Download as doc, pdf, or txt
Download as doc, pdf, or txt
You are on page 1of 4

WHY I FOLLOW CHRIST

I have not seen clear statistical evidence that fewer Christians die of
cancer than non-believers or that they are immune in greater degree
from the diseases that afflict the human race. Some of the kindest, most
selfless persons I have known have had more than their share of bad
health.  The fact that they belong to Christ did not insulate them
from disease.
Therefore, I will not follow Christ for promised healing
I will not deny or dispute evidence of restoration of health.  I will rejoice
at every recovery from what seems to be hopeless, threatened death. I
will not hesitate to pray for recovered health for my loved ones and
acquaintances.  I will set no limits on what God may do but I will not
follow Christ for promised healing.
I see no sign that Christians escape disaster and accident more often
than others. I've helped dear friends empty muddy water out of dresser
drawers and new appliances after a disastrous flood.  I remember as a
child taking clothes to a widow with five children whose house had
burned to the ground.  A bullet makes no detour around the body of a
believer. .
Therefore, I will not follow Christ for any promised protection from
disaster.
I will not scoff at amazing survivals nor deny that providence has and
continues to work for the good of God's own.  I will continue to pray for
protection from wicked men and tragedy, but I will not follow Christ for
promised protection from accident or catastrophe.
I do not observe that Christians are especially favored with prosperity. 
Like James, we've all seen the rich oppressing the poor and justice is
rarely perfect in this world.  The psalmist has said that he "had not seen
the righteous forsaken, nor his seed begging bread" and in the deepest
needs of this life, that is certainly true but all of us have known people of
integrity who have not prospered.
Therefore, I will not follow Christ for promised freedom from physical
want or hope of affluence.
I'm not sure that Christians have stronger personalities or fewer
neuroses than non-believers.  I do know that there is no bitterness like
religious bitterness and no arrogance more insufferable.  I have watched
Christians suffer emotional and mental disabilities and though it may
seem heretical, I am not sure that I would really enjoy living in the same
house with either the Apostle Peter or Paul.

God wills that the mind of Christ be formed in us and there is no doubt
in my mind that the Christian's attitudes and actions will be improved by
his Christianity, but I will not follow Christ for any promise of
personality enhancement or perfection.
Why then follow Christ?  Why become a disciple of Jesus when life may
become more complicated as He so often warned?
For one reason alone:
In Jesus we behold the face of God.  He is the truth, the everlasting
truth, God in the flesh.  I know that in His life, death, and resurrection, I
am reconciled to God, the giver of life.
I believe that nothing can separate us from the love of God.  He has all
power and goodness and I trust Him and His promises.  To him, I offer
my life, damaged or whole, brief or full of years.  It matters not.  He is
the one certain thing in an uncertain world.  He is to be worshiped,
not so something will happen to me or to the world.  Something already
has happened to me and the world, but because He is God who, through
Christ, has reconciled the world to Himself.  He saves me.  He is my
justification.  He is the center that holds. To worship the God of our
salvation, to offer sacrifices of praise and thanksgiving; that alone is our
vocation.  We offer our lives to God, not so as to be healthy, wealthy, or
wise, not even so to gain the strength to do great things for Him; we
offer our lives to Him because He alone has claim upon us.  God is not a
means to an end.

John C. Hutchinson Jr.


Por qué sigo a Cristo

No he visto evidencias claras en las estadísticas de que menos


cristianos mueren de cáncer que los no creyentes o que ellos son
inmunes en mayor grado a las enfermedades que afligen a la raza
humana.
Algunas de las personas más bondadosas y más desinteresadas que he
conocido han tenido su porción de mala salud. El hecho de que
pertenezcan a Cristo no los protege de las enfermedades.
Por lo tanto, no voy a seguir a Cristo por promesas de salud.
No voy a negar la evidencia de diferencias o de la restauración de la
salud. Yo me alegraré en cada recuperación de lo que parece ser
imposible o una muerte sin esperanza. No dudaré en orar por la
restauración de la salud de mis seres queridos y conocidos. No colocaré
límites a lo que Dios pueda hacer, pero no voy a seguir a Cristo por
promesas de sanidad.
No veo ninguna señal de que los cristianos escapen de los desastres y
accidentes con más frecuencia que otros. He ayudado a queridos amigos
a vaciar el agua lodosa de los cajones de su tocador y de sus
electrodomésticos nuevos después de una inundación desastrosa.
Recuerdo que cuando era niño llevamos ropa a una viuda con cinco
niños cuya casa se había quemado totalmente. Una bala no se desvía
alrededor del cuerpo de un creyente.
Por lo tanto, no voy a seguir a Cristo por ninguna promesa de
protección contra los desastres.
Yo no haré el ridículo a las supervivencias asombrosas ni negaré que la
providencia ha trabajado y sigue trabajando por el bien de los que
pertenecen a Dios. Voy a seguir orando por protección contra las
tragedias y contra hombres malvados, más no seguiré a Cristo por
promesas de protección contra los accidentes de las catástrofes.
Yo no observo que los cristianos sean especialmente favorecidos con la
prosperidad. Como Santiago, todos hemos visto la opresión de los ricos
hacia los pobres y la justicia rara vez es perfecta en este mundo. El
salmista dijo que "no había visto justo desamparado, ni su descendencia
que mendigue pan" y en las necesidades más profundas de esta vida,
esto es totalmente cierto, pero todos hemos conocido a personas de
integridad que no han prosperado.
Por lo tanto, no voy a seguir a Cristo por promesas de liberación de las
necesidades físicas o por la esperanza de prosperidad.
No estoy seguro de que los cristianos tengan personalidades más fuertes
o menos neurosis que los no creyentes. Sé que no hay amargura, como la
amargura religiosa ni arrogancia más inaguantable. He visto a
creyentes sufrir problemas mentales y emocionales y aunque pueda
parecer una herejía, no estoy seguro de que realmente me guste vivir en
la misma casa, ya sea con el apóstol Pedro o Pablo. Dios quiere que la
mente de Cristo se forme en nosotros y no hay duda en mi mente de que
la actitud de los cristianos y las acciones se mejorarán por su
cristianismo, pero no voy a seguir a Cristo por ninguna promesa de
perfección o de mejora de la personalidad.
¿Por qué entonces seguir a Cristo? ¿Por qué convertirse en un discípulo
de Jesús, cuando la vida puede ser más complicada, ya que tan a
menudo El lo advirtió?

Por una sola razón:


En Jesús contemplamos el rostro de Dios. Él es la verdad, la verdad
eterna, Dios en la carne. Sé que en su vida, muerte y resurrección, estoy
reconciliado con Dios, el dador de vida.
Creo que nada puede separarnos del amor de Dios. Él tiene todo el
poder y la bondad y confío en él y sus promesas. Para él, yo ofrezco mi
vida, deteriorada o intacta, breve o llena de años. Eso no importa. El es
la única cosa segura en un mundo incierto. Él debe ser adorado, no para
que algo me suceda a mí o al mundo. Algo ya ha sucedido conmigo y
con el mundo, porque El es Dios quien, a través de Cristo, ha
reconciliado al mundo consigo mismo. El me salvó. El es mi
justificación. Él es el centro que sujeta todo. El adorar al Dios de
nuestra salvación, el ofrecer sacrificios de alabanza y acción de gracias,
esto en sí es nuestra vocación. Nosotros no ofrecemos nuestras vidas a
Dios, para estar sanos, ser ricos, ni sabios, ni siquiera para adquirir la
fuerza necesaria para hacer grandes cosas para él; ofrecemos nuestras
vidas porque Él es el único que tiene derechos sobre nosotros. Dios no
es un medio para conseguir un fin.

John C. Hutchinson Jr.

You might also like