfunionlded moderada © 231 £31500 6 | 23 | 26 | 20sse81) 1242 | oo00 =Disfncioliad seven a 9s 1300004830000 | 48 | 12 | 584 | uet2479| 996 | oo Puente Escusts, Tabla 3 Factores de riesgo asociados a maltrato fisico on mujeres en edad ft Barrio Carlos Meisel. Barrangilla, Febrero a junio de 2000 Variable Nrde] N'de [Razénde|1Ca95%) Chi [Pet Secundarinincompley 22 | 5 | 034 | ouo-tis| 458 nso |centoledsparida dado) aad i fe | 20-28 as D] 3) 12 | ox6an) oi | 07] 25. 29 shoe a} a} 20 | oso isi] ots 40-48 aor 7| | 10 Estado civil é Fa = Casta i | 098 | oasisi| 00s | omy — Uni ibe | a zs [Bscoacidad =Ninguna o [8] oas | oos2a9) 138 -Primaiacomples | 12] 29 | 034 | ot0.n} 40 Primaria incompltn-| 16| 37 | 032 | o.t0-100) 48 Tempo de convivent | w | 1692 | 431-746} 29.01 | 0.000 a} 6 | _s167 Joisaoio4] s8.06 | oc00 Al evaluar los factores de riesgo no se encontré asociacién ni significancia estadistica al telaciona los grupos etéreos l tipo de uni ‘marital, el grado de escolaridad, el tiempo de convivencia marital, Ia ‘ocupacién del e6nyuge y el niimero de hijos. ‘Alrelacionarel antecedente de consumo de aleohol en las mujeres, se encontrd que éste es un factor de riesgo, lo que quiere decir que por ccada mujer que consume alcohol se inesementa 6 veces ol maltratn can respecto a las mujeres que no refiern consume de aicoii, sieuuo esta asociaci6n estadisticamente significativa. De igual forma, al relacionar €1 hébito de consumo de alcohol ex los cényuges, éste result6 ser un factor de riesgo, decir, por cada hombre que consume alcohol existe 10 ‘veces el riesgo de maltratar asus parejas en comparacién con el que no consume. Con respecto al consumo de drogas por parte del hombre, éste 59s Bw) w | ine | eae] om | oa se consttuye en un factor de riesgo sinilar al consumo de alcoho 15.19 aos 7] 18 | 126 | 025459] 010 | os ae Ht oe} 4 : Alrelacionarel maltrato ent altipo de ocupacin, al estatficar Nimero debijos _ | mig que la maj empleo estab se considera is se} a} as Het os rose 1 geupo se asumid que a mujer que:iene un empleo estable seco sede we] se | 2m [nascar] ons | as de no riesgo, y se comparé con amas de casa y empleos inforwales. Al 16 " As | Deroroscismanvos: Heneaaeras rth La Meese ESA ‘omparar las amas de casacon las que tienen un empleo fijo la razén de Aisparidad fue el doble, pe-o esta razén de riesgo no es precisa debido a {ue sus intervalos de confianza varfan de protec. i6n a riesgo, aunque la Aasoeiacién demvesire que “ue estadisticamtentesignificattva Con respecto a los ingresos familiares, aquellas familias que reciben por debajo del salaio minimo (< 125 dls metisuales) presentan ‘mayor riesgo para maltrate; aunque al relacionar los gastos mensuales familiares con el maltrato no se enconte6 riesgo alguno. EE grado de disfuncisn familiar se relacionadirectamente con el resgo de maltrato fisico, que aumentaba may mareadamenteen fs cate- gorfas de disfunci6n familiar moderada y grave. Por lo tanto, es posible {ue las familias disfuncionales favorecen el mantenimiento de relaciones violentas, y por ende, maltmato marital DISCUSIGN ¥ CONCLUSIONES Estudios realizados en diferentes latitudes muestran resultados dsfmiles al elacionarel grupo de edad en mujeres maltratadas, En Buenos Aites (Arbisi, 1997), las mujeres entre IS y 24 afios padecen menos agresién ue el resto de mujeres, micntras que sein el informe de Profaeil ‘ea Colombia las mujeres enite 17 a18 afi presentan mayor proporcién de maltrato, seguidas del grupo de mujeres de 30-39 aos, Con respecto al estado conyugal, el estudio realizado por la Direccién General de la Majer de la ciudad de Buenas Aires encontré que la mayor proporcién ‘correspond a mujeres casadhs y la presencia en el ntimero de hijo incro- ‘menta la violencia, de tipo fsico contra la mujer. El papel del consumo de alcohol o drogas psiconctivas por parte dl hombre se eneuentra documentaco por diversos estudios. En México, £1 49% de los cas0s el agresor se encuentra bajo efectos del alechol o drogas (Shiroma, 1996) we Eines enc 9 readin En Perd, la Policfa Nacional yla Oficina de Desarrollo Estratégico dl Peed evaluaron 6.118 mujeres waltratadas: el 63.01% tenfa proble- _mas de tipo conyugal, 9.73% problemas a nivel familiar y 9.24% de tipo econOmico, cate oios. Segin la octpaciGn de la agravicla, las amas de ‘esas presentaron el mayor porcentaje ce maltrato especto alas diferentes ‘opciones de trabajo (ama de casa, 53 33%, ocupacién informal, 23.06%, profesionales, 6.15%, y ocupacién policial 0.34% (Promudeh, 1996). En nuestro estudio, las amas de casa presentan doble de riesgo de surir maltrato en comparacidn con las mujeres con empleo fijo; este riesgo estimado no es preciso por variar desde el nivel de proteccién a riesgo, snungue Ia asociacién es estadisticamente significativa. Con relacién a la ocupacién del cényuge, segtin el estudio realizado por Profarnilia en 1995, las mujeres maltatadas son las esposas de comerciantes, poro en nuestro estudio esta categorfa opera como factor protector para maltrato yeel hecho de ser desempleado no s+ constituye como factor de riesgo ra maltrato marital Al comparar el nivel de ingresos econémicos mensuales que reci n estas familias, se observa el papel de riesgo alto para maltrato mati tal en la medida que los ingresos disminuyen por debajo de $ 150.000 pesos. Eandliss de la funcionalidad familiar evaluado através del aPOAR familiar muestra que la disfunci6n familiar de tipo moderada y severa cconstituye un factor de riesgo para naltrato marital, RECOMENDACIONES 1, Promocién de acciones preventivas en estratos sociocconémicos de tipo 1,2 3 (muy bajo, bejo y medio). 2. Fortalecimiento de redes de apoyo para grupos vulnerables: casa de la mujer, casa de la justicie, 3. Desarrollo y difusign de investigaciones en esta érea de invest gacin, » |

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